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INTRODUCCIÓN

Este trabajo trata sobre los vicios del consentimiento y los diferentes artículos que este
encierra. Tratare de explicar de una forma más resumida y clara lo que encierra cada
uno de ellos dejando claro que no hay consentimiento válido si ha sido dado por error,
arrancado por violencia o sorprendido por dolo.

En el cual nos vamos a dar cuenta de cuales son los vicios que causan la nulidad de un
contrato y en cada uno de ellos encontraremos los diferentes tipos de errores que
existen, la diferentes clases de dolo, de violencia, de lesión y de incapacidad, como
también cada una de sus definiciones.

LOS VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.

No hay consentimiento válido, si ha sido dado por Error, arrancado por Violencia o
sorprendido por Dolo, según el Art.1109 del Código Civil.

El vicio del Consentimiento es la ausencia de una voluntad sana con el objetivo de


falsear, adulterar, anular dicha voluntad y alcanzar propósitos deseados lo cual
compromete su eficacia. La voluntad queda excluida cuando el consentimiento en su
forma exterior está viciado.

Los Vicios del Consentimiento son: el error, el dolo, la violencia, la lesión y la


incapacidad.

EL ERROR

Es una idea inexacta que se forma un contratante sobre uno de los elemento del
contrato, en el que podemos creer que un hecho que es falso es verdadero y viceversa.

Implica el defecto de concordancia entre la voluntad verdadera, la voluntad interna y


la voluntad declarada lo que crea un desequilibrio en el contrato. La doctrina distingue
los errores que excluyen el consentimiento, aquellos que lo vician y los que
jurídicamente resultan irrelevantes.

Existen 3 categorías de errores:

• Error Obstáculo: es el error que hace el acto jurídico inexistente, porque no


sólo vicia sino que destruye el consentimiento, impidiendo que el acto jurídico
se forme.

Esta situación puede darse:

Cuando recae sobre la naturaleza misma del acto jurídico

Cuando recae sobre la existencia del objeto de la obligación.

Cuando recae sobre la identidad del objeto de la convención.


• El error que hace el acto jurídico anulable se manifiesta cuando recae sobre la
sustancia misma de la cosa que constituye el objeto del contrato, según el Art.
1110 del Código Civil.

Dentro de este se distingue: el error in-substancia o error sobre la sustancia de la


cosa: “según la teoría tradicional es la que afecta la materia que forma la cosa” y
“según la teoría moderna el error recae sobre esta cuando se refiere a la cualidad de
la cosa que los contratantes tomaron principalmente en cuenta”.

El error intuiti personae o error sobre la persona de aquel con quien uno contrata, que
no causa porque la mayor parte de las veces se contrata buscando un resultado sin
tener en cuenta la persona del co-contratante.

 El error es indiferente a la validez del acto: cuando recae sobre


cualidades no sustancias sino puramente accidentales de la cosa,
cuando recae sobre el valor de la cosa, salvo en el caso de que
haya lesión, cuando recayendo sobre la persona no se trata de
un contrato intuiti personae y cuando recae sobre los motivos del
contrato.

El error se clasifica en error de hecho: que es el hecho de equivocarse sobre una


circunstancia material; y el error de derecho: que es el hecho de equivocarse sobre la
existencia o interpretación de una norma de derecho.

EL DOLO

Es la maniobra empleada por una persona con el propósito de engañar a otra y


determinarla a otorgar un acto jurídico. Este engaño es cometido en la conclusión de
los actos jurídicos.

El dolo es un error provocado, donde queda evidenciado que sin ellos los contratantes
no hubiesen contratado la otra parte y en este caso es causa de nulidad por haberse
utilizado este medio. El dolo no se presume: debe probarse, según el Art.1116 del
Código Civil.

Es precisó que este haya sido cometido por uno de los contratantes en contra del otro
para que sea probado por aquel que lo alega y en este todos los medios de pruebas son
admisibles para probarlo.

El dolo debe de ser grave, determinante y que se haya cometido.

Se clasifica en incidental: que es aquel que sin determinar a una persona a que otorgué
un acto jurídico, la lleva a aceptar condiciones más onerosas y en dolo principal: que
es aquel que viciando la voluntad de una persona la determina a otorgar un acto
jurídico.

LA VIOLENCIA

Es la compulsión ejercida sobre una persona para determinarla a realizar un acto y


que vicia su consentimiento. Esta es exterior, cuando consiste en impresiones físicas
sobre el cuerpo, violencia física y la violencia moral que es una presión sicológica ante
el temor inmediato de un daño serio a sí mismo o a más personas obligándola a pactar
forzando su voluntad.

Hay violencia cuando esta es de tal naturaleza, que haga impresión en sujeto de sano
juicio provocándole temor de exponer su persona o su fortuna, a un mal considerable y
presente, según el Art. 1112 del código civil. Esta es causa de nulidad del contrato
cuando se haya ejercido en la persona del contratante o su cónyuge, descendientes o
ascendientes de aquél, según el Art. 1113 de código civil.

El Art. 1114 expresa que; El temor respetuoso hacia los padres u otros ascendientes,
sin que hallan mediado verdaderos actos de violencia, no basta por si solo para anular
el contrato.

Un contrato no puede ser impugnado nuevamente por causa de violencia, si después de


cesada ésta se ha aprobado el contrato expresa o tácitamente, o dejando pasar el
tiempo de la restitución fijado por la ley, según el Art. 1115 del Código Civil.

La violencia se clasifica en grave y en leve. Grave: cuando se comete contra las


personas cuya importancia es suficiente para causar una viva impresión en el individuo
y que bajo la influencia de ellas comete lesiones en la persona del provocador. Leve:
cuando se comete voluntariamente contra las personas, consideradas poco graves para
que se las asimile a las lesiones.

LA LESIÓN

Es el perjuicio que un acto jurídico causa a una de las partes contratantes, como
consecuencia de las cláusulas que contiene, de las condiciones en que se pacta. La
lesión no vicia las convenciones, sino en ciertos contratos y respecto de determinadas
personas, según el Art.1118 del Código Civil.

El articulo 1674 establece que si el vendedor ha sido lesionado en más de las siete
duodécimas partes en el precio de un inmueble, tiene derecho a pedir la rescisión de la
venta, aunque haya renunciado a ello.

LA INCAPACIDAD

Es la ausencia de capacidad para poder ejercer un derecho. La incapacidad se divide


en:

• Incapacidad de goce que es la falta de aptitud para adquirir y poseer derechos


del cual se es titular.

• Incapacidad de ejercicio que es la falta de aptitud para ejercer los derechos de


que una persona esta investida.

• Incapacidad de hecho es aquella necesaria, se impone al legislador.

• Incapacidad de derecho es arbitraria y representa una creación de determinado


derecho positivo.
• Incapacidad general es cuando se extienda todos los actos jurídicos. Ej.: menor
declarado en interdicción.

• Incapacidad especial es aquella que se refiere a actos de determinada


categoría.

• Incapacidad natural esta cubrida por la incapacidad legal y representa un


estado de ineptitud donde la ley no hace más que sancionar y reglamentar una
situación que se impone por sí misma.

• Incapacidad arbitraria es la ausencia de capacidad determinada y declarada


por la ley, que es en ocasiones la obra arbitraria de la misma ley.

• Incapacidad de defensa social es aquella establecida para defender a la


sociedad contra el incapaz y sus sanciones están dirigidas contra el mismo
incapacitado.

• Incapacidad de protección es la establecida para proteger al incapaz.

El Art. 1123 del código civil expresa que cualquier puede constatar sino esta declarado
incapaz por la ley, esta regla se aplica a todos los actos jurídicos. Produce dos
consecuencias:

 Aquellas personas que la ley no declara incapaz están dotado de capacidad plena.

 A estas personas les son permitidos todos lo actos que la ley no prohíbe a los
incapaces.

Los incapaces de contratar son: los menores de edad, los sujetos ha interdicción, en los
casos expresados por la ley y todos aquellos a quienes la ley a prohibido ciertos
contratos, según el articulo 1124 de código civil.

Conclusión

En este trabajo apreciamos los vicios del consentimiento y los artículos que la
encierran. Por lo que pudimos apreciar que estos son cinco, pero que dentro de cada
uno de ellos hay diferentes tipos de errores, dolo, incapacidad, violencia y lesión.

En el mismo notamos que para que cada uno de ellos pueda darse se necesita de un
acto especifico y que dependiendo de esta se clasificara dentro del vicio que le
corresponde. Esperando así que un futuro lo aprendido sea empleado para desarrollar
mis conocimientos y poder aplicarlo, desempeñando un buen papel ante la justicia.

Fuerza mayor

La fuerza mayor o causa mayor, también conocido como mano de Dios o en latín vis
maior, es un hecho que no se puede evitar y tampoco se puede prever. Tiene gran
importancia, en Derecho, a la hora de establecer la responsabilidad por los daños.
Por poner un ejemplo, cuando una empresa no ofrece un servicio por causa de fuerza
mayor, puede evitar el pago de los daños, ya que no está en su mano poder evitarla. La
existencia de una fuerza mayor normalmente libera a una o ambas partes de un
contrato de sus obligaciones contractuales.

Quedan excluidas la causas que no se pueden evitar pero sí prever, que se denominan
caso fortuito, y las negligencias, que son casos que sí se pudieron evitar:

• Si una persona tiene contratado un viaje al Caribe en una agencia de viajes y se


sabe que un huracán va cruzar esa zona. No se puede evitar que el huracán
devaste esa zona pero sí puede anular el viaje al cliente y devolverle el dinero.
• Si el suministro eléctrico falla debido a que queda estropeado un transformador
por falta de mantenimiento. La avería era inesperada pero era debida a un
mantenimiento negligente.
• Otra exclusión sería en el caso de que el origen del fallo fuera desconocido. No
se podría apelar a la fuerza mayor, porque si no las empresas intentarían no
descubrir u ocultar el origen del fallo.

En cualquier caso, la cláusula de fuerza mayor es habitual en los contratos, y sirve


para cubrir posibilidades fuera del control de las partes tales como desastres
naturales, guerras, etc. Su interpretación tiene mucha importancia, porque hay muchos
casos que están en el límite entre fuerza mayor y caso fortuito (como, por ejemplo,
huelgas que impidan prestar los servicios).

En Derecho internacional, la fuerza mayor se refiere a una fuerza imposible de evitar o


de prever, más allá del control de un Estado, y que hace imposible el cumplimiento de
una obligación internacional.

Diferencias prácticas entre caso fortuito y fuerza mayor

Doctrinariamente, en Derecho, el caso fortuito es el escalón posterior a la fuerza


mayor, que es aquel evento que ni pudo ser previsto ni, de haberlo sido, podría haberse
evitado. La ley habitualmente les da un tratamiento similar, e incluso a veces confunde
ambos casos, pero existen diferencias. Si bien ambos conceptos son difusos y en
muchos casos la legislación los confunde, la doctrina coincide en señalar que, si bien
en ocasiones se puede obligar a un deudor a cumplir una obligación que incumplió por
caso fortuito, no se puede exigir nunca una obligación que se incumplió por fuerza
mayor.

La Ley dispositiva normalmente exime ambos casos, pero se permite que se pacte en el
contrato la responsabilidad en el caso fortuito.

Caso fortuito

Un caso fortuito es un evento que, a pesar de que se pudo prever, no se podía evitar.

Doctrinariamente, en Derecho, el caso fortuito es el escalón posterior a la fuerza


mayor, que es aquel evento que ni pudo ser previsto ni, de haberlo sido, podría haberse
evitado. La ley habitualmente les da un tratamiento similar, e incluso a veces confunde
ambos casos, pero existen diferencias.
Diferencias prácticas entre caso fortuito y fuerza mayor

Si bien ambos conceptos son difusos y en muchos casos la legislación los confunde, la
doctrina jurídica coincide en señalar que, si bien en ocasiones se puede obligar a un
deudor a cumplir una obligación que incumplió por caso fortuito, no se puede exigir
nunca una obligación que se incumplió por fuerza mayor.

Comúnmente se llama "caso fortuito" a lo que acontece inesperadamente, o sea a lo


"imprevisible"; la fuerza mayor alude a lo irresistible, es decir lo "inevitable". Desde el
punto de vista de los efectos jurídicos, en la medida que ambos conceptos se estén
asimilados legalmente, no existiría distinción entre ambos. Sin embargo, la ley
normalmente exime ambos casos, pero permite que se pacte en el contrato la
responsabilidad en el caso fortuito.

El caso se ilustra con un suceso real en el que una persona, dentro de su coche, parado
y con la ventanilla abierta sufrió lesiones en el ojo a consecuencia de una piedra que
saltó al paso de otro vehículo. El afectado demandó a la aseguradora del coche que le
provocó las lesiones, pero ésta se negó a indemnizarle alegando que el percance se
había producido por causa de fuerza mayor. La víctima recurrió a los tribunales que le
dieron la razón al entender que la fuerza mayor se debe a un factor ajeno como un rayo
o un huracán mientras que el accidente se produce por efecto de una actividad, en este
caso la circulación y la existencia de gravilla en la calzada. Por tanto, y al tratarse de
un caso fortuito, la aseguradora se vio obligada a indemnizar.

Características generales

Inevitabilidad

El hecho debe ser imposible de evitar aplicando la atención, cuidados y esfuerzos


normales en relación al hecho de que se trata. considerando las circunstancias
concretas de lugar, tiempo, y persona. Adviértase que si consideramos la culpa como la
omisión de la diligencias que debieron adoptarse para prever o evitar el daño, no
habrá culpa, y si caso fortuito, cuando no obstante aplicar esa conducta el hecho
resulta inevitable. Que el hecho sea extraordinario o anormal no es un carácter distinto
de la imprevisibilidad e inevitabilidad, sino que señala precisamente las circunstancias
en que el hecho no puede preverse o evitarse. Lo que sale de lo normal y del curso
ordinario de las cosas, no es dable prever.

Hecho ajeno

El hecho debe ser ajeno al presunto responsable, o exterior al vicio o riesgo de la cosa.
De otra manera estaríamos en una hipótesis que no es precisamente "causa ajena", que
los romanos denominaban casus dolus vel culpa determinatus.

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