Professional Documents
Culture Documents
II
C reo que debo mencionar ahora algunas otras ideas que han
inspirado el Foro Observatorio Tánger-Tarifa (FOTT) y este
libro. Su denominación declara muy bien algunos principios o ideales.
La línea recta que une esos dos cabos, esos dos puertos, es un símbolo
de la separación paradójica que se da entre el Norte y el Sur, entre
Occidente y Oriente, entre Europa y África. Tal vez no hay otro punto
en el planeta tierra donde una distancia tan corta, de escasas nueve
millas marítimas o de dieciséis kilómetros, entre la bocana de los dos
puertos, produzca una frontera de tan amplias y profundas
significaciones políticas, históricas, culturales. Hoy, por desgracia, con
el fenómeno de la emigración a la desesperada en pateras estamos
hablando de dieciséis kilómetros trágicos, allí cuando el mar arroja a
las costas los cuerpos jóvenes de quienes, por otro lado, sólo aspiran a
vivir en un mundo que creen mejor, o al menos más rico.
I II
E l Orientalismo al revés.
E ste ha sido el título del primer ciclo de encuentros organizado por
el FOTT y el título de este libro. El objetivo consistió en analizar la
idea de que lo oriental, y lo oriental cercano para nosotros que es
Marruecos y por extensión lo magrebí, fuera visto, entrevisto,
contrastado, por intelectuales y pensadores, buscando el contraste de
lo personal, de lo anecdótico, del tópico o lugar común, para lo bueno y
lo malo. Porque por esa línea podremos ser capaces de obligarnos a
una reflexión que acerque un poco más las dos sociedades, ya vistas en
contemporáneo. Se ha buscado una mirada fresca, desprejuiciada y
alejada de la cita, vinculada a la biografía, al recuerdo personal, a lo
que sugiere un mundo muy cercano pero también distante, lleno de
silencios y vacíos.
IV
“
Por suerte”, sigue la periodista y poeta española, “yo nací en
un tiempo que me permitió ser libre de viajar. Esas alas que
puede desarrollar me han permitido, a su vez, llegar hasta el otro lado
de la orilla, el lado de Tánger. En los últimos tiempos las relaciones
entre ambas orillas se han complicado y son contaminadas de miedos
y amenazas. Yo no estoy al margen de esa influencia. A mi orilla (que
defiendo laica aunque haya recibido una formación católica) llegan
ecos de la situación de las mujeres en el Magreb, de la influencia de la
religión sobre sus vidas, de una estructura familiar, social, laboral que
sigue sometiéndolas al dictamen de los hombres. Pero en realidad no
lo sé de primera mano, no he convivido con ellas, no sé cómo es su
vida en su orilla. Así que decido conocer a las que tengo más cerca, las
mujeres que por razones diversas han hecho un viaje que las ha traído
hasta Madrid, la ciudad en la que vivo. La mayoría no han venido solas
pero de algún modo han tenido que desarrollar aquí unas alas más o
menos potentes que les permitan planear sobre este territorio
paradójico: libre y hostil. Para llegar a ellas empiezo por Karima, mi
vecina marroquí”.
Agradecimientos