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Llaman a ampliar protección forestal

Reforma, nacional/ 04 Abril, 2010


Adriana Alatorre

Una organización no gubernamental que impulsa y promueve la conservación de sistemas


boscosos llamó al Gobierno federal a sumar esfuerzos para duplicar en tres años el número
de hectáreas de bosques que cuentan con una certificación de que son bien manejados.

Actualmente, casi 800 mil hectáreas de bosques cuentan con este tipo de certificación que
garantiza que el bosque o plantación está siendo manejado según criterios ecológicos,
sociales y económicos, de acuerdo con datos del Consejo Civil Mexicano para la
Silvicultura Sostenible (CCMSS).

"Como CCMSS estamos en favor del desarrollo de la certificación. Después de 13 años, se


han certificado 800 mil hectáreas, pero no son suficientes, por lo que necesitamos sumar
fuerzas con las autoridades y comunidades para duplicarlas en tres años", afirmó Sergio
Madrid, director ejecutivo de la ONG.

En entrevista con REFORMA, aseguró que las comunidades que son capaces de hacer un
manejo sustentable de su bosque, pueden utilizarlo como una alternativa de negocio.

"Si bien tiene ciertas críticas (el modelo de certificación), sí habría que contrastarlo con el
conjunto de ventajas que aporta. Si bien no son económicas, porque no hay sobreprecio, sí
genera un proceso de mejora continua para que el productor pueda buscar más mercados",
expuso.

La certificación forestal es un procedimiento voluntario donde un evaluador independiente


realiza un estudio integral de las prácticas dentro de las plantaciones comerciales.

Según la última estimación, la producción de madera certificada alcanza un millón 239 mil
618 metros cúbicos de madera, que representa 16.8 por ciento del total de la producción
maderable.

El especialista pidió hacer el esfuerzo para aumentar el número de hectáreas certificadas


que pueden lograr una mejora en la rentabilidad y competitividad del sector.

"Tanto el Gobierno como las empresas deben sumarse a contribuir con el logro de la meta,
de no hacerlo apoyarían la quiebra en el sector", sostuvo.
La expectativa de que la certificación genere beneficios en el mercado de madera con un
sobreprecio, subrayó, es erróneo, pues sólo tiene como principal beneficio el acceso a
mercados internacionales.

"Lo que genera son mejores condiciones para entrar al mercado, hay beneficios no
económicos. Si una empresa recibe una evaluación externa, resulta benéfico para sus
esquemas de administración y de producción", ejemplificó.

Madrid adelantó que la meta planteada es viable porque se ha socializado el concepto


certificación en la industria de muebles, construcción y los consumidores exigen que el
producto provenga de un bosque bien manejado.

"Es un certificado que no define la calidad de madera -la gente lo confunde con el sello de
calidad del producto-, sino que garantiza que el producto proviene de un bosque que
cumple con un buen manejo", expuso.

Planteó que el sector forestal está pasando por una crisis fuerte por los problemas de
rentabilidad para competir con productos importados, por lo que la meta será difícil de
cumplir.

Si bien este mercado de certificación forestal tiene pocos años en México, para el director
del CCMSS, los ejidos han cumplido en buena medida las expectativas que los motivaron a
entrar en dicho mercado.

Actualmente, hay 35 ejidos y comunidades forestales que han obtenido su Certificado de


Buen Manejo Forestal del Consejo de Manejo Forestal.

La mayoría de estas operaciones forestales se concentra en el estado de Durango.

Sello ambiental

La certificación forestal es un proceso que evalúa el desempeño de las operaciones


forestales.

· Busca garantizar que los productos tengan estándares ambientalmente adecuados,


económicos y socialmente benéficos.

· Es un sistema independiente y voluntario de auditoría del manejo de un bosque para ejidos


y comunidades que involucra auditorías de las actividades de las empresas madereras.

· En México, la certificación forestal la realiza la organización Rainforest Alliance, en


colaboración con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable (CCMSS),
quienes a través del Programa SmartWood (SW), acreditan la certificación ante el Forest
Stewardship Council (FSC).

- 35 comunidades forestales tienen Certificado de Buen Manejo Forestal.


- 800 mil hectáreas cuentan con la certificación forestal.
Frustra modelo a madereros
El modelo de certificación forestal en México no cumple con la principal expectativa de los
productores de elevar el precio de la madera, de acuerdo con un estudio del Instituto
Nacional de Ecología INE.

"La certificación tampoco ha dado lugar a un aumento de su producción forestal, pues se


mantienen los niveles de producción constantes y en algunos casos por debajo de las
hectáreas autorizadas para su aprovechamiento comercial", afirma el INE en el documento
"La certificación ambiental de los bosques en México".

Esto, porque los fabricantes de bienes finales no están interesados en exigir a sus
proveedores de madera un certificado que elevaría el precio de los productos, más aun si
existe incertidumbre y riesgo de no recuperar este sobreprecio.

El INE aconseja aplicar incentivos y mecanismos de gestión económica y de conservación


ambiental que fortalezcan, entre otras cosas, las ventajas competitivas de los ejidos y así
puedan desarrollar el mercado interno de estos productos para mejorar el precio y reducir
los costos de transacción.

En entrevista telefónica, Ana de Ita, investigadora del Centro de Estudios para el Cambio
en el Campo Mexicano (CECCAM), explicó que al no existir un mercado consolidado de
madera certificada en México, la madera que cumple con este sello no tiene ningún
beneficio adicional ni en precio, ni en calidad.

"No está todavía creado ese mercado y muchos ejidos certificados tenían expectativas de
tener un sobreprecio por su madera, situación que no se ha dado por las presiones de la
madera ilegal y la importada", explicó.

Subrayó que el mayor impacto para la madera certificada está en el clandestinaje, en el cuál
se puede obtener madera ilegal por precios bajísimos o por importaciones de plantaciones
extranjeras que no tienen que pagar aranceles.

La madera certificada, dijo, encuentra el mercado interno saturado, tanto por importaciones
como por madera ilegal, no importa que tengan el sello de certificación si ese mercado no
está valorado en el país.

Aseguró que el sector de la forestería comunitaria es muy importante y debería impulsarse


programas que impulsaran una mejora en la calidad de la madera que se produce en estas
comunidades forestales.

El manejo de la madera mexicana después de la tala, como la práctica del estofado, no es


una práctica recurrente, por eso muchas veces la madera se rompe, se tuerce y abarata su
costo, alertó la especialista.

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