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Fortunato Mallimaci (compilador)

Mercedes Moyano Walker Daniela Ruiz


Fernando Ramírez Llorens Luis Miguel Donatello
Irene Marrone Florencia Luchetti
Guido Giorgi María Soledad Catoggio

PARA COMPRENDER LA VIDA COTIDIANA


IMAGINARIOS, ESCENAS Y DEBATES

MATERIAL ELABORADO POR LA CÁTEDRA HISTORIA SOCIAL ARGENTINA


TITULAR DR. FORTUNATO MALLIMACI - ADJUNTA: MG. IRENE MARRONE

Carrera de Sociología - Facultad de Ciencias Sociales


Universidad de Buenos Aires
- Buenos Aires, Agosto 2009 -
Para comprender la vida cotidiana

INTRODUCCIÓN

“SIEMPRE ES BUENO RECORDAR QUE A LAS PERSONAS NO SE LAS DEBE


JUZGAR COMO IDIOTAS”

Fortunato Mallimaci

Nuestra cátedra quiere compartir con los alumnos de este año 2009 una serie de textos
elegidos por los docentes para profundizar una reflexión sobre ejes centrales en la vida
cotidiana de nuestra sociedad.
Para ello hemos elegidos temas, nudos conflictivos y reflexiones que creemos centrales
en una época y período histórico. Por supuesto que hay miles de otros temas tan o más
importantes que los que hemos seleccionando, mostrando que comprender una sociedad
en su totalidad es una tarea que no tiene fin. Cada época histórica crea sueños, lecturas,
relecturas, memorias, utopías, resignificaciones, representaciones, imaginarios, miradas
hacia atrás y al futuro con nuevas y viejas significaciones y desde clases y grupos
sociales diferenciados. Mejores una, peores otras…falsas unas, verdaderas otras … ni lo
uno ni lo otro . Queremos salir de esas visiones y pares binarios más propios de las
visiones teológicas judío-cristianas (paraíso –infierno ; mal –bien , cielo -tierra )
mostrando diversidades según clases, historias y momentos históricos.
No se trata tampoco de suponer que todos los campos, espacios y capitales son iguales
(el económico, el militar, el simbólico, el religioso, el de los vínculos de genero, el
etario, el social, educativo, mediático, etcétera) sino de mostrar el conflicto, el vínculo,
las mediaciones y las legitimaciones/deslegitimaciones entre unos y otros. Al analizar
cada uno de ellos buscamos ampliar la complejidad de la comprensión de nuestras
sociedades.
Suponer que las personas no son idiotas significa utilizar epistemologías, teorías y
metodologías comprensivas del hecho, acontecimiento y representación social que
partan y valoren la perspectiva del actor. En varios de los textos que se presentan
veremos como los pobres, los orilleros, las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes, los
trabajadores son considerados no personas, o personas con derechos restringidos o
directamente como personas “manipuladas” , “sin conciencia”, “clientes” que se venden
al “mejor postor”.
Debemos así distinguir entre las prácticas sociales (entendidas como culturas en
movimiento) y las estructuras (como culturas objetivadas) que se articulan, vinculan,
mediatizan a partir del habitus (cultura incorporada en el cuerpo, en el movimiento, en
el habla, en el espacio que me limita o autolimita o me hace rechazar o negociar ante el

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Para comprender la vida cotidiana

otro, los otros). No son unos inteligentes y los otros idiotas, unos educados y los otros
ignorantes como aquel que tiene el capital legítimo trata de mostrar, demostrar,
reproducir y nominar. Surgen en esos vínculos esquemas de percepción, valoración y
acción creativa y/o reproductora sobre el mundo social en dinámicas llevadas adelante
por estructuras de plausibilidad. En otras palabras se trata de reconocer las condiciones
sociales que hacen posibles las múltiples prácticas de múltiples actores en sociedades
capitalistas complejas desde hace siglos…
Tratar de comprender la vida cotidiana, las prácticas sociales y las representaciones de
aquellos y aquellas que son silenciados, estigmatizados, ocultados o negados, forma
parte de este trabajo. Estudiar la vida cotidiana es comprender los vínculos y sentidos
que mantienen las redes sociales. Se trata de conocer el arte de vivir del hombre y la
mujer “ordinaria”, de dar cuenta de las condiciones de vida material, espiritual,
subjetiva e intersubjetivas construidas en el diario vivir.
Para ello será necesario relativizar la noción de verdad, poner en duda la objetividad
“del emisor” (sea académico, mediático o especialista) y de sus datos para adentrarnos
también en las representaciones e interpretaciones de los actores. Poner en duda,
sospechar, de la objetividad de las instituciones del conocimiento (científico,
académico, religioso, político, familiar…) y de las creencias que producen. Se trata así
de mostrar el peso de las continuidades, de las dependencias de múltiples imaginarios y
de las convivencias jerárquicas entre los detentores del poder en cada campo y de dudar
mucho del sentido común, del discurso (oral y escrito) de los grupos que dominan y
nominan en cada uno de los espacios sociales.
No solo debemos conocer lo que se produce, emite, proclama sino las operaciones,
usos, negociaciones, “gambetas” y apropiaciones que se hace de ello en la multiplicidad
de actores. Sólo ver intencionalidad política unidireccional en el accionar de tal o cual
actor – por ejemplo en el peronismo con el voto femenino - es de una ignorancia supina
y de un desprecio mayúsculo por aquellas – las mujeres - que harán múltiples uso de
esa nueva posibilidad. Lo mismo podemos decir sobre la creación de ciudadanía en las
ciudades, la vida de los inmigrantes, sus escuelas, la descalificación de los mismos en
nombre de la Patria y la Nación, una música como el tango, la irrupción de los jóvenes,
la propaganda sobre trabajadores, los textos de un mismo autor en la dictadura, etcétera.
Debemos – y deseamos en esta cátedra- ser capaces de ver diferencias donde otros solo
ven obediencia, sumisión, manipulación y uniformidad.
De este modo Mercedes Moyano Walter presenta : Entre la tradición y la modernidad:
la ciudadanía cotidiana en los porteños del ochenta. Ella nos dice que no obstante, la
búsqueda de la conformación de una nueva sociedad, se fue forjando una matriz
política y socio-cultural atravesada por el problema de la ciudadanía y las diversas
formas de participación. Señala que alrededor del ‘80 en Buenos Aires había un
desfasaje entre las costumbres y privilegios tradicionales de la élite aristocrática porteña
y sus ínfulas cosmopolitas de mirarse en el espejo de Europa. Otra cara de Buenos Aires
era la orillera, popular y marginal, la que aparece en los relatos de juventud del
Comisario Adolfo Bátiz.

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Para comprender la vida cotidiana

Fernando Ramírez Llorens escribe sobre La instrucción pública en la organización del


estado nacional . Nos recuerda que el desarrollo del sistema educativo argentino es
contemporáneo a la formación del Estado Nacional y compiten escuelas públicas con la
de extranjeros, por ejemplo la de italianos. Afrima que en la época la extensión de la
educación común era escasa y extremadamente despareja según las provincias: en 1850,
sólo el 5% de los niños en edad escolar de la Provincia de Buenos Aires (incluyendo la
ciudad de Buenos Aires) iba a la escuela, en Córdoba el 2%, mientras que en Entre Ríos
concurría el 33%. En 1883, iban a la escuela en la ciudad de Buenos Aires el 64,6% de
los niños, en Córdoba el 22% y en Entre Ríos el 20%. En 1895, la matrícula en la
ciudad de Buenos Aires había bajado al 57%, en Córdoba al 20% y en Entre Ríos subía
al 24%.
Irene Marrone trabaja a partir de la pregunta ¿Hubo una reacción nacionalista en el
Centenario? Nos dice que en 1910 se vivió en Buenos Aires un momento de fuerte
construcción de la “memoria nacional” y que la inquietud por la identidad no era
novedad para las elites político -intelectuales en nuestro país. Muestra que el
Centenario de la revolución de Mayo se expresó como reacción nacionalista frente a un
proceso de modernización, inmigración y secularización que algunos evaluaron
excesivo y que el enojo se depositó sobre lo que juzgaban “in-conducta del aluvión
inmigratorio”.
Agrega que para 1910, la polarización social ya era abierta y directa y que tal reacción
nacionalista e historicista no alcanzó en aquél Centenario para revertir el modelo y
gestar un cambio entre las elites dominantes. Muestra como se impuso profundizar el
proceso de modernización hacia adelante, democratizar la estructura política, ampliar la
ciudadanía e incluir a la nueva plebe urbana de los hijos de inmigrantes a través del voto
universal masculino y obligatorio.
Guido Giorgi escribe sobre Tango y vida cotidiana en los ’30. Recuerda que de
mamarrginal y orillero en sus orígenes, el tango es, al igual que la Argentina, producto
del entrecruzamiento de diversas culturas de inmigrantes. Practicado casi
exclusivamente por las clases bajas del sur de la ciudad de Buenos Aires, las clases
dominantes lo tenían por vulgar, la iglesia católica lo condenaba y las autoridades lo
prohibieron por incitar al escándalo. Junto al contenido, la forma hace al carácter
contestatario del tango: las letras con claro contenido social se ven potenciadas en su
marginalidad por el uso del lunfardo, vocabulario de sinónimos que se opone al
castellano oficial.
El ensayismo es otra de las expresiones culturales que ocupa el lugar de crítica social
en la década de 1930. En El hombre que está solo y espera (1931), Scalabrini Ortiz
describe al hombre de Corrientes y Esmeralda como solitario y alienado, que “se busca
afanosamente a sí mismo”.
Daniela Ruiz trabaja sobre la Inclusión política de las mujeres durante el primer
peronismo. Relata como las mujeres habían comenzado su ingreso en el mercado
laboral a comienzos del siglo XX. Hacia 1947 representaban el 20% de la población
ocupada, concentrándose sobre todo en el área servicios y en la producción textil y

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Para comprender la vida cotidiana

alimenticia. Del hogar se pasa a la fábrica. Al ampliar las bases sindicales y fomentar la
participación, el peronismo le dio un impulso a la sindicalización de las mujeres, que
había comenzado tímidamente de la mano de los anarquistas y socialistas.
El tema del sufragio femenino tomó un lugar en la discusión parlamentaria que no
había tenido desde el debate de ampliación del sufragio hacia las mujeres en 1932. Los
movimientos sufragistas y de liberación de la mujer no estuvieron de acuerdo con la
promoción de la ley del sufragio femenino por el peronismo en 1947. Conformados
por mujeres de las familias más tradicionales del país, por intelectuales de renombre o
por socialistas, su visión del papel de la mujer entraba en conflicto con la promulgada
por el gobierno.
Luis Miguel Donatello escribe sobre Vida cotidiana y “juventud” en los años ´60.
Recuerda que los años ´60 se caracterizan por la irrupción de la cultura “juvenil” como
paradigma de la movilización política. Pero esto no era estrictamente algo “nuevo”: la
“juventud” como categoría política posee sus antecedentes en las reacciones
antiliberales europeas de entreguerras. Frente al “viejo mundo burgués”, diferentes
utopías de sesgo “anti-iluminista” y “antiliberal” recurrían a la imagen de la “juventud”
como horizonte.
Florencia Luchetti nos narra sobre “La clase obrera es lo mejor. Burgueses: atrás,
atrás!”. Analiza como la consigna Liberación o dependencia formar parte de una época
iniciada en 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana y la institucionalización de la
revolución como objeto de discurso. Este proceso latinoamericano adquirió en
Argentina características propias: luego del golpe de estado de 1955 la experiencia de la
resistencia peronista otorgó ciertas especificidades al objeto revolución. La
radicalización político-ideológica se produjo en nuestro país de modo simultáneo a la
peronización de los sectores medios.
Los años sesenta se destacan entonces por las estrategias de desperonización
emprendidas por los sucesivos gobiernos civiles y militares y muestran “la paradoja de
que los gobiernos de turno y los sectores ideológicamente vinculados con ellos tenían el
poder político, el militar, el religioso y el económico, pero no ejercían ningún dominio
(…) sobre la actividad intelectual”. En el campo intelectual, por el contrario, la época se
caracterizó por dos movimientos sucesivos: la conversión del escritor en intelectual y la
conversión del intelectual (comprometido) en revolucionario.
La legitimidad intelectual parecía derivar de la acción y no de la palabra. Así, se irían
definiendo dos nociones antagónicas sobre la función del intelectual, en torno a los
ideales crítico y revolucionario
Y el último texto es de María Soledad Catoggio que presenta Vida cotidiana y
dictadura . La última dictadura militar significó un cimbronazo para la industria
editorial. La Sociedad Argentina de Escritores describe en una carta enviada al entonces
presidente de facto, Jorge R. Videla, el nuevo escenario marcado por: la escasa
participación de los autores argentinos en los catálogos, la desnacionalización de las
empresas, el descenso de las tiradas, las pérdidas de los mercados latinoamericanos y
español, la concentración del poder editorial, los altos costos de gravámenes, el cierre de

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Para comprender la vida cotidiana

librerías, el repliegue de la oferta cultural nacional en general. Proponemos una


comparación entre textos de un mismo autor: ¿Por qué uno queda dentro de los límites
de “lo decible” y el otro fuera?

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Para comprender la vida cotidiana

ENTRE LA TRADICIÓN Y LA MODERNIDAD:


LA CIUDADANÍA COTIDIANA EN LOS PORTEÑOS DEL OCHENTA

Mercedes Moyano Walker

La república posible que Alberdi y Sarmiento pensaron y concretaron con los


prohombres de la Generación del ’80 fue sumamente exitosa durante las últimas
décadas del siglo XIX: la inserción económica con la agro-exportación, el dominio
territorial, la consolidación del Estado, la modernización y el aumento de la población
fueron sus principales logros.
No obstante, la búsqueda de la conformación de una nueva sociedad argentina fue
forjando una matriz política y socio-cultural atravesada por el problema de la ciudadanía
y las diversas formas de participación. La sociedad se vio desbordada por la creciente
inmigración y no todos podían “pertenecer” en ese mundo político con derechos
restringidos. Tampoco esperaba la clase dirigente que todos los habitantes se integraran
por igual. Así, las “hordas llanistas” del Interior rural, los “salvajes” aborígenes de más
allá de las fronteras internas del norte y del sur, y el espectro inmigratorio con mayoría
de “gallegos matarrangos” españoles y “carcamanes” italianos1 entre otros orígenes
demográficos, fueron conformándose en los arquetipos con que se denominó a los
otros, quienes debían incorporarse como mano de obra rural al proyecto y
subalternizarse social y políticamente.
Este proceso tuvo variados efectos, especialmente en relación al proyecto civilizatorio.
El gaucho y el indio fueron aniquilados o asimilados y fijados a la tierra con las
campañas militares, las levas y el alambrado. Los inmigrantes, en cambio, concurrieron
sólo en parte tras la utopía agraria planteada desde el discurso oficial, y un gran
porcentaje desbordó las grandes aldeas, que se convirtieron en ciudades con un
cosmopolitismo y una marginalidad que los excedía. Progresivamente comenzaron las
resistencias a ese lugar social y económico asignado, y la cuestión social puso en crisis
en modelo de país exitoso.
La complejidad y las contradicciones entre los postulados de “gobernar es poblar”,
“educar al soberano” y la realización de la sociedad culturalmente civilizada y moderna
que buscaron los positivistas del ochenta se respiraban en la vida cotidiana, en la ciudad
y en el campo. Todo esto quedó registrado en la literatura de la época.
Al respecto, alrededor del ‘80 en Buenos Aires había un desfasaje entre las costumbres
y privilegios tradicionales de la élite aristocrática porteña y sus ínfulas cosmopolitas de

1
Botana, Natalio y Gallo, Ezequiel (1997) De la República posible a la República verdadera (1880-
1910) Buenos Aires: Ariel.

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Para comprender la vida cotidiana

mirarse en el espejo de Europa. Así relató sus impresiones Daniel Mansilla, sobrino de
Lucio V. Mansilla, a su llegada al país después de vivir en Europa hasta sus veintiún
años.
“El Buenos Aires de aquellos días, mirado desde Europa, era algo así como el fin del
mundo. ¡Quedaba tan lejos, tan lejos del centro cerebral del universo civilizado; de París, de
Londres, de Roma o de Viena!...Afluían a nuestra urbe no pocos aventureros para ponerse
fuera del alcance de reclamaciones judiciales… ¡He visto un crecido número de temibles
caballeros de industria en fuga por asuntos bancarios, de honor o de moralidad! Será sin
duda por eso que nuestra vieja sociedad colonial solía mostrarse tan reacia, tradicionalmente
hostil con los extranjeros en general.
”Desembarcamos en julio de 1887 en la boca del Riachuelo. Mal sabría describir la
impresión extraña de exotismo que me causó…todo parecía primitivo y distante como cosa
del Extremo Oriente. Junto con otros coches, la volanta o victoria del general Mansilla nos
esperaba. El cochero, un criollo y muy trigueño, de librea, sobrero alto y escarapela
argentina, ostentaba tamaños bigotes, detalle que en Europa constituía una perfecta herejía.
Tan pésimamente pavimentadas se veían las calles que cada vez que el coche salía del
plácido deslizar sobre los rieles del tranvía, los sacudimientos eran escandalosos.
”Se me figuraba ahora el país como una enorme colonia de improvisados en la que, por falta
de especialistas y técnicos suficientes en todas las ramas, cada individuo de alguna
significación tenía que llenar tres o cuatro oficios a la vez, con lo cual nadie sabía nada a
fondo, ni los propios gobernantes, y por consiguiente, todo marchaba a la buena de Dios…
La ciudad , enormemente extendida, de calles angostas y casas bajas, edificada sobre
terrenos subdivididos como un cementerio, con viviendas de ocho varas de frente y detrás
un estrecho cañón a veces de mucho fondo…En los edificios de más de un piso, por puro
espíritu de contradicción, no existía un balcón a la altura de la casa contigua, sin duda para
singularizarse. El conjunto mareaba como una pesadilla.
”Una que otra vez fuimos a la casa particular del presidente Juárez Celman, que recibía por
la noche. En una densa atmósfera azul de fumadero, cruzábamos salones repletos de
amigos, allegados y políticos, diputados y senadores en su mayor parte muy trigueños, que
ostentaban tamaños cigarros puros, hablaban a gritos y se reían con sonoras carcajadas.
Eduardo y yo veníamos de la Viena Imperial, tan rígida, protocolar y ceremoniosa. Una vez
mi tío Lucio nos previno que la señora de Juárez Celman le había manifestado con fuerte
tonada: -Por favor, Mansilla, dígale a sus sobrinos que no me besen la mano porque me da
ver…güenza… Aquello resultaba entonces una práctica insólita, como cosa atrevida y
relajada, para el recato colonial que aún perduraba en las provincias y hasta en la propia
capital.”2

La otra cara de Buenos Aires era la orillera, popular y marginal, la que aparece en los
relatos de juventud del Comisario Adolfo Bátiz en 1885:
“Recorría diariamente Buenos Aires, que tenía el trazado de hoy, si se exceptúa Flores y
Belgrano y los terrenos ganados al Río de la Plata, donde se ha hecho el hermoso puerto que
tanto impresiona al viajero que llega por primera vez. Se encuentra con una ciudad de 20
kilómetros en semicírculo, bañada por el anchuroso río que después se extiende sin fin para

2
Daniel García Mansilla, en “Visto, oído, recordado, Estampas del Pasado”. En Jitrik, Noé (comp) (1968)
El 80 y su mundo. Buenos Aires: Edit. Jorge Alvarez

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Para comprender la vida cotidiana

confundirse en sus límites con la provincia de Buenos Aires, a la que en su grandiosidad le


pide tierra para dejar satisfechos sus sentimientos hospitalarios y darlos, a su vez, al
inmigrante que llega, a fin que edifique sus viviendas, donde ganará pan para sus hijos y
gozará de las libertades republicanas, que son muchas, cuando no se falsea la ley, los
preceptos constitucionales y los principios del gobierno libre de la República.
”Desde la calle Martín García hasta el Riachuelo, es decir, todo el barrio de la Boca, …
todas las construcciones son de madera, casillas que se levantan altas, dejando un espacio
entre el primer piso y el suelo, para que corrieran las aguas en caso de inundaciones; en los
balcones y ventanas veíanse tendales de ropa blanca de uso doméstico. Luego, entrar a la
Boca era decir jolgorio, sobre todo cuando llegábamos a algún prostíbulo, regenteados
siempre por italianos y mujeres del bajo fondo itálico. En este barrio no existían las
esclavas…Eran casas humildes, donde con 50 centavos o 1 peso moneda nacional se podía
pasar el rato oyendo un órgano de notas chillonas y una concurrencia de barqueros.
”En las cantinas se jugaba al Patrone e sotto y los interrumpíamos con canciones y dichos
de segunda intención, hasta llamar la atención de los jugadores. Este hecho ha dado muchos
quehaceres a la comisaría de la sección 20º de Policía…no se jugaban partidas de las cuales
no resultase una discusión y un hecho de sangre; después de ellas siempre hay alguna
persona herida o un homicidio. Sucedían a diario uno o dos por noche.
”A los jardines del Paseo 9 de Julio le había tomado antipatía porque era el refugio de los
pederastas pasivos que se juntaban alrededor de la estatua de Mazzini, el revolucionario y
hombre de las libertades itálicas…Tanto o más temida era la recova, caminaba esperando
que alguna persona (lunfardo) me metiera las manos en los bolsillos para robarme; era el
lugar de los extranjeros del bajo fondo, en su mayoría italianos y granujería cosmopolita,
que llegaban al país para lucrar a costa de cualquier bajeza: los italianos robaban a los
compatriotas que arribaban al país. Todos los fondistas, algunos españoles y tudescos
(alemanes y austríacos), se servían de corredores, y pasajero que llegaba o conseguían llevar
a la fonda, hotel, restaurante o posada, lo desvalijaban. Segurísimo que al otro día se
presentaba a la comisaría a dar cuenta de una sustracción de la cual había sido víctima.
”En la esquina de Corrientes y Esmeralda me junté con varios cocheros, agrupándonos en la
vereda, iluminada por el foco eléctrico del teatro Variedades (hoy Odeón); detuvimos a un
organillero napolitano, que en esos momentos pasaba por allí y al compás del organito
organizamos un baile en la vereda. Un tal Nemesio Menéndez, llamado "el Compadrito";
Veroy, "el Porteño"; otro llamado "el Oriental", y los hermanos Garabito, hicieron la mar de
piruetas y posturas graciosísimas. Sólo faltaba la Parda Loreto y la china Refucilo para decir
que era un baile en forma aquella fiesta callejera.3
”Al regresar subíamos por la calle Paraguay o por la de Córdoba, ambas, al llegar a Maipú,
eran de veredas altas, se inundaban en tiempos de lluvias y existían dos puentes movedizos
en ambos lados de la conjunción de esas dos calles con la de Maipú, comenzando en esta y
la primera de las nombradas la manzana destinada a prostíbulo, los humildes prostíbulos de
las chinas criollas de pura raza, tipo indiano, habitando solamente una o dos en cada casa,
sin órgano chillón como las casas del rufián napolitano, algunos tipos de chinas
regordetonas se sentaban en la vereda a fumar un puro de tabaco tucumano. (La Ribera de
Buenos Aires, Comisario Adolfo Bátiz, en 1885.”

3
Posiblemente se trataba de un tango amilongado. El tango como tal en 1885 todavía no tenía nombre,
pero ya era difundida la costumbre de bailar entre hombres en las veredas de Buenos Aires en esa época.

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Para comprender la vida cotidiana

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. ¿Qué propuesta de ciudadanía aparece en el texto?


2. ¿Qué contradicciones encuentra entre el imaginario de la tradición y el de la
modernidad en relación a la vida cotidiana en Buenos Aires?
3. Compare la identidad de los actores sociales del ochenta con los actuales en relación
a su función en la sociedad y la marginalidad.

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Para comprender la vida cotidiana

LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA
EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO NACIONAL

Fernando Ramírez Llorens

El pensamiento liberal del siglo XIX desdobla conceptualmente el derecho a la


educación en el derecho a enseñar por un lado, y el derecho a aprender por el otro. Esto
implica separar el debate sobre el derecho a la educación en dos términos: quiénes debe
ser educados y quiénes deben ser los agentes de la educación. El derecho de enseñar y
aprender se encuentra ya presente en la Constitución de 1853, en el artículo 14, junto al
resto de los derechos civiles, lo que implica reconocer el derecho de cualquier
ciudadano a aprender, pero también a enseñar, es decir, la coexistencia de múltiples
agentes educativos. De hecho, además de permitir la acción de particulares en la
educación, la Constitución estableció que serían las provincias las responsables de las
escuelas primarias (art. 5).
Sin embargo, dentro de la lógica del proceso de reducción a la unidad del que habla
Botana en “El orden conservador”, se observaban dos desafíos que debían afrontarse.
Por un lado, los principales propulsores del sistema educativo consideraban que la
extensión de la educación común era escasa y extremadamente despareja según las
provincias. Esta disparidad era notoria, histórica y fuertemente cambiante: por ejemplo,
en 1850, sólo el 5% de los niños en edad escolar de la Provincia de Buenos Aires4 iba a
la escuela, en Córdoba el 2%, mientras que en Entre Ríos concurría el 33%. En 1883,
iban a la escuela en la ciudad de Buenos Aires el 64,6% de los niños, en Córdoba el
22% y en Entre Ríos el 20%. En 1895, la matrícula en la ciudad de Buenos Aires había
bajado al 57%, en Córdoba al 20% y en Entre Ríos subía al 24%5.
El otro objetivo, no menor, era el de subordinar al resto de los agentes educativos de la
época en la tarea de educar. La intención final de la educación común era, según
Adriana Puiggrós, la formación de ciudadanos que hicieran viable la organización
política que se consolidaba:
"La llamarada que surgía de la Argentina profunda y rechazaba el orden oligárquico-liberal,
era por ellos (se refiere a Alberdi y Sarmiento) rechazada como base de nuestra sociedad.
La educación (…) debería contribuir al tejido de una trama ordenada de la sociedad.
Sarmiento quería una escuela que transmitiera esquemas generadores de prácticas que
fueran sustitutivos de otros anteriores y no su complemento. Los aportes culturales de la

4
Incluyendo a la ciudad de Buenos Aires, aún no federalizada.
5
Tedesco, J. C. (2003) Educación y sociedad en la Argentina (1880-1945). Buenos Aires: Siglo XXI.

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Para comprender la vida cotidiana

familia popular, de la clase social, del grupo étnico y cultural, en la medida en que no
coincidieran con esos esquemas, debían eliminarse"6
Las escuelas creadas por las colectividades de inmigrantes, las organizaciones mutuales
y gremiales y las asociaciones populares no podían dejar de ser vistas como un
problema a abordar a partir de esta noción de formación de ciudadanos. Ellas tenían
escuelas propias, “particulares”. Lo que se enseñaba en estas escuelas no tenía
articulación con los programas de las escuelas públicas. Además, el Estado compartía la
responsabilidad de educar con la Iglesia Católica, que dictaba educación religiosa en las
escuelas públicas.
Los esfuerzos se concentraron entonces en desarrollar un sistema de educación básica
estatal que pudiera imponerse a los educadores particulares (la Iglesia incluida), y a la
vez establecer un cuerpo de normas que regulase la actividad de las escuelas privadas
sobrevivientes. El desarrollo del sistema educativo argentino impulsó progresivamente
una marcada centralización. Algunos hitos en este proceso son:
• La creación de Colegios Nacionales, bajo el control del gobierno nacional (el
primero, en 1863, el Colegio Nacional de Buenos Aires. Para 1869 ya había un
Colegio Nacional en diez de las catorce provincias entonces existentes: Buenos
Aires, Catamarca, Corrientes, Jujuy, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santiago
del Estero y Tucumán).
• La fundación de Escuelas Normales, también bajo el control del gobierno
nacional, para la formación de maestros para las escuelas comunes (en 1870 se
funda la primera, en Paraná, para 1879 ya había 9, y para 1889 se habían fundado
34, que se distribuían por las catorce provincias).
• La subvención del gobierno nacional a las escuelas comunes provinciales, que
comienza a darse a partir de 1864, y se sistematiza en 1871 a través de la ley 463. El
gobierno nacional financiaba a las provincias para la construcción de edificios
escolares, adquisición de mobiliarios y útiles y el pago de sueldos de profesores. La
ley creó un organismo de carácter nacional para administrar las subvenciones: la
Comisión Nacional de Educación.
• La creación de la figura del Inspector de educación (por decreto presidencial, en
1879), que tenía a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las leyes nacionales
sobre educación en todo el territorio7.
• La transformación de la Comisión Nacional de Educación en el Consejo
Nacional de Educación (1881), que implicó dejar de girar fondos a las provincias: el
Consejo Nacional de Educación centralizaba las compras y pagaba sueldos
directamente a los maestros. Se creó además en el ámbito del Consejo la Oficina de
Estadística de Educación Común.

6
Puiggrós, A. (2006). Sujetos, disciplina y currículo en los orígenes del sistema educativo argentino
(1885-1916).
7
En este momento la única ley nacional en materia educativa es aún la de subvenciones, pero ya se
debatía la necesidad de una ley nacional que regulara la educación común.

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Para comprender la vida cotidiana

• El Congreso Pedagógico Nacional realizado en 1882, donde se debatieron los


contenidos comunes del programa de educación, el financiamiento del sistema
educativo, la promoción de la educación rural, la educación de la mujer, el sistema
de internados, los premios y los castigos corporales y la obligatoriedad de la
educación.
• La ley 1420 de Educación Común (1884), que recogía buena parte del debate
realizado en el Congreso Pedagógico y estableció la enseñanza pública, gratuita y
obligatoria en todo el territorio nacional. Se estableció que las escuelas particulares
debían ajustarse al programa de las públicas y quedaban sujetas a la supervisión del
Consejo Nacional de Educación. Con respecto a la enseñanza religiosa, se siguió
admitiendo en las escuelas públicas, pero sólo fuera del horario de clases, para
diferentes cultos (no sólo para la Iglesia Católica) y exclusivamente para los niños
de ese culto.
• La exigencia, a partir del año 1892, de que todos los maestros sean egresados de
escuelas normales, y que quienes no poseyeran diploma (más del 50% de los
maestros de la Ciudad de Buenos Aires, para el año 1892) rindieran un examen
habilitante.

De esta manera se desarrolló el sistema de instrucción pública argentino, con un


“Estado Docente” que financiaba las escuelas, formaba a los maestros, establecía los
contenidos básicos y regulaba al resto de los agentes educativos, aunque no poseyera
escuelas propias (con excepción de las que poseía en la Capital Federal y en los
territorios nacionales). El Estado Nacional pasó a controlar todas las decisiones en
materia de política educativa, subordinando lineamientos alternativos. Desde la Iglesia,
se reconocían al menos dos grandes posturas: la más conservadora, que se oponía
abiertamente a la hegemonía del Estado en educación, sosteniendo que la principal
función del sistema educativo era la evangelización, y otra postura más moderada y
cercana al pensamiento liberal, que sostenía la importancia de la educación religiosa en
las escuelas estatales. Con criterios radicalmente opuestos, también los anarquistas se
oponían a la educación estatal, aunque algunos de ellos fueron funcionarios del sistema
educativo. También existieron propuestas democratizadoras que pugnaban por una
mayor participación de la sociedad civil en la gestión de las escuelas, entre las que se
destacan las de los socialistas, pero también un grupo importante de educadores
surgidos de las Escuelas Normales que eran parte del propio sistema educativo.
El resultado de la conformación del “Estado Docente” fue la creación de un sistema
fuertemente verticalizado y centralizado, pero donde las corrientes alternativas fueron
combatidas y subordinadas desde dentro del sistema, antes que expulsadas de él.
Esta centralización alcanza su punto M T w máximo con la sanción de la llamada “Ley
Láinez” (nº 4874), en 1905, por la cual se faculta finalmente al Estado Nacional a crear
escuelas en el territorio de las provincias (contradiciendo lo establecido en la
Constitución). La sanción de esta ley tuvo como consecuencia inmediata la creación de

14
Para comprender la vida cotidiana

una importante cantidad de escuelas nuevas que respondían directamente a la


administración central.
Esta tensión por la disputa entre los distintos agentes de la educación puede observarse
en distintos debates de la época. Hemos seleccionado para analizar este debate, del año
1888, surgido a partir de la protesta del embajador argentino en Italia, por el aporte
económico que el gobierno italiano realizaba para las escuelas de esa colectividad en
Argentina. El entonces presidente del Consejo Nacional de Educación, Benjamín
Zorrilla, destaca la pérdida de importancia de las escuelas italianas (la colectividad que
más escuelas poseía en ese momento) a manos del crecimiento de las escuelas públicas.

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. Además del Estado, ¿qué otros agentes educativos existían hacia 1880?
2. ¿Qué diferencias existen, con respecto a los distintos agentes educativos y al rol
de cada uno de ellos, con lo que sucede actualmente? ¿Cuáles considera que son
los principales factores que influyen en esta transformación?
3. ¿Qué argumentos puede desarrollar a favor y en contra de la centralización de la
educación a fines del siglo XIX? ¿Qué pueden aportar esos argumentos al análisis de
la situación actual?

FUENTE

El Monitor de la Educación Común, año IX Nº 130, abril de 1888, págs. 433-438:
(…) ¿cuál es el origen de las escuelas italianas? ¿qué se propusieron los que la fundaron?
¿Han tenido ellas esa tendencia hostil que se les atribuye?
Desde luego los italianos que hasta hoy han venido á nuestro país, salvo algunas
excepciones, en su gran mayoría, nos han traído cosas muy buenas, como su afición al
trabajo, hábitos de economía, circunstancias que los impulsan á vivir de su propio esfuerzo,
y metodizar y ordenar su propia vida; pero al mismo tiempo, nos han traído cosas muy
malas, como su falta absoluta de ilustración, de educación, y su pobreza suma, que engendra
hábitos de vida que, más de una vez, comprometieron la salud pública, en aquellos
conventillos que asustaron y llenaron de asombro, cuando las primeras epidemias se
hicieron sentir en esta ciudad, a las autoridades encargadas de cuidar su limpieza y
salubridad en general (…).
La fortuna engendra en todo ser humano el deseo de mejorar, de ensanchar la vida, y una
vez que los primeros italianos se establecieron y enriquecieron en nuestra república, nació
en ellos el deseo de educar a sus hijos, de mejorar su situación, dándoles una educación que
muy pocos de ellos recibieran en su tierra.
La escuela pública argentina, muerta bajo la dictadura, animándose a medias bajo la acción
abnegada y patriótica, pero poco apropiada de la sociedad de Beneficencia, era muy
restringida, muy limitada, é inducía por consiguiente no solo a la población extranjera, sino
á la mayor parte de la población acomodada de nuestros compatriotas, buscar la instrucción

15
Para comprender la vida cotidiana

de sus hijos en los colegios particulares, habiendo muchos de ellos que deben o debieron su
existencia a la protección asociada de muchos padres de familia argentinos.
Las sociedades italianas, más poderosas y más eficaces en la acción, por el espíritu
arraigado de asociación en la generalidad de sus conciudadanos, fueron de las primeras en
establecer, sin estrañeza de nadie, á la luz del sol, sus escuelas; fueron las primeras, hay que
decirlo en su honor, en reconocer necesidad de una casa apropiada para fundar una escuela,
e hicieron varias, ántes que el Departamento de Educacion ó nuestros Gobiernos hicieran
alguna.
(…) hicieron con aplauso público sus edificios escolares, cuyas inauguraciones fueron
motivo de justo regocijo de propios y extraños, solemnizadas con la presencia de
autoridades argentinas y con unánime aplauso de la prensa nacional, no digamos, por
sabido, de la italiana, como puede verse en los diarios de la época.
Llegaron á tener, según fidedignos informes, más de seis mil niños en sus clases, y nadie
se alarmó; se miró en ese sacrificio que las asociaciones italianas se imponían, una plausible
cooperación al ímprobo trabajo de educar los niños, que se transforman en seres útiles á la
sociedad en la escuela, que redime de la ignorancia y el atraso, la peor y más deprimente
forma de tiranía y servidumbre que exista en la tierra.
Por otra parte, nuestras escuelas eran pocas y reducidas, no daban asiento sino á seis o
siete mil alumnos, y teníamos mas de 45,000 niños en edad escolar (…)
Cuando la discusión ha venido, era, precisamente, cuando nuestra legislación escolar había
salvado el peligro, sujetando la escuela particular á la inspección de las autoridades
escolares, encargadas de exijir en ellas la enseñanza de todo lo que puede instruir y formar
un buen ciudadano—el idioma, la Geografía, la Historia, la constitución nacional, como está
ordenado que se haga, incurriendo los infractores de tan acertadas disposiciones, en penas,
que pueden ir hasta la multa pecuniaria y la clausura de la escuela.
¿Las escuelas italianas se han desarrollado de tal manera, que la subvención extranjera y el
fomento que le prestan las asociaciones italianas, han aumentado su número y el de sus
alumnos, de tal modo que estas alarmas de la prensa se justifiquen y puedan excitar
justamente el amor propio nacional más susceptible? De ninguna manera.
Oigase bien lo que vamos á decir!!! El adelanto, desarrollo y cuidados que se han llevado á
las escuelas por la legislación y las autoridades escolares, ha detenido por completo el
desenvolvimiento de las escuelas particulares, de tal manera, que ellas cuentan hoy, las
verdaderamente particulares, menos alumnos que los que las frecuentaban en 1.881, como
hemos de demostrarlo en artículos sucesivos, siendo de notar que las escuelas italianas, de
siete mil alumnos que las frecuentaron en los tiempos en que la escuela pública no era
debidamente atendida, han bajado á mil seiscientos alumnos que las frecuentan hoy.
La República Argentina ha entrado de lleno, por su legislación escolar, por los recursos
que destina al sostén de sus escuelas, por el cuidado que presta en llevar á ellas el material y
textos apropiados, que facilitan y perfeccionan la enseñanza, por la acción inteligente de
inspectores diplomados en toda la República, por la mejora de sus horarios, y, en fin, por la
adopción de programas destinados á desarrollar más y mejor el conocimiento de nuestro
país, en la ancha vía que le señalan los pueblos más adelantados en las cuestiones relativas
al desarrollo de la inteligencia de sus hijos y que llevan la delantera en la civilización y el
progreso. Es por eso que todo lo apropia y asimila, y como ellas hace de la educación de sus
hijos, de la formación de su carácter, la primera de sus necesidades, el más trascendental de
sus deberes (…).

16
Para comprender la vida cotidiana

Desde ahora anunciamos, y el tiempo lo dirá si en ello tenemos razón o no, antes de dos
años el Consejo Nacional de Educación adquirirá por compra los edificios que poséen las
diferentes asociaciones italianas en que funcionan sus escuelas.
Se ha de permitirnos dudar de este acendrado amor a su patria por parte de los italianos,
que voluntariamente la abandonaron, que han formado en lo general una familia en nuestro
país, en el que han encontrado una fortuna y han nacido sus hijos, que al cumplir los 12
años son los más exaltados argentinos.

17
Para comprender la vida cotidiana

¿HUBO UNA REACCIÓN NACIONALISTA EN EL CENTENARIO?

Irene Marrone

“¿Habéis visto un final de fiesta? cuando el alba


empieza y la luz del sol va inundando el salón
iluminado por las arañas y los candelabros? Los
rostros cansados, las ojeras, las fatigas del cuerpo
y una vaga fatiga del alma.” Rubén Darío8

1910 fue en Buenos Aires un momento de fuerte construcción de la “memoria


nacional”. La inquietud por la identidad no era novedad para las elites político
intelectuales en nuestro país; pero en aquél Centenario de la revolución de Mayo se
expresó como reacción nacionalista frente a un proceso de modernización, inmigración
y secularización que algunos evaluaron excesivo.
Ya desde el cambio de siglo era perceptible cierto malestar, como si algo no hubiera
salido de acuerdo a lo planeado. Al principio la reacción fue de nostalgia, por los
tiempos pasados (ubi sunt); pronto el enojo se depositó sobre lo que juzgaban “in-
conducta del aluvión inmigratorio”. Se quejaban de su afán materialista, su falta de
patriotismo y desinterés por las cuestiones públicas expresadas, por ejemplo, en su baja
participación en las fiestas patrias.9 Pero fue el conflicto de clases durante la ola de
huelgas de 1902, el momento en el que la reacción estalló como actitud defensiva y
xenófoba con pedidos de castigo contra los agitadores anarquistas y extranjeros que en
adelante y a merced de la nueva Ley de Residencia serían fácilmente expulsados. Para
1910, la polarización social ya era abierta y directa. En esos días, luego que el congreso
votara el estado de sitio, se vio a grupos de jóvenes de clase alta atacar duramente
algunos centros e imprentas anarquistas, a trabajadores extranjeros y a judíos indefensos
y lo llamativo fue que tal violencia se ejerciera en nombre de la restauración de valores
patrióticos adormecidos. El estado de sitio y la Ley de Defensa social con pena de
muerte incluso para reprimir la protesta contra el gobierno, sin distinguir a naturales o a

8
Rubén Darío (1867-1916) poeta nicaragüense vivió en Buenos Aires a mediados del noventa. Su
poética inaugura el modernismo cultural, movimiento literario que aparece en América antes que en
España y expresa un gesto de autonomía cultural. En contraste con los tópicos del positivismo -que
encumbra la verdad, la ciencia- el modernismo enaltece la belleza, en oposición a la utilidad, a los valores
pragmáticos y materialistas del vulgar burgués de la modernidad enaltece al poeta. en Terán, Oscar,
Historia de las ideas en la Argentina. Diez lecciones iniciales 1810-1980), Bs.As., Siglo veintiuno, 2008.
pág. 155-191.
9
Se recordaba la gran participación popular que había antes, cuando muchos salían en tono jocoso y
carnavalesco a festejar las "fiestas mayas" (del mes de mayo). Si hasta introdujeron "batallones infantiles"
para incentivar la presencia, por eso empezaron a desfilar los Asilos de Niños Huérfanos en las fiestas
patria, tal como hacían los franceses para conmemorar su centenario de la revolución francesa en París.
En Bertoni, Lilia Ana: “Construir la nacionalidad. Héroes, estatuas y fiestas patrias, 1887-1891”. En
Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani”, Tercera Serie, núm. 5, 1er.
Semestre de 1992, pág. 80.

18
Para comprender la vida cotidiana

extranjeros, fue el contexto en el que emergió la revisión del ideario racionalista y


progresista de la generación anterior. 10
Y al connotar negativamente al inmigrante, se produjo una inversión en la valoración
de los términos “civilización” y “barbarie” del proyecto de Sarmiento y Alberdi. La
antigua “barbarie” denigrada se trasmutó ahora en fuente de identidad nacional. Nación
y Patria se volvieron nociones en conflicto, sufriendo importantes resignificaciones
simbólicas; al cosmopolitismo y fe en el progreso indefinido se le superpuso un
verdadero fervor patriótico; la mirada se volvió hacia el interior del país, se tornó
benévola hacia el pasado colonial; la hispanofobia de generaciones anteriores trocó en
amor y reconocimiento a la madre patria; lo criollo, el gaucho y el campo como
reservorio de tradiciones y virtudes propias, eclipsó al “crisol de razas”.
Para nacionalizar y contagiar de patriotismo a las generaciones venideras apartándolas
del conflicto de clases, algunas figuras políticas e intelectuales como Leopoldo
Lugones, Manuel Gálvez y Ricardo Rojas11 aconsejaron todo un programa de
recuperación y restauración histórica de las glorias pasadas. Las fechas patrias como el
25 de mayo fueron reinventadas y especialmente conmemoradas como punto cero de la
epopeya nacional. En la escuela, en la milicia, y también a través de la movilización
política se instituyó un importante ritual patrio -con banderas argentinas, escarapela,
cantos, marchas patrióticas y el himno nacional- destinado a legitimar la superioridad
de las elites “criollas” y a la vez homogeneizar y disciplinar a la población sospechada
ahora de incapacidad para ejercer ciudadanía plena en la república verdadera.
Huelga decir que tal reacción nacionalista e historicista no alcanzó en aquél Centenario
para revertir el modelo y gestar un cambio entre las elites dominantes. Se impuso, por el
contrario, profundizar el proceso de modernización hacia adelante, democratizar la
estructura política, ampliar la ciudadanía e incluir a la nueva plebe urbana de los hijos
de inmigrantes a través del voto universal masculino y obligatorio. La crisis de
posguerra y el posterior derrumbe mundial del ´30 volverán a dar la oportunidad para
que emerja con mayor desarrollo un movimiento que habrá de retomar el sentido de
aquella reacción conservadora que se expresó en los festejos del primer Centenario de la
revolución de Mayo.

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. ¿Puede considerarse esta primera gran crisis de la modernidad en 1910 como una
“reacción nacionalista”? Fundamente.

10
La “Generación del Ochenta” es la responsable de haber puesto en marcha al Estado Nación tomando
como modelo los lineamientos del proyecto civilizatorio de Sarmiento y Alberdi, y de la Ilustración.
11
Una serie de ensayos debaten por la definición de la nacionalidad desde perspectivas defensivas en el
Centenario. Ricardo Rojas por ejemplo, en un informe encargado por el Mº de Justicia e instrucción
Pública desarrolla un programa de nacionalismo historicista como propuesta de integración para una
sociedad cosmopolita. En Rojas, Ricardo: La restauración nacionalista. Informe sobre educación,
Buenos Aires, Mº de Justicia e Instrucción Pública, 1909.

19
Para comprender la vida cotidiana

Para el historiador contemporáneo Fernando Devoto el "surgimiento de un movimiento


nacionalista" ya desde 1880: "Haciendo un balance, el momento del ochenta parece
reunir aisladamente todos los prerrequisitos que varias de las tipologías de los
historiadores europeos suelen requerir para el surgimiento de un movimiento
nacionalista. Primero, la idea de amenaza y el concomitante tema del otro (o del
enemigo) y la necesidad de definir o exaltar ante él una identidad específica; luego, una
cierta noción de decadencia que enmarca la búsqueda de soluciones activas (como la
recuperación de un espíritu patriótico u originario) para revertirla. Sin embargo todos
estos rasgos, como todas las iniciativas tendentes a resolver la "cuestión" nacional ahora
descubierta, no llegarían a plasmar en un conjunto coherente. No constituyeron ni un
movimiento unívoco, ni de amplitud suficiente como para sostener un cambio concreto
de las políticas públicas ni tampoco de las ideologías dominantes."12

FUENTES
a) Legislación

Ley Nº 4144/1902. Residencia de extranjeros:


Artículo 2º- El Poder Ejecutivo podrá ordenar la salida de todo extranjero cuya
conducta comprometa la seguridad nacional o perturbe el orden público.
Artículo 3º- El Poder Ejecutivo podrá impedir la entrada al territorio de la República de todo
extranjero cuyos antecedentes autoricen a incluirlo entre aquellos a que se refieren los
artículos anteriores.

Ley Nº 7029/1910. Defensa social reglamentando la admisión de extranjeros en el


territorio argentino:
Capítulo I
Art. 1º- Sin perjuicio de los dispuesto en la ley de inmigración, queda prohibida la
entrada y admisión en el territorio argentino de las siguientes clases de extranjeros:
a) Los que hayan sufrido condenas o estén condenados por delitos
comunes que según las leyes argentinas merezcan la pena corporal;
b) Los anarquistas y demás personas que profesan o preconizan el ataque
por cualquier medio de fuerza o violencia contra los funcionarios públicos o
los gobiernos en general o contra las instituciones de la sociedad;
c) Los que hayan sido expulsados de la República, mientras no se derogue
la orden de expulsión.
Art. 7º- Queda prohibida toda asociación o reunión de personas que tenga por
objeto la propagación de las doctrinas anarquistas o la preparación o instigación a
cometer hechos reprimidos por las leyes de la Nación, y la autoridad local
procederá a la disolución de las que se hubiesen formado e impedirá sus reuniones.

12
En Devoto, Fernando; Nacionalismo, fascismo, tradicionalismo en la Argentina moderna; Bs.As.; Siglo
XXI, 2002.

20
Para comprender la vida cotidiana

Art. 8º- Las sociedades, asociaciones, o las personas que deseen celebrar una
reunión pública, sea en locales cerrados o al aire libre, deberán solicitar
previamente autorización a la autoridad local, la que deberá prohibir dicha reunión
si ella tuviere por objeto alguno de los propósitos enunciados en el artículo
anterior.
Capítulo III
Art. 12º- El que verbalmente, por escrito o por impresos o por cualquier otro medio
haga públicamente la apología de un hecho o del autor de un hecho que la ley prevé
como delito, sufrirá la pena de 1 a 2 años de prisión.
Art. 13º- El que con el objeto o la intención de cometer un delito contra las
personas o la propiedad o para infundir público temor, suscitar tumultos o público
desorden, fabrica, transporta o guarda en su casa o en otro lugar dinamita u otros
explosivos de efectos parecidos, bombas, máquinas infernales u otros instrumentos
homicidas o de estrago, o bien substancias y materias destinadas a la fabricación o
composición de tales objetos, será castigado con la pena de 1 a 2 años de prisión.
Art. 15º- El que por los medios indicados en el artículo anterior intente destruir o
destruya en todo o en parte un edificio o construcción de cualquier naturaleza,
sufrirá la pena de 10 a 15 años de presidio. Si el hecho se comete en el asiento de
asambleas políticas o administrativas o en otro edificio público destinado al uso
público, en edificios habitados o destinados a habitación, en talleres industriales o
almacenes o depósitos de materias inflamables o explosivas, la pena será de 15 a 20
años de presidio. Si por causa del delito previsto en el presente y en el antecedente
artículo se ha puesto en peligro la vida de las personas la pena será de 20 años
hasta tiempo indeterminado. Si se produjese la muerte de una o más personas, la
pena será de muerte.
Art. 16º- El que por los medios indicados en el artículo 14 comete un hecho directo
contra las personas, será castigado con presidio de 20 años a tiempo indeterminado.
Si se produjese la muerte de una o más personas, la pena será de muerte.
Art. 25º- El que por medio de insultos, amenazas o violencia intentase inducir a una
persona a tomar parte de una huelga o boicot, será castigado con prisión de 1 a 3
años, siempre que el hecho producido no importe delito que tenga una pena mayor.
Art. 28º- Cuando los reos de los delitos a que se refieren los artículos citados en el
artículo anterior sean ciudadanos argentinos naturales o naturalizados será un
accesorio de la pena la pérdida de los derechos políticos y el retiro de ciudadanía

b) Fragmentos de textos 13

Cuenta Manuel Gálvez en “El diario de Gabriel Quiroga”, 25 de mayo de 1910:


“Las violencias realizadas por los estudiantes incendiando las imprentas anarquistas,
mientras echaban a vuelo las notas del himno patrio, constituyen una revelación de la más
trascendente importancia. Ante todo esas violencias demuestran la energía nacional (...) y

13
Manuel Gálvez, Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones reúnen un conjunto de rasgos comunes, nacieron
en 1880, provenían de familias patricias del interior, llegaron jóvenes a Buenos Aires. Para el centenario
ya eran escritores, periodistas, tenían buenas relaciones con los gobiernos a través de comisiones
públicas.

21
Para comprender la vida cotidiana

enseñan que la inmigración no ha concluido todavía con nuestro espíritu americano pues
conservamos aún lo indio que había en nosotros.”

Cuenta Ricardo Rojas en La restauración nacionalista. Bs.As., Mº de Justicia e


Instrucción Pública. 1909:
“El cosmopolitismo en los hombres y las ideas, la disolución de viejos núcleos morales, la
indiferencia para con los negocios públicos, el olvido creciente de las tradiciones, la
corrupción popular del idioma, el desconocimiento de nuestro propio territorio, la falta de
solidaridad nacional, el ansia de riqueza sin escrúpulos, el culto de las jerarquías más
innobles, el desdén por las atas empresas, la falta de pasión en las luchas, la venalidad del
sufragio, la superstición por los nombres exóticos, el individualismo demoledor, el
desprecio por los ideales ajenos, la constante simulación y la ironía canalla –cuanto define
la época actual- comprueban la necesidad de una reacción poderosa en favor de la
conciencia nacional y de las disciplinas civiles.”

Dice Leopoldo Lugones en El payador, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1916:


“Cuando nuestros gauchos se regocijan con el poema que a los cultos también nos encanta,
es porque unos y otros oímos pensar y decir cosas bellas, interesantes, pintorescas, exactas a
un verdadero gaucho. Pero seamos justos con el pueblo rural. El fue quién comprendió
primero, correspondiendo a la intención del poeta, con uno de esos éxitos cuya solidez es
otra grandeza épica. Naturalmente exento de trabas preceptistas sabía por instinto que la
descripción de una existencia humana, no es u puro recreo lírico; que las miserias, las
asperezas, la prosa de la vida, en fin, forman parte de la obra, porque el héroe es un hombre
y sólo a causa de estos nos resulta admirable. De tal modo el gaucho Martín Fierro tomó
pronto existencia real. He oído decir a un hombre de la campaña, que cierto amigo suyo lo
había conocido; muchos otros creíanlo así; y no sé que haya sobre la tierra gloria más
grande para un aritista. Es esa la verdadera creación, el concepto funcional de los tipos
clásicos. Así vivían los héroes Homéricos cuyas hazañas cantaba el aeda en el palacio de los
reyes y en la cabaña de los pastores. Todos los entendían, a causa de que representaban la
vida integral. “

c) Título de algunos cortos argumentales realizados para el centenario.


La revolución de Mayo (Mario Gallo 1910), La creación del himno (Mario Gallo, 1910), La
revista del centenario (Julio Alsina 1910), Facundo Quiroga, (Julio Alsina 1909), Cielo
centenario (Julio Alsina 1910), La batalla de Maipú (Mario Gallo 1912), Mariano Moreno la
revolución de Mayo (Enrique García Velloso, 1915)

22
Para comprender la vida cotidiana

TANGO Y VIDA COTIDIANA EN LOS AÑOS TREINTA

Guido Giorgi

Entre dos golpes de Estado, el primero el 6 de septiembre de 1930 (primera interrupción


tras 50 años de continuidad del sistema político) y el ocurrido el 4 de junio de 1943,
tiene lugar lo que desde el sentido común se conoce como la “Década Infame”14.
La aceptación inmediata de este mote brinda indicios del imaginario social de gran
parte de la sociedad de esa época en relación a la larga década del treinta: el fraude
político y la proscripción como mecanismos de conservación del poder del híbrido
régimen liberal autoritario de la Concordancia, sumado a los numerosos casos de
corrupción, redundó en un descreimiento generalizado en los partidos tradicionales y el
sistema político en general (James, 1990: capítulo 1). En términos más amplios, la
hegemonía del horizonte de sentido construido por las elites dirigentes liberales en la
Argentina desde 1880 se había quebrado; esta es la expresión local de un fenómeno
mundial, la explosión del consenso mundial en torno al liberalismo decimonónico que
Cristián Buchrucker ha llamado Crisis Ideológica Mundial (Buchrucker, 1987)
De esta manera, se produce un vacío de certezas, que da lugar a luchas por el sentido.
Ante esta crisis de identidades, los nacionalismos emergerán con fortaleza,
conformando un imaginario nacional modernizador en lo económico a la vez que
conservador en lo político (al menos hasta 1943), y con un importante peso de lo
católico.
Es en este contexto de crisis de sentido que el tango, expresión popular porteña,
experimenta una época de oro.
Marginal y orillero en sus orígenes, el tango es, a imagen de laal igual que la
Argentina, producto del entrecruzamiento de diversas culturas de inmigrantes.
Practicado casi exclusivamente por las clases bajas del sur de la ciudad de Buenos
Aires, las clases dominantes lo tenían por vulgar, la iglesia católica lo condenaba y las
autoridades lo prohibieron por incitar al escándalo.
Hacia el Centenario, los hijos de las clases dominantes que visitaban los prostíbulos y
salas del baile popular toman contacto con el tango, y previa consagración en los
salones de baile de Paris, el tango trascendió estos espacios “invisibles” e “indeseables”.
En los años siguientes, en gran parte por obra de la vasta popularidad de Carlos Gardel,
el tango se incorporó al conjunto de expresiones legítimas del mundo cultural, formando
parte del circuito comercial de grandes discográficas y cinematográficas.
14
El título de “Década Infame” proviene del libro homónimo escrito en 1945 por José Luis Torres,
periodista e historiador nacionalista que adhiere al peronismo.

23
Para comprender la vida cotidiana

Sin embargo, el tango mantuvo esa marca de nacimiento derivada de la marginalidad,


de ser la voz de sectores de inmigrantes y trabajadores y no de la “alta” sociedad. Como
en ningún otro momento de la historia argentina, su auge en la década del 1930 está en
parte vinculado con su carácter contestatario. Entre los poetas de mayor éxito se
encuentran Enrique Cadícamo, Celedonio Flores, Enrique Santos Discépolo, algunos de
cuyos tangos constituyen un repertorio de denuncias sobre la situación social,
económica y política, las mismas que dan fuerza de verdad social al mote “Década
Infame”.
Junto al contenido, la forma hace al carácter contestatario del tango: las letras con claro
contenido social se ven potenciadas en su marginalidad por el uso del lunfardo,
vocabulario de sinónimos que se opone al castellano oficial. La asociación con el delito,
los bajos fondos daban al lunfardo un carácter peyorativo. De esta manera, el tango
consiste en decir lo que no se debe, de la manera en que no se debe.
El ensayismo es otra de las expresiones culturales que ocupa el lugar de crítica social
en la década de 1930. En El hombre que está solo y espera [1931], Scalabrini Ortiz
describe al hombre de Corrientes y Esmeralda como solitario y alienado, que “se busca
afanosamente a sí mismo”. Martínez Estrada denuncia en La cabeza de Goliath [1940]
los males de la desproporcionada metrópolis que es Buenos Aires: la velocidad, la
tortura, la intrascendencia y superficialidad de la existencia urbana del porteño. Ambos
contribuyen a la renovada discusión sobre la identidad nacional, en la que intelectuales
católicos tendrán su papel en la reacción nacionalista característica de dichos años.
Ernesto Palacio, César Pico, Manuel Gálvez y los hermanos Irazusta son algunos de los
nombres más importantes en estos debates.
Sin embargo, más allá del aporte a la comprensión de su época, y del éxito de ventas
del ensayismo (por ejemplo, las cuatro reimpresiones en menos de un año de El
Hombre que está solo y espera), éste no tendrá la capacidad de penetración popular que
sí tiene el tango.
Por ello, hemos compilado una serie de letras de tango en las que se pueden rastrear
diversas problemáticas relevantes en el imaginario social de la época.
El descreimiento en la política aparece en Quevachaché [1926]. Escrita por Enrique
Santos Discépolo, la crisis de valores se expresa en la primacía del dinero ante las
banderas del militante, la conciencia e incluso Dios. También del mismo autor,
Cambalache [1935], pieza ya clásica que ha trascendido hasta convertirse en una
referencia que se actualiza en momentos de crisis de valores; por ello ha sido prohibida
por todos los gobiernos militares desde 1943. En este caso, la principal preocupación es
la inversión de valores básicos. La misma referencia a la anomia de valores está
presente Al mundo le falta un tornillo [1932] de Enrique Cadícamo; el poeta da cuenta
de las dificultades económicas que sufrían los trabajadores, y logra transmitir la
sensación de ruptura, de quiebre, apelando con ironía a soluciones propias de la era
industrial. Por último, la penetración del imaginario católico aparece ya desde el título
del tango Al pie de la Santa Cruz [1933] de Mario Battistella. Esta pieza da cuenta de la

24
Para comprender la vida cotidiana

persecución que los gobiernos de turno emprendían contra el movimiento obrero, y


marca la vinculación orgánica entre gobierno y los empresarios.

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. Reconstruya brevemente la trayectoria de Enrique Santos Discépolo y Enrique


Cadícamo en el ámbito público.
2. En términos generales, ¿cuál es la relación entre las esferas políticas y culturales en
la época? Vincular con la participación de intelectuales y escritores en el debate
sobre la identidad nacional.
3. Establezca vínculos entre el tango y los diversos tipos de nacionalismos descriptos
por Buchrucker. En su opinión, ¿qué tópicos enumerados por Buchrucker pueden
rastrearse en los tangos seleccionados?
4. ¿Cuáles son las reacciones de los diversos gobiernos entre 1930 y 1945 hacia el
tango?

FUENTES

Quevachaché (1926)
Letra y música: Enrique Santos Discépolo
Piantá de aquí, no vuelvas en tu vida.
Ya me tenés bien requeteamurada.
No puedo más pasarla sin comida
ni oírte así, decir tanta pavada.
¿No te das cuenta que sos un engrupido?
¿Te creés que al mundo lo vas a arreglar vos?
¡Si aquí, ni Dios rescata lo perdido!
¿Qué querés vos? ¡Hacé el favor!.

Lo que hace falta es empacar mucha moneda,


vender el alma, rifar el corazón,
tirar la poca decencia que te queda...
Plata, plata, plata y plata otra vez...
Así es posible que morfés todos los días,
tengas amigos, casa, nombre...y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la sopa:
la panza es reina y el dinero Dios.

¿Pero no ves, gilito embanderado,


que la razón la tiene el de más guita?
¿Que la honradez la venden al contado
y a la moral la dan por moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a dos pesos moneda nacional?
Vos resultás, -haciendo el moralista-,
un disfrazao...sin carnaval...

¡Tirate al río! ¡No embromés con tu conciencia!

25
Para comprender la vida cotidiana

Sos un secante que no hace reír.


Dame puchero, guardá la decencia...
¡Plata, plata y plata! ¡Yo quiero vivir!
¿Qué culpa tengo si has piyao la vida en serio?
Pasás de otario, morfás aire y no tenés colchón...
¿Qué vachaché? Hoy ya murió el criterio!
Vale Jesús lo mismo que el ladrón...

Al mundo le falta un tornillo (1932)


Letra: Enrique Cadícamo - Música: José María Aguilar
Todo el mundo está en la estufa
Triste, amargao, sin garufa,
neurasténico y cortao...
Se acabaron los robustos...
si hasta yo que daba gusto
¡cuatro kilos he bajao!

Hoy no hay guita ni de asalto


Y el puchero están tan alto
que hay que usar un trampolín...
si habrá crisis, bronca y hambre
que el que compra diez de fiambre
hoy se morfa hasta el piolín

Hoy se vive de prepo


y se duerme apurao
Y la chica hasta Cristo
se la han afeitao

Hoy se lleva a empeñar


al amigo más fiel,
nadie invita a morfar...
todo el mundo en el riel,

Al mundo le falta un tornillo,


¡que venga un mecánico!
pa'ver si lo puede arreglar.

¿Qué sucede? Mama mía...,


se cayó la estantería
o San Pedro abrió el portón...
La creación anda a la piñas
y de puro arrebatiña
apoliya hasta el colchón...

El ladrón hoy es decente,


y la fuerza se ha hecho gente,
ya no tiene a quién robar...
Y el honrao se ha vuelto chorro
porque en su fiebre de ahorro
él se "afana" por guardar

26
Para comprender la vida cotidiana

Al mundo le falta un tornillo,


¡que venga un mecánico!
pa' ver si lo puede arreglar.

Al pie de la Santa Cruz (1933)


Letra: Mario Battistella - Música: Enrique Delfino
Declaran la huelga,
Hay hambre en las casas.
Es mucho el trabajo
y poco el jornal
y en ese entrevero
de lucha sangrienta
se venga de un hombre
la ley patronal.

Los viejos no saben


que lo condenaron
pues miente piadosa
su pobre mujer,
quizás un milagro
le lleve el indulto
y vuelva en su casa
la dicha de ayer.

Mientras tanto,
al pie de la Santa Cruz
una anciana desolada
llorando implora a Jesús:
"Por tus llagas que son santas,
por mi pena y mi dolor
ten piedad de nuestro hijo.
¡Protégelo, Señor!"

Y el anciano, que no sabe ya rezar,


con acento tembloroso
también protesta a la par:
"¿Qué mal te hicimos nosotros
pa'darnos tanto dolor?"

Y a su vez dice la anciana


"¡Protégelo, Señor!".
Los pies engrillados,
Cruzó la planchada...

La esposa lo mira,
quisiera gritar. Y el pibe inocente
que lleva en los brazos
le dice llorando
"Yo quiero a papá".

Largaron amarras
y el último cabo

27
Para comprender la vida cotidiana

vibró al desprenderse
en todo su ser.

Se pierde de vista
la nave maldita
y cae desmayada
la pobre mujer.

Cambalache (1935)
Letra y música: Enrique Santos Discépolo
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.

Que siempre ha habido chorros,


maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.

Pero que el siglo veinte


es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolcaos en un merengue


y en el mismo lodo
todos manoseados.

Hoy resulta que es lo mismo


ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.

No hay aplazaos ni escalafón,


los ignorantes nos han igualao.

Si uno vive en la impostura


y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto,


qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...

Mezclao con Stravisky

28
Para comprender la vida cotidiana

va Don Bosco y La Mignon,


Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...

Igual que en la vidriera


irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.

Siglo veinte, cambalache


problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!

No pienses más; sentate a un lao,


que ha nadie importa si naciste honrao...

Es lo mismo el que labura


noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...

BIBLIOGRAFÍA

Buchrucker, Cristian, Nacionalismo y peronismo. La Argentina en la crisis ideológica


mundial, 1927-1955, Buenos Aires, Sudamericana, 1987.
Donatello, Luis Miguel, (2007) “Conflictividad política y conflictividad religiosa en la
Argentina moderna: procesos de “teologización” de la política” en Sí, somos
americanos, Volumen VIII, N°: 1, Universidad Arturo Prat, Santiago de Chile, pp.
83-104.
James, Daniel, Resistencia e integración. El peronismo y la clase obrera argentina
(1946-1976), Buenos Aires, Sudamericana, 1990. Capítulo 1.
http://www.todotango.com/

29
Para comprender la vida cotidiana

INCLUSIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES


DURANTE EL PRIMER PERONISMO

Daniela Ruiz

En su ascenso al poder el peronismo encuentra un contexto urbano que había


experimentado cambios notables en un corto período de tiempo. No sólo los empleos
habían aflorado y la ciudad crecido en consecuencia, sino que esto había repercutido en
la composición de las familias, principalmente en la reducción numérica a su interior,
que más allá del discurso fomentando el crecimiento de la natalidad no parecía haberse
visto modificado.
Las mujeres habían comenzado su ingreso en el mercado laboral a comienzos del siglo
XX. Hacia 1947 representaban el 20% de la población ocupada, concentrándose sobre
todo en el área servicios y en la producción textil y alimenticia. El ámbito de la fábrica,
que siempre había sido considerado como el ámbito masculino por excelencia, aquél
desde el cual el varón podía cumplir con el papel de proveedor que la sociedad le tenía
reservado, comenzaba a verse inundado por las mujeres, esa porción de la población que
había sido relegada al cuidado del hogar: "en el modelo ideal de familia nuclear con
clara división del trabajo entre géneros, no debería haber mujeres trabajando fuera de su
hogar. Sin embargo, la imagen de un grupo doméstico mantenido por un solo salario fue
pocas veces alcanzado en la práctica, especialmente por las clases trabajadoras"
(Jelin,1994: 26). Esto permitiría comprender, en parte, que el sueldo de las mujeres
trabajadoras fuera históricamente inferior al de sus compañeros masculinos, ya que se
planteaba en tanto complemento del ingreso familiar. En todo el espectro político el
trabajo femenino fue visto en forma negativa: desde los sectores más conservadores, ya
que minaba la composición armoniosa de los hogares; desde los sectores de la
izquierda, porque expresaba las aristas más crueles de la explotación capitalista.
Durante el primer peronismo esta imagen negativa pareció revertirse, al investir de
dignidad el trabajo de las mujeres fuera del hogar: ahora trabajaban porque querían;
eran ellas las que salían -por un rato- del hogar para llevar adelante desde la fábrica, los
hospitales, las escuelas no sólo a sus familias sino también, en un juego especular, al
país. Sin embargo, más allá de este papel protagónico en la esfera pública del trabajo, su
lugar privilegiado continuaba siendo el doméstico: los valores femeninos estaban
centrados, principalmente, en la virtud, el cariño, la moral. La formación del nuevo
ciudadano comenzaba en el hogar. De esta manera, el gobierno "tuvo, respecto de la
mujer, una actitud en tensión: un apoyo sustancial de las bases políticas provenía de
mujeres trabajadoras, pero desde lo ideológico se las invitaba a permanecer en el ámbito
del hogar" (Moreno, 2004:270).

30
Para comprender la vida cotidiana

Al ampliar las bases sindicales y fomentar la participación, el peronismo le dio un


impulso a la sindicalización de las mujeres, que había comenzado tímidamente de la
mano de los anarquistas y socialistas15. Los derechos civiles ya habían registrado una
ampliación hacia las mujeres, así como los sociales por medio de la legislación y la
ampliación de derechos laborales (que iban desde la protección de la maternidad de la
mujer trabajadora hasta mejoras otorgadas a las familias del trabajador). Ante esta
inclusión en el ámbito económico, la desventajosa situación de las mujeres en relación a
los varones en lo referido a la inclusión en el plano político quedaba en evidencia, y fue
así que el tema del sufragio femenino, que llevaba años ya en las agendas de los
movimientos de mujeres tanto del país como del mundo, tomó un lugar en la discusión
parlamentaria que no había tenido desde el debate de ampliación del sufragio hacia las
mujeres en 1932. "Las fuerzas que sostuvieron a Juan Domingo Perón habían prometido
que se sancionaría el sufragio de las mujeres, y con esa promesa inauguró el período de
sesiones de 1947" (Barrancos, 2007:143). El papel de Eva Perón fue decisivo,
principalmente para acelerar el tratamiento de la ley, cuya promulgación cambiaría la
vida de las mujeres argentinas desde ese momento, al obtener acceso, al menos
formalmente, a la ciudadanía política.
Los movimientos sufragistas y de liberación de la mujer no estuvieron de acuerdo con
la promoción de dicha ley. Conformados por mujeres de las familias más tradicionales
del país, por intelectuales de renombre o por socialistas, su visión del papel de la mujer
entraba en conflicto con la promulgada por el gobierno.
Las fuentes presentadas a continuación permitirán ampliar dicho panorama.

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. ¿Cuál era la extracción social de estas mujeres? ¿De qué manera participaban en el
escenario social?
2. ¿Qué modelos diferentes de mujer dejan traslucir sus textos y sus acciones en el
plano político? ¿Qué intereses representa cada modelo?
3. ¿Es posible plantear diferentes modelos de país a partir de lo anteriormente
expresado? ¿Por qué?

FUENTES

Alicia Moreau de Justo – Juana C. de Columbo, Comité Socialista Nacional Pro


Sufragio Femenino (1932)
1. Si la concesión de los derechos políticos a la mujer se debe a un alto concepto de justicia
social, si se quiere por ella realizar la democracia integral y no la unilateral que tenemos, si
15
Esta participación no debe leerse como un símbolo de debilidad de las mujeres, ya que participaron en
numerosas huelgas y reclamaron desde su condición de trabajadoras derechos que no habían sido
reconocidos con anterioridad. La menor participación numérica y, por ende, la menor repercusión de sus
acciones se entiende dentro del marco de un mercado laboral dominado por varones y, en consecuencia,
sindicalizado por ellos.

31
Para comprender la vida cotidiana

se quiere igualmente que el ejercicio del sufragio vincule más estrecha e inteligentemente la
mujer a nuestro progreso general, el voto le debe ser concedido con la misma amplitud con
que lo ejerce el hombre.
2. Consideramos que las razones que existen para hacer obligatorio el voto para el hombre
imponen esta condición para la mujer. Si así no fuera el uso de este derecho no llegaría
nunca a ser para ella el instrumento de mejoramiento económico y de emancipación moral
que esperamos que sea para nosotras, como lo es para las millares de mujeres que en el
mundo, encuentran por esa vía el modo de hacer pesar su opinión, defender sus derechos y
devolver su propia personalidad.16

Eva Perón, Primer discurso oficial (1946)


La mujer del presidente de la República, que os habla, no es más que una argentina más, la
compañera Evita, que está luchando por la reivindicación de millones de mujeres
injustamente pospuestas en aquello de mayor valor en toda conciencia: la voluntad de elegir,
la voluntad de vigilar, desde el sagrado recinto del hogar, la marcha maravillosa de su
propio país. Esta debe ser nuestra meta. Yo considero, amigas mías, que ha llegado el
momento de unirnos en esta fase distinta de nuestra actividad cotidiana. Me lo indican
diariamente la inquietud de vuestros pensamientos y la ansiedad que noto cada vez que
cruzamos dos palabras.
La mujer argentina supo ser aceptada en la acción. Se está en deuda con ella. Es forzoso
establecer, pues, esa igualdad de derechos, ya que se pidió y obtuvo casi espontáneamente
esa igualdad de los deberes. El hogar, esa célula social donde se incuban los pueblos, es la
argamasa nobilísima de nuestra tarea. Al hogar estamos llegando y el hogar de los
argentinos nos va abriendo sus puertas, que son el corazón ansioso del país. Todo lo hemos
supeditado, repito, al fin último y maravilloso de servir. Servir a los descamisados, a los
débiles, a los olvidados, que es servir –precisamente- a aquellos cuyos hogares conocieron el
apremio, la impotencia y la amargura. Del odio, la postración o la medianía, vamos sacando
esperanzas, voluntad de lucha, inquietud, fuerza, sonrisa. .(…) La mujer debe afirmar su
acción, la mujer debe votar. La mujer, resorte moral de un hogar, debe ocupar su sitio en el
complejo engranaje social de un pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en
grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del concepto de
la mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el
mínimo de sus derechos. (…) En los hogares argentinos del mañana, la mujer, con su agudo
sentido intuitivo, estará velando por su país al velar por su familia. Su voto será el escudo de
su fe. Su voto será el testimonio vivo de una esperanza, de un futuro mejor.17

Victoria Ocampo, Carta a Silvina Ocampo (en Cartas de Victoria Ocampo, 1976)
…En cuanto a lo que pensás sobre el feminismo, lo comprendo. Pero, ¿qué otro remedio
queda frente a la realidad? Yo soy feminista. Contrariamente a lo que afirmás, no tengo la

16
Extracto de una carta enviada a la Cámara de Diputados con motivo del tratamiento del proyecto de ley
del sufragio femenino. Extraído de Barrancos (2002:120-121)
17
Fuente:
<http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/ascenso_y_auge_del_peronismo/el_voto_femenino.php>
. La ley 13.010 de Sufragio femenino puede consultarse en:
<http://www.pjbonaerense.org.ar/peronismo/nuestra_obra/ley_voto_femenino.htm>.

32
Para comprender la vida cotidiana

impresión de haber hecho por las Letras lo que he tratado de hacer por la mujer. La suerte de
la mujer ha sido una preocupación continua en mi vida y si no lo he demostrado mejor, lo
lamento. (…)
Durante el reinado de Evita (que se mofaba de las feministas y las ridiculizó en La razón de
mi vida, y que impuso el voto femenino no por ser una medida justa, sino por motivos de
conveniencia política) también protesté públicamente. Supongo que sabrás que pasé un mes
en el Buen Pastor. Pero este reformatorio no me reformó.
Para mí hoy RIEN NE VA PLUS, como en la ruleta. No tengo ya nada que perder ni que
ganar.
Me parece injusto que me acusés de no haber hecho por la mujer todo lo que hubiese podido
hacer. Lo he hecho de acuerdo con mi manera de ver las cosas. Siento de veras haber
fallado, si es que he fallado como vos decís. Pero no ha sido por falta de voluntad. Eso no18.

BIBLIOGRAFÍA

Barrancos, Dora (2002) Inclusión / Exclusión. Historia con mujeres. Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica
Jelin, Elizabeth (1994) “Familia: crisis y después”, en Wainerman, Catalina (Comp.),
Vivir en familia. Buenos Aires, Losada
Lobato, Mirta Zaida (2007) Historia de las trabajadoras en la Argentina: 1869-1960.
Buenos Aires, Edhasa
Moreno, José Luis (2004) Historia de la familia en el Río de la Plata. Buenos Aires,
Sudamericana.

18
Puede encontrarse una versión digital del Cartas de Victoria Ocampo en:
<www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=528804>

33
Para comprender la vida cotidiana

VIDA COTIDIANA Y “JUVENTUD” EN LOS AÑOS SESENTA

Luis Miguel Donatello

Los años sesenta, según Eric Hobsbawm (1994), se caracterizan por la irrupción de la
cultura “juvenil” como paradigma de la movilización política. Pero esto no era
estrictamente algo “nuevo”: la “juventud” como categoría política posee sus
antecedentes en las reacciones antiliberales europeas de entreguerras. Frente al “viejo
mundo burgués”, diferentes utopías de sesgo “anti-iluminista” y “antiliberal” recurrían a
la imagen de la “juventud” como horizonte. Sin embargo dicha representación - la
juventud como valor positivo - no tenía un correlato morfológico: recién después de la
Segunda Guerra Mundial a partir de avances científicos como la penicilina, las tasas de
mortalidad infantil decrecieron lo suficiente como para generar un hecho demográfico
conocido como “Baby Boom”: esto conducirá a que en los años ´60 haya en el mundo
muchos “jóvenes”.
No obstante, este fenómeno demográfico en la Argentina no se corroboró: como bien
demuestra Susana Torrado19 (2000), las mujeres argentinas generaron una serie de
tácticas autónomas frente a las políticas natalistas impulsadas por el Estado, la Iglesia
Católica y la sociedad política - espacios que, desde distintos sentidos y en pos de la
imagen de una “Argentina Potencia”, buscaban inhibir toda forma de prevención de la
natalidad -. De este modo, sí bien en nuestro país las tasas de mortalidad infantil
decrecieron, los nacimientos se mantuvieron singularmente por debajo de la media
mundial.
A pesar de ello, la “juventud” como valor, también se constituyó en un rasgo de época
en nuestro país.
Leamos atentamente el siguiente párrafo escrito por el ensayista Juan José Sebreli a
mediados de los ´60, describiendo las mutaciones societales que venían desarrollándose
desde la década anterior:
“La vieja clase media se adapta mal a esta nueva modalidad, ha demasiados sacrificios como
para decidirse a dilapidar sus esforzados ahorros, está demasiado acostumbrada a la
estrechez, al hambre a medias, a administrar sus escasos bienes con avaricia, a aprovecharlo
todo hasta lo último a base del remiendo, la compostura, el parche, el zurcido, la pequeña
mentira, el agujero tapado por con un bordado. Pero en cambio, sus hijos, niños o
adolescentes durante la época de prosperidad del peronismo, que han llevado por
consiguiente una vida fácil, consentidos por sus padres - quienes no ha querido privarlos de
todo lo que les faltó a ellos -, son los primeros en acostumbrarse a tirar las cosas cuando
19
Torrado, Susana en el diario Clarín el 27/02/2000 en la cual sintetiza de manera cabal los principales
rasgos de la dinámica demográfica de la Argentina en el siglo XX. La versión digital puede
encontrarse en: <http://www.clarin.com/diario/2000/02/27/i-02001d.htm>

34
Para comprender la vida cotidiana

están rotas, en trastocar la mentalidad del ahorro por la del gasto, de la conservación por la
del cambio. Surge así durante la década del 50 un tipo humano específico conocido en el
folklore local con el nombre de “petitero” (por ser su primer lugar de reunión el Petit Café
de Santa Fe y Callao), especie de “teddy boy” mucho más inofensivo que el inglés, y que
como aquél, adopta el consumo ostensible característico de las clases altas con las que trata
de mezclarse, y es desdeñado no obstante, por el auténtico “niño bien”. El “petitero” no vive
en el Barrio Norte, por cuyas calles se pasea ufano; su zona ecológica es Caballito, Flores,
Floresta, Villa del Parque, barrios típicos de la clase media adinerada. De las galerías de
Caballito y Flores surge también el hábito de caminar arrastrando mocasines como forma
adolescente del consumo ostensible de zapatos. Las formas de ostentación de estos
adolescentes se reducen, casi exclusivamente, a la vestimenta.
En la década del 50, los sacos exageradamente cortos y los pantalones estrechos,
constituyeron un signo de distinción con respecto a los muchachos de barrio […] En la
década del 60 los sacos se alargan y se imponen los pantalones Oxford. Los adultos, por su
parte, se adaptan a estas modas tornadizas establecidas por los adolescentes, lo mismo que
sus cortes de pelo y sus modales, contrariamente a lo que ocurría en otros tiempos en que el
adolescente trataba de parecerse al adulto. Correlativamente en la cultura de masas […]
predominan los elementos juveniles, adolescentes, que en otras épocas no hubieran podido
jugar sino un papel secundario: los ídolos de la década del 60, son los bailarines y cantantes
de rock y twist: Palito Ortega o Johny Tedesco, versiones porteñas de Elvis Presley o Paul
Anka.
Esta irrupción, antes desconocida, del mundo juvenil trae como consecuencia un cambio en
las relaciones familiares. La juventud se vuelve un valor en sí y la experiencia de los adultos
ya no sirve en un mundo que evoluciona rápidamente”.

Sebreli, Juan José (1965) Buenos Aires. Vida cotidiana y alienación, Buenos Aires,
Ediciones Siglo XX

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

1. La descripción antecedente ¿a qué tipo de registro se remite? ¿Es un texto científico


o una descripción impresionista? ¿Cuál es su validez cómo fuente?
2. ¿Qué tipo de debate puede reconstruirse a partir de la mencionada referencia? ¿Con
quiénes, qué y porqué está discutiendo? Es decir, ¿Qué significa, en 1965, afirmar lo
que el autor afirma?
3. ¿Quién era - es decir, como sujeto “social e históricamente” situado - y qué
expresaba Juan José Sebreli20?
4. Según su punto de vista, y tomando siempre en cuenta la Bibliografía y las clases
teóricas y prácticas de la materia: ¿Cuáles pueden ser las explicaciones de que, sin
que haya habido en la Argentina un “Baby Boom” de posguerra, “lo juvenil” se
convierta en un “valor cultural”? ¿Qué consecuencias políticas tuvo este rasgo?

20
Para reflexionar en torno a esta pregunta puede consultar el estudio preliminar del libro de Beatríz
Sarlo (2001) Batalla de las ideas (1943-1973), Buenos Aires, Ariel, que figura en la Bibliografía optativa
de la materia.

35
Para comprender la vida cotidiana

5. ¿Cómo relacionaría este párrafo con la célebre afirmación de Pierre Bourdieu “La
juventud no es más que una palabra”21? ¿Qué opina al respecto?

BIBLIOGRAFÍA

Hobsbawm, Eric (1994): Extremes. The short twentieth century 1914-1989, Michael
Joseph Ltd, Londres [Edición en castellano Historia del siglo XX, Grijalbo-
Mondadori, 1998, Traducción de Juan Faci, Jordi Ainaud y Carme Castells, pp. 290-
312)
Sarlo, Beatríz (2001): La Batalla de las ideas (1943-1973), Buenos Aires, Ariel.
Sebreli, Juan José (1965): Buenos Aires. Vida cotidiana y alienación, Buenos Aires,
Ediciones Siglo XX

21
Entrevista realizada a Pierre Bourdieu por Anne-Marie Métailié, publicada en el libro editado en 1978
Les jeunes et le premier emploi, París, Association des Ages. Se publicó en Castellano bajo el título “La
juventud no es más que una palabra” en la selección de artículos de Pierre Bourdieu (2002) Sociología y
Cultura, México, Grijalbo, pp. 163-173. Se puede consultar la edición digital en la url:
<http://mail.udgvirtual.udg.mx/biblioteca/bitstream/123456789/1867/2/La_juventud_no_es_mas_qu
e_una_palabra.swf>

36
Para comprender la vida cotidiana

“LA CLASE OBRERA ES LO MEJOR. BURGUESES: ATRÁS, ATRÁS!”

Florencia Luchetti

“Flanqueado por Salvador Allende y por Osvaldo


Dorticós Torrado, Héctor Cámpora prestó juramento
presidencial. El mandatario chileno, que encabezaba una
transición pacífica al socialismo, y el presidente cubano,
colocado en el Gobierno por la revolución marxista-
leninista de Fidel Castro, encarnaban ese día en el plano
simbólico los temores de ciertos sectores sociales y
políticos y las esperanzas de otros. Los cantos de guerra
que identificaban a los segundos, en su estridencia,
debieron estimular la inquieta meditación de los
primeros.”22

El 11 de marzo de 1973, a seis años y medio del golpe de estado de 1966, se


celebraron elecciones. Eran las primeras de carácter nacional en las que participaba el
peronismo luego de dieciocho años de proscripción. Según el análisis realizado por
Sidicaro,23 los postulados favorables a la distribución del ingreso y al intervencionismo
estatal obtuvieron cerca del 80% de los votos.24 Tomando en consideración la
coincidencia programática de las dos principales fuerzas contendientes, la cifra
esgrimida puede ayudar a describir el panorama político-ideológico de aquellos años.
En el mismo sentido, merece destacarse el compromiso electoral asumido por Fernando
de la Rúa, Senador electo por la Capital Federal por la UCR, quien propuso luchar: “por
la emancipación económica del país: hay que romper la cadena de los imperialismos y
los monopolios. Debe nacionalizarse el comercio exterior de carnes y granos. Queremos
que sean nuestras las fuentes de energía”.25
El interés por la independencia no parece haber sido exclusividad de alguna de las
fuerzas políticas en pugna. En los años precedentes, cuando las perspectivas de
participación política estaban aún vedadas y reprimidas, improvisadas salas de cine
proyectaban clandestinamente La hora de los hornos, película realizada para intervenir
de manera directa en un escenario político ampliado en virtud de su forzada estrechez.
Su diagnóstico se presentaba como inequívoco:
“Lo que caracteriza a los países latinoamericanos es su dependencia. Dependencia
económica, dependencia política, dependencia cultural. Primero España, después Inglaterra,
hoy Estados Unidos. La historia de nuestros países es la historia de un interminable saqueo
22
Sidicaro, Ricardo (1993), La política mirada desde arriba. Las ideas del diario La Nación. 1909-1989,
Buenos Aires: Sudamericana, pág. 371.
23
Sidicaro, op. cit.
24
El porcentaje se obtiene de la suma de los votos emitidos a favor del FREJULI (49,6%), la UCR
(21,3%) y la Alianza Popular Revolucionaria (7,4%), cuyas propuestas programáticas concordaban en los
puntos aludidos.
25
UCR: Solicitada en La Nación, 11-4-1973, pág. 11, en Sidicaro, op. cit, pág. 360.

37
Para comprender la vida cotidiana

colonial. Sin independencia económica no hay independencia política. José Martí decía: el
pueblo que quiera ser libre, que lo sea primero en negocios. En la dependencia no hay
ninguna forma posible de desarrollo”26
La consigna Liberación o dependencia parece así formar parte de una época27 iniciada
en 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana y la institucionalización de la
revolución como objeto de discurso. Este proceso latinoamericano adquirió en
Argentina características propias: luego del golpe de estado de 1955 la experiencia de la
resistencia peronista otorgó ciertas especificidades al objeto revolución. La
radicalización político-ideológica se produjo en nuestro país de modo simultáneo a la
peronización de los sectores medios, proceso generado en parte por las medidas
represivas implementadas por la autodenominada Revolución Argentina.28
Los años sesenta se destacan entonces por las estrategias de desperonización
emprendidas por los sucesivos gobiernos civiles y militares. Pueden pensarse, siguiendo
a Gramsci, como un período en el cual se asiste a un desdoblamiento en las funciones de
dominio y de dirigencia, un consecuente incremento del despliegue de la fuerza para
sostener el orden social y la conformación de un principio alternativo de hegemonía.
“Pero mucho no duraron las flores en el balcón” 29: si hacia finales de la década del
sesenta, especialmente en torno a las experiencias abiertas por el Cordobazo, fue
definiéndose la militancia política revolucionaria y en los primeros setenta las acciones
guerrilleras podían despertar apoyo o simpatía en sectores importantes de la población,
hacia fines del año 1975 este proceso se había revertido considerablemente, como
consecuencia de una fuerte política represiva y del creciente militarismo por parte de las
organizaciones políticas armadas, al cual quedó subordinada la estrategia más
directamente política.30 Las formas y condiciones de ese repliegue social, producido en
un lapso de tiempo que resulta tan breve a la mirada actual, no deja de interrogarnos,
aún cuando experiencias ligadas al temor y al desencanto puedan arrojar algunas claves
interpretativas.
Las fuentes presentadas son heterogéneas: imágenes gráficas (una publicidad de un
programa de televisión y una propaganda gubernamental) y un extracto de una carta
familiar de un militante peronista. La propuesta de trabajo consiste en poner en relación
textos de diferente composición a fin de acercarse a una comprensión del período de
referencia, a partir de la comparación y el análisis interpretativo. Luego de la
observación y lectura del material presentado, responda los interrogantes y realice las
siguientes actividades:

26
Voz en off La Hora de los Hornos, Primera Parte: Neocolonialismo y Violencia.
27
La noción de época como entidad temporal y conceptual supone la existencia de unas condiciones
históricas para el surgimiento de un objeto de discurso, remite por lo tanto a la existencia de un “campo
de lo que es públicamente decible”. Gilman, Claudia (2003). Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas
del escritor revolucionario en América Latina. Buenos Aires: Siglo XXI, pág. 36
28
Gillespie, Richard (1998). Soldados de Perón. Los Montoneros. Buenos Aires: Grijalbo.
29
Zitarrosa, Alfredo, “Diez décimas de saludo al público argentino”. Disco Zitarrosa 74, editado en
Buenos Aires en el año 1974.
30
Gillespie, op. cit.

38
Para comprender la vida cotidiana

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

 ¿De qué se habla en cada una de las fuentes? ¿Quién emite el discurso? ¿A quién
está dirigido? ¿Qué mecanismos se utilizan? ¿Qué elementos comunes y qué
diferencias encuentra?
 ¿Puede establecer relaciones entre ellas?
 ¿Puede identificar un "objeto de discurso", algunas nociones que remitan a "lo
públicamente decible"? ¿Considera que hay disputa en torno a esta categoría?
 ¿De qué manera se entrelazan, se suponen o se excluyen los ámbitos público y
privado?
 Ordene cronológicamente las fuentes presentadas. Justifique la ubicación de las
mismas.

FUENTES
a) Imágenes

Publicidad del
programa
televisivo
“Dígale si a Tato”.
Revista Gente

39
Para comprender la vida cotidiana

Revista Canal TV.


"Y la solución es para el país.
Significará encauzar
definitivamente a la nación en un
marco de libertad, de prosperidad
y de respeto mutuo. Y su voto -el
voto de millones de jóvenes que
elegirán por primera vez en
1973- testimoniará el paso
histórico de una generación que
desecha la violencia y opta por la
pacífica y limpia determinación
de las urnas. No puede haber
solución sin coincidencia. No
puede haber coincidencia sin una
juventud que se juegue en el gran
desafío que nos impone el futuro.
Por eso, use esta arma
desconocida. Elíjala para la
solución argentina".

b) Extracto de una carta familiar de un militante peronista:


Bs. As. 20 de agosto31
“BALSAMO SLOAN” calma dolores musculares, neurálgicos y articulares producidos
por….... que compré porque me duele la pierna izquierda cuando piso, así que esta noche
me friego bien porque hace 1 ½ día que me cuesta caminar. Esto me tira para abajo y me
saca las ganas de hacer cualquier cosa. El lunes te escribí una carta linda y esta no es una
carta entera porque le voy a agregar cosas todos los días. La radio me acompaña y Gerónimo
que vino (apareció) ayer y anteayer y jugamos al truco. Ayer fuimos a verlo a Adolfo a la
noche y nos quedamos a cenar (TORTILLA, ENSALADA y CARNE). El gordo está
trabajando bien y todavía no se casó. Dice que este momento es bueno para ir al cine,
charlar, salir y relacionarse más con los compañeros, a ese nivel porque a otro nivel el
“desensilla hasta que aclare”. Seguramente mañana te hablo por teléfono. Hasta mañana.

Bs. As. 23 de agosto


Este marcador tampoco sirve (…) Tocan el timbre: el plomero. Ya se fue el plomero, salí y
compré esta birome y café. No hace frío (11 hs.) pero hoy a las 8 cuando llegué (sábado)
tenía frío y no colgué la ropa. Perá32 que la cuelgo. Y ahora que colgué perá que me paso
bálsamo en la pierna. Puse café pero no me pasé bálsamo. Timbre: mi viejo. Interín (esto lo
31
El Manuscrito no consigna el año de referencia; no obstante el mismo puede deducirse a partir de una
lectura atenta.
32
Sinónimo y abreviatura del Pasado indef. del verbo esperar.

40
Para comprender la vida cotidiana

escribo mientras él va a comprar comida). En el ínterin puse agua c/ carne c/ cebolla c/ ajo):
SOPA.
¡¡MOMENTO POR MOMENTO!! ¡¡INSTANTE POR INSTANTE!! ¡¡SU VIDA
RELATADA PARA USTED!! En fascículos fácilmente coleccionables ¡SIN SECRETOS!
Ahora que me acuerdo esta carta iba a empezar con una cita en la calle, [¡uuhhh! el timbre:
ya compró], una cita en la “helechos e ideas” Nº 1 (Septiembre de 1973):
“…El orden y la estructura del mundo, sus valores, sus fundamentos mismos han entrado
en una fase de disolución acelerada y violenta. Un orden basado en la explotación ha
tocado sus límites: sus límites políticos porque ya ni hombres ni pueblos explotados aceptan
el destino que les fue asignado en ese orden; sus límites biológicos porque ha sometido a la
naturaleza a una destrucción casi irreversible; sus límites humanos porque sólo ofrece a los
hombres -también y quizá especialmente a las naciones superdesarrolladas- una vida
inhumana e irracional.
En el marco de esta situación la argentina se encuentra profundamente conmovida y
golpeada por la naturaleza excepcional del proceso que hoy protagoniza y que ha puesto a
cada argentino ante la ineludible exigencia de decidir –conciente y voluntariamente- su
ubicación histórica y política en la etapa que hoy se inicia”.

Bs. As. 24 de agosto


(…) Lo importante es que no se mezclen las ideas y los helechos y viceversa (con respecto
al editorial de arriba). Me salió un forúnculo en el brazo, ya lo estoy atacando con
“ESPADOL”. Hoy Peringo se casa con la gitana (…)
Una de Menem: la calle Bernardino Rivadavia -en La Rioja- se llama ahora Facundo
Quiroga. El Presidente del Instituto Bernardino Rivadavia, el ilustre “mulato traidor”, elevó
una nota al Gobernador de La Rioja hablando de cómo puede ser cambiar el nombre de un
prócer por otro, etc. protestando y pidiendo volver a la situación anterior al día tal (el día
que le pusieron F.Q.). Menem le contestó que no había problema, que no se debe cambiar el
nombre de un prócer por otro, etc. y que él contemplaría la situación anterior, siempre y
cuando quienes elevaban la nota utilizaran, a su vez, el mismo criterio-. Ahora resulta que
antes de llamarse Bernardino Rivadavia la calle se llamaba “Camino Real Juan Facundo
Quiroga”, así que los cagó- Bien.
Hoy es 26 de agosto. Anoche habló Cafiero por TV. Si cumple 1/10 de lo que dijo va a ir
muy bien. Hoy la CGT, 62 y PNJ dieron comunicados sobre cierta actitud o problema
interno en el Ejército, vamos a ver qué pasa. En el Congreso del Partido, en el Partido y en
el Estado (DIPUTADOS), bah, en todos lados, con ese tal Luis Rubeo, los diarios hablan de
una línea “democrática” dentro del Peronismo, de otra “verticalista”, somos nosotros, entre
otros, son los peronistas, y de otra neoverticalista (la que no es ni vertical ni antivertical o
democrática, la bosta de la paloma), o sea, entre los que quieren mandar ellos
(democráticos), los que quieren que mande Isabel, y los que quieren que no los manden los
otros, pero que tampoco los mande Isabel.
De entre todas estas líneas, no manda ninguna, se da el caso, por ejemplo, de que 4
congresales protestan y se retiran (los 4) del Congreso. Otro sector dice que no había
QUORUM, Calabró dice que hay que votar (yo no sé bien en qué anda ese tipo) y los que
están en contra que se elija por aclamación -el que grita más- aclamación es “unanimidad de
gritos” y hasta ahora lo que se eligió, se eligió así. Todo el que tiene un amigo que lo apoye,

41
Para comprender la vida cotidiana

ya tiene poder como para presionar. A todo esto, el Ejército está inquieto. Les pican las
manos ¿será que alguien está hablando de ellos?
La más radicalizada es Isabel que dijo: -me van a sacar muerta- y por suerte no habla ni
aparece en ningún lado (aunque diga -muchas gracias- en este momento va a sonar a: -pocas
gracias). Parece que los sueldos los van a pagar en cuotas porque no hay $, no hay mosca
(esta birome es del Ministerio, es muy dura) aunque si todavía hay POLILLAS. -La Ross
está cantando “Quereme tengo frío”- (…) ¿Me estaré apolillando? ¿O se estarán
reorganizando? Voy a tomar café. Ahora te voy a escribir una poesía que escribí en el
hospital:
Estalla en la Plaza
Un murmullo de voces
Salió
Y te venís abajo
Desde tu corazón en marcha
Que te revienta en el pecho
Te moja los ojos
Te mueve las manos
Le gritás
Porque él está ahí
Y vos estás acá
Porque lo ves
Porque te ve

Porque van a hablar los dos


Aunque haya tanta gente
Porque va a decir lo que sentís
Lo que sienten todos
Desde que de alguna manera
Lo conocieron

Hay muchos a tu alrededor


Pero ya no los mirás
Ni existen, los que están a su alrededor
Y tampoco él los mira

De repente dijo la palabra


-¡¡¡Compañeros!!!...
Y el trueno de las voces muere
Y los bombos se callan

Toda la tarde hace silencio

Por encima del viento


El sol se apaga

Entonces
El jefe habla con su Pueblo

42
Para comprender la vida cotidiana

VIDA COTIDIANA Y DICTADURA

María Soledad Catoggio

Los años 1940 y 1950, según Invernizzi y Gociol33, son años míticos para la industria
del libro en la Argentina: la bibliografía argentina era producto de exportación a
América Latina y a Europa. El 80 % de los libros que importaba España era producido
en Buenos Aires. En 1953 la producción de ejemplares ofrecidos en el mercado
alcanzaba el volumen de 51 millones con una tirada promedio de 11.000 ejemplares.
Los años 1960 y 1970 fueron a tono con esta ola expansiva. El crecimiento de las ventas
y de la distribución se conoció como el boom argentino, en sintonía con el boom
latinoamericano. Bestiario, de Julio Cortazar y Adán Buenos Aires, de Leopoldo
Marechal fueron dos íconos de venta en este período. Según los autores, el último pico
de comercialización de esta industria pujante fue 1974 con 50 millones de ejemplares
impresos y un tiraje promedio de más de 10.000 ejemplares.
En este escenario, la última dictadura militar significó un cimbronazo para la industria
editorial. La Sociedad Argentina de Escritores describe en una carta enviada al entonces
presidente de facto, Jorge R. Videla, el nuevo escenario marcado por: la escasa
participación de los autores argentinos en los catálogos, la desnacionalización de las
empresas, el descenso de las tiradas, las pérdidas de los mercados latinoamericanos y
español, la concentración del poder editorial, los altos costos de gravámenes, el cierre de
librerías, el repliegue de la oferta cultural nacional en general.
Las Fuentes que proponemos pertenecen a la saga de artículos de María Elena Walsh
que inauguró “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”, publicados en el suplemento
de Cultura y Nación del diario Clarín durante la última dictadura. Los fragmentos
citados corresponden a los artículos “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”,
publicado en Clarín, 16 de agosto de 1979 y “La Feria del Libro o La Casada Infiel”
expresa el límite de lo tolerable y es finalmente rechazada para su publicación en
febrero de 1980. Proponemos una comparación de los textos: ¿Por qué uno queda
dentro de los límites de “lo decible” y el otro fuera?

INTERROGANTES PARA REFLEXIONAR

A partir de la lectura de los documentos:


1. ¿Qué nexos de sentido pueden encontrarse entre los campos cultural, económico y
político?
33
Invernizzi H. y J. Gociol, Un golpe a los libros. Represión a la cultura durante la última dictadura
militar, Eudeba, Buenos Aires, 2002, pp. 57-58.

43
Para comprender la vida cotidiana

2. ¿Qué disensos y qué consensos se expresan respecto a las políticas implementadas


por el régimen militar?
3. ¿Quién era María Elena Walsh en 1980? ¿Cuál era su trayectoria? ¿Qué significa
que alguien con su derrotero pueda decir lo que dice?
4. ¿Cuáles eran los vínculos de la autora con Septimio Walsh34? ¿Qué la “hermana”
con Rodolfo Walsh? ¿Qué expresan estas redes de familia?

FUENTES

 Walsh, María Elena, “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”, en Desventuras en


el País- Jardín-de Infantes, Sudamérica, Buenos Aires, 1993:
“Si alguien quisiera recitar el clásico ‘Como amado en el amante/uno en otro residía’ por los
medios de difusión del País-Jardín, el celador de turno se lo prohibiría, espantado de la
palabra amante, mucho más en tan ambiguo sentido.
Imposible alegar que esos versos los escribió el insospechable San Juan de la Cruz y se
refieren a Personas de la Santísima Trinidad. Primero, porque el celador no suele tener cara
(ni ceca). Segundo, porque el celador no repara en contextos ni en significados. Tercero,
porque veta palabras a la bartola, conceptos al tuntún y autores porque están en capilla (…)
El celador, a quien en adelante llamaremos censor para abreviar, suele mantenerse en el
anonimato (…) no exhibe documentos, ni obras como exhibimos todos a cada paso. Suele
ignorarse su currículum y en qué necrópolis se doctoró.
(…) El productor-consumidor de cultura necesita saber qué pasa en el mundo, pero sólo
accede a libros extranjeros preseleccionados, a un cine mutilado, a noticias veladas, a
dramatizaciones mojigatas. Se suscribe entonces a revistas europeas (no son pornográficas
pero quién va a probarlo: ¿no son obscenas las láminas de anatomía?) que significativamente
el correo no distribuye.
El autor tiene derecho a comunicarse por los medios de difusión, pero antes de ser convocado
se lo busca en una lista como las que consultas las Aduanas, con delincuentes o
“desaconsejables”. Si tiene la suerte de no figurar entre los réprobos hablará ante un
micrófono tan rodeado de testigos temerosos que se sentirá como una nena lumpen a la mesa
de Martínez de Hoz: todos vigilan para que no se vuelque encima la sémola ni pronuncie
palabrotas (…).
Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o imaginamos.
Cuando el censor desaparezca ¡porque alguna vez sucumbirá demolido por una autopista!
estaremos decrépitos y sin saber ya que decir. Habremos olvidado el cómo, el dónde y el
cuándo y nos sentaremos en una plaza como la pareja de viejitos del dibujo de Quino que se
preguntan: ‘“¿Nosotros qué éramos…?’
El ubicuo y diligente censor transforma uno de los más lúcidos centros culturales del mundo
en un Jardín-de-Infantes fabricador de embelecos que solo pueden abordar lo pueril, lo
procaz, lo frívolo o lo histórico pasado por agua bendita. Ha convertido nuestro llamado
ambiente cultural en un pestilente hervidero de sospechas, denuncias, intrigas, presunciones y
34
Septimio Walsh fue un religioso de la congregación Marista, en 1963 creó el órgano del Consejo
Superior de Educación Católica (CONSUDEC) donde se desempeñó como presidente durante la última
dictadura militar. El CONSUDEC depende de la Conferencia Episcopal Argentina y está destinado a
representar los intereses de la educación católica argentina a nivel nacional.

44
Para comprender la vida cotidiana

anatemas. Es, en definitiva, un estafador de energías, un ladrón de nuestro derecho a la


imaginación, que debería ser constitucional.
La autora firmante cree haber defendido siempre principios éticos y/o patrióticos en todos los
medios en que incursionó. Creyó y cree en la protección de la infancia y por lo tanto en el
robustecimiento del núcleo familiar. Pero la autora también y gracias a Dios no es ciega,
aunque quieran vendarle los ojos a trompadas, y mira a su alrededor (…)
Que las autoridades hayan librado una dura guerra contra la subversión y procuren mantener
la paz social son hechos unánimemente reconocidos. No sería justo erigirnos a nuestra vez en
censores de una tarea que sabemos intrincada y de la que somos beneficiarios. Pero eso ya no
justifica que a los honrados sobrevivientes del caos se nos encierre en una escuela de monjas
preconciliares, amenazados de caer en penitencia en cualquier momento y sin saber por qué.
Es verdad que toda la censura no procede “de arriba” sino que, insisto, es un antiguo deporte
de amanuenses intermedios. Pero el catonismo oficial favorece –como humedad a los
hongos– la proliferación de meritorios y culposos. Unos recortan y otros se achican. Y entre
todos embalsamamos las mustias altas del cóndor de la República (…).
La autora “está muy cansada”, no por los recortes que haya sufrido porque volverán a
crecerle como el pelo y porque de ellos la compensa el infinito privilegio de integrar la
honorable familia de sus compatriotas, sino por compartir el peso de la frustración
generalizada. Porque es célula de todo un organismo social y no aislada partícula. Porque más
que la imagen del país en el exterior le importa y le duele el cuerpo de este país por dentro.
Y porque no es una revolucionario pero está muy cansada, no se exilia sino que se va a llorar
sentada en el cordón de la vereda, con un único consuelo: el de los zonzos. Está rodeada de
compañeritos e impecable delantal y conducta sobresaliente (salvo una que otra travesura).
De coeficiente aceptable, pero persuadidos a conducirse como retardados y, pese a su corta
edad, munidos de anticonceptivos mentales”.

 Walsh, María Elena, “La Feria del Libro o la Casada infiel”, en Desventuras en el
País- Jardín-de Infantes, Sudamérica, Buenos Aires, 1993:
“La Feria era una fiesta, pero ya no era la misma margarita. La aventura de autores y editores
fue gradualmente copada hasta transformarse en un pomposo aparato oficial, triunfante de
marchas oficiales y mustias conmemoraciones.

En fin, que cuando la llevamos al río creímos que era mozuela pero tenía marido . La Feria
se casó con el gobierno tras una serie de pases mágicos que por lo menos merecen el
homenaje de la perplejidad.
Los escritores, fantasmales o proscriptos para los gobernantes de toda época, se convierten
durante dos semanas en protagonistas de un evento que sirve, como el Carnaval, para
disimular la miseria cotidiana: la atrofia de nuestra cultura que apesta a cucharada parroquial,
a catecismo soviético, a cartilla de boys scouts. (…)
Resumiendo: ¡voto por la privatización de la Feria del Libro!. Solo sobre la base de una total
libertad de expresión y circulación de obras, ideas y autores, puede aceptarse un pacto de
“interés nacional”. El apoyo popular hace innecesaria la búsqueda de protección económica
que, por otra parte y hasta que se demuestre lo contrario, el gobierno no ofrece. De modo que
la Feria, como la costurerita, dio el paso sin necesidad. La mutua conveniencia será digna


Federico García Lorca: La casada infiel

45
Para comprender la vida cotidiana

sólo cuando la actual “apertura” se transforme en lo que debe ser: no una paulatina extensión
de permisos sino el respeto a la autonomía intelectual, sin pretextos ni condicionamientos.
No es que se piense que la Feria debió mantenerse intransigentemente soltera. Pudo casarse
con el Regimiento de Granaderos, porque esos soldados acarrearon los cajones de libros –y
no precisamente de autores conformistas- que acompañaron a San Martín en todos sus viajes
y campañas.
Libros que inspiraron nuestra emancipación y cuyos equivalentes actuales serían hoy vetados.
El fundador del Regimiento, y de la Patria, no se entretuvo en cerrar universidades sino en
abrir bibliotecas…costeándolas con su propio sueldo.
Digamos que la frase pronunciada por el oportuno colega Fernando de Elizalde, años antes de
este Proceso, ‘Los escritores somos un clavel en el ojal del gobierno’, resultaría apropiado
lema para esta 6ta Feria. No es en sí reprobable, solo algunos preferiremos hasta que aclare,
pernoctar discretamente en un florero.
Digamos que el día de mañana mis nietos puedan preguntarme, “Pero cómo, ¿no te enteraste
entones que la Feria se había casado con el gobierno?”, y yo deba responder: ‘Ay no, fijate
que estaba tan ocupada firmando libros que no me enteré, creí que seguía siendo mozuela’.
Estos despistes se suelen pagar muy caros, y el día menos pensado uno somatiza en esa parte
de su ser llamada conciencia.

‘¿Callaremos ahora para llorar después?’ 
Por ejemplo, a la hora del Juicio Final, cuando Tata Dios me pregunte: ‘¿Dónde están tus

hermanos Haroldo y Rodolfo , que no los he visto por la Feria?’, yo no sabré qué contestarle.
Y por ese pecado de ignorancia me mandará, derechita y humana al mismísimo infierno.
(Rechazada para su publicación en febrero de 1980)”



Rubén Dario: Los Cisnes
∗∗

Haroldo Conti y Rodolfo Walsh

46

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