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Todos los años se celebraba el 30 de junio con desfiles cívico-militares, era una fecha
recordada por toda la ciudadanía por todos los beneficios que trajo esa revolución. En 1944
se da otra revolución muy importante en Guatemala, que igual trajo importantes cambios;
por decirlo así esta nueva celebración vino disminuyendo a través de los años la intensidad
de los festejos de los hechos de 1871. De esa cuenta en 1959 siendo presidente el General
Miguel Ydigoras Fuentes creó el Día del Ejército pero sin fecha establecida. El presidente
Julio César Méndez Montenegro, en el año de 1965, en Honor a Justo Rufino Barrios quien
había fundado el Ejército como institución estableció el 30 de junio de cada año como el “Día
del Ejército”.
Pero los beneficios de la revolución de 1871 van mucho más allá de la formal creación de un
ejército profesional; por ello la celebración debería continuar siendo una fiesta cívica de toda
la población guatemalteca. Hoy sólo se celebra otorgando feriado oficial.
Desde la independencia en 1821, poco había sido el cambio y se mantenían muchas
características del sistema de gobierno de la colonia y la misma organización y sistema social.
Los derechos de las personas dependiendo de su "clase" estaban bien definidos y no había
posibilidad de prosperar. Pero la revolución de 1871 trajo reformas como: libertad de
educación, gratuita y obligatoria en pre primaria y primaria; la educación secundaria y
superior quedó abierta para todos.
Se fundó el Conservatorio de Música, escuelas de artes y oficios para artesanos, de
comadronas, y la escuela nocturna. Se invirtió en infraestructura como edificios escolares,
hospitales, carreteras, puertos, se introdujo la energía eléctrica, el ferrocarril y el telégrafo;
se creó la Hacienda Pública y el sistema bancario, la Biblioteca y el Archivo Nacional. Se
promulgaron los códigos Civil, Penal y de Comercio.
ANTECEDENTES HISTORICOS
Tras la victoria de Rafael Carrera de la lucha que había iniciado desde 1837 contra Francisco
Morazán, las fracturas entre los gobiernos locales de Centro América hacían imposible la
posibilidad de seguir con la Federación Centroamericana: un gobierno conservador poderoso
en Guatemala eliminó cualquier posibilidad de dicha unión. Carrera se instaló en el poder y
gobernó Guatemala en dos ocasiones y fue electo posteriormente presidente vitalicio hasta
su muerte. Rafael Carrera tuvo durante su gobierno el apoyo propicio de grupos políticos y
religiosos conservadores y liberales (aunque no públicamente). Durante su mandato,
reivindicó y devolvió a las órdenes regulares los bienes que habían sido confiscados a
la Iglesia católica durante los mandatos liberales, restableció los diezmos, abolió el tributo
indígena, enmudeció a la prensa -lo, dicho sea de paso, siguió siendo practicado por los
liberales de manera más dura y férrea- y fundó la República de Guatemala el 21 de marzo de
1847.
Desde los primeros días de su gobierno, se iniciaron los decretos que modificaron
radicalmente la política económica y diplomática del régimen guatemalteco. Por ejemplo, el
ministerio de Fomento fue creado por García Granados el 25 de agosto de 1871, según el
decreto N.°14 del gobierno liberal, en sustitución del Consulado de Comercio que había
funcionado durante los gobiernos conservadores; este nuevo ministerio quedó encargado de
promover y mejorar el comercio, la agricultura, ganadería, artes, industrias, obras públicas,
líneas telegráficas y demás medios de comunicación.
A principios de octubre de 1871 se produjo una revuelta conservadora en el oriente del país,
que obligó a García Granados a salir de la ciudad a aplacarla; entonces, aprovechando su
ausencia, los ministros de Estado emitieron los decretos N.º 21 y 22 del 14 de octubre de
1871, lo nombraron a él como Capitán General del Ejército y al entonces mariscal Justo
Rufino Barrios como Teniente General del Ejército, por sus «servicios en favor de los
pueblos». El 17 de octubre regresó García Granados y ratificó esos decretos y también emitió
el decreto N.º 23 por el cual expulsó al arzobipo de Guatemala —Bernardo Piñol y
Aycinena— y el N.°24 con el que expulsó al obispo de Teya —Mariano Ortiz Urruela— por
haber dirigido la revolución conservadora en oriente. Finalmente, para debilitar
completamente al clero secular, se prohibió el diezmo obligatorio el 22 de diciembre de 1871.
Siendo teniente general del ejército y encargado de la presidencia del gobierno provisorio de
la República por ausencia de García Granados, el 24 de mayo de 1872 confiscó algunas
propiedades de los religiosos y suprimió a los jesuitas y a otras órdenes regulares. Barrios
estaba convencido de que la Iglesia Católica había sido responsable por la caída del gobierno
liberal de Francisco Morazán y que había dado su apoyo total al gobierno de Rafael Carrera;
por esta razón, decidió que esto no podría ocurrir nuevamente en Guatemala nunca más y se
empeñó en minar el poderío económico de la iglesia.
Barrios tenía el respaldo de los liberales radicales, mientras que García Granados el de los
liberales moderados y -en menor grado- los conservadores del Clan Aycinena. Pronto se
iniciaron ataques mediante publicaciones de ambos bandos, y la tensión llegó a tal grado que
el problema de la expulsión de los jesuitas llegó a las manos de García Granados. El
presidente, deseoso de evitar una confrontación directa, se dirigió a las provincias del oriente
del país para sofocar una insurrección conservadora y designó a Barros como presidente
provisional. Cuando García Granados volvió, apenas pudo reconocer su programa moderado
de gobierno. Los radicales entonces se propusieron instaurar a Barrios permanentemente en
la presidencia y surgió así un evidente deseo de sustituir al indeciso anciano presidente por
el joven caudillo que poseía un carácter más fuerte y resuelto.
Política interna
Barrios persiguió enconadamente a la oposición, obligando a huir a muchos guatemaltecos
al exilio de las tierras guatemaltecas. Durante su exilio, el poeta cubano José Martíllegó a
Guatemala: venía de México decepcionado del régimen del general Porfirio Díaz y con la
esperanza de encontrar uno mejor en el de Barrios. Durante su estancia en Guatemala en 1877
conoció a María García Granados y Saborío, hija de Miguel García Granados a quien cortejó,
pero estando ya comprometido, ya no pudo corresponder. Martí se casó en 1878 y a los pocos
meses murió María de una enfermedad pulmonar agravada por haber nadado con unas
amigas. Martí le dedicó en 1891 el Poema IX que es conocido como el famoso poema La
Niña de Guatemala. Devastado por la muerte de María, y decepcionado del gobierno de
Barrios, Martí se fue de Guatemala.
Constitución de 1879
Barrios convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para emitir una nueva constitución.
La constitución finalmente fue emitida en 1879 y el documento final sirvió para satisfacer
las necesidades del presidente Justo Rufino Barrios, quien ya había sido presidente desde
1873 y a quien le correspondió el primer mandato constitucional de seis años, que se iniciaron
en marzo de 1879.
Entre las características de la constitución se encuentra que solamente se consideraban como
ciudadanos aquellos que supieran leer y escribir o que tuvieran profesión u oficio, y a los
miembros del ejército, dejando excluidos a la gran mayoría indígena del país, que era
analfabeta. También garantizaba un trato digno y justo para los presos, lo que fue violentado
una y otra vez por todos los regímenes que gobernaron sobre la base de ella, especialmente
los del mismo Barrios, y los del licenciado Manuel Estrada Cabrera y del general Jorge
Ubico. La Constitución fue decretada en 11 de diciembre de 1879 y el Poder Ejecutivo le
puso el "Ejecútese" el 12 de diciembre del mismo año.
BIBLIOGRAFIA
1. Martínez, M.B. (s.f.). «Viejos datos reverdecen la leyenda: Martí y la Niña». La Jiribilla.
Archivado desde el original el 14 de julio de 2014. Consultado el 23 de agosto de 2014.