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CASO PRÁCTICO
UNILEVER: ¿PODER?
“¡Dios mío, lo van a usar de verdad!”, exclamó Nabil Sakkab, responsable europeo
de lavandería de Procter & Gamble (PG) Europa, mientras examinaba
detenidamente unas diminutas partículas de cristal rosa amontonadas encima de
su mesa. Era mediados de marzo de 1994, y supondría el principio de una
pesadilla para su empresa competidora, Unilever: el descubrimiento por parte de
su rival PG del ingrediente secreto en el revolucionario detergente
superconcentrado que Unilever iba a comenzar a comercializar bajo el nombre de
Omo Power en Holanda, Persil Power en Gran Bretaña y Skip Power en Francia.
“Power” supuso desde ese momento el mayor avance en detergentes de ropa en
los últimos quince años, y las ventas se dispararon en los países donde se
comercializó. Este hecho preocupaba a PG, no sólo porque sus competidores
vendían tal cantidad, sino porque el detergente contenía un catalizador de
magnesio reconocido como un “agente acelerador”, pero que dañaba los tejidos.
Por este mismo motivo, PG había desechado este ingrediente diez años antes
(nos referimos, por supuesto, a esas partículas de cristal rosa).
“Power”, resultado de cinco años de investigaciones, era, además, la base de la
estrategia emprendida por Unilever para recuperar su posición en el mercado
europeo de los detergentes (valorado aproximadamente en unos 6 billones de
libras) y que desde hacía algún tiempo PG venía liderando.
“Power” era la segunda entrada de Unilever en el mercado de los detergentes
concentrados. Tenía que ser el pionero en la industria, algo que supusiese un salto
de gigante en eficacia para poder recuperar el liderazgo. Unilever pretendía lanzar
“Power” en once países más en breve, en base a una ofensiva de marketing sin
precedentes.
Neil Fitzgerald, coordinador general de la división de detergentes de Unilever, se
jugaba mucho con el éxito de “Power”. Dar un giro a la delicada situación de
Unilever en el negocio de los detergentes podría suponerle un ascenso en la
dirección del grupo.
Unilever a la defensiva
El declive
La lección
Muchas personas que hayan seguido todo el asunto de la “guerra del jabón”
concluirían que Unilever ha practicado un marketing socialmente irresponsable
con los productos Power, y por tanto se merecía pagarlo caro. Sin embargo, este
caso no muestra una lección más importante para los negocios: el ambiente de
marketing para los bienes y servicios se está poniendo cada vez más duro.
Unilever ha fallado a la hora de valorar cómo la competencia y otros factores
ambientales influyen en las organizaciones.
INSTRUCCIONES.
PREGUNTAS:
Hay que considerar las apreciaciones de todos los actores y fuerzas que
influyen en el entorno de marketing, porque existen pequeños factores que
a veces las empresas no detectan a causa del entusiasmo que tienen las
personas involucradas, pero la competencia siempre estará analizando los
puntos débiles de nuestra empresa y de nuestros productos, por lo tanto,
pueden ser una voz con criterio para ayudarnos a identificar errores o
aspectos negativos en nuestro trabajo.
5. ¿Cómo cree que se podría haber evitado? Atrévase a intuir alguna decisión
o política que hubiese cambiado el curso de los acontecimientos.
Todos los empresarios sienten un afán natural por llevar sus organizaciones
a la cúspide del mercado, situación que en el caso Unilever provocó un
error catastrófico para la compañía. A mi concepto se pudo evitar
simplemente tomando la decisión de escuchar la primera advertencia
privada que hizo PG sobre el detergente Power y dedicar el departamento
de investigación y desarrollo de la compañía, a estudiar los argumentos y
razones que daba PG para que Unilever retirara el producto del mercado.
De esta forma se comprueba en los laboratorios de confianza si son reales
los errores advertidos o una artimaña de la competencia.