Professional Documents
Culture Documents
28
La figura del toro se encuen-
tra unida al hombre ibérico des-
de tiempos primitivos en general
y al mirobrigense en particular.
Pinturas y grabados lo testimo-
nian en cuevas y abrigos rocosos,
donde, antes de que naciera la
historia, ya se reflejó la muy par-
ticular relación mantenida con el
perdido “URO”. Divinidad o mi-
to, representación de fuerza y
fiereza o mimada res doméstica,
las diversas culturas que pobla-
ron Iberia hicieron de esta espe-
cie su principal referencia en el
mundo animal. Como raza pro- cación de la Virgen lo que conocemos mo con nuestra bella reina y damas
pia, el llamado toro español es, hoy como La Candelaria del carnaval.
básicamente, un auroch o uro Otro precedente que os puedo se- También podemos encontrar cier-
más pequeño, resultado final de ñalar brevemente sería el de las Satur- tos precedentes en la Matronalia y en
su mezcla con determinadas es- nalias mas por sus efectos que por su las Calendas de enero, en la Brumalia
pecies llegadas fundamental- época, ya que se celebraban en diciem- y en las fiestas dedicadas al dios grie-
mente desde África. bre. Durante estas fechas no se permi- go Dionisos y en otras, como contribu-
El toro y el hombre estaban tía ejercer ningún arte ni oficio salvo el yentes al carnaval, sobre la base de
de la cocina. Además, se hacía una co- ciertas semejanzas.
destinados a convivir y a comba-
mida comunal en recuerdo de cuando Incluso la propia palabra carnaval
tir, a relacionarse, íntimamente, en la Tierra todos los hombres eran llevó según algunos estudiosos a deri-
en un lugar que, para muchos, iguales y felices. Costumbre esta de ir varla de «carrus navalis” o representa-
no es más que una extensa y cur- a comer en grupo que aún mantene- ción que en las Calendas de Marzo ce-
tida piel de toro: la península mos en cierta manera en nuestro car- lebraban los romanos en honor de la
Ibérica. naval y que así mismo mantenemos en diosa Isis, con procesiones, disfraces y
cierto modo en nuestras peñas. Se en- exhibiciones de barcos arrastrados por
se distribuían por las calles de Roma y cendían candelas y se intercambiaban la tierra.
golpeaban a cuantos encontraban a su regalos. Se elegía así mismo un rey
Pero podemos definitivamente
paso. Las mujeres sin hijos acudían (normalmente al más tonto) que sólo
afirmar que el carnaval también cono-
gustosas a estas fiestas con el deseo de tendría autoridad durante aquellos dí-
cido en el noroeste como Entroido o
ser azotadas. En la creencia ,de que de as. En el transcurso de su corto reina-
entrudo es una fiesta en la que los ritos
esta manera conseguirían la deseada do se le consentía todo cuanto deseara.
y manifestaciones de origen arcaico se
fertilidad. Luego se iniciaba un perio- Pero cuando pasaban las fiestas era sa-
mezclan en la época romana con otros
do de purificación que daba nombre al crificado(al principio de formas literal
de tipo social que perviven hasta la
mes de febrero( derivado de febraure, y mas tarde de una manera simbólica)
Edad Media durante la cual se intro-
purificar).Estas fiestas se mantendrían pues se le hacía culpable de los males
duce un sentido cristiano.
hasta fines del siglo V siendo sustitui- sufridos por el abandono de los valo-
das por una fiesta dedicada a la purifi- res morales establecidos. Por supuesto La convivencia de ambas manifes-
que nosotros no vamos hacer lo mis- taciones, la pagana y la cristiana lleva-
MAISAM, S.L.
MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN
Polígono Industrial Las Viñas, calle 1, parcela 2 • Teléfonos: 923 467 920 - Fax 923 462 231
Llamadas desde el móvil a almacén 646 988 400
37500 CIUDAD RODRIGO (Salamanca)
29
ría a la fijación de los rasgos que aún fundiéndose en estos días los elemen-
en la actualidad podemos detectar en tos carnavalescos de burla y sátira
las fiestas rurales de carnaval. Los tex- propios de todos los carnavales o en-
tos medievales, las diatribas de los troidos: junto a los de capeas, encie-
santos y las prohibiciones eclesiásti- rros y desencierros específicos de
cas, hacen referencia a numerosas cos- nuestro carnaval. Esta simbiosis de
tumbres romanas que aún persistían elementos propiamente carnavalescos
en el medievo. Estas tradiciones de las y de elementos taurinos no tienen fe-
fiestas romanas mantenían a los dioses cha aún de fusión conocida , pero lo
de la mitología degradados a demo- importante es que se han mantenido
nios por el cristianismo y gozaban de incluso con prohibiciones de por me-
gran fama y vitalidad en la Edad Me- dio Será a principios de la Edad Mo-
dia. Las manifestaciones en nuestra derna cuando se nos muestran las pri-
comarca aún se entienden mas pues el meras noticias sobre el carnaval ,así
símbolo de la propia ciudad, las tres podemos comentar que en un oficio
columnas tienen un marcado carácter de los Reyes Católicos a las autorida-
romano. des municipales de Ciudad Rodrigo
La cultura popular era poderosa, en septiembre de 1493 se prohibía que
mientras la oficial y las religiosas eran se lidiaran mas de 6 toros al año. Ha-
más débiles, por eso con fines casi pro- ciendo hincapié en que el número era
pagandísticos la iglesia hacia coincidir mayor exigiendo a su vez que se re-
sus fiestas con las paganas, con la fina- dujera el número de comidas y bebi-
lidad de cristianizarlas(perfectamente das que pagaba el ayuntamiento Mas
se puede comprobar en la táctica lle- tarde en 1561 y con motivo de la visi-
vada por la iglesia en la América his- ta del cardenal Pacheco también el
pana en tiempos posteriores) Concejo celebró una corrida de toros
con comida incluida. Lo que si nos si-
Las fiestas populares en las que la
túa un paralelismo entre fiesta y toros.
risa, la burla o la pantomima, eran ele-
También existe la referencia en el S.
mentos esenciales, fueron considera-
XVI del toro de S. Marcos el 25 de
das como cosa demoníaca, provenien-
abril, perdiéndose referencias de mo-
te del infierno; mientras que el rezo, el
mento escritas, hasta el siglo XIX
recogimiento y la oración eran consi- de S. Juan o S. Blas la Liturgia de los
deradas como provenientes de Dios. Borrachos o el Testamento del asno
Estas premisas, marcaron la con- nos remiten a los Testamentos y entie- EL SIGNIFICADO
cepción filosófica de los primeros rros de la sardina de nuestros actuales Buscarle un significado al carna-
tiempos de la iglesia medieval, en carnavales aunque en muchos sitios se val, conlleva tener que profundizar en
cuanto se comenzó a considerarlas co- hallan perdido. A partir del Renaci- el subconsciente colectivo de las socie-
mo una segunda naturaleza humana, miento con la nueva concepción filosó- dades humanas desde hace muchos si-
como manifestaciones de desahogo, lo fica del mundo y de la vida la fiesta glos y en costumbres que se vinieron
que supuso que el estamento religioso del Carnaval fue mas un recuerdo, un repitiendo durante años y años, perió-
lo asumiera en el entorno de su propio adiós a otra época que finaliza. En mu- dicamente. Mientras el hombre creyó
ritual. Se permitían estos excesos en chos casos fue así pero en otros la con- que su ritmo vital estaba sometido a
determinadas fechas del año con el fin cepción vital medievalista perduró, fuerzas sobrenaturales el Carnaval fue
de erradicarlo poco a poco. De esta por diversas razones socioeconómicas posible. Y aún fue posible en cierta
forma la iglesia consciente de su papel hasta nuestros días. En el rural a través medida a partir del momento en que
transformador contribuyó a su expan- de las gentes y en las ciudades a través ese ritmo vital se vio reordenado por
sión bajo nuevas formas. Así se recrea- de los gremios que mostraban sus es- el establecimiento del año cristiano
ron versiones jocosas de pasajes bíbli- pectáculos, invenciones, danzas y confiriendo a esta fiesta un contenido
cos y de libros religiosos, siempre jus- mascaradas hasta su conversión en co- social y religioso. Es esta una fiesta en
tificándolo bajo la premisa de la se- fradías y en las actuales peñas Lo cier- la cual los ritos y las ceremonias se
gunda naturaleza humana. En la litur- to es que el toro siempre se ha vincula- mezclan: vestir máscara y disfraces,
gia, en los funerales, en los bautizos y do a la liturgia eclesiástica en España y correr los toros, comer cerdo, echar ce-
otras ceremonias comienzan a apare- esta presente en casi todas las fiestas niza y harina a los viandantes, gastar
cer manifestaciones divertidas y lúdi- patronales de los pueblos y ciudades bromas etc. Lo cual cambia nuestro ca-
cas: La Risa Paschalis, con comentarios de una gran parte de nuestro país. En rácter durante unos días u horas, in-
jocosos en los púlpitos; las Coena Cy- Ciudad Rodrigo el toro precede a la virtiendo los papeles sexuales, igua-
priani o los Charitas Vini, cantares ce- Cuaresma, al vincularse al Carnaval. lando socialmente a todos etc.
remoniales de consagración; las fiestas Es el eje sobre el que gira el carnaval
30
En estos días está permi-
tido hacer cosas que no lo es-
tán el resto del año e incluso
parecerían de mal gusto. El
carnaval es en definitiva el
mundo al revés, la contra-
dicción de la vida cotidiana
y la búsqueda de la inver-
sión total de valores.
Inconscientemente en
estas fechas el pueblo busca
un equilibrio en el exceso,
frente al desequilibrio que
supone el respeto a la peni-
tencia cuaresmal. to cerrado sólo con capacidad para distancias y los pesares que la vida co-
unas pocas personas en vez de en el tidiana impone, y eso incluye el rendi-
Todos los preceptos normas y usos
escenario fundamental de nuestro car- miento académico del alumnado tam-
legales del tiempo ordinario, son cam-
naval, que es la Plaza Mayor. bién.
biados por las leyes que rigen este
tiempo extraordinario. Es importante que en esta fiesta to- La sociedad agraria fue la que creó
do el mundo se sumerja olvidando las esta fiesta y en todos nuestros pueblos
Vecinos e incluso autoridades de-
por los mayores se recuerdan antiguos
ben plegarse ante faltas y desordenes
carnavales. Pero las raíces del carna-
que en otros días tendrían que casti-
val, se mantuvieron mientras el hom-
gar, cediendo ante este derecho extra-
bre creyó que su vida dependía de los
ordinario propiciado por los rituales
sobrenatural, pero la reglamentación
de origen primitivo.
incluso de la diversión, de las ideas,
La crítica social muchas veces, la del orden social, de lo bueno y de lo
parodia, lo grotesco y lo burlesco, son malo, llevaron inevitablemente en mu-
modos de ridiculizar inconsciente- chos casos a que el carnaval se situara
mente los hechos de la vida cotidiana, fundamentalmente en los casinos y lu-
los oficios, los cargos públicos, la vida gares cerrados en muchos ligares de
de los vecinos y otras manifestaciones nuestro país. No en Ciudad Rodrigo
de tipos social o profesional. La litera- donde el Carnaval se vive en la calle,
tura también se ve representada en las aunque el aumento de la vida en las
coplas y canciones populares de este peñas va limitando en los últimos
tiempo tiempos la presencia de la población
Se distingue también en el carna- en las calles.
val una tendencia natural al igualita- Vivamos el carnaval del toro, in-
rismo (“todos achuchados en los tabla- tentando mantener sus tradiciones y
os de la Plaza Mayor”) al verse supri- tras el descanso del miércoles estar to-
midas las diferencias sociales, de edad, dos aquí con apetito intelectual el 2 de
estado civil, clase o sexo. Aunque no marzo.
del todo en nuestra ciudad al presen-
Feliz Carnaval de las Edades y del Toro
tar el pregón del carnaval en un recin-
MAQUINARIA DE ESCRIBIR
FOTOCOPIADORAS
FAX
INFORMATICA
Avenida. Italia, 66 CALCULADORAS
Tel.: 923 25 88 99 • Fax 923 25 65 07 MOBILIARIO
37006 Salamanca
Felices CarnavalesSERVICIO TECNICO
31