EL SI de María

Anunciada por el Ángel, María se dijo esclava del Señor, su Dios, nuestro Dios. Fue
habitada por el Espíritu Santo y anidó en su seno al Hijo.
María reúne en su persona la Santísima Trinidad.
En la Voluntad del Padre, por obra del espíritu Santo, María engendró al Hijo.
María, Modelo, Educadora, llena de Dios, Elegida, Bendita, Amada por Dios, Ejemplo,
Sabiduría, llena del Espíritu Santo e instrumento del Señor en su Plan Divino de
Redimir al Hombre en Cristo. Su SI, abrió nuestras puertas a la Salvación, su
entrega hasta el final nos mostró la Fe verdadera.
Fue visitada por el Ángel (encuentro personal con el Señor), salió a Anunciarlo en su
visita a Isabel y Alabó al Señor en su Magnificant
Madre silenciosa, acompañó a su hijo en su encarnación, crecimiento, misión, dolor y
Gloria, sin abandonar su lugar a los pies de la Cruz.
Ella todo lo esperaba en el Señor, su corazón estaba en PAZ. Supo cuando decirle a su
Hijo que su hora había llegado en las Bodas de Caná y ponerse en su lugar cuando dijo
“hagan lo que EL les diga”. Sabía que su Hijo era su Señor.
Sabía que era instrumento del Padre, cobijo del Hijo y hábitat del Espíritu Santo.
Dios la eligió, la bendijo y la elevó como modelo, guía, nueva Eva, nueva Criatura.
Hoy, la veo ante Dios, suplicando, como Abraham por Sodoma, por nuestra Salvación.

María es Madre en el SI obediente y Libre. “Ella lleva a Cristo antes en su corazón que
en su Seno (San Agustín). “María dio Fe a las palabras del ángel y por la Fe concibió
y fue escogida para que, por su medio, naciera entre los hombres nuestra Salud. María
es bienaventurada porque oyó la palabra de Dios y la puso en práctica; por que más
guardó la verdad en su mente que en su seno” (San Agustín).

María es una figura central en el Plan Salvífico de Dios. En ella comienza la acción
definitiva de Dios en la Historia: la nueva Alianza.

Cristo nos entrega su Madre en la Cruz, y desde allí ella es Madre de todos los
Hombres. Es Madre de la Cabeza y de los Miembros, dice San Agustín.

Desde los pies de la Cruz y con la mirada hacia arriba, nos muestra como el Señor
nos quiere. El SI de María, nos abre un camino hacia el encuentro con el Señor y esta
dialéctica de Encuentro y Respuesta, se nos mostró como ejemplo. El Señor viene a
nuestro encuentro, pero necesita nuestro SI, nuestra entrega, para poder obrar en
nosotros.

María, Virgen oyente, escucha en silencio el anuncio del Angel, permite que Dios
hable y que La Palabra penetre en su corazón: muestra la Sabiduría de una mujer que
saber oír, callar, esperar, contemplar. El Angel espera su respuesta, se abre un diálogo,
Dios nos dá la libertad de responder. María se entrega, se hace esclava a la voluntad del
Señor. María, Virgen creyente, en su SI, es un acto de profunda Fe y entrega. María
se entrega libremente, se turba ante el mensaje y se permite con el más profundo
respeto al misterio del Señor, preguntar para comprender el mensaje. Pero la entrega es
total, libre a la Voluntad Divina, era un Misterio para ella y los es para toda la
humanidad.

María, Virgen servicial, comparte su alegría con su prima Isabel. Virgen

evangelizadora, salió a compartir la Buena Nueva.

María, Virgen orante, alaba y agradece al Señor. El Magníficant como broche de oro
al encuentro con Dios, María no duda cantar alabanzas al Señor: se alegra, reconoce su
pequeñez, muestra conocer las cosas de Dios y de su inmenso poder y amor
incondicional hacia los hombres.

María, con su SI, no solo se entrega voluntariamente a servicio de la Voluntad del

Señor, sino que nos mostró un Camino, un Modelo de encuentro con Dios, María sella
con el Altísimo el comienzo de una NUEVA ALIANZA. Hoy nos invita a unirnos a
ella en ALIANZA, para que nos moldear nuestro corazón para ser como ella criatura
agradable de nuestro Dios.

Valentina