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Diccionario demonológico.

A modo de advertencia para los fundamentalistas diremos que nuestro breve


e incompleto diccionario está basado más en la poética que en la fe.
Pensamos que detrás de estos seres, vapuleados tanto por la iglesia como por
los idiotas, se esconden algunos tesoros de belleza que merecen ser
relatados.

Pocos saben que existen (dentro de la oscura poética demonológica)


demonios de la virtud, junto con otros que añoran el paraíso; demonios
enamorados, amigos de los poetas (Oscar Wilde, por ejemplo) tristes,
patéticos, humanos. No hablaremos de conjuros ni ritos; ya que aborrecemos
la estupidez; hablaremos de los demonios en función de la poesía.

Aquellos que lo deseen están invitados a recorrer con nosotros los oscuros
laberintos del infierno.

 Abadón, El Ángel Exterminador.

 Abigor, El Caballero.

 Agathion, El Modesto.

 Ammón, El Licántropo Enamorado.

 Anamelech, El Rey de las Ninfas.

 Asmodeo, el Amigo de Oscar Wilde.

 Astarot, El Desdichado.

 Azazel, El Devorador de Pecados.

 Baal, Señor de la Fecundidad.

 Baalberit, El Defensor de los Desamparados.

 Baalcefón, El Guardián.

 Baco, El Príncipe de los Sátiros.


 Bael, El Invisible.

 Barbatos, El Seductor.

 Behemot, El Rey de la Gula.

 Belfegor, De Coprófago a Símbolo Vaginal.

 Belial, El Amante de la Sodomía.

 Belcebú, El Señor de las Moscas.

 Buno, El Mudo Elocuente.

 Dagón, El Panadero de Lovecraft.

 Decarabia, El Amigo de las Aves.

 Emy, el Demonio que anhela el Paraíso.

 Endrialfo, El Político.

 Eneberg, Habitante del Inframundo.

 Flauro, El Protector de las Brujas.

 Gamigín, Un Demonio en el Purgatorio.

 Ghouls, Vampiros de Arabia.

 Golletos, Los Masoquistas.

 Hades, Señor del Infierno Griego.

 Halfael, El Insignificante.

 Halfas, El Destructor de Ciudades.

 Iatgino, El Demonio de la Fidelidad.

 Ifurino, El Demonio Galo.

 Ichneumón, El Devorador de la Culpa.


 Íncubos.

 Ipes, El Clarividente.

 Jalocer, El Astrónomo.

 Jenunianos, Los Heraldos de la Enfermedad.

 Jezbeth, El Demonio de la Mentira.

 Kelén y Nisroch, Los Demonios de la Lujuria.

 Larimón, El Íncubo.

 Leviatán.

 Lucifer: los símbolos del mal.

 Maimó, El Enemigo del Ángel de la Guarda.

 Mammón, El Avaro.

 Mefistófeles, El que Rechaza la Luz.

 Moloch, Príncipe del País de las Lágrimas.

 Nibbas, El Leal.

 Nurmur, El Amigo de Mozart y Tutor de Beethoven.

 Orobas, El Enemigo de la Mentira.

 Pinet y Florina, El Ejercicio del Amor Eterno.

 Prusias, El Seductor.

 Quirim, y la Piedra de los Traidores.

 Sabnac, El Enemigo del Arcángel Miguel.

 Samael, El Amante de Eva.

 Viné, El Padre del Psicoanálisis.


 Virtus, El Demonio de la Virtud.

 Xafán, o del Incendio del Cielo.

 Zagám, El Alquimista.

 Zilotango, El Patrono de los Homosexuales.

 Zorneo, Amigo del Marqués de Sade y Tutor de Casanova.

Abadon, el angel exterminador...

Abadón, el Ángel Exterminador.


Su nombre en hebreo significa "ruina" y en otras versiones acaso "perdición".
El libro de Job lo asimila a una cierta nostalgia de la sabiduría. Asociado a
menudo a una abrumadora languidez de la voluntad, pero también al grado
más elevado de desolación. Los catecúmenos y los gnósticos lo bautizaron
con el más conocido de sus numerosos epítetos: "El ángel Exterminador".
En el libro del Apocalípsis, cuando se rompe el séptimo sello, San Juan lo
identifica con las plagas y lo proclama Rey de las langostas.

Se ignora porqué éste demonio melancólico encarna la visión más tétrica e


insondable del abismo.

Existe un dato que siempre ha resultado inquietante para la iglesia, o al


menos para aquellos de sus miembros más sensibles a las verdades reveladas
por el estudio de las lenguas comparadas: en arameo, la raíz de la palabra
Abbadón significa "padre"; y la iglesia ortodoxa griega ha conservado la
tradición que afirma que bajo éste apelativo Jesús mencionaba a Dios.

Abigor, el Caballero.
Es llamado también Eligos, o Eligor, según los diferentes demonólogos.

Su iconografía se corresponde con la de un gran caballero montado en un


corcel negro. Es de clase distinguida y maneras afables; gusta discurrir
largamente con sus consultantes, sobre todo en lo que atañe a problemas de
estrategia. Tal vez por esto se lo recomienda cómo protector de militares y
guerrilleros.

Aleister Crowley, aquel lascivo ocultista y excelente poeta, lo suele describir


como una gran serpiente con un estandarte ensartado en el cuerpo. La
descripción es bastante incómoda, incluso difícil de imaginar; aunque
Crowley luego se apresura a afirmar que Abigor puede tomar la figura que
desee según la voluntad y el espíritu del convocante.

Abigor, el Caballero.
Es llamado también Eligos, o Eligor, según los diferentes demonólogos.

Su iconografía se corresponde con la de un gran caballero montado en un


corcel negro. Es de clase distinguida y maneras afables; gusta discurrir
largamente con sus consultantes, sobre todo en lo que atañe a problemas de
estrategia. Tal vez por esto se lo recomienda cómo protector de militares y
guerrilleros.

Aleister Crowley, aquel lascivo ocultista y excelente poeta, lo suele describir


como una gran serpiente con un estandarte ensartado en el cuerpo. La
descripción es bastante incómoda, incluso difícil de imaginar; aunque
Crowley luego se apresura a afirmar que Abigor puede tomar la figura que
desee según la voluntad y el espíritu del convocante.

Abigor, el Caballero.
Es llamado también Eligos, o Eligor, según los diferentes demonólogos.
de con la de un gran caballero montado en
Su iconografía se correspon un corcel negro. Es de clase distinguida y
maneras afables; gusta discurrir largamente con sus consultantes, sobre todo
en lo que atañe a problemas de estrategia. Tal vez por esto se lo recomienda
cómo protector de militares y guerrilleros.

Aleister Crowley, aquel lascivo ocultista y excelente poeta, lo suele describir


como una gran serpiente con un estandarte ensartado en el cuerpo. La
descripción es bastante incómoda, incluso difícil de imaginar; aunque
Crowley luego se apresura a afirmar que Abigor puede tomar la figura que
desee según la voluntad y el espíritu del convocante.
e describir como una gran serpiente con un estandarte ensartado en el
cuerpo. La descripción es bastante incómoda, incluso difícil de imaginar;
aunque Crowley luego se apresura a afirmar que Abigor puede tomar la
figura que desee según la voluntad y el espíritu del convocante.

Agathión, el Modesto.
Espíritu afable, que sólo se manifiesta al mediodía. En el Discurso e
historia de los espectros, se asevera que su modestia y falta de
protagonismo son notables; ya que incluso se deja encerrar en una botella o
un talismán para servir con mayor celeridad a quién establece un pacto
con él.

Sólo puede vérselo durante el mediodía, casi siempre con forma humana;
aunque hay grimorios que lo describen adoptando diversas fisionomías
bestiales.

Agathion parece ignorar las incontables tradiciones y leyendas de


pactos satánicos, ya que para establecer un vínculo con él no son
necesarias las firmas sangrientas, ni las promesas desmedidas, sino sólo la
palabra.

Sus poderes son bastante escasos, pero a cambio de esta falta de poderes se
puede contar indefinidamente con su fidelidad.

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