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Contenidos
Artículos
Cuento de hadas 1
Hada 16
Duende 19
Elfo 23
Trol 34
Gigante (mitología) 42
Gnomo 45
Hechizo 48
Príncipe 50
Brujería 53
Referencias
Fuentes y contribuyentes del artículo 67
Fuentes de imagen, Licencias y contribuyentes 68
Licencias de artículos
Licencia 70
Cuento de hadas 1
Cuento de hadas
Un cuento de hadas es una historia ficticia que puede contener
personajes folclóricos tales como hadas, duendes, elfos, troles,
gigantes, gnomos y animales parlantes, así como encantamientos,
normalmente representados en una secuencia inverosímil de eventos.
En el lenguaje contemporáneo, el término es también utilizado para
describir algo que está vinculado con princesas, como los casos de «un
final de cuento de hadas» (un final feliz)[1] o de un «romance de cuento
de hadas», aunque no todos los cuentos de hadas terminan con un final
próspero. De igual manera, en el aspecto coloquial un «cuento de
hadas», o también «relato de hadas», puede ser asociado con cualquier
historia rocambolesca y extraordinaria. Por lo general, este tipo de
relatos suele atraer a los niños pequeños, al comprender éstos de forma
rápida y sencilla a los personajes arquetípicos de cada historia.
En las culturas donde los demonios y las brujas son percibidos como
seres reales, los cuentos de hadas pueden fusionarse en forma de
narraciones legendarias, en las que el contexto es percibido, tanto por Ilustración de Carl Offterdinger del cuento de
el narrador como por los oyentes, como si se tratara de una realidad hadas europeo Caperucita Roja.
Los cuentos de hadas se encuentran ya sea en forma oral o literaria. Intentar detallar con exactitud su historia resulta
una labor difícil, puesto que sólo las formas escritas han sido capaces de sobrevivir con el paso del tiempo. No
obstante, la evidencia de las obras literarias, al menos, da una indicación de que los cuentos de hadas han existido
durante miles de años, aunque tal vez no reconocidos al inicio como un género propio; el término «cuento de hadas»
les fue otorgado por la francesa Madame d'Aulnoy. A través de los siglos, se encontraron hallazgos literarios de
cuentos de hadas en todo el mundo, siendo recogidos por los folcloristas en diversas culturas.[3] Incluso, hoy en día,
se siguen redactando cuentos de hadas y obras derivadas del mismo género.
Aun cuando los primeros cuentos de hadas estaban destinados principalmente a las audiencias adultas, y en menor
grado a los niños, éstos comenzaron a asociarse con los infantes desde los escritos de los preciosistas; a partir de que
los hermanos Grimm titularan a su colección como Children's and Household Tales, el vínculo con los niños ha ido
fortaleciéndose con el transcurso de los años.
Los folcloristas han clasificado a los cuentos de hadas de diversas formas; entre las más notables agrupaciones están
el sistema de Aarne-Thompson y el análisis morfológico del erudito Vladímir Propp. Por otro lado, otros folcloristas
han interpretado la importancia de los cuentos, pero ninguna escuela ha sido establecida de manera definitiva para
abordar el significado de este tipo de relatos.
Rasgos característicos
Aunque el cuento de hadas es claramente un género distintivo, la definición que marca a una obra como un relato de
hadas es una fuente de controversia considerable.[4] Vladímir Propp, en su Morfología del cuento, criticó la
distinción entre «cuentos de hadas» y «relatos sobre animales» en razón de que muchos cuentos contienen tanto a
elementos como animales fantásticos.[5] Sin embargo, para seleccionar obras para su análisis, Propp utilizó todos los
cuentos populares rusos clasificados en el conjunto de tipos 300-749 en Aarne-Thompson –en un intento por
Cuento de hadas 2
brindarles una distinción– para establecer propiamente un nuevo grupo de cuentos.[6] Su propio análisis identificó a
los cuentos de hadas por sus elementos de la trama, aunque pasó a ser criticado, ya que el análisis no se presta
fácilmente a los cuentos que no impliquen una búsqueda y, además, los mismos elementos de la trama son
encontrados en obras que no son consideradas como cuentos de hadas.[7]
Un factor acordado colectivamente es que la naturaleza de un cuento
no depende de si las hadas aparecen en él. Obviamente, muchas
personas, entre ellos Angela Carter en su introducción al Virago Book
of Fairy Tales, han observado que una gran parte de los llamados
cuentos de hadas no contienen hadas en absoluto.[8] Esto es en parte
debido a la historia del término en inglés «fairy tale», el cual se deriva
de la frase francesa «conte de fées», usada por primera vez en la
colección de Madame D’Aulnoy en 1697.[9]
Algunos folcloristas prefieren utilizar el término alemán «Märchen» para referirse al género, una práctica que se ha
reforzado con la definición de Thompson en su edición de 1977 de The Folktale: «un cuento de cierta longitud que
implica una sucesión de motivos [repeticiones] o episodios. Se mueve en un mundo irreal, sin localidad o criaturas
definidas y está lleno de cosas maravillosas. En esta tierra de nunca jamás, los héroes humildes matan a sus
adversarios, heredan los reinos y se casan con princesas».[13] Los personajes y motivos de los cuentos de hadas son
simples y arquetípicos: princesas, hijos jóvenes y príncipes valientes, ogros, gigantes, dragones, troles, madrastras
malvadas y héroes falsos, hadas madrinas y otros ayudantes mágicos, a menudo caballos, lobos o aves parlantes,
montañas de vidrio así como prohibiciones y ruptura de restricciones.[14] Otras características de los cuentos —la
rítmica, lo grotesco, lo extraño y lo gracioso— son mera recreación para la abundante alegría de los niños, mientras
que los peligros y terrores les inspiran fascinación. Los cuentos de hadas son el escenario del mundo de la infancia,
un reino de vida vicaria, más elemental y libremente repleto de fantasías que los dramas perfeccionistas de los
adultos sofisticados cuya aceptación arraigada de atar las realidades exige cosas más severas. Italo Calvino citó a los
cuentos de hadas como el principal ejemplo de «viveza» en la literatura, debido a la brevedad y concisión de sus
historias.[15]
Cuento de hadas 3
Historia
La tradición oral de los cuentos de hadas llegó mucho antes que la
forma escrita; al inicio, los cuentos eran contados o difundidos de
forma dramática, más allá de ser escritos, de generación en generación.
Debido a esto, el análisis de su desarrollo histórico es notablemente
confuso.[25] Los cuentos de hadas escritos más antiguos de los que se
tiene noción surgieron del Antiguo Egipto, en el año 1300 a. C. (por
ejemplo, la Historia de los dos hermanos),[26] apareciendo luego, de
vez en cuando, en la literatura escrita por medio de las culturas
letradas, como en El asno de oro, el cual incluye Cupido y Psique
(Antigua Roma, 100-200 d. C.),[27] o el Panchatantra (India,
200-300 d. C.),[27] aunque se desconoce en qué medida éstos reflejan
los verdaderos cuentos tradicionales, incluso de su propio tiempo. La
evidencia estilística indica que dichas obras, junto con muchas
colecciones posteriores, reelaboraron los cuentos populares de tal
forma que se adaptaron a las formas literarias.[20] Lo que muestran es
que el cuento de hadas tiene raíces antiguas, incluso superando a la
recopilación de cuentos mágicos Las mil y una noches (compilada
Una ilustración de Ivan Bilibin del cuento de hacia 1500 d. C.),[27] en la que figuran Baital Pachisi y la Historia de
hadas ruso sobre Basilisa la hermosa.
Bel y el Dragón. Además de esas colecciones y los cuentos
individuales, en China, la obra Lie Zi y el filósofo Zhuangzi, ambos
pertenecientes al sistema taoísta, incluyeron o difundieron cuentos de hadas.[28] En la definición más amplia del
género, los primeros cuentos de hadas occidentales que alcanzaron notoriedad son los de Esopo (siglo VI a. C.) en la
Antigua Grecia.
Las alusiones a los cuentos de hadas predominan en Los cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, The Faerie
Queene de Edmund Spenser y los guiones de William Shakespeare.[29] Al igual que El agua y la sal y Cap O'
Rushes, El rey Lear puede ser considerado como una variante literaria de los cuentos de hadas.[30] En sí, la historia
volvió a aparecer en la literatura occidental en los siglos XVI y XVII, con la colección Noches de Placer de
Giovanni Francesco Straparola (Italia, 1550 y 1553),[27] la cual contiene varios cuentos de hadas en sus relatos, y los
cuentos napolitanos de Giambattista Basile (Nápoles, 1634-1636),[27] todos ellos pertenecientes al género del cuento
de hadas.[31] Carlo Gozzi hizo uso de varios motivos del género entre sus escenarios de comedia del arte,[32]
incluyendo entre los mismos a uno basado en The Love For Three Oranges (1761), escrito por Basile.[33]
Simultáneamente, Pu Songling, en China, incluyó varios cuentos de hadas en su colección, Strange Stories from a
Chinese Studio (publicada de forma póstuma en 1766).[28] El cuento de hadas pasó a volverse popular entre los
preciosistas franceses de la clase alta (1690–1710),[27] y entre los cuentos contados en aquellos tiempos estaban los
de Jean de La Fontaine y Contes de Charles Perrault (1697), quien estableció las formas de La bella durmiente y
Cenicienta.[34] Aunque las colecciones de Straparola, Basile y Perrault contienen las formas más antiguas conocidas
de varios cuentos de hadas, en la evidencia estilística, todos los escritores reescribieron los cuentos para
proporcionarles un efecto literario.[35]
Los hermanos Grimm se convirtieron en los primeros coleccionistas en intentar preservar no sólo la trama y los
personajes de los cuentos, sino también el estilo en que estaban conservados, al compilar cuentos de hadas alemanes;
irónicamente, aunque su primera edición (1812 y 1815)[27] prevalece como un tesoro para los folcloristas, ambos se
vieron en la necesidad de reescribir los cuentos en ediciones posteriores para volverlos más aceptables, algo que les
aseguró buenas ventas y la consecutiva popularidad de sus trabajos.[36]
Cuento de hadas 5
El trabajo de los hermanos Grimm influyó a otros coleccionistas, inspirándolos a seleccionar cuentos y llevándolos a
creer de manera similar, con un espíritu de nacionalismo romántico, que los cuentos de hadas de un país eran
particularmente representativos de éste, hasta el punto de poner en duda cualquier influencia cultural externa en su
contenido. Entre los influenciados estuvieron el ruso Alexander Afanasiev (cuyo legado comenzó a publicarse en
1866),[27] los noruegos Peter Christen Asbjørnsen y Jørgen Moe (en 1845),[27] el rumano Petre Ispirescu (en 1874),
el inglés Joseph Jacobs (en 1890)[27] y Jeremiah Curtin, un estadounidense que reunió cuentos irlandeses, a partir de
1890.[23] Algunos etnógrafos compilaron cuentos de hadas en todo el mundo, encontrando cuentos parecidos en
África, América y Australia; Andrew Lang fue capaz de recurrir no solamente a los cuentos escritos de Europa y
Asia, sino también a los recogidos por los etnógrafos, para completar una serie de libros de hadas que se caracterizó
por estar conformada de episodios que hacían referencia a diferentes colores (tales como El libro azul de las hadas,
El libro verde de las hadas, entre otros).[42] Además, los Grimm alentaron a otros coleccionistas de cuentos de
hadas, tal y como cuando Yei Theodora Ozaki creó una colección, Japanese Fairy Tales (1908), después de haber
sido alentado por Lang.[43] Simultáneamente, escritores como Hans Christian Andersen y George MacDonald
continuaron la tradición de los cuentos de hadas en su forma literaria. El trabajo de Andersen, en ocasiones, se basó
en cuentos populares antiguos, aunque resultó más frecuente el hecho de que utilizara motivos y tramas del género
para crear nuevos relatos.[44] MacDonald incorporó asimismo motivos de los cuentos de hadas en nuevos cuentos,
tales como La princesa de la luz, y en trabajos del género que habrían de convertirse en fantasía, siendo el caso de
La princesa y el duende y Lilith.[45]
Cuento de hadas 6
Transmisión transcultural
Un par de teorías sobre los orígenes de los relatos de hadas ha
intentado explicar los elementos comunes que aparecen en los cuentos
de hadas de todo el mundo. Una de ellas afirma que un único punto de
origen generó un determinado cuento, que luego se habría de difundir a
lo largo de los siglos, y la otra considera que los cuentos de hadas se
derivan de la experiencia humana común y, por lo tanto, pueden
aparecer por separado en muchos orígenes diferentes.[46]
Folcloristas de la «escuela finlandesa» (o histórica-geográfica) intentaron vincular los cuentos de hadas con sus
orígenes, obteniendo resultados inconclusos al respecto.[49] A veces, la influencia, especialmente tratándose de un
área y tiempo limitados, es más evidente, tal y como cuando se considera la influencia de los cuentos de Perrault en
los escritos recopilados por los Grimm. Al parecer, bajo este razonamiento, Little Briar-Rose toma prestados
elementos de La bella durmiente, así como el cuento de los Grimm aparenta ser la única variante independiente en
Alemania.[50] De forma parecida, el acuerdo final entre el inicio de la versión de los Grimm de Caperucita Roja y la
historia de Perrault apunta hacia una influencia —aunque el relato de los hermanos Grimm incorpora un final
distinto, probablemente derivado de El lobo y los siete cabritos—.[51]
Asimismo, los cuentos de hadas tienden a adoptar el tono correspondiente a su ubicación por medio de la elección de
los motivos, el estilo en el que están contados y las descripciones tanto del personaje como de la región.[52]
En la era contemporánea, los cuentos de hadas han sido alterados de tal forma que puedan ser leídos a los niños. Los
hermanos Grimm se concentraron mayormente en erradicar las referencias sexuales;[58] Rapunzel, en la primera
edición, revela las visitas del príncipe al preguntar porqué su ropa se ha encogido, permitiéndole a la bruja deducir
que ha quedado embarazada, aunque en ediciones subsecuentes Rapunzel reveló de manera descuidada que era más
fácil «levantar» al príncipe que a la bruja.[59] Por otra parte, en varios aspectos, la violencia, particularmente aquella
que se presenta cuando se castiga a los villanos, se incrementó más,[60] aunque en posteriores ediciones se eliminó
este aspecto; J. R. R. Tolkien percibió que The Juniper Tree con frecuencia excluía su tono caníbal en una versión
orientada a los niños.[61] La tendencia moralista de la época Victoriana alteró los cuentos clásicos convirtiéndolos en
lecciones de enseñanza, como por ejemplo cuando George Cruikshank reescribió La Cenicienta en 1854 para
incorporar temas de abstinencia; Charles Dickens protestó al respecto: «En una época utilitaria, al igual que en
cualquier otro instante, es cuestión de suma importancia que los cuentos de hadas deban ser respetados».[62] [63]
Psicoanalistas como Bruno Bettelheim, quien consideró la crueldad de los antiguos cuentos de hadas como un
indicativo de los conflictos psicológicos, criticó fuertemente esta expurgación, sobre la base de que ello debilitó su
utilidad para los niños y adultos, pasando a adoptarse simbólicamente en su contenido la resolución de uno o más
problemas presentados.[64]
La adaptación de cuentos de hadas para niños sigue vigente; la influyente Snow White and the Seven Dwarfs de Walt
Disney Pictures se destinó primordialmente (aunque no solamente) para el mercado infantil.[65] mientras que el
anime Las Aventuras de Gigi está basado en el cuento de hadas Momotarō.[66] De manera semejante, Jack Zipes ha
pasado varios años trabajando en la adaptación de cuentos antiguos y tradicionales con tal de volverlos más
accesibles para los lectores modernos y sus hijos.[67]
En los planteles Waldorf, los cuentos de hadas son usados en primera instancia como una parte central del currículo.
El trabajo de Rudolf Steiner en el desarrollo humano muestra que entre las edades de seis y siete años, la mente de
un niño aprende mejor a través de la narración de cuentos, ya que los arquetipos y la naturaleza mágica de los
cuentos de hadas, en particular, encarecen a los niños de esas edades. La naturaleza de los cuentos de hadas, en la
tradición oral, mejora además la habilidad de un infante para visualizar una narrativa hablada, así como para recordar
la historia conforme la está escuchando.
Los cuentos de hadas también pueden ser analizados desde una
perspectiva construccionista. En "The Domain of Style" de Analyzing
Prose, Richard Lanham sugirió que «la forma en que decimos algo es
lo que determina lo que vamos a decir». Bajo este enfoque, los relatos
de hadas impactan las interpretaciones comunicacionales de los niños
así como sus vidas; este tipo de historias les transmiten a los niños
mensajes sobre el amor, la vida, los milagros y los finales felices.
Lanham opinó lo siguiente acerca de este proceso: «Percibimos el
mundo tanto activa como recreativamente; no sólo registramos un
mundo que 'ya está ahí'. Percibir el mundo también significa
componerlo, con tal de darle sentido a las cosas».[68] La mente de un
niño es joven e impresionable; lo que ellos ven y escuchan cuando son
pequeños puede afectar la manera en la que concebirán la vida. Los
padres entonces tratan de brindarle y enseñarle todo lo que pueden a
sus hijos, aunque ciertamente no hay un manual sobre cómo educar a
Pintura al aceite hecha en 1966 y titulada Das
Tier, traducido como «El animal». los niños. De esta forma, los padres de familia pueden ver en los
cuentos de hadas un recurso para mostrarles a sus hijos una perspectiva
distinta de los significados del amor, las relaciones sociales y la felicidad. En un ensayo de Communication as…:
Perspectives on Theory, John Durham Peters añadió: «Los padres gastan miles de besos, órdenes, dinero y pañales,
aunque nunca logran saber a profundidad qué es lo que en realidad funciona y qué no para producir a un ser humano.
Cuento de hadas 8
Muchas cosas ocurren en los primeros dos años de vida —cuando un niño apenas puede hablar en algún sentido—, y
la interacción ahí es lo que constituye al aprendizaje. Alimentar, criar y cambiar a un infante son prácticas sencillas
de diálogo, aunque resultan inmensamente comunicativas. Si el diálogo se define como compartir nuestro tiempo y
nuestro ser, más allá de un esfuerzo conjunto de comprensión mutua, entonces por supuesto que las prácticas son
comunicativas, aun cuando la naturaleza asimétrica de la interacción —un amor desamparado y desvergonzado a
cambio de la protección y el sustento— convierte a la difusión en un modelo más apto».[69] Siendo niños, intentamos
bloquear y olvidar los horrores que conlleva el crecimiento, por lo que definitivamente no tendremos la oportunidad
de volver a experimentar esa misma sensación en ningún otro momento de nuestras vidas. «Olvidar es una parte del
aprendizaje. La revelación es relativamente excepcional. En efecto, la mayor parte de lo que experimentamos en
cualquier contexto no se registra ni siquiera en la conciencia: el momento presente proporciona la sensación
suficiente para escapar de una vida de análisis».[69] Los cuentos de hadas habrán de ser referenciados por el niño en
los años venideros; los infantes recurrirán a este tipo de historias para mostrar cómo comprendieron lo que hasta ese
momento conocen y qué es lo que quieren obtener de la vida. Este mismo género es difundido a cada persona de una
forma diferente; nos sirve para expresar lo que un cuento de hadas está comunicándonos y para transmitir nuestros
conocimientos. La visión construccionista trata de comprender la comunicación a través de diversos conceptos e
interpretaciones. Y al igual que ésta, los cuentos de hadas cuentan con una serie de versiones e interpretaciones
diferentes.
Versiones modernas
Literatura
En la literatura contemporánea, muchos autores han usado la forma de
los cuentos de hadas por diversas razones, tales como examinar la
condición humana desde el marco sencillo que proporciona un cuento
de este género.[70] Algunos autores buscan recrear un tono fantástico
en un discurso contemporáneo,[71] mientras que otros escritores usan
las características del cuento de hadas para relatar temas modernos;[72]
esto puede incluir usar los dramas psicológicos de manera implícita en
la historia, como cuando Robin McKinley adaptó una nueva versión de
Piel de asno en su novela Deerskin, la cual hace énfasis en el trato
abusivo de un padre para con su hija.[73] A veces, especialmente en la
literatura infantil, los cuentos de hadas son reelaborados con un nuevo
Ilustración de John Bauer de troles y una princesa
giro en la trama simplemente para añadir un efecto cómico, como con
para una colección sueca de cuentos de hadas.
El apestoso hombre queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos
de Jon Scieszka y The ASBO Fairy Tales de Chris Pilbeam. Un motivo
cómico común es un mundo donde todos los cuentos de hadas toman lugar, y los personajes están conscientes de su
rol en la historia,[74] como por ejemplo en la serie cinematográfica de Shrek.
Otros autores pueden tener razones más específicas, tales como revaluaciones multiculturales o feministas de cuentos
dominados por el machismo eurocéntrico, implicando la crítica de las antiguas narrativas.[75] La figura de la
damisela en apuros ha sido especialmente atacada por muchos críticos feministas. Ejemplos de reversiones narrativas
en donde se rechaza esta figura son La princesa vestida con una bolsa de papel de Robert Munsch, un libro infantil
ilustrado en el que una princesa rescata a un príncipe, o La cámara de los horrores de Angela Carter, donde se
relatan varios cuentos de hadas desde un punto de vista feminista.
Un uso interesante del género ocurrió en un periódico sobre tecnología militar titulado Defense AT&L, el cual
publicó un artículo en forma de un cuento de hadas denominado Optimizing Bi-Modal Signal/Noise Ratios. Escrita
por el comandante estadounidense Dan Ward (Fuerza Aérea), esta historia incorpora a una hada llamada Garble con
Cuento de hadas 9
el fin de representar las averías existentes en la comunicación entre los operadores y los desarrolladores de
tecnología.[76] El artículo citado resultó influenciado directamente por George MacDonald.
Otras figuras destacables que han empleado cuentos de hadas en sus obras son Oscar Wilde, A. S. Byatt, Jane Yolen,
Terri Windling, Donald Barthelme, Robert Coover, Margaret Atwood, Kate Bernheimer, Espido Freire, Tanith Lee,
James Thurber, Robin McKinley, Isaac Bashevis Singer, Kelly Link, Bruce Holland Rogers, Donna Jo Napoli,
Cameron Dokey, Robert Bly, Gail Carson Levine, Annette Marie Hyder, Jasper Fforde, entre muchos otros más.
Podría ser difícil establecer una regla entre los cuentos de hadas y las fantasías que usan motivos de relatos de hadas,
o incluso tramas completas, sin embargo la distinción es comúnmente hecha, incluso dentro de los trabajos de un
autor individual: Lilith y Phantastes de George MacDonald son considerados como fantasías, mientras que sus obras
La princesa de la luz, La llave dorada y La mujer sabia son catalogadas como cuentos de hadas. La diferencia más
notable es que las fantasías hacen uso de las convenciones novelísticas de la prosa, la caracterización y el
escenario.[77]
Cine
Los cuentos de hadas han sido difundidos de forma dramática; existen
registros de ello en la comedia del arte,[78] y más tarde en la
pantomima.[79] La llegada del cine ha significado que tales historias
pueden ser presentadas en una manera más plausible con el uso de
efectos especiales y animación; la película de Disney Snow White and
the Seven Dwarfs, estrenada en 1937, se convirtió en un filme
innovador para los cuentos de hadas y, de hecho, para la fantasía en
general.[65] La influencia de Disney ayudó además a establecer este
género como cine infantil, a pesar de que Snow White, así como otros
Escena de Snow White and the Seven Dwarfs, el largometrajes iniciales de la empresa, habían sido destinados
primer largometraje animado de Walt Disney
originalmente a audiencias adultas, siendo por otra parte acusado de
estrenado en diciembre de 1937.
simplificar los finales de los cuentos de hadas en situaciones donde
todo termina bien, y opuestas al dolor y el sufrimiento —inclusive, a
veces a los finales infelices— de muchos cuentos tradicionales.[73]
Varios cuentos de hadas que han sido filmados se destinaron primordialmente a los niños, desde los proyectos
contemporáneos de Disney hasta la reedición de Aleksandr Rou de Vasilisa la hermosa, la primera película soviética
en usar cuentos del folclore ruso en una producción de gran presupuesto.[80] Otros han usado las convenciones de los
cuentos de hadas para crear nuevas historias con sentimientos más relevantes para la vida moderna, como el caso de
Labyrinth,[81] y las producciones visuales de Michel Ocelot.[82]
Otros trabajos han adaptado los cuentos de hadas familiares en una variante más aterradora o psicológica destinada
principalmente para los adultos. Ejemplos notables de ello son La Bella y la Bestia de Jean Cocteau[83] y En
compañía de lobos, basada en una reedición de Angela Carter del popular relato Caperucita Roja.[84] Asimismo, La
princesa Mononoke[85] y El laberinto del fauno[86] incorporaron características de los relatos de hadas a partir de
motivos propios del género y el folclore.
Las series animadas de televisión y cómics The Sandman, Shōjo Kakumei Utena, Princess Tutu, Fables y MÄR ,
hacen uso todas ellas de elementos estandarizados de los cuentos de hadas en varias extensiones, aunque se
considera que pertenecen exactamente al género fantástico debido a las locaciones y personajes categóricos,
elementos que una narrativa más larga requiere. Una producción cinemática más moderna de un cuento de hadas
sería Noches blancas de Luchino Visconti, protagonizada por el aún desconocido Marcello Mastroianni. La película
contiene varias convenciones románticas del género, a pesar de tomar lugar en la Italia subsecuente a la Segunda
Guerra Mundial y contar con un final más realista.
Cuento de hadas 10
Motivos
Cualquier comparación de los cuentos de hadas rápidamente hace
notar que varios relatos del género tienen características
semejantes entre sí. Dos de las clasificaciones más influyentes son
la de Antti Aarne, revisada por Stith Thompson y convertida en el
sistema Aarne-Thompson, y la obra Morfología del cuento de
Vladimir Propp.
Aarne-Thompson
Este sistema agrupa los cuentos tradicionales y de hadas en base a
su trama completa. Así, se seleccionan características de
identificación en común para decidir cuáles cuentos se agrupan
entre sí.
Por ejemplo, cuentos como Cenicienta —en el que una heroína
perseguida, con la ayuda del hada madrina o un ayudante mágico
Una ilustración de La Bella y la Bestia hecha por
semejante, asiste a un evento (o tres) en donde se enamora de un Walter Crane.
príncipe y es identificada como su verdadera esposa—, son
clasificados como tipo 510, correspondiente a la «heroína perseguida». En esta misma clasificación también se
incluyen los relatos The Wonderful Birch (versión finlandesa de Cenicienta), Aschenputtel (versión alemana), Katie
Woodencloak (versión noruega), The Story of Tam and Cam (versión vietnamita), Ye Xian (versión china), Cap O'
Rushes (versión inglesa), Catskin (otra versión inglesa), Fair, Brown and Trembling (versión irlandesa), Finette
Cendron (versión francesa), Allerleirauh (versión de los Grimm), Tattercoats (versión inglesa) y Estrellita de oro
(versión española).
Un análisis más profundo de los relatos muestra que en Cenicienta, The Wonderful Birch, The Story of Tam and
Cam, Ye Xian, y Aschenputtel, la heroína es perseguida por su madrastra y no se le concede el permiso para asistir a
un baile u otro evento, mientras que en Fair, Brown and Trembling y Finette Cendron es acechada por sus hermanas
y otras figuras femeninas, por lo que son clasificados como 510A; por otro lado, en Cap O' Rushes, Catskin y
Allerleirauh, la protagonista es impulsada desde su hogar por las persecuciones de su padre, y debe ponerse a
trabajar en una cocina radicada en otro sitio. Estos últimos pertenecen a la agrupación 510B. Sin embargo, en Katie
Woodencloak, ella se encarga de las labores hogareñas siendo acechada por su madrastra para luego prestar sus
servicios en una cocina. Finalmente, en Tattercoats, es el padrastro quien se rehúsa que la heroína acuda al baile.
Con características en común de ambas divisiones del grupo 510 (esto es 510A y 510B), Katie Woodencloak es
clasificado como 510A debido a que el villano es la madrastra, mientras que Tattercoats es marcado como 510B
debido a que el padrastro asume el rol de padre de la protagonista.
No obstante, este sistema tiene sus debilidades en la dificultad de no tener una manera de clasificar las subporciones
de un cuento como lo son los motivos. Rapunzel es de tipo 310 («La doncella en la torre»), aunque inicia con una
niña a la que se le exigen ciertas tareas a cambio de comida robada, tal y como Puddocky; no obstante, en Puddocky
no hay una doncella en la torre, mientras que el relato italiano The Canary Prince sí entra en el tipo señalado, pues
comienza con una madrastra celosa.
Además, el sistema Aarne-Thompson permite enfocarse en elementos comunes, en la medida en que el folclorista
puede notar a Black Bull of Norroway como la misma historia que La Bella y la Bestia. Lo anterior resulta útil en
cierta parte, pues erradica el tono y los detalles empleados en una historia.[87]
Cuento de hadas 11
Morfología
Aunque Vladímir Propp estudió específicamente una colección de cuentos de hadas rusos, su análisis ha sido útil
también para la examinación de cuentos de otros países.[88]
Tras haber criticado el análisis de Aarne-Thompson por ignorar el
efecto de los motivos en las historias, y porque los motivos usados no
eran del todo claros,[89] Propp analizó los cuentos por la función que
cada personaje y acción cumplía, concluyendo que un relato estaba
compuesto de 31 elementos y ocho tipos de personajes. Tomando en
consideración que no todos los elementos son requeridos para cada uno
de los cuentos, cuando éstos aparecían lo hacían en un orden invariable
—excepto que cada elemento individual debía ser negado en dos
ocasiones—, por lo que aparecería hasta tres veces, como cuando en
Brother and Sister el hermano se rehúsa a beber de fuentes encantadas
en dos ocasiones, siendo en el tercer intento cuando resulta
encantado.[90]
Interpretaciones
Muchas variantes, especialmente las que están orientadas a los niños,
incorporaron un sentido de moralidad en sus tramas. Perrault concluía
sus versiones con una, aunque no siempre se les consideró como un
aprendizaje moral: Cenicienta, por ejemplo, finaliza con la observación
de que la belleza y personalidad de la heroína podrían llegar a ser
inútiles sin la presencia de su madrina, reflejando la importancia de las
conexiones sociales, aunque también podría simbolizar un significado
de tipo espiritual.[96]
Otros folcloristas han interpretado los cuentos como documentos históricos; varios folcloristas alemanes creen que
los cuentos que han sido preservados de tiempos antiguos, usaron los cuentos de Grimm para explicar algunas
costumbres arcaicas.[100] Otros a su vez han explicado la figura de la madrastra malvada de forma histórica: muchas
mujeres morían durante el parto, sus esposos se volvían a casar, y las nuevas madrastras competían entonces con los
niños del primer matrimonio por diversas razones.[101]
Véase también
• Aarne-Thompson
• Antti Aarne
• Aleksandr Afanásiev
• Hans Christian Andersen
• John Bauer
• Brian Froud
• Hermanos Grimm
• Hada
• Andrew Lang
• Literatura fantástica
• Charles Perrault
• Beatrix Potter
• Vladímir Propp
• Aleksandr Pushkin
• Arthur Rackham
Cuento de hadas 13
Referencias
[1] Merriam-Webster definition of "fairy tale" (http:/ / m-w. com/ dictionary/ fairy tale)
[2] Catherine Orenstein, Little Red Riding Hood Uncloaked, p 9, ISBN 0-465-04125-6
[3] telegraph.co.uk, Fairy tales have ancient origin (http:/ / www. telegraph. co. uk/ science/ science-news/ 6142964/
Fairy-tales-have-ancient-origin. html)
[4] Heidi Anne Heiner, " What Is a Fairy Tale? (http:/ / www. surlalunefairytales. com/ introduction/ ftdefinition. html)"
[5] Vladimir Propp, Morphology of the Folk Tale, p. 5. ISBN 0-292-78376-0.
[6] Propp, p. 19.
[7] Steven Swann Jones, The Fairy Tale: The Magic Mirror of Imagination, Twayne Publishers, Nueva York, 1995, p. 15. ISBN 0-8057-0950-9.
[8] Angela Carter, The Old Wives' Fairy Tale Book, p. ix, Pantheon Books, Nueva York, 1990. ISBN 0-679-74037-6.
[9] Terri Windling, "Les Contes de Fées: The Literary Fairy Tales of France" (http:/ / www. endicott-studio. com/ rdrm/ forconte. html)
[10] Stith Thompson, The Folktale, p 55, University of California Press, Berkeley Los Angeles London, 1977
[11] J. R. R. Tolkien, "Sobre los cuentos de hadas" , The Tolkien Reader, p. 15.
[12] Tolkien, pp. 10–11.
[13] Stith Thompson,The Folktale, 1977 (Thompson: 8).
[14] A. S. Byatt, "Introduction" p. xviii, Maria Tatar, ed. The Annotated Brothers Grimm, ISBN 0-393-05848-4.
[15] Italo Calvino, Six Memoes for the Next Millennium, pp. 36–37. ISBN 0-674-81040-6.
[16] Jack Zipes, The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, pp. xi-xii, ISBN 0-393-97636-X.
[17] Zipes, The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, p. 858.
[18] Brian Attebery, The Fantasy Tradition in American Literature, p. 83, ISBN 0-253-35665-2.
[19] Philip Martin, The Writer's Guide of Fantasy Literature: From Dragon's Liar to Hero's Quest, pp. 38–42, ISBN 0-871116-195-8.
[20] Swann Jones, p. 35.
[21] Brian Attebery, The Fantasy Tradition in American Literature, p. 5, ISBN 0-253-35665-2.
[22] Zipes, The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, p. xii.
[23] Zipes, The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, p. 846.
[24] Linda Degh, "What Did the Grimm Brothers Give To and Take From the Folk?" p. 73, James M. McGlathery, ed., The Brothers Grimm and
Folktale, The Three Bears.ISBN 0-252-01549-5.
[25] Jack Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, p. 2. ISBN 0-415-92151-1.
[26] John Grant y John Clute, The Encyclopedia of Fantasy, "Fairytale," p. 331. ISBN 0-312-19869-8.
[27] Heidi Anne Heiner, "Fairy Tale Timeline" (http:/ / www. surlalunefairytales. com/ introduction/ timeline. html)
[28] Moss Roberts, "Introduction", p. xviii, Chinese Fairy Tales & Fantasies. ISBN 0-394-73994-9.
[29] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, p. 11.
[30] Soula Mitakidou and Anthony L. Manna, with Melpomeni Kanatsouli, Folktales from Greece: A Treasury of Delights, p. 100, Libraries
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[31] Swann Jones, p. 38.
[32] Terri Windling, White as Ricotta, Red as Wine: The Magic Lore of Italy (http:/ / www. endicott-studio. com/ rdrm/ forital. html)"
[33] Italo Calvino, Italian Folktales, p. 738. ISBN 0-15-645489-0.
[34] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, pp. 38–42.
[35] Swann Jones, pp. 38–39.
[36] Swann Jones, p. 40.
[37] G. Ronald Murphy, The Owl, The Raven, and the Dove: The Religious Meaning of the Grimms' Magic Fairy Tales, ISBN 0-19-515169-0.
[38] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, p. 77.
[39] Degh, pp. 66–67.
[40] Iona and Peter Opie, The Classic Fairy Tales p. 17. ISBN 0-19-211550-6.
[41] Jane Yolen, p. 22, Touch Magic. ISBN 0-87483-591-7.
[42] Andrew Lang, The Brown Fairy Book, "Preface" (http:/ / www. mythfolklore. net/ andrewlang/ brown. htm)
[43] Yei Theodora Ozaki, Japanese Fairy Tales, "Preface" (http:/ / www. surlalunefairytales. com/ books/ japan/ freemanmitford/ preface. html)
[44] Grant y Clute, "Hans Christian Andersen," pp. 26–27.
[45] Grant y Clute, "George MacDonald," p. 604.
[46] Orenstein, pp. 77–78.
[47] Zipes, The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, p. 845.
[48] Joseph Jacobs, More Celtic Fairy Tales. London: David Nutt, 1894, " Notes and References (http:/ / www. surlalunefairytales. com/ authors/
jacobs/ moreceltic/ ridere. html)"
[49] Calvino, Italian Folktales, p. xx.
[50] Harry Velten, "The Influences of Charles Perrault's Contes de ma Mère L'oie on German Folklore", p. 962, Jack Zipes, ed., The Great Fairy
Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm.
[51] Velten, pp. 966–67.
[52] Calvino, Italian Folktales, p. xxi.
Cuento de hadas 14
[53] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, p. 1.
[54] Lewis Seifert, "The Marvelous in Context: The Place of the Contes de Fées in Late Seventeenth Century France", Jack Zipes, ed., The Great
Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm, p. 913.
[55] Seifert, p. 915.
[56] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition, p. 47.
[57] Maria Tatar, The Hard Facts of the Grimms' Fairy Tales, p. 19, ISBN 0-691-06722-8.
[58] Tatar, The Hard Facts of the Grimms' Fairy Tales, p. 20.
[59] Tatar, The Hard Facts of the Grimms' Fairy Tales, p. 32.
[60] Byatt, pp. xlii-xliv.
[61] Tolkien, p. 31.
[62] K. M. Briggs, The Fairies in English Tradition and Literature, pp. 181–182, University of Chicago Press, Londres, 1967.
[63] V. Allingham, Philip, A Transcription of Charles Dickens's "Frauds on the Fairies" "Frauds on the Fairies" by Charles Dickens (http:/ /
www. victorianweb. org/ authors/ dickens/ pva/ pva239. html)
[64] Jack Zipes, The Brothers Grimm: From Enchanted Forests to the Modern World, p. 48, ISBN 0-312-29380-1.
[65] Grant and Clute, "Cinema", p. 196.
[66] Patrick Drazen, Anime Explosion!: The What? Why? & Wow! of Japanese Animation, pp. 43–44, ISBN 1-880656-72-8.
[67] wolf, Eric James The Art of Storytelling Show Interview Jack Zipes – Are Fairy tales still useful to Children? (http:/ / www.
artofstorytellingshow. com/ 2008/ 06/ 29/ jack-zipes-fairy-tales/ )
[68] Lanham, Analyzing Prose, p. 3.
[69] Peters, Communication as...: Perspectives on Theory, p. 216.
[70] Zipes, When Dreams Came True: Classical Fairy Tales and Their Tradition and so on!, pp. 24–25.
[71] Grant and Clute, "Fairytale," p. 333.
[72] Martin, p. 41.
[73] Helen Pilinovsky, "Donkeyskin, Deerskin, Allerleirauh: The Reality of the Fairy Tale" (http:/ / www. endicott-studio. com/ rdrm/ fordnky.
html)
[74] Briggs, p. 195.
[75] Zipes, The Brothers Grimm: From Enchanted Forests to the Modern World, pp. 251–52.
[76] D. Ward, Optimizing Bi-Modal Signal to Noise Ratios: A Fairy Tale (http:/ / www. dau. mil/ pubs/ dam/ 09_10_2005/ ward_so05.
pdf)PDF (304 KiB), Defense AT&L, Sept/Oct 2005.
[77] Diana Waggoner, The Hills of Faraway: A Guide to Fantasy, pp. 22–23, 0-689-10846-X.
[78] Grant and Clute, "Commedia Dell'Arte", p. 219.
[79] Grant and Clute, "Commedia Dell'Arte", p. 745.
[80] James Graham, "Baba Yaga in Film" (http:/ / www. endicott-studio. com/ crossroads/ crBabaYagaF. html)
[81] Richard Scheib, review of Labyrinth (http:/ / www. moria. co. nz/ fantasy/ labyrinth. htm) Mi vecino Totoro
[82] Drazen, p. 264.
[83] Terri Windling, "Beauty and the Beast" (http:/ / www. endicott-studio. com/ rdrm/ forbewty. html)
[84] Terri Windling, "The Path of Needles or Pins: Little Red Riding Hood" (http:/ / www. endicott-studio. com/ rdrm/ rrPathNeedles. html)
[85] Drazen, p. 38.
[86] Spelling, Ian.« Guillermo del Toro and Ivana Baquero escape from a civil war into the fairytale land of Pan's Labyrinth (http:/ / www. scifi.
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[87] Tolkien, p. 18.
[88] Propp, Morphology of the Folk Tale.
[89] Propp, pp. 8–9.
[90] Propp, p. 74.
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[94] Christopher Vogler, The Writer's Journey: Mythic Structure for Writers, 2nd edition, p. 30, ISBN 0-941188-70-1.
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[96] Maria Tatar, The Annotated Classic Fairy Tales, p. 43. ISBN 0-393-05163-3.
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[99] Tatar, The Hard Facts of the Grimms' Fairy Tales, p. 46.
[100] Zipes, The Brothers Grimm: From Enchanted Forests to the Modern World, p. 48.
[101] Marina Warner, From the Beast to the Blonde: On Fairy Tales And Their Tellers, p. 213. ISBN 0-374-15901-7.
Cuento de hadas 15
Bibliografía
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Tales with Commentary on English Translations" (http://www.surlalunefairytales.com/introduction/
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• Heidi Anne Heiner, "Fairy Tale Timeline" (http://www.surlalunefairytales.com/introduction/timeline.html)
• J. R. R. Tolkien, Sobre los cuentos de hadas, ensayo publicado por primera vez en Essays Presented to Charles
Williams, Oxford University Press, 1947
• Grimm, Jacob & Grimm, Wilhelm (2006). Todos los cuentos de los hermanos Grimm. Edición completa.
Traducción de la versión original. 700 págs. Cuarta edición. Madrid: Editorial Rudolf Steiner & Mandala
ediciones. ISBN 978-84-89197-57-2.
• Perrault, Charles (2008). Cuentos de hadas de Charles Perrault. Madrid: Rey Lear S.L. ISBN 978-84-92403-07-3.
Interpretación psicoanalítica
• Bettelheim, Bruno (2006). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Colección Ares y Mares. Barcelona: Editorial
Crítica. ISBN 978-84-8432-788-2.
• Franz, Marie-Louise von (1993). Érase una vez: una interpretación psicológica. Barcelona: Luciérnaga. ISBN
978-84-87232-35-0.
• — (1990). Símbolos de redención en los cuentos de hadas. Barcelona: Luciérnaga. ISBN 978-84-87232-06-0.
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Cuento de hadas. Commons
• Wikisource contiene obras originales de o sobre Fairy tales.Wikisource
• Best of the Web: SurLaLune Fairy Tales (http://www.surlalunefairytales.com) - Cuentos registrados
incluyendo historias, fórum de discusión, libros de cuentos de hadas, ilustraciones y cuentos muticulturales.
• Cabinet des Fees (http://www.cabinet-des-fees.com/) - Un periódico online de cuentos de hadas
• Children's resource for Andersen (http://www.andersenfairytales.com)
• Children's resource for Grimm Brothers (http://www.grimmfairytales.com)
• Endicott Studio (http://www.endicott-studio.com) - Journal of Mythic Arts, historia de los cuentos de hadas,
incluyendo la de los relatos contemporáneos.
• Fables (http://www.lefavole.org/en/) - Colección y guía a las fábulas y cuentos de hadas infantiles
• Fairy Tale Review: A Journal of Fairy Tale Literature (http://www.fairytalereview.com)
• Once Upon a Time (http://www.folkstory.com/articles/onceupon.html) - Cómo los cuentos de hadas moldean
nuestras vidas, por Jonathan Young, Ph.D.
• Vladimir Propp's theories (http://www.brown.edu/Courses/FR0133/Fairytale_Generator/propp.html)
• Perrault Fairy Tales (http://www.perraultfairytales.com)
• Colecciones de cuentos de hadas editadas por Andrew Lang, en el Proyecto Gutenberg:
• Blue Fairy Book (http://gutenberg.net/etext/503)
• Brown Fairy Book (http://gutenberg.net/etext/3282)
• Crimson Fairy Book (http://gutenberg.net/etext/2435)
• Green Fairy Book (http://www.gutenberg.org/etext/7277)
• Grey Fairy Book (http://www.gutenberg.org/etext/6746)
• Orange Fairy Book (http://gutenberg.net/etext/3027)
• Lilac Fairy Book (http://gutenberg.net/etext/3454)
• Olive Fairy Book (http://www.gutenberg.org/etext/27826)
Cuento de hadas 16
Hada
Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y
etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que
según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la
imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso
mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a
las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede
provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las
leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas.
Características
Las leyendas celtas hablan del reino de los Áes Sídhe (pronunciado Os
Shi) también conocido en idioma inglés como Fairy Folk, y donde la
mejor traducción a nuestro idioma sería Hadas, si bien es importante
recalcar que no se habla de la concepción victoriana de la Hadas, esos Take the Fair Face of Woman, and Gently
seres diminutos con alas de mariposa, las cuales son en realidad pixies. Suspending, With Butterflies, Flowers, and
Jewels Attending, Thus Your Fairy is Made of
Los Áes Sídhe, son seres semidivinos que viven entre este y el otro
Most Beautiful Things por Sophie Anderson
mundo, con conexiones importantes con la naturaleza y las deidades, la (1823-1903).
mayoría de los relatos los representan como gente no muy alta, pero de
aspecto y altura humana, de tez blanca, ojos claros y pelo muy negro.
En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas "El Buen Pueblo" o "La Buena Gente") aparecen relacionadas
con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que
les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.
En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda
llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos
aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.
En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es
que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad. Este mismo tipo de hadas
se encuentra en la isla de Gotland, en Suecia. En Galicia se llaman sacias, en Asturias reciben el nombre de fades, en
Hada 17
Hay varias hadas con poderes nocivos que lo llegan a utilizar contra los humanos, la mayoría de las veces por
maltratar la naturaleza (talar un bosque sería una auténtica catástrofe para su mundo). Llegaban a raptar a niños para
cambiarlos por seres feéricos totalmente iguales a los niños raptados. Así intentaban crear una estirpe entre humanos
y hadas, aunque los niños morían al poco tiempo, ya que eran pálidos y enclenques. En la Edad Media a todos
aquellos niños que estaban pálidos y delgados se les consideraba que eran hijos de las hadas y habían ocupado el
lugar del verdadero hijo.
Otras veces engatusaban a un hombre de noble estirpe transformándose en mujeres de belleza inigualable para
quedarse embarazadas de estos y dar a luz un ser mitad humano y mitad feérico. Para que el ser sobreviviera el
marido no debía de rezar nunca y jamás deberían ver a las hadas desnudas por completo.
Este conjunto de supersticiones, derivadas de las creencias anímicas de todos los pueblos antiguos, ha inspirado a
notables literatos sus fabulosos "cuentos de hadas".
La variedad de labores que llevan a cabo las hadas es casi infinita además de cantar y bailar, ayudan a los hombres
en el campo, ejercen su control sobre el tiempo protegiendo las cosechas. Durante muchos meses ellas esperan
impacientes la llegada de la primavera. También saben el día exacto en que brotaran las primeras flores pero
prefieren mantener el secreto.
Hada 18
Clases de hadas
Hay muchas clases de hadas, siendo las más conocidas las:
• Lamias, hadas de las cuevas;
• Ninfas, hadas de las fuentes;
• Dríades, hadas de los bosques;
• Sirenas, hadas de los mares;
• Sílfides, hadas de los vientos;
• Salamandras, hadas del fuego;
Véase también
• Cuento de hadas
• Hada madrina
• Melusina
Bibliografía
• Aracil, Miguel G. (1995). Hadas, gnomos, sílfides, ondinas. Madrid: Karma 7. ISBN 978-84-88885-22-7.
• Briggs, Katharine (1992/2003, cartoné/rústica). Diccionario de las hadas. Palma de Mallorca: José J. de Olañeta,
Editor. ISBN 978-84-7651-083-4 / ISBN 978-84-7651-870-0.
• Callejo, Jesús (1995). Hadas. Madrid: Editorial Edaf. ISBN 978-84-7640-973-2.
• – (1999). Hadas. Volumen 2 de la Obra completa Seres Mágicos. Madrid: Editorial Edaf. ISBN 978-84-414-0672-8.
• – (2001). Las hadas. Madrid: Editorial Edaf. ISBN 978-84-414-0851-7.
• Kirk, Robert (1993, 2009). La Comunidad Secreta. Edición y traducción de Javier Martín Lalanda. Tapa
blanda/Cartoné. Colección Libros del Tiempo 283. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN 978-84-7844-179-2 / ISBN
978-84-9841-277-2.
• VV.AA (2009). Cuentos populares de las Tierras Altas escocesas. Editor literario José Manuel de Prada Samper.
Colección Las Tres Edades/ Biblioteca de Cuentos Populares 12. Cartoné. Madrid: Ediciones Siruela. ISBN
978-84-9841-292-5.
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Hada. Commons
Duende 19
Duende
Para el artículo sobre el duende en el flamenco ver Duende (flamenco).
Los duendes son seres mitológicos elementales de la naturaleza,
guardianes de los bosques y de todos los seres vivos que habitan en
ellos.
Los duendes forman parte de la raza elemental feérica, y junto con sus
homólogos elfos, trols y hadas, son guardianes de la naturaleza y son los
seres más populares de las mitologías celta y nórdica, ya que tanto
vikingos como celtas creían en la existencia de fuerzas primarias y de
seres fantásticos relacionados con la naturaleza.
Los duendes se distinguen de los elfos por su pequeño tamaño, sus
orejas son puntiagudas, algunas especies son de nariz grande y otras
pequeña, su cabello es largo y a veces suelen ser peludos y llevan largas
garras. Generalmente son semejantes a un niño pequeño en estatura,
aunque también son descritos subtipos más pequeños; los cuales son
denominados duendecillos. Ilustración: Duende (kobold) con pipa de fumar.
Etimología
La Real Academia Española cita como origen de la palabra duende la expresión "duen de casa" o "dueño de casa",
por el carácter entrometido de los duendes al "apoderarse" de los hogares y encantarlos, [1] pero son descritos como
chiquitos que usan gorrito rojo y suelen pararse a descansar en los jardines de las casas de la gente. Según " Oxford
Conciso el Diccionario de inglés corriente, " el nombre probablemente es sacado de gobelin Anglofrancés (que fue
dado, en Medieval latino, como gobelinus), que es probablemente un diminutivo de Gobel, un nombre relacionado
con la palabra kobold (un duendecillo alemán). Además, allí también exista vario otra ortografía alternativa del
trasgo de palabra, incluyendo: Gobblin, gobeline, gobling, goblyn, gobelinus.
Duendes en la literatura
Según la mitología celta británica, el rey de los duendes y elfos responde al nombre de Lord Oberón, y se le
menciona en Macbeth y demás obras del poeta inglés William Shakespeare, además que también se le hace mención
en el Fausto de Goethe junto con un coro de silfos que invoca Mefistófeles con tal de seducir al doctor Fausto.
Según la historia de Fausto, Lord Oberón contrae matrimonio con la reina de las hadas, Lady Titania, para así
consagrar la unión de ambos reinos elementales de la naturaleza. Oberón tiene un consorte que lo acompaña a todos
lados, Puck, un duende menor erudito en la magia, prolongando así la dualidad clásica de la literatura Rey - Mago,
tal como Arturo y Merlín.
En los cuentos tradicionales infantiles, la figura del duende suele asociarse a pequeños seres bonachones, que
acostumbran a ayudar en secreto a los humanos, recompensando las buenas acciones y castigando a las personas
egoístas y deshonestas. Representativo es el clásico de El zapatero y los duendes, de los Hermanos Grimm.
Herederos de esa tradición son muchos de los cuentos contemporáneos sobre duendes, como Un duende a rayas, de
María Puncel, Los Duendes de Cristal, de Yolanda Lleonart, Los duendes de colonia-Estrella, de Augusto Kopish, o
Los duendes de Navalcarnero, de Rubén Serrano.
También existe la literatura faérica de terror, tal es el caso de las novelas Extraña Simiente y Cuento Infantil de T.M.
Wright y Cuento De Hadas de Raymond E. Feist, en estas historias, los duendes, hadas y demás fauna elemental se
convierten en malvados dejando a un lado el prototipo bondadoso que muestran los cuentos para niños.
Y más recientemente, en la serie Harry Potter, los señores de la banca mágica Gringotts son duendes, el más famoso
es Griphook.
Véase también
• Duendes navideños
• Enano
• Gnomo
• Kobold
• Laftrache
• Yasy Yateré
• Goblin
Referencias bibliográficas
Notas al pie
[1] Origen del término en la RAE (http:/ / buscon. rae. es/ draeI/ SrvltGUIBusUsual?LEMA=duende& TIPO_HTML=2&
FORMATO=ampliado& sourceid=mozilla-search)
Bibliografía de España
• Duendes, Jesús Callejo y Carlos Canales, EDAF, 1994.
• Los duendes de Navalcarnero, Rubén Serrano Calvo. Ed. Selvínderan, 2005.
Bibliografía de México
• Alvarez, José Rogelio (1998). Leyendas mexicanas. España: Everest
• Appendini, Guadalupe (1999). Leyendas de provincia. México: Porrúa. Colección Sepan Cuantos número 661
• Caballero, María del Socorro (1984). Narraciones tradicionales del Estado de México. México: Edición de autor
• Caballero, María del Socorro (1985). Temoaya y su folklore. México: Cuadernos del Estado de México
• Frías, Valentín (1990). Leyendas y tradiciones queretanas. México: Universidad Autónoma de Querétaro
• Gómez Hernández, Antonio; Palanzón, María Rosa y Ruiz, Mario Humberto (1999). Palabras de nuestro
corazón. Mitos, fábulas y cuentos maravillosos de la narración tojolabal. México: UNAM/ Universidad
Autónoma de Chiapas. Colección Literatura Indígena Bilingüe número 3
• Suárez, Isabel (2002). Leyendas de la provincia mexicana. Zona Sureste. México: Selector.
• Trejo Silva, Marcia (2009). Fantasmario mexicano. México: Trillas. ISBN 978-607-0069-8
• Trejo Silva, Marcia (2004). Guía de seres fantásticos del México prehispánico. México: Vila editores. ISBN
968-5414-24-6
• Trejo Silva, Marcia (2008). Monstruos mexicanos. México: Diana. ISBN 978-968-13-4387-3
• Villa Rojas, Alfonso (1985). Estudios Etnológicos. Los mayas. México: UNAM. Instituto de Investigaciones
Antropológicas. SErie Antropológica número 38
• Weitlaner, Roberto J (1977). Relatos, mitos y leyendas de la Chinantla. México: Instituto Nacional Indigenista.
Serie de Antropología Social número 53
Duende 23
Enlaces externos
• MisRelatos.es - Relato "Duendes" (http://www.misrelatos.es/045-duendes.html)
• Mundo Feérico (trata sobre los seres elementales) (http://www.piczo.com/mimundodefantasiafeerica)
• Gestoduende un poco de información sobre el mágico mundo de los duendes (http://www.gestoduende.com.ar/
mitologia.htm)
• Duendes, información y videos de estos seres. (http://www.duendes.com.mx)
Elfo
Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente fueron considerados una raza menor
de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques,
cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos.
Etimología
La palabra elfo, proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe.
El femenino en español es "elfina", "elfinas" (en plural), pero en el lenguaje informal suelen usarse las palabras
"elfa" y "elfas" simplemente.
La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también
proviene el latín albus "blanco".[1] [2]
Los términos correspondientes en las lenguas germánicas son:
• Germánico nórdico
• Nórdico antiguo: álfr, plural álfar.
• Islandés: álfar, álfafólk y huldufólk (gente escondida).
• Danés: Elver, elverfolk o alfer
• Noruego: alv, alven, alver, alvene / alvefolket
• Sueco: alfer, alver o älvor
• Germánico occidental continental
• Neerlandés: elf, elfen, elven, alven (neerlandés medio alf)
• Alemán: del inglés: Elf (m), Elfe (f), Elfen "hadas".[3] Elb (m, plural Elbe o Elben) es un término reconstruido,
mientras que Elbe (f) está atestiguado en el alto alemán medio. Alb, Alp (m), plural Alpe tiene el significado de
"íncubo" (antiguo alto alemán alp, plural *alpî o *elpî).
• Gótico *albs, plural *albeis
Elfo 24
Hay también declaraciones en la Heimskringla y en la Þorsteins saga Víkingssonar de una línea de reyes locales que
gobernaron Álfheim, que se correspondía con la provincia moderna sueca de Bohuslän y la provincia noruega de
Østfold, y ya que tenían sangre élfica, se decía que eran más hermosos que la mayoría de los hombre.
La tierra gobernada por el rey Alf era llamada Alfheim, y toda su prole está relacionada a los elfos. Eran más
hermosos que cualquier otra persona...[7]
El último rey es llamado Gandalf.[8]
Además de estos aspectos humanos, se los describe como seres semi-divinos asociados a la fertilidad y el culto a los
ancestros. De esta forma, la noción de elfo se asemeja a la creencia animista en espíritus de la naturaleza y de los
muertos, común a casi todas las religiones humanas; lo que también se corresponde con la antigua creencia nórdica
en dísir, fylgjur y vörðar (espíritus seguidores y protectores). Como los espíritus, los elfos no estaban atados a
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limitaciones físicas y podían atravesar paredes y puertas, tal como sucede en Norna-Gests þáttr.
El historiador islandés Snorri Sturluson se refiere a los enanos (dvergar) como "elfos oscuros" (dökkálfar) o "elfos
negros" (svartálfar); pero es incierto si esto refleja la creencia escandinava en su conjunto.[9] Se refiere a otros elfos
como "elfos de la luz" (ljósálfar), lo cual se ha asociado a la conexión de los elfos con Frey, el dios del sol (de
acuerdo a Grímnismál, Edda poética). Snorri describe las diferencias de los elfos de esta manera:
"Allí [en el cielo] hay un lugar que es llamado Hogar de los elfos (Álfheimr). Las personas que viven allí son
llamadas elfos de la luz (Ljósálfar). Pero los elfos oscuros (Dökkálfar) viven bajo la tierra, y no se asemejan en
apariencia a ellos - y tampoco se asemejan en la realidad. Los elfos de la luz son más brillantes que la
apariencia del sol, pero los elfos oscuros son más negros que la oscuridad en sí." (Snorri, Gylfaginning 17,
Edda prosaica)
"Sá er einn staðr þar, er kallaðr er Álfheimr. Þar byggvir fólk þat, er Ljósálfar heita, en Dökkálfar búa niðri í
jörðu, ok eru þeir ólíkir þeim sýnum ok miklu ólíkari reyndum. Ljósálfar eru fegri en sól sýnum, en Dökkálfar
eru svartari en bik."[10]
Mayor evidencia de la presencia de elfos en la mitología nórdica proviene de la poesía escáldica, la Edda poética y
de las sagas legendarias. En ellas, los elfos están relacionados con los Æsir, particularmente por la frase común "Æsir
y los elfos", que presumiblemente signifique "todos los dioses".[11] Algunos eruditos han comparado a los elfos con
los Vanir.[12] Pero en Alvíssmál ("Dichos de Alvíss"), se considera a los elfos como seres distintos de los Vanir y los
Æsir, como se revela por una serie de nombres comparativos en los cuales se da las propias versiones de varias
palabras para los Æsir, los Vanir, y los elfos como reflejo de sus preferencias raciales individuales. Es posible que
estas palabras marquen una diferencia de estatus entre los mayores dioses de la fertilidad, los Vanir, y los menores,
los elfos. La Grímnismál cuenta que el Van Frey era el señor de Álfheim ("mundo de los elfos"), y hogar de los elfos
de la luz. La Lokasenna cuenta como un gran grupo de Æsir y elfos se habían reunido en la corte de Ægir para un
banquete. Había presente varios sirvientes de los dioses, como Byggvir y Beyla, que pertenecían a Frey, señor de los
elfos, que eran probablemente elfos en sí, ya que no eran contados entre los dioses. Se mencionan también otros dos
sirvientes, Fimafeng (asesinado por Loki) y Eldir.
Un poema de cerca de 1020, el Austrfaravísur ('Versos de viajes al este') de Sigvat Thordarson, menciona que, como
cristiano, se le negó la entrada a una residencia pagana, en Suecia, porque se estaba llevando a cabo un álfablót
("sacrificio a los elfos"). Sin embargo, no se tiene más información confiable sobre a lo que un álfablót implica,[13]
pero como otros blóts, es probable que incluyera ofrenda de alimentos.
Además, en la Saga de Kormák se evidencia la creencia de que sacrificar para los elfos podía curar graves heridas de
combate:
Þorvarð se curó lentamente; y cuando se pudo parar fue a ver a Þorðís, y le preguntó qué podría ayudarle a
curarse mejor.
"Hay una colina", le respondió, "no lejos de aquí, donde los elfos tienen su refugio. Hazte con el toro que
mató Kormák, y enrojece la colina con su sangre, y haz un festín con su carne para los elfos. Así serás
curado."[14]
Elfos germanos
Los elfos germanos originales (sajón antiguo alf; alto alemán medio: alb, alp; plural elbe, elber; antiguo alto alemán
alb, del siglo XIII[15] ) se cree que eran ligeras criaturas que vivían en el cielo durante la era del paganismo
germánico, y puede que haya incluido elfos oscuros o enanos subterráneos (ya que se entendía que eran similares a
los álfr de la antigua mitología nórdica). En el folclore post-cristiano comenzaron a ser descritos como pícaros
maliciosos que podían provocar enfermedades en el ganado y la gente, y además provocar malos sueños. La palabra
alemana para pesadilla, Albtraum, significa "sueño de elfo". La forma arcaica Albdruck significa "agobio elfo"; se
creía que las pesadillas eran provocadas por un elfo sentado en el pecho de una persona durmiendo. Este aspecto de
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las creencias germanas en los elfos se corresponde de manera similar con las creencias escandinavas en mara.
También guarda cierta similitud con las leyendas sobre los íncubos y súcubos.[16]
En el folclore de Dinamarca y Suecia aparecen muy ocasionalmente reyes elfos, pero hay una predominancia de
mujeres elfas. En la época germana media de Nibelungenlied, un enano llamado Alberich juega un importante papel.
Alberich cuyo nombre es literalmente "elfo soberano" contribuye aún más en la confusión entre elfos y enanos que
viene ya desde la Edda prosaica. A través del francés Alberon, la palabra entró al idioma inglés como Oberón – rey
de los elfos y las hadas en la obra de Shakespeare, El sueño de una noche de verano.
La leyenda de Der Erlkönig parece haberse originado en una época más reciente en Dinamarca y Goethe basó su
poema en "Erlkönigs Tochter" ("La hija de Erlkönig"), una obra danesa traducida al alemán por Johann Gottfried
Herder.
La naturaleza de Erlkönig ha sido tema de varios debates. El nombre traducido literalmente del alemán sería "rey
Alder" más que su habitual traducción del inglés de, "rey elfo" (que sería en alemán Elfenkönig). Se ha sugerido en
ocasiones que Erlkönig es un error de traducción de la fuente original danesa ellerkonge o elverkonge, que en este
caso si significa "rey elfo".
De acuerdo al folclore germano y danés, el Erlkönig aparece como un presagio de muerte, de manera similar a
banshee en la mitología irlandesa. A diferencia de banshee, el Erlkönig se le aparece solamente a un persona a punto
de morir. Su forma y expresión dice a la persona que tipo de muerte tendrá: una expresión de sufrimiento indica una
muerte dolorosa, una pacífica es señal de muerte tranquila e indolora. Este aspecto de la leyenda fue inmortalizado
por Goethe en su poema Der Erlkönig, que más tarde sería musicalizado por Franz Schubert.
En la primera historia del cuento de hadas de los hermanos Grimm, Die Wichtelmänner, los protagonistas que dan
título al cuento son dos pequeños seres que ayudan a un zapatero en su trabajo. Cuando recompensa su trabajo con
pequeñas ropas, están tan encantados, que se alejan corriendo y nunca los vuelve a ver. Aunque los Wichtelmänner
son similares a seres como los kobolds, enanos y brownies, los protagonistas del relato han sido traducidos en
ocasiones como elfos.
Variaciones de los elfos germanos en el folclore incluye a la gente de los árboles[17] y las damas blancas. Jacob
Grimm no los asocia directamente con los elfos, pero otros investigadores ven una posible conexión a los brillantes
elfos de luz de los antiguos nórdicos.[18]
También hay elfos oscuros (svartalfer en la mitología nórdica), los cuales son retorcidos y malignos. Los elfos son
enemigos de los orcos y goblins, y suelen estar permanentemente peleados con los enanos.
artesanos, aunque solo los noldor entre ellos pueden superar la maestría de los enanos en la metalurgia; además los
elfos fueron las primeras criaturas en crear un lenguaje hablado y escrito, y en muchos casos los idiomas de la Tierra
Media derivan de ellos. En algunos momentos se alían con los hombres para enfrentar un enemigo común, pero por
lo general prefieren tener poco trato con ellos. Según la obra de Tolkien, estos seres se encuentran «atados al
mundo», y al contrario que los hombres que tienen los dones de poder labrar su propio destino y de la mortalidad, su
destino está ligado a la canción que creó al mundo.
En El Legado
Aquí, los elfos son seres diestros con la magia, que tienen gran habilidad y fuerza, y nunca mueren por edad. Esta
última característica la obtuvieron de los dragones, pues antes vivían tanto como los humanos.
Cuando los elfos llegaron en sus barcos de plata a Alagaësia, entraron en Du Fyrn Skulblaka (la guerra con los
dragones). Esta guerra comenzó cuando un elfo cometió el error de cazar a un dragón como si fuera un animal
común y corriente. Los dragones, enojados, mataron al elfo. Pero la matanza no paró ahí, los dragones se unieron y
atacaron a los elfos, estos trataron de terminar con la guerra, pero no hallaron manera de comunicarse con los
dragones. Al principio los elfos solo se defendían pero la ferocidad de los dragones hizo que los elfos tuvieran que
atacar para sobrevivir . Esta guerra habría durado mucho más si un elfo llamado Eragon (que no es el protagonista de
la saga) no hubiera encontrado un huevo de dragón.
Nadie sabe cómo apareció el huevo ahí, bueno el caso es que Eragon y su dragón terminaron con la guerra, pero
ninguna de las razas se podían permitir otra guerra, pues acabarían destruyéndose mutuamente. Era inevitable que se
iniciara otra guerra, y la única solución era vincular a las dos razas a través de la magia.
los dragones pusieron la magia y los elfos el verbo, fundiendo las almas de elfos y dragones. Los dragones ganaron
el uso del lenguaje y otras herramientas de la civilización, y los elfos su longevidad. Luego, cuando llegaron los
humanos, fueron añadidos al hechizo.
Son inmortales y solo mueren por enfermedades de carne, o asesinados (ser asesinado no es una enfermedad).
En Artemis Fowl
Al contrario que en otras obras modernas, los elfos de Eoin Collfer se parecen más a las criaturas bajitas de la
mitología irlandesa. Se definen a si mismos como Criaturas Mágicas, pese a vivir en una sociedad subterránea
supertecnificada. No se sabe cual es su promedio de vida con exactitud, pero si que es muy superior (por siglos) al de
los humanos. También se ha hecho hincapié en que su ritmo biológico es más lento que el de los humanos (podría
ser un intento de explicación racional), y en que la radiactividad es mortal en su caso. Poseen unos poderes mágicos
bastante limitados por reglas muy precisas, recogidas en el Libro de las Criaturas, que podría compararse con una
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Otros medios
Videojuegos
El mundo de los videojuegos ha contribuido enormemente a dar a conocer la imagen japonesa de los elfos: seres muy
bellos de enormes orejas puntiagudas. Dentro de esta rama de la mitología élfica destacan:
Shadowrun
Puedes elegir a estos seres que pueden ser rapido, se curan, y tienen buen uso con las katanas,(de hecho son humanos
transformados en criaturas algunos en elfos por un gran hechizo in directo creado por una montaña con cristrales y
poder magico).
The Legend of Zelda
Su protagonista, Link, es muy parecido a un elfo, pertenece a la raza de los Hylianos (o "hilianos", "hylians" en
inglés) que habitan Hyrule, que son humanos que tienen las orejas de punta, por eso son fácilmente confundidos con
elfos.
Final Fantasy & Lineage II
Recoge la idea japonesa por excelencia de los elfos.
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Everquest
Recoge la tradición de Tolkien de elfos nobles silvanos, agregando a los elfos oscuros de D&D.
Heroes of Might and Magic
Se remonta a sus raíces escandinavas de seres silvestres y siempre alineados con la naturaleza.
Kingdom Under Fire
En este se presenta a los elfos oscuros como altos elfos (debido a su estatura considerablemente mayor que la
de los elfos de la luz), y se les presentan como sociedades de guerreras amazonas con una participación casi
nula de los varones. En esta historia aparecen gobernados por vampiros y por seres mitad elfo nocturno mitad
vampiro (odiados y menospreciados por las dos razas).
También en este juego se presenta una clase de elfos rubios hermosos gobernando el reino de arein y son distintos a
los elfos oscuros mencionados anteriormente.
En Warhammer Fantasy
Warhammer Fantasy es un juego de rol de la compañía Games Workshop, en él hay tres tipos de elfos:
Altos Elfos
Se autodenominan Asur, y fueron la segunda raza creado por los míticos Ancestrales, después de los Hombres
Lagarto. Son altos, esbeltos, ágiles, sabios y hábiles. Su raza está en decadencia, aunque aún conservan gran
parte de su poder. Viven en Ulthuan, una isla en medio del Gran Océano, entre las tierras oscuras de
Naggaroth y el Viejo Mundo, donde habitan los Hombres. La isla se divide en varios reinos autónomos, unidos
por la figura del Rey Fénix, que actualmente es Finubar, y la Reina Eterna, cargo que recae en Alarielle,
quienes co-gobiernan como una biarquía a los Asur.
Defendieron, junto a los Enanos, el mundo en los albores del tiempo, cuando el Caos quiso apoderarse de él.
Las hordas de demonios del Caos fueron detenidas y los Elfos perdieron a su mayor héroe, Aenarion, que
luchó contra las más terribles bestias demoníacas.
Sufrieron una guerra civil (la Secesión) cuando un grupo de Altos Elfos se corrompió. Entonces los Elfos
Oscuros, como serían llamados, fueron exiliados. Ahora, grandes hechizos de inconmensurable poder
mantienen a flote la isla de Ulthuan.
Elfos Oscuros
También llamados Druchii, son pálidos, morenos y crueles. Viven en Naggaroth, la Tierra del Frío,
organizados en ciudades semi autónomas, y reina sobre los Druchii el Rey Brujo Malekith, hijo del héroe
Aenarion, corrupto por su malvada madre Morathi. Ella inició en Ulthuan el culto a un dios del Caos,
Slaanesh, y extendió el credo por todo el reino oriental de la isla. La Secesión fue la cruel guerra civil que
terminó con la expulsión de los Elfos Oscuros a las inefables tierras de Naggaroth, donde esperan su venganza.
Su sociedad es despiadada. El asesinato es regla común y el Rey Brujo no se mete en las disputas familiares.
Elfos Silvanos
Cuando los Altos Elfos fundaron colonias en el Viejo Mundo, iniciaron relaciones amistosas con los Enanos.
Pero una partida de guerra de los Elfos Oscuros atacó a los Enanos, y éstos no diferenciaron las dos razas, y
comenzó la Guerra de la Barba entre Elfos y Enanos. Cuando terminó, con un resultado indeciso, aunque los
Elfos fueron quienes se retiraron, algunos de ellos no quisieron dejar la tierra en que habían vivido. Se
instalaron en profundos bosques y comenzaron a desarrollar creencias, lenguaje y tradiciones propias. Los
Asrai, como se denominan, son rápidos, astutos, gustan de tender emboscadas en sus reinos forestales en el
gran Bosque de Athel Loren, y son mezquinos y reservados. No permiten la entrada a sus reinos de nadie que
no goce de su permiso, y si no es así, los intrusos mueren víctimas de las trampas o las flechas. Están en
armonía con el bosque y se relacionan con los espíritus de los árboles.
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Reinan en Loren Orión, encarnación de Kurnous, dios de la caza, y Ariel, encarnación de la madre tierra, Isha.
Sus peores enemigos son los Hombres Bestia, seres mutados por los poderes del Caos que corrompen los
bosques del mundo.
Warcraft
Los elfos de Warcraft se basan en la mitología de D&D, la escandinava y la nipona, caracterizándose por sus largas
cejas y orejas -éste último rasgo es compartido con los elfos del manga japonés. Según algunas teorías, los elfos
proceden de los trolls, aunque hay muchos que niegan eso.
Se distinguen cuando menos tres subrazas de elfos:
Elfos nocturnos
Primeros elfos en el mundo de Warcraft, protectores de Nordrassil que durante miles de años fueron
inmortales hasta el fin de la Tercera Guerra. Son muy buenos arqueros, más altos que los humanos y
musculosos, el color de su piel es violácea, sus orejas son más largas e inclinadas que las de los otros elfos.
También son magníficos druidas, por su estrecha relación con los espíritus del bosque y los ancestros (seres
arbóreos semejantes a los ents) han desarrollado una cultura dedicada a la naturaleza y a la protección de la
vida, lo cual se refleja en su aspecto salvaje. Son seres nocturnos, por lo que son especialmente aptos para
vivir en la noche, mientras adoran a la diosa de la luna Elune.
Altos elfos
Elfos tentados por el manejo de la magia arcana y supervivientes de la antigua clase alta de la sociedad de
elfos nocturnos. Adoptaron tras su exilio en el reino de Quel'thalas una vida diurna alrededor de su fuente de
magia, el Pozo del Sol. Su aspecto es semejante al de un humano, sólo que de menor tamaño y complexión
más débil respecto a los elfos nocturnos, rubios, de cejas muy largas y orejas puntiagudas. Han desarrollado
una cultura que mezcla la vida en los bosques con el uso de la magia. Sus élite de guerreros son los
montaraces, expertos arqueros, aunque también los altos elfos son excelentes en el dominio de la magia
arcana. Después de la tercera guerra, la población de altos elfos casi se extingue, contando ahora solo con unos
grupos reducidos que viven en ciudades humanas.
Elfos de sangre
Cuando el Pozo del Sol fue corrompido en la Tercera Guerra a manos del Azote, los altos elfos sufrieron un
síndrome de abstinencia de magia arcana y necesitaron buscar nuevas fuentes de magia. Aquellos que
encontraron alivio a su adicción en la energía demoníaca se volvieron más arrogantes y agresivos,
convirtiéndose en elfos de sangre, bautizados así por el príncipe elfo Kael'Thas Sunstrider. Básicamente son la
misma raza que los altos elfos, la diferencia se sitúa en cuestiones culturales. Los elfos de sangre han
desarrollado habilidades especializadas para absorber la magia de sus presas y se separaron de la Alianza;
algunos elfos se aliaron a la Horda y otros a las fuerzas de Illidan y sus naga.
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Lenguas élficas
Las lenguas élficas en el universo fantástico de Warcraft son:
• el darnassiano, que es la lengua de los elfos de la noche de Kalimdor;
• el thalassiano, que es hablado por los altos elfos (elfos de sangre de Quel'thalas).
Magic: el encuentro
Hay una gran cantidad de elfos, según el plano en el que habitan:
Plano de Dominaria: Los elfos de Dominaria poseen las caracteristias generales además, habitan principalmente en
continente llamado Llanowoar, son protectores de la naturaleza y castigan a quienes atentan contra ella.
Plano de Ravnica: los elfos de están principalmente divididos en tres gremios, y tienen características y forma de
pensar muy diferentes.
-Selesnya: Los elfos de Selesnya son la mayoría de los integrantes de los miembros del gremio. Poseen las
características generales. Los elfos selenya son los que enseñan la filosofía del gremio que es la fuerza y el equlibrio
espirtual solo se llega con la unión del grupo. otra característica de estos elfos es que usan lobos como montura.
-Golgari: Los elfos del golgari son elfos expulsoados del gremio Selenya debido a que no siguieron los principios del
gremio y se corrompieron con el mana negro. -Simic: Los elfos del gremio Simic son muy distintos que los últimos
dos gremios, son calvos sus orejas son más alargadas y el color de su piel es verde y debido a la naturaleza del
gremio algunos se han modificado genéticamente siendo híbridos con serpientes, estos elfos buscan la forma de
adaptar la naturaleza a la civilización.
Plano de Mirrodin: Los elfos de Mirrodin poseen las características generales, pero los elfos machos (por así decirlo)
son calvos y tienen un aspecto similar con los elfos de ravnica del gremio Dimir, y las hembras si tienen pelo, otra
característica de estos elfos es que partes de su cuerpo están cubiertas por laminas de metal. Los elfos de mirrodin no
son originarios de este plano. Los elfos sufren constantes ataques de las máquinas de este plano al ser los únicos
seres que adoran a la naturaleza de este plano artificial. Al igual que los elfos de ravnica estos usan lobos como
montura.
Plano de Lorwyn/Shadomoor: Los elfos de este plano son muy peculiares, pues además de tener las características
tienen pezuñas y cuernos de ciervo recordando mucho a un Fauno, estos elfos usan de montura ciervos y crían lobos
como si fueran perros, pero las características de estos elfos en tanto su cultura y su forma de pensar varia según el
estado del plano. -Lorwyn: Los elfos del soleado Lorwyn son vanidosos y narcicistas, pero también son tiranos que
son tanto respetados y temidos por las demás razas del plano. Estos elfos creen que ellos son los protectores de la
belleza, de hecho sus clases sociales se basan en eso los elfos más bellos están en lo alto de la sociedad y adorados
como dioses, pero a la imversa los seres extremadamente feos a los que ellos suelen llamar desgracias visuales que
pueden ser tanto como no elfos, los elfos consideran a estos seres como un cáncer que debe ser extripado por lo que
hay elites de cazadores y asesinos que se encargan de eliminarlos. estos elfos también tienen la característica de
"embellecer" a la naturaleza, siendo sus mayores logros los palacios del bosque llamado El bosque de la hoja dorada.
-Shadommor: Los elfos de shadommor el contrario oscuro de lorwyn son lo contrario a los primeros, estos elfo son
humildes, y ahora ellos deben cuidarse de las demás razas una gran ironía, pero ellos siguen adorando a la belleza
pero esta vez como una forma de luz y esperanza, para un plano oscuro y feo como shadomoor, es decir que los ellos
son los únicos protectores de la luz en shadomoor. estos elfos también tienen una variación de apariencia y vestidura
los elfos de lorwyn sus cuernos son más parecidos a los de un carnero, mientras que los elfos de shadomoor son más
parecidos a los de un ciervo.
Plano de Alara: La mayoría de los elfos de Alara se concentran en el fragmento de Naya. -Naya: Los elfos de naya
poseen las características generales, pero estos elfos adoran a las bestias llamadas Gargantuas, su adoración es tal
que muchos elfos suelen seguir el paso de las bestias, incluso curándolas si las ven heridas o moribundas, pero
también consideran como herejía tratar de domar o cazar a estas criaturas. otros rasgo de estos elfos que suelen crear
Elfo 33
capamentos que solo abandonas en sus misiones, y que los druidas vagan por todo naya.
Referencias
[1] Hall, Alaric Timothy Peter. 2004. The Meanings of Elf and Elves in Medieval England (http:/ / 69. 72. 226. 186/ ~alaric/ phd. htm) (Ph.D.
University of Glasgow). pp. 56-57.
[2] IE root *albh-, en "American Heritage Dictionary of the English Language 2000". (http:/ / www. bartleby. com/ 61/ roots/ IE13. html)
[3] El masculino Elb es reconstruido del plural por Jacob Grimm, Deutsches Wörterbuch, quien rechaza Elfe como un anglicismo reciente (en
1830).
[4] Old Norse Online (http:/ / www. utexas. edu/ cola/ centers/ lrc/ eieol/ norol-BF-X. html)
[5] Alaric Hall (2007). Elves in Anglo-Saxon England: Matters of Belief, Health, Gender and Identity (Anglo-Saxon Studies, 8). Boydell &
Brewer: Cambridge.
[6] Setr Skuld hér til inn mesta seið at vinna Hrólf konung, bróður sinn, svá at í fylgd er með henni álfar ok nornir ok annat ótöluligt illþýði, svá
at mannlig náttúra má eigi slíkt standast. (http:/ / www. heimskringla. no/ original/ fornaldersagaene/ hrolfsagakraka. php)
[7] Traducción libre de la versión inglesa Þorsteins saga Víkingssonar (http:/ / www. northvegr. org/ lore/ viking/ 001_02. php) (original en
nórdico antiguo: Þorsteins saga Víkingssonar (http:/ / www. snerpa. is/ net/ forn/ thorstei. htm)). Capítulo 1.
[8] Saga de Harald Fairhair en Heimskringla.
[9] Hall 2004, pp. 31-35
[10] Sturluson, Snorri. Edda prosaica, Traducción de Rasmus B. Anderson (1897) (http:/ / www. northvegr. org/ lore/ prose2/ index. php).
Capítulo 7.
[11] Hall 2004, pp. 37-46
[12] Hall 2004, pp. 43-46
[13] Hall 2004, p. 40
[14] Traducción libre del inglés "The Life and Death of Cormac the Skald" (http:/ / www. worldwideschool. org/ library/ books/ lit/ epics/
LifeandDeathofCormactheSkald/ Chap1. html) (Original en nórdico antiguo: Kormáks saga (http:/ / www. snerpa. is/ net/ isl/ kormaks. htm)).
Capítulo 22.
[15] Marshall Jones Company (1930). Mythology of All Races Series, Volume 2 Eddic, Great Britain: Marshall Jones Company, 1930, pp. 220.
[16] Hall 2004, pp 125-26
[17] Thistelton-Dyer, T.F. The Folk-lore of Plants, 1889 (http:/ / www. gutenberg. org/ files/ 10118/ 10118-8. txt). Disponible en línea por
Project Gutenberg.
[18] Grimm, Jacob (1835). Deutsche Mythologie; de la edición inglesa de Grimm's Teutonic Mythology (1888); Disponible en línea por
Northvegr 2004-2007, cap. 32, pp. 2 (http:/ / www. northvegr. org/ lore/ grimmst/ 032_02. php), 3 (http:/ / www. northvegr. org/ lore/
grimmst/ 032_03. php); Marshall Jones Company (1930). Mythology of All Races Series, vol. 2 Eddic, Great Britain: Marshall Jones
Company, 1930, pp. 221-222.
Véase también
• Mitología
• Hada
• Gnomo
• Silfo
• Enanos
• Orco
• Juego de rol
• Lenguaje élfico
• Esfera luminosa
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Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Elfo.Commons
Elfo en Dungeons & Dragons (http://www.rincondeldm.com/Elfo)
Trol
Un trol (del nórdico troll) es un temible miembro de una mítica raza
antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia
desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de
hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que
viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto
de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños
cambiados. También se les puede llamar ‘gente de la colina’ o ‘del
montículo’. En los cuentos de las islas Shetland y Orkney, los troles
son llamados trowes.
El ambiguo significado original de la palabra troll parece haber pervivido algún tiempo después de que la antigua
literatura escandinava fuese documentada. Esto puede verse en términos tales como sjötrollet (‘trol del mar’),
sinónimo de havsmannen (‘hombre del mar’), un espíritu protector del mar y especie de equivalente masculino de la
sjörå (véase huldra).
Trol 35
En Escandinavia hay muchos lugares llamados en honor a los troles, como la ciudad sueca de Trollhättan (‘capucha
de trol’) y la legendaria montaña Trollkyrka (‘iglesia de trol’).
Gradualmente puede discernirse la formación de dos tradiciones principales sobre el uso de troll. En la primera, el
troll es un descendiente directo de los jötnar escandinavos, grande y bruto. Se les suele describir como feos o con
características animales como colmillos u ojos ciclópeos. Ésta es la tradición que ha llegado a dominar cuentos de
hadas y leyendas (véase más abajo), pero también el concepto prominente de troll en Noruega. Como regla general,
lo que sería llamado un «troll» en Noruega sería en Dinamarca y Suecia un ‘gigante’ (jætte o jätte, derivado de
jötunn).
En algunos relatos noruegos, tales como la balada medieval Åsmund Frægdegjevar,[2] los troles viven en una lejana
tierra norteña llamada Trollebotten, cuyo concepto y ubicación parecen coincidir con el antiguo Jötunheimr
escandinavo.
La segunda tradición es más prominente en el sur de Escandinavia. Inversamente, lo que sería llamado troll en el sur
de Suecia y Dinamarca se llamaría huldrefolk en Noruega y vitterfolk en el norte de Suecia (véase Isla de Wight). El
término sureño se originó probablemente por una generalización de los términos haugtrold (‘trol del montículo’) o
bergtroll (‘trol de la montaña’), ya que los troles de esta tradición residen bajo tierra.
Estos troles son muy parecidos a los humanos en apariencia. A veces tenían una cola escondida en sus ropas, pero ni
siquiera eso era definitivo. Un forma frecuente de reconocer a un trol con aspecto humano en el folclore es fijarse
mejor en lo que visten: en particular, las mujeres trol iban a menudo vestidas demasiado elegantemente para ser
mujeres humanas que se mueven con frecuencia por el bosque.
Sin embargo, la mayoría de las veces los troles se mantenían invisibles y así podían viajar sobre los vientos, como en
el caso del trol de viento Ysätters-Kajsa, o colarse en los hogares humanos. A veces sólo podía oírseles hablar, gritar
y hacer ruido, o el sonido de su ganado. Similarmente, si se estaba en el bosque y se olía comida guisándose, se sabía
que había un trol viviendo cerca. Los troles también eran famosos por su habilidad para cambiar de forma,
adoptando el aspecto de troncos caídos o animales como gatos y perros. Una noción bastante frecuente es que a los
troles les gustaba aparecer como bolas de hilo rodantes.
Mientras los grandes troles ogrunos aparecen a menudo como seres solitarios, se creía que los troles «pequeños» era
seres sociales que vivían juntos, como los humanos pero en el bosque. Criaban animales, cocinaban y horneaban pan,
eran excelentes en la artesanía y celebraban grandes banquetes. Como muchas otras especies del folclore
escandinavo, se decía que vivían en complejos subterráneos, accesibles desde entradas bajo grandes cantos rodados
del bosque o las montañas. Estos cantos podían estar erigidos sobre pilares de oro. En sus moradas, los troles
acumulaban oro y tesoros. Había discrepancias sobre si los troles eran básicamente malvados o no, pero a menudo
trataban a la gente como ellos eran tratados. Sin embargo, los troles podían provocar mucho daño cuando eran
vengativos o juguetones, y a pesar de otras cosas siempre eran paganos. Los troles también eran grandes ladrones, y
les gustaba robar la comida que los granjeros almacenaban. Podían entrar invisibles en los hogares durante los
banquetes y comer de los platos de forma que no hubiese bastante comida, o echar a perder la cerveza y el pan de
forma que faltase o no fuese suficiente.
A veces los troles raptaban a gente para hacerlos sus esclavos o al menos sus prisioneros. Estas pobres almas eran
conocidas como bergtagna (‘llevados a la montaña’ o ‘tomados por la montaña’), que también es la palabra
escandinava para ‘llevarse por arte de magia’. Estar bergtagen no sólo se refería a la desaparición de la persona, sino
también a que tras su retorno, quedaban afectados por la locura o apatía provocada por los troles. Cualquiera podía
ser raptado por los troles, incluso el ganado, pero el mayor riesgo lo corrían las mujeres que habían dado a luz pero
no habían sido llevadas aún de vuelta a la iglesia.
Ocasionalmente, los troles robaban incluso un bebé recién nacido, dejando a su propio vástago, un (bort)byting
(‘niño cambiado’), en su lugar.
Trol 36
Para guardarse de los troles siempre podía confiarse en el Cristianismo: las campanas de iglesia, un crucifijo o
incluso palabras como «Jesús» o «Cristo» servían contras ellos. Como otras criaturas del folclore escandinavo,
también temían al hierro. Además de eso, fueron perseguidos por Thor, uno de los últimos vestigios de la antigua
mitología escandinava, quien arrojaba sus martillos como rayos para matarlos. Estos martillos podía luego
encontrarse en la tierra (en realidad hachas de la Edad de Piedra) y usadas como talismanes protectores.
Los niños escandinavos pequeños suelen entender el concepto de los troles, y una manera de habituarles a cepillarse
los dientes es decirles que se deshagan de los pequeñísimos «troles de los dientes» que de otra forma harían agujeros
en ellos. Es éste un recurso pedagógico usado para explicar las bacterias por el autor noruego Torbjørn Egner en su
historia Karius og Baktus.
La autora sueco-finlandesa Tove Jansson ha alcanzado fama mundial con sus Moomintrolls.
En el género de la paleoficción, el prestigioso paleontólogo finés Björn Kurtén ha jugado con la teoría (por ejemplo,
en La danza del tigre) de que los troles sean un lejano recuerdo de un encuentro con los neandertales de nuestros
ancestros los cromagnones hace unos 40.000 años durante su migración hacia el norte de Europa. El
paleoantropólogo español Juan Luis Arsuaga proporciona pruebas de estos tipos de encuentros en su libro El collar
del neandertal. La teoría de que los neandertales y los cromagnones ocupasen la misma zona de Europa en la misma
época histórica ha sido corroborada por pruebas fósiles. Los neandertales bien pueden haber sobrevivido en épocas
históricas y puede que se les recuerde como troles, pero hay pocas evidencias a favor de esta teoría. Otros
investigadores creen que las historias sobre troles pueden referirse simplemente a tribus vecinas.
Hay cierta especulación sobre si la famosa historia Rumpelstiltskin surgió a partir de un cuento popular sobre troles
que guarda muchas similitudes. Aunque la historia original del trol incluye a un predicador que contrata a un trol
para construir una iglesia en lugar de una mujer que necesita hilar paja en otro, el elemento central de un pacto que
debe ser satisfecho adivinando el nombre de la otra parte, y la subsiguiente muerte del trol o ser cuyo nombre es
adivinado resulta central en ambas historias.
Trol 38
Troles estadounidenses
Los cuentos populares escandinavos relacionados con los troles como
El gruñido de los tres chivos son conocidos en otras culturas europeas
y de ascendencia europea. En los Estados Unidos y Canadá, la antigua
creencia en los troles ha sido sustituida en la actualidad por la creencia
en el Bigfoot y el Sasquatch. Muchas estatuas de troles adornan el
distrito de negocios del centro de Mount Horeb, Wisconsin, lo que ha
hecho que la ciudad sea llamada The Troll Capital. También hay un
barrio en la parte noreste de Fargo, Dakota del Norte llamado
Trollwood.
En la literatura
En la Tierra Media de J. R. R. Tolkien, los troles son humanoides muy grandes (cerca de 3 metros de alto),
inmensamente fuertes y de poca inteligencia. Se dividen en varios tipos: troles de las colinas, de las montañas, de las
nieves, de las cuevas y de piedra (que se petrifican cuando les da la luz del sol). Aunque se describen muchos de los
distintos tipos, los únicos con los que se encuentran los personajes son tres troles de las colinas (por parte de Bilbo) y
un troll de las cuevas por la Comunidad en Moria.
En los libros del Mundodisco de Terry Pratchett, los troles son grandes criaturas compuestas de roca que se
alimentan también de ésta. Tienen una tendencia cultural hacia la violencia, y su inteligencia es inversamente
proporcional a la temperatura, haciéndoles bastante estúpidos en climas templados. Su tamaño aumenta con la edad,
desde guijarros hasta montañas. Arrastran la mala fama de comerse a la gente, pero este estereotipo es falso, pues son
incapaces de digerir nada que no sea roca (sin embargo, algunos troles de las regiones montañosas de Uberwald no
han empezado a comprender este hecho). Prestan sin embargo especial atención a evitar reducir humanos a pulpa sin
querer para poder ser socialmente aceptados. El bar El Tambor Remendado tiene contratado troles como personal de
seguridad. Se les llama «salpicadores» porque, como puede deducirse de las implicaciones de un ser silíceo
rebotando contra un humano, los troles no son muy buenos «rebotadores». Los yetis son una subespecia de trol que
viven en zonas montañosas y que hila su lana de roca (aunque sólo ellos saben exactamente cómo). Los yetis del
Mundodisco pueden «salvar» sus vidas si creen que va a haber algún tipo de peligro, procediendo entonces con la
tranquila seguridad de que si mueren, volverán al punto salvado y harán todo de nuevo, excepto por que «esta vez no
será tan estúpido». Esto se describe como una especie de premonición retroactiva.
En el mundo de Harry Potter, los troles son monstruos gigantes que matan todo lo que encuentran. En Harry Potter y
la piedra filosofal, Harry y Ron Weasley salvan a Hermione Granger de un trol de las montañas adulto. En la
película el trol fue animado por computadora. Hay algunas otras menciones más a los troles; por ejemplo, se
rumoreó que la escoba que Dolores Umbridge «confiscó» a Harry está guardada por troles. Los «troles de seguridad»
son también mencionados en varios lugares: aparentemente pueden ser contratados como guardas.
En la serie Artemis Fowl, los troles son la mayor de las razas de hadas. Son monstruos peludos de inmensa fuerza y
poca o ninguna inteligencia. Luchan con un par de colmillos o con garras retráctiles venenosas en cada «mano». El
veneno hace que la víctima entre en una euforia paralizando y que pierda la consciencia.
En la trilogía de novelas fantásticas Añoranzas y pesares de Tad Williams, el trol es descrito como un cruce entre
enano y esquimal. Habitan las montañas, donde viven en tribus comunales bajo estrictos principios que incluyen la
sentencia a muerte en caso de mezclarse con razas extranjeras. Viajan por los precarios salientes de las montañas a
lomos de ágiles cabras montesas.
El el libro La historia interminable de Michael Ende, los troles son criaturas con forma de árbol, análogas a los ents
de Tolkien.
Trol 40
En los cómics
En Elfquest, los troles son los descendientes de los servientes gnómicos
de los Ancestros.
En los juegos
En el juego de rol Dragones y Mazmorras, los troles son monstruos
altos y delgados de piel verde y grandes narices puntiagudas. En el
juego, los troles regeneran continuamente el daño que reciben, a menos
que haya sido causado por ácido o fuego. (Esta versión del trol procede
de la historia de Poul Anderson Tres corazones y tres leones.)
En el juego de rol Earthdawn, los troles son una raza alta, musculosa y
honesta que pueden escoger los jugadores. Los troles de este juegos
Troles con un niño cambiado que han criado
tienen cuernos retorcidos como las cabras, mucho pelo corporal y (John Bauer, 1913).
prominentes caninos inferiores.
En el juego de rol Shadowrun[3] [4] [5] los troles son también una raza disponible para los personajes de los jugadores.
En el Palladium Fantasy Role-Playing Game, los troles son una raza de crueles gigantes. Aunque son tan
inteligentes como los humanos, tienden hacia la impulsividad y la violencia, y por tanto no logran mucho en el
camino de la civilización.
En videojuegos de temática fantástica, los troles aparecen con diversas formas y temperamentos. En EverQuest, un
exitoso MMORPG, los troles son una de las opciones de los jugadores al elegir su personaje. En Dark Age of
Camelot, los troles son también una raza de los jugadores pero se parecen más golems de piedra, aunque aparecen
entre las filas del Midgard nórdico.
La mayoría de los videojuegos adoptan el tipo de trol de Dragones y Mazmorras, con algún tipo de regeneración.
Los troles de Warhammer son similares a los de Dragones y Mazmorras y además tiene un ácido estomacal
altamente corrosivo que puede disolver cualquier cosa, desde carne y huesos hasta rocas y metales. Hay muchas
variedades diferentes de trol, tales como los viscosos troles de río y los troles de piedra resistentes a la magia. Estos
troles son bastante estúpidos, y se alían típicamente con los orcos.
En la serie de juegos para PC Warcraft de Blizzard Entertainment, los troles son una raza ágil, resistente y despierta.
Son salvajes, empuñan lanzas y hachas y practican vudú. Hay cinco variedades de troles en Warcraft: los troles de
bosque verdes de Zul'Aman, los troles de escarcha azulados de Northrend y Khaz Modan, los grandes troles oscuros
de Ashenvale, los misteriosos troles de desierto de Tanaris, y los numerosos troles de jungla. De las muchas tribus de
troles de jungla, la tribu de Darkspear se exilió de su valle nativo (Straglethorn), y se aliaron con la Horda cuando su
nueva isla fue atacada. Estos troles regeneran el daño bastante rápidamente gracias al hecho de que su piel es en
realidad una sustancia parecida al musgo. Los troles de Warcraft difieren de la mayoría de representaciones en que
son mentalmente lentos y una de las razas más habilidosas del juego.
En los videojuegos Simon the Sorcerer y King's Quest aparecen troles que guardan puentes, y que son ahuyentados
con la ayuda de cabras (una referencia a la leyenda popular). En The Secret of Monkey Island, el protagonista
Guybrush Threepwood se encuentra con un trol que no le permite cruzar un puente. Poco después, se descubre que
dicho trol es un hombre disfrazado, parecido a George Lucas.
En el videojuego Age of Mythology los troles aparecen como humanoides de piel gris, algunos con dos cabezas.
En el videojuego Blade: The edge of darkness los troll aunque muy pocas veces haces aparición, se muestran como
enormes humanoides de grandes colmillos y cubiertos con un taparrabo solamente. Usualmente su piel es gris
amarronada o blanca si habita en la nieve. No parecen encontrarce bajo el mando del Señor del Caos, ya que en
ocasiones se los ve matando orcos u otros guerreros del mal.
Trol 41
Referencias
[1] « Tröllkona: Lausavísa [Anon IX: II B 6 (http:/ / www. hi. is/ ~eybjorn/ ugm/ skindex/ bragilv2. html)]».
[2] « Åsmund Fregdegjeva (http:/ / www. dokpro. uio. no/ ballader/ lister/ alfa_titler/ tittel_326. html)». Dokumentasjons-prosjektet.
[3] DOWD Tom, Shadowrun, segunda edición, Diseños Orbitales, Barcelona, 1993, 304 p. il., cart., ISBN 84-874-2374-4
[4] DOWD Tom, Shadowrun, segunda edición corregida, Ediciones Zinco, Barcelona, 1994, ISBN 84-468-0215-5
[5] KENSON Stephen, PIRON-GELMAN Diane, SZETO Jonathan, MULVIHILL Michael A., BILLS Randall N. y BOYLE Robert, Shadowrun,
tercera edición, La Factoría de Ideas, Madrid, febrero de 2001, traducción al castellano de Félix Fernández-Castro, ISBN 84-8421-081-2
Bibliografía
• Ebbe Schön (2001). Folktro från förr. ISBN 91-7203-420-3.
• — (1999). Troll och människa. ISBN 91-27-06873-0.
• — (1998). Svensk folktro A-Ö. ISBN 91-518-2892-8.
• Olav Bø (1987). Trollmakter og godvette. ISBN 82-521-2923-4.
• Camilla Asplund Ingemark, El género de los troles: el caso de una creencia tradicional popular
sueco-finlandesa. (Primera tesis doctoral presentada en Finlandia sobre los tradicionales troles de los bosques. Su
investigación describe los troles según el folclore de los finlandeses sueco-hablantes. Ingemark compara el estilo
y contenido de los cuentos populares sobre troles con historias bíblicas.)
Véase también
• Ogro
• Moomins por Tove Jansson
• Rölli
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre troles. Commons
• Troll Moon (http://www.trollmoon.com/) – Sitio dedicado a los troles (inglés)
• The Moomin Trove (http://www.moomintrove.com/) - Listas exhaustivas de los libros Moomin de Tove
Jansson (inglés)
Gigante (mitología) 42
Gigante (mitología)
En la mitología, los gigantes son criaturas humanoides de tamaño y
fuerza prodigiosos, un tipo de monstruo legendario que aparece en
historias de muy diferentes razas y culturas. Suelen ser violentos y se
dice con frecuencia que comen humanos, especialmente niños. Otros,
sin embargo, son simpáticos e inteligentes, como los gigantes de Oscar
Wilde.
Gilgamesh y Enkidu
El primer mito que se conoce relacionado con gigantes es el de Gilgamesh, perteneciente a la mitología sumeria. De
él se decía que alcanzaba una altura en codos equivalente a 5,60 m, siendo un caso de altura percibida positivamente,
para realzar su valor de héroe y rey.
Enkidu, su compañero en la Epopeya de Gilgamesh aparece como un ser primitivo, incivilizado e incluso practicante
del bestialismo, aunque no deja de ser un personaje positivo que se convierte en compañero del héroe.
Gigante (mitología) 43
Krishna y Putana
En la mitología hindú aparece la demonia Pétana, con sus poderes místicos pudo convertirse en una mujer de estatura
normal y acercarse a Iashodá para pedirle amamantar a su hijo Krishna. Éste, al tomar del pecho envenenado
exprofeso por la vampiresa, la mató instantáneamente al extraer su prana («energía vital»).
Pétaná alcanzó de inmediato el mundo espiritual (sin necesidad de reencarnarse para purificarse) debido a que
Krishna la aceptó como madre o nodriza.
Mitología griega
Ya la mitología griega hablaba de los Hiperbóreos, gigantes que vivían
más allá de los vientos del norte y dentro de sus mitos encontramos
grandes referencias a gigantes, entre ellos los titanes, incluyendo a
Prometeo, que dio el fuego a los hombres.
También eran gigantes los cíclopes de la Odisea de Homero, de los
cuales el más famoso fue Polifemo, quien capturó a los hombres
comandados por Odiseo con el fin de devorarlos. Polifemo es vencido
por la inteligencia del griego, en un enfrentamiento desigual.
Mitologías germánicas
En la mitología nórdica, los gigantes (Jotuns) luchan con frecuencia Artemisa enfrentándose a un gigante.
El padre de los Jotuns fue Ymir, el primer ser viviente que existió de acuerdo con el mito de la creación de la
mitología nórdica. Los demás gigantes nacieron de su sudor.
Las historias de combates con los gigantes son comunes en el folclore de Gales e Irlanda. Desde ahí los gigantes
pasaron a los romanceros bretones y artúricos, y de estas fuentes se divulgaron a los cuentos heroicos de Torcuato
Tasso, Ludovico Ariosto, y su seguidor Edmund Spenser. El gigante Desesperación aparece en El progreso del
peregrino de John Bunyan. Las mitologías nórdica y anglosajona también son ricas en historias de gigantes, que
aparecen aquí como una raza separada pero semejante a la de los dioses, y luchan con frecuencia con Thor. Los
ogros y troles son criaturas humanoides semejantes a los gigantes que también aparecen en el folclore de varias
regiones europeas.
Mitología hebrea
Dentro de la mitología hebrea, la Biblia recoge la existencia de una raza de gigantes llamada «Nephilim». El Génesis
afirma que «Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llevaron los hijos de Dios a las
hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de
renombre» (Génesis, 6:4). En este versículo «gigante» es una traducción del hebreo «Nephilim». La tradición
posterior a la Biblia sostiene que Nimrod era un miembro de esta raza.
Para la Biblia la raza de los gigantes surgio de la la union de los hijos de Dios con las hijas de los hombres (genesis
6: 4) pero antes de estas union ya existian estos seres genesis 6: 4. Sin embargo es dentro de la Biblia donde
podemos encontrar una mayor cantidad de referencias: Génesis 6.4 ; Números 18.33; Deuteronomio 2.10, 3.11.18;
Gigante (mitología) 44
Josué 12.4, 13.12, 15.8; 2º Samuel 21.16; 1º Crónicas 20.4-7 y Job 16.15.
Goliat y David
Uno de los gigantes bíblicos fue Goliat, con quien luchó el rey David. En los mitos hebreos se cuenta la historia de
Goliat, el último descendiente de los nephilim, una raza híbrida de ángeles y mujeres humanas, según el Antiguo
Testamento. Su derrota en manos de la honda del pastor David fue —además de una liberación para el pueblo
judío— una metáfora para demostrar la superioridad de alguien a priori en desventaja; representando éste el mismo
«pueblo elegido».
Mitología vasca
En la mitología vasca, aparecen dos tipos de gigantes. Los gigantes tales como los Jentilak y Mairuak, fueron los
constructores de los dólmenes, Trikuharriak en euskera y menhires (los Harrespil o las Zutarri por ejemplo). Tras la
cristianización, los gigantes fueron olvidados. Cuenta la leyenda que cuando los gigantes vieron una luz brillante en
el cielo, fueron directamente al hombre mas viejo y sabio, el cual, sin ninguna duda, avistó el nacimiento de "Kixmi"
(Cristo en antiguo vascón), y proclamo el fin de su raza de inmediato y todos los gigantes incluido el sabio se tiraron
por el vecino precipio, otros se escondieron bajo las piedras, las cuales a partir de ese momento se denominaron
"Jentilarri". El único que quedó fue Olentzero, un carbonero que según la leyenda debía avisar de la llegada del fin
de la raza. Hoy en día se ha asemejado más con el cristianismo y realiza el papel de traer regalos el día de Navidad
en Vasconia.
Por otra parte está Tartalo(con variaciones como Torto o Alabari), es un cíclope antropomorfo, gigantesco, con un
solo ojo en medio de la frente. Su tamaño es descomunal al igual que su fuerza, y su entretenimiento favorito es tirar
piedras de un monte a otro. Cuenta la leyenda, que debido a este entretenimiento se crearon varias construcciones
existentes hoy en día. Al contrario que otros personajes también gigantes, como los "Jentilak", Tartalo es perverso,
de instintos salvajes y muy agresivo. Se alimenta de niños e incluso adultos de vez en cuando. Se cree que habitaba
en el monte Saadar en Zegama (Gipuzkoa) donde hay un dolmen llamado Tartaloetxea (casa de Tartalo). Tartalo era
poseedor de un anillo mágico que le servía para controlar a sus presas, ya que al grito de "Non hago?"(¿Dónde
estas?) por parte de Tartalo, el anillo respondía "Hemen nago, hemen nago"(Aquí estoy, aquí estoy).
En la cultura popular
• Hagrid en la serie de libros de Harry Potter es un medio gigante, igual que Olympe Maxime; Grawp, el
hermanastro de Hagrid, es un gigante.
• El Gran Gigante Bonachón (BFG, «Big Friendly Giant») y otros en el libro El gran gigante bonachón de Roald
Dahl.
• En El hobbit de Tolkien, aparecen unos gigantes nórdicos típicos que luego Tolkien no vuelve a utilizar en su
legendarium: «Cuando miró fuera, vio a la luz de los relámpagos los gigantes de piedra abajo en el valle; habían
salido y ahora jugaban tirándose piedras unos a otros; las recogían y las arrojaban en la oscuridad, y allá abajo se
rompían o desmenuzaban entre los árboles.»
• Los gigantes por los que interpreta a los molinos de viento en sus aventuras El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de
la Mancha, personaje y obra de Miguel de Cervantes Saavedra.
Gigante (mitología) 45
Véase también
• Giganta
• Gigantes y cabezudos
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre gigantes.Commons
• Gigantes - Steve Quayle [1] (inglés)
• I Giganti in "Terre di Confine" [2] (en italiano)
• Metáfora moderna sobre gigantes. Grupo Ekphrasis [3] (en castellano)
Referencias
[1] http:/ / www. stevequayle. com/ Giants/ index2. html
[2] http:/ / www. terrediconfine. eu/ i-giganti. html
[3] http:/ / www. acebuch. com/ Ekphrasis/ ProjectoGigantomaquia/ ProyectoGigantomaquia. html
Gnomo
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prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.
[1]
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~~~~
Los gnomos, aunque no pertenecen propiamente a la mitología sino a la superstición, recuerdan a los telquines y a
los cabiros, genios que representan el trabajo en los metales adorados por los griegos en localidades de naturaleza
Gnomo 46
volcánica. Sin embargo, los mitólogos nada han dicho hasta ahora que sepamos de que pudiese haber relación entre
esos personajes míticos de Grecia y los gnomos. Estos se repartieron con la filosofía pitagórica cabalística por todo
el globo y aunque sufrieron varias modificaciones, según se fueron acomodando a las distintas culturas de los
pueblos, siempre conservaron el carácter de dueños del imperio de la tierra y de guardianes de sus minas. La estatura
de estos pequeños genios iba en progresión descendente hasta la más diminuta. Son unos seres fantásticos que
aparecen en cuentos, dibujos animados, etc. Suelen estar representados en cerámica en los jardines de algunas casas,
predominando así en los Estados Unidos de Ámerica.
Etimología
Todo comienza cuando un nórdico de Suecia llamado Frederik Ugarph encuentra una escultura de madera en la casa
de un pescador pobre en Noruega en el año 1200. Frederik Ugarph consigue comprar la escultura, hecha de una
madera muy dura (más fuerte que el roble) y con una altura de quince centímetros sin contar con el pedestal. En éste
estaba escrito: NISSE, RIKTIG STORRELSE, que significa «Gnomo, estatura real».
Probablemente la palabra gnomo procede de una simple mala traducción en la que se unen la raíz del latín medieval
gnomus y el verbo griego «conocer». También se deriva o es una equivocada traducción de una palabra griega que
significa «del mar» o «procedente del mar», podría muy bien pensarse que significaba «de la tierra». De todos modos,
el nombre resultante se empleó probablemente referido a una raza de gente menuda que se encuentra en las más
remotas regiones del Hemisferio Norte y singularmente en los Montes Cárpatos. Estas gentes, hace ya muchos
siglos, solían minar las canteras rocosas de las montañas y de ahí que la leyenda popular pudiera decir de ellas que
en realidad habitaban en las entrañas de la tierra más bien que a la manera de los enanos o los aldaboneros. También
se dice que estaban íntimamente relacionados con los lugares donde hay metales y piedras preciosas.
Sin embargo, es probable que la teoría más verosímil sea la de que la palabra gnomo vino a ser empleada en el
idioma inglés a través de los escritos de Paracelso, el alquimista suizo del siglo XVI. A Paracelso se le ha
considerado diversamente como un sabio, un mago y un pícaro, pero evidentemente al hombre no le cabía duda
sobre sus facultades, pues se llamaba a sí mismo Paracelso para proclamar su superioridad sobre Aulius Cornelius
Celsus, el autor de De medicina. Una de las obras de Paracelso, Liber de numphis, sylphis, pygmaeis et salamandris
et caeteribus spiritibus, expone la teoría de la existencia de cuatro seres espirituales: los silfos del aire, las
salamandras del fuego, las ninfas del agua y los pigmeos de la tierra. Como escribía en latín, también denominaba a
los pigmeos «gnomi», cuyo singular es «gnomus». Los «gnomo» de Paracelso podían desplazarse libremente por la
tierra como los peces por el agua o los pájaros y animales terrestres por el aire. Sin embargo, se desconoce si él
mismo creó la palabra gnomo o sencillamente la tomó de los escritos de un autor anterior.
Tipos
Existen diferentes tipos de gnomos:
• Gnomo del bosque: es el más común. Vive en los bosques ayudando a todos los animales, usa una túnica azul que
le llega hasta los rodillas, un pantalón del mismo color con tirantes y un gorro rojo grande y puntiagudo que
nunca se quitan, ya que sin gorro no es un gnomo, ellos mismos lo dicen. El sexo femenino usa una túnica de
colores verde y blanco que le llega hasta la cintura, una falda de color verde y un gorro verde grande y
puntiagudo; si se casan usan un pañuelo que le cubre el pelo, si no están casadas usan el pelo suelto.
• Gnomo siberiano: es el más alto de entre los gnomos, usa ropas abrigadas y es más malhumorado.
• Gnomo de la selva: el más pequeño, tiene la piel tostada y está semidesnudo por el calor. Usa un arco y flechas
para alcanzar las frutas de los árboles.
Existen cuatro más, iguales al gnomo del bosque, pero con algunas diferencias:
• Gnomo de los desiertos: se diferencia en que es un poco más alto y los colores de sus prendas son más claros.
• Gnomo de la granja: ayuda a los animales de la granja.
Gnomo 47
Cuentos populares
Es tradicional que los gnomos hagan acto de presencia en los
cuentos populares. Un ejemplo es el cuento Riquete, el del copete,
en el que una princesa encuentra en el bosque al rey de los
gnomos: Riquete; al regresar al mismo sitio oyó bajo sus pies
ruido de preparativos, la tierra se abrió y pudo contemplar a los
gnomos que preparaban el banquete con su poco agraciado rey.
Otro ejemplo son los siete enanos de Blancanieves.
Véase también
• Duende
• Enano
• Laftrache
Enlaces externos
• Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Gnomo.Commons
• Wikisource contiene obras originales de o sobre El gnomo.Wikisource
Referencias
[1] http:/ / en. wikipedia. org/ wiki/ Gnomo
Hechizo
El hechizo o conjuro es un acto mágico que pretende producir
efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales
de carácter litúrgico o ritual. Cuando el objetivo del hechizo es
adivinar el futuro se denomina sortilegio y cuando busca someter
la voluntad de otra persona u objeto, encantamiento. Es
componente sustancial de muchas religiones paganas y también
forma parte de algunas religiones monoteístas, mientras que otras
como el Cristianismo prohíben explícitamente su práctica. El
hechizo procede de las creencias mágicas del Neolítico y viene
practicándose desde entonces, a veces de manera abierta y otras
clandestina. Era común en sociedades paganas, constituyéndose en
actos oficiales de masas promovidos por las autoridades; una Fórmula mágica.
actividad que está bien documentada en numerosas fuentes
históricas e incluso sobrevive algunas zonas, como las de religión vuduista o chamánica originarias. El hechizo ha
sido comúnmente perseguido bajo la acusación de brujería, sobre todo en las naciones que tenían al Cristianismo por
religión de Estado. Hoy en día su práctica se considera jurídicamente bajo el amparo de la libertad de creencias
protegida como derecho fundamental por la mayor parte de legislaciones democráticas, si bien ello no impide que se
persigan las estafas de importancia cometidas por supuestos "brujos" o "brujas" basándose en la credulidad o deseo
de creer de muchas personas.
Típicamente, el hechizo consiste en una representación simbólica del efecto que se pretende conseguir bajo la
invocación de una deidad. En sus orígenes y en algunos casos de la cultura popular, es un acto instantáneo sin una
forma común. Tanto es así que supuestamente puede ejecutarse incluso de manera involuntaria, como ciertas formas
de mal de ojo.
No obstante, en las creencias paganas desarrolladas adquirió y mantiene una estructura general que consta de seis
partes:
Hechizo 49
• La preparación, durante la cual se disponen los lugares y materiales necesarios, y las personas que van a tomar
parte en el mismo pueden realizar diversas actividades previas como el ayuno, la oración, etc.
• La apertura, que inicia el acto litúrgico o ritual creando un "entorno mágico" apropiado y solemne, produciendo
simultáneamente un efecto de comunión entre las personas participantes.
• La invocación, en la cual se suplica o exige la cooperación de las fuerzas sobrenaturales que habrán de llevar a la
realidad el hechizo.
• La ejecución, donde se realizan los actos mágicos ritualizados que constituyen el núcleo del hechizo y que
pretenden modificar el curso de la realidad bajo la advocación de las entidades sobrenaturales invocadas.
• El sacrificio, en el que se ofrece a estas fuerzas sobrenaturales una ofrenda que puede ser simbólica o tangible
para ganar su favor.
• El cierre, que da solemnidad a la clausura del acto y disuelve el "entorno mágico" creado durante la apertura.
Puede observarse con facilidad el paralelismo existente entre esta estructura y la liturgia de las religiones
monoteístas más modernas, que probablemente se deriven de la misma. Un ejemplo claro sería la Misa cristiana. Hay
actos de hechicería en las partes más antiguas de libros sagrados monoteístas como el Antiguo Testamento de la
Biblia. El hechizo se hallaría, pues, en los orígenes de la liturgia sagrada de numerosas creencias contemporáneas.
Cuando el objetivo del hechizo y los medios empleados son considerados inmorales, ilegales o perniciosos por la
sociedad donde se realiza, se le denomina de magia negra. Si por el contrario la sociedad considera inocuos sus
objetivos y medios, es calificado como de magia blanca. En la actualidad, numerosas religiones neopaganas como la
Wicca han recuperado la utilización de los hechizos y los reivindican. A nivel popular, mucha gente los practica en
privado aunque pertenezca nominalmente a religiones que los aborrecen, normalmente siguiendo las instrucciones de
libros esotéricos o medios similares. También se realizan en consultas privadas, por lo común a cambio de un precio.
Los objetivos que se pretenden alcanzar suelen englobarse en la popular trilogía salud, dinero y amor, aunque
también son relativamente frecuentes los de venganza u odio.
Con toda probabilidad, el concepto de hechizo surge por la necesidad de asociación causa -> efecto propia de la
mente humana milenios antes de que apareciera el método científico. Que al arrojar semillas surgiera una planta o al
practicar el coito con una mujer naciera un bebé debió ser interpretado sin duda como un suceso sobrenatural durante
miles de años. En ausencia del método científico, se establece una relación directa acto menor -> suceso mayor
aparentemente mágico, que se va envolviendo en una liturgia hasta que pierde su sentido originario y, por
asociación, surgen relaciones nuevas de carácter supersticioso que conforman nuevos hechizos.
Hechizos en la Literatura
Básicamente, la magia en la literatura puede dividirse en tres clases: magia "de varita", hechicería "de escuela" y
hechicería en la naturaleza.
La magia de varita, tal como su nombre indica, requiere de una varita mágica para ser llevada a cabo. Este tipo de
magia siempre se acompaña de unas palabras mágicas y de unos movimientos predeterminados con la varita. Un
ejemplo sería Harry Potter. En el cuento cuento árabe anónimo Ali Babá y los cuarenta ladrones, incluido en Las mil
y una noches: ¡ábrete Sésamo! y ¡ciérrate Sésamo! eran los hechizos o contraseñas utilizados para abrir y cerrar el
portón de la caverna del tesoro.
La hechicería de escuela se basa en la manipulación de la magia mediante una serie de fórmulas, generalmente en un
idioma arcano o simplemente especial, parea conseguir unos efectos, por ejemplo, crear fuego, manipularlo, etc. Pero
no siempre tiene que ver con los elementos, también puede producir efectos sobre las personas, convocar seres de
otros mundos, teletransportarse, sanación, protección... Un ejemplo de este arte sería la usada en Memorias de Idhún,
otra novela muy famosa, que es manipulada por el idhunaico arcano, o en la saga Dragonlance.
La hechicería en la naturaleza es una modificación de las fuerzas naturales para conseguir los efectos deseados. Los
practicantes de esta clase de magia no necesitan manejar ningún idioma especial para usarla, aunque si suelen
conocer profundamente la naturaleza para saber como aplicar mejor la energía, con menor trabajo y mejores efectos.
Hechizo 50
La fuerza necesaria para este tipo de hechizos puede provenir de muy distintas fuentes. Una ilustración de este tipo
de magia puede hallarse en la serie Crónicas de Belgarath, en la que los hechiceros manipulan la magia mediante la
Voluntad, expresada por la Palabra, y en la que el aprendizaje de magia consiste, en su mayor parte, en el estudio de
la naturaleza. También en Embrujadas, las 3 hermanas que tienen poderes mágicos.
Véase también
• Hechicería.
• Videncia.
• Chamán.
Príncipe
Un príncipe (femenino princesa) es un miembro de una
aristocracia gobernante o nobleza. Normalmente es un título
asociado a la realeza, siendo usado por hijos del rey.
Típicamente, en la mayoría de las dinastías europeas, recibe
el título de príncipe el hijo varón y heredero de un monarca
(ver Príncipe de Asturias y Príncipe de Gales), aunque a
veces se usa de forma más amplia en el sentido del infante
castellano.
Etimología y origen
La palabra príncipe viene del latín princeps (primer ciudadano) eufemismo
que Augusto usó como título dada la fuerte oposición romana a la
instauración de una monarquía. Previamente existía el título de princeps
senatus como primer hombre del senado romano.
El título se convirtió en hereditario tras Augusto, en la etapa conocida como
Principado, previa a la instauración oficial del imperio.
En los tiempos de la monarquía visigoda, en los que el monarca se
designaba por elección, los príncipes eran los gobernantes locales con
derecho a elegir y a ser elegidos rey.
Corona del Príncipe de Gales.
Príncipe 51
Príncipados independientes
El título de príncipe es usado por algunos nobles que son cabeza de estados independientes, pero no considerados
reinos. Actualmente Liechenstein y Mónaco son los únicos que quedan (aunque Andorra es un principado, no tiene
príncipe sino dos copríncipes). Como rango nobiliario, se considera superior a Duque, pero inferior a Gran Duque.
El estereotipo
Los príncipes, al igual que las princesas, son habituales protagonistas en cuentos de hadas tradicionales. Algunos
ejemplos de esto son la princesa Marina, Blanca Nieves o La bella durmiente. Estereotípicamente, los príncipes son
bellos, caballerosos y valerosos.
En la Iglesia
Dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica, se usa la forma "Príncipes de la Iglesia" para referirse a los Cardenales.
En otros idiomas
Se da la forma en masculino seguida de la femenina. Si después hay un
guión, indica la existencia de formas separadas para los hijos del rey
sin principado (similar al infante castellano)
• Lenguajes romances, con títulos derivados de la forma latina:
• Asturiano:Príncipe /Princesa
• Catalán: Príncep /Princesa
• Francés: Prince /Princesse
• Gallego: Príncipe / Princesa
• Italiano: Príncipe /Principessa
• Maltés: Princep /Principessa
• Monegasco: Principu /Principessa
• Portugués: Príncipe /Princesa
• Retorromanche: Prinzi /Prinzessa
• Rumano: Prinţ /Prinţesă
• Lenguajes germanos, con títulos derivados del equivalente alemán S.A.R. el Príncipe de Asturias Felipe de Borbón y
Fürst: Grecia.
• Otras:
• Albanés:Princ /Princeshë
• Finés: Ruhtinas /Ruhtinatar - Prinssi /Prinsessa
• Estonio: Vürst /Vürstinna - sería Prints /Printsess
• Griego: Igemonas /Igemonida - Pringipas /Pringipesa
• Húngaro: Fejedelem / Fejedelemnő ((en caso de príncipe o princesa reinante)) / Fejedelemasszony (en caso de
príncipe consorte)
• Euskera: Printzea/Printzesa
• Irlandés: Prionsa /Banphrionsa
• Galés: Tywysog /Tywysoges
Príncipe 53
Véase también
• Títulos de nobleza
• Felipe de Borbón (Príncipe de Asturias)
• Carlos de Inglaterra (Príncipe de Gales)
Brujería
Brujería es el conjunto de creencias, conocimientos
prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas
llamadas brujas (existe también la forma masculina,
brujos, aunque es menos frecuente) que están
supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas
que emplean con la finalidad de causar daño.[1]
persecuciones. Se cree que las artes de brujas y hechiceras eran transmitidas oralmente de generación en generación,
por lo que todos los testimonios acerca de sus prácticas proceden de autores ajenos y muy a menudo hostiles a ellas.
La palabra española bruja es de etimología dudosa, posiblemente prerromana, del mismo origen que el portugués y
gallego bruxa y el catalán bruixa. La primera aparición documentada de la palabra, en su forma bruxa, data de
finales del siglo XIII.[5] En 1396 se encuentra la palabra broxa, en aragonés, en las Ordinaciones y Paramientos de
Barbastro.[6]
En el País Vasco y en Navarra se utilizó también el término sorgin (sorguín en su pronunciación en castellano), y en
Galicia, la voz meiga.
En latín, las brujas eran denominadas maleficae (singular maléfica), término que se utilizó para designarlas en
Europa durante toda la Edad Media y gran parte de la edad moderna. Términos aproximadamente equivalentes en
otras lenguas, aunque con diferentes connotaciones, son el inglés witch, el alemán Hexe y el francés sorcière.
Historia
La Antigüedad clásica
En las antiguas Grecia y Roma, estaba extendida la creencia en la
magia. Existía, sin embargo, una clara distinción entre distintos
tipos de magia según su intención. La magia benéfica a menudo se
realizaba públicamente, era considerada necesaria e incluso
existían funcionarios estatales, como los augures romanos,
encargados de esta actividad. En cambio, la magia realizada con
fines maléficos era perseguida.[7] Se atribuía generalmente la
magia maléfica a hechiceras (en latín maleficae), de las que hay
numerosas menciones en numerosos autores clásicos.
Relacionada con la creencia grecorromana en las brujas está la figura de la estirge, un animal nocturno que es mitad
pájaro mitad ser humano que se alimenta de sangre (y que resulta también un precedente de la moderna figura del
vampiro).
Los escritores antiguos fueron a menudo escépticos acerca de las presuntas facultades de las brujas.
Brujería 55
Brujería y cristianismo
Si bien la actitud del cristianismo con respecto de algunas
prácticas mágicas, tales como la astrología o la alquimia, fue
en ciertos momentos ambigua, la condena de la brujería fue
explícita e inequívoca desde los comienzos de la religión
cristiana. En la Alta Edad Media varias leyes condenaron la
brujería, basadas tanto en el ejemplo del derecho romano
como en la voluntad de erradicar todas aquellas prácticas
Saúl y la bruja de Endor.
relacionadas con el paganismo. Sin embargo, la actitud
eclesiástica no parece haber sido demasiado beligerante
durante la primera mitad de la Edad Media, como lo atestiguan documentos como el Canon Episcopi.
Como caso particular hallamos el del rey Colomán de Hungría (1095 – 1116) quien sancionó varios libros de ley
bajo su reinado, y en uno de ellos se refirió directamente a las brujas, afirmando que estas no existían, por lo cual no
se debían llevar a cabo examinaciones para atraparlas. En el artículo 57 de su Primer Libro de Ley aparece
textualmente: "De strigis vero, quae non sunt, nulla quaestio fiat" ("Sobre las brujas, ya que éstas no existen, no se
harán examinaciones indagando por ellas"). De esta forma, Hungría, siendo un reino medieval cristiano y católico,
contando además con gran poder e influencia, se convirtió en una de las excepciones donde la brujería no fue
perseguida, sino solamente en ciertos casos la heregía dogmática.
En la misma línea el papa Gregorio VII le escribe en 1080 al rey de Dinamarca Harald Blåtand quejándose de que
los daneses tuviesen la costumbre de hacer a ciertas mujeres responsables de las tempestades, epidemias y toda clase
de males, y de matarlas luego del modo más bárbaro. El Papa conminaba al rey dano para que enseñase a su pueblo
que aquellas desgracias eran voluntad de Dios, la cual deberían complacer con penitencias y no castigando a
presuntas autoras.[15]
En 1829 el novelista francés Lamothe-Langon sostuvo que la tolerancia hacia de las brujas por parte de la Iglesia
cambió cuando la Iglesia comenzó a perseguir las herejías cátara y valdense. Ambas concedían una gran importancia
al Demonio. Para combatir estas herejías fue creada la Inquisición pontificia en el siglo XIII. En el siglo siguiente
comienzan a aparecer en los procesos por brujería las acusaciones de pacto con el Diablo, el primer elemento
determinante en el concepto moderno de brujería.
Brujería 56
A mediados de 1970 los historiadores Cohn y Yieckhefer demostraron, independentemente uno de otro, que las
fuentes medievales presentadas por Lamothe-Langon jamás existieron, sino que las había inventado él para sazonar
su relato.[15]
Los primeros y escasos informes sobre la persecución de brujas datan de 1360 y no fue la Inquisición quien inició la
persecución sino la justicia civil en Suiza y Croacia.[15]
Parece ser que la legalización de la caza de brujas tuvo su origen en las exigencias del pueblo, que presionaba a los
tribunales civiles. Poco a poco, la Iglesia también hubo de adaptarse a esta corriente; pero la Inquisición no aparece
involucrada en ese tipo de persecuciones con anterioridad al siglo XV.
La primera persona en estar en desacuerdo con este cambio de pensamiento fue el matemático y cardenal Nicolás de
Cusa quien insistía en la no existencia de las brujas como seres que se transformaban en animales.[16]
Con la Reforma Protestante la situación de las brujas no cambió; al contratio, Martín Lutero era un convencido sobre
las existencia de los brujos e insistía en su persecución.
La primera persona que alzó su voz en contra de la cacería de brujas fue el médico protestante Johann Weyer
(1515-1588). En 1563 Weyer concluyó que las principales acusadas de brujería eran mujeres ancianas que según él
sufrían de "melancolía".[16] Contra la existencia de brujas se sumaron los también protestantes Johann Jacob Wecker
(1528-1586), Herman Witekind (1524-1603) y Johann Ewich (1525-1588).
Dentro de la Iglesia Católica dos figuras destacan en la lucha contra la caza de brujas: el español Alonso de Salazar y
Frías y el jesuita alemán Friedrich Spee.
En el año 1610, en la localidad de Logroño se llevan a cabo el enjuiciamiento de presuntas brujas, episodio que se
conoce como el Juicio a las Brujas de Zugarramurdi. De entre los tres inquisidores encargados del proceso se destacó
la figura de Alonso de Salazar y Frías. Salazar se opuso a sus dos colegas que estaban convencidos de la culpabiliad
de las supuestas brujas. En su informe al Inquisidor General, Salazar concluye: "No hubo brujos ni embrujados hasta
que se empezó a hablar y escribir de ellos." Dicha investigación contribuyó a la definitiva abolición de las quemas de
brujas en todo el Imperio Español.
Entre 1626 y 1631, en el paroxismo de la Guerra de los Treinta Años,
período en el cual se produjeron grandes matanzas, saqueos y
terribles hambrunas y en el cual se llegaron a darse episodios de
canibalismo, príncipes católicos que reconquistaban territorios
luteranos, llevaron adelante juicios masivos contra personas acusadas
de brujas en la ciudad de Würzburg y en las que fueron ejecutadas
más de 1.000 personas, hombres, mujeres y niños, acusados de ser
brujos.
En 1631 Albizzi, por entonces nuncio apostólico en la ciudad alemana de Colonia, presencia con horror una quema
de brujas:[18]
Nuestros ojo hubieron de contemplar un espectáculo terrible. A las afueras de muchas ciudades y aldeas vimos
numerosas estacas a las que habían atado a pobres y desgraciadas mujeres para quemarlas por brujas.
Francesco Albizzi
En 1636 como inquisidores, Francesco Albizzi y el cardenal Marzio Ginetti se opusieron a la cacería de brujas
desatada por el príncipe elector Fernando de Colonia.
En 1655 Albizzi logró rescatar a quince niños acusados de practicar brujería en la montañosa y aislada región de
Rätien, en los Grisones de Suiza. Los padres de los niños habían sido ejecutados en la hoguera por brujos y los niños
fueron amenazados con padecer "executio bestialis" si no confesaban ser brujos, sin que ningún sacerdote confesor
los asistiera. Refugiados en Milán y bajo la protección de Albizzi, todos los niños llevaron vidas normales.[19]
El último juicio por brujería en Alemania tuvo lugar en Würzburg en 1749, pero en Suiza una niña fue ejecutada por
bruja en el cantón protestante de Glarus en 1783.
La brujería y el nazismo
En 1917 una mujer y tres hombres se reunieron en un café de Viena en una
reunión teñida de misterio y secreto. La mujer, llamada Anna Sprengel, era
una medium que había hecho contacto con una entidad llamada la "Gran
Raza". Estos cuatro austríacos formaron al Sociedad Vril y su emblema era el
"Sol Negro", símbolo que podía hallarse en muchos lugares de adoración de
las antiguas Babilonia y Asiria.
Las principales características de la bruja, según los teóricos del tema en la época, eran las siguientes:
1. el vuelo en palos, animales, demonios o con ayuda de ungüentos,
2. encuentros nocturnos con el Diablo y otras brujas en el sabbat o aquelarre,
3. pactos con el Diablo,
4. sexo con demonios (en forma de íncubos y súcubos) y
5. la magia negra.
Esta idea de la brujería, predominante en la Edad Moderna y base de
las cazas de brujas, era alarmante en la época, ya que se extendió la
idea de que las brujas conspiraban para extender el poder del Diablo.
La caracterización negativa de las brujas comparte algunas
características con el antisemitismo (expresiones como «Synagoga
Satanae», Sinagoga de Satanás, o «Shabat», para designar las
reuniones nocturnas de las brujas), y tiene un fuerte carácter
misógino.[22] Aunque no todos los sospechosos de brujería eran
mujeres (hubo un significativo porcentaje de hombres procesados y
ejecutados por delitos de brujería), se consideraba a la mujer más
inclinada al pecado, más receptiva a la influencia del Demonio, y, por
tanto, más proclive a convertirse en bruja.
la realidad de la existencia de las brujas, conforme a la imagen antes mencionada,[23] sino que afirmaba que no creer
en brujas era un delito equivalente a la herejía: «Hairesis maxima est opera maleficarum non credere» (La mayor
Brujería 59
El aquelarre
Se creía que las brujas celebraban reuniones nocturnas en las que adoraban al Demonio. Estas reuniones reciben
diversos nombres en la época, aunque predominan dos: sabbat y aquelarre. La primera de estas denominaciones es
casi con seguridad[26] una referencia antisemita, cuya razón de ser es la analogía entre los ritos y crímenes atribuidos
a las brujas y los que según la acusación popular cometían los judíos. La palabra aquelarre, en cambio, procede del
euskera aker (macho cabrío) y larre (campo), en referencia al lugar en que se practicaban dichas reuniones.
Según se creía, en los aquelarres se realizaban ritos que suponían
una inversión sacrílega de los cristianos. Entre ellos estaban, por
ejemplo, la recitación del Credo al revés, la consagración de una
hostia negra, que podía estar hecha de diferentes sustancias, o la
bendición con hisopo negro.[27] Además, casi todos los
documentos de la época hacen referencia a opíparos banquetes
(con frecuencia también a la antropofagia) y a una gran
promiscuidad sexual. Una acusación muy común era la del
infanticidio, o los sacrificios humanos en general.
Se creía que los aquelarres se celebraban en lugares apartados, generalmente en zonas boscosas. Algunos de los más
célebres escenarios de aquelarres fueron las cuevas de Zugarramurdi (Navarra) y Las Güixas (cerca de Villanúa, en
la provincia de Huesca) en España, el monte Brocken (mencionado en el Fausto de Goethe), en Alemania, Carnac en
Francia; el nogal de Benevento y el paso de Tonale, en Italia. Se creía también que algunos aquelarres se celebraban
en lugares muy lejanos de la residencia de las supuestas brujas, que debían por tanto hacer uso de sus poderes
sobrenaturales para desplazarse volando: por ejemplo, se acusó a algunas brujas del País Vasco francés de asistir a
aquelarres en Terranova.
Algunas fechas se consideraban también especialmente propicias para la celebración de aquelarres, aunque varían
según las regiones. Una de ellas era la noche del 30 de abril al 1 de mayo, conocida como la noche de Walpurgis.
El vuelo
Se atribuía a las brujas la capacidad de desplazarse
volando a los aquelarres. Esta creencia se remonta, al
menos, a la Antigüedad clásica, aunque a menudo fue
vista con escepticismo (por ejemplo, en el Canon
episcopi se afirma la absoluta falsedad de esta idea).
Los procedimientos empleados para volar varían según
los diferentes testimonios: en el Canon episcopi, por
ejemplo, se hace referencia a la creencia de que las
brujas se desplazaban en animales voladores. Sin
embargo, el medio de locomoción más frecuente, y que
como tal ha perdurado en la imagen actual de la bruja,
es la escoba.
La metamorfosis
La cultura popular del norte de Europa atribuye a las brujas la transformación preferente en un gato negro.
En la cultura guatemalteca se dice que algunas brujas realizan un ritual en el cual con unos pocos movimientos del
cuerpo vomitan el alma, logrando así el poder de convertirse en cualquier tipo de animal.
Prácticas mágicas
Se acusaba a las brujas de la realización de hechizos mediante la magia negra, esto es, con fines maléficos. Mediante
estos hechizos, lograban supuestamente hacer morir o enfermar a otras personas o al ganado, o desencadenar
fenómenos meteorológicos que arruinaban las cosechas.
Interpretaciones de la brujería
La caza de brujas
Entre los siglos XV y XVIII se dio una persecución particularmente intensa de la brujería, conocida como caza de
brujas. Esta persecución afectó a la práctica totalidad del territorio europeo, si bien fue particularmente intensa en
Centroeuropa, en los estados semiindependientes bajo la autoridad nominal del Sacro Imperio Romano Germánico, y
en la Confederación Helvética. Los estudiosos actuales del tema dan una cifra aproximada de 110.000 procesos y
60.000 ejecuciones, a pesar de que cálculos anteriores arojaban cifras mucho más elevadas.
La caza de brujas tiene su origen en la Inquisición, tribunal creado por el Papado para perseguir la herejía, pero que a
partir del siglo XIV comenzó a prestar atención al fenómeno de la brujería. La principal acusación contra las brujas
era la de demonolatría, o adoración del Diablo, concretada ya en una obra clásica sobre el tema, el Malleus
maleficarum ("Martillo de brujas"). Entre los siglos XVI y XVIII aparecieron numerosas obras de eclesiásticos y
juristas acerca de este tema.
Brujería 62
Contra lo que suele creerse, la mayor parte de los procesos por brujería los llevaron a cabo tribunales civiles, y la
Inquisición solo tuvo un papel preponderante en los primeros años de la caza de brujas. Los procesos tuvieron lugar
por igual en países católicos y protestantes. En los territorios de religión ortodoxa, en cambio, las cazas fueron de
intensidad mucho menor.
Durante estos procesos, se aplicó con frecuencia la tortura para obtener confesiones, por lo cual los investigadores
actuales suelen manifestar cierto escepticismo acerca de lo manifestado en los juicios por brujería.
Algunos procesos se han hecho especialmente célebres, como el de las brujas de Salem, en los Estados Unidos, tema
de una célebre obra del dramaturgo Arthur Miller publicada en 1953, que popularizó la expresión "caza de brujas" en
relación con la Comisión de Actividades Antiamericanas del senador Joseph McCarthy (la época conocida como
"macartismo"). Desde entonces, la expresión "caza de brujas" se aplica metafóricamente a cualquier persecución de
tipo ideológico.
En España, la Inquisición dejó de perseguirlas a raíz del proceso contra las brujas de Zugarramurdi (segunda mitad
del siglo XVII), en el que los inquisidores se encontraron ante la posibilidad de tener que quemar a varios miles de
mujeres si resultaban condenadas. Resolvieron la cuestión declarando que no tenían pacto con el diablo y desde
entonces no se quemó a ninguna otra.
En el siglo XVI Anton Praetorius (1560-1613), un pastor y teólogo calvinista alemán, luchó contra la persecución de
brujas y la tortura en su obra Gründlicher Bericht, un informe completo acerca de la brujería y las brujas.
Silvia Federici, (Italia, 1948), en su libro Caliban y la bruja[29] defiende la teoría según la cual "La caza de brujas
está relacionada con el desarrollo de una nueva división sexual del trabajo que confinó a las mujeres al trabajo
reproductivo" y en concreto con los inicios del capitalismo que requería aumentar el mercado de trabajo -potenciar el
trabajo asalariado- y eliminando la agricultura de subsistencia y cualquier otra práctica de supervivencia autónoma
ligada en ocasiones a tareas agrícolas en terrenos comunales. Federici sostiene que la irrupción del capitalismo fue
"uno de los periodos más sangrientos de la historia de Europa", al coincidir la caza de brujas, el inicio del comercio
de esclavos y la colonización del Nuevo Mundo. Los tres procesos estaban relacionados: se trataba de aumentar a
cualquier coste la reserva de mano de obra.[30]
La literatura juvenil actual se suele desmarcar de esta visión, más basada en La Celestina, para recrear otro bruja más
agradable a la vista, pero igual de peligrosa. Varios dibujantes han representado a las brujas como mujeres jóvenes y
dotadas de un enorme atractivo innato. Buenos ejemplos son las numerosas damas que tratan de hechizar, utilizar o
contratar a Conan el Bárbaro o la deslumbrante y turgente Reina Bruja de Anubis, que trató de seducir y hechizar al
Capitán Trueno y al final, siguiendo la línea de no mostrar a la bruja como un ser malvado, dio su vida por la de la
reina Sigrid, para verlos juntos antes de morir.
Películas sobre brujas hay muchas, tanto como villanas en Brujas y Hocus Pocus, glamorosas como en Las Brujas de
Eastwick, ó en calidad de heroinas en las versiones filmicas de Harry Potter y La Brújula Dorada. También se tocó el
tema desde el punto de vista del teen-drama en Jóvenes Brujas, aunque la película hace una visión negativa de la
Brujería, curiosamente la actriz Fairuza Balk, protagonista de la película se convirtió a la Wicca en la vida real tras
filmar Jóvenes Brujas.
También se cita a las brujas en varias series anime (dibujo animado japonés) como héroes o villanos dando como
ejemplo la serie de anime Soul Eater [32]donde los protagonistas de la serie tienen como tarea la misión de eliminar
demonios y brujas, confiscando sus almas para el Dios de la Muerte o Shinigami y así evitar el caos que estas causan
al mundo y convertir a sus armas en Death Scythe (Guadaña Mortal)un tipo de arma exclusiva para el Shinigami.
Otra de las historias relacionadas con las brujas en el ambito del anime y el manga es Umineko no Naku Koro ni.
Originalmente una Sound Novel, cuenta la historia de Battler Uchiromiya, miembro de la acaudalada familia
Uchiromiya que cada año realizan una reunion familiar en su isla privada Rokkenjima. Cuando una serie de
macabros asesinatos comienzan a ocurrir en la isla, todos culpan a la maldición de Beatrice La Bruja Dorada, que
según cuenta la leyenda había otorgado el capital inicial al patriarca de la familia, sobre el cual este amasó su
fortuna. En un par de días todos en la familia, incluyendo a Battler, son asesinados. En una especie de "purgatorio",
Battler conoce a la Bruja Dorada Beatrice en persona, la que lo reta a un juego. En este juego de ingenio, Battler
debe probar la inexistencia de la magia y de las brujas usando su razonamiento lógico para probar que los asesinatos
no fueron cometidos por una bruja usando magia, sino por un humano común y corriente. De no lograr desacreditar
la existencia de la magia, los asesinatos en la isla se perpetuarán por toda la eternidad.
Una tercera serie de anime es la de "el cazador de la bruja " [33] (エル・カザド, Eru Kazado?), La historia se
desarrolla de México a Perú y narra como Nadie, una cazarrecompensas, encuentra a Ellis, una chica sospechosa del
asesinato de un prestigioso físico, de lo cual parece no acordarse. Nadie acepta acompañar a Ellis en su viaje al sur,
junto a una misteriosa piedra que guiará su camino, y así encontrar la Ciudad Eterna o "Wiñay Marka". De cerca las
sigue L.A, un joven chico que espía a Ellis porque la ama.
A lo largo de la historia Ellis descubrirá los secretos de su pasado junto a Nadie, que también guarda los suyos
propios. Mientras, el Proyecto Leviathan continúa en pie presidido por Douglas Rosenberg el cual quiere acabar con
las brujas. Cerca de él trabaja Jody Hayward (apodada Blue-Eyes), quien quiere destruir ese proyecto, y contrata a
Nadie para proteger a Ellis. En el juego de intrigas también parte Ricardo, que es contratado por Rosenberg, y Lirio,
una pequeña niña que no habla y está bajo la protección de Ricardo
Brujería 65
Referencias
[1] Cfr. Lewis, John: Antropología simplificada, SELECTOR, 1985 ISBN 978-968-403-041-1; p. 81 (http:/ / books. google. es/
books?id=2OXWjlE6Mq8C& pg=PA81& dq=brujerÃa+ magia+ negra& lr=& ei=8gmWSenoO4iUzAT0r5H0CQ): "Brujería es la
asociación de sí mismo con poderes sobrenaturales para fines destructivos y antisociales. También se llama magia negra".. Véase también
Delgado Ruiz, Manuel: La magia: La realidad encantada, 1992, p. 67 (http:/ / books. google. es/ books?id=Dtxmsi8S8igC& pg=PA67&
dq=brujerÃa& lr=& ei=PAiWSc2-CaGayASchP2hDQ#PPA67,M1): "la magia negra o maléfica, habitualmente agrupada en sus expresiones
bajo el difuso epígrafe de «brujería»".
[2] Han alcanzado gran popularidad las teorías de Margaret Murray, expuestas en tres libros (The Witch Cult in Western Europe, 1921; The God
of the Witches, 1933; The Divine King in England, 1954), según las cuales las brujas eran realmente miembros de un culto precristiano, de
orígenes prehistóricos. Sin embargo, existen fuertes argumentos contra estas teorías: entre ellos, el hecho de que no hay prueba alguna de que
las brujas llegaran realmente a realizar reuniones nocturnas, como se les atribuye generalmente (ref: Levack, La caza de brujas en la Europa
moderna, p. 43).
[3] Julio Caro Baroja: Las brujas y su mundo, Madrid: Alianza Editorial, 1968; p. 135.
[4] Esta distinción era además frecuente en la literatura española del Siglo de Oro: en El coloquio de los perros, Cervantes hace decir al perro
Berganza (ref: El coloquio de los perros (http:/ / www. cervantesvirtual. com/ servlet/ SirveObras/ cerv/ 46871064215248273022202/
p0000001. htm#I_1_)): [...] he querido dejar todos los vicios de la hechicería, en que estaba engolfada muchos años había y sólo me he
quedado con la curiosidad de ser bruja, que es un vicio dificultosísimo de dejar.
[5] Carmelo Lisón Tolosana, Las brujas en la historia de España, Madrid: Temas de Hoy, 1992, p. 25.
[6] Lisón Tolosana considera que el origen de la palabra puede encontrarse en el área pirenaica. En Gascuña y Béarn era también corriente el uso
de una palabra etimológicamente relacionada, brouche. Debe tenerse en cuenta que en esta época el Languedoc y la Corona de Aragón eran
áreas culturalmente muy relacionadas (ref: Carmelo Lisón Tolosana, op. cit., pp. 26-28).
[7] La prohibición de la magia antisocial se encuentra ya en la Ley de las XII Tablas (Tabula VIII). En la época de Sila se promulgó la Lex
Cornelia de Sicariis et Veneficiis, que insiste en esta prohibición. Es interesante el hecho de que el delito de brujería (maleficium) se relaciona
con el de envenenamiento (veneficium), sin duda porque en ambos se manipulaban drogas nocivas.
[8] Julio Caro Baroja, Las brujas y su mundo. Madrid: Alianza Editorial, 1968. Capítulo 2: "La hechicería grecolatina" (pp. 36-63).
[9] En el Canto X de La Odisea, Circe hechiza a los compañeros de Odiseo, transformándolos en cerdos
[10] "No, por la soberana a la que yo venero por encima de todas y a la que he elegido como cómplice, por Hécate, que habita en las
profundidades de mi hogar, ninguno de ellos se reirá de causar dolor a mi corazón". (Eurípides, Medea, en Tragedias I. Madrid: Gredos, 2000;
p. 87
[11] http:/ / www. biblegateway. com/ passage/ ?search=Exodo22:18;& amp;version=RVR1960;
[12] http:/ / www. biblegateway. com/ passage/ ?search=Levitico20:27;& amp;version=RVR1960;
[13] http:/ / www. biblegateway. com/ passage/ ?search=Deuteronomio18:11-12;& amp;version=RVR1960;
[14] http:/ / www. biblegateway. com/ passage/ ?search=1Samuel28:1-25;& amp;version=RVR1960;
[15] La Inquisición y la Brujería por Gustav Henningsen (http:/ / www. encuentra. com/ articulos. php?id_sec=53& id_art=3141&
id_ejemplar=0)
[16] Witches and witch-hunts: a global history (http:/ / books. google. com. ar/ books?id=R8m_nfoqR7gC& pg=PA98& lpg=PA98& dq=Ewich+
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[17] The witchcraft sourcebook (http:/ / books. google. com. ar/ books?id=fmyPow3zKvoC& pg=PA145& lpg=PA145& dq="Adam+ Tanner"+
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[18] Breve historia de la brujería (http:/ / books. google. com. ar/ books?id=p7fdcm1KEDAC& pg=PA172& lpg=PA172& dq=albizzi+ brujos&
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[19] Spee and Tanner from the point of a Roman cardinal's inquisitor (http:/ / friedo. szm. com/ apologia. html)
[20] El mundo mágico de Heinrich Himmler (http:/ / greyfalcon. us/ restored/ THE NAZI NECROMANCER. htm)
[21] Levack, p. 70.
[22] Según Norman Cohn, el estereotipo negativo de la bruja tiene estrechos puntos de contacto con las imágenes igualmente negativas
adjudicadas históricamente a herejes y a judíos. Para Cohn, el estereotipo puede incluso remontarse a la caracterización negativa que de los
cristianos hacían en el siglo II escritores grecolatinos, que también los acusan de antropofagia, infanticidio y promiscuidad sexual (ref:
Norman Cohn, Los demonios familiares de Europa).
[23] Al tratarse de un libro relativamente temprano, algunas características propias de la imagen de la bruja no están todavía reflejados en él. No
hay referencias, por ejemplo, al osculum infame o a la marca del diablo (ref: Levack, p. 84)
[24] La creencia en la marca de la bruja se desarrolló tardíamente, a partir del siglo XVI, y fundamentalmente en el ámbito protestante (ref:
Levack, p. 80)
[25] Como se afirma en el documental La España Herética de TVE.
[26] Aunque se inclina por la citada, Caro Baroja menciona una segunda etimología posible para la palabra: podría derivar de Sabacio, uno de los
sobrenombres de Dioniso (ref: Julio Caro Baroja, op. cit., p. 120).
Brujería 66
Véase también
• Bruja (desambiguación) • El Brujo de Bargota • Paganismo
• Caza de brujas • Magia • Wicca
• Aquelarre • Meiga • Bruxa
• Brujo chilote • Strigoi • Vid'ma
• Calcu • Pensamiento mágico • Santa Inquisición
Bibliografía
• Cardini, Franco: Magia, brujería y superstición en el Occidente medieval. Barcelona: Península, 1982. ISBN
84-297-1803-6.
• Caro Baroja, Julio: Las brujas y su mundo. Madrid: Alianza Editorial, 1968 (la reedición más reciente de este
libro, de 2003, tiene el ISBN 84-206-7777-9).
• Centini, Massimo: Las brujas en el mundo. Barcelona: De Vecchi, 2002. ISBN 84-315-2911-3
• Cohn, Norman: Los demonios familiares de Europa. Madrid: Alianza Editorial, 1987. ISBN 84-206-2269-9
• Federici, Silvia: Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Traficantes de sueños, 2010,
ISBN: 9788496453517.
• Levack, Brian P.: La caza de brujas en la Europa moderna. Madrid: Alianza Editorial, 1995. ISBN
84-206-2814-X.
• Lisón Tolosana, Carmelo: Las brujas en la historia de España. Madrid: Temas de Hoy, 1992. ISBN
84-7880-219-3.
• Morgado García, Arturo, Demonios, magos y brujas en la España moderna. Cádiz: Universidad, 1999. ISBN
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• Murray, Margaret: El culto de la brujería en Europa occidental. Barcelona: Labor, 1978. ISBN 84-335-2414-3.
• Tausiet, María: Abracadabra Omnipotens: magia urbana en Zaragoza en la Edad Moderna, Madrid: Siglo XXI,
2007. ISBN 978-84-323-1286-1.
Enlaces externos
• Wikcionario tiene definiciones para bruja.Wikcionario
• Historia de la brujería (http://club.telepolis.com/meugenia1/las_brujas.htm)
• Antecedentes del auto de fe de Logroño de 1609 (http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/inquisicion/
autodefelogrono.htm), Julio Caro Baroja, Inquisición, brujería y judaísmo.
• Realidades de la brujería en el siglo XVII: entre la Europa de la caza de brujas y el racionalismo hispánico (http:/
/www.tiemposmodernos.org/viewarticle.php?id=23&layout=html), Anna Armengol, Tiempos Modernos:
Revista Electrónica de Historia Moderna, Vol. 3, Núm. 6 (2002). ISSN: 1699-7778
• Brujería y hechicería en Latinoamérica: Marco teórico y problemas de investigación (http://www.
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Fuentes y contribuyentes del artículo 67
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Máximo de Montemar, Nacochava308, Napoleón333, Napolitanodefenix, NathyMig, Neil007777777777777777, Netito777, Nihilo, Nuen, Obelix83, Olimpico, Pablo323, PanteraRosa,
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