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Economía
Emilio Cuatrecasas Figueras
Presidente de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira. Emilio Cuatrecasas (Barcelona, 1954) encarna la tercera
generación de su familia al frente de uno de los bufetes más prestigiosos del país. Convertido en uno de los «gurús»
de la economía española, está convencido de que los tiempos difíciles todavía tardarán en pasar porque, a la crisis
económica, se suma la revolución tecnológica en marcha que, en su opinión, no ha hecho más que empezar.
Emilio Cuatrecasas en la delegación que su bufete tiene en la céntrica plaza de los Luceros de Alicante, el pasado jueves.
«Tenemos por delante cinco años
complicados, de crecimiento lento
y de mucha reestructuración»
David Navarro
ALICANTE
FOTOS DE JOSE NAVARRO
De él han dicho que es el aboga-
do más rico de España, algo que nie-
ga rotundamente, pero lo que no
puede negar es que es uno de los
más influyentes del país, sobre todo
en el sector empresarial. No en vano
la mayoría de la firmas del Ibex 
son clientes suyos. El presidente de
Cuatrecasas, Gonçalves Pereira,
Emilio Cuatrecasas, ha visitado esta
semana Alicante para participar en
unas jornadas organizadas por la
Asociación de la Empresas Familiar
y también para pasar revista a las re-
modeladas instalaciones de la fir-
ma en la plaza de Luceros.
P Viene a Alicante para hablar de
los nuevos retos de las empresas
familiares, ¿cuáles son?
R En primer lugar, el reto de la glo-
balización, ese nuevo espacio co-
mún internacional en el que se de-
ben mover todas las compañías y al
que deben adaptar su oferta. Y, en
segundo lugar, existe un reto tecno-
lógico que amenaza todo lo que co-
nocíamos. Aunque muchos no lo
crean, estas nuevas tecnologías sólo
están empezando, están en sus al-
bores, y van a cambiar todos los mo-
delos que las compañías han veni-
do siguiendo en los últimos  años.
P ¿Tan radical va a ser el cambio?
R Va a ser un cambio enorme y ade-
más, lamentablemente y por lo me-
nos hasta ahora, es un cambio que
produce paro. La tecnología nos
permite hacer de manera más rápi-
da y más eficiente lo que antes se
hacía con muchas personas. Eso es
un reto. Mire los cambios en las
compañías aéreas, las agencias de
viajes... Mire su sector, la prensa,
¿seguirá existiendo la prensa escri-
ta dentro de unos años? Incluso las
compañías de productos más tra-
dicionales deberán plantearse
cómo operarán en los próximos
años y otras deberán cuestionarse
su propia razón de ser.
P Y la crisis complica más ese
cambio. ¿Cuáles son sus pronós-
ticos sobre la economía?
R No son muy buenos, en el corto
plazo, aunque también hay que de-
cir que el pesimismo no arregla
nada. Hay que pensar que salir se
sale siempre, mejor o peor, pero
siempre.
P La pregunta es, ¿cuándo y
cómo?
R Pienso que aún tenemos cinco
años por delante que van a ser com-
plicados, que van a ser de creci-
miento lento y de mucha reestruc-
turación interna en el mundo de las
«La reforma laboral llega EN CORTO
tarde y es insuficiente,
pero al menos ha
permitido abrir ese melón»
«Las empresas resisten
razonablemente bien, no PREVISIONES
hay más suspensiones de P: ¿Qué evolución pronostica
para la economía alicantina,
pagos que en otras crisis» que sufre más la crisis?
compañías. Durante estos cinco
años todos deberemos repensar
nuestros propios modelos en fun-
ción de lo que intuyamos que va a
ser el futuro.
P Es un plazo muy largo....
R Bueno, hablo de adaptarse. Esto
no quiere decir que no podamos
subsistir durante este tiempo. Lo
que hay que tener claro es que sin
hacer deberes nadie va a salir.
P ¿Cómo se resuelve el problema
que apuntaba antes de la destruc-
ción de empleo?
R Creo que puede haber medidas
mucho más importantes para
afrontar el desempleo de las que se
han tomado.
P Desde el Instituto Cuatrecasas
se ha criticado la reforma laboral,
¿comparte esas críticas?
R Sí. El Instituto lo que dice es que
la reforma llega tarde y que es insu-
DOMINGO, 10 DE OCTUBRE, 2010 41
Es cierto que es más volátil, por-
R: que la crisis internacional ha
golpeado más fuerte todo lo que es el
sector turismo, pero sigue teniendo lo
que otros no pueden dar, que es la cos-
ta y es el sol y esas cosas de las que a
veces nos reímos pero que son fuen-
tes de ingresos muy importantes y va-
liosas. El sol y playa es un gran activo
y, sobre todo, un activo que la gente
desea, ya no solo para venir el fin de
semana, sino para instalarse aquí. Por
tanto, la economía alicantina es más
volátil, cae antes, pero también se re-
cupera antes.
ficiente pero también que tiene vir-
tudes. El régimen laboral español
fue intocable durante muchos años.
En las épocas de bonanza nadie se
ha atrevido a modificarlo, hemos
necesitado un shock para abrir por
fin ese melón.
P ¿Hacia donde debería haber
caminado la reforma?
R Las palabras clave son flexibili-
dad y responsabilidad. No tenemos
toda la flexibilidad que las empre-
sas demandan para adaptarse al
cambio. Hablo de flexibilidad inter-
na, flexibilidad para contratar, para
poder amoldar, movilizar a la plan-
tilla. También para unir los salarios
a la productividad. Hay que avan-
zar en la corresponsabilidad, que
trabajadores, directivos y accionis-
tas vayan todos en el mismo barco.
Pero, en todo caso, yo creo que la re-
forma también tiene un punto po-
sitivo y es que se ha hablado por pri-
mera vez de la necesidad de hacer
cambios y que alguno de los gran-
des tabús de los que no se podía ha-
blar, como el despido, se han podi-
do tratar. También se han incorpo-
rado algunas fórmulas imaginativas
como la del modelo alemán.
P ¿Desde el Gobierno se podría
haber hecho algo más para ayu-
dar a superar la crisis?
R Sin duda, creo que toda la ciuda-
danía española coincide en pensar
que habría ayudado más si se hu-
biera reconocido antes la crisis. No
digo que se hubiera podido prever,
pero sí se hubieran podido evitar al-
gunas medidas de gasto que sor-
prendieron, como los cheques por
determinadas cuestiones, en un
momento en que sólo unos meses
después se veía que la catástrofe era
enorme.
P Y las empresas, ¿han sabido re-
accionar?
R Creo que les cogió de improviso.
La crisis tiene muchas vertientes y
una fue la financiera, que fue ajena
a ellas. El sistema estuvo a punto del
colapso a finales de  y eso sor-
prendió a las empresas y las estran-
guló. ¿Podrían haberlo previsto? Era
difícil.
P ¿No fue un error el nivel de en-
deudamiento que adquirieron?
R No. Había mucho endeuda-
miento, eso es cierto, pero también
son importantes los activos que
existen. Es decir, no era un endeu-
damiento a costa de la solvencia,
por eso ha aguantado el sistema. En
la primera crisis que viví, en la del
petróleo de los años , las compa-
ñías sí que estaban muy infracapi-
talizadas, pero esta crisis las ha co-
gido mucho mejor. Claro, si de re-
pente se hunde el mundo y los acti-
vos bajan de valor, eso es muy im-
previsible, no es culpa del crédito.
Pero las empresas han resistido ra-
zonablemente bien, el nivel de sus-
pensiones de pagos no es superior
al que ha habido en crisis anterio-
res, por ahora.
P ¿Cómo está afectando la crisis
a la abogacía? Dicen que con los
concursos de acreedores les está
yendo bastante bien...
R No es así. La crisis nos golpea a
todos. No es lo mismo tener a los
clientes viviendo momentos ex-
pansivos que en otras situaciones.
Es verdad que la abogacía es más
anticíclica que otros sectores, como
la construcción. Eso significa que
resiste mejor los momentos de de-
presión porque tiene otros servicios
que ofrecer también para esas es-
pecíficas circunstancias, como la
rama concursal o la refinanciación
o los expedientes de regulación de
empleo. Pero eso no compensa
toda la caída.