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YO NO ME RESIGNO!

Estos últimos días cada vez que oigo las noticias en los medios de comunicación me cabreo
más, me explico. Resulta que los llamados “mercados” nos están asediando y acosando cada día
un poco más. Recapitulemos. Nos hemos gastado una cantidad enorme de dineros públicos en
reflotar y “salvar” determinadas entidades financiaras y corporaciones que fruto de la codicia y
maximización de los beneficios se han puesto y nos han llevado a una situación límite (bueno,
para ser sinceros todos en mayor o menor medida nos hemos pasado, ay!, el síndrome de nuevos
ricos). Por cierto, con una falta de regulación en el sistema que nos habían exigido desde
posiciones radicales en beneficio del “libre mercado” y “neoliberalismos” varios; que no son
liberales y sí muy viejos. Además de que habían ganado y siguen ganando dinero a espuertas,
ahora están salivando como el perro de Pavlov, y quieren mas.

El estado como consecuencia ha entrado en una situación de déficit insostenible que ahora
tenemos que corregir produciendo unos ajustes de caballo y financiando la deuda con unos
intereses cada día más desorbitados (a ganar más dinero ellos). Primero cayó Grecia, ahora
Irlanda, quizás Portugal… y por supuesto sigue España y luego puede ser Italia; han olido
sangre y van de caza; y claro hasta ahora se trataba de caza menor, pero ahora llegan las piezas
de caza mayor. ¿Es esto irreversible? ¿No podemos hacer nada?

Nos están arrebatando la democracia tan duramente conseguida a jirones. Porque los
gobernantes que yo elijo con mi voto ya no deciden sobre cuestiones fundamentales que afectan
a mi vida y al bienestar de los míos. Nos están imponiendo la reforma laboral, la reducción de
sueldos de funcionarios y demás. ¿Seguirán las pensiones y luego la sanidad, la educación…? la
dirección es cargarse la sociedad del bienestar. Y posiblemente hacer surgir nuevos
totalitarismos de mercado. Los beneficios son sólo para ellos, a los demás, a la sociedad ¡que
nos den! Y todo esto no se gestiona desde un parlamento o gobierno democráticamente
elegidos; lo imponen los “mercados”. Democracia versus mercado. Si esto que hay es el
capitalismo salvaje, el llamado capitalismo “de casino”, a denunciarlo, evidenciar su radical
injusticia y falta de sostenibilidad, y combatirlo con la razón, la inteligencia y la creatividad
ciudadana.

Pues yo no estoy dispuesto a resignarme. Y estoy convencido que hay que rebelarse
creativamente. Con iniciativas que surjan desde la ciudadanía. Porque desde la política con
minúsculas no nos proponen alternativas; se resignan a la pelea electoral cortoplacista; en una
situación realmente excepcional y de emergencia. Si acaso las diferencias se sitúan de nuevo en
el terreno de lo menos malo. Desde el gobierno acatando resignadamente “lo que hay” sin
liderazgo positivo, y desde la oposición, que se vaya Zapatero. Oigan, que ahora no toca eso.
Que en el 2012 ya veremos, en función de lo que se ha hecho hasta ahora y lo que ahora resulta
imprescindible hacer. Pero ahora es hora acuerdos básicos (tipo pactos de la moncloa) para
sacar la cabeza y prevenir lo evitable.

Propongo lo siguiente. Que desde abajo y con todas las posibilidades que nos da la red y las
nuevas tecnologías, lancemos una campaña urgente con el “yo no me resigno”. A corto plazo y
dada la situación de emergencia, antes de que nos hagan añicos, comprar deuda pública
española por parte de la ciudadanía de este país. Patriotismo cívico, el momento lo exige. En
este momento los “mercados” la están comprando a un interés del casi el 5%; pero no se
conforman y quieren más rentabilidad a nuestra costa. Pues vale! la compramos nosotros. Un
poquito cada persona, cada familia de los territorios de las Españas, hacen un mucho.
Imaginaros que compramos por valor de 500-1000€ cada familia media, eso es mucho dinero; y
además daría una señal potente a las entidades financieras y de ahorro en España y a los
mercados y la Comunidad Internacional. Por otra parte, no es un dinero que perdamos, sino que
le obtendremos buena rentabilidad (más de la que nos ofrecen los bancos ahora mismo por
cierto).
Que cómo lo financiamos los particulares, pues sigo proponiendo. Para estas navidades
reducimos el consumo superfluo (juguetes, comilonas), especialmente lo que importamos de
afuera. No pasa nada. Es más, sería saludable para nuestra salud y especialmente nuestra salud
mental. A los críos no les pasa nada porque este año tengan un regalo simbólico (en tiempos de
crisis excepcional); es más sería a mi entender altamente pedagógico. Bueno esto puede ser una
de las vías de obtener el ahorro. Evidentemente cada uno sabe cómo podría hacerlo. Y hay
mucho dinero negro por ahí en calcetines y colchones, y otros lugares también. Y para
redondear el asunto, dedicamos una parte aunque sea modesta del ahorro para contribuir a
financiar las organizaciones y asociaciones de solidaridad y trabajo con los más vulnerables,
que lo están necesitando como el agua de mayo con los recortes actuales.

Por supuesto esto es sólo corto plazo, para salir del atolladero en el que estamos. Con más
tranquilidad, poner en cuestión el actual sistema radicalmente injusto e insolidario, además de
no sostenible; y comprometernos a crear las bases de una democracia real más avanzada y una
sociedad bastante mejor. ¿PORQUÉ NO LO VES POSIBLE?

Podemos, queremos y debemos levantarnos contra la resignación!

Carlos Artundo Purroy


Sevilla, 23 de noviembre de 2010

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