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Pablo Cosso*
1. Introducción
*
Estudiante de Antropologia (UNSa). kossopa@hotmail.com
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La categoría pertenece a los actores. Compartimos la definición de Lo Coco-Bellizi y
Cuevas (Op.cit., s/f): “…El Capitalismo es “el sistema” y el “estado fascista”, los dos
términos son homologables…”. Sin embargo la forma de totalitarismo político
vinculada al Estado, podemos resumirla en el Estado, a secas. Asimismo por sistema,
entendían a toda forma discursiva y práctica derivada de constructos hegemónicos.
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Como propuesta de investigación, reconstruiremos los
significados sociales compartidos por los actores, evidentes en su
forma política radical, a la vez que afianzados en momentos de acción
colectiva, otorgando de ésta manera un sostén empírico al concepto
sociológico de movimiento social. Entendemos éste concepto en
concordancia con los lineamientos teóricos de Álvarez Junco y Pérez
Ledesma (1982), quienes se refieren a los movimientos sociales,
como: “…todos los fenómenos de lucha colectiva, todas las actitudes
de protesta contra el poder-tanto económico como social ó político-,
todos los intentos colectivos de cambio social…” (Pérez Ledesma,
1994:57). Los investigadores descriptos, explicitan a su vez, que: “…
un movimiento supone una actuación concertada con un cierto grado
de permanencia [temporo-espacial]. Pero la concertación no implica un
nivel de organización similar al de las asociaciones formales…” (Pérez
Ledesma, 1994:60); en ésta dirección hablamos de ‘radicalidad sin
estructuras’.
Ante la carencia de documentos, fuentes históricas y
producciones teórico-científicas sobre el movimiento punk en
Argentina2, se propone la utilización de materiales producidos por los
propios actores: fanzines, panfletos y un corpus letrístico-musical, que
adquieren para la investigación el sentido de formatos
comunicacionales de discursos y manifiestos políticos. Las fuentes
investigadas presentan las voces de los actores describiendo un
proceso histórico opresivo y una propuesta de cambio social (utópico-
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Hablo de carencia cuantitativa, exceptuando los pocos trabajos que he localizado en
internet, de los cuales me he nutrido. Los trabajos localizados son básicamente tres:
1) “El fanzine en el movimiento punk” (Lo Coco-Bellizi y Cuevas, s/f); 2)
“Aproximación comunicacional a una feria de fanzines en Tucumán” (Pablo Giori,
2007), trabajo de tipo procesual y etnográfico sobre el movimiento hard core-punk
local y 3) una construcción histórica de nivel global muy detallada, editada por el
Clacso, trabajo denominado: “El movimiento punk: ¿contracultura o estereotipo?”(
Joao Da Silva Forttes y Francisco Mancilla Vega, 1999).
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proyectivo de raigambre anarquista) en vinculación con el período de
re-emergencia democrática.
Los punks difundían discursos radicales montados en
producciones culturales autogestionadas que actuaban como “focos de
agitación”3 contra las prácticas violentas y el consenso direccionado del
Estado y demás formas de conciencia hegemónica.
Los focos de agitación y el soporte político adjunto del
movimiento punk pueden explicarse desde las pautas de significación y
comunicabilidad de los actores. De ello da cuenta un párrafo de la letra
“Generación en resistencia” de la banda Cadáveres de niños: “…
volantes y aerosol - fancins [fanzines] y molotovs - grupos
independientes y squots [ocupas], nuestra dispersa acción - no hay
ideología ni concientización: solo una idea – basta de opresión – kaos
contra el orden impuesto: desorden para la creación – generación en
resistencia…” (Fanzine Resistencia, 1987).
Estos “focos de agitación” respondían a una usina de producción
cultural propia, representada por medios de comunicación gráficos
conocidos como fanzines (“voceros ideológicos del cambio punk”,
Resistencia N°5, 1989), panfletos (denominados ‘flyers’, cuya función
era la difusión pública de recitales programados, que en algunos casos
adjuntaban información acerca de las letras producidas por las
bandas) y las mismas letras sobre los constructos musicales Punk-
Rock y Hard-Core, como sostén sonoro-musical de los discursos. Las
producciones culturales descriptas son propias de un sector del
movimiento al que podemos denominar de ‘intelectuales punks’.
Las obras letrístico-musicales se vinculaban a dos ámbitos de
circulación diferenciados; por un lado, un mercado discográfico “oficial”
que comprendía empresas multinacionales (RCA, EMI, Warner, etc.) y
nacionales (Del Cielito Records, Umbral y Radio Trípoli Discos)4 de tipo
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Categoría propuesta por Patricia del fanzine Resistencia (1987)
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La compañía RCA edita el primer L.P. “oficial” de mercado de Todos Tus Muertos;
Radio Tripoli lo hace con la primera compilación punk “Invasión 88”; Umbral
presenta el primer L.P. de la historia del punk en Argentina, perteneciente al grupo
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capitalista; por el otro, en el extremo opuesto, se generan
emprendimientos de tipo mercantil simple (por lo común tiradas
caseras5 con una ó mas centenas de ejemplares) que buscaban no tan
sólo la difusión discográfica en sí mismo, sino también crear un modo
alternativo a la producción masiva, que estaba en manos de agentes
identificados con el sistema; prácticas creadas y consensuadas del
movimiento punk para dar forma a una faceta de resistencia a la
mercantilización de sus productos musicales y sobre todo de sus
discursos políticos. Como posición ‘poco deseada’ dentro de la
diversidad de significados que proponía éste movimiento, se encuentra
la de aquellas bandas punks que grababan para empresas
discográficas multinacionales, las que eran re-significadas como
“vendidas” al sistema.
Los fanzines surgen de la cosmovisión misma del movimiento
punk. Eran producciones de tipo mercantil simple, a los fines de
insertarse mínimamente en el mercado para su reproducción. Por lo
general, poseían un formato rústico que lo diferenciaba frente a los
productos gráficos convencionales: periódicos, revistas y libros; sus
costos al público eran mínimos, sin búsqueda de ganancia; se
distribuían en recitales, puestos de libros usados y ferias
especializadas de fanzines. Al menos para el período analizado en ésta
investigación su producción artesanal dependía de una tipografía
simple en base a máquina de escribir, escritura manual, “colages”
fotográficos, etc.; las ediciones se realizaban en base a fotocopiado ó
fotoduplicación. La utilización de materiales y tecnologías mínimas
debe ser interpretada como una actitud anti-sistema.
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Tanto las producciones culturales descriptas como la concreción
de recitales musicales autogestionados, sostenían una “conciencia de
grupo” y determinadas “creencias generalizadas” que daban “unidad y
coherencia” al movimiento punk de Buenos Aires6.
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Me interesa dejar en claro, que no voy a tomar a ‘rajatabla’ la típica postura
cognoscitiva sobre las ‘formas de conciencia’, delimitada por K. Marx, en el prólogo a
la “Contribución a la crítica de la economía política” (1857), en el sentido propuesto
de cómo: a partir de las relaciones de producción que dan forma a la estructura ó la
base económica de una sociedad, se levanta la superestructura jurídica y política a la
que corresponden determinadas formas de conciencia social. Mi propuesta es
manejar el concepto dando cuenta de la auto-percepción de los actores en su faceta
política: ¿como éstos perciben a otros actores emparentados con las formas de
conciencia del “sistema”?; ¿como se perciben las relaciones que los ligan entre sí en
el mundo social?; ¿cual es la percepción que tienen de lo social en general? y ¿que
disputan como significados legítimos de ese mundo ante la ‘alteridad’ que
“combaten”?.
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Se suele tomar al año 1977 como referente de origen, en función de la aparición
pública de varias bandas entre las que destacan Sex Pistols y The Clash, entre otras;
aunque bandas posteriores como Crass (1978) y Conflict, fueron representativas de
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preocupaciones-actitudes de resistencia del movimiento ecologista y
de la “liberación animal”. Conjuntamente hacían propias otras
propuestas de resistencia anti-sistema en la práctica: las luchas
independentistas vasca y palestina, así como las de varios colectivos
sociales a nivel global: feministas, de las trabajadoras sexuales,
indígenas y anti-apartheid.
Respecto de la irrupción del punk como forma de conciencia
radical en la década del ’70 en la sociedad británica, seguimos la
propuesta de Da Silva Forttes y Mancilla Vega (1999), cuando afirman
que:
“…La meta de estos punks originales era expresar su rabia en una forma
original y agresiva, la cosa mas odiada en el mundo era alguien que era un
conformista. Muchas bandas punks han construido su plataforma o sus
mensajes admitiendo la disconformidad por medio de sus letras y
comportamiento…” (Op.cit.:32).
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1992-939; aunque sabemos que entre 1980-82 había bandas punk
rock que acompañaban a Los Violadores en sus inicios (p.e.: Muerte
Civil, Los Laxantes y Los Baraja.) y por ende, la manifestación
incipiente del movimiento arranca en un período anterior al delimitado.
Muchos datos recogidos de páginas web, señalan como año de origen
de la escena punk (al menos en lo que respecta a bandas) a 1978,
momento histórico delimitado por la aparición de la banda punk rock
Los Testículos.
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siguiendo a Franco (1993), que: “… La historia que puede leerse en
ropas y estilos es una historia de mercancías y no una de la
comunidad…” (Op.cit.:26); sin dudas, el punk como movimiento social
anti-sistema (una comunidad de inconformistas) no puede vincularse
históricamente con una faceta del fetichismo de la mercancía.
La identidad política punk, se orientaba colectivamente hacia el
cambio social, el estereotipo ó la “estética del rechazo”, implicaba un
sentido más individual; la primera era compartida al interior del
movimiento, la segunda era compartida por los actores en la medida
de una subjetividad no generalizada.
Para que un movimiento social se sostenga en el espacio público
con sentidos mentados de cambio social, es necesario: “…la
construcción en positivo de una “identidad colectiva” que sustituya a
las [identidades] desaparecidas y haga posible la acción conjunta…”
(Pérez Ledesma, 1994:100); en ésta dirección se analiza la identidad
política punk.
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determinaba las características del ser social autogobernado10. A la par
de Stirner, caló hondo entre los actores, el significado del
individualismo libertario propuesto por la banda-comunidad Crass, a
los cuales el fanzine Resistencia (nota sobre el individualismo
anarquista, N°3, 1987) bautiza como “revitalizadores y revolucionarios
del movimiento anarquista”11. Algunos intelectuales punks, podemos
afirmar, se oponían al formato de movimiento social, sin embargo
muchas de sus acciones políticas eran desarrolladas colectivamente,
por ejemplo: la praxis autogestionaria (conformación de cooperativas
para montar recitales) y la movilización pública de protesta.
La misma intelectual punk antes mencionada, deja un manifiesto
revisionista en la editorial de su fanzine, acerca de los 10 primeros
años de vida del movimiento originado en Inglaterra. Nos interesa una
vez más resaltar los elementos políticos de su discurso, esta vez en
referencia al llamado a la acción:
“…ya fué la de bailar sobre las cenizas del punk, haciéndolo blanco de críticas
cuando no existe otra actitud que tomar. Poco importa si murió, está vivo ó lo
mataron. La situación reclama una reivindicación de la lucha, un renovado
compromiso, de permanente denuncia y permanente acción contra las
paredes que nos encierran sin importar que nombre tenga, sino, QUIEN VA A
ABRIR LA PUERTA DE TU CELDA CUANDO YA NO QUEDE NADIE MAS DEL
LADO DE AFUERA? eh?…” (Resistencia N°3, 1987)
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Extraemos algunos fragmentos textuales, reproducidos en el fanzine Resistencia
(N°3, 1987 y N°4, 1988) que dan cuenta de la postura de Stirner: “…Yo no me
humillo ya ante ningún poder. Yo renocozco que cualquier poder no es más que el
mío, y que debo abatirlo en cuanto amenace hacerse opuesto ó superior a mí […]
Para emanciparse, el individuo debe pasar por el tamís el bagaje con que lo cargaron
sus progenitores y educadores. Tiene que emprender una tarea de
‘desacrosantificación’ […] no aspiramos a la vida en común sino a la vida por
separado, el pueblo ha muerto ¡viva yo!…”.
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Del mismo fanzine Resistencia (1987), extraemos ésta cita que hace referencia al
pensamiento político de los integrantes de Crass: “…Desde que yo como individuo
creo que soy lo suficientemente responsable entonces creo en eso para toda la
humanidad. Creo totalmente en MI OMNIPOTENCIA, y lo mismo creo para los demás
[respecto de los movimientos] mucha gente se une a ellos solo para usar la idea
como una muleta y no toman responsabilidad de sí mismos. Por eso es que los
movimientos no funcionan…”.
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Los actores del movimiento punk, proponían un “desajuste
ideológico” con el orden solidificado por el sistema dominante,
inclusive luchaban por derechos constitucionales básicos de libertad
ciudadana, en el contexto de re-emergencia democrático. Su
radicalidad política combatía los constructos reproductores del sistema,
a sabiendas de que la lucha, aún sea en el discurso social, debía ser
desplegada: “…el sistema tiene todo preparado, ya sabe que hacer con
nosotros, ya sabe como controlarnos, ya sabe como acabar con
nosotros ¿vamos a dejar que lo hagan?, “nos destruimos ó destruimos
al sistema”, Luchar y resistir!!…” (Fanzine Resistencia, N°1, 1984, re-
edición de 1989).
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El fanzine Resistencia (Julio de 1988) expone una nota acerca de Mac Dollards
(resignificación irónica del nombre de la empresa) sobre: “…las mentiras que
esconden […] las multinacionales como Mac Donalds, que ya ha comenzado a
asentar su imperio en argentina…”; líneas más abajo advierte de la existencia de
una: “…conexión entre Mac Donalds y el hambre en el tercer mundo [ya que]
algunos países del tercer mundo, están exportando sus cosechas como alimento para
animales-es decir, para engordar ganado que más tarde se convertirá en
hamburguesas…”; asimismo difunde la fecha del 16/10 como “día internacional
contra Mac Dollards”.
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En mayo de 1987, aparece publicado por el fanzine Resistencia
(N°3), un manifiesto público13 que denunciaba la discriminación y la
represión recibida por “tocar, actuar e ir a recitales punks”. Ante la
necesidad de hallar espacios de expresión, ya no públicos, imposibles
por aquella época, sino privados (pubs, clubes, etc.), los miembros de
una cooperativa independiente de bandas y fanzines punks, difunden
el manifiesto orientado principalmente contra la institución policial.
Denuncian prácticas represivas y un estado de persecución violenta
contra los punks; en éste sentido, la criminalización y represión de la
protesta, ya eran sufridas por estos punks en la década del ’80 del
pasado siglo en Argentina. El párrafo extraído del fanzine, dice lo
siguiente:
“…Durante los recitales la acción policial es una amenaza constante, desde la
presencia en los alrededores del lugar, detenciones, inspecciones hasta lo
directamente violento que significan policías en un escenario desenchufando
equipos para cortar el recital ó pegándole un tiro a un chico en la puerta de
un teatro. El placer que debería ser participar de un recital se transforma en
temor a caer preso e indignación de tener que soportar semejantes abusos…”
(Fanzine Resistencia N°3, 1987).
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Manifiesto al que adherían bandas como: Cadáveres de niños, Sentimiento
Incontrolable, Descontrol, Todos Tus Muertos, Conmoción Cerebral, Comando Suicida
(Skinheads), etc; y fanzines como: ¿Quién sirve a la causa del kaos?, Resistencia,
Rebelion Rock, Vaselina, etc.
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Exponemos a continuación un fragmento bastante rico en
descripciones acerca de dicho proceso de lucha:
“…cuando fue el momento de las primeras manifestaciones (julio/85), solo
algunos punx idealistas y ella [Ruth M. Kelly, líder de las trabajadoras del
sexo] pintaron en la plaza congreso, en un invierno superlluvioso. Treinta
tipos cortando la calle con un “ridículo” petitorio (pedir la inconstitucionalidad
de los edictos: como le íbamos a pedir algún cambio al centro de corrupción y
representación de la legalización de la miseria colectiva?? Pero en fin fue el
comienzo). Un par de anarkos, una abogada y hasta Piltrafa 14 (si), y nadie
más…” (Op.cit., 1991:32)
El fanzine Resistencia (N°1, 1984, reedición del ‘89), informa que la primera
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los edictos policiales (en base al código contravencional). El fanzine
nombrado informaba a sus lectores que, en la notificación de pena: “…
Si agregás [la palabra] APELO (si tenés pensado apelar estáte
preparado para una posible golpiza)…” (Op.cit.,1987).
Los edictos policiales eran presentados por los actores como:
“…un cuerpo de disposiciones legales que transforman hechos naturales en
faltas; así controlan tu derecho de amar, beber, jugar, vestirte, hablar y
moverte libremente (violación del art.19 de la ‘constitución nacional’) […] La
policía excusa la necesidad de los edictos alegando que de no existir la ciudad
se encontraría plagada de rateros, putas, homosexuales, vagabundos y otros
amorales…” (Op.cit., 1987).
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tendremos que pensar nueva formas de expresar la protesta…”. La
misma nota nos otorga además una descripción de un momento de
represión violenta y detención policial de punks:
“…Evidentemente el asunto de la policía ha pasado a ser parte cotidiana en la
vida de mucha gente, que no se calienta siquiera en manifestar contra algo
que le es directamente perjudicial. Prueba de esto: en el festi [punk] de
Quilmes hubo 54 detenidos y todos los varones violentamente golpeados,
incluso menores; pero nadie hizo denuncias por apremios ilegales, ni en
tribunales ni en derechos humanos […] EL PODER QUE ELLOS TIENEN ES EL
QUE NOSOTROS LES DAMOS…” (Op.cit.,1987).
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Debemos por último, mencionar una instancia de lucha
compartida, del tipo de acción directa, relacionada con prácticas de
sabotaje acordadas por los punks a nivel internacional. Nos referimos
a un día específico (el 30/04) bautizado “Stop the city” (¡paren la
ciudad!) ó “día internacional del sabotaje”, como un día de acción
concreta frente al orden social. El fanzine “Quien sirve a la causa del
kaos” (nota: “Otras actividades”,1987), nos ofrece una descripción
propagandística y situacional del “Stop the city”:
“…el 30/4 se espera repetir con el mismo éxito ó mayor el STOP THE CITY del
año pasado […] algunos compañeros hicieron una muy buena labor en el
norte de la ciudad [de Bs.As.] boleteando [“rompiendo”] algunos vidrios de
fábricas, escuelas y laboratorios asesinos, aerosoleando paredes, cagando
[saboteando] circuitos eléctricos y cerraduras, etc…” (“Quien sirve...”, 1987).
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4. Formas de conciencia política de los punks.
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Al respecto, se difunden informes descriptivos, p.e.: “¿Qué es el Apartheid?”,
fanzine R.A. Asko (1988).
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movimientos de “skuotters” ó mejor conocidos como “ocupas”17 y de
las luchas feministas frente al orden patriarcal.
Hubo un aporte a la concientización de la lucha feminista desde
bandas que incluían mujeres entre sus integrantes (Exeroica,
Cadáveres de Niños y Soberanía Personal); una de ellas, la banda
hard-core/punk Soberanía Personal, por intermedio de su cantante
Johanna, proponía un discurso de rechazo al ‘machismo’:
“…Yo soy mujer/vos me envidiás/te creés un supermacho/y sos un
frustrado, /creés que debo ser/tu esclava de por vida/tu pose me da
asco/dame una razón/para que te crea/que me superás./No uses tus
músculos/usá tu cerebro./Quiero ser feliz/quiero decidir/dejá de
oprimirme/cerdo machista…” (”Supermacho”, en: “Benditos sean muñecos
que pegan”, 1988)
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En Argentina, en el período delimitado cronológicamente (1983-1993), no hubo
instancias de ocupación edilicia con las características que ya poseían en Europa las
ocupaciones “skuot” de edificios deshabitados, es decir, como ambiente de prácticas
culturales del movimiento punk-hardcore: recitales, muestras artísticas, salas de
grabación discográfica, etc., y como lugar de asilo (vivienda). Sin embargo, las notas
sobre “skuots” en fanzines locales, incitaban a la ocupación, detallaban los modos de
hacerlo y reconocían su lucha social frente a la propiedad privada.
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En un fragmento de otra canción, ésta vez de la banda Todos
Tus Muertos, se hace referencia al “locus” donde se “chupaban” y
torturaban detenidos-desaparecidos de la dictadura o sea los centros
clandestinos de detención consagrados como emblemas de la praxis
terrorista del gobierno militar: “…Amándonos en el chupadero/
sentíamos frío, / en el chupadero del gobierno usaron nuestros
cuerpos/ para su consagración en la ESMA y en Monte Chingolo…” (“El
Chupadero”, en: “Nena de Hiroshima”, 1991).
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se convirtieron en activistas fervientes de dicha causa. Se involucraron
en denuncias y atentados a instituciones y actores promotores de la
vivisección, la experimentación científica sobre los cuerpos y la tortura
animal. El Fanzine Resistencia (N°5, 1989) informa al respecto que: “…
el punk [movimiento] le dio al tema de los derechos animales una
vigencia que nunca tuvo, y le aseguró un futuro de luchadores…”;
prueba de ello es la letra de la banda Sentimiento Incontrolable y su
obra letrístico-musical denominada “Les divierte asesinar”:
“…Nunca supo que nacería para terminar/en tan horrible lugar/nunca supo
que en realidad/el animal más inteligente/era en realidad el más salvaje/no
está preparado para sufrir/no está preparado para vivir en jaulas/no quiere
ser disecado/ni asesinado/nacieron para ser libres y son
experimentados./Sienten dolor, sienten miedo/y están solos frente a
frente/con su verdugo en un lujoso laboratorio/donde todo es
preocupación/por el bienestar universal/donde asesinato y sadismo son una
buena remuneración./Su dolor quedará computado/el sufrimiento
olvidado/porque tienen mil cosas para probar/pero sólo les divierte
asesinar…” (L.P.:“Nuevas Tierras”, 1989).
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Krotopkin, definía al Estado como la coerción ó violencia organizada.
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La introducción del anarquismo entre los punks, según el trabajo
de Da Silva Forttes y Mancilla Vega (1999) se relaciona: “… de modo
serio con la banda británica Crass [en 1978]…” (Op.cit.:33)19. Las
proclamas políticas de Crass eran: “anarquía, paz y libertad” ó la
expresividad libertaria de una frase como la que afirma que “la
naturaleza de tu opresión es la estética de mi anarquía”.
Sin embargo creo necesaria la ampliación de ésta afirmación de
los autores, hacia las experiencias locales de lucha y vindicación
obrera-anarquista, acontecidas a principio del siglo XX. Algunos
fanzines solían presentar reseñas históricas de mártires anarquistas
“locales” como Simón Radowitski (fanzine R.A. Asko, N°2, 1989), en
tanto algunas bandas de punk rock como ‘Simón y la muerte de
Ramón’ hacían referencia a Radowitski y a Falcón, el jefe de policía
ejecutado, por el anarquista polaco, en Buenos Aires.
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imponen cognoscitivamente como realidad social del individuo que
nace dentro de un Estado-Nación20. Los símbolos mediante los cuales
se construye esa identidad fueron hitos de reflexión constante por
parte de los intelectuales del movimiento punk. El rechazo hacia la
patria y la nacionalidad (bajo la influencia del pensamiento anarquista)
se veía reflejado en varias obras letrístico-musicales. En primer lugar
ejemplificaremos con un fragmento de letra, de la banda Todos Tus
Muertos. La canción tomada como referencia es “Tango traidor”: “…
Quiero irme del país/ y despertarme mañana en otro lado/ me cago en
la bandera/ me limpio el culo en tu puta frontera…” (“Noches agitadas
en el cementerio”, Catálogo Incierto, 1986).
La siguiente ejemplificación proviene de la banda Soberanía
Personal, el tema (fragmento) se denomina ‘Trapos’ (lo consideramos
como término lingüístico-popular asimilable a ‘bandera’). Esta letra,
muestra una instancia de deconstrucción simbólica realizada por una
intelectual punk sobre los símbolos patrios: “…Historias repetidas/Por
un trapo de muerte/de que sirve identificarnos/con un color/si igual
nos mandan a matar/o a que nos maten…” (“Benditos sean muñecos
que pegan”, Ego Records., 1988).
Por último rescatamos otro hito reflexivo anti-patriótico, no
exento de teoría y práctica anarquista; nos referimos a la versión de la
banda Cadáveres de Niños del “Himno” (Flyer con letras, 1987):
“…Oíd mortales el grito sangrado/libertad, libertad, donde estás?/oíd el ruido
de rotas cabezas/hay muchos tronos y no hay igualdad./No quiero más
himnos, ni banderas/no quiero gritos sangrados: quiero libertad!/No a
cabezas rotas ni más tronos, sólo quiero igualdad!…” (CDN, 1987)
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acciones organizativas al margen del Estado, las instituciones
dominantes y cualquier agente considerado opresivo, fascista,
capitalista, mercantilista, etc.
Se constatan instancias de autogestión en el movimiento punk
con las producciones gráficas descriptas (fanzines) y aquellas dirigidas
a las ediciones independientes de grabaciones discográficas.
Conjuntamente se presentan formas de organización y difusión de
recitales sin la necesidad de ‘managers transeros’, término registrado
en una letra de la banda Cadáveres de Niños, a quienes
desenmascaraban en sus intentos mercantilistas, individuos que
actuaban: “…vendiendo la energía, la vanguardia de un momento…”
(“¿Punk querido: que es eso?”, grabación inédita, 1989).
Como ejemplo concreto surge una ‘cooperativa independiente’
entre algunas bandas para poder concretar presentaciones ‘en vivo’ ó
“festipunks”. El fanzine Resistencia (N°3, 1987) registra un informe
que da cuenta del 4° recital de la historia de la cooperativa,
desarrollado a mediados de ése año en Avellaneda (Pcia. de Buenos
Aires). Organizado mediante fondos comunitarios, tocaron en dicho
recital, entre otras bandas: Cadáveres de Niños, Sentimiento
Incontrolable, Descontrol y Conmoción Cerebral.
En otra nota del mismo fanzine, se alerta a los actores menos
comprometidos que: “…la organización e intenciones de los festis
[punks] tiran de por sí una onda política…” (Resistencia N°3, 1987).
El mismo medio gráfico auto-producido “Resistencia” (N°4,
1988) describía la escena ó el circuito punk de aquellos años,
reflexionando acerca de las formas autogestivas en la lucha anti-
sistema:
“…esto alguna vez fue una escena y en cierto modo todavía lo es, bandas,
público, zines, individuos que se reúnen para realizar distintas actividades
alimentados por la fuerza que provocan todas éstas corrientes de aktividad/
alguna vez alguien creyó que había una conexión entre todo esto??? Creyó
bien!!…” (Op. cit., 1988).
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6. Conclusiones
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como las formas ó repertorios de acción colectiva que practicaban y
compartían los integrantes del movimiento punk frente al Estado,
frente a sus instituciones represivas, su consenso colectivo
direccionado, sin olvidar los diversos agentes de dominación simbólica
y económica que también enfrentaban.
Bibliografía
FRANCO, Jean (1993) “Angst global en la ciudad letrada”; en Alteridades 3 (5) (21-
33) [versión web, extraído en Marzo de 2008]
GRAMSCI, Antonio (1975) “Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre el Estado
moderno”, Juan Pablo Editor, México D.F.
Fanzines
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Anexo: Tapas de fanzines utilizados como fuentes históricas.
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R.A. Asko N°1 (1988) R.A. Asko N°2 (1989)
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