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Christine Chinkin
La Escuela Londoniense de Economias
1. Introducción
El segundo concepto legal sobre la ocupación también pertinente en el caso del Sahara
Occidental desde 1975 es el relacionado con beligerancia o ocupación militar. En la
presente intervención haré un vistazo sobre la definición legal de la ocupación
beligerante y sus consecuencias. Lo que puede ser llamado el derecho en la ocupación
es a la vez complejo y falto de claridad. Estas dificultades se derivan tanto de las
consideraciones legales como factuales. Factualmente el estado de ocupación cubre una
gama de escenarios políticos e ideológicos. Estos son tan diversos como lo fue la
ocupación tras la guerra de Alemania y Japón seguidas de la rendición total 1945, la
ocupación soviética de Afganistán en los años 1980(según términos soviéticos, una
invitación para intervenir), la larga y perdurable ocupación israelí de los territorios
palestinos( a raíz del conflicto de 1967), y la corta ocupación de Irak a Kuwait en 1990 (
tras la invasión condenada por el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas.
Algunas de estas ocupaciones tuvieron una amplia cobertura y análisis legales, mas
recientemente la ocupación estadounidense y británica de Irak en 2003-4, mientras que
otras como es el caso del Sahara Occidental han tenido escasa notoriedad pública. La
legalidad del derecho de ocupación se encuentra en una serie de tratados, en flexibles
instrumentos jurídicos, en el derecho consuetudinario internacional, y en el caso de
Irak, modificado por la resolución del Consejo de seguridad. Esta ultima conoció
significantes transformaciones o bien la situación en Irak es excepcional y en
consecuencia de poco valor como precedente. La multiplicidad de regimenes legales
creo inconsistencias y lagunas en el derecho. A pesar de las inconsistencias y de las
incertidumbres en el derecho en la ocupación existe un aspecto que no se presta a
controversias: La ocupación es la otra cara de la moneda de la autodeterminación.
3. CARACTERISTICAS DE LA OCUPACION.
Las obligaciones legales que recaer sobre una potencia ocupante pueden ser
consideradas de dos tipos. Existen aquellas relativas al status del territorio y las que
conciernen a las obligaciones del ocupante con respecto a los habitantes del territorio
ocupado en cuestión. Aquel esta sometido a los principios generales del derecho
internacional, por ejemplo aquellos relacionados con la prohibición del uso de la fuerza,
la igualdad entre países y lo no intervención. Lo más importante es que la ocupación no
debe suponer ningún cambio del status: no se trata de anexión, como tampoco es
“liberación”, pese a lo que pretenda la fuerza ocupante. La ocupación no transfiere la
soberanía sobre el territorio al ocupante y tampoco denota permanencia. Esta distinción
es la base fundamental de los distintos regimenes legales de la ocupación. Ningún
significado de anexión o acuerdo de anexión, como los habidos en Madrid en 1975 que
son por ello inefectivos y no cambian el status de ocupación. Estos principios se derivan
de una serie de instrumentos internacionales que van de la Carta de las Naciones unidas
en adelante, quizá mas claramente establecido en la Declaración de la Asamblea general
de 1970 sobre los Principios de las Relaciones de Amistad y en la Definición de
Agresión de 1974. Aquel establece que: “El territorio de un Estado no debe ser el objeto
de una ocupación militar resultante del uso de la fuerza en contravención de los
estipulados de la Carta. El territorio de un Estado no debe ser el objeto de adquisición
por otro Estado como resultado de la amenaza o del uso de la fuerza. Ninguna
adquisición territorial que resulte de la amenaza o del uso de la fuerza pueda ser
reconocida como legal.” La sentencia final es absoluta y aplicable a todas las
situaciones en que se haya hecho recurso a la amenaza o al uso de la fuerza y hace que
sea irrelevante en esta materia el status del Sahara Occidental en 1975 cuando comenzó
la ocupación.
El hecho que una ocupación sea prolongada no tiene ninguna incidencia sobre la
aplicabilidad de esta sentencia. Un argumento fue esgrimido cuando Australia entro en
el Timor Gap Treaty con Indonesia y por mucho que Indonesa haya tenido acceso al
territorio, un poco como Australia se creo en derecho de reconocer que un titulo
adquirido ilegalmente puede llegar a ser considerado como legal:
“Hay veces en que las realidades, que pese a ser ilegal e inequitable en su inicio,
aparecen posteriormente como irreversibles y la comunidad internacional esta
interesada en el orden y la estabilidad justifique esta situación cubriendo el hecho con el
manto de la legalidad.” (J-P Fonteyne)
Esta llamada doctrina de la consolidación histórica denota una cínica preferencia por la
efectividad sobre la legalidad la cual es presentada para representar la existencia de un
derecho internacional. Sin embargo, la misma viola las resoluciones de la Asamblea
General y del Consejo de Seguridad y es desaprobada por la practica de los
Estados. Los países Bálticos recuperaron su independencia tras más de 40 años de
ocupación. Timor del Este mismo recupero su independencia como consecuencia tras la
celebración del referéndum tras más de 20 años de ocupación. Además los intentos
desde 1988 de resolver el status del Sahara Occidental contradice todo pretensión de la
consolidación del statu quo. Yo considero que esta doctrina no tiene ninguna
credibilidad bajo el derecho internacional.
No obstante debe ser admitido que algunos vocablos habían sido usados en documentos
políticos que parece que implícitamente niegan el status de la ocupación. Por ejemplo el
borrador del Acuerdo Marco de 2001 utiliza la terminación” preservación de la
integridad territorial ( de Marruecos) contra los intentos secesionistas desde el interior o
exterior del territorio.” (para 2). El mismo párrafo hace también simbólicas concesiones
a Marruecos como lo es el uso de su bandera en el Sahara Occidental. Lenguaje similar
es utilizado en el Plan de Paz. La secesión implica separación o el desgarramiento de
un Estado existente, el cual continúa existiendo, con el objetivo de crear un nuevo
Estado (Shaw, 878). A diferencia de una legitima reivindicación de la
autodeterminación, no existe un derecho internacional a la secesión y el Frente
POLISARIO ve justamente este lenguaje como una defensa contra el status de la
ocupación y como una via que facilita la anexión, efectivamente, significando con ello
de facto el reconocimiento de que Marruecos es la potencia ocupante.(Milano 173).
Semejante lenguaje debería ser resistido tanto para evitar toda confusión- o dilución.
Como para el status legal de la ocupación.
Las obligación de la potencia ocupante con respecto a los pueblos del territorio es
abordado en un numero de tratados, los dos mas importantes de los cuales son Las
Regulaciones de la Haya y la IV Convención de Ginebra artículos 47-78. La
Convención de Ginebra esta completada por el Protocolo Adicional I, de 1977 del cual
Marruecos no es parte. Si es parte de la Convención de la Haya sobre la Propiedad
Cultural, 1954.
¿ A quien deben ser aplicadas las leyes? Las Regulaciones de la Haya se refieren
generalmente a “los habitantes del territorio ocupado”, mientras que la Convención de
Ginebra se aplica para proteger a las personas, definidas como,” aquellos que, en un
determinado momento o de cualquier manera se encuentran, en caso de ocupación, en
las manos de un poder ocupante del cual ellos no son habitantes.” CG IV, articulo 47
estipula que “ Las personas protegidas que se encuentren en un territorio ocupado no
deben ser privadas, bajo ningún concepto y de ninguna manera , de los beneficios de la
presente Convención por ningún cambio introducido, como resultado de la ocupación
de un territorio…ni por ninguna anexión ni parcial ni total del territorio ocupado.”
Sin embargo puede que dicho cambio y no la conservación del poder sea en el interés
de la comunidad internacional, como lo fue el caso durante la ocupación de Alemania y
de Japón. En el caso de Irak(2203-4) la resolución del Consejo de Seguridad 1483
atribuye amplios poderes a la CPA para “ promover el bienestar del pueblo iraquí a
través de la efectiva administración del territorio, incluyendo particularmente el trabajo
hacia la restauración de las condiciones de seguridad y estabilidad y la creación de las
condiciones en las cuales el pueblo de Irak pueda determinar libremente su propio
futuro político”. La CPA asumió amplios poderes. En su Regulación Nº 1, se inviste a si
misma de la autoridad legislativa, ejecutiva y judicial necesaria par cumplir sus
objetivos y adoptar posteriormente cerca de 100 Ordenes y Regulaciones. Estas
incluyen la disolución del Partido Baazy, la disolución de las fuerzas armadas y la
reestructuración radical de las leyes financieras e instituciones, los servicios civiles y
los media las cuales van mas allá de las restricciones impuestas a los poderes ocupantes
por las Regulaciones de la Haya y por la IV Convención de Ginebra. Como las acciones
“transformativas” sobre podrán ser legalmente justificadas si están autorizadas por el
Consejo de Seguridad. Como consta anteriormente el CS no había ejercido semejantes
decisiones en el caso del Sahara Occidental.
Las obligaciones impuestas al poder ocupante garantizan la protección legal de los
derechos civiles y políticos del pueblo bajo ocupación, incluidas las garantías procesales
con respecto a los tribunales. Las Regulaciones de la Haya, articulo 46 exige del
ocupante que respete el honor de la familia y sus derechos, las vidas de las personas, la
propiedad privada, las convicciones y practicas religiosas. El artículo 27 de la CG
abunda en este sentido y estipula también que en particular las mujeres deben ser
protegidas contra todo ataque a su honor, en particular contra la violación, la
prostitucion forzosa o cualquier forma de agresión indecente. Existen también
obligaciones positivas relativas a estipulaciones para la educación(CG, articulo 50);
alimentación, necesidades medicas para la población civil(CG, articulo 55); el
mantenimiento de los servicios de los hospitales(GC, articulo 56); la distribución de
libros y artículos para las necesidades religiosas (CG, articulo 58 (2)); Tres son de
especial importancia en el caso del Sahara Occidental. Primero, la prohibición de los
castigos colectivos (CG IV, articulo 33); el segundo es la prohibición de la explotación
de la economía o de los recursos del territorio ocupado en beneficio de la potencia
ocupante; y tercero es que el poder ocupante no debe deportar o transferir parte de su
población civil al territorio que ocupa (CG IV, articulo 49). Las Regulaciones de la
Haya prohíben a la potencia ocupante emprender cambios permanentes en el área
ocupada a menos que sea para las necesidades militares en el sentido estrecho del
termino, o a menos que sean llevados en beneficio de la población local- el cambio de la
población debido a la llegada de colonos esta prohibido.
El deber de obediencia para los habitantes del territorio ocupado ha sido un tema de
mucha discusión, no solo porque ello supone un cambio de la naturaleza de la
ocupación. Los más antiguos textos es probable que afirman el deber de obediencia
porque en el derecho internacional clásico sobre la ocupación militar puede conducir a
la anexión del territorio, una posición que no consta en la posterior Carta de la ONU.
Mientras que la soberanía no es aceptada, el poder ocupante no debe pedir juramento u
otra forma de lealtad a los habitantes del territorio ocupado (Las Regulaciones de la
Haya, articulo 45) y los habitantes no pueden ser acusados de “traición de guerra” si
estos cometen actos de hostilidad contra el ocupante. El ocupante no debe forzar los
habitantes a llevar a cabo ciertos actos, por ejemplo, suministrar informaciones sobre el
ejercito del otro beligerante, o sobre sus objetivos de defensa ( Las Regulaciones de la
Haya, articulo 44); o “obligar a las personas protegidas a servir en el ejercito ocupante
o en sus fuerzas auxiliares”, o aplicar presiones que puedan asegurar el voluntario
alistamiento, o obligar a las personas protegidas “ emprender cualquier trabajo que
pueda involucrarlos en tomar parte en operaciones militares” (CG IV, articulo 51). Si el
ocupante ordena semejantes acciones la persona aludida esta facultada para rechazar.
Por otro lado , el ocupante esta facultado para aprobar leyes y regulaciones para el
mantenimiento del orden y para asegurar su propia seguridad y para llevar a cabo
acciones contra toda persona que se niegue a cumplir. Verdaderamente las
implicaciones de la Convención de Ginebra IV, articulo 68 establece que el ocupante
puede tomar acciones con las personas protegidas que no cumplen con dichas
exigencias .El ministro de Defensa Británico dijo que “ Mientras las ordenes de las
autoridades de un poder ocupante puedan ser legales, y mientras el ocupante este
facultado para exigir obediencia a las ordenes legales, no necesariamente se debe
concluir que el incumplimiento de dichas ordenes es ilegal bajo la ley del conflicto
armado. Sin embargo, los habitantes están expuestos al castigo por el poder ocupante al
que desobedecieron la legislación, las proclamaciones, regulaciones, u ordenes
propiamente dadas por dicho poder.” (MOD, El Manual de la Ley en los conflictos
armados.) Bothe dice primero que aquellos que están en el territorio ocupado no tienen
el deber de obediencia al poder ocupante, pero que el poder ocupante esta facultado para
forzar la obediencia de sus ordenes en los limites de la CG IV y las Regulaciones de la
Haya pero estas a su vez no deben cometer violaciones contra aquellas ordenes
reconocidas internacionalmente como malos actos; “ hace únicamente riesgos de
sumisión”.
Antes de examinar esto, quiero referirme a algunos puntos más generales con respecto
a otro cuerpo de ley aplicable a lo largo del derecho humanitario internacional en los
territorios ocupados- la ley sobre los derechos humanos. La potencia ocupante necesita
para su seguridad y debido a la frustración y a la amargura que experimenta la
población ocupada (especialmente en las ocupaciones prolongadas) hace que la
situación de la ocupación cree la condiciones para la resistencia, generando respuestas
coercitivas y maltrato de los derechos humanos. El Derecho Humanitario Internacional
prevé garantías de los derechos humanos, incluyendo particularmente el Protocolo
Adicional I, articulo 75 el cual establece un catalogo de los derechos fundamentales
(prohibición de la violencia a la vida , a la salud, o al bienestar físico y mental de las
personas, en particular, el asesinato, la tortura, castigos corporales; mutilación; ultraje
de la dignidad personal, la toma de rehenes, castigos colectivos ). Existen también
previsiones relativas a los procesos judiciales: aquellos inculpados de ofensa tienen el
derecho de ser informados oportunamente, en un lenguaje que el acusado o acusada
entiendan, sobre las razones de las medidas, para un juicio de procedimientos regulares
incluida el ser informado sin retraso sobre la acusación que a el se imputa así como los
derechos y objetivos de la defensa; no ser acusado por un crimen que no existía cuando
había sido cometido; ser presumido inocente hasta que se pruebe su culpabilidad de
acuerdo con el derecho; no juicio en rebeldía del acusado; para examinar, o haber
examinado, las acusaciones de testigos; y no estar sujeto a doble riesgo. Este mínimo
código de conducta respecto a los derechos de los pueblos en los territorios ocupados se
ha convertido en casi un derecho consuetudinario en el derecho internacional.
Además, a pesar que esto supone una relativamente nueva y controvertida forma
( Roberts) es hoy generalmente aceptado que los derechos humanos es aplicable a lo
largo del derecho internacional humanitario en los conflictos armados y a las
situaciones de ocupación. Lo que es menos claro son las relaciones entre la ley de los
derechos humanos y el derecho humanitario internacional en los territorios ocupados.
En la opinión jurídica sobre la legalidad de la posesión de las Armas Nucleares el
Tribunal Internacional de Justicia hizo la siguiente famosa observación.
“La protección de los Convenios Internacionales sobre los Derechos Políticos y Civiles
no deben cesar en tiempos de guerra, excepto para la aplicación del articulo 4 del
Convenio donde se establecen algunos previsiones pueden ser derogadas en los tiempos
de emergencia nacional. Con respecto al derecho a la vida , sin embargo, no existe
semejante previsión. En principio, el derecho de no ser privado de la vida
arbitrariamente es también aplicable en las hostilidades. La prueba de que es ser privado
arbitrariamente de la vida, se encuentra determinado por la lex specialis, concretamente,
la ley aplicable en los conflictos armados la cual es designada para regular la conducta
durante las hostilidades.
Esta fraseología fue repetida en la Opinión Jurídica sobre la Legalidad del Muro de
Seguridad caso este que aporta poca explicación pues en el mismo existen tres posibles
posiciones: algunas cosas pueden ser determinadas exclusivamente por el derecho
humanitario internacional,; algunas por los derechos humanos; y otras como temas para
las dos ramas de derecho… El TIJ no ofrece guía para saber como poder determinar la
posición determinante en casa caso concreto, o como la ley de los derechos humanos
puede ser modificada por el derecho humanitario internacional cuando este ultimo es
lex specialis
Marruecos es parte de un numero de Tratados de las Naciones unidas sobre los derechos
humanos: El ICCPR, el ICESCR, la Convención para la eliminación de todas las formas
de Discriminación contra la mujer, CROC, y la Convención sobre los Trabajadores
Inmigrantes y no ha hecho derogaciones importantes a los mismos. Sin embargo,
Marruecos no es parte de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los pueblos.
En contraste con su postura hacia Israel, los Estados Unidos y Reino Unido, los tratados
sobre los derechos humanos de las Naciones unidas de los cuales Marruecos es parte no
había explícitamente afirmado que la Convención s aplicada en el Sahara Occidental y
tienen generalmente limitadas sus observaciones en lo que concierne a la falta de
progreso para la autodeterminación como lo pide el articulo 1 tanto del ICCPR como
ICESCR. Sin embargo, en ocasione los Comités parecían haber asumido que la
Convención debe ser aplicada. Por ejemplo en sus Comentarios Concluyentes al 4º
Informe Periódico al Comité de los Derechos Humanos establece que “sigue
preocupado por la muy lenta preparación para la celebración de un referéndum en el
Sahara Occidental sobre la cuestión de la autodeterminación, y de la ausencia de
información sobre la aplicación de los derechos humanos en dicha región.”
(CCPR/C/79/Add.113, 1 de noviembre de 1999. En 2004 el Comité sobre los Derechos
Humanos recomendó que Marruecos haga todos los esfuerzos para permitir que los
grupos de poblaciones gocen de la totalidad de los derechos establecidos por la
Convención. Otros cuerpos de derechos humanos de las Naciones unidas
(CAT;CERD;CROC) no han sido explícitamente referidos al respecto. Pero el derecho a
la autodeterminación es un derecho existencial y apuntala a todos los otros derechos en
el ICCPR y en el ICESCR. En su informe de 2006 el OHCHR dice:
El respeto de todos los derechos humanos del pueblo del Sahara Occidental deben ser
visto en común con este derecho y la falta de su realización podría inevitablemente
tener incidencia en el goce del resto de los derechos garantizados por los siete
principales tratados sobre derechos humanos internacionales en vigor.
Estos son aplicables a aquellos derechos que son de particular importancia para el
derecho de la autodeterminación incluida la libertad de expresión, la libertad para crear
asociaciones y llevar a cabo asambleas para defender esos derechos. El OHCHR
encontró que todos esos derechos habían sido violados por Marruecos. En 2008
Marrueco fue sometido Control Periódico Universal por parte del Consejo sobre los
Derechos Humanos. Los comentarios del Comité de los Derechos Humanos de la ONU
y otros comentarios pertinentes hecho por los reporteros Especiales están anotados en la
compilación de la información para el Consejo los cuales fueron preparados por el
OHCHR. Sin embargo, el Consejo para los Derechos Humanos hace poca referencia a
la situación en el Sahara Occidental en el Periodo Universal de Control y solo Amnesty
Internacional expreso su viva preocupación. Este es otro ejemplo de los miramientos
que tienen las instituciones de las Naciones unidas con respecto a Marruecos. Debe ser
observado que Marruecos había sido miembro del Consejo hasta 2007.
Si la potencia ocupante actúa de hecho con buena fe para llevar a cabo dichas funciones
actuaría apropiadamente bajo la Convención pero al mismo tiempo cambiando las
infraestructuras y nivel económico del territorio ‘por medio de la violación de la ley de
ocupación, o transformando la misma en la aplicación de los derechos humanos e
incurriendo el peligro de crear hechos sobre el terreno. Los cuerpos de derechos
humanos de las Naciones unidas necesitan ser alertados a cerca de las diferentes
obligaciones de las fuerzas ocupante bajo el derecho humano internacional cuando
escudriñando sus metas en el respeto de los derechos humanos y un poco separados, el
riguroso sistema de control debe esta sometido al derecho internacional algo que no es
adecuadamente previsto para ello en el presente estado de la ley.
El último punto al que quisiera referirme brevemente son las obligaciones impuestas a
las partes terceras por la ley de la ocupación. El Consejo de Seguridad no había
impuesto ninguna obligación especifica a las terceras partes con respecto al Sahara
Occidental( por ejemplo el no reconocimiento) sin embargo, en el caso del Muro el
Tribunal Internacional de Justicia considera las consecuencias legales para los terceros
estados de malos actos internacionalmente que se deriven de la construcción israelí del
muro. Establece que algunas de las violaciones del derecho internacional por Israel eran
impuestas por las obligaciones erga omnes. – el derecho a la autodeterminación y la
violación del derecho humanitario internacional. Evoca sus propias palabras en la
opinión jurídica sobre la legalidad de la amenaza o el uso de las armas nucleares que”
Un buen numero de normas del derecho humanitario aplicables durante los conflictos
armados son tan importantes para el respeto de la persona humana y “ elementales
consideración humanas”…, por lo cual “ deben ser observadas por todos los Estados
hayan o no ratificado las convenciones que contengan las mismas, pues ellas
constituyen principios inviolables del derecho internacional consuetudinario”. También
enfatizan que las obligaciones relativas a la CG IV, articulo 1 “ respetar y garantizar el
respeto de la presente Convención en todas circunstancias” crea la obligación de todas
partes con respeto a dicha Convención,, si se es o no parte en el conflicto, para
garantizar que las exigencias de los instrumentos en cuestión estén en concordancia con
las mismas.” De acuerdo con ello la Corte consideraba que “Todos los Estados están
bajo la obligación de no reconocer la situación ilegal derivada de la construcción del
muro en los territorios ocupados de Palestina… una obligación de no prestar ayuda o
asistencia que mantengan la situación creada por dicha construcción”. Esta obligación
de no reconocer la ilegal situación recuerda aquella opinión jurídica que tuvo lugar
sobre Namibia en 1970 la cual es importante para el Sahara Occidental. A diferencia de
otras situaciones como la presencia de Sudáfrica en SW África, la invasión y posterior
establecimiento de la Republica Turca del Norte de Chipre, el Consejo de Seguridad no
hizo un llamamiento para el no reconocimiento de la presencia marroquí en el Sahara
Occidental. Este es también el caso con los Territorios Ocupados y el caso del Muro por
consiguiente subraya que la obligación de no reconocimiento es una las leyes del
derecho consuetudinario internacional que emana de las obligaciones de los Terceros
Estados con respecto a los actos internacionalmente ilegales.
7.- CONCLUSION
Las experiencias demuestran que a pesar de los regimenes legales de los derechos
humanos y el derecho humanitario internacional los ciudadanos que viven bajo la
ocupación militar sufren serios, extendidos y prolongados abusos de sus derechos
humanos. Como lo testifica el informe del OHCHR sobre el Sahara Occidental que
confirma este aserto. Cerca de 10 años antes Walsh y Peleg decían que esos abusos
pueden ser obtenidos desde distintas fuentes: la inherente hostilidad que genera la
ocupación; las incompletas e inciertas leyes de la ocupación- especialmente en el
contexto de las ocupaciones prolongadas lejos de las miradas del publico donde existe
una frustración con respecto a la comunidad internacional ante el impasse
References