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Además, los conocimientos geométricos que la escuela aporta a los alumnos, son
de muy poca ayuda en la vida corriente, en la que el individuo se encuentra
confrontado con problemas espaciales, no abordados en la escuela, que debe
resolver para tomar decisiones y moverse con soltura en el espacio que le rodea
(leer un plano de metro, usar un plano para no perderse en una ciudad
desconocida, buscar el recorrido más económico, aprovechar de forma óptima un
espacio, control de movimientos de los objetos que se transportan etc.).
“Las figuras no son por tanto mas que representaciones que envían a otra
cosa, ”el espacio”, que tiene múltiples aspectos: real, percibido, topológico, afín,
proyectivo, métrico… Por tanto, ¿por qué hacemos una apuesta en el aprendizaje
basada en la relación con las figuras?
Las figuras reenvían necesariamente a un acto que es cognitivamente
fundamental: ¡ver! Ahora bien, en los procesos de geometría este acto se convierte
de golpe en problemático y es algo esencial. Pues toda mirada sobre una figura
requiere un cuestionamiento que, a menudo, se hace en contra de la primera
constatación perceptiva, contra lo que se ha reconocido en un primer vistazo: ¿qué
es lo que es necesario ver sobre esta figura?, ¿qué representa? (--- ) las figuras en
geometría no se miran como cualquier otra figura (una imagen, un esquema, un
plano…) distinta de las que se dan en geometría”. 1.
Y ello, sin olvidar que estas competencias son también necesarias en otras materias
como las artes plásticas. la geografía, el dibujo técnico y la tecnología en general.
Así, un porcentaje muy elevado, no sólo de estudiantes, sino también de adultos,
fracasa en una tarea, supuestamente sencilla, consistente en localizar en un plano
de algún lugar conocido, por ejemplo la escuela, la posición de un objeto o
dependencia, obteniéndose tres tipos de conductas2:
1
DUVAL, R. (2003): Como hacer que los alumnos entren en las representaciones geométricas. Cuatro
entradas y …una quinta, en CHAMORRO, M. C. (ed) (2003): Números, formas y volúmenes en el entorno
del niño, MECD, Madrid.
2
WEILL-FASSINA y RACHEDI (1992): Espaces graphiques et graphismes d’espace, La pensée sauvage,
Grenoble.
3
SALIN, M.H. y BERTHELOT, R (1992).: L’enseignement de l’espace et de la géométrie dans la scolarité
obligatoire, Thèse, Université de Bordeaux I.
4
PARSYSZ, B.: Espace, géométrie et dessin. Recherches en Didactique des Mathématiques, 112.3, 211-
240.
Como se ve, hay un largo espacio a recorrer hasta que el alumno domina la
representación, los conocimientos espaciales tardan tiempo en formarse, por lo que
muchas de las actividades que a veces se proponen a los alumnos van a chocar
frontalmente con obstáculos de tipo ontogenéticos, al demandar competencias que
los niños no han alcanzado en su nivel evolutivo. Otra consecuencia a resaltar es
que, los conocimientos espaciales y geométricos no son una simple lectura extraíble
por abstracción simple del espacio físico, sino que requieren, como conocimientos
lógico-matemáticos que son, de la abstracción reflexiva, que supone coordinación
3. Otras aproximaciones.
Ya hemos indicado que otros autores como Pécheux5, García o Vecino6 han
cuestionado, como resultado de sus investigaciones, algunos resultados obtenidos
por Piaget, fundamentalmente el paralelismo entre la adquisición de las relaciones
espaciales y la jerarquía entre las distintas geometrías. Otra objeción clásica a
Piaget, ha sido la rígida sucesión de estadios en función de las edades, estadios que
son ahora considerados por muchos autores como potencialidades, y por tanto
como meramente orientativos para los profesores, que deben sin embargo, prestar
más atención a las características de las situaciones que proponen a los alumnos,
en el sentido de si permiten o no la construcción de relaciones espaciales o son un
mero compendio de definiciones y operaciones aritméticas.
5
PECHEUX, M.G (1990).: Le développement des rapports des enfants à l’espace, Paris, Nathan.
6
VECINO, F. (1996): Los aspectos métricos de la representación espacial en los primeros años de la
escuela elemental, (Tesis de Doctorado), Madrid, U.N.E.D. ,1996
7
PIAGET , J. y GARCÍA, R. (1982): Psicogénesis e Historia de la Ciencia, México-España,Siglo XXI.
8
VECINO, F. (2004): La consideración de distintas representaciones geométricas y su influencia en la
proposición de una didáctica coherente de la geometría, en CHAMORRO, M.C (dir): Números, formas y
volúmenes en el entorno del niño, MECD, Madrid, 14.
En los trabajos de Gálvez y Brousseau10, aparece por primera vez una variable
importante a considerar en la construcción del espacio: el tamaño del espacio. Y
así, hablan del micro, meso y macroespacio, que caracterizan como sigue:
- El microespacio.
9
HIELE, P.M. van: Structure and insight. A theory of mathematic education, Londres, Academic Press,
1986.
10
GÁLVEZ, G. (1985): El aprendizaje de la orientación en el espacio urbano. Una proposición para la
enseñanza de la Geometría en la Escuela Primaria, Tesis doctoral, Centro de Investigaciones del IPN,
México.
- El mesoespacio.
Es accesible a una visión global, por ejemplo el espacio que contiene un inmueble.
En el mesoespacio, los objetos fijos constituyen puntos de referencia, y el sujeto se
desplaza en función de la localización de los mismos. Las direcciones horizontal y
vertical constituyen las direcciones básicas para la organización del mesoespacio.
- El macroespacio
El concepto de magnitud está ausente de los curricula, sin que preocupen los
problemas de decantación y apreciación de cada magnitud en particular, y sin que
haya un trabajo sistemático sobre los métodos de comparación, lo que es
ciertamente complejo en magnitudes como la superficie o el volumen.
24
Para más información, ver CHAMORRO, M.C (1998).: Fenómenos de enseñanza de la medida en la
escuela elemental, UNO, 18.