You are on page 1of 2

Universidad Autónoma de Coahuila

Escuela de Arquitectura. U. T.
9no. Semestre
Rocío de Lourdes Matías Alanís
Agosto 2010

Sobre los ciclos de naturaleza y el hombre

Éste documento lo dedicaré para reafirmar algunos conceptos que hoy en día convendría
tener en cuenta y que mucho nos concierne, si queremos preservar nuestra existencia.
Aunque como dijo Colin Campbell en su ensayo “The Terror” (2009) “Las reflexiones sobre
la decadencia de la civilización, son tan antiguas como la idea de la civilización”.

En realidad son las consecuencias de las actividades del ser humano, que interpretamos
como alarmantes al contrastarlo con lo que se dice era La Tierra, y me refiero al impacto
medioambiental que profundamente a logrado el ser humano.

Primeramente, hay que reconocer que nuestra existencia se debe a millones de siglos de
evolución tanto en el universo como en el planeta tierra. Así que el ser humano pertenece
a la tierra, no al revés; y gracias a la capacidad de razón, pensamiento, tenemos aptitudes
para transformar y manipular el entorno en aras de mejorar nuestra estadía en la Tierra
mientras existimos, y ha desarrollado en el hombre el concepto de libertad; es aquí es
donde se involucra la ciencia de la “ecología”.

Para dar una breve introducción sobre el origen de la ciencia ecología, revisando en
términos etimológicos, sus raíces griegas provienen de oikos= casa, logos= tratado, es
decir la mutua relación entre el hombre y la naturaleza.
Deffis plantea en ésta relación tres problemas importantes:

1.-La utilización de los recursos naturales.


2.-El paso de los residuos y otros materiales producidos por las sociedades humanas al
ambiente natural.
3.-La ocupación de espacios en las áreas naturales habitadas por las sociedades.

Entonces, participamos en la ecología al estudiar el entorno y sus posibilidades de


transformación, es donde el ser humano establece la relación. Quiero recalcar aquí el
concepto de lo que significa la evolución en la tierra, pues es “adaptación” gradual entre las
diferentes partes dentro de un sistema, en este caso, entre el ser vivo y su entorno; del
único lugar físico a donde el hombre recurre para entender las leyes que rigen al mundo y
así decidir cuál es el mejor modo de vivir.

Repasando los estudios de ecología, encontramos que existen ciclos, diferentes cadenas
en donde cada ser vivo y elemento del planeta tierra participa en colaboración de otros
ciclos, iniciando, terminando, restituyendo una y otra vez diferentes elementos de la
naturaleza, re-adaptándose mutuamente, en un “ecodesarrollo” que Deffis maneja como
“crecer en términos de ecología. Desenvolverse bajo principios acordes con la ley natural.”
Y el ser humano que hasta ahora ha persistido, no se ha desenfocado totalmente en éste
aspecto.

Descubrimos entonces que el planeta es autosustentable, por sí misma es capaz de hacer


cambios, armonizar, y establecer un equilibrio en que es posible percibir sus constantes
ciclos con sus repetitivos movimientos. El ser humano ha sabido manipularlos; no obstante
a pesar de su capacidad de observación y razón, pareciera que a veces se olvida de
revisar las consecuencias que atraerá al momento de interferir en un ciclo.

Desde los primeros asentamientos humanos, ha existido éste diálogo entre el entorno y el
hombre, y hasta entonces, el planeta tierra era capaz de procesar y restablecer su
equilibrio a como el hombre conocía, pero en los últimos siglos, la población humana se ha
extendido y sobreexplotado al planeta hasta el grado que los esfuerzos de la tierra en su
equilibrio ya no son suficientes. Entonces el entorno cambia.

Ahora el hombre ya posee suficiente inteligencia para elaborar y transformar cada vez
productos más complejos, tan complejas casi como el proceso mismo de la fotosíntesis, en
la elaboración de O2, aunque a la fecha no ha llegado a ese nivel de perfección, no
significa poco lo que ha logrado.

Ahora bien, si sabemos que la tierra vive un ciclo, y que el hombre mismo vive dentro de su
cuerpo ciclos, justo es que estemos enterados de que también poseemos la habilidad de
“crear” ciclos, al igual que restablecerlos.

Por ser el hombre parte de la tierra, ahora se entiende que así como en la tierra se
sustenta por medio de ciclos, el hombre sólo podrá sustentarse respetando los ciclos. Y
éste concepto concierne justo a los tres problemas que se planteaba casi en un inicio, en
donde éste sería su respuesta:

1.-utilización y renovación de recursos naturales.


2.- reintegración de residuos al medio natural.
3.- ocupación y participación en las áreas naturales habitadas por sociedades humanas.

Es decir, total integración del hombre al medio natural. Siendo un miembro más, al igual
que las leyes naturales para el establecimiento del equilibrio, en donde mutuamente se
adaptan, y entonces se preserva el planeta y el hombre.

Bibliografía:

Campbell, Colin. “The Terror”. Obtenido de: http://www.ctheory.net 2009.

Deffis Caso, A. “La basura es la solución”. Editorial Árbol. Año 1994. 277 páginas.

You might also like