Professional Documents
Culture Documents
Historia de la Cocaína
• Alcaloide natural contenido en las hojas del Erythroxylon coca que
crece en Méjico, Sur América, India y Indonesia.
• En el siglo VI en Perú las hojas de coca se mascaban por razones
sociales y religiosas.
• los incas la mascaban y la utilizaban como anestésico para realizar
trepanaciones.
• La cocaína fue identificada como el alcaloide de las hojas de coca
en 1857.
• Fue usado como anestésico en 1884
• En el siglo XX se incorporó como ingrediente de la coca-cola
Epidemiología
• España se sitúa entre los países europeos con mayor tasa consumo
de cocaína.
• El consumo se ha incrementado en las últimas décadas sobre todo a
expensas de la población joven.
• Elevado nivel de policonsumo asociado, a drogas legales (alcohol,
tabaco) e ilegales (cannabis, alucinógenos y heroína).
• Está aumentando el número de demandas de tratamiento, el
número de episodios de urgencias hospitalarias y de muertes por
cocaína.
Formas de consumo
• De las hojas de coca se obtiene la pasta base de color marrón
sulfato de cocaína ("bazooka",”bazuco”)
• El Clorhidrato de cocaína es una sustancia blanca, en forma de
cristalitos, hojuelas, o en polvo blanco (nieve), soluble en agua y de
sabor amargo, se destruye por el calor.
• De esta a su vez se obtiene el crack (por el crujido que forman los
cristales blancos al calentarse), que es una base libre mucho más
purificada y con mayor poder de intoxicación y de adicción. Se puede
fabricar caseramente por medio de la alcalinización, calentando la
anterior con agua y sosa hervida. No se destruye por el calor por lo
que se puede consumir fumada, sola en pipas de coca o bien con
cigarrillos
de marihuana.
Presentaciones
Temperatura corporal.
Además del aumento de la producción de calor por aumento de la
actividad muscular y de la disminución de su pérdida por la
vasoconstricción, la cocaína aumenta la temperatura corporal por
pérdida del control dopaminérgico de receptores hipotalámicos
reguladores de la temperatura, por agotamiento de los depósitos de
dopamina, con hipertermia de rebote. Esta hipertermia puede ser
acompañada de convulsiones y que se atribuyó al principio a
sobredosis, puede ocasionar muerte
súbita con dosis bajas pero continuas de la droga.
Dosis tóxica
Dosis de 50-100 mg intranasales o 15-30 mg intravenosos, producen
una euforia clara.
Las dosis de 0.5-1 g intranasales pueden ser letales, pero se han
descrito casos de muerte tras el consumo de 20 mg.
La dosis letal de cocaína disminuye en presencia de alcohol,
posiblemente por la presencia de mayores concentraciones
plasmáticas de cocaína y la aparición de cocaetileno.
• La determinación cuantitativa de cocaína y sus metabolitos no
tienen interés clínico. Los niveles en casos fatales puede oscilar entre
0.1 a 20.9 mg/L.
• La muerte puede ocurrir con solo 20 mg por vía intravenosa,
mientras que los habituados pueden ingerir por encima de 10 gr/día
sin reacciones tóxicas.
Clínica
• Depende de la estimulación difusa sobre el SNC y periférico
(reacción cocaínica)
• Organos diana: cerebro, corazón y vía de entrada
• Produce sensación gratificante con locuacidad, hiperagudeza
mental, elimina la sensación de cansancio y sueño, aumenta la
actividad, la comunicación y la seguridad en si mismo.
• Los efectos pueden durar de 5 m a 2 h, según la cantidad y vía de
consumo. Tras ello una depresión de sus efectos (el crash).
• La intoxicación aguda suele ocurrir a dosis superiores a 0.5 g y se
presenta con los mismo síntomas que la intoxicación por anfetaminas.
Diagnóstico
• Signos y síntomas de una hiperactividad adrenérgica de corta
duración son sugestivos de
cocaína, ya que con las
anfetaminas, los alucinógenos o la
fenciclidina (PCP) la duración de la
hiperactividad es mayor.
•Estigmas asociados al uso
(ulceraciones del tabique nasal,
perforaciones, mucosa
atrófica o sinusitis purulenta)
•Debe también sospecharse el uso de cocaína en jóvenes con dolor
torácico, angina o infarto de miocardio
Diagnóstico Diferencial
Los síntomas cardinales son:
• midriasis, agitación, sudoración,
• hipertensión y taquicardia hallazgos que lo pueden producir otras
drogas.
Muestra de sangre
• Atendiendo a lo anterior, la cocaína es especialmente vulnerable a
la hidrólisis en las muestras que contienen colinesterasa. Esto incluye
sangre y plasma. Si la muestra se conserva refrigerada o congelada la
cocaína es estable al menos 48 horas. Si además se le añade un
inhibidor de la colinesterasa y se ajusta el pH los analitos se
mantienen durante más tiempo
• El analito mayoritario en las muestras sanguíneas es la
benzoilecgonina. En cuanto a la concentración de EME es interesante
comentar que es baja cuando la administración es intranasal,
intravenosa y cuando se fuma, mientras que tras la administración
oral, la concentración puede llegar a ser hasta cuatro veces la de la
cocaína.
Muestra de orina
• Los cambios que se producen en la orina no son tan críticos como
en la sangre. Aunque la concentración de cocaína sí puede sufrir
pérdidas significativas por hidrólisis química, las de BZE y EME,
compuestos mayoritarios en este tipo de muestras, son estables al
menos 45 días si la muestra se conserva refrigerada o congelada.
Los compuestos que se excretan mayoritariamente en la orina son la
cocaína en un 1-9% de la dosis, la benzoilecgonina en un 35-54% y la
metilecgonina en un 32-49% (Inaba, T y col., 1978) cuando se fuma o
por administración intravenosa o intranasal. Por vía oral, la
concentración de metilecgonina es mucho mayor.
Muestra de humor vítreo.
• Se suele considerar que el humor vítreo, debido a su protección,
sufre pocas alteraciones postmortem. Esto no es verdad para la
cocaína. La concentración de ésta se altera tras la muerte, pudiendo
aumentar al menos tres veces (McKinney, PE y col., 1994). Sin
embargo, la concentración de benzoilecgonina, el analito mayoritario,
no sufre dicha alteración.
CONSIDERACIONES QUÍMICOTOXICOLÓGICAS.
• la presencia de etilbenzoilecgonina indica el consumo concomitante
de cocaína y alcohol. La del éster metílico de la anhidroecgonina
indica que la cocaína ha sido fumada, sobretodo si su presencia está
unida a la de su metabolito, la ecgonidina.
CONSIDERACIONES QUÍMICOTOXICOLÓGICAS.
• Si se quiere valorar la posibilidad de que el consumo de cocaína
haya sido el causante de la muerte. Hay que tener presente que en
las condiciones adecuadas, cualquier concentración de cocaína en
sangre puede producir la muerte. Esto hace que los intervalos de
concentraciones de cocaína que se pueden encontrar en sangre de
consumidores vivos se solapen con los de concentraciones letales.
Por tanto, no se puede emplear únicamente las concentraciones de
cocaína en sangre para predecir la toxicidad.
CONSIDERACIONES QUÍMICOTOXICOLÓGICAS.
• Los efectos post-mortem afectan tanto a la concentración de
cocaína como a la de sus metabolitos.
• La concentración post-mortem de cocaína disminuye debido a la
hidrólisis que sufre para dar benzoilecgonina. Por tanto la
concentración de esta última aumenta.
• La concentración de cocaína en humor vítreo aumenta al menos
tres veces tras la muerte. Esto no ocurre con la benzoilecgonina
(McKinney, PE y col., 1994).
• La etilbenzoilecgonina se sigue formando en el hígado después de
la muerte, si se había ingerido alcohol y cocaína, modificando las
concentraciones de ambas sustancias (Moriya, F y col., 1996).
• Resumiendo, las concentraciones dependen del tiempo desde el
que se produjo el último consumo, de la vía de administración, de las
condiciones de toma de muestra y de su conservación.
• Hay que recordar que todo método es tan bueno como el peor de
sus pasos. Es decir, no sirve de nada tener un método de análisis
perfecto si el error se comete al elegir la muestra o a la hora de emitir
el resultado