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Adolescentes, Drogas e Infracción de ley.

Región de Valparaíso:
2004-2009.

Adolescentes, Drogas e
Infracción de ley.
Región de Valparaíso: 2004-
2009.

Dossier:

Documentos de trabajo e investigación.


Hugo Muñoz Jaramillo.
Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 1


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.

Índice:

Pág.

1.- Privación de Libertad Adolescente en Chile,


una reflexión desde la praxis. 03

2.- En CANADÁ. Adolescentes en privación de libertad. 15

3.- Del viaje de Alicia a las Maravillas


y de sus des-encuentros con otros. 80

4.- Análisis Socio-Interaccional CPM


(Sección de Menores de la Cárcel de) Valparaíso (2006).
O, del Incidente de la Zapatilla Voladora. 95

5.- Elementos Interaccionales y Trabajo Grupal 100

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15 de Octubre de 2009

Privación de Libertad Adolescente en Chile,

una reflexión desde la praxis.

Ponencia elaborada para el “Primer Congreso Latinoamericano de Niñez Adolescencia y


Familia” en Mendoza-República Argentina ante la comisión 4B “Derechos del Niño y
Procedimiento: Justicia Penal Juvenil y Órganos de Protección de Derechos”.

RESUMEN: El presente texto es el resultado de una labor de reflexión que


realizan los autores, en donde intentan contextualizar la emergencia del
fenómeno de los jóvenes infractores de ley en Chile, partiendo por el rol
del estado, las políticas de infancia, la marginalidad, la construcción de
la identidad, la sociedad de consumo y la economía alternativa, para
abordar finalmente el tema del la privación de libertad en el contexto de
la ley de responsabilidad penal adolescente, vigente desde el 8 de Junio
del año 2007.

Autores:

Hugo Muñoz Jaramillo1


Asistente Social
Magíster © en Filosofía.
Francisco Ubilla Pavez
Asistente Social
Magíster © en Psicología Social.

1
Director del Programa de Tratamiento Ambulatorio para Jóvenes Infractores
de Ley (PAI). (Corporación PRODEL, V Región).
Email: prodelquinta@yahoo.es
Pagina : www.construccioncultural.cl
Teléfono: 52 -32 – 2595303.
Dirección: Colon 3126, Valparaíso. Chile.

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Privación de Libertad Adolescente en Chile, una reflexión desde la praxis.

Introducción

El presente texto se apoya en seis años de experiencia en el trabajo directo con


adolescentes que se encuentran privados de libertad en la Región de Valparaíso, Chile. A
través de la implementación de un programa de tratamiento en el ámbito del consumo de
drogas, conocemos desde dentro el nuevo circuito penal en tanto sus semejanzas y
diferencias al sistema anterior al que viene a imponer la Ley de Responsabilidad Penal
Adolescente 20.084, cuando entra en vigencia en julio de 2007.

Como Organismo de la Sociedad Civil la Corporación PRODEL, ejecuta planes de


tratamiento para el Estado de Chile, a través de un Convenio Marco en el cual participan
el Servicio Nacional de Menores (SENAME), el Consejo para el Control de
Estupefacientes (CONACE), el Ministerio de Salud (MINSAL), y el Fondo Nacional de
Salud (FONASA). Atendemos a 35 jóvenes que se encuentran encarcelados y
condenados en el CIP-CRC Limache2, dando respuesta a una demanda en salud mental
creciente, compleja y en muchos casos con riesgo vital; con recursos limitados,
deficiencias en infraestructura y en condiciones laborales para el equipo de trabajo.

Antes de entrar en materia, intentaremos aportar un marco de referencia con algunos


elementos que permitan situar la materia de nuestras reflexiones en el contexto de una
realidad compleja y con aspectos bastante particulares (tanto legales como
institucionales).

Es esta una reflexión en relación al encarcelamiento de adolescentes, a partir de una


praxis particular, en el contexto de la nueva Ley; desde una perspectiva enclavada en las
Ciencias Sociales, la Salud Mental y los Derechos de los Niños.

1.- Estado Subsidiario y Políticas de Infancia.

En Chile, la constitución del 1980 legitimó una nueva institucionalidad, que consagró el
tránsito desde un Estado de bienestar a uno de tipo subsidiario, que trasladó el

2
Actualmente, cuenta con una población penal de alrededor de 140
adolescentes.

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protagonismo desde el Estado al mercado, desarrollando una política pública mínima que
se expresó en una caída del gasto social, el cual se focalizó en las familias en condición
de pobreza, imponiendo además, la privatización los servicios sociales y la
descentralización de la gestión en educación y salud3.

Se produjo un incremento de población infantil en políticas selectivas de riesgo social y


asistenciales, la internación masiva de “menores”, y una exclusión de demanda compleja
(infractores, desertores escolares, niños de la calle).

Tal tendencia se comenzó a revertir con los gobiernos democráticos, los que procuraron
ampliar el sistema de protección social, diversificando la oferta pública y estableciendo la
existencia de grupos vulnerables (entre estos la infancia y/o juventud), transitando desde
un enfoque asistencial al de inversión social.

En el área de la infancia, se ratifico la convención de derechos del niño, dando inicio a un


proceso de reformas legislativas e institucionales, que permitiesen instalar el denominado
enfoque de derechos.

En términos de la sociedad global, los adolescentes “marginales” y/o “infractores de ley”


son visualizados como víctimas y/o amenazas según el caso, registrándose sobre
intervención y control a sus familias desde los saberes profesionales, escasa
consideración de sus propias capacidades y recursos, operando con prácticas que tienen
fuertes componentes autoritarios, en las que se la valora a la familia desde lo discursivo,
pero se la sustituye como solución a sus problemas4.

2.- Marginalidad, marginación e Identidad Social

Acorde a este contexto, y en el marco de una sociedad donde predomina el


neoliberalismo, actualmente se opera con la premisa que las condiciones en que
desarrollan su vida las personas, y las acciones que realizan o no, son de exclusiva
responsabilidad de cada sujeto. En este sentido, no es de extrañar que ocupe el término

3
Moulian, Tomás (1998) “Páramo del ciudadano”, en Chile Actual: Anatomía de
un mito, LOM-ARCIS, Santiago, Chile.
4
Larrain H. Soledad (2005), Presentación: “Políticas hacia las familias,
protección e inclusión social”, Comisión Económica Para América Latina y el
Caribe - CEPAL, Santiago, Chile. 28-29 junio.

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"marginales" para aludir a quienes se mantienen fuera del mercado, de la ley, o de
ambos.

En el país, ha pesar de disminuir las estadísticas de pobreza, se han acentuado el


fenómeno de la segregación urbana5 - que existía ya antes - la separación entre los
distintos estratos sociales, se replica de forma ostensible en las ciudades más
importantes6.

Existiendo amplios sectores de la ciudad, donde predominan elevados índices de


indigencia y/o pobreza, desempleo y/o subempleo; un difícil acceso a servicios de salud y
educación (de calidad); en lo habitacional se visualiza hacinamiento, deficiente
urbanización; una presencia significativa de trastornos psicológicos como estrés, violencia
intrafamiliar, conductas transgresoras como consumo-tráfico de drogas, delincuencia, etc.

Estos elementos resultan de suma importancia para avanzar en la comprensión de las


dinámicas culturales, por las que quienes sufren de “exclusión social” pueden llegar a
autoidentificarse como marginales. De tal modo que, el estar situado al margen de los
recursos económicos y de las oportunidades (que se vinculan a un deficiente “capital
social), es distinto a vivir la pobreza material como una mera circunstancia.

Lo anterior, no es extraño si consideramos que el carácter social de las identidades


individuales, es reconocido por la mayoría de las concepciones sociológicas y
psicológicas, de modo que teorías como el psicoanálisis, el interaccionismo simbólico, la
psicología genética, y la teoría de la comunicación (en las ciencias sociales); que
comparten la idea de que la identidad individual se forma interactuando en una variedad
de relaciones sociales (Yañez, 1997) 7 .

5
Para la Real Academia de la Lengua Española (RAE) segregar es “separar y
marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales,
políticos o culturales”
6
Prieto D. Miguel “La segregación espacial de sectores sociales de bajos
ingresos en las ciudades medias chilenas bajo el sistema económico neoliberal.
La vivienda social depredadora del medio ambiente urbano años 1975-1998,
ponencia presentada al 6° encuentro científico sobre el medio ambiente,
CIPMA, Instituto de Estudios Urbanos P. Universidad Católica de Chile, 6 al 8 de
enero de 1998.
7
Yañez, Carlos (1997) “Identidad, Aproximaciones al Concepto”, Revista
Colombiana de Sociología - Nueva Serie - Vol. HI No. 2. Bogota. Colombia.

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Tajfel (1981)8 con su “Teoría de la Identidad Social” y la posterior “Teoría de la


Autocategorización” (Turner, 1987) 9, plantean que el autoconcepto, se conforma al
menos en parte por la identificación con los grupos de pertenencia y de referencia,
esto lo hemos observado en un número importante de jóvenes con quienes trabajamos,
los que desarrollan su vida en condiciones precarias, experimentando fuertes
sentimientos de desesperanza “aprendida”, en este proceso, los grupos de pares, ya sean
grupos de esquina, tribus urbanas, pandillas, barras bravas, etc. parecieran funcionar
como retroalimentadores de la situación de “marginación estructural10”.

En otras palabras, muchos adolescentes legitiman la marginación y construyen su


identidad a partir de la situación de ser mantenidos fuera, de modo que su condición deja
de ser un dato estadístico o un índice, adquiriendo un sentido mucho más trascendente al
convertirse en un espacio cultural.

3.- Sociedad de Consumo y la Economía Alternativa.

Paralelamente, el modelo promueve el consumo como valor social, el discurso desde la


esfera política y especialmente desde los medios de comunicación, valida estilos de vida
asociados a la posesión de objetos materiales y el acceso a servicios, fomentando un
ambiente que acrecienta las expectativas.

Esto resulta paradójico, si consideramos que en las estadísticas del Banco Mundial el año
2005, Chile esta posicionado en el lugar numero 16 en un ranking de desigualdad en la
distribución de los ingresos, en una lista de 127 naciones, los que verifica las cotidianas
dificultades que existen para acceder a recursos sociales y económicos.

8
Tajfel, H. (1981) “Grupos Humanos y Categorías Sociales”. Traducción de
Editorial Herder (1984). Barcelona: España.
9
Turner, J.C. et al. (1987),”Redescubrir el Grupo Social”. Traducción de
Editorial Morata (1990). Madrid. España.
10
Anzaldo, Carlos y Prado, Minerva (2005) “Índices de marginación, 2005”,
Primera edición: noviembre de 2006. CONAPO, Mexico D.F.
El Consejo Nacional de Población Mexicano (CONAPO) señala que la
marginación es un fenómeno estructural que se origina en la modalidad, estilo
o patrón histórico de desarrollo; ésta se expresa, por un lado, en la dificultad
para propagar el progreso técnico en el conjunto de la estructura productiva y
en las regiones del país, y por el otro, en la exclusión de grupos sociales del
proceso de desarrollo y del disfrute de sus beneficios.

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En este contexto, y dadas unas ciertas condiciones psicológicas, familiares y sociales, se
generaría una “base de incentivos” que podría inclinar a "algunos" jóvenes a la comisión
de delitos (robos, tráfico, etc.) los que "pueden" ser realizados de forma exploratoria, con
mayor periodicidad, ser parte de las actividades cotidianas, o como una forma de trabajo
"profesional" y/o a la evasión a través del consumo abusivo y/o dependiente de alcohol y
drogas, o a ambos.

La hipótesis que respalda la correlación entre los incentivos sociales y la marginalidad


estructural, adquiere fuerza al verificar las estadísticas del Ministerio Publico, las que dan
cuenta del predominio de los delitos contra la propiedad, por sobre los de otro tipo.

Se hace necesario considerar, que en ciertos contextos de la marginalidad, el delito puede


tener un mayor reconocimiento social, que vivir en la norma, lo que es denominado ser
"vivo" y no "gil"11, de tal forma, que optan por esta forma de vida, que según su punto de
vista es más atractiva, que asistir a colegios que brindan una educación de dudosa
calidad (PSU), conducente a tener trabajos precarios y mal remunerados.

Desde este enfoque, las conductas trasgresoras, especialmente la infracción de ley, se


puede visualizar como una manifestación de lo que Doris Cooper llama "economía
alternativa". Una estrategia ilegal, que permite a jóvenes sectores marginados la
oportunidad de acceder a bienes y servicios, que creen muy difícil o imposibles de
alcanzar por los medios legales12.

Al interpretar este fenómeno desde la óptica de la existencia de una economía alternativa,


se puede especular, que un porcentaje importante de los adolescentes que han infringido
la ley penal, han realizado un cálculo, que utiliza de forma consistente el más puro
raciocinio económico y/o instrumental.

Esto último, coincide con la clásica teoría de la anomia (Merton. 1938) 13, bajo la cual
estos jóvenes manifestarían comportamiento innovador, ya que coincidirían con los fines
del modelo, pero que rechazan las formas establecidas y legitimadas socialmente.

11
Ser vivo: puede interpretarse como ser rápido de mente, avisado; por el
contrario ser gil sería ser tonto, o lento.
12
Cooper Mayr, Doris (2002), “Criminología y delincuencia femenina” Teoría
de la economía informal alternativa e ilegal” Lom ediciones, santiago-chile.
13
Merton, R. (1938). Tesis doctoral, Ciencia, Tecnología y Sociedad en la
Inglaterra del siglo XVII Artículo “"Social Structure and Anomie", American
Sociological Review-3, páginas 672 a 682. Harvard University, Cambridge,
Massachusetts, USA.

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4.- El asunto del encarcelamiento Adolescente

Chile se caracteriza en muchos aspectos por generar discursos que se contradicen con su
realidad de hecho. Entre otros ejemplos: Funciona con un ordenamiento legal que fue
impuesto ilegalmente; se propone ser un país desarrollado, con una economía que
depende de la exportación de materias primas; así como, vive ocupado en la agenda de
una “opinión pública” que, casi abrumadoramente, es patrimonio de unos pocos pero
poderosos privados, en los medios de comunicación.

Puede inferirse entonces porqué no parece extraño pasar a través de esta Ley, de un
Estado que encarcelaba para proteger (en el contexto de un sistema tutelar) a otro que
encarcela para rehabilitar, responsabilizar y educar (en un sistema que se declara
garantista). Ahora, las cárceles para adolescentes tendrían un uso más amplio y eficiente;
y además, el actual concepto de “justicia especializada” para menores de edad
mantendría el mismo “remedio” que se aplicó a una “enfermedad” muy distinta.

Y es que la nueva Ley vendrá a redefinir la relación entre el Estado y un sujeto que no es
aún adulto (y que por ello no podrá defenderse de la mejor forma posible frente a la
acción de un Estado represor14), estableciendo exigencias de responsabilidad sobre actos
que ahora le son imputables. Cabe mencionar que, al instalar unas debidas garantías de
proceso, que serían las mínimas para un adulto cualquiera, queda en la extraña condición
de, por una parte ser capaz de exigir al adolescente su responsabilidad, pero no de ser
capaz de cumplir con las garantías que a sí mismo se impone, o que a través de la
normativa de la Convención debiese implementar. Asunto al que volveremos más tarde.

A través de los supuestos socioeducativos y los demás dispositivos que la Ley genera, se
instalará entre la sociedad y: un sujeto “salvaje” que debe ser “domado” y/o
“domesticado”; un “psicópata”, que debe ser “sanado” o simplemente encerrado por
constituirse un “peligro” para ella; o por un “enfermo-adicto” que debe rehabilitarse. Al
establecerse así la norma, el efecto viene a ser el desplazamiento de la atención ahora,
sobre unos ciertos sujetos a-normales, sobre los cuales instalar tanto unos discursos
como unas prácticas dirigidas a controlar, homogeneizar y/o psiquiatrizar. En ello vemos
14
Debe recordarse que en Chile se ha optado por adelantar en Asuntos de
Responsabilidad Penal del Adolescente, antes que contar con un “Sistema de
Protección Integral a la Infancia”.

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tanto la acción que el Estado aplica para controlar este segmento etario, pero además un
silencio incierto desde los colegios profesionales o desde la Academia que concede sin
rechistar un sistema que encarcela para re-insertar, re-habilitar, educar o re-educar,
incluso para someter a un proceso de terapia de adicciones, por ejemplo.

De hecho esta cárcel para adolescentes, no se llama cárcel, sino que Centro de Privación
de Libertad, desplazando el significado del significante, con lo cual “atenúa” su efecto,
convirtiéndose en algo diferente. En lo concreto, serán las mismas Instituciones que
encarcelaban para proteger, sólo que ahora con cambios en la organización que
permanece en extremo similar y con un marco legal diferente, además de un usuario que
a su también se ha diversificado.

Al interior de esta cárcel, el control de los menores estará a cargo de celadores civiles
que, sin entrenamiento formal, deben ejecutar funciones como la “contención física” que,
en las cárceles de adultos realiza Gendarmería. Con ello, las pretensiones de que estos
llamados “educadores” “eduquen”, se ve imposibilitada por el primado del imperativo de
mantener encerrados a los sujetos, contra su voluntad. El resultado es un sistema
carcelario ambiguo, que sigue contando con las necesidades obvias de la cárcel, pero con
la obligación legal de educar15. En él predomina, sin embargo, una óptica más bien psico-
social16, que redunda en que, aquellos aspectos criminológicos que pudiesen estar
presentes, se vuelvan invisibles y que genera además, como efecto adverso, un sistema
de beneficios con muchas características discrecionales que fundamentan su acción en
consideraciones de tipo psicológico, simpatías u otras, que al caso, vienen a ser
igualmente arbitrarias.

Aún cuando sabemos por experiencia que la cárcel es una pena que quebranta, deforma
y mutila al individuo, allí donde es más difícil de sanarle, en el espíritu 17; aparece en el
sistema chileno que implementa la nueva ley de Responsabilidad Penal Adolescente, no
como una excepción forzosa en circunstancias extremas (como el último recurso), sino
más bien, como una medida recurrente18.
15
Ver objetivo socioeducativo de la ley, consonante con el modelo de justicia
adolescente de Costa Rica.
16
Existe una proporción de un psicólogo y/o asistente social “disponible” para
cada diez jóvenes. Este punto nuevamente vuelve ambigua la pena y las
relaciones doble-vinculantes.
17
Permítasenos en la acepción amplia del francés Esprit, o del Geist alemán.
18
Véanse las discusiones y cifras relativas a las Internaciones Preventivas.
Actualmente en Limache correspondería a aproximadamente la mitad de la

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Según hemos observado, el encierro, para un joven de entre 14 y 18 años, no sólo será la
oportunidad de sufrir la más cruda zozobra a la que se puede someter a un ser humano,
sino que además, el daño que ocasiona dejará huellas profundas y permanentes en todas
aquellas áreas que le son indispensables para integrarse socialmente19:

Los procesos cognitivos se empobrecen por falta de estímulos y en muchos casos


se retrocede y pierden habilidades previas. Las instancias que fomentan la
plasticidad neuronal, o que ocasionen nuevos procesos cognitivos, son pocas. Y
las actividades recreativas que trabajen directamente la creatividad y/o el
entrenamiento de habilidades cognitivas complejas, son inexistentes.

El efecto de ser el “objeto” de la fuerza del Estado a esta temprana edad –


hipotetizamos- tendría como efecto adverso la significación de las personas (el
Otro), como objetos para el control, la dominación o el goce, fortaleciendo
aquellas conductas que suelen aludirse como “predatorias”. Además, los aspectos
culturales del habitus cárcel20 terminan reemplazando lo marginal-delictivo por lo
socio-educativo que pretende la Ley, generando efectos notables sobre una
identidad adolescente asociada a la figura idealizada del ladrón.

Además, el encierro será fuente de descompensaciones de patologías previas 21 y


de probable desarrollo de patologías psiquiátricas severas22.

Por otra parte, los vínculos sociales no sólo se rompen en muchos niveles, sino
que además, en la mayoría de las ocasiones se vuelven perversos. Los roles
sociales se restringen de forma abrupta, limitándose en diversidad y flexibilidad. Y,
el poder tendrá un papel preponderante en los efectos del encierro; dando paso
de un contexto antes de la Ley de una cierta lucha por el “metro cuadrado” a otro
escenario nuevo, con una multiplicación del encierro23, en que la disputa se
traslada al “centímetro cuadrado”.
población.
19
Por motivos de espacio nos remitiremos sólo a los más relevantes.
20
Hemos trabajado antes este asunto en la investigación: “En Canadá,
adolescentes y privación de libertad”, disponible en
www.construccioncultural.cl.
21
Abstinencia, descontrol de impulsos, trastornos conductuales, etc.
22
Por ejemplo cuadros adaptativos, depresión e incluso psicosis en no pocas
oportunidades.
23
Una suerte de “muñeca rusa” en la que se multiplican los espacios de
“encierro dentro de otro encierro”.

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Desde el punto de vista emocional y afectivo, se les separa a los jóvenes no sólo
de su familia de origen, sino que se les aleja de la posibilidad de desarrollar
naturales acercamientos con sus pares del sexo opuesto, constriñendo hasta el
punto de la atrofia las oportunidades de desarrollo afectivo-sexual. Esta dimensión
tendrá otras manifestaciones muy crudas y concretas. El fenómeno de la auto-
agresión en sus múltiples expresiones tendrá en un extremo menos grave,
provocaciones directas de manera de obtener algún tipo de violencia como
respuesta (a otros jóvenes, a funcionarios del centro o incluso a Gendarmería); así
como cortes auto inferidos en brazos piernas y abdomen, incluso como auto-
apuñalamientos; llegando en el extremo, a atentados contra la propia vida, que en
la cárcel en que trabajamos, ya cobraron su primera victima.

5.- Finalmente

En este punto, pareciese obvia la pregunta en tanto las evidencias incontrovertibles a


partir de las cuales el Estado chileno se propone realizar la re-habilitación de un
adolescente a través de la encarcelación. Lo llamativo es que en las malas condiciones en
que el sistema está funcionando24, la Academia no parezca interesada en evaluar o al
menos someter a escrutinio, esta “solución” del Estado. A su vez, en la esfera política y el
ámbito social general, el sensato sentido común pareciese estar secuestrado por la acción
sistemática de una propaganda mediática generalizada, que pone énfasis en los peligros
que representan para el país estos sujetos adolescentes; y que por otra parte, minimiza
los daños y peligros de la desigualdad social y el capitalismo a la chilena, idealizando los
beneficios de un sistema de económico que mercantiliza las relaciones interpersonales y
debilita la cohesión social, imponiendo (no sólo) a los jóvenes el lujo y la ostentación en el
consumo como forma de validación social; así como al consumidor como ideal de validez
existencial o como sucedáneo de ciudadano.

En relación a la cárcel, nos parece imposible que en su interior se logre poner por sobre el
interés de la Institución, el “interés superior del niño”; porque ello se da según
circunstancias y características de cada joven en particular. Este “en cada caso” resulta

24
Ver Informe Ejecutivo: “Principales nudos problemáticos de los Centros
Privativos de Libertad para Adolescentes y Secciones Penales Juveniles”,
UNICEF,
http://www.cejamericas.org/cejacommunity/?id=369&item2=4512

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inabordable para la polis-cárcel, que debe velar por el asunto del control25, que pondrá por
sobre el bien de cada individuo el “bien común” institucional. Esta suerte de razón de
estado, guardando las proporciones, caerá rápidamente sobre aquellos jóvenes que no
logran adaptarse a la cárcel sumisa e incondicionalmente (lo esperable en un rehabilitado
o rehabilitable). Siendo entonces la obediencia y la adecuación a la arbitrariedad, en un
contexto tan violento y estresante, indicador de una incierta salud.

Aún cuando reconocemos que la R.P.A viene a significar un gran avance para la
legislación chilena, al establecer un sistema que al implementarse (con todos sus
claroscuros), se vuelve perfectible, es innegable que urgentes reformas deben
introducirse en ella. El fenómeno debe ser abordarse seriamente y evitar toda suerte de
facilismos o de utilización político-electoral. Ello debiese implicar mecanismos ágiles de
control y supervisión, independientes y muy especializados que posean las atribuciones
suficientes para, de ser necesario, interponer acciones legales contra el Estado, cuando
este no esté en condiciones de privar de libertad respetando todos los demás derechos
consagrados en el cuerpo de la Ley, la Convención y los distintos instrumentos
internacionales relativos a la privación de libertad.

Evitamos aquí sin embargo, subestimar o infantilizar a los adolescentes que han sido
encarcelados, principalmente porque son, en las más de las ocasiones, individuos
notables que se abalanzan sobre la existencia dispuestos a sacar de ella el mayor partido
posible; que no se conforman con una existencia marginal, sin trascendencia o
notoriedad; jóvenes fuertes y decididos que aspiran –hipotetizamos- a una muy particular
forma de heroísmo26.

Quedará, sin embargo, abierta la pregunta sobre lo que debe prevalecer: si la retribución
del daño ocasionado que la sociedad reclamaría a través del castigo penal, los derechos
del Estado; o si el “Interés Superior del Niño”, que será siempre en cada caso, y sobre un
sujeto en desarrollo. Sobre estos puntos debiese dirimirse la situación del
encarcelamiento en su excepcionalidad, y sólo luego de agotar todas las opciones
posibles que tiendan a educar, sanar, integrar y proteger a quienes, probablemente, a
25
Véase la obra de Michel Foucault: “VIGILAR Y CASTIGAR Nacimiento de la
Prisión”, ed. Siglo XXI, Bs. As.
26
Podrían pensarse como versiones postmodernas de Aquiles “el de los pies
ligeros”, que habría elegido una vida corta pero llena de gloria a otra longeva
pero sin resonancia. Nótese el paralelo cuando en la Odisea Ulises se
encuentra con él en el inframundo.

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través de estas conductas, estén pidiendo ayuda o simplemente reflejando aquellos
aspectos que como sociedad les hemos impuesto o quitado.

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Propuestas27:

1.- Que el carácter excepcional de la privación de libertad en todas las ocasiones se


aplique con rigurosidad.
2.- Que exista una Supervisión permanente desde Organismos la sociedad civil
(Independientes del Estado), e incluso Internacional, en cuanto a las características y
condiciones del encarcelamiento.
3.- Que exista Personal especializado, tanto desde el nivel del trato Directo, como en los
demás niveles decisionales.
4.- Que exista una oferta amplia y adecuada a los intereses y motivaciones adolescentes
(que observamos con gustos o preferencias por la adrenalina, la actividad física, las artes,
la música, etc.).
5.- Formar a los adolescentes en auto-cuidado y auto-defensa (física, legal, psicosocio-
emocional). El primer objetivo socioeducativo de la Ley debiese ser un sujeto que sepa
defenderse a partir de ella.
6.- Separar las funciones de control, de todas las demás: educativas, médicas,
terapéuticas, culturales, etc.
7.- Promover y formalizar las formas de organización entre adolescentes para la
formulación de sus demandas en forma colectiva: De convivencia, deportivas, culturales,
de esparcimiento, etc. Estableciendo mecanismo de formación y participación ciudadana
al interior de la cárcel.
8.- Estudiar profunda y detenidamente los efectos del encarcelamiento adolescente (Por
ejemplo, características y magnitud de los diversos daños).
9.- Establecer mejoras en el sistema de defensoría penal en el área adolescente: elevar el
número de defensores disponibles; provisión de cargos públicos por oposición y de planta;
especialización y evaluación permanente; exclusividad; y atribuciones de ingreso expedito
a los centros.
10.- Establecer como principio que, si el Estado no es capaz hacerse responsable de
garantizar los Derechos de los Jóvenes privados de libertad [establecidos en la Ley y los
demás instrumentos generados a partir de ella (Reglamento de la Ley, Norma Técnica Nº
85, etc.), así como los consagrados en la Convención y los demás Instrumentos
internacional relativos a la Privación de Libertad de Menores de Edad], no debería serle
exigible al adolescente que cumpla con lo que viene a ser su responsabilidad penal
mediante pena de encarcelamiento. Toda vez que este es un sujeto en desarrollo,
mientras que el Estado estaría completamente conformado y funcionando en condiciones
democráticas.

∗ Finalmente: Que se respeten los derechos consagrados en la Convención


Internacional de los Derechos del Niño así como los demás instrumentos internaciones
relativos a la Privación de libertad de menores de edad.

27
Este apartado fue generado el día antes de la presentación de la ponencia a
partir de consideraciones de experiencia práctica.

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Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.

En Canadá
ADOLESCENTES EN PRIVACIÓN DE
LIBERTAD28

28
Por Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social, Licenciado en Servicio Social,
Universidad de Valparaíso. Diplomado 2 veces en otros asuntos, Universidad de
Chile. Coordinador Ambulatorios Intensivos (Programa Rehabilitación de
Drogas) para “adolescentes infractores de ley” en privación de libertad y en
“libertad”. Corporación PRODEL, Valparaíso 2007. (Última revisión Agosto
2010).

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Oh, what'll you do now, my blue-eyed son?
Oh, what'll you do now, my darling young one?
I'm a-goin' back out 'fore the rain starts a-fallin',
I'll walk to the depths of the deepest black forest,
Where the people are many and their hands are all empty,
Where the pellets of poison are flooding their waters,
Where the home in the valley meets the damp dirty prison,
Where the executioner's face is always well hidden,
Where hunger is ugly, where souls are forgotten,
Where black is the color, where none is the number,
And I'll tell it and think it and speak it and breathe it,
And reflect it from the mountain so all souls can see it,
Then I'll stand on the ocean until I start sinkin',
But I'll know my song well before I start singin',
And it's a hard, it's a hard, it's a hard, it's a hard,
It's a hard rain's a-gonna fall.

The Freewheelin
Robert Allen Zimmerman
1963

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ÍNDICE: (por revisar)

1.- INTRODUCCIÓN
2. - FENÓMENO
2.1.- Antecedentes
2.2.- Marco conceptual
3.- OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
3.1.- General
3.2.- Preguntas de investigación
4.- METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN
5.- ANALISIS DE RESULTADOS
5. 1. - PRESENTACIÓN
5.1.1. - DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO
1.- INTRODUCCIÓN
2. - FENÓMENO
2.1.- Antecedentes
2.2.- Marco conceptual
3.- OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
3.1.- General
3.2 - Específicos
3.3.- Preguntas de investigación
4.- METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN
5.- ANALISIS DE RESULTADOS
5. 1. - PRESENTACIÓN
5.1.1. - Descripción del espacio.
5.1.2. - El espacio del encierro como un Campo.
5.1.3. - Capitales Simbólicos.
5.1.3.1. - Capital Cultural.
5.1.3.2. - Capital Social.
5.1.3.3. - Económicos.
5.2.- EL ENCIERRO
5.2.1. Aislamiento
5.2.2. - Los afectos
5.2.3. - Violencia
5.2.4. - Sicoseo (angustia)
5.3. - ESTRATEGIAS DE ENFRENTAMIENTO
5.3.1. - Haciéndose la mente
5.3.2. - Saliendo de la volá
5.4. - AL RITMO DE LOS LADRONES
5.4.1. - El choro vío (o el oficio del ladrón)
5.4.2. - El jil o el lonji
5.5 - UN METRO CUADRADO
5.5.1. - Conocer el ámbito / Desenvoltura
5.5.2. - Somos todos iguales
5.5.3. - Intimidad
5.5.4. - Respeto
5.5.5. - Aprendiendo a vivir en cana
5. 6 PARA QUE ME HA SERVIDO EL ENCIERRO
6.- BILIOGRAFÍA

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Anexo.- (Texto paralelo. Interpretación del observador-escritor
(mismo orden))

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INFORME DE INVESTIGACIÓN

1.- ADVERTENCIA AL LECTOR

Parecerá por momentos, el fenómeno de la penalización carcelaria,


nuevo e interesante de conocer, aún cuando recurrente, hace siglos.
Pocas cosas que no se hayan dicho de ella quedan por decir.
No intentamos de hecho decir nada nuevo.
A pesar de esto, resulta interesante preguntarnos que resulta
actualmente de vivir en un régimen de privación de libertad, cuando el
penado es un adolescente.
El documento presente, es el resultado de años de trabajo en contextos
de privación de libertad adolescente. De conocer y compartir tiempo de
encierro. Tiempos de cambio y crecimiento. Labor centrada en
comprensión e interpretación, desde una dimensión sociocultural;
marcada por una mirada empática y compasiva.
Muchas de las afirmaciones que en adelante pueden encontrarse son en
realidad, hipótesis. Por características estilísticas, parecerán verdades
enunciadas desde un discurso de verdad. No debiese el lector dejarse
convencer ni conmover por lo que en adelante pudiera resultarle
convincente. No se levantan cifras y no existen sesudos estudios que
respalden lo que en adelante pueda ser afirmado. No es un informe
destinado a la Academia29.
Las comillas se encuentran destinadas a recordar incesantemente el uso
deliberado (la elección) de un concepto o palabra, en vez de cualquier
otra. Por ello es que el lector se encuentra invitado a: leer el texto, como
cualquier otro, interpretándolo; así como a: conocer el encierro y la vida
que al interior de éste un adolescente vive.
Se deja entonces la advertencia de no tomar estos resultados por oficio
de una voluntad de poder asociada a una simple construcción de un
contestatario cientificismo social. Lo que en adelante se presenta es el
resultado de una investigación inscrita en el sentido testimonial de una
experiencia de trabajo. Interpretación convertida en texto. Vida
devenida papel. Etnografía de trabajador social. Trabajador Social que
desearía que, bajo ninguna circunstancia, su persona o la de sus hijos
tuviesen que vivir una experiencia como la que desea retratar.

29
Entendiendo por esto tanto Universidad como Judicatura de algún tipo.

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2. - FENÓMENO
2.1.- Algunos Antecedentes
Fenómeno de reciente preocupación, el consumo de drogas en esta
población (los adolescentes que infringen la ley), se devela en recientes
estudios como alarmante, con prevalencias cercanas al 50%. Esta
preocupación se plasma en la implementación de Proyectos de
Tratamiento a lo largo de nuestro país a partir del año 2003.
Durante el año 2004, se comienza a implementar, por encargo de la
Unidad de Derechos y Responsabilidad Juvenil, de SENAME V región. Un
Proyecto de Tratamiento de Drogas para adolescentes que han
infringido la ley.
Ser integrante de un equipo de tratamiento, permitió acceder a las
diversas facetas de la intervención que ofrece nuestro sistema (red
SENAME), en la región, a los adolescentes que han infringido la ley.
Desde los Programas de Intervención Ambulatorios (P.I.A.); pasando por
el COD-CERECO; hasta llegar a la Cárcel de Valparaíso (Sección de
Menores y adultos hasta los dieciocho años seis meses).
Veamos algunas cifras30.
“Actualmente, del total de niños y adolescentes que son atendidos
por SENAME, sólo un 8% corresponden a infractores a la ley penal31
(circuito UDEREJ). De éstos, podemos observar cifras nacionales de
prevalencia en el consumo de drogas, que muestran que en
comparación con el otro grupo (UPRODE, protección), 92% de los niños y
adolescentes atendidos, los primeros superan ampliamente a los
segundos, tanto en prevalencia vida (82% v/s 32%), año (69,5% v/s
21,3%) y mes (44,8% v/s 13,9%)32 en el consumo de drogas. Ahora, en el
caso particular de los adolescentes infractores de ley, tenemos algunas
cifras del Estudio SENAME y Universidad Católica de Chile 2005, en las
que encontramos que en prevalencia año, el último año asciende a
85,6% en privación de libertad, y a 67% en el medio libre; además de
encontrarse un consumo problemático de un 50% en los primeros y un
30% en los segundos33.

30
Extracto del “FORMULARIO DE PRESENTACIÓN DE PROPUESTA. Programa de
Tratamiento Integral de Adolescentes Infractores de Ley con Consumo Problemático de
Alcohol – Drogas y Otros Trastornos de Salud Mental”, para el Privativo de Libertad
Limache (ex-Lihuén). Corporación PRODEL, Marzo 2007.
31
Acción del SENAME en el ámbito de las políticas públicas dirigidas a la infancia y
adolescencia. Paulina Fernández, 21 de Abril 2006.
http://www.consejoinfancia.cl/documentos/24-04-2006/SENAME.pdf
32
SENAME: ESTUDIO SKOPUS, 2002.
33
Datos proporcionados en la presentación “PROGRAMA DE TRATAMIENTO INTEGRAL
DE ADOLESCENTES INFRACTORES DE LEY CON CONSUMO PROBLEMÁTICO DE ALCOHOL
-DROGAS Y OTROS TRASTORNOS DE SALUD MENTAL” Isabel León Pardo. Experta en
Drogodependencias UCM. CONACE-Chile

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De estos jóvenes, a nivel nacional tenemos que, en tratamiento,
los porcentajes fluctúan de acuerdo a la edad en un 66% entre los 16 y
los 17 años, en un 21% entre los 14 y 15 años, y un 13% en los de 18
años. En ellos, el consumo comenzaría alrededor de los 12 años,
presentarían un CBPS severo, la droga más usada sería la marihuana, el
sexo masculino sería preponderante con un 91,6%, versus las mujeres
que serían aproximadamente un 8,3%, presentando éstas un mayor
consumo de alcohol que los hombres (22.8% y 17.2% respectivamente).
Presentan, además, otras complicaciones: baja escolaridad (6º básico y
casi 4 años de deserción), fracaso de tratamientos en drogas con
anterioridad, escasa motivación para tratamiento en drogas, familias
multiproblemáticas y con poca motivación a apoyar proceso de
tratamiento34.
En la región de Valparaíso, encontramos que el número de
aprehensiones a menores de edad por causales delictivas se triplica
entre los años 1990 y 2001, siendo el Robo y el Hurto los delitos que
crecen en mayor proporción35. Además, en la Corte de Valparaíso
ingresaron 3.277 causas de menores en materias de infracción y/o
delitos, de las cuales 2.561 fueron terminadas. De estas causas
terminadas destacan: 1.190 (46,5%) de Robo, 403 (15,7%) de Hurto,
226 (8,8%) de lesiones, 119 (4,7%) de daños, 104 (4,1%) de drogas, 72
(2,8%) de desorden y 71 (2,8%) de abusos deshonestos, entre las
principales36.
Por otro lado encontramos entre otras características: un 88,5% es
hombre y un 11,5% mujer. Un 61,3% tiene educación básica, un 33,1%
educación media, y un 3,3% es analfabeto. Un 28,6% asiste a clases, un
22,5% no asiste y trabaja, un 41,6% no asiste y no trabaja, y un 7,3%
asiste y trabaja. Un 48,7% no trabaja, un 37% trabaja de manera
ocasional, y un 14,3% trabaja de manera permanente. Un 75,1% se ha
involucrado en robos, seguido de un 10,8% en hurtos. Un 17,1% ha sido
víctima de maltrato psicológico, un 9,7% de maltrato físico menos grave,
un 5,9% de negligencia física, y un 2,6% de maltrato físico leve. El
49,1% ha desertado del sistema escolar. Un 30,1% vivía con ambos
padres, un 20,1% con madre sola, y un 20,4% con madre con nueva
pareja. En relación a la situación del padre, el 33,5% abandonó al niño y
un 20,8% presenta incompetencia en el ejercicio de su rol. Sólo un 26%
ejerce su rol. En relación a la situación de la madre, el 45,4% presenta
incompetencia en el ejercicio de su rol y el 11,9% abandonó al niño. Sólo
un 36,1% ejerce su rol. Ambos padres presentan, en su mayoría, una
baja escolaridad (educación básica incompleta)37.”
34
Ibid.
35
Anuario de Estadísticas Criminales 2001, Paz Ciudadana.
36
Anuario de Justicia 2004, Instituto Nacional de Estadísticas.
37
Asociación Cristiana de Jóvenes (2000) Informe Evaluación CTD Ambulatorio de
Valparaíso, enero-diciembre 2000.

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En cada una de las modalidades de las cuales dispone la red SENAME,
para el abordaje del “joven infractor de ley”, la intensidad y
características de la experiencia tienen gradaciones, matices y efectos
diferenciados y diferenciantes. El paso por cada uno de estas instancias,
no sólo evidencia el grado de “compromiso” del joven en su relación con
el delito; sino que a la vez denota o evidencia la “medida de fuerza” que
el Estado ha aplicado sobre el sujeto en cuestión.
Acotamos lo interpretado y comprendido como texto, particular al
encierro desarrollado en aquellos espacios físicos que han sido
observados: COD-CERECO Lihuén, y Sección de Menores de la Cárcel de
Valparaíso. Espacios refundidos actualmente por la ley 20.084
(Responsabilidad Penal Adolescente) en los CPL o Centro de Privación de
Libertad (medio) Cerrado.

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2.2.- Marco epistémico-conceptual


El texto propuesto como resultado de la investigación, es entramado
práctico-conceptual, sedimentado a través de experiencia, teoría,
reflexión, discusión, tiempo y trabajo en equipo –ciertamente
interdisciplinario-. Perspectiva, con la cual es posible observar el
fenómeno en cuestión.
Como el objetivo es comprender y no convencer, partiremos diciendo
que mucho de los materiales conceptuales utilizados son, en efecto,
herramientas adquiridas en el devenir histórico del observador; en
ocasiones pudiese el lector no estar de acuerdo en su uso. Además de
esto, en oportunidades las afirmaciones que son resultado de la
interpretación, pudiesen caer en el terreno de la especulación
(ciertamente de una dialéctica). Pero, es en la práctica en donde estos
materiales han demostrado una utilidad para, por ejemplo, comprender
la dinámica del juego de las posiciones y sus posibles consecuencias en
la individualidad del sujeto individualizado por la acción carcelaria, o de
la acción grupal en tal o cual situación de estrés.
En cuanto a postura epistemológica, es el sujeto de investigación: Sujeto
humano, situado (temporal, espacial, cultural, estructuro-social,
histórica-mente, etc.). Dotado de capacidad reflexiva y de acción, acorde
a sus recursos (en todo ámbito). Sujeto de emoción, pensamiento y
acción. Sujeto hablante, comunicado y comunicativo. Sujeto
interpretador, creador, re-creador. Sujeto construido (por la historia, el
poder, las políticas públicas, la academia, la media, etc.). Sujeto activo y
pasivo frente a su entorno. Objeto y agente de violencia, amistad,
ternura, alegría, libertad, dolor, juventud y consumo. Sujeto Cultural.
Sujeto en la red de las interacciones y relaciones: lingüísticas, culturales,
de sentido, educativas, de poder, económicas, jurídicas, correctivas,
institucionales, familiares, afectivas, de amistad… Largo etcétera.
El trabajo directo con adolescentes en los espacios de encierro, ha
permitido observar formas de interacción social, dinámicas sociales,
relacionales si se quiere; que pueden comprenderse como particulares
de estos contextos. Estas “dinámicas”, se configurarían a partir de
formas más o menos específicas de percepción, representación, y
acción; que estarían fundadas a su vez en unos discursos y saberes
particulares; constantemente producidos y re-producidos en espacios
significados como carcelarios. Cómo es vivido el encierro y la forma de
las relaciones sociales que a partir de esto se desarrollan; o a la inversa:
estas “dinámica relacionales” y el grado en que determinarían el cómo
será vivido el encierro, comprendemos, forma parte de (simplifiquemos)
un mismo “Juego”. Juego que en sus despliegues y repliegues constituye
las “realidades sociales” que son la cana; en el diálogo entre el juego
(con sus reglas y lógicas) y el cómo este es jugado por los jugadores.

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Entenderemos sin embargo estas “dinámicas relacionales” como unos
ciertos “entramados”. Tejido denso, en el que se juegan sentidos y
posiciones, signos e interpretaciones. Arabescos observables desde la
cultura, particulares a los escenarios en los cuales se despliegan, así
como a las maneras en que los poderes (y saberes) y sus ejercicios,
envisten, invisten y/o desvisten a los sujetos.
Perspectivas de “triangulación”. Una perspectiva semiótica, Descripción
Densa usando a Clifford Geertz. Constructivismo Estructuralista, análisis
del “campo” (del encierro) utilizando a Pierre Bourdieu. Interaccionismo
Simbólico, análisis ritual facilitado por Erwin Goffman. Así como alguna
circunstancial intervención en la voz de Michel Foucault; o de algún
concepto de Lev Vygostky. Este “modelo” servirá de “contrastación” de
las realidades interpretadas tanto por el “observador” como por los
jóvenes, “dialogando” con estas realidades particulares, con aportes
conceptuales para las diversas lecturas del “con-texto encierro”.

Semiótica.
Geertz expone un concepto de ésta en un artículo llamado “Descripción
densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”, de carácter
principalmente semiótico: “Creo, junto con Max Weber, que el hombre
es un animal suspendido en telarañas cuyo significado él mismo ha
construido; imagino a la cultura como esas telarañas, y su análisis no es
una ciencia experimental que busca la ley, sino que es interpretativa y
busca el significado”38. Lo más importante sería ayudarnos a acceder al
mundo conceptual en el que viven los individuos, para poder, en el
sentido amplio del término, conversar con ellos. Para ello, la tarea
esencial de la construcción teórica aquí no es codificar regularidades
abstractas, sino “hacer posibles las descripciones densas, no generalizar
a través de los casos, sino generalizar en ellos”39
Lo que la descripción densa viene a ser, según Geertz, se basa en una
noción de Gilbert Ryle que aparece en dos de sus trabajos.
“Observemos, nos dice, a dos niños que contraen rápidamente el
párpado de su ojo derecho. En uno, es una contracción involuntaria; en
el otro una señal de conspiración para un amigo. Ahora en cuanto a
movimiento, pueden ser idénticos, pero la diferencia entre un guiño y
una contracción, aunque no se pueda fotografiar, es muy grande. El
guiño comunica, y, sin lugar a dudas comunica ciertamente de alguna
de las formas que detalla: 1) deliberadamente, 2) a alguien en
particular, 3) para dar un mensaje particular, 4) de acuerdo a un código
establecido socialmente, y 5) sin que los demás sepan. Según Ryle el
que guiña ha hecho dos cosas, ha contraído su párpado y ha guiñado,

38
Geertz, Clifford. “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”.
pág. 20;
39
Geertz, Clifford. “Descripción densa.. op.cit. pág. 21

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mientras el que ha hecho una contracción solo ha hecho una, contraer el
párpado. Contraer un párpado a propósito, cuando existe un código
público, que indica que cuando se hace así es un signo de conspiración,
es guiñar. Esto es todo lo que implica: un poco de comportamiento, una
partícula de cultura y un gesto”40. Por lo tanto, la Descripción densa es
conducta más cultura (significación).
Pero esto es solo el principio. Ryle continúa exponiendo que es posible
suponer que alguien ve el guiño y comienza a imitarlo para burlarse del
guiñador, por obvio. Se puede suponer nuevamente que éste luego
ensaya en su casa, frente al espejo, para poder hacerlo mejor, más
divertido. Ahora lo que se debe tener en cuenta según el mismo Ryle, es
que entre la «descripción fina» de lo que esta haciendo al ensayar el
burlón, es decir, contrayendo el párpado derecho rápidamente y la
«descripción densa» de lo que está haciendo (el ensayo de una burla de
un amigo que está haciendo un guiño falso para engañar a un inocente,
para que piense que está en marcha una conspiración), está el objeto de
la interpretación cultural, el cual resulta ser una jerarquía estratificada
de estructuras significativas con las que las contracciones, los guiños,
los guiños falsos, las parodias; los ensayos de las parodias se producen,
perciben e interpretan, y sin las cuales no podrían existir.
Dado lo anterior, y frente a la pregunta qué es Analizar, Geertz
responde que es "desentrañar o descubrir estructuras de significación
y determinar su campo social y su alcance"41. Es decir, en una
investigación antropológica ¿qué tipo de preguntas se deben hacer?
Geertz señala que aquello por lo que hay que preguntar "es por su valor:
Que es, si es mofa o desafío, ironía o cólera, esnobismo u orgullo, lo que,
por su ocurrencia y a través de su acción, se dice”42. Entonces es
posible decir que el etnógrafo inscribe el discurso y la acción social; lo
escribe. De manera que en Descripción Densa lo importante es “lo
dicho” en la distinción entre evento y significado, como se ejemplifica en
la siguiente cita: "¿qué fija la escritura? no el hecho de hablar, sino lo
dicho en el hablar (Paul Ricoeur)"43
Entonces al hacer una Interpretación cultural podemos encontrarnos con
una multitud de estructuras conceptuales complejas, muchas de las
cuales se sobreponen o se anudan con otra, que son extrañas,
irregulares y no explícitas; las cuales deben conseguirse de alguna
forma primero para poder utilizarlas y luego presentarlas. “Con respecto
a esto entonces hacer etnografía es como intentar leer, en el sentido de

40
Geertz, Clifford, (1992) "La Interpretación de las culturas". Gedisa. pág. 21
41
Geertz. Clifford (1990). "La Interpretación de las Culturas". Barcelona, 1973, pág. 24
42
"The thing to ask is what their import is: what it is, ridicule or challenge, irony or
anger, snobbery or pride, that, in their occurrence and through their agency, is getting
said". Clifford Geertz. The Interpretation of Cultures. Basic Books. New York.1973. pág.
10
43
Véase: Geertz. Clifford (1990). "La Interpretación... pág. 31

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«construir una lectura de», un manuscrito, extraño, descolorido, lleno de
vacíos, incoherencias, enmiendas sospechosas y comentarios
tendenciosos, pero escrito no con las grafías convencionales de los
sonidos, sino con los ejemplos transitorios de la conducta”44.
Una vez que la acción humana es vista como una acción simbólica, una
acción que como la fonética en el habla, el pigmento al pintar, la línea al
escribir, o el sonido en la música, significa, la pregunta de si la cultura es
una conducta modelada o una estructura de la mente, o incluso las dos
cosas juntas, pierde sentido. La Cultura: consiste en estructuras de
significado establecidas socialmente, ya que la gente hace cosas como
conspiraciones con señales y se une o se percibe insultos y los
responde. Se debe tener en cuenta que la cultura no es un poder, algo a
lo que se le puede atribuir los sucesos sociales, las conductas, las
instituciones o los procesos; más bien tiende a ser un contexto, algo en
lo que pueden ser inteligibles, es decir densamente descritos. Entonces
comprender la cultura, por ejemplo de un pueblo o una población
determinada, debiese exponer su normalidad sin reducir su
particularidad, haciéndoles más accesibles.
Por otro lado Geertz manifiesta que la fuerza de las interpretaciones no
se puede basar en la fuerza que hace que éstas se mantengan unidas, a
su coherencia, o a la seguridad con las que se argumentan. No se ha
hecho nunca antes tanto, según él, para desacreditar el análisis cultural
como la construcción de descripciones impecables de orden formal, cuya
existencia verdadera nadie puede creer. El análisis cultural tiene
implicancia con el imaginar significados, asesorar las suposiciones y
trazar conclusiones explicativas de las mejores suposiciones, sin
descubrir el contenido de significado y trazar sus tierras sin
forma”[…]“Es intrínsecamente incompleto. Y peor que esto, cuanto más
profundizamos, menos completo es. Es una ciencia extraña, ya que
cuanto más se hacen aserciones, más inseguras son; para llegar a algún
lugar, tenemos que intensificar la sospecha, la nuestra y la de los
demás, de que no lo estamos haciendo bien.

Juego de Posiciones
La cárcel es un espacio en el que hay gente, es un espacio social. Según
Pierre Bourdieu “Espacios sociales”, son a la vez estructuras de
diferencias que sólo cabe comprender verdaderamente si se elabora el
principio generador que fundamenta estas diferencias en la objetividad.
Principio que no es más que la estructura de la distribución de las
formas de poder o de las especies de capital eficientes en el universo
social considerado y que por lo tanto varían según los lugares y los
momentos. Esta estructura, señala el autor, no es inmutable, y la

44
Geertz. Clifford "Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura".
pág. 552

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“topología” que describe es un estado de las posiciones sociales
permite fundamentar un análisis dinámico de la conservación y de la
transformación de la estructura de distribución de las propiedades
actuantes y, con ello, del espacio social. Es el espacio social global
como un “Campo”, es decir, a la vez como un campo de fuerzas, cuya
necesidad se impone a los agentes que se han adentrado en él, y como
un campo de luchas dentro del cual los agentes se enfrentan, con
medios y fines diferenciados según su posición en la estructura del
campo de fuerzas, contribuyendo de este modo a conservar o a
transformar su estructura45.
Entonces, para poder determinar como se configuraría la estructura, es
necesario determinar el principio que fundamentaría las diferencias.
Para ello, plantea este autor, el Capital, concepto que no se reduce sólo
a su significación económica, pues dejaría de lado todo un conjunto de
«propiedades» que los agentes utilizan en su lucha por el poder. Como
señala P. Ansart «Si se entiende por «Capital» toda energía social
susceptible de producir efectos, se deberá considerar toda energía
susceptible de ser utilizada (consciente o inconscientemente) como
instrumento en la competencia social, como Capital»46. En este sentido
se puede hablar de diversas formas de capital: Capital Económico
(recursos materiales), Capital Cultural (lenguaje, conocimientos,
títulos escolares; o, en esta cultura, cualquier otra forma de
consagración) y Capital Social («conjunto de relaciones sociales que se
posee por los orígenes sociales y que se puede utilizar como capital»).
En el caso del Capital Cultural es necesario agregar que, aquí se
comprenderá desde los conocimientos y la validación simbólica de que
se envisten aquellos individuos que han pasado por las experiencias y
las instituciones que permitirían ser detentadas como conocimientos del
mundo del hampa. Lenguaje (coa), conocimientos (del “oficio” del robo,
de la vida en la cárcel, de los “ritos”, etc), meses o años de presidio, etc;
cultura de la vida de infracción y encierro.
Así como el capital económico se produce y circula en el mercado, el
capital cultural tiene su lugar de producción en el «Campo de
Producción Simbólica»; esto viene siendo, «el conjunto de los agentes
productores (por ejemplo, artistas y escritores para el campo de bienes
artísticos; en este caso los ladrones) en tanto que ellos están colocados
en un sistema relativamente autónomo de lugares, de relaciones y de
competencia, y en tanto que ellos están comprometidos en una misma
competencia por la conquista del prestigio y de la autoridad»47.

45
Bourdieu Pierre. (1997), "Espacio social y campo de poder"; Anagrama, Barcelona, ,
pág 48-49
46
Ansart P., "Les sociologies contemporaines" citado en op. cit pág 11.
47
Véase: Bourdieu Pierre. (1997), "Espacio social... op.cit. pág. 170.

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La estructura determinaría posiciones. Estas implicarían formas de
sumisión y dominación. Y en realidad, toda forma de dominación (la
desigual distribución de Capital entre individuos y grupos), aún la que se
basa en la fuerza desnuda, tendría una dimensión simbólica. Si los
"Actos de Sumisión, o de obediencia, son actos de conocimiento y de
reconocimiento", se tiene entonces que la dominación siempre pone en
juego estructuras cognitivas que, aplicadas a las estructuras sociales,
establecen relaciones de sentido. Así, las relaciones de dominación
deben ser legitimadas, reconocidas como legítimas, de manera que los
dominados se adhieran naturalmente, y sin saberlo, al orden dominante.
Para Bourdieu, las conminaciones sociales más importantes no se
dirigen al intelecto, sino que el orden social se inscribe en los cuerpos.
El sentido práctico al que conduce el habitus, permite a un individuo
actuar correctamente, sin que esto signifique cumplir un deber ser o una
regla de comportamiento en términos conscientemente sustantivos.
Este entonces, “engendra prácticas inmediatamente ajustadas a ese
orden y, por lo tanto, percibidas y valoradas por quien las lleva a cabo,
y también por los demás, como justas, correctas, hábiles, adecuadas,
sin ser en modo alguno consecuencia de la obediencia a un orden en el
sentido de imperativo, a una norma o a las reglas del derecho”48.
Habitus en tanto, “haber” devenido “ser”, o propiedad hecha cuerpo,
es producto de un prolongado trabajo de incorporación. Aprendizaje en
función del cual el sujeto sacrifica satisfacciones más inmediatas en
beneficio de otro objeto, realiza una “inversión” de energía cuyo motor
es la búsqueda del reconocimiento. Por ello, la adquisición de capital
simbólico en un campo determinado sería un proceso ambiguo que
puede interpretarse como una forma de realización y, a la vez, de
alienación49. En sus propias palabras, habitus: es “Estructura
estructurante, que organiza las prácticas y la percepción de las
prácticas [...] es también estructura estructurada: el principio del mundo
social es a su vez producto de la incorporación de la división de clases
sociales. [...] Sistema de esquemas generadores de prácticas que
expresa de forma sistémica la necesidad y las libertades inherentes a la
condición de clase y la diferencia constitutiva de la posición, el habitus
aprehende las diferencias de condición, que retiene bajo la forma de
diferencias entre unas prácticas enclasadas y enclasantes (como
productos del habitus), según unos principios de diferenciación que, al
ser a su vez producto de estas diferencias, son objetivamente atribuidos
a éstas y tienden por consiguiente a percibirlas (o a ser percibidas)
como naturales”50.

48
Véase: Bourdieu Pierre, (1999), "Meditaciones... pág. 190.
49
Pierre, Bourdieu (1979). “Los tres estados del capital cultural”, en Actes de la
Recherche en Sciences Sociales, núm. 30, trad. Emilio Tenti Fanfani; París.
50
Bourdieu, Pierre. "La distinción". Taurus; Madrid., p. 170-171.

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Para este autor, condiciones de vida diferentes producen habitus
distintos, ya que las condiciones de existencia de cada clase imponen
maneras de clasificar, apreciar, desear y sentir lo necesario. Entonces,
los diversos usos de los bienes culturales no sólo se explican por la
manera como se distribuye la oferta y las alternativas culturales, o por la
posibilidad económica para adquirirlos, sino también, y sobre todo, por
la posesión de un capital cultural y educativo que permite a los sujetos
consumir, asistir, valorar y disfrutar las alternativas factibles.
Un último concepto interesante a ser utilizado es el de violencia
simbólica. Al ir analizando como es que estas estructuras se conservan
o se reproducen, tenemos entonces que considerar a un actor central en
el proceso. El Estado: definiéndolo como “una X (por determinar) que
reivindica con éxito el monopolio del empleo legítimo de la violencia
física y simbólica en un territorio determinado y sobre el conjunto de la
población correspondiente”51. El énfasis está primordialmente en la
centralización de capital simbólico, al afirmar que el Estado “es el
resultado de un proceso de concentración de los diferentes tipos de
capital, capital de fuerza física o de instrumentos de coerción [...],
capital económico, capital cultural o [...] informacional, capital
simbólico(que consiste en cualquier propiedad, cualquier tipo de capital,
físico, económico, cultural, social) cuando es percibida por agentes
sociales cuyas categorías de percepción son de tal naturaleza que les
permiten conocerla (distinguirla) y reconocerla, conferirle algún valor”,
no siendo sinónimo de capital cultural52, concentración que en tanto
convierte al Estado en poseedor de una especie de metacapital,
otorgando poder sobre las demás clases de capital y sobre sus
poseedores, y contribuye de esa manera a “la producción y
reproducción de los instrumentos de elaboración de la realidad social” 53,
constituyéndose en una estructura organizadora y reguladora de las
prácticas, que ejerce una permanente acción formadora de disposiciones
duraderas mediante las coacciones y disciplinas a las que somete a los
agentes.
Para Bourdieu, las imposiciones que realiza el Estado, en términos de
habitus y capital simbólico, pueden ser observadas en espacios que se
erigen como Instituciones con influencia social. Es decir, lo que desde
otros enfoques teóricos sería visto como “Transmisión Cultural”, pasa a
ser definido como el ejercicio de una doble violencia, la violencia de la
imposición y la del mismo contenido impuesto54. La Acción Pedagógica
“es objetivamente una violencia simbólica en tanto que imposición, por

51
Bourdieu Pierre. "Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción". pág. 98.
52
Bourdieu Pierre. "Meditaciones Pascalianas", pág 225
53
Bourdieu Pierre. "Meditaciones Pascalianas", pág. 230.
54
Bourdieu Pierre. y Passeron J.-C. (1998) "La reproducción"; Fontamara, México. pág.
44.

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un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural”55. Lo que se impondría
de este modo, a través de la acción pedagógica que tiene lugar en las
instituciones educativas, es definido como un “arbitrario cultural” y no
como “la cultura”, debido a que las significaciones que definen la cultura
de un grupo o de una clase no pueden ser deducidas de algún principio
universal, psíquico, biológico o espiritual: no están unidas por una
relación interna a la “naturaleza de las cosas” o a la misma “naturaleza
humana”.
Esta Violencia Simbólica, que constituiría siempre una dimensión de la
dominación de cualquier tipo (puede ser entre sexos, clases, etnias,
etc.), se ejerce sobre el habitus que, siendo una relación de dominación
incorporada, se presenta como algo innato. La acción simbólica activa
esas disposiciones previas y es la condición de eficacia del poder
simbólico de los dominantes sobre los dominados y además es el efecto
de las instituciones educativas en los educandos.

Imagen y Rito
Desde esta óptica, el centro de su análisis está en el estudio del mundo
social visible, tal y como lo hacen y comprenden los actores vinculados
al mismo, lo que significa un interés por el estudio de la interacción en sí
misma y no sólo como una expresión de las estructuras profundas de la
sociedad56. La manera como el Interaccionismo plantea los objetos por
investigar, su hipótesis, se vincula con los procesos de interacción a
través de los cuales se produciría la realidad social dotada de
significado. En estos encuentros y experiencias sociales, se utilizan
ciertos elementos que se constituyen como rituales en la interacción
social, los cuales son necesarios de observar.
En cada uno de los contactos el individuo tendría una Línea: en la cual
"se tiende a representar un esquema de actos verbales y no verbales,
por medio de los cuales se expresa la visión de la situación, y por medio
de ella la evaluación de los participantes y de uno mismo"57.
El término “Cara” puede entenderse como el valor social positivo que
una persona reclama efectivamente para sí, por medio de la línea que
otros suponen que ha seguido durante determinado contacto"58. En
términos de "atributos sociales aprobados", la cara constituiría la
"imagen" de la persona, y el apego de una persona por una cara
determinada, señala Goffman, constituiría uno de los motivos de que se
encuentre que la participación, en cualquier contacto con los demás, sea

55
Bourdieu Pierre. y Passeron J.-C. (1998) "La reproducción". op.cit. pág 45.
56
Véase: Sandoval, C (1996). “Programa de Especialización en teoría, Métodos y
Técnicas de Investigación Social, Investigación Cualitativa. ICFES. Bogota Colombia.
57
Goffman Erving, (1970) "Ritual de la Interacción"; Editorial Tiempo Contemporáneo,
pág. 13
58
Goffman Erving, (1970) "Ritual de la Interacción". Op.cit. pág.13

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un compromiso. Así también se tendrán sentimientos sobre la cara que
presentan los otros participantes, con un nivel también de compromiso,
por tanto "la propia cara y la de los demás son construcciones del
mismo orden; las reglas del grupo y la definición de la situación
determinan cuánto sentimiento se debe tener por la cara y de qué
manera se distribuirá ese sentimiento entre las caras involucradas"59.
Una persona Tiene, Está en ó Mantiene la cara, o la imagen en
términos simples, cuando la línea que sigue de forma efectiva, presenta
de la persona una imagen que resulta interiormente coherente,
respaldada por los juicios y las evidencias expresados por los otros
participantes. Siguiendo en esta cadena, una persona está Sin Cara,
cuando participa en un encuentro o contacto con otros individuos sin
tener prevista una línea del tipo que se puede esperar que sigan los
participantes en ciertas situaciones. Es decir, no hay coincidencia con lo
que se espera en ese momento específico.
El efecto combinado de la regla del respeto por uno mismo y de la regla
de la consideración, consiste en que la persona tendería a conducirse,
en un encuentro, de modo de mantener su propia cara y la de los demás
participantes.60 Ello significa, a luz del autor, que se permite que
predomine la línea seguida por cada participante, y cada cual puede
representar el papel que haya elegido. Se establece un estado en que
todos aceptan, temporariamente, la línea de todos los demás. La
aceptación mutua de las líneas afecta de manera clara y considerable
los encuentros, ya que si una persona presenta desde el inicio una
determinada línea, aquella persona y los demás tenderán a construir
sobre dicha línea sus respuestas futuras, sus actitudes y
comportamientos. Si la persona posteriormente modifica su línea, o la
altera, lógicamente confundirá a los demás participantes que se
encontraban dispuestos a realizar acciones que "ahora" resultan
inapropiadas para la nueva línea seguida.
Las sociedades, si en verdad son sociedades, deben movilizar a sus
miembros como participantes autorregulados en encuentros sociales.
Una forma de movilizar al individuo para tal fin, es precisamente el
ritual. Se enseña a ser perceptivo, a tener sentimientos vinculados con
el yo y un yo expresado por medio de la cara; a tener orgullo, honor y
dignidad, a mostrar consideración, a tener tacto y cierta proporción de
aplomo.
Una Regla de Conducta puede ser definida como “una guía para la
acción”, recomendada, no porque resulte agradable, fácil o eficaz, sino
porque es adecuada o justa61. Estas reglas de conductas impregnan
todas las zonas de actividad, y estará involucrando siempre un grupo de
adherentes que proporcionan un tema sociológico común. El apego a las
59
Goffman Erving, (1970) "Ritual de la Interacción". Op.cit. pág 14
60
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 18
61
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág 49

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reglas conduce a una cierta constancia y tipificación de la conducta,
siendo una fuente importante en los asuntos humanos. En el caso de
que se viole una regla de conducta, se corre el riesgo de que los
individuos queden desacreditados: uno con una obligación que habría
debido gobernarse por la regla; el otro con una expectativa que habría
debido ser tratada en una forma particular a consecuencia de ese
gobierno62. Ambos, desde sus roles, corren un serio peligro social.
La actividad ceremonial es posible de visualizarla en los pequeños
saludos, cumplidos y disculpas que salpican las relaciones sociales y que
se pueden denominar, a la luz de la teoría interaccional, como “Rituales
de status” o “Rituales interpersonales”. Se emplea el término “Ritual”
porque la actividad, por informal o secular que sea, representa una
forma en que el individuo debe proteger y designar las consecuencias
simbólicas de sus actos, mientras se encuentra en presencia inmediata
de un objeto que tiene un valor especial para él.
La Deferencia puede adoptar muchas formas, de las cuales destacan
dos amplios grupos: los rituales de evitación y los rituales de
presentación ; Los Rituales de Evitación dicen relación con las “formas
63

de deferencia” que llevan al actor a mantenerse a distancia del


destinatario y a no violar la “espera ideal”, como señala Simmel, que
envuelve al destinatario”64. Los rituales de evitación adquieren la forma
de proscripciones, interdicciones y tabúes, que implican actos que el
actor debe abstenerse de ejecutar para no violar el derecho del
destinatario de mantenerlo a distancia. Un segundo tipo, denominado
Rituales de presentación, mediante los cuales el actor describe en forma
concreta su apreciación del destinatario, “abarca actos por medio de los
cuales un individuo presenta testimonios específicos ante los
destinatarios, en relación con la forma en que los respeta u la manera
en que los tratará en la interacción inmediata”65. Las reglas relativas a
estas prácticas rituales implican en éste caso prescripciones específicas,
no proscripciones específicas; en tanto que los rituales de evitación
especifican lo que no se debe hacer, los de presentación especifican lo
que se debe hacer.
Por Proceder se entiende el “elemento de la conducta ceremonial del
Individuo que en general se demuestra por medio del porte, la
vestimenta y las maneras, que sirven para expresar a quienes se
encuentran en su presencia inmediata que es una persona con ciertas
cualidades deseables o indeseables”66. El individuo de buen proceder
posee los atributos popularmente vinculados con la “educación del
carácter” o con la “socialización” que se implanta “cuando se educa en
62
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 51
63
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 61
64
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 61
65
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 68
66
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 73

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el plano casero a un neófito de cualquier tipo” 67. Implica atributos
derivados de interpretaciones que los otros hacen de la forma en que el
individuo se desenvuelve durante las relaciones sociales, y el individuo
crea una imagen de sí por medio del proceder, pero no se trata de una
imagen destinada para sus ojos.
Tal como en las Deferencias, el Proceder tiene reglas que pueden ser
simétricas o asimétricas, y se señalaba anteriormente que ambos
términos se superponen. Es decir, un acto por medio del cual otorga o
retiene su deferencia ante los demás constituye por lo general un
instrumento con el cual expresa que es un individuo de buen o mal
proceder.
Ahora bien, una frecuente ocasión de dificultades ceremoniales surge en
momentos de contacto entre grupos, “pues distintas sociedades y
subculturas tienen diferentes modos de trasmitir deferencia y proceder,
diferentes significaciones ceremoniales para los mismos actos y distintas
proporciones de preocupación por cosas tales como el aplomo y la
intimidad”68. Entre los muchos tipos de transgresiones ceremoniales
hay uno que se debe tener en cuenta: “se trata del tipo que parece ser
perpetrado adrede y emplear en forma consciente el propio lenguaje de
la ceremonia para decir lo que está prohibido”69. El idioma mediante el
cual se establecen los modos adecuados de conducta ceremonial, crea
necesariamente formas efectivas de profanación, pues sólo con
referencia a los modos correctos especificados, puede aprenderse a
apreciar cuál sería la peor forma posible de conducta70. En esta misma
línea, cierta medida de profanación en broma puede aparecer dirigida,
no contra personas ajenas, sino contra el propio destinatario, en forma
de burlas ligeras o de poner a prueba los limites rituales en relación con
él.

Lo Carcelario y el AnátomoPoder
“El sometimiento a “observación” prolonga naturalmente una justicia
invadida por los métodos disciplinarios y los procedimientos de examen.
¿Puede extrañar que la prisión celular con sus cronologías ritmadas, su
trabajo obligatorio, sus instancias de vigilancia y de notación, con sus
maestros de normalidad, que revelan y multiplican las funciones del
juez, se haya convertido en el instrumento moderno de la penalidad?
¿Puede extrañar que la prisión se asemeje a las fábricas, a las escuelas,

67
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 73
68
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 80
69
Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág 81
70
“También parece existir una especie de profanación ceremonial en relación con las
reglas sustantivas. En el terreno de la ley, proporcionan un ejemplo de ello lo que se
denomina “acciones por despecho”, lo mismo que el fenómeno del vandalismo. Pero
ellas representan formas en que se abusa del orden sustantivo con fines
ceremoniales”. Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág 81

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a los cuarteles, a los hospitales, todos los cuales se asemejan a las
prisiones?”71
Instalando estas cuestiones en la mente del lector, termina Foucault el
capítulo DISCIPLINA, antecesor de PRISIÓN, en el cual se preguntará
porque el fracaso de ésta se viene repitiendo ininterrumpidamente
desde el siglo XIX. Las respuestas podrán, para quienes no están
habituados a una línea de pensamiento crítica72, al menos, parecer
perturbadoras. No por ello menos interesantes.
No será esto, sin embargo, lo que nos ocupe en este apartado, sino
aquello que, como acción, efecto o consecuencia, directa e
indirectamente, ejerce la privación de libertad sobre el penado.
Es entonces relevante escuchar al francés cuando “desmenuza”, en el
apartado al que pertenece la cita, los mecanismos de sujeción que el
poder instala en el contexto de la detención. Y es que “La prisión, esa
región la más sombría en el aparato de justicia, es el lugar donde el
poder de castigar, que ya no se atreve a actuar a rostro descubierto,
organiza silenciosamente un campo de objetividad donde el castigo
podrá funcionar en pleno día como terapéutica, e inscribirse la sentencia
entre los discursos del saber.”
“Terapéutica” que en el “campo de objetividad” es el despliegue de toda
una tecnología correctiva del sujeto. Más bien, es la aplicación de unos
medios para el buen encauzamiento de un “delincuente”, que la misma
prisión se ha encargado de construir como sujeto-objeto de su
intervención. Operaciones todas dirigidas no sólo al alma del inmoral,
sino que además y más directamente, a su cuerpo. “Es decir que puede
existir un “saber” del cuerpo que no es exactamente la ciencia de su
funcionamiento, y un dominio de sus fuerzas que es más que la
capacidad de vencerlas: este saber y este dominio constituyen lo que
podría llamarse la tecnología política del cuerpo. (…) A pesar de la
coherencia de sus resultados, no es posible localizarla ni en un definido
de institución, ni en un aparato estatal. Éstos recurren a ella; utilizan,
valorizan e imponen algunos de sus procedimientos. Pero ella misma en
sus mecanismos y sus efectos se sitúa a un nivel muy distinto. Se trata
en cierto modo de una microfísica del poder que los aparatos y las
instituciones ponen en juego, pero cuyo campo de validez se sitúa en
cierto modo entre esos grandes funcionamientos y los propios cuerpos
con su materialidad y sus fuerzas.”73
Una “microfísica del poder” que actúa en los intersticios. Finalmente
sobre los cuerpos, “su estudio supone que el poder que en ella se ejerce
no se conciba como una propiedad, sino como una estrategia, que sus
71
Foucalt, Michel. Vigilar y Castigar. Pág. 230. El nacimiento de la prisión. Siglo XXI
editores, Argentina.
72
Critica proviene del griego κριτικός.
73
Vigilar y castigar. Pág. 33

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efectos de dominación no sean atribuidos a una “apropiación”, sino a
unas disposiciones, a unas maniobras, a unas tácticas, a unas técnicas,
a unos funcionamientos; que se descifre en él una red de relaciones
siempre tensas, siempre en actividad más que un privilegio que se
podría detentar; que se le de cómo modelo la batalla perpetua más que
el contrato que opera una cesión o la conquista que se apodera de un
territorio. Hay que admitir que este poder se ejerce más que se posee,
que no es el privilegio adquirido o conservado de la clase dominante,
sino el efecto de conjunto de posiciones estratégicas, efectos que
manifiesta y a veces acompaña la posición de aquellos que son
dominados”74
Poder y saber, imbricados en fogosa e indisoluble relación. “Hay que
admitir más bien que el poder produce saber (y no simplemente
favoreciéndolo porque lo sirva o aplicándolo porque sea útil); que el
poder y saber se implican directamente el uno al otro; que no existe
relación de poder sin constitución correlativa de un campo de saber, ni
de saber que no suponga y no constituya al mismo tiempo unas
relaciones de poder:”
Poder que seduce, posee, atraviesa, conecta, produce, prohíbe; etc.
Poder densamente imbricado, en las respiraciones, y las risas; en
patadas y caricias. Saber sobrio y minucioso que se tiende entre los
cuerpos de los sujetos, que los amarra y los sujeta, que los conecta y los
sostiene. Saber transmisible a través de sinnúmero de ejercicios
ejecutados; “examen” múltiple y constante. Poder ejecutando breves
despliegues de fuerza: arqueo de cejas/silencios repentinos; movimiento
ascendente del mentón/cuerpo desprendido de ropas y calzado;
silbato/fila y enumerarse; etc.
Poder que se ejerce a través de una Disciplina. “Poder disciplinario”, que
“es un poder que, en lugar de sacar y retirar, tiene como función
principal la de enderezar las conductas”; o sin duda, de hacer esto para
retirar mejor y sacar más (…) La disciplina “fabrica” individuos; es la
técnica especifica de un poder que se da los individuos a la vez como
objetos y como instrumentos de su ejercicio.”75 Panóptico. Cuyo
propósito es “inducir en el detenido un estado conciente y permanente
de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder (…)
maquinaria que garantiza la asimetría, el desequilibrio, la diferencia.
Poco importa, por consiguiente, quien ejerce el poder.”76 Esta“disciplina
no puede identificarse ni con una institución ni con un aparato. Es un
tipo de poder, una modalidad para ejercerlo, implicando todo un
conjunto de instrumentos, de técnicas, de procedimientos, de niveles de

74
Ibid. Pág 33.
75
175
76
205

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aplicación, de metas; es una “física” o una “anatomía” del poder, una
tecnología.”77
Disciplina que emana de la prisión, impregnando las Instituciones y la
ciudad. Poder desplegándose y plegándose en manifestaciones burdas o
sutiles. A fin de cuentas limitadas posibilidades de elección. Volición
cercada por unas “tecnologías” aplicadas a la corrección de los sujetos,
a su capacidad de autodeterminarse. La prisión ha engullido a la ciudad
y todos vigilan a un otro. Panóptico funcionando: DICOM, cuentas
corrientes, notas de exámenes y títulos (“por razones de calidad esta
conversación podría ser grabada” o “sonría lo estamos grabando” junto
con “prohibido tomar fotografías”); incluso en Internet (Spywares x
ejemplo). Todos controlamos (a) todos nos controlan. Ojos y cámaras.
Disciplina.
La prisión no sólo son barrotes y armas en ristre, garrotes y cálculos
horarios; tecnologías correctivas y poder-saber; o, sol a cuadritos. A
puerta cerrada, «L'enfer, c'est les autres»78. La cárcel son los otros. Cada
quien es parte de la cárcel del otro. Yo tus barrotes, tú mis cerrojos.
Especulación, espejeada de la propia imagen repetida ad infitum. Acción
continúa y múltiple, bien por acción u omisión Institucional, por opción
de los penados o no; la prisión son las relaciones y como estás se tejen.
Institución e individuos, trama y urdimbre que producen el arabesco
cárcel, en el telar del lenguaje y la experiencia; tatuando el cuerpo y la
mente.

77
218
78
"L'enfer, c'est les autres". A puerta Cerrada, 1944, Jean Paul Sartre.

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3.- OBJETIVO DE INVESTIGACIÓN (por revisar)

General

• “Construir un texto sobre la experiencia del encierro de


adolescentes que han infringido la ley. En la V región, durante el
periodo 2004 - 2007”

Preguntas de investigación

• ¿Qué tipo de castigo es el encierro para un adolescente?

• ¿Como viven el encierro estos adolescentes?

• ¿Que efectos tiene en ellos?

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• 4.- METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

La construcción de este texto, se centra en la observación de esta


“realidad” que se está intentando comprender: el encierro de
adolescentes. “Realidad” que los diversos actores o agentes,
“adolescentes” y “observador” - por ejemplo-, experiencian e
interpretan (obviamente) de formas diversas.
Texto en construcción. Abierto a múltiples lecturas. Con formato cercano
a estudio cualitativo, exploratorio, de naturaleza comprensivo-
interpretativa. Se enmarca en una lógica metodológica etnográfica.
Observación participante de a lo menos tres años. Triangulación
permanente mediante contrastación dialógica; conversaciones
recurrentes con adolescentes que han “sufrido” la experiencia con
“intensidades”, efectos y defectos derivados.
Complementariamente a esto se realizaron varias entrevistas
semiestructuradas y tres entrevistas grupales. Todo el proceso se ha
acompañado de una triangulación conceptual permanente con el marco
ya expuesto, lo cual, podría decirse a llegado “fundirse” con las
interpretaciones, en grados y en sentidos diversos.
Enfoque metodológico de complementariedad, en el que en un primer
momento genera una contrastación entre las percepciones y/o
interpretación de los jóvenes y la mirada del “observador”; entre el texto
entrevista y su lectura, y la experiencia de observación. Un segundo
momento en el que se utilizan las perspectivas teóricas, generando una
triangulación de la información y una forma de “producto intermedio”.
Complementariamente, y como un tercer momento, se siguen
contrastando estos resultados en conversaciones con jóvenes que han
estado encerrados. De esta manera, se intenta obtener una
comprensión más acabada del fenómeno a partir de una multiplicidad de
miradas y, la complementariedad de enfoques teóricos. Finalmente
vendrá la construcción del texto. Proceso que tendrá sus propios
tiempos y dinámicas, así como sus limitaciones y virtudes.
Para una mejor comprensión de parte de la metodología utilizada,
consultar texto de Napoleón Murcia y Guillermo Jaramillo (2001), en el
que se presenta la complementariedad como posibilidad en la
estructuración de diseños de investigación cualitativa. En este modelo
de complementariedad, en el punto del diseño, se siguen varios de los
pasos realizados por la presente investigación y en general se utilizan
los mismos principios de la complementariedad, sin necesariamente
concordar con los mismos autores que en ese texto se presentan.
La construcción de este texto presenta, en general, características más
bien ensayísticas en cuanto a producto y proyecto, estilo y tono. Por lo
pronto, dejaremos hasta aquí las referencias metodológicas para pasar a

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al texto desde donde podrá el lector, desarrollar su propia idea sobre
este.

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5.- RESULTADOS

5. 1. - PRESENTACIÓN

En el siguiente apartado se exponen las interpretaciones comprensivas,


resultadas del estudio realizado. A lo menos tres años de trabajo directo
con los jóvenes en espacios carcelarios, inscritos en el marco de un rol
de observador participante.

Experiencia etnográfica. Descripción densa. Cruce de elementos


disciplinarios disímiles. Microsociología antropológica. Antropología
desde un estructuralismo-interaccionismo simbólico psico-sociológico.
Hermenéutica del texto de la experiencia; de la experiencia hecha texto.
Trabajo Social devenido reflexión.

Texto paralelo. Se ha estructurado la presentación de estos materiales


en dos columnas paralelas: Por una parte, un apartado que es
presentado en primer lugar, en el cual aparecen organizadas las citas de
los sujetos desde los cuales la experiencia se hace relato, discurso. En
paralelo y presentado posteriormente, un apartado que se corre como
correlato de interpretación desde el sujeto no-preso -observador-.
Debiese en principio ser suficiente la voz misma de los protagonistas de
la experiencia. Aún así, diremos que ambos textos, parece necesitarse
mutuamente.

Aún cuando las diversas conversaciones mantenidas con los


adolescentes a través de los años, en tanto estrategia de triangulación
de la información, no pueden ser aquí reproducidas; mucho de lo que en
adelante será expuesto -con tono académico incluso-, le esta
directamente en deuda. Entendida así conversación cotidiana, como una
dialógica de la inquisitoria investigativa.

El orden en el que se encuentra la información organizada, posee fines


comunicativos, influyendo o afectando cada una de las áreas expuestas
a todas las demás. En ocasiones, incluso, viéndose más fuertemente
influenciadas por esa infinidad de factores que no han llegado a
constituirse texto.

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5.1.1. - BREVE DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO


CPM (Actualmente desaparecida, su símil sería la Sección Juvenil)

Sección de Menores de la Cárcel de


Valparaíso

La cárcel de Valparaíso. Situada en la parte


alta de la ciudad. Dentro de ella, la
población penal masculina adulta se
distribuye en diversos módulos situados en
la parte alta del cerro. Hacia abajo, situados
hacia noroeste de los módulos, a una
distancia aproximada de cien o ciento
cincuenta metros y pareados en un mismo sub-complejo; se encuentran
la sección femenina (CPF) y la Sección de Menores (CPM) del complejo.
El CPM, se encuentra compuesto por dos pabellones de tres pisos que
forman una L, y que dejan a descubierto un pequeño patio en el ángulo
recto que forman; éste posee unas dimensiones aproximadas de unos
diez por quince metros, cerrado por paneles de latón y rejas de una
altura de cuatro metros; y es custodiado por un gendarme armado
desde una torre de cinco metros de altura aproximadamente. Hacia el
lado sur, está la puerta que da a la oficina de Gendarmería, por la cual
los jóvenes salen y entran.

Con acceso desde este patio, se encuentran cuatro espacios dispuestos


para la utilización cotidiana: un baño utilizado para la ducha, además de
lavar ropa y loza; un comedor rectangular con bancas y mesas de metal
apernadas al suelo de concreto, de unos 18 metros cuadrados; y una
pequeña sala con las ventanas rotas en la cual ocasionalmente, se
realizan algunos talleres. El último espacio, es una pequeña sala de un
metro cuadrado, cuya ventana da directo a la oficina de gendarmería
con una puerta que da al patio. En ella los profesionales atienden a los
jóvenes. Con las consecuencias asociadas a la estrechez, el mobiliario
inadecuado y el ruido del patio: generalmente música a un volumen
considerablemente alto. Existe otro espacio destinado a guardar
materiales, que no es usado directamente por los jóvenes, en el que se
realizó alguna vez, un taller de madera.

Los dos pisos superiores son los destinados a resguardar las piezas de
los adolescentes y dentro de cada piso, existe una separación por
pasillo, denominados en forma ordinal: 1ª y 2ª en el segundo piso; y 3ª y
4ª en el tercer piso. Del promedio de treinta jóvenes que se mantienen
en el complejo, aproximadamente la mitad se encuentra en el patio, y
utilizan tanto la 1ª como la 3ª, de segundo y tercer piso, como piezas;

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mientras que la otra mitad “auto-aislada” en la 2ª, que es el segundo
pasillo del segundo piso.

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COD - CERECO Lihuén (Actual CPL Limache)

Centro de Observación y Diagnóstico; Centro de Rehabilitación


Conductual

Si bien es cierto, éste se centra en


lo que podemos denominar un esquema
‘proteccional’ desde el esquema tutelar.
Genera prisionización. Mantiene a los
jóvenes privados de libertad, sin debido
proceso, defensa o condena propiamente
dicha. En él, por causas de protección jóvenes han debido pasar, incluso,
más de un año de sus vidas.

Centro ubicado a la entrada de la ciudad de Limache, aproximadamente


a dos kilómetros de la carretera que une la ciudad con el Troncal Sur y
Villa Alemana. Espacio un poco más grande que una manzana, se
organiza a partir de la división asimétrica de dos partes: una
correspondiente al sistema COD y otra al CERECO. Separadas por un
gimnasio techado y el pasillo por el cual se accede éste. Todo ello
rodeado por un cierre perimetral custodiado por Gendarmería – la línea
de fuego-.

En su interior, ocho ‘casas’ donde los jóvenes pasan las noches y gran
parte del día. Existe también un espacio de ‘enfermería’ ocupado, sin
embargo, por jóvenes que, por diversos motivos, pueden estar en riesgo
(físico o moral), al convivir con los demás adolescentes.

Contexto marcado por el trabajo directo que realizan funcionarios del


SENAME. Duplas psicosociales y educadores de trato directo (ETD).
Restringiéndose el contacto de Gendarmería con los adolescentes al
resguardo perimetral y la contención de situaciones críticas. En su
interior se realizan actividades tales como: escuela, talleres (panadería,
madera, pintura), campeonatos deportivos, etc. Así como otras relativas
a la recreación o a la religiosidad. Destaca por su constancia y
coherencia en cuanto a las acciones dedicadas a la erradicación de las
llamadas prácticas caneras.

Aún tratándose de privación de libertad, se posee una mayor


disponibilidad relativa de espacio físico. Mayor estimulación y
posibilidades de contención, apoyo y desarrollo. En general,
“intervenciones” más adecuadas que el espacio de la cárcel. Por otro
lado, desde los jóvenes, una mayor sensación de libertad, ya que en su
interior existen mayores espacios de expresión, expansión y libertad de

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acción. Contexto que resulta más “amable” al ser comparado con la
Sección de Menores de la Cárcel de Valparaíso.

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5.1.2. - El Encierro como un Campo.

Por razones prácticas, interpretaremos el encierro como un “campo”. Es


decir, como espacio social en el cual los sujetos se posicionarían a partir
de relaciones de sentido. Relación dialéctica, por una parte: posiciones
adoptadas por los distintos sujetos en la estructura del “campo”
(notoriedad, formas de poder, distribución de saberes, status, etc); que
determinarían, hasta cierto punto, la forma en la que las interacciones
en su interior se desarrollan. Por otra parte: las interacciones de los
sujetos, con sus características; que implicarían la forma en la que esta
estructura social se estaría generando, configurando y modificando. Con
efectos en la forma que se presentarían las percepciones, conductas y a
la vez, en el lenguaje que los jóvenes en su interior producen y
reproducen. Para poder interpretar este espacio (el encierro) como un
campo, es necesario (la venia del lector y) realizar las distinciones
necesarias en cuanto a cuales serían los “capitales simbólicos” que se
producirían en este “campo” y la “economía” que presentarían, asociada
a ello.

5.1.3. - Capitales Simbólicos.

Para dar cuenta del principio generador que fundamentaría las


diferencias que se dan en su interior, y luego intentar comprender las
formas en que se configura la estructura de las posiciones dentro del
espacio, y por consiguiente, su economía e influencia en la relación
dialéctica que se presenta entre dicha estructura y las interacciones
entre los sujetos que se mueven en ella; interpretaremos cuales serían
los principales “capitales simbólicos” que en este espacio particular
estarían poniéndose en juego.

5.1.3.1. - Capital Cultural.

Podemos distinguir que en el espacio del encierro, se entrecruzan ejes


culturales diversos, entre los cuales podemos identificar al menos, dos
predominantes. Que con sus tensiones e influencias se encontrarían
presentes en cada adolescente privado de libertad. El primero, viene a
ser la cultura formal o la cultura de los dominantes, que se “adquiere” a
través de la escolarización; en este eje encontramos los valores y
saberes que “la sociedad” impondría a sus ciudadanos principalmente a
través de la violencia simbólica, que se genera en el espacio escolar.
Que en este caso, es representada principalmente por gendarmes y
profesionales; y que en más de una ocasión, es más que sólo simbólica.
Por otra parte tenemos la Cultura del Hampa, que diremos es, aquella
que producen y reproducen sujetos que infringen la ley (principalmente)
y que cristaliza en la privación de libertad (“cultura canera”). La “cultura

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canera”, con su “producción de cultura”, otorga a partir de su posesión,
un grado de visibilidad y preponderancia en el encierro, ya que sería
este su principal “Campo de Producción Simbólica” (en conjunto con la
calle). Y con respecto a ella, sus saberes y prácticas relacionadas,
interpretamos existiría un “habitus”, que evidenciaría el grado de
socialización en ella. De manera tal, que sería el dominio de los códigos
propios de la cultura (conducta y lenguaje), un capital preponderante, al
entender el cómo estaría “estructurado” el espacio social, o el “campo”
particular del encierro.
Por último podemos encontrar otros ejes culturales que se presentan, si
bien con un grado diverso de influencia, interviniendo de igual modo. La
cultura e identidad asociada a los espacios vitales desde donde
provienen los jóvenes, entrecruzada con los elementos anteriores.
¿Culturas juveniles? Elemento a considerar. Aún cuando en un primer
momento pareciera no ser un elemento central, es desde “lo juvenil”,
desde donde se están interpretando y (re)produciendo los diversos ejes
culturales anteriormente expuestos. Tornándose eje importantísimo a
considerar, ya que aún cuando quede planteado de forma implícita en el
texto, no sobra recordar que es desde “lo juvenil” que lo demás, está
siendo experienciado y constituido.

5.1.3.2. - Capital Social.

Interpretamos éste, como el número e importancia de las personas que


se conocen y con las cuales se habría “trabajado” o, con las cuales se
tendrían vínculos, ya sea de amistad, solidaridad, sanguíneos u otros: las
redes. El tener un gran número de vínculos con personas que se
desempeñan en actividades relacionadas con la infracción,
proporcionaría un mayor número de recursos, diversidad de
posibilidades, así como notoriedad; que no poseen aquellos que poseen
menos de este Capital en particular. Este “recurso”, en muchas
ocasiones, es adquirido a través de la vivencia del encierro, debido a
que en él se tiene la posibilidad de conocer personas relacionadas con la
infracción. Un joven que ha sido recluido en variadas oportunidades
tendrá probablemente un mayor grado de Capital social, al establecer
vínculos en el encierro. Significa entonces el Capital Social en este
espacio, que no sólo se conoce gente, sino que además se es conocido
por otros; es, en cierto grado, la connotación social que se tiene a partir
de este tipo de “roce social”. Sobretodo, si es con personas que poseen
un alto grado de capital cultural y social asociado al delito.

5.1.3.3. - Económicos.

Una de las particularidades que se evidencian en este espacio micro-


social es que, símil que en nuestra sociedad, los sujetos que están bien

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posicionados, por lo general, poseen una mayor cantidad de bienes
materiales. En nuestro caso, los jóvenes que están en lugares
“socialmente cómodos”, poseen ropa y accesorios adecuados a su
condición de privilegio. Pero, en este caso, es más bien en sentido
inverso a lo que se daría en nuestra sociedad, ya que lo que en este
espacio sucede es que, aquel que se encuentra en una posición de
poder (debido a su nivel de capital cultural y social), es el que es capaz
de estar en posesión de bienes materiales, adecuados a su status;
pudiendo además mantenerlos.
A partir de la posesión de un grado determinado de los Capitales
expuestos anteriormente, se ejercerá una posición acorde dentro del
Espacio. Lo cual les permite, por ejemplo, ostentar de objetos de valor,
que pueden ser interpretados como ejerciendo la función de capitales
económicos o como capitales económicos propiamente tales. Y entonces
hablamos de ropa costosa (de marcas reconocidas), incluidas zapatillas,
así como otro tipo de accesorios de vestir y objetos de consumo, a los
cuales pueden acceder a través del ejercicio de su posición social.
En el dinámico juego de las posiciones, cada quien estará situado
siempre en relación a un otro; otro, que está igualmente posicionado en
relación a aquel, o con respecto de un tercero. Así tejidas, las relaciones
sociales y la significación que pueden generar de la realidad, son
difícilmente eludibles. Realidad social y culturalmente construida, a
partir de la cual, el mundo se reconstituye simbólicamente en el encierro
y con ello, sus diferencias, injusticia y violencia.

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APARTADO 1:
“CITAS CITABLES”

5.2.-EL ENCIERRO

5.2.1. Aislamiento

“De perro” (e.g.s)

“Fome” (e.g.s)

“Charcha po hermano. Es terrible charcha estar encerrado.” (e.g.s)

“Me siento mal de estar encerrado.” (e.m.s)

“El estar sin mi familia, y... a veces triste...; me siento mal.“ (e.m.s)

“Ha sido mala la experiencia. Hecho de menos de estar en la calle con


mi familia y dormir tranquilo.” (e.m.s)

“Me siento mal po’. Y como le decía, echo de menos a mi familia...”


(e.m.s)

“Me angustio.” (e.m.s)

“Aquí en la wea que pensai es en... chucha!, matar luego el día no más
pó!, que pase luego el día, ya a las cinco te encierran, ya es un día más,
ya a las cinco te encerraste “bueno un día más” y no acordarte de esta
wea! ¿cachai o no? Webiando y tirando la talla, haciendo cualquier wea
loca. Si po porque no sacai nada… Hugo así con cagarte la siquis así, si
no podis hacer nada, po hay nada por hacer. Y si te cagai la mente…
¡chucha! ¡No podis hacer nada! Ya estai aquí ya, asume no más.
Cagaste pa perro ya erai!” (c.v.s)

“Y entonces estar aquí significa… (pensando). Chucha, dejar de lado


todo eso y meterme aquí y salir, y yo estar, estar así desconectado del
mundo. Esa wea es estar aquí, es estar desconectado del mundo. Por
que, porque tu caí preso y en la calle siguen pasando cosas, cosas,
cosas. Y uno está aquí y uno no tiene idea po, tu te acordai del primer
día que caíste no más y ya después nada más. (…) La nada, o sea
significa… esto, la cárcel misma, para mi significa una cámara del
tiempo.” (c.v.s)

“Como se siente…a ver ¿sabis lo que vos po? ¿Haz lo que vos po?
Imagínate tu po, un día sin libertad, sin, sin poder hacer las cosas que tu
querís. Te quitan todo, te quitan todo, tay, tay a un lado aquí, vay a ser
discriminado y toda la cuestión.” (c.v.s)

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“te sicoseai porque veis puras rejas po, no veis…afuera no veis lo que
pasa afuera, no sabís nada de lo que pasa afuera, aparte de las noticias
no más que veis (…)…no estai no estai cien por ciento conciente,
porque tu cerebro no esta pensando, no esta pensando todo lo que tu
hací en la vida normal, porque estai apartado de la vida normal, estai
encerrado. (n.a.l.)

“es feo porque…no están con sus familias y…no saben que va a pasar el
día… o sea uno no sabe lo que va a pasar después po cuando uno salga,
no saben que se va a esperar…entonces te pasai te pasai, puro rollo que
no no te hacen bien sicológicamente.” (n.a.l.)

“Nada po, el encierro es lo, no es recomendable pa nadie, no es


recomendable pa nadie, ¡porque te hace mal po! sicológicamente asi,
como persona…!tu veí como vivimos aquí po!!, cachai o no? Y es…
indigna la wea!, o sea encerrarte a las cinco de la tarde… pero yo que
puedo hablarte de eso? Nada! O sea, por que porque yo no me, no,
como que ya no estoy ni ahí vivo el día no más…” (c.v.s)

(El encierro se siente) “Desde siempre, desde que cais preso, desde que
te pillan, sentis al tiro el encierro. Si yo creo que, lo más, lo más
cabriante así pa uno, lo más sicoseante…o no sicoseante, sino que lo
más fome cuando veni, llegai recién preso po. Estay en la comisaría o
estay ahí ahhh! (moviendo la cabeza) y estay pensando ¿y por que hice
esto? Chucha! ¿Por qué no me fui por allá? O ¿Por qué no le hice caso a
mi mamá y me quede en la casa hoy día? Puras cuestiones asi po
¿Cachai? ahi lo sentis. Después estando aquí ya no lo sentis, porque
aquí ya no sacai nada con ponerte a pensar en que, puta la wea
(lastimoso) no.. aquí tenis que puro…hacerte la idea no más po.” (c.v.s)

5.2.2. - Los afectos

“Fea, charcha, porque el trato no es muy bueno, o sea igual se te abren


puertas…te van a visitar, pero igual el trato no es muy bueno porque no
estas con tu familia, no estas con tu familia” (n.a.l.)

“Sabís que te sentís mal por la razón de que... (veí a la familia una vez a
la semana así...) una vez a la semana y no sabís que esta pasando, y tu
familia siempre te dice: no... estamos bien. Me entendís? (pero no sabís
si es verdad o no) no sabis si es verdad y uno se da cuenta, o sea con
tan sólo mirarla... y te dai cuenta.” (e.g.s)

“es feo porque…no están con sus familias y…no saben que va a pasar el
día… o sea uno no sabe lo que va a pasar después po cuando uno salga,
no saben que se va a esperar…entonces te pasai te pasai, puro rollo que
no no te hacen bien sicológicamente.” (n.a.l.)

“Estar encerrado sin la familia...sin la polola, sin saber lo que pasa en la


casa, si están pasando hambre o no...” (e.g.s)

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“Si po así son las cosas, es fome cuando estai enamorao (jeje), cuando
estai enamorao y te dejan solo, porque vivir en cana... igual la vivís po!
Si... (hay que saber vivir) Hay que saber vivir no mas la cana y que
pasen los meses y ahí después pa la calle! Pero cuando tení una polola
es feo si po, porque te deja solo así y estai enamorao... (no sabís si te
caga jaja) (risas)” (e.g.s.)

“Me va a costar adaptarme, pero igual tengo que hacerlo no más. O sea
yo creo que es lo más cercano cuando salga porque, yo no quiero estar,
preso cachai?, o sea a mi me mata esta wea, a mi me enferma estar
lejos de mi familia, a mi me enferma que llegue la navidad así, y que los
cabros chicos no tengan lo que quieren. Y después viene marzo uuuuh y
no estar pa marzo, ahí es brígido porque están todos los cabros…”
(c.v.s)

5.2.3. - Violencia

“Siiii (me sentía encerrado). Porque no me sentía bien. Porque no estaba


con gente conocía. No conocía a nadie. No sabía como eran los cabros,
si...; a veces son maldadosos y quieren quitarte la ropa y tení que
ponerte a pelear por la ropa...; o te quieren mandar a lavar las calcetas,
la ropa.” (e.m.s)

“Aquí teni que pelear po. Teni que pelear, o si no…no, nadie te respeta.“
(p.p.s)

“Pa mi la violencia, en este lugar es un sistema de sobrevivencia no más


po. Por que… mas allá no podí hacer po, si hay personas que no te
entienden cuando tu conversai po…son hueones y mas allá, ya teni que
llegar a las manos. Pa eso pa mi es la violencia, un sistema que hay que
puro aplicarlo aquí po, o si no de a poco te vai pa abajo.” (p.p.s)

(La violencia se utiliza...) “Cuando tení nudo con alguien…o sea núo…
cuando tení drama, cuando, las hueas ya no dan pa más… no dan pa
conversar, Ya ven…si es amiguito tuyo, ya ven peliemos pa, la mano ya
ven pa! pa! pa! pa! (golpes) y ya de ahí éra po…la mano, no ya!. (¿Aún
entre amigos?) Si po…es que de repente las cosas no dan pa más po, si
de repente hay cosas que se traen de la calle o que crecen de aquí y ya
no dan pa más y teni que llegar a eso po. Charcha el método, pero así
es.” (p.p.s)

“Sí. Yo, hoy día con el tiempo que ha pasado, yo ya me encuentro no


soy el mismo, ya tengo hasta úlcera encuentro yo po, debido a estar en
todo el patio aquí y... en una posición así ya que... pasa algo: YA QUE?!!
Jjjjjjj, y queda la catimba altiro, me entendi? Ya en esa estoy... estoy en
esa posición y de repente me voy pa la calle y soy ulceroso, no aguanto
y como que esta huea te va cambiando de a poco, o sea no es de apoco
es rápido asi po, por que yo estoy terrile de cambiao. Yo me doy cuenta
de las cosas, me miro ahí…pa! …ya una huea y me quedo pensando así,

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y me digo ¿Qué huea esta pasando y wa!?, Si incluso estoy…(gesto de
estar loco)…la pulenta jijiji.” (p.p.s.)

5.2.4. - Sicoseo

“Como un estado de estar deprimido, estar triste, llorar, pensar en tu


familia como está, y... y te sentí mal, porque aquí, pucha te molestan y
no podí estar tranquilo y te sicoseai y querí estar en un lado con tu
privacidad y te dan ganas de cortarte” (e.m.s)

“Hay cabros que se cortan los brazos, yo nunca me he cortado, pero


pasan esas cosas. El sicoseo te… hace pensar cosas que…bueno el
sicoseo es sicoseo, pero pensai cosas que…que te deprimen, te
angustiai, te deprimi… yo siempre o sea el tiempo que estuve siempre
lo más grave que me ha pasado fue el sicoseo. Siempre pasaba como
deprimido, y veía a mi mamá re poco porque estaba en Limache yo po,
mi mamá no podía ir siempre pa yá y entonces me daba pena por un
lado también y más me deprimia por mi, por mi familia porque tanto
que se preocupan por mi todo eso…no saben, uno no sabe lo que esta
pasando afuera, como están, estando encerrado no sabis que esta
pasando en tu casa, en tu familia, como está, si le falta algo o no le falta
algo.” (n.a.l.)

“Yo sé que es feo si po, pero... será no más, así son las cosas y a uno le
cuesta caleta… o sea estay pensando en algo, estay pensando en tu
familia, ah!! en tus hermanitos chicos, en la polola y de repente ya
quedai mal po!, de repente te le caen tus lagrimas y wa!, quedai mal po,
yo converso po …cuando ya no se puede más, ya estay grave, recurro a
eso.” (los cortes) (p.p.s)

“No sé porqué lo hacen. Según porque el dolor que sienten ellos por
dentro lo pueden sentir en un corte. Lo olvidan con el corte.” (e.m.s)

“Si (me han dado ganas de cortarme). Pero..., intento y..., y me cuesta.
Intento cortarme, pero no..., no he querido si.” (e.m.s)

“…yo cacho que se deben cortar porque tienen rabia con uno mismo.
Porque ¿Por qué se van a cortar? ¿Por que se van a hacer daño? Es
como tonto po, yo nunca me cortado pero…pero eso, eso pienso yo que
debe…deben sentirse rabia con uno mismo, aonde ven que a lo mejor
no pueden cambiar o le faltan oportunidades los cabros…de repente
también se cortan porque creen que son más choros, se cortan porque
dicen: ahh!! Yo tengo el corte más grande, vos te hacis puros rasjuños.
Entonces como que se tiran pa arriba pero a la vez se están haciendo
daño ellos no más, que se tienen rabia consigo mismos.” (n.a.l.)

“de repente se ponen a pensaren la familia... a una lado ¡chucha! ahh!!


que quedan ahi pensando en ellos. Puro pensando en eso, que Porque
estoy aqui; que ¡pucha! que... ¡esa cuestion es sicosearse! cuando ya
como que esta cuestion te ahoga asi, te ahogai y te ahogai, llega un

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momento en que te pasa eso! de repente estay bien, bien, de repente
por cualquier cuestion te toca así (se toma la cabeza) y te ahogai po,
te... y ya!! y andai en el chancho así por cualquier cuestión.” (c.v.s)

“Aquí creai relaciones con otras personas y al pasar el tiempo vay


creando relaciones con personas, igual le vay tomando cariño y toda la
huea y eso ahí recurro yo a ellos, oe hermano sabi que me pasa tanto y
hua, estoy mal y hua a conversamos un rato….yo por lo menos, no sé
las demás personas, va trato de conversar un poco wua pa y la wa no da
pa ma, hago lo que ya me tengo todo hecho el cuerpo... (hace el gesto
de cortarse) y de ahí, no se po!! …por que es como un sistema de
desahogarse, pa mi… yo... Pa! ya jjjj, me desahogo caleta, si cachay ya
como que te olviday de la huea ya jjjj, era, ya fue , ya fue ya.” (p.p.s)

“No. No me gusta. No sé porqué lo hacen. Según porque el dolor que


sienten ellos por dentro lo pueden sentir en un corte. Lo olvidan con el
corte. Pero no..., porque no me gusta. Porque se ve feo andar andar con
los brazos tajeados o los pies. Y no podí andar tranquilo en la calle,
porque al tiro te miran: “mira anda todo cortado, es un delincuente el
hueón...” (e.m.s)

“nunca me he cortado, pero...no sí me corté una vez, tenía doce años


¿Cachai? Pero...son weas no más! son weas de cabro chico! la pulenta
porque... no te sirve de na po. No te sirve de na, o sea yo me corte
cuando tenia doce años y estaba en casa de menores y llegue a mi casa
despues, me fugué, y llegue a mi casa y mi mamá me vió y me pegó po.
No! y que no tenía que hacer eso y lo hacen porque...no sé po, de
weones no más po! Por que los cortes, hay cabros que están llenos de
cortes y por nada, por nada, o sea. Antiguamente los ladrones se
cortaban así cuando estaban… cuando se iban en cana, se pegaban un
corte weno así, ¿Por qué? porque les pegaban, ahora no te pega la
policía, ahora nada, no te hacen nada. Si te cortai es porque…!no sé!”
(c.v.s)

5.3. - ESTRATEGIAS DE ENFRENTAMIENTO

5.3.1. - Haciéndose la mente

“Tenis que hecerte la mente, porque si no te hacis la mente se te hace


mucho más largo el tiempo.” (n.a.l.)

“Estar con la disposición de uno que tiene que hacer el tiempo que tiene
que hacer y tratar de pensar cosas que…que te hagan bien a futuro a ti
cosas positivas no siempre pensando lo malo.” (n.a.l.)

“Hacerse la mente es, es…decirte a ti mismo que…¡ya po! estay aquí


por algo que tu hiciste y que tenis que asumir no más po, tenis que
asumir po; y mentalizarte pa si tenis que estar meses, mentalizarte, y
total… uno sabe a lo que va po; Andando en esto uno, uno corre mucho

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riesgo: corris riesgo de caer preso, corris riesgo de que te maten, de
montones de weas po! y este es un riesgo más no más po, y hay que
asumirlo po, eso es hacerse la mente.” (c.v.s)

(Al entrevistador) “tu no harías cuatro años así como lo estamos


haciendo nosotros y si uno está en esa tiene que puro buscarse los
meses por que unos se los anda buscando, pero eso ya es como lo que
estay diciendo tu, si uno no se hace la mente, ya ve la cosas como son
no más, pesa a las dos cosas, ya esto me gusto a mi, aquí me quemo,
busque la plata fácil y aquí estoy po, por que no cualquier persona haría
los meses, así como, me entendí? como lo estamos haciendo varios
aquí.” (c.v.s)

“No pensar en la calle no mas po!. (si po!) <No pensar en calle no más
po!> “no pensar en la calle y en la calle y en la calle po” Y te
acostumbrai no más po. Y te acostumbrai a vivir en tu metro cuadrado.
(De repente ni te acordai y te llega el día de la libertad y te dicen: te vai
pa la calle. Y uhhh!! quedai terrible contento (si po!!).” (e.g.s.)

5.3.2. - Saliendo de la volá

“Conversando o jugando cartas.“ (e.m.s)

“Estando tranquilo.” (e.m.s)

“¿Cómo? Así po’. Escribiendo, dibujando...” (e.m.s)

“Haciendo deporte, haciendo actividades, ayudando en la casa,


haciendo cartitas de repente en el tiempo libre, conversando igual con…
con la gente de PRODEL. Con las duplas de allá del centro, asi te sali
de, ellos te sacan de la volá porque ellos te sacan de la volá porque te
conversan puras cosas buenas, positivas. En cambio que si tú estas
solo…yo cuando me sicoseaba lo que siempre hacía LA PIEZA! Me iba pa
la pieza me estiraba en la cama y pensaba, pensaba, pensaba, pensaba,
ahí estaba pensando hasta que llegaba la hora de comer, y después
comía y me iba de nuevo a la pieza a encerrar, y buscaba cosas pa
salirme de la volá.” (n.a.l.)

“Hay montones de formas mira, te cuento un día, un día aquí… ya en el


mañanero te levantamos, a la cuenta, ¡psshh! (moviendo la cabeza con
energía) ya, ya, tenís que levantarte al tiro con ánimo, tenís que hacerte
el ánimo no más, aunque te levantís latigüo hacerla así…gelatina pa la
volá (risas), tenís que no… hacerte de la idea ¡no! no! ¡pjjjgg! ¡u, wa!
Venis, pescai las chalas, la toalla, te vai, te bañai, ya, te bañai, hacís la
pieza, tomai choquita ¡así matai el encierro! ¡haciendo cosas po!
¡haciendo cosas! ¡cualquier wea! ¡cualquier wea! ¿Cachai o no? Menos
ociar, así porque cuando estai ociando…AHHh!! Ahí te empezai a pensar
weas...empezai y ahí te achacai. En cambio tai ahí conversando con
alguien, con quien sea, con un sicólogo, con un profe…eee, una que

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aprendís cosas y….te distrais po weon, te distrais. Otra manera
eeeehhhhh (hace el gesto de fumarse un pito con cara de risa, y luego
se ríe)” (c.v.s)

“JUGANDO!! (Jugar a jugar ahí po!) jugar a la pelota (conversar)


conversar, jugar a la pelota... Jugar a las cartas.. <Tomándose su mate>
(de repente una que otra vez sus pitos) no te dai ni cuenta, son las
cuatro llega el encierro te vai pa la pieza (otro día) en un rato ya... <otro
dia> a las cinco de la tarde ya estai tomando choca jeje (a las doce
almorzamo... terrible rancho estoy terrible guatón!!) JAJAJAJA (cuático el
rancho!).” (e.g.s.)

“de repente andai con la wea así... “hermanito ayuame a lavar esas
calcetas oe” y dicen no... y ahí: “AHiihyaaah!! que vení aquí y aaa!!!” Y
te ayudan po! Llega un weón nuevo, jil así, y le así la mente, lo llevai pa
arriba “ya hermanito mira sabís que aquí todos los que llegan nuevos
tienen que hacer toas las piezas y wa” jajaja, cachai o no?. Pero es wea
como de entretención o... aquí el ocio culiao te hace hacer weas cachaí?
Onde no tenís que wea hacer, naa!! te le ocurren weas, inventai weas
po!! Pa webiar aquí, pa matar la cana.” (c.v.s)

“Los pitos jijiji. Tomar mate…compartir ahi todos tirados fumando su


cigarrito, conversamos lo que nos ha pasado... Compartiendo un rato.
Que mas puede ser, Jugar a la pelota….como tu dijiste, unas películas
igual, todos compartiendo, si de eso se trata no mas po! a que esta
huea tenga mejor convivencia.” (p.p.s.)

“No po pero…sí po! por ejemplo ahora con que yo me lo terceo igual no
más po, ¡igual no más po! ¿cachai o no? Si es que a ti cualquier cosa es
buena, si aquí matai la cana con esa wea te salís de la volá ahh, veí un
par de monos así ahhhh, oooohh (pone los ojos blancos y lleva la cabeza
de un lado a otro) quedai weon un rato po, quedai weon un rato y ahí
quedai contento.” (c.v.s)

“Si po, nooo ….estay triste, yo por lo menos, yo soy marihuanero


pulento, pa! estoy triste …jjj su pitito…me pongo a pensar las cosas, yo
trato de buscarle una solución , por que estoy en la calle y se me dan las
posibilidades…me entendi? y aquí en cuatro paredes, me entendi? A las
cuatro te encerrai, y ahí... ¿ah? no sabi que huea pasa po!. En la calle
buscai tus soluciones y aquí no podis po.” (p.p.s.)

5.4. - HACER BUENA CANA

5.4.1. - El Choro Vío (o el oficio del ladrón)

“No. Pa’ los ladrones ser choro son los que andan choreando. Y lo otro
es ser vivo pa’ las volá y cosas así po’.” (e.m.s)

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“Que es ser choro. Bueno lo… en el mundo de… del hampa, por así
decirlo, el choro… por que según ellos, choro viene de chorear. El que
no chorea, no es choro. Y eso significa el ser choro…porque choro no
soy porque peleai o echar la aliña, porque dicen, dicen, ellos en el
termino de ellos que choro viene de chorear po y el que chorea es choro
y el que no chorea no es …es jil.” (n.a.l.)

“¡no, hacen respetar po! por que porque ¡chucha! Si andai choriando
en la calle… y tenís que ser… ¡no sé po! pa ser ladrón hay que, pa ser
choro, pa ser bie… tenís que ROBAR PELIAR Y ARRANCARTE (contando
con los dedos) ¿cachai o no? Tenís que hacer las tres cosas…y saber
cuando arrancarte… tenís que saber, saber hacer esas tres cosas y otras
tres cosas que tenís que hacer es, saber llevar tu linea de, de vío o sea:
no pintarse las patas, no sapiar y no ser maricón po ¿cachai o no? Son
tres faltas así… grandes pa un ladrón.” (p.p.s.)

“Nooo! De las dos formas (se aprende en la calle y el encierro), o sea tu


del momento que empezai a hacer weas, por ejemplo empezai a robar…
y es porque tu te juntaste con alguien que hacía eso ¿cachai o no?, y
esa persona a lo mejor ya estuvo presa y... son como…tú como
persona tenís tus valores, tenís tu ética…¿cierto? Ya po! lo mismo como
lo ladrón tenis que tenerlo. Tenis que tenerlos, te lo inculcan po. De
repente hablai con gente adulta y te dicen ¡no, no cabro chico, sabis que
vos no tenis que tener ser desmarcao, tenis que seguir tu pura línea y
wa, tenis que ahí... cachai o no? No tenis que meterte con los demás y
wa, y si se meten en tu espacio ahí sí y wa... cachai? Y ahí te aprendí y
toas estas weas las aprendís ahí... no sé pó, yo...” (c.v.s)

“Si po! Si po! Es que uno mismo aprende ¿cachai? robando solo, cuando
trabajai solo. Imagínate yo estuve en una ciudad, al sur, la décima
región, en Puerto Montt; y yo allá salía a robar solo, vivía con mis
suegros, mi señora no estaba, y yo solo, estuve yo solo como dos
meses ¿chachai o no? Imagínate todo lo que aprendí, porque solo, solo,
o sea salía a trabajar solo, con una pistola, y va meterte a casas solo y
VA! de repente llega gente, y, y, te le desarrollan los sentidos, te le
desarrollan los sentidos, te quedai asii... y después ya soy una persona
fría después o sea, no sé...” (c.v.s.)

“Pero hay que tener mentalidad, pa mi un machucao vío, un machucao


choro, un machucao que…que roba, y que se dedica a su familia, que
tiene su casa bien, cachai o no?, que dura harto en la calle y que cuando
cae preso hace poco tiempo. Los machucaos que están siempre en la
calle, esos machucaos son choros, así son valorables, son de respeto,
cachai o no?. Machucaos así que se dedican a su pura familia,
machucaos que han ganao plata, esos son así los…cachai o no?” (c.v.s)

“De repente este mundo te envuelve cachai o no? Que es lo que te


envuelve, la fama muchas veces. La fama así… tuya po, ¿por que?
porque tu soy, ya pasai a ser importante, marcai en el reitin ¿cachai o
no? No hay escuchado eso que dicen que: “marcai en el reitin de los
ladrones”. Ya po marcai en los top ten, estai entre los mejores ladrones

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y ahí ahhh!. Te presiona po! Cachai? A mi, a mi no tanto, por que?
porque yo… tengo pocos amigos, soy pura casa…bien bien pura casa…
harta marihuana… pega casa playstation cachai o no? mi señora, salir a
bailar. Esa vida cachai o no? No mezclo lo uno con lo otro, la pega es
pega, la familia es familia cachai? Y tengo que saber vivir en los dos
mundos no más, tengo que saber vivir en los dos mundos.” (c.v.s.)

“Si po! Porque me gustaría.. sabís que toda la gente que se va a robar
pa allá están todos bien, están todos bacanes, tienen auto, casa,
botillería, negocios, todos son bacanes, lo que roban allá. Vienen pacá a
vacacionar, si están presos o si se van presos los deportan o están seis
meses, tan allá o un año y los sueltan allá y cachai o no?… y eso, eso
cachai? Seguír en esto, ya total ya estamos ya, pero de otra forma, a lo
bacán. A lo bacán, tener unos millones en el banco, llegar pa chile y
tener tu casa bacán, tener el medio coche. Eso cachai? esa cuestión a
mi, es que yo soy avariento así soy bien avaro pa volá... ambicioso y
esas son ambiciones mías, son ambiciones más que nada y ya si no
resultan las ambiciones ya…tranquilo y puedo trabajar de panadero no
más po (jajaja) tengo un titulo de panaero que me dio el sernac, no,
¿cómo, cómo se llama?” (c.v.s.)

“Pa que te voy a cuentiarte, voy a salir a robar, a choriar (sió) a salir a
robar <sipo!> sipo. No tengo ná! No tengo ni medio (pato, pato pato) le
tengo la pura camara, la tele la radio y... lamentablemente uno no nació
en una cuna de oro, y así son las cosas (sío...) las familias son de... (sío)
somos patito y uno cuando esta ahí...(de repente en la casa falta el gas,
falta pa comer y vola y...ahi uno tiene que aportarle no más, y de
repente no alcanza pa la luz y pal agua) y más encima que a uno onde
vive lo discriminan, asi que tenis que.. puro salir a choriar po! Y no me
quea otra y aparte que uno igual, yo igual tengo mis estudios, pero... ¡ya
estoy especializado si po! Ya sé... (yo igual tengo cuarto básico no sé...
ahora aprendi un poco a leer y a escribir pero ahí no más po... no sé...
no sé ná jajaja! lo puro que sé robar).” (e.g.s.)

“Si po…no, sabi que la pulenta igual…yo voy a seguir estudiando y toda
la huea, pero... voy a seguir en la que ando si po, yo aquí no... es que
sais que? yo me acostumbre de muy chico a la plata fácil yo po, cuando
ya te vei mucha…te vei harta plata en las manos, pa! fácil, pa! ya no
miray pa ni un lado po, mas que te gusta andar bien vestido y toda la
huea .” (p.p.s.)

(Miedo a la muerte) “Es que son hueas que pasan po! Si... el arriba yo
igual soy terrile de apegado al de arriba, si el de arriba así, me la da,
será no mas po! Me va a tocarme como... si a las finales todos van a
llegar a la misma, será po! y así por algo me están dándome las cosas.
Por algo van a pasar…eso es lo que pienso yo.” (p.p.s.)

5.4.2. - El jil o el lonji

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“Que es ser choro. Bueno lo… en el mundo de… del hampa, por así
decirlo, el choro… por que según ellos, choro viene de chorear. El que
no chorea, no es choro. Y eso significa el ser choro…porque choro no
soy porque peleai o echar la aliña, porque dicen, dicen, ellos en el
termino de ellos que choro viene de chorear po y el que chorea es choro
y el que no chorea no es …es jil.” (n.a.l.)

“Pero por ejemplo llegan weones jiles así y los cogoteai, yaaa no hay
pecao esa wea no es achicar cana po, la cana…” (c.v.s)

“Pero a los cabros jiles, de repente a los que los tíos saben que son…
son perkines o andan o, son más debiles, dejan que peleen con otros…
con, con los soldaos y eso pa mí es charcha. Porque es un weón más
más grande y, porque se le para el poto y dice: ya vos pelea con él, y
tenís que dejar. Y el weon supuestamente que es vío le conversa al tío y
el tío: ya peleen.” (n.a.l.)

“Ser jil … Ser Jil…. Weón. La mayoría de los que no pelean son jiles; y
los que no andan con buena ropa; los que pagan la prote. Los que pagan
la prote son los que cuando los van a ver, tienen que pasarle las cositas
a los más choros.” (n.a.l.)

“No... es que chucha! En cana igual siempre existe la ley del mas fuerte,
cachai o no? Que los más fuertes cogotean a los más débiles...o sea aquí
hay weones jiles que vienen por homicidio, y... no son víos no son
choros, nada... se da la mano los podís cogotear. Los perkineos aquí por
lo general no se ve chachai? No se ve porque no hay ningún aislado
abajo ¿cachai?” (c.v.s)

“Igual no me gusta estar como así (aislado)... como mucho encerrado,


pero... si la situación no da pa’ más, hay que estar así no más.” (e.m.s.)

“No. No me gusta ser así a mi. Me gusta estar tranquilo. Me gusta


compartir con los demás, pero... aquí a veces no se puede, porque los
demás quieren... tener más que otros, y... y si dan puros problemas las
cosas. Muchas veces... no me dan ganas de tener visitas, porque
empiezan que... “pásame las cosas... pásame unos cigarros o pásame la
cajetilla o plata”. Y ahí hay... cabros a los que no les dejan plata y... y los
hueones se enojan y después les dicen que les van a pegar o los van a
quemar. Cosas así.” (e.m.s.)

5.5.1. - Conocer el ámbito. Desenvoltura

“Yo no se como, como de que forma va esto, pero los que, yo creo que
los que más tienen experiencia si los que... me entendí o no? porque
uno que ya ha vivío, sabís como van las cosas (cuando soy de... de hace
tiempo, te la llevai bien sino... sino sabís desenvolverse. Si aquí esta
wea hay que saber desenvolverse no más) saber conversar, saber... (y
no ser atrapado porque hay gente que... que sabe poner la hora no más

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po, por ejemplo llegan y no... y no sabe de esto po asi que... hay está
po! Quedan en su volá no más po! Y pero... lo weno es que uno no anda
en esa de andar PA! ganándole, sino tranquilo no más, cada quien con
su tema. Así es la cosa aquí po!)” (e.g.s.)

“Si (hay que saber), desenvolverse. Desenvolverse porque siempre que


tu llegai te preguntan cosas, y tu tenis que siempre responder, a lo vío,
como se dice. Te pegai una caída… soy lonji!, soy lonji pa siempre, no
tenís que pegarte ni una caída, tenis que desenvolverte y tenis que
desevolverte a todos por igual. Tampoco no podís patear el naranjo, el
naranjo, patear el naranjo, no podis cuentear, no podís decir mentiras.
Eso es lo principal., lo principal, tenis que saber desenvolverte, sino…”
(n.a.l.)

“Si po reunirse, reunirse y conversar las cosas que pasan…pa ya…


suponte llegó alguien, pa! nos reunimos ya a ver, no tanto pasa con
éste, ya ohh si igual se la roba y wa! wa! el tonto igual tiene su
ganancia... no ya pa! que esté en el patio y wa…ya listo. Nos reunimos,
conversamos ahí entre todos los hermanitos.” (p.p.s)

“No sé po! Hay weones embaraos que se demoran po. Hay que
aprender rápido, porque si no aprendí rápido te... Lo mismo que aquí po,
llega un weón a tomar... un weón nuevo así: “Ya a tomar mate
hermano!” Ya, “¿sabís tomar mate?” <No, no sé> ya los quince minutos
después... después de los quince minutos, aprendís a puros palos,
cachai o no? Así po, ¿por qué? porque tenis que aprender rápido, en
esta wea tenís que aprender rápido, si no aprendís rápido te vai a
empezar a embarar po. Te pegai embará en la calle así, te pegai embará
y después cais mal, todos te tienen mala y quieren puro pegarte así.
Entonces es una wea obligatoria que tenís aprender rápido.“ (c.v.s)

“achican la cana porque es un machucao vío, un machucao que en la


calle anda robando…que en la calle hace sus cosas, se dedica a su
familia….ahí ya, ya te envolaste ¿cachai o no? Pero por ejemplo llegan
weones jiles así y los cogoteai, yaaa no hay pecao esa wea no es achicar
cana po, la cana… cuando le llamai achicar cana, es a un cabro vío”
(c.v.s)

“Como cuando toman mate. Si, pero que es difícil, porque... a veces más
te trae puros problemas donde a veces te enredai y no sabís pescarlo y
cosas así po’. O no podís pescarlo de abajo, porque el que está haciendo
el mate le estai queriendo decir que le estai tocando el poto y cosas así.
Y puras cosas así po’. Puras cuestiones locas. Y dan puros problemas.
Pero cuando estaba abajo no me gustaba tomar mate por lo mismo.
Estoy recién aprendiendo a matear y si tenía problemas, si no lo
pescaba bien me... te podían tirar a pegarme y cosas así.” (e.m.s)

“Ya menéate pa allá, menéate pa acá, ven…tráeme un... una


suposición: hace un jugo... pa!… y si no… ya ahí haciendo eso ya te
estay embarandote ya po, por que no estay imponiendo el respeto que
tu te mereci po. Por que ya te estay pasando a llevar po…por que aquí

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hay mucho barrotin, no se si me entendi, mucho barrotin, por todo va...
son con doble sentido las cosas ¿me entendi?. La mayoría de las cosas
si... son con doble sentido. Suponte... una suposición: yo te digo “anda y
wa... anda a hacer un jugo…pa! ahí yo estoy viendo tu actitud a ver que
me vay a decirme tu a mí y... si la vay a hacerla!!! Si... me entendi, ahí
mismo ahí van tirando pa ajo, hay machucaos que andan en esa…gente
que anda en esa… que quiere tirar pa abajo mas a este por que esta un
poco mas arriba que los demás.” (p.p.s)

“Cuando tu tenís un problema con alguien. Por ejemplo venís así, y


estay en la calle y el machucao en cana y tu te… ¡un ejemplo! Y venís y
te metís con la señora de él. Y después venís en cana ¡esa wea es
terrible taco! ¿cachai o no? Llegai ahí y ¡oe vos te pintaste las patas! Esa
wea es un taco; cuando tu tenis problemas con alguien, cuando tenis la
guata sucia ¿cachai o no? Guata sucia se le llama a eso, cuando estai
envolao“(c.v.s)

5.5.2.- Somos todos iguales

“A nadie (la lleva), todos los que tu veís en el patio, todos nos
respetamos, porque así es po! si son toos víos, son todos choros en la
calle, esa wea se respeta.” (c.v.s)

“Aquí nadie la lleva, por que porque llevarla…tú, si tu la llevaí tu podís


pasar a llevar a todos los demás po ¿cachai o no? o sea podís pasar por
encima de ellos y esa custión de llevarla así esa custion ya es custión
antigüa, es cuestión de los viejos antiguos, caneros así. Ahí que vaa!
Que uno tenía el poder y custión, y…se pescaba a los cabros chicos,
eso! ¿cachai? pero pero hoy en día ya no se ve eso, ya no se ve eso, por
que porque la juventud cada vez está saliendo más, más despabilada
cada vez estan.... no sé si te das cuenta, pero antes aqui habían puros
weones que robaban celulares y cadenas, ahora hay puros weones que
asaltan, que roban casas ¿cachai o no? O sea entonces la wea de a
poco, después en diez años más vai a ver puro asaltante de bancos,
capacito ¿cachai o no?. O sea la cuestión es así entonces, ya, uno ya es
cabro chico y no te dejai pasar a llevar ¿cachai o no? Y por ejemplo
aquí…no se po! ¿Quien la lleva? Nadie pó! Por que porque a mi nadie
me dice nada.“ (c.v.s)

“Una pura línea no vai a salir con una línea y después con la otra. Son
cosas de repente que pasan en aburrimiento no más po. Andai
molestando de allá pa cá pero nunca vai a andar paquiando sino que
molestando no más po! Pero esas son las cosas que pasan por el
encierro, estar aquí encerrado te aburre y andai haciendo una y otra
cosa ó y ahí salis de la volá ó, y te ahí se te pasa el día. Pasa el día po y
asi sucesivamente todos los días son los mismos.” (e.g.s.)

“No si hay gente, hay gente que se embara, gente que llega negra (o de
repente llegan del cereco y llegan aislaos al tiro, porque les meten

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miedo, llegan con miedo pa acá, esos también pagan) o gente que
antes, antes jue... por decirle (jil) se les daba la mano... (pa paquiar) pa
paquiar y después llegan aquí y te ven así (y se les da vuelta la mano) y
se les da vuelta la mano, si el mundo es así po, es redondo. Y por eso...
mejor no andar asi no más, mejor andar en su volá en cana (en tu línea
no más, en tu linea no más po... si te molestan permiso, pero si no,
seguís en la tuya no más po).” (e.g.s.)

“Tiene que andar tapizado, con buena ropa. Tiene que en caso de
cualquier cosa pelear, no puede, no puede achunchar. Tiene que
menear hilos, tiene que ser siempre más fuerte que otros. Menear hilos
es como… ¡Ya vó! ¡Vó! Anda…anda a decirle a la tía que venga pa ca.
Pesca las calcetas y anda a lavarlas. Anda a prenderme un cigarro. Eso
es menear hilos. A los que les menean hilos… son los perkin.” (n.a.l.)

“No hay unos más fuertes, unos más débiles... más… con distintos
problemas. A los que les achican harta cana es a los… violetas, a los
violetas le achican harta cana; a los que van por… por cogoteos o
cuestiones así, por cuestiones mal miradas, a esos les achican
cana.”(n.a.l.)

“Si po reunirse, reunirse y conversar las cosas que pasan…pa ya…


suponte llegó alguien, pa! nos reunimos ya a ver, no tanto pasa con
éste, ya ohh si igual se la roba y wa! wa! el tonto igual tiene su
ganancia... no ya pa! que esté en el patio y wa…ya listo. Nos reunimos,
conversamos ahí entre todos los hermanitos.” (p.p.s)

5.4.8. - Respeto

“En la calle po… En la calle debido a tus actos po. Porque uno anda en la
que anda y todo se sabe… me entendí, ya va!… queda bien en la calle,
igual vay obteniendo tu respeto. (y aquí dentro) influye caleta po. “
(p.p.s)

“Como se ve que es respetado?... Aquí teni que pelear po. Teni que
pelear, o si no…no, nadie te respeta.“ (p.p.s)

“Son los que saben…compartir, personas que son humildes…también va


esto …no va …a parte que tienen que conocerte por que , o sea… en
varias…o sea se miran hartas cosas en hartos…y no tan solo te podi
llevar bien por que peleai po! . No po… si no por que…tu forma de
expresarte, tu forma… porque aquí si ganai plata…Así lo miran todos
po!… teni que andar bien vestido. Que más, aquí hay como…se puede
decir que hay como una ley…no sé si tu me entendí muy bien…como
una ley y ... no tenis que embararte no mas …o sea yo le llamo
embararte a que no teni que dejarla caía no teni que …demostrar la
hilacha, de eso …de eso se trata.” (p.p.s)

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 61


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“Respetando a la gente vía, pa que te respete; valorar lo que uno roba
y otros no roban, toa esa wea po. (no discriminando). Tenis que ser
humilde si po. Yo creo que eso es lo principal y en toos laos, no solo
aquí.” (e.g.s.)

“Achicar cana, ¡chucha! Achicar la cana es esto: cuando es un cabro


ladrón así, cuando es un cabro vío, o un cabro choro así y llega en cana
y lo paquean ¿cachai o no? Lo cogotean, le quitan sus cosas y lo hacen
que ande ahí piola no más; ahí le achican la cana porque es un
machucao vío, un machucao que en la calle anda robando…que en la
calle hace sus cosas, se dedica a su familia….ahí ya, ya te envolaste
¿cachai o no? Pero por ejemplo llegan weones jiles así y los cogoteai,
yaaa no hay pecao esa wea no es achicar cana po, la cana… cuando le
llamai achicar cana, es a un cabro vío. Por ejemplo una vez yo estuve en
Copiapó y me querían quitar mi ropa ¿cachai o no?, los cartier de oro
asi…esa wea! me querían achicar la cana po! y yo le dije. Sabís que
loco? Me… si querís hacerme la causa, me vai a achicar la cana no más
porque yo soy choro, le dije, yo en la calle ando ando bien y custione, y
ahí cualquier wea yo peleo y le doy color y wa; y ya po! y no pasó na
¿cachai? Pero esa cuestión es achicar la cana.” (c.v.s)

“Como los profesionales ganan respeto?? Así... amiguito, saliendo, o


sea, estar ahí con uno por que hay algunos que pasan…pasan de la
comisaría, entran, pasan, se meten altiro pa aca paa!. En cambio llegay
como tu lo haci…o wuena cabro como hay estao paa… así hablando más
con uno así como haciéndose de a poco amigos pulento, por que hay
algunos que llegan y como que gjjjj y se intimidan altiro y no…no tiene
ni un brillo si a las finales no hay... no hay na leones en el patio...
Dialogando más yo creo...” (p.p.s)

“Siempre respeto, siempre respeto, adentro con los funcionarios… y con


los mismos cabros tambien, no respeto porque sean choros!. Porque…
igual, uno tiene que respetarse consigo mismo y con la gente que con la
que esta viviendo, porque se ven la cara todos los días.“ (n.a.l.)

5.5.3. - Intimidad

“Pa mi hacer buena cana es ser piola, ehhh, ehhh es que uno aquí tiene
que aprender a vivir el espacio personal no más po ¿cachai o no? Tenis
que vivir tu espacio no más po, aquí no podís meterte en el espacio del
otro… no po aquí tu vivis tu….la tuya no más, tu mundo. Tenís que
caminar en tu línea y… ahí po, no, no, meterte con los demás, por que
porque si invadis el espacio privado del otro el otro ¡waa! se va a alterar
y lo mismo si alguien invade tu espacio privado también te alterai, o sea
respetarlos a todos, respetarlos, respetarlos… claro que hay machucaos
que no se dan a respetar po, ¿cachai? Y no están aquí po, no están en el
patio ahora.” (c.v.s)

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“Vivir tu metro cuadrado no más po, si te llegan a cruzar el metro
cuadrado ya... será no más po, si ya no se puede conversar se llega a
las manos, por eso te digo.” (p.p.s)

“No... es que... nadie... es que... andan todos en la cuestión de que: a


ya no, que aquí no hay que... que aquí hay que pensar que estai preso
no más y vivir la cana ¿cachai? Igual si tu tenís un amigo yo tengo mi,
un amigo, amigo amigo ¿cachai?; y a él yo le cuento mis cosas, el me
cuenta las de él así, pero... ahí po nos entendimos! Pero tú, no podía
contarle asi...” (c.v.s)

“En la noche cuando se quedan dormidos nomás. Pero es que a veces


quieren una pieza que trae... tienen dos camarotes y duermen de a
cinco en la piezas y tienen que dormir acompañado y no tenimos cómo
estar... tener tu privacidad para pensar en las cosas. A veces, pucha,
uno no le tiene confianza a los demás, o con algunos no más tiene
confianza para conversar. Yo, por mi yo tenía más confianza con el M.
Porque con él nos contábamos nuestros problemas, conversábamos cuál
era la solución pa’ cambiar y cosas así. Y aparte tenía mi..., me
entendía, porque pensaba los mismo que yo. El también pensaba los
mismo que lo mejor es cambiar, no robar, no estar en las drogas y estar
con la familia estudiando, y en una de esas caminando con el señor
po’.” (e.m.s.)

“Si po’. Me gustaría hacer una buena cana y tener mi privacidad para
estar tranquilo. No tener problemas con los demás.” (e.m.s.)

“No. No me gusta ser así a mi. Me gusta estar tranquilo. Me gusta


compartir con los demás, pero... aquí a veces no se puede, porque los
demás quieren... tener más que otros, y... y si dan puros problemas las
cosas. Muchas veces... no me dan ganas de tener visitas, porque
empiezan que... “pásame las cosas... pásame unos cigarros o pásame la
cajetilla o plata”. Y ahí hay... cabros a los que no les dejan plata y... y los
hueones se enojan y después les dicen que les van a pegar o los van a
quemar. Cosas así.” (e.m.s.)

“Puta pa mí un Psicólogo... sirve... empezar por ahí... un psicólogo pa mi


sirve... ¡me sirve caleta! Por ejemplo yo siempre converso con el
Marcelo, y... me orienta, me da consejo, ta enterado de toda mi vida, yo
le cuento la verdad así de mis cosas, le cuento la verdad, claro que si
todavía no le cuento todo, pero le voy contando por partes ¿cachai? Y le
ido contando cada vez cosas mas fuertes y el me entiende y me
aconseja y cada vez que hablo con él: ffssss me relajo! así waaa!!
Cachai? Y salgo ahh y me siento bien. ¿Por qué? Porque uno aquí no...
de repente... tus cosas no las hablai con, con nadie, te las quedai p`ahi
piola rrrrr!!! Y de repente es fome eso. ” (c.v.s)

5.5.4 Aprendiendo a vivir en cana

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“No... es que no po, no sabís po, no e igual uno de a poco vai...(Vai
cachando) Si es que no sabís... de a poco te dai cuenta no más po,
mirando no más po, no que: oye hermano enseñame esto, no! Te dai
cuenta mirando y eso pasó, por lo menos, mi caso ha pasado eso; nadie
me ha enseñado nada, yo solo me he dado cuenta no más, esto pa! se
hace así, esto no wa!. Y ahi...“ (e.g.s.)

(para saber) “te dai cuenta por la reacción del grupo. Te dai cuenta por
la reacción del grupo porque si lo hizo mal PA! PJJ!! (Mímica de golpes).”
(e.g.s.)

“(No!!) te vai aprendiendo y te vai adecuando al ambito. (te ambientai


al ambiente de la cana después po)” (e.g.s.)

“Yo no se cómo, como de que forma va esto, pero los que, yo creo que
los que más tienen experiencia si los que... me entendí o no? porque
uno que ya ha vivío, sabís como van las cosas (cuando soy de... de hace
tiempo, te la llevai bien sino... sino sabís desenvolverse. Si aquí esta
wea hay que saber desenvolverse no más) saber conversar, saber... (y
no ser atrapado porque hay gente que... que sabe poner la hora no más
po, por ejemplo llegan y no... y no sabe de esto po asi que... hay está
po! Quedan en su volá no más po! Y pero... lo weno es que uno no anda
en esa de andar PA! ganándole, sino tranquilo no más, cada quien con
su tema. Así es la cosa aquí po!)” (e.g.s.)

“Si po’ (se aprende). Hay locos que pucha que fueron... que lo
paquearon, que le pega..., le pasaban pegando, lo mandaban a hacer las
camas. Y después los que lo paqueaban a él se iban y él quedaba y el
quería hacer lo mismo. Paquear a los demás.” (e.m.s)

“No es que (se aprenda del que sabe más) no es el que sabe más, es
que todos aportan un granito, todos aportan un granito y ahí se va
haciendo una buena convivencia en cana. (e.g.s.)

“El dar jugo es… depende, porque si hay algo que a los presos no les
gusta, los presos van reclamar ¿y como reclaman ellos? Subiéndose al
techo; algunos que se cortan; otros que queman, prenden fuego y hay
se forman los motines, porque se sube uno al techo siempre va a saltar
el que le apoye causa, y de ese que le apoye causa va a saltar el amigo,
y de ese amigo va a saltar el otro amigo. Y así consecutivamente, y…
van a saltar diferentes casas arriba del techo. Y ahí se forma el
motín.”(n.a.l.)

“Pa que los educadores te escuchen, porque de repente… cuando te


miran como pollo, o sea cuando te miran así a chinche, no te escuchan
po!, cuando les conversai algo así… no siempre te escuchan. Entonces a
uno le da rabia y pa que te escuchen tenis que darles jugo, pa que
entren en razón.” (n.a.l.)

“Si po’. Me he acostumbrado ya harto. Que pucha, en la calle pasaba


saliendo. No me interesaba la hora que me daban. Que volviera a tal

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hora. No me interesaba, pero ahora paso encerrado. Mejor estaría
encerrado en la casa. Podría salir... y al final le habría hecho caso a mis
padres.” (e.m.s.)

5.5. - PARA QUE ME HA SERVIDO EL ENCIERRO

“Pa madurar, pa reflexionar... y esas cosas. (no en too caso así, de que
madurai aquí en cana, madurai) Si bastante .. yo... he madurao caleta,
me doy cuenta.” (e.g.s.)

“Para aprender pó, o sea... uno aquí aprendí hartas cosas ¿cachai o no?
Pero tu mismo aprendí hartas cosas, ya ahora si no te dai cuenta tu
mismo de las cosas, ya ya... te pueden decir pero si tu mismo no soy
capaz de darte cuenta, chucha ¡olvidate!! Pero a mi me ha servido pa
muchas cosas, yo cuando era cabro chico era alocao así, Ahhh!! volá de
drogas... los doce, trece, catorce años así... iba a hacer ocho meses así
al CERECO y ffffss!! salí terriblemente cambiao yo po. Cambiao, más
grande, tenía dieciséis años, yo estaba conciente que si caía preso la
causa ya no iba a pasar al juzgado de menores, iba a pasar a una
juzgado legal así, y me iban a... procesar... tenía que tener mucho más
cuidado con lo que hacía.“ (c.v.s)

“No pero sabis que wea he aprendido yo aquí... puta aquí aprendí,
aprendí las weas que todos, que los amigos...o sea que... los únicos que
están contigo hasta las finales es tu familia... aprendí que ¡chucha! la
plata no tenís que malgastártela, aprendí que es malo hacer daño. No se
pó! Que es eso lo que hace uno, hace daño, en esta wea por robar
¿cachai?... pero a lo mejor si estuvieras hablando con alguien que tiene
otro pensamiento así, que piensa salir a cambiar, salir a chantarte, a
chantarse, te diría otra cosa: “puta aquí aprendís que se sufre” (claro)
¿cachai o no? Pero pa mi no po, porque yo tengo otro pensamiento o sea
yo pienso en salir y no sé... tener plata, irme a otro país a robar y surgir
po! ¿cachai? Y si ya no hago eso, me tranquilizo ¿cachai? Y me la busco
como sea no más pó!” (c.v.s)

“El Sence allá de Limache cuando estuve en el CERECO, ahí he


conseguido unos cartones de mecánica, de panadería y puedo ejercer
con ellos, puedo ejercer puedo trabajar ganando ciento veinte lucas”
(c.v.s)

“No y por otra parte te sirve y por otra no sipo, porque aquí igual po
hermano te poní mas metío en la volá así po. Y por otro lado te sirve pa
madurar.” (e.g.s.)

“O sea... es que de lo malo sacai lo bueno po! (ya) De lo malo sacai lo


bueno. Y aquí cosas malas que puede ser... no tengo nada que aprender
aquí po, o sea aprenderle a los otros no... no tengo nada que aprenderle

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a los otros ¿cachai? Por qué, porque yo mis cosas, las cosas que yo
hago, yo las sé hacer ¿cachai? Y chucha si estoy preso aquí es de weon
pó, cachai? De weón, porque así es esta wea, siempre llega un día que
te va a tocar.... yo no soy infalible, siempre igual vai a fallar, igual vai
pa entro, soy humano po! Y de weón estoy aquí ¿cachai?“ (c.v.s)

“Si, si me ha servido. Porque pucha, me ha servido porque ya no estoy


metido en las drogas, porque en la calle me podrían haber matado,
quizá habría seguido fumando. Y a valorizar más a mi familia, y...
cambiar más po’. Me siento más cerca del señor... y cosas así.” (e.m.s)

Uno de repente, hay mucha gente que quiere cambiar, que trata de
buscar otras posibilidades y pero no hay por donde, o hay ya ponerte a
vender dulces en las micros… ¡te llevan en cana igual po! cachai cuando
yo tenía diez años igual me llevaban en cana, por vender esos dulces en
las micros, helados, diez once años; y ahí me fui metiendo en este
mundo, te llevan en cana, en la comisaría conocí cabros así, y así uno se
mete en esta wea, cachai o no?. (c.v.s.)

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APARTADO 2:
“INTERPRETACIÓN”
5.2.- EL ENCIERRO

Parecerá una obviedad decir que la comprensión generada desde la


interpretación del observador, no necesariamente es la forma como los
jóvenes viven personal o socialmente el encierro. No obstante esta
obviedad, recalcaremos el hecho que, por lo general, el espacio es
vivenciado más bien desde la acción. Sin necesariamente realizar los
jóvenes muchas distinciones descriptivas o reflexivas de cómo la
experiencia es vivida. Este “existir” el espacio desde la acción, es
culturalmente muy adecuado, imbricándose con la forma en que resulta
apropiado vivir el encierro ya que, por parte de los saberes que en él
dominan, se establecen unas ciertas proscripciones en cuanto a pensar
y/o sentir en y el encierro (ambas y en los dos sentidos).

Se intentará comprender aquellas “formas relacionales” que generan


entre ellos, principalmente la forma en la que se gana visibilidad social
o, en otras palabras, como los individuos pasan a ser sujetos validados
socialmente; sin tomar como foco de atención la relación que establecen
con los adultos o con las instituciones que los adultos representan.
Planteándose sólo algunas observaciones relativas a la posible
incorporación de un profesional de las ciencias sociales.

5.2.1. Aislamiento

La experiencia del encierro no se conformaría sólo por rejas y los


muros, por gendarmes o precarias condiciones materiales de vida. Sino
que, además, estaría conformada por las condiciones sociales que
dentro del espacio se configuran. La coerción y coacción permanente; el
aislamiento; la separación y soledad; la carencia de espacios de
intimidad; los horarios y el control. Las restricciones, prescripciones y
proscripciones para conducirse como individuo; el hacinamiento; etc. No
dejemos de considerar esto, antes de abordar un intento de
comprensión de esta experiencia.

A la mayoría de los jóvenes les cuesta describir esta experiencia,


ponerla en palabras. Pero desde la experiencia de compartir con ellos
algunas horas a la semana y desde sus discursos, comprendemos que el
encierro es entendido como un espacio artificial. En él no es posible (e
incluso deseable) estar del todo “conciente”. “Cámara del tiempo” es
una buena calificación que uno de ellos ha utilizado, ya que la existencia
propia se detiene, se estanca, mientras todo lo demás, la vida, continúa
y los cambios y situaciones se suceden sin que ellos puedan intervenir o
participar (no hay la vida normal, en la calle). Por lo tanto, es un espacio

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de aislamiento y en el que se les separa de sus propias vidas y entran a
esta estado de o en, “suspensión”.

Fea, charcha. Las primeras expresiones que se presentan para aludir a


la experiencia del encierro, son alusivas a su falta de belleza.
Principalmente para denotar el sufrimiento que implica el aislamiento;
así como porque en él, la experiencia de la belleza es muy rara (muros,
rejas, humedad, oscuridad, personas armadas, vigilancia constante, etc).

Lo central del encierro sería la experiencia subjetiva del aislamiento y la


consecuente impotencia. Incertidumbre de no saber lo que sucede con
respecto de las personas que se quiere. Dudas y desinformación, que se
suman casi en la mayoría de las veces, a la incertidumbre en cuanto la
duración de la experiencia (cuando se saldrá pa la calle). Incertidumbre
de no saber que es lo que va a suceder consigo mismo. Imposibilidad de
intervenir en la resolución de estas situaciones. Desconexión de la
familia y del mundo real. Amplificación de la experiencia que se torna
abrumadora. Inevitabilidad y “totalidad” de la experiencia.

Estos factores permitirían comprender el porqué parece el mundo social,


en el encierro, adquirir tanta relevancia. Conformándose en una realidad
difícil de eludir o soslayar, en el que las relaciones de pares se
transforman en las principales fuentes de referencia para la construcción
de sus identidades en definición. Prisma principal a través del cual el
mundo se observa y conforma. Cada quien transformado en el espejo de
un otro.

Siendo la autonomía uno de los tópicos centrales en la etapa de


desarrollo en la que se encuentran, en este contexto, no existe,
dificultando aún más el sobrellevar la experiencia. Las Instituciones
regulan y determinan, ya por acción o inacción, tanto los horarios
(comienzo del día, comidas, término del día), como casi la totalidad de
las actividades que pueden o no ser realizadas.

5.2.2. - Los afectos

El encierro es una pena. Un castigo que el penado debe sufrir. A la vez,


es sometimiento por fuerza – fuerza legal de Estado, a la separación y al
aislamiento. Vivir apartado de las personas que más se quiere y en
realidad, de casi todas las personas. Imposición difícil de soportar para
cualquier ser humano. Dimensión afectiva de la condena.

Separación, para la mayoría, de su familia de referencia. En algunos


casos, parejas, o la familia propia ya iniciada. Las dificultades derivadas
de la imposibilidad de saber con certeza la situación en que se
encuentran los seres queridos, así como la incapacidad de resolver o

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involucrarse en los problemas que tienen o pudieran tener. Gran
perplejidad. En ocasiones, esto se asocia a la intuición de ser
constantemente engañados, con el fin de no sumar preocupación a la
situación que viven. Redunda esto en una sensación de impotencia, al
no tener la oportunidad de comprobar la veracidad de los relatos con los
cuales los adolescentes se conectan con la realidad que viven, por
ejemplo, sus familias. Efecto sumado, repetido e incrementado, cuando
el tema en particular son las relaciones de pareja. Imposibilidad de saber
lo que hacen, o con quién están, mientras se está encerrado.

La familia es la figura protagónica en los discursos que se despliegan,


sobretodo entre pares. Es admitido extrañar a la madre – la mamita, ya
que la mayoría de los jóvenes no poseen figuras paternas referenciales.
Y es que, puede inferirse, la imagen social –el choro- que debe
conservarse, se impone como invulnerable desde el cuerpo, la mente y
los afectos. Lo cual sólo deja espacio entre pares, para admitir la
necesidad de cariño materno.

Es aparentemente esta función materna de “incondicionalidad”,


preponderante y socialmente permitida declarar como necesaria.,
Podemos interpretar esta característica, como fuertemente asociada al
“machismo cultural” de nuestra sociedad. Cómo se construye desde sus
subjetividades la masculinidad. Por lo que la relación que existe con la
figura de la madre es central, ya que ella “es”, en general, la dimensión
afectiva.

En los pocos casos en los que el adolescente es la figura paterna, la


situación es igualmente compleja, sobretodo cuando se acercan hitos de
celebración, familiares o sociales, por ejemplo. Pudiendo sólo inferirse
los efectos negativos que se producen, en relación a la figura paterna,
aquellos casos en que la paternidad es asumida, y existe desde los
niños, la conciencia de esta ausencia del padre.

Los amigos, según la mayoría, desaparecen cuando se está encerrado.


Siendo más común encontrar la figura del compañero. Con quien se
establecen lazos instrumentales de mutua protección y apoyo; como
afectivos, de contención, confianza e intimidad.

Rara vez aparecen las parejas, por ser objeto de broma – y envidia,
podría agregarse- de los demás. Y discursivamente éstas se declaran
sólo cuando el adolescente está en “posición” de hacerlo, cuando puede
hacer frente a los comentarios que puedan derivarse de ello. Aún
cuando es aceptado e incluso deseable para todo adolescente, acorde a
su edad, una pareja con quién establecer una relación afectiva.

Los afectos son un tema sensible para la mayor parte de las personas,
pero en esta “población” particular resulta un asunto poco abordado.

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Esto ocurre solamente en confianza y de manera, idealmente,
superficial. Aparentemente debido a que las consecuencias de abordarlo
directa y profundamente, genera efectos adversos. Anímicos,
conductuales e incluso físicos. El sufrimiento que genera, en ocasiones,
sale a la luz caracterizado o maquillado. La vulnerabilidad afectiva no es
una situación que resulte ser fácilmente aceptada o sobrellevada y en
ocasiones, además, pondrá en riesgo al joven, al considerase como
debilidad.

5.2.3. - Violencia

Tema transversal, no sólo en el contexto del encierro, sino que en


general en nuestra sociedad. Sus manifestaciones concretas y
simbólicas; en particular, en la adolescencia y juventud, son “objeto” de
observación, discusión, construcción y legislación. Sus mecanismos y
racionalidad, en este contexto, poseen diferentes grados de
sofisticación, que dependen de su procedencia: institucional: formal,
legal, discursiva, espacial, etc. O, relacional, social, cultural, espacial,
física, etc.

A medida que este documento avanza, aparecerá en muchas de sus


variadas expresiones. Por lo pronto veamos de ella sus más evidentes
aristas.

Ya hemos planteado que el encierro para cualquier persona es violento.


Se está en él siempre en contra de la propia voluntad. Pero los
adolescentes en cuestión, no siempre lo ponen en estas palabras. Ya
que, los que más desarrollo en la cultura del delito y el encierro poseen,
sostienen, al menos en sus discursos, que es un precio que se debe
pagar, por hacer lo que se hace en la calle. El encierro: parte del juego
de ser ladrón. Los meses o años: gajes del oficio.

Pero, para la gran mayoría de los jóvenes que ingresan a estos centros,
el encierro es una experiencia en que la violencia pasa a tener un lugar
central. Ya que al trato institucional; se suman las relaciones entre ellos,
que salvo pocas y contadas excepciones, son violentas.

Si es que no posee capital social o no tiene el habitus del encierro, así


como el capital cultural del hampa en el que debiese estar
fundamentado; si no es cabro choro; se encuentra el neófito en una
situación altamente estresante y violenta. No conocer, o no ser
conocido. No entender las prácticas, los gestos, las posturas físicas, o los
discursos y las palabras a través de los cuales éstos se conforman; o los
valores que a éstos les subyacen; produce tensión y sufrimiento, al que
los desconoce.

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La dinámica social, supone variados ejercicios y pruebas de validación,
obtención y mantención de status. El que llega por primera vez –
primerizo-, debe ser iniciado en el complejo mundo social del encierro.
Para ello aparecen un sinnúmero de prácticas, más o menos
establecidas, destinadas a recibir al novato. Prácticas que tendrían por
función simbólica, situar al sujeto en una posición social determinada.
Así como establecer la relación de fuerzas en las cuales se enmarca su
rango posible de acción. Acciones concretas y directas como quitarles la
ropa o pertenencias, forzarles a pelear, o a realizar actividades serviles,
o someterlos a vejaciones en formas incluso sexuales; se despliegan
como parte de un entramado simbólico en el cual el sujeto queda
suspendido, en espera de la positiva ejecución de los exámenes que
prueben que es digno de obtener un nombre.

El espacio del encierro para aquel no desarrollado culturalmente, implica


un doble castigo. Tanto por el aislamiento y todo lo que eso representa
en el proceso de vida de un sujeto en formación; como por el maltrato y
las vejaciones (físicas y psicológicas) a las que se ven sometidos, por
parte de los ejercen el poder y se desenvuelven en el “campo”.

Este “sistema” funciona entonces en ambas direcciones, ya que existen


ritos, así como formas prescritas y proscritas de conducirse, que deben
llevarse a cabo, que a toda costa deben observarse. El campo de la
“cana”, impone sus exigencias a los sujetos de forma tan poderosa, que
ni aún los personajes más carismáticos y poderosos pueden eludir su
influjo. Imposición para cada sujeto, ya que es en extremo difícil
mantener en todo momento este “personaje”, esta forma de “ser”, esta
“cara” con esta “línea”, todo el tiempo.

Aparentemente, en el espacio social es un imperativo el conducirse de


una manera particular. Mostrar autosuficiencia y a la vez, imponer el
respeto que se merece cada quien de acuerdo a su posición – a sus
capitales-. Implican, por ejemplo, no sólo estar siempre dispuesto a la
pelea, sino que además saber pelear (poseer la destreza asociada al uso
del cuerpo y herramientas determinadas, tales como: cuchillos, puntas,
platinas u otras, como el agua caliente por ejemplo). Ya que en ello se
juega el honor, la dignidad o la posición social de la cual se disfruta, o a
la cual se aspira. Requisito así, manejarse o desenvolverse en este
saber.

Dependiendo además de la posición social que se ejerza, será la


proporción de fuerza a emplear en la resolución de conflictos. Un
adolescente que posee el saber y poder necesario, no necesita
necesariamente resolver directamente los conflictos, ya que es la misma
estructura social la que reacciona, a través de otros menos poderosos.
Por ejemplo, si un personaje de este tipo es agredido, incluso simbólica e
involuntariamente por alguno de los jóvenes que no conoce las normas

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culturales del espacio social. Probablemente sea sancionado, no por el
agredido, sino que por los siguientes en la escala de poder
(reestableciendo así la “cara” del ofendido). Ya que al presentarse esta
profanación ritual o agresión, por extensión, se estaría atentando contra
la estructura y posición social en la que se encuentran todos los demás.

Cabe destacar que como en todo orden humano, las excepciones


abundan, sobretodo cuando cruzamos estas ”normas” con los recursos
personales y el estilo, del o los personajes más prominentes.

La mayoría de los conflictos son resueltos a través del uso de la fuerza, a


través de la violencia, tanto en sus manifestaciones simbólicas como
concretas; con una lógica y economía particular. Esta obedecería a
elementos culturales y formas ceremoniales de interacción, desde las
cuales aparecen formas tácitas de administración de justicia, de
mantención y establecimiento, de un orden particular.

Aún cuando la violencia se presenta concreta, casi invariablemente,


puede interpretarse dentro del encierro, asociada a funciones
simbólicas. En expresiones más “sofisticadas”. Esta lectura implica la
observación densa de gestos y posturas físicas. Guiños que amenazan y
controlan. Frases que llevan mensajes de venganza o de corrección.
Tonalidades que develan posiciones sociales: servilismo o dominación.
Pudiendo interpretarse la violencia como la forma en la que se impone
un orden a los sujetos. Función escolar y policíaca. Formativa, correctiva,
de control y castigo. De negociación y adquisición de posiciones. Una
expresión visible de las relaciones de fuerza en la dinámica que los
sujetos desarrollarían con la finalidad de obtener notoriedad. Una
función destinada a conservar un esquema social en el cual los títulos y
los diplomas se ejercen, no se detentan.

5.2.4. - Sicoseo

El encierro y su violencia, en conjunción con elementos de tipo personal


y otros institucionales, por ejemplo judiciales, presionan facilitando la
aparición, de lo que es referido por los ellos, como la peor experiencia
que se vive en el encierro. Experiencia subjetiva de sufrimiento e
impotencia, vivida a causa de estar privado de libertad. Estado
emocional complejo, manifiesto a través de múltiples “síntomas”.

Irritabilidad, agresividad (hetero y auto), insomnio o hipersomnia, entre


muchos otros. Sicoseo, potenciado por la necesidad, que se tiene en el
espacio social, de cultivar una imagen de invulnerabilidad, de dureza.
Los sentimientos de tristeza e impotencia estarían, en su mayoría,
proscritos. Por lo tanto, reprimidos y escondidos; aparecen o se
manifiestan en forma más bien “cifrada”. Representarían riesgo y

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menoscabo a la posición social que se posee o aspira, al hacer patente
un grado de vulnerabilidad. Perdida de la “cara” que todos conocen y
esperan, se mantenga inalterada. Social y culturalmente es esperable
este autocontrol en cuanto a manifestar el dolor, tanto físico como
emocional. Signo inequívoco de masculinidad y de la forma social en que
ésta se representa.

Aparecería asociado, además, una acentuación de los niveles de auto y


hetero agresividad. Ambas como probables estrategias de liberación y/o
desahogo emocional.

Según algunos, la autoagresión como “estrategia”, se habría generado


en otra época para hacer frente a la posibilidad de agresión, por parte
de las policías. Comprendemos que, en este contexto y época,
aparecería como una forma alternativa de liberarse del dolor emocional;
como parte de un repertorio que se posee en el encierro para poder
hacerle frente, al trasladarlo al dolor físico.

Aún cuando, existen algunas acciones que permiten liberar un poco la


presión de la vida carcelaria, como el apoyo que se encuentra en el
compañero con el cual se comparte en el encierro, por ejemplo; es la
autoagresión, los cortes, una salida tentadora y hasta cierto punto
socialmente válida para muchos. Que no sólo cuentan con pocos
recursos personales, en lo emocional, sino que cuentan con reducidos
espacios de confianza, intimidad y contención en los cuales encontrar
alivio.

Cortes en brazos, piernas o torso. Cicatrices sobre cicatrices sobre


cicatrices. Principales formas de autoagresión observadas asociadas al
sicoseo. Significarían, al menos, en dos dimensiones principales:
personal que, como hemos visto, se presenta como vehículo de
concretización de dolores del ámbito emocional, trasladándolos al
cuerpo; y por otro lado, social, en la que se demuestra que no se teme al
dolor físico y que, de ser preciso, el dolor emocional es controlado.

Podemos sin embargo encontrar otras manifestaciones autoagresivas,


como intentos suicidas, ingesta de vidrios o incluso apuñalamientos.
Debe ser ello comprendido en su mérito y circunstancia, debido a que
pueden presentarse como formas de presión, protesta o represalia
contra algún otro, que podría ser la Institución o un par con el cual se
haya entrado en conflicto. Los cortes, así como las demás
manifestaciones autoagresivas, pueden utilizarse como estrategias de
presión, en relación a las instituciones que los tienen bajo su
responsabilidad o bien, como una agresión simbólica a la autoridad, de
contenido altamente potente (salpicar con sangre a otro que representa
a la Institución, por ejemplo). A pesar de esto, podemos encontrar cada

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cierto tiempo intentos de suicidio graves, que responden a motivaciones
emocionales, debido a lo insoportable de la situación.

En una lectura simbólica, comprensiva, estas estrategias dan luces de la


forma en la que culturalmente funcionarían estos adolescentes. Las
marcas dejadas en los cuerpos por estas agresiones y cortes, marcas
que incluso pueden provenir de historias asociadas a la calle, el delito y
la acción de las policías; nos permite inferir una cierta función tribal,
como parte del despliegue de una parafernalia asociada. Jerarquía,
atavío de guerra. Galardones interpretables como símbolos de status
adquiridos por trayectoria y proezas ejecutadas; en lo que en podrían
representar ritos de iniciación, como formas identificables y tangibles de
pertenencia e identidad. Enseña que, en el transcurrir de su formación,
al tratar con adultos, pasaría a ser denostada, por ser el emblema de la
debilidad primigenia, infantil. Debilidad que debe ser superada. Mayores
niveles de autocontrol deben tomar su lugar en quien desempeña el
oficio. Por lo demás, consideraciones prácticas hacen lo suyo, ya que si
bien es cierto permiten identificar a su poseedor dentro del “rubro”, es
susceptible de ser identificado por otros fuera de éste.

La observación ha mostrado que, hasta cierto punto, este fenómeno es


“contagioso”. Si alguno de los jóvenes se sicosea o se corta,
probablemente y en cierto grado, sus compañeros también comenzarán
a sufrir estos efectos; a manifestar estos estigmas; provocando un
efecto dominó. O sea, una vez que el fenómeno se presenta, de no
generar la Institución contención adecuada, probablemente, otros
jóvenes comenzarán a sufrir los mismos efectos. En ocasiones a
desbordado esto en motines (subirse a las rejas, quemar colchones,
romper cosas, cortarse, etc), huelgas de hambre (literalmente “coserse
la boca”), e incluso agresiones a los profesionales (verbales y físicas).

Otro factor que posibilita la aparición del sicoseo o la aumenta, es


aquello que como fenómeno podemos interpretar como “anomia” social.
Cuando la estructura de poder, casi invariablemente fundada en los
valores más bien tradicionales de la cultura del encierro, se modifica,
distorsiona y/o sufre de variaciones bruscas o embates que provienen de
situaciones contingentes como: la dominación del campo por personajes
que sin el Capital Cultural adecuado, que logran ejercer el poder a través
de la asociación, o la desaparición de un personaje que lograba
cohesionar las normas con carisma, ente muchas otras situaciones; se
genera un declive de la cohesión de la estructura social y las
seguridades proporcionadas por las posiciones. Todas las funciones y
mecanismos de sujeción de los sujetos, las normas y el orden que de
ellas emana, pierden consistencia. Esta “anomia” y sus efectos de
incertidumbre y “des-orden”, incrementan en gran medida las
posibilidades, intensidad, e incidencia de efectos tales como el sicoseo

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en los adolescentes. Con las consiguientes consecuencias en las
dinámicas relacionales, así como en la subjetividad de cada uno.

5.3. - ESTRATEGIAS DE ENFRENTAMIENTO

5.3.1. - Haciéndose la mente

Comprendemos que hay acciones desarrolladas por los jóvenes, que


pueden considerarse como estrategias que, aprendidas y desplegadas
por los jóvenes, harían frente a esta experiencia. Mitigando, en parte,
los efectos negativos del encierro.

Hacerse la mente es una de las más utilizadas. Puede ser interpretada


como asimilación. Resignación, incluso, en cuanto a la situación del
encierro. A la idea de que nada puede hacerse al respecto,
independiente de las ideas de la fuga que siempre son “acariciadas”.
Esta estrategia implica un esfuerzo sistemático de no pensar en la calle,
en todo lo que significa y todo aquello que se ha dejado de hacer.
Además, de ser un intento por no reflexionar en cuanto a todo lo que
actualmente se hace.

Esta acepción también haría referencia al acto aceptación, en el caso de


los jóvenes en los que el “oficio” es parte de sus planes de vida, de que
el encierro es parte del juego cuando se está en “el rubro”.

No pensar en la calle. En el encierro mismo. Negar y reprimir los


sentimientos asociados a la tristeza, es la estrategia. Pero implica una
imposibilidad de aceptar como hecho las necesidades que se tienen y/o
los sufrimientos que se padecen; o en muchos casos hacerles frente.

Mucho más pronunciado cuando, condenados y rematados, deben


cumplir condena efectiva de años. Se ha observado un incremento de
los comportamientos más particulares del encierro – caneros-, sobretodo
en cuanto a violencia, hetero y auto agresividad. Esto podría deberse a
que, una vez que los jóvenes comienzan a pasar más tiempo en el
encierro, de pasar meses a cumplir años, es aparentemente más
necesario involucrarse completamente en la dinámica del encierro -
meterse en la volá-, del robo o canera; participando activamente en la
vida del encierro. Ya que a través de la validación obtenida a través de
ello, se puede, eventualmente, acceder a una posición en la que se
invierta menos energía, a una “vida más cómoda”; una posición
preponderante, de poder.

El despliegue de esta “estrategia” se reflejaría en la forma en la que


poco a poco comienzan a cerrarse sobre sí mismos. Incrementando su
agresividad y distancia emocional con los respecto de quienes los

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rodean. Sería parte del repertorio que se prescribe para obtener algo de
calidad de vida en el encierro, para hacer buena cana.

El que alguien en el espacio se haga la mente se opondría activamente,


al sicoseo y sus nocivos efectos “contagiosos”. Podemos interpretarla
entonces como una “estrategia” de autocuidado, de salubridad mental
colectiva, que, como prescripción, debiese ser aplicada por todos
aquellos que están encerrados. En pequeña medida efectiva, pero
necesaria para hacerle frente al tiempo que se tiene por cumplir.

5.3.2. - Saliendo de la volá

Regulado por las Instituciones el tiempo se modifica, detiene, fracciona,


controla. Transformándose en eje central de la vida. Los adolescentes
deben entonces buscar formas de controlar o deformar, en algún grado,
el sentido del tiempo. A través de ello se obtendría la sensación de días
más cortos. Tempus fugit.

La mayor parte de las actividades se realizarían con esta finalidad.


Olvidar por un rato que se está encerrado - salir de la volá-. Idealmente
se debiera mantener en todo momento algún tipo de actividad.
Actividades que permitan actuar en aquí y ahora, en un constante
presente. Esto puede comprenderse asociado a la imposibilidad de
proyectarse en el tiempo o a la proscripción cultural, socialmente
impuesta, de no pensar, en la situación de encierro.

Diversas actividades pueden servir a tal fin: juegos de todo tipo,


incluyendo peleas; deportes: fútbol, básquetbol, volleyball u otros;
películas; música; etc. Así como ritos varios: beber mate; tirar huincha
(conversaciones en cortos paseos de ida y vuelta sobre una línea
imaginaria, entre dos máximo cuatro); o jugar brisca, mezcla entre juego
y rito.

“Impresiona” la conversación, como actividad altamente valorada en el


encierro. Poderoso medio que permite a sus participantes salir de la
volá; pero que además, posibilita la continua evaluación de los agentes
al interior del campo. Arma de doble filo, a través de la cual se puede
obtener o perder validación. Vehículo a través del cual el buen
conversador (ameno, variados temas, etc), podría obtener validación y
ganar simpatía entre sus pares; como por otra parte, medio a partir un
personaje puede ser sorprendido en falta y obtener la sanción social que
le corresponde. Tema que abordaremos más adelante.

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Las drogas en general cobran gran relevancia dentro de estas
acciones para salir de la volá. Tema que amerita un abordaje específico
y en extensión mayor de lo que el material que aquí se posee, permite.
Por lo pronto revisaremos brevemente el tema acorde a la línea que
hemos desarrollado.

Las “sustancias psicoactivas” son recurrentes en el encierro. Ya sea a


través de la conversación: como tema, fuente de experiencia e
identidad, con significados tendidos y tejidos entre los pares, la calle y el
no-control adulto; ya concretamente, como fuente de sensaciones,
placer y/o evasión, cuando tienen acceso a ellas.

La más regularmente utilizada es la marihuana, y es que la mayoría se


declara fumador de marihuana - marihuanero pulento-. Droga
socialmente aceptada en el encierro. Su uso es generalizado (con pocas
excepciones), y cada vez que tienen acceso a ella, es consumida con
avidez y alegría. Relacionada a ella, existe poca o nula ponderación de
daño o riesgo, relevándose más bien el placer y la sensación de
relajación que produciría. Efecto buscado acorde a la oposición activa
que se realiza al estrés que genera la vida de encierro.

Aún cuando en la calle sea mal visto el uso de solventes en el encierro


es una alternativa muy atractiva que, por lo general, no se desprecia. Se
consume en casi cualquier presentación. Bencinas, barnices,
correctores, encendedores de propano-butano, entre muchos otros, son
ocasiones para saciar el apetito siempre abierto por una pasajera
sensación de no-estar. Se ha visto incluso el uso de insecticida, como
“psicoactivo”.

El uso de medicamentos es a la vez muy aceptado y se han observado


ocasiones en las que se hace acopio de ellos. Uno de ellos mantiene,
administra y suministra medicamentos para sus pares, que parecen
estar más afectados por una situación u otra. Función de enfermero-
curandero que, sincretista, mezcla conocimiento farmacológico con
intuición afectiva, proporcionando alivio y cuidado “químico”, al
“enfermo”.

De vez en cuando, aparece la fabricación de alcohol. Con frutas o con


algún otro tipo de alimento (arroz, papas u otros); o el uso de colonias o
desodorantes, en los raros casos en los que tengan acceso a ellos. En
especial, cuando se acercan las festividades de fin de año o de fiestas
patrias.

Es necesario consignar que aún cuando el uso de drogas es


ampliamente aceptado entre ellos, incluso parte de lo que podríamos
llamar su “estilo de vida”, la dependencia a drogas es mal vista. En
particular a las drogas “duras”. Los angustiados son en muchas

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ocasiones denostados y mal vistos, y sólo se les tolera cuando poseen
altos niveles de “capital simbólico”. Pero es por su posición, el bajo
cuestionamiento; esta concesión o “indulgencia”, está vedada para la
mayoría.

Se ha observado dentro de las actividades desarrolladas por los


adolescentes, un tipo de especial de actividad, de “juego”. En él se
desarrollan ciertas posturas, interpelaciones o acciones dirigidas hacia
los adultos – por ejemplo profesionales- que se internan en el espacio
social, con el fin, al menos tácito, de intimidar. Esto, puede
comprenderse “ritualmente” de formas diversas. Bien porque el adulto
se viene integrando, y esto se traduce en forma de probar el manejo de
éste como actor en el “campo” de la cana (como se desenvuelve con los
menores). O por otra parte, como una práctica destinada a restaurar la
“cara” de algún actor prominente de la estructura social, que pueda
haber sido afectado por una “profanación ritual” generada por el adulto,
consciente o involuntariamente.

Se puede ver incrementado el riesgo de que esto suceda, cuando el


personaje que se adentra en el campo, no conoce los códigos de
comportamiento ritual y continúa, sin darse cuenta, reiterando las
profanaciones rituales. Si es que el profesional, u otro adulto,
efectivamente es intimidado a través de estas acciones, podría redundar
esto en una práctica sistemática, de la cual, es complejo librarse, ya que
opera una suerte de “etiquetamiento social”. De ello podría resultar:
mayores dificultades para realizar la labor que se pretende; incremento
en el riesgo potencial; generación de un mayor número de momentos de
tensión y stress. Lo cual puede desembocar en que de la intimidación,
se llegue a la agresión simbólica, incluso, física79.

Las actividades, van a depender en gran medida de las


condiciones materiales que los adolescentes posean al interior de los
recintos privativos de libertad. Canchas, piscinas, mesas de ping pong,
máquinas para hacer ejercicios, televisores, equipos de música, dvd`s,
etc. Cada implemento permite una cantidad determinada de actividades
que posibilitan a la vez, que el encierro sea sobrellevado de mejor
manera. Mejor nivel y calidad de vida, que afectará la duración subjetiva
de la pena. De la misma forma, las actividades bien planificadas,
organizadas y con los recursos adecuados, han probado reducir los
efectos nocivos del encierro. Detalle no menor cuando la intención es
generar el menor daño posible. Más aún, cuando el efecto buscado es
algún grado de “rehabilitación social”.

79
En esta línea véase Muñoz Jaramillo, Hugo. ANÁLISIS SOCIO-INTERACCIONAL CPM
(Sección de Menores de la Cárcel de) VALPARAÍSO. O, del Incidente de la Zapatilla
Voladora, año 2006. Disponible en www.construccioncultural.cl

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5.4. - AL RITMO DE LOS LADRONES

Hemos planteado, sucintamente, que existen acciones que permiten que


la experiencia del encierro sea, en algún grado, más llevadera. Situarse
en una posición de poder, como estrategia, es una de las principales. A
través de las prerrogativas que le son privativas a esta posición la vida
en cana es, relativamente, más segura, cómoda y tranquila.

Al acceder a una posición más cómoda dentro de la estructura social se


invierte menos energía, para existir; ya que es la estructura la que
provee de mucha de las acciones que se necesitan para mantener las
posiciones de quienes la conforman. Quienes pueden optar a una
posición de poder son los adolescentes culturalmente más desarrollados,
que poseen mayor validación y visibilidad en el espacio.

Es éste, el cabro choro, vío pa la volá (vivo, astuto, inteligente en la


cultura). Quién posee un mayor nivel de “capital simbólico”, y por ello,
más posibilidades de hacer buena cana, o, dentro de las posibilidades,
vivir mejor en ella.

5.4.1. - El Choro Vío (o el oficio del ladrón)

Para comprender como se dibujaría la figura del choro, es necesario


adentrarnos y distinguir, desde la mirada de los adolescentes, a uno de
los aspectos más relevantes en la forma en que se estructura en el
encierro, en cuanto a experiencia y concepción, social y culturalmente
construidas: el oficio del ladrón.

La “cultura del hampa”, con sus valores y sus mandatos, posee una
configuración valórica, aparentemente, diferente a la que podemos
encontrar en lo que se tiende a llamar los valores de la sociedad,
impuestos a través de la escolarización80. El ladrón o el cabro choro
debe - en imperativo-, conocer estos valores y ponerlos en práctica. De
manera que se reconozca en él a una persona de valía dentro de esta
lógica - un machucao de respeto-, con visibilidad e importancia en el
mundo del hampa, entre los ladrones. Desde esta perspectiva, no
diferiría mucho de lo que los médicos, abogados u otros profesionales
esperamos encontrar en nuestro grupo de referencia: respeto. Entonces,
aquel que combina los valores y las prácticas del hampa - choreza-, con
destreza y coherencia, incluso carisma - viveza-, con además una cierta
coherencia y consistencia en el tiempo – un pura línea-; logra obtener
mayor preponderancia y prominencia entre sus pares. Lo cual permite
(en conjunto con otros factores) estar situado entre los que ejercen el
80
O, la cultura de los dominantes, impuesta a través de la violencia simbólica de la
educación. La Acción Pedagógica “es objetivamente una violencia simbólica en tanto
que imposición, por un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural”. Bourdieu Pierre.
y Passeron J.-C. (1998) "La reproducción".

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poder, entre los que la llevan.

Dentro lo que podríamos comprender como valores tradicionales del


ladrón, desde la perspectiva de los jóvenes, encontramos algunas
prescripciones y proscripciones para quienes desean o ya han entrado a
formar parte del “rubro”.

Pudiendo interpretarse como “premisas para la acción”, de aquellos que


los adolescentes llaman “los caneros antiguos”; podemos encontrar
que, en la calle, lo primero es saber, como en cualquier actividad, hacer
bien el trabajo: robar y arrancar. Es una premisa un poco obvia y central
no sólo ser capaz de realizar la hazaña – pegarle al weno-, sino que
además, no ser atrapado - librar-.

Pero además, existe una premisa que hace alusión a la vida de encierro:
se debe saber pelear. Imperativo sin distinción. Y, debe ser esta
capacidad, en lo social, actualizada diariamente. En la calle como en la
cárcel. Esto implica que cultural y socialmente es de muy mal grado
dejar que alguien que recibe una ofensa – una pérdida de “cara”-, deje
de levantar un desafío. Eludir una pelea; ya que es la forma más
validada de resolver conflictos.

Todos estos “principios” o códigos de la vida del hampa son aprendidos.


No se nace siendo delincuente, tampoco es una enfermedad. En muchos
casos, es opción de vida que aparece en el camino de niños y
adolescentes que han pasado por experiencias de vida que,
concatenadas, han configurado el robo como una forma obtener dinero
y reconocimiento social. A través de ello se obtiene poder adquisitivo
(en consecuencia reconocimiento social); la violencia y el robo los
posiciona dentro de un círculo social que adscribe a esas formas de
validar y de obtener validación y que, además, presenta formas
particulares de consumo (cultural y material). Aprendizaje en la calle,
como en el propio encierro. En ello, tenemos la acción mediadora, ya
sea del adulto, o de pares más hábiles o experimentados81. Poco a poco,
formas de ver y conducirse se internalizan, naturalizan, pasando a
constituir lo que podríamos comprender como un “habitus” particular.

Necesario es además que se rijan por códigos complementarios. Unas


ciertas “reglas de conducta ceremonial” que son de carácter práctico,
que orientan para el desempeño de la “actividad”. Que posibilitarían
una cierta regulación de las relaciones sociales. No meterse con la
mujer de alguien que esta en libertad o preso - no pintarse las patas-;
81
“La prisión no puede dejar de fabricar delincuentes. Los fabrica por el tipo de
existencia que hace llevar a los detenidos (…) fabrica también delincuentes al imponer
a los detenidos coacciones violentas;(…) todo su funcionamiento se desarrolla sobre el
modo de abuso de poder.” Ver Foucaul, Michel, Vigilar y Castigar, Nacimiento de la
prisión, pags. 270-271.

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no delatar bajo ningún concepto y en todas sus posibilidades - no
sapiar-; y no escaparse con la parte del botín o no compartirlo - no ser
maricón-. Aún cuando, prácticos consejos para cualquier mortal. Son
proscripciones que de no ser observadas, se transforman en fuente de
conflictos - tacos-. Dependiendo de su gravedad, pudiesen incluso,
poner en riesgo la vida. El cuidarse de conocer y acatar estas reglas de
conducta, estas premisas, que tienen asidero más en lo práctico y en la
acción, que en lo moral; permiten mantener una imagen social
consistente. Una pura línea y, no desmarcarse.

Existen otros elementos complementarios que deben ser considerados y


que son más bien del ámbito particular de los valores, que en su
mayoría comparten con la sociedad. Engarzados con lo que podríamos
aventurar como una matriz cultural cristiana (católica) latinoamericana
(de mercado) y que, al ser vividos por parte de aquellos que ejercen el
“oficio”, proporcionan respeto dentro del ámbito. Por ejemplo, los
valores de relacionados con la vida en familia, ya sea de origen o la
propia. Lo cual puede deberse a que el ladrón sería más respetable
cuando roba no sólo para sus propios fines, sino que para otros.

La prosperidad económica como elemento que brinda notoriedad, es


ejemplar en cuanto a que debe ser susceptible de ser evaluada - la
ganancia del ladrón-, por ejemplo a través de lo invertido en cuan
equipada o arreglada está la casa de la madre, casi invariablemente, o
la propia. El machismo cultural opera aquí instalando la figura masculina
en el rol instrumental de proveedor de la casa, a partir de los beneficios
económicos de la “actividad”.

Encontramos además un elemento que aparece, hoy en día, muy actual,


dentro de la lógica social. El elemento mediático: la fama.

Notoriedad pública de lo hecho. Las hazañas o grandes “golpes”,


proporcionan dinero y fama, aparentemente, difícil de resistir por el
ladrón. Aún cuando invisible para el resto de la sociedad, cada ladrón
poseería un nivel de celebridad, determinado por la aparición de sus
“hazañas” en los medios de comunicación - cuanto marque en el reitin.
En asociación a ello, hemos observado que los jóvenes son asiduos
lectores de la crónica policial de los diarios. A través de ella se
enterarían de las últimas novedades y “tendencias” dentro del hampa.
Ello les permite mantenerse informados de la situación de muchas
personas que conocen y que, en determinados momentos, pudiesen
representar un riesgo. Podemos comprender este aparecer en la prensa
– atacar prensa-, como “actos de consagración” a través de los cuales
los ladrones logran, a partir de un hito en particular, notoriedad entre
sus pares. Entre estos actos, podemos encontrar intentos de fuga o
fugas concretadas, así como otras ”proezas” que logran generar un
efecto o impacto mediático notable.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 81


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La mayoría de los jóvenes que han sido “iniciados”, y más
específicamente los que ya están formados en el “oficio”, tendrían como
meta ir al extranjero y convertirse en lanza internacional. Personaje
prototípico que señala el camino de muchas carreras asociadas a la
infracción. A partir de esta figura y lo que hace en Europa o Estados
Unidos por ejemplo, es que muchos llegan a discurrir positivamente
sobre la educación y su importancia (el conocimiento de idiomas es un
ejemplo). Fantasía a la cual casi todos aspiran, pero que pocos podrán
concretar. Aún así, presente en el discurso de, por lo menos, los más
choros.

Los adolescentes que más conocen y ejercen el “oficio”, sus saberes y


poder asociados: lenguaje digital y analógico, valores, códigos, además
del cómo se desempeña la labor misma del robo; en fin, el “capital
cultural del ladrón”. Y que poseen trayectoria: casas de menores, CTD`s,
COD-CERECO´s, es conocido y tiene redes; o “capital social”. Además de
otras características personales como: inteligencia, astucia, nivel
educativo, carisma, incluso conocimiento y uso de la violencia; viveza.
Se adjudican una posición de privilegio y un elevado nivel de poder
asociado a ésta, salvo raras excepciones.

Sin embargo, la posición y el poder obtenidos por el choro vío, a partir


de estos elementos susceptibles de ser comprendidos como “capitales
simbólicos”; no son estáticos. Deben negociarse y evaluarse en relación
al resto, en cada momento y con cada gesto y reacción. Poder
circunstancial. Existiendo siempre la posibilidad de perderse, por
ejemplo, a través de una infracción o profanación de las propias lógicas
culturales - ajilarse-.

El poder, que se genera y se ejerce más que poseerse, es parte de la red


de relaciones linguísiticas, culturales y sociales; así como de la forma en
la que, desde esta matriz, se comprende al individuo, dentro y fuera de
ella. Por ello, completamente dinámico y en muchos sentidos frágil. Está
siempre en fluctuación y depende casi en su totalidad de los mismos
individuos que componen el espacio social y el grado de desarrollo
cultural que posean (o el capital simbólico global del campo). Éste
determinaría las principales opciones de comprensión y construcción de
la noción de sujeto y por lo tanto, la forma en que éste debe
desempeñarse socialmente, para “existir” y obtener validación.

Siguiendo esta lógica, los ladrones o los que se conceptúan a sí mismos


de esta manera, serían el grupo predominante o “dominante” en el
encierro. Son ellos los que producirán los principales “capitales

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 82


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simbólicos”82. Impondrán su mirada y cultura. Ya sea a través de los
saberes, discursos, gestos, maneras, palabras, formas de vestir etc;
como a través de las prácticas, uso de la violencia, disposición física
dentro del espacio, posesión de bienes, etc. Así, aquel que no posee
estos “capitales simbólicos”, difícilmente entrará a ejercer dentro del
espacio, un poder significativo. De lo cual, se derivan consecuencias
prácticas en cuanto al trato que cada quien recibe y a la energía que
debe invertir en mantenerse física, mental y moralmente íntegro.

Es probable que aquel que adquiera este habitus, y que por ello
responda al contexto de la manera más rápida y automática; necesitará
de mucho menos energía para poder desenvolverse. Luego de un
tiempo, este “orden” se torna necesario y natural y muy pocos son los
que concientemente logran adaptarse, sin interiorizar la cultura. Es en
gran medida este desarrollo cultural una exigencia que el contexto
impone a los que se adentran en él.

Si hipotetizamos que la identificación con la figura del ladrón, del choro,


es la que reportaría la mejor adaptación, sería relevante meditar,
reflexionar, discutir y analizar, nuevamente, lo efectos “curativos” que la
internación tiene sobre la infracción de ley83. Ya que es la etapa de vida
adolescente, en la que precisamente la identidad es un tópico central.

Muy pocas opciones existen en el espacio, en cuanto a las opciones


posibles de identificación. Éstas se reducen a la identificación con el
régimen formal: que castiga, reprime e impone sus términos, etiquetas y
procedimientos de control de prácticas y discursos; o por otro lado, los
ladrones: que dominan el espacio y que imponen a través de ésta
dominación, su lógicas, prácticas, discursos y saberes a los agentes
dentro del “campo”, contraponiendo su cultura a la del régimen policial
del encierro. Se suma a ello la actividad del robo, que idealizada,
aparece en historias elevadas a categoría de hazañas, retratadas casi
épicamente. Elementos que no hacen otra cosa que realzar el carácter
“romántico” del personaje del ladrón, en el espacio donde
“arbitrariamente” se encuentra encerrado.
82
“Así como el capital económico se produce y circula en el mercado, el capital
cultural tiene su lugar de producción en el “Campo de Producción Simbólica; esto
viene siendo, «el conjunto de los agentes productores (por ejemplo, artistas y
escritores para el campo de bienes artísticos) en tanto que ellos están colocados
en un sistema relativamente autónomo de lugares, de relaciones y de
competencia, y en tanto que ellos están comprometidos en una misma
competencia por la conquista del prestigio y de la autoridad”. Pierre Bourdieu
citado por César Germaná en: Pierre Bourdieu: La Sociología del Poder y la
Violencia Simbólica Revista de Sociología - Volumen 11 - 1999 - Número 12. ©
UNMSM. Facultad de Ciencias Sociales. ISSN versión electrónica: 1609-7580
83
Hemos planteado la pregunta en otra parte, sobre las evidencias incontrovertibles a
partir de las cuales el Estado chileno se propone realizar la re-habilitación de un
adolescente a través de la encarcelación.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 83


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Cuales son los efectos que estos elementos producen en la forma de
comprender el mundo y actuar acordemente a ello, por parte de los
jóvenes, es aventurado inferirlo. Pero no se debe olvidar que no todos
los jóvenes que caen presos están relacionados con el mundo del delito.
Cambio drástico, luego de la experiencia del encierro. Ya sea por el
proceso de desarrollo cultural que necesariamente deben sufrir, para
tener algún grado de existencia social en el campo del encierro (esa
alienación a la que Bourdieu hace mención con respecto de la
adquisición del Capital Cultural); ya por las redes de las cuales pasan a
formar parte, luego de ser liberados. O finalmente por el “estigma” que
no demora en proveerse durante el proceso, y que proviene de las
instituciones que los adultos representan y desde los propios jóvenes. La
etiqueta de delincuente.

En que medida los adultos, contribuimos a este proceso, junto a los


medios de comunicación, las instituciones o el Estado, entre otros; es
difícil de precisar. No es tema fácil el comprender, el proceso a partir del
cual se configura esta identidad ligada al robo. O como en muchos
casos, a pesar de esta experiencia, no se sedimenta. Sea tema a
desarrollar para futuros trabajos.

5.4.2. - El jil o el lonji

Se es poderoso siempre en relación a alguien. De la misma manera se


es choro en contraposición a quien no lo es. Existen agentes o actores
que son catalogados y posicionados dentro de este espacio como
“dominados”. Resultado de la evaluación que el grupo dominante realice
del personaje en particular. Esta evaluación considerará, el nivel de
“capitales” que posee el sujeto que ingresa al Campo y, en el caso de
que no “sea” un cabro choro; será motejado como perejil, o más bien
como jil o lonji. Categoría social; etiqueta y signo de posición.
Difícilmente modificable para quien no presenta los capitales necesarios
para obtener notoriedad o que, de plano, no pertenece al rubro.

Esta denominación más o menos genérica, está destinada a aquellos


que en principio no son ladrones. Han robado circunstancialmente, o
están por “ilegalidades” o causas, distintas al robo. Dentro de esta
“categoría” que alcanza connotaciones “ontológicas”, ya que los jóvenes
y todos aquellos que no roban “son” jiles, caben por extensión todos
aquellos no socializados como ladrones. Adolescentes que, por ejemplo,
debido a su dependencia a alguna droga, han llegado a robar
-angustiados-. Muchos profesionales y representantes de la
institucionalidad “son” jiles, cuando se les aplica la acepción más
sencilla del término, que así utilizado significaría, además, poco
despierto o poco inteligente.

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Aún cuando el nivel de “capitales” que un joven tenga en este campo,
se corresponda con aquel que debiese posicionar a alguien un cómodo
lugar en la estructura microsocial, de acuerdo a las pautas y reglas
ceremoniales; es posible no obtener la posición que se merece, o
perderla, y encontrarse sin valoración social en el espacio. Un cabro
choro, vío pa la volá; puede perder su status y convertirse en un jil, irse
pa bajo o ajilarse. Esto puede resultar de la contravención de la norma
cultural, o social de convivencia - quedar o estar negro–; por tener
problemas personales con algún ladrón adulto o adolescente - tener un
taco-; y por desmarcarse84, que deviene de no observar las “premisas de
acción” que ya hemos revisado.

Estas características circunstanciales del poder, que se ejerce, implican


que cualquier descuido o cambio en la configuración social dentro del
campo, puede significar el descalabro de las estructuras y por ende, las
posiciones sociales. Las cuales están siempre determinadas por la forma
particular de negociación, significación y valoración que cada grupo
dominante posee de los diversos capitales. Esto lo veremos a
continuación.

5.5 - UN METRO CUADRADO

En el encierro hay lugar para todos: la casa del jabonero. Todos pueden
estar en él y a la vez, cada cual puede tener un lugar; la cárcel no
desprecia huéspedes. Pasemos a revisar como la vida social se va
organizando, sus lógicas y el dinámico juego de las posiciones.

5.5.1. - Conocer el ámbito / Desenvoltura

Necesidad central para los agentes en el espacio social, es conocer el


ámbito. Mezcla entre conocimiento y práctica desenvuelta de las pautas
de conducta prescritas; así como el manejo de conceptos y
conocimientos relativos al desempeño de oficio propio del ladrón.
Conjugado, con habilidades sociales y personales (como la capacidad de
reconocer la estructura jerárquica del momento, distribución del poder
y, la posición que según la distribución de los Capitales disponibles y los
propios le debe proporcionar la estructura, saber conversar, ser humilde
y no inflar las hazañas y aventuras que se cuentan, respetar la viveza
del compañero, etc). Así como prácticas y conocimientos relativos a la
vida cotidiana (saber compartir los bienes que se poseen o se obtienen,
a través de la visita o a la fuerza - cogoteo-), entre muchas otras. En
este sentido, sólo aquellos que ya conocen el ámbito, saben

84
Nótese la similitud de éste con los conceptos del Interaccionismo Simbólico.

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desenvolverse cómodamente en él, y como se ha dicho, cualquiera que
llega por primera vez, es puesto a prueba.

Así mismo, es necesidad poseer la capacidad de integrar los elementos


derivados de conocer el ámbito en un estricto autogobierno. Una
disciplina. Que posibilite la expresión de los conocimientos adquiridos en
la calle y el despliegue de toda la parafernalia asociada al personaje
portador de tales saberes; en la medida justa y para el momento preciso
en la que ésta, debe ser desplegada. No es tarea fácil, ni flexible. Pieza
clave que se logra o no se logra, y en la que los primeros instantes, son
cruciales.

Esto porque a través del “rito de presentación” se sentarían las bases


regulares que servirán para las próximas interacciones, estableciéndose
la “línea” y la “cara” a la que cada quien se remitirá. Y es través de este
mismo rito, que se asigna - al menos provisoriamente- un status al que
el personaje puede aspirar, con esa “línea”. Lo particular de este rito es
que tendría como función evaluar y determinar si es que el recién
llegado es o no ladrón. De acuerdo a ello, se desplegarán diversos
mecanismos sociales. Bien para probar que tan vío es y asignarle un
lugar apropiado en el nivel particular, integrándolo a la estructura con
las prerrogativas y privilegios de dominación. O por otra parte, se echará
a andar un breve periodo de formación y prueba, paralelos, en el que se
evalúan las capacidades y velocidad del recién llegado para adecuarse
al ámbito, al “campo” y sus condiciones.

Que tan rápido aprende el recién llegado. Suerte de examen completo,


en el que es observado y probado, todo el tiempo y por todos.
Evaluación de reacciones diversas, en áreas y aspectos. Si es que el
adolescente esta dispuesto a intentar un nivel “razonable” de
desenvoltura, debe someterse a un proceso de formación. Proceso en el
que los mediadores son muy exigentes, poco pacientes y las medidas
disciplinarias, provienen de todos los actores ya acreditados por sus
“capitales”.

Existen “ritos” que deben ser observados con un alto grado de ortodoxia
y por ello, son momentos clave, en un proceso de formación. Ponen a
prueba a los sujetos, el grado y rapidez en que adquieren
desenvolvimiento (o desenvoltura); o, por otro lado, se ajilan. Entran en
escena los llamados barretines (o barrotines) que son, toda una serie de
circunstancias, palabras, situaciones, etc; interpretadas con doble
sentido, con una segunda lectura casi siempre sexual. Aquel que no
tiene la suficiente destreza – viveza-, para defenderse en estos
verdaderos enfrentamientos verbales, comienza a perder validación -
irse pa bajo-. Todo aquel que demora en aprender, o no hace frente
eficientemente a estos “exámenes”, opta a niveles de validación, por
debajo de lo “notorio”.

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Aquellos personajes que no dan la medida, que no aprueban esta suerte
de examinación, comienzan a ser presionados sistemáticamente.
Acceden a menos espacios, son maltratados, golpeados, incluso
utilizados en suerte de “servidumbre” – perkineados-. Del resultado de
estas presiones se observa nuevamente si es que el joven puede o no
mantener su “línea” o, voluntariamente cambia su imagen, por ejemplo
al autoaislarse. Con ello, socialmente se declara, jil o lonji.

Respecto de este proceso, que bien podemos comprender de calificación


y etiquetamiento social, se dilucida a que lugar en la estructura puede o
debe acceder cada agente en el “campo”. A través del rito de
presentación, cada adulto que ingresa al campo es a su vez “tasado”, en
cuanto a manejo, conocimiento del ámbito y desenvoltura; con el fin de
comprobar cuanto sabe de la cultura y de las pautas comportamentales
que se esperan de él. Siendo aplicable igualmente la evaluación de
rapidez con que obtenga estas capacidades, si es que no las tiene. De
acuerdo al resultado de este “rito” y evaluación en cuanto a rapidez de
aprendizaje – viveza-, será tratado. Bien con respeto, simpatía y
reconocimiento; o con indiferencia, desdén o incluso violencia simbólica
o concreta.

5.5.2.- Somos todos iguales

Una vez obtenida una posición de acuerdo al nivel acreditado de


“capitales”, el ladrón, debiese saber llevar y mantener una línea acorde
a ella: su línea de choro85. En el juego cotidiano, cada cual cuida la
consistencia de ella en el tiempo, así como la de los demás. Las
circunstancias siempre cambiantes y dinámicas del encierro, ponen a
prueba la capacidad de los jugadores. Cada quien vigila que la
compostura se mantenga y que el juego esté ceñido a los cánones
culturales de la “etiqueta”.

El que se adentra en este “campo” construye y mantiene una “línea” –


de vío-, expresada en su “cara”, y la estima que debe tener por ella
debe ser grande, cuidándose de perderla en frente de otros. Quien no es
consecuente con su “línea”, pierde su “cara” y la dignidad asociada a
ella, sin generar las acciones necesarias para recuperarla; se ha
embarado. Y debe sufrir una estricta sanción social de inmediato.

Actitudes, acciones, posturas, palabras, gestos, modales, ritos, etc.


Comportamientos “rituales” de “deferencia” y “proceder“, asociados al
grupo dominante, que deben desarrollarse, para no mancillar la imagen
social del ladrón. En ésta radica su dignidad, y es honor que se juega y
se conserva a través de la ritualización de este desempeño. De ahí su

85
Que en la práctica no diferiría del concepto de Goffman

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fragilidad. Que descansa en la construcción social. En la percepción que
el otro tiene de cada quién. Imagen social estática y rígida, de
invulnerabilidad, de inexpugnabilidad; emblema de masculinidad. He ahí
su complejidad y la consiguiente demanda de recursos personales, al
exigir la mantención de una misma imagen e identidad en casi todo
momento.

Imagen y condiciones para aquel que posee connotación. Debe


mantenerse en el margen que le es permitido, de acuerdo a la dignidad
de su posición. Si es que sus actitudes o acciones ponen en juego, o
arriesgan demasiado su status, probablemente pierda esta posición,
siendo reemplazado por otro que esté esperando el momento adecuado.
Podemos comprender ésta como una posición conservadora, que debe
ritualmente arriesgar e invertir la menor cantidad posible de energía,
para no debilitar la estructura o el ascendiente que ella le ha
proporcionado.

Estos mecanismos sociales y las implicancias que tienen, presionan


fuertemente. Generando en lugares como la Sección de menores de la
Cárcel (CPM), estratos diferenciados por completo: los del patio y los
aislados. Mundo social escindido donde los primeros, acaparan los pocos
beneficios que están disponibles: patio con luz del sol; posibilidades de
salir a la cancha a un costado de la sección femenina – con todo lo que
eso conlleva-; lavar ropa con mayor comodidad; comedor a disposición,
etc. Los aislados por su parte: viven todo el día y la noche, con pocos
instantes de excepción, a media luz y en la humedad; sin poder ver
mujeres – lo que eso conlleva-; comiendo en sus camarotes; lavando
ropa en las piezas en las que duermen; con poca ventilación y, además,
sufriendo el maltrato de sus pares más “poderosos”. Los adolescentes
del patio: “dominantes”, acumulan privilegios y concentran la mayor
cantidad del capital simbólico disponible en la sección. Los aislados, en
contraste: privados de libertad y de los pocos beneficios que están
disponibles.

En el caso particular del CPM, “impresiona” que, a pesar de estas


grandes diferencias, se declare que todos los que están presos, al
menos por robo, son iguales. Pero estas declaraciones se restringen al
patio. Todos iguales pero, como en el libro de G. Orwell86, hay algunos
iguales que son más iguales que otros y, acaparan los pocos beneficios
que existen.

La dinámica relacional de los adolescentes genera exclusión y


segmentación dentro de la exclusión y segmentación en la que viven.
Dentro de ella, el segmento dominante se reconoce como dominante y

86
"All animals are equal, but some animals are more equal than others". Animal farm.
G. Orwell, 1945

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declara la igualdad de los actores que pertenecen a la “casta”. Pero
coexistiendo con esta “igualdad” aparecen mecanismos claros y
definidos de diferenciación a los cuales la mayoría adscribe. En el grupo
dominante radica el poder de determinar y etiquetar socialmente a los
actores que se adentran en el “campo”. Las normas son públicas y para
todos. Estas normas y valores impregnan la vida social. Las regulaciones
que de ella se desprenden afectan a todos quienes forman parte de este
“campo”, e incluso los adultos que son actores en este campo, adscriben
a ellas, por lo menos en forma relativa.

5.5.3. - Respeto

Pilar fundamental en las relaciones sociales. En el encierro se constituye


en regulador clave. Manteniendo y organizando la vida social. Es
reconocimiento que se gana y se pierde. Estructura en movimiento. Los
ladrones obtienen respeto y se hacen respetar. Ligada no sólo al poder
sino que, a la existencia simbólica misma de los adolescentes en el
“campo”.

Saber pelear con - la cabeza-, las manos, pies, puntas, a palos. Es “rito”
que los adolescentes deben observar. Entre amigos, si es que la
etiqueta lo demanda. Como hemos mencionado el poder es
circunstancial y en cada momento se actualiza. Así como el nivel de
masculinidad y choreza de los agentes. El ejercicio del poder deviene en
respeto y la estructura misma lo exige.

Los poderosos devienen en tales debido a que son respetados –


connotados-. Por sus logros en el rubro y su “adecuada” conducta en el
encierro. Sobre ellos recae más fuertemente la presión de mantener la
línea de choro, de mantener un personaje que esté siempre sintonizado
con los mandatos culturales. Respetando y haciendo respetar la choreza
y viveza de los demás. Achicar cana, es la denominación que viene al
caso de un adolescente que “merece” respeto y, en cambio, es
maltratado. Ésta, que puede interpretarse como una “profanación
ritual”, comunicaría un bajo “capital cultural del hampa” del grupo que
ejerce el poder, al no respetar la viveza del choro. Falta a la etiqueta,
que aparece más fácilmente cuando se evalúa o se recibe, a
adolescentes de otras zonas geográficas.

Nuevamente el tema de los valores, relevantes cuando al observar estas


conductas, ya que no sólo se debe robar en la calle para estar bien en
cana: “La mujer de Cesar no sólo debe serlo…”. Las “reglas de
conducta” deben respetarse, imponiendo respeto y entregando
“deferencias” a los que las merecen.

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No otorgar el respeto necesario a un joven que “lo merece”, devendría
en profanación ritual, con efectos potencialmente peligrosos. Lección
para el adulto (profesional por ejemplo) que se adentra en el espacio
social. Dimensión diplomática clave para trabajar en el “campo”: espacio
de ellos y el visitante, al llegar, debe ofrecer el debido respeto para con
los “dueños de casa”. Para todos, pero en especial para los que la
llevan. Quid pro quo, reciprocidad, clave para el trabajo en el “campo”.
Si se espera respeto, es condición entregarlo a priori.

5.5.4. - Intimidad

Aún dentro de los iguales existen diferencias y problemas. Por ello es


necesario que cada quien mantenga su “línea”, dentro de los límites de
lo que llaman su metro cuadrado. Señal de respeto y deferencia para
con la “casta”. El espacio vital de cada quien estaría sacralizado,
generando pocos pero preciados espacios de privacidad. Pequeños y
preciados centímetros de intimidad.

Es cierto que las piezas son espacios en los cuales solo los que están
autorizados pueden entrar. En el cual las pertenencias personales, aún
cuando exista el mandato cultural de compartir entre iguales, son
personales. Ropa, artículos de aseo, afeites, libros u otro cualquiera
adminículo, es sólo mediante el expreso consentimiento del dueño,
utilizado. Propiedad privada. Pero más relevante que su dimensión
material, es su dimensión simbólica; en la cual cada objeto está dentro
del espacio privado de cada quien.

Relevante en sobremanera es el que, dentro de lo posible, cada quien


conserve, mantenga y defienda este breve espacio de intimidad. Sea el
espacio emocional en el cual esta vedado ingresar, a menos que se esté
invitado a entrar. O, sea espacio físico de la pieza que se comparte con
el compañero. Todos pueden –incluso deben- tener un espacio propio, en
el cual encontrarse a solas con sus dolores. Regla ceremonial, devenida
en mandato cultural. De no ser respetado, la etiqueta demanda una
retribución simbólica. Potencial fuente de conflicto para el neófito.

Imprescindible espacio privado, simbólico. En él se debe enmarcar la


labor profesional, si es que el joven lo demanda. Con firmes condiciones
de confidencialidad. Breve y virtual lugar de intimidad en el encierro,
donde todo es público, aún cuando su cantidad de secretos.

5.5.5 Aprendiendo a vivir en cana

Como todo proceso de formación, se debe aprender a vivir así, en cana,


y es para nada fácil. Los que ejercen más poder, son aquellos que ya
conocen el ámbito y han estado varias veces encerrados. Se

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desenvuelven porque han sufrido maltratos y agresiones. A los golpes,
han debido aprender como construir su “línea” y mantenerla,
“comportándose” en el encierro. Muchos de ellos han conocido la
institucionalización de muy pequeños. Instituciones que se encargarían
de formar un “habitus” de encierro, con formas alternativas de
validación y de poder. Así como “capital social”. Efecto de juntar a niños
y jóvenes, en su mayoría pobres, por motivos de “protección” o
infracción, en etapas de sus vidas que facilitan un mayor sentido de
identificación entre ellos; o que en contrario puede tornarlos
dependientes de ellas.

El grupo, es fuente de referencia para saber como se progresa en la


conformación del “habitus” del encierro. Pero para ser vío no se debe
pedir ayuda. Tarea personal en la que cada cual aprende lo que puede,
de lo que en ese momento se tiene. Proceso en el cual, el par más apto
o capacitado modelaría la conducta de los menos experimentados,
desarrollando – así- culturalmente87. Trasmitiendo cultura.
Una de las lecciones que deben ser aprendidas por los jóvenes,
podemos interpretarlas como de resistencia al control de las
instituciones. Acciones de violencia colectiva ritualizada y conocidas
como dar jugo. Este “rito”, se presenta casi invariablemente asociado al
fin de generar una reacción institucional determinada: búsqueda de un
beneficio – llamada, salida al patio, visita, etc-; como protesta; o como
expresión de solidaridad con algún compañero “contenido” por una u
otra razón. “Brote” de violencia intencionado, contagioso y altamente
agresivo, con efectos y causas diversas. Amotinamiento, que puede
tener como leitmotiv, incluso, la diversión. Romper la rutina - salir de la
volá-.

Con la rotación de jóvenes, al cabo de un tiempo, bien podría un joven


que ha robado pero que no tenía vinculación - o escasa- con la cultura
del hampa, estar ya socializado y con un “habitus” desarrollado.
“Habitus” que permitiría responder naturalmente a las reglas y
conductas del encierro, incluso encontrarlas deseables y necesarias.
Bien podría estar en una situación de privilegio, vigilando a los recién
llegados, obligando a que se observen las reglas de conducta.
Evaluando y castigando de ser necesario. Conformando núcleos de
traspaso o transmisión de cultura.

Esta “transmisión cultural”88 impondría la cultura del ladrón a aquellos


que se adentran en el “campo”. Alienación menos sofisticada que la
violencia simbólica escolar, pero quizá, igualmente efectiva. Proceso de
formación y deformación de cuerpos, mentes, actitudes y voluntades,
de disposiciones y posiciones. Experiencia deformativa, que
87
Hipotetizamos aquí la mediación y con la ley de doble formación Vygostkianas.
88
Pensamos en Vygotski y Bourdieu de nuevo.

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acompañará al preso, sobre todo al adolescente, probablemente de por
vida.

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5.6. -PARA QUE ME HA SERVIDO EL ENCIERRO (apéndice)

El encierro es espacio violento. Todo aquel que lo experiencia, lo hace


por imposición. En éste, se esta lejos de las personas que se estima.
Imposibilitado de hacer lo que se desea. Constreñido por la limitación y
el control que en su interior se realizan, sobre las acciones posibles. Por
los intentos de modificar, modular o sustituir la forma de pensar o actuar
en el mundo, a través de la acción directa de los agentes de control o
por las condiciones que el mismo espacio físico carcelario presenta.

Luego de truncar las relaciones sociales en general, y en particular las


significativas, se agregan violencia simbólica y concreta. Presente en
tanto la misma circunstancia del encierro, la acción de la Institución
Carcelaria que los mantiene aislados, como en las relaciones sociales
que los adolescentes establecen entre sí.

Profundos son los efectos que produciría el encierro en los jóvenes, y en


algunos casos invalidantes. Atribuibles tanto a la inevitabilidad de la
experiencia, como a las características de la adolescencia en general,
así como de estos adolescentes en particular. Aún cuando, es poco
probable que cualquier persona en un espacio como éste, no sufra
secuelas dignas de observar.

Aún cuando las características que presentarían estas relaciones


sociales, de poco o nada de contención afectiva gozan, además de
pobres instancias de intervención profesional. Escenario propicio para
convertirse en caldo de cultivo en el cual, todo tipo de padecimientos del
ánimo hagan “presa” en los jóvenes. Ya porque generarían su aparición,
o debido a que agravarían cuadros ya existentes.

Pero aún cuando el escenario es ciertamente abrumador, y en muchos


casos desconcertante, existen algunas acciones o actividades que
ofrecen a aquellos que pueden adquirirlas e implementarlas, algún nivel
de alivio. Éstas, que aquí llamamos “estrategias de enfrentamiento”,
radican principalmente en entrenar la mente y el cuerpo para vivir el
encierro negando o evitando-en la medida de lo posible, todas aquellas
instancias que puedan desequilibrar el pequeño grado de equilibrio que
se pudiera haber alcanzado. Estas provienen principalmente, de
significar el espacio como una consecuencia inevitable de “abrazar la
idea del encierro y considerar el robo como oficio”. Meterse en la volá
del robo, ser choro y hacerse la mente, son expresiones juveniles que
aclaran lo dicho y que serán abordadas más adelante en detalle, y que
permitirían comprender, hasta cierto punto, porque la cana es un
espacio donde el ladrón sería la figura predominante.

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Para comprender estas “estrategias” se deben generar distinciones
culturales que nos permitan observar como sus repercusiones se hacen
presentes en lo social: como se conceptualiza, percibe y organiza la vida
en el encierro, por ejemplo; así como las prácticas derivadas de ello. Es
a partir de esto, que se desarrollan e interpretan las dinámicas
relacionales y las implicancias que éstas tendrían en la experiencia de
vida de los adolescentes en este contexto. Hemos aventurado además
algunas hipótesis generativas, en relación a los efectos que esto tendría
en la identidad de los adolescentes. Que en muchos casos, declaran
como relacionada al delito.

Desde el punto de vista de los jóvenes, se debe saber vivir el y en


encierro. Son saberes que se adquieren por experiencia. Observando y
tomando en alta consideración como el grupo de pares actúa en cana,
para actuar luego en congruencia. Imperativo sería entonces para quien
se adentra en este campo, aprender el lenguaje y los códigos
relacionados a vivir preso o a la “cultura del hampa”, para adaptarse a
una realidad social altamente demandante, violenta y total89.
Aprendizaje válido tanto para los jóvenes, como para los profesionales
que realizan intervención psicosocial en este “espacio social”.

El cuerpo, es aquí el territorio en disputa. Los cuerpos de los penados


conforman el encierro y sobre ellos actúa la fuerza del Estado. Sobre
ellos las batallas libradas dejan sus enseñas y banderas: cicatrices sobre
la piel. Los cortes, puñaladas, operaciones, golpes, etc; todo es lenguaje
hecho piel y cuerpo, signo encarnado, significante desplazado.

Lugar común: la cárcel como institución rehabilitadora. El encierro:


oportunidad de corrección. Imaginería y discurso invocado por la justicia
y repetido por distintas instituciones sociales -disciplinas-. Mantra.

A la hora de enumerar los aprendizajes desarrollados en el encierro,


madurar y reflexionar aparecen tímidamente como factores positivos. Al
ver a los jóvenes crecer en el encierro, podemos decir que gran parte de
lo que declaran, tiene que ver más con procesos biológicos naturales,
que con un efecto deseado, planificado o desarrollado concientemente
por las instituciones.

Muchos de los discursos de los jóvenes, asociados a los aprendizajes,


enfilan hacia la corrección, o la rehabilitación. Principalmente en los
casos en los que podemos evidenciar mayores recursos personales,
familiares, comunitarios, etc. En muchos casos estos discursos son
aprendidos de las mismas instituciones, con nulos niveles de
elaboración. Suerte de deseabilidad social y habilidad para desempeñar
un papel con un diálogo, un parlamento aprendido. Lo que el adulto,
89
Véase: Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales,
Goffman, E., Amorrortu, Buenos Aires, 1970.

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aparentemente, quiere escuchar.

Muchos otros, transitan hacia el derrotero del delito y la confirmación de


una identidad en la que se asienta el oficio del ladrón. Donde el delito es
central. Al madurar los jóvenes en estos espacios sociales y diseñar un
plan de vida, éste termina asociado a la infracción a la ley y su “estilo
de vida”. Plan que aún así no necesariamente se llevará a cabo; en el
camino, muchos de ellos optarán por otras alternativas, quizá menos
“dañinas”.

Muchas preguntas surgen de ello para quienes trabajamos en el área.


Complicaciones no sólo técnicas, sino que éticas. El trabajo con
personas que han elegido como “oficio” la contravención sistemática al
principio social de la propiedad privada y, asociado a ello, un camino de
violencia y dolor, tanto para ellos como para otros; abre un sinnúmero
de preguntas.

Como responder a estas discrepancias puede parecer sencillo. Pero


desde las prácticas, presenta grandes dificultades para profesionales
con que fundan su trabajo en firmes convicciones. Sesudas cavilaciones
devienen de la contemplación de este “fenómeno” cuando nos
plantamos desde las Ciencias Sociales y no desde lo que la “sociedad”
(sean estas unas comillas entre comillas) desea o necesita. O cuando no
se actúa desde lo que podríamos llamar la propaganda mediática al
respecto de la delincuencia de los estratos más pobres (sujetos de esta
investigación); o lo que podríamos denominar una cierta “policía del
pensamiento”90 que busca detectar y corregir la “mente” de aquellos
individuos que reniegan de la norma y el orden social impuesto a través
de la ley y la educación.

El encierro - carcelario y/o psiquiátrico- es en cierto modo simbólico (¿o


práctico?), el basurero de la sociedad. Depara un lugar especial para
aquellos que no “sirven” o son desechados. De hecho, podría decirse
que es el lugar donde llegan los individuos que la sociedad91 no logra
controlar, agota sus opciones; debido a la misma in-control-abilidad de
este tipo de individuos a los que finalmente es más sencillo etiquetar
como enfermos, locos o delincuentes. Aún así, la basura del hombre dirá
mucho de él y su sociedad.

A través de este trabajo, se ha desplegado un esfuerzo no sólo por


comprender la vida de los adolescentes encerrados, sino que a través de
ello, la sociedad chilena del nuevo milenio. -Los jóvenes son el futuro-
viejo cliché. ¿Para qué me ha servido el encierro? Es una pregunta que
contesta otra pregunta. Los jóvenes encerrados ¿que futuro son? Es una
pregunta que parece broma.
90
Nos referimos por supuesto a “1984”, la distopía de G. Orwell.
91
Sociedad de control, ciertamente, en palabras de Deleuze.

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El encierro, me ha enseñado algunas cosas sobre la persistencia de la
vida, sobre la crueldad y la violencia, sobre la amistad, sobre la fuerza,
sobre el dolor. Sobre todo, me ha servido para comprender nuestro país
y reflexionar sobre eso que los chilenos hacemos con nuestros jóvenes.
Que probablemente haremos aún por mucho tiempo.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 96


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6.- BILIOGRAFÍA

• Geertz, Clifford. “Descripción densa: hacia una teoría


interpretativa de la cultura”.

• Bourdieu. Pierre. (1989), "Cosas dichas"; Gedisa, Buenos Aires.

• Bourdieu. Pierre. (1999)"Meditaciones Pascalianas"; Anagrama,


Barcelona.

• Bourdieu Pierre. (1997), "Espacio social y campo de poder";


Anagrama, Barcelona.

• Pierre, Bourdieu (1979). “Los tres estados del capital cultural”, en


Actes de la Recherche en Sciences Sociales, núm. 30, trad. Emilio
Tenti Fanfani; París

• Bourdieu, Pierre. "La distinción". Taurus; Madrid.

• Bourdieu Pierre. "Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción".

• Bourdieu Pierre. y Passeron J.-C. (1998) "La reproducción";


Fontamara, México.

• Goffman Erving, (1970) "Ritual de la Interacción"; Editorial Tiempo


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• Murcia y Jaramillo. “La complementariedad como posibilidad en la


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Universidad de Chile.
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m

Muñoz Hugo, Azocar Marcelo y Valdés Carla. “Una Investigación desde


el Trabajo Social, sobre las Dinámicas Relacionales y el Desarrollo
Cultural en un espacio Microsocial dirigido a la Infancia, a partir del
trabajo del Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil en la
Población Lautaro de Cerro Alegre”. Escuela de Trabajo Social,
Universidad de Valparaíso. Valparaíso 2004.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 97


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.
LOS MESES NO MATAN (HIP-HOP)

Calmado mi hermano pónele pausa a la pena


Yo te voy a contar como es este sistema
Déjame respirar pa que te entre en materia
Representándote un terrible pedazo de tema.
Primero la mano se te alarga y te pesa
Luego salís de vuelo y te persigue una sirena
Por la vereda, vai librando a la carrera
Soy cabro chico y te pitiaste una cadena.
Y te agarra un paco y te pone cualquier leña
Y se ríe un poco y se deja las moneas
Tú te retobas y te pone un mata-chancho
Embacallándote que andai poniendo el pancho.
Te llevaron en cana y llegai donde los cabros
Soy primerizo y todo se ve macabro
Y vai entrando y se flecharon con tus tillas
Se han acoplado y te duelen las costillas.

Luego de un tiempo ya te has acostumbrado


Son sólo meses no parece demasiado
Soy cabro choro y ya nadie te paquea
Vives tranquilo pero igual te sicoseas.
Les das un jugo al chute pa salir de la rutina
Te haci un corte recordando a tu familia
Arriba el techo sientes la adrenalina
Después cuatro paredes que se te vienen encima.
Y te despiertas en el medio de la noche
Cuando has soñado que pegas un pipazo
En el silencio de la noche aun resuena el chinchorrazo
No hay na de boche y estai solo en los cuartos
Estas sangrando por los cortes que son hartos.
Los meses no matan pero son amargos
Lo dulce se olvida y pasa de largo
Los meses no matan pero son eternos
Infierno que quema por dentro y muy lento.
Eseldialalegríahacequelpecho te estalle
Y no te das cuenta como la puerta se abre
Ya cabros cabros, me voy yendo pa lacalle
Y llama por la radio escucho a lo cucho que dice “EGRESO”
Eso leso preso no más te quedas tieso.
Déjala la ropita pa los cabros que hace frío
No te vay a embararte cabro choro a lo vío
De pronto, el ruido, el griterío se hace grande
Todosloscabrostegritan ¡questisbien en la calle!.
Atraviesas la puerta, a besar a tu mamita
Los meses se terminan ya te vai pa la casita
Y sales por la puerta y tu vieja que te mira
¡Oye que estai grande! Y callada que suspira.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 98


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.
H.D.M.J.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 99


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Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.

Del viaje de Alicia a las Maravillas


y de sus des-encuentros con otros92 (2008)

--¡A lo mejor caigo a través de toda la


tierra! ¡Qué divertido sería salir donde
vive esta gente que anda cabeza
abajo! Los antipáticos, creo... (Ahora
Alicia se alegró de que no hubiera
nadie escuchando, porque esta
palabra no le pareció del todo la
adecuada)

Presentación

El presente texto es producto de largas consideraciones de carácter


socio-cultural, que se comienzan a tejer alrededor del año 2004, a
propósito de dos grandes hitos que vendrían a estar estrechamente
relacionados. Primero, la investigación socio-cultural desarrollada para
concluir el pregrado, en la Biblioteca Nórdica Infantil (sede Rumania en
el cerro Alegre alto) en la ciudad de Valparaíso93. Y segundo, el trabajo
en un programa de drogas, con adolescentes que han infringido la ley,
en contextos de restricción y privación de libertades, en la región de
Valparaíso94.

Estas actividades, que en principio pudiesen parecer disímiles,


terminaron por ser la principal fuente de formación profesional, así como
la posibilidad fecunda de desarrollo de una incipiente perspectiva
cultural de trabajo social; al entroncar con principios de acción reflexiva
e inflexiones de carácter etnográfico. Gráfica de un viaje inacabado.
Perspectiva reconstruida de quien se abalanzó en persecución sobre su sombra, sin
pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir. De quién
aún sigue en viaje.

La pequeña Alicia, hizo su aparición en el transcurso del quinto o sexto


mes de aquel año, por circunstancias más ligadas a la necesidad de
equilibrar el estudio y el trabajo, con la diversión –con otros blancos

92
Por Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social, Licenciado en Servicio Social, Universidad
de Valparaíso. Diplomado 2 veces en otros asuntos, Universidad de Chile. Coordinador
Ambulatorios Intensivos (Programa Rehabilitación de Drogas) para “adolescentes
infractores de ley” en privación de libertad y en “libertad”. Corporación PRODEL,
Limache. 2008
93
“Una Investigación desde el Trabajo Social, sobre las Dinámicas Relacionales y el
Desarrollo Cultural en un espacio Microsocial dirigido a la Infancia, a partir del trabajo
del Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil en la Población Lautaro de Cerro
Alegre. M. Azocar, C. Valdés y H. Muñoz. Universidad de Valparaíso 2004.
94
Programa “Construcción cultural: Jóvenes y Drogas”. Funcionó desde febrero de
2004, hasta mayo de 2007 atendiendo a jóvenes de toda la región en cuanto a
programa de tratamiento. Uno de los siete programas de este tipo que se
implementaron a nivel nacional, antes de entrar en vigencia la ley 20.084 (R.P.A.)

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 100


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2004-2009.
roedores quizá. Pero al seguir a la ilustre pequeña tras su conejo,
muchas de las vicisitudes de quién reflexiona sobre su travesía en
territorios desconocidos parecían emerger y cobrar vida, personificarse e
interpelar. Odisea que va y vuelve en una vuelta al reloj (aquellos doce
capítulos de tiempo relativo). Se recreaban las peripecias de un quién,
que intenta encontrarse con un alguien (o a la inversa); allá en la vida
misma, esa que existe sólo donde se acaban los libros (si es ello
posible). A través de aquel espejo aparecía un reflejo de neófito,
adentrándose en un mundo de otros.

El texto nace entonces como un intento de homenaje, de acuerdo a la


importancia que cobra el periplo, en el boceto de una perspectiva para
la acción (momento que nos es ineludible, ya que al menos tendrá esta
un destino, estará destinada). A través de su “uso” (permítase las
comillas para destacar la elección “sospechosa” de una palabra, en vez
de otra), el de su imaginería; ha posibilitado nominar un cúmulo de
experiencias que por “formación” profesional, han sido con anterioridad
invisibles o indesignables. Esbozo de diario de viajes posibles. Cuaderno
con notas, extravíos, desvaríos, borrones y dibujos; cuaderno de quien
estudia los rudimentos de la navegación del territorio hombre. De quien
comienza a encontrarse frente a frente consigo mismo.

La presente, a semejanza del libro en el cual se inspira, es una invitación


al juego, a dejarse llevar por la curiosidad. A viajar (imaginariamente)
por las regiones inexploradas de la vida de los otros. A descentrarse por
un instante de las certezas en las que nos guarecemos a criar y cultivar
nuestras ovejas y cebollas conceptuales; a, por un momento, no ser sino
otro.

Bajando, por la madriguera del conejo

Consideremos antes de algo, que Alicia en el país de las Maravillas, es


libro de ficción, que proviene de la mano fantástica de un matemático.
Obra fundante de la cual se ha llegado a decir que contendría, incluso, la
simiente de la teoría de la relatividad; así como una genial crítica a la
sociedad victoriana del momento (se afirma que la misma Reina en vez
de pedir la cabeza de Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll), habría
reído con la aventura y pedido sus obras completas).

No es mucho lo que puede ser de hecho dicho en cuanto a la obra, que


no haya sido al menos ya sugerido. No obstante ello este jovial relato
será tomado con el respeto que se merece, para intentar un juego que
bien probablemente, sería del agrado de su autor. Será alegoría con la
cual “juguemos en” o “a las” Ciencias Sociales. Haremos en este
documento, de la ficción de Charles, un territorio a ser explorado. Las

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 101


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Maravillas será continente por descubrir, recorrer e investigar;
obviamente sólo con la venia e incluso, complicidad del lector. No con el
fin de fundar o colonizar, sino que con la intención de levantar algunas
objeciones desarrolladas gracias a la experiencia, en torno al
comportamiento de viajeros posibles, que eventual e irremediablemente
caen por la madriguera del conejo, cada cierto tiempo.

Entonces Las Maravillas es lugar hacia donde accidentalmente Alicia es


guiada por su inquieta curiosidad, con reloj de bolsillo. Las Maravillas es
país. Espacio geográfico habitado por seres parlantes; entes culturales
que habitan en un lenguaje. Territorio de aparente locura, irracionalidad,
de sinsentidos y contrasentidos; de paradojas. Con una organización
política “ridícula” e incapaz de gobernar (una Gobernante que demanda
cabezas, pero que no se las provee); con extravagantes y, por
momentos, grotescas costumbres. Alicia es igualmente ente cultural,
pero del Imperio Británico; victorioso en la guerra del opio, afianzando
su dominio en diversidad de “territorios”, en la época en la que se
produce el viaje o se escribe el libro (1865).

Con su corta educación de infante, Alicia llega a un lugar, en el cual sus


habitantes están sumidos en supuesta locura y despropósito. Tal cual en
otras ocasiones, extranjeros llegados de la “civilización”, arribaron a
lugares habitados por “salvajes” (o personas no civilizadas en un tipo
muy particular de civilidad); en los cuales los nativos parecían revolcarse
en la insania y la depravación, la ignominia y la impiedad. ¿Cómo se
conduce esta acomodada pequeña (extensión simbólica de un poder que
domina gran parte del mundo) frente a los nativos?

Antes de llegar a ese punto, retrocedamos un poco.

BÉBEME (de poco sirve la cabeza, sin un cuerpo)

Cada espacio físico o territorio, habitado por personas, se constituye


como un contexto cultural, cuando existen personas que los habitan y
significan en tanto tales. Personas capaces de auto referirse con
identidades asociadas a ello y con sentido de pertenencia. La ciudad de
Valparaíso, por ejemplo, se transforma en contexto cultural en cuanto
existen porteños que habitan la ciudad (arquitectónicamente única en el
mundo) y se sienten parte de ella. Identificándose a sí mismos, en
relación a unos otros que no son porteños (santiaguinos, quillotanos,
penquistas, etc) por ejemplo; y que además de sentir que la ciudad les
pertenece, en tanto el ejercicio mismo de su porteñidad (el desarrollo de
su forma particular de ser propiamente porteños), es que producen a
Valparaíso como ciudad, y que ésta cobra sentido como espacio vital.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 102


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Esta identidad y sentido de pertenencia, puede sin embargo no sólo
estar asociada a un espacio físico (país, ciudad o población, etc). Sino
que puede coexistir perfectamente con otras muchas formas de
pertenencia e identidad, asociada a diversos factores sociales o
culturales: religión (católicos, budistas, etc), política (correligionarios,
supernumerarios, compañeros, etc), deporte, el ámbito laboral
(asistente social, ladrón, médico, albañil, artista, zapatero, etc); con
todos los códigos, lenguajes (o jerigonzas) y conductas asociados
(apretones de manos, chistes particulares, conceptos, etc). Así como
asociarse a actividades de ocio y ocupación del tiempo libre (modelismo,
pesca, arte, etc); o a cierta escuela y/o tendencia artística o cultural,
científica, filosófica, sexual, entre muchísimas otras posibilidades.

Para resumir, una misma persona puede cotidianamente desenvolverse


en diversos contextos culturales. Respondiendo adecuadamente (o no) a
diversos patrones morales, lingüísticos, conductuales, rituales, estéticos,
etc. Reconociendo, practicando y otorgando diversas formas de
reconocimiento y/o prestigio (o no), así como sintiéndose parte (o no) de
una tal estructuración y funcionamiento de las relaciones sociales, unas
ciertas formas y efectos del poder. Así como estableciendo, cultivando y
disfrutando (o no) de distintas formas e intensidades de afecto y apego,
o sentido de pertenencia.

Pero volvamos al hilo de la narración. Al terminar su caída, Alicia


persigue al conejo (la curiosidad misma, con reloj de bolsillo en el
chaleco) hasta encontrarse en un vestíbulo lleno de puertas. Todas ellas
están cerradas (¿hacia donde conducen?). Repentinamente, se
encuentra con una pequeña llave áurea sobre una mesa de cristal (¡una
pequeña llave áurea sobre la mesa de cristal!) y sólo entonces cae en la
cuenta de la existencia de esta pequeña puerta de aproximadamente
cuarenta centímetros95 tras una cortina. Al abrirla, se maravilla con el
colorido espectáculo de flores y fuentes que se despliega ante sus ojos,
en un bello jardín al que conduce un estrecho pasillo96, que su talla le
imposibilita sortear.

Es este el punto en el que aparece en la mesita la famosa botella, cuyo


contenido le permitiría a Alicia obtener el tamaño de la puerta.

¿Nos es acaso esta una adecuada alegoría para acercarnos a la


etnografía? Pongámonos en la misma situación: nuestra curiosidad nos
ha llevado a un lugar o momento, en el cual, las posibilidades son
muchas, pero la mayoría nos están vedadas. Nos urge seguir al conejo,
resolver nuestra pregunta. Luego encontramos un método, esta áurea
95
“a little door about fifteen inches high”.
96
Se arrodilló y al otro lado del pasadizo vio el jardín más maravilloso que podáis
imaginar. ¡Qué ganas tenía de salir de aquella oscura sala y de pasear entre aquellos
macizos de flores multicolores y aquellas frescas fuentes!

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 103


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llave (¿ciencia?, ¿filosofía?, ¿arte? ¿Las tres? ¿Ninguna?), pero nos falta
por averiguar que puertas es capaz de abrir. Entonces aparece una
respuesta posible, una pequeña puerta que nos muestra un mundo
desconocido, que hace que nuestro deseo de conocimiento arda por
penetrar. Pero no podemos ingresar. ¿Que sucede entonces? Aparece
esta pequeña botella que nos invita (u ordena) BEBER. Tras comprobar
en la etiqueta que no es veneno (nos han enseñado a hacer esto),
ingerimos el misterioso bebedizo (¿?) y un efecto inesperado se produce:
empequeñecemos. Podemos entrar en el misterio. O así nos parece en
un primer momento.

Diremos que este brebaje es la etnografía, con su mezcla de sabores,


olores y texturas: a pacífico occidental, a cocina azande, a tótem y rito,
entre muchos otros97. Este bálsamo, comienza a generarle a Alicia toda
una serie de cambios, entre los cuales aparece, el tamaño adecuado
para utilizar la preciosa llave. Para atravesar la pequeña puerta. Para
recorrer el pasillo. Para penetrar en el jardín que la fascina. Para saciar
su sed de saber; no sólo con su cabeza, ya que de nada sirve sin los
hombros en los que se asienta98.

Tal y como a la pequeña, existen oportunidades en las que un


investigador o interventor social, otea los parajes de un “fenómeno” (o
“circunstancia”) que con su misterio seduce su curiosidad (en este caso,
nos referimos con ello a un contexto cultural desconocido). Pero la
mayor parte de las veces, no es posible internarse en el “fenómeno” a
menos que se tenga la llave precisa para abrir esa puerta, así como un
conjuro que permita ajustar la humanidad a la circunstancia.

Entonces diremos que el método etnográfico permitiría a Alicia (ella será


un yo), cambiar innumerables veces de tamaño, adentrarse en el jardín.
Lamentablemente, no está entrenada en el método, es un atisbo de
idea, sólo una hebra de la madeja de un método propiamente tal. Un
germen no desarrollado. Una promesa. A través de él, logra acercarse al
territorio que es las Maravillas, pero no necesariamente se encuentra
preparada para lograr anudar algunas hebras de su sentido, penetrar en
el que, pareciera, su misterio. Entonces los significados son mal
interpretados, los mensajes no recibidos, las situaciones equivocas y
disparatadas, y no elucida aquello que persigue. El conejo consigue
volver a escapar.

Acordemos entonces, que “Las Maravillas” es país en el cual por


circunstancias no fácilmente descifrables hemos de encontrarnos. Y que
97
“tenía, de hecho, una mezcla de sabores a tarta de cerezas, almíbar, piña, pavo
asado, caramelo y tostadas calientes con mantequilla”.
98
«Y aunque pudiera pasar la cabeza», pensó la pobre Alicia, «de poco iba a servirme
sin los hombros. ¡Cómo me gustaría poderme encoger como un telescopio! Creo que
podría hacerlo, sólo con saber por dónde empezar.»

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 104


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gracias a este brebaje etnográfico es que podríamos adentrarnos en él,
aún cuando sólo podamos por ahora precisar (o acordar) aquello.

CÓMEME (en unos segundos se encontró completamente sola)

Descontando el insignificante hecho que en las Maravillas los ciudadanos


son en su mayoría, animales; en su circunstancia particular, son un otro
al cual se interpela. Un Otro para dialogar. Con respecto de ellos Alicia
genera de inmediato una, no tan optimista, evaluación99. Lo cual muy
probablemente, cualquiera de nosotros “naturalmente” haría al verse
enfrentado a una situación social novedosa o, a la misma situación
social, pero con actores nuevos.

Haciendo paréntesis, podría especularse que en realidad son otros que


la pequeña niña, sólo puede reconocer como animales debido a su
imposibilidad de reconocerlos como personas100. Recordemos las
dificultades que habrían tenido los nativos para poder interpretar las
naves de Colón como medios de transporte humano (¿habrían sido en
principio vehículos divinos?); o para comprender que hombre y caballo
no eran una sola unidad. En este sentido se podría imaginar, por que no,
que la “programación cultural” (o sencillamente su lenguaje) de Alicia,
no posee en su código, la capacidad de descifrar en estos otros un igual,
por lo cual, caen en la categoría animal. Mera especulación, ya que la
lógica y el sentido común nos dicen que en determinado momento de la
narración, se debiera dar cuenta y asumir a estos sujetos en otra
categoría, la de personas. Pero, a favor de las limitaciones culturales,
recordemos antes de aquello, el ejemplo del apartheid en Sudáfrica
(como una de las consecuencias de la abolición de la esclavitud en las
colonias inglesas); o el latifundio y la relación patrón inquilino (como una
de las consecuencias culturales de la encomienda), en nuestro país.

La evaluación que Alicia en principio realiza sería entonces casi


mecánica101 (“inconsciente” o, natural, no deliberada). En ella el otro
aparece como poco apto, limitado, lisiado si se quiere. Pero eso no es
todo, ya que esta forma de conceptuar al otro, esta forma de
aproximarse a la alteridad, será apreciable en como se conduce; a
través de lo cual, suma una “inadecuación” en cuanto a las esperadas
99
“¿Servirá de algo ahora dirigir la palabra a este ratón? (…) no me sorprendería nada
que pudiera hablar.”
100
Del latín persōna, máscara de actor, personaje teatral, este del etrusco phersu, y
este del gr. πρόσωπον. http://www.rae.es/
101
Utilicemos el concepto “Rito de presentación”. Desde la perspectiva Interaccional de
Goffman. En ellos “el actor describe en forma concreta su apreciación del destinatario,
“abarca actos por medio de los cuales un individuo presenta testimonios específicos
ante los destinatarios, en relación con la forma en que los respeta o la manera en que
los tratará en la interacción inmediata” Véase: “Ritual de Interacción”. op. cit pág. 68

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 105


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palabras de “buena crianza”, al interpelar al roedor con su “Où est ma
chatte?”102. Aún cuando alguien pudiera justificarla con que se debió a
que pensó que el ratón era efectivamente francés.

Podemos entender esta interpelación, al menos como descortés, ya que


parece poco propio ir por el mundo importunando con preguntas u
observaciones de este estilo103. Todo esto sucede aún cuando, desde el
principio de su aventura, Alicia se hace preguntas relativas a las
“maneras de la buena educación”; en relación a quienes se pudiera
encontrar en el lugar hacia el cual cae desde el agujero (e incluso en
cuanto a sus zapatos y calcetines). Sin embargo, a pesar de ser una
preocupación constante, no deja de ser descortés, inclusive irritante, al
dirigirse a los otros desde sus propios atavismos culturales. Descortesía,
que en principio parecería accidental, pero que sin embargo es
constante durante toda su aventura.

Como decíamos, Alicia u otra persona, no sólo muy probablemente


evaluará al otro desde sus marcos culturales, sino que se conducirá de
acuerdo a ello. O sea que si encuentra que ese otro es digno de su
atención y respeto, actuará acorde a ello; de lo contrario, lo ignorará o lo
despreciará. Su correlato conductual, incluso fisiológico podrá ser leído
por cualquier otro que posea una pequeña capacidad de observación. O
sea, que éste desprecio o rechazo podrá ser al menos intuido por ese
otro con respecto de quién nos presentemos en cada una de nuestras
interacciones sociales.

Este proceso que sería “natural” (y/o no conciente, no deliberado),


cuando hablamos de profesionales de las ciencias sociales, debiese ser
dirigido o al menos conciente, ya que de darse la necesidad de visitar
las Maravillas, se debiese estar preparado para hacerla deliberada y
técnicamente. Esto debido a que, pareciera que en cada contexto
cultural existirían unas ciertas maneras apropiadas, unas ciertas formas
adecuadas de comportamiento en la interacción104 que podemos llegar a

102
¿Donde esta mi gata?
103
--¡Ojalá estuviera aquí Dina con nosotros! (…) ¡Ella sí que nos traería al Ratón en un
santiamén! --¡Y quién es Dina, si se me permite la pregunta? --quiso saber el Loro. (…)
--Dina es nuestra gata. ¡Y no podéis imaginar lo lista que es para cazar ratones! ¡Una
maravilla! ¡Y me gustaría que la vierais correr tras los pájaros! ¡Se zampa un pajarito
en un abrir y cerrar de ojos! Estas palabras causaron una impresión terrible entre los
animales que la rodeaban. Algunos pájaros se apresuraron a levantar el vuelo.(…) Y
así, con distintos pretextos, todos se fueron de allí, y en unos segundos Alicia se
encontró completamente sola.
104
Otra vez un concepto, por su utilidad a la perspectiva: “Reglas Ceremoniales“es la
que orienta la conducta en asuntos respecto de los cuales se siente que tienen una
significación secundaria, o incluso ninguna, y que su importancia principal es la de un
medio convencionalizado de comunicación por el cual el individuo expresa su carácter
o trasmite su apreciación de los demás participantes en la situación.” Goffman Erving,
(1970) "Ritual de la Interacción"; Editorial Tiempo Contemporáneo, pág. 54

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 106


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conocer para no caer, por desconocimiento, en la descortesía o incluso
la agresión.

La pequeña del relato, no conoce las formas apropiadas que deben


observarse en el espacio cultural en el que se encuentra y viene a ser
una de las razones por las cuales, el conejo consigue siempre seguir
huyendo. Aún cuando lo intenta no logra desenvolverse adecuadamente,
importunando en cada ocasión con falta de delicadeza, incluso
ofendiendo.

Esta Etiqueta, demandaría de los sujetos que se encuentran en


determinados contextos socio-culturales y en determinadas situaciones
sociales; formas de proceder, de conducirse, en relación los unos a los
otros. “Estructurando” las interacciones posibles al trazar, al menos
tácitamente, la silueta de formas que deben completar en su fluir
dinámico, los participantes de cada situación social. Por lo general, los
jugadores que presentan niveles adecuados de “socialización” (las
personas educadas) en aquella determinada situación social, se
desplazarán sobre estas “marcas” como en una danza. Cada cual
calculará su posición y los movimientos posibles y, de acuerdo a su
preeminencia entre los participantes, así como a su talento como
“bailarín”, ejecutará sus pasos con mayor o menor precisión y/o gracia,
con mayor o menor rigidez o espontaneidad.

Estas normas de urbanidad, no sólo demandarían de este otro, un grado


de deferencia para con el profesional (obviedad en cuanto a situación
social dada), sino que más importante aún para lo que nos concierne un
grado de deferencia de nosotros, con respecto de ellos. Esto, porque
salvo pocas excepciones actuamos como la extensión simbólica de unas
determinadas (o indeterminadas) Instituciones, lo cual implica una
configuración bastante distinguible, en cuanto a relación de fuerzas. En
su mayoría las personas con las cuales ejercemos acciones directas, a lo
más, representarán organizaciones sociales con un poder relativo
siempre menor al que representamos directa o indirectamente.

Esta configuración de fuerzas desiguales facilitaría que cualquier


descortesía generada por ellos sea interpretada como una falta de
respeto o educación; como parte de esa situación problema que
debemos diagnosticar (o “corregir”) o eventualmente, como una ofensa
que debe ser resarcida. Pero es interesante lo que sucede en la
dirección inversa, ya que si somos quienes faltamos el respeto, podría
colegirse fácilmente como una agresión de la institución que
(simbólicamente al menos) representamos. Una forma de Violencia
Simbólica105; que podría parecernos normal, correcta o por que no,

105
Hacemos referencia aquí a una forma cercana a la concepción de este concepto que
utiliza Pierre Bourdieu.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 107


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incluso deseable. Pero que sin llegar al sur menage podremos entender
como abuso de poder.

Ahora bien, existen intervenciones en ciencias sociales, en las que las


formas posibles en cuanto a interacciones sociales están normadas (el
ejemplo del setting, aún cuando el término corresponde a una escuela
particular); lo cual las facilitaría, suponiendo unas ciertas pautas de
intercambio y de comunicación que son conocidas por sus participantes.
Pero estas pautas, por lo general, son impuestas por el profesional que
establece y estructura la interacción, poniendo límites y normando
(incluso) el lenguaje en el cual deben darse estas comunicaciones. Así
como la mayor parte de los posibles significados puestos en juego. En
este caso, no es el cliente o usuario o paciente o beneficiario (la persona
finalmente) el que estructura la interacción según sus necesidades o
particularidades culturales. Así como tampoco son por términos
generales co-construcciones en la cuales se negocien los roles o sus
condiciones, o el lenguaje o perspectiva con los cuales éstos son
construidos.

La reciprocidad no es corrientemente un concepto conocido y trabajado


para los profesionales de las ciencias sociales. Incluso se dirá que es
deseable e incluso necesaria (y/o curativa) esta asimetría en la cuanto
estructuración de nuestras relaciones. Se espera y exige respeto, pero
no todas las veces se otorga. Es entonces que nuestro blanco amigo, se
nos va de entre las manos. Eso que es el sustancia misma de lo humano,
se diluye, por falta de delicadeza. ¿No es acaso más complejo y delicado
el trabajo con personas que el arreo, la tala, el comercio o el cultivo de
tulipanes? Desde el punto de vista del respeto por quién que se
encuentra en una situación desigual, en cuanto al equilibrio de fuerzas
en aspectos materiales como simbólicos (lo que no sería extrapolable a
la dignidad u otras muchas formas de consideración), se hace necesario
no sólo la conciencia de ello; sino que además el tacto y la sutileza
suficiente para tratar a la oruga con cortesía, aún cuando sólo mida siete
centímetros106.

Pero no sólo deben cuidarse las formas en la interacción sino que


además, deben observarse los contenidos de ésta. A veces debido a
nuestras incapacidades, etnocentrismo o, sin darnos cuenta (todo ello
indeseable sin embargo), imponemos nuestra determinada manera de
ver el mundo y hacer en él; partiendo con la forma en que nos
presentamos en su contexto y como ello comunica nuestra visión sobre
ellos. Expertos la mayor parte de las veces, con una concepción

106
--Bueno, me gustaría ser un poco más alta, si a usted no le importa. ¡Siete
centímetros es una estatura tan insignificante! ¡Es una estatura perfecta! --dijo la
Oruga muy enfadada, irguiéndose cuan larga era (medía exactamente siete
centímetros).

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 108


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
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predeterminada de la verdad (a lo mucho dos), que se presenta además
con determinadas investiduras de poder (de la ciencia, la técnica, la
medicina, la sociología, la etcétera). Valiéndonos de unos determinados
argumentos de fuerza que a su vez están basados en unos discursos de
verdad que habrían sido construidos y aprendidos con el fin de dominar,
ordenar o normalizar, o que finalmente terminan produciendo este
efecto. Nos presentamos frente a un otro que debe soportar nuestro
tamaño y el peso de nuestros argumentos (apoyados haciendo palanca
en puntos invisibles y estratégicos); así como la constricción (¿o
corrección?) de nuestros dispositivos de ortopedia psicosocial (aún
cuando no logren ver su deformidad).

Esto estaría presente tanto en el diseño y ejecución de la política pública


del momento o en la formación disciplinaria profesional; que termina
ejerciendo su influjo en las interacciones cara a cara; una cierta forma
de dibujar al ser humano, una manera incierta de atribuir y distribuir
rasgos, aptitudes y facultades; unas maneras estándar de medir
competencias o pobrezas, inteligencias o tendencias; unos concertados
consensos en cuanto a configuraciones y márgenes de error. Todo lo
cual es proyectado en invisible sombra sobre los sujetos en cuestión,
sobre las comunidades en observación, sobre las conductas en medición
y corrección.

Violencia simbólica al fin y al cabo, a partir del desequilibrio de fuerzas


generado por la participación invisible de fuerzas institucionales, que
refuerzan la técnica y sus efectos. Que esconden el efecto mismo y que
se retroalimentan de su afirmación. El burdo ejemplo del profesor en la
sala de clases. La imposición de los contenidos desde un saber que
ordena y configura arbitrariamente la mente, los cuerpos y las
conductas de quienes están a su disposición. Las escuelas posicionadas
en los barrios como pequeñas naves extraterrestres que aterrizan
generando dinámicas alienígenas y alienantes, completamente
diferentes a lo que los niños acostumbran a vivir en sus hogares o sus
comunidades, o peor aún, a lo que necesitarían. Tanto desde el punto de
vista de los contenidos culturales que se imponen, como desde las
propias formas (modales) que los adultos despliegan y que luego serán
exigibles a los niños107.

En esta misma línea podríamos preguntar ¿Cuantos profesionales de las


ciencias sociales (que son personas) al interactuar con otras personas,
con un otro en contextos culturales diversos, no se han comportado
como Alicia? En ocasiones es parte del trabajo mismo exigirle al otro que
nos muestre su desnudez: llegar su hogar, sentarse en su mesa y

107
Sólo asistí a las clases normales. --¿Y cuales eran esos? --preguntó Alicia interesada.
--Nos enseñaban a beber y a escupir, naturalmente. Y luego, las diversas materias de
la aritmética: a saber, fumar, reptar, feificar y sobre todo la dimisión.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 109


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exigirle que nos compruebe la cantidad de dinero que percibe; contar
sus camas o medir con la mirada la higiene de su morada, de su crianza
o de su moral. Haciendo preguntas sobre su vida privada (afectiva,
sexual, costumbres, alimentación, etc), y tomando notas; cosa que
probablemente no consentiríamos que un extraño realizara en y con
nuestra intimidad. En aquellas ocasiones crecemos hasta alcanzar en
hogares ajenos proporciones monstruosas108.

Consejo de una Oruga (¿Quien eres tú?)

Pero volvamos nuevamente al viaje. Luego de desencuentros y


equivocaciones, Alicia se encuentra decidida a recuperar su tamaño y
llegar al jardín que desde un principio llamó su atención109. Pero aún
cuando sabe lo que desea se siente extraviada, no sabe cómo lograr
aquello que se propone y no tiene idea de que es esto que le sucede110.

Es entonces que Alicia se encuentra con el misterio. Su confusión está


ante éste. Alicia frente a la Esfinge, buscándose. El misterio fuma su
narguile sobre una seta. Alicia ante el misterio como si estuviese, ante
las puertas de la ley. Figura de sabio que al ser consultado replica con
un acertijo, con una pregunta (en una historia zen, sería un bastonazo).
En tanto quien osa preguntar, en cuanto al ser de quien pregunta, sobre
desde donde se pregunta… Literalmente ¿Quién eres tú111?

¿Que consejo la oruga gentilmente proporciona a la pequeña e


impertinente Alicia? Gnosti te autvn112 Formulado como pregunta, desde
una prístina conciencia de donde está, cuanto mide y quién es. Pregunta
clave. En nuestro caso, para quién se interna en los vericuetos de la
aproximación etnográfica (o etnológica), hacia los escenarios culturales.
Quién soy y cómo113 frente a un otro que demanda saberlo (y justo es
que lo sepa), para develarse, como un yo.
108
¡Por desgracia, era demasiado tarde para pensar en ello! Siguió creciendo, y
creciendo, y muy pronto tuvo que ponerse de rodillas en el suelo. Un minuto más tarde
no le quedaba espacio ni para seguir arrodillada, y tuvo que intentar acomodarse
echada en el suelo, con un codo contra la puerta y el otro brazo alrededor del cuello.
Pero no paraba de crecer, y, como último recurso, sacó un brazo por la ventana y metió
un pie por la chimenea, mientras se decía: --Ahora no puedo hacer nada más, pase lo
que pase. ¿Qué va a ser de mí?
109
--Lo primero que ahora tengo que hacer --se dijo Alicia, mientras vagaba por el
bosque –es crecer hasta volver a recuperar mi estatura. Y lo segundo es encontrar la
manera de entrar en aquel precioso jardín. Me parece que éste es el mejor plan de
acción.
110
Parecía, desde luego, un plan excelente, y expuesto de un modo muy claro y muy
simple. La única dificultad radicaba en que no tenía la menor idea de cómo llevarlo a
cabo.
111
¿Who are YOU?
112
Nosce te ipsum. Conócete a ti mismo.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 110


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Aún cuando la tendencia occidental será siempre será subyugar este
otro que está en frente. Sea evangelizar, sanar, educar o etc, mediante
un determinado rito, palabra, institución, etc; existe siempre la
posibilidad de cruzar hacia la otra vereda e involucrarse en aquel
contexto cultural, terminando por relativizar los propios marcos
culturales. Lo cual pareciera ser el meollo mismo de la reflexión cultural.
El observador Alicia que asiste a presenciar como su forma peculiar de
ser persona, se tambalea.

¿Dónde esta el límite de aquello? ¿Podría eventualmente llegar a ser ese


otro, en las causas y motivos que los movilizan, en los sentidos que
viven? Olvidar el rol que se juega, o el trabajo que se hace, no sólo
podría confundirnos, sino que confundir a las personas para las cuales
trabajamos114. Pudiésemos llegar a pensar que somos ese otro,
olvidando nuestra posición en respecto de él, e incluso en relación a
nosotros mismos. Pudiésemos decepcionar profundamente cuando,
repentinamente, recordemos o decidamos quienes somos (ellos y
nosotros) y cual es la naturaleza de nuestra relación.

Nacemos todos iguales al menos retóricamente desde la Declaración


Universal de los Derechos Humanos; pero no somos ese otro, somos
(inevitablemente) nosotros mismos, con una historia y características
particulares. Implicados mutuamente en una relación que se enmarca,
por lo general, en un contexto institucional, en unas relaciones de poder
y en muchas otras determinantes indeterminadas tanto de unos como
de otros. Las cuales, generarían las diferencias que significan esa
relación particular en la que estamos, como de ayuda, estudio u otra
(generalmente otra). Muy por el contrario, Alicia no logra identificar en
ese otro, un igual. La reflexión cultural constante en torno a los objetivos
de nuestro trabajo, el rol que jugamos, como construimos la relación y la
situación de poder en la cual estamos, sin dejar de considerar las
implicancias éticas que se derivan del hecho que «yo sea otro»; pudiese
prevenirnos de cometer errores irreparables o actos reñidos con lo que
debiese caracterizar la acción de un profesional.

Sabernos aparentemente nos permitiría alejarnos de la frágil seguridad,


la ilusión de poder, que nos confieren los grados académicos y las
investiduras institucionales, para adentrarnos en interacciones menos
teñidas con la tensión que la desigualdad genera entre las personas. El
miedo y la inseguridad, solo pueden retenernos atados con sus hilos
113
--Apenas sé, señora, lo que soy en este momento... Sí sé quién era al levantarme
esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces. --¿Qué quieres
decir con eso? --preguntó la Oruga con severidad--. ¡A ver si te aclaras contigo misma!
--Temo que no puedo aclarar nada conmigo misma, señora --dijo Alicia--, porque yo no
soy yo misma, ya lo ve.
114
En rigor ¿Se trabaja para o por las personas, para o por la política pública
(¿extensión simbólica de otras personas?)?

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 111


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invisibles a las seguridad que proporcionan mientras lo permitamos,
mientras signifiquen seguridades.

La conciencia del poder que se está jugando en cada situación social en


la que se está con un otro, no sólo debiese hacer surgir la capacidad de
reconocerlo de forma “natural”, sino que debiese demandar su
modulación a través de formas apropiadas de comportamiento. Formas,
maneras o modales (saludos, cortesías, atenciones, etc), a través de los
cuales comunicar esta nueva relación de poder y nuestra “adecuada”
adecuación. Ya que el tamaño (o poder) que el profesional adquiere,
mantiene o retiene, dependiendo del escenario y la circunstancia, tendrá
fluctuaciones que se actualizarán en cada encuentro social (con o sin
marco institucional). Para luego reorganizar la “danza” de la interacción
que nuevamente lo reposicionará de acuerdo a sus “talentos”.

De manera que, a través del desempeño válido y basado en la


observación de la etiqueta, podría desarrollarse un proceso de
validación social adecuado. Esta validación (poder y/o influencia) basada
en el respeto mutuo, así como en un proceso paulatino, generaría
oportunidades de intervención o estudio más “sustentables” y
significativas desde el punto de vista cultural. Facilitaría el trabajo
propuesto. Especialmente cuando intentamos ejercer la menor violencia
simbólica posible, sobre aquellos otros que son los sujetos de nuestra
acción. En resumen, puede ser de gran valor entrenar nuestra capacidad
de ajustar el tamaño a cada situación social dada115

Lo relevante es que no sólo debiésemos cuidar nuestros ademanes y


gestos, sino que consecuentemente la forma en que construimos a partir
del lenguaje nuestras relaciones. En ello, no debiese dejar de ser
observada la utilización de recursos lingüísticos, intentando descubrir
cómo en ocasiones desplegamos conceptos asociados a concepciones y
esquemas que, por lo general, se nos han impuesto (en ciencias sociales
u otras o, con formas de proselitismos políticos, o en otras formas
menos groseras). Ya que nuestras palabras preñadas de significado,
influenciarán sin duda sobre quienes son tejidas, desplegadas. Lo cual,
considerando nuestra situación de poder pudiesen ser comprendidas
como otra posibilidad de abuso.

El neófito bien puede en diversas situaciones comportarse de manera


descortés al, por ejemplo, tomar algo serio como broma, o una broma
por algo serio. Es por ello recomendable ajustar el tamaño, de acuerdo
al conocimiento de la circunstancia en la cual nos encontramos. Dado el
caso de un contexto cultural desconocido, en cuanto a lo que la
115
Después bajó de la seta y empezó a deslizarse por la hierba, al tiempo que decía:
--Un lado te hará crecer, y el otro lado te hará disminuir. --Un lado ¿de qué? El otro lado
¿de que? --se dijo Alicia para sus adentros. --De la seta --dijo la Oruga, como si la niña
se lo hubiera preguntado en voz alta. Y al cabo de unos instantes se perdió de vista.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 112


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situación específica demandaría de sus participantes (la etiqueta en
cuanto a “código comportamental”); pareciera más adecuado
empequeñecer un poco y adoptar un rol de aprendiz (un infante, será
novato en aquellas situaciones sociales en las que se vea involucrado
fuera de su hogar y por lo tanto, la equivocación es parte aceptada de
su rol social). Lo cual, además de honrar al interlocutor, que por
necesidad (e idealmente), adoptará un rol de anfitrión o mediador en la
situación; permitirá acceder al conocimiento de formas y maneras
apropiadas para aprender, en aquel juego determinado (y de una
manera segura).

Nuevamente el brebaje etnográfico. Pertinencia cultural en las formas


necesarias para participar en interacciones sociales diversas, con
respeto y conservando nuestra propia identidad, sin olvidar para qué
estamos implicados en aquella relación. Nuevamente la adecuación de
nuestra humanidad a la circunstancia.

En la Loca Fiesta de Té (¡No hay sitio!)

Cada situación social en diversos contextos culturales, demandará un


repertorio de modales específicos que muchas veces nos podrán parecer
pasmosos. Cuando nos encontramos frente a ciertas “formas” de
establecer relaciones interpersonales (por ejemplo), distintas a las
nuestras o la de nuestros grupos de referencia (reales o simbólicos),
pudiésemos por momentos vernos en una situación desconcertante.
Esto no sólo en relación a esos otros, sino que en cuanto a nosotros
estando en aquellas situaciones sociales; por lo tanto, implicados.

Nuestra sola presencia, en el caso de encontrarnos estudiando un


fenómeno social X, al entrevistar, aplicar un cuestionario, o sólo
observar; será una intervención y afectará, modificará. Cómo nos
presentamos (en cuanto a saludo, uso o no de sombrero o guantes,
mirando a los ojos o no, etc), la manera en que nos expresamos (formal
o informal, por ejemplo), los gestos que realizamos (bruscos o
delicados), la forma y el lenguaje en el que las frases han sido
formuladas, el orden en que se organizan y la forma en que nos
paramos, sentamos, respiramos y sonreímos (o no), la enumeración es,
virtualmente, muy abultada. En todo ello, estaremos comunicando
nuestra apreciación respecto de ellos. Nuestro respeto o desprecio;
nuestra consideración y empatía, o nuestra desconsideración y
antipatía.

En última instancia, al ser personas que trabajamos con personas,


somos el principal instrumento de recolección de datos, el principal
recurso de intervención; así como por otro lado, la fuente principal de

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 113


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complicaciones; el mayor obstaculizador de aquello que “naturalmente
se da” (que intentamos estudiar), o que “deseamos intencionar” (¿el
cambio?). Sea debido a nuestras acciones, o por nuestras concepciones;
manifestación de una misma articulación indisociable, a nivel social.

Aún cuando el té puede beberse de muchas formas en la Inglaterra


victoriana, escenario nativo de Alicia; existía una forma particular de
llevarse a cabo, que diferirá mucho de cómo lo hace el Sombrerero,
Liebre de Marzo y el Lirón en Las Maravillas. Así, como diferirá mucho de
la ceremonia del té en Japón de la misma época; o con la forma en que
bebemos la infusión en Chile de nuestra época (nótese que es (en este
momento) el 2008 d.c.). Aún así, dentro de su propio contexto, no tiene
nada de excéntrico el japonés o el inglés al tomar su té, aún cuando a
nosotros nos lo parezca. La forma en la que se organiza la fiesta de té de
las interacciones, de personas o comunidades, será particular a ese
contexto, en el que estará investido de muchos sentidos, desde y hacia
los cuales, los significados de las diversas acciones parecieran moverse
(cambiar, crecer, alejarse, modificarse, perderse, etc) constantemente.

Sentidos que varían, fluctúan constantemente (¿derivan?) y que nuestra


reflexión intenta perseguir. He ahí nuestro conejo blanco, tímido y
huidizo. No es un cierto número de retazos bien delimitados de realidad,
como una descripción estadística del comportamiento de una variable
tal; o una colección incoherente de acciones desconectadas una de otra
y embutidas en marcos explicativos preconcebidos. Sino que son
interminables nodos desde los cuales se tejen las múltiples relaciones
humanas, formas indeterminadas y fluctuantes de convivencia, que
infunden sentidos a las ceremonias y ritos cotidianos que ejecutamos.
Formas variables de ser individuo, dentro de cada grupo de referencia,
otorgando sentidos a las cosas, a la vida. Una vez que el viajero deja la
seguridad de su hogar (aún cuando sea por sólo un instante), comienzan
a develarse las falsas tortugas, a desentrañarse las supuestas
incógnitas, es cuando los grifos hablan; sólo para encontrar otros nuevos
y más diversos, un poco más allá, por sobre el cercado ajeno. Es
entonces cuando, como individuos, podemos fluir hacia el encuentro de
nuevas interacciones, disminuyendo el roce y la complicación de
intentar una travesía que no necesariamente cuenta con la certeza de
un camino de vuelta.

Todos a nuestra manera usamos relojes que marcan el año, el mes, o los
segundos; calendarios de Doce meses o de Trece lunas. Todos bebemos
un tipo de té, con un tipo de sombrero. Todos hemos estudiado patín e
histeria (antigua y moderna) y nos esmeramos por feificar cada vez que
podemos. Lo que sucede es que ello nos parece tan peculiar, cuando
vemos a otros hacerlo. Y más aún, como Alicia, nos parece extraño
cuando a alguien le parece extraño que lleguemos sin invitación, a su

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 114


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fiesta de té116. Porque la mayor parte de las veces es exactamente ese
nuestro trabajo: llegar a fiestas de té donde no nos han invitado,
incomodando con nuestra pedante presencia o importunando con
preguntas inverosímiles y nuestra torcida lógica, deformada por la
academia, la ciencia social, el sentido común (menos común de los
sentidos) o la (muy sospechosa) opinión pública117.

Pareciese esencial que cada viajero de cuenta del itinerario realizado al,
por un instante, dar vuelta la espalda al futuro y reconocer el camino
andado. Pareciese que en nuestra época nada quedase por descubrir,
aún cuando hemos dejado de vernos, aún cuando no nos visitamos hace
ya tanto tiempo.

¡No sois todos más que una baraja de cartas! (anotaciones en el margen)

Alicia de viaje. Enfrentándose a una “cultura” diferente a la suya, a un


Otro que se construye a sí mismo de una manera distinta a como ella
y/o los suyos lo hacen. ¿Como reacciona ella frente a esta forma de vida,
a este otro? Reacciona con extrañeza y muy probablemente a la
defensiva. Intentando calzar todo y a todos en su pequeño molde
cultural118.

Cabe observar que como chilenos puede no parecernos descortés la


forma en que la pequeña se conduce, debido al estilo autoritario de
relaciones al cual parecemos habernos habituado. Marcando
constantemente las diferencias sociales entre los que forman parte de
las interacciones; los contrastes de las posiciones y el poder de cada uno
de sus participantes. La mayor parte de las veces en nuestras pequeñas
parcelas de poder, nos conducimos como pequeños tiranos. Podemos
ver muchos ejemplos, ya sea en el terreno de la salud (relación
medico/otros), los servicios públicos, el transporte, la educación:
relación patrón y peón. Clisé en cuanto a pauta relacional, impreso en la
vida cotidiana, dentro y fuera de la intimidad de nuestros hogares.

116
--¡No hay sitio! --se pusieron a gritar, cuando vieron que se acercaba Alicia. --¡Hay
un montón de sitio! --protestó Alicia indignada, y se sentó en un gran sillón a un
extremo de la mesa.
117
--Toma un poco de vino --la animó la Liebre de Marzo. Alicia miró por toda la mesa,
pero allí sólo había té. --No veo ni rastro de vino --observó. --Claro. No lo hay --dijo la
Liebre de Marzo. --En tal caso, no es muy correcto por su parte andar ofreciéndolo
--dijo Alicia enfadada. --Tampoco es muy correcto por tu parte sentarte con nosotros
sin haber sido invitada –dijo la Liebre de Marzo.
118
--Necesitas un buen corte de pelo --dijo el Sombrerero. Había estado observando a
Alicia con mucha curiosidad, y estas eran sus primeras palabras. --Debería aprender
usted a no hacer observaciones tan personales --dijo Alicia con acritud--. Es de muy
mala educación.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 115


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La historia de la inadecuación de Alicia sin embargo es comprensible. En
su tierna infancia la habilidad del cinismo, indispensable para enfrentar
algunas situaciones sociales, no está aún desarrollada (sería sin
embargo indispensable para el profesional en cuestión). Aún así
pareciera existir una inhabilidad “crónica” (¿biológica o cultural?) para
comunicarse satisfactoriamente con estos “nativos”. Despliega
incansablemente a través de su conducta, un sinfín de interpretaciones
y evaluaciones de la situación y de los otros a partir de lo cual actúa,
que por lo general descalifica. Y cada vez que actúa de acuerdo a su
propia etiqueta, salvo pocas excepciones, se encuentra ofendiendo o
importunando a otro. Además de estar constantemente cambiando de
forma durante sus interacciones (en cuanto a tamaño y otras) con lo
cual no sólo incomoda a sus posibles y eventuales interlocutores, sino
que los irrita o atemoriza. Se diría que en casi toda su aventura, esta
pequeña Inglaterra sólo logra dialogar consigo misma.119

La pregunta de si la habilidad de actuar acorde a lo que la situación


social y cultural demanda, es entrenada en nuestro paso por la
educación superior o es habilidad social de base que debe ser
transformada en competencia profesional, de acuerdo a las capacidades
y responsabilidad de cada quien; no parece haber sido lo
suficientemente formulada para profesionales de nuestra área u otras.
Aún cuando indispensable, en el momento en que Alicia se adentra en
las Maravillas. Indispensable cuando el profesional se inserta en
contextos culturales que le son extraños o cuando es Alicia quien llega
de visita a sus extrañísimos dominios.

Pareciera necesario desarrollar un concepto de reciprocidad. Bien sea


para contemplar a este otro como un igual; o mejor aún, para brindarle
un trato a su altura. Al menos unas premisas para la acción que
contemplen específicamente esta perspectiva. O seriamente, un
entrenamiento en el trato deferente de los otros (otros de diversos
pelajes), en el cual el respeto (mutuo) sea la regla de oro. ¿Entregamos
cotidianamente la deferencia que se amerita? ¿Evitamos tratar de la
forma en que nos molestaría ser tratados? ¿Será necesario entrenar la
capacidad de entregar, aquello que pareciera ser los profesionales
esperan venga con su título, respeto?

No obstante esta necesidad existe, aparentemente, prima una dificultad


coexistente a cada identidad cultural, la de constituirse en oposición a
otra; creando sentidos no sólo en cuanto se es, sino que también en
torno a aquello que no se es. Sobre todo para una disciplina, cuando
119
Y así siguió discurseando un buen rato, unas veces en un sentido y otras llevándose
a sí misma la contraria, manteniendo en definitiva una conversación muy seria, como si
se tratara de dos personas. Hasta que oyó una voz fuera de la casa, y dejó de discutir
consigo misma para escuchar.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 116


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está “formando” a alguien, para que deje de ser otro y se transforme en
un Profesional.

Pareciera indispensable este “mecanismo de protección” a través del


cual, esos otros se trasforman en figurillas bidimensionales, con unos
ciertos (o inciertos) valores nominativos asociados. Cartas de una baraja
que podemos desechar. En el momento en que nos haga sentir
amenazados; en certezas y convicciones, o por cualquier otro motivo
diverso. A esto existe adosada toda una tradición auto-validada y
validante, en la cual el tratamiento numérico o conceptual del otro alivia
de la necesidad de “estar ahí”, del contacto cara a cara y de todas las
obvias complicaciones que devienen de penetrar en terrenos en los
cuales no se pertenece y la figura de experto puede resquebrajarse. Y
que aún así como tradición los refiere y constituye (enfermos, pobres,
pequeños, extranjeros, etc); a través de diversos discursos disciplinarios.

Ponemos este acento debido a que en cuanto lo humano, podemos al


menos hipotetizar, no existiría un todo que sea desentrañable, asible. Un
núcleo penetrable y consistente, que sea comprensible desde una
sencilla o compleja formula. No hay camino seguro, ni teoría que logre
explicar eso que nos hace ser personas, que garantice la aprehensión de
una cierta verdad de la manifestación de nuestra humana humanidad.
No todo tiene una causalidad directa, un porqué; circunstancias
inverosímiles, meras casualidades, o repentinas irrupciones de nuevos
hechos, nos acompañan en y a cada instante y desde siempre. Sin
embargo por todas partes hay resabios de teorías que han intentado
explicar lo humano en forma incontestable, intentando dominar los
demás saberes. No debemos olvidar que la curiosidad blanca, trae
consigo una urgencia que la atenaza. Esta curiosidad trae la ambición en
su bolsillo. Ambición que deviene en conocimiento, conocimiento que
deviene en poder, poder que deviene en ciertas formas de relacionarse,
en unas in-ciertas formas de dominación que generan formas
conceptuales - discursivas ¿o era todo a la inversa?

Alicia podría ser tomada entonces como el personaje arquetípico del


desencuentro social, de la ingenuidad cultural y del etnocentrismo
crónico. Pero no es un personaje cualquiera, ya que no debemos olvidar
que proviene de una situación socio-cultural particular, en la estructura
del conjunto de naciones, históricamente situada. En breve, es personaje
poderoso y por extensión, incluso, peligroso; ya que para el pájaro, las niñas
que comen huevos son sólo otro tipo de serpientes 120.
120
--¡A otro con este cuento! --respondió la Paloma, en tono del más profundo
desprecio--. He visto montones de niñitas a lo largo de mi vida, ¡pero ninguna que
tuviera un cuello como el tuyo! ¡No, no! Eres una serpiente, y de nada sirve negarlo.
¡Supongo que ahora me dirás que en tu vida te has zampado un huevo! --Bueno,
huevos si he comido --reconoció Alicia, que siempre decía la verdad--. Pero es que las
niñas también comen huevos, igual que las serpientes, sabe. --No lo creo --dijo la

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 117


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Alicias Boas, Alicia Levi-Strauss, Alicia Malinowsky; con su aire europeo,
su observación constante, sus cuadernos de campo; curiosidad
insaciable, dibujos y preguntas. Inadecuación de extranjero, que se
queda sin haber sido invitado, por un incierto periodo de tiempo. Alicia
asistente social, antropóloga, socióloga, psicóloga, profesora, etc; en fin,
Alicia con otros. Al que somete a y con su lupa, al que transforma en
objeto, de estudio e intervención. Taxonomías, ciertas “metrías” de unos
inciertos otros, que por largos periodos de tiempo no serán más que
siluetas, que poco a poco serán boceto de nuestras construcciones
lingüístico-conceptuales. Aparentemente, de nada servirían las culturas
milenarias, la sabiduría acumulada por generaciones, o la belleza
generada por ricas tradiciones. Ya que sólo la fuerza (como propiedad o
efecto), pareciera permitir que los individuos (o las culturas) sean
respetados como iguales, y no otra cualidad humana121. Es esto lo que
despierta admiración y deseo de irradiación, de cercanía. Esta
tendencia, pareciese producir desprecio como efecto, o
condescendencia (menosprecio), con respecto del débil o más
pequeño122. Efecto que no debe olvidarse ya que en estas relaciones
somos los poderosos, como parte de las Instituciones en las que
trabajamos. Vital es revisar entonces como este efecto configuraría la
forma en la que hemos construido históricamente nuestras certezas en
cuanto a la interacción, así como a la intervención, educación, terapia y
todo el repertorio de acciones relativas al trabajo de ayuda a, para o
con, otros.

A veces la áurea llave que tenemos (no necesariamente la única, o la


mejor), pudiese ser efectivamente la adecuada para abrir aquella
determinada puerta. Pero eso no implica que podamos atravesarla, o
que sea la forma más deseable de llegar al lugar que nos proponemos.
Tras aquel guardia aguarda uno quizá más terrible.

Podemos decir que, no obstante las equivocaciones y descortesías, se


puede ser profesional de las ciencias sociales y aún así respetar a ese
otro. Necesitamos sin embargo, un sólido concepto de reciprocidad, que
logre aproximarnos a la alteridad, sin intentar sujetarlo entre los lazos
atenazantes de la generalización o las conceptualizaciones que se
terminan apropiando de todo bajo una apariencia de verdad. Una
reciprocidad que nos acerque y nos distinga en nuestra diferencia. Que
nos abra hacia la multiplicidad y la diversidad, así como a la búsqueda
de mejores niveles técnicos en cuanto a mejores maneras (o modales) y

Paloma--, pero, si es verdad que comen huevos, entonces no son más que una
variedad de serpientes, y eso es todo.
121
El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. Parecía tener buen carácter, pero
también tenía unas uñas muy largas y muchísimos dientes, de modo que sería mejor
tratarlo con respeto.
122
Una cierto esquema tutelar, por ejemplo.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 118


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métodos para entrar en aquellos espacios culturales que no nos
pertenecen, o para invitar a las personas a los nuestros.

No debemos dejar de perseguir nuestro conejo blanco de ojos rojos, ni


perder el interés por conocer nuevas maravillas en nuestro sendero
profesional. Sólo debemos cuidar de que el reloj no tenga un hambre
desmedida ya que de untarle mantequilla, dejará de funcionar.
Cuidemos de no violentar a quienes pretendemos ayudar, cuidando de
no dejar de escuchar, ni de darle la bienvenida a quien nos visita; nunca
se sabe de donde viene.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 119


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.
ANÁLISIS SOCIO-INTERACCIONAL
CPM (Sección de Menores de la Cárcel de) VALPARAÍSO (2006)

O, del Incidente de la Zapatilla Voladora

Antecedentes
Los jóvenes configurarían el contexto social del encierro a partir de las condiciones
contextuales Institucionales que les son proporcionadas. De acuerdo a las condiciones
culturales propias y a las implicancias simbólicas de la cana. En las cuales, viven periodos
determinados de sus historias vitales y desarrollan prácticas y saberes particulares, que les
permiten habitar en ella con “formas” relativamente autónomas. En este sentido, se puede
interpretar este espacio social, el encierro (los menores como espacio), como un Campo123,
concepto utilizado por Pierre Bourdieu.
Entonces, interpretando el CPM, como un Campo, tenemos que en él, los agentes o actores
(gendarmes, profesionales y jóvenes), se desenvuelven jugando con sus medios y en pos de
sus fines; cada uno, con una posición dentro de la estructura social que regula el juego de
las interacciones. Ahora bien, cuales son los medios con los que cada actor se desempeña,
puede interpretarse desde la posesión (cantidad y calidad) de los diversos tipos de Capitales
Simbólicos124, que actúan en la estructura determinada de este campo en particular;
realizando la distinción de que cada uno de los grupos de actores tendrán a la vez una
distribución particular de Capitales y que a la vez los posesionarán en relación a sus pares.
En este sentido, los gendarmes en relación a los profesionales y los jóvenes, cuentan con
Capitales Simbólicos que proporciona el mismo contexto, por ejemplo, el uso de la fuerza,
con la consiguiente capacidad de control que se deriva a partir de ésta; tomando en cuenta
que éste es su fin, el control de los agentes dentro del campo particular. Pero a la vez,
tenemos que cada gendarme posee una distribución de aquellos atributos que le son
conferidos formal e informalmente por la estructura, de manera tal, que cada uno se
posicione en un punto determinado de la estructura. En el caso formal dentro de
Gendarmería, por ejemplo: el ser Mayor, posicionará diferencialmente a éste del Cabo, de
acuerdo a la ficción social de los grados en una institución jerárquica; en el caso informal,


Documento de trabajo para el equipo, por Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social, Licenciado en Servicio
Social, Universidad de Valparaíso. Diplomado 2 veces en otros asuntos, Universidad de Chile. Actualmente
Director Ambulatorios Intensivos (Programa Rehabilitación de Drogas) para “adolescentes infractores de ley”
en privación de libertad y en “libertad”; Corporación PRODEL, Limache. 2009. Disponible en
www.construccioncultural.cl
123
El espacio social como Campo, es decir, a la vez como un campo de fuerzas, cuya necesidad se impone a
los agentes que se han adentrado en él, y como un campo de luchas dentro del cual los agentes se enfrentan,
con medios y fines diferenciados según su posición en la estructura del campo de fuerzas, contribuyendo de
este modo a conservar o a transformar su estructura. Bourdieu Pierre. (1997), "Espacio social y campo de
poder"; Anagrama, Barcelona, pág 48-49
124
El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, que, percibida por unos
agentes sociales dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y
reconocerla, se vuelve simbólicamente eficiente, como una verdadera fuerza mágica: una propiedad que,
porque responde a unas "expectativas colectivas", socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una
especie de acción a distancia, sin contacto físico. P Bourdieu. La economía de los bienes simbólicos, pp. 171-
172

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 120


Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social U.V. Magíster © Filosofía PUCV.
Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.
el manejo del cabo Verdugo125 (con relación a los jóvenes), lo posicionará diferencialmente
frente a otros cabos (de la sección o no), en lo relativo al espacio social particular de la
sección. Y, a la vez, existirá un posicionamiento de éste frente a los otros grupos de actores
de acuerdo a sus Capitales (los jóvenes y los profesionales ya que en el caso del cabo
Verdugo, su manejo comparativo en relación con Castillo, le otorga un prestigio reconocido
incluso por actores de otros Campos (por ejemplo de la encargada de la UDEREJ).
Con respecto a los fines (desde lo socio-interaccional), podemos utilizar esta perspectiva
para decir que "la cuestión de la legitimidad de una existencia, del derecho de un individuo
a sentirse justificado de existir como existe"126, de allí proviene la seducción que ejercen
sobre los seres humanos los "ritos de institución" que aseguran su existencia como
miembro ordinario o extraordinario de un determinado grupo, de esa "ficción social" que
los hace "asumir la imagen o la esencia social que le es conferida bajo la forma de nombres,
de títulos, de diplomas, de puestos o de honores"127; y también los "actos de consagración",
"capaces de arrancar el sentimiento de la insignificancia y de la contingencia de una
existencia sin necesidad, confiriéndole una función social conocida y reconocida".
Pero bueno, pasemos a lo que nos interesa en particular, que es la dinámica relacional
dentro de la sección, principalmente en lo relativo a los jóvenes entre sí, y en relación con
los profesionales.
Partiendo por los jóvenes, podemos decir que existen Capitales diferenciales, desde lo
simbólico, que posesionan en un lugar determinado de la estructura a cada quién; esto es, la
distribución del Capital Global Simbólico en el espacio social de los menores128. Este
Capital Simbólico comprende el Cultural (del hampa), el Social y el Económico, siendo los
dos primeros los más predominantes, subordinándose a estos, el Económico.
Para ejemplificar tenemos el caso por ejemplo del triunvirato dominante, Jhonsito-
Robertito-CareWeo. Estos tres individuos acumulan entre sí la mayor cantidad de Capital
Simbólico, que cualquiera en particular, o en asociación, lo que permite que logren una
preponderancia que no tendrían de estar cada uno por separado. Llama la atención que su
poder radique más en esto, su unión, lo que permite inferir que, de quebrarse, se generaría
una nueva configuración del espacio social; pero, además, llama la atención que su grado
de capital cultural hampón, sea más bien bajo (tienen más perfil de lonjis y son bastante
chonchones). Esto, que aparentemente se estaría dando principalmente porque no existen en
la sección tantos ladrones-ladrones, con más C. Cultural hampón (circunstancial o
estructural?), se vería reforzado por su asociación y sumada a la aparente valoración que se
le estaría brindando al grado de violencia con el que desarrollarían sus actividades. Esto
indicaría que el Capital que estructuraba de forma gravitante el espacio (el Capital
Cultural), en este momento estaría cediendo su preponderancia al Capital Social y a la
validación de la violencia como un capital simbólico relevante. Es este tipo de traslación de
125
En atención a las características “verídicas” del suceso, hemos en el texto de utilizar la ficción de nombres
y chapas inventadas.
126
Bourdieu Pierre, (1999), "Meditaciones Pascalianas"; Anagrama, Barcelona, p. 280.
127
Véase: Bourdieu Pierre, (1999), "Meditaciones...op.cit pág 286.
128
Espacios sociales, es decir estructuras de diferencias que sólo cabe comprender verdaderamente si se
elabora el principio generador que fundamenta estas diferencias en la objetividad. Principio que no es más
que la estructura de la distribución de las formas de poder o de las especies de capital eficientes en el
universo social considerado y que por lo tanto varían según los lugares y los momentos. P. Bourdieu. Espacio
social y campo de poder, pp. 48-49

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 121


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2004-2009.
capital preponderante, y por lo tanto, de la organización más tradicional de las formas
sociales en este espacio, es el que podría estar generando los brotes autoagresivos que se
han observado en la sección. Esta inferencia surgiría al apoyarse un poco en lo que
Durkheim plantea al relacionar el suicidio con la anomia129; ya que esta perdida de la forma
o de la norma más bien tradicional, que regula la vida social en este espacio, redunda en
una inestabilidad social que genera tensión y duda en cuanto a las conductas y sus
explicaciones, dificultando que los actores logren validación en el espacio a través de las
conductas más tradicionales.

Del Incidente
Una vez que se comprende la forma en la que distribuye el poder, de acuerdo a la
distribución y posesión de los diversos tipos de capital, se puede pasar a incluir un análisis
desde una perspectiva interaccionista. Para esto utilizaremos un incidente ocurrido con
miembros del equipo.
Hecho 1: Iván comienza a ir a la sección.
Hecho 2: No se maneja en los códigos
Hecho 3: Iván le plantea a Robertito que no lo moleste, ya que no pertenece al programa.
Hecho 4: Jugo (pseudo-cogoteo) en el que Heriberto le presta ropa a Iván (más conocido
como el incidente de la zapatilla voladora). Agresión simbólica y física.
Utilizando un poco exageradamente esta secuencia de hechos, arbitrariamente
dispuestos, se puede interpretar lo sucedido, más o menos, como se sigue:
Iván como actor, se adentra en (el Campo de) la sección. La forma en que se conduce,
informa a los jóvenes que éste no se maneja en los códigos culturales necesarios para que
un actor posea una validación en el espacio (no cuenta con el nivel de Capital Cultural
necesario). Esto sucede debido a que la Línea130 que Iván presenta en el Rito de la
interacción131 (partiendo por los saludos, la cantidad y calidad de tiempo que le dedica a
129
Siendo “el primero que utilizó este concepto fue Durkheim, uno de los fundadores de la sociología, quien
indicó que, en las sociedades modernas, las normas y los valores tradicionales se ven socavados sin ser
reemplazados por otros. Existe anomia cuando no hay unas normas claras que guíen el comportamiento en
una determinada área de la vida social.” Giddens, A., Sociología, Alianza, Bs. As., 2000, p. 236
130
En cada uno de los contactos sociales el individuo tiene una Línea: en la cual "se tiende a representar un
esquema de actos verbales y no verbales, por medio de los cuales se expresa la visión de la situación, y por
medio de ella la evaluación de los participantes y de uno mismo". La aceptación mutua de las líneas afecta de
manera clara y considerable los encuentros, ya que si una persona presenta desde el inicio una determinada
línea, aquella persona y los demás tenderán a construir sobre dicha línea sus respuestas futuras, sus actitudes y
comportamientos. Si la persona posteriormente modifica su línea, o la altera, lógicamente confundirá a los
demás participantes que se encontraban dispuestos a realizar acciones que "ahora" resultan inapropiadas para
la nueva línea seguida. Se establece un estado en que todos aceptan, temporariamente, la línea de todos los
demás. Este tipo de aceptación mutua parece ser una característica estructural básica de la interacción, en
especial de la interacción cara a cara, que se vuelve una aceptación funcional y no real, ya que tiende a
basarse en una disposición a aceptar, por un determinado momento, juicios con los cuales los participantes en
realidad no necesariamente concuerdan. Goffman, E., "Ritual de la Interacción", Editorial Tiempo
Contemporáneo, 1970, pág. 13
131
En todas partes, las sociedades, si en verdad son sociedades, deben movilizar a sus miembros como
participantes autorregulados en encuentros sociales. Una forma de movilizar al individuo para tal fin, señala

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 122


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cada actor por ej.), a través de su Cara132, permite que los actores involucrados interpreten
su falta de Capital Cultural hampón. A raíz de esta interpretación, a Iván se le atribuye poco
status en relación a su grupo de pertenencia (profesionales), lo que determina que éste a la
vez en el espacio posea poco status (desde la perspectiva de los jóvenes).
Robertito entonces, lo “molesta” o más bien se conduce con respecto de él, como lo
demanda la etiqueta, cuando un personaje con status interactúa con un actor con menor
status o reconocimiento social. En este sentido Robertito se ajusta a las reglas ceremoniales
(o de etiqueta133) de su grupo social, debido a que las Reglas de Conducta Asimétricas134
demandan que éste, le denote a partir de su Proceder135 y la Deferencia136 que le otorga, la
posición social a la que ha accedido. Por otra parte, Iván, sin conocer esta regla ni su
posición dentro del espacio social en el se ha adentrado y, al no recocer (obviamente por su
nivel de C.C.) en Robertito un personaje con mayor status, incurre en lo que puede ser

Goffman, es precisamente el ritual; se le enseña a ser perceptivo, a tener sentimientos vinculados con el yo y
un yo expresado por medio de la cara; a tener orgullo, honor y dignidad, a mostrar consideración, a tener
tacto y cierta proporción de aplomo. La capacidad general para sentirse obligado por reglas morales puede
muy bien pertenecer al individuo, pero la serie determinada de normas que lo convierten en un ser humano
deriva de exigencias establecidas en la organización ritual de los encuentros sociales. Ibid.
132
El valor social positivo que una persona reclama efectivamente para sí por medio de la línea que otros
suponen que ha seguido durante determinado contacto. En términos de "atributos sociales aprobados", la cara
es la "imagen" de la persona. "la propia cara y la de los demás son construcciones del mismo orden; las reglas
del grupo y la definición de la situación determinan cuánto sentimiento se debe tener por la cara y de qué
manera se distribuirá ese sentimiento entre las caras involucradas” Una persona tiene, está en ó mantiene la
cara cuando la línea que sigue efectivamente, presenta de la persona una imagen que resulta interiormente
coherente, respaldada por los juicios y las evidencias expresados por los otros participantes. Ibid.
133
Es la que orienta la conducta en asuntos respecto de los cuales se siente que tienen una significación
secundaria, o incluso ninguna, y que su importancia principal es la de un medio convencionalizado de
comunicación por el cual el individuo expresa su carácter o trasmite su apreciación de los demás
participantes en la situación. Ibid.
134
Una regla asimétrica es la que lleva a otros a tratar y ser tratados por un individuo en forma distinta a la
que trata y es tratado por ellos. Un ejemplo de lo mencionado son los médicos que dan órdenes médicas a las
enfermeras, pero no viceversa. Ibid.
135
La Deferencia: es entendida como “el componente de la actividad que funciona como medio simbólico
por el cual se transmite generalmente una apreciación a un destinatario de ese destinatario, o de algo de lo
cual ese destinatario es tomado como símbolo, extensión o agente”. Aquellas marcas de fervor representan
formas en que un actor celebra y confirma su relación con un destinatario. Ibid. p. 56
136
Proceder se entiende como el “elemento de la conducta ceremonial del Individuo que en general se
demuestra por medio del porte, la vestimenta y las maneras, que sirven para expresar a quienes se
encuentran en su presencia inmediata que es una persona con ciertas cualidades deseables o indeseables.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 123


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denominado como una Profanación Ritual137, al hacer el Trabajo de Cara138 que desde su
perspectiva y forma cultural esta interacción poco educada del angelito demandaba.
Producto de esto, tenemos u conjunto de dificultades rituales que, se puede hipotetizar,
conformaron el caldo de cultivo para que, en determinado momento, se comenzara a
conformar paulatinamente un ritual, por parte de los jóvenes, en parte, de restitución de la
cara de Robertito (en principio), y que luego derivaría en una profanación ritual desde el
grupo de jóvenes hacia el Prodel (como equipo) ya que, estos simbólicamente les han
quitado la cara a todos los menores, al desconocer la lógica que subyace en sus relaciones
sociales, en cierta medida un insulto. De esta forma, Heriberto, que podría con el tiempo
haber obtenido un mayor status en el espacio (por conducirse más choriza o flaitemente), se
torna en parte del conflicto al tomar partido por Iván y prestarle ropa. El problema es que
en este caso, el profesional no contaba con toda la ropa necesaria aún, con lo que en cierto
sentido simbólico los dos quedaron sin cara y sin ropa (o casi).

Consideraciones post-scriptum
Este texto, construido para el equipo en tono informal, forma parte de productos
generados en un espacio llamado “autoformación”. En el marco de la generación de un
proceso y una lógica de “autocuidado”. Fue terminado a mediados del año 2006.
Actualmente, podemos re-visitar este texto con una lección práctica sobre la necesidad de
cultivo de unas relaciones diplomáticas con cada uno de los personajes de cada Campo.
Sean: los jóvenes, los equipos SENAME, las demás instituciones del Estado; incluso, la
misma Institución en la cual el equipo particular se encuentra instalado.
Valparaíso, 12 enero de 2009

137
Una frecuente ocasión de dificultades ceremoniales surge en momentos de contacto entre grupos, “pues
distintas sociedades y subculturas tienen diferentes modos de trasmitir deferencia y proceder, diferentes
significaciones ceremoniales para los mismos actos y distintas proporciones de preocupación por cosas tales
como el aplomo y la intimidad”. Hay situaciones en las cuales un actor transmite una profanación ritual del
destinatario mientras se encuentra oficialmente en conversación con él, o en forma tal que no es fácil hacer
caso omiso de la afrenta. Ibid.
138
Trabajo de la cara”, designándolo como tales "las acciones efectuadas por una persona para lograr que
lo que hace, sea coherente con su cara". Este trabajo sirve para contrarrestar "incidentes" o sucesos cuyas
consecuencias simbólicas efectivas ponen en peligro la cara. Por tanto, como se dijo anteriormente, el
equilibrio pasa a tener consideración ya que se constituye como un tipo importante de trabajo de la cara ya
que a través de ella la persona domina su turbación y la que los otros podrían tener también en relación con su
turbación. "Cada persona, subcultura y sociedad parecen tener su propio repertorio característico de prácticas
salvadoras de la cara". Ibid.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 124


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Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.

ELEMENTOS INTERACCIONALES Y TRABAJO GRUPAL139


Elementos a considerar en el contexto privación de libertad
para el trabajo terapéutico grupal (COD-CERECO Lihuén, CPM Cárcel Valparaíso).

Tomaremos una hipótesis que nace de las reflexiones surgidas de las prácticas y del trabajo
que se viene realizando desde marzo del año 2004, por parte del Programa a nivel de
trabajo grupal, para poder aportar al conocimiento con respecto de cómo se desarrolla. La
hipótesis que tomaremos es que: el contexto relacional en el cual los jóvenes se encuentran,
en cuanto a las dinámicas que se generan en él, así como los procesos comunicacionales
que desarrollan, estarían siendo condicionados por las circunstancias que las Instituciones
generan.

Para poder desarrollar esta hipótesis estimamos necesario, en orden de poder hacerlo de la
mejor manera, intentar responder al menos dos preguntas:

¿De que contexto estamos hablando?

¿Cómo influye éste en el proceso de la comunicación?

Contexto

Comenzaremos intentando responder la primera de estas preguntas desde un enfoque


epistemológico comprensivo-interpretativo (al cual haremos referencia de forma general).
Podría decirse que el encierro se constituye en un contexto comunicacional especial y
diferenciado, en el cual se generan prácticas y explicaciones de esas prácticas, que los
jóvenes (y quienes los tienen a su cargo), desarrollan y, que se constituyen en un campo
particular de saberes y relaciones de poder. Esto, tendría implicancias en la forma en la que
éstos comprenden, comunican, actúan y se relacionan.

Pero vayamos por partes, en primer lugar, estamos hablando de un contexto en el cual los
jóvenes se encuentran privados de libertad, en contra de su voluntad de acuerdo a la ley, por
Instituciones que dependen del Estado chileno, particularmente Sename y GENCHI. Estas
poseen una determinada forma de controlar, y de ser necesario castigar, las actividades que
los jóvenes desarrollan en su interior, durante el tiempo que deben vivir en ellas. Por otro
lado, despliegan tanto un tipo de discurso como unas prácticas asociadas a ello, de manera
de cumplir con su cometido, de manera que se constituyen en la primera y principal forma
139
Extracto del documento de trabajo colectivo: “Reflexiones y aproximaciones al trabajo con adolescentes
que usan drogas y se encuentran en problemas con la justicia”. Realizado por el equipo del Programa
“Construcción Cultural: Jóvenes y Drogas”, en el año 2005. Antecedente de los actuales Programas de
Tratamiento y Rehabilitación de Drogas para Adolescentes Infractores de Ley del Convenio 2.
Por Hugo Muñoz Jaramillo. Asistente Social, Licenciado en Servicio Social, Universidad de Valparaíso.
Diplomado 2 veces en otros asuntos, Universidad de Chile. Actualmente, Director Ambulatorios Intensivos
(Programa Rehabilitación de Drogas) para “adolescentes infractores de ley” en privación de libertad y en
“libertad”; Corporación PRODEL, Limache. 2010

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 125


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Adolescentes, Drogas e Infracción de ley. Región de Valparaíso:
2004-2009.
y fuente de poder y cultura, al cual los jóvenes se encuentran expuestos y en la cual son
socializados.

Pero, no es este el foco que no ocupa, aunque deba ser considerado, sino que el contexto
social que los mismos jóvenes configuran a partir de las condiciones contextuales que les
son proporcionadas por las Instituciones, en las cuales viven periodos determinados de sus
historias vitales y desarrollan prácticas y saberes particulares, que les permiten habitar en
ellos con “formas” relativamente autónomas.

Para comenzar a responder de la mejor manera posible la pregunta en relación al


contexto, partiremos interpretando éste, como un espacio social determinado, o sea como
un campo140; de manera de poder comprender estas dinámicas y de que manera podrían
estar influyendo en la comunicación y la conducta que los jóvenes desarrollan en su
interior, en los cuales se desarrolla gran parte de las acciones que desarrolla nuestro
Programa en particular. Utilizando una noción más bien general o flexible de lo que se
puede comprender como Capital Simbólico141 al interior de estos contextos, ya que éstos se
constituyen como “una realidad social determinada”, la que no sólo se remite a las
relaciones de fuerza (o poder) entre los agentes sociales que participan de ella, sino que a la
vez en el conjunto de relaciones de sentido que constituyen la dimensión simbólica del
orden social que le es privativo como Espacio Social142. De esta forma, y tomando los
aportes de Pierre Bourdieu, el capital simbólico sólo existe en la medida que es percibido
por los otros como un valor. Es decir, no tiene una existencia real, sino un valor efectivo
que se basa en el reconocimiento por parte de los demás de un poder a ese valor, o sea en
una relación de sentido, fundamentado en la necesidad humana de justificar su existencia
social143, en este caso de los jóvenes que se adentran en este espacio (o campo). Estos
esquemas perceptuales, que permiten reconocer y otorgar reconocimiento, están incluidos
en lo que Bourdieu considera como habitus144, y tendrían relevancia a la hora de
comprender como se configura el poder al interior de este espacio, que desde luego tendrá
repercusiones en cuanto a la forma en que se estructuren las posiciones y la forma

140
El espacio social como Campo, es decir, a la vez como un campo de fuerzas, cuya necesidad se impone a los agentes
que se han adentrado en él, y como un campo de luchas dentro del cual los agentes se enfrentan, con medios y fines
diferenciados según su posición en la estructura del campo de fuerzas, contribuyendo de este modo a conservar o a
transformar su estructura. Bourdieu Pierre. (1997), "Espacio social y campo de poder"; Anagrama, Barcelona, , pág 48-49
141
El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales
dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve
simbólicamente eficiente, como una verdadera fuerza mágica: una propiedad que, porque responde a unas "expectativas
colectivas", socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una especie de acción a distancia, sin contacto físico. P
Bourdieu. La economía de los bienes simbólicos, pp. 171-172
142
Espacios sociales, es decir estructuras de diferencias que sólo cabe comprender verdaderamente si se elabora el
principio generador que fundamenta estas diferencias en la objetividad. Principio que no es más que la estructura de la
distribución de las formas de poder o de las especies de capital eficientes en el universo social considerado y que por lo
tanto varían según los lugares y los momentos. P. Bourdieu. Espacio social y campo de poder, pp. 48-49
143
"La cuestión de la legitimidad de una existencia, del derecho de un individuo a sentirse justificado de existir como
existe". P. Bourdieu, Méditations pascaliennes
144
Según Nestor Gracía Canclini en relación al concepto de Bourdieu:
a) Un sistema de disposiciones duraderas, eficaces en cuanto esquemas de clasificación que orientan la percepción y las
prácticas más allá de la conciencia y el discurso, y funcionan por transferencia en los diferentes campo de la práctica.
b) Estructuras estructuradas, en cuanto proceso mediante el cual lo social se interioriza en los individuos, y logra que las
estructuras objetivas concuerden con las subjetivas.
c) Estructuras predispuestas a funcionar como estructurantes, es decir, como principio de generación y de estructuración
de prácticas y representaciones.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 126


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adecuada de comunicar y relacionarse de cada jugador en el juego de las interacciones que
se dan en el espacio.

En este sentido se puede decir que los jóvenes, sobretodo los más “desarrollados
culturalmente” en esta cultura del encierro, han incorporado de manera más eficaz a su
habitus, las formas y maneras (prácticas, modales, ritos, etc) que permiten obtener poder, o
sea, el saber que les permite acceder a un poder determinado. Este saber puede
comprenderse con los aportes de Foucault, quien habla de la microfísica del poder centrada
en el cuerpo de los individuos145. En este sentido puede comprenderse que los jóvenes más
“desarrollados culturalmente” hayan interiorizado esta Tecnología Política del cuerpo,
como una forma de saber eficaz, que permite acceder a un poder eficaz; a partir de la forma
en la que se les ha impuesto por la acción de las Instituciones guardadoras que se han
encargado de su educación en este sentido146 y que les permiten a quienes las comprender y
manejan acceder recurrentemente a posiciones mas privilegiadas dentro del espacio social,
debido al poder que generan. Ahora es necesario consignar, siguiendo la postura del autor,
que el poder que se ejerce no se concibe como una propiedad, sino como una estrategia, que
sus efectos no son atribuibles a una apropiación, sino que a unas disposiciones, a unas
maniobras, a unas tácticas, a unas técnicas, a unos funcionamientos; que se descifre en él
una red de relaciones siempre tensas, siempre en actividad; poder que se ejerce más que se
posee, efecto de manifiesta y a veces acompaña la posición de aquellos que son
dominados.

De esta manera, se podría entonces decir que los jóvenes a través de su trayectoria
por este tipo de recintos, por estas Instituciones, van aprendiendo estos saberes (la
tecnología política del cuerpo de Foucault), que es con la cual se ejerce por parte de éstas,
control sobre los cuerpos de los internos, lo cual como ya hemos dicho, se constituye en un
tipo determinado de saberes. De esta forma podemos decir, tomando aportes de Vygotski
en relación a la ley de doble formación147, que es a partir de los procesos sociales que ha
experienciado el niño (en el sentido ahora de cómo ha sido tratado), va adquiriendo estos
saberes, estas mismas formas (de control, castigo, comunicación, etc), para luego tratar
tanto a otros como a sí mismo y , en la medida que esté más apto en estos saberes, podrá
acceder al poder que deviene de ello. A raíz de esto, es que se puede decir que gran parte de
estos saberes y estas formas de obtener poder y validación, son proporcionados por las
Instituciones, y son apropiados por los jóvenes como modales, y a través de ellas los
jóvenes pueden adaptarse mejor al contexto o campo. Esto podría explicar porque los
jóvenes que son primerizos, en cuanto a su estadía en estos recintos, y que no poseen estos
saberes, tienden a tener recurrentes problemas de adaptación.

Entonces, tomando el contexto como un campo y recogiendo lo que dentro de ese campo
particular, al parecer actúa como capital simbólico (sus efectos en la forma en la que se
145
Es decir que puede existir un “saber” del cuerpo que no es exactamente la ciencia de su funcionamiento, y un dominio
de sus fuerzas que es más que la capacidad de vencerlas: este saber y este dominio constituyen lo que se podría llamarse la
tecnología política del cuerpo. Michel Foucault. Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión. pág 33.
146
Se trata en cierto modo de una microfísica del poder que los aparatos y las instituciones ponen en juego, pero cuyo
campo de validez se sitúa en cierto modo entre esos grandes funcionamientos y los propios cuerpos con su materialidad y
sus fuerzas. Michel Foucault. Vigilar y Castigar, nacimiento de la prisión. pág 33.
147
Toda función en el desarrollo cultural del niño aparece dos veces, o en dos planos. Primero aparece en el plano
social y luego en el plano psicológico. Primero aparece entre la gente como una categoría interpsicológica y luego
dentro del niño como una categoría intrapsicológica. Vygotsky, 1979, p. 133 de la ed. castellana.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 127


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configura como un espacio social con posiciones, saberes, poder, formas de hacer, de
entender, etc), y tomando en cuenta que son las Instituciones las que proporcionan y en
gran medida configuran las Interacciones en este campo y algunas de las formas de capital
simbólico susceptibles de ser identificadas; es que abordamos, a lo menos como un primer
acercamiento, las implicancias que algunos de estos elementos pudiesen tener, en cuanto a
los procesos comunicacionales que se dan en su interior.

Comunicación

Ahora, para intentar responder a la segunda pregunta tomaremos el tema de la


comunicación. Indisociable a esta realidad social particular, el contexto, está el tema del
lenguaje148, que es la base en la que se fundan nuestras relaciones interpersonales y, por lo
tanto, como diría Geertz, es a partir de éste que el hombre construye las telarañas de
significado en las cuales se encuentra suspendido. Es de esta forma no sólo vehículo, sino
que pasajero dinámico y camaleónico, que metamorfosea su apariencia para hacernos creer
que hablamos de “cosas” similares149. Esta ilusión se produce tanto en la dimensión de las
conductas (acción), como en la dimensión lingüística (explicación o relato), que es donde
nuestra mente encuentra su materialización, ya que como dice Maturana la conciencia es
una función del lenguaje y no a la inversa. Ahora, al comprender el lenguaje como el operar
recurrente de coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales, podemos
entender que estas coordinaciones implican tanto significado como conducta (que son
consensuales, o sea, socialmente construidas), de esta forma, la relación que existe entre
ellas, impone la necesidad de la comprensión en tanto las explicaciones de las dimensiones
conductuales como de las conductas, ya que pasan éstas a ser dimensiones autónomas pero
interdependientes.

Tomando en cuenta estas dimensiones en las cuales los jóvenes se encuentran insertos; sea
el contexto como un campo (de poder y saber); sean los diversos tipos o formas de obtener
reconocimiento (conductas), capitales simbólicos; tendrán un implicancias e impacto en el
lenguaje que se utiliza dentro del contexto. Esto en cuanto a que las conductas y las
descripciones que de ellas se hacen, están a la base de la producción de los significados
subyacentes, ya sea en lo relacionado con la obtención de poder o notoriedad (visibilidad en
el espacio), o por otro lado en relación a la forma en que se presentan las coordinaciones
conductuales; tanto por lo que comunican al significar simbólicamente (al ser susceptibles
de utilizar como medio de obtención de visibilidad), como en el cómo se interpretan. En
este sentido los saberes se constituirán en discursos y éstos luego tenderán a generar
explicaciones sobre las conductas que se coordinan; así como las prácticas tenderán a
coincidir con la forma en la que se plantean los discursos ya sea en forma lineal (causal) o
como contradicción, ya que las formas esperadas de hacer generan a la vez lo que puede
148
El operar recurrente de coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales. Humberto Maturana y
Francisco Varela “El árbol del conocimiento”. Editorial Universitaria. 1984.
149
Con respecto al fenómeno del conocer no se lo puede tomar como si hubieran “hechos” u objetos allá afuera, que
uno capta y se los mete en la cabeza. La experiencia de cualquier cosa allá afuera es validada de una manera particular
por la estructura humana que hace posible la “cosa” que surge en la descripción y, cuando describimos a las palabras
como señalando objetos o situaciones en el mundo, hacemos como observadores una descripción de un acoplamiento
estructural que no refleja el operar del sistema nervioso, puesto que éste no opera con una representación del mundo. Y
lo que sucede es que el observador ve que las descripciones pueden ser hechas tratando a otras descripciones como si
fueran objetos o elementos del dominio de interacciones. Maturana, H y Varela, F. “El árbol del conocimiento”.
Editorial Universitaria. 1984.

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comprenderse como profanaciones rituales150 con las que nuevamente se comunica algo en
particular. Esto, tomando en cuenta sólo de forma relativa la acción Institucional.

De esta forma se configuraría este espacio social como una fuente de producción (y
reproducción) de significados, a partir del resultado de la tensión entre al menos dos
grandes ejes culturales: tanto los provenientes de la cultura formal (o de los dominantes
desde la perspectiva crítica); como los que provienen de lo que usualmente se llama la
cultura del hampa (o canera). Esta aparente configuración, funcionaría imponiéndose con
sus tensiones y contradicciones a quienes se encuentran en el espacio, a partir de las
prácticas y los discursos, de manera de mantenerse e invisibilizarse al pasar a formar parte
de lo que podría entenderse como el habitus del encierro; a partir del cual se comprende,
interpreta y actúa, en coherencia con la estructura que se les impone a los “sujetos” y que se
valida a partir de estas mismas prácticas y percepciones que se experiencian como
naturales.

Finalmente

Entonces, al comprender que este espacio social posee una configuración


particular, es necesario, desde nuestro punto de vista, que en el actuar de los profesionales
que se adentran en él, sean capaces de comprenderla, de manera de poder así a partir de
estos y generar las metodologías adecuadas, tanto en la dimensión conductual, como en la
del lenguaje. Por otro lado, es necesario que puedan develarse estas estructuras sociales que
subyacen a la forma en la que los jóvenes viven en estos espacios y el lenguaje que
desarrollan, debido a que tienen implicancias (o debiesen ser éstas consideradas) en la
forma en la que se les trata a los jóvenes. Cuidando, por ejemplo, de no ofender la
“dignidad” y el status que un joven posee (o ejerce) debido a su historia y habilidad, o en
otras palabras a partir de sus capitales. De esta manera, se puede decir que esto se configura
como una estrategia adecuada de inserción “política” para el Programa, que provee la
capacidad de, observar la relativa autonomía con la que los jóvenes construyen y significan
sus relaciones de sentido (a partir de las condiciones que se les proporcionan y en las que se
encuentran) y trabajar con ella, no validándola, sino que, tomándola en cuenta, ya que no
poseemos la capacidad de orientar las políticas públicas o las leyes destinadas a una mayor
penalización de los menores edad, -a nuestro entender- solución por lo demás poco
adecuada. En este sentido, consideramos indispensable tener en cuenta estos elementos,
para el desarrollo del trabajo que hemos ido desarrollando desde hace un año y medio.

En este sentido cabe señalar la necesidad de mantener relaciones de respeto y consideración


con los jóvenes en los que se puede inferir liderazgo o algún grado poder. Por dos
consideraciones estratégicas: La primera, en el sentido de conservar “relaciones
diplomáticas” adecuadas, que ojalá se transformen en vínculo, de manera no sólo de poder
generar una actividad terapéutica adecuada; sino que además, en el sentido de que, al
mantener una buena imagen con estos jóvenes, el Programa gana en validación social entre
los jóvenes. Esto permitiría según nuestra postura que éste obtenga tenga mayor
credibilidad, lo que se traduciría en mayores probabilidades de generar adherencia,

150
Entre los muchos tipos de transgresiones ceremoniales hay uno que se debe tener en cuenta: “se trata del tipo que
parece ser perpetrado adrede y emplear en forma consciente el propio lenguaje de la ceremonia para decir lo que está
prohibido” “El Ritual de la Interacción”. Erwin Goffman

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voluntariedad y permanencia. La segunda es que, por otro lado, evitamos que éste sea un
Programa de drogas, que pueda ser estigmatizado desde la perspectiva de los jóvenes (mas
bien canera), como un Programa para “jiles”151, impidiendo de esta forma que los jóvenes
que poseen mayor status pongan en peligro su posición social por participar de él.

Para finalizar es necesario señalar que, a partir de esta mirada comprensivo-interpretativa y


socio-antropológica, hemos desarrollado un pequeño esquema práctico (apéndice), de
manera de poder facilitar la comprensión de los factores anteriormente mencionados, que
nos posibilitan una mejor comprensión de las dinámicas interaccionales en las cuales se
sumerge el trabajo terapéutico que realizamos como profesionales, al desempeñarnos en un
contexto privativo de libertad con jóvenes en el tema drogas. No obstante esto, huelga decir
que se refieren a los contextos particulares que hemos observado y que en otros contextos
(o campos) probablemente no significan lo mismo, pero al mirar comprensivamente, puede
interpretarse la dimensión simbólica de cada gesto, postura, palabra y guiño que desarrollan
y que tejen la forma particular en la que estos jóvenes, al parecer, comprenden, se
comunican y actúan.

151
Interpretado como aquel que posee poca validación o status.

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Apéndice
Elementos que otorgan o permiten reconocer status en los jóvenes
en el trabajo grupal.

Es necesario consignar que, como decíamos, estos elementos aislados pueden no ser
significativos, aún cuando por otro lado su concentración podría estar señalando una
posición “privilegiada”. Por otro lado, la ponderación en cuanto al poder que estarían
significando dependerá de la conformación de las personas que se integran en el contexto
(de los grupos de jóvenes), así como del “desarrollo cultural” en la “contracultura” que
posean.

1.- Distribución de los Capitales Simbólicos Identificados.


1.1 Capital Cultural:
 Nivel de choreza. Experiencia (historia y trayectoria) con respecto a la
infracción y el encierro, con todos los saberes que eso conlleva. Habilidad para el
desarrollo de su “actividad laboral”.
 Manejo de “modales” o códigos conductuales contextuales (deferencia ritual
para con otros152, cortes, etc)
 Astucia
 Habilidad de manejo de códigos culturales diversos (manejo de conflictos;
facilidad para reconocer status de las personas con quienes se relacionan; manejo de
lenguaje analógico y digital)
 Preocupación por la presentación personal (estética, tatuajes, uso del
lenguaje, postura física).
 Posesión de destrezas y habilidades (habilidades escolares
comunicacionales; (enlace con estructura formal) peluquería; deportes (fútbol, pin
pong, etc); cuenta cuentos; chistes; carisma, etc)
 Talentos artísticos y/o destrezas manuales.

1.2 Capital Económico


 Una pieza arreglada o “bonita”.
 Posesión de ropa de marca
 Accesorios (art. de aseo, oro, religiosos)
 Cigarrillos u otras drogas (licitas e ilícitas)
 Comida (galletas, dulces, bebidas, etc)
152
Por ejemplo: Cigarrillo corre hacia la derecha; Pedir permiso al levantarse de la mesa; compartir la “manilla” con las
personas adecuadas (según status o casa).

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1.3 Capital Social


 Redes dentro del “ambiente” (externo e interno).
 Casa de residencia o compañero de celda.
 Con quien se conversa.
 Generación de vínculos de protección con las figuras que detentan poder
(dominantes).
 Utilización o Instrumentalización de trayectoria en la red SENAME.
 Territorialidad
 Aislados y/o Segregados (enfermería, casa 3 y pabellón superior) v/s los “otros”.

1.4 Capitales Simbólicos


1.4.1 Uso de la Fuerza (o violencia)
 Generación de status o protección de éste
 Practicas salvadoras o de restauración de “Cara”153, integridad física u honor (por
ejemplo venganzas).
 Otorgamiento de protección
 Actualización de su sentido de Sujeto v/s Objeto154.

1.4.2 De interacción
 Control de emociones
 Manejo de la intimidación
 Humor
 Carisma

153
El término “Cara” puede entenderse como el valor social positivo que una persona reclama efectivamente para sí,
por medio de la línea que otros suponen que ha seguido durante determinado contacto". En términos de "atributos
sociales aprobados", la cara se constituye en la "imagen" de la persona, y el apego de una persona por una cara
determinada, señala Goffman, constituye uno de los motivos de que se encuentre que la participación, en cualquier
contacto con los demás, sea un compromiso. Ver “Ritual de Interacción”. Erwin Goffman.
154
Practicas de autoagresión, o de búsqueda de agresión de un “Otro”.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 132


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2.- Interaccionalmente en grupo


(Cuando el joven tiene status...)

2.1.- Es escuchado. Sus pares generan silencio y respeto en cuanto a la intervención u


opinión que desarrolla, frente a otros (por ejemplo profesionales). En este sentido tiende a
concentrar las miradas de los demás participantes, en ocasiones se enfatiza esta actitud con
un asentimiento que realizan con la cabeza.

2.2.- Dialoga (no monologa), se dirige hacia los otros y los otros responden, por lo general
posee la capacidad de escuchar, aparte de hacerse escuchar; va a depender eso sí, del tipo
de liderazgo que ejerza.

2.3.- Facilita u obstaculiza el desarrollo del tema o de la actividad. El joven que detenta
mayor poder tiende a constituirse en aliado, en cuanto al desarrollo de actividades grupales,
ya que ejerce control y regula; así como puede impedir que la actividad se logre desarrollar.
En este sentido, la alianza y el vínculo que se pueda desarrollar con los jóvenes que
detentan mayor poder se puede constituir en un facilitador de la labor, aún cuando éstos no
estén ingresados al programa, ya que en estos contextos, las relaciones sociales son de gran
relevancia.

2.4.- Puede cambiar el humor (estado de ánimo) del grupo. Dependiendo del tipo de
liderazgo el joven que se encuentra detentando el poder dentro de las dinámicas
interaccionales, a partir de su carisma o talentos, puede jugar un factor clave en cuanto a
propiciar un clima adecuado para las actividades que se pretenden realizar. Por otro lado un
joven que ejerce un grado de poder entre sus pares que esté en una situación aflictiva,
generará mayores niveles de empatía que aquel que presenta menor status. En este sentido
su ánimo puede influenciar fuertemente el clima de los demás participantes del grupo.

2.5.- Administra la palabra (otorga o censura a partir de acuerdo a status del que toma la
palabra). En relación a esto el joven que detenta mayor poder dentro del grupo tenderá, en
una dinámica de conversación más bien flexible, a administrar la palabra, en cuanto a quien
tiene el derecho a hablar primero o quien sencillamente no debe hablar. En este sentido,
tenderá a interrumpir, golpear o disminuir la postura de aquel que posee tan bajo status que
ni siquiera merezca hablar. Por otro lado, puede, en relación a quien tiene una relación más
cercana o con quien posee una alianza: reforzar lo que dice, reír, asentir o declarar que las
cosas son así como se dan o son. Esto se repetirá de forma más evidente y marcada en
quienes poseen menos poder o se encuentran en una posición menos privilegiada en
respecto de lo que diga otro con más prestigio.

Dossier: Documentos de trabajo e investigación. 133


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