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Benemérita Universidad Autónoma de

Puebla

Facultad de Ingeniería Química

Análisis Instrumental

Cromatografía

Profa: Castañeda Antonio Dolores

Alumno: Jimenez Muñiz Cristian


Definición y antecedentes
Métodos variados de separación de mezclas se conocen como cromatografía. Según la
definición dada por Keulemans la cromatografía es un método de separación en el que los
componentes a desglosar se distribuyen entre dos fases, una de las cuales constituye un lecho
estacionario de amplio desarrollo superficial y la otra es un fluido que pasa a través o a lo largo
del lecho estacionario. La cromatografía se introduce en los métodos de separación en 1903 y
su posterior desarrollo y evolución se produce hacia 1930. La primera persona que definió la
cromatografía fue el botánico ruso Miguel Tswett (1872-1913) en 1906 y eligió el término
cromatografía procedente de las palabras griegas khromatos (color) y graphos (escrito) ya que
utilizó el término cromatografía para describir la separación de pigmentos vegetales en distintas
zonas coloreadas. Aunque la mayor parte de las separaciones que se realizan actualmente son
de compuestos incoloros, el término inicial cromatografía se ha mantenido.

En 1906 Tswett definió la cromatografía como:

Método en el cual los componentes de una mezcla son separados en una columna adsorbente
dentro de un sistema fluyente.

Recientemente la I.U.P.A.C define la cromatografía de forma más amplia como:

Método usado principalmente para la separación de los componentes de una muestra, en el


cual los componentes son distribuidos entre dos fases, una de las cuales es estacionaria,
mientras que la otra es móvil. La fase estacionaria puede ser un sólido o un líquido soportado
en un sólido o en un gel (matriz). La fase estacionaria puede ser empaquetada en una
columna, extendida en una capa, distribuida como una película, etc.

Se utiliza el término general de lecho para definir las distintas formas en que puede encontrarse
la fase estacionaria. Las separaciones cromatográficas se consiguen mediante la distribución
de los componentes de una mezcla entre la fase fija y la fase móvil. La separación entre dos
sustancias empieza cuando una es retenida más fuertemente por la fase estacionaria que la
otra, que tiende a desplazarse más rápidamente en la fase móvil. las retenciones mencionadas
pueden tener su origen en dos fenómenos de interacción que se dan entre las dos fases y que
pueden ser :

1. La adsorción, que es la retención de una especie química por parte de los puntos
activos de la superficie de un sólido quedando delimitado el fenómeno a la superficie
que separa las fases o superficie interfacial.

2. La absorción, que es la retención de una especie química por parte de una masa, y
debido a la tendencia que esta tiene a formar mezcla con la primera, absorción pura, o
a reaccionar químicamente con la misma, absorción con reacción química,
considerando ambas como un fenómeno másico y no superficial.

Aunque procesos parecidos ocurren en la naturaleza cuando disoluciones pasan a través de


arcilla, rocas, etc... la cromatografía como tal adquiere importancia cuando en 1850 el químico
F.F.Runge, que trabajaba con tintas, descubrió que los cationes orgánicos se separaban por
migración cuando se depositaba una disolución que los contenía sobre un material poroso,
como papel. En 1906 el botánico ruso Tswett utilizó la cromatografía en columna para separar
extractos vegetales coloreados, y a este proceso le dió el nombre de cromatografía. Pero el
mayor desarrollo se produce en 1930 con Lederer cuando consigue separar los colorantes de
la yema de huevo. Posteriormente los químicos Khun, Kamer y Ruzucca desarrollan la
cromatografía en el campo de la química orgánica e inorgánica, y obtienen el premio Nobel por
sus trabajos en 1937, 1938, 1939 respectivamente.

A partir de 1940 los métodos cromatográficos adquieren extensión mundial de forma que en
1940 Tiselius divide los métodos cromatográficos en cromatografía por análisis frontal,
desarrollo por elución y desarrollo por desplazamiento, obtuvo el premio Nobel por sus trabajos
en 1948.

Al mismo tiempo la cromatografía se aplicaba en el campo de la bioquímica, y así Martin


consigue separar algunos aminoácidos acetilados.

Tipos de cromatografía
Cromatografía en Capa Fina.

En este proceso se utiliza una placa de vidrio recubierta con fase estacionaria manteniendo un
pequeño espesor constante a lo largo de la placa. Esta se coloca en una cuba cromatográfica
la cual debe encontrarse saturada con el eluyente (Fase Móvil líquida). El eluyente ascenderá
por la placa y arrastrará los componentes a lo largo de ésta produciendo "manchas" de los
componentes. Si los componentes no son coloreados se requerirán técnicas de revelado
(Adición de Ninhidrina a aminas, Ácido sulfúrico para carbonizar compuestos orgánicos, etc) o
visores ultravioleta.

Cromatografía en Papel

El proceso es básicamente el mismo, solo que se usan tiras de papel cromatográfico en la cuba
cromatográfica.

Cromatografía de exclusión

La separación está basada en los diferentes volúmenes moleculares de los solutos. El tiempo
de elusión es proporcional al peso molecular de los mismos, lo que provoca ser no muy usada
con compuestos de alto peso. Principalmente en este proceso se emplean geles no iónicos de
partículas uniformes y porosas, como fase estacionaria.

Cromatografía de filtración:

Se emplean geles de filtración como el sephadex, que es un polímero de dextrano. El eluyente


empleado es agua o soluciones amortiguadoras, los geles aumentan su volumen cuando se
ponen en contacto con el eluyente e impiden el paso de moléculas de gran tamaño a través de
sus poros, y por eso se separan primero

Cromatografía de intercambio iónico

Se lleva a cabo con materiales especiales de estructura porosa e insoluble los cuales contienen
grupos reactivos que están asociados a iones lábiles capaces de intercambiarse con otros
iones presentes en el medio que los rodea. Se emplea en separaciones de sustancias iónicas,
tanto orgánicas como inorgánicas Es de gran importancia por sus aplicaciones analíticas.

Cromatografía de Gases (CG)

La Fase Móvil es un Gas (llamado Gas Portador o Acarreador) y la Fase Estacionaria puede
ser un sólido (Cromatografía Gas-Sólido) o una Película de líquido de alto punto de ebullición
(Generalmente Polietileno-Glicol o Silicón) recubriendo un sólido inerte (Cromatografía Gas-
Líquido). Diagrama de un Cromatógrafo de Gases (CG) Los compuestos que se pueden
separar por cromatografía de gases deben ser Volátiles y Térmicamente Estables.

Cromatografía de columna:

La técnica cromatográfica en columna, tiene como principio el de adsorción y el de soporte


cromatográfico o fase estacionaria, es un material finamente triturado y empacado en una
columna de vidrio provista de una llave de paso en la parte. El material comúnmente empleado
como fase estacionaria es el carbonato de calcio, almidón y gel de sílice, óxido de magnesio y
óxido de aluminio; su selección depende de la naturaleza del soluto por separar.

Diagrama de un equipo de cromatografía de alta resolución

En una primera etapa la cromatografía de líquidos se realizaba en columnas de vidrio con


diámetros de 1 a 5 cm y longitudes de 50 a 500 cm. En este tipo de columnas realizó Tswett
sus trabajos originales. Para asegurar unos caudales razonables, el diámetro de las partículas
de la fase estacionaria sólida por lo general era de 150 a 200 µm. Incluso así, los caudales
eran bajos, llegando a unas pocas décimas de mililitro por minuto. En consecuencia, los
tiempos de separación eran largos -a menudo de varias horas-. Los intentos para acelerar el
procedimiento clásico mediante la aplicación de vacío, o por bombeo no resultaron efectivos,
puesto que el aumento de caudal originaba un aumento de la altura de plato por encima del
mínimo característico que se observa en las gráficas de la altura de plato frente al caudal y el
resultado era una menor eficacia.

En las primeras etapas del desarrollo de la cromatografía de líquidos, los científicos se dieron
cuenta de que se podían conseguir grandes aumentos en la eficacia de la columna
disminuyendo el tamaño de las partículas de los rellenos. Sin embargo, no fue sino hasta
finales de los años sesenta cuando se desarrolló la tecnología adecuada para producir y utilizar
rellenos de tamaño de partícula del orden de los 3 o 10 µm. Esta tecnología requiere una
instrumentación sofisticada, que contrasta con las simples columnas de vidrio de la
cromatografía de líquidos clásica. Para distinguir estos procedimientos más nuevos de los
métodos básicos, que todavía se utilizan con fines preparativos, se emplea la denominación de
cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC).

Las razones de la popularidad de esta técnica son su sensibilidad, su fácil adaptación a las
determinaciones cuantitativas exactas, su idoneidad para la separación de especies no
volátiles o termolábiles y, sobre todo, su gran aplicabilidad a sustancias que son de primordial
interés en la industria, en muchos campos de la ciencia y para la sociedad en general. Algunos
ejemplos de estos materiales incluyen los aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos,
hidrocarburos, carbohidratos, drogas, terpenoides, plaguicidas, antibióticos esteroides,
especies organometálicas y una cierta variedad de sustancias inorgánicas.

La siguiente figura pone de manifiesto que los distintos procedimientos que utilizan la
cromatografía de líquidos tienden a ser complementarios por lo que a sus campos de
aplicación se refiere. Así, para solutos con masas moleculares superiores a 10 000, a menudo
se utiliza la cromatografía de exclusión, aunque ahora también es posible tratar estos
compuestos con cromatografía de reparto en fase inversa. Para especies iónicas de baja masa
molecular, se utiliza con frecuencia la cromatografía de intercambio iónico. Los métodos de
reparto se aplican a las especies poco polares pero no iónicas. Además, este procedimiento se
utiliza muchas veces para la separación de los integrantes de una serie homóloga. La
cromatografía de adsorción se elige con frecuencia para separar compuestos como, por
ejemplo, los hidrocarburos alifáticos de los alcoholes alifáticos.
Aplicaciones de la cromatografía de líquidos

Con objeto de alcanzar un caudal de eluyente razonable con rellenos de tamaño de partícula
entre 3 y 10 µm, que, por otra parte, son comunes en la moderna cromatografica de líquidos,
se requieren presiones de algunos cientos de kilos por centímetro cuadrado. Como
consecuencia de estas elevadas presiones, el equipo necesario para la HPLC tiende a ser más
sofisticado y caro que el que se utiliza en otros tipos de cromatografía. La figura que a
continuación se observa muestra un esquema de los componentes fundamentales de un
cromatógrafo de líquidos de alta resolución típico. Cada uno de los componentes se trata en los
párrafos que siguen a continuación.
Esquema de un aparato de HPLC

Diagrama de un equipo de cromatografía de gases


La cromatografía de gases es una técnica cromatográfica en la que la muestra se volatiliza y se
inyecta en la cabeza de una columna cromatográfica. La elución se produce por el flujo de una
fase móvil de gas inerte. A diferencia de los otros tipos de cromatografía, la fase móvil no
interactúa con las moléculas del analito; su única función es la de transportar el analito a través
de la columna.

Existen dos tipos de cromatografía de gases (GC): la cromatografía gas-sólido (GSC) y la


cromatografía gas-líquido (GLC), siendo esta última la que se utiliza más ampliamente, y que
se puede llamar simplemente cromatografía de gases (GC). En la GSC la fase estacionaria es
sólida y la retención de los analitos en ella se produce mediante el proceso de adsorción.
Precisamente este proceso de adsorción, que no es lineal, es el que ha provocado que este
tipo de cromatografía tenga aplicación limitada, ya que la retención del analito sobre la
superficie es semipermanente y se obtienen picos de elución con colas. Su única aplicación es
la separación de especies gaseosas de bajo peso molecular. La GLC utiliza como fase
estacionaria moléculas de líquido inmovilizadas sobre la superficie de un sólido inerte.

La GC se lleva a cabo en un cromatógrafo de gases. Éste consta de diversos componentes


como el gas portador, el sistema de inyección de muestra, la columna (generalmente dentro de
un horno), y el detector.
Esquema de un cromatógrafo de gases

El gas portador debe ser un gas inerte, para prevenir su reacción con el analito o la columna.
Generalmente se emplean gases como el helio, argón, nitrógeno, hidrógeno o dióxido de
carbono, y la elección de este gas en ocasiones depende del tipo de detector empleado. El
almacenaje del gas puede ser en balas normales o empleando un generador, especialmente en
el caso del nitrógeno y del hidrógeno. Luego tenemos un sistema de manómetros y reguladores
de flujo para garantizar un flujo estable y un sistema de deshidratación del gas, como puede
ser un tamiz molecular.

La inyección de muestra es un apartado crítico, ya que se debe inyectar una cantidad


adecuada, y debe introducirse de tal forma (como un "tapón de vapor") que sea rápida para
evitar el ensanchamiento de las bandas de salida; este efecto se da con cantidades elevadas
de analito. El método más utilizado emplea una microjeringa (de capacidades de varios
microlitros) para introducir el analito en una cámara de vaporización instantánea. Esta cámara
está a 50ºC por encima del punto de ebullición del componente menos volátil, y está sellada
por una junta de goma de silicona septa o septum.

La fase estacionaria

Las propiedades necesarias para una fase estacionaria líquida inmovilizada son:

1. Características de reparto (factor de capacidad κ' y factor de selectividad α) adecuados


al analito.
2. Baja volatilidad, el punto de ebullición de la fase estacionaria debe ser al menos 100ºC
mayor que la máxima temperatura alcanzada en el horno.
3. Baja reactividad.
4. Estabilidad térmica, para evitar su descomposición durante la elución.

Existen como mucho una docena de disolventes con estas características. Para elegir uno,
debe tenerse en cuenta la polaridad del analito, ya que a mayor polaridad del analito, mayor
polaridad deberá tener la fase estacionaria. Algunas fases estacionarias utilizadas actualmente
(2005) son:

 Polidimetilsiloxano, fase no polar de uso general para hidrocarburos, aromáticos,


polinucleares, drogas, esteroides y PCBs.
 Poli(fenilmetildifenil)siloxano (10% fenilo), para ésteres metílicos de ácidos grasos,
alcaloides, drogas y compuestos halogenados.
 Poli(fenilmetil)siloxano (50% fenilo), para drogas, esteroides, pesticidas y glicoles.
 Poli(trifluoropropildimetil)siloxano, para aromáticos clorados, nitroaromáticos,
bencenos alquilsustituidos.
 Polietilenglicol,sirve para compuestos polares, tambien para compuestos como
glicoles, alcoholes, éteres, aceites esenciales.
 Poli(dicianoalildimetil)siloxano, para ácidos grasos poliinsaturados, ácidos libres y
alcoholes.

Cromatogramas

Si un detector que responde a la concentración del soluto se coloca al final de la columna, y se


registra su señal en función del tiempo (o del volumen de fase móvil añadido), se obtienen una
serie de picos como se muestra en la siguiente figura. Este gráfico denominado cromatograma,
es útil tanto para el análisis cualitativo como para el cuantitativo. La posición de los picos en el
eje del tiempo puede servir para identificar los componentes de la muestra; las áreas bajo los
picos proporcionan una medida cuantitativa de la cantidad de cada componente.

Señal de salida de un detector (cromatograma)

La figura que a continuación se observa muestra los perfiles de concentración de dos solutos,
A y B en dos etapas, anterior (t1) y posterior (t2) de la elución de una columna cromatográfica.
La especie B es retenida más fuertemente, y por ello se retrasa durante la migración. Es
evidente que el movimiento de avance por la columna aumenta la distancia entre las dos
bandas. Sin embargo, al mismo tiempo tiene lugar un ensanchamiento de ambas zonas, lo que
disminuye la eficacia de la columna como sistema de separación. Aunque el ensanchamiento
de banda es inevitable, por lo común se pueden encontrar unas condiciones en las que ocurra
más lentamente que la separación de bandas. De este modo, tal como se muestra en la figura
anterior, es posible una resolución clara de las especies siempre que la columna sea lo
bastante larga.

Perfiles de la concentración de las bandas de los analitos A y B a dos tiempos distintos en


su migración a lo largo de una columna.
Detectores en cromatografía de líquidos

A diferencia de la cromatografía de gases, en la cromatografía de líquidos no hay detectores


tan aplicables universalmente ni tan fiables como los detectores de ionización de llama y de
conductividad térmica. Uno de los mayores retos en el desarrollo de la cromatografía de
líquidos ha sido el perfeccionamiento de los detectores.

Un detector ideal para cromatografía de líquidos debería poseer todas las propiedades listadas
en relación con la cromatografía de gases, con la excepción de que un detector para
cromatografía de líquidos no es necesario que sea sensible en un intervalo tan grande de
temperaturas. Además, un detector de HPLC debe tener un volumen interno mínimo a fin de
reducir el ensanchamiento de banda.

Los detectores en cromatografía de líquidos son de dos tipos básicos. Los detectores basados
en una propiedad de la disolución responden a una propiedad de la fase móvil, tal como el
índice de refracción, la constante dieléctrica, o la densidad, que se modifica por la presencia de
los analitos. Por contraste, los detectores basados en una propiedad del soluto responden a
alguna de las propiedades del soluto, como la absorbancia UV, fluorescencia, o intensidad de
difusión, que no son propias de la fase móvil. En la siguiente tabla se indican los detectores
más comunes empleados en HPLC y algunas de sus propiedades más importantes. Un informe
de 1982 sobre 365 trabajos publicados en los que tenía un papel importante la cromatografía
de líquidos, reveló que el 71 % se utilizaban en la detección de la absorción UV, el 15% la
fluorescencia, el 5,4% el índice de refracción, el 4,3% empleaba medidas electroquímicas y el
4,3% restante otras medidas.

Características de los detectores de HPLC


Detectores de absorbancia

La siguiente figura muestra el esquema de una cubeta de flujo en forma de Z para la medida de
la absorbancia de los efluentes de una columna cromatográfica. A fin de minimizar el
ensanchamiento de banda extracolumna, el volumen de estas cubetas ha de ser lo menor
posible, de modo que los volúmenes se limitan por lo común de 1 a 10 µL y las longitudes de la
cubeta de 2 a 10 mm. La utilización de cubetas de este tipo está restringida a presiones no
mayores de unos 50 kg/cm2.

Celda de detector ultravioleta en HPLC

Muchos detectores de absorbancia son dispositivos de doble haz, en los que uno de los haces
pasa por la cubeta de flujo y el otro a través de un filtro que reduce su intensidad. Para
comparar las intensidades de los dos haces se utilizan detectores fotoeléctricos contrastados.
También se utilizan instrumentos de un solo haz. En este caso, las medidas de intensidad del
disolvente se almacenan en la memoria de un ordenador y al final se recuperan para el cálculo
de la absorbancia.

Detectores de absorbancia ultravioleta con filtros. Los detectores de absorción UV más


simples son los fotómetros de filtros con una lámpara de mercurio como fuente. Lo más común
en estos casos es aislar la línea intensa a 254 nm por medio de filtros; en algunos equipos
también se pueden utilizar las líneas a 250, 313, 334 y 365 nm empleando otros filtros. Resulta
obvio que este tipo de detector se utiliza de forma restringida para aquellos solutos que
absorben a alguna de estas longitudes de onda. Algunos grupos funcionales orgánicos y
diversas especies inorgánicas exhiben una banda ancha de absorción a una o más de esas
longitudes de onda.

Detectores de absorbancia ultravioleta con monocrornadores. La mayoría de los


fabricantes de instrumentos de HPLC ofrecen detectores que consisten en un
espectrofotómetro de barrido con óptica de red. Algunos se limitan a la radiación ultravioleta;
mientras que otros abarcan la radiación ultravioleta y la visible. Se pueden elegir varios modos
operacionales. Por ejemplo, se puede obtener el cromatograma completo a una sola longitud
de onda o alternativamente, cuando los picos que eluyen están suficientemente separados, se
puede elegir distinta longitud de onda para cada pico. En este caso, debe emplearse el control
por ordenador para elegir la mejor longitud de onda en cada caso. Cuando se desean los
espectros completos con fines de identificación, se puede parar el flujo del eluyente durante un
tiempo suficiente que permita el barrido de la región de longitud de onda que interesa.
Detectores de absorbancia en el infrarrojo. Comercialmente se ofrecen dos tipos de
detectores de infrarrojo. El primero con barrido de longitud de onda que proporcionan tres
segmentos de filtro semicirculares. El segundo, mucho más sofisticado, es un tipo de detector
infrarrojo que se basa en los instrumentos de transformada de Fourier.
Las cubetas de los detectores de infrarrojo son semejantes a las de radiación ultravioleta
excepto en que las ventanas se construyen de cloruro de sodio o de fluoruro de calcio. Las
longitudes de la cubeta oscilan de 0.2 a 1.0 mm, y los volúmenes de 1.5 a 10 µL. Los
instrumentos de infrarrojo más sencillos pueden trabajar a una o más longitudes de onda;
alternativamente, se pueden obtener los espectros de los picos parando el flujo en su tiempo
de elución.
Una de las mayores limitaciones al uso de los detectores de infrarrojo se debe a la baja
transparencia de muchos de los disolventes que se utilizan. Por ejemplo, las bandas anchas de
absorción infrarroja del agua y de los alcoholes impiden prácticamente el uso de este detector
para muchas aplicaciones.

Detectores de fluorescencia

Los detectores de fluorescencia para HPLC son semejantes en diseño a los fluorímetros y
espectrofluorímetros. En la mayoría de ellos, la fluorescencia se detecta por medio de un
detector fotoeléctrico colocado perpendicularmente respecto al haz de excitación. Los
detectores más sencillos utilizan una fuente de excitación de mercurio, y uno o más filtros para
aislar la radiación fluorescente. Los futuros desarrollos en los detectores de fluorescencia
probablemente se basarán en el uso de fuentes de láser sintonizables, las cuales permiten una
mayor sensibilidad y selectividad.
Una ventaja inherente a los métodos de fluorescencia es su alta sensibilidad, que resulta ser
más de un orden de magnitud mayor que la de los sistemas de absorbancia.
En cromatografía de líquidos se ha aprovechado esta ventaja para la separación y
determinación de los componentes fluorescentes de las muestras.

Detectores de índice de refracción

Estos detectores miden la diferencia de índice de refracción, entre el disolvente que en su


camino hacia la columna pasa a través de una mitad de la cubeta y el efluente de la columna
que pasa por la otra mitad. Los dos compartimentos están separados por una placa de vidrio
montada a un ángulo de modo que si las dos disoluciones difieren en el índice de refracción se
produce una desviación de un haz de luz incidente. El desplazamiento del haz con respecto a
la superficie fotosensible del detector provoca una variación de la señal de salida, la cual, una
vez amplificada y registrada, proporciona el cromatograma.
Los detectores de índice de refracción tienen la ventaja de que responden a casi todos los
solutos. Es decir, son detectores universales análogos a los detectores de llama en
cromatografía de gases. Además, son fiables y no dependen del caudal. Sin embargo, son muy
sensibles a los cambios de temperatura, y se han de mantener a una temperatura constante en
unas pocas milésimas de grado centígrado. Por otra parte, no son tan sensibles como la
mayoría de los otros detectores, y por lo general no se pueden utilizar en la elución con
gradiente.

Detector de dispersión de luz

Recientemente, se ha comercializado un nuevo tipo de detector general para la HPLC, el


detector de dispersión de luz (ELSD). En este detector, el efluente de la columna se pasa a un
nebulizador donde se convierte en una fina niebla mediante un flujo de nitrógeno o aire. Las
finas gotitas se llevan a través de un tubo de conducción a temperatura controlada donde tiene
lugar la evaporación de la fase móvil, lo que origina unas finas partículas de analito. La nube de
partículas de analito pasa a través de un haz láser. Mediante un fotodiodo de silicio se detecta
la radiación dispersada perpendicularmente al flujo.
Una de las mayores ventajas de este tipo de detector es que su respuesta resulta ser
aproximadamente la misma para todos los solutos no volátiles. Además es notablemente más
sensible que el detector de índice de refracción.
Detectores electroquímicos

Los fabricantes de instrumentos proporcionan en la actualidad varios tipos de detectores


electroquímicos. Estos dispositivos se basan en cuatro métodos electroanalíticos que incluyen
la amperometría, la voltamperometría, la coulombimetría y la conductimetría.

Detectores en cromatografía de gases

El detector es el dispositivo de medición en el sistema cromatográfico, y como su nombre lo


indica, detecta la presencia de compuestos en la corriente de gas que sale de la columna.

Indican y miden los solutos en la corriente del gas acarreador, convirtiendo una señal no
medible directamente en una señal elaborable de una propiedad física. Esta señal es elaborada
por una comparación entre el gas acarreador puro (blanco) y el mismo gas llevando cada uno
de los componentes previamente separados en la columna, esto es traducido en una señal
eléctrica que es amplificada y registrada al momento de salir de la columna.

Un buen detector es altamente sensible, tiene una respuesta lineal sobre un amplio rango de
concentración y es relativamente insensible a variaciones de flujo y temperatura (rango
dinámico lineal).

Pueden ser clasificados por:

 Grado de selectividad: universales que responden a la mayoría de los solutos;


específicos-selectivos con respuesta a un grupo particular de sustancias.
 Recuperación de la muestra: en referencia a si la muestra es destruida o no.
 Modo de respuesta: dependientes de flujo de masa (cantidad de soluto
independientemente de la cantidad de gas portador); dependientes de concentración
(cantidad de soluto por unidad de volumen de gas portador).
 Proceso de detección: ionización; óptico-espectroscópico; electroquímico.

Detector de conductividad térmica (TCD thermal conductivity detector)

Consiste de dos celdas metálicas idénticas, cada una conteniendo un filamento de alambre de
tungsteno o de tungsteno con lámina de oro. El efluente fluye a través de una celda y el gas
portador (He o H2) fluye a través de la otra. En un lado de la muestra el gas fluye por el
filamento mientras que en el lado de referencia el gas puede pasar sobre el alambre del
filamento y difundir a través de él. Los filamentos son calentados por una corriente eléctrica. La
temperatura del elemento censor depende de la conductividad térmica del gas que fluye
alrededor. Cambios en conductividad térmica, como cuando las moléculas orgánicas desplazan
un poco al gas portador, provocan un incremento en la temperatura del elemento el cual está
siendo monitoreado como un cambio en la resistencia.

Dos pares del TCD son utilizados en cromatógrafos de gases, un par localizado en la salida de
la columna para detectar los componentes separados mientras van saliendo, el otro par
localizados antes del inyector o en una columna de referencia separando las resistencias de los
dos pares y están acomodados en un circuito de puente.

Para un máximo de sensibilidad, la temperatura del filamento es incrementada, la temperatura


y la velocidad del flujo son disminuidas y se escoge un gas con mayor conductividad térmica (la
mayoría de los gases orgánicos tienen calores de conductividad bajos).
Este es un método no destructivo dependiente de concentración, con selectividad universal,
con un límite de detección de ~400 pg/ml de gas portador. Su modo de detección es debido al
cambio de resistencia del cable basado en la termoconductividad del gas cuando fluye a través
de la columna.
Detector de conductividad térmica

Detector de ionización de flama (FID flame ionization detector)

El FID consiste de una flama hidrógeno/aire y una placa colectora. Las muestras que salen de
la columna pasan a través de la flama, la cual rompe las moléculas orgánicas y produce iones.
Los iones son colectados en un electrodo parcial y produce una señal eléctrica. Es
extremadamente sensible en un amplio rango dinámico. La única desventaja es que destruye la
muestra.
La muestra debe ser un combustible, esta entra en la base del detector, se mezcla con el
hidrógeno y entra a la flama. Hay compuestos con poca o sin respuesta al FID, compuesto
como el NH3, CS2, Nox, CO, CO2, O2, H2O, N2, compuestos perhalogenados, etc.

La respuesta está basada en el número de carbonos y otros elementos tales como halógenos y
el oxígeno presentes que reducen la combustión. Este es un método destructivo dependiente
de flujo de masa, con selectividad para compuestos orgánicos, con un límite de detección de ~
100pg/seg. Su modo de detección es debido a la producción de iones en una flama resultando
en una corriente que puede ser medida.

Detector de ionización de flama


Detector fotométrico de flama (FPD flame photometric detector)

Es uno de los más usados en los métodos selectivos de cromatografía de gases. El FPD
consiste de una flama reductora que produce especies quimioluminiscentes. Estas especies
emiten una luz característica que es óptimamente filtrada por la longitud de onda deseada, la
cual determina que componentes son los detectados. La luz filtrada es medida por un
fotomultiplicador (PMT) y transducida a una señal. Se puede agregar un segundo
fotomultiplicador, el cual permite una detección simultánea de una segunda señal
.
Los filtros para FPD pueden ser seleccionados para diferentes componentes, pero los más
comunes son para la detección de sulfurados y fosforados en mezclas complejas. La
5
selectividad de FPD clásicos (como una porción por peso del carbono) es 10 para sulfurados y
6
10 para fosforados.

La cromatografía de gases con FPD puede ser usada para detectar componentes sulfurados
en extractos crudos de aceite y en contaminantes de gas natural. También puede ser utilizado
para detectar pesticidas y herbicidas organofosforados, así como de componentes sulfurados
volátiles en el análisis de alimentos.

Este es un método destructivo dependiente de flujo de masa, con selectividad para S, P, Sn, B,
As, Ge, Se, Cr; con un límite de detección de ~ 100pg/seg. Su modo de detección es debido a
la producción longitudes de onda particulares resultando en una corriente que puede ser
medida.

Detector fotométrico de flama

Detector de captura de electrones (ECD electron capture detector)

Es altamente sensible a compuestos halogenados y por lo tanto muy útil en la detección de


pesticidas. Da un poco de respuesta a hidrocarburos y otros carbonilos conjugados. Para este
tipo de cromatografía la muestra debe contener una fase gaseosa electrófora. Este es un
sistema donde se detectan partículas β por absorción de especies que contienen halógenos,
nitrilos, nitratos, organometales y dobles enlaces conjugados. Las partículas β son emitidas por
63
una fuente de Ni, los electróforos las absorben reduciendo la corriente, siendo esta la base de
la respuesta.
Detector de captura de electrones

Detector de fotoionización (PID photoionization GC detector)

Este tipo de detector es muy selectivo para los compuestos con hidrocarburos aromáticos o
con heteroátomos, los cuales tienen potenciales de ionización. Utiliza luz ultravioleta para
ionizar un analito, la longitud de onda oscila entre 106-150 nm. Los iones producidos son
colectados por electrodos siendo la corriente generada una medida de la concentración del
analito.

Este es un método no destructivo dependiente de concentración, con selectividad para


compuestos alifáticos, aromáticos, heterocíclicos, organosulfurados y algunos organometálicos,
cetonas, ésteres, aldehídos y aminas; con un límite de detección de ~2pg/seg. Su modo de
detección es debido a los potenciales de ionización de los compuestos analizados.

Detector de fotoionización
Técnicas cromatográficas

Las técnicas cromatográficas pueden clasificarse según diferentes criterios: atendiendo al


modo como las faces se ponen en contacto y atendiendo a fundamento del proceso de
separación. En este último caso en definitiva se trata de la naturaleza de las fases y del tipo de
interacciones que tienen lugar entre los solutos y las fases utilizadas.

Clasificación atendiendo al fundamento de la separación (naturaleza de las fases y tipo de


interacciones)

a) Cromatografía de líquidos (fase móvil líquida)

Fase estacionaria sólida: se trata de sólidos finamente divididos (con gran superficie específica)
 Cromatografía de adsorción: la fase estacionaria sólida retiene a los solutos por un
doble efecto de adsorción física y química. Las interacciones implicadas son del tipo de
fuerzas de Van der Waals.
 Cromatografía de cambio iónico: el sólido retiene a los solutos gracias a atracciones
electrostáticas. La fase estacionaria sólida lleva en la superficie cargas electrostáticas
fijas, que retienen contraiones móviles que pueden intercambiarse por iones de la fase
móvil.
 Cromatografía de exclusión: la fase estacionaria es un material poroso, que retiene a
las moléculas en función de su tamaño, en ocasiones se denomina también
cromatografía de filtración sobre geles o de permeabilidad en geles.

Fase estacionaria líquida:


 Cromatografía de reparto: la fase estacionaria son líquidos inmovilizados sobre un
material inerte sólido que solo actúa de soporte.
 Cromatografía de afinidad o de gases enlazadas: la fase estacionaria es
generalmente un polímero de tipo líquido inmovilizado sobre un sólido inerte por
enlaces covalentes.
En ambos casos la separación se debe a equilibrios de distribución de los solutos entre las
fases móvil y estacionaria controlados por la diferente solubilidad de los mismos en las distintas
fases.

b) Cromatografía de gases (fase móvil gaseosa)

 Cromatografía de adsorción (o cromatografía gas – sólido) la fase estacionaria es


un sólido finamente dividido, que retiene a los solutos por adsorción.
 Cromatografía de partición o reparto: la fase estacionaria es un líquido retenido por
impregnación o por enlace sobre un sólido inerte. Se basa en equilibrios de
distribución.
c) Cromatografía de fluidos supercríticos (la fase móvil es un fluido supercrítico)

Un fluido supercrítico es un fluido calentado a T y P superiores a las críticas. Posee algunas


características propias de un gas y algunas propias de un líquido, la fase estacionaria puede
ser líquida o sólida.

Clasificación atendiendo al modo en que se lleva a cabo la separación (como se ponen en


contacto las fases):

 Cromatografía en columna: la fase estacionaria se introduce en un tubo estrecho a


través del cual se hace pasar la fase móvil. Esta se desplaza por capilaridad, gravedad
o presión. Pueden emplearse fases móviles liquidas, gaseosas o fluidos supercríticos.
 Cromatografía plana: la fase estacionaria se coloca en un soporte plano. En
cromatografía plana el flujo de fase móvil se consigue por capilaridad o por capilaridad
y gravedad. Solo pueden emplearse líquidos como fase móvil. Existen:

 Cromatografía en papel: la fase estacionaria está constituida por el agua retenida en la


celulosa, también existen papeles cambiadores de iones.
 Cromatografía en capa fina: la fase estacionaria es un sólido adsorbente finamente
dividido o un líquido inmovilizado sobre un sólido colocado sobre una placa plana.

Columnas cromatográficas

Para cromatografía de líquidos

Las columnas para cromatografía de líquidos se construyen de ordinario con tubo de acero
inoxidable de diámetro interno uniforme. Cientos de columnas empaquetadas que difieren en
tamaño y relleno se comercializan por distintos fabricantes.

Columnas analíticas

La mayoría de las columnas para cromatografía de líquidos tienen una longitud entre 5 y 30
cm. Por lo común, las columnas son rectas y se pueden alargar,
si es necesario, acoplando dos o más columnas. El diámetro
interno de las columnas es a menudo de 4 a 10 mm y los
tamaños de las partículas de los rellenos más comunes son 3, 5 y
10 µm.

Tal vez la columna más frecuentemente utilizada es la de 25 cm


de longitud y 4.6 mm de diámetro interno, y empaquetada con
partículas de 5 µm. Estas columnas tienen de 40 000 a 60 000
platos/metro.

También, se han empezado a fabricar columnas de alta


resolución más rápidas, las cuales tienen menores dimensiones
que las anteriormente descritas. Estas columnas pueden tener
diámetros internos que oscilan entre 1 y 4.6 mm y se rellenan con
partículas de 3 o 5 µm. A menudo su longitud es de 3 a 7.5 cm.
Estas columnas tienen hasta 100 000 platos/metro y presentan la
ventaja de la rapidez y del mínimo consumo de disolvente. La
última propiedad es de considerable importancia, puesto que los
disolventes de alta pureza que se requieren en cromatografía de líquidos son muy caros.

Precolumnas

En muchas ocasiones, para aumentar la vida de la columna analítica,


se coloca delante una precolumna que elimina la materia en
suspensión y los contaminantes de los disolventes. Además, en
cromatografía líquido-líquido, la precolumna sirve para saturar la fase
móvil con la fase estacionaria y así minimizar las pérdidas de ésta en la
columna analítica. La composición del relleno de la precolumna debe
ser semejante al de la columna analítica; sin embargo, el tamaño de
partícula es por lo común mayor para minimizar la caída de presión.

Termostatos

En muchas aplicaciones no se necesita un control estricto de la temperatura, y las columnas


trabajan a temperatura ambiente. Sin embargo, muchas veces si se controla la temperatura de
la columna en unas pocas décimas de grado centígrado, se obtienen mejores cromatogramas.
La mayoría de los instrumentos comerciales llevan actualmente hornos para las columnas que
controlan la temperatura de la columna a las décimas de grado, desde la temperatura ambiente
hasta 150 ºC. Para poder controlar con precisión la temperatura, las columnas también se
pueden colocar en camisas con agua que provenga de un baño a temperatura constante.

Tipos de rellenos de la columna

En cromatografía de líquidos se han utilizado dos tipos básicos de rellenos, pelicular y de


partícula porosa. El primero consiste en bolas de vidrio o de polímero, no porosas y esféricas
con unos diámetros característicos de 30 a 40 µm. En la superficie de estas bolas se deposita
una capa delgada y porosa de sílice, alúmina o de una resina de intercambio iónico. Para
algunas aplicaciones se aplica un recubrimiento adicional, constituido por una fase estacionaria
líquida que se mantiene fija por adsorción. Las bolas también se pueden tratar químicamente
para obtener una capa superficial orgánica. Por lo general, los rellenos peliculares se utilizan
ampliamente en las precolumnas y no en las columnas analíticas.

Los típicos rellenos de partículas porosas de cromatografía de líquidos están formados por
micropartículas porosas con diámetros entre 3 y 10 µm y con la menor dispersión posible para
un tamaño determinado. Las partículas son de sílice, alúmina o resinas de intercambio iónico,
aunque la sílice es el material más común. Las partículas de sílice se sintetizan aglomerando
partículas de sílice de tamaños inferiores al micrón en unas condiciones tales que se forman
partículas mayores con diámetros muy uniformes. Las partículas que resultan se recubren
muchas veces con películas orgánicas, que se unen química o físicamente a la superficie.

Para cromatografía de gases

Las columnas están hechas de cobre, acero inoxidable o tubos de vidrio, dobladas o
enrolladas. Excepto para las de vidrio, las columnas son empacadas mientras se están
doblando. Las columnas analíticas tienen una longitud de 1-6 m. de longitud y de 2-4 mm. de
diámetro. Según se encuentre en ella distribuida la fase estacionaria y el valor que alcance la
relación de fases se originan los diferentes tipos de columnas. La separación de la mezcla se
realiza dentro de la columna, por lo tanto, es la parte más importante del cromatógrafo.

La primera columna utilizada fue una de relleno (James & Martin, 1952), posteriormente fue
introducida la columna capilar, siendo así los dos extremos en la gama de columnas utilizadas
en la cromatografía de gases. El criterio para la diferenciación de columnas es con base en dos
propiedades de éstas:

 Relación de fases: volumen de fase móvil/volumen de fase estacionaria; Vm/Vs


 Permeabilidad: representada por una constante dependiente de las características
geométricas de la columna; k

Con base en estas dos características se encuentran los siguientes tipos de columnas, en las
que Vm/Vs y k aumentan en orden progresivo1:

1. Clásicas de relleno
2. Capilares rellenas
3. Capilares de capa porosa
4. Capilares abiertas

La elección de las columnas es lo más crítico, existen dos diferencias fundamentales que
deben ser consideradas para la elección de la columna: la cantidad de muestra que admiten
(capacidad de carga) y los valores de los flujos del gas portador. La capacidad de carga se
define como la cantidad de muestra que se puede inyectar sin pérdida apreciable de eficacia y
está relacionado con la cantidad de fase estacionaria por unidad de longitud de la columna.

Las columnas empaquetadas contienen un soporte sólido inerte con una cubierta delgada de la
fase líquida. El soporte sólido es frecuentemente tierra de diatomeas. La fase líquida puede
tener una viscosidad baja y una alta solubilidad para la mezcla de componentes.

Las columnas de capilaridad originalmente contenían una película del líquido cubriendo la
pared interna de la columna de vidrio o metal. Las columnas de capilaridad ahora contienen
una capa de revestimiento sólido dentro de ella con poro en el centro. Estas columnas son
mejores porque se les puede aplicar una velocidad óptima de flujo más rápida (aprox. de 2- 5
ml por min en lugar de 1 ml por min). Debido a este tipo de columnas, los análisis han podido
ser más sensibles.
La cantidad de muestra que admite una columna capilar sin que sufra sobrecarga es mucho
menor que en una columna clásica. La sobrecarga se alcanza cuando la concentración de
soluto en la fase estacionaria es tan grande que la isoterma de distribución deja de ser lineal.

Columnas clásicas de relleno

Constituidas por un tubo de metal o vidrio con relleno de soporte granular con la superficie
recubierta por una película de la fase estacionaria.

Longitud 1-10 m
Diámetro interno 2-4 mm hasta 5 cm en escala preparativa
Tamaño de la partícula de relleno diez veces menor que el diámetro del tubo
Capacidad de carga grande
Relación de fases pequeña
Permeabilidad baja

A mayor tamaño de partícula del relleno mayor será su permeabilidad, cuanto más rugosa sea
su superficie mayor capacidad de carga se obtendrá. Por esta razón es el único tipo de
columna que se usa a escala preparativa.

La suspensión del soporte en la disolución de la fase estacionaria debe agitarse


mecánicamente y, si es necesario, calentar ligeramente para evaporar la mayor parte del
solvente. El tubo de la columna debe estar perfectamente limpio, para rellenarlo se debe
introducir un extremo de ésta en el relleno preparado con la ayuda de un embudo, mientras que
por el otro extremo se hace vacío con una bomba. Como tapones es conveniente utilizar lana
de vidrio o cuarzo y una malla metálica fina.

Columnas capilares rellenas

Se distinguen de las columnas clásicas de relleno por le diámetro interno del tubo, no excede
un milímetro. Además, la relación entre los diámetros del tubo y de la partícula de relleno es del
orden de tres a cinco veces. Esto hace que sea un relleno más irregular y una permeabilidad
del orden de diez veces superior.

Longitud de 10-50 m.
Diámetro interno de 1 mm.
Tamaño de la partícula de relleno de 3 a 5 veces
Capacidad de carga pequeña
Relación de fases grande
Permeabilidad mayor que las clásicas

Al ser mayor la permeabilidad pueden construirse columnas más largas (10-50 m). Guichon
(1966) y Halasz (1967) han hecho estudios muy detallados de este tipo de columna. Este tipo
de columnas no está comercializado, debido a lo difícil de introducir un soporte en un tubo
capilar metálico de esa longitud. Por el contrario, es más sencillo cuando se trata de tubos de
vidrio. Se rellena un tubo Pyrex con el soporte elegido antes de estirarlo, entonces al capilar
resultante contiene ya el soporte en su interior. La fase estacionaria se introduce de manera
similar a las columnas capilares abiertas.

Columnas capilares de capa porosa

En este caso el soporte es depositado en la pared interior del tubo, después es recubierto por
la fase estacionaria y la parte central del capilar permanece vacía.

Longitud de 25-200 m
Diámetro interno de 0.1-0.5 mm
Tamaño de la partícula de relleno varía entre el de un soporte clásico y las partículas de
carbono producidas por la pirólisis de una sustancia orgánica.
Permeabilidad valores máximos (al igual que las capilares abiertas).
El procedimiento dependerá de la naturaleza de la columna y del soporte.
Columna metálica: se prepara una suspensión del soporte, se llena la columna con la
suspensión, se cierra un extremo y se evapora el agente dispersante quedando así adheridos a
la pared del capilar.

Columna de vidrio: similar al de columnas capilares rellenas. La diferencia consiste en


introducir una varilla de acero inoxidable un el tubo de vidrio y situar el soporte entre ambos.
Después se procede al estirado manteniendo fija la varilla.

Columnas capilares abiertas

También conocidas como columnas Golay, quien fue el primero en utilizarla (Golay, 1958). La
fase estacionaria va depositada en la pared interior del tubo que actúa como soporte.

Longitud hasta 200 m, los más utilizados varían entre 50-100 m


Diámetro interno 0.1-0.5 mm
Capacidad de carga muy pequeña
Relación de fases es la más alta

Debido a la pequeña cantidad de fase estacionaria por unidad de longitud de la columna tiene
una capacidad de carga muy pequeña. Necesita detectores más sensibles.

La naturaleza del tubo y el procedimiento seguido para su limpieza son de gran importancia en
este tipo de columnas, ya que la pared del mismo sirve como soporte y su capacidad de
retención del solvente influirá notablemente en la uniformidad de la película formada. Uno de
los métodos consiste en llenar el tubo con una disolución diluida de la fase estacionaria en un
disolvente volátil, cerrar un extremo e introducirla en una estufa con una temperatura superior
al punto de ebullición del solvente, la fase quedará depositada sobre la pared del capilar.

Temperatura programada. Entre homólogos el tiempo de retención aumenta exponencialmente


con el número de carbonos. Conforme aumenta el tiempo de retención, el ancho aumenta y la
altura disminuye haciendo imposible la detección después de que algunos picos han eluído.
Como la solubilidad de un gas en un líquido disminuye conforme la temperatura se eleva, se
puede reducir la retención de un material aumentando la temperatura de la columna.

Se debe considerar la solubilidad, cambios en la volatilidad y estabilidad de los solutos,


cambios en el flujo y estabilidad de la fase estacionaria. La temperatura debe de estar dentro
de Tmin/Tmax de la columna. Algunos GC permiten programación más compleja que el simple
incremento gradual de la temperatura.
Determinar la temperatura inicial y el tiempo basado en la mejor separación posible de los
primeros picos. Repetir uno para los últimos picos para encontrar la mejor temperatura y
tiempo. Experimentar con varias rampas para el resto de los componentes.

Los flujos del gas portador que se utilizan en columnas capilares suelen ser del orden de 0.5-3
ml/min, mientras que en una columna clásica ascienden a un orden de 30-100 ml/min.
Para poder utilizar la columna capilar con éxito será necesario introducir entre el inyector y la
columna un dispositivo denominado divisor de flujo, cuya finalidad es permitir la entrada en la
columna de una pequeña fracción solamente del flujo que pasa por el sistema de inyección. La
relación de división (flujo al exterior/flujo que pasa por la columna) suele oscilar entre 50 y 120.
Esto permite disminuir la cantidad de muestra que pasa por la columna (que queda reducida a
la fracción que indica la relación de división) y aumentar la velocidad lineal del gas portador en
el sistema de inyección en la cantidad indicada por la relación de la división (la difusión
molecular en esta parte del instrumento se hace muy pequeña).

Entre los factores que disminuyen la eficacia de una columna se encuentran:

 Longitud de la columna. Limita en cuanto a las velocidades lineales del gas portador,
originando tiempos de análisis muy largos y sin mejorar la resolución.
 Diámetro de la columna. Más importante en columnas capilares abiertas, por la
resistencia que opone la fase móvil a la transferencia de masas.
 Tamaño de la partícula de relleno.
 Naturaleza de las fases. Fase estacionaria: no afecta. Gas portador: viscosidad y
valores del coeficiente de difusión en la fase móvil.
 Cantidad de fase estacionaria. A menor cantidad mayor eficacia.
 Temperatura de la columna. Al aumentar esta disminuye la eficacia al afectar
directamente en el coeficiente de reparto.
 Velocidad del gas portador. Una velocidad elevada es la óptima.
 Cantidad de muestra inyectada.

Tipos de columnas cromatográficas

Aplicaciones

Cromatografía de gases

Aplicaciones en comida, saborizantes y fragancias

En la mayoría de las investigaciones hechas sobre saborizantes se realizan por cromatografía


de gases, y las correlaciones sensoriales que se requieren para que haya significancia en la
determinación de sabores deben ser medidas por patrones de cromatografía de gases.

La cromatografía de gases es ampliamente utilizada en el análisis de aceites esenciales, donde


la complejidad de la muestra puede ser en verdad un gran reto. Muchos de estos productos
son frágiles e importantes comercialmente y se utiliza la cromatografía de gases para
cuantificar componentes específicos que podrían ser indicativos de calidad del aceite y para
detectar adición de compuestos clandestinos como antioxidantes así como componentes
utilizados como diluyentes.

Un ejemplo de esto puede ser el aceite de limón al cual se adulteraba por la adición de
turpentina. De aquí que la cromatografía de gases es usada no solo para establecer cuáles son
los materiales normales que contiene cada muestra, sino también aquellos componentes cuya
concentración aumenta el abuso del aceite (ejemplo: el p-cymeno). La complejidad el aceite es
tan alta que no se podría analizar su composición por una simple columna cromatográfica, por
lo que se usan columnas especializadas de polimetilsiloxano con diferentes fases
estacionarias, para producir una mejor separación de los compuestos así como un tiempo de
vida más largo.

Otro uso importante de la cromatografía de gases ha sido en el análisis de vinos adulterados.


Por ejemplo, en los vinos europeos fue de gran importancia en la detección de dietilenglicol. El
dietilenglicol es un material tóxico y se ha encontrado en niveles de 60 g/L en los vinos.
También se pueden detectar contaminantes dentro de la comida empaquetada por
cromatografía de gases. Estos contaminantes están relacionados con trazas de solventes
residuales usados en las películas plastificadas del empaquetamiento (por ejemplo, el 2-
etilhexanol).

Aplicaciones relacionadas a químicos y petróleo

Los análisis de productos del petróleo incluyen la separación de mezclas de gases ligeros
hasta la caracterización de aceites crudos y materiales producidos en la licuación del carbón.
La diferenciación de hidrocarburos parafínicos, olefínicos y aromáticos son metas normales, y
algunas veces se requiere la detección de componentes nitrogenados y sulfurados. Las
preparaciones de hidrocarburos derivados de aceites o carbón licuado pueden ser
extremadamente complejas y también pueden incluir una variedad de otros grupos funcionales.
La cromatografía multidimensional puede ser requerida para el análisis de estas mezclas
complejas, la cual da una gran estimación de ciertos aditivos de octanos.

Aplicaciones ambientales

Los análisis ambientales se enfocan a la detección y/o cuantificación de muchas substancias


diferentes en una diversidad de matrices. Estos análisis pueden ir desde químicos de
pesticidas y herbicidas hasta hidrocarburos aromáticos polinucleares (PAHs), compuestos
clorados mezclados en el aire, agua y tierra. En muchos casos el problema inicial es la
obtención y preparación de la muestra. Las muestras de agua son muy variables, desde agua
potable hasta aguas industriales.

Aplicaciones en la industria

La cromatografía de gases es muy útil cuando pretendemos identificar los compuestos que
determinan una característica aromática conocida. Por lo tanto, es necesario conocer los
umbrales a partir de los cuales mejora o se desvirtúa nuestro producto, ya sea mediante
estudio bibliográfico o por detección olfatométrica. Esta información es un instrumento útil para
el seguimiento del producto en el proceso productivo, así como el control de otros materiales
enológicos, como son los tapones y las barricas. Algunos controles importantes a efectuar
durante la fase de crianza en vinos y cavas son métodos específicos para la determinación de
fenoles volátiles y compuestos azufrados. Concretamente en la cava, a partir de la evolución de
ciertos compuestos volátiles, entre ellos los vitispiranos, se calcula el momento en el que tienen
lugar las fases de autólisis y postautólisis durante la crianza. Controlar el momento en que se
desarrollan estas fases es importante debido a las alteraciones organolépticas que conllevan.

Bibliografía

www.textoscientificos.com

Principios de análisis instrumental, quinta edición, Skoog, Holler, Nieman, Mc Graw Hill

Métodos de biotecnología, Cromatografía de gases, Biol. Laura Patricia Olguín Pérez, Biol.
Héctor M. Rodríguez Magadán, Universidad Nacional Autónoma de México.

Gas chromatography, segunda edición, Ian A. Fowlis, Analitical Chemistry by Open Learning

www.teknokroma.es

www.leacsa.com

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