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-Cuerda tensada:
Desde muy antiguo se sabe que una cuerda tensa, al pulsarla, emitiendo un sonido característico.
El sonido se produce cuando un objeto vibra. Por ejemplo, cuando una persona habla, el sonido que emite es producido
por las vibraciones de sus cuerdas vocales. Cuando tocamos un tambor, un pedazo de madera o de metal, una cuerda de
violín, etc., estos cuerpos vibran.
Parece ser que fueron los pitagóricos, o incluso el propio Pitágoras, quien descubrió que si esa cuerda se sujetaba por
la mitad, cada uno de las dos partes en que quedaba dividida la cuerda producía un sonido consonante (agradable al
oído) con el anterior, pero más agudo. Este sencillo pero importante hallazgo es el fundamento de la música.
La pregunta más importante, y justamente la que trataremos de responder en las siguientes páginas, es:
Como ves, el punto pulsado en la cuerda oscila verticalmente entre dos extremos: realiza un "sube y baja" conocido como movimiento
armónico simple, que es aquel que se obtiene cuando los desplazamientos del punto son directamente proporcionales a las fuerzas
causantes de este desplazamiento. La distancia que separa en cada momento el punto de su centro de equilibrio (cuerda en reposo) se
llama elongación y .
La elongación máxima, es decir, la mitad de la distancia entre los dos extremos, se llama amplitud A . Al número de
oscilaciones completas (dobles) que realiza por segundo se le llama frecuencia F , y su unidad es el hertzio (hz). Es
decir, cuando decimos que el punto oscila a 100 hz queremos señalar que realiza 100 oscilaciones completas por segundo.
La gráfica obtenida es una sinusoide, es decir, una curva basada en la representación de la función seno.
Para ser más exactos, la función correspondiente es: y = A sen [2p F t ] , donde A es la amplitud y
F es la frecuencia.
La variable dependiente y nos indica el valor de la elongación del punto al cabo de t segundos.
Al producto w t se le llama fase, porque determina en que "fase" del movimiento de "sube y baja" se
encuentra el punto.
Observa en la escena anterior que si T segundos es lo que tarda el punto azul en dar una vuelta
completa, es decir, lo que tarda en recorrer 360º, entonces en 1 segundo ha recorrido 360º / T grados.
Así, en t segundos recorrerá ( 360º / T ) t grados.
La presencia de un medio elástico (como el aire) permite que el movimiento del punto transmita su
vibración a otras partículas del aire hasta llegar a nuestro tímpano.
Por otra parte, la vibración también se transmite por la propia cuerda (que también es un medio elástico). De hecho, como veremos más adelante, la suma de
todas las vibraciones de los puntos determinará en la cuerda una vibración conjunta que es la que se transmite al aire.
La transmisión de energía al aire se llama onda sonora, y al movimiento conjunto de las partículas se le
conoce como movimiento ondulatorio.
No debes confundir onda sonora con ola. Las olas son también ondas, pero de otro tipo. Son ondas
transversales, lo que indica que el punto oscila perpendicularmente a la dirección de propagación de la
onda (como un corcho en el mar, al que las olas hacen subir y bajar). También son de este tipo las ondas
que se transmiten por la propia cuerda (y formarán, como veremos más adelante, las llamadas ondas
estacionarias).
Sin cambio, las ondas sonoras son ondas longitudinales, es decir, los puntos oscilan en la misma dirección
en que la onda se propaga (de la misma forma que una ficha de dominó derriba toda una fila de fichas o
que muelle se estira y encoge).
Resulta entonces que en un instante dado todas las moléculas del aire vibran
con el mismo movimiento armónico que el foco del sonido. Pero la vibración no
llega a la vez a todas las partículas, sino que tarda algún tiempo tx
dependiendo de la distancia x a la que se encuentre cada partícula del foco
en la cuerda vibrante.
A la distancia que hay entre una partícula y la más próxima "en fase" se
le llama longitud de onda.
-Términos utilizados
FRECUENCIA:
Vemos que el sonido es la vibración del aire, o de cualquier otra materia (agua, madera,
etc). De hecho, no puede darse el sonido a través del vacío.
-Transmisión de la onda
Como hemos visto, la función que nos ofrece el valor de la elongación de cualquier
punto en el movimiento ondulatorio depende de dos variables: el tiempo y la distancia.
Esto significa que el movimiento ondulatorio puede representarse gráficamente
mediante una superficie (dos variables llevan a dos dimensiones) en el espacio.
En la siguiente escena puedes ver esa superficie. Modifica la variable tiempo y observa
que, en cada momento, todos los puntos a igual distancia del foco están en fase, y que
los puntos situados a una longitud de onda de distancia también están en fase. Esta
doble periodicidad es la característica fundamental del movimiento ondulatorio.
La superficie vista en 3D
La onda sonora se transmite por el aire como una burbuja que se hincha en todas las
direcciones. En la siguiente escena puedes ver una representación de las
condensaciones y rarificaciones del aire a su paso. Observa que:
-Experimento de Pitágoras:
Realicemos ahora el experimento de Pitágoras. Cojamos la cuerda y dividámosla en dos
partes iguales.
Aunque los pitagóricos no conocían nada acerca de toda la teoría de los movimientos ya
descritos, tuvieron el brillante acierto de intuir que el sonido consistía en una serie de
golpes (en el aire), de forma que cuanto más rápidos (con mayor frecuencia) se
sucediesen los golpes más agudo sería el sonido. Al tocar a la vez una cuerda y su
mitad, explicaban que el sonido resultaba agradable porque la cuerda corta golpeaba al
aire exactamente dos veces más rápido que la cuerda larga, por lo que la llegada de los
golpes a nuestros oídos se producía en un orden esperado, sin sobresaltos, sin tensión.
Veamos qué sucede cuando dos ondas con la misma frecuencia se encuentran en fase:
INTERFERENCIA CONSTRUCTIVA
Veamos ahora qué sucede cuando dos ondas con la misma frecuencia se encuentran en
invertidas (desfasadas 180º una con respecto a la otra):
INTERFERENCIA DESTRUCTIVA
Una aplicación:
la cancelación del ruido.
La interferencia destructiva puede ser muy útil. Es muy
importante que el piloto de un avión oiga lo que sucede a
su alrededor, pero el ruido del motor representa un
problema. Por eso, los pilotos pueden usar unos
auriculares especiales conectados a un
micrófono que registra directamente el sonido
del motor. Un sistema en los auriculares crea
una onda inversa a la que llega a través del
micrófono. Esta onda es emitida, de forma que neutraliza
la primera. En los automóviles se está experimentando con un
sistema similar.
-Batidos afinación
¿Qué sucederá cuando dos ondas de diferente frecuencia se superpongan? Imagina,
por ejemplo, que dos instrumentistas tocan al unísono, produciendo ondas de la misma
amplitud. Pero uno de ellos emite una frecuencia de 440 Hz, mientras el otro la emite
de 450 Hz. En esta situación, no oirás un sonido constante. El volumen de los sonidos
combinados sube y baja.
En el ejemplo anterior, oirás 10 batidos por segundo, pues esa es la diferencia entre
450 y 440. Los músicos utilizan los batidos para conocer si el instrumento se
encuentra bien afinado. El músico escucha una frecuencia determinada (en la orquesta
suele ser de 440 Hz) y trata de ejecutar un sonido con exactamente la misma
frecuencia. La presencia de batidos le advertirá si el instrumento está fuera de tono.
Cuando el batido desaparece, el músico sabe que su instrumento está bien entonado.
Batidos
Observa ahora en la siguiente escena cómo se superponen las ondas que emite una
cuerda y su mitad. Fíjate en que las zonas de interferencia destructiva apenas
modifican la forma de la onda, lo que evita que percibamos el batido (este se produce
demasiado rápido).
Supongamos ahora que el segundo tono cambia a 309 pulsaciones por segundo. Harán
falta ahora 309 pulsaciones del segundo tono y 200 pulsaciones del primero para que
ambos vuelvan a coincidir en fase. Esto lleva 1 segundo. En este tiempo, la onda
combinada no se repetirá, de forma que el sonido nunca será el mismo en cada fracción
de segundo. Además, en este tiempo, surgirán multitud de batidos, que resultan
inquietantes al oído.
n T1 = m T2
O lo que es lo mismo, F1 / F2 = n / m
Cuanto más pequeños sean los enteros n y m, menor será el tiempo que tarda la onda
combinada en repetirse. Así que los resultados mejores se obtendrán cuando la
proporción entre las frecuencias de las ondas originales se pueda expresar como una
fracción de números enteros pequeños. Por ejemplo, 2:1 (octava), 3:2 (quinta), 4:3
(cuarta).
La escala usual se obtiene tomando las dos primeras como las mejores combinaciones
(octava y quinta) y repitiéndolas sistemáticamente hasta que vuelvan a coincidir.
Resulta entonces que 12 quintas equivalen (casi ) a 7 octavas.
Hemos visto que al dividir una cuerda por la mitad la frecuencia se duplica y que los
sonidos emitidos armonizan entre sí. Esta operación, dividir entre 2, la podemos
realizar varias veces. Así obtenemos cuerdas cada vez más pequeñas cuyos sonidos
armonizan entre sí. Decimos entonces que todas ellas emiten la misma nota, y a la
distancia sonora entre dos cuerdas consecutivas (en proporción 2:1) le llamamos
octava.
Por ejemplo, al sonido cuya frecuencia es 32'7 Hz le llamamos nota Do. Por tanto, la
cuerda mitad, y la mitad de la mitad, etc, emiten la misma nota Do. Para distinguir los
distintos Do, los numeramos. Entre un Do y el siguiente hay siempre la misma distancia
sonora: una octava.
-Armonicos
Cuando un objeto vibra, como por ejemplo una cuerda del piano, produce ondas
complejas, que son sumas de determinadas ondas simples.
Sin embargo, la cuerda del instrumento está sujeta por los extremos. La longitud de la
cuerda, así sujeta, determina la frecuencia con la que puede vibrar.
Imagina que oyes una flauta y después una trompeta emitiendo la misma nota. Puedes
distinguir fácilmente ambos sonidos. La razón es que aunque emiten la misma
frecuencia fundamental, emiten además otras frecuencias secundarias que se unen a la
primera con diferentes intensidades.
-Frecuencias
La presión atmosférica cambia muy lentamente, mientras que la presión sonora lo hace
muy rápido, alternando entre valores positivos (presión instantánea mayor que la
atmosférica) y negativos (presión instantánea menor que la atmosférica) entre 20 y
20.000 veces por segundo. Esta magnitud se denomina frecuencia y se expresa en
ciclos por segundo o hercios (Hz). Para reducir la cantidad de dígitos, las frecuencias
mayores que 1.000 Hz se expresan habitualmente en kilohercios (kHz).
No somos igual de sensibles a todas las frecuencias. Los sonidos musicales no pasan de
4.500 Hz, pues a partir de esta frecuencia el oído sólo percibe un pitido brillante. Por
el contrario, entre 20 y 4.500 Hz nuestro oído es capaz de distinguir sonidos con
frecuencias separadas por sólo 1 Hz.
Cada tipo de animal tiene un rango auditivo diferente. Es muy conocido el hecho que los
perros pueden sentir frecuencias más altas que nosotros, es decir, ultrasonidos.
Algunos animales, como los delfines, también usan las ondas ultrasónicas en una
técnica especial, llamada ecolocalización, que les permite situar objetos y otros
animales incluso en la oscuridad.
Nota: observa que la escala de frecuencias (en hercios) sitúa a igual distancia las sucesivas
potencias de diez. A este tipo de escalas se les llama escalas logarítmicas y se utilizan cuando
la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo es muy grande.
-Frecuencias múltiplos
Los instrumentos suenan a menudo con frecuencias múltiplos (armónicos) de una
frecuencia fundamental. Una de las claves de la consonancia reside en la coincidencia
de estos múltiplos.
Pero no todas las ondas sonoras son tan suaves. En la siguiente escena puedes ver y oír
otras formas de onda, con sus correspondientes funciones matemáticas. Observa que
el oído sólo aprecia los cambios que sufre la gráfica (si no hay variaciones, no se oye
nada).
Además, cuando la gráfica toma valores cercanos al cero durante bastante tiempo, se
produce el fenómeno llamado batido. Si la frecuencia es baja, oímos unos golpeteos. Si
es alta, un chirrido.
-Unbral de audición (decibelio):
Para establecer la escala del nivel de intensidad sonora, NI , tomamos como referencia la
intensidad más baja que, aproximadamente, nuestro oído puede percibir. Esta intensidad es de
10-12 vatio/m2 (umbral de audición, I0 ).
Ahora, a cualquier otra intensidad se le puede asignar el número que representa cuántas veces
hay que multiplicar por 10 para obtenerla a partir del umbral de audición. Matemáticamente,
esto significa aplicar el logaritmo decimal a la proporción entre la intensidad y el umbral de
audición:
La unidad asignada a este número se llama belio (en honor a A. Graham Bell, el inventor del
teléfono). Si consideramos la intensidad correspondiente al umbral del dolor (1 vatio/m2),
resulta que el nivel de intensidad sonoro que le corresponde es:
Comprobaremos, por último, que al duplicar la distancia a la fuente sonora, el nivel desciende 6
dB:
PRESIÓN SONORA
Cuando se produce un sonido, la presión del aire que nos rodea cambia levemente según
avanza la onda de propagación, aumentando y disminuyendo en pequeñas fracciones de
segundo.
La presión sonora tolerable es muy pequeña comparada con la presión atmosférica. Una
presión sonora mil veces menor que la atmosférica nos provocará dolor en los oídos e
incluso riesgo de pérdida auditiva.
En esta escala, 0 decibelios significa el valor de la presión más débil que nuestros
oídos pueden detectar. A partir de aquí, cada vez que la presión se multiplica por 10,
se añaden 20 decibelios al nivel. Por ejemplo, un sonido que ejerce una presión sonora
1.000 veces más grande que otro tendrá un nivel de presión sonora 60 decibelios
mayor.
Míralo de este modo: una subida de 6 dB equivale a multiplicar por 2 la presión sonora.
Así que 56 dB representa el doble de presión que 50 dB.
-Velocidad de propagación
No todas las ondas necesitan la presencia de un medio para
desplazarse.
Existe otro tipo de ondas, las ondas electromagnéticas (como las de radio o
televisión), que pueden viajar en el vacío. Las ondas que necesitan un medio,
como las ondas sonoras, se conocen como ondas mecánicas.
La velocidad con que se propagan depende del material que sirve como medio de
transporte. Cualquier alteración de las propiedades del material, como su
temperatura, densidad, etc., hace variar la velocidad de propagación.
Veamos qué ocurre, por ejemplo, en el aire. Cuando la temperatura del aire
aumenta, las moléculas disponen de más energía para moverse a mayor
distancia. Esto facilita la propagación de la onda.
Ecuación de propagación en aire: Al aumentar la energía de las moleculas, resulta que un aumento
proporcional de temperatura (en grados Kelvin) provoca un aumento proporcional del cuadrado de la
velocidad de desplazamiento. Esto facilita la propagación de la onda, que también aumentará
proporcionalmente:
Por mediciones, sabemos que a 0 ºC (273 ºK) la velocidad del sonido en el aire es de 331'6 m/s.Tomando
estos datos como iniciales, tenemos que:
En un medio frío, las moléculas se mueven más lentamente, lo que reduce la velocidad a
la que se transmite el sonido. Como ves en la siguiente tabla, la velocidad del sonido en
el aire aumenta aproximadamente 6 m/s cada 10 ºC.
Cuando un avión viaja más rápido que el sonido, las ondas sonoras emitidas por el avión
no pueden precederlo y se acumulan en forma de cono detrás de él. La presión en el
frente puede ser tan grande como para condensar el aire y formar una nube con la
misma forma que el frente de ondas.
-Reflexión y refracción
Cuando una onda viajando en un medio material se encuentra con un medio
más denso, además de la refracción se produce el fenómeno de reflexión, que
consiste en el rebote de la onda, devolviéndose al mismo medio.
La onda que vuelve al medio 1 (reflexión) conserva la misma longitud de onda que la
original. Pero debido a la diferente velocidad de la onda en ambos medios, la onda que
se introduce en el medio 2 (refracción) tiene distinta longitud de onda que la original..
Los sonidos rodean los objetos que son pequeños en comparación con la longitud de
onda. Un objeto que sea grande en comparación con la longitud de onda de un sonido
reflejará buena parte de este sonido. Estos reflejos se llaman eco. El hecho de que los
objetos reflejen el sonido ha sido aprovechado por el hombre en la navegación para
localizar los icebergs o el fondo, en la pesca comercial para encontrar grandes bancos
de peces, y en operaciones militares para determinar la posición de los submarinos.
Cuando un delfín viaja, por lo general mueve la cabeza lentamente a un lado y al otro,
hacia arriba y hacia abajo. Este movimiento es una especie de exploración global, que
le permite al delfín ver un camino más ancho frente él. Pero si le interesa un objetivo
pequeño, como por ejemplo un pez en medio del agua oscura, los movimientos
exploratorios de la cabeza se vuelven rápidos y espasmódicos. Las frecuencias bajas
tienen largo alcance pero no son direccionales, y los golpecitos de alta frecuencia
sirven para investigaciones de corto alcance y alta definición.
Cuando hay gradientes de temperatura (variaciones de temperatura entre dos zonas),
tal como sucede entre puntos distantes algunos cientos de metros, o que se
encuentran a diferentes alturas, el camino que sigue el sonido es curvilíneo en lugar de
recto. Esta es la razón por la cual nuestra percepción se confunde al intentar
determinar auditivamente por dónde está pasando un avión.
http://www.anarkasis.com/pitagoras/500_fisica/