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Existe una sociedad muy real llamada el Club de los 1001, destinada a
coordinar las acciones de los grupos ecologistas del mundo, fundado en
1971 por el príncipe Bernardo de Holanda, consorte de la Reina Juliana,
de la Casa de Orange. El número de miembros está restringido a 1001 y
sólo se ingresa por invitación. Todos los miembros pagan una
inscripción de 10.000 dólares, los que se invierten en el fondo de $10
millones y sirve para financiar las operaciones de la agrupación
ultraecologista multinacional Worldwide Fund for Nature –el fondo
Mundial para la Vida Silvestre, cuyas famosas siglas son WWF.[7]
Una lista de los miembros del Club 1001 de 1987 detallaba los miembros
por países de origen:
Número
País de miembros
156
Estados Unidos
129
Gran Bretaña
101
Holanda
64
Canadá
61
Suiza
59
Sudáfrica
53
Alemania
34
Francia
Para garantizar el éxito de este esquema, miembros del Club 1001, y los
patrocinadores más ricos del WWF han estado comprando grandes
extensiones de tierras en las regiones identifi-cadas para futuros
parques y zonas protegidas. Si acaso hallaran resistencia a sus planes,
el Club 1001 y el WWF cuentan con un creciente movimiento de partidos
verdes por todo el con-tinente, que pueden soltar contra sus opositores.
El movimiento verde Europeo fue creado precisamente como un
proyecto conjunto del WWF y las viejas policías secretas del bloque
soviético, en especial la Stasi de la Alemania Oriental.
Terrorismo Internacional
El Círculo de la Droga
Toda la estrecha relación que existe ente el tráfico de droga, la ADL, y
sus protectores políticos en los EEUU e Inglaterra está muy bien descrita
en el libro que publicó la organización EIR, Executve Intelligence
Review, Dope, Inc, (Narcotráfico S.A.) que revela con entera claridad y
abundancia de datos, nombres, lugares y fechas, la relación que existe
entre las dinastías de familias de banqueros y la conspiración
combinada de los servicios de inteligencia de varias naciones, junto a los
círculos del crimen organizado. Pero el tema del comercio de la droga es
central en las actividades del G300, como también el uso de las
organizaciones ecologistas como una herramienta de utilidad invalorable
para mantener el estado de dependencia que es necesario para que
este comercio pueda prosperar. Por ello, un somero relato de la historia
del inicio del “Imperio de la Droga”, o el “Imperio Británico”, echará
bastante luz en este aspec-to bastante oscuro de la historia. Esa luz
será muy útil para iluminar el camino hacia la Verdad.
Una pequeña línea aérea, que tiene contratos con la Reserva Federal
que le permite entregar cheques con clearing bancario, era sospechosa
de entregar estupefacientes a distintos centros urbanos del crimen,
Debe recordarse que la Reserva Federal de New York no es una
organiza-ción del gobierno de los Estados Unidos, sino que es una
organización privada y controlada por el G300 a través de sus
personeros. Este asunto nos hace recordar y nos debería “hacer parar
las orejas”, al affaire de la línea aérea Southernwinds, de Argentina, que
transportó a Madrid valijas con 40 kilos de cocaína, y que está
actualmente en plena investigación. Conse-guirá el G300 tapar el
asunto? Hay mucho dinero de por medio y, sobre todo, estructuras y
equipos de gente que proteger.
Aunque la RPC no forma parte de los G300 (no todavía) ha sido una
competidora de los ingle-ses en el comercio del opio, desde la asunción
de Mao al poder. China nunca dejó de cultivar y distribuir opio, a pesar
de haber prohibido su uso interno, pero puso la producción y distribu-
ción bajo el control del estado. El periódico de Hong Kong, Liberation
Monthly, informaba en 1989 que “la RPC provee del 80% de la heroína
de alta calidad del mercado internacional.” Hacia 1992, se informaba que
China era la mayor productora de opio del mundo, con 800 tone-ladas
anuales.
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Córdoba, Argentina, mayo, 2005
Referencias
[7] Scott Thompson, “El 'Club 1001': la elite que coordina al ecologismo
internacional,
Informe Especial, octubre-noviembre 1994 de Resumen Ejecutivo de EIR, .
[8] Dope Inc., Executive Intelligence Review, 3ª edición, 1992. EIR PO Box 1390,
Washington D.C.
EE.UU.
[9] Dr. Kevin McDonald; “David Irving in the context of Jewish Intellectual &
Political Activism”,
The Barnes Review, Washington, marzo-abril, 2000, pp. 32 y 33.
[10] Robert Gaylor Ross, Sr., Who's Who of the Elite, RIE, Texas, 1995, pág.
55,105,188, 207.
[11] El Complot, 1993, Executive Intelligence Review, Washington, EEUU, pp. 65-
81.