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Museo de Arquitectura Colonial

29 Conservando
El PATRIMONIO

LA GRAFICA
COMERCIAL EN LA
CIUDAD. Pág. 4 EL PALACIO IZNAGA, HITO DEL
MUSEO DE ARQUITECTURA: CO-
LECCIÓN, SOCCIEDAD E IDEN- PROCESO DE CONFORMACION
TIDAD. Pág.2 DE LA CASA CUBANA TRADICIO-
NAL. Pág. 6
Edición #3
Harneruelo

Museo de
Arquitectura: colección,
sociedad e identidad.

Mus. Víctor Ehenagusía Peña

L
a arquitectura doméstica
trinitaria del período colo-
nial es el resultado mate-
rial del esfuerzo creador
de muchas generaciones de ar-
tesanos locales, herederos de
una peculiar forma de construir
que tiene sus antecedentes for-
males y funcionales, en la Espa-
ña meridional. Muchos años de
enfrentamiento contra la ocupa-
ción musulmana brindaron una
rica experiencia colonizadora, la
cual es trasladada al territorio
ocupado y colonizado: Cuba.
Casa Calle Amargura
Trae consigo también el español
formas y modos de construir que impostergable tarea de restau- conservara y divulgara el des-
muy pronto debieron adaptarse rar ese rico legado atesorado en envolvimiento artístico, arqui-
a las condiciones materiales y el Centro Histórico de Trinidad, tectónico y urbanístico como
ecológicas encontradas en el surgió la idea de crear una insti- expresión del trabajo colectivo y
territorio. Nuestra arquitectura tución museal que estudiara, anónimo del pueblo.
doméstica no es posible ubicar-
la, por lo tanto, dentro de rígidos
patrones de los estilos históri-
cos: barroco, rococó, neoclásico;
es mucho más un fenómeno de
adecuación o reformulación de
numerosas condicionantes sig-
nadas por el contexto en que se
construye, según afirman algu-
nos estudiosos, a los cuales nos
sumamos. Muros, puertas, te-
chos, herrajes y demás elemen-
tos constructivos y decorativos
presentes en nuestras viviendas,
constituyen un valioso patrimo-
nio cultural que testimonian el
quehacer artístico de estos in-
nombrables artífices populares.
Por ello, junto a la singular e Vista de la Calle Real del Jigüe

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Edición #3
Harneruelo

La real significación cultural


del Museo de Arquitectura de
Trinidad desborda las paredes
de la vieja casona que le sirve
de contenedor.
El Museo, inaugurado en no-
viembre de 1979, devino una
institución inédita en su época,
condicionada no sólo por la na-
turaleza de sus colecciones y el
novedoso sistema que le sirve
de soporte para el despliegue de
la exposición o la inusual pro-
yección que gestó para el estu-
dio, conservación y restauración
del Centro Histórico de Trinidad,
sino por las complejas relacio-
nes que en la institución se esta-
blece entre la casa ejemplo ella plicaciones sociales y basamen- Vista del Museo de Arquitectura
misma del decurso de las for- to económico —el azúcar— im-
mas de construir entre los siglos prescindibles para su despegue atesora, cierra el ciclo de emi-
XVIII y XIX— y el discurso o men- y posterior desarrollo en medio sión y recepción del mensaje
saje que se emite a los visitan- de un contexto marcado por el que podemos resumir en el si-
tes y muy especialmente, a la poder colonial y la comunidad guiente gráfico.
comunidad en que se encuentra en que se encuentra enclavada
enclavado. la institución, fuente principal de
donde se ha nutrido —se nu-
Una de las vertientes del dis- tre— su colección.
curso nos muestra la historia de
la arquitectura doméstica trinita- En este dialéctico interactuar
ria de los siglos XVIII y XIX a partir museo-colección-comunidad, la
de una rigurosa disección de sus tarea de dinamizar la participa-
diferentes elementos. ción de la población en el proce-
so de conservación del Centro
En otra, permite establecer la Histórico, así como la necesidad
relación entre la identidad de de que sus vecinos se reconoz-
nuestra arquitectura —de nues- can e identifiquen mediante los
tra nación—, dentro de sus im- exponentes que la institución

TEJIDO
Colección * Mensaje
URBANO

CIUDAD ESQUELETO SIGNOS


MUSEO
HISTÓRICA CULTURAL IDENTITARIOS

NUEVOS MENSAJES TEJIDO


DESCODIFICADOS HUMANO

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Harneruelo

LA GRAFICA COMERCIAL
EN LA CIUDAD.
para que fuera visible desde trinitario que realizó un gran
lejos y de cualquier ángulo, trabajo en la ciudad, no solo en
acompañándose muchas veces la decoración de comercios,
de figuras pintadas relacionadas sino fundamentalmente en la
con el nombre del comercio co- llamada pintura de caballete.
mo la que existía en la calle Bo-
ca esquina Gloria, que repre- Los tipos de distribución espa-
sentaba una lavandera a escala cial más usados en los diseños
superior a la humana, realizada de la tipografía fueron:
con cierto sentido de la propor- — Forma horizontal y texto con-
ción y el espacio, así como otra tinuo a manera de cinta.
en la calle Jesús María en una
Lic. Luís Blanco Rusindo vivienda actualmente desapare- Formando ángulos rectos.
cida, decorada con igual con- Bloques.

D
ebido a la tradición cepto.
Semicircular.
pictórica, que provenía Hasta las primeras décadas del
de fines del siglo XVIII y siglo XX fue muy frecuente en la Agrupados en torno a un moti-
XIX, y la situación vo.
decoración interior de las vivien-
económica lamentable que vivía das el uso de temas más bien
la ciudad en la seudo república, Tipografía acompañada de mo-
propios de la pintura de caballe- tivos.
la gráfica comercial a manera de te, retomándose en ocasiones
propaganda se realizaba funda- en el exterior de algunos esta-
mentalmente sobre los muros blecimientos comerciales. Ejem-
exteriores de los comercios y en La tipografía utilizada era gene-
plo de esto es el local de recreo ralmente muy sencilla, con ca-
otras ocasiones, las menos, en llamado “La tertulia”, ubicado en
el interior, sobre tablas y toldos, racteres cerrados y en forma de
la calle Jesús María, inaugurado bloques. En muchos casos se le
por lo que se recurría a los en 1900; y el negocio de víveres
métodos más modestos, popula- pintaba una sombra oscura para
“La Colmena” ubicada en la ca- lograr la sensación de profundi-
res y menos costosos. lle Santo Domingo esquina dad. También era muy frecuen-
Estas propagandas se colo- Aguacate, en el cual todo el te la forma abierta con tenden-
caban usualmente en la parte frente estaba decorado con flo- cia al arabesco y al movimiento.
superior de los vanos de las res y abejas, pinturas hechas
puertas, ventanas y esquinas por Antonio Herr y Grau, pintor El colorido de estos antiguos
testigos del devenir económico-
social de la ciudad, en su ma-
yoría, no nos ha llegado hasta
hoy. En otras ocasiones se en-
cuentran bajo sucesivas capas
de cal, pero teniendo en cuenta
calas efectuadas en algunos
lugares, se puede determinar
que los colores más usados son
los contrastantes, sobre todo
azules y verdes oscuros.
Un ejemplo interesante e
inusual resulta el descubrimien-
to hace algunos años de deco-
Muestra Gráfica Urbana. Calle Cristo esquina Cañada raciones anónimas y textos en
la calle San Procopio No. 493,

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en una habitación esquinera cu-


ya función fue más tarde adapta-
da a comercio (carnicería). De
forma rectangular, accesos
hacia ambas calles y vano de
comunicación hacia la sala y
comedor, encima del vano que
comunica con el comedor, apa-
rece un rótulo en fondo azul, de
forma apaisada a modo de iden-
tificación del comercio llamado
”La Guajira”, dando la sensación
de haberse realizado con planti-
lla, técnica muy usual en la épo-
ca colonial.
A ambos lados del mismo y
formando ángulo recto con el
cartel descrito, aparecen signifi- Vista Calle Jesús Maria . Archivo Histórico Municipal
cativa figuras y símbolos: a la
derecha se encuentra una pintu- Encima del vano derecho se ron de Trinidad uno de los am-
ra que encuentra el escudo nacional bientes urbanos más representa-
representa una señora con con dos banderas cubanas en- tivos del período colonial en
un ramo de margaritas en las marcadas en un recuadro. En nuestro país.
manos, presumiblemente la ima- otra pared de la misma habita-
gen representativa del comercio, ción nos sorprende una vaca
ataviada con un vestuario típico con trazos más gestuales, pero
de la moda de los primeros años con la superficie pictórica más
del siglo antepasado, la estruc- dañada por el paso del tiempo.
tura del dibujo resulta rígida y el En general, el concepto co-
tratamiento pictórico es un tanto mo la técnica utilizadas en estas
torpe, pero posee la gracia decoraciones, nos recuerda el
intrínseca del arte ingenuo. En el tratamiento al óleo, con influen-
lado opuesto se encuentran los cias de la pintura de caballete y
emblemas característicos del las pinturas sobre muros reali-
trabajo del carnicero, como el zadas por algunos artistas ex-
cuchillo, el hacha y la chaira, tranjeros en las casas más pu-
todas encerradas en un rectán- dientes de la ciudad y el Valle
gulo. de Los Ingenios en el siglo XIX,
La figura de “Liborio” aparece aunque con un tratamiento inge-
en un espacio perpendicular a nuo, lo que le aporta un marca-
estas decoraciones y está reali- do carácter popular.
zada dentro de otro rectángulo Toda esta variedad y riqueza
en cuyo interior se encuentra el de las expresiones artísticas
personaje con sus bigotes ca- locales nos lleva a la necesidad
racterísticos y su atuendo típico de rescatar y estudiar la gráfica
de guajiro, portando una funda urbana tradicional realizada so-
con machete y sosteniendo en la bre muros para lograr la carac-
mano derecha un hacha levanta- terización y la urgente homoge-
da; y en la izquierda, un pedazo neidad de nuestra ciudad, que
de carne. Esta pintura adolece junto con los colores de las fa-
de de los mismos problemas de chadas, toldos y elementos del
tratamiento técnico que las figu- alumbrado público lograron per-
ras anteriores. vivir hasta nuestros días e hicie-

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EL PALACIO IZNAGA, HITO


DEL PROCESO DE CONFOR-
MACION DE LA CASA
CUBANA TRADICIONAL.

Dra. Alicia García Santana

H
acia 1827, los ingenios
de la jurisdicción de
Trinidad alcanzan nota-
bles cifras de produc-
ción lo que propicia intervencio-
nes urbanas trascendentes, co-
mo lo fueron el impulso del em-
pedrado de las calles y la fabri-
cación de imponentes edificios,
justamente calificados de pala-
cios.
Hasta entonces, las vi-
viendas de la población eran
predominantemente de un solo
piso y si llegaban a dos, caso de
la morada de Ortiz, por ejemplo,
construida entre 1800 y 1809 en seguía el del comedor, al que Vista del interior del Palacio Iznaga
uno de los costados de la plaza se accedía por un arco de me- Cortesía de la Arquitecta Nancy Benítez
de la iglesia Parroquial, deveni- diopunto, lobulado o mixtilíneo,
da posteriormente en la Mayor, del que pendía el farol que ilu-
no sobresalían exageradamente minaba ambos espacios. En el
en comparación con el contexto eje de las alcobas, las corres-
urbano y arquitectónico, así co- pondientes recámaras. A conti-
mo los primeros edificios de dos nuación, un colgadizo. Por ex-
plantas entre los que se encuen- cepción, las viviendas contaban
tran el desaparecido Cabildo en con uno o dos martillos prolon-
Real del Jigüe y Boca, la tienda gados hasta el fondo del solar.
esquinera de Gloria esquina Bo- La cocina se situaba en un col-
ca, los de la calle de la Amargu- gadizo construido en el patio,
ra, el de Malibrán, el llamado comúnmente sin conexión con
palacio de Brunet construido por el área delantera. El patio de
José Mariano Borrell y otros, tierra, sin pavimentar. Este es-
primicias arquitectónicas que quema simple, consustancial a
adelantan el franco esplendor la vivienda temprana, se mantu-
urbano del periodo comprendido vo por mucho tiempo en las vi-
entre 1825 y 1840. llas primitivas del interior del
Hasta entonces, y valga país y, en algunas como en Ca-
la redundancia, las casas trinita- maguey, no fue abandonado
rias eran de muy modesta factu- durante el periodo colonial.
ra. Al ámbito de la sala, custo- Sin embargo, en Trini-
diado por una o dos alcobas, le dad se apunta desde muy tem-

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El palacio Iznaga fue mandado a construir


por Pedro José Iznaga y Borrell (1789-
1841), posiblemente para su enlace con
Maria del Monserrate Fernández de Lara y
Borrell, también su prima, con quien contra-
jo matrimonio el 4 de febrero de 1829. Izna-
ga fue miembro de una encumbrada familia
de origen vasco, a quien también se le de-
ben otros importantes monumentos como el
de la famosa torre construida por su herma-
no Alejo en el ingenio Manacas Iznaga.
Lamentablemente no se ha podido identifi-
car el nombre del constructor a cuya res-
ponsabilidad estuvo su fabricación. Enton-
ces no se le daba especial significado a la
labor de estos artífices que hoy asombran
por la envergadura de sus obras.

desplazó hacia las galerías


—aparece en su lugar un nuevo
espacio: la saleta— y sala y
saleta, comunicadas por los
grandes arcos, dieron lugar a un
gran salón de recibo. Transfor-
mación pronto asumida por
otras de las villas primitivas y
por las ciudades de nueva fun-
dación. La explicación de la pro-
cedencia de esta transforma-
ción espacial queda para otro
articulo. Excedería el espacio
disponible. Valga solo subrayar
el hecho que sitúa al palacio
Iznaga en el punto de partida de
los cambios operados en la ca-
sa cubana tradicional durante el
siglo XIX, lo que no es poca co-
Vista del patio del Palacio Iznaga vedad consistía en que
sa, pues es el último y el de ma-
Cortesía de la Arquitecta Nancy Benítez ¨ Las casas de Trinidad se diferencian yor significación sociocultural.
de las de la Habana en que no tienen El Palacio Iznaga, inno-
paredes medianeras que separan el
fuera la construcción del palacio comedor del salón, pero en su lugar vador en todos los aspectos, fue
Iznaga, terminado en 1826— hay generalmente unos arcos abiertos uno de los primeros en utilizar el
una sustancial transformación de piedra que, separando de cierta nuevo tipo de alero que habría
manera los distintos departamentos de imponerse en la región cen-
de la casa criolla señalada con contribuyen a una mayor belleza y
asombro por todos los que visi- comodidad, por permitir la libre circu- tral durante la primera mitad del
taron la ciudad, pues era notable lación del aire, a la vez que ofrecen siglo XIX: el llamado en gola,
la diferencia con respecto a las una mas encantadora perspectiva los cuyo primer exponente fuera el
suelos de mármol blanco, las pulidas de la casa demolida del nortea-
viviendas de La Habana, cuyos arcadas y los ricos muebles de las
esquemas planimétricos apenas habitaciones¨ mericano Robert Steward, ter-
tienen relación con los de mora- minada un aňo antes y fabrica-
das de las villas del interior del En efecto, la construcción de da en la calle de la Gloria en el
país o con los de las dichas en arcos de mediopunto en el muro solar que hoy se utiliza como
las que, como ya hemos indica- que antaño dividía la sala del área de parqueo de la terminal
do, las cosas se mantuvieron sin comedor originaron la principal de ómnibus. Fue Iznaga uno de
cambios hasta bien avanzado el transformación a reconocer en los primeros edificios en utilizar
siglo XIX. En palabras del nortea- la parte delantera de la casa el hierro para protección de ven-
mericano Samuel Hazard la no- cubana colonial: el comedor se tanas y balcones. Pionero tam-
bién en adoptar esa bella solu-

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Vista del patio del Palacio Iznaga


Cortesía de la Arquitecta Nancy Benítez

también venida con el nuevo doméstico más alto del país — insustituible connotación de
siglo, casi trinitaria por su reite- más de 14 metros de puntal a la símbolo de la opulencia de la
ración, de las persianas en aba- cumbrera—, inmensa mole que villa
nico para proteger la galería- rematada en torre mirador, daba en las primeras décadas del
comedor de los ardores del sol fe de la alta jerarquía social de siglo XIX, cuando fue Trinidad
tropical. Del mismo modo, fue sus dueños. una de las urbes más avanza-
uno de los más importantes mo- En la actualidad el palacio espe- das de Cuba y del Caribe.
delos de la transformación de- ra apremiantemente por su im-
corativa que se advierte en los prescindible restauración, pues
tirantes de techos, donde se su pérdida representaría una
abandonan las lacerías y se catástrofe cultural dado su valor
imponen tablones lisos con pla- como eslabón en el proceso de
fones de clásico diseño. Fue evolución de la casa cubana, el
también ejemplo del extendido lugar que ocupa en la composi- Samuel Hazard: Cuba a pluma y lápiz, p.
uso de las guarniciones de ma- ción urbana de una ciudad hoy 266-267, t. 2. Cultural S.A., Habana,
dera rodeando los vanos princi- considerada Patrimonio de la 1928. .
pales. Es, además, el edificio Humanidad y su

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Remembranza a Blanca
Rosa Corrales.

E
l 22 de noviembre de Nueva Voz, publicación que se
1907 nace una de las hizo extensiva hasta el año
figuras femeninas más 1957. siendo su directora. Llevó
representativas de la a través de este vocero la pro-
cultura trinitaria, alguien que con moción y divulgación del aconte-
su amor y empeño realizó toda cer cultural, político y social de la
una labor artística y promocional época, pero muy específicamen-
en la añeja villa. Cuentan aque- te trinitario. En él se presentaban
llas personas que tuvieron la los candidatos de las campañas Lic. Luda Haydeé Gutiérrez
dicha de compartir con ella di- electorales, sobre todo los aspi- Carrazana
símiles eventos de la cotidianei- rantes a la Alcaldía, se aludía a
dad, que nunca faltaron en Blan- las actividades características de medalla promovida por Armando
ca Rosa Corrales el entusiasmo la época, por ejemplo a las lla- Acosta, así como su accionar en
y la disposición, la buena volun- madas tertulias, así como a las la Federación de Mujeres Cuba-
tad y entrega a cada uno de los diferentes personalidades que nas. De esta forma se incorporó
proyectos en los que se invo- asistían a ellas. También se feli- a cada una de las nuevas em-
lucró arrastrando con ello multi- citaban en su onomástico a veci- presas que tuvieron lugar en la
tudes, desestimando clases y nos de la villa, estaba al tanto de etapa como la recogida de café
razas. los últimos detalles de la moda y y el cultivo del tabaco en Fomen-
a otros anuncios publicitarios to. Sin embargo, el desempeño
En los albores de la década del
como los relativos a la fábrica de de estas tareas no la apartaron
20 del siglo XX se destaca por
cigarros de su inclinación artística, esta
su ferviente apoyo a El Baile de
la Lira, evento que estuviera a Amén de la labor desempeñada vez incursionando en las artes
cargo del eminente músico por Blanca Rosa en la prensa escénicas a través del grupo que
Andrés Lara Reina y que tenía plana trinitaria, su obra cumbre conformara junto a Pablo Dal-
lugar una vez al año. Dicho fue el libro de poemas Alma, mau También se destacan du-
acontecimiento artístico tuvo publicado en la ciudad de Trini- rante esta etapa su labor conter-
como interés primigenio el de dad en el año 1939. En este tex- tulia con Ester Borja, con quien
recaudar fondos para traer la to la poetiza esboza y acopia mantuvo además una relación
imagen de Santa Cecilia, en momentos que marcaron su vi- estrecha. Durante varios años
aquel entonces tan venerada por da, páginas que también se re- trabajó en el Museo de Arquitec-
nuestros músicos. Este suceso cogen en su diario personal. Es tura Colonial de la ciudad y en el
alcanzó gran repercusión duran- menester destacar que con el Palacio Brunet, donde se le re-
te la época al marcar una pauta mismo llegó a recorrer toda la cuerda con amor y no con nos-
importantísima en la amplia ga- isla. Actualmente existen algu- talgia, pues su presencia esta
ma de tradiciones que conforma nas lagunas para complementar impregnada en cada rincón, en
el espectro de la cultura trinitaria. la exégesis cabal de esta obra, cada huella que marcaron sus
pues el texto, al parecer, no se pasos encaminados al desarrollo
Paralelamente a este evento, cultural de la cuidad. Vencida
volvió a editar y sus tesoreros lo
crea Blanca Rosa la comparsa por la longevidad se apagó el
custodian con gran recelo.
Princesa del Dólar, que llevara al candil el 14 de octubre del 2002.
Fénix, una de las Sociedades de Con el triunfo revolucionario
Recreo existentes en la ciudad, operado en la isla en enero de
de la cual fue miembro activo 1959, Blanca Rosa continúa su
esta mujer versátil. Sin embargo, ferviente labor: aquella que la
hubo un suceso que dejó profun- había caracterizado, pero esta
das huellas en nuestra historio- vez desde la perspectiva de la
grafía local, específicamente en Revolución. Elementos que bien
lo que respecta a la prensa pla- lo corroboran fueron su inserción
na, la creación del periódico La a los CDR, condecorada con la

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JUEGO, APRENDO
Y ME DIVIERTO

M U S E O L O G O A Encuentra en la sopa de letras los siguientes términos: 1.Persona


A B C F G E S A D L encargada de desarrollar la labor propia de una institución museal.
2.Pieza metálica situada en la proximidad de la cerradura de las puer-
M A O W M H K S S D
tas. 3.Parte superior de la columna o pilastra, compuesta generalmente
P D L Z L L F I A A de una masa tronco cónica o piramidal invertidas. 4.Resalte uniforme y
U B K M A W Z K Q B corrido, que sirve de adorno a los elementos arquitectónicos. 5.Adorno
E C H O P Q N D V A en la parte superior del techo de una habitación, en la cual está el so-
S F F L M A Z H Z B porte para suspender la lámpara. 6.Ensambladura que tiene por objeto
prolongar un madero. 7.Sistema de fabricación de muros por medio de
T G A D E M S C V H piedras pequeña e irregulares colocadas a mano y sin gran orden.
O E W U E T L C F G
Z V M R F S I X Z B
N O F A L P J P R T
S U L D G D L O A U
H F I E A F G K P C

Respuestas de la Anterior Edición


L O S L O C O S A B R E RESPUESTAS:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
A: Restauro B: Arquería C: Pigmento
S S 13 N
O 47 A 29 23 3 27 28 50 37 2 14 C D: Catálogo E: Bruñidor F: Palacio
I 46 B 9 49 21 22 33 51 53 52 15 A G: Archivo H: Colonial I: Modelado
B 45 C P 54 60 59 55 18 T 19 16 M
J: Museion
A 44 D 14 15 T 25 1 58 57 5 17 I
S S E 10 11 56 61 46 63 47 36 18 N
FRASE:
S S F 17 39 62 65 12 45 64 31 19 O
O 41 G 44 32 67 70 69 V 68 8 20 S Los locos abren caminos que
L 40 H 6 41 40 74 73 71 D 72 21 Q mas tarde recorren los sabios.
N 39 I 24 7 75 38 4 76 30 80 22 U
E 38 J 16 35 90 20 112 I O 13 23 E
R 37 24 M
36 35 C 33 32 31 30 29 28 27 S 25 A
R O C E R E D R A T S

Dirección: Zaida Ramos Gómez


Edición: Colectivo Técnico del Museo de Arquitectura Colonial.
Diseño: Alejandro E. Borrell Colina.
Asesora de Redacción:
Asesor de Diseño: Víctor D. Echenagusía Ángelbello.
Imprime: SPIRGRAF en Trinidad

HARNERUELO: Publicación trimensual del Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad.


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