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 Venezuela tienen como obligación progresar científicamente

Si bien los avances científicos le han permitido a la humanidad poder experimentar cosas nuevas y
adaptarse a ellas para un progreso común. Cada día son más aprendizajes para la sociedad
aumentando el conocimiento sobre temas que antes se desconocían en su totalidad por lo que con
cada nuevo descubrimiento científico los primeros beneficiados en su mayoría son los seres
humanos ya que igualmente ellos evolucionan.

Los avances cientificos mejoran la vida diaria de grandes colectivos como han sido los agricultores y
los obreros. Además, ha impulsado la aparición de nuevas profesiones y por lo tanto, ha
diversificado el mercado laboral, proporcionando una mayor gama de empleos. Esto es algo que
Venezuela debería de empezar a trabajar pues así serían grandes oportunidades de trabajo, impulsar
el mercado e impulsar al país obteniendo progreso científico y progreso en la nación entera para ser
una sociedad moderna.
 La falta de inversión, causa de los problemas científicos y tecnológicos en Venezuela

En lo que a la tecnología se refiere el mundo ha avanzado de una manera impresionante pero


sólo se han conocido un verdadero desarrollo en el primer mundo: muchas zonas del mundo están
aisladas de estos avances, mientras otras a pesar de poseer estas hazañas que antes parecían
imposibles de lograr no logran gozar de estas en su máximo esplendor, un ejemplo de esto, el
internet en Venezuela.

La causa de la lentitud de internet en Venezuela se reduce a una cosa: la falta de inversión en la


infraestructura. El problema de internet es como el problema de las vías, mientras ha crecido el
número de usuarios, las vías no se han ampliado y se ha llegado a un punto de saturación.
 ¿Estudiar ciencias en Venezuela es rentable?

La investigación científica nunca ha estado en la lista de prioridades de los gobernantes ni las


carreras de ciencias han gozado de la mayor demanda en las universidades. A pesar de que todo
pareció cambiar durante los primeros años de la revolución, las promesas a los investigadores se
diluyeron y la motivación bajó tanto como el número de publicaciones científicas. Hacer ciencia en la
“revolución” se ha convertido en una hazaña.

Un golpe duro para la comunidad científica fue la declaración que dio el entonces vicepresidente de
la República Jorge Arreaza, en noviembre de 2014: “Nosotros no vamos a eliminar el IVIC. Nosotros
lo que vamos a eliminar es la ciencia para el capitalismo, la ciencia que no es útil para el pueblo”.

Sin embargo, el profesor e investigador de la Universidad Central de Venezuela y Director Ejecutivo


del Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología, Paulino Betancourt no piensa igual que el
vicepresidente: “¿Cómo un científico va a ser élite en este país si gana sueldo mínimo?”, expresa. “Se
desconoce lo que somos, lo que hacemos y el valor de transformación social que tiene la ciencia. Se
nos menosprecia”

Ejercer la ciencia en Venezuela se ha convertido en una carrera de obstáculos en los últimos años.
Los bajos presupuestos, la inflación y las limitaciones impuestas por organismos gubernamentales
hacen del ejercicio de investigación una hazaña con poco reconocimiento. La llegada de “la ciencia
útil”, alineada con los supuestos valores de la revolución, redujo la lista de opciones de los
científicos. Ahora los financiamientos son dirigidos únicamente a los proyectos que atiendan a lo que
la revolución considera como “ciencia necesaria”.

La ciencia no solo tiene las manos atadas en los laboratorios por los insumos, sino también en los
concursos y convenciones que buscan incentivar la investigación. Desde 2013 no se realizan las
convocatorias del Mppeuct y participar en las convenciones de la Asociación Venezolana para el
Avance de la Ciencia (Asovac) también implica restricciones. A pesar de que el Gobierno ha
decretado leyes y ha implementado programas para promover su tipo de ciencia e investigación en
el país, en los últimos cinco años, los indicadores han ido en picada.

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