por las diócesis FAJARDO-HUMACAO
Monseñor Eusebio junto a los catequistas y coordinadores de catequesis que participaron en el encuentro del pasado fin de semana.
JOSÉ A. Velázquez Carderas
Oficina de Comunicaciones
Diócesis de Fajardo-Humacao
Como parte de los encuentros pastorales en la Diócesis
del Yunque, S.E.R. Mon. Eusebio Ramos Morales tuvo du-
rante el fin de semana el encuentro diocesano de los cate-
quistas y coordinadores de catequesis en el Auditorio del
Colegio Diocesano Santiago Apóstol de Fajardo.
En esta actividad agradeció a todos los catequistas su
ministerio, su entrega, su valentía, su entusiasmo de cultivar
la formación en la fe cristiana católica a los niños y jóvenes
de las comunidades que componen nuestra diócesis.
Enfatizó que es importante trabajar en la organización
de los equipos de catequistas, formándolos y acompañán-
dolos, para brindar una catequesis lo más coordinada posi-
ble. Es un hecho que no todas las parroquias cuentan con
ayuda o colaboración, pero todas hacen el máximo esfuerzo,
poniendo el corazón y el alma en el trabajo de formación.
Esto es un proyecto de todos: sacerdotes, religiosos, re-
ligiosas, coordinadores de catequesis, catequistas y padres.
Unos de los temas discutidos fue: “Diócesis de Fajardo-
Humacao: Una Nueva Oportunidad, una urgencia y una lla-
mada”, en el que se desarrollaron los siguientes puntos:
•En la diócesis de Fajardo-Humacao existen parroquias
con mucha tradición catequética, grandes proyectos y gran-
des recursos; pero también existen parroquias con una míni-
ma expresión sobre la catequesis.
•La mayoría de los barrios, residenciales y urbanizacio-
nes están desprovistos de la catequesis porque se ha centra-
lizado, mayormente, en los Templos Parroquiales.
•Esto se suma a la gran multiplicidad de sectas y di-
ferentes denominaciones religiosas, creando muchas veces
apatía entre los padres en llevar a sus niños a los centros de
formación de catequesis.
•Otra de las características, que urge en este llamado, es
la necesidad de catequistas jóvenes que se integren a este
ministerio, asumiendo el gran mandato de Jesucristo: “Va-
yan y hagan a todos los pueblos mis discípulos. Bautícenlos
en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enséñenles a cumplir todo lo que les he encomendado” (Mt
28, 19-20).
Esto representa una Iglesia presente en medio de las
comunidades pastoreadas, que van madurando en la fe, la
esperanza y la caridad. Las características específicas de esta
acción eclesial son la comunión, la formación, el servicio, la
misión, la organización y la coordinación, entre otras.
El segundo tema que se discutió fue la necesidad de un
proyecto de catequesis a la luz de la reflexión del Documen-
to de Aparecida: la evangelización en la línea del Catecu-
12 al 18 de diciembre de 2010 ev: 19
menado Misionero. Una de las primeras etapas de este pro-
yecto diocesano es la creación de una comisión de reflexión
que ayude a los coordinadores de catequesis. Se trata de
crear un proyecto de formación de educación en la fe en
sintonía con el plan pastoral de la diócesis, que genere equi-
pos parroquiales según las necesidades y realidades actuales
que, a su vez, conduzca a los catequistas a una formación
actualizada e integrada a la dinámica parroquial, conscien-
tes del proyecto pastoral diocesano.
Esta transformación pastoral es fundamental para pasar
de una catequesis tradicional a una catequesis misionera y
evangelizadora, capaz de crear hombres y mujeres nuevos
en medio de nuestras comunidades, que sean verdaderos
discípulos misioneros.
Una de las coordinadoras de catequesis, la Sra. María S.
Rivera Hance, manifestó que el encuentro fue muy enrique-
cedor para el crecimiento y la madurez en la formación de la
fe y para integrarse en la visión del plan pastoral. Exhortó a
todos los catequistas a dar el máximo ante los desafíos que
existen en nuestras comunidades.
También, la Hna. Reina Rubidia, de las Hermanas de Na-
zaret, destacó que este encuentro fue un instrumento para
alentar y afianzar más el compromiso de seguir “remando
mar adentro”, como nos recuerda siempre nuestro Obispo.
Alrededor de ochenta y cinco (85) catequistas se dieron
cita para este encuentro diocesano. ¡En hora buena!