Buscando la salida

En la vida de todos los seres humanos siempre va a ver desilusiones acerca de nosotros
mismos. Como seres humanos somos un fracaso; claro que hay gente que se esfuerza
por hacer las cosas bien, ¿pero no saben que una sola gota de tinta china daña la camisa
“más blanca y reluciente del mundo”? El corazón del hombre es perverso y por más justos
que podamos parecer, siempre en nuestras intenciones o voluntad nos ensuciaremos con
un poco de tinta china. Dios es luz y no hay ninguna oscuridad en él, ni habrá porque es
tres veces SANTO, apartado de toda oscuridad y maldad; Él no va ha permitir que en su
lugar santísimo de luz acceda y pase como perro por su casa alguna gota de pecado.
Aquel pecador que entrare en la presencia divina llena de luz y santidad de Dios se
desvanecería inmediatamente; Sabemos que la oscuridad es la anuencia de Luz, por lo
cual, si alguna gota oscuridad entrare a un lugar lleno de luz, se desvanecería en menos
de un abrir y cerrar de ojos. A lo que voy es que todos somos culpables y responsables
delante de Dios, por esa razón estamos destituidos de su gloria, por cuanto hemos
pecado y estamos contaminados y manchados de maldad. Amigo o Hermano lector mi
nombre es Kevin Narváez y la verdad no estaba contaminado con solo una pisca de tinta
china, estaba completamente sucio e inmundo, y aun siendo Salvo, he fallado y me he
sentido completamente manchado de maldad; cada vez que fallo de la manera más atroz,
recuerdo que Cristo proveyó una SALVACIÓN GRANDE y que tengo entrada al trono de
la Gracia y al lugar Santísimo de Dios, por lo cual debo esforzarme y poner toda diligencia
con valor, porque debo seguir adelante olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, aunque por mis actos viles vaya de ultimo, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Escribo esto para
presentares la gran Salvación de Dios en unas palabras que no alcanzan ha representar
esto tan maravilloso que Jesús en su sacrificio ha hecho para el mundo pecador; y para
presentar mi Testimonio en lo que llevo de esté peregrinaje, para que de alguna forma
podamos seguir adelante cobrando ánimo y fortaleciéndonos a la luz de la palabra de
Dios.
 CAPITULO UNO

El fracaso del ser humano

A lo largo de mi vida (20 años) he contemplado que las personas son IMPERFECTAS.
Cuando era pequeño consideraba a muchas personas como si fueran perfectas, pero al
conocerlas me daba cuenta de que no lo eran; por ejemplo: las niñas, de niño pensaban
que eran perfectas, pero cuando crecí me di cuenta que tiene cambios emocionales y que
son algo inentendibles, y que tratarlas de entender es algo muy complejo (una vez busque
en Google, cómo entender a una mujer y me arrojo el siguiente resultado “Por favor,
espere…. ¡Nosotros también estamos buscando!) y aunque conocí varias amigas jóvenes,
todas tienen estos cambios y son IMPERFECTAS al igual que yo. A lo que voy es que el ser
el corazón del hombre es imperfecto, por ende, comete errores, errores que llevan y
conduce al ser humano a un gran fracaso.

Amigo oyente, tal vez usted pensara ¿y las cosas buenas que ha hecho el ser humano? O
me dirá: “este capítulo no se debería llamar el fracaso del ser humano, se debería llamar
el éxito del ser humano,” pero pregunto ¿Dónde está el éxito del ser humano? Me podrán
responder una gran lista como: Los aportes a la ciencia, la “paz,” la medicina, la filosofía,
las obras arquitectónicas, la tecnología, los programas sociales, el comunismo, el
capitalismo, la política, los deportes, etc.) pero en lo que me quiero enfocar, no es en las
obras de los hombres, sino en su corazón… De él han salido las mayores guerras y pleitos,
es engañoso, torcido y perverso.