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TEORIA DE LOS SISTEMAS. NOCIONES INTRODUCTORIAS .

Hector Klurfan y Daniel Pacheco

Pensamiento lineal.

Estar leyendo estas palabras implica que antes deben haber ocurrido una sucesión de hechos, por
ejemplo: haz aprendido a leer, alguien escribió algo y ahora lo puedes interpretar.
Dentro de esta lógica juegan las causas, los efectos y el tiempo que transcurre linealmente respecto
de cuando se van manifestando las distintas acciones o etapas consecutivamente.
Este modo lógico de comprender nuestro mundo puede haber tenido sus comienzos en la antigua
Grecia, alrededor del año 700 a.C. cuando fue inventada una nueva forma de comunicación: el
alfabeto. Antes de la invención del alfabeto los seres humanos vivían en lo que se conoce como el
“lenguaje del devenir”, es decir, nos comunicábamos a partir de nuestras acciones.
Entonces el alfabeto separó al orador del lenguaje y de la acción; pasamos de un lenguaje de acción
a uno de ideas, con una secuencia lógica que nos permitió inferir posibilidades, unir hechos
inconexos de modo secuencial para arribar a una conclusión que, o bien explicaba lo ocurrido o nos
permitía establecer efectos esperables a partir de las causas.
Posteriormente surgió la filosofía, y a partir del desarrollo y aplicación de la lógica, el pensamiento
científico, es decir, un método para alcanzar conclusiones verdaderas y esquivar lo falso, método
conocido como racionalidad.
El lenguaje nos permitía describir como son las cosas y separarlas de su esencia que lo precedía.
Para los matemáticos griegos, los números eran magnitudes concretas, reales, perceptibles,
entendidas como propiedades de objetos igualmente reales. Así la geometría se ocupaba de medir y
la aritmética de contar.

Antes del siglo XVI se utilizaba un aparato conceptual que dejaba fuera de cuestionamiento algunos
supuestos básicos, se aceptaba (en la cultura occidental), que Dios había creado al hombre a su
imagen y semejanza, y que lo había situado en un planeta inmóvil llamado Tierra que era el centro
del Universo. La realidad era comprendida como jerárquica y ésta jerarquía comenzaba con Dios en
la cúspide, descendía a través de los ángeles a los humanos y luego los animales, hasta las formas
de vida cada vez más inferiores. Todas las acciones humanas se explicaban teológicamente. Los
científicos medievales no intentaban predecir, ni controlar la naturaleza, sino más bien explicarla
encontrando su límite precisamente donde la teología no aceptaba discusión.

A partir del año 1543 las observaciones y deducciones de Nicolás Copérnico lo llevaron a afirmar
que la Tierra se movía sobre su eje y giraba alrededor del Sol, vaticinando así el derrumbe del
universo geocéntrico propuesto y hasta el momento aceptado de Ptolomeo, que llevaba ya mil
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seiscientos años; más tarde Kepler y Galileo proporcionaron demostraciones que confirmaban las
afirmaciones revolucionarias, la realidad entonces adquirió una nueva apariencia, compuesta por
átomos indivisibles.
También hubo un cambio decisivo cuando en 1591, François Vieta introdujo las letras como notación
en lugar de números, de ese modo la idea de números como magnitudes discretas quedó relegada a
un lugar secundario y nació el poderoso concepto de “variable”.

La nueva visión del mundo quedó cimentada más tarde con la aparición de la obra más famosa de
René Descartes: “Discurso del método”, editada en Francia en 1637. El planteo de Descartes a partir
de sus conclusiones en busca de un método infalible del conocimiento, queda resumido en su
famosa frase traducida del latín: Cogito ergo sum (pienso, por lo tanto existo), que convertía a la
mente en algo más confiable y separado de la materia, giro conocido más tarde como el dualismo
cartesiano, lo que además le permitió reconciliar y superar algunos problemas que surgieron en
virtud de ser un hombre religioso que creía en la inmortalidad de su alma, por lo tanto podía
mantener su visión mecanicista del mundo y su creencia en Dios y la salvación de su alma,
considerando las dificultades de la ambigüedad asociada a los datos sensoriales.
Así el mundo a partir del siglo XVII pasó a ser una máquina perfecta, cuyas propiedades podían
predecirse y describir matemáticamente.

Esta línea de pensamiento continuó influyendo al mundo filosófico y científico estructurado


racional y matemáticamente, dando lugar al siguiente ícono que el empirista Sir Isaac Newton
estableció como la ciencia clásica, a saber las tres leyes del movimiento: ley de inercia, la ley de
aceleración y el principio de acción y reacción, y por supuesto la ley de gravedad.
A diferencia de Descartes que se limitaba a la deducción, Newton en todo momento insistió en que
todas las deducciones, al margen de lo rigurosas que fuesen, habían de ser confirmadas por la
observación. En función del éxito en innumerables predicciones de la física, es que también
impregnó todo el pensamiento occidental y se replicaba el modelo en el aprendizaje humano,
finalmente se expandió al público en general. Sin embargo se reconocía la existencia de algunas
grietas en su estructura epistemológica, pero el supuesto era que con el tiempo, esos vacíos se
llenarían sin lugar a dudas.
El postulado de que “la evolución de cualquier sistema físico está controlada por leyes rigurosas, que
a partir de un estado inicial determinan sin ambigüedad cualquier estado futuro y explica cualquier
estado pasado” dieron las bases para la doctrina de la causalidad que permitía la posibilidad de ser
objetivo respecto al fenómeno observado y eliminar al mismo tiempo los prejuicios propios del ser
humano.

Este modo de conceptualizar la realidad ha sido útil y fue preludio de acontecimientos de la física,
pero también en otros ámbitos como por ejemplo en las ciencias naturales.
La teoría de la evolución se encuentra dentro de la misma epistemología mecanicista y utilitaria que
la física newtoniana, y fue Charles Darwin quién a través de su obra fundamental: “El origen de las
especies” publicada en 1859 sugirió una continuidad. El naturalista que desarrolló la teoría de la
evolución, tal cual aún hoy es comprendida, sostenía su plataforma ideológica en la idea de la
“supervivencia del más apto” que transmitía la información genética a la generación posterior.
Los postulados de las diferentes teorías e ideologías trajeron también infinidad de complicaciones
éticas, morales y políticas, por ejemplo refiriéndonos al caso de la selección natural que facilitó más
adelante el desarrollo de la Eugenesia (disciplina encargada de la mejora biológica de la especie
humana).

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Fue Sigmund Freud quién entre los años 1895 y 1900 utiliza la asociación libre para ayudar a sus
pacientes con histeria, animándolas a verbalizar sin censura cualquier ocurrencia que pasara por su
mente, cuya obra: “La interpretación de los sueños”, de 1899, inauguró una nueva disciplina y modo
de entender al hombre: “el psicoanálisis”, que despliega el desarrollo teórico de tres instancias de la
mente (conciente, preconsciente e inconciente).
En su teoría los síntomas son consecuencias de instancias anteriores reprimidas que pueden ser
“liberadas” a través de la comprensión conciente de las mismas, y esto se consigue mediante la
asociación libre. Su pensamiento y desarrollo teórico se mantienen dentro del concepto de causa
(tensiones intrapsíquicas) y efecto (histeria o neurosis), como también dentro de la linealidad que
según Bateson, es una relación entre una serie de causas o argumentos, cuya secuencia no vuelve
al punto de partida, ya que eventos del pasado generan los inconvenientes del presente. Fue Freud
quién introdujo la definición más pragmática de la normalidad, al definirla como “la capacidad de
trabajar y amar”, ampliamente aceptada en su momento, aunque según esta definición Hitler podría
haber sido considerado normal, porque como todos sabemos trabajó muy intensamente y amó por lo
menos a su perro y probablemente también a su amante, Eva Braun.

Luego llegaron las teorías psicológicas denominadas conductistas, que mantienen que ante un
estímulo determinado, el organismo humano manifiesta una respuesta, que se repite en función de
los refuerzos. Exponentes de esta línea de pensamiento han sido Frederic Skinner, John Watson y
otros.

De acuerdo con los pronunciamientos de la razón, el universo estaba gobernado por principios
lógicos, la mente humana era capaz de comprender esos principios “objetivamente” y la voluntad del
hombre podía actuar en consonancia con ellos.

Como señala Anatol Rapoport, la matemática en la época clásica proporcionaba a los físicos un
poderoso instrumento para interpretar la naturaleza y encontrar un denominador común que
permitiera la comprensión de fenómenos tales como la mecánica, la luz, el sonido, el calor, la
electricidad y el magnetismo.

Thomas S. Kuhn y su paradigma.

Tomamos como definición de paradigmas los términos que utilizó T. Kuhn, describiéndolos como:
aquellas constelaciones de creencias, valores, técnicas, etc., que compartían los miembros de una
comunidad dada.
Kuhn nos propone que revisar la acumulación histórica, nos puede mostrar la dificultad de aislar los
“hechos” de las circunstancias en las cuales se descubrieron o crearon. Por lo tanto considerar a la
ciencia como acumulativa nos deja la sensación de estar logrando una continuidad artificialmente
construida por la aceptación previa de algunas condiciones que establecía el mundo científico.
La aceptación de nuevos marcos teóricos desde donde hacer ciencia, fueron sin lugar a dudas
procesos largos y penosos para los innovadores que observaban situaciones o hechos que no
encajaban en los modelos (paradigmas), conocidos hasta el momento. Desde la revolución de
Nicolás Copérnico, Isaac Newton, Antoine Lavoisier, Albert Einstein o James Maxwell, todos y cada
uno se encontraron con resistencias, feroces campañas de difamación y desestimación,
fundamentalmente porque sus ideas para ser aceptadas, requerían el rechazo de una teoría vigente
y homologada por toda la comunidad en el contexto del descubrimiento y su justificación.

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Normalmente los científicos trabajan a partir de modelos inculcados por su propia educación, que
luego validan con bibliografía o literatura originada en los mismo modelos, que son tomados como
verdades absolutas, ya que no es posible conocer todas las creencias detrás de cada supuesto
(necesitaríamos ser físicos, matemáticos, químicos, historiadores, y demás), que le han conferido a
esos modelos su status. El proceso de aprendizaje de una teoría depende del estudio de sus
aplicaciones, utilizándola para resolver problemas en la práctica.
El período anterior al paradigma esta signado por intensas discusiones, debates frecuentes y
profundos sobre métodos, problemas, normas, soluciones aceptables, discusiones, causas y efectos,
que según Kuhn sirven más para formar escuelas que para producir acuerdos, pero que
curiosamente disminuyen, aunque no desaparecen, una vez establecido el paradigma.
Cuando un modelo científico sustentado en una convincente teoría que ha demostrado resolver
problemas de aplicación práctica o predecir futuros resultados, sobre el que se ha producido una
gran cantidad de bibliografía o material didáctico y además es enseñado en las instituciones de
educación científica, se transforma en un paradigma, nos otorga un marco seguro desde el cual
posicionarnos para impulsar cualquier innovación, que en principio va a resultar un ataque al
paradigma imperante, y seguidamente se va a transformar en herramientas de cambio.

Cabe mencionar algunas observaciones:

1. El término paradigma es intrínsicamente circular, ya que es, lo que comparten los miembros
de una comunidad científica y a la inversa, una comunidad científica consiste en unas
personas que comparten un paradigma.
2. Antes de mediados del siglo XIX existían separadas, las matemáticas y la filosofía, lo que hoy
es materia para una sola y extensa comunidad. Un paradigma no gobierna un tema de
estudio, sino a un grupo de practicantes. Todos los modelos tienen funciones similares, entre
otras cosas dan al grupo sus analogías y metáforas preferidas o permisibles, y al hacer esto
ayudan a determinar lo que será aceptado como explicación y/o solución de problemas y a la
inversa, ayudan en la determinación de la lista de enigmas no resueltos y la importancia de
cada uno.
3. El conocimiento científico se encuentra implícito en la teoría y la regla; se ofrecen problemas
para darle facilidad a su aplicación.
4. Al referirse a paradigmas, Thomas Kuhn habla de intuiciones que no son individuales; son las
posesiones probadas y compartidas de los miembros de un grupo que han logrado éxito, y el
practicante novato las adquiere mediante su preparación, como parte de su aprendizaje para
llegar a pertenecer a un grupo.
5. Traducir una teoría o visión del mundo al propio lenguaje no es hacerla propia. Para ello hay
que volverse “completamente nativo”, descubrir que se está pensando y trabajando con un
idioma que antes era extranjero, en algún momento del proceso de aprender a traducir, el
individuo encuentra que ya ha ocurrido la transición (y que él se ha deslizado sin ser conciente
cuándo), al nuevo idioma.
6. Dice Kuhn: No dudo de que la mecánica de Newton es una mejora sobre la de Aristóteles, y
que la de Einstein es una mejora sobre la de Newton como instrumento para resolver
enigmas. Pero en su sucesión no puedo ver una dirección coherente de desarrollo ontológico,
por el contrario, en algunos aspectos importantes, aunque desde luego no en todos, la teoría
general de la relatividad de Einstein, está más cerca de la de Aristóteles que ninguna de las
dos de Newton.

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Cambio de paradigma: de lo lineal a lo circular.

“El pez es el último en saber que vive en el agua.”


Aforismo chino

En términos de Kuhn, una revolución científica es definida por la aparición de nuevos esquemas
conceptuales o “paradigmas”, que descubren aspectos que antes eran imperceptibles por la
comunidad científica aceptada, produciendo así un desplazamiento de la problemática advertida e
investigada y por supuesto un cambio de las reglas de la práctica científica. Este cambio abarca
nuevos problemas que no eran vistos o especialmente rechazados hasta el momento. Esto no quita
mérito a los principios clásicos que Galileo Galilei, Isaac Newton y René Descartes enunciaron, ya
que los mismos tienen éxito en variadísimos campos fenomenológicos de la experiencia humana, por
ejemplo: la teoría del calor, pudo ser reducida a efectos mecánicos al observar que las moléculas de
agua al recibir calor comienzan a desplazarse más rápidamente hasta que llega un momento en que
superan las fuerzas que las mantienen unidas, y así se logra el vapor de agua, por el contrario si las
moléculas se enfrían lo suficiente, su atracción mutua crece hasta que se solidifican conformando lo
que conocemos como hielo.
Luego (menos de cien años después), algunos descubrimiento científicos lograron observar que
había fuerzas que no respondían a las leyes mecánicas de Newton en algunos fenómenos eléctricos
y magnéticos. Importantes desarrollos fueron la base teórica a partir de trabajos de Michael Faraday
y James Maxwell.

En 1900, en Alemania, Max Plank trabajaba en un esfuerzo por sellar las grietas en la estructura
newtoniana. Para su sorpresa, descubrió experimentalmente que los electrones oscilaban y
absorbían tanto como emitían energía, a cuyas partículas llamó Quantas. Como consecuencia sus
resultados experimentales requerían una estructura completamente nueva de la física, nuevas reglas
sustentadas en una epistemología diferente, es decir en lugar de sellar las grietas en la estructura
newtoniana, las atravesó.
En 1905 Albert Einstein a partir de su comprensión de que era erróneo pretender fundar una teoría
únicamente en la observación objetiva, sino más bien que, es la teoría la que decide que es lo que
podemos observar, publicó cinco artículos, tres de los cuales sentaron las bases epistemológicas de
lo que hoy se conoce como la “física moderna”, ya que rompió las reglas establecidas y en lugar de
intentar incluir los recientes descubrimientos al modelo, creó nuevas reglas para pensar el tiempo, el
espacio y el movimiento, que fueron explicitadas en su teoría general de la relatividad.
En términos de la experiencia humana, no por mucho tiempo se puede sostener la creencia de que si
algo es malo, su opuesto debería ser bueno; o que si, por el contrario, algo es bueno, el doble de ese
algo debería ser mejor o el doble de bueno. Los esfuerzos por mejorar la calidad de vida humana,
han generado resultados que a veces han creado problemas totalmente nuevos, por ejemplo: los
medios de transporte cada vez más rápidos nos dejan con menos tiempo; a pesar de la mayor
riqueza, nos encontramos con que existen cada vez más pobres; la gran proliferación de medios
para comunicarnos han provocado de alguna manera una disminución en la calidad en los vínculos
humanos.

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Figura 1.

La figura 1, muestra una correlación entre conceptos surgidos de la ciencia clásica (paradigma de la
linealidad) y su comparación con el modelo batesoniano (circular) que sirvió como plataforma
importante en el desarrollo de la teoría sistémica y la terapia familiar, como lo muestra E.H.
Auerswald en el libro “El cambio familiar: Desarrollos de modelos”.

Para Ludwig Von Bertalanffy: aplicar el procedimiento analítico depende de que podamos desestimar
algunas relaciones entre partes, lo cual nos permitiría separarlas y luego volverlas a juntar.

David Hume, Immanuel Kant, Arthur Schopenhauer y muchos otros han insistido en que, de la
realidad “real”, sólo podemos tener opinión, una imagen subjetiva, o una interpretación arbitraria.

Cuando la teoría es separada de la práctica, así como cuando la conducta se separa del contexto,
tiende a perder su significado a través del proceso de disociación según nos comenta Peggy Papp,
quién relata una cita que Freud hace de Charcot, donde plantea que: “la teoría es buena, pero no
impide que las cosas existan.”

Tanto en el campo de las matemáticas como en el lenguaje nos encontramos con indicios que
sugieren la circularidad, la autorreferencia o recursividad y son difíciles de soslayar a la hora de
comprender la “realidad” como algo posible de descubrir mediante la observación objetiva.

Ya en 1591 cuando nace el concepto de “variable” en las matemáticas con la inclusión de las letras,
todo desarrollo matemático deja de ser lineal porque ahora el resultado depende de la relación, y no

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solo en este campo pueden hacerse este tipo de observaciones, sino que también en el lenguaje, si
prestamos atención al siguiente ejercicio:

“ESTA FRASE TIENE…………………….LETRAS”

No existe una sola respuesta correcta para resolver la cantidad de letras de la frase propuesta, ya
que si en la línea de puntos colocamos “treinta y una” podremos verificar que la frase adquiere
sentido a través de su propia respuesta, por supuesto tampoco podemos colocar cualquier número,
por ejemplo “diez” o “noventa” porque sería incorrecto, pero ¿Qué ocurre si probamos con “treinta y
cuatro”? podemos ver que hay más de una respuesta correcta para el problema planteado tal como
está, esto nos sugiere una pérdida de certezas, aunque en realidad el acertijo de Heinz von Foerster
nos demuestra que las ciencias tradicionales buscan respuestas necesarias a sus problemas, es
decir, soluciones que tengan una y sólo una respuesta de modo tal que logremos la certeza de haber
encontrado la solución correcta.

Un poco de historia sistémica

A lo largo de la historia el ser humano ha ido redefiniendo su contexto, creando posibilidades que
hubieran parecido de ciencia ficción en el pasado. La comprensión de que ha sido nuestro modo de
pensar colectivamente, la herramienta fundamental para producir cambios en el mundo, nos sugiere
que en la medida en que logremos comprender y cotejar las diferentes necesidades y posibilidades
en los distintos campos del saber, conseguiremos superar la condiciones previas, lo que nos va
dando diferentes resultados en la práctica y se van creando nuevas dificultades inexistentes antes
del cambio impuesto.
La búsqueda de respuestas a cuestionamientos sociales precipitados por las devastadoras
consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, llevó a que se buscara la colaboración de diferentes
campos del conocimiento, en procura de establecer un lenguaje común y general en torno al cual
comprender la nueva situación del mundo, del rol de la ciencia y de los seres humanos en él.

Conocemos historia de ciencias que nos remontan a un solo padre en determinadas disciplinas, (por
ejemplo, Sigmund Freud fue quién creo el psicoanálisis), en el caso del enfoque sistémico
(consecuentemente con su desarrollo y teorización), los gestores de sus conceptos básicos han sido
varios y desde diferentes áreas del saber.
Esta visión implica que cualquier conducta particular o personal no debe ser considerada en forma
aislada del comportamiento de los demás miembros del sistema, es decir que debemos recopilar
información del entorno para comprender la conducta de un miembro o parte del sistema. Este
modelo de pensar y decir, se denomina epistemología ecosistémica, donde la interacción se vuelve
circular, más compleja aún: la comunicación es todo lo que la gente hace y piensa conjuntamente.
Toda conducta es mensaje, toda comunicación es conducta.
Como buena referencia a la conceptualización sistémica, hacer una búsqueda lineal y temporal de su
nacimiento carece de sentido, por lo tanto vamos a ir mencionando distintos aportes, en diferentes
momentos y lugares dispares que hacen al “todo” de nuestro “objeto” de estudio (como si esto fuera
posible).

La epistemología constituye una ciencia del conocimiento que se ocupa de la fundamentación de las
teorías, disciplinas y vertientes del saber, de sus postulados, principios y aplicaciones.

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Quizá podríamos tomar como referencia de partida el producto de las reuniones organizadas por la
fundación Josiah Macy, Jr., y desarrolladas en Nueva York, que a partir del primer encuentro sobre
cibernética en mayo 1942, comenzó lo que se conoció como las conferencias Macy’s que, luego de
un período de receso motivado por la Segunda Guerra Mundial, reiniciaron y duraron desde marzo
de 1946 hasta 1953, y donde el objetivo planteado fue: establecer las bases de una ciencia general
del funcionamiento de la mente humana. Podríamos decir también que fue uno de los primeros
estudios organizados de la interdisciplinariedad que profundizó en las teorizaciones sobre
cibernética, buscó una teoría general de los sistemas y lo que luego se conoció como ciencia
cognitiva.
Es importante hacer mención de las dificultades iniciales para encontrar un lenguaje común lo
suficientemente poderoso como para comunicar la complejidad de los diferentes campos científicos
y humanísticos en procura de una base sólida desde donde proponer diferentes teorías.

Conferencias Macy’s

Título propuesto para la inauguración de los encuentros: “Feedback mechanisms and circular causal
systems in biological and social systems”. (Mecanismos de retroalimentación y sistemas causales
circulares en sistemas biológicos y sociales).

Integrantes del grupo inicial de las conferencias Macy’s:

 William Ross Ashby; Psiquiatra.


 Gregory Bateson; Antropólogo.
 Julian Bigelow; Electrotécnico.
 Heinz Von Foerster; Biofísico.
 Lawrence K Frank; Científico social.
 Ralph W. Gerard; Neurofisiólogo.
 Molly Harrower; Psicólogo.
 Lawrence Kubie; Psiquiatra.
 Paul Lazarsfeld; Sociológo.
 Kurt Lewin; Psicólogo.
 Warren McCulloch; (presidente); Psiquiatra.
 Margaret Mead; Antropóloga.
 John Von Neumann; Matemático.
 Walter Pitts; Matemático.
 Arturo Rosenblueth; Fisiólogo
 Leonard J. Savage; Matemático
 Norbert Wiener; Matemático.

Invitados, (entre otros):

Max Delbrück; Genetista y biofísico.


Erick Erickson; Psicólogo.
Claude Shannon; Teórico de la información.
Milton Erickson; Hipnotista.

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Es interesante observar la multidisciplinariedad integrando la más diversa cantidad de profesionales
que dan su aporte desde disciplinas completamente diferentes manteniendo su posición, en busca
de un objetivo en común y enriqueciéndose mutuamente.

Algunas de las principales figuras de la primera etapa de la construcción del modelo sistémico han
sido científicos provenientes de campos tales como la teoría de la información de Claude Shannon,
el modelo cibernético de Norbert Wiener o Ludwing von Bertalanffy con su Teoría General de
Sistemas. También encontramos aportes de culturalistas como Harry S. Sullivan, Karen Horney y
Frieda Fromm-Reichmann.
Fue en todo caso el antropólogo cultural Gregory Bateson el primero en introducir la idea de que una
familia podía ser análoga a un sistema homeostático o cibernético, modelo que fue adoptado por
otros, como Don Jackson (psiquiatra del Mental Research Institute, de Palo Alto, California).

Si bien en un primer momento la conceptualización del modelo sistémico, sobretodo en los sistemas
familiares se centraba en la homeostasis y su mantenimiento, las ideas fueron dando un giro al
modelo evolutivo de la mano de el físico y premio Nobel Ilya Prigogine y el biólogo chileno Humberto
Maturana y madurado luego por teóricos como el psicólogo norteamericano Paul Dell.

Algunos de los denominados Padres de la terapia sistémica:

Gregory Bateson: En 1948 el antropólogo de formación se unió a Jurgen Ruesch e inició su


incursión en el campo de la psiquiatría. Introdujo herramientas teóricas de corte antropológico y de la
cibernética en el campo de la comprensión del comportamiento, utilizó términos tales como
retroalimentación, calibración u otros conceptos provenientes de la cibernética para referirse a
sistemas familiares. Se instaló en la clínica psiquiátrica Langley Porter de San Francisco en 1949;
donde realizó entrevistas y observaciones etnográficas en el contexto psiquiátrico, con el propósito
de identificar detalles sobre el intercambio de mensajes en el transcurso de una psicoterapia
eficiente y con la cual se obtuvieran cambios favorables. En palabras de Bateson, era investigar la
naturaleza de la comunicación en “la tribu” de los psiquiatras. Cuatro años más tarde emprendió su
propio proyecto sobre comunicación en el Hospital de Veteranos de Palo Alto, California, al que se
incorporaron Jay Haley, John Weakland y William Fry.
Bateson aborda los fenómenos del comportamiento humano psicopatológico como un antropólogo
que observa el funcionamiento de una cultura extranjera, observa como un extranjero sin nociones
preconcebidas y pretende explicar lo observado. Este enfoque tiene en consideración cómo los
pacientes se comunican en relación a su entorno y como se ven afectados en la interacción. Algunas
importantes transformaciones en las prácticas clínicas se basan en:

 Transcurrir del pasado como la causa, a la situación social presente como el


origen de lo que era denominado psicopatología.
 Pasar de pensar en términos de una conducta inapropiada y desadaptada
que era acarreada desde el pasado, a pensar en términos de una conducta
de adaptación adecuada para la situación social que vivía el paciente.

Cabe destacar que estas transformaciones ocurren en los años cincuenta, cuando decir al paciente
qué hacer o prescribir un comportamiento constituía una falta impensable para un clínico.

Don Jackson: A fines de los ’40 empezaba a trabajar con pacientes esquizofrénicos y sus familias,
en Palo Alto, junto a Virginia Satir y Jules Riskin, en el mismo edificio donde trabajó el grupo original
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liderado por Bateson y desarrollaba el concepto de homeostasis familiar. Junto a Bateson realizaron
el importante trabajo que condujo a la teoría del doble vínculo en esquizofrenia. Tomando una de sus
citas: “El psiquiatra que se fija en el paciente, y sólo en él, en ciertos casos puede hacer un mal uso
de su saber. A menos que se conciba al paciente como una fuerza social dinámica en interacción
con otros sujetos, el conocimiento psiquiátrico puede que no sirva verdaderamente más que para
nombrar la confusión.”

Virginia Satir: En 1963 condujo un proyecto de demostración de terapia familiar en el Instituto de


Investigación Mental (M.R.I.) de Palo Alto y fue directora del famoso Instituto Esalen, también en
California. A lo largo de su carrera ha ido cambiando su enfoque desde lo familiar a los grandes
grupos, se ha vuelto una profetisa del amor y la alegría en lo que se conoce como la, “experiencia
Satir”. Una de las ideas más novedosas de Satir fue que "el problema presentado pocas veces es el
problema real, en tanto que la forma que tiene la gente de encarar el problema presentado es la que
crea el problema real".
Cuando Virginia Satir decía: “siempre juzgo la terapia por los pronombres”, estaba refiriéndose a la
tendencia a decir “nosotros” en lugar de “yo”, atributo común de las familias sensibles al consenso o
“enredadas”.
Enfocando su trabajo en la comunicación, intentó bloquear las secuencias repetitivas que culminan
cuando la persona adopta un rol estándar como victima, mártir, chivo expiatorio o salvador. Utilizaba
en tales situaciones frases tan agudas como: “¿Vió usted alguna vez en un certificado de defunción
que la causa de la muerte fuera haber dicho “NO” a alguien?”.

Nathan Ackerman: Psiquiatra y psicoanalista de formación ortodoxa, comenzó a fines de la década


de los ’40 a trabajar con toda la familia en Nueva York, incluso llegó a sugerir a sus colegas que
hicieran visitas a los hogares de los consultantes. Fundó el Instituto para la familia (Family Institute),
en Nueva York con el fin de promover este enfoque, sin embargo siguió siendo básicamente un
clínico dinámico más que un investigador o teórico. Ackerman incorporó la idea de “la familia como
unidad social y emocional”. Su principal foco con respecto a la terapia familiar, fueron los lazos
intergeneracionales y los conflictos, la influencia y el impacto de los cambios sociales, el desarrollo
de la familia como unidad, la importancia de las emociones en la estructura familiar y la autoridad
repartida entre los padres.

Milton Erickson: Ya en 1939 cuando Margaret Mead se pone en contacto con Erickson por vía
epistolar y le consulta sobre los hallazgos que conjuntamente con su esposo Gregory Bateson
habían realizado en Bali, en particular sobre lo que llamaban “trance religioso”, Erickson comparte
generosamente sus puntos de vista como experto en el campo de la hipnosis. Nacido dentro de una
comunidad agrícola pobre en Nevada, Erickson no habló sino hasta los cuatro años. Más tarde, se le
encontró una severa dislexia, una profunda sordera y daltonismo. A la edad de diecisiete, estuvo
paralizado por un año debido a un ataque de polio, tan grave que su doctor estaba convencido que
moriría. A pesar de estos obstáculos (o quizás debido a ellos), Milton Erickson siguió adelante hasta
convertirse en médico y psiquiatra. En los años siguientes se convertiría en el más grande
practicante de la hipnosis terapéutica de todo el mundo y en uno de los psicoterapeutas más
efectivos de todos los tiempos.
Como precursor de la terapia estratégica breve, sus técnicas innovadoras, especialmente la hipnosis
y la instrucción paradójica, llamaron la atención de Jay Haley y John Weakland, quienes en 1955
comenzaron a visitar semanalmente a Erickson para realizar entrevistas que duraron hasta 1960.
Erickson establecía un tipo especial de interacción y seguía una cuidadosa estrategia para modificar
la conducta sintomática; no se preocupaba de conceptos tales como la homeostasis, la función o el
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desplazamiento del síntoma. Para él, la pregunta esencial era: ¿de qué modo, como terapeuta,
puedo inducir un cambio en la persona que está ante mí?
Era difícil distinguir cuando la relación creada era “hipnótica” (es decir en trance, un estado especial
de conciencia), y cuando no lo era.

Carl Whitaker: Adoptó básicamente una posición ateórica o incluso antiteórica abocado a trabajar
con familias con pacientes difíciles, como los esquizofrénicos. Se llamaba a sí mismo un terapeuta
del absurdo y se ha caracterizado por llevar lo impensable hasta el absurdo, por ejemplo a una joven
psicótica que se sienta en las rodillas de su suegro, le sugiere que “el incesto es mejor que el amor”.
Si se le preguntaba porque hizo eso, tal vez contestaba que para satisfacerse a sí mismo, “si no saco
algo de la terapia para mí mismo, sé que no llegaré a buen puerto”.
Sus dos contribuciones esenciales fueron:

1. El desarrollo de un modelo de Coterapia (abordaje de una intervención terapéutica por 2 o


más terapeutas)
2. La llamada Terapia simbólica experiencial. Desarrollado junto a John Warkentin, Thomas
Malone y otros. Se basa en una concepción fenomenológico-existencial del desarrollo
humano, resaltando la idea de que no se puede enseñar a una familia cómo puede cambiar
sus modos de vida a través de una comprensión intelectual. En este enfoque se usa el
lenguaje metafórico, y el mismo proceso de interacción personal, como una posibilidad de
aprender de un modo más eficaz, a través de la experiencia.

Jay Haley: Participó en 1962 en los importantes trabajos que llevaron a la teoría del doble vínculo
junto a Bateson. En 1967 dejó Palo Alto para unirse a Salvador Minuchin y Braulio Montalvo en la
Philadelphia Child Guidance Clinic. Fue el primero en acuñar el término “estratégico” para describir
cualquier terapia en la que el clínico diseña activamente las intervenciones según cada problema,
aprovechando su conocimiento de las jerarquías y las coaliciones. Creó su propio método para
cambiar o perturbar estructuras familiares anormales, además de atender a las configuraciones
triádicas que las acompañaban. En 1976 se trasladó a Washington D.C. y fundó con su esposa, Cloe
Madanes (terapeuta familiar sistémica argentina), el Instituto de terapia Familiar de Washington.

Salvador Minuchin: Es médico psiquiatra; nació en Argentina en 1921 en el marco de una familia
judía. Emigró a Estados Unidos al inicio de la década de los sesenta. Actualmente es director de
Family Studies de New York y un verdadero maestro de la terapia familiar internacional. En la
década del ’60 trabajó en la escuela Wyllwyck para chicos delincuentes, provenientes del ghetto
portorriqueño y negro de Nueva York, el proyecto consistía en devolver el chico “sano” a su familia.
Los primeros conceptos en esa época eran: joining, jerarquías y subsistemas. Luego desarrolla su
trabajo en la prestigiosa Philadelphia Child Guidance durante la década del ’60 al ’70, asociados al
Children’s Hospital. Dada la asociación al hospital, la mayoría de las consultas se referían a niños
psicosomáticos: asma, diabetes y más tarde anorexia. Los conceptos claves eran: puesta en acto y
fronteras. Minuchin ha manifestado por ejemplo: …“¿Por qué la imagen que tenemos de la familia
ideal se encuentra tan lejos de la común realidad? Constituimos una cultura que ha entronizado al
individuo. Poseemos una literatura extraordinariamente rica acerca de la psicología individual, pero
nuestra atención se ha centrado en el ser individual y esta es una extraordinaria hazaña de la
imaginación, porque los individuos “descontextualizados” no existen. La vida consiste en crecer,
mezclarse, cooperar, compartir y competir con los demás.”

11
Minuchin generó el llamado Modelo estructural; desde donde se mira cómo se organiza la familia en
relación a la interdependencia y su jerarquía; se trata de averiguar quién hace qué con quién y quién
decide qué en el sistema. Las reglas, en el sentido de regularidades, que el terapeuta construye le
permiten caracterizar el sistema graficándolo en términos de un mapa estructural. Lo que se intenta
modificar es la organización del sistema, lo que implica un cambio en las reglas que regulan la
interdependencia y la jerarquía. El terapeuta estructural trata de modificar la interacción de los
consultantes durante la sesión, presuponiendo que ellos trasladarán esa modificación a su vida
cotidiana. Lo hace partiendo de redefiniciones intensificadas en la vivencia y experiencia de
conductas manifiestas diferentes, incluidas por el terapeuta, como son la puesta en acto, el
desbalanceo y las sugerencias o prescripciones de nuevas pautas organizacionales. Se presta
atención al modo en que los consultantes se ubican y mueven espacial y corporalmente, y el
terapeuta utiliza sus propios desplazamientos en sus intervenciones. Entiende a la familia como un
sistema que tiene límites (entre sus miembros y sus subsistemas) y fronteras (con otras familias).
Estos límites pueden ser difusos, rígidos o claros y dependiendo de ello podemos conceptualizar a
las familias como aglutinadas (limites difusos y fronteras rígidas) o dispersas y desligadas (con
límites muy marcados y fronteras más bien laxas).

Grupo Palo Alto: Los nombres vinculados al grupo de Palo Alto son entre otros: Gregory Bateson, Jay
Haley, William Fry, John Weakland en sus trabajos con esquizofrénicos. Uno de sus trabajos pioneros
fue realizado por John H. Weakland, Richard Fish,Paul Watzlawick y Arthur M. Bodin, y se tituló
Terapia Breve focalizada en la resolución de un problema y data de 1966. Los autores se propusieron
utilizar racionalmente las técnicas intuitivas de Milton Erickson y Don Jackson. En Gran Bretaña,
Ronald Laing, que había trabajado con familias que tenían algún miembro esquizofrénico, viajaba y
mantenía contacto con el grupo de Palo Alto e instauraba una nueva línea de investigación para
consolidar el modelo sistémico en la clínica Tavistock de Londres y posteriormente estos estudios
constituyeron los aportes teóricos de la antipsiquiatría junto a David Cooper.
En el modelo de Palo Alto el foco son los procesos, o sea, las secuencias repetitivas de conducta en
las que el comportamiento-problema está inscripto, es decir, se presta atención a qué
comportamiento de quién desencadena la conducta problema, y qué comportamiento de quiénes
siguen a ésta con el propósito de solucionarla; se trata de identificar este ciclo autoperpetuante, y lo
que se intenta modificar es la secuencia de conductas que se refuerzan mutuamente en el intento de
solucionar el problema.

Resumen de las ideas principales:

 La comunicación y la interacción entre las personas afectan poderosamente


el comportamiento de cada individuo implicado: sus pensamientos,
sentimientos y acciones.
 Correspondientemente, sin importar los hechos del pasado, los rasgos
caracterológicos y físicos o las circunstancias sociales, el modo en que las
personas interactúan entre sí en el aquí y ahora, influencia muy
significativamente la forma en que esas personas funcionan, para mejor o
para peor.
 En cualquier relación duradera, se desarrollan patrones de interacción, más
o menos rápidamente, y luego persisten, no porque algún comportamiento
sea fijo o inherente en sí mismo, sino debido a refuerzos recíprocos. En un
nivel más abstracto y general, esto implica una conexión primaria con la
cibernética o la causalidad circular (cómo los elementos interactúan para
12
mantener el statu quo o conducen al cambio), en lugar de buscar
causalidades históricas.
 Focalizar el tratamiento en el principal problema presentado.
 Utilizar al máximo la influencia del terapeuta para promover cambios
significativos, sin importar si su metodología resultare habitual, directa o
lógica. Esto se podría resumir en la siguiente pregunta: ¿Cómo puede un
terapeuta de la manera más rápida y útil promover un cambio necesario en
un sistema familiar rígido?

El esquema básico de trabajo del Centro de Terapia breve que se estableció en 1967 era el
siguiente:

1. Presentación del encuadre: Donde no se le ocultaba nada al paciente, no había lista de


espera, o se atendía o se derivaba. Al trabajar en cámara Gesell siempre se pedía el
consentimiento del paciente por escrito y se trabajaba con un máximo de 10 sesiones
por caso.
2. Definición del problema: Se indagaba sobre qué problema trajo al paciente al
consultorio. Si el paciente manifestaba más de un problema, se le preguntaba cuál era
el más importante, en caso de pareja o familia se hacía esta pregunta a cada
integrante. Se seguía el postulado general de “comenzar con lo que el paciente traía.”
3. Valorización de las pautas de conducta que mantienen el problema: En la práctica
terapéutica, solo se pregunta al paciente y a cualquier miembro de la familia que esté
presente, ¿cómo han estado tratando de manejar el problema? Esto por sí solo puede
llevar rápidamente a visualizar qué es lo que hace que las cosas anden mal. El
interrogatorio siempre se orienta apuntando a la conducta concreta.
4. Fijar las metas del tratamiento: Fijar los objetivos del tratamiento actúa como una
sugestión positiva de posibilidad de cambio. Estos son claramente establecidos en
términos de conducta concreta y observable, para disminuir cualquier posibilidad de
incertidumbre o negociación posterior. Luego, la pregunta generalmente es: ¿qué
cambio de conducta, mínimo, le indicaría a usted que se ha dado un definido paso
hacia la solución de su problema? Usualmente se logra conseguir directa o
indirectamente una meta establecida, lo suficientemente explícita y apropiada para
iniciar el tratamiento. El propósito es hacerlo ya desde la segunda sesión.
5. Selección y elaboración de intervenciones: La tarea consiste en intervenir para
promover el cambio. No se considera muy útil trabajar para producir el insight tanto
individual como familiar, los pacientes intelectualizados tienden al mismo como manera
de dilatar y perturbar el posible cambio de las conductas.
a) Se busca redefinir el significado o las implicaciones atribuidas a la conducta, ya
que tiene un efecto poderoso sobre las actitudes, reacciones y vida de relación del
individuo. Por ejemplo redefinir una conducta “hostil” como una “preocupación
provechosa”, puede ser terapéuticamente útil, sea o no “verdadera”.
b) También se hace uso de la motivación y características idiosincráticas, ya sea
creer en lo mágico, derrotar al experto, encargarse de alguien, enfrentar un desafío o lo
que fuere.
c) Otro importante aspecto es el cambio de conducta que mantiene el problema, ya
que se debe hacer algo que puede resultar ilógico o equivocado; ya sabemos que
cuando se cabalga en un caballo desbocado se hace difícil seguir la instrucción de
soltar la rienda.
13
d) Instrucciones paradójicas: Consiste en indicar conductas aparentemente
opuestas a las metas elegidas, pero que realmente conducen a ellas, por ejemplo: la
prescripción del síntoma. A un paciente con dolor de cabeza, insomnio, tics nerviosos a
quién se le comunica que en determinados momentos específicamente escogidos
incremente su síntoma, sabiendo que si se tiene éxito, por lo menos no sufrirá su
imposibilidad de controlarlo.

6. Finalización: Usualmente se revé el curso del tratamiento con el paciente, señalando


logros y dándole máximo crédito por lo conseguido, haciéndole notar cualquier
cosa no resuelta aún. Se le recuerda que se hará una entrevista de seguimiento
en unos tres meses. En caso de no haber cumplido con el total de sesiones
pactadas, se hace saber que quedaran “en depósito” sesiones disponibles, listas
para usar en caso de que el paciente se encuentre frente a una dificultad
especial.

Grupo o escuela de Milán: Entre otros terapeutas familiares y epistemólogos podemos mencionar a
Mony Elkaim (Belgica), Maurizio Andolfi (Roma), Helm Stierlin (Heidelberg), pero sobretodo el equipo
creado por Mara Selvini-Palazzoli se ha ganado un espacio propio. En 1967 fundó en Milán el
Instituto para el Estudio de la Familia. En 1971, el Instituto se reorganizó incorporando a Luigi
Boscolo, Guianfranco Cecchin y Giuliana Prata. Entre los aportes de Mara Selvini y sus
colaboradores podemos destacar el “interrogatorio circular” (un modo particular de cuestionar a todos
los integrantes de la familia sobre un tercero) y la célebre “prescripción invariante” en el tratamiento
de familias con miembros esquizofrénicos, que consiste en dar la misma prescripción a todas las
familias, en general intentando aliar a los padres entre sí, mediante un secreto, que favorece la
separación de los subsistemas, en particular el de los hijos.
El modelo de Milán pone énfasis en los significados que el sistema atribuye a esa organización
particular de las conductas (el problema), como así también en sus construcciones explicativas
(¿porqué apareció el problema? ¿Porqué perdura? y ¿cuáles son las motivaciones de los
participantes para comportarse como lo hacen?), o sea que intentan fundamentalmente modificar el
consenso de creencias respecto a un tema dado, basándose en que si estas creencias se modifican,
se modificarán las pautas interaccionales. Ponen especial atención en los datos recogidos desde el
mismo momento de la derivación y el primer contacto, habitualmente telefónico, a partir del cual se
construye una hipótesis inicial de trabajo que dirige las intervenciones en las primeras sesiones en
busca de confirmar o cambiar la misma.

Fundamentación de la teoría sistémica

A partir de la línea de pensamiento creado durante los encuentros en las conferencias Macy’s
podemos decir que nace el Grupo del MRI en Palo Alto que crea las terapias breves; la escuela de
Milán y el modelo estructural acompañan posteriormente el movimiento y la teorización de la terapia
familiar sistémica. También se profundiza en los conocimientos respecto a la Cibernética y se facilitó el
desarrollo de diferentes teorías como son: la Teoría General de los Sistemas (TGS), la Teoría de la
Comunicación Humana y más adelante produjo una importante influencia el constructivismo, como
podemos observar en la figura 2.

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Figura 2

Vamos a enfocarnos en los tres pilares de la teoría sistémica que son: la TGS, la pragmática de la
comunicación humana y la cibernética.

Teoría general de los sistemas:

Fué Ludwig von Bertalanffy (1934) quien concibe la teoría general de los sistemas: una teoría que
debido a sus principios podía aplicarse a cualquier tipo de sistema, independientemente de los
materiales que lo constituyeran. Fue concebida con el fin de construir un modelo práctico para
conceptualizar los fenómenos que la perspectiva mecanicista de la ciencia clásica no podía explicar.
Según Bertalanffy un sistema es un todo que se comporta de forma diferente a la simple suma de las
partes, es una totalidad ordenada y el modo en el que se ordena tiene consecuencias significativas en
su forma de comportarse
La teoría general de los sistemas: es una metateoría, es decir una teoría de teorías que busca reglas
generales aplicables a cualquier sistema. Dentro de esta teoría general se consideran otras como son:

 Teoría de colas (Agner Krarup Erlang 1909): Es el estudio matemático de las líneas de espera
o colas dentro de una red de comunicaciones. Su objetivo principal es el análisis de varios
procesos, tales como la llegada de los datos al final de la cola, la espera en la cola, entre otros.
 Teoría del juego. (John Von Neumann y Oskar Morgenstern 1947): Se ocupa del
comportamiento de jugadores supuestamente racionales a fin de obtener ganancias máximas y
pérdidas mínimas, gracias a adecuadas estrategias para con el otro jugador.
 Teoría de la información (Claude Shannon y Warren Weaver 1949): Se basa en el concepto de
información, definido por una expresión isomorfa con la entropía negativa de la termodinámica.
De ahí la esperanza de que la información sirva como medida de organización.
 Teoría de las redes (Anatol Rapoport 1949-50): Se aplica a sistemas tales como las redes
nerviosas.
 Teoría de la decisión (1950): La teoría de la decisión es un área interdisciplinaria de estudio,
relacionada con casi todos los participantes en ramas de la ciencia, ingeniería, principalmente la
psicología del consumidor.

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 Teoría de las gráficas (Nicolás Rashevsky 1956; Rosen 1960): La teoría de las gráficas
dirigidas, elabora estructuras relaciónales representándolas en un espacio topológico. Ha sido
aplicada a aspectos relaciónales de la biología y de la matemática (álgebra de matrices).
 Teoría de los conjuntos (Messarovic 1964; Maccia 1966): Las propiedades formales generales
de sistemas, sistemas cerrados y abiertos, etc.
 Teoría de los compartimentos: El sistema consiste en subunidades con ciertas condiciones de
frontera, entre las cuales se dan procesos de transporte.
 Teoría clásica de los sistemas (Gazis 1967): La teoría clásica de los sistemas aplica
matemáticas clásicas. Aspira a enunciar principios aplicables a sistemas en general o subclases
definidas.
 Teoría de los autómatas (Minsky 1967): Es la teoría de autómatas abstractos con entrada,
salida y posiblemente ensayo-y-error, y aprendizaje. Un modelo general. es la máquina de Turing
(1936).

Los trabajos apuntaban a determinar un cuerpo teórico que considere las siguientes funciones
principales, según la “Sociedad para la investigación general de los sistemas (1954)”:

1) Investigar el isomorfismo de conceptos, leyes y modelos en varios campos.


2) Fomentar provechosas transferencias de un campo a otro.
3) Estimular el desarrollo de modelos teóricos adecuados en los campos que carecen de
ellos.
4) Minimizar la repetición de esfuerzo teórico en diferentes campos.
5) Promover la unidad de la ciencia mejorando la comunicación entre especialistas.

Todo esto nos lleva a considerar un mismo fenómeno (los sistemas) desde diferentes miradas para
encontrar las congruencias, unificarlas y potenciar conceptos nuevos.

¿Cómo definimos un sistema entonces?

HALL y FAGEN han definido el "sistema" como: conjunto de objetos, junto con las relaciones entre los
objetos y entre sus propiedades. Las partes componentes del sistema son los objetos, cuyas
interrelaciones lo cohesionan.

Un aspecto interesante de los sistemas es que están organizados jerárquicamente y esto define la
posición que ocupan los diferentes objetos o miembros dentro del sistema en relación al otro. En el
caso de las familias, por ejemplo, define la función del poder y sus estructuras. De esta manera se
descubre (resumidamente y a modo de ejemplo) la siguiente jerarquía, en la figura 3:

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Figura 3

Toda entidad, constituye parte de un sistema (incluido dentro de un suprasistema), también puede ser
observado separándolo en subsistemas, es decir un conjunto de partes e interrelaciones que se
encuentra estructural y funcionalmente dentro de un sistema mayor, y que posee sus propias
características. Así, según Bertalanffy, podemos decir que los subsistemas son sistemas más
pequeños dentro de sistemas mayores y nos encontramos con el concepto de sistema bifronte.
Cuando hablemos de terapia familiar vamos a reconocer los límites y fronteras como partes
fundamentales de los diferentes sistemas.

Además podemos decir que es el propio observador quién efectúa el recorte particular que configura y
define el sistema en que funciona aquello que le interesa estudiar.
Es importante comprender que aún teniendo la posibilidad de delimitar un sistema en subsistemas
para su estudio, el funcionamiento de cada una de las partes siempre va a estar referido al
funcionamiento del sistema al cual pertenece, por lo tanto no pueden variar independientemente sin
afectar al sistema total, entonces lo importante son las relaciones e interacciones dinámicas que
mantienen o modifican la totalidad del sistema que no pueden ser comprendidas estudiando
separadamente sus partes constitutivas.
En un primer momento se hablaba de los objetos observados en un sistema, luego se llegó a
comprender que los mismos son observables, es decir que no podemos dejar fuera del fenómeno al
“observador”, es más, para Von Foerster la reintroducción del observador, la pérdida de la neutralidad
y de la objetividad, son requisitos fundamentales para una epistemología de los sistemas vivientes.
Los sistemas pueden ser abiertos o cerrados, en realidad todos los sistemas vivos y donde hay
intercambio de materia, energía o información son abiertos y solamente la conceptualización del
Universo entero considerado como sistema podría ser del tipo cerrado o un reacción química dentro de
un tubo de ensayo al vacío, donde no hay pérdida de energía. Sin embargo en la práctica muchos
sistemas sin estar completamente aislados pueden estudiarse como cerrados con un grado de
aproximación muy bueno.

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Una de las propiedades fundamentales de los sistemas es su autorregulación como puede
demostrarse con el ejemplo de presa-predador que se ha observado en Terranova, Canadá, (lobos y
liebres, si se incluyen otras variables: Renos, clima, ecología; se torna más real y complejo):

Ante la abundancia de liebres, los lobos encuentran alimento y crecen en cantidad, lo que incrementa
la depredación, entonces la cantidad de liebres disminuye y por tanto comienza a decrecer la cantidad
de lobos por falta de alimento. Es así como las liebres comienzan a reproducirse en mayor cantidad
nuevamente. El ciclo se estabiliza con fluctuaciones pendulares, logrando la autorregulación. Si se
observa solamente el comportamiento poblacional fluctuante de las libres (o de los zorros), no se logra
comprender la razón de su periodicidad.

Circularidad: Debido a la interconexión entre las acciones de los miembros de un sistema, las
pautas de causalidad no son nunca lineales (en el sentido que una "causa" A provoque un "efecto"
B), sino circulares en el sentido que B refuerza retroactivamente la manifestación de A. Ejemplo: Las
demandas de mayor intimidad de un miembro de una pareja pueden chocar con las reticencias del
otro, cosa que aumenta las demandas del primero y así sucesivamente.

En todo sistema el estado actual o resultado no está determinado solamente por las condiciones
iniciales, la conducta final de los sistemas abiertos está basada en su interdependencia, esto significa
que idénticos “resultados” pueden tener orígenes o ser producidos por “causas” distintas, por ejemplo:

Sistema A: 4 x 3 + 6 = 18
Sistema B: 2 x 5 +8 = 18

Podemos observar que tanto el sistema A como B tiene diferentes comienzos, pero sus resultados son
similares, ahora:

Sistema X: 9 x 1 + 7 = 16
Sistema Y: 9 + 1 x 7 = 70

En este segundo ejemplo tanto el sistema X como Y tienen un origen similar y están compuestos por
los mismos elementos en el mismo orden, solo que al cambiar las operaciones su resultado es
diferente.

Todo lo antedicho se refiere a la Equifinalidad, es decir, al hecho de que un sistema abierto a partir
de distintas condiciones iniciales y por distintos caminos llega a un mismo estado final, lo que también
nos propone la idea de equipotencialidad, que sugiere la imposibilidad de hacer predicciones
deterministas en el desarrollo de un sistema en el tiempo. Esta definición no es válida para los
sistemas cerrados, ya que éstos vienen determinados por las condiciones iniciales.

CIBERNETICA

La Cibernética tuvo como objetivo el estudio de los procesos de comunicación y control de los
sistemas naturales y artificiales. (Norbert Wiener 1954).

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La palabra cibernética proviene del griego kybernetes y significa "arte de manejar un navío", aunque
Platón la utilizó en La República con el significado de "arte de dirigir a los hombres" o "arte de
gobernar".
El concepto es retomado posteriormente para aplicarlo a los mecanismos de control o
servomecanismos en las máquinas, y por la teoría moderna de la comunicación (o información) de
Claude Shannon (1949).
Wiener buscaba desarrollar una teoría general de la organización y control de los sistemas, lo que dio
lugar a su seminal libro en 1948 titulado: “Cibernética o el estudio del control y la comunicación en los
animales y las máquinas”.

Figura 4

En este sencillo esquema, se muestra un sistema vivo de control donde se puede observar como la
información recibida desde el ambiente, a la que llamamos retroalimentación, trae información nueva
al sistema para poder así considerar la necesidad de ajuste en virtud a un objetivo. El concepto de
retroalimentación o feedback es clave para comprender la autorregulación de los sistemas.
Si la retroalimentación es negativa (-), entonces no se requiere de ninguna acción ulterior, el sistema
permanecerá en equilibrio y esto se conoce como homeostasis (o no cambio).

En cambio si la retroalimentación resulta ser positiva (+) el sistema va a requerir ajustes en busca del
objetivo deseado (la retroalimentación es positiva frente al cambio), aunque de seguir recibiendo
retroalimentación positiva incrementa la necesidad de ajuste lo que nos lleva al cambio continuo, es
decir, a dar una respuesta no predecible con exactitud sobre la base de estas nuevas condiciones del
ambiente, donde es posible que el objetivo inicial también sea modificado. La retroalimentación,
entonces, puede ser negativa (cuando prima el control y la estabilidad) o positiva (cuando prima la
amplificación de las desviaciones o cambio).

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En palabras de Maruyama:

“Una vez que un sistema arranca en la dirección correcta y con suficiente impulso inicial, las
retroalimentaciones positivas mutuas que amplían la desviación pasan a controlar el proceso, y el
desarrollo consecuente será desproporcionadamente grande en comparación con ese impulso inicial.”

Volvamos al ejemplo de las liebres en el campo para clarificar el concepto:

Supongamos que las liebres encuentran condiciones propicias para su desarrollo en un lugar donde
hay gran cantidad de pasto para alimentarse (acción), pero a medida que hay mas liebres, la cantidad
de pasto disponible disminuye (retroalimentación negativa -), la población de liebres comienza a
disminuir, luego, el pasto crece y así se autorregula el propio sistema hasta su propio límite,
determinado por las condiciones de crecimiento del pasto y la cantidad y tiempo de reproducción de
las liebres.
Por supuesto el sistema va a llegar a un punto donde se estabilizará nuevamente a menos que
aparezcan nuevas variables, como por ejemplo una invasión de lobos, cambio climático o cazadores
de liebres.

Otro ejemplo típico que se utiliza para explicar el concepto de cibernética es el funcionamiento del
termostato en los equipos de climatización. Si ajustamos una determinada temperatura deseada en
una habitación, cuando la misma sube por encima del valor calibrado, el termostato produce el
arranque del equipo para que enfríe, una vez lograda la temperatura buscada, es el termostato el que
hace detener el enfriamiento para mantener el clima en equilibro (homeostasis). Ahora, si producimos
un cambio (bajamos aún más la temperatura deseada en el termostato), arrancará nuevamente el
enfriado, y comparando la temperatura ambiente con el registro, la máquina seguirá funcionando o se
detendrá en el nuevo punto que implique la temperatura deseada en la habitación.
Existen dos momentos importantes durante el desarrollo del enfoque sistémico específicamente en la
terapia familiar:
En una primera etapa a partir de la llamada Cibernética de primer orden o de los sistemas observados
definida por Heinz von Foerster, se consideraba al funcionamiento del sistema familiar como un
fenómeno que podía ser apreciado objetivamente y que podía relacionarse con la homeostasis.
Los modelos sistémicos apuntaban a mantener el equilibrio de las reglas familiares actuales y se
pensaba que cambios muy grandes podrían atentar contra el sistema familiar, es decir: se procuraba
reestablecer y mantener sus reglas, comportamientos, conductas, mitos, etc.
En una segunda etapa a partir de las definiciones de Margoroh Maruyama quién en 1963 enuncia la
“segunda Cibernética”, integra los dos sistemas (el observante y el observado), como parte de un
sistema recursivo total, o sea la Cibernética se convierte en objeto de estudio de sí misma, a la cual se
llamo Cibernética de la Cibernética.
M. Maruyama define a la homeostasis (por su capacidad de mantener la forma), “morfostasis”, que se
refiere al mantenimiento de un sistema viviente a través de mecanismos de retroalimentación negativa;
y un segundo concepto el de “morfogénesis” refiriéndose a la desviación o variabilidad de un sistema a
través de mecanismos de retroalimentación positiva, donde se amplifican las desviaciones introducidas
por toda perturbación externa creando una nueva manera de constituir el sistema.
A partir de los trabajos del físico Ilya Prigogine sobre "orden a partir de la fluctuación" se empieza a
considerar que la desviación y los procesos que promueven el desorden y la desorganización, no
necesariamente son destructivos. Las desviaciones o fluctuaciones, si se mantienen y no son
contrarrestadas por mecanismos correctores, producen una bifurcación que genera un salto cualitativo
hacia una nueva organización. En esta segunda etapa del desarrollo del pensamiento cibernético, la
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ampliación de la desviación y los mecanismos de retroalimentación positiva (procesos favorecedores
del cambio), adquieren un nuevo status, son considerados esenciales para la evolución y adaptación
de los sistemas vivientes.
El desorden, desorganización, falta de patrón, la organización al azar de un sistema, se conoce como
entropía (término tomado de la termodinámica que significa una cantidad de energía que no puede
utilizarse para el trabajo, por lo tanto se pierde). La entropía llegará a un máximo cuando el sistema se
acerque al equilibrio, y entonces se alcanzará la configuración que tenga mayor probabilidad de
sobrevivir. La disminución de la entropía puede tomarse como aumento de la cantidad de información.
Wiener y Shannon demostraron que la medida estadística para la entropía es la misma que para la
información que Erwin Schrödinger (en su libro“What is life”de 1943), llamó “negentropía”. Wiener
demostró que los conceptos de “información” y “negentropía” son sinónimos. La negentropía,
entonces, se refiere a la energía que el sistema importa del ambiente para mantener su organización y
sobrevivir
Ahora, en esta nueva etapa en la aplicación de los modelos sistémicos, los terapeutas familiares
buscan la provocación de crisis que auspicien el cambio, se encuentran técnicas mas provocativas
tendientes a desestabilizar el sistema, con lo cual ingresa nueva información y modos de comunicarse
dentro de la dinámica familiar. Además se comprende que el terapeuta no puede quedar fuera del
sistema terapéutico y su presencia es también una influencia para el cambio.

Teoría de la comunicación humana:

Para Rafael Echeverría en su Ontología del lenguaje: “Lo social, para los seres humanos, se
constituye en el lenguaje. Todos fenómeno social es un fenómeno lingüístico” y agrega: …“estamos
sosteniendo que el lenguaje es acción….sostenemos que a través del lenguaje, no solo hablamos de
cosas, sino que alteramos el curso espontáneo de los acontecimientos: hacemos que las cosas
ocurran. Por ejemplo, al proponerle algo a alguien o al decirle ‘si’, ‘no’ o ‘basta’, intervenimos en el
curso de los acontecimientos”.

Paul Watzlawick y su grupo, sintetizaron el contenido de su teoría de la comunicación a través de


cinco axiomas. Se consideran axiomas porque su cumplimiento es indefectible y no pueden no
verificarse:

1. Es imposible no comunicar: Todo comportamiento es una forma de comunicación. Como no


existe forma contraria al comportamiento (no comportamiento), tampoco existe la “no
comunicación”. Por ejemplo, pensemos en el pasajero con ojos cerrados en el avión. Su vecino
de asiento podrá pensar que está cansado, que no tiene ganas de hablar, es decir, los demás
captan el mensaje y responden en consecuencia, lo dejan tranquilo. El que duerme genera en
el otro una reacción, aún estando dormido ya que está comunicando algo y genera un tipo de
mensaje.

2. Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal manera que
el último clasifica al primero, y es, por tanto, una metacomunicación: Esto significa que
toda comunicación tiene, además del significado de las palabras, una información referida al
tipo de relación que existe entre quienes se comunican. Por ejemplo una mujer A le señala a
otra mujer B el collar que lleva y le dice: ¿son auténticas esas perlas?
Podemos observar: un pedido de información acerca de un objeto, y además una definición de
la relación según el tono, los gestos, las reacciones entre ambas y el contexto que indicaría una
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cordial relación amistosa, una actitud competitiva, relaciones comerciales formales, etc. B
puede aceptar, rechazar o descalificar, pero de ningún modo, ni siquiera mediante el silencio,
puede dejar de responder al mensaje de A. La pregunta de A puede ser maliciosa y por su lado
B puede responder a ella con aplomo y debe notarse que esta parte de su interacción nada
tiene que ver con la autenticidad de las perlas o con las perlas en general sino que expresan
sus respectivas descripciones en cuanto a su relación, aunque se siga hablando de perlas.
Observamos además que en general en el nivel referencial es secundario si el contenido (lo que
se dice) es verdadero o falso, válido o no válido. En el nivel conativo (cómo se dice lo que se
dice) es donde se producen las confusiones y desacuerdos que traen a los individuos a la
consulta. Es la capacidad para metacomunicarse adecuadamente (comunicar algo sobre la
comunicación) es la condición para una comunicación eficaz.
En una buena comunicación concuerdan el contenido y la relación y en el peor de los casos la
relación es mala y no se acuerda en el contenido; incluso se puede estar de acuerdo con la
relación pero no con el contenido o viceversa; también pueden existir relaciones y contenidos
confusos (p.ej.: el doble vínculo).

3. La naturaleza de una relación depende de la puntuación que los participantes hagan de


las secuencias comunicacionales entre ellos: La comunicación es un proceso circular y
continuo. Quienes estamos comunicando algo somos los que decidimos las puntuaciones para
significar el mensaje que deseamos transmitir. Por ejemplo, supongamos que una pareja tiene
un conflicto marital al que el esposo contribuye con un retraimiento pasivo mientras que la mujer
colabora con sus críticas constantes. Al explicar sus frustraciones el marido dice que su
retraimiento es una defensa contra los constantes regaños de su mujer, mientras que esta dirá
que esa explicación constituye una distorsión burda e intencional de lo que realmente sucede
en su matrimonio, esto es, que ella lo critica debido a su pasividad. Me retraigo porque me
regañas, te regaño porque te retraes.
Cuando hay discrepancia en la puntuación uno u otro se acusan de maldad o locura, lleva a dos
visiones distintas que incluyen la naturaleza de la relación a veces, por lo tanto a conflictos
interpersonales y a la profecía autocumplida (se trata de una conducta que provoca en los
demás la reacción frente a la cual esa conducta sería una reacción adecuada, según
Watzlawick). Una situación conflictiva en la comunicación basada en la puntuación, no se puede
romper a menos que uno se posicione fuera del círculo vicioso y logre metacomunicar lo que
está sucediendo.

4. Toda comunicación tendrá un aspecto de contenido que se transmite en forma digital y


un aspecto relacional que se trasmite principalmente de manera analógica. Son las formas
o modos que el individuo debe traducir simultáneamente cuando recibe un mensaje.
El sistema nervioso central recibe información a través de su unidad funcional llamada neurona
y mediante procesos conectivos (sinapsis) transmite información digital binaria de excitación o
inhibición y produce una respuesta que se manifiesta a través de la presencia o ausencia de
descarga.
Por otro lado el sistema endocrino descarga en el torrente sanguíneo cantidades de sustancias
(relacionadas con la interpretación, el contexto y demás) que completan, de manera compleja,
la comunicación y que se reflejará en el organismo a través de respuestas en la coloración de la
piel, el sudor, los gestos, posturas, palpitaciones y demás.
Nos referimos a los objetos por medio de signos arbitrarios que todos acordamos para nombrar
algo.

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Lo no verbal, será la comunicación analógica, es decir, los gestos, la voz, (el ritmo, el tono o
volumen), los silencios, las pausas, las posturas corporales y demás; que acompañan a los
signos digitales, específicamente a las palabras.
Lo analógico resulta ambiguo y se puede prestar a diversas interpretaciones que dependen de
las circunstancias de cada uno y del contexto. La terapia intenta digitalizar lo analógico, es decir
poner en palabras la relación y los sentimientos.

5. Los intercambios comunicacionales pueden ser tanto simétricos como complementarios:


En función del tipo de relación establecida puede darse una simetría, si los intercambios están
basados en la igualdad o diferencias mínimas y se mueven en un mismo plano, por ejemplo
entre pares; o una complementariedad, donde se establece una diferencia que es aceptada, se
basa en la máxima diferencia con una posición superior o primaria de uno, mientras el otro
ocupa una inferior o secundaria como es el caso de padre a hijo.
Por ejemplo, una conducta autoritaria podría generar otra de sometimiento y en el caso de
mantenerse rígidamente, está dinámica podría generar una disfunción; a más autoritarismo se
profundiza el sometimiento, donde puede proliferar la desconfianza, frustración o miedo.
Cuando existe simetría puede haber competencia o lucha de poder; y en un extremo mas
patológico, se pierde el respeto por el otro.
Un aspecto terapéutico sería introducir simetría en la complementariedad y complementariedad
en la simetría.
Comunicación proviene del latín comunicatio que significa poner en común, acordar conjuntos de
signos, símbolos, gestos que nos permiten interrelacionarnos, ponernos de acuerdo en el significado
que damos para poder interactuar.

El estudio de la comunicación se subdivide a su vez en tres áreas lógicas:

 Sintáctica: La transmisión de la información (códigos, canal, ruido,


redundancias y demás), es decir el mensaje literal. Los estudiosos de la
sintaxis se centran en el problema de la transmisión de información en los
fenómenos comunicacionales
 Semántica: La semántica, en cambio, trata de profundizar en los problemas de
la atribución de significados en los signos y símbolos que constituyen un
mensaje comunicativo.
 Pragmática: El aspecto pragmático se refiere a la relación que existe entre los
signos, el comportamiento de quien los utiliza y sus influencias, así como los
efectos prácticos que se producen.

Podemos decir entonces que toda comunicación es conducta y toda conducta es comunicación, donde
logramos distinguir diferentes posibilidades de respuesta o retroalimentación:

 Aceptación: genera la confirmación de la relación.


 Rechazo: implica la no aceptación, bloqueo, por ejemplo: “vos estas
equivocado” pero te considero y te afirmo que estas equivocado.
 Descalificación: en la descalificación se denigra al interlocutor, lo que lo
confirma como tal.
 Desconfirmación: el otro es inexistente como posible interlocutor.

23
Doble vínculo

Una paradoja se puede definir como una contradicción que deriva de una deducción consecuente a
partir de premisas exentas de contradicción (Watzlawick.1969)
Ej.: “La clase de todas las clases que no se contiene a si misma como elemento” o “El barbero que
afeita a todos los hombres que no se afeitan a si mismos, exclusivamente”
En la vida cotidiana se pueden dar indicaciones que sean del tipo paradójica, por ejemplo: “¡Se
espontáneo! o ¡Debes amarme!

La posibilidad de encontrar una salida adecuada está nuevamente en poder metacomunicar, es decir,
en señalar la imposibilidad lógica de acatar la exhortación.

Gregory Bateson insinúa entonces una explicación de la esquizofrenia como la reacción adecuada
frente a situaciones insostenibles, observando la reacción de pacientes con esquizofrenia cuando
estos, retornaban de haber estado con sus familias. A partir de sus observaciones es que ha sido
formulada la “teoría del doble vínculo”, la cual establece algunas condiciones para que ocurra:

1. Debe haber un mensaje contradictorio (enunciados que se niegan uno al otro o son incompatibles
entre si).

2. Este tipo de comunicación se establece con una persona significativa (elevada importancia vital
psíquica o física, la constelación típica es madre-hijo).

3. Debe ser repetitivo (el receptor de la comunicación no puede sustraerse de la estructura relacional).

4. No se puede metacomunicar.

Es decir, se afirma algo, luego se hace una afirmación sobre la primera y ambas son contradictorias,
se impide que el receptor del mensaje pueda metacomunicar o abandonar el lugar; es una experiencia
repetitiva que se torna un círculo vicioso.
Fueron los miembros del grupo del Mental Research Institute en Palo Alto, California quienes crearon
la terapia breve y comienzaron a aplicar el enfoque sistémico cuando trabajaban con familias
complejas. Con la clara concepción de la circularidad en las relaciones humanas, dejaron de preguntar
¿porqué? ocurren los inconvenientes y enfocaron sus hipótesis en responder ¿Para qué el sistema
necesita seguir funcionando así? ¿Cómo lo hace?

Enfoque sistémico aplicado a la terapia familiar.

La terapia sistémica convierte las abstracciones de la Teoría General de los Sistemas, la Cibernética y
la Comunicación Humana, en descripciones de la vida cotidiana de la familia para poder, desde esta
explicación, intervenir terapéuticamente en lo que se considera el “sistema familiar”.Centra sus
objetivos terapéuticos específicamente en la modificación de patrones de interacción entre las
personas.

Veamos que línea de pensamiento fue cambiando en lo que se refiere a la aplicación práctica de la
psicoterapia. Las diferentes miradas se enfocan en distintos conceptos básicos que son centrales a las
distintas corrientes, en la figura 5 los vemos representados:
24
Figura 5

El movimiento de terapia familiar toma un gran impulso cuando se comienza a observar a los
pacientes con comportamientos sintomáticos en su medio ambiente natural (la familia), en lugar de
aislado en el consultorio o instituciones asistenciales, y se desarrolla a partir de los estudios sobre
pacientes considerados esquizofrénicos. Este enfoque permite reducir considerablemente los tiempos
de tratamiento comparado con las terapias analíticas y se reconoce la actitud del terapeuta más activa,
proponiendo intervenciones tanto en sesión como asignando tareas fuera de las mismas, Se centra en
el presente y por lo general se trata de no rotular a los pacientes (diagnósticos psiquiátricos), para
evitar que los mismos se vean afectados por profecías autocumplidoras como lo expresan Paul
Watzlawick, John Weakland y Richard Fish.

La diferencia principal que se establece con los demás modelos es la circularidad, mientras que la
epistemología que subyace al resto desarrolla la linealidad de pensamiento. En el modelo sistémico la
circularidad y la recurrencia son las guías del pensamiento.

Salvador Minuchin define a la familia como un sistema abierto, en transformación, que mantiene nexos
con lo extrafamiliar, posee capacidad de desarrollo y una estructura de organización compuesta por
subsistemas.

Luis Botella y Anna Vilaregut, sostienen que la familia se puede concebir como un sistema abierto,
organizacionalmente separado del exterior por sus fronteras y estructuralmente compuesto por
subsistemas demarcados por límites con diferentes grados de permeabilidad y con diversas formas de
jerarquización interna entre ellos. Los miembros del sistema familiar organizan y regulan su interacción
mediante procesos comunicativos digitales y analógicos, que definen relaciones de simetría y/o
complementariedad. Dicha organización se caracteriza por las propiedades de totalidad o no
sumatividad, por patrones de circularidad, y por el principio de equifinalidad. El sistema familiar
mantiene su organización mediante procesos homeostáticos (por ejemplo, mientras modifica su
estructura a través de una serie de fases evolutivas), y la altera mediante procesos morfogenéticos.

25
Una de las herramientas muy utilizada en la terapia familiar es el Genograma que consiste en diseñar
un árbol familiar con información sobre los miembros de una familia y sus relaciones durante por lo
menos tres generaciones.
La anamnesis familiar puede considerarse también una técnica de joining porque es un buen recurso
para entrar en contacto con todos los miembros de la familia.
El Genograma presenta información en forma gráfica de manera tal que proporciona una rápida
Gestalt de complejas pautas familiares y es una rica fuente de hipótesis sobre cómo un problema
puede estar relacionado con el contexto familiar y su evolución.
Hasta el momento no existe un acuerdo sobre una única manera “correcta” de realizar un Genograma,
es decir: que tipo de información específica anotar, como registrarla y que se quiere decir con ello. Lo
importante es que sea claro para quién lo está utilizando, es una herramienta interpretativa subjetiva
con la cual se pueden generar hipótesis desde el punto de vista sistémico.

Trazar un Genograma supone tres niveles:

Trazado de la estructura familiar: Como están los miembros de la familia ligados entre si,
biológica y legalmente de una generación a otra.

Registro de la información sobre la familia: Informaciones demográficas, que incluyen


edades, fechas de nacimiento/defunción, situaciones, ocupaciones y nivel educacional, entre
otros.

Delineado de las relaciones familiares: Comprende el trazado de las relaciones entre los
miembros de una familia y/o integrantes significativos.

Seguidamente un ejemplo de representación en la figura 6:

1935 - 2009 1943 1950 1945


74 68 61 66

Abuelo Abuela Abuelo Abuela


Paterno Paterna Materno Materna

1960 1965 1967 1975 1978


51 46 44 36 33

Tío Tía Marido Esposa Tía


Paterna Materna

1992 1998 2009


19 13 2

Primo Lupe
Mario

Figura 6

En el diagrama precedente se puede observar al paciente identificado como problemático, Mario de


13 años, quién presenta algunos problemas de conducta acorde al relato de los consultantes y convive
con su hermana Lupe, sus padres, su abuela (divorciada) y tía materna; y por otro lado su primo con el
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cual mantiene una relación estrecha. También se puede observar que su abuelo paterno ha fallecido
recientemente y ese mismo año nació su hermana (dos de las posibles causas de sus dificultades), y
que su padre no tiene una buena relación con la suegra (quizá la conducta de Mario este cuidando
que algo no explote en la familia). También se ve que Mario es muy cercano a su primo de 19 años
(habría que ver su relación e influencia).
Todas estas observaciones son disparadoras de hipótesis que serán verificadas o descartadas para
encontrar las correlaciones con la mala conducta de Mario. A veces de modo inconciente a raíz de
circunstancias vinculares en la familia aparece un síntoma como respuesta en alguno de los
miembros, que sirve de chivo emisario y mantiene la homeostasis familiar.
También podría agregarse una línea temporal (figura 7) debajo y registrar allí todos los eventos
significativos (para la vida familiar).

Figura 7

Parece pertinente advertir que suelen haber algunas interferencias o isomorfismo entre el Genograma
de la familia y el del terapeuta que requieran ser revisados en supervisión.

Claramente, una cronología familiar puede variar en detalle dependiendo del alcance y profundidad de
la información disponible. El tipo de relaciones en la familia es el elemento más inferencial de un
genograma. Tales caracterizaciones se basan en informes de los miembros de la familia y observación
directa.

27
Cámara Gesell:

Comenzó a utilizarse la Cámara Gesell en proyectos de investigación alrededor de 1950. Este enfoque fue
dándose de manera empírica, ya que no había un plan general de cómo se iba a desarrollar y diferentes grupos
adoptaron procedimientos y usos distintos.

Figura 8

Dentro del sistema terapéutico se pueden distinguir distintos subsistemas como muestra la figura 8. La
cámara Gesell cuenta con una sala donde se encuentra el grupo terapéutico y donde están los
equipos de reproducción y grabación, como también un teléfono para poder comunicarse con la otra
sala. Está separada por un espejo unidireccional, donde son atendidos los consultantes (que no logran
ver a través del espejo y pueden ser observados por el equipo), y donde hay un teléfono para poder
comunicarse con el resto del equipo en la medida que haya observaciones, hipótesis o sugerencias
pertinentes al proceso. En los siguientes puntos vamos a realizar una descripción de cómo se trabaja
en la cámara Gesell, comentaremos diferentes estrategias y modos de utilizarla:

1. Quien la diseñó y qué es.


2. Como proponerles a los consultantes el uso de la Cámara Gesell.

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3. Trabajo en Equipo.
4. Instrumentos técnicos.
5. El peligro de ser absorbido por el sistema.
6. El rulo Cibernético.
7. Diferentes formas de supervisión.
8. Docencia.
9. Resultados en la práctica Clínica.
10. Mara Selvini Palazzoli y el Grupo de Milan.
11. Coro griego
12. El equipo reflexivo

1. Quien la diseñó y qué es.

La cámara Gesell fue concebida por el psicólogo y pediatra estadounidense Arnold Lucius Gesell
(1880-1961) para observar la conducta en niños sin ser perturbados o que la presencia de una
persona extraña cause alteraciones. La Cámara Gesell, es una habitación acondicionada para permitir
la observación con personas.

Gesell fundó en 1911 la Yale Clinic of Child Development, que dirigió hasta 1948. Posteriormente
tomó el nombre de Institute of Child Development. Recurrió a técnicas de fotografía y cine y uso un
espejo unidireccional para analizar y clasificar los diferentes tipos de comportamiento infantil,
particularmente durante los 5 primeros años de vida. Observó cientos de niños en condiciones
cuidadosamente controladas y filmó durante horas sus comportamientos, lo que permitió acumular
gran información descriptiva sobre la psicología infantil.

Quién la usó para hacer psicoterapia la primera vez, hasta donde tenemos información, fue Charles
Fulweiler, alrededor del año 1953.

Pero él la usaba conversando con cada paciente por separado fuera de cámara, y luego les pedía que
entraran siguiendo algunas de sus instrucciones, el observaba las reacciones y luego intentaba
ingresar nuevos rulos de información.

2. Como proponerles a los consultantes el uso de la Cámara Gesell.

Muchas veces me preguntan colegas y alumnos si las personas aceptan de buena manera su
participación en cámara. La verdad es que, si estamos convencidos que este instrumento es muy útil,
ya que varios ojos, oídos y mentes pensantes pueden lograr mejores resultados, y que la idea es
ayudarlos de la mejor manera posible y en el menor tiempo, es probable que nuestra sugerencia sea
aceptada de buen grado. Además, sostenemos que es un lujo disponer de varios terapeutas
experimentados para colaborar y encontrar un camino que les brinde nuevas y distintas posibilidades a
cada uno, para mejorar su calidad de vida y así se los hacemos saber. Repito, solamente si estamos
convencidos que el instrumento es para beneficio de ellos (los pacientes), les podremos trasmitir esa
idea para que participen sin temor. Naturalmente hay que ofrecerles ciertas garantías de
confidencialidad en el trabajo, trasmitirles que la mayor parte de los miembros del equipo son
29
profesionales de larga trayectoria y que una parte muy importante de su función es ayudarnos a
entenderlos y ayudarlos para hacerles propuestas que sean más efectivas en la dirección del cambio
que ellos estén buscando. De la forma en que les trasmitamos nuestra convicción acerca de la utilidad
del instrumento dependerá que acepten o no su participación.

En nuestra experiencia, el temor a participar de una cámara es más de los profesionales que de los
pacientes. La mirada de nuestros colegas, especialmente durante nuestro proceso de aprendizaje,
pero no solo durante el mismo, suele ser muy inhibitoria al comienzo por la dificultad de aceptar las
críticas y comentarios de quienes nos están supervisando. Aun cuando sepamos que estamos en plan
de aprendizaje, según como nos sean transmitidos los comentarios de nuestros supervisores, será
como vivamos con mayor o menor ansiedad nuestra etapa de formación, que en realidad, no termina
nunca. Durante mi práctica profesional fueron contados los casos en que algún consultante opuso
resistencia a ser tratado en equipo con la cámara Gesell : tal es así que recuerdo algunos de dichos
casos: un juez que estaba en conflicto con su pareja, me comentó : “no lo tome a mal, pero en mi
juzgado yo soy el que está del otro lado de la ‘pecera’ (llamaba así a la cámara que tenía instalada en
su oficina) y no me sentiría cómodo de este lado”; en otro caso uno de los miembros en consulta
padecía una paranoia bastante aguda y rotundamente se negó, y en un tercer caso que recuerdo, la
persona en consulta pertenecía a organismos de seguridad del estado, razón que adujo para no
aceptar estar siendo observado.

En todos los casos ofrecemos a nuestros consultantes conocer como funciona la cámara y siempre
presentarles a todos los miembros que pertenecen al equipo de que se trate, a menos que ellos no
deseen conocerlos. Lo pueden hacer al comenzar o al terminar la sesión, a su entera voluntad.

3. Trabajo en Equipo.

Uno de los aportes más importantes que presenta el uso de la cámara es el poder trabajar en equipo.
Por supuesto hay infinitas maneras de hacerlo, depende de la formación de los miembros, si es
homogénea o no, si hay funciones asignadas, como la del supervisor, o si se trata de un equipo de
pares, donde todos se sienten en igualdad de condiciones de participar con comentarios,
intervenciones en vivo, sugerencias al terapeuta que está adentro y discusiones teóricas a posteriori.
Al estar juntos trabajando un grupo de terapeutas de un lado del espejo y acompañar a quien está a
cargo de la sesión de manera directa, poniendo el cuerpo, se genera un espíritu de solidaridad muy
interesante, tanto que es una experiencia de mucha intensidad emocional, y especialmente si no hay
un espíritu competitivo que le resta eficacia al trabajo en equipo, se trasmite a quien está dentro de la
cámara una sensación de mucho apoyo, de no sentirse solo, de saber que hay muchos colegas
cuidándolo, cuidando su trabajo y cuidando a la familia. Son como tres instancias que se superponen
como las capas de una cebolla y que generan un rulo cibernético de aprendizaje, protección,
creatividad y fortaleza.

Dado que creemos por participar de las ideas del constructivismo en la imposibilidad de ser objetivos,
o si se quiere, poniendo la “objetividad entre paréntesis”, al decir de Humberto Maturana, la creencia
compartida de que cada uno de nosotros desarrolla una peculiar visión de lo que sucede dentro de la
cámara, y del otro lado también, eso nos permite aceptar tantas visiones e interpretaciones como
terapeutas estemos en el equipo, sin privilegiar una idea sobre otra, salvo cuando de común acuerdo
se acepta la supervisión de alguien, tanto externo al equipo como del propio equipo, a quién se le
reconoce más experiencia, más autoridad en la materia, más horas de vuelo, o simplemente un estilo
más apreciado por los distintos miembros del quipo.
30
Recalco que lo más importante es que no haya rivalidad entre los miembros, que nadie quiera imponer
su particular lectura sobre otras miradas, a menos que esto sea decidido de manera consensuada por
todos los participantes y dentro de un plan de formación principalmente.

4. Instrumentos técnicos.

La cámara tiene que tener un teléfono intercomunicador para poder habilitar el diálogo entre quienes
están fuera y dentro de la misma. El equipo que está observando tiene que poder hacer comentarios,
dar instrucciones, pedir al o a los terapeutas que salgan a conversar ciertas estrategias con quienes
están del otro lado, hablar con alguno de los miembros de la familia consultante, recomendar que
alguno de los miembros salga fuera de cámara, etc., etc.

Naturalmente depende de cada situación en particular la cantidad de interrupciones recomendadas a


lo largo de una entrevista. Aún cuando hay supervisores o equipos muy ansiosos y que llaman con
mucha frecuencia a los operadores de dentro de la cámara, mi sugerencia es tratar de no hacer más
de tres o cuatro interrupciones por sesión, para no cortar el hilo de las mismas y darle tiempo al
terapeuta que está dentro con el sistema a pensar y decidir por sí mismo. Sin embargo, a veces es
estratégico, según lo que uno escucha, hacer muchas interrupciones, sea para molestar a la familia
cuando hacen comentarios de diversos tipos que conforman a nuestro entender un boicot a lo que se
está trabajando, sea para llamar la atención de quien está a cargo de alguna situación que no es
adecuada acorde con la estrategia previamente planeada para este momento del proceso terapéutico.
Cuando nos vemos obligados a muchas interrupciones, a veces es mejor pedir al terapeuta que salga
fuera a conversar con el equipo, si es que ha perdido el rumbo, pensamos que está siendo
manipulado por el sistema, o descalificado como terapeuta. A veces conviene solicitar permiso a quien
está dentro de la cámara para que entre uno de los miembros del equipo observador, sea para
acompañarlo todo el resto de la sesión, sea para hacer un comentario y salir y, dejar que el terapeuta
a cargo continué su trabajo luego de este nueva intervención.

Nuestra preferencia, en cuanto a las intervenciones e interrupciones telefónicas, es que las mismas
sean breves, concisas, que no sean largos parlamentos explicativos, porque luego el terapeuta que
tiene que reproducir lo que le pidió el supervisor (al menos trasmitir la idea), o se confunde, o no lo
dice con la contundencia que se esperaba, ni con la convicción necesaria, y la intervención pierde
intensidad. Más allá de que el exceso de palabras puede confundir a quien está escuchando frente al
espejo. Por otra parte, es preferible trasmitir una idea por vez y no abrumar a quien tiene que
interrumpir el diálogo con sus pacientes y vérselas casi de inmediato con los mismos, ya que necesita
retomar el hilo de lo que se estaba trabajando. Obviamente antes de hacer algún llamado es bueno
esperar que quien esté hablando termine su idea, a menos que intencionalmente el supervisor quiera
cortar una secuencia a la que perciba como peligrosa o inconveniente para el curso que se le estaba
dando al proceso terapéutico.

Salvo en el caso de alumnos en formación, que difícilmente cuestionen la intervención de su


supervisor, cuando trabajamos con equipos que ya llevan cierto tiempo colaborando, aún cuando
alguien asume el rol de guiar la entrevista detrás de cámara, la palabra última siempre la tiene quien
está dentro de la misma, ya que no siempre el terapeuta a cargo coincide o se anima a tomar la línea
de quien está detrás de la misma. Por último, aún cuando siempre tratamos de cuidar a todos los
miembros que están delante del espejo, el privilegio lo tienen los pacientes.

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Respecto a gravar en video las sesiones para luego revisarlos con el equipo, siempre hay que
avisarles a los pacientes y pedirles su consentimiento por escrito para ser filmados, y en caso de no
obtenerlo, desistir sin que eso signifique alteración alguna del trabajo que se pensaba hacer. Lo mismo
si se desea grabar solamente en audio, la familia debe saberlo y prestar su conformidad. Nada hecho
a espaldas de los consultantes puede resultar en algo beneficioso para los mismos. Una vez que se
ha obtenido la filmación, la misma puede ser usada con fines docentes, si es que formó parte del
consentimiento de la familia en cuestión, para ser vista en medios académicos, para aprendizaje de
futuros colegas, y especialmente para que el terapeuta a cargo se vea en acción, observe sus
dificultades y recursos, sus comportamientos corporales automáticos, su tono de voz, su ansiedad en
las intervenciones, y principalmente pueda tener conciencia de sus puntos ciegos. Heinz von Foerster
definía los puntos ciegos como “lo que no vemos que no vemos”, con lo cual es necesario que alguien
nos ayude a observarlos si queremos poder corregirlos en alguna medida. Todos tenemos puntos
ciegos y cuantos más permanezcan ocultos, menos recursos dispondremos para hacer bien nuestra
tarea. Forma parte de nuestra formación el poder hacer algo al respecto, al menos, ser concientes de
nuestras dificultades. Asimismo, al disponer de la filmación, podemos observar una serie de pautas
analógicas, es decir, conductas asociadas a lo corporal, visual, gestual, tono de voz, profundidad de la
mirada, rigidez corporal, a quien miramos cuando decimos lo que decimos, de cuyos automatismos no
siempre somos concientes y que califican permanentemente lo que decimos. En otras palabras, el
cómo decimos lo que decimos muchas veces tiene más peso que el contenido de lo que decimos. No
nos olvidemos que del otro lado del espejo hay una meta-mirada, o una meta-lectura de lo que está
sucediendo en el proceso terapéutico. Y esa mirada diferente (mirada sobre la mirada), esa distancia
dada por el espejo, muchas veces permite analizar situaciones que por su alto grado de intensidad
emocional o complejidad nos resultan muy perturbadoras y nos restan eficacia en nuestras
intervenciones cuando estamos en contacto directo con nuestros consultantes.

En algunos casos, y según lo que uno intente obtener como respuesta, es bueno compartir los videos
con la familia que consulta, para que ellos puedan verse en acción y observar, al igual que nosotros,
una serie de conductas que muchas veces ni siquiera sospechan que hacen. No siempre somos
concientes de qué cosas hacemos para que los demás nos respondan de alguna manera que no nos
resulta grata. A veces uno les comenta, tanto a los consultantes como a nuestros colegas a quienes
supervisamos, que hacen o tienen tal o cual conducta, y lo niegan, hasta que se ven a sí mismos en el
video y recién entonces comienzan a reconocer ciertas actitudes que no reconocían. Otras veces les
prestamos el video con el objeto de que lo vean en familia, o lo muestren a sus otros hijos si fuera el
caso, o a alguien que no pudo participar de esa sesión en particular, o para recordar algo que pasó
durante la misma y que difícilmente fuera creíble que pudiera ocurrir, o por muchos otros motivos.

5. El peligro de ser absorbido por el sistema.

Los sistemas familiares son muy poderosos, en particular, cuanto mas disfuncionales son. Esto
implica para algunos terapeutas un cierto riesgo, no solo de ser “chupados” por el sistema, sino de
pasarla mal en el transcurso de su trabajo. Lo ideal, más allá de situaciones que sean de un alto
voltaje emocional y hasta de cierto peligro, es que el terapeuta pueda trabajar lo más relajado posible.
Si siente que su integridad está en peligro, o que su capacidad de razonar o tomar distancia cuando la
situación lo requiera no están en su plenitud, no podrá sentirse libre de actuar para favorecer un buen
desarrollo del sistema terapéutico y que concluya con un tratamiento exitoso. Ese peligro se atenúa
notablemente cuando uno sabe que detrás del espejo hay un conjunto de personas que están
colaborando con él para lograr el mejor curso posible de la sesión. No importa cuanta experiencia
tengamos, siempre habrá sistemas enrevesados que nos harán sentir incompetentes y nos harán
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pasar un mal rato durante nuestro trabajo. En este sentido, el contar con un equipo de trabajo en vivo
y en directo alivia bastante nuestra situación.

No siempre es fácil trabajar con la adecuada distancia emocional con nuestros consultantes. Lo ideal
es trabajar con bastante cercanía cuando queremos “vivir con ellos” lo que nos están trasmitiendo,
poder tomar más distancia cuando queremos “reflexionar con ellos” y agudizar nuestra creatividad
para hacer intervenciones que les sean útiles y favorecer algún camino de cambio. Sin embargo, si el
sistema nos “chupa”, dificulta enormemente nuestra capacidad de pensar, y por otra parte, si nos
mantenemos muy distantes, no obtendremos suficiente caudal emocional o de confianza por parte del
sistema consultante como para poder incidir de manera más eficaz en su dinámica de funcionamiento.
Es importante escuchar la opinión del equipo cuando nos ven demasiado comprometidos
emocionalmente o cuando nos ven distantes. Sea cual sea la situación, nos da la oportunidad de
corregirla en ese momento, o a posteriori.

6. El rulo Cibernético.

Cabe señalar que esta forma de trabajar tiene como desarrollo muy interesante la posibilidad de
establecer diferentes vueltas alrededor de cada uno de los participantes, y donde el sistema se amplia
hasta contener el contexto institucional donde se realiza la terapia, las características de la
derivación, la elección del o los terapeutas a cargo y los terapeutas observadores, que son
observadores participantes, cada uno con su propio sistema subjetivo de creencias y su propio self. El
interjuego de las múltiples retroalimentaciones permite crear nuevas hipótesis permanentemente y
favorecer en menos tiempo que si se trabajara en soledad, la obtención de resultados positivos para
los consultantes. La creatividad es un desafío permanente del trabajo en equipo y del uso de la
cámara.

7. Diferentes formas de supervisión.

Una de las grandes ventajas del uso de la cámara Gesell es el planteo de una supervisión en vivo. No
es lo mismo una supervisión donde el terapeuta relata lo que pasó en la sesión, que cuando uno está
observando y viviendo con el colega a cargo lo que está sucediendo “ aquí y ahora”, más allá que al
haber un equipo de respaldo y cuidado, tanto del terapeuta como de los consultantes, se pueden
facilitar y corregir intervenciones en el momento adecuado para desarrollar un nuevo camino dentro
del proceso de la terapia Si el terapeuta que está en cámara es dúctil y confía en su equipo de
trabajo, podrá tener suficiente plasticidad como para dar lugar a diferentes preguntas e intervenciones
que le brinde su equipo de apoyo. Por otra parte, la supervisión basada en el relato, es muchísimo
más subjetiva que lo que uno ve y percibe en la cámara, ya que todo relato es una construcción
cargada de significaciones propias de quien hace el relato. Además, según sabemos de las
investigaciones de Donald Schön, autor de “Qué hacen los que hacen”, nunca podemos contar todo lo
que hacemos, ya que escapan a nuestra percepción y pensamiento cientos de comportamientos y
actitudes de las cuales no tenemos registro como para organizar un relato completo.

8. Docencia

Desde el punto de vista del aprendizaje como terapeutas, pocos instrumentos pueden ser de tanta
utilidad como el trabajo en cámara. En primer lugar el terapeuta que se está iniciando puede observar
muchas sesiones en cámara antes de animarse a entrar en la misma, de modo que tenga ya algunos
elementos que le quiten parte de sus miedos lógicos cuando uno está en los comienzos de la carrera.
33
Por otra parte, si se siente respaldado por sus supervisores, trabajará más relajado ya que se sentirá
protegido y con menor riego a equivocarse, y podrá instrumentar de manera más natural las
intervenciones propuestas por su equipo. Todos nos equivocamos muchas veces, solo que quienes
recién comienzan tienen más acentuado ese sentimiento y lo viven más persecutoriamente. Si el
supervisor es hábil, generoso y buen docente, sacará lo mejor de sus practicantes.

9. Resultados en la práctica Clínica

Ya nos hemos referido al miedo que cualquiera podría tener de estar siendo observado, y recalqué
que el mayor temor lo tenemos los terapeutas por mostrar nuestro trabajo y someterlo a la crítica de
nuestros colegas y alumnos. Los pacientes suelen comentar que se olvidaron que del otro lado del
espejo había observadores, especialmente si no hay demasiadas interrupciones con el teléfono
intercomunicador. Nuestra práctica nos dice que si estamos muy comprometidos con el trabajo que
estamos haciendo, al cabo de pocos minutos desaparece cualquier sensación de estar siendo
mirados, simplemente nos olvidamos que detrás de cámara hay gente observando, y esto nos pasa
tanto a nosotros como a nuestros pacientes.

Cuando por algún motivo se le pide al terapeuta que salga a conversar con quienes están
supervisándolo, es bueno que se apague el sonido de la cámara y se corra una cortina sobre el espejo
del lado de los observadores, para que la familia quede en intimidad. Luego de conversar acerca de la
estrategia a seguir o como dar las indicaciones que se consideren adecuadas y como hacer el cierre
de la sesión, es preferible que el terapeuta quede unos minutos a solas consigo mismo (o con su
coterapeuta si lo hubiere) a los efectos de retomar sus pensamientos y usar sus propias palabras para
trasmitir lo deseable, salvo que expresamente se le pida que diga algo de manera precisa y sin
cambiar ninguna palabra para tratar de producir determinado efecto. O como en el modelo de Milán,
llevar las instrucciones por escrito y hacer referencia a que las mismas fueron producto de la
elaboración de todo el equipo, para evitar alguna duda o controversia.

10. Mara Selvini Palazzoli y el Grupo de Milan.


Cuando se desarrolla el Instituto de la familia en Milán, cuyos miembros eran M.S.Palazzoli, Giuliana
Prata, Luigi Boscolo y Gianfranco Cecchin, el uso de la cámara pasó a ser un instrumento
fundamental. Ellos trabajaban con un modelo de duplas, una dentro de cámara y otra fuera. Esto
convalidaba la importancia de la visión binocular de la que hablaba Gregory Bateson, y luego de
algunos intercambios telefónico, la pareja que estaba dentro de la cámara salía a conversar con la
dupla que había estado observando fuera y planificaban una estrategia para decirles algo en función
de lo que se había observado y vivido en la sesión, o darles una instrucción por escrito hasta un nuevo
encuentro. La primera década trabajaron mucho con lo que se dio en llamar instrucciones paradojales,
con resultados muy interesantes que se plasmaron en su famoso libro Paradoja y Contraparadoja, del
año 1967, editado en nuestro país por Paidós. Posteriormente aceptaron que solo el uso de las
paradojas no alcanzaba para dar cuenta y producir resultados en la totalidad de los casos abordados y
fueron incorporando otras herramientas y técnicas, entre las cuales destacaron la prescripción
invariable, la formulación de hipótesis, el uso especial que le confirieron al concepto de neutralidad y el
modo de utilizar las preguntas circulares.
Cabe destacar que el uso permanente de la cámara Gesell y el trabajo en equipo sirvieron de modelo
para la formación de muchos terapeutas a lo largo del mundo.

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11. Coro griego

Un recurso sumamente interesante es el que describen Peggy Papp y otros autores, llamado el coro
griego. En el antiguo teatro griego, detrás del telón, estaban los actores que cantaban o intervenían
con comentarios como si fueran “otro yo”, y que al ser registrados por los actores sobre el escenario,
agregaban información que se reflejaba en nuevas interacciones que a su vez provocaban nuevas
repuestas por parte del coro y así siguiendo. Lo novedoso de esta forma de intervención es que se
puede dividir el “coro griego” en una parte del equipo que propone acciones favorecedoras del cambio
y otra parte del equipo que está a favor del no cambio, una parte que se manifiesta optimista con lo
que co-construyeron el terapeuta y el grupo en consulta, y otra parte que desafía al sistema diciendo
que creen que eso no va a funcionar, mostrándose pesimistas. También se pueden hacer comentarios
sobre una determinada dirección que toman quienes están detrás de cámara, divergentes con las
propuestas de quien está a cargo de la psicoterapia, con la intención de ofrecer alternativas para que
el grupo familiar pueda visualizar otras opciones y se sienta en libertad de elegir. De esta manera, si la
propuesta es muy disonante con lo que la familia puede o quiere hacer, el terapeuta se verá
preservado y la confianza en él evidenciada hasta ese momento, no sufrirá deterioro alguno, ya que el
enojo, si lo hubiere, sería con los miembros del equipo que están detrás del espejo. Asimismo, una
parte del equipo puede hacer una connotación positiva, o negativa si fuere necesario, simplemente
para manifestar su desacuerdo con la posición del terapeuta que está adentro y de esa manera
reforzar o cuestionar alguna acción tanto de la familia en consulta cuanto del terapeuta. Esto puede,
paradojalmente, operar como refuerzo o desafío de alguna intervención.

12. El equipo reflexivo.

Fue Tom Andersen quien primero utilizó esta nueva modalidad de trabajo usando la cámara Gesell.
Lo hizo a partir de un descubrimiento ocasional. En una circunstancia que estaba supervisando
algunos terapeutas en Noruega, hubo un corte de energía, razón por la cual no pudo continuar
trabajando sin luz y sin sonido, y decidió hacer un cambio de lugares entre quienes estaban dentro y
fuera de la cámara, y esto dio lugar posteriormente a esta innovadora forma de trabajo. Equipo
reflexivo: una variante del trabajo con Cámara Gesell.

En el año 1985, Tom Andersen, médico psiquiatra y terapeuta familiar Noruego, a partir del pedido de
una familia que estaba siendo vista en equipo, pidió a sus colaboradores que estaban detrás de
cámara que hicieran los comentarios acerca de lo que habían visto durante el transcurso de la sesión y
que abrieran los micrófonos para que los consultantes pudieran escucharlos. Posteriormente se pidió a
quienes habían sido entrevistados si querían hacer algún comentario sobre los comentarios de los
terapeutas y así se inició un procedimiento sumamente rico, original y que podríamos definir como más
democrático, del proceso terapéutico.
Con el tiempo se fueron dando distintas formas, desde la más avanzada tecnológicamente, con dos
habitaciones contiguas donde se podían invertir desde la iluminación hasta la dirección del sonido o la
filmación, hasta el cambio de habitaciones entre el grupo que conforma el sistema terapéutico original
y quienes estaban observando, para luego volver cada uno a su lugar, luego de hacer las reflexiones
pertinentes, y hasta la situación donde, no habiendo posibilidades de usar dos habitaciones o equipos
auxiliares de sonido, se trabajaba en un único espacio con todos los miembros en silencio y de manera
sumamente respetuosa, hasta el momento en que era pedida su participación.
La idea básica esta conformada por el trabajo en equipo. Una persona o dupla terapéutica entra en
cámara con el o los pacientes, del otro lado está el equipo reflexivo, y en algún momento del proceso,

35
o cuando el terapeuta a cargo lo solicita, se le pide a quienes están detrás del espejo y previo permiso
solicitado a los pacientes, que emitan sus opiniones para ver en qué pueden colaborar con la terapia.
Naturalmente, no se hace este trabajo de cualquier manera. Con el tiempo se fueron acuñando una
serie de recomendaciones para hacer más respetuoso el acompañamiento de los clientes, y esto aun
se podrá ir modificando y sistematizando en los próximos años.
Entendemos que no todas las familias o parejas que nos consultan podrán disfrutar de este modo de
trabajo, que es sobretodo un verdadero trabajo en equipo.

Algunas de las características que hemos delineado a partir de sugerencias de Tom Andersen
podemos sintetizarlas de la siguiente manera:

12.a) La cantidad de miembros intervinientes en el equipo reflexivo.


Aún cuando la cantidad de observadores sea mayor, es preferible que no sean muchos los miembros
que participen del equipo que va a conversar, puesto que demasiadas ideas diferentes pueden
terminar confundiendo a la familia que consulta. En lo posible, dos, tres o cuatro parecen ser un
número interesante. Antes que ellos pasen al lugar donde esta el sistema terapéutico original, se les
pregunta a los pacientes si desean escuchar lo que piensan algunos terapeutas del equipo que han
estado observando lo ocurrido hasta este momento.

12.b) La forma de presentarse.


Es muy importante que los consultantes conozcan a todos los miembros del equipo, algo así como un
ritual de acogida. Es una manera de darles confianza, y confirmarles que esta es nuestra manera de
trabajar junto a ellos. De alguna manera tratamos que se borre la situación de “ellos y nosotros”

12.c) El hacer comentarios.


Los terapeutas que ingresan a cámara, o si la tecnología lo permite, cambian la direccionalidad del
espejo y del sonido, deben hacer solo comentarios que sean breves, referido a lo que ha pasado en
esta sesión, no comentarios teóricos o referidos a sesiones anteriores si las hubiera habido. Debe
ponerse mucho cuidado en que los mismos no sean descalificadores, preferentemente se debe usar la
connotación positiva, y si alguien ya ha comentado alguna idea original, no repetirla. Los comentarios
breves permiten recordar mejor las ideas. Una propuesta es que las ideas ofrecidas no sean
demasiado disruptivas frente a las que la familia trae, ya que entonces es poco probable que les sean
de utilidad. Obviamente si son demasiado iguales a las que ellos traen, tampoco tendrán valor. Habrá
que traer ideas relativamente diferentes o inusuales para esa familia, para entonces sintonizar con lo
que Gregory Bateson entendía como introducir una información, es decir, establecer una “diferencia
que hace una diferencia”.
Cuando el equipo reflexivo ingresa en cámara, si en la misma permanece el sistema terapéutico, no
deben hablar con ellos. Solamente harán conversaciones entre los mismos miembros que ingresaron,
mientras el resto del sistema permanece en silencio escuchando. Al terminar sus comentarios, se les
pregunta, como al pasar, si quieren comentar acerca de los comentarios, o si prefieren llevarse alguna
idea para reflexionar luego entre ellos, cuando ya haya terminado la entrevista. O no quieren hacer
nada con eso. Y ahí se termina la entrevista.

12.d) El grado de libertad ofrecido a los pacientes.


En algunos casos nos ha tocado escuchar que alguno de los miembros consultantes, luego de
escuchar los diálogos entre los miembros del equipo reflexivo, desea conversar con alguno de ellos
que le llegó mucho con algún pensamiento o sentimiento. En el equipo original de Andersen esto no
sucedía. Nosotros hemos tenido la experiencia de favorecer estos diálogos espontáneos con buenos
36
resultados. También hemos facilitado que si alguien del equipo observador en algún momento se ve
muy interesado en comentar alguna frase o palabra utilizada o se le despierta una emoción profunda,
que pueda compartirla por unos breves instantes con la persona que detrás del espejo le ha
despertado tales sentimientos, previo solicitar su conformidad al sistema terapéutico que está siendo
observado y entrar en la cámara en el momento en que ellos lo consideren conveniente.

12.e) El uso que se da a la información compartida.


Al terminar sus comentarios, se les pregunta, como al pasar, si quieren comentar acerca de los
comentarios, o si prefieren llevarse alguna idea para reflexionar luego entre ellos cuando ya haya
terminado la entrevista. O no quieren hacer nada con eso. Y ahí se termina la entrevista.

12.f) Diferencias con otras formas de trabajo.


Esta modalidad técnica permite que las fronteras entre familia y equipo se disuelvan en mayor medida
que en otras formas de intervención sistémica más habituales. No se espera una intervención final del
terapeuta como en otros modelos. Más bien se apela a la forma de pensar de Harold Goolishian que
no aceptaba el rol de expertos de los terapeutas y solía comentar que “nosotros no sabemos, los que
saben son ellos” (en referencia a los pacientes). La relación con los clientes se hace más igualitaria.
Andersen utilizaba frases como: “nosotros tenemos algunas ideas que podrían contribuir algo a su
conversación, ¿les interesaría conocerlas?”. Esto genera un clima de mucho respeto, y contribuye
tanto a expandir la información, como a la formación de modos diferentes de relacionarse en el ámbito
de la terapia.

12.g) Beneficios de esta modalidad de trabajo.


Se puede situar el hecho de que la presencia de las familias escuchando nuestras conversaciones
libremente nos obligaba a limitar las connotaciones negativas entre los miembros observadores. Y
también el hecho de estar de un lado o del otro del espejo facilita cambios en nuestros puntos de vista.
Cuando el equipo está detrás del espejo es conveniente no compartir ningún comentario, que reine el
silencio, para que cada mente cree en libertad sin presiones o influencias de otros miembros del
equipo.

12.h) El terapeuta que está dentro con los pacientes.


El solo hecho de sentirse acompañado es de gran importancia para poder trabajar con más seguridad,
para sentirse igualmente cuidado, parta trabajar con menos temor a equivocarse o a ser absorbido por
el sistema que hace la consulta.

12.i) Los integrantes del equipo.


Preferimos que sean siempre los mismos para cada consulta, ya que el trabajo en equipo es algo que
se va forjando con el tiempo de presencia colaborativa. Sin embargo, en algunas circunstancias
puede ser útil introducir a alguien por algún motivo en particular, o simplemente que tenga más
experiencia sobre algún tema o situación.

12.j) Por último, el equipo reflexivo.


Es un instrumento más, que tiene que ser constantemente actualizado como recurso, para evitar que
tanto clientes como terapeutas lo tomemos como un fin en sí mismo y no como un medio.

Sistemas familiares:

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Dice Claudio des Champs: “La primera observación y/o ‘descubrimiento’, de este nuevo enfoque, fue la
constatación de que las rarezas o peculiaridades de un individuo aislado eran mucho más entendibles
y parecían sumamente adaptativas cuando se las observaba en la trama de relaciones de sus
contextos más significativos, preeminentemente en el ámbito familiar”.

La familia se puede concebir como un sistema abierto organizacionalmente, separado del exterior por
sus fronteras y estructuralmente compuesto por sus subsistemas demarcados por límites con
diferentes grados de permeabilidad y con diversas formas de jerarquización interna entre ellos. Los
miembros del sistema familiar organizan y regulan su interacción mediante procesos comunicativos
digitales y analógicos, que definen relaciones de simetría y/o complementariedad. Dicha organización
se caracteriza por las propiedades de totalidad o no sumatividad, por patrones de circularidad, y por el
principio de equifinalidad. El sistema familiar mantiene su organización mediante procesos
homeostáticos (por ejemplo, mientras modifica su estructura a través de una serie de fases evolutivas),
y la altera mediante procesos morfogénicos.

Los estructuralistas han señalado tres grande aspectos que pueden considerarse en los sistemas
familiares:

1. Subsistemas: La familia se divide en subsistemas ordenados en posición jerárquica en muchos


casos. Estas divisiones pueden estar dadas por definiciones de rol por ejemplo: padre e hijos, o
basadas en una virtualidad funcional del grupo familiar, por ejemplo: los hijos obedientes y los
rebeldes. Los subsistemas pueden ser considerados por generación, edad, sexo, interés o función
entre otras posibilidades. Cada individuo pertenece a determinados subsistemas donde aprende roles
diferenciados, además un individuo participa en diferentes subsistemas dependiendo del contexto y el
momento, es decir puede ser, hijo, hermano, padre, esposo o sobrino. Puede haber diferentes tipos de
subsistemas, a saber:

 Subsistema conyugal o marital: Poseen tareas y funciones específicas, vitales para el


funcionamiento familiar. Una de las principales características requeridas son la complementariedad y
la acomodación mutua. Los adultos deben poseer un territorio psicosocial propio, si el límite entre los
esposos y los demás es excesivamente rígido, el sistema puede verse estresado por el aislamiento.
Pero si mantienen límites muy flexibles, otros subsistemas pueden interferir con su apropiado
funcionamiento.
 Subsistema parental: Cuando nace el primer hijo, el matrimonio debe diferenciarse para propiciar
la sociabilidad del hijo. Se hace necesario trazar un límite que permita el acceso de los hijos a ambos
padres y al mismo tiempo que lo excluya de las relaciones conyugales. Un subsistema parental puede
estar perfectamente constituido por una madre y una abuela (en caso de que el padre no estuviera),
considerando que la responsabilidad y autoridad se encuentre bien definida; estos subsistemas se
caracterizan menos por su composición que por sus cualidades.
 Subsistema fraterno: Es, a veces, el primer laboratorio social en el que los niños pueden
experimentar relaciones con sus iguales, donde aprende a negociar, competir, rivalizar, acordar,
cooperar y a descargar sus culpas. Cuando aprenden otras formas de vincularse, incorporan esas
pautas del exterior al subsistema fraterno. A veces los niños sin hermanos desarrollan pautas de
acomodamiento al mundo que pueden manifestarse en un desarrollo precoz.

2. Frontera o límite: La claridad de los límites en el interior de una familia constituye un parámetro
útil para la evaluación de su funcionamiento, mientras que la función de la frontera es proteger la
diferenciación del sistema y permitir la emergencia de su estructura. Existen diferente tipo de límites
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que pueden ser apropiados o no según la dinámica familiar y su movilidad, estos pueden ser claros,
difusos o rígidos. Con las fronteras puede ocurrir algo similar, por ejemplo: una unidad familiar de
fronteras cerradas, en la cual el sistema parental está constituido por una madre sobreinvolucrada o
sobreprotectora, aísla a los demás de su hijo; por el contrario un sistema de fronteras abiertas, puede
ser disfuncional en la medida en que por ejemplo, la suegra de la pareja, interfiera y tenga una mala
relación con su yerno.
3. Estructura: Según Minuchin la estructura familiar es el conjunto invisible de demandas
funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia. Cuando una
madre le dice a su hijo que coma y este obedece, esta interacción define quién es ella y quién es él en
relación con ella; en ese contexto y en ese momento. Las operaciones repetidas constituyen los que
se conoce como pauta transaccional.

Síntoma y cambio:

En términos sistémicos, el cambio no es una solución única a un problema único, sino un dilema a
resolver. La cuestión terapéutica principal no es cómo eliminar el síntoma, sino qué sucederá si se lo
elimina; se desplaza del problema de quién lo tiene, qué lo causó y cómo eliminarlo, a cómo
funcionará la familia sin ese problema, qué precio se deberá pagar por su eliminación, quién habrá de
pagarlo y si vale la pena.

Debido a su polisemia, el uso del término síntoma debe ser contextualizado; ya que bajo el paradigma
sistémico adquiere un significado muy diferente que aquel que adquiere bajo el paradigma
psicoanalítico u otros paradigmas.
Mientras que para el psicoanálisis se trata de una puja de fuerzas (internas al individuo) en conflicto;
para la visión sistémica debe leerse en forma relacional (contextualizado). Si bien es un miembro del
sistema (denominado paciente identificado) quien lo padece, por ser portador del mismo; el síntoma no
es propiedad de nadie, y es todo el sistema quien lo sufre, genera, y sostiene.
Otra gran diferencia a tener en cuenta es que aquello que la epistemología sistémica llama síntoma no
es algo considerado patológico por otras epistemologías (principalmente desde el punto de vista de la
psiquiatría). Se trata de disfunciones que producen malestar (en diferentes grados). Son indicios de
que algo no está funcionando bien en el sistema. Por lo tanto:

“Todo malestar que da lugar a una consulta es llamado síntoma”.

Muchas veces el síntoma se relaciona con un momento en que la familia se encuentra en una
transición entre dos instancias del ciclo vital. Aquello que era funcional en una etapa de la vida familiar,
es disfuncional en la nueva etapa a la que se va a acceder. Suele aparecer sintomatología cuando la
familia no puede permitir la maduración o separación de alguno de sus miembros; ya sea porque no se
lo deja crecer o porque este no quiere o no puede hacerlo. O sea, cuando la familia atraviesa una
crisis evolutiva que demanda un cambio de pautas y estructura que la familia no puede o no sabe
afrontar.

Debe diferenciarse el síntoma circunstancial del síntoma crónico. Crónico es aquel que está
relacionado con una situación que se mantiene en el tiempo y no puede evitarse, por ejemplo un
miembro esquizofrénico dentro del sistema, etc. Circunstancial es aquel que está relacionado con
situaciones que cambian en el tiempo, por ejemplo cuando un miembro del sistema pierde su trabajo o
su novia lo abandona, etc.

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Los síntomas son la vía de acceso al sistema. Ante la consulta, deben develarse varias cuestiones: Sí
eso que traen como síntoma es lo único que los preocupa, si existen otros síntomas, si el síntoma
planteado está encubriendo a otro síntoma más importante. Debe tratar de observarse aquello que el
síntoma está queriendo decir dado que el síntoma es un mensaje para ese sistema.
Lo que el terapeuta debe hacer es no descalificar lo que el sistema trae como consulta (el paciente
identificado), pero tampoco aceptarlo sin tratar de entender su inclusión dentro del sistema. Se acepta
la definición que ellos traen como una puerta de acceso al sistema, pero cambiando la visión lineal que
trae la familia por una visión circular que incluya la interacción entre todos los miembros de dicho
sistema y el terapeuta consultado. La determinación final sobre cuál es el síntoma que aqueja a la
familia, o cual habrá de ser el foco sobre el cual trabajar, se logra a partir de una negociación entre
el/los terapeutas y la familia (Ustedes estarían de acuerdo que trabajásemos sobre……).
Es posible que el hecho de proponer el foco de atención en un lugar diferente al planteado por la
familia, sea tomado por esta como un desafío que puede dar lugar a que se genere resistencia, se
revelen otros síntomas, etc.

Si bien todo síntoma plantea la necesidad de un cambio, es a su vez la causa eficiente para el no
cambio (es funcional). La familia evita que se produzca el cambio a partir de la instalación de pautas
de mantenimiento de la homeostasis (sistema equilibrado).

El terapeuta familiar ingresa en el sistema familiar de manera similar al camello de la siguiente historia:

Un mullah (interprete de las leyes del Corán), cabalgaba en su camello hacia Medina, cuando vio un
pequeño rebaño de camellos y, a su lado, un grupo de tres jóvenes muy afligidos.
¿Qué os ha ocurrido, amigos míos?, preguntó él, y el mayor de los jóvenes contestó: nuestro padre ha
muerto.
Que Alá le acoja en su gloria. Os acompaño en el sentimiento. Pero seguro que os debe haber dejado
algo en herencia, les preguntó.
Sí, contestó el joven, estos diecisiete camellos. Era todo cuanto tenía.
¡Pues alegraos! ¿Qué os aflige entonces?
Tan sólo que su última voluntad, prosiguió el hermano mayor, fue que yo recibiera la mitad de sus
propiedades, el mediano un tercio y el menor un noveno. Pero ya hemos intentado repartir estos
camellos de todas las maneras y nunca resulta.
¿Es todo cuanto os aflige, amigos míos?, dijo el mullah. Tomad pues mi camello por un momento y
veamos que podemos hacer.
Entonces con dieciocho camellos el hermano mayor recibió la mitad, es decir, nueve camellos, y
quedaron nueve. El hermano mediano recibió un tercio de los dieciocho camellos, esto es, seis, y
quedaron tres. Puesto que el hermano menor tenía que recibir una novena parte de los dieciocho
camellos, es decir, dos, quedó un camello. Era el del mullah, el cual volvió a montarlo y se alejó
cabalgando mientras con la mano se despedía sonriente de los felices hermanos.

Dice Heinz von Foerster: igual que sucede con el camello decimoctavo, necesitamos de la realidad
como de una muleta que se abandona cuando se aclara todo lo demás.

Teoría del cambio: Cambio 1 y cambio 2

Los seres humanos tenemos aparentemente una resistencia al cambio incluso en las propias rutinas
que establecemos, por ejemplo: en invierno nos cuesta entrar a la ducha, pero una vez bajo el agua
cayendo sobre nuestro cuerpo a una agradable temperatura, nos cuesta salir. A veces queremos que
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las situaciones cambien, pero tememos que ello ocurra porque no sabemos cómo nos veremos
afectados en caso de ser así. Unas de las pocas cosas permanentes en nuestra vida, es precisamente
“el cambio”.
Dentro de las posibilidades de cambio se plantea la interdependencia entre la persistencia y el cambio,
dos caras de la misma moneda.
El cambio constituye un elemento tan inmediato de nuestra experiencia y tan compenetrado con ella
que tan solo pudo convertirse en tema del pensamiento una vez que los primeros filósofos griegos
fueron capaces de conceptualizar la antitética idea de invariabilidad vs. persistencia. La propuesta
debe haber sido análoga a la propuesta del lingüista Benjamin Whorf: en un universo en el que todo es
azul, el concepto de lo azul no puede desarrollarse, debido a la ausencia de colores que sirvan como
contraste.
Para explicar el cambio se hace uso de dos teorías abstractas y generales, pertenecientes al campo
de la lógica matemática. Se trata de la teoría de grupos, y la teoría de los tipos lógicos.

La teoría de grupos surgió durante la primera parte del siglo XIX. El término grupo fue introducido por
el matemático francés Evariste Galois en 1832.

De acuerdo con la teoría, un grupo posee las siguientes propiedades:

 Está compuesto por miembros, todos los cuales son iguales en cuanto a una
característica común, puede tratarse de números, objetos, conceptos,
acontecimientos o bien cualquier otro género de cosas que se quieran incluir juntas
en un grupo, en tanto posean un común denominador y la combinación de dos o
más miembros sea también, en sí, un miembro del grupo.
 Se pueden combinar sus miembros en distinto orden y sin embargo, el resultado de
la combinación permanece siendo el mismo. Así por ejemplo: si a, b y c son los
miembros de un grupo y el símbolo “x” indica la regla de combinación, entonces
tendremos que, (axb) xc = ax (bxc) = bx (axc)… y así sucesivamente para las seis
combinaciones posibles.
 Un grupo tiene un miembro de identidad tal que su combinación con cualquier otro
miembro da este otro miembro, lo que significa que mantiene la identidad de dicho
otro miembro. Concepto conocido como miembro de identidad, que a primera vista
puede parecer carente de sentido. Por ejemplo: 5 + 0 = 5
 También encontramos que cada miembro tiene su recíproco u opuesto, de modo tal
que la combinación de cualquier miembro con su opuesto da lugar al miembro de
identidad, por ejemplo: 5 + (-5) = 0 (cuando la ley de combinación es la suma).

Lo que no puede proporcionarnos la teoría de grupos es un modelo para aquellos tipos de cambio que
trascienden un determinado sistema o trama de referencia, aquí hemos de apelar a la teoría de los
tipos lógicos, que postula en uno de sus axiomas que cualquier cosa que comprenda o abarque a
todos los miembros de una colección, no tiene que ser miembro de la misma, como lo afirman Alfred
Whitehead y Bertrand Russell en su monumental obra “Principia Mathematica”. Es decir los
componentes de la totalidad son designados como miembros, mientras que la totalidad misma es
denominada clase en lugar de grupo. Por ejemplo, la humanidad es la clase de todos los individuos
humanos, pero ella misma no es un individuo. Uno de los ejemplos que da Gregory Bateson es que
tan solo un esquizofrénico es capaz de comerse la carta del menú, en lugar de los platos que en él se
indican.
De los postulados de la teoría de los tipos lógicos, se pueden derivar dos importantes conclusiones:
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 Los niveles lógicos deben ser estrictamente separados a fin de evitar paradojas y
confusiones.
 Pasar de un nivel al inmediatamente superior (es decir de un miembro a una clase),
supone una mudanza o variación, un salto, una discontinuidad o
transformación, es decir un cambio que conduce fuera del sistema.

Por ejemplo: una persona que tenga una pesadilla puede hacer muchas cosas dentro de su sueño:
correr, esconderse, luchar, gritar, trepar, etc. Pero ningún cambio verificado de uno de estos
comportamientos a otro podrá finalizar la pesadilla. Designamos esta clase cambio como Cambio 1. El
único modo de salir de un sueño supone un cambio del soñar al despertar, que no constituye ya parte
del sueño, sino que es un cambio a un estado completamente distinto. Esta clase de cambio la
denominamos Cambio 2.

Un ejemplo abstracto, pero muy explícito sería la resolución del siguiente gráfico, que debe hacerse
conectando entre sí los nueve puntos mediante cuatro líneas rectas sin levantar el lápiz del papel:

Figura 9

El lector que no conozca este problema encontrará muy útil intentar resolverlo antes de ver la solución.
Casi todos los que intentan resolverlo por primera vez, introducen como parte de la solución un
supuesto que hace imposible dicha solución.

Se pueden recorrer todas las posibilidades de cambio 1 (suponiendo que la gestalt muestra un
cuadrado), pero jamás se resolverá el problema con esta suposición.

(La solución del problema al final de la introducción, mostrado con la figura 10 en la página 48).

Recapitulando lo que hasta ahora hemos desarrollado, referido al cambio 2 podemos decir:

 Dentro de la perspectiva del Cambio 2, la “solución” se revela cómo la causa


del problema que se intenta resolver con el cambio 1.
 Mientras que el Cambio 1 parece basarse en sentido común (más de lo
mismo), el cambio 2 parece habitualmente extraño, inesperado y desatinado.
Se trata de un elemento paradójico y desconcertante del proceso de cambio.
 Las técnicas de Cambio 2 liberan la situación de la trampa engendradora de
paradojas creadas por la autorreflexividad de la solución intentada, y coloca a
42
la situación sobre una base diferente. (Como sucede con la solución del
problema de los nueve puntos).
 El modo más pragmático de abordar el cambio en los problemas humanos no
estriba en la pregunta ¿por qué? sino en la de ¿qué?, es decir: ¿qué es lo que
aquí y ahora sirve para perpetuar el problema y qué se puede hacer aquí y
ahora para facilitar un cambio?

Concepción sistémica de la patología familiar:

Si bien un síntoma puede originarse en un hecho externo, su persistencia indicaría que está siendo
“utilizado” por la familia en alguna transacción en curso.

La familia requiere de una alternancia entre períodos de homeostasis y períodos de crisis y fluctuación.
Ocurre una patología cuando la familia, que atraviesa diferentes momentos evolutivos, cambios de
contexto y distintas necesidades de sus integrantes, se mantiene inmovilizada o atascada en procura
de mantener la homeostasis, que no es instrumental para acomodar las demandas de su propio
crecimiento interior o del ambiente más amplio. Se reconocen cuatro categorías principales de
patología familiar:

 Patología de frontera: Minuchin sostiene que la dimensión de frontera va de lo desacoplado o


desligado a lo enmarañado o aglutinado, extremos patológicos entre los cuales se extiende un dominio
normal. Las familias aglutinadas se vuelven extremadamente hacia si mismas, con un incremento
consecuente de comunicación y de preocupación entre los miembros de la familia, entonces los
límites se esfuman y la diferenciación se hace difusa. Un sistema de este tipo puede sobrecargarse
con facilidad y carecer de recursos necesarios para adaptarse al cambio en circunstancias de estrés.
En las familias desligadas se desarrollan límites muy rígidos y las funciones de protección de la familia
se ven disminuidas.
 Patología de alianza: La estructura familiar consiste en las alianzas y los antagonismos entre
los miembros, como también las fronteras productoras de subsistemas duraderos. La patología se
divide en dos tipos fundamentales, las desviaciones (de conflicto o designación de chivo emisario) y
las coaliciones (intergeneracionales inadecuadas, por ejemplo: un progenitor y uno o más hijos contra
el otro).
 Patología de triangulo o triangulación: Las patologías desviadoras, tienden a ser un tipo de
triangulación, donde dos miembros enfrentan a otro.
 Patología de jerarquía: La inversión de la estructura de poder y responsabilidad se considera
a menudo la más destructora fuerza que atenta contra la estructura familiar.

Los límites difusos caracterizan a las familias aglutinadas; los límites rígidos caracterizan a las familias
desligadas. Las familias aglutinadas no tienen límites establecidos claramente y no saben cuál es el rol
de cada uno de sus miembros.
Las características generales de las familias aglutinadas son: (a) exagerado sentido de pertenencia;
(b) ausencia o pérdida de autonomía personal; (c) poca diferenciación entre subsistemas con poca
autonomía; (d) frecuente inhibición del desarrollo cognitivo/afectivo en los niños; (e) todos sufren
cuando un miembro sufre; (f) el estrés repercute intensamente en la totalidad de la familia.

Las familias desligadas se caracterizan por límites internos muy rígidos de forma que prácticamente
43
cada individuo constituye un subsistema. Comparten muy pocas cosas y, por lo tanto, tienen muy poco
en común. Las características generales de las familias desligadas son: (a) exagerado sentido de
independencia; (b) ausencia de sentimientos de fidelidad y pertenencia; (c) no piden ayuda cuando la
necesitan; (d) toleran un amplio abanico de variaciones entre sus miembros; (e) el estrés que afecta a
uno de los miembros no es registrado por los demás, (f) bajo nivel de ayuda y apoyo mutuo.

El concepto de tríada rígida se refiere a las configuraciones relacionales paterno-filiales en las que el
hijo se usa rígidamente para desviar o evitar los conflictos parentales. Según Minuchin (1974), se
pueden dar tres configuraciones de tríada rígida. (A) Triangulación: cada uno de los cónyuges trata de
obtener el respaldo del hijo en su conflicto con el otro. (B) Coalición: Uno de los progenitores respalda
al hijo en un conflicto planteado entre éste y el otro progenitor; esta situación tiene el efecto de crear
un vínculo extremadamente fuerte entre el progenitor defensor y el hijo para ir en contra del otro
cónyuge. La coalición es de índole más duradera que la triangulación, que varía las alianzas según las
circunstancias (C) La desviación de conflictos, que se producen cuando se define a un hijo como
"malo" y los padres, a pesar de sus diferencias mutuas en otros aspectos, se unen en su esfuerzo para
controlarlo, o cuando se le define como "enfermo" y se unen para cuidarlo y protegerlo.

Constructivismo:

“El pensamiento y el lenguaje se pertenecen el uno al otro. Un niño aprende un lenguaje de tal manera
que, de repente, empieza a pensar dentro de él”.

Ludwig Wittgenstein

“Los observadores viven en el lenguaje del mismo modo que el pez vive en el agua. Cualquier cosa
que puede ser dicha, lo es por un observador a otro observador que puede ser él mismo,” según
expresa Humberto Maturana.
También Rafael Echeverría en su “Ontología del lenguaje” postula que los seres humanos no se
relacionan con su entorno natural y social tal como éste es, objetivamente, ya que no sabemos cómo
la realidad es ‘realmente’, solo sabemos cómo es para nosotros, según nuestras inquietudes,
sistemas de creencias y estado de ánimo en que nos encontremos.

De acuerdo a la enciclopedia Alemana, el constructivismo es un movimiento de las artes plásticas y


arquitectónicas nacido en 1909, en Rusia, pero tuvo muy breve duración. Buscaba una realidad
estética que fuera más allá de la meramente funcional, tuvo su apogeo después de la Revolución de
1917, al servicio del proletariado, pero Stalin lo suprimió. Este movimiento apunta a enfatizar que
cualquier afirmación acerca de la “realidad” es una afirmación de quien la observa.

La idea-fuerza tal vez más importante y también la más ampliamente compartida es la que se refiere a
la importancia de la actividad mental constructiva de las personas en los procesos de adquisición del
conocimiento. De ahí el término “constructivismo”.
Vale mencionar que no hay un solo constructivismo; podemos considerar distintas fuentes por ejemplo:
el inspirado en la teoría genética de Jean Piaget y la escuela de Ginebra, como también encontramos
raíces en la teoría del aprendizaje verbal significativo, la teoría de los organizadores previos y la teoría
de la asimilación, iniciadas con los trabajos pioneros de David Ausubel en los años ’50 y ’60. También
se inspiró en la psicología cognitiva, y más concretamente en las teorías de los esquemas, surgida al
amparo de los enfoques del procesamiento humano de la información; y por último el constructivismo
44
también se deriva de la teoría sociocultural del desarrollo y del aprendizaje enunciada por primera vez
por Lev S. Vigotsky hacia los años ’30. Por lo tanto no tiene sentido hablar de constructivismo en
general y sí tal vez de distintos tipos de constructivismo, podríamos referirnos al término
constructivismo como un determinado enfoque o paradigma explicativo del psiquismo humano que es
compartido por distintas teorías psicológicas.

En el ámbito de la cognición, los objetos son los nombres intercambiables que damos a nuestro propio
comportamiento. Cuando se habla de una pelota, por ejemplo, hablamos de la experiencia que surge
de un comportamiento sensorio motor recursivo, cuando interactúa con ese algo que llamamos pelota.
La pelota como objeto se convierte en una señal intercambiable en su experiencia y lenguaje. Estos
objetos se experimentan como invariantes, como si tuvieran una determinada constancia. Tal como lo
demuestra la teoría de la función recursiva, las operaciones recursivas generan valores “estables” y de
una infinitud de valores posibles, de donde emergen los llamados valores propios.

El término alemán para objeto es Gegenstand, el cual denota algo que está ahí contra ti, precisamente
esa cosa que impide o limita tu comportamiento. El lenguaje consiste en la posibilidad de esculpir a
partir de un número infinito de experiencias posibles aquellas experiencias que permiten interacciones
estables de ti mismo contigo mismo.

A todo esto, Von Foerster dice: ustedes pensaran que les he servido un vino viejo en una botella
nueva. Se trata precisamente del viejo juego filosófico del solipsismo, que sostiene que “solo yo
existo”; todo lo demás es un resultado de mi imaginación, una alucinación. El solipsismo es la forma
más extrema de subjetivismo, sostiene que una persona sólo puede conocer su propia conciencia;
cuando su conciencia deja de existir, no existe más nada. Un solipsista puede imaginar otras personas
que imaginan que son solipsistas, es decir, que insisten en que son la única realidad. La solución dada
por Von Foerster a este dilema consiste en aplicar el principio de la relatividad, que es un postulado
que se supone verdadero. Así pues, evocar el principio de relatividad es una cuestión de elección. Si
reconozco la similitud entre el otro y yo, y escojo evocar el principio de relatividad, postulo la existencia
del mundo exterior. El mundo se postula como una consecuencia de mi experiencia.

De este modo, tenemos la base para el juego de la realidad: en primer lugar, al menos tiene que haber
dos jugadores dispuestos a jugarlo, A y B. Crean un amplio tablero encima del cual hay colecciones de
objetos que acuerdan en denominar “el mundo”. Entonces, ellos mismos se ponen sobre el tablero e
inventan un conjunto de reglas para los objetos. Acuerdan llamar a estas reglas “las leyes de la
naturaleza”. La meta es ponerse de acuerdo sobre cómo moverse sobre el tablero. Resulta claro que
“A” puede ganar sólo cuando “B” gana y a la inversa, pues cuando “B” pierde, “A” también ha perdido.

Fueron Maturana y Varela quienes inventaron el término “autopoiesis” (poiesis es una palabra griega
que significa: creación, producción), para describir a los sistemas biológicos que están organizados de
tal manera que el sistema mismo crea aquellos componentes necesarios para mantener su propia
organización. Para ellos todos los sistemas vivientes tienen una organización autopoiética. Lo que
sorprende de un sistema autopoiético es que su organización es tal que su único producto es “él
mismo”, donde no hay separación entre productor y producto. El ser y el hacer de una unidad
autopoiética son inseparables y esto constituye su modo específico de organización.

En resumen el constructivismo empieza con el observador y escoge a continuación postular o


especificar el mundo exterior. La experiencia de la “coseidad”, como de la competencia sensorio motriz
surge del manejo de “objetos”.
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Desde este paradigma se sostiene que la experiencia construye el mundo.

La oposición en cambio define la realidad objetiva y sostiene que el mundo implica la experiencia, se
parte del hecho de que los objetos ya están allí. El lenguaje se convierte en puramente denotativo, es
ontológico.

El enfoque constructivista permite tener en consideración la ontogénesis del lenguaje. Por ejemplo: si
me miro el ombligo desde un punto de vista ontológico, soy incapaz de explicar esa cosa curiosa que
está sobre mi estómago. Ontogénicamente, el ombligo es una condición necesaria para mi existencia.
Doy cuenta de mi venir al mundo. La ontología solo da cuenta de mi ser ahí. Necesitamos
preguntarnos, no ¿Qué es el lenguaje?, sino ¿Cómo emergió? Sucede, por ejemplo cuando les digo
“mesa” a ustedes, no piensan en particular; piensan en ella como un constructo en una red semántico-
relacional. Si digo “sentémonos a la mesa” y considerando la hora, sabrán con certeza que vamos a
hacer: comer.

Podemos mencionar algunas premisas filosóficas del paradigma constructivista:

1. La realidad es cognoscible.
2. Todo sujeto es capaz de conocer la realidad en sucesivas aproximaciones.
3. El proceso de conocimiento es activo y se caracteriza por el papel de la conciencia y los
sentimientos del sujeto que aprende.
4. Los conocimientos no son innatos, ni están dados a priori, sino que son construidos por los
sujetos. Estos se apropian de ellos mediante la actividad y el lenguaje.
5. El sujeto que aprende no es el único responsables del proceso de construcción de su
conocimiento, el ambiente es condición para su desarrollo.

La adaptación biológica no es una actividad de los organismos ni de las especies. Los organismos son
viables si se las ingenian para sobrevivir.
En lo que atañe al conocimiento, para ser viable, todo nuevo pensamiento debe adaptarse al esquema
previo de estructuras conceptuales de un modo que no provoque contradicciones. Si las hay, deberá
cambiar la vieja estructura.
El Constructivismo es un modo de pensar, un modelo hipotético. No se propone describir ninguna
realidad absoluta, sino sólo los fenómenos de nuestra experiencia. Afirma que el conocimiento sólo
tiene que ser viable, adecuarse a nuestros propósitos.

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(La siguiente figura es la solución al problema de la página 42, sobre el Cambio 1 y cambio 2)

Figura 10

El supuesto consiste en que los puntos constituyen un cuadrado y que la solución debe hallarse dentro
de éste, condición autoimpuesta que no está contenida en las instrucciones. Así pues el fallo no reside
en la imposibilidad de la tarea, sino en la propia solución intentada. La solución consiste en un cambio
2, o sea abandonar el campo en que se intenta la solución (y al que no puede estar sujetada), ya que
se requiere pensar la posibilidad de cambio desde fuera del grupo o sistema y todo intento dentro del
“juego” entre los miembros no responde más que al tipo de cambio 1 que mantiene el problema sin
solución posible.

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