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Hay que escoger el itinerario pedagógico más adaptado a las circunstancias por las que
atraviesa la comunidad eclesial o los destinatarios concretos a los que se dirige la catequesis.
1
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 59.
2
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 33..
3
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 16.
De aquí la necesidad de investigar cuidadosamente y de encontrar los caminos y los modos
que mejor respondan a las diversas situaciones”.4
3.3 LA EXIGENCIA
4
D.G.C., 118.
5
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 10 - 12.
6
D.G.C. 80.
7
Idem. 82.
cultura, es, consecuentemente, una exigencia del sistema escolar, y, en su raíz, un derecho del
educado tutelado por los padres. 8 “La enseñanza religiosa escolar hace suyas las finalidades
generales de la escuela, desarrollando los objetivos propios de las disciplinas escolares en las
dimensiones específicas de la conciencia cristiana: capacidad creadora y crítica de la fe,
sentido histórico desde la fe, capacidad para captar la estructura semántica del lenguaje
religioso y su función insustituible en la configuración de la personalidad, un modo peculiar de
entender las relaciones interpersonales y la convivencia humana, un peculiar sentido de las
limitaciones radicales del hombre...”. 9
Esa renuncia pondría en juego la libertad y el ser del hombre. La escuela no puede
renunciar a su condición de ser un lugar señalado para la formación integral del hombre,
mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura; hechos, saberes, valores, sentido de
la vida humana, ética, formas de interpretación, creadora de la realidad, esperanzas,
capacidades de autodefinición, de discernimiento, de distanciamiento crítico respecto a lo dado
y establecido. El objetivo irrenunciable de la institución escolar lleva consigo la referencia a una
determinada visión del hombre y a su sentido último, para afirmarlo, negarlo o prescindir de
él.10 “La escuela no puede olvidar su función de orientar y responder a las grandes preguntas
sobre el sentido final de la vida, en las que el ser humano fundamenta su libertad y construye
su propia personalidad, es decir, donde el alumno aprende esencialmente a ser. Es el servicio
que la enseñanza religiosa aporta a la formación integral del alumno, en su aspecto más
humanizador, colaborando con otras áreas y materias al desarrollo de las capacidades
intelectuales, espirituales y religiosas de la persona”. 11
La escuela debe buscar una educación plena e integral, no solo q enseñe a conocer y a
hacer, sino también, a ser y a ser con los demás, a convivir.12
8
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 47.
9
Idem. 89.
10
Cf. Idem., 5 - 7.
11
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 10.
12
Cf idem.., 9.
La catequesis llama a la fe, y la acción pastoral, que alimenta constantemente a la
comunidad cristiana. Es una acción básica y fundamental en la construcción tanto de la
personalidad del discípulo como de la comunidad.13
3.4 LA JUSTIFICACIÓN
Cuando los padres piden que la educación de sus hijos no carezca de esta dimensión,
lo que más o menos explícitamente, desean es que lo religioso se integre en la formación
humana, que el sentido de la vida y visión del mundo que van a recibir en la escuela tengan
perspectiva cristiana.16
13
Cf. D.G.C. 63 y 64.
14
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 17 - 33.
15
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 6.
16
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 62.
17
D.G.C., 78.
18
Cf. C.T. 14.
19
Cf. L.G. 64.
pureza, que les es dado, al mismo tiempo, como alimento adaptado, culturalmente enriquecido
y como respuesta a las aspiraciones más profundas del corazón humano”.20
Los padres que envían a sus hijos a catequesis, o que acuden a ella por propia
iniciativa, se supone una intención directa y explícita de buscar la evangelización y una más
profunda integración en la comunidad cristiana.
3.5 ORIGEN
Esta identidad de la enseñanza religiosa dentro del ministerio de la Palabra hace que se
rija por leyes propias, lo cual es muy importante a la hora de plantearse la finalidad, los
contenidos, los objetivos y el método de esta enseñanza.23
Igualmente, la Iglesia, por medio de una catequesis permanente, o mejor dicho por una
formación permanente, término más correcto como hemos visto en clase, no deja de prestar
una atención hacia aquellos que han recibido la fe y que permanecen en contacto con el
Evangelio. Así trata de hacer más madura la fe de esos creyentes, profundizando en ella,
consolidándola y alimentándola.25
“El fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión,
en intimidad con Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y
hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad”.28
El contenido de la enseñanza religiosa escolar debe ser una presentación del Mensaje y
acontecimiento cristiano que haga posible la síntesis entre la fe y la cultura, procurando al
alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo y abrirle desde ella a los
problemas del sentido último de la vida y orientarle en ellos. Para ello es necesario presentar lo
que es la fe cristiana en sus elementos fundamentales, en su contenido esencial.29
Pero los contenidos de la enseñanza de la religión no son sólo un saber sobre el hecho
religioso cristiano. “Esta enseñanza busca situarse, no al lado de los demás saberes, como las
matemáticas pueden situarse junto a la historia, sino en diálogo interno con ellos. El mensaje y
acontecimiento cristiano es palabra viva y eficaz que acrecienta la fe de muchos cristianos y
puede nacer en los no creyentes y fortalecer la vida de los que escuchan y la aceptan. Hay que
tener en cuenta que en la enseñanza de la Religión y Moral Católica se transmite no sólo una
palabra sobre Dios sino la Palabra de Dios, que se dirige a todo el ser humano, a todas sus
capacidades, vivencias y expectativas”.30
“Este núcleo esencial consiste en dar testimonio, de una manera sencilla y directa, del
Dios revelado por Jesucristo mediante el Espíritu Santo, haciendo ver cómo en Jesucristo, Hijo
27
Cf. Idem., 13 - 16.
28
C.T. 5.
29
Los contenidos de la Enseñanza Religiosa Escolar los podemos encontrar explicitados en los Diseños Curriculares
de Religión y Moral Católicas de la Educación Infantil, Primaria, Secundaria y F.P. Aquí nos referiremos a los
presentados por la COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, en las Orientaciones pastorales
sobre la enseñanza religiosa escolar, 91 – 96; y por la CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA,
Dimensión religiosa de la educación en la Escuela Católica, 82 - 95.
30
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 20.
de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como
don de la gracia y de la misericordia de Dios”. 31
“Cualquiera que fuera el desarrollo escolar de este núcleo esencial del Mensaje
cristiano, habrá de revertir siempre la forma de una cierta síntesis orgánica de pensamiento”.32
Es Dios revelado por Jesucristo mediante el Espíritu Santo. También debe contener la
proclamación de que Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, es la
salvación para todos los hombres. Además comprende la predicación del amor de Dios para
con nosotros y de nuestro amor hacia Dios, la predicación del amor fraterno para con todos los
hombres, capacidad de donación, de perdón, de renuncia, de ayuda al hermano.
3.8 LA METODOLOGÍA
La enseñanza religiosa escolar supone una metodología que provoca una relación
activa y empática con la cultura religiosa. Usa el método fenomenológico.35
31
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 92.
32
Idem., 93.
33
Cf. E.N. Cap. III. Contenido de la eangelización. 25 – 39.
34
Cf. C.T. 29 –33.
35
La CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, en su documento: Dimensión religiosa de la
educación en la Escuela Católica, ofrece unas orientaciones para la presentación del mensaje, 82 – 95. Y la
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, hace notar diferentes modalidades de presentación, 97 – 128.
36
Cf. D.C.B. de Religión y Moral Católica. (1991). Cap.VI: Orientaciones didácticas, 10.
37
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 97.
La catequesis no posee un método propio ni único. La integridad del mensaje no
dispensa del equilibrio entre fidelidad al mensaje y adaptación a los catequizandos, ni del
carácter orgánico y jerarquizado de dicha comunicación. “Se puede partir de Dios para llegar a
Cristo, y al contrario; igualmente, se puede partir del hombre para llegar a Dios, y al contrario.
La adopción de un orden determinado en la presentación del mensaje debe condicionarse a las
circunstancias y a la situación de fe del que recibe la catequesis”.38 En la transmisión de la fe, a
la luz de la pedagogía de Dios, discierne los métodos de cada época, asume con libertad de
espíritu todos los elementos que no son contrarios al Evangelio, y los pone a su servicio. La
metodología de la catequesis tiene por objeto la educación de la fe; se sirve de las ciencias
pedagógicas y de la comunicación aplicadas a la catequesis; tiene en cuenta las muchas y
notables adquisiciones de la catequética contemporánea.39
El método inductivo no excluye, más bien exige el método deductivo, que explica y
describe los hechos procediendo desde sus causas. Pero la síntesis deductiva tendrá pleno
valor sólo cuando se ha hecho el proceso inductivo”. 43
La enseñanza religiosa escolar tiene, por un lado una “estructura civil” con metas,
métodos y características comunes a cualquier otra asignatura de la institución escolar. Y, por
otro, se presenta también como “una forma del ministerio de la Palabra con una identidad
38
D.G.C. (1997). 118.
39
Cf. D.G.C. (1997). 148.
40
Cf. C.T. 31.
41
D.G.C. (1997). 118.
42
Idem. 149. También se encuentra más detalladamente desarrollado aspectos como el lenguaje y los medios de
comunicación, en 208 y 209 respectivamente.
43
D.G.C. 150.
propia. Trata, en efecto, de hacer presente el Evangelio en el proceso personal de asimilación
sistemática de la cultura que realizan los alumnos. Es, por tanto, una actividad plenamente
eclesial”.44
La Iglesia está llamada a servir a los hombres. Debe estar dispuesta a poner al servicio
de todos cuanto ella es y posee, sin distinguir siempre y necesariamente entre quienes son
miembros de la Iglesia y quienes no lo son. Por eso, una enseñanza religiosa escolar que no se
proponga ayudar a toda clase de alumnos a pensar y actuar con pleno sentido y madurez,
presentándoles toda la riqueza de la vida religiosa y de la fe, es algo absolutamente legítimo
desde el punto de vista de la evangelización. Si se impidiese a la Iglesia realizar esta misión, se
mutilaría una de las posibilidades más altas de realización de la vida humana”.46
Como resumen, “en la enseñanza religiosa escolar, la Iglesia actúa en un ámbito creado
primordialmente para la educación del ciudadano en cuanto tal, en estructuras de la sociedad
para tal fin. En ellas, la Iglesia es llamada a prestar un servicio, como pueden ser llamadas
otras confesiones religiosas u otros grupos culturales. La Iglesia puede tener o no posibilidades
44
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica, Identidad y
misión, 41.
45
Cf. Idem., 42 – 43.
46
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 44 - 46.
de responder a esta petición. Si acepta, tiene que adaptar la enseñanza religiosa a los
objetivos y métodos propios del quehacer escolar: encarnar su acción dentro de los
condicionantes concretos históricos de la institución docente.
47
Idem. 61 – 60.
48
Cf. D.G.C. 220 - 221
49
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 63.
50
Sobre los destinatarios de la catequesis, ver: C.T. 35 – 45, y D.G.C., toda la cuarta parte,163 – 214.
51
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 62.
Las distintas y variadas situaciones de las personas impulsa a la catequesis “a recorrer
múltiples caminos para salir a su encuentro y adaptar el mensaje cristiano y la pedagogía de la
fe a sus diversas necesidades.
En la enseñanza religiosa escolar los grupos humanos están vinculados por las
estructuras y objetivos propios de la escuela, por relaciones académicas de índole
pedagógica.53
3.12 EL LUGAR
“Los alumnos tienen el derecho de aprender, con verdad y certeza, la religión a la que
pertenecen. Este derecho a conocer más a fondo la persona de Cristo y la integridad del
anuncio salvífico que Él propone, no puede ser desatendido. El carácter confesional de la
enseñanza religiosa escolar, desarrollada por la Iglesia según las modalidades y formas
establecidas en cada país, es -por tanto- una garantía indispensable ofrecida a las familias y a
los alumnos que eligen tal enseñanza”.56
52
D.G.C. 165.
53
Cf. COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Orientaciones pastorales sobre la enseñanza
religiosa escolar, 59.
54
Cf. Idem.
55
D-G.C. 74.
56
Idem.
El lugar propio de la catequesis son los lugares propios de la comunidad cristiana: las
Comunidades Eclesiales de base, la parroquia, la familia, la escuela, los grupos apostólicos,
etc.
3.13 EL MATERIAL
Con respecto al material, hay poco que decir, pues aunque no sea obligatorio y, a veces
incluso desaconsejable y mucho más aconsejable según los destinatarios un material propio
que logre la consecución de los objetivos propuestos en la enseñanza religiosa escolar o las
directrices marcadas por el Directorio General para la Catequesis; sin embargo, hay cantidad
de material al que se puede acudir o seguir en cualquiera de las dos acciones evangelizadoras
que venimos citando.
Para la catequesis también las distintas editoriales, aunque en menor número que para
la enseñanza religiosa escolar, ofrecen manuales de catequesis que se analizan desde las
distintas delegaciones de catequesis en las distintas diócesis para posteriormente aconsejar
unas u otras.
Una última observación, que ya hace Pablo VI, “sucede a veces que las escuelas
estatales ponen libros a disposición de los alumnos, en los que las religiones, incluida la
católica, son presentadas a título cultural histórico, moral y literario. Una presentación objetiva
de los hechos históricos, de las diferentes religiones y confesiones cristianas puede contribuir a
una mejor comprensión recíproca. En tal caso se hará todo lo posible para que la presentación
sea verdaderamente objetiva, al resguardo de sistemas ideológicos y políticos o de pretendidos
prejuicios científicos que deformarían su verdadero sentido. De todos modos, estos manuales
no deben considerarse como obras catequéticas: les falta para ello el testimonio de creyentes
que exponen la fe a otros creyentes, y una comprensión de los misterios cristianos y de lo
específicamente católico, todo ello sacado de lo profundo de la fe”.59
57
Idem. 254. En 255 –264 se refiere al ámbito de la familia, del catecumenado bautismal de adultos, a la parroquia
como lugar más significativo de la catequesis, a la escuela; a asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles; y,
por último, a las comunidades eclesiales de base.
58
C.T. 67. Seguidamente hace referencia a “otros lugares” como la familia, la escuela, movimientos, y por último,
institutos de formación (cf. 68 – 71)
59
C.T. 34.
Es precisamente esta característica del testimonio de creyentes una de las principales
características que diferencian los manuales de catequesis a los libros de texto escolares de
religión y moral católica.
60
D.G.C. 283.
61
Cf. C.T. 49.
3.15 LA EVALUACIÓN
62
Libro Blanco, pp. 241, n.2 y 243, n.8.
63
LOGSE, art. 61.
64
Blanco, p. 241, n.2. Cfr. DCB Primaria, p. 67.
65
Libro Blanco, p. 244, n.10.
66
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El Profesor de Religión Católica. Identidad y
Misión, 20