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Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los
06 mandamientos y preceptos del Señor.
07 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.
le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para
09 quemar el incienso.
11 Entonces se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
Pero el Angel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu
13 esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan.
porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará
15 lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre,
Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres
17 con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al
Señor un Pueblo bien dispuesto».
Pero Zacarías dijo al Angel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy
18 anciano y mi esposa es de edad avanzada».
El Angel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado
19 para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no
20 haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo».
Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna
22 visión en el Santuario. El se expresaba por señas, porque había quedado mudo.
Ella pensaba: «Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo
25 que me avergonzaba ante los hombres».
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
26 llamada Nazaret,
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar
29 ese saludo.
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
32 David, su padre,
María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
34 hombre?».
El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te
35 cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has
38 dicho».Y el Angel se alejó.
39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena
41 del Espíritu Santo,
exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
42 vientre!
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
45 Señor».
53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
56 María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
57 Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había
58 tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías,
59 como su padre;
61 Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
62 Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
63 Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados. ]
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y
65 se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué
66 llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
67 Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
70 como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus santos profetas,
71 para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.
Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor
76 preparando sus caminos,
gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita
78 del Sol naciente,
para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar
79 nuestros pasos por el camino de la paz».
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En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se
01 realizara un censo en todo el mundo.
02 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante
08 la noche.
De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su
09 luz. Ellos sintieron un gran temor,
pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran
10 alegría para todo el pueblo:
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y
12 acostado en un pesebre».
Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que
13 alababa a Dios, diciendo:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él».
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros:
15 «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado».
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y
20 oído, conforme al anuncio que habían recibido.
23 como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor".
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y
25 esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron
27 al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
29 «Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de
34 caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción,
Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser,
36 mujer ya entrada en años, que, casa en su juventud, había vivido siete años con su
marido.
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca
38 del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de
39 Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con
40 él.
41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin
43 que ellos se dieran cuenta.
47 Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos
48 has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los
49 asuntos de mi Padre?».
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas
51 cosas en su corazón.