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Los gobernadores de telenovela; el gran negocio de TELEVISA

Jenaro Villamil
(5 enero 2011; tomado de http://jenarovillamil.wordpress.com/2011/01/05/los-
gobernadores-de-telenovela-el-gran-negocio-de-televisa/#more-1747 )

Con recursos públicos que no son auditados, mezclando el espectáculo y


el melodrama con el proselitismo político, los gobernadores de todos
los partidos políticos ya encontraron otra fórmula para su promoción
personal en la pantalla televisiva, dándole la vuelta a las
prohibiciones de la ley electoral: financiar telenovelas y aparecer
como parte de la “publicidad integrada” de este género que, junto con
el futbol, es el que mayor rating genera.

En la edición del 3 de enero de 2010, en la revista Proceso publicamos


que este modelo de “publicidad integrada” tiene como principal
impulsor al vicepresidente de Comercialización de Televisa, Alejandro
Quintero Iñiguez, el mismo accionista de TV Promo, empresa que opera
como bróker (intermediario) del consorcio y que controla la agenda
comunicación y mercadotecnia del gobernador del Estado de México,
Enrique Peña Nieto.

Citamos los casos de Sortilegio, grabada en cascos de hacienda y


locaciones de Yucatán con el apoyo de la gobernadora Ivonne Ortega
Pacheco; de Corazón Salvaje, estelarizada no sólo por el elenco de
Televisa sino por el gobernador veracruzano Fidel Herrera, que dio
“todo el apoyo logístico”; Mar de Amor, ambientada en las palyas
campechanas de San Lorenzo y Ceibaplaya, financiada por el gobernador
Fernando Ortega Bernés; Mi Pecado, financiada e impulsada por el
mandatario chiapaneco Jaime Sabines, que también apoyo la producción
de Pasión Morena, telenovela de TV Azteca.

A estos casos de 2009 y 2010 se suman los ejemplos de telenovelas como


La fea más bella, con su espectacular final en Monterrey, contando con
el entonces gobernador Natividad González Parás y su esposa como
extras del melodrama de 2007; o el polémico caso de Las Tontas no van
al Cielo, grabada en Jalisco y financiada por Emilio González, el
góber piadoso que no tuvo “asquito” para destinar 12 millones de pesos
del presupuesto a una telenovela que generó protestas por el contenido
misógino de la trama.

Osorio Chong y Soy tu Dueña

Un año después, este 5 de enero de 2011, el periódico Reforma confirma


esta tendencia y publica partes del convenio firmado entre el
gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, y Televisa para grabar en
haciendas hidalguenses la telenovela Soy tu Dueña, con todos los
gastos pagados, a cuenta del erario estatal, a cambio de que las
autoridades estatales aparecieran en el “pizarrazo” de inicio de la
telenovela.

El documento, firmado el 23 de febrero de 2010, entre la directora


general de la Secretaría de Turismo de Hidalgo, Mirna Cristina López
Manilla, y los representantes de Televisa, Alejandro Quintero Iñiguez
y Jorge Lutteroth Echegoyen incluye las siguientes cláusulas:

“El Gobierno del estado cubrirá los siguientes gastos que se generen
por la grabación de la telenovela Soy tu Dueña: 1. Gastos para
hospedaje, alimentación, transporte y otros gastos, los cuales serán
distribuidos de la siguiente manera: a) total de hospedaje; b) total
de administración; c) renta de transporte; d) total de otros gastos;
e) transportación en vehículos terrestres a completa disposición,
incluyendo conductor y combustible”.

A cambio, Televisa se comprometió, según el convenio a hacer “una


invitación a las autoridades del estado a la presentación de la
telenovela, misma que será cubierta por medios nacionales” y el
“pizarrazo de inicio de las grabaciones de la telenovela en el estado
por parte del gobierno del estado, con presencia de medios
nacionales”.

También se comprometió a insertar créditos de agradecimiento al


gobierno estatal al final de cada capítulo, aparición que quedó sujeta
a los tiempos “máster” de la transmisión. Lo mismo sucedió con los
casos de Sortilegio, en Yucatán, y Corazón Salvaje, en Veracruz.

La nota de Reforma advierte que el propietario de las hacienda


Santiago Tetlapayac, utilizada como “set” del melodrama, demandó tanto
a Televisa como al gobierno de Hidalgo, alegando que la firma del
convenio para grabar Soy tu Dueña, se hizo a espaldas de Ricardo
Negrete Granados, dueño del 50 por ciento de este sitio.

En la demanda civil , Televisa reconoció haber suscrito el convenio


civil con el gobierno de Osorio Chong, pero las autoridades estatales
negaron la existencia de este documento, firmado por Delia Lozada
Romero, propietaria del otro 50 por ciento de la hacienda, por la
Secretaría de Turismo de Hidalgo y por Alejandro Quintero, a nombre de
Televisa.

Según la demanda, Lozada Romero admitió ante el juez civil que cobró
47 millones de pesos por autorizar la grabación de Soy tu Dueña. De
acuerdo a las cláusulas del convenio, estos recursos se le pagaron a
Televisa con recursos del gobierno priista.
¿Cuántos recursos similares y discrecionales no habrán dispuesto los
gobernadores de otras entidades para apoyar los melodramas de
Televisa, a cambio de hacerse promoción en la pantalla de Canal 2?

El “Triángulo de las Bermudas” de Televisa

Experto en contenidos televisivos y, en especial, en las telenovelas


mexicanas, Alvaro Cueva advirtió a Proceso que esta tendencia no es
nueva. Ya desde los años sesenta, los gobiernos estatales del PRI
financiaron melodramas históricos como Los Caudillos, El Carruaje, La
Constitución, producidas por Ernesto Alonso.

“La diferencia es que antes el área de telenovelas estaba separada del


área de noticias y de mercadotecnia política de Televisa. Ahora todo
forma parte de paquetes generales que se venden a los gobernadores:
programas de espectáculos, publicaciones, programas especiales,
centros del Teletón y telenovelas”, precisó Cueva.

Para el especialista, existe una especie de “triángulo de las


Bermudas” que determina ahora la grabación de las telenovelas: el
apoyo de un gobierno estatal, el respaldo de una marca o “causa
social” y la opacidad en el manejo de los recursos.

Cueva calificó como “la cúspide de la comercialización” la grabación


de la telenovela Sortilegio, grabada con el apoyo financiero del
gobierno de Yucatán y del Estado de México, más el patrocinio de las
tiendas Chedraui y una “causa social” que fue el programa Un Kilo de
Ayuda.

Lo mismo sucedió con Mi Pecado, telenovela grabada con recursos del


gobierno de Chiapas, la promoción de Knor Suiza y una “causa social”
como el cuidado del agua.

De esta manera, no sólo se lavan la imagen sino millones de pesos del


presupuesto público que no son fiscalizados. Y Televisa se embolsa
estos recursos, sin importarle mucho si sus telenovelas tienen los
mismos niveles de rating que antes. A fin de cuentas, ya todos los
gastos están cubiertos por los virreyes o virreinas estatales.

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