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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS

FAC. DE CS. DE LA EDUCACIÓN


LIC. EN COMUNICACIÓN SOCIAL

PROCESOS CULTURALES AÑO DE CURSADO 2009


ARGENTINOS Y LATINOAMERICANOS
TRABAJO FINAL - ENSAYO
PROFESOR TITULAR “LA PALABRA MESTIZA”
DR. ARTURO FIRPO
ALUMNO
PROFESORA ADJUNTA BERNARDO GAITÁN OTARÁN
MAG. CLAUDIA ROSA
FECHA DE ENTREGA
AUXILIARES JUEVES 12 DE NOVIEMBRE DE 2009
LIC. GABRIELA GALEANO
LIC. MABEL MASUTTI
LIC. JUAN CARLOS IZAGUIRRE
binados con nuevos elementos y de poder mol-
dearse. Así el mestizaje en el cuento, en la na-
rrativa y en el relato genero varios despertares,
formas de renacer, de morir y de volver a recre-
ar. Tal como quien cuenta hace pausas, silen-
cios, pisa sus palabras, las corrige, las aumenta
y las completa, usa las palabras como brasas,

la cubriéndolas con tierra y ceniza para que no se


vean o dejándolas que aviven de nuevo con so-
plidos, pero nunca apagándolas, nadie se atre-

palabra
vería jamás a exterminar semejante fuego.
I
II
Los relatos fueron sembrados, en los prime-

mestiza ros tiempos, en el barro de las comunidades,


germinando en las personas que la conforman.
En la isla, las canciones de cuna son al ritmo
de la corriente del río. El pescador o la pescado-
En toda historia que se narra se esconde una ra, aprende el compás con el mecer de la
por Bernardo Gaitán Otarán
ideología, una cosmovisión y una forma de pen- canoa, mientras junta el espinel. La costa san-
sar, un método de defensa y a la vez de ejercer tafesina tiene infinidad de historias. Algunas,
poder, como también una forma de organi- leyendas o mitos, otras, jurados sucesos verídi-
zación política y económica de la sociedad. cos.
Diferentes fueron los resultados y las mez- Sobre el río Colastiné se erige la historia de
clas, así como múltiples eran los colores de la El Embolsadito. Está basada sobre los cimien-
tierra, variados los sabores y densidades del tos de las épocas donde los marinos, como car-
agua, diversos los métodos para fusionarlos y dúmenes, recorrían el puerto de ultramar de
disímiles la resistencia de los materiales. Tam- Colastiné Sur, donde el humo del Ferrocarril
bién influenciaron las capacidades de ser com- Santa Fe (Ex Francés) ennegrecía el cielo.
—El relato es neutral –dicen algunos textos. zos, porque en América Latina las brujas, duen-
¿Quién puede negar la existencia de una des y fantasmas europeos, se mezclaron con
ideología o una cosmovisión colectiva plasma- los espíritus del agua, las selvas y los montes
da en cada palabra de aquel suceso? de la tradición oral indígena y africana.
La arcilla que conforma este mito está mar- La naturaleza tiene sus protectores, ener-
cada por el color amarronado del agua, y por la gías espirituales que regulan el flujo vital y la
sangre oscura brotada desde el lecho del río relación entre los seres humanos y el ambiente.
con el dragado constante del Colastiné, en bus- Quien transgrede y desgarra el equilibrio del en-
ca de la profundidad necesaria, en sus intentos torno cae víctima de estos guardianes. Al igual
de no morir como puerto. A veces es necesario que el Caipora, pai do mato (padre del monte)
que al suceso le remuevan lo podrido, los cama- de Brasil, la Marimonda de Colombia, en la zo-
lotes fétidos. Es así que quien cuenta la historia, na costera de Santa Fe se cuenta la historia del
amasa el barro cocido con su lengua… con las Carpincho Blanco, protector de todos los car-
palabras, con la saliva lo ablanda y lo moldea pinchos. Entre las rendijas de estos relatos se
para entregarlo con otra forma, diferente color, pueden vislumbrar vestigios de ritos, tabúes y
distinto sabor… recreando el acto de contar y totemismos, así como también formas de orga-
de volver a erigir a Colastiné Sur frente a su bo- nización económica ligadas a la vida productiva
ca y los oídos de quien escucha. Tanto es así de la comunidad, pautas y sanciones a las tras-
que el relato fue beatificado, y hoy en día el ce- gresiones sobre la naturaleza.
menterio de San José del Rincón alberga en un
panteón la urna con los restos de El Embolsa- IV
dito, rodeada de regalos y ofrendas, flores y pla-
cas de metal. La palabra es nómade y por eso no puede ser
patrimonio de una sola cultura o un solo pueblo.
III El brote principal, la estructura del cuento, es
universal pero al mismo tiempo varían sus ca-
La tierra va pariendo relatos como hijos mesti- racterísticas particulares en cada sociedad; es
mestizo, propicio a ser multiplicado y recreado y fueron patrimonio de la comunidad en su
contado según las diferentes lenguas, las ento- conjunto. Muchas veces el rito de contar exigía
naciones regionales de las palabras, variando pasividades por parte de quien escuchaba o
los escenarios, reformulando el espacio escé- simplemente estaba limitado a determinadas
nico donde representarlo a un público. Esos ta- clases sociales, a esferas de lo sagrado y el
llos generan raíces de diferente madera, varia- poder político. Es por eso que los espacios co-
bles según el clima, que forjan y prenden iden- munes deben fortalecerse. El cuento, el relato,
tidades colectivas propias y heterogéneas. el suceso, la narración es ese espacio comuni-
tario que se comparte en América Latina. Es
En un principio la palabra se trasladaba de nuestro. Es momento de mezclar los com-
boca en boca, viajando con los konsaho puestos, los colores, pero aún así no olvidarnos
(chamanes) del Chaco paraguayo, los cegos da de sabernos distinguir y así poder apreciar los
feira de Portugal y luego de Brasil, los gauchos sabores y aromas de cada tierra
payadores, los copleros del altiplano, los
trovadores del caribe, los recitadores de
corridos en México, como también la
trashumante la cultura negra del griot y el
gewel, ambos africanos. Actualmente los
medios se han multiplicado y es posible seguir
mestizando el relato, sin dejar por eso de
arraigar identidades geográficas, colectivas y
culturales de una sociedad en específico.

En todas las culturas es necesario el espacio


colectivo, no siempre la palabra y la expresión

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