You are on page 1of 7

SUMARIO

REVISIÓN

Endometriosis
M. J. CANCELO HIDALGO*, J. C. MONTE MERCADO*, C. CANCELO HIDALGO, F. CHAVIDA GARCÍA, D. RUIZ DIANA,
E. DE LA VIUDA GARCÍA*

Centro de Salud de Brihuega. Guadalajara. *Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital General de Guadalajara

Semergen 24 (6): 464-472 laparoscopia durante el período menstrual, presentan lí-


quido peritoneal hemático; sin embargo, sólo el 2-5% de
La endometriosis se define por la presencia de estro- las mujeres desarrollan esta enfermedad (4).
ma y glándulas endometriales funcionantes fuera de su lo- Otras teorías de transporte incluyen la diseminación
calización habitual, es decir, tapizando la cavidad uterina. de fragmentos endometriales a través de los vasos san-
Esta enfermedad se ha identificado en todos los ór- guíneos y vías linfáticas, lo que supone una atractiva ex-
ganos y tejidos del cuerpo humano excepto en el bazo, plicación para la endometriosis con localización fuera de
quien parede disfrutar de una inmunidad frente a este cavidad abdominal (5).
proceso patológico (1). Además, es posible la diseminación iatrógena durante
la cirugía abdominal o pélvica debido al transporte de
células a través de la herida quirúrgica.
■ Patogenia 2. La teoría de la metaplasia celómica indica que el
Se han propuesto varias teorías para explicar la etio- mesotelio peritoneal sufre una metaplasia formando es-
logía de la endometriosis y parece ser que indepen- troma y glándulas de tipo endometrial típicas (6). Esta
dientemente de la localización, es probablemente un teoría permite explicar la presencia de endometriosis en
problema multifactorial. mujeres con agenesia o hipoplasia mulleriana en las que
Las diversas hipótesis etiológicas se pueden agrupar no existe útero funcionante o bien la aparición de endo-
en cuatro apartados: metriosis en el varón (7).
1. Implantación. 3. La teoría de los restos celulares embrionarios
2. Metaplasia celómica propuesta por Von Recklinghausen (8) señala que el sis-
3. Restos de células embrionarias tema del conducto de Wolff en desarrollo puede dejar
4. Inmunológicas tras de sí pequeños grupos o restos de células que tie-
nen la capacidad de desarrollar tejido endometrial fun-
1. La teoría de la implantación fue propuesta por cionante. Esta hipótesis no ha podido ser documentada.
Sampson en 1921 (2). Consiste en justificar qué células Posteriormente, esta misma idea se aplicó a los conduc-
endometriales viables serían transportadas en un reflujo tos de Müller (9).
retrógrado a través de las trompas de Falopio durante la 4. La teoría más reciente respecto al inicio y la pro-
menstruación, implantándose en las estructuras pélvicas gresión de la endometriosis, se refiere a la posible fun-
y en el peritoneo. Esta teoría viene apoyada por dos he- ción inmune anormal.
chos: la endometriosis es más frecuente en mujeres con No se ha podido establecer si este factor inmunoló-
anomalías en el conducto de Müller, lo que produce una gico es una causa independiente o bien un factor sinér-
obstrucción al flujo de salida de las vías genitales y por gico en relación con alguna de las demás causas antes
tanto un aumento de la menstruación retrógrada. Junto a comentadas. Sin embargo, parecen existir pocas dudas
esto, los datos epidemiológicos indican que las mujeres en cuanto a qué proceso inmunológico desempeña un
que menstrúan más frecuentemente, más intensamente y papel en el desarrollo y progresión de la enfermedad.
durante más tiempo, y que por tanto presentan una ex- Esta idea partió de estudios realizados sobre monos
posición aumentada a la menstruación retrógrada tienen Rhesus a quien se suprimió el sistema inmune, apare-
también un riesgo mayor de presentar la enfermedad (3). ciendo más frecuentemente endometriosis que en el
Sin embargo, los detractores de esta teoría invocan grupo control (10).
que no siempre que existe exposición del peritoneo y Se han identificado numerosos cambios en uno o
de las estructuras pélvicas al reflujo menstrual se produ- más factores del sistema inmune de mujeres con esta
ce endometriosis. De hecho, el 90% de las mujeres con enfermedad. Así, se ha identificado la presencia del com-
trompas de Falopio permeables a quien se practica una ponente C3 del complemento y depósito de IgG en el

464
REVISIÓN

endometrio de mujeres con endometriosis (11). Tam- con intervenciones ginecológicas previas y en mujeres
bién se han identificado autoanticuerpos IgG e IgA fren- con escasa paridad (19).
te al tejido ovárico y endometrial en suero y en secre-
ciones vaginales y cervicales de mujeres con
■ Anatomía patológica
endometriosis (12) así como la presencia de un gran nú-
mero de macrófagos activados (13), lo que indica que el Las primeras descripciones histológicas de endome-
proceso endometriósico está directamente relacionado triosis fueron publicadas hace más de un siglo. Roki-
con una reacción peritoneal inmunológica. Además, los tansky en 1860 hace la primera descripción. Más tarde,
fibroblastos de la mujer con endometriosis segregan más Pfannestiel, Von Reckilhausen, en 1896, describieron la
fibronectina (factor de crecimiento de fibroblastos) que lesión aunque con diferente terminología en función de
los de las mujeres sanas. su localización y extensión.
Además, se ha comprobado una disminución de la ci-
totoxicidad frente a las células endometriales atribuible Macroscopia
a un defecto de las células exterminadoras naturales La endometriosis puede localizarse en cualquier
quizá en parte debida a un aumento en la resistencia a parte del aparato genital y también en localizaciones
la lisis por parte de las células endometriales (14). extragenitales como ligamentos redondos, uterosa-
Así, podría considerarse que la endometriosis es un cros, anchos, fondos de saco vesicouterinos, Douglas,
proceso multifactorial (15). septo rectovaginal (20) y en lugares alejados de la pel-
vis como pulmón, intestino, vejiga, pleura y extremida-
des (21).
■ Epidemiología La localización más frecuente es la uterina y ovárica. En-
Frecuencia tre las dos suman el 75% de las endometriosis (Figura 2).
La frecuencia de aparición varía sensiblemente de unas Las lesiones endometriósicas típicas en peritoneo son
series a otras en función de los criterios empleados para las denominadas lesiones negras, que aparecen como re-
su diagnóstico (clínica, anatomía patológica...). En lo que sí sultado de la retención de los pigmentos de la sangre,
están de acuerdo la mayoría de los autores es en que la proporcionando un color oscuro a la parte interna del te-
endometriosis se trata de una lesión histológicamente fre- jido (22). Pueden aparecer lesiones rojas “en llama” que
cuente, pero que puede evolucionar de manera silenciosa. afectan principalmente al ligamento ancho y a los uterosa-
Se calcula que aproximadamente el 10% de todas las mu- cros o bien lesiones blancas de aspecto opaco (23).
jeres tienen alguna forma de endometriosis (16). En el ovario pueden presentarse lesiones superficia-
les pequeñas o bien formaciones quísticas de tamaño va-
Edad de aparición riable, endometriomas o “quistes de chocolate”, que
Se trata de una enfermedad de la mujer en período aparecen como resultado de la acumulación de material
fértil y aunque la mayor incidencia aparece entre los 30- tras hemorragias repetidas (24).
45 años, sin embargo, no es excepcional su presencia en
mujeres jóvenes y en menopáusicas (16). Microscopia
La endometriosis en la adolescencia se encuentra a La endometriosis se caracteriza por la presencia de
menudo asociada a una malformación genital, existen re- endometrio con sus dos componentes: glándulas y es-
ferencias de endometriosis diagnosticadas antes de la troma en una localización ectópica.
menarquía. Ha sido descrita una tendencia familiar de Las glándulas endometriales son frecuentemente irre-
aparición entre descendientes de primer orden (17). gulares y el aspecto funcional de éstas es variable. A ve-
ces sufren cambios cíclicos semejantes al endometrio
Otros factores normal y otras veces recuerdan a la capa basal del en-
En la génesis de la endometriosis se han invocado dometrio sin sufrir cambios secretores (25) (Figura 1).
factores socioeconómicos y raciales en el sentido de El epitelio que recubre las glándulas puede sufrir
que sería más frecuente en mujeres de raza blanca fren- cambios de tal manera que sea difícil su identificación,
te a las mujeres de raza negra y en los niveles socioeco- basando entonces el diagnóstico en la aparición de es-
nómicos más altos, aunque es posible que estas variacio- troma de aspecto endometrial. La hemorragia intersti-
nes aparezcan en función de la calidad de los exámenes cial es común en la endometriosis. La irritación quími-
médicos practicados (18). ca y mecánica en los tejidos provoca proliferación de
Los antecedentes ginecológicos y obstétricos han si- fibroblastos, produciendo fibrosis alrededor de la le-
do reseñados, notando una mayor frecuencia en mujeres sión (26).

465
SEMERGEN

Figura 1. Aspecto microscópico de un quiste endometriósico. Figura 2. Visión laparoscópica de implantes endometriósicos.

■ Manifestaciones clínicas brosis asociadas frecuentemente a la endometriosis,


producen una variación anatómica de los órganos que
A pesar de ser múltiples los síntomas asociados con pueden ser causa de dolor ante determinados movi-
la endometriosis, en muchas mujeres cursa de forma mientos físicos (30).
asintomática. La menorragia o aumento de la duración del sangra-
Los aspectos clínicos cardinales asociados con la en- do menstrual es otro síntoma asociado a la endome-
dometriosis son: dolor (dismenorrea, coitalgia, dolor triosis. Parece ser producida por las alteraciones fun-
pélvico crónico) e infertilidad. cionales que pueden provocar los implantes en el
Las sintomatología producida no está en relación con ovario o bien por alteraciones en los mecanismos nor-
el tamaño de la lesión, así grandes endometriomas pue- males de hemostasia uterina producidos por la presen-
den cursar de forma asintomática mientras que peque- cia de endometriosis en el espesor miometrial (adeno-
ños implantes peritoneales pueden causar síntomas into- miosis) (31).
lerables para la mujer. Síntomas relacionados con las localizaciones extra-
La dismenorrea es el síntoma más característico de genitales son: tenesmo rectal y dolor a la defecación
la enfermedad; tiene tres características: adquirida, es cuando se encuentra implicado el recto; disuria, tenes-
decir, de nueva aparición, de intensidad progresiva e in- mo vesical incluso hematuria en afectaciones vesicales;
tramenstrual. trastornos intestinales (estreñimiento, diarrea, recto-
La causa de la dismenorrea no está perfectamente rragia catamenial, cuadros seudoobstructivos, abdo-
aclarada, sin embargo, parece tener relación con los men agudo); cefaleas debido a lesiones cerebrales,
cambios secretores y la descamación que sufren los fo- neumotórax, derrames pleurales, hemoptisis cíclicas
cos de endometriosis rodeados de tejido fibroso (27). debidas a implantes pulmonares. Se han descrito im-
La dispareunia puede justificarse ante la presencia de plantes en piel, cicatrices quirúrgicas y en ombligo
focos endometriósicos en el tabique recto vaginal, en li- (32).
gamentos uterosacros o en Douglas que fijan el útero
en retroversión, haciendo doloroso el coito. El dolor
puede ser más intenso con determinadas posturas del ■ Exploración
coito (28). A veces, la inspección permite establecer el diagnós-
El dolor pélvico crónico puede justificarse por dife- tico en ciertas localizaciones: vulvar, umbilical, cicatrices
rentes mecanismos: las lesiones jóvenes y atípicas pro- laparotómicas. La inspección de vagina y cérvix pueden
ducen más prostaglandinas, que estimulan los receptores poner de manifiesto la presencia de nódulos azulados
del dolor, mientras que las lesiones viejas producen do- con contenido hemático en estas localizaciones.
lor por presión mecánica o estimulación directa de las El tacto bimanual puede poner de manifiesto la pre-
fibras nerviosas mediante la formación de cicatrices o sencia de nódulos anexiales de tamaño variable, de con-
infiltrados fibróticos (28, 29). Además, la rotura de un sistencia dura firmemente adheridos a las estructuras
endometrioma puede causar dolor agudo como conse- cercanas. El útero suele encontrarse en retroversión fi-
cuencia de una peritonitis química. Por otra parte, la ja, resultando dolorosos los intentos de movilización
presencia de cicatrices, adherencias, retracciones y fi- (33).

466
REVISIÓN

■ Clasificación
TABLA I
Aspectos relevantes a tener en cuenta
La clasificación más ampliamente aceptada es la pro-
por el médico general
puesta por la American Fertility Society (A.F.S.). Esta cla-
Epidemiología: sificación mediante un sistema de puntaje visual directo
Alta prevalencia de lesiones histológicas. divide en cuatro categorías la intensidad de la endome-
Mujer en edad fértil. Mayor incidencia en el período de 30- triosis (mínima, leve, moderada y severa) (38).
45 años.
■ Evolución
Clínica:
Localizaciones genitales y extragenitales. La evolución de la endometriosis se encuentra rela-
Sospecha diagnóstica en: dismenorrea adquirida, progresiva e cionada con la función ovárica. En la menopausia se ini-
intramenstrual. cia una regresión espontánea; durante el embarazo se
Dolores en zonas atípicas en caso de localización manifiesta una notable mejoría que suele durar algún
extragenital. tiempo después de éste aunque hay descritos casos de
rotura de endometriomas durante la gestación (39).
Exploración: Pueden surgir complicaciones ligadas al embarazo por la
Inspección: diagnóstica en ciertas localizaciones: vulvar, fragilidad miometrial, pudiendo producirse la rotura ute-
umbilical, cicatrices laparotómicas.
rina así como anomalías en la implantación como el
Tacto bimanual: nódulos anexiales duros, adheridos a
estructuras cercanas.
acretismo placentario que puede ser causa de hemorra-
Útero en retroversión fija, doloroso a la movilización. gias en el alumbramiento. La afectación tubárica puede
ser causa de embarazo ectópico.

■ Esterilidad
■ Exámenes complementarios Este problema se asocia frecuentemente con la en-
dometriosis, diagnosticándose entre el 30-60% de las pa-
Ultrasonografía rejas con esterilidad de origen incierto que se someten
Permite la exploración no invasiva de la pelvis. Por a una laparoscopia (40). No están perfectamente esta-
su bajo costo y su inocuidad ha sido ampliamente utili- blecidas las relaciones entre la endometriosis y la esteri-
zada. La ecografía abdominal posee una gran sensibili- lidad aunque son múltiples los mecanismos por los que
dad en la definición de las masas pélvicas aunque su va- puede originar su aparición (41): interferencia con la ac-
lor es más limitado para clarificar el origen de las tividad sexual (dispareunia, reducción de la frecuencia
mismas. La ecografía transvaginal ha permitido mejorar del coito), interferencia en la ovulación (anovulación, fa-
la capacidad diagnóstica de las masas pélvicas y aunque se lútea deficiente), interferencia en la captación del
se han intentado descubrir hallazgos ultrasonográficos óvulo (adherencias ováricas y periováricas, tubáricas), in-
característicos de endometriosis, su diagnóstico por terferencia en el transporte del óvulo (salpingitis cróni-
medios no invasivos sigue planteando problemas (34, ca), interferencia con la fertilización, interferencia con la
35). implantación, interferencia con el desarrollo del embara-
zo (aumento de abortos espontáneos) (42).
Laparoscopia
Es la técnica más útil que disponemos para el diag- ■ Tratamiento
nóstico de la endometriosis. Permite, por una parte, rea-
lizar el diagnóstico de las lesiones (no sólo de la exten- El tratamiento de la endometriosis persigue tres ob-
sión de las mismas, sino el diagnóstico histológico por la jetivos: aliviar el dolor, resolución de los acúmulos en-
toma de biopsias) así como la realización de maniobras dometriósicos y restauración de la fertilidad cuando así
terapéuticas (adhesiólisis, electrocoagulación de focos in- se desea.
cluso la aspiración y extirpación de la cápsula de endo- En cada caso habrá que realizar una valoración indi-
metriomas) (36). vidual, ya que la actitud terapéutica vendrá dada por la
La rectoscopia, enema baritado, cistoscopia y urogra- edad de la paciente, la gravedad de los síntomas, el esta-
fías intravenosas pueden ser útiles en las localizaciones dio de la enfermedad y la respuesta previa a tratamien-
de recto y vejiga (37). tos anteriores.

467
SEMERGEN

Tratamientos médicos Además, se pueden producir manifestaciones hipoes-


Son efectivos en el tratamiento del dolor, sin embar- trogénicas como disminución del volumen de las mamas,
go, no existe ningún tratamiento efectivo para tratar la sofocaciones, irritabilidad y cambios de humor. Como
infertilidad asociada a la endometriosis o para eliminar síntomas generales se ha descrito: calambres muscula-
definitivamente los endometriomas. res, mialgias, edema, exantema, cefaleas y alteraciones
de la función hepática.
1. Inhibidores de la prostaglandina sintetasa El ajuste de la dosis puede solucionar los efectos se-
La fisiopatología del dolor causado por la endome- cundarios siempre que no se reanuden la hemorragia
triosis es incierta aunque parece que la existencia de al- menstrual (48).
teraciones locales en la concentración de prostaglandi-
nas podría estar implicada. En algunos casos los 5. Gestrinona
inhibidores de la prostaglandina sintetasa alivian la dis- Es un derivado 19-noresteroide con propiedades an-
menorrea (43). tigonadotropas. En el endometrio produce una disminu-
ción de los receptores de estrógenos y progesterona.
2. Pautas de seudoembarazo (estrógenos + gestágenos) Posee una actividad androgénica aunque menos marcada
Han sido utilizadas altas dosis de estrógenos-gestáge- que la del Danazol.
nos de forma continuada para inhibir la función ovárica, Es embriotóxica, por lo que debe evitarse su uso
evitando así la respuesta del tejido endometrial. En la durante el embarazo. Los efectos secundarios observa-
actualidad, raramente se utilizan estas pautas terapéuti- dos son debidos a la inhibición del eje hipotálamo-hipo-
cas. Tienen un buen efecto sobre el dolor pélvico pero fisario o a la androgenicidad del fármaco.
la sintomatología retorna en la mayoría de las mujeres La eficacia en el control de los síntomas de la endo-
alrededor de los seis meses (44). metriosis es similar a la del Danazol (49).

3. Gestágenos 6. Análogos de la GnRH


Los progestágenos producen cambios secretores se- Su uso produce reducción de las concentraciones sé-
guidos de transformación decidual y seguidamente de ricas de gonadotropinas e inhibición de la esteroidogé-
atrofia. Parecen efectivos en el control de la dismeno- nesis ovárica. Este efecto es reversible al suprimir su
rrea aunque la dispareunia no manifiesta tanta mejoría utilización (50).
con este tratamiento. Actualmente son muy utilizados La sintomatología y los hallazgos físicos revierten por
para mantener el control sintomático tras cirugía o tera- completo en un alto porcentaje de las mujeres tratadas
pias de supresión ovárica (45). mientras que sólo un 2-3% presentan una progresión de
la enfermedad durante el tratamiento (51).
4. Danazol Las adherencias no presentan modificaciones durante
Es un derivado ixosazol de la 17-alfa-etinil-testoste- el tratamiento y los endometriomas de tamaño superior
rona y ha sido el tratamiento más utilizado en los últi- a tres centímetros aunque disminuyen de tamaño res-
mos 15 años. Una de sus principales propiedades bioló- ponden mal a él (52).
gicas es la supresión del eje hipotálamo-hipofisario a Los efectos secundarios se relacionan con el estado
través de la disminución de la frecuencia de los pulsos hipoestrogénico y son los que se observan en las muje-
de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) y de res menopáusicas: sofocaciones, irritabilidad, pérdida de
la inhibición de la secreción de LH a mitad de ciclo, así masa ósea, etc. Sin embargo, estos efectos secundarios
la esteroidogénesis queda suprimida. El grado de supre- son mejor tolerados que los androgénicos producidos
sión guarda relación con la dosis empleada (46). por el danazol o la gestrinona.
Con este tratamiento se consigue una mejoría subje- El tratamiento supresivo ovárico aunque a largo pla-
tiva y objetiva (valorando los implantes con laparoscopia) zo puede estar indicado para eliminar los síntomas, de-
en un alto porcentaje de mujeres (47). Los efectos se- be tener una limitación en el tiempo para evitar los
cundarios varían enormemente de unas mujeres a otras cambios metabólicos en los lípidos y la pérdida de masa
pero parecen estar en relación con la dosis. Los más fre- ósea. Es posible que períodos de tratamiento de tres
cuentes son manifestaciones androgénicas y anabólicas meses tengan la misma eficacia que los utilizados tradi-
(aumento de peso, del apetito, acné, piel grasienta, inclu- cionalmente de seis meses (53). Dada la falta de justifi-
so cambios en la voz e hirsutismo). Se debe evitar la ges- cación de un período más largo de tiempo de trata-
tación durante el tratamiento, ya que la exposición de fe- miento, el médico general deberá controlar en cada
tos hembras a danazol puede producir su virilización. caso la realización de las revisiones previstas.

470
REVISIÓN

Los efectos beneficiosos de los GnRH se mantienen La cirugía radical consiste habitualmente en la prácti-
incluso doce meses tras el tratamiento, aunque son fre- ca de histerectomía total con anexectomía bilateral (56).
cuentes las recidivas cuya frecuencia dependerá de la se- La extirpación de los ovarios parecer ser esencial para
veridad de las lesiones. reducir al mínimo la posibilidad de recidiva. El problema
se plantea en las mujeres jóvenes que precisarían una
terapia hormonal sustitutiva estrogénica, la cual puede
■ Tratamiento quirúrgico inducir una recurrencia de la endometriosis. En estos
La cirugía de la endometriosis se realiza en los esta- casos se plantea la utilización de los gestágenos para ali-
dos severos de la enfermedad. La actuación quirúrgica viar la sintomatología de sofocaciones durante 6-12 me-
en la endometriosis es variable. Mientras que un endo- ses, pasando después a una terapia de sustitución hor-
metrioma único en un ovario móvil puede extirparse fá- monal para mantenerla a largo plazo.
cilmente, la presencia de intensa cicatrización y forma-
ción de adherencias puede hacer la cirugía Perspectivas futuras
extremadamente laboriosa y más agresiva en cuanto a Hasta que se tenga un mejor conocimiento de la
su extensión. etiología y la patogenia de la enfermedad, los progresos
Inicialmente debe hacerse una laparoscopia diagnósti- en cuanto a nuestra capacidad para controlar o curar la
ca, lo que permite realizar un plan quirúrgico (conserva- enfermedad serán lentos. Se están desarrollando anties-
dor o radical) de acuerdo con los deseos genésicos de trógenos y antiprogesteronas más potentes y más pu-
la mujer y la extensión de las lesiones. Este acto, puede ras, sin embargo, la variabilidad de receptores endome-
ser, además, de diagnóstico terapéutico (54). triales hacen que los tratamientos hormonales no sean
La cirugía conservadora tiene como objetivo restable- efectivos en todas las mujeres (57). Las nuevas vías de
cer la anatomía pélvica normal y eliminar cualquier resi- investigación se enfocan hacia los agentes que controlan
duo de enfermedad activa. En los últimos tiempos, es po- selectivamente el crecimiento endometrial o hacia la
sible el abordaje de esta cirugía por técnica laparoscópica, modificación de los mecanismos inmunes que permiten
asistida con coagulación bipolar o bien con láser (55). que las células endometriales se implanten (58). ❏

Bibliografía
1.- CORNILLIE FJ, OOSTERLYNCK D, LAUWERYNS MJ, sis”. Aviat Space Environ Med. 1983; 54: 718-724.
KORNINCKX PR: “Deeply infiltrating pelvic endometriosis: 11.- WEED JC, ARGUEMBOURG PC: “Endometriosis: cat it
histology and clinical significance” Fertil Steril 1990; 53: 978- produce an autoinmune response resulting in infertility?” Clin.
983. Obstet. Gynecol 1980; 23: 885-893.
2.- SAMPON JA: “Perforating hemorrhagic cysts of the ovary. 12.- MATHUR S, PERESS MR, WILLIAMSON HO: “Autoinmu-
Their importance and especially their relation to pelvic adeno- nity to endometrium and ovary in endometriosis”. Clin Exp.
mas of endometrial type”. Arch Surg 1921; 3: 245. Inmunol. 1982; 50: 259-266.
3.- CRAMER DW: “The relation of endometriosis to mens-
13.- HALME J, BECKER S, HASKILL S: “Altered maturation
trual characteristics, smoking and exercice”. JAMA 1986; 255:
and funtion of peritoneal macrophages: possible role in patho-
1904.
genesis of endometriosis”. Am. J. Obstet Gynecol 1987; 156:
4.- HALME J, HAMMOND MG, HULKA JF, RAJ SG, TALBERT 783-789.
LM: Retrograde menstruation in healthy women and in pa- 14.- OOSTERLYNCK DJ, VANDEPUTTE M, CORNILLIE FJ,
tients with endometriosis. Obstet. Gynecol 1984; 64: 151-154. KONINCKX PR, WAER M: “Women with endometriosis
5.- HALBAN J: “Metastasic hysteroadenosis”. Wien Klin Wo- show a defect in natural killer activity resulting in a decreased
chenschr 1924; 37: 1205. cytotoxicity to autologous endometrium”. Fertil. Steril 1991;
56: 45-51.
6.- RIDLEY JH: “The histogenesis of endometriosis: Areview
of facts and fancies”. Obstet Gynecol Surv 1938; 23: 1. 15.- OLIVE DL, SCHWARTZ LB: “Endometriosis”. N Engl J
Med 1993; 328: 1759-1769.
7.- SUFRIN G, GAETE J, STAUBITZ WJ, AJRAWAT HE: “En-
dometrial carcinoma of prostate”. Urology 1986; 27: 18. 16.- MAHMOOD T, TEMPLETON A: “Prevalence and genesis
of endometriosis”. Human reprod 1991; 6: 544-549.
8.- VON RECKLINGHAUSEN F: “Adenomyomas and cystade-
nomas of the wall of the uterus and tube: Thier origin as rem- 17.- SIMPSON JL, ELIAS S, MALINAK LR, BUTTRAM VC:
mants of the wolffian body. Wien Klin Wochenschr 1986; 8: “Heritable aspects of endometriosis. I. Genetic studie”. Am J
530. Obstet Gynecol. 1980; 137: 327-331.
9.- CULLEN TS: “Adenomyoma of the rectovaginal sueptum”. 18.- BARBIERI RL: “Etiology and epidemyology of endometrio-
JAMA 1916; 67: 401. sis”. Am J Obstet Gynecol 1990; 162: 565-567.
10.- WOOD DG, YOCHMOWITZ MH, SALMON YL, EA- 19.- CRAMER DW: “The relation of endometriosis to menstrual
SON RL, BOSTER RA: “Proton irradiation and endometrio- characteristics, smoking and exercice”. JAMA 1986; 255: 1904.

471
SUMARIO

SEMERGEN

20.- DMOWSKI W, RADWANSKA E: “Current concepts on 40.- JANSEN R: “Minimal endometriosis and reduced fecunda-
pathology, histogenesis and etiology of endometriosis”. Acta bility. Prospective envidence from an artificial insemination by
Obstet Ginecol (suppl). 1984; 123-129. donor program”. Fertil Steril 1986; 46: 145-153.
21.- JENKINS S, OLIVE D, HANEY A: “Endometriosis: Patho- 41.- O’SHEA R, CHEN C, WEISS T: “Endometriosis and in vi-
genetic implications of the anatomic distribution”. Obstet Gy- tro fertilization”. Lancet 1985; 2: 723.
necol 1986; 67: 335-339. 42.- METZGER D, OLIVE D, STOHO G: “Association of en-
22.- NISOLLE M, CASANAS-ROUX F, ANAF V, MINE J, dometriosis and spontaneous abortion effect of control group
DONNEZ J: “Morphometric study of the stromal vasculariza- selection”. Fertil Steril 1986; 45: 18-22.
tion in peritoneal endometriosis”. Fertil Steril 1990; 53: 984- 43.- LUNDSTROM V, GREEN K, WIOVIST N: “Prostaglandins
988. Indomethacin and dysmenorrhea”. Prostaglandins 1976; 2: 893.
23.- JANSEN R, RUSSEL P: “Non pigmented endometriosis: 44.- ANDREWS M, ANDREWS W, STRAUSS A: “Effects of
Clinical laparoscopic and pathologic definition”. Am J Obstet progrestin-induced pseudopregnancy on endometriosis; clinical
Gynecol 1986; 155: 1154-1159. and microscopic studies”. Am J Obstet Gynecol 1959; 78: 776-
24.- DONNEZ J, NISOLLE M, CASANAS-ROUX F: “Three- 779.
dimensional architectures of peritoneal endometriosis”. Fertil 45.- LUCIANO A, TURKSOY R, CARLEO J: “Evaluation of
Steril 1991; 57: 980-983. oral medroxyprogesterone acetate in the treatment of endo-
25.- BERGQVIST A, LJUNGBERG O, MYHRE E: “Human en- metriosis”. Obstet Gynecol 1988; 2: 323-327.
dometrium and endometriotic tissue obtained simultaneusly: A 46.- DICKEY R, TAYLOR S, CUROLE D: “Serum estradiol and
comparative histological study”. Int J Gynecol Pathol 1984; 3: Danazol. Endometriosis response, side effects, administration
135-140. interval, concurrent spirinolactone and dexamethasone”. Fertil
26.- SCHWEPPE K, WYNN R: “Ultrastructural changes in en- Steril 1984; 42: 709-716.
dometriotic implants during the menstrual cycle”. Obstet Gy- 47.- FEDELE L, BIANCHI S, VIEZZOLI T, ARCAINI L: “Ges-
necol. 1981; 58: 465-469. trinone versus danazol in the treatment of endometriosis”.
27.- MAHMOOD T, TEMPLETON A, THOMASON L: “Mens- Fertil Steril 1989; 51: 781-785.
trual symptoms in women with pelvic endometriosis”. Br J 48.- CHALMERS J: “Conservative management of endometrio-
Obstet Gynecol 1991; 98: 558-563. sis”. Proc R Soc Med 1968; 61: 360-363.
28.- GALLE P: “Clinical presentation and diagnosis of endome- 49.- VENTURINI P, BERTOLINI S, MARRE M, DAGA A: “En-
triosis”. Obstet Gynecol Clin North Am 1989; 16: 29-42. docrine, metabolic and clinical effects of gestrinone in woman
29.- KONINCKX P, MEULEMAN C, DEMEYERE S: “Suggesti- with endometriosis”. Fertil Steril 1989; 52: 589-595.
ve evidence that pelvic endometriosis is a progresive disease, 50.- BERGQVIST I: “Hormonal regulation of endometriosis
whereas deeply infiltrating endometriosis is associated whit and the rationales and effects of gonadotriphin-releasing hor-
pelvic pain”. Fertil Steril 1991; 55: 759-765. mone agonist treatment: a review”. Hum Reprod 1995; 10:
30.- RIPPS B, MARTIN D: “Focal tenerness, pelvic pain and 446-452.
dysmenorrhea in endometriosis”. J Reprod Med 1991; 36: 470- 51.- SHAW R: “LHRH analogues in the treatment of endome-
472. triosis. Comparative results with other treatment”. Clin Obs-
31.- WENTZ A: “Premenstrual spotting: Its association with tet Gynaecol 1988; 2: 659-675.
endometriosis but not luteral phase inadequacy”. Fertil Steril 52.- WALLER K, SHAW R: “Gonadotropin-releasing hormone
1980; 33: 605-607. analogue for the treatment of endometriosis: long-term follow
32.- MICHOWITZ M, BARATZ M, STAVROVAKY M: “Endo- up”. Fertil Steril 1993; 59: 511-515.
metriosis of the umbilicus”. Dermatologica 1983; 167: 326- 53.- HORNSTEIN M, YUPE A, BURRY K, HEINRICHS L:
330. “Prospective randomized double-blind trial of 3 versus 6
33.- VERCELLINI P, BOCCIOLONE L, VENDOLA N: “Perito- months of nafarelin therapy for endometriosis associated pel-
neal endometriosis. Morphologic appearence in woman whith vic pain”. Fertil Steril 1995; 63: 955-962.
chonic pelvic pain”. J Repod Med 1991; 36: 533-536. 54.- MAGE G, CANIS M, MANHES H: “Laparoscopic mana-
34.- MAIS V, GUERRIERO S, AJOSSA S, ANGIOLUCCI M, gement of adnexal cystic masses”. J Gynecol Surg 1990; 6: 7-
PAOLETTI AM, BELIS GB: “Theef-ficiency of transvaginal ultra- 19.
sonography in the diagnosis of endometrioma”. Fertil Steril 55.- OPERATIVE LAPAROSCOPY STUDY GROUP: “Postope-
1993; 60: 776. rative adhesion development after operative laparoscopy: eva-
35.- PÉREZ MEDINA T, HUERTAS MA, FOLGUEIRA G, RO- luation at early second-look procedures”. Fertil Steril 1991;
MO A, GARCÍA FRUTOS J, BAJO J: “Diagnóstico de la endo- 55: 700-704.
metriosis mediante ultrasonografía transvaginal”. Toko Gin 56.- CANIS M, BRUHAT M, POULY J, COOPER M: “Tecni-
Pract 1993; 52: 315. ques for ablation and excision of endometriosis”. In: Endome-
36.- NEZHAT C: “Videolasscopy for treatment of endometrio- triosis. Advanced management and surgical techniques. Nezhat
sis”. En: Progress in Obstetrics and Gynaecology 1989; 7: 293- C, Berger G, Nezhat F, Buttram V, Nezhat C (eds). New York:
303. Springre-Velag 1995; 85-94.
37.- MEYERS W, KELVIN F, JONES R: “Diagnosis and surgical 57.- BADAWY S, CUENCA V, FRELIECH H, STEFANU C:
treatment of colonic endometriosis”. Arch Surg 1979; 114: “Endometrial antibodies in serum and peritoneal fluid on infer-
169-175. tile patients with and without endometriosis”. Fertility and
Sterility 1990; 53: 930-932.
38.- Classification of endometriosis. American Fertility Society.
Fertil Steril 1979; 32: 633. 58.- RYAN I, SCHRIOCK E, TAYLOR R: “Insolation, Characte-
rization and comparation of human endometrial and endome-
39.- ROSSMAN F, D’ABLAING G, MARRS P: “Pregnancy
triosis cells in vitro”. J Clin Endocrinol Metabol 1994; 78: 642-
complicated by ruptured endometrioma”. Obstet Gynecol
649.
1983; 62: 519-523.

472

You might also like