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TEMA 6.

- LOS REYES CATÓLICOS: LA CONSTITUCIÓN DEL


ESTADO MODERNO.

6.1 UNIÓN DINÁSTICA: INTEGRACIÓN DE LAS CORONAS DE CASTILLA Y


ARAGON.

La unión dinástica de los Reyes Católicos se inició con el matrimonio de


Isabel y Fernando en 1469.

La llegada al poder de los Reyes Católicos se produjo en el contexto de


una grave crisis política en Castilla. Isabel era hija de Juan II de Castilla y de su
segunda esposa, Isabel de Portugal. A la muerte de Juan II, heredó el trono su
hijo de su primera esposa, Enrique IV (rey de Castilla de 1454 a 1474). Éste,
conocido como El Impotente, fue presionado por la nobleza y el clero para que
nombrara heredero a su hermanastro Alfonso y, tras la muerte de éste en 1468,
a su hermanastra Isabel. De esta forma, Isabel se convertiría en reina de
Castilla a la muerte de Enrique IV.

El matrimonio secreto de Isabel con Fernando, hijo de Juan II de Aragón,


hizo que Enrique IV desheredara a su hermanastra y que nombrara sucesora a
su hija Juana la Beltraneja, posiblemente bastarda (el mote de la Beltraneja era
porque se suponía hija del valido don Beltrán de la Cueva). En torno a las
candidatas se formaron dos bandos al morir Enrique IV (1474):

- Isabel se autoproclamó reina de Castilla Tenía el respaldo de algunos


de los nobles más influyentes y de muchas ciudades castellanas. Contaba
también con la ayuda del rey de Aragón.

- En el bando opuesto, el rey de Portugal reivindicó la corona para Juana


la Beltraneja con quien, según lo acordado, contraería matrimonio. Portugal
contaba con el apoyo de Francia. La guerra de sucesión se convirtió en un
conflicto civil e internacional cuando en 1475 las tropas portuguesas invadieron
Castilla.

La guerra duró cuatro años. Se impuso el bando isabelino y mediante el


Tratado de Alcaçovas, firmado en 1479, Alfonso de Portugal reconocía a Isabel
como reina de Castilla. Juana fue recluida en un convento. En el mismo año,
Fernando heredó el trono de Aragón. Se hacía realidad la unión dinástica de
los reinos de Castilla y Aragón.

En 1475, Isabel y Fernando habían llegado a un acuerdo –la Concordia de


Segovia- en el que habían fijado las bases de un sistema de gobierno conjunto.
En Castilla, Isabel tendría en exclusiva los derechos sucesorios pero Fernando
sería rey consorte. Los dos tendrían la capacidad de tomar decisiones políticas
y las órdenes reales irían firmadas por ambos. En Aragón sólo Fernando podía
tener el título de rey pero mediante un decreto firmado en 1481 concedía a
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Isabel la corregencia. Pero su unión era solamente dinástica, no territorial.
Aragón y Castilla siguieron manteniendo sus fronteras, sus leyes e instituciones
propias.

Dentro de esta unión dinástica, Castilla y Aragón eran estados muy diferentes a
fines del siglo XV. Castilla tenía mucha más población y extensión que Aragón
y su economía era mucho más dinámica (especialmente la ganadería y el
comercio de lana con Flandes), además era un reino unificado y con una larga
tradición de autoritarismo monárquico. Por el contrario, la Corona de Aragón
parecía más una confederación de reinos en los que el gobierno se basaba en
la tradición pactista entre el rey y las cortes. Estas circunstancias hicieron que
los Reyes Católicos basaran su poder sobre todo en los recursos de Castilla.
Castilla proporcionó la mayoría de los recursos económicos y militares para
llevar a cabo las guerras y conquistas y desde Castilla se organizó la empresa
de descubrimiento y colonización de América.

6.2. LA CONQUISTA DEL REINO NAZARÍ Y LA INCORPORACIÓN DEL


REINO DE NAVARRA.

La unión matrimonial fortaleció a ambas coronas, que iniciaron una


política expansiva para unificar los demás reinos peninsulares.

• Conquista de Granada (1482-92)

Fue un paso decisivo en la política de cohesión y unificación religiosa


propiciada por los Reyes Católicos. Se completaba con la conquista de este
reino la Reconquista tras más de dos siglos de interrupción.

Fue un conflicto largo, que se inició en 1482 con la conquista de Alhama


y concluyó en 1492 con la conquista de Granada. Apenas hubo
enfrentamientos en campo abierto y la estrategia fundamental fue el asedio a
las ciudades hasta conseguir su rendición. Las condiciones de rendición de los
musulmanes (las capitulaciones) fueron generalmente buenas, aunque en
casos como el de Málaga, toda su población fue convertida en esclava de los
vencedores. Pero en la mayor parte se permitió a los musulmanes conservar su
religión, usos y costumbres e incluso autoridades propias.

La conquista de Granada fue posible gracias a:

- la guerra civil que existía en el reino de Granada entre el emir


Boabdil, EL CHICO, y su tío Mohamed Al Zagal.

- una fuerte movilización militar. Los reyes llegaron a disponer de


unos 50.000 hombres. Sólo una pequeña parte eran fuerzas reales. El resto
eran tropas aportadas por la nobleza, por los concejos andaluces y por la Santa
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Hermandad. La superioridad artillera del ejército cristiano fue fundamental para
el éxito militar en una guerra de asedios. Los gastos de la guerra fueron
subvencionados con el impuesto de cruzada, subvenciones especiales del
clero, dineros de la Hermandad, contribuciones especiales de musulmanes y
judíos y donativos y préstamos de la Mesta y de las ciudades comerciales de
Castilla y Aragón.

A pesar de todo, la tolerancia duró muy poco. Tras la derrota de las


rebeliones de las Alpujarras y Ronda (1500-1501) se obligó a los musulmanes
granadinos y a los mudéjares de Castilla a convertirse al cristianismo o a
emigrar. Como tenían muy pocas posibilidades de emigrar se produjo una
conversión forzosa. A esta nueva población cristiana se la conoció como
moriscos. La medida no afectó al reino de Aragón.

Para completar la unidad religiosa en 1492 los judíos fueron también


obligados a convertirse o a la expulsión de Castilla y Aragón. Este hecho fue la
culminación de una ola de antisemitismo constante en toda la Península
durante la baja Edad Media. Se calcula que pudieron tomar el exilio entre
70.000 y 100.000 personas, que mantendrían su cultura de origen en aquellos
lugares donde residieran (son los judíos sefardíes). Otros 50.000 se
convertirían al cristianismo, sine embargo, ello no supuso el fin de sus
problemas, ya que fueron vigilados y perseguidos por la Inquisición, creada en
1478 para juzgar delitos religiosos.

• La incorporación de Navarra

Tras la unión dinástica de Castilla y Aragón y la conquista de Granada,


era evidente que los Reyes Católicos no deseaban la presencia en la Península
de un reino en teoría independiente pero vinculado en la práctica a la corona
francesa. Cuando en 1512, el rey de Francia pretendió casar a su hija con el
heredero de Navarra, Fernando el Católico decidió actuar militarmente y el
ejército español, a las órdenes del duque de Alba, ocupó Navarra. La parte
navarra del Sur de los Pirineos quedó incorporada a Castilla de forma efectiva
en 1515. La parte norte siguió como territorio independiente y se incorporó a
Francia en el siglo XVII. En la zona incorporada a Castilla se mantuvieron las
instituciones y los fueros navarros, aunque se introdujo la Inquisición y se
decretó la expulsión de los judíos.

6.3. LA INTEGRACIÓN DE CANARIAS Y LA APROXIMACIÓN A PORTUGAL

VISTO EN EL TEMA ANTERIOR. Aquí un resumen.

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Las Islas Canarias fueron objeto de disputa entre Portugal y Castilla
durante la guerra sucesoria. La conquista se inició en 1477 y finalizó en 1496.
Y se realizó a través del sistema de capitulaciones, que consistía en que los
particulares firmaban un contrato con la corona por el cual las nuevas tierras
permanecieron como tierras de realengo, bajo el control directo de la Corona,
pero los particulares se repartían los beneficios económicos. Las Canarias
serán un punto estratégico fundamental en la ruta hacia América, cuyo
descubrimiento fue el gran acontecimiento del reinado.

Los reyes católicos trataron de establecer unas relaciones positivas con


el reino de Portugal. El Tratado de Alcaçovas- Toledo de 1479 significó el
reconocimiento de Isabel como reina, a cambio se pactó la boda de la hija
mayor de los reyes católicos con el heredero portugués.

El acuerdo incluía también un reparto de zonas de influencia en el


Atlántico. Canarias quedó para los Reyes Católicos, mientras que las Azores,
Madeira y la costa de África para Portugal. Tiempo después un nuevo tratado,
el Tratado de Tordesillas (1494) volvía a regular el reparto de zonas de
influencia, esta vez tras el descubrimiento de América.

6.4. LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO: INSTITUCIONES DE GOBIERNO

El programa político de los Reyes Católicos tenía como objetivos


básicos: el fortalecimiento de la autoridad real, la unidad religiosa, la
modernización del Estado.

Para fortalecer su autoridad, ejercieron el poder personalmente, no


permitieron nunca que se cuestionaran sus decisiones, y alejaron del gobierno
y de la Corte a la aristocracia nobiliaria. La Alta Nobleza castellana había sido
durante los siglos XIV y XV un factor constante de inestabilidad y desafío a la
monarquía autoritaria. A cambio, la monarquía aseguraba el poder social y
económico de la nobleza. Así, por ejemplo, en las Cortes de Toro de 1505 se
institucionalizó el Mayorazgo (la obligación de dejar la totalidad del patrimonio
territorial al mayor de los herederos).

Para lograr la unidad religiosa, como hemos visto, expulsaron o


forzaron la conversión de los judíos y de los musulmanes y crearon el Tribunal
de la Inquisición con el fin de perseguir cualquier vestigio de herejía. Este
perseguiría a los herejes que no respetaban la ortodoxia católica. Además, la
Inquisición se convirtió en un organismo de poder para la Corona, que tenía el
poder de nombrar a los inquisidores y que podía actuar en cualquiera de sus
reinos sin preocuparse por fueros o fronteras.

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Para modernizar la administración del Estado potenciaron y
reorganizaron instituciones de gobierno ya existentes adaptándolas a las
nuevas necesidades y siempre con el objetivo de reforzar el poder monárquico:

El Consejo Real, que luego pasó a denominarse Consejo de Castilla,


se convirtió en el órgano de gobierno más importante de la
administración central del Estado. Los Reyes Católicos reestructuraron
la composición y funcionamiento de esta institución. Relegaron a los
nobles a un papel meramente consultivo dando más confianza a
letrados de las clases urbanas, salidos de las Universidades con sólida
formación jurídica. Con esta medida la nobleza perdió influencia política.
Las funciones del Consejo eran múltiples: asesorar sobre asuntos de
gobierno, hacienda y administración, controlar a los funcionarios
monárquicos y actuar como Tribunal superior de Justicia. Además, los
Reyes Católicos crearon nuevos Consejos especializados: el Consejo de
la Inquisición, el de las Ordenes Militares, el Militar y los Consejos
territoriales de Aragón, de Navarra y las Indias. Los Austrias
completarán y perfeccionarán este modelo de gobierno iniciado por los
Reyes Católicos.

La reorganización del sistema de Hacienda. Adoptada en las Cortes


de Toledo de 1480, se revisaron las mercedes (concesiones a los
nobles) efectuadas durante el reinado de Enrique IV. Esta medida, que
perjudicó esencialmente a los nobles que habían apoyado a Juana "la
Beltraneja", permitieron a los monarcas rescatar más de la mitad de sus
rentas.
La Administración de Justicia fue uno de los puntos fuertes de la
nueva administración. Frente a la Audiencia itinerante, los Reyes
católicos aumentaron el número de tribunales superiores y fijaron su
residencia en un lugar determinado. En Castilla establecieron dos
Chancillerías, con funciones de tribunales superiores, una en Valladolid
y otra en Granada. Tenían jurisdicción sobre los territorios al norte y sur
del Tajo respectivamente. Como tribunales de rango inferior, crearon dos
Audiencias, una en Santiago y otra en Sevilla. Además situaron otra
audiencia al frente de cada reino de la Corona de Aragón y de Navarra.

El control municipal fue otro de los capítulos importantes de la nueva


monarquía. Consolidaron y generalizaron en Castilla la figura de los
corregidores a gran número de municipios. Nombrados por la Corona,
ejercían como gobernadores y jueces de sus territorios y controlaban a
las oligarquías locales: regidores y alcaldes.

Las Cortes siguieron funcionando en ambos reinos, aunque a partir de


1480 se reunieron en pocas ocasiones (entre 1481 y 1498 ni una sola
vez), ya que muchas de sus funciones fueron asumidas por los
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Consejos. Esta fue otra manera de marginar a la alta nobleza del poder
político.

La creación de un ejército real permanente y el establecimiento desde


1476 de la Santa Hermandad (cuerpo de vigilancia y policía rural)
contribuyeron también a potenciar la política interna y exterior de los
Reyes Católicos.

En la Corona de Aragón, debido a su tradición política "pactista" el


poder monárquico tuvo muchas más dificultades en fortalecerse. No obstante,
el poder de los virreyes –uno en cada reino-, importantes por las frecuentes
ausencias de Fernando I, salió reforzado.

6.5. LA PROYECCIÓN EXTERIOR. POLÍTICA ITALIANA Y


NORTEAFRICANA

La unión de las coronas de Castilla y Aragón convirtió a la monarquía de


los Reyes Católicos en una de las potencias políticas más importantes de
Europa. La política exterior de los Reyes Católicos siguió las siguientes
directrices:

• A) Enfrentamiento con Francia en Italia y alianza matrimonial


con los países que la rodeaban para aislarla.

• B) Expansión marítima tanto en el Atlántico como en el


Mediterráneo norteafricano.

A) 1) Guerras de Italia (1494-95); (1502-03). Tras la Guerra de


Granada, Italia se convirtió en un campo idóneo para dar salida al gran ejército
organizado por los Reyes Católicos. Los Reyes Católicos llevaron a cabo en
Italia una política claramente heredera de la que había aplicado durante siglos
la Corona de Aragón: enfrentamiento con Francia por el predominio en la
península italiana.

Cerdeña y Sicilia estaban integradas en la Corona de Aragón y en


Nápoles reinaba una rama bastarda de Alfonso V el Magnánimo. En un primer
momento, Fernando el Católico y el monarca francés, Carlos VIII, buscaron una
solución pactada. Fruto de esta actitud fue el Tratado de Barcelona (1493) por
el que Aragón recuperaba el Rosellón y la Cerdaña. La ruptura, sin embargo,
vino cuando Carlos VIII conquistó Nápoles en 1495. La reacción española fue
inmediata y se enviaron tropas comandadas por un noble castellano, Gonzalo
Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Tras una larga y

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compleja campaña militar, el conflicto concluyó en 1505 año en el que se llegó
a un acuerdo por el que Francia se quedaba con el Milanesado y renunciaba al
reino de Nápoles.

A) 2) Los Reyes Católicos elaboraron una compleja política


matrimonial que tenía como función atraer a Portugal para unirlo a los
otros reinos de la Corona y aislar Francia. Por ello, los hijos de los Reyes
Católicos se casaron con varias familias reales europeas:

• Isabel y María se casaron con Manuel I de Portugal.

• Catalina de Aragón se casó con Enrique VIII de Inglaterra

• Juan se casó con Margarita de Austria y Juana la Loca con


Felipe El Hermoso, duque de Borgoña, archiduque de Austria e hijo de
Maximiliano, Emperador de Alemania.

Esta política matrimonial produjo al final la gran herencia política de Carlos I.

B) Ocupación de las plazas del Norte de África. Tras la conquista de


Granada, los Reyes Católicos intentaron extender sus dominios por el Norte de
África como prolongación de la Reconquista y, sobre todo como medio de
contener la piratería y los ataques de turcos y berberiscos a las costas
españolas. El éxito fue escaso y la ocupación española quedó reducida un
pequeño número de plazas fuertes de la costa: Melilla (1497), Oran, Bugía y
Trípoli (1510); sin conseguir acabar con la piratería.

La política atlántica culminó con el descubrimiento de América en


1492…

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