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LA ACUARELA

• La acuarela es una pintura realizada con pigmentos disueltos en agua. La característica que
distingue a la acuarela es su transparencia.

• Se emplea únicamente en la realización de obras de pequeño formato. Exige por su técnica


una gran seguridad en el trazo e improvisación.

• Las acuarelas se obtienen por aglutinación de pigmentos secos en polvo mezclados con
goma arábiga, que se extrae de la acacia y que solidifica por evaporación, pero que es
soluble en agua. Las acuarelas, en estado sólido, se disuelven en agua y se aplican sobre el
papel con un pincel.

• Si bien la acuarela es un tipo de pintura relativamente moderno, a lo largo de la historia se


han utilizado diferentes pinturas a base de agua. Se puede considerar que las primeras
acuarelas son los papiros del antiguo Egipto, y los tempranos dibujos orientales a tinta son
en realidad una forma de acuarela monocroma.

• En la Europa medieval, se empleaban pigmentos solubles en agua aglutinados con un


densificador derivado del huevo para los manuscritos minados.
PINTURA AL FRESCO

• Se denomina pintura al fresco la que se aplica sobre una pared preparada con un enlucido
todavía húmedo y diluidos los colores con agua pura. El procedimiento del fresco se basa en
aprovechar la propiedad que posee la cal de formar, unida a la arena y al agua, una capa en
cuya superficie penetran los colores, y al secarse, quedan fijados volviéndose insolubles al
agua.

• En el renacimiento este proceso era conocido como buon fresco, o ‘a la italiana’ para
diferenciarlo del fresco secco que se realizaba sobre el enlucido seco.

• En el buon fresco, se aplica el color en la última de las varias capas de yeso. En la


penúltima, el pintor superpone un dibujo preparatorio, o cartón, de la obra, aunque también
puede trabajar sobre un esquema de color independiente. A continuación, refuerza con
acuarela oscura las diferentes figuras y formas del cartón y aplica la última capa de yeso
sobre el dibujo por pequeñas zonas, y el color sobre el yeso mojado. Al secarse, la cal
contenida en el yeso reacciona químicamente con el dióxido de carbono del aire, formando
una película de carbonato de calcio que une de forma estable los colores a la pared.

• Los colores de un fresco suelen ser poco densos, translúcidos y claros y, en muchos casos,
tienen una apariencia calcárea. En el renacimiento se encontró el modo de dar un poco más
de opacidad a los colores.

• En el buon fresco es necesario pintar rápidamente, limitándose a lo esencial. El artista


debe saber la cantidad de color que absorberá el yeso. Demasiada pintura hace que la
superficie se agriete y hace necesario levantar la zona defectuosa, extender yeso fresco y
volver a pintar.
PINTURA AL OLEO

• Es el arte de aplicar colores disueltos en aceites secantes sobre una superficie para crear un
cuadro. La pintura al óleo se desarrolló en Europa a finales de la edad media y gozó de gran
aceptación por su mayor simplicidad de manejo y las posibilidades más amplias que ofrecía,
en contraste con los agentes aglutinantes existentes a la sazón.

• La pintura al óleo se seca relativamente despacio con poca alteración del color, lo que
permite igualar, mezclar o degradar los tonos y hacer correcciones con facilidad. El pintor
no está limitado a las pinceladas lineales, sino que puede aplicar veladuras, aguadas,
manchas, vaporizaciones o empastes (pigmentos muy espesos).

• El óleo permite obtener efectos de gran riqueza con el color, los contrastes tonales y el
claroscuro.

MATERIALES Y TÉCNICAS

• En la actualidad, casi todos los artistas utilizan materiales comerciales, aunque quedan
algunos que prefieren preparar sus propias pinturas al estilo tradicional. La pintura al óleo se
compone de pigmentos molidos mezclados con un aceite que se seca al estar expuesto al
aire. Los pigmentos, o polvos de color, deben ser insolubles, insensibles a la decoloración y
químicamente inertes

• La superficie pictórica consiste en un soporte, que puede ser una tabla o un panel
compuesto, o más frecuentemente, una tela de lino, algodón o yute tensada en un bastidor o
encolada a una tabla. El soporte va cubierto con una preparación, hecha con una fina capa
de yeso y cola o apresto.

• La preparación hace que el soporte sea menos absorbente y proporciona una superficie
pictórica que no es ni muy áspera ni muy suave; puede ser blanca aunque generalmente se
aplica encima una capa de color, que suele ser gris, castaño oscuro o rojiza.
• Para pintar al óleo se procede, tradicionalmente, por etapas. En primer lugar se bosqueja el
dibujo sobre la preparación a lápiz o a carboncillo. Después se rellenan las amplias zonas de
color con una pintura fluida, y se van refinando y corrigiendo sucesivamente con pintura
más espesa a la que se añade óleo,. Este proceso puede durar desde pocos días hasta meses o
incluso años.

• Una vez seca la pintura, se barniza para protegerla de la suciedad y para dar más vida a los
colores. Todos los barnices terminan por oscurecerse, por lo que deben ser de fácil
eliminación para volverlos a aplicar.
PINTURA A LA ENCUASTICA

• Es la pintura realizada con pigmentos mezclados con cera caliente o, más recientemente,
con resina. Tiene la finalidad de fundir el pigmento en la superficie, produciendo así un
acabado de gran duración. La encáustica era una de las técnicas pictóricas más utilizadas en
el mundo clásico.

• Los antiguos griegos y romanos calentaban la superficie a pintar y la paleta con


quemadores de carbón vegetal y trabajaban con una espátula de metal de dos extremos o con
un pincel. Algunas veces grababan el dibujo con el extremo caliente de la espátula y
después rellenaban la incisión con pintura.

• Esta técnica cayó en desuso en el siglo VIII o IX y nunca ha sido resucitada en serio, con
excepción de una breve reaparición en Alemania, en el siglo XIX, para la pintura mural. En
el siglo XX se ha venido aplicando con cierto éxito para la pintura mural y sobre tabla.

• En la actualidad, se añade resina a la mezcla para endurecerla y facilitar su aplicación y


todo el proceso se simplifica gracias a la paleta que se calienta eléctricamente.
AGUAZO O “GOUACHE”

• Es una acuarela de pigmentos opacos en lugar de los pigmentos translúcidos de las


auténticas acuarelas. En el gouache los pigmentos están aglutinados con cola o mezclados
con pigmento blanco. Aunque carece de la delicada luminosidad de la auténtica acuarela, es
más sustancioso que ésta y su textura se parece a la de la pintura al óleo. Además, la
tendencia de los colores del gouache a aclarar a medida que se secan permite una amplia
gama de efectos nacarados o tipo pastel.

• Los primeros en emplear este procedimiento fueron los antiguos egipcios que utilizaban
miel para aglutinar sus pigmentos. Su uso estaba muy difundido en la edad media para la
iluminación de manuscritos y alcanzó verdadera popularidad en el siglo XVIII; el pintor
francés François Boucher explotó con gran habilidad sus tonos nacarados.

• Los artistas del siglo XX han utilizado mucho el gouache porque permite conseguir
empastes espesos, ideales para lograr efectos más expresionistas. En la actualidad es
también conocido como témpera.

• El gouache se emplea mucho hoy para carteles publicitarios, figurines, decorados e


ilustraciones.

• En este procedimiento se emplea como soporte tela, tabla o cartón preparados con cola
para que no sean absorbentes; cuando han de pintarse amplias zonas con tintas planas, la
superficie que ha de recibirlas no se coloca vertical ni muy inclinada para que las pinceladas
no resbalen unas sobre otras.
PINTURA AL TEMPLE

• Es una técnica pictórica que consiste en disolver el pigmento en agua y templarlo o


engrosarlo con huevo, caseína, goma o una solución de glicerina.

• La pintura al temple es la técnica pictórica más antigua que se conoce; las pinturas murales
del antiguo Egipto y de Babilonia, y las del periodo micénico en Grecia, están
probablemente realizadas al temple con un aglutinante de yema de huevo, al que en algunos
casos se añadía un poco de vinagre. Posteriormente el empleo del temple se extendió por
Europa y alcanzó su culminación en Italia. Pintores florentinos de los siglos XIII y XIV,
como Giotto, Cimabue y sus contemporáneos, solían utilizar esta técnica sobre una
preparación de yeso blanco.

• Antes de pintar una tabla, de álamo, tilo o sauce, era necesario llevar a cabo un laborioso
proceso. En primer lugar se rellenaban las fisuras con una mezcla de apresto, o cola, y
serrín. A continuación se cubría la tabla con un lienzo fino, que se sujetaba con apresto, y se
revestía toda la superficie con un yeso espeso, conocido como gesso grasso, para aplicar
finalmente, con brocha, una capa más fina llamada gesso sottile que constituía la superficie
pictórica.

• La superficie era muy absorbente, lo que obligaba al pintor a trabajar con gran rapidez y
seguridad. El resultado era una superficie de gran suavidad, aunque la gama de colores
estaba limitada. Las pinturas al óleo empezaron a sustituir al temple en el siglo XV.
Los pintores renacentistas italianos molían los pigmentos a mano y una vez conseguido el
polvo lo mezclaban con el aglutinante.

• Hoy, este tipo de pinturas se están volviendo a poner de moda pero ya vienen envasadas y
lo único que hay que hacer es añadir agua u otro aglutinante, generalmente caseína. Las
pinturas al temple son opacas y mates y mantienen el color inalterable durante mucho
tiempo.

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