You are on page 1of 11

w CAPÍTULO 22

Porfirias
J.M. Mascaró

Concepto 2. Porfirias dominantes


• Protoporfiria eritropoyética (PPE).
Las porfirias son afecciones infrecuentes determina- • Porfiria aguda intermitente (PAI).
das por alteraciones de la vía metabólica del hemo. • Porfiria variegata (PV).
Cuando por causas genéticas o adquiridas existe • Coproporfiria hereditaria (CPH).
déficit, inactivación o degradación de una de las • Porfiria cutánea tarda (PCT, tipos II y III).
enzimas de aquélla, se produce un exceso de me-
tabolitos intermedios (porfirinas o sus precursores) 3. Porfirias no hereditarias
y esa acumulación origina manifestaciones patoló- • PCT esporádica (tipo I) y PCT tóxica (tipo IV).
gicas. Los términos porfiria y porfirinas derivan del
griego porphyros (rojo), y aluden a la propiedad de Basada en el déficit enzimático y la herencia
éstas de emitir una característica fluorescencia roja (G. Elder. Seminars in Dermatology. 1986; 5: 88,
al ser irradiadas con luz de 400-410 nanómetros actualizado) (tabla 22.1)
(banda de Soret de la radiación ultravioleta larga,
contenida en la luz de Wood). Basada en la clínica
Las porfirinas presentan una estructura cíclica con 1. Porfirias agudas (PA)
cuatro anillos pirrólicos unidos entre sí por enlaces • Porfiria aguda intermitente (PAI).
metínicos (–CH=) y, a causa de esta estructura, po- • Porfiria por deficiencia de ALA-D (Pd-ALAD).
seen una capacidad de resonancia por la que, absor-
biendo las radiaciones de alta energía de la luz ultra- 2. Porfirias cutáneas (PC)
violeta larga, determinan reacciones fotodinámicas. • Porfiria cutánea tarda (PCT).
• Protoporfiria eritropoyética (PPE).
• Porfiria eritropoyética congénita (PEC).
Clasificaciones de las porfirias • Porfiria hepatoeritropoyética (PHE).

Basada en el órgano donde se sintetizan 3. Porfirias mixtas (PM)


las porfirinas (Schmid, Schwartz y Watson, 1953) • Porfiria variegata (PV).
1. Porfirias hepáticas • Coproporfiria hereditaria (CPH).
• Porfiria aguda intermitente (PAI).
• Porfiria variegata (PV).
• Porfiria cutánea tarda (PCT). Tipos de porfiria
• Coproporfiria hereditaria (CPH).
Porfiria cutánea tarda
2. Porfirias eritropoyéticas Es la más frecuente. Se divide en cuatro subvarie-
• Protoporfiria eritropoyética (PPE). dades (PCT tipos I, II, III y IV) en función del ca-
• Porfiria eritropoyética congénita (PEC). rácter esporádico (PCT I), familiar (PCT II y III) o
tóxico (PCT IV) del proceso y de la expresión del
Basada en la herencia defecto enzimático de la uroporfirinógeno-decar-
1. Porfirias recesivas boxilasa (UP-D) (en la PCT II, el defecto enzimático
• Porfiria eritropoyética congénita (PEC). se halla expresado en todas las líneas celulares,
• Porfiria por deficiencia de ALA-D (Pd-ALAD). también en los hematíes, mientras que en la PCT I
• Porfiria hepatoeritropoyética (PHE). y la PCT III el defecto se expresa en el hepatocito

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

198
Porfirias

Tabla 22.1. Clasificación de las porfirias debe a un déficit de ferroquelatasa que aparenta
basada en el déficit enzimático y la herencia ser de transmisión autosómica dominante, pero
que es más compleja: es herencia del defecto de
Porfirias hereditarias
un portador asintomático y, a la vez, de una ano-
Fenotipo Un alelo mutante Dos alelos mutantes malía frecuente en la población con menor expre-
Enzima Autosómica Autosómica Homozigota sión del gen de la enzima. Existen formas recesivas
dominante recesiva con mayor riesgo de hepatopatía. La afección sue-
ALA-D Normal Déficit de le manifestarse por vez primera antes de los 6 años
ALA-D de edad.
PBG-D PAI – PAI
homozigota Porfiria eritropoyética congénita
(enfermedad de Günther)
UP gen III-S Normal PEC Es una enfermedad recesiva excepcional, por defi-
UP-D PCT familiar – PHE ciencia de uroporfirinógeno-III-cosintetasa (UPIII-
CP-O CPH – Coproporfiria coS) que determina la formación excesiva de porfi-
homozigota rinas en la médula ósea.
CPH latente – Hardero-
porfiria Porfiria hepatoeritropoyética
Es muy rara, y representa la forma homozigota o
PP-O PV – PV doble heterozigota del defecto que determina la
homozigota
PCT familiar. Así pues, existe también un déficit de
FeCh PPE – PPE UP-D, mucho más intenso que en la PCT.
homozigota
Normal PPE recesiva
Porfirias no hereditarias Clínica
UP-D PCT esporádica (PCT tipo I)
y tóxica (PCT tipo IV)
Porfirias agudas
Las porfirias agudas no ocasionan manifestaciones
ALA-D: ácido delta aminolevulínico-dehidratasa;
CPH: coproporfiria hereditaria; CPO: coproporfirinógeno
cutáneas, sino una clínica extracutánea que puede
oxidasa; FeCh: ferroquelatasa; PAI: porfiria aguda poner en peligro la vida. La porfiria aguda inter-
intermitente; PBG-D: porfobilinógeno deaminasa; PCT: porfiria mitente o porfiria sueca, así llamada por su fre-
cutánea tarda; PEC: porfiria eritropoyética congénita; cuencia en los países escandinavos, se transmite
PPE: protoporfiria eritropoyética; PPO: protoporfirinógeno-
oxidasa; PV: porfiria variegata; UP: uroporfirina; por herencia autosómica dominante y es más co-
UP-D: uroporfirinógeno-decarboxilasa. mún en la mujer. Se caracteriza por la aparición
de crisis agudas, a menudo desencadenadas por
el alcohol y diversos medicamentos (barbitúricos,
y no en el eritrocito). La PCT tipo I es la más fre- fenilbutazona, griseofulvina, sulfamidas, antipalú-
cuente (87,5% de los casos de PCT), mientras que dicos), anestésicos generales y hormonas (estró-
la PCT II es mucho menos habitual (alrededor del genos).
10%) y la PCT III es rara (2,5%). En las crisis agudas, la sintomatología se mani-
La PCT tipo I se observa sobre todo en varones de fiesta como un «abdomen agudo» con leucocitosis
40 a 50 años. Son factores importantes el alcoholismo pero sin contractura muscular. Es característica la
crónico, la infección por el virus de la hepatitis C y por tríada de Günther: dolor cólico, estreñimiento y
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y las vómitos. Pueden aparecer manifestaciones neuroló-
mutaciones de los genes de la hemocromatosis fami- gicas, como polineuritis, parálisis periféricas, de los
liar. Los tipos II y III suelen iniciarse en la infancia. pares craneales, respiratoria y convulsiones. Puede
también ocasionar alteraciones psíquicas.
Protoporfiria eritropoyética La porfiria por déficit de ácido delta aminole-
La PPE es la segunda forma más habitual de por- vulínico dehidratasa (ALA-D), autosómica recesiva,
firia cutánea y la menos rara en la infancia. Se es clínicamente indistinguible de la PAI.

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

199
J.M. MASCARÓ

Porfirias cutáneas sin halo violáceo (no hay lilac ring), en el tronco,
Su sintomatología predominante es dermatológica, el cuello, la cara y el cuero cabelludo.
y cursan con dos tipos de manifestaciones: a) un En la PCT la afectación hepática es prácticamen-
síndrome agudo de fotosensibilidad, con lesiones te constante, con hepatopatía asintomática que evo-
eritemato-edemato-purpúricas en zonas expuestas luciona poco a poco desde la hepatitis crónica a la
a la luz; y b) un síndrome subagudo o crónico de cirrosis y el carcinoma hepatocelular.
hiperfragilidad cutánea, con ampollas y erosiones Es característica la orina oscura (color «cerveza
provocadas por traumatismos mínimos. negra») y fluorescente a la luz de Wood por su ele-
vado contenido en porfirinas.
Porfiria cutánea «tarda»
Cursa con hiperfragilidad cutánea, con ampollas Protoporfiria eritropoyética
serohemorrágicas o erosiones por traumatismos mí- Suele iniciarse en la infancia y se manifiesta por un
nimos en el dorso de las manos (figura 22.1). Es síndrome de fotosensibilidad. Poco después de la
típica la coexistencia de ampollas, erosiones, costras exposición a la luz, se experimenta ardor, quemazón
y cicatrices con quistes de milium. Suele asociarse o prurito en las zonas expuestas. Los niños lloran y
a hipertricosis, sobre todo en los pómulos, pigmen- se rascan. Unos minutos más tarde, en las zonas
tación oscura difusa de la cara y elastosis con quis- expuestas aparecen eritema, edema y a veces púr-
tes y comedones en región malar. Tras larga evolu- pura, de límites bastante precisos (figura 22.2). A
ción pueden aparecer lesiones esclerodermiformes, veces se acompaña de fiebre y malestar. El fenóme-
no puede ser desencadenado por el sol, incluso a
través de un cristal de ventana, y por la luz artificial.
Progresivamente, la piel expuesta se torna gruesa,
amarillenta, con cicatrices varioliformes y pliegues
marcados, muy característicos, en cara y nudillos.
La PPE puede dar lugar a afectación hepatobiliar
con cálculos de protoporfirina (PP) y hepatopatía,
que a veces evoluciona a cirrosis, incluso a una
edad temprana.

Porfiria eritropoyética congénita


(enfermedad de Günther)
Figura 22.1. Porfiria cutánea tarda. Ampolla Los síntomas se inician en la infancia con un sín-
por hiperfragilidad cutánea desencadenada drome de fotosensibilidad e hiperfragilidad cutá-
por un traumatismo mínimo
neas. Progresivamente, las cicatrices originan fibro-
sis y mutilaciones faciales y en manos, con pérdida
de la parte distal de los dedos (figura 22.3). Existe
hipertricosis facial y en las extremidades. Los dien-
tes de primera dentición son de color rojo oscuro
(eritrodoncia) y fluorescentes (figura 22.4).
Cursa con anemia hemolítica, moderada o grave,
reticulocitosis, disminución de la vida media de los
eritrocitos y esplenomegalia.
Son comunes las alteraciones óseas: osteólisis de
las zonas fotoexpuestas y osteoporosis de turnover
elevado.

Porfiria hepatoeritropoyética
Figura 22.2. Síndrome de fotosensibilidad en la
protoporfiria eritropoyética. Aparición de eritema, edema y El cuadro es en todo análogo al de la porfiria eri-
púrpura en partes expuestas poco tiempo después de una tropoyética congénita de Günther, si bien no existe
corta exposición a la luz eritrodoncia ni anemia hemolítica (figura 22.5).

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

200
Porfirias

Diagnóstico (figura 22.6)

Diagnóstico de laboratorio
En la PAI, el diagnóstico se basa en la presencia de
precursores de las porfirinas en orina durante las
crisis agudas, sobre todo porfobilinógeno (PBG) y
en menor proporción ALA. La orina es clara, no
fluorescente en el momento de la emisión, pero
luego se oscurece y se vuelve fluorescente (trans-
formación no enzimática de los precursores en por-
firinas).
En la orina de la PCT predomina la uroporfirina
Figura 22.3. La pérdida de las falanges distales (UP), seguida de la porfirina heptacarboxílica (7CO-
de los dedos es la consecuencia mutilante de la sucesión de OH) y la coproporfirina (CP). Es característica la
lesiones por hiperfragilidad y fotosensibilidad en la porfiria isocoproporfirina (Iso-CP) en heces. Cabe señalar
eritropoyética congénita (enfermedad de Günther)
la hipersideremia y la elevación de la ferritina, aun-
que, a diferencia de lo que ocurre en la hemocro-
matosis, no suele sobrepasar los 600 ng/mL.
En la PPE, lo característico es la elevación de la
PP en eritrocitos y heces. No se elimina por la orina,
puesto que es insoluble en agua. Los hematíes
muestran fluorescencia roja efímera en luz ultravio-
leta.
En la PEC, se constata gran cantidad de porfirinas
en orina y hematíes, pero se trata sobre todo de
isómeros I. Los eritrocitos muestran fluorescencia
persistente con luz de Wood.
Figura 22.4. La eritrodoncia (color rojo oscuro de los En la PHE, como el defecto enzimático es cua-
dientes de la primera dentición) es un marcador clínico de litativamente el mismo que en la PCT (aunque
la enfermedad de Günther (porfiria eritropoyética congénita) más intenso), el patrón de eliminación es idénti-
co: en la orina, UP, 7COOH y CP, y en las heces,
Iso-CP (tabla 22.2).

Diagnóstico diferencial

Las porfirias que cursan con hiperfragilidad deben


diferenciarse de otros procesos que también pue-
den determinarla. En particular, hay que tener en
cuenta el penfigoide ampollar, las epidermólisis am-
pollares, la epidermólisis ampollar adquirida y las
seudoporfirias por medicamentos o por insuficien-
Figura 22.5. A lo largo de su evolución, la porfiria
cia renal crónica.
hepatoeritropoyética ocasiona mutilaciones de la cara y El ácido nalidíxico y las fluoroquinolonas pueden
las manos análogas a las de la enfermedad de Günther determinar fototoxia ampollar clínica e histológica-
mente semejante a la PCT. Otros fármacos (furose-
Porfirias mixtas mida, amiodarona, tetraciclinas, naproxeno, ciclos-
Los pacientes pueden presentar brotes agudos, co- porina A) pueden ocasionar una reacción similar. El
mo en la PAI, o un síndrome de hiperfragilidad, abuso de cabinas con radiación ultravioleta A (UVA)
como en la PCT. puede ser también responsable de un cuadro pare-

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

201
J.M. MASCARÓ

Figura 22.6. Algoritmo diagnóstico de las porfirias en función de la determinación de porfirinas

cido a la PCT. Asimismo, se ha descrito una seudo-


Tabla 22.2. Patrones de excreción
en las porfirias porfiria de los hemodializados.
En todos estos procesos, la determinación de por-
Enfermedad Déficit Orina Heces Hematíes firinas en orina y heces (o en plasma en la insufi-
enzimático
ciencia renal, cuando el paciente no emite orina)
PAI PBG-D ALA, PBG muestra valores normales, mientras que en las por-
Déficit ALA-D ALA-D ALA CP, PP ZnPP firias el patrón de excreción permite confirmar la
enfermedad (tabla 22.2). Para la PEC hace falta la de-
PV PPO CP PP, CP
Crisis aguda: terminación de isómeros I.
ALA, PBG Las porfirias mixtas pueden ocasionar un cuadro
CPH CO CP CP
cutáneo idéntico al de la PCT.
Crisis aguda: El síndrome de fotosensibilidad puede observarse
ALA, PBG en fototoxias provocadas por fármacos o confundir-
PCT UP-D UP, 7COOH Iso-CP se con dermatosis que también lo ocasionan (erup-
ción polimorfa lumínica, urticaria solar, lupus erite-
PHE UP-D UP, 7COOH Iso-CP ZnPP matoso). Es preciso determinar las porfirinas en
PPE FeCh PP PP sangre y heces, que son positivas en la protoporfi-
PEC URO III-S UP, CP CP UP, CP ria. La lipoidoproteinosis determina engrosamiento
(Isóm. I) (Isóm. I) (Isóm. I) PP cutáneo con clínica e histología análogas a las de la
ALA: ácido delta aminolevulínico; ALA-D: ácido delta
PPE, pero no hay fotosensibilidad. En cambio, oca-
aminolevulínico dehidratasa; CO: coproporfirinógeno-oxidasa; siona afonía.
7COOH: porfirina heptacarboxílica; CP: coproporfirina;
CPH: coproporfiria hereditaria; FeCh: ferroquelatasa;
Iso-CP: isocoproporfirina; PAI: porfiria aguda intermitente;
PBG: porfobilinógeno; PBG-D: porfobilinógeno-deaminasa; Anatomía patológica
PCT: porfiria cutánea tarda; PEC: porfiria eritropoyética
congénita; PHE: porfiria hepatoeritropoyética;
PP: protoporfirina; PPE: protoporfiria eritropoyética;
Las ampollas subepidérmicas del síndrome de hi-
PPO: protoporfirinógeno-oxidasa; PV: porfiria variegata; perfragilidad se caracterizan por su carácter no in-
UP: uroporfirina; UP-D: uroporfirinógeno-decarboxilasa; flamatorio y por estar vacías de contenido. El des-
UP III-S: uro III sintasa.
pegamiento se produce a nivel de la lámina lúcida.

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

202
Porfirias

Tabla 22.3. Pautas de control de los pacientes Tabla 22.4. Pautas terapéuticas
Porfiria cutánea tarda Porfiria cutánea tarda (PCT)
• Examen clínico • Dieta. Evitar alcohol, drogas hepatotóxicas, estrógenos.
• Dosificación porfirinas (orina y heces) Equilibrar calorías. Dieta rica en fosfolípidos, baja en
• Ferritina colesterol, adecuada en carbohidratos
• Anticuerpos hepatitis C y VIH • Fotoprotección* (véase más abajo PPE)
• Pruebas de funcionalismo hepático • Depleción de hierro. Flebotomías* (300-500 mL/sem,
• Marcadores de fibrogénesis (PIII-P*, ácido hialurónico) hasta un total de 2-4 L), especialmente indicada si
• Ecografía abdominal hipersideremia y ferritina elevadas. Menos en boga la
Protoporfiria eritropoyética desferroxiamina subcutánea** (2-4 g, vía intravenosa)
• Examen clínico y/o
• Dosificación porfirinas (sangre y heces) • Cloroquina* (100 mg, 2 veces/sem; niños: 3 mg/kg/sem)
• Si se sospecha afectación hepática: y/o
– Pruebas de funcionalismo hepático • Otros tratamientos: eritropoyetina** (EPO) (60 UI/kg cada
– Bilirrubina 1-2 sem, vía subcutánea + flebotomía)
– Ecografía abdominal • Caso especial. PCT e insuficiencia renal crónica: EPO,
* Péptido aminoterminal del procolágeno III. EPO + flebotomías moderadas**, desferroxiamina,
plasmaféresis, colestiramina, trasplante renal
Protoporfiria eritropoyética (PPE)
• Fotoprotección*. Ropa protectora. Protectores convencionales
Las papilas dérmicas conservan su relieve, con as- poco útiles: protegen de quemaduras (290-320 nm),
pecto festoneado «en dientes de sierra». No se ob- pero no de banda de Soret (400-410 nm). Son útiles
serva infiltrado inflamatorio. En la PPE aparece un fotoprotectores de amplio espectro: físicos con óxido
material denso, homogéneo e intensamente PAS de zinc, dióxido de titanio; de color; con benzofenonas,
positivo en torno a los capilares sanguíneos de la mexoril o tinosorb
• Betacaroteno*. Adultos: 120-180 mg/día (3-6 3 30 mg/
dermis superficial. día). Niños: 15-90 mg/día (mantener carotinemia sobre
400 µg/dL, 600 a 800 µg/dL)
y/o
Complicaciones • Colestiramina** (4 g/3-4/día) o ácido quenodesoxicólico**
(15 mg/kg/día) facilita excreción de protoporfirina
El pronóstico de las porfirias depende, por una par- y controla progresión de la hepatopatía
y/o
te, de la gravedad de la sintomatología y, por otra,
• PUVA y UVB**, facilita autoprotección por melanina
de la afectación del hígado. Las porfirias cutáneas • Hematina para frenar eritrogénesis medular
que cursan con sintomatología relativamente mode- • Cisteína** (500 mg, 2 veces/día) como captante de especies
rada sólo alteran levemente la vida del paciente. No reactivas; y/o piridoxina
sucede lo mismo con las formas homozigotas o he- • Antihistamínicos** para reducir reacción inflamatoria
terozigotas dobles (PEC y PHE), porque la enorme • Trasplante de hígado** en caso de fallo hepático
producción de porfirinas determina una clínica gra- Porfiria eritropoyética congénita (PEC)
ve, con tendencia mutilante, que disminuye la cali- • Hipertransfusiones** (transfusiones frecuentes). Hematina**.
dad de vida. Hidroxiurea** (2 g/sem 4 días consecutivos, con 3 de
En la PCT tipo I y en la PPE el pronóstico puede descanso, aumentando progresivamente hasta 10 g/sem).
estar también determinado por el grado de afecta- Carbón «per os» (60 g, 3 veces/día) en papilla (requiere
administración parenteral de vit. B12, ácido fólico, vit. D).
ción hepática (tabla 22.3). Pamidronato sódico** para osteodistrofia. Trasplante de
médula ósea**
*Terapéuticas de probada eficacia y utilizadas habitualmente.
Tratamiento (tabla 22.4) **Tratamientos que pueden ser eficaces en algunos casos.

En las porfirias agudas y en las mixtas es de gran


importancia evitar los medicamentos susceptibles En la PCT se lleva a cabo la depleción de hierro
de desencadenar las crisis agudas. Como terapéuti- mediante sangrías (300-500 mL cada semana hasta
ca de los brotes agudos se utilizan las perfusiones un total de 2 a 4 litros), indicada cuando la ferriti-
de suero glucosado y la infusión de hematina. na está elevada. Con la administración de cloro-

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

203
J.M. MASCARÓ

quina en dosis moderadas (100 mg dos veces por Bibliografía


semana) durante 6 meses suele conseguirse mejo-
ría clínica y biológica. Ambos tratamientos pueden Bickers DR, Frank J. The porphyrias. En: Fitzpatrick TB, Eisen AZ, Wolf
asociarse. K, et al. Dermatology in General Medicine, 6.ª ed. Nueva York:
Las porfirias con fotosensibilidad requieren foto- McGraw-Hill, 2003; 1.435-1,466.
protección, particularmente necesaria en las formas Mascaró J, Herrero C, Lecha M, Muniesa AM. Uroporphyrinogen-decar-
graves (PEC, PHE), con filtros físicos con óxido de boxylase deficiencies: porphyria cutanea tarda and related condi-
zinc o dióxido de titanio. tions. Sem Dermatol. 1986; 5: 115-124.
En la PPE lo que más se utiliza es el betacaroteno Mascaró JM, Lim HW. Porphyrias. En: Harper J, Oranje A, Prose N. Text-
(120-180 mg/día en adultos y 30-90 mg/día en ni- book of Pediatric Dermatology. Londres: Blackwell, 2000; 905-920.
ños, para mantener la carotinemia por encima de Muñoz C, Herrero C. Porfirias cutáneas. Med Cutanea ILA. 2005; 33:
400 µg/dL). Pueden emplearse antihistamínicos (ter- 193-210.
fenadina) para reducir las reacciones inflamatorias. Murphy GM. Porphyrias. En: Bolognia JL, Jorizzo JL, Horn TD, Masca-
En caso de fallo hepático, se ha llevado a cabo con ró JM, Manzini, AJ, Salasche SJ, Saurat JH, Stingl G. Dermatology.
éxito el trasplante de hígado. Londres: Elsevier, 2003; 679-689 (edición en español: 2004).

©Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.

204
Índice de autores

Isabel Aldanondo Fernández de la Mora José Luis Díaz-Ramón


Servicio de Dermatología. Servicio de Dermatología.
Hospital Universitario «Ramón y Cajal». Hospital de Cruces. Barakaldo (Vizcaya)
Madrid
Agustín España Alonso
Eulalia Baselga Torres Departamento de Dermatología.
Servicio de Dermatología. Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona.
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Profesor titular de Dermatología. Universidad de Navarra
Barcelona
Montserrat Fernández-Guarino
Rita Cabeza Martínez Servicio de Dermatología.
Servicio de Dermatología. Hospital Universitario «Ramón y Cajal».
Hospital General Universitario «Gregorio Marañón». Madrid
Madrid
María Antonia Fernández Pugnaire
Francisco M. Camacho Martínez Servicio de Dermatología.
Servicio de Dermatología. Unidad de Melanomas. Hospital Universitario
Hospital «Virgen de la Macarena». «San Cecilio». Granada
Catedrático de Dermatología y Venereología.
Universidad de Sevilla Carlos Ferrándiz Foraster
Servicio de Dermatología.
Francisco J. Carapeto Márquez de Prado Hospital Universitari «Germans Trias i Pujol».
Departamento de Dermatología. Badalona (Barcelona).
Hospital Clínico Universitario «Lozano Blesa». Catedrático de Dermatología.
Catedrático de Dermatología Médico-Quirúrgica Universitat Autònoma de Barcelona
y Venereología. Facultad de Medicina. Zaragoza
Juan Ferrando Barberá
Mariano Casado Jiménez Servicio de Dermatología. Hospital Clínic.
Servicio de Dermatología. Profesor titular de Dermatología. Universitat de Barcelona
Hospital Universitario «La Paz».
Profesor titular de Dermatología. Manuel Galán Gutiérrez
Universidad Autónoma de Madrid Servicio de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología
Hospital Universitario «Reina Sofía». Córdoba
Luis Conde-Salazar Gómez
Servicio de Dermatología Laboral. Marian Gallardo Pérez
Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Servicio de Dermatología.
Instituto de Salud Carlos III. Hospital Universitario «Virgen de la Victoria».
Profesor asociado de Dermatología. Málaga
Universidad Complutense de Madrid
Amaro García-Díez
Vicente Delgado Florencio Servicio de Dermatología.
Profesor titular de Dermatología. Hospital Universitario de la Princesa.
Facultad de Medicina. Granada Catedrático de Dermatología.
Universidad Autónoma de Madrid
José Luis Díaz-Pérez
Servicio de Dermatología. Carmen García García
Hospital de Cruces. Barakaldo (Vizcaya). Servicio de Dermatología.
Catedrático de Dermatología. Universidad del País Vasco Hospital Universitario de la Princesa. Madrid

III

00 ROMANAS UNICO.indd III 29/5/08 08:53:20


Vicente García-Patos Briones Javier Labandeira García
Servicio de Dermatología. Servicio de Dermatología.
Hospital Universitario «Vall d’Hebron». Complejo Hospitalario Universitario.
Profesor titular de Dermatología. Santiago de Compostela (A Coruña)
Unidad Docente «Vall d’Hebron».
Universitat Autònoma de Barcelona Pablo Lázaro Ochaita
Servicio de Dermatología.
Ana M.ª Giménez Arnau Hospital General Universitario «Gregorio Marañón». Madrid
Servicio de Dermatología.
Hospital del Mar (IMAS). Victoria Lezcano Biosca
Profesora asociada de Dermatología. Departamento de Dermatología.
Universitat Autònoma de Barcelona Hospital Clínico Universitario «Lozano Blesa». Zaragoza

Elena González-Guerra Zuriñe Martínez de Lagrán


Servicio de Dermatología. Álvarez de Arcaya
Fundación Jiménez Díaz. Madrid Servicio de Dermatología.
Hospital de Cruces. Barakaldo (Vizcaya)
M.ª Rosario González Hermosa
Servicio de Dermatología. Cristina Martínez Morán
Hospital de Cruces. Barakaldo (Vizcaya) Servicio de Dermatología.
Hospital Clínico Universitario de Valladolid
Aurora Guerra Tapia
Servicio de Dermatología. José María Mascaró Ballester
Hospital Universitario «Doce de Octubre». Catedrático emérito de Dermatología.
Profesora titular de Dermatología. Universitat de Barcelona
Universidad Complutense de Madrid
José Manuel Mascaró Galy
Antonio L. Harto Castaño Servicio de Dermatología. Hospital Clínic.
Servicio de Dermatología. Profesor titular de Dermatología.
Hospital Universitario «Ramón y Cajal». Universitat de Barcelona
Profesor asociado de Dermatología.
Universidad de Alcalá de Henares. Madrid Fernando Millán Parrilla
Servicio de Dermatología y Venereología.
Felipe Heras Mendaza Hospital «Arnau de Vilanova». Valencia
Servicio de Dermatología Laboral.
Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Alberto Miranda Romero
Instituto de Salud Carlos III. Madrid Servicio de Dermatología.
Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Enrique Herrera Ceballos Profesor titular de Dermatología.
Servicio de Dermatología. Universidad de Valladolid
Hospital Universitario «Virgen de la Victoria».
Catedrático de Dermatología Médico-Quirúrgica y José Carlos Moreno Giménez
Venereología. Universidad de Málaga Servicio de Dermatología Médico-Quirúrgica
y Venereología.
Rafael J. Jiménez Puya Hospital Universitario «Reina Sofía».
Servicio de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología Catedrático de Dermatología. Universidad de Córdoba
Hospital Universitario «Reina Sofía». Córdoba
Miguel Ángel Muñoz Pérez
Pablo Juberías Gutiérrez Servicio de Dermatología
Departamento de Dermatología. Hospital Universitario «Virgen del Rocío»
Hospital Clínico Universitario «Lozano Blesa». Zaragoza Profesor titular de Dermatología. Universidad de Sevilla

IV

00 ROMANAS UNICO.indd IV 29/5/08 08:53:21


Índice de autores

Carmen Peña Penabad Salvio Serrano Ortega


Servicio de Dermatología. Servicio de Dermatología.
Complejo Hospitalario Universitario «Juan Canalejo». Unidad de Melanomas.
A Coruña Hospital Universitario «San Cecilio».
Catedrático de Dermatología. Universidad de Granada
Ramon M. Pujol Vallverdú
Servicio de Dermatología. Jaime Toribio Pérez
Hospital del Mar. IMAS. Servicio de Dermatología.
Profesor titular de Dermatología. Complejo Hospitalario Universitario.
Universitat Autònoma de Barcelona Catedrático de Dermatología. Facultad de Medicina
de Santiago de Compostela
Luis Requena Caballero
Servicio de Dermatología. Pablo de Unamuno Pérez
Fundación Jiménez Díaz. Servicio de Dermatología.
Profesor titular de Dermatología. Hospital Universitario de Salamanca
Universidad Autónoma de Madrid Catedrático de Dermatología. Universidad de Salamanca

Jordi Rex Cavallé Fernando Vázquez Valdés


Servicio de Dermatología. Servicio de Microbiología.
Hospital Universitari «Germans Trias i Pujol». Hospital «Monte Naranco». Oviedo
Badalona (Barcelona)
Hugo Vázquez Veiga
Julián Sánchez Conejo-Mir Servicio de Dermatología.
Servicio de Dermatología. Hospital Médico Cirúrxico do Conxo.
Hospital «Virgen del Rocío». Santiago de Compostela (A Coruña)
Catedrático de Dermatología. Universidad de Sevilla
Manuel Velasco Pastor
Paloma Sánchez-Pedreño Guillén Servicio de Dermatología y Venereología.
Servicio de Dermatología. Hospital «Arnau de Vilanova». Valencia
Hospital General Universitario «Virgen de la Arrixaca».
Profesora titular de Dermatología. Universidad de Murcia Juan José Vilata Corell
Servicio de Dermatología y Venereología.
Carolina Sanz Muñoz Hospital General Universitario de Valencia
Servicio de Dermatología. Profesor titular de Dermatología y Venereología.
Hospital Clínico Universitario de Valladolid Coordinador de la Unidad de Dermatología y Venereología.
Facultad de Medicina de Valencia
Cristina Serrano Falcón
Unidad de Dermatología.
Hospital Universitario «Santa Ana». Motril (Granada)

00 ROMANAS UNICO.indd V 29/5/08 08:53:21

You might also like