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LA EXPERIENCIA CON DIOS DEL PUEBLO DE ISRAEL, LA VIVIMOS NOSOTROS AHORA CON JESÚS.
1 Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del
desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios.
• Muchas veces nuestro caminar por la vida nos lleva a encontrarnos con Dios.
• Aunque siempre es iniciativa suya. Como sucedió con Moisés.
• Nos encuentra para hablarnos y mostrarnos que su voluntad no esta siendo realizada y desea que le
colaboremos.
13 Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: “El Dios de vuestros padres me ha enviado a
vosotros”; cuando me pregunten: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?»
14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a
vosotros.»
15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por
él seré invocado de generación en generación.»
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2b. La invitación de Jesús es para la felicidad.
13 Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
14 Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y
le siguió.
15 Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con
Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían.
16 Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos:
«¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?»
17 Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido
a llamar a justos, sino a pecadores.»
3a. Dios escoge jefes, personas comprometidas, para guiar a su pueblo en el camino a la libertad.
9 Yo os hablé entonces y os dije: «No puedo cargar con todos vosotros yo solo.
10 Yahveh, vuestro Dios, os ha multiplicado y sois ahora tan numerosos como las estrellas del cielo.
11 Yahveh, el Dios de vuestros padres, os aumente mil veces más todavía y os bendiga como os ha prometido.
12 Pero ¿cómo voy a poder yo solo llevar vuestro peso, vuestra carga y vuestros litigios?
13 Escoged entre vosotros hombres sabios, perspicaces y experimentados, de cada una de vuestras tribus, y yo
los pondré a vuestra cabeza.»
14 Me respondisteis: «Está bien lo que propones hacer.»
15 Yo tomé, entre los jefes de vuestras tribus, hombres sabios y experimentados, y los hice jefes vuestros: jefes
de millar, de cien, de cincuenta y de diez, así como escribas para vuestras tribus.
• Jesús subió a al montaña, fue llamando, para que convivieran con él y para enviarlos a predicar.
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• Jesús nos invita a comprometer la vida, para dar vida a los demás.
24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que
edificó su casa sobre roca:
25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no
cayó, porque estaba cimentada sobre roca.
26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que
edificó su casa sobre arena:
27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue
grande su ruina.»
28 Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina;
29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.
• Jesús nos dice: quien escucha estas palabras y las pone en práctica…
• Quien escucha se parece a…
Paso del mar rojo. (Éxodo, 14, 11-12) y (Éxodo 15, 22-27)
11 Y dijeron a Moisés: «¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el
desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto?
12 ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos servir a los egipcios? Porque mejor nos es
servir a los egipcios que morir en el desierto.»
22 Moisés hizo partir a los israelitas del mar de Suf y se dirigieron hacia el desierto de Sur: caminaron tres
días por el desierto sin encontrar agua.
23 Luego llegaron a Mará, porque era amarga. Por eso se llama aquel lugar Mará.
24 El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: «¿Qué vamos a beber?»
25 Entonces Moisés invocó a Yahveh, y Yahveh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se
volvió dulce. Allí dio a Israel decretos y normas, y allí le puso a prueba.
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26 Y dijo: «Si de veras escuchas la voz de Yahveh, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, dando oídos a
sus mandatos y guardando todos sus preceptos, no traeré sobre ti ninguna de las plagas que envié sobre los
egipcios; porque yo soy Yahveh, el que te sana.»
27 Después llegaron a Elim, donde hay doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las
aguas.
15 «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu
hermano.
16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que = todo asunto quede zanjado por la palabra de
dos o tres testigos. =
17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el
publicano.
• Jesús nos invita a buscar la reconciliación y a vivir con dignidad unos con otros, expresando
adecuadamente nuestras diferencias sin que con ello se destruyan nuestras relaciones de
“hermandad”.
Maná y codornices. (Éxodo, 16, 1-35) y Hacia el mar rojo. (Éxodo, 13, 20-22)
3 Los israelitas les decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahveh en la tierra de Egipto cuando nos
sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos! Vosotros nos habéis traído a
este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea.»
4 Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada
día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley.
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6b. Jesús no abandona nunca a su pueblo.
16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo,
20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo.»
25 Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿Qué he de hacer para tener en herencia
vida eterna?»
26 El le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?»
27 Respondió: = «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas = y
con toda tu mente; = y a tu prójimo como a ti mismo.» =
28 Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»
• Ante la pregunta de ¿cómo tener la “vida eterna”? Jesús nos da unas claves.
• “Amarás a Dios y al prójimo como a ti mismo”
• la sugerencia es que obremos así.
• Que somos prójimos cuando tratamos a los demás con misericordia.