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Se han escrito muchos libros de moral pero ninguno puede transformar los
corazones como la Biblia. Se cuenta de un incrédulo francés que viajaba
por el sur del Pacífico, deteniéndose en una de las islas entró en
conversación con su jefe. Este empezó a contarle de todos los adelantos que
tenían, haciendo énfasis de que todo lo debían a la religión de la Biblia. El
francés por su parte, dijo que ya en Francia no creían en la Biblia. Y le
puso algunas objecions al origen divino de ella. El isleño humilde no
teniendo argumentos con que refutar al francés, repuso: "Amigo, no puedo
contestar a sus objeciones, pero una cosa le diré y es que si no fuera por
este libro, Ud. No estaría aquí vivo porque ya nos lo hubiéramos comido."
Este relato prueba elocuentemente el poder transformador que tiene la
Biblia y ese poder no sindica que la Biblia es de origen divino.
Esta teoría es a veces conocida como la teoría natural. Hoy mas que nunca
hay muchas personas que la Biblia es un producto de la mente humana.
Creen que la Biblia debe estimarse por su antigüedad, por contener datos
históricos de mucho valor y por haber sido el libro que más influencia ha
ejercido sobre la humanidad. Por supuesto, circunscribir el valor de la
Biblia a sólo esto, es negar su inspiración.
Es conocida a veces como la teoría mecánica. Los que así creen sostienen
que Dios dictó la Biblia palabra por palabra según aparece en los idiomas
originales. Según esta teoría los autores fueron meras máquinas que
escribieron aún sin sentir lo que escribían. Esto sería un atropello de las
facultades humanas y una violación de la personalidad, lo que Dios nunca
haría. La primera teoría descarta a Dios y da el énfasis al hombre; ésta por
el contrario, descarta al hombre y le da el énfasis a Dios. La primera teoría
carece de fundamento porque el mismo libro reclama ser inspirado y la
segunda, porque está a la vista el rastro del hombre, cada uno con su propio
estilo literario y con sus propias palabras.
3. DIOS INSPIRO EL CONCEPTO Y NO LAS PALABRAS.
Los siguientes versículos dan énfasis a las "palabras", I Cor 2:13, Juan
17:8, y Ex. 20:1. Dios dejó a los escritores libres para escoger las palabras
que le eran conocidas y las que acostumbraban usar, o sea Dios los dejó
usar su estilo individual; sin embargo, fueron palabras de Dios. Leemos una
y otra vez, "Así dice el Señor" y "El Señor habló, diciendo" o "Así ha dicho
Jehová".
Unas personas dicen que en partes son más inspiradas que en otras. Por
ejemplo, que las palabras de Cristo en los Evangelios valen más que los
escritos de Pablo o que las cartas de Pablo so más inspiradas que el
Antigüo Testamento. "Toda Escritura" es inspirada divinamente.
LA BIBLIA - SU MENSAJE
A pesar de que los libros de la Biblia fueron escritos por distintos hombres,
en distintos sitios y en distintas épocas, sin embargo, todos los libros, ya
sea en profecía, y en tipos o narraciones, unos en verso y otros en prosa,
todos presentan un sólo mensaje para el hombre; redención en la persona
de Jesucristo. La primera promesa del redentor está en Gén. 3:15, donde se
le llama "la simiente de la mujer:. En el mismo capítulo se verifica el
primer sacrificio, al sacrificar Dios dos corderos para vestir con sus pieles a
la primera pareja que había pecado. De ahí en adelante corre por toda la
Biblia una vena de sangre; de sangre redentora. Los sacerdotes la aumentan
con sus sacrificios, los profetas la proclaman con su mensaje y los salmistas
la cantan con sus Salmos. Ese mensaje de redención que la Biblia
proclama, es anunciado en el Antigüo Testamento por medio de las
profecias y los tipos y en el Nuevo Testamento por el relato del
cumplimiento de esas profecias y tipos de la persona de Nuestro Señor
Jesucristo; es narrado en los Evangelios, predicado en los Hechos,
explicado y analizado en las Epístolas y consumado en Apocalipsis.