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Vale la pena recordar que la política de EE.UU. en relación con América Latina se
sustenta en una ofensiva político-militar orientada a apuntalar los regímenes clientes-
adeptos y a socavar y desestabilizar los gobiernos independientes en la región. Lo mas
llamativo de esta táctica reside en el esfuerzo económico- militar del gobierno Norte
Americano para derrotar los movimientos socio-políticos populares,
independientemente de si son ideológicos o militares, opuestos a la dominación
imperial. Los países de la región donde con mayor intensidad se lleva a efecto esta
ofensiva son Colombia y Venezuela. En los dos países la apuesta Norte Americana es
muy alta por cuanto los intereses políticos, económicos, ideológicos y las
consideraciones geo-estratégicas, así lo piensa Bush y el Pentágono, así lo exigen.
Colombia y Venezuela poseen costas que los comunican con los países del Caribe y
tienen acceso a los países Andinos; el que emerja en Colombia un régimen
revolucionario o que se estabilice el régimen nacionalista en Venezuela podría inspirar
movimientos similares en la zona transformando la región y minando seriamente el
control que ejerce Washintong a través de sus regímenes clientes. De producirse
cambios significativos estos afeitarían el control Norte Americano sobre la producción y
abastecimiento de petróleo, no solo en Colombia y Venezuela, sino que tala actitud,
provocaría como efecto domino reacciones similares en Mexico y en el Ecuador, en éste
ultimo país ya se están sucediendo, así como los procesos de retroceso de privatización
masiva de las empresas nacionales perseguidas con avidez por los especuladores
financieros y las grandes compañías multinacionales..
Se que no esta todo dicho. Se que el tema es muy extenso, pero si es necesario vale la
pena abrir un debate para despejar incógnitas y dar luz a las zonas oscuras. Por hoy
solo quería abrir una ventana a la esperanza, alejar la guerra de nuestro diccionario e
invitarlos a todos a una reflexión mas profunda de nuestra situación política.
Carlos Herrera