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La 

cromatografía de gases es una técnica cromatográfica en la que la muestra se volatiliza y


se inyecta en la cabeza de una columna cromatográfica. La elución se produce por el flujo de
una fase móvil de gas inerte. A diferencia de los otros tipos de cromatografía, la fase móvil no
interactúa con las moléculas del analito; su única función es la de transportar el analito a través
de la columna.

Existen dos tipos de cromatografía de gases (GC): la cromatografía gas-sólido (GSC) y la


cromatografía gas-líquido (GLC), siendo esta última la que se utiliza más ampliamente, y que
se puede llamar simplemente cromatografía de gases (GC). En la GSC la fase estacionaria es
sólida y la retención de los analitos en ella se produce mediante el proceso de adsorción.
Precisamente este proceso de adsorción, que no es lineal, es el que ha provocado que este
tipo de cromatografía tenga aplicación limitada, ya que la retención del analito sobre la
superficie es semipermanente y se obtienen picos de elución con colas. Su única aplicación es
la separación de especies gaseosas de bajo peso molecular. La GLC utiliza como fase
estacionaria moléculas de líquido inmovilizadas sobre la superficie de un sólido inerte.

La GC se lleva a cabo en un cromatógrafo de gases. Éste consta de diversos componentes


como el gas portador, el sistema de inyección de muestra, la columna (generalmente dentro de
un horno), y el detector.

i. Estándar externo:

Se preparan muestras de patrones de concentración conocida que se analizan

y permiten construir una curva de calibración para cada componente a

cuantificar. Con este método es necesario medir exactamente los volúmenes

inyectados tanto de los patrones como de la muestra incógnita.

ii. Estándar interno:

En este caso se agrega a la muestra una cantidad conocida de un compuesto

que no está presente originalmente. En este caso, la calibración se realiza

analizando patrones de concentración conocida para cada componente a

cuantificar a los cuales se le agrega la misma cantidad del estándar interno

que a la muestra incógnita. La curva de calibración se construye graficando el

cociente entre la señal del analito incógnita y el estándar interno en función

de la concentración del analito incógnita. Este método elimina el error


cometido por la irreproducibilidad en el volumen inyectado.

El uso del estándar interno tiene que ver con la incertidumbre que hay en el volumen de
muestra que se inyecta para analizar por el cromatógrafo. Actualmente, lás cromatografía
líquidas (como el HPLC) tienen un loop de volumen fijo e intercambiable que no hacen
necesario el uso de estándar interno. Sin embargo, en la cromatografía gaseosa (GC) siempre
se precisa. Consiste en agregar a todas las muestras y los patrones una cantidad conocida y
fija de una sustancia similar a la que estamos analizando (siempre hablamos de moléculas muy
volátiles, como los hidrocarburos) pero además NO debe formar parte de la muestra que se
analiza. El GC grafica el cromatograma para la muestra y para las distintas concentraciones de
patrón (que son siempre tubos diferentes y se analizan por separado) y en cada cromatograma
aparece un pico por cada sustancia, una de ellas va a ser siempre la del estándar interno. De
modo que se divide el área del pico en el patrón de concentración uno por el pico del estándar
interno en esa solución y se saca un valor de área relativa y así para cada patron, de modo que
se saca un gráfico de área relativa en función de concentración de analito y se extrapola en el
gráfico con el valor de área relativa que dio en el cromatograma de la muestra. 
Espero haberte ayudado. Lo que debe quedar claro es que tiene que ver con que hay una
incertidumbre alrededor del valor exacto de volumen inyectado, entonces se requiere el
estándar interno para salvar esa incertidumbre.

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