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Un Diálogo con Joselías, desde Manta, Manabí,
Ecuador
joselias@gmail.com
Hola amigos. La comunicación ha adquirido
dimensiones inigualables. No es sólo una libertad, la
libertad de comunicación (libertad de pensar, libertad de decir, libertad de disentir) Es,
sobre todo, un derecho de la humanidad.
Este derecho humano es consagrado en todas las declaraciones universales, desde la Carta
Magna de la Inglaterra de Cromwell, la declaración de los derechos del ciudadano como
corolario de la Revolución Francesa, la constitución de los EEUU como heredera de las
libertades inglesas, la declaración de los derechos humanos de 1948 por la ONU luego de
las dos guerras mundiales o la carta de San José, Costa Rica, para los latinoamericanos.
Ecuador, nuestro país, tiene una vocación libertaria y consagró este derecho desde su
primera Constitución Política en 1830, cuyo Art. 64, establece: ³Todo ciudadano puede
expresar y publicar libremente sus pensamientos por medio de la prensa, respetando la
decencia y moral pública y sujetándose siempre a la responsabilidad de la ley´. Su actual
Constitución de la República del Ecuador, promulgada en octubre del 2008, lo define como
un Estado de derechos y justicia.
Dado los avances científicos y tecnológicos de la humanidad, la comunicación se
tecnologiza surgiendo tecnocracias que la asumen, poseen, controlan y distribuyen, según
sus conveniencias e intereses.
Esta tecnocracia está constituida por el poder de los gobiernos y el poder de las grandes
corporaciones globalizadas.
Es fácil percibirla en varios países de nuestra América Latina, países asiáticos como Irán o
China, países de la Unión Europea y el mismo EEUU. En varias corporaciones globales que
poseen las plataformas de la Internet y las redes sociales que han engatusado a los jóvenes
haciéndoles creer que la tecnología es todo y que la sabiduría es nada.
Ellos controlan la comunicación global y pisotean este derecho humano que, es humano
sólo cuando responde a sus intereses. Tenemos el caso de Wikileaks, el más sobresaliente
en lo que va de este siglo planetarizado. Nadie puede escaparse a la red del poder
gubernamental y económico. (Mientras escribo este Diálogo no puedo conectarme a la
Internet; dependo de otros que desconozco pero que poseen el poder de proveerme o
quitarme el servicio)
George Orwell adquiere dimensiones actuales. En la década de los treinta escribe su famoso
libro ³1948´ poniendo en evidencia al ³Gran Hermano´ controlador de la vida y de los
actos de los humanos a través de la comunicación tecnológica. Queman los libros para que
no haya disidencia. Sólo hay una verdad, la que se dicta a través de la comunicación
pública controlada por el poder. También surgen los revolucionarios que protegen los libros
como la memoria universal libre y sin control.
Esta realidad mundial debemos contrastarla con nuestra realidad. En pueblos como los
nuestros se mantiene esa libertad y ese derecho de la comunicación (libertad de pensar,
libertad de decir, libertad de disentir), sobre todo en los medios de comunicación de
provincias donde aún puede percibirse la visión del ³buen salvaje´ que citara Cristóbal
Colón en sus cartas a la Reina Isabel, la católica, y en la que se sustentara Juan Jacobo
Rousseau para escribir su obra ³Emilio´ y sostener que ³el hombre nace bueno pero la
sociedad la corrompe´.
Es, sin embargo, el venezolano Carlos Rangel quien, en su ya famosa obra: ³Del buen
salvaje al buen revolucionario´ analiza los mitos de la conciencia latinoamericana para
sostener: ³nos mentimos a nosotros mismos, y aceptamos además fácilmente cualquier
mentira ajena que nos alivie de nuestra humillación´. Al destruir lo mitos, Rangel, sacude
los espíritu.
En Manta, por ejemplo, Diario El Mercurio, surge el 25 de agosto de 1924 para sacudir los
espíritus de su época, para desfacer entuertos y construir mocedades. Se ubica en la
categoría de defensor, promotor, difusor y orientador de la libertad y el derecho a la
comunicación. Mantiene, desde su fundación, esa filosofía humanista y social de la
comunicación que infundiera don Gil Delgado Pinto convertido en patriarca de la
comunicación porteña.
Quienes tuvimos el honor de escucharlo, dialogar y trabajar bajo su dirección asumimos ese
compromiso de poner la comunicación periodística el servicio del pueblo de Manta.
Esta filosofía la asumen sus hijos, los hermanos Carlos Enrique y Ricardo Delgado Aray.
Ellos desplegarán todos sus esfuerzos para mantener en circulación este periódico que el
pueblo de Manta lo considera como su periódico.
Hay que destacar los logros en los últimos 30 años. Desde 1981 asume la Dirección de El
Mercurio, el Eco. Ricardo Delgado Abeiga. Acepta la disposición de su padre, no regresa a
los EEUU, país de su residencia y enfrenta los retos que imponen los tiempos.
Continua con la filosofía de sus ancestros, percibe el crecimiento de la ciudad y las nuevas
necesidades sociales, moderniza el periódico, le implementa las nuevas tecnologías, lo
transforma en un periódico digital y compromete su gestión, creatividad y decisiones para
mantener a Diario El Mercurio como el Diario de los mantenses.
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El pasado lunes 6 de diciembre, el Gobierno Municipal y su Alcalde, Ing. Jaime Estrada
Bonilla, entre otras instituciones a las que reconoce, también reconoce al Ec. Ricardo
Delgado Abeiga, como Director, y a Diario El Mercurio como medio de comunicación,
comprometidos e identificados con el desarrollo deportivo de la ciudad y la provincia que
se ratifica con el reconocimiento al periodista, José Chóez Moreira, como organizador de El
Semillero de El Mercurio.
En sus páginas encuentran cabida todos los dirigentes y deportistas, todas las disciplinas
duras como el fútbol, básquet, vóley, tenis, siendo también un libro abierto para el ajedrez,
artes marciales, fulbito, etc. No solo el deporte federado, también el deporte barrial y
colegial tienen en El Mercurio a su mejor aliado, recordando que desde 1981, con Frank
Espín, imponen el semillero de nuevas valores deportivos en los torneos infantiles y
juveniles organizados por este periódico, actividad que luego es imitada por otros medios
de comunicación.
Es el periódico de la zona rural de Manta y de los inmigrantes que le escriben desde todas
partes del mundo para que difundan sus actividades o el aporte que hacen a sus pueblos de
origen.
Las campañas para promover el teatro, la danza, la literatura, la salud, las actividades de los
grupos culturales, la música nacional, las iniciativas de los jóvenes emprendedores o de
nuestras reinas de la ciudad o de los barrios, la convergencia y discordancia de ideas, todo
cabe en las páginas de este periódico, reconocido por el gobierno municipal.
Lo sé. Desde allí se consolida el Taller de Periodismo ³Joselías Sánchez´ del Colegio
Manta y otros clubes del periodismo estudiantil. El Colegio Ascario Paz le otorga el título
de personaje ascariano del año en reconocimieno a la labor educativa del periódico.
Ricardito logra insertar El Mercurio como periódico diario en New York; llega con un día
de retraso pero es comprado con devoción y ansiedad por los mantenses que residen en la
³gran manzana´ viven su ciudad a través de las páginas de este diario, a pesar de la versión
electrónica que es habitual en los manabitas inmigrantes en otros países.
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Don Ricardo Delgado Abeiga, asume el legado de su abuelo y de su padre, lo asume con
responsabilidad y proyección. Cuando se dialoga con él es fácil percibir su prognosis de
una Manta consolidada en el futuro escenario de América Latina y, convergente con su
identidad marinera, la quiere protagonista en la Cuenca del Pacífico. Tal vez por eso es
criticado por algunos que no entienden el valor del pensamiento y de la sabiduría.
Ricardo Delgado Abeiga, es uno de ellos, porque en los 30 años como Director de El
Mercurio, ha consolidado la filosofía diarística de su familia y ampliado los horizontes de
la comunicación escrita de nuestro pueblo.