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INTRODUCCIÓN
Fortunato Mallimaci
Nuestra cátedra quiere compartir con los alumnos de este año 2009 una serie de textos
elegidos por los docentes para profundizar una reflexión sobre ejes centrales en la vida
cotidiana de nuestra sociedad.
Para ello hemos elegidos temas, nudos conflictivos y reflexiones que creemos centrales
en una época y período histórico. Por supuesto que hay miles de otros temas tan o más
importantes que los que hemos seleccionando, mostrando que comprender una sociedad
en su totalidad es una tarea que no tiene fin. Cada época histórica crea sueños, lecturas,
relecturas, memorias, utopías, resignificaciones, representaciones, imaginarios, miradas
hacia atrás y al futuro con nuevas y viejas significaciones y desde clases y grupos
sociales diferenciados. Mejores una, peores otras…falsas unas, verdaderas otras … ni lo
uno ni lo otro . Queremos salir de esas visiones y pares binarios más propios de las
visiones teológicas judío-cristianas (paraíso –infierno ; mal –bien , cielo -tierra )
mostrando diversidades según clases, historias y momentos históricos.
No se trata tampoco de suponer que todos los campos, espacios y capitales son iguales
(el económico, el militar, el simbólico, el religioso, el de los vínculos de genero, el
etario, el social, educativo, mediático, etcétera) sino de mostrar el conflicto, el vínculo,
las mediaciones y las legitimaciones/deslegitimaciones entre unos y otros. Al analizar
cada uno de ellos buscamos ampliar la complejidad de la comprensión de nuestras
sociedades.
Suponer que las personas no son idiotas significa utilizar epistemologías, teorías y
metodologías comprensivas del hecho, acontecimiento y representación social que
partan y valoren la perspectiva del actor. En varios de los textos que se presentan
veremos como los pobres, los orilleros, las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes, los
trabajadores son considerados no personas, o personas con derechos restringidos o
directamente como personas “manipuladas” , “sin conciencia”, “clientes” que se venden
al “mejor postor”.
Debemos así distinguir entre las prácticas sociales (entendidas como culturas en
movimiento) y las estructuras (como culturas objetivadas) que se articulan, vinculan,
mediatizan a partir del habitus (cultura incorporada en el cuerpo, en el movimiento, en
el habla, en el espacio que me limita o autolimita o me hace rechazar o negociar ante el
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Para comprender la vida cotidiana
otro, los otros). No son unos inteligentes y los otros idiotas, unos educados y los otros
ignorantes como aquel que tiene el capital legítimo trata de mostrar, demostrar,
reproducir y nominar. Surgen en esos vínculos esquemas de percepción, valoración y
acción creativa y/o reproductora sobre el mundo social en dinámicas llevadas adelante
por estructuras de plausibilidad. En otras palabras se trata de reconocer las condiciones
sociales que hacen posibles las múltiples prácticas de múltiples actores en sociedades
capitalistas complejas desde hace siglos…
Tratar de comprender la vida cotidiana, las prácticas sociales y las representaciones de
aquellos y aquellas que son silenciados, estigmatizados, ocultados o negados, forma
parte de este trabajo. Estudiar la vida cotidiana es comprender los vínculos y sentidos
que mantienen las redes sociales. Se trata de conocer el arte de vivir del hombre y la
mujer “ordinaria”, de dar cuenta de las condiciones de vida material, espiritual,
subjetiva e intersubjetivas construidas en el diario vivir.
Para ello será necesario relativizar la noción de verdad, poner en duda la objetividad
“del emisor” (sea académico, mediático o especialista) y de sus datos para adentrarnos
también en las representaciones e interpretaciones de los actores. Poner en duda,
sospechar, de la objetividad de las instituciones del conocimiento (científico,
académico, religioso, político, familiar…) y de las creencias que producen. Se trata así
de mostrar el peso de las continuidades, de las dependencias de múltiples imaginarios y
de las convivencias jerárquicas entre los detentores del poder en cada campo y de dudar
mucho del sentido común, del discurso (oral y escrito) de los grupos que dominan y
nominan en cada uno de los espacios sociales.
No solo debemos conocer lo que se produce, emite, proclama sino las operaciones,
usos, negociaciones, “gambetas” y apropiaciones que se hace de ello en la multiplicidad
de actores. Sólo ver intencionalidad política unidireccional en el accionar de tal o cual
actor – por ejemplo en el peronismo con el voto femenino - es de una ignorancia supina
y de un desprecio mayúsculo por aquellas – las mujeres - que harán múltiples uso de
esa nueva posibilidad. Lo mismo podemos decir sobre la creación de ciudadanía en las
ciudades, la vida de los inmigrantes, sus escuelas, la descalificación de los mismos en
nombre de la Patria y la Nación, una música como el tango, la irrupción de los jóvenes,
la propaganda sobre trabajadores, los textos de un mismo autor en la dictadura, etcétera.
Debemos – y deseamos en esta cátedra- ser capaces de ver diferencias donde otros solo
ven obediencia, sumisión, manipulación y uniformidad.
De este modo Mercedes Moyano Walter presenta : Entre la tradición y la modernidad:
la ciudadanía cotidiana en los porteños del ochenta. Ella nos dice que no obstante, la
búsqueda de la conformación de una nueva sociedad, se fue forjando una matriz
política y socio-cultural atravesada por el problema de la ciudadanía y las diversas
formas de participación. Señala que alrededor del ‘80 en Buenos Aires había un
desfasaje entre las costumbres y privilegios tradicionales de la élite aristocrática porteña
y sus ínfulas cosmopolitas de mirarse en el espejo de Europa. Otra cara de Buenos Aires
era la orillera, popular y marginal, la que aparece en los relatos de juventud del
Comisario Adolfo Bátiz.
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Para comprender la vida cotidiana
alimenticia. Del hogar se pasa a la fábrica. Al ampliar las bases sindicales y fomentar la
participación, el peronismo le dio un impulso a la sindicalización de las mujeres, que
había comenzado tímidamente de la mano de los anarquistas y socialistas.
El tema del sufragio femenino tomó un lugar en la discusión parlamentaria que no
había tenido desde el debate de ampliación del sufragio hacia las mujeres en 1932. Los
movimientos sufragistas y de liberación de la mujer no estuvieron de acuerdo con la
promoción de la ley del sufragio femenino por el peronismo en 1947. Conformados
por mujeres de las familias más tradicionales del país, por intelectuales de renombre o
por socialistas, su visión del papel de la mujer entraba en conflicto con la promulgada
por el gobierno.
Luis Miguel Donatello escribe sobre Vida cotidiana y “juventud” en los años ´60.
Recuerda que los años ´60 se caracterizan por la irrupción de la cultura “juvenil” como
paradigma de la movilización política. Pero esto no era estrictamente algo “nuevo”: la
“juventud” como categoría política posee sus antecedentes en las reacciones
antiliberales europeas de entreguerras. Frente al “viejo mundo burgués”, diferentes
utopías de sesgo “anti-iluminista” y “antiliberal” recurrían a la imagen de la “juventud”
como horizonte.
Florencia Luchetti nos narra sobre “La clase obrera es lo mejor. Burgueses: atrás,
atrás!”. Analiza como la consigna Liberación o dependencia formar parte de una época
iniciada en 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana y la institucionalización de la
revolución como objeto de discurso. Este proceso latinoamericano adquirió en
Argentina características propias: luego del golpe de estado de 1955 la experiencia de la
resistencia peronista otorgó ciertas especificidades al objeto revolución. La
radicalización político-ideológica se produjo en nuestro país de modo simultáneo a la
peronización de los sectores medios.
Los años sesenta se destacan entonces por las estrategias de desperonización
emprendidas por los sucesivos gobiernos civiles y militares y muestran “la paradoja de
que los gobiernos de turno y los sectores ideológicamente vinculados con ellos tenían el
poder político, el militar, el religioso y el económico, pero no ejercían ningún dominio
(…) sobre la actividad intelectual”. En el campo intelectual, por el contrario, la época se
caracterizó por dos movimientos sucesivos: la conversión del escritor en intelectual y la
conversión del intelectual (comprometido) en revolucionario.
La legitimidad intelectual parecía derivar de la acción y no de la palabra. Así, se irían
definiendo dos nociones antagónicas sobre la función del intelectual, en torno a los
ideales crítico y revolucionario
Y el último texto es de María Soledad Catoggio que presenta Vida cotidiana y
dictadura . La última dictadura militar significó un cimbronazo para la industria
editorial. La Sociedad Argentina de Escritores describe en una carta enviada al entonces
presidente de facto, Jorge R. Videla, el nuevo escenario marcado por: la escasa
participación de los autores argentinos en los catálogos, la desnacionalización de las
empresas, el descenso de las tiradas, las pérdidas de los mercados latinoamericanos y
español, la concentración del poder editorial, los altos costos de gravámenes, el cierre de
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Para comprender la vida cotidiana
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Para comprender la vida cotidiana
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Botana, Natalio y Gallo, Ezequiel (1997) De la República posible a la República verdadera (1880-
1910) Buenos Aires: Ariel.
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mirarse en el espejo de Europa. Así relató sus impresiones Daniel Mansilla, sobrino de
Lucio V. Mansilla, a su llegada al país después de vivir en Europa hasta sus veintiún
años.
“El Buenos Aires de aquellos días, mirado desde Europa, era algo así como el fin del
mundo. ¡Quedaba tan lejos, tan lejos del centro cerebral del universo civilizado; de París, de
Londres, de Roma o de Viena!...Afluían a nuestra urbe no pocos aventureros para ponerse
fuera del alcance de reclamaciones judiciales… ¡He visto un crecido número de temibles
caballeros de industria en fuga por asuntos bancarios, de honor o de moralidad! Será sin
duda por eso que nuestra vieja sociedad colonial solía mostrarse tan reacia, tradicionalmente
hostil con los extranjeros en general.
”Desembarcamos en julio de 1887 en la boca del Riachuelo. Mal sabría describir la
impresión extraña de exotismo que me causó…todo parecía primitivo y distante como cosa
del Extremo Oriente. Junto con otros coches, la volanta o victoria del general Mansilla nos
esperaba. El cochero, un criollo y muy trigueño, de librea, sobrero alto y escarapela
argentina, ostentaba tamaños bigotes, detalle que en Europa constituía una perfecta herejía.
Tan pésimamente pavimentadas se veían las calles que cada vez que el coche salía del
plácido deslizar sobre los rieles del tranvía, los sacudimientos eran escandalosos.
”Se me figuraba ahora el país como una enorme colonia de improvisados en la que, por falta
de especialistas y técnicos suficientes en todas las ramas, cada individuo de alguna
significación tenía que llenar tres o cuatro oficios a la vez, con lo cual nadie sabía nada a
fondo, ni los propios gobernantes, y por consiguiente, todo marchaba a la buena de Dios…
La ciudad , enormemente extendida, de calles angostas y casas bajas, edificada sobre
terrenos subdivididos como un cementerio, con viviendas de ocho varas de frente y detrás
un estrecho cañón a veces de mucho fondo…En los edificios de más de un piso, por puro
espíritu de contradicción, no existía un balcón a la altura de la casa contigua, sin duda para
singularizarse. El conjunto mareaba como una pesadilla.
”Una que otra vez fuimos a la casa particular del presidente Juárez Celman, que recibía por
la noche. En una densa atmósfera azul de fumadero, cruzábamos salones repletos de
amigos, allegados y políticos, diputados y senadores en su mayor parte muy trigueños, que
ostentaban tamaños cigarros puros, hablaban a gritos y se reían con sonoras carcajadas.
Eduardo y yo veníamos de la Viena Imperial, tan rígida, protocolar y ceremoniosa. Una vez
mi tío Lucio nos previno que la señora de Juárez Celman le había manifestado con fuerte
tonada: -Por favor, Mansilla, dígale a sus sobrinos que no me besen la mano porque me da
ver…güenza… Aquello resultaba entonces una práctica insólita, como cosa atrevida y
relajada, para el recato colonial que aún perduraba en las provincias y hasta en la propia
capital.”2
La otra cara de Buenos Aires era la orillera, popular y marginal, la que aparece en los
relatos de juventud del Comisario Adolfo Bátiz en 1885:
“Recorría diariamente Buenos Aires, que tenía el trazado de hoy, si se exceptúa Flores y
Belgrano y los terrenos ganados al Río de la Plata, donde se ha hecho el hermoso puerto que
tanto impresiona al viajero que llega por primera vez. Se encuentra con una ciudad de 20
kilómetros en semicírculo, bañada por el anchuroso río que después se extiende sin fin para
2
Daniel García Mansilla, en “Visto, oído, recordado, Estampas del Pasado”. En Jitrik, Noé (comp) (1968)
El 80 y su mundo. Buenos Aires: Edit. Jorge Alvarez
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Posiblemente se trataba de un tango amilongado. El tango como tal en 1885 todavía no tenía nombre,
pero ya era difundida la costumbre de bailar entre hombres en las veredas de Buenos Aires en esa época.
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Para comprender la vida cotidiana
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LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA
EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO NACIONAL
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Incluyendo a la ciudad de Buenos Aires, aún no federalizada.
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Tedesco, J. C. (2003) Educación y sociedad en la Argentina (1880-1945). Buenos Aires: Siglo XXI.
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familia popular, de la clase social, del grupo étnico y cultural, en la medida en que no
coincidieran con esos esquemas, debían eliminarse"6
Las escuelas creadas por las colectividades de inmigrantes, las organizaciones mutuales
y gremiales y las asociaciones populares no podían dejar de ser vistas como un
problema a abordar a partir de esta noción de formación de ciudadanos. Ellas tenían
escuelas propias, “particulares”. Lo que se enseñaba en estas escuelas no tenía
articulación con los programas de las escuelas públicas. Además, el Estado compartía la
responsabilidad de educar con la Iglesia Católica, que dictaba educación religiosa en las
escuelas públicas.
Los esfuerzos se concentraron entonces en desarrollar un sistema de educación básica
estatal que pudiera imponerse a los educadores particulares (la Iglesia incluida), y a la
vez establecer un cuerpo de normas que regulase la actividad de las escuelas privadas
sobrevivientes. El desarrollo del sistema educativo argentino impulsó progresivamente
una marcada centralización. Algunos hitos en este proceso son:
• La creación de Colegios Nacionales, bajo el control del gobierno nacional (el
primero, en 1863, el Colegio Nacional de Buenos Aires. Para 1869 ya había un
Colegio Nacional en diez de las catorce provincias entonces existentes: Buenos
Aires, Catamarca, Corrientes, Jujuy, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santiago
del Estero y Tucumán).
• La fundación de Escuelas Normales, también bajo el control del gobierno
nacional, para la formación de maestros para las escuelas comunes (en 1870 se
funda la primera, en Paraná, para 1879 ya había 9, y para 1889 se habían fundado
34, que se distribuían por las catorce provincias).
• La subvención del gobierno nacional a las escuelas comunes provinciales, que
comienza a darse a partir de 1864, y se sistematiza en 1871 a través de la ley 463. El
gobierno nacional financiaba a las provincias para la construcción de edificios
escolares, adquisición de mobiliarios y útiles y el pago de sueldos de profesores. La
ley creó un organismo de carácter nacional para administrar las subvenciones: la
Comisión Nacional de Educación.
• La creación de la figura del Inspector de educación (por decreto presidencial, en
1879), que tenía a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las leyes nacionales
sobre educación en todo el territorio7.
• La transformación de la Comisión Nacional de Educación en el Consejo
Nacional de Educación (1881), que implicó dejar de girar fondos a las provincias: el
Consejo Nacional de Educación centralizaba las compras y pagaba sueldos
directamente a los maestros. Se creó además en el ámbito del Consejo la Oficina de
Estadística de Educación Común.
6
Puiggrós, A. (2006). Sujetos, disciplina y currículo en los orígenes del sistema educativo argentino
(1885-1916).
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En este momento la única ley nacional en materia educativa es aún la de subvenciones, pero ya se
debatía la necesidad de una ley nacional que regulara la educación común.
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1. Además del Estado, ¿qué otros agentes educativos existían hacia 1880?
2. ¿Qué diferencias existen, con respecto a los distintos agentes educativos y al rol
de cada uno de ellos, con lo que sucede actualmente? ¿Cuáles considera que son
los principales factores que influyen en esta transformación?
3. ¿Qué argumentos puede desarrollar a favor y en contra de la centralización de la
educación a fines del siglo XIX? ¿Qué pueden aportar esos argumentos al análisis de
la situación actual?
FUENTE
El Monitor de la Educación Común, año IX Nº 130, abril de 1888, págs. 433-438:
(…) ¿cuál es el origen de las escuelas italianas? ¿qué se propusieron los que la fundaron?
¿Han tenido ellas esa tendencia hostil que se les atribuye?
Desde luego los italianos que hasta hoy han venido á nuestro país, salvo algunas
excepciones, en su gran mayoría, nos han traído cosas muy buenas, como su afición al
trabajo, hábitos de economía, circunstancias que los impulsan á vivir de su propio esfuerzo,
y metodizar y ordenar su propia vida; pero al mismo tiempo, nos han traído cosas muy
malas, como su falta absoluta de ilustración, de educación, y su pobreza suma, que engendra
hábitos de vida que, más de una vez, comprometieron la salud pública, en aquellos
conventillos que asustaron y llenaron de asombro, cuando las primeras epidemias se
hicieron sentir en esta ciudad, a las autoridades encargadas de cuidar su limpieza y
salubridad en general (…).
La fortuna engendra en todo ser humano el deseo de mejorar, de ensanchar la vida, y una
vez que los primeros italianos se establecieron y enriquecieron en nuestra república, nació
en ellos el deseo de educar a sus hijos, de mejorar su situación, dándoles una educación que
muy pocos de ellos recibieran en su tierra.
La escuela pública argentina, muerta bajo la dictadura, animándose a medias bajo la acción
abnegada y patriótica, pero poco apropiada de la sociedad de Beneficencia, era muy
restringida, muy limitada, é inducía por consiguiente no solo a la población extranjera, sino
á la mayor parte de la población acomodada de nuestros compatriotas, buscar la instrucción
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Para comprender la vida cotidiana
de sus hijos en los colegios particulares, habiendo muchos de ellos que deben o debieron su
existencia a la protección asociada de muchos padres de familia argentinos.
Las sociedades italianas, más poderosas y más eficaces en la acción, por el espíritu
arraigado de asociación en la generalidad de sus conciudadanos, fueron de las primeras en
establecer, sin estrañeza de nadie, á la luz del sol, sus escuelas; fueron las primeras, hay que
decirlo en su honor, en reconocer necesidad de una casa apropiada para fundar una escuela,
e hicieron varias, ántes que el Departamento de Educacion ó nuestros Gobiernos hicieran
alguna.
(…) hicieron con aplauso público sus edificios escolares, cuyas inauguraciones fueron
motivo de justo regocijo de propios y extraños, solemnizadas con la presencia de
autoridades argentinas y con unánime aplauso de la prensa nacional, no digamos, por
sabido, de la italiana, como puede verse en los diarios de la época.
Llegaron á tener, según fidedignos informes, más de seis mil niños en sus clases, y nadie
se alarmó; se miró en ese sacrificio que las asociaciones italianas se imponían, una plausible
cooperación al ímprobo trabajo de educar los niños, que se transforman en seres útiles á la
sociedad en la escuela, que redime de la ignorancia y el atraso, la peor y más deprimente
forma de tiranía y servidumbre que exista en la tierra.
Por otra parte, nuestras escuelas eran pocas y reducidas, no daban asiento sino á seis o
siete mil alumnos, y teníamos mas de 45,000 niños en edad escolar (…)
Cuando la discusión ha venido, era, precisamente, cuando nuestra legislación escolar había
salvado el peligro, sujetando la escuela particular á la inspección de las autoridades
escolares, encargadas de exijir en ellas la enseñanza de todo lo que puede instruir y formar
un buen ciudadano—el idioma, la Geografía, la Historia, la constitución nacional, como está
ordenado que se haga, incurriendo los infractores de tan acertadas disposiciones, en penas,
que pueden ir hasta la multa pecuniaria y la clausura de la escuela.
¿Las escuelas italianas se han desarrollado de tal manera, que la subvención extranjera y el
fomento que le prestan las asociaciones italianas, han aumentado su número y el de sus
alumnos, de tal modo que estas alarmas de la prensa se justifiquen y puedan excitar
justamente el amor propio nacional más susceptible? De ninguna manera.
Oigase bien lo que vamos á decir!!! El adelanto, desarrollo y cuidados que se han llevado á
las escuelas por la legislación y las autoridades escolares, ha detenido por completo el
desenvolvimiento de las escuelas particulares, de tal manera, que ellas cuentan hoy, las
verdaderamente particulares, menos alumnos que los que las frecuentaban en 1.881, como
hemos de demostrarlo en artículos sucesivos, siendo de notar que las escuelas italianas, de
siete mil alumnos que las frecuentaron en los tiempos en que la escuela pública no era
debidamente atendida, han bajado á mil seiscientos alumnos que las frecuentan hoy.
La República Argentina ha entrado de lleno, por su legislación escolar, por los recursos
que destina al sostén de sus escuelas, por el cuidado que presta en llevar á ellas el material y
textos apropiados, que facilitan y perfeccionan la enseñanza, por la acción inteligente de
inspectores diplomados en toda la República, por la mejora de sus horarios, y, en fin, por la
adopción de programas destinados á desarrollar más y mejor el conocimiento de nuestro
país, en la ancha vía que le señalan los pueblos más adelantados en las cuestiones relativas
al desarrollo de la inteligencia de sus hijos y que llevan la delantera en la civilización y el
progreso. Es por eso que todo lo apropia y asimila, y como ellas hace de la educación de sus
hijos, de la formación de su carácter, la primera de sus necesidades, el más trascendental de
sus deberes (…).
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Para comprender la vida cotidiana
Desde ahora anunciamos, y el tiempo lo dirá si en ello tenemos razón o no, antes de dos
años el Consejo Nacional de Educación adquirirá por compra los edificios que poséen las
diferentes asociaciones italianas en que funcionan sus escuelas.
Se ha de permitirnos dudar de este acendrado amor a su patria por parte de los italianos,
que voluntariamente la abandonaron, que han formado en lo general una familia en nuestro
país, en el que han encontrado una fortuna y han nacido sus hijos, que al cumplir los 12
años son los más exaltados argentinos.
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Para comprender la vida cotidiana
Irene Marrone
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Rubén Darío (1867-1916) poeta nicaragüense vivió en Buenos Aires a mediados del noventa. Su
poética inaugura el modernismo cultural, movimiento literario que aparece en América antes que en
España y expresa un gesto de autonomía cultural. En contraste con los tópicos del positivismo -que
encumbra la verdad, la ciencia- el modernismo enaltece la belleza, en oposición a la utilidad, a los valores
pragmáticos y materialistas del vulgar burgués de la modernidad enaltece al poeta. en Terán, Oscar,
Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones iniciales 1810-1980), Bs.As., Siglo veintiuno, 2008.
pág. 155-191.
9
Se recordaba la gran participación popular que había antes, cuando muchos salían en tono jocoso y
carnavalesco a festejar las "fiestas mayas" (del mes de mayo). Si hasta introdujeron "batallones infantiles"
para incentivar la presencia, por eso empezaron a desfilar los Asilos de Niños Huérfanos en las fiestas
patria, tal como hacían los franceses para conmemorar su centenario de la revolución francesa en París.
En Bertoni, Lilia Ana: “Construir la nacionalidad. Héroes, estatuas y fiestas patrias, 1887-1891”. En
Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani”, Tercera Serie, núm. 5, 1er.
Semestre de 1992, pág. 80.
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Para comprender la vida cotidiana
1. ¿Puede considerarse esta primera gran crisis de la modernidad en 1910 como una
“reacción nacionalista”? Fundamente.
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La “Generación del Ochenta” es la responsable de haber puesto en marcha al Estado Nación tomando
como modelo los lineamientos del proyecto civilizatorio de Sarmiento y Alberdi, y de la Ilustración.
11
Una serie de ensayos debaten por la definición de la nacionalidad desde perspectivas defensivas en el
Centenario. Ricardo Rojas por ejemplo, en un informe encargado por el Mº de Justicia e instrucción
Pública desarrolla un programa de nacionalismo historicista como propuesta de integración para una
sociedad cosmopolita. En Rojas, Ricardo: La restauración nacionalista. Informe sobre educación,
Buenos Aires, Mº de Justicia e Instrucción Pública, 1909.
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Para comprender la vida cotidiana
FUENTES
a) Legislación
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En Devoto, Fernando; Nacionalismo, fascismo, tradicionalismo en la Argentina moderna; Bs.As.; Siglo
XXI, 2002.
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Para comprender la vida cotidiana
Art. 8º- Las sociedades, asociaciones, o las personas que deseen celebrar una
reunión pública, sea en locales cerrados o al aire libre, deberán solicitar
previamente autorización a la autoridad local, la que deberá prohibir dicha reunión
si ella tuviere por objeto alguno de los propósitos enunciados en el artículo
anterior.
Capítulo III
Art. 12º- El que verbalmente, por escrito o por impresos o por cualquier otro medio
haga públicamente la apología de un hecho o del autor de un hecho que la ley prevé
como delito, sufrirá la pena de 1 a 2 años de prisión.
Art. 13º- El que con el objeto o la intención de cometer un delito contra las
personas o la propiedad o para infundir público temor, suscitar tumultos o público
desorden, fabrica, transporta o guarda en su casa o en otro lugar dinamita u otros
explosivos de efectos parecidos, bombas, máquinas infernales u otros instrumentos
homicidas o de estrago, o bien substancias y materias destinadas a la fabricación o
composición de tales objetos, será castigado con la pena de 1 a 2 años de prisión.
Art. 15º- El que por los medios indicados en el artículo anterior intente destruir o
destruya en todo o en parte un edificio o construcción de cualquier naturaleza,
sufrirá la pena de 10 a 15 años de presidio. Si el hecho se comete en el asiento de
asambleas políticas o administrativas o en otro edificio público destinado al uso
público, en edificios habitados o destinados a habitación, en talleres industriales o
almacenes o depósitos de materias inflamables o explosivas, la pena será de 15 a 20
años de presidio. Si por causa del delito previsto en el presente y en el antecedente
artículo se ha puesto en peligro la vida de las personas la pena será de 20 años
hasta tiempo indeterminado. Si se produjese la muerte de una o más personas, la
pena será de muerte.
Art. 16º- El que por los medios indicados en el artículo 14 comete un hecho directo
contra las personas, será castigado con presidio de 20 años a tiempo indeterminado.
Si se produjese la muerte de una o más personas, la pena será de muerte.
Art. 25º- El que por medio de insultos, amenazas o violencia intentase inducir a una
persona a tomar parte de una huelga o boicot, será castigado con prisión de 1 a 3
años, siempre que el hecho producido no importe delito que tenga una pena mayor.
Art. 28º- Cuando los reos de los delitos a que se refieren los artículos citados en el
artículo anterior sean ciudadanos argentinos naturales o naturalizados será un
accesorio de la pena la pérdida de los derechos políticos y el retiro de ciudadanía
b) Fragmentos de textos 13
13
Manuel Gálvez, Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones reúnen un conjunto de rasgos comunes, nacieron
en 1880, provenían de familias patricias del interior, llegaron jóvenes a Buenos Aires. Para el centenario
ya eran escritores, periodistas, tenían buenas relaciones con los gobiernos a través de comisiones
públicas.
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Para comprender la vida cotidiana
enseñan que la inmigración no ha concluido todavía con nuestro espíritu americano pues
conservamos aún lo indio que había en nosotros.”
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Para comprender la vida cotidiana
Guido Giorgi
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Para comprender la vida cotidiana
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Para comprender la vida cotidiana
FUENTES
Quevachaché (1926)
Letra y música: Enrique Santos Discépolo
Piantá de aquí, no vuelvas en tu vida.
Ya me tenés bien requeteamurada.
No puedo más pasarla sin comida
ni oírte así, decir tanta pavada.
¿No te das cuenta que sos un engrupido?
¿Te creés que al mundo lo vas a arreglar vos?
¡Si aquí, ni Dios rescata lo perdido!
¿Qué querés vos? ¡Hacé el favor!.
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Para comprender la vida cotidiana
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Para comprender la vida cotidiana
Mientras tanto,
al pie de la Santa Cruz
una anciana desolada
llorando implora a Jesús:
"Por tus llagas que son santas,
por mi pena y mi dolor
ten piedad de nuestro hijo.
¡Protégelo, Señor!"
La esposa lo mira,
quisiera gritar. Y el pibe inocente
que lleva en los brazos
le dice llorando
"Yo quiero a papá".
Largaron amarras
y el último cabo
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Para comprender la vida cotidiana
vibró al desprenderse
en todo su ser.
Se pierde de vista
la nave maldita
y cae desmayada
la pobre mujer.
Cambalache (1935)
Letra y música: Enrique Santos Discépolo
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
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Para comprender la vida cotidiana
BIBLIOGRAFÍA
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Para comprender la vida cotidiana
Daniela Ruiz
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Para comprender la vida cotidiana
1. ¿Cuál era la extracción social de estas mujeres? ¿De qué manera participaban en el
escenario social?
2. ¿Qué modelos diferentes de mujer dejan traslucir sus textos y sus acciones en el
plano político? ¿Qué intereses representa cada modelo?
3. ¿Es posible plantear diferentes modelos de país a partir de lo anteriormente
expresado? ¿Por qué?
FUENTES
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Para comprender la vida cotidiana
se quiere igualmente que el ejercicio del sufragio vincule más estrecha e inteligentemente la
mujer a nuestro progreso general, el voto le debe ser concedido con la misma amplitud con
que lo ejerce el hombre.
2. Consideramos que las razones que existen para hacer obligatorio el voto para el hombre
imponen esta condición para la mujer. Si así no fuera el uso de este derecho no llegaría
nunca a ser para ella el instrumento de mejoramiento económico y de emancipación moral
que esperamos que sea para nosotras, como lo es para las millares de mujeres que en el
mundo, encuentran por esa vía el modo de hacer pesar su opinión, defender sus derechos y
devolver su propia personalidad.16
Victoria Ocampo, Carta a Silvina Ocampo (en Cartas de Victoria Ocampo, 1976)
…En cuanto a lo que pensás sobre el feminismo, lo comprendo. Pero, ¿qué otro remedio
queda frente a la realidad? Yo soy feminista. Contrariamente a lo que afirmás, no tengo la
16
Extracto de una carta enviada a la Cámara de Diputados con motivo del tratamiento del proyecto de ley
del sufragio femenino. Extraído de Barrancos (2002:120-121)
17
Fuente:
<http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/ascenso_y_auge_del_peronismo/el_voto_femenino.php>
. La ley 13.010 de Sufragio femenino puede consultarse en:
<http://www.pjbonaerense.org.ar/peronismo/nuestra_obra/ley_voto_femenino.htm>.
32
Para comprender la vida cotidiana
impresión de haber hecho por las Letras lo que he tratado de hacer por la mujer. La suerte de
la mujer ha sido una preocupación continua en mi vida y si no lo he demostrado mejor, lo
lamento. (…)
Durante el reinado de Evita (que se mofaba de las feministas y las ridiculizó en La razón de
mi vida, y que impuso el voto femenino no por ser una medida justa, sino por motivos de
conveniencia política) también protesté públicamente. Supongo que sabrás que pasé un mes
en el Buen Pastor. Pero este reformatorio no me reformó.
Para mí hoy RIEN NE VA PLUS, como en la ruleta. No tengo ya nada que perder ni que
ganar.
Me parece injusto que me acusés de no haber hecho por la mujer todo lo que hubiese podido
hacer. Lo he hecho de acuerdo con mi manera de ver las cosas. Siento de veras haber
fallado, si es que he fallado como vos decís. Pero no ha sido por falta de voluntad. Eso no18.
BIBLIOGRAFÍA
Barrancos, Dora (2002) Inclusión / Exclusión. Historia con mujeres. Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica
Jelin, Elizabeth (1994) “Familia: crisis y después”, en Wainerman, Catalina (Comp.),
Vivir en familia. Buenos Aires, Losada
Lobato, Mirta Zaida (2007) Historia de las trabajadoras en la Argentina: 1869-1960.
Buenos Aires, Edhasa
Moreno, José Luis (2004) Historia de la familia en el Río de la Plata. Buenos Aires,
Sudamericana.
18
Puede encontrarse una versión digital del Cartas de Victoria Ocampo en:
<www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=528804>
33
Para comprender la vida cotidiana
Los años sesenta, según Eric Hobsbawm (1994), se caracterizan por la irrupción de la
cultura “juvenil” como paradigma de la movilización política. Pero esto no era
estrictamente algo “nuevo”: la “juventud” como categoría política posee sus
antecedentes en las reacciones antiliberales europeas de entreguerras. Frente al “viejo
mundo burgués”, diferentes utopías de sesgo “anti-iluminista” y “antiliberal” recurrían a
la imagen de la “juventud” como horizonte. Sin embargo dicha representación - la
juventud como valor positivo - no tenía un correlato morfológico: recién después de la
Segunda Guerra Mundial a partir de avances científicos como la penicilina, las tasas de
mortalidad infantil decrecieron lo suficiente como para generar un hecho demográfico
conocido como “Baby Boom”: esto conducirá a que en los años ´60 haya en el mundo
muchos “jóvenes”.
No obstante, este fenómeno demográfico en la Argentina no se corroboró: como bien
demuestra Susana Torrado19 (2000), las mujeres argentinas generaron una serie de
tácticas autónomas frente a las políticas natalistas impulsadas por el Estado, la Iglesia
Católica y la sociedad política - espacios que, desde distintos sentidos y en pos de la
imagen de una “Argentina Potencia”, buscaban inhibir toda forma de prevención de la
natalidad -. De este modo, sí bien en nuestro país las tasas de mortalidad infantil
decrecieron, los nacimientos se mantuvieron singularmente por debajo de la media
mundial.
A pesar de ello, la “juventud” como valor, también se constituyó en un rasgo de época
en nuestro país.
Leamos atentamente el siguiente párrafo escrito por el ensayista Juan José Sebreli a
mediados de los ´60, describiendo las mutaciones societales que venían desarrollándose
desde la década anterior:
“La vieja clase media se adapta mal a esta nueva modalidad, ha demasiados sacrificios como
para decidirse a dilapidar sus esforzados ahorros, está demasiado acostumbrada a la
estrechez, al hambre a medias, a administrar sus escasos bienes con avaricia, a aprovecharlo
todo hasta lo último a base del remiendo, la compostura, el parche, el zurcido, la pequeña
mentira, el agujero tapado por con un bordado. Pero en cambio, sus hijos, niños o
adolescentes durante la época de prosperidad del peronismo, que han llevado por
consiguiente una vida fácil, consentidos por sus padres - quienes no ha querido privarlos de
todo lo que les faltó a ellos -, son los primeros en acostumbrarse a tirar las cosas cuando
19
Torrado, Susana en el diario Clarín el 27/02/2000 en la cual sintetiza de manera cabal los principales
rasgos de la dinámica demográfica de la Argentina en el siglo XX. La versión digital puede
encontrarse en: <http://www.clarin.com/diario/2000/02/27/i-02001d.htm>
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Para comprender la vida cotidiana
están rotas, en trastocar la mentalidad del ahorro por la del gasto, de la conservación por la
del cambio. Surge así durante la década del 50 un tipo humano específico conocido en el
folklore local con el nombre de “petitero” (por ser su primer lugar de reunión el Petit Café
de Santa Fe y Callao), especie de “teddy boy” mucho más inofensivo que el inglés, y que
como aquél, adopta el consumo ostensible característico de las clases altas con las que trata
de mezclarse, y es desdeñado no obstante, por el auténtico “niño bien”. El “petitero” no vive
en el Barrio Norte, por cuyas calles se pasea ufano; su zona ecológica es Caballito, Flores,
Floresta, Villa del Parque, barrios típicos de la clase media adinerada. De las galerías de
Caballito y Flores surge también el hábito de caminar arrastrando mocasines como forma
adolescente del consumo ostensible de zapatos. Las formas de ostentación de estos
adolescentes se reducen, casi exclusivamente, a la vestimenta.
En la década del 50, los sacos exageradamente cortos y los pantalones estrechos,
constituyeron un signo de distinción con respecto a los muchachos de barrio […] En la
década del 60 los sacos se alargan y se imponen los pantalones Oxford. Los adultos, por su
parte, se adaptan a estas modas tornadizas establecidas por los adolescentes, lo mismo que
sus cortes de pelo y sus modales, contrariamente a lo que ocurría en otros tiempos en que el
adolescente trataba de parecerse al adulto. Correlativamente en la cultura de masas […]
predominan los elementos juveniles, adolescentes, que en otras épocas no hubieran podido
jugar sino un papel secundario: los ídolos de la década del 60, son los bailarines y cantantes
de rock y twist: Palito Ortega o Johny Tedesco, versiones porteñas de Elvis Presley o Paul
Anka.
Esta irrupción, antes desconocida, del mundo juvenil trae como consecuencia un cambio en
las relaciones familiares. La juventud se vuelve un valor en sí y la experiencia de los adultos
ya no sirve en un mundo que evoluciona rápidamente”.
Sebreli, Juan José (1965) Buenos Aires. Vida cotidiana y alienación, Buenos Aires,
Ediciones Siglo XX
20
Para reflexionar en torno a esta pregunta puede consultar el estudio preliminar del libro de Beatríz
Sarlo (2001) Batalla de las ideas (1943-1973), Buenos Aires, Ariel, que figura en la Bibliografía optativa
de la materia.
35
Para comprender la vida cotidiana
5. ¿Cómo relacionaría este párrafo con la célebre afirmación de Pierre Bourdieu “La
juventud no es más que una palabra”21? ¿Qué opina al respecto?
BIBLIOGRAFÍA
Hobsbawm, Eric (1994): Extremes. The short twentieth century 1914-1989, Michael
Joseph Ltd, Londres [Edición en castellano Historia del siglo XX, Grijalbo-
Mondadori, 1998, Traducción de Juan Faci, Jordi Ainaud y Carme Castells, pp. 290-
312)
Sarlo, Beatríz (2001): La Batalla de las ideas (1943-1973), Buenos Aires, Ariel.
Sebreli, Juan José (1965): Buenos Aires. Vida cotidiana y alienación, Buenos Aires,
Ediciones Siglo XX
21
Entrevista realizada a Pierre Bourdieu por Anne-Marie Métailié, publicada en el libro editado en 1978
Les jeunes et le premier emploi, París, Association des Ages. Se publicó en Castellano bajo el título “La
juventud no es más que una palabra” en la selección de artículos de Pierre Bourdieu (2002) Sociología y
Cultura, México, Grijalbo, pp. 163-173. Se puede consultar la edición digital en la url:
<http://mail.udgvirtual.udg.mx/biblioteca/bitstream/123456789/1867/2/La_juventud_no_es_mas_qu
e_una_palabra.swf>
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Para comprender la vida cotidiana
Florencia Luchetti
37
Para comprender la vida cotidiana
colonial. Sin independencia económica no hay independencia política. José Martí decía: el
pueblo que quiera ser libre, que lo sea primero en negocios. En la dependencia no hay
ninguna forma posible de desarrollo”26
La consigna Liberación o dependencia parece así formar parte de una época27 iniciada
en 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana y la institucionalización de la
revolución como objeto de discurso. Este proceso latinoamericano adquirió en
Argentina características propias: luego del golpe de estado de 1955 la experiencia de la
resistencia peronista otorgó ciertas especificidades al objeto revolución. La
radicalización político-ideológica se produjo en nuestro país de modo simultáneo a la
peronización de los sectores medios, proceso generado en parte por las medidas
represivas implementadas por la autodenominada Revolución Argentina.28
Los años sesenta se destacan entonces por las estrategias de desperonización
emprendidas por los sucesivos gobiernos civiles y militares. Pueden pensarse, siguiendo
a Gramsci, como un período en el cual se asiste a un desdoblamiento en las funciones de
dominio y de dirigencia, un consecuente incremento del despliegue de la fuerza para
sostener el orden social y la conformación de un principio alternativo de hegemonía.
“Pero mucho no duraron las flores en el balcón” 29: si hacia finales de la década del
sesenta, especialmente en torno a las experiencias abiertas por el Cordobazo, fue
definiéndose la militancia política revolucionaria y en los primeros setenta las acciones
guerrilleras podían despertar apoyo o simpatía en sectores importantes de la población,
hacia fines del año 1975 este proceso se había revertido considerablemente, como
consecuencia de una fuerte política represiva y del creciente militarismo por parte de las
organizaciones políticas armadas, al cual quedó subordinada la estrategia más
directamente política.30 Las formas y condiciones de ese repliegue social, producido en
un lapso de tiempo que resulta tan breve a la mirada actual, no deja de interrogarnos,
aún cuando experiencias ligadas al temor y al desencanto puedan arrojar algunas claves
interpretativas.
Las fuentes presentadas son heterogéneas: imágenes gráficas (una publicidad de un
programa de televisión y una propaganda gubernamental) y un extracto de una carta
familiar de un militante peronista. La propuesta de trabajo consiste en poner en relación
textos de diferente composición a fin de acercarse a una comprensión del período de
referencia, a partir de la comparación y el análisis interpretativo. Luego de la
observación y lectura del material presentado, responda los interrogantes y realice las
siguientes actividades:
26
Voz en off La Hora de los Hornos, Primera Parte: Neocolonialismo y Violencia.
27
La noción de época como entidad temporal y conceptual supone la existencia de unas condiciones
históricas para el surgimiento de un objeto de discurso, remite por lo tanto a la existencia de un “campo
de lo que es públicamente decible”. Gilman, Claudia (2003). Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas
del escritor revolucionario en América Latina. Buenos Aires: Siglo XXI, pág. 36
28
Gillespie, Richard (1998). Soldados de Perón. Los Montoneros. Buenos Aires: Grijalbo.
29
Zitarrosa, Alfredo, “Diez décimas de saludo al público argentino”. Disco Zitarrosa 74, editado en
Buenos Aires en el año 1974.
30
Gillespie, op. cit.
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Para comprender la vida cotidiana
¿De qué se habla en cada una de las fuentes? ¿Quién emite el discurso? ¿A quién
está dirigido? ¿Qué mecanismos se utilizan? ¿Qué elementos comunes y qué
diferencias encuentra?
¿Puede establecer relaciones entre ellas?
¿Puede identificar un "objeto de discurso", algunas nociones que remitan a "lo
públicamente decible"? ¿Considera que hay disputa en torno a esta categoría?
¿De qué manera se entrelazan, se suponen o se excluyen los ámbitos público y
privado?
Ordene cronológicamente las fuentes presentadas. Justifique la ubicación de las
mismas.
FUENTES
a) Imágenes
Publicidad del
programa
televisivo
“Dígale si a Tato”.
Revista Gente
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Para comprender la vida cotidiana
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Para comprender la vida cotidiana
escribo mientras él va a comprar comida). En el ínterin puse agua c/ carne c/ cebolla c/ ajo):
SOPA.
¡¡MOMENTO POR MOMENTO!! ¡¡INSTANTE POR INSTANTE!! ¡¡SU VIDA
RELATADA PARA USTED!! En fascículos fácilmente coleccionables ¡SIN SECRETOS!
Ahora que me acuerdo esta carta iba a empezar con una cita en la calle, [¡uuhhh! el timbre:
ya compró], una cita en la “helechos e ideas” Nº 1 (Septiembre de 1973):
“…El orden y la estructura del mundo, sus valores, sus fundamentos mismos han entrado
en una fase de disolución acelerada y violenta. Un orden basado en la explotación ha
tocado sus límites: sus límites políticos porque ya ni hombres ni pueblos explotados aceptan
el destino que les fue asignado en ese orden; sus límites biológicos porque ha sometido a la
naturaleza a una destrucción casi irreversible; sus límites humanos porque sólo ofrece a los
hombres -también y quizá especialmente a las naciones superdesarrolladas- una vida
inhumana e irracional.
En el marco de esta situación la argentina se encuentra profundamente conmovida y
golpeada por la naturaleza excepcional del proceso que hoy protagoniza y que ha puesto a
cada argentino ante la ineludible exigencia de decidir –conciente y voluntariamente- su
ubicación histórica y política en la etapa que hoy se inicia”.
41
Para comprender la vida cotidiana
ya tiene poder como para presionar. A todo esto, el Ejército está inquieto. Les pican las
manos ¿será que alguien está hablando de ellos?
La más radicalizada es Isabel que dijo: -me van a sacar muerta- y por suerte no habla ni
aparece en ningún lado (aunque diga -muchas gracias- en este momento va a sonar a: -pocas
gracias). Parece que los sueldos los van a pagar en cuotas porque no hay $, no hay mosca
(esta birome es del Ministerio, es muy dura) aunque si todavía hay POLILLAS. -La Ross
está cantando “Quereme tengo frío”- (…) ¿Me estaré apolillando? ¿O se estarán
reorganizando? Voy a tomar café. Ahora te voy a escribir una poesía que escribí en el
hospital:
Estalla en la Plaza
Un murmullo de voces
Salió
Y te venís abajo
Desde tu corazón en marcha
Que te revienta en el pecho
Te moja los ojos
Te mueve las manos
Le gritás
Porque él está ahí
Y vos estás acá
Porque lo ves
Porque te ve
Entonces
El jefe habla con su Pueblo
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Para comprender la vida cotidiana
Los años 1940 y 1950, según Invernizzi y Gociol33, son años míticos para la industria
del libro en la Argentina: la bibliografía argentina era producto de exportación a
América Latina y a Europa. El 80 % de los libros que importaba España era producido
en Buenos Aires. En 1953 la producción de ejemplares ofrecidos en el mercado
alcanzaba el volumen de 51 millones con una tirada promedio de 11.000 ejemplares.
Los años 1960 y 1970 fueron a tono con esta ola expansiva. El crecimiento de las ventas
y de la distribución se conoció como el boom argentino, en sintonía con el boom
latinoamericano. Bestiario, de Julio Cortazar y Adán Buenos Aires, de Leopoldo
Marechal fueron dos íconos de venta en este período. Según los autores, el último pico
de comercialización de esta industria pujante fue 1974 con 50 millones de ejemplares
impresos y un tiraje promedio de más de 10.000 ejemplares.
En este escenario, la última dictadura militar significó un cimbronazo para la industria
editorial. La Sociedad Argentina de Escritores describe en una carta enviada al entonces
presidente de facto, Jorge R. Videla, el nuevo escenario marcado por: la escasa
participación de los autores argentinos en los catálogos, la desnacionalización de las
empresas, el descenso de las tiradas, las pérdidas de los mercados latinoamericanos y
español, la concentración del poder editorial, los altos costos de gravámenes, el cierre de
librerías, el repliegue de la oferta cultural nacional en general.
Las Fuentes que proponemos pertenecen a la saga de artículos de María Elena Walsh
que inauguró “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”, publicados en el suplemento
de Cultura y Nación del diario Clarín durante la última dictadura. Los fragmentos
citados corresponden a los artículos “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”,
publicado en Clarín, 16 de agosto de 1979 y “La Feria del Libro o La Casada Infiel”
expresa el límite de lo tolerable y es finalmente rechazada para su publicación en
febrero de 1980. Proponemos una comparación de los textos: ¿Por qué uno queda
dentro de los límites de “lo decible” y el otro fuera?
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Para comprender la vida cotidiana
FUENTES
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Para comprender la vida cotidiana
Walsh, María Elena, “La Feria del Libro o la Casada infiel”, en Desventuras en el
País- Jardín-de Infantes, Sudamérica, Buenos Aires, 1993:
“La Feria era una fiesta, pero ya no era la misma margarita. La aventura de autores y editores
fue gradualmente copada hasta transformarse en un pomposo aparato oficial, triunfante de
marchas oficiales y mustias conmemoraciones.
∗
En fin, que cuando la llevamos al río creímos que era mozuela pero tenía marido . La Feria
se casó con el gobierno tras una serie de pases mágicos que por lo menos merecen el
homenaje de la perplejidad.
Los escritores, fantasmales o proscriptos para los gobernantes de toda época, se convierten
durante dos semanas en protagonistas de un evento que sirve, como el Carnaval, para
disimular la miseria cotidiana: la atrofia de nuestra cultura que apesta a cucharada parroquial,
a catecismo soviético, a cartilla de boys scouts. (…)
Resumiendo: ¡voto por la privatización de la Feria del Libro!. Solo sobre la base de una total
libertad de expresión y circulación de obras, ideas y autores, puede aceptarse un pacto de
“interés nacional”. El apoyo popular hace innecesaria la búsqueda de protección económica
que, por otra parte y hasta que se demuestre lo contrario, el gobierno no ofrece. De modo que
la Feria, como la costurerita, dio el paso sin necesidad. La mutua conveniencia será digna
Federico García Lorca: La casada infiel
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Para comprender la vida cotidiana
sólo cuando la actual “apertura” se transforme en lo que debe ser: no una paulatina extensión
de permisos sino el respeto a la autonomía intelectual, sin pretextos ni condicionamientos.
No es que se piense que la Feria debió mantenerse intransigentemente soltera. Pudo casarse
con el Regimiento de Granaderos, porque esos soldados acarrearon los cajones de libros –y
no precisamente de autores conformistas- que acompañaron a San Martín en todos sus viajes
y campañas.
Libros que inspiraron nuestra emancipación y cuyos equivalentes actuales serían hoy vetados.
El fundador del Regimiento, y de la Patria, no se entretuvo en cerrar universidades sino en
abrir bibliotecas…costeándolas con su propio sueldo.
Digamos que la frase pronunciada por el oportuno colega Fernando de Elizalde, años antes de
este Proceso, ‘Los escritores somos un clavel en el ojal del gobierno’, resultaría apropiado
lema para esta 6ta Feria. No es en sí reprobable, solo algunos preferiremos hasta que aclare,
pernoctar discretamente en un florero.
Digamos que el día de mañana mis nietos puedan preguntarme, “Pero cómo, ¿no te enteraste
entones que la Feria se había casado con el gobierno?”, y yo deba responder: ‘Ay no, fijate
que estaba tan ocupada firmando libros que no me enteré, creí que seguía siendo mozuela’.
Estos despistes se suelen pagar muy caros, y el día menos pensado uno somatiza en esa parte
de su ser llamada conciencia.
∗
‘¿Callaremos ahora para llorar después?’
Por ejemplo, a la hora del Juicio Final, cuando Tata Dios me pregunte: ‘¿Dónde están tus
∗
hermanos Haroldo y Rodolfo , que no los he visto por la Feria?’, yo no sabré qué contestarle.
Y por ese pecado de ignorancia me mandará, derechita y humana al mismísimo infierno.
(Rechazada para su publicación en febrero de 1980)”
∗
Rubén Dario: Los Cisnes
∗∗
Haroldo Conti y Rodolfo Walsh
46