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FACULTAD DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
SER SIRGULAR:
Tres experiencias de subjetividad política
Universidad de Antioquia
Facultad de Educación
Medellín
2010
“La razón poética es un procedimiento técnico para que surja el
milagro: la aparición de lo que el hombre es, que se nos ofrece
de una manera que ya no es racional o discursiva, sino intuitiva
y estética”
María Zambrano
AGRADECIMIENTOS
Pág.
RESUMEN 7
PRESENTACIÓN 8
1.2. JUSTIFICACIÓN 17
CAPÍTULO 3: ANTECEDENTES 37
CAPITULO 4: METODOLOGÍA
4.4 POBLACIÓN 54
Punk y contrainformación 57
5.1.1.1 Bruma 60
5.1.1.2 Nativo 62
5.1.2.1 Elías 71
BIBLIOGRAFÍA 102
ANEXOS 107
RESUMEN
El presente trabajo pretende dar cuenta de las subjetividades políticas de tres jóvenes,
dos hombres y una mujer, de la ciudad de Medellín que transitan por diferentes
espacios de resistencia política. Feminismo, punk, antimilitarismo, acciones directas
noviolentas y propuestas editoriales libertarias se recrean a través de narrativas;
radiografías de un contexto local, estéticas e ideologías que configuran las apuestas
políticas y existenciales de tres jóvenes contemporáneos que ponen su fuerza vital en la
creación de un mundo diferente al capitalismo y la guerra. La Razón Sensible y demás
rupturas epistemológicas de las teorías posmodernas permiten ahondar en sus
percepciones y sentimientos.
¿Quiénes son? Se trata de Bruma, Nativo y Elías, tres jóvenes de la ciudad de Medellín
que canalizan sus reivindicaciones a través de nuevos lugares de enunciación política.
Esta investigación explora en sus experiencias de participación política, inscritas en
espacios de resistencia que resisten al poder hegemónico expresado en el Estado, la
sociedad de consumo, la cultura patriarcal y militarista.
Ellos tienen una especial cercanía al arte y es a través de él por donde están
constituyendo sus subjetividades políticas. Sus reivindicaciones son heterogéneas y
están siendo expresadas desde estilos de vida alternativos que han configurado a
través de prácticas cotidianas de resistencia. La defensa del medio ambiente, la lucha
por una vida digna, el reclamo por la desmilitarización de los territorios, la búsqueda de
la libertad política y existencial, el cuestionamiento a la cultura patriarcal y hegemónica,
son algunas de las razones políticas que alimentan la configuración de subjetividades
alternativas a las propuestas por el modelo dominante en estos tres jóvenes.
Los jóvenes de hoy son cercanos a aquellos discursos posmodernos sobre el poder que
retornan al sujeto como punto de partida para la resistencia política: el “libérate de ti
mismo” se perfila como consigna de una nueva generación. Las resonancias de las
teorías feministas que han dado lugar a pensar el cuerpo y lo íntimo como primer lugar
político se expanden en nuevos discursos deconstruccionistas; las prácticas vinculantes
de una cotidianidad responsable con el medio ambiente se politizan cada vez más; la
premisa foucaultiana de “hacer de la vida misma una obra de arte” se constituye en un
rasgo de la identidad de muchos jóvenes que hoy caminan a la deriva de la máquina
homogeneizante. Como bien lo han señalado investigadores como Marta Marín y
Germán Muñoz (2002):
Por tanto, es la vida misma la que está en juego. Una clave importante si tenemos en
cuenta que Medellín sigue siendo una selva de cemento para los jóvenes. Muertes,
batidas ilegales, desempleo, miseria, exclusión y violencia se cruzan en una cartografía
urbana que al tiempo, y aunque parezca paradójico, alimenta en los jóvenes nuevos
modos de habitar y resistir la ciudad. El arte y las expresiones estéticas como canales
de expresión, siguen permitiéndonos leer el contexto social que envuelve a los jóvenes
de la ciudad y sus alternativas de resistencia. El teatro, las artes visuales y la música
nos hablan de un momento histórico marcado a fuego por la creciente militarización de
la ciudad y el avance de la violencia urbana en sus múltiples rostros.
“(…) como contrapropuesta, las acciones que despliegan los jóvenes con las
letras de sus músicas, los graffitis, los perfomances, el teatro, las artesanías, el
trabajo de la tierra, las marchas, las acciones directas, las prácticas
pedagógicas libertarias y los blogs, no sólo les han permitido ver de frente y
denunciar los problemas de la ciudad sino también alimentar de manera
diferente los debates sobre dichos problemas. Los jóvenes, afirma Hurtado, han
aparecido en el espacio público con herramientas y dispositivos distintos al
voto, a la filiación en el partido y a la representación política y por tanto un
nuevo enfoque de lectura política de los jóvenes reclama el reconocimiento de
sus diferencias, de sus identidades, de sus subjetividades y de su creatividad
individual.” (Hurtado, 2010, p.107).
Es clave que las organizaciones que hoy trabajan con jóvenes reconozcan que los
sujetos contemporáneos establecen una relación con lo político distante a los códigos
tradicionales en que se ha entendido la política. No sólo asistimos a la pérdida de
legitimidad de los partidos políticos tradicionales, sino que además, el sujeto político de
hoy se vincula a reivindicaciones cada vez más sectorizadas.
¿Cómo han sido las experiencias de participación política de tres jóvenes de la ciudad
de Medellín vinculados a propuestas de resistencia y cómo han configurado sus
subjetividades políticas?
MARCO TEÓRICO
Es necesario asumir que el mundo ha cambiado. Los jóvenes de hoy habitan un mundo
donde la escuela, la política –y la vida misma- han sido resignificadas. Muchos lo
llaman un mundo posmoderno, aludiendo a la crisis que viven los relatos fundantes de
la modernidad. Visionariamente, Gramsci lo llamó un tiempo de crisis orgánica: aquello
donde lo viejo muere pero lo nuevo no termina de nacer.
Para Foucault, el cuerpo, el deseo, los placeres, la sexualidad, eran los lugares
por donde circulaban las definiciones de lo político; es en la vida misma donde el
poder se instala, se ordena y se estructura. Toda nuestra vida ha sido absorbida
por el poder; él penetra en nuestros cuerpos y nos enseña a amar, odiar y desear.
Precisamente, muchos de los debates sostenidos por este filósofo consistieron en
justificar ante la comunidad académica el avance de sus hallazgos teóricos.
Foucault era visto en el seno de la academia francesa como un intelectual
marginal ocupado de temas poco importantes. Como él mismo lo expresó, parte
del círculo académico dominante de la academia francesa de los años setenta fue
resistente a sus preocupaciones por el saber psiquiátrico, y sus temas resultaron
sospechosos al escaparse de las reglas de juego marxistas impuestas por la
autoridad teórica dominante.
En su curso del College de France de 1976, este autor hablaría de lo que para él
sería una especie de ruptura epistemológica que ocurría en su tiempo: se trataba
de la emergencia de los saberes sometidos. Para Foucault, los reclamos políticos
de su generación no estuvieron propiamente inscritos en teorías globalizantes y
envolventes como el marxismo y el psicoanálisis. Lo que se despertaba con fuerza
en el contexto político de la academia europea era la explosión de una nueva
producción teórica autónoma y situada, no centralizada, la cual no necesitaba del
visado de un régimen común para establecer su validez. Ello es, en esencia, lo
que Foucault entendería como el despertar de los saberes sometidos.
Los saberes sometidos eran aquella “serie de saberes que estaban descalificados
como saberes no conceptuales o insuficientemente elaborados: saberes ingenuos,
saberes jerárquicamente inferiores, saberes por debajo del nivel de conocimiento
o de la cientificidad exigida” (Foucault, 2000, p.21). Foucault planteó que en el
proceso histórico estos saberes fueron marginalizados por los discursos científicos
organizados que imperaban en el interior de las instituciones que administraban el
saber. No eran por naturaleza saberes eruditos como lo obligaba la tradición
positivista. Por ello, él los llamará como saberes anticiencia. De esta manera, se
acerca al problema de la ciencia y el poder:
Por último, quisiera señalar una reflexión compartida por Humberto Cubides, a
propósito del Foucault del cuidado de sí y la producción de conocimiento:
¿Qué espacio de fuga queda hoy en la sociedad de control?, ¿Cuáles son las
zonas marginales a las máquinas de producción de sujetos que nos mostraron
Chaplin y Pink Floyd?, ¿Qué significa andar a la deriva en una sociedad de control
donde los sujetos mismos son sus propios entes policivos?, ¿Cómo podemos
hacernos a nosotros mismos en un sistema que produce hasta nuestros propios
cuerpos?, ¿Qué queda de libertad en nosotros, si nuestras mentes están
colonizadas? Responder estos cuestionamientos, es aventurarse a encontrar una
serie de pistas teóricas que nos involucran en una aventura sobre el concepto de
la subjetividad a través del pensador francés Felix Guattari.
Cabe decir, a modo general, que la teoría de Guattari sobre las máquinas
productoras de subjetividad propone la idea de la subjetividad como un producto
de naturaleza industrial. Las subjetividades son fabricadas, modeladas, recibidas y
consumidas en un mercado internacional. Para él es sencillo: así como se fabrica
leche en forma de leche condensada con todas las moléculas que le son propias,
se inyectan representaciones en las madres, en los niños, como parte del proceso
de producción subjetiva.
Según Guattari, el orden capitalista produce los modos de las relaciones humanas
hasta en sus propias representaciones inconscientes: los modos en los cuales las
personas trabajan, son educadas, aman, fornican, hablan. Fabrica además la
relación con la producción, la naturaleza, los hechos, el movimiento, el cuerpo, la
alimentación, el presente, el pasado y el futuro. En definitiva, fabrica la relación del
sujeto con el mundo y consigo mismo.
Por ello, una transformación a nivel político y social concierne también a la
producción de subjetividad. Allí es donde Guattari introduce el concepto de la
singularización, también nombrada por él como subjetivación singularizante o
construcción de una micropolítica procesual. Guattari escribe que esta
singularización sólo puede ser encontrada a cada paso a partir de los
agenciamientos que la constituyen, en la invención de modos de referencia y
praxis del sujeto. Es interesante ver como Guattari incluye el delirio –destrucción
creativa- dentro de su perspectiva de una práctica política que intenta desafiar la
subjetividad dominante:
Por ello, es interesante rescatar como este autor encuentra puntos de ruptura y
focos de resistencia a esa máquina capitalística en la construcción de nuevas
formas de vida, no sólo como abstracción, sino como experiencias vividas:
El trazo común entre los diferentes procesos de singularización, nos dice Guattari,
es un devenir diferencial que rechaza la subjetivación capitalística. Eso se siente,
según él, por un determinado calor en las relaciones, por determinada manera de
desear, por una afirmación positiva de la creatividad, por una voluntad de amar,
por una voluntad simplemente de vivir o sobrevivir; por la multiplicidad de esas
voluntades. Es preciso abrir entonces espacios para que eso acontezca, pues el
deseo sólo puede ser vivido en vectores de singularización.
“El que te dije es el personaje de los simplismos y las tautologías. A él, terminaban por
hacerle gracia ese oscuro acatamiento a la ciencia, a la heredad helénica, al porqué
insolente de toda cosa, una especie de vuelta al socratismo, horror al misterio, a que los
hechos ocurrieran y fueran recibidos por qué sí y sin tanto por qué; él, sospechaba la
influencia de una tecnología prepotente encaramándose en una más legítima visión del
mundo, ayudada por las filosofías de izquierda y de derecha”
Pico de la Mirandola
Michel Maffesoli es quien habla propiamente de una nueva razón. Hace algunos
años este sociólogo francés escribió el Elogio de la razón sensible, un tratado
posmoderno sobre el nacimiento de un nuevo tipo de pensar. Metafóricamente,
Maffesoli declaraba la muerte de la Razón –con mayúscula- e inauguraba el
nacimiento de una nueva sociología cariñosa. Propuso retornar al gozo intelectual
de los griegos y fundar otros tipos de saberes: relativos, eróticos, dionisiacos. Para
él, desde el Discurso del Método de Descartes, la ciencia había quedado
convertida a un Partido Intelectual y las publicaciones sociológicas y filosóficas a
textos áridos, vacuos y tristes. El racionalismo había fragmentado a los
intelectuales de tal forma que acababa con su creatividad intelectual y originalidad
existencial.
Maffesoli elogió a los alquimistas, los filósofos del Renacimiento, los románticos
alemanes y la poesía baudelariana. En ellos, exponía, el arte de pensar era
verdaderamente un arte e integraba una dimensión estética que más tarde sería
aislada por el racionalismo a la esfera de las bellas artes y situada al lado de lo no
serio y la distracción. Por ello, en contraposición al intelectual puro, al que le
sobraban leyes y abstracciones, el intelectual posmoderno tenía como obligación
volver al campo e imitar a los pintores impresionistas: trabajar al aire libre, huir del
encerramiento, abandonar las fórmulas estereotipadas y dedicarse a la simplicidad
de la existencia cotidiana.
Hoy, las tesis de Maffesoli son una clave para entender los sentidos de las nuevas
generaciones. Sus trabajos sobre el nomadismo y el neotribalismo son usados por
numerosos investigadores identificados con esta visión intuitiva del mundo
contemporáneo. Un llamado a otras formas de razón también presentes en los
desarrollos de la fenomenología de Ernest Husserl a principios del siglo XX, para
quien la ciencia moderna cartesiana hacia abstracción de los sujetos en cuanto a
personas con una vida personal. No era para menos, la Ilustración avanzaba
rápido y el mandato kantiano De nobis ipsis silemus se imponía como orden
bíblica: “sólo cuando se elimina la individualidad se está realmente haciendo
ciencia”.
“Tengo la impresión de que tanto los positivistas como los críticos ya han
dicho lo que tenían que decir y ya han pensado lo que tenían que
pensar…si digo que ya han dicho lo que tenían que decir y ya han pensado
lo que tenían que pensar es porque me parece que tanto sus vocabularios
como sus gramáticas o sus esquemas de pensamiento están ya
constituidos y fijados …cuando una gramática o un esquema de
pensamiento están ya constituidos, cualquier cosa que se produzca en su
interior da una sensación de “ya dicho”, de “ya pensado”, una sensación de
que pisamos terreno conocido, de que podemos seguir hablando o
pensando en su interior sin dificultades, sin sobresaltos, sin sorpresas”.
(Larrosa, 2006, p. 468)
ANTECEDENTES
“El tiempo que viven los jóvenes contemporáneos, es un tiempo cargado de paradojas: los
jóvenes contemporáneos gozan de más acceso a la educación pero de menos acceso al
empleo, gozan de más acceso a la información pero de menos acceso al poder, cuentan
con más expectativas de autonomía pero menos condiciones para materializarla, parecen
ser más aptos para el cambio productivo pero más excluidos de este, son más dúctiles y
más móviles pero al mismo tiempo más afectados por trayectorias migratorias inciertas”.
Se construirá a partir de allí una noción de juventud como actor social que
necesitaba de la asistencia benefactora del Estado y debía ser estudiada y
analizada por parte de la academia. La juventud aún era desconocida desde otros
planos y el enfoque que primó fue el de la contención de una juventud desviada.
Como consecuencia, alude el mismo Escobar, surgió un nuevo relato sobre los
jóvenes del país así como nuevas estrategias institucionales para la producción de
dicho sujeto.
Aquel momento fue importante pues los jóvenes empezaron a ser más visibles
como actores sociales. Un momento donde grupos de jóvenes empezaron a
tomarse las calles bailando breakdance, montados en sus patinetas o con
atuendos que retaban la tradicional cultura antioqueña. Es en ese marco donde la
academia empezó a virar hacia otro enfoque: ese extraño habitante urbano
llamado joven. Allí se desplegaría una lectura de los jóvenes como tribus urbanas
y culturas juveniles, constituyendo así el nuevo tema de los investigadores
sociales que a partir de una nueva semiótica urbana intentaron descifrar los
códigos y claves de la identidad de esta juventud:
Así mismo, es valiosa y elogiable, la decidida intención del autor por dar voz a los
actores jóvenes; en teoría, sujetos de la investigación que terminan como
narradores protagónicos de la misma. Dada la topografía epistemológica de
Secretos de Mutantes -sociología de la cultura, estudios de la comunicación,
nueva antropología y una nueva epistemología política de la cultura- es un soporte
indispensable para los estudios contemporáneos sobre la juventud.
Dos de sus películas más famosas han sido Kids (1995) y Ken Park (2002).
Ambas cintas se han desarrollado con actores naturales, jóvenes generalmente
asociados a los mundos de los deportes extremos, la música y las drogas. Su
proyección ha sido prohibida en algunos lugares, pues Clark no guarda ninguna
mesura para representar los mundos juveniles. Kids, por ejemplo, es una trama
que se desarrolla en 24 horas, tiempo suficiente para que un grupo de
adolescentes neoyorquinos ofrezcan sus experiencias frenéticas y exaltadas.
Estos textos visuales han sido atendidos por pedagogos como Henry Giroux quien
se ha ocupado de analizar el carácter etnográfico de estas obras con relación al
mundo de los jóvenes.
CAPÍTULO 4:
METODOLOGÍA
Kushner y Norris
“La razón poética es un procedimiento técnico para que surja el milagro: la aparición de lo
que el hombre es, que se nos ofrece de una manera que ya no es racional o discursiva,
sino intuitiva y estética”
María Zambrano
Esta investigación interpreta los sentidos que tres jóvenes de Medellín –dos
hombres y una mujer- le dan a sus experiencias de participación política,
evidenciando la configuración de subjetividades políticas juveniles en la ciudad. La
indagación de las estéticas, poéticas, subjetividades y accionares políticos
cotidianos de los y las tres jóvenes que dan vida a este estudio exploratorio, sólo
pueden ser rastreadas a partir de sus propias percepciones y nociones
particulares del mundo. En este sentido, se aplicó un enfoque de investigación
cualitativo que permitiera acercarse a la comprensión de las acciones humanas a
partir de la interpretación y significado que le dan sus propios actores; entendiendo
las realidades sociales como el resultado de un proceso histórico que se construye
a partir de las lógicas de sus protagonistas, rescatando su diversidad y
particularidad.
Antonio Bolívar
Para atreverse a dar una respuesta, Bolívar recorre una línea del tiempo donde
aparecen Ortega y Gasset, Gustav Husserl, Hans-Georg Gadamer y Charles
Taylor, vislumbrado un hallazgo significativo: la Ciencia -en mayúscula- tiene una
larga tradición de objetores que han reclamado históricamente una razón
narrativa. El mismo Bolívar reconstruye las disputas teóricas y epistemológicas
que se han dado en los últimos años frente a lo que se entiende por investigación
cualitativa ante el avance de los modelos narrativos, concluyendo que la
investigación narrativa ha venido incluso tomando su propio lugar epistemológico
dentro de la investigación cualitativa como método y epistemología:
Bolívar entiende la narrativa –como concepto- no sólo como una metodología sino
como una forma de construir realidad. En tanto, la subjetividad no aparece como
un obstáculo epistemológico, sino como la condición necesaria del conocimiento
social. La narrativa, dice Bolívar, no sólo expresa importantes dimensiones de la
experiencia vivida, sino que, más radicalmente, media la propia experiencia y
configura la construcción social de la realidad. Un enfoque narrativo prioriza un yo
dialógico de naturaleza relacional y comunitaria donde la subjetividad es una
construcción social conformada por el discurso comunicativo.
A juicio de este investigador, estamos ante una crisis de los modos paradigmáticos
establecidos de conocer, donde se ha replanteado el papel del sujeto investigador
y la necesidad de incluir la subjetividad en el proceso de comprensión de la
realidad. Narrativas de gente y narrativas del investigador, dice, se funden
productivamente para comprender la realidad social, emergiendo con toda su
fuerza la materialidad dinámica del sujeto y sus dimensiones personales afectivas,
emocionales y biográficas.
Cuadro 1
Cuadro 2
“La tarea es, por una parte descifrar significativamente los componentes y
dimensiones relevantes de las vidas de los sujetos y, por otra, situar los
relatos narrativos en un contexto que contribuya a proveer una estructura
en que tome un sentido más amplio. Para que los relatos sean relevantes a
los propósitos de la investigación, deben ser reconstruidos de acuerdo con
determinados modos paradigmáticos aceptados para analizar la
información… actualmente, el asunto estriba en lograr un equilibrio entre
una interpretación que no se limite, desde dentro, a los discursos de los
entrevistados, ni tampoco una interpretación, desde fuera, que prescinda de
los matices y modulaciones del discurso narrado” (Bolivar, 2002, p.16)
Se escogieron dos eventos que fueron significativos para los sujetos que
participaron en esta investigación: la Feria Memorias de la Resistencia Popular,
realizada el 20 y 21 de marzo de 2010 en el municipio de La Ceja y la acción
directa Antimilisonoro realizada el 20 de julio de 2010 en el Parque Obrero del
barrio Boston de Medellín. Cada uno de estos es descrito en la presente
investigación.
Aunque sea incompatible con la intervención física, el empleo de la cámara sigue siendo
un modo de participación. Aunque la cámara sea un puesto de observación, el acto de
fotografiar es algo más que observación pasiva.
Susan Sontag
4.4 POBLACIÓN
El universo poblacional de esta investigación está constituido por tres jóvenes, dos
hombres y una mujer, de la ciudad de Medellín. Ella y ellos hacen parte de
propuestas de resistencia; colectivos, grupos musicales, artísticos y políticos
donde han configurado su subjetividad política; discursos, experiencias, prácticas,
y demás formas de relacionarse políticamente con el mundo.
Cuadro 3
4.4.2 Matriz de los perfiles de los y la entrevistada
NOMBRE EDAD VINCULACIÓN PERFIL
Elías 21 Procesos de organización Objetor de conciencia a la guerra
comunitarios y resistencia a partir y activista político de la Red
del arte Juvenil.
Líder de procesos comunitarios
en los barrios populares de la
ciudad de Medellín, vinculado a la
Red Juvenil y a la Red de
Organizaciones Comunitarias de
Medellín (ROC) donde trabaja el
tema de los desconectados de
los servicios públicos en la ciudad
de Medellín.
Nativo 22 Movimientos ecológicos y veganos. Ecologista, malabarista y
Resistencia contracultural, promotor de información
distribuidoras de información y alternativa. Creador y participante
colectivos anarquistas. de la distribuidora libertaria Gritos
de Esperanza. Vegano y activista
por la defensa de los derechos de
los animales.
La jornada comienza con una charla sobre el alzamiento del 77. Fotos de
barricadas, bombas molotov y manifestantes en masa asombran a los
espectadores; un promedio de 50 jóvenes no mayores de 25 años con prendas
negras y símbolos anarquistas. Luego, ya entrada la noche, llega el sonido, y
entonces todo cambia. La música aparece y es la oportunidad del cuerpo. Punk
hardcore, punk rock y punk con tendencias anarquistas son las propuestas
sonoras que han traído Síntomas de Crisis (Bello), Inkursion (San Javier), En Pie
de Lucha (La Ceja), Atrapados en el Tiempo, (La Ceja), Krujidos (Medellin) y ODIO
(Oposición Dirigida a la Injusta Opresión, de Medellín). Todos, o por lo menos una
parte mayoritaria de ellos, son músicos experimentales, arriesgados autodidactas
de la música. Para ellos, como para una buena parte de la tradición punk, la
música más que melodía armoniosa es esencialmente mensaje político. Aunque la
técnica y la destreza no son despreciadas, no deben limitar la real misión:
expresar y dirigir un mensaje en contra del sistema. Pocos han pasado por
academias o escuelas de música y han aprendido a tocar sus instrumentos
ayudados por sus amigos o a través de la experimentación libre. Las letras son
incendiarias y directas, hablan del amor libre, la liberación femenina, el
antiautoritarismo, el especismo, el veganismo, el consumismo, el Estado y la
revolución. Muchos son vegetarianos, veganos o straight edge. La noche se
convierte en una gala de expresión política canalizada por bajos, guitarras
eléctricas, baterías y voces desgarradas. La densidad política se siente.
Bruma y Nativo participan de la Feria. A ambos, una gran parte del público parece
conocerles. Catalina es integrante de la Coordinadora Local Anarquista y además
vocalista de Rompiendo Silencios, una banda de punk con tendencias anarquistas.
Daniel es miembro de la distribuidora libertaria Gritos de Esperanza, un proyecto
contrainformativo que circula música, fanzines, parches y emblemas de temas
libertarios. Ambos están allí, junto a mí, para ayudarme a sumergir en aquel
universo underground de rebeldía, creación y propuesta. Adentro, el sonido es
estridente y pesado. Catalina es mi primera flecha para descifrar algunas claves
punks.
5.1.1.1 Bruma
“El punk es libertad, es esa manera de decir las cosas como uno las siente, como
uno las quiere y también ser consecuente. Yo, por ejemplo, no pretendo que
seamos una banda de músicos famosos, que nos miren como los músicos, los
artistas. Yo veo la música como medio” [Entrevista Bruma, 2010]
Para Bruma el punk representó el giro, el encuentro con la otra cara de la moneda,
la ventana de acercamiento a la libertad. También significó la posibilidad de
analizar de manera crítica la realidad y encontrar una válvula de escape, tan
necesaria en una sociedad que no admite momentos para revelarse. El punk se le
mostró a Bruma como canal de catarsis, rabia y descontento; expresión cruda y
directa contra una sociedad alienante, asfixiante. Para esta joven de 28 años el
género musical nacido en las calles de Londres no existe como espectáculo o
como Arte –en mayúscula-; ella no hace punk para hacerse famosa, lo hace para
hacerse a sí misma.
Bruma recuerda entre risas sus primeros casetes de punk, las extravagancias de
Eskorbuto y la Polla Records que boicotearon a su manera el mundo del trabajo, la
iglesia y las instituciones: ¡abajo la reina, abajo los patrones, abajo los maestros,
abajo los políticos! Recuerda su primer fanzine, Grito, tal vez la primera de sus
publicaciones, a la que dio vida descargando artículos e imágenes por internet:
“Siempre le he apostado al trabajo en grupos, y con unos amigos empezamos a
hacer una revista que se llamaba Grito, hace ya mucho rato. Esa revista surgió
cuando yo estudiaba diseño gráfico y me dije: ¡que chimba hacer una revista de
punk y de cosas que me gusten! Entonces cogí un mundo de artículos, bajé
cosas de internet y la armé. Era una revista sobre la historia del punk y un
montón de cosas más”. [Entrevista Bruma, 2010]
“En la casa me decían ¡vea esa pinta, es que usted ya es satánica¡ Eso fue lo
primero que escuché. Parce, es que cuando una empieza a tener un cambio, a
llevar la camisa, el pantalón, los tenis de otra manera, empiezan las amigas a
verte rara y a decir ¡uy no, que loca¡, porque siempre ver a alguien así molesta.
¡Vea se descarriló¡, me decían (risas). Parce, por mi casa a mi me chimbiaron
mucho, sobre todo los cuchos. Yo vivía en Campoamor y recuerdo que para
llegar a mi casa tenía que pasar por todo el barrio porque el bus me dejaba como
a unas seis cuadras y los cuchos se parqueaban a gritarme cosas: dizque
satánica y que no se que” [Entrevista Bruma, 2010]
Mientras Bruma rebluja sus recuerdos, Gabi y Tere siguen con su puesta en
escena entre los recesos de las bandas de punk. Ellas son excéntricas y visten
trajes que hacen gala de su expresividad corporal, pantalones de cuero forran su
piel hasta la cintura y dos cruces hechas con cinta negra cubren ligeramente sus
pezones. En medio del show, un brazo y una ceja de Gabi sangran. Son los
riesgos de la perforación en vivo que parecen no importar a ninguna de las dos.
Tere limpia con su lengua la sangre y eso hace más excitante el espectáculo. El
Teatro del Horror sale perfecto.
5.1.1.2 Nativo
Ahora Nativo es mi guía.
Seguir las pistas de un
personaje como él es
internarse en el laboratorio de
las distribuidoras libertarias y
el ecologismo radical.
Husmear su vida es toparse
con una galería de nuevos
discursos políticos y prácticas
ecológicas. Es responsable
del proyecto editorial libertario
Gritos de Esperanza, además
es vegano, seguidor de los
movimientos contestatarios y
antiespecistas. Mi interés por este joven surgió cuando conocí su apuesta vegana
y particularmente cuando encontré que esa causa tenía un denso contenido
político.
Nativo es vegano, esto significa que excluye de sus hábitos alimentos, artículos y
espectáculos derivados de la explotación y crueldad hacia los animales. Su
postura política incluye su estómago; una posición, en términos de Foucault, de
cuidado de sí:
“Desde pequeño tuve una relación cercana con los animales, me gustaba
cuidarlos y que ellos estuvieran bien. Tal vez por eso quise estudiar veterinaria,
pero no pasé a la universidad.
Después me di cuenta que fue
mejor así porque pude
conocer otras cosas, pues
entendía la veterinaria como
algo más social, no quería
trabajar en una veterinaria
motilando perros; yo me
quería internar en el bosque a
trabajar con animales
silvestres. Me di cuenta que el trato con los animales requiere un cambio a nivel
cultural y social. Hoy se matan un montón de animales para el consumo humano,
la experimentación o la diversión. Siempre he estado muy relacionado con las
cosas del campo, entonces me decidí por estudiar tecnología agroambiental.
[Entrevista Nativo, 2010]
CIRCA reclama el
arte del payaso
rebelde, de no fingir
nunca ser payaso
sino todo lo
contrario: estar
entrenado para ser
un(a) auténtico
payaso.
Promoviendo el
regreso subversivo de los payasos a la calle, para instaurar la
desobediencia y su capacidad de interrumpir, criticar y hacer visible los
conflictos sociales. Desde sus inicios los payasos abrazaron las paradojas
de la vida, creando coherencia con la confusión, provocando desorden
para poner en evidencia las mentiras y hablar de lo que es real. Los
payasos rebeldes de CIRCA incorporamos a nuestras acciones las
contradicciones de la vida, somos temibles e inocentes, sabios y
estúpidos, nos reímos de todo. Entrenamos usando una gran variedad de
ejercicios como descubrir al payaso que llevas dentro, tácticas de
desobediencia civil, acciones directas no violentas y aprender a ser
espontáneo y juguetón(a).
La Feria se diluye a la
1:00 am y los anarquistas
se pierden en las calles
de La Ceja en busca de
diversión. Al día siguiente
la jornada continúa con
una sesión de arte mural
enfocada en mensajes
políticos. Entre stencil y
pintas de barricadas se
recuerda a Nicolás Neira,
Jhonny Silva y Simón Torres, jóvenes de Bogotá, Cali y Medellín asesinados por el
Escuadrón Móvil Antidisturbios –ESMAD-. Tres razones de peso para no confiarse
del Estado.
5.1.2 Antimilisonoro: arte y resistencia a la guerra
la desigualdad y la exclusión.
Antimilisonoro es una acción directa convocada por la Red Juvenil para reivindicar
la objeción por conciencia a la guerra, la filosofía de la noviolencia y el
antimilitarismo. El evento desarrollado el 20 de julio como contestación a la
celebración oficial del Bicentenario, se promocionó por internet con el slogan “la
juventud no va a la guerra, desobedece y resiste a toda forma de dominación”. En
el myspace del Festival Antimilitarista se anunciaba lo que sería un festín de arte,
creatividad y oposición al actual contexto al que se enfrentan los jóvenes de la
ciudad.
5.1.2.1 Elias
No es fácil ser un joven antimilitarista en un país como Colombia. La política de
Seguridad Democrática del gobierno nacional y su estrategia de robustecimiento
de las Fuerzas Militares ha disparado, según la Red Juvenil, la cacería de jóvenes
para engrosar las Fuerzas Militares. Esta organización ha denunciado
insistentemente la realización de batidas ilegales por parte del Ejercito Nacional en
diferentes zonas de la ciudad con el propósito de reclutar jóvenes para la guerra.
En su página de internet puede leerse:
Entre montañas, las balas se escuchan noche tras noche. Esa es la realidad de
los barrios populares donde viven una gran parte de los jóvenes de la ciudad. De
los 2.316.853 habitantes de Medellín, 574.212 son jóvenes entre los 15 y los 29
años de edad. De ellos, El 50% se encuentra ubicado en los estratos 1, 2 y 3, que
son precisamente los que más sufren el flagelo de la violencia. Como lo puntualiza
el informe de la Red Juvenil, “estos datos nos indican que los y las jóvenes, el
cuarto de la población de la ciudad, son los que están siendo más afectados por la
situación de miseria y guerra que afronta la ciudad” (p. 15).
En la Red de
Organizaciones
comunitarias Elias se
acercó a la realidad de las
comunidades más
empobrecidas de la
ciudad. Comenzó a visitar
los asentamientos de
desplazados como Bello
Oriente y la Cruz donde comunidades enteras viven desconectadas de los
servicios públicos y la asistencia del Estado. Su trabajo comunitario suma varios
años acompañando estas comunidades invisibles para el resto de la ciudad,
escondidas entre montañas que ofrecen sus laderas a los desamparados:
“Siento rabia por toda la condición de pobreza que tiene mucha gente. Eso
es lo que más fuerza me da para estar en los barrios. Yo sé que cuando
mucha gente se articule, cuando mucha gente esté pensando diferente, se
va a poder empezar a cambiar todo este modelo. Con lo de los servicios
públicos es algo que toca a todo el mundo, todo el mundo tiene problema
con los servicios públicos, así vos tengas con que pagar, de todas
maneras te da rabia sacar tanta plata mensual. Yo creo que EPM, la
Alcaldía y el gobierno están es exprimiendo a la gente. Lo están por todos
lados golpeando”.[Entrevista Elías, abril 2010].
“Yo empecé en el 2008 con la escuela algo muy bacano. Todo parte de
que nosotros queremos aprender arte y que no queremos nadie que nos
esté imponiendo que es lo que debemos hacer, no hay nadie que nos
imponga un conocimiento, sino que el conocimiento lo construimos entre
todos. Eso tiene de todas maneras como muchos inconvenientes porque
nosotros estamos acostumbrados a la escuela tradicional donde nos
exigen y presionan con la nota, entonces ha sido lento pero muy
provechoso, ya hemos deconstruido muchas cosas”. [Entrevista a Elías, abril
2010]
5.2 RETORNANDO AL SUJETO: SUBJETIVIDADES POLÍTICAS
Para Bruma esa búsqueda no fue sencilla, la relación con sus padres no fue fácil,
pero hoy vuelve a ellos con otra mirada, con el prisma de quien entiende que
nuestra relación con el mundo está llena de diferencias personales. A su vez,
Nativo explica las razones de sus estilos de vida, que considera como opciones
que desafían la cultura:
“A una le toca someterse a cosas sin querer, por ejemplo cuando tú estás
creciendo, creces con la construcción que ellxs tienen. Y cuando uno
crece está en un mundo que es muy similar al de los papas. Con los
cuchos es muy difícil a veces, yo intento hacer relaciones con ellxs y
cuestionarles cosas, pero hasta donde ellos quieran, hay que ir con ellos
suave. Por ejemplo yo ya no quiero chocar con mi mamá, entonces la
respeto, tampoco me quedo callada pero trato de escucharla. Ella asume
ya hace mucho tiempo, ¡uf siquiera¡ que los hijos cuando crecen, ya no
son seres que están apegados a la familia. Con la familia uno empieza a
tener rupturas, yo adoro a mi mamá, la quiero porque fue la mujer que me
dio la vida, porque me acompañó, con su forma de ver las cosas y todo,
con errores, con aciertos, lo que sea, pero fue una mujer que marcó una
etapa de mi vida”.[entrevista Bruma, abril 2010]
Para Nativo la inclinación por las artes se manifestó desde pequeño y hoy los
canales de su expresión estética y política son el clown, el diseño gráfico y los
malabares. Para Bruma, la pintura se mostró desde niña como una cualidad que la
llevaría a estudiar diseño gráfico. Al encontrarse con el punk, su arte tomaría un
rumbo más político, difícilmente desligado de re-conocerse en otros y otras:
En las tablas el lugar es para el cuerpo y para el escape de ese otro que llevamos
dentro. Con el teatro y la música llegaron la posibilidad de fluir, de vibrar, de
acceder al movimiento. Para Elías, música y teatro han significado la posibilidad
de subjetivarse:
“Lo primero que tiene que hacer uno es liberarse a sí mismo, dejar como
tanto tabú, tantas cohibiciones y eso se va a reflejar hacia afuera. Porque
uno queriendo transformar el modelo pero sin transformarse uno, continúa
replicando las mismas prácticas patriarcales, machistas, violentas. Por eso
a mi me gusta mucho el arte, porque desde el arte se expresa y se saca
todo lo que uno tiene por dentro”. [entrevista Elías, febrero 2010]
La música también ha tenido su propio perfil político. Ella ha sido la excusa para
impulsar el trabajo comunitario en los barrios populares. Con la música llega la
alegría y tras ella, el mensaje emancipatorio. Elías encuentra en la música una
posibilidad de impulsar y tejer procesos comunitarios de organización:
“Empezamos a ver que la
chirimía se volvía como una
herramienta muy bacana para
el trabajo en los barrios que
nosotros hacíamos sobre
servicios públicos.
Empezábamos a tocar y todo el
mundo comenzaba a salir de
sus casas y a estar pendiente
de lo que íbamos a hacer y
entonces ya uno les hablaba y
encontraba a la gente más
amable y receptiva. Siempre
estuvimos en los barrios, en las
movilizaciones o en las acciones, en las marchas. En los barrios fuimos
teniendo más conciencia política de la música”.[entrevista Elías, abril 2010]
Así, estos dos jóvenes han dejado de escribir el Arte en mayúscula. El y ella, han
hecho de sus vidas, a la manera foucaultiana, una obra de arte, y de la
creatividad, a la manera guattariana, una resistencia. Se mueven juguetonamente
por la vida. Van y vienen por ciudades como nómadas urbanos. Han sido
voluntarios en aldeas agroecológicas en Brasil o activistas contra la guerra en
Alemania. Como en la vieja canción, parecen no ser de aquí ni de allá. Crecieron
en medio de una generación punk que fue ácida contra la cultura. Se burlan del
sistema. Su ataque es semiótico, callejero y experimental. Se singularizan, se
colectivizan, se multiplican y desaparecen.
Elías, al igual que Bruma, ha sido un importante gestor del trabajo comunitario en
los barrios populares atravesados por la miseria y la exclusión. Su subjetividad
política está atravesada por el trabajo comunitario con los más pobres:
“También hay que compartir cosas con la gente, por eso bacano estar en
un movimiento social donde vos tenés contacto con la gente de un barrio,
con los pelados de tal lado e ir tejiendo relaciones. Yo a lo bien, con el
trabajo en la Red Juvenil y el parche anarco, aunque a veces he tenido
mis roces, los veo como espacios que me han formado en muchas cosas
desde lo libertario. La Red Juvenil ha sido parte fundamental en mi
transformación y en la confianza que he tejido con otras personas que
comparten mis búsquedas. Es muy bacano tener muchos espacios de
acción y de compartir, si nosotros nos abrimos espacios desde lo que
sabemos, conocemos y aprendemos, pues podemos pensar en un mundo
diferente, de resto ¿cómo lo vamos a hacer?, no lo podemos hacer, pues
tenemos que construir, y ¿cómo se construye?, yo construyo con la gente”.
[entrevista Bruma, abril 2010]
Introducción
Muchas metáforas se han utilizado para referirse a la crisis que hoy vive la
escuela: puentes rotos, ha sido utilizada por Klaudio Duarte para referirse a la
brecha generacional que hoy separa el mundo adulto del mundo joven y la
incapacidad de dialogo entre ambos; jóvenes malestar, palabras de Jesús Martín
Barbero en alusión a las nuevas formas narrativas, discursivas y expresivas
mediante las cuales los jóvenes se comunican y aprenden y que son rechazadas
por la escuela; choque de vías, de Manuel Roberto Escobar, en relación al
contraste entre las formas de conocimiento agenciadas por la institución escolar –
que distingue claramente las actividades de producción de las de ocio- y aquellas
que portan los jóvenes, inmersos en un mundo cada vez más virtual y sensorial.
Tensiones en el espacio escolar que enfrentan a los contextos bajo el cual
emergen las nuevas generaciones contra el modus operandi propuesta y validado
por la institución escolar. Desencuentros entre los saberes que la escuela admite,
estipula y promueve y los saberes que hoy empapan a los jóvenes, distintos tanto
en contenidos como en narrativas, formatos, gramáticas, circulación, producción y
creación. Diálogos rotos, entre una institución, la escuela moderna, que con más
de dos siglos de historia es aun lenta para situarse en las nuevas realidades
sociales que la contemporaneidad supone.
Una crisis delatada, por lo menos para el caso colombiano, con el número de
desertores anuales. De ella salen, un promedio de 750.000 estudiantes por año1,
por múltiples variables sociales de corte cultural y económico predominantemente,
pero también se conoce que un 20 % de esos desertores tienen muy clara la razón
para dejar las aulas: la escuela no los motiva.
1
Sobre el tema consultar, CAJIAO, Francisco. “La deserción escolar, resultado de una política
equivocada”. En: Educación y Cultura. No. 70 (feb) 2005.
Cercano a la disciplina militar, el tiempo disciplinario que poco a poco se fue
imponiendo a la práctica pedagógica cumplió su objetivo de especializar, separar y
jerarquizar los tiempos de formación: “los procedimientos disciplinarios hacen
aparecer un tiempo lineal cuyos momentos se integran unos a otros, y que se
orienta hacia un punto terminal y estable, que en suma, configuraría un tiempo
evolutivo. Aparecen nuevas técnicas de poder, y más precisamente una nueva
manera de administrar el tiempo y hacerlo útil, por corte segmentario, por
seriación, por síntesis y totalización” (Foucault, 1975, p.164). La escuela como
máquina de educar entrará con plena comodidad en la lógica de la rentabilidad,
propia de la modernidad, donde asistir a ella es sinónimo de reproducir, sin que
ello represente comprender, crear, ni mucho menos innovar. El saber pedagógico
plantea entonces una estrecha relación entre el control disciplinario, la
administración de los tiempos y la vigilancia de los espacios, elementos que van a
cargar a los currículos escolares con fases, series, grados, materias, aulas,
talleres, etc.
La escuela es hoy un territorio donde el saber, y sobre todo, el poder que este
representa y otorga, están es crisis. Existe una manifiesta tensión entre en los
modos contemporáneos de producción y circulación del saber versus las formas
domesticadas y herméticas bajo las cuales opera el saber en la escuela. En una
sociedad configurada cada vez más por la globalización, por ese “conjunto de
interrelaciones de muy diversos tipos de procesos sociales en los que interviene
en la actualidad y han intervenido históricamente, incontables actores sociales en
los más variados ámbitos de la experiencia humana, desde los más variados
rincones del globo” (Mato, 2005, p. 150), es necesario atender a la velocidad de
los flujos y el intercambio comunicativo como pistas para comprender las
relaciones entre las generaciones más jóvenes y los saberes.
Antes que el encierro, el camino para entender hoy muchas de las dinámicas
juveniles se refieren a la fuga. Jesús Martín Barbero (2003) encontrará las claves
de esta crisis en el descentramiento y la diseminación del saber, procesos donde
el saber se sale de los lugares sagrados que antes lo contenían y legitimaban y de
las figuras que lo detentaban y administraban, y además, donde se difuminan las
fronteras entre las disciplinas del saber académico. El descentramiento también lo
encontramos en las tesis de Guillermo Orozco (2006) quien hablará de los
cambios a los que se ha enfrentado la dosificación temporalizada en la producción
de conocimiento que estableció la escuela moderna.
El caso de la cultura rave (o cultura electrónica como también suele denominarse)
arroja muy buenas pistas para comprender dichos descentramientos. Una lectura
atenta a las formas de organización y distribución espacio-temporal en la cultura
electrónica nos revela formas alternativas de configuración de espacios para la
creación a las impuestas por la episteme moderna. Valenzuela (2004) ha
analizado tanto el papel del cuerpo como la importancia de los discursos visuales
y las alteraciones producidas en las experiencias espacio-temporales en la cultura
rave mexicana.
La pregunta por los tiempos y los espacios que la cultura escolar propone para la
construcción y la circulación de los saberes en un contexto social, cultural y
político atravesado por la globalización, la desterritorialización, la flexibilización
laboral, la masificación de las tecnologías de la información y la comunicación
sigue siendo una tarea urgente para la escuela. Los estudios en comunicación-
educación, atendiendo al contexto de la globalización neoliberal y orientados por
marcos de discusión como la relación educación y tecnicidad y las
alfabetizaciones posmodernas ya han iniciado una ruta interesante.
“Panorama actual de la comunicación-educación”. Revista virtual Nodos, Nro. 4 (nov) 2004.
http://perio.unlp.edu.ar/nodos/
La acción política de los sujetos presta cada vez más importancia a las prácticas
cotidianas, politizando además la constitución de los mundos privados. Aunque las
resistencias continúan desarrollándose en función de procesos colectivos, es en el
propio cuerpo del sujeto donde se están definiendo proyectos de libertad y
autonomía.
BIBLIOGRAFÍA
PINEAU, Pablo, (2001), “¿Por qué triunfó la escuela?, o la modernidad dijo: “Esto
es educación y la escuela respondió: “Yo me ocupo”, en: Pablo Pineau, Inés
Dussel y Mario Caruso, La escuela como máquina de educar: tres escritos sobre
un proyecto de la modernidad, Buenos Aires, Paidos.
VALENZUELA, José Manuel, (2004), “Paso del nortec: this is Tijuana!”, México
D.F.: Grupo Océano.
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