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COMISIÓN DE AUTOFORMACIÓN
INNOVACIONES EDUCATIVAS
2009
PRESENTACIÓN
Dos enfermos terminales fueron internados en una misma habitación de un hospital. Uno de ellos fue
ubicado en una cama cerca de una ventana. Cada día este hombre narraba al otro lo que podía ver a
través de la ventana: los niños jugando en el parque, los enamorados tomados de la mano, las
mamás paseando a sus bebés en sus cochecitos, los pájaros que chapoteaban en la fuente en el
centro del parque, etc. Estos relatos eran el único punto de contacto con el mundo exterior del
hombre que escuchaba a su compañero atentamente cuando con lujo de detalles le contaba lo que
veía.
Hasta que un día al despertar el hombre que se maravillaba con los relatos de su compañero vio la
cama de su amigo vacía. Había perecido durante la noche y su cuerpo había sido retirado. Pasado
unos días, el amigo solitario pidió que le trasladaran a la cama cerca de la ventana. Cuando lo
hicieron se percató de que lo único que se podía ver a través de la ventana era una enorme pared.
Intrigado, preguntó a la enfermera ¿por qué su compañero de cuarto le contaba cosas inexistentes?
La enfermera respondió: “Su ex compañero de habitación era ciego. No podía ver nada. Me imagino
que se lo contaba para hacerle la vida más agradable?
¿Hemos desarrollado nuestra capacidad para ver en nuestras escuelas algo que las transforme en
auténticos centros de desarrollo humano o es que nuestra visión de futuro está demasiado distraída
por los ruidos del presente? ¿Qué tan agradables, fructíferas, divertidas, entretenidas, estimulantes,
motivadoras, podemos hacer nuestras escuelas? ¿Cómo podemos convertir los muros de nuestras
escuelas en escenarios donde hay libertad para la imaginación, la creatividad, la innovación, el
descubrimiento, la investigación, el ensayo, la experimentación...? ¿Cómo pintar con nuestra
imaginación un modelo de escuela que libere los talentos que duermen en el interior de cada uno de
nuestr@s alumn@s y les permita desarrollarlos? ¿Cómo hacer posible nuestros ideales de una
escuela abierta al diálogo, a la crítica, a la participación responsable, al trabajo en equipo, a la
solidaridad, al amor, a la paz, a la vida...? En suma, ¿Cómo construir una escuela a la altura de las
necesidades y demandas de nuestr@s educandos?
Una gran alternativa para ello es a través de los proyectos de innovación educativa, es decir, a través
de propuestas orientadas a convertir nuestras escuelas en centros de desarrollo integral, centros de
vida, centros de investigación, centros de aprendizaje significativo...
El presente documento pretende contribuir a convertir en proyectos de innovación las ideas que
tenemos para mejorar nuestra práctica pedagógica. En la primera parte se ofrecen algunas
precisiones conceptuales respecto a innovación educativa. La segunda parte presenta un esquema
básico para la elaboración de un proyecto de innovación, y la tercera explica cada uno de los
componentes del esquema.
Debo señalar que un factor decisivo para el éxito de cualquier proyecto de innovación educativa es el
apoyo del Director/a del centro y de la comunidad educativa. Sin este soporte, los proyectos
difícilmente podrán prosperar. De allí la necesidad de su participación comprometida.
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I. APROXIMACIONES CONCEPTUALES
Muchos son los autores que han trabajado la definición de Innovación Educativa, entre ellos, Jaume
Carbonell (Cañal de León, 2002: 11-12), quien entiende la innovación educativa como un “conjunto de
ideas, procesos y estrategias, más o menos sistematizados, mediante las cuales se trata de introducir
y provocar cambios en las prácticas educativas vigentes.” Carbonell dice que “La innovación no es
una actividad puntual sino un proceso, un largo viaje o trayecto que se detiene a contemplar la vida
en las aulas, la organización de los centros, la dinámica de la comunidad educativa y la cultura
profesional del profesorado. Su propósito es alterar la realidad vigente, modificando concepciones y
actitudes, alterando métodos e intervenciones y mejorando o transformando, según los casos, los
procesos de enseñanza y aprendizaje. La innovación, por tanto, va asociada al cambio y tiene un
componente –explícito u oculto- ideológico, cognitivo, ético y afectivo.”
Francisco Imbernón (1996: 64) por su parte afirma que “la innovación educativa es la actitud y el
proceso de indagación de nuevas ideas, propuestas y aportaciones, efectuadas de manera colectiva,
para la solución de situaciones problemáticas de la práctica, lo que comportará un cambio en los
contextos y en la práctica institucional de la educación”.
De otro lado, Juan Escudero (Pascual, 1988: 86) afirma que “Innovación educativa significa una
batalla a la realidad tal cual es, a lo mecánico, rutinario y usual, a la fuerza de los hechos y al peso de
la inercia. Supone, pues, una apuesta por lo colectivamente construido como deseable, por la
imaginación creadora, por la transformación de lo existente. Reclama, en suma, la apertura de una
rendija utópica en el seno de un sistema que, como el educativo, disfruta de un exceso de tradición,
perpetuación y conservación del pasado. (...) innovación equivale, ha de equivaler, a un determinado
clima en todo el sistema educativo que, desde la Administración a los profesores y alumnos, propicie
la disposición a indagar, descubrir, reflexionar, criticar... cambiar.”
Por nuestra parte, entendemos la innovación educativa como los procesos de cambio que realizan los
docentes en sus prácticas pedagógicas, en las áreas del currículum, la didáctica, los materiales
educativos, la evaluación, el clima escolar, la gestión y otros, con la finalidad de lograr mejorar
cualitativas y cuantitativas, para lo cual comprometen la participación activa de alumnos/as y padres
de familia. Todo proceso de innovación nace del inconformismo docente y del espíritu innovador y
creativo que vibra en su interior.
¿Cuáles son las señas de identidad de una innovación educativa?, ¿Qué elementos, aspectos o
criterios nos permiten decir que estamos ante una innovación educativa?.
BLANCO y MESSINA, (2000) sostienen que uno de los problemas más importantes en relación con
la innovación es la falta de un marco teórico suficientemente desarrollado que permita identificar qué
es o no innovador en el ámbito educativo. A partir de un estudio del Estado del Arte de las
Innovaciones Educativas en América Latina y el Caribe, propiciado por el Convenio Andrés Bello, y
con el propósito de contribuir a una mejor identificación de la innovación educativa la referidas
autoras proponen una serie de rasgos o criterios que pueden caracterizar una experiencia
innovadora, frente a un simple cambio, ajuste o mejora del sistema educativo. Su intención no es dar
una definición única de innovación, sino proporcionar un marco general que permita la identificación
y el análisis de las innovaciones. Conviene señalar que los criterios están estrechamente
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relacionados entre sí, y son el conjunto de todos ellos lo que puede definir las señas de identidad de
una innovación educativa.
2.1 Innovación supone transformación y cambio cualitativo significativo, no simplemente
mejora o ajuste del sistema vigente.
Si bien la innovación implica cambio, existe consenso entre los diferentes autores respecto a que no
todo cambio es una innovación. La innovación supone una transformación, un cambio cualitativo
significativo respecto a la situación inicial en los componentes o estructuras esenciales del sistema o
proceso educativo. La innovación supone, también, partir de lo vigente para transformarlo. Por lo
tanto, parte de un cambio en las estructuras y concepciones existentes. Así, por ejemplo, la
ampliación horaria o la adquisición y uso de nuevos materiales didácticos, son obviamente un cambio
o mejora, pero sólo podrán llegar a considerarse como innovación si se producen cambios
significativos respecto a la rutina establecida tradicionalmente en la escuela: la metodología, las
relaciones interpersonales, la concepción del proceso enseñanza-aprendizaje, la organización o el
funcionamiento de la escuela o el aula de aprendizaje.
La innovación educativa implica un cambio cultural que afecta a cada individuo, al grupo y al marco
institucional. Implica cambios en las actitudes, en las creencias, en las concepciones y las prácticas
en aspectos de significación educativa como la naturaleza y función de la educación y de la escuela,
el proceso de enseñanza-aprendizaje, la concepción y relación con el conocimiento, la estructura y
funcionamiento, y las relaciones entre los diferentes actores involucrados. La innovación tiene un
carácter sistémico por la naturaleza misma de la educación y de la escuela, que es un sistema
abierto, de tal modo que la introducción de un cambio en algún componente tiene repercusiones más
o menos mediatas en los otros componentes con los que se relaciona e interactúa. En consecuencia,
la innovación implica repensar todo el orden establecido y propender a su mejora.
2.2 Una innovación no es necesariamente una invención, pero sí algo nuevo que propicia
un avance en el sistema hacia su plenitud, un nuevo orden o sistema.
Las transformaciones que se producen en un sistema educativo determinado no han de ser
necesariamente invenciones o algo totalmente nuevo, para ser consideradas innovaciones, sino más
bien algo nuevo o cualitativamente distinto de lo existente anteriormente y, por tanto, nuevo y distinto
para las personas que lo utilizan. Las innovaciones implican un nuevo modelo, orden o enfoque, una
forma distinta de organizar y relacionar los componentes objeto de la innovación El significado
etimológico de innovar (del latín innovare) da cuenta de este aspecto, porque innovar significa mudar
o alterar las cosas, introduciendo novedades, mientras que inventar significa hallar o descubrir una
cosa nueva o desconocida.
Lo nuevo se puede entender como una creación relacionada con el medio y con la historia del núcleo
cultural en el que se origina, o, por el contrario, desvinculada de éste, es decir, como un emergente
que prescinde de toda determinación previa. Con mucha frecuencia se entiende lo innovador como
aquello que quiere ser original sin admitir precedentes, es decir, cambiar una realidad que hay que
negar de modo absoluto. La mayoría de los autores coinciden en que lo nuevo se define en función
de una situación determinada y en relación con lo antiguo.
2.3 La innovación implica una intencionalidad o intervención deliberada y en consecuencia
ha de ser planificada.
La innovación implica un cambio deliberado. Para muchos autores, los cambios que ocurren
espontáneamente, sin una intencionalidad clara y una planificación no pueden ser considerados
innovación. El elemento de planificación es asumido en las definiciones clásicas de Huberman y
Habelock y es para la mayoría de los autores un elemento para diferenciar una innovación de un
cambio general. Sin embargo, a juicio de BLANCO y MESSINA, el elemento clave es la significación
del cambio y la alteración del sentido, y no tanto la planificación en sí. Obviamente la planificación es
una estrategia que ayuda a hacer consciente el cambio que se pretende y contribuye a optimizar el
proceso, siempre y cuando no se convierta en un elemento limitador que impida plantearse nuevas
preguntas o crear nuevos espacios durante el curso de la innovación. Innovar es un proceso que
puede tomar cursos muy diferentes que difícilmente pueden predecirse de antemano. En este
sentido la planificación ha de considerarse también como un proceso constante que se va
modificando en función de la dinámica que acontece en la práctica.
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2.4 La innovación no es un fin en sí misma sino un medio para mejorar los fines de la
educación.
La mayoría de los autores de la región de América Latina consideran que cualquier innovación ha de
servir para un mayor logro de los fines de la educación y la mejora de la eficacia y calidad del
sistema educativo. En este aspecto es importante señalar que a pesar de que la mayoría de las
reformas educativas en marcha tienen como grandes finalidades mejorar la calidad y equidad del
sistema educativo, la innovación se menciona sobre todo como un medio para mejorar la calidad
más que la equidad.
2.5 La innovación implica una aceptación y apropiación del cambio por aquellos que han
de llevarlo a cabo.
Para que los cambios sean profundos y permanezcan es fundamental que tengan sentido y sean
compartidos por aquellos que han de llevarlos a cabo, es decir, han de responder a sus
preocupaciones y necesidades. La apropiación y significación del cambio será más factible cuanto
mayor sea el grado de participación de los directamente involucrados. En este sentido, cuando las
innovaciones no surgen de los propios docentes, sino que se promueven por agentes externos, es
preciso llevar a cabo una serie de acciones para que los docentes se apropien y hagan suyo el
sentido del cambio.
2.6 La innovación implica un cambio de concepción y de práctica.
La innovación educativa implica una nueva concepción y práctica educativa que, a su vez, quede
abierta a nuevos cambios para evitar el inmovilismo dentro de la propia innovación. Este puede ser
uno de los aspectos que diferencie claramente la innovación de la reforma; las reformas son
aspiraciones que muchas veces no transforman realmente la cultura de las escuelas. Se podría decir
que las reformas son los discursos del cambio y las innovaciones son cambios en acción.
2.7 La innovación es un proceso abierto e inconcluso que implica la reflexión desde la
práctica.
La innovación no es tan sólo un producto sino, y sobre todo, un proceso y una actitud o
posicionamiento ante el hecho educativo. Si la innovación se considera simplemente como un
producto final se corre el riesgo de caer en la rutina y en la instalación de prácticas o modelos que en
su día pudieron significar una ruptura, pero que no lo son al momento actual. Muchas veces se
siguen considerando como innovaciones experiencias que llevan veinte años de funcionamiento.
El carácter dinámico y procesal se pone de manifiesto en dos hechos distintos. Por un lado, muchas
innovaciones toman cursos diferentes en su puesta en práctica y van surgiendo nuevos elementos o
propuestas que no estaban diseñadas en el proyecto inicial. Por otro, un mismo proyecto o programa
innovador da lugar a innovaciones distintas en la práctica, en función de las peculiaridades de cada
contexto en el que se desarrolla, que por definición es irrepetible. En definitiva, se puede concluir que
el proceso innovador implica la innovación dentro de la propia innovación, tal como lo señalan
diversos autores.
Considerar la innovación como proceso implica relacionarla estrechamente con la investigación y
reflexión constante sobre la práctica, y con procesos de evaluación continua, como única vía de no
caer en la rutina. Este aspecto es especialmente importante, porque, como ya se ha señalado, existe
una gran carencia de procesos de investigación y evaluación de las innovaciones. La investigación
no es tarea privativa de los investigadores profesionales; desde diferentes corrientes, como la
Pedagogía Popular, se ha legitimado el papel del maestro investigador que observa, aprende y
genera conocimientos a partir de su propia práctica.
La evaluación ha de ser también un componente fundamental de las innovaciones para identificar si
realmente se ha conseguido transformar o mejorar cualitativamente el sistema y romper con el
equilibrio rutinario. Dado el carácter dinámico de los procesos innovadores, la evaluación debe
acompañar todo el proceso y no realizarse sólo al final del mismo. Además de los impactos, es
importante identificar los obstáculos que enfrenta la innovación en su desarrollo con el fin de
reorientar adecuadamente el proceso. Otro aspecto importante, estrechamente relacionado con otros
criterios señalados, es la participación de los protagonistas de la innovación en la evaluación y
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monitoreo de la misma. La evaluación formativa del proceso innovador es fundamental para el ajuste
de la experiencia y su continuidad.
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En la enseñanza de un idioma la adopción del método directo de carácter audiooral, centrado en el
desarrollo de drill-sobre la base de un vocabulario básico y estructuras lingüísticas fundamentales-
'con el apoyo, al menos, del magnetófono de doble pista (MC), constituye una innovación educativa
de tipo adicional. No se ha transformado el modelo básico del rol docente, pero el método didáctico
ha resultado sustancialmente modificado, respecto a un método clásico, hasta tal punto que puede
considerarse sustituido por otro.
3.3.3. Innovaciones fundamentales
Son aquellas que conducen a la transformación de la función o rol docente, constituyendo una
mutación nuclear del comportamiento educativo en sus diversas dimensiones. El rol de "expositor" de
saberes se transforma en un nuevo rol, como organizador de situaciones significativas de
aprendizaje, guía del estudiante en la construcción de sus propios saberes, orientador de las
actividades de aprendizaje individualizado, animador de un grupo de aprendizaje cooperativo, miem-
bro integrado en un equipo docente.
Estas innovaciones comportan una modificación en los objetivos e intenciones, en los procesos
educativos y las estructuras escolares. Implican alteraciones en la metodología, en los contenidos
educativos, en las relaciones interpersonales, en la toma de decisiones, en el clima escolar,
incluyendo el cambio en los valores y la cultura de la institución escolar.
La innovación fundamental significa un cambio sustancial de modelo didáctico, como en el caso de la
implantación de la enseñanza en equipos docentes o la adopción de un sistema de educación
personalizada. Por su complejidad, centralidad y cuantía del cambio presentan mayores
requerimientos a los actores de la innovación. Generan mayores y variadas resistencias. Son
cambios lentos. Por consiguiente, es el tipo de innovación menos frecuente. Este tipo de
innovaciones puede incrementar inicialmente la tarea del profesor.
3.4. Tipología según la amplitud de las innovaciones
Determinado docente puede llevar a cabo cierta innovación que afecte directa y únicamente a su
propio comportamiento individual, en el ámbito de su propia clase, cuyos efectos se extienden a sus
propios alumnos. Por el contrario, una innovación puede ser de gran envergadura, en el orden
cuantitativo y cualitativo, implicando al conjunto de los que integran la institución escolar. Lleva
consigo alteraciones del comportamiento docente, individual, grupal e institucional, con nuevos patro-
nes de relaciones interpersonales, formales e informales, nuevos modelos de cooperación, tal vez la
redefinición de los roles y funciones.
Entre uno y otro tipo, el rasgo distintivo más importante viene dado por la singularidad o pluralidad de
quienes llevan a cabo la innovación educativa y se hallan implicados en ella. En el primer caso,
solamente entran en juego los saberes, actitudes y decisiones de un individuo. En el segundo tipo,
entra en juego una serie de relaciones interpersonales que se proyectan sobre las expectativas y
desempeño de los roles, la articulación de los comportamientos grupales, la toma de decisiones, etc.
Las innovaciones que implican un cambio en el comportamiento grupal presentan una mayor
dificultad y requieren un mayor período de tiempo para su adopción e institucionalización, en
comparación con aquellas en que sólo el comportamiento individual se halla afectado por la
innovación.
Puede hacerse una distinción entre innovaciones institucionales, que son aquellas en las que resultan
implicados todos los miembros de la institución, profesores y alumnos, e innovaciones facultativas o
parciales, que son las realizadas por un profesor o un grupo de profesores, sin que los restantes
miembros de la institución escolar se vean directamente afectados por ella. Se ha estudiado la
relación entre el número de individuos implicados en cada tipo de innovación y el tiempo requerido
para la definitiva incorporación de la respectiva innovación. Naturalmente, se incrementa con el
aumento de las personas implicadas.
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5. ¿EN QUÉ AREAS SE PUEDE INNOVAR? (Contenidos)
El magisterio peruano cuenta con un enorme potencial innovador y creativo que las más de las veces
permanecen en el anonimato y terminan en el baúl del olvido. Cientos de docentes realizan en el
interior de sus aulas riquísimas experiencias pedagógicas donde renuevan y recrean
permanentemente el currículum, la metodología, los materiales, el sistema de evaluación, las formas
de relación interpersonal, el acercamiento a su entorno, etc.
Así, encontramos múltiples esfuerzos por aplicar nuevas teorías o propuestas pedagógicas como: la
teoría de las inteligencias múltiples; el desarrollo de procesos cognitivos a través del uso de
estrategias y técnicas de aprendizaje; el aprendizaje de la lectoescritura a través de la creación de
cuentos; el desarrollo de las habilidades comunicacionales a través de la prensa escolar, la pintura, la
danza, el teatro; el desarrollo del pensamiento lógico-matemático a través del juego, los cubos; el
desarrollo del pensamiento emprendedor a través de las actividades productivas (biohuerto,
artesanía, carpintería, etc).
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Algunas de estas experiencias, sobre todo las que reciben el apoyo técnico de instituciones estatales
o de la sociedad civil, cuentan con planes de desarrollo en los que se consignan objetivos concretos,
actividades, cronograma, presupuesto e indicadores de evaluación claros que permiten hacer un
adecuado seguimiento de sus procesos y logros.
Otros tantos, huérfanos de apoyo técnico se mueven también con exiguos o nulos recursos
económicos y, las más de las veces, carecen de un plan de desarrollo con metas claras, lo cual hace
muy difícil, cuando no imposible, el seguimiento y la posterior sistematización de la innovación. De allí
que afirmamos que todo proceso de innovación pedagógica debe ser consciente y planificado.
¿Cómo lograr esto? Una excelente manera de hacerlo es convirtiendo nuestras ideas de cambio en
un proyecto de innovación educativa.
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8. LOS SIETE PECADOS CAPITALES DE LA INNOVACIÓN
Jaume Carbonell (2002) llama la atención sobre los factores que afectan los procesos de innovación.
Asimismo, señala lo que serían los diez mandamientos de la innovación. En su opinión, hay muchos
factores que condicionan u obstaculizan los procesos de cambio e innovación educativa. Unos, de
carácter subjetivo, atañen más directamente a la actitud, la conciencia y la cultura docente. Otros,
por el contrario, tienen que ver más directamente con las condiciones en las que el profesorado
ejerce su oficio. Con frecuencia, no obstante, confluyen de forma interdependiente los factores
objetivos y subjetivos. Estos son sucintamente los siete pecados capitales:
7.1 La inercia institucional
Existe una predisposición a continuar trabajando tal como se hace y se ha hecho toda la vida. Lo
nuevo asusta e inquieta al profesorado porque pone en cuestión la acomodación a lo ya conocido y el
mantenimiento de intereses y rutinas personales y profesionales muy arraigados. La docencia gusta,
en su versión más alienada y funcionarial, de la estabilidad, la comodidad y la previsibilidad. Además,
históricamente, las instituciones se han basado más en la continuidad que en el cambio.
7.2 El individualismo.
La cultura del individualismo docente se relaciona con metáforas del aula como caja de huevos,
castillo o reino de taifas. Su seña de identidad es el poder infranqueable de la utonomía o la
independicia, entendida en clave de aislamiento y soledad absolutos. Se trata ciertamente de un
poder débil, pero el apego del profesorado al aula como territorio o finca particular, en el que nadie ni
nada se inmiscuye ni lo altera un ápice, le proporciona una gran seguridad.
7.3 El corporativismo
Este tiene dos expresiones organizativas: la constitución de pequeños grupos dentro de la institución
escolar atendiendo a su pertenencia a un ciclo, departamento o área de conocimientos, que pugnan
entre sí por la obtención de más recursos, cuotas de poder y una mayor legitimidad; y la del colectivo
docente en su conjunto que antepone la defensa de sus intereses particulares -no siempre justos ni
justificados- a los generales de la comunidad educativa. En este sentido, muestra su poder
hegemónico en la toma de decisiones ante el alumnado y las madres y padres, sectores a los que
ignora o minusvalora o con los que busca más el enfrentamiento que la colaboración.
7.4 La formación del profesorado
Al margen de su mayor o menor predisposición al cambio, se constatan grandes lagunas en su
formación inicial y permanente. Un amplio sector del profesorado sólo está capacitado para la mera
transmisión de contenidos. Y es obvio que enseñar la asignatura no basta; hay que disponer también
de estrategias y recursos diversos para provocar un aprendizaje significativo y vinculado a las
necesidades del alumnado y del entorno. Su capacitación, por otra parte, ha sido y contínua, siendo
muy academicista y no se piensa el desarrollo profesional para la reflexión en la acción ni el trabajo
cooperativo, condiciones imprescindibles para lograr una autonomía responsable y generar procesos
de innovación.
7.5 La falta de un clima de confianza y consenso
No hay posibilidad de innovación sin un clima de confianza en el seno de los equipos docentes y en
comunidad escolar para compartir objetivos y proyectos comunes. Son requisitos previos o paralelos
para emprender cualquier tipo de iniciativa. Ello requiere, sobre todo, modificar aspectos de la
organización del centro, así como los mecanismos de comunicación, representación y comunicación
entre todos los sectores afectados. Se trata, en definitiva, de crear el ambiente psicológico y
ecológico adecuado para la mejora de las relaciones humanas y profesionales.
7.6 La intensificación del trabajo docente y el control burocrático
Son diversos y ampliamente difundidos los análisis en torno a la intensificación de las tareas docentes
y la proletarización del profesorado. Cada vez más los cambios acaecidos en la sociedad se
traducen en nuevas demandas a la escuela como si ésta tuviese la llave para la solución de todos los
problemas: esto conlleva un agobio y un aumento del llamado malestar docente. Este, no obstante,
se localiza en algunos contextos y circunstancias específicas y depende del grado de vivencia y del
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nivel de conciencia del profesorado para dejarse vencer por el pesimismo de la situación o, por el
contrario, por analizar críticamente el malestar como foco de conflicto y tensión que le obliga a buscar
respuestas creativas e innovadoras para tirar adelante.
Sin entrar en esta cuestión, conviene hacer al menos un par de comentarios: las responsabilidades
de la educación han de ser compartidas por todos los agentes sociales y en ningún caso pueden
afrontarse desde la soledad de la escuela; y, en segundo lugar, conviene dilucidar aquellas
exigencias de la Administración al profesorado que sí son pertinentes y hasta imprescindibles, de
aquellas otras más dudosas y totalmente prescindibles. Entre éstas nos referimos concretamente al
alud de normas, decretos y todo tipo de controles burocrático-administrativos que restan tiempo al
profesorado para la reflexión pedagógica y la atención del alumnado.
7.7 La falta de apoyos de la administración educativa
No conviene insistir demasiado en este punto por su triste evidencia. La escasa sensibilidad de los
poderes públicos hace que los presupuestos de educación sean bajos, los recursos técnicos y
humanos escasos y los apoyos a la labor docente del todo insuficientes. Esta desidia, si cabe, es aún
mayor en la planificación, seguimiento y evaluación de los proyectos y programas innovadores.
Las premisas o requisitos para que se produzca innovación y se pueda garantizar su aplicación en
condiciones adecuadas son múltiples. Aquí los hemos sintetizado en estos diez mandamientos que,
por supuesto, precisarían de una mayor profundización y matización.
1. Mantendrás un equilibrio entre las prioridades de desarrollo de la escuela en su totalidad y el
desarrollo de la autonomía personal del profesorado.
2. El cambio educativo depende de lo que los profesores hacen y dicen, resulta tan simple y tan
complejo como esto. (Esta frase está tomada prestada de Fullan).
3. Toda innovación debe ir acompañada de asesoramiento, reflexión, investigación, formación y
evaluación.
4. La eficacia de las innovaciones depende de la cantidad y calidad de la ayuda recibida.
5. No matarás las innovaciones con discusiones bizantinas que no conducen a ninguna parte, con
burocratismos estériles y con una actitud pesimista que sustituya la crítica constructiva y
transformadora por el simple lamento propio de la cultura de la queja.
6. Deberás asumir que el riesgo, la duda, la incertidumbre, el conflicto y el desacuerdo son
excelentes fuentes de aprendizaje en cualquier proceso de innovación.
7. El auténtico cambio es dolorosamente lento y los resultados se dan a medio o largo plazo.
8. La palabra clave es cooperación. No hay innovación si no hay un fuerte compromiso en el
diálogo, en la negociación y en los objetivos y decisiones compartidas.
9. Tratarás de buscar siempre sentido a las innovaciones intentando establecer puentes continuos
entre la teoría y la práctica.
10. Defenderás las innovaciones con orgullo y pasión, y hasta con una pizca de humor, para que
sean justamente reconocidas.
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II. ESQUEMA DE PRESENTACIÓN DE UN PROYECTO DE INNOVACIÓN
EDUCATIVA
Como referíamos líneas atrás, nuestras ideas innovadoras son respuestas a las demandas,
necesidades y potencialidades de nuestro medio que, para ser adecuadamente conducidas y
evaluadas, tienen que convertirse en un proyecto de innovación educativa. A continuación
presentamos un esquema con los contenidos fundamentales que debe contener un proyecto de
innovación educativa.
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III. PAUTAS PARA LA PRESENTACIÓN DEL PROYECTO
En el siguiente capítulo desarrollamos los aspectos fundamentales que debe contener un proyecto de
innovación educativa.
Nombre: ...................................................................................................
Modalidad: ...............................................................................................
Dirección: ................................................................................................
Localidad: ................................................................................................
Departamento: ........................................................................................
DIRECTOR: ............................................................................................
Será breve, claro y preciso, que en pocas palabras proporcione una idea del proyecto. El título debe
resumir en forma concreta y clara las intenciones del proyecto de innovación educativa que se desea
ejecutar. Por ejemplo, podría ser:
- Evaluemos jugando (C.E. Horacio Cevallos, Cerro de Pasco)
- Formando alumnas empresarias con visión ecoturística (C.E. N. Sra. De las Mercedes,
Huanuco)
- Formando investigadoras (C.E. Santa Rosa, Abancay)
- Renovando métodos y técnicas de aprendizaje (C.E. Santa Teresa, Tarma, Junín)
- Todos a leer en el colegio Atusparia (C.E. Amauta Atusparia, Chacas, Ancash)
- Programa de Educación Emocional (CETI San Antonio, Concepción, Junín)
- Leyendo lo que queremos (C.E. Victor Andrés Belaunde, Huancané, Puno)
3. EL PROBLEMA PRIORIZADO
El problema planteado debe estar descrito de tal manera que refleje una carencia o una necesidad,
que puede estar planteado o no en forma de pregunta. Debe ser significativo, relevante, pertinente y
factible de solucionar. Debe estar relacionado con el título. Debe formularse desde el punto de vista
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pedagógico, de manera concreta y precisa indicando los factores críticos que lo originaron. Asimismo,
se deben formular claramente las variables que van a ser objeto de estudio.
Por ejemplo en el caso del C.E. Santa Teresa, detectaron que uno de los grandes problemas es la
falta de dominio de métodos y técnicas de aprendizaje de las alumnas, por lo cual su rendimiento es
bajo. Como alternativa a este problema se formulo el proyecto: Renovando métodos y técnicas de
aprendizaje.
En este caso, las dos variables en juego son las siguientes:
- Variable independiente: Métodos y técnicas de aprendizaje (Causa).
- Variable dependiente: Rendimiento académico (Efecto).
Se explicarán las razones por las cuales hay la necesidad de plantear un proyecto de innovación
educativa con características determinadas, las demandas que se pretenden satisfacer y la finalidad.
También se deben señalar las experiencias previas llevadas a cabo en la búsqueda de soluciones al
problema -si las hubiera- así como la importancia de la realización del proyecto y los beneficios que
obtendría la comunidad educativa.
5. MARCO TEÓRICO
El marco teórico está constituido por los fundamentos teóricos que sirven de sustento y base para la
formulación del proyecto de innovación educativa que se quiere desarrollar. Es preciso recordar que
no se pretende desarrollar todo un tratado sobre bases teóricas, pero si se debe tener un referente de
terminología básica que responda a las intenciones del proyecto. Por ejemplo, se puede describir en
qué corrientes teóricas del aprendizaje, teoría de la didáctica, teoría de la evaluación, concepción de
educación, teoría curricular, etc. se fundamenta el proyecto.
Deberán ser presentados de manera clara y precisa, desagregando los objetivos específicos de los
generales. Los objetivos deben estar formulados técnicamente y pensando en la factibilidad de su
ejecución y evaluación.
Ejemplo de objetivo general:
Mejorar el rendimiento académico de las alumnas de primer grado del C.E. Santa Teresa a
través del dominio de métodos y técnicas de aprendizaje.
Ejemplo de objetivos específicos:
1. Capacitar a los docentes en diferentes métodos y técnicas de aprendizaje de acuerdo a
sus áreas.
2. Enseñar a las alumnas el uso de diferentes métodos y técnicas de aprendizaje de
acuerdo con las áreas curriculares.
3. Elaborar un manual de métodos y técnicas de aprendizaje por áreas curriculares.
4. Mejorar el rendimiento académico de las alumnas del primer grado del C.E. Santa
Teresa.
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7. INNOVACIÓN QUE SE PRETENDE DESARROLLAR: NATURALEZA DEL
PROYECTO
Se debe explicar de manera clara el procedimiento, la pauta, la técnica, el medio, etc. que se utilizará
en el proceso de innovación para mejorar la calidad de la educación. Debemos recordar que todo
proceso de innovación apunta a mejorar la calidad de los aprendizajes y, por ende, el rendimiento
académico.
Para el desarrollo de este ítem se debe tener muy claro que el proyecto de innovación educativa es
una propuesta sistemática para abordar la práctica educativa, sea en las dimensiones del currículum,
la didáctica, la evaluación, los materiales educativos y otros, con el fin de lograr mejoras cualitativas y
cuantitativas en la educación a través de la participación activa de todos los miembros de la
comunidad educativa.
8. POBLACIÓN BENEFICIARIA
Se deberá detallar a quienes beneficiará la innovación. Debe ser enunciado de forma cualitativa y
cuantitativa, por ejemplo: 240 alumnos de primero, segundo y tercer grado participantes en el
“Proyecto ......”.
Son las posibilidades y elementos con los que cuenta la comunidad educativa, la institución y los
actores involucrados en la ejecución del proyecto. En este ítem se deben mencionar los recursos con
que cuenta la institución en términos de debilidades y fortalezas para la solución del problema:
Talento humano, recursos materiales y financieros. El siguiente cuadro puede ser de utilidad para
ello.
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FORTALEZAS DEBILIDADES
Talento Humano
Recursos materiales
Recursos financieros
Este es probablemente uno de los aspectos más difíciles y descuidados a la hora de diseñar
proyectos de innovación educativa y es sumamente esencial para realizar un adecuado seguimiento,
monitoreo y evaluación de los mismos. Por eso es muy importante formular claramente los
indicadores de evaluación de resultado final y los indicadores de evaluación de proceso. Asimismo,
será de utilidad contar con una evaluación diagnóstica. En otras palabras, todo proyecto debe:
Contar con una propuesta de evaluación diagnóstica que sirva de línea de base. Los
resultados obtenidos con el proyecto deberán compararse con esta línea de base.
Contar con indicadores de evaluación de proceso que se plantean en función de los objetivos
específicos. Deben expresar con precisión los resultados esperados.
Contar con indicadores de evaluación de resultado final planteados en función del(los)
objetivo(s) general(es). Deben expresar con precisión los resultados esperados.
Los siguientes cuadros pueden ayudar en la formulación de los indicadores de evaluación.
Para la evaluación de proceso sugerimos el uso del siguiente cuadro:
Para la evaluación de resultado se utilizarán los indicadores de resultado, los cuales están en relación
con los objetivos generales. Esta evaluación permitirá verificar la eficacia del proyecto. En este caso,
sugerimos el uso del siguiente cuadro:
12. ACTIVIDADES
13. PRESUPUESTO
Se deberá detallar en cada rubro los diferentes bienes y servicios necesarios para poner en marcha
el proyecto. Se puede utilizar el siguiente formato.
BIENES MONTO UNITARIO (S/.) MONTO TOTAL (S/.)
SUBTOTAL
SERVICIOS MONTO UNITARIO (S/.) MONTO TOTAL (S/.)
SUBTOTAL
TOTAL (S/)
14. PROFESORES Y ALUMNOS PARTICIPANTES EN EL PROYECTO
Se deberá indicar los apellidos y nombres completos de los profesores participantes indicando al
profesor responsable y a los colaboradores en estricto orden de responsabilidad. En el caso de que el
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profesor responsable no esté disponible, el primer colaborador asumirá la conducción y
responsabilidad del proyecto. En el caso de los alumnos se indicará la cantidad de alumnos
beneficiados por cada grado y el total.
APELLIDOS Y NOMBRES
DIRECTOR
DOCENTE
RESPONSABLE
DOCENTES ....................................................
PARTICIPANTES
....................................................
....................................................
NÚMERO DE ALUMNOS PRIMERO
PARTICIPANTES
SEGUNDO
TERCERO
CUARTO
QUINTO
TOTAL
BIBLIOGRAFÍA
• Cañal de León, Pedro, La Innovación Educativa, Edt. Akal, Madrid, 2002.
• Fernández-Ballesteros R., Evaluación de Programas: Una Guía Práctica en Ambitos Sociales,
Educativos y de Salud. Edt. Síntesis, Madrid, 1996
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Aires-Argentina, 1996.
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pedagógica) – Bases, Lima-Perú, 2002.
• Ministerio de Educación, Guía para la elaboración del proyecto de innovación educativa, Lima-
Perú, 2002
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Madrid, 1988.
• P.U.C.P. Orientaciones para elaborar el Proyecto de Innovación Curricular. Lima, Perú, 1998.
• Rivas, Manuel. Innovación Educativa. Teoría, Procesos y Estrategias, Editorial Síntesis, Madrid,
2000.
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