[CARLOS RINCON, PASTOR] November 18, 2010

Precio del Liderazgo

Lucas 14:28-30 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y
calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para
acabarla? (29) No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él, (30) diciendo: Este
hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

Jesús mismo nos habla de la importancia de considerar el

precio de algo que queramos hacer, aunque él está usando el ejemplo de edificar una torre, el principio
es el mismo. El precio de ser un líder espiritual, especialmente pastor, es alto, y debemos de considerar
el costo.

En estos últimos días, Dios me ha estado llevando a considerar el precio que debemos de pagar, no
solamente para seguirle en su llamado que ha puesto en nuestras vidas, pero aun mas importante, para
continuar con pasión, y llegar a la meta final, más fuerte que cuando comenzamos.

Sabemos el precio inmenso que Jesús pago por servir a su Padre, Tambien sabemos el precio que el
apostol Pablo pago, pero aun así en ocasiones, pareciera que somos los únicos que tenemos que pagar un
precio tan enorme por servir a Jesús. Pareciera que los demás ministros, amigos nuestros siempre están
en victoria, sin presiones, y sin batallar, y en sus iglesias no tienen los mismos problemas que nosotros
experimentamos. Recuerdo las palabras de un amigo mío, que cuando me compartía sobre su iglesia, y
el ministerio que tenia, me decía que era tan fácil, recuerdo que uso estas palabras, “las cosas están
pasando tan rápido, que parece como cuchillo caliente en la mantequilla”. En mi experiencia, en
ocasiones más bien a parecido, como “cuchillo de palo” queriendo cortar rocas de granito.

Hay cinco áreas que debemos de estar dispuestos a pagar un precio, si es que deseamos seguir adelante
sirviendo a nuestro Señor:

1. El Precio Espiritual:
 Sera conforme a lo que Dios nos ha confiado. Entre más Dios bendice nuestra vida y ministerio,
y más influencia tenemos sobre otras personas, ministros, e Iglesias, más terrible serán los
ataques en contra de nuestras vidas, familias, y ministerios experimentaremos. Muchas veces
estos ataques vendrán de otros creyentes, y aun de otros ministros. El aposto Pablo declara las

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siguientes palabras, Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos
rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen
cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. (Hechos 20:28-30 RV60) Esta declarando
que de la misma Iglesia, se levantaran creyentes que querrán destruir la obra o ministerio que
estableció en la ciudad de Éfeso.
 El enemigo nos tiene en su lista de ataque, y nos conoce. En el siguiente pasaje vemos a un
demonio que está conversando con siete hijos de un tal sacerdote a quienes “revela” el
conocimiento y el enfoque de los ataques del demonio, y quienes estaban en su lista. Había siete
hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el
espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero
vosotros, ¿quiénes sois? (Hechos 19:14-15 RV60) Acéptalo, el
enemigo nos tiene en su lista de ataque y conoce claramente El precio de vivir una
nuestras vidas, y lo que Dios nos ha confiado, especialmente sus vida en santidad nos lleva
al sometimiento total a
ataques están dirigidos a los lideres.
Dios para poder resistir
 La batalla espiritual será más intensa. Las tentaciones son más los ataques del enemigo.
tenaces y terrible en las vidas de los líderes. No sabrás que son Cualquier área de nuestra
la verdaderas tentaciones hasta que te decides server a Dios, vida que no esté sometida
a Dios, es una puerta
especialmente si estas al frente de una congregación. Por eso es
abierta al enemigo en
necesario que estemos enfocados, y preparados para resistir al nuestra vida, o ministerio.
enemigo, y sus artimañas. El consejo de Santiago y oportuno,
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros. (Santiago 4:7 RV60)

2. El Precio Emocional:
 El estar al frente de una congregación es una de los trabajos más agotadores emocionalmente.
Simplemente no existe un trabajo en el cual se invierta más emocionalmente que la inversión que
un líder hace en su ministerio.

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o Podemos experimentar una de las más grandes victorias el domingo, pero el lunes tomara
un e-mail, un llamado telefónica, o una nota anónima, para absorber toda la energía
emocional del día anterior. Todo líder sabe de qué estoy hablando.
o La gente pondrá en duda tus intenciones, o las motivaciones de todos tus actos. En
ocasiones en las personas que mas invertimos nuestro tiempo dinero y esfuerzo serán las
que más nos desilusionaran, o atacaran.
o Especialmente, personas que ni siquiera te conocen te atacaran, criticaran, y te acusaran
de las cosas más terribles.
o Entre más grande es tu ministerio más grande serán los ataques emocionales que te
absorberán de toda tu energía emocional. Pero es necesario que estemos dispuestos a
pagar el precio. Simplemente no hay una respuesta fácil, o alguna manera de evitar esta
realidad del ministerio.

3. El Precio Físico.
 La pereza y el liderazgo cristiano simplemente están divorciados. Es imposible ser un líder
exitoso y tener una actitud de pereza. Jamás un líder de éxito será un líder perezoso. Se toma
lágrimas, tiempo, sudor, esfuerzo, que muchas veces “estira” nuestros límites humanos. Si es que
queremos cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas. Simplemente me da risa cuando
escucho a líderes decir que el ministerio es fácil. Simplemente el líder tiene que “arremangarse la
mangas de su camisa”, y ponerse a sudar la “gota gorda”.
 El descanso es sumamente importante en nuestras vidas, y esos tiempos de descanso
especialmente con nuestra familia son renovadores, pero de tiempo en tiempo el ministerio
exitoso demanda de sudor y lagrimas. Esto es algo que la gran mayoría de la gente no entiende
porque solamente nos ven en su mayoría detrás de un pulpito, por una hora a la semana, y
piensan que el resto de la semana, no la pasamos leyendo libros y jugando golf.

4. El Precio Financiero.
a. La Educación ministerial es costosa. (cuantos todavía no hemos terminado de pagar los
prestamos por la educación que obtuvimos) Las buenas conferencias, o seminarios para
pastores, por lo general son costosas; trasporte, hotel, inscripciones, comida (no siempre la
Iglesia provee para estos gastos)

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b. En la mayoría de las ocasiones cuando se desafía a la Iglesia a dar para algún proyecto por lo
general el líder es el primero, y el que más invierte. Muchas de las veces estamos dispuestos
a dar, o sacrificar aumento de salarios, para que la obra de Dios siga avanzando.

5. El Precio Personal.
a. El líder cristiano debe saber que personalmente nuestros ministerios, nos afectan a nivel
personal, y que si bien hay muchos beneficios personales, aun el precio personal es parte del
“paquete” de ser un siervo de Dios. No todos escribiremos libros y seremos el próximo
escritor de moda con una lista impresionante de Best Sellers, no todos cantaremos y
ganaremos grammys como Marcos Wit, tampoco, no todos seremos invitados a la Casa
Blanca. Dios ha dado a cada uno de nosotros un llamado único y especial, pero en ocasiones
“el mundo cristiano” te mide con esas reglas, y muchas veces quedamos cortos.
b. En ocasiones duele que no puedes hacer o dar a tus hijos todas las cosas que anhelas, o
deseas dar, ni los puedes mandar a las universidades más “reconocidas”.
c. El verdadero ministro cristiano ha pasado por el huerto del Getsemani, y también le ha
pedido a su Padre, “pasa de mi esta copa…”

Estas palabras no son un montón de quejas de alguien que está a punto de “tirar la toalla’, pero es la
declaración realista de un discipulo, y pastor que ha experimentado lo dulce, pero tambien la “copa
amarga” al cumplir la voluntad del Padre. Este es el precio que tenemos que pagar por ser un siervo del
Señor.

 Dios nos conoce y sabe nuestro corazón, y nunca nos deja, el dijo a sus discípulos, Estas cosas
os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo. (Juan 16:33 RV60)
 Nuestro “compañero” Pablo, quien nos mostro que significa servir a Dios, declaro las siguientes
palabras, No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos. (Gal 6:9 RV60)
 Por último, nunca olvidemos que nuestras vidas, y ministerios tienen un propósito, “apuntar” al
que merece toda la honra y toda la gloria, el apóstol Pablo dijo, Pero tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, (2Co 4:7
RV60)

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