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Resumen
Desde la década pasada, en la Argentina se mantienen niveles de empleo no
registrado que afectan prácticamente a 4 de cada 10 trabajadores, los que
poseen salarios medios hasta un 40% inferiores a los de sus pares
registrados. Esta situación configura una economía informal de carácter
estructural, donde la precarización del trabajo se presenta como una
condición sistémica en el mercado de trabajo de nuestro país.
Asimismo, la precariedad no se distribuye uniformemente a través de los
distintos tamaños del capital. La literatura económica ortodoxa sobre el
tema, corroborado en la evidencia empírica, sostiene que las pequeñas
empresas presentan mayores niveles de informalidad, debido a su menor
visibilidad, su mayor flexibilidad y mejores oportunidades de eludir los
controles estatales. Mientras que las grandes empresas son más vulnerables
a las regulaciones estatales y es menos probable que se aboquen
directamente a actividades informales. Sin embargo, ¿son las pequeñas
empresas las que retienen los mayores márgenes de ganancia producto de
la precarización de los trabajadores ó éstos son transferidos al gran capital?
Una aproximación a la pregunta que guía el presente trabajo implica debatir
sobre el carácter funcional de la precarización laboral, resaltando los
vínculos intrasectoriales. Para esto, se incorporará al análisis la noción de
Bloques Sectoriales de Leontief, y su aplicación a los cuadros de relaciones
intersectoriales de Argentina seguida en los trabajos de Lifschitz (1992,
2004). La utilización de cuadros de Insumo Producto tiene la peculiaridad de
incluir las porciones de producto utilizadas como insumos por las distintas
industrias y, por lo tanto, permiten observar la estructura de las relaciones
interindustriales de producción. Para la aplicación empírica se utilizaran los
Bloques Sectoriales que surgen del análisis de la matriz de Insumo-Producto
Argentina del año 1997 (MIPAr97 - INDEC).
I. Introducción
1
Licenciado en Economía - UNLP / Especialista en Economía Política - FLACSO / Docente UNLP / Miembro del Centro de
Estudios para el Cambio Social / facunbarrera@yahoo.com
2
Licenciada en Economía - UNLP / Docente UNLP / mlucianastorti@yahoo.com.ar
1
convertibilidad, la Argentina mantiene niveles de no registro por encima del 35%, lo
cual ha consolidado un mercado de trabajo con niveles de precarización de carácter
estructural 3 . Considerando exclusivamente la definición legal de precarización del
trabajo 4 , encontramos que finalizamos la primera década del siglo XXI con un valor
promedio superior en 7,5 puntos porcentuales al registrado durante los años noventa
(Gráfico 1).
informalidad
50
prom. post-Convert.
prom. Convert.
45
% trabajadores informales
42,2%
40
35 34,7%
30
25
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010*
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EPH-INDEC.
3
Estas condiciones estructurales, no son propiedad exclusiva de nuestro país sino que se encuentran presentes en el
resto de de la región. Analizar estas características comunes puede también ayudarnos a pensar en la funcionalidad de
la informalidad, como una condición sistémica de nuestros mercados de trabajo periféricos (Barrera y López, 2010).
4
Una breve reflexión respecto de las formas de medición de la informalidad / precarización del trabajo se realiza en el
apartado metodológico del trabajo.
2
la informalidad en la acumulación de capital en la Argentina. En particular, nos interesa
resaltar los vínculos inter-sectoriales incorporando una mirada sobre las principales
compras y ventas, en las que se ponen de manifiesto las estrategias divergentes de los
distintos capitales, las cuales involucran diferentes niveles de informalidad.
La informalidad no se distribuye uniformemente a través de los distintos tamaños
del capital. Las grandes empresas son más vulnerables a las regulaciones estatales y
es menos probable que se aboquen directamente a actividades informales, mientras
que es usual encontrar evidencia empírica que muestre que las pequeñas empresas
presentan mayores niveles de informalidad. Tokman (1999) señala que cuanto más
pequeño es el tamaño de la empresa, menor es el grado de cumplimiento de las
obligaciones laborales. Sin embargo, ¿son las pequeñas empresas las que retienen los
mayores márgenes de ganancia producto de la precarización de los trabajadores? ¿Ó
éstos son transferidos al gran capital vía sus vínculos de compra y venta?
A continuación, discutiremos los presupuestos del marco teórico ortodoxo
oponiendo una visión alternativa para la comprensión del fenómeno. En segundo lugar,
presentaremos un apartado metodológico donde se discutirán las relaciones
intersectoriales que se presentan en la matriz de insumo-producto argentina del año
1997 (MIPAr97) -última publicada oficialmente por el Instituto Nacional de Estadística y
Censos (INDEC)-. Luego, presentaremos el estudio de casos para el bloque textil, la
cadena automotriz y la de Caucho y Plástico, relevantes tanto en términos productivos
(importante participación en la producción total de mercancías) como de empleo. Por
último, en las reflexiones finales resaltamos los principales resultados y posibles líneas
de trabajo que continúen la presente investigación.
5 El autor muestra cómo en el Perú los trámites para habilitar la apertura de un taller de confección (entre otros
ejemplos) son sustancialmente más largos y costosos que en el estado de La Florida (EE.UU.). De igual manera, analiza
la enorme cantidad de leyes que son sancionadas al año en su país, las cuales en un número importante son de autoría
del Poder Ejecutivo. Esta característica redunda en una compleja maraña legal y de menor calidad -ya que el Poder
Legislativo (mejor capacitado en la materia) interviene en una menor medida-. (De Soto, 1986).
3
pequeña escala, poco capital, trabajo intensivo con tecnología atrasada, bajos niveles
de productividad y baja capacidad de acumulación (Peattie 1980; Tokman 1982).
La propuesta de política es clara: primero, se vuelve prioritario reducir la trama
burocrática estatal para aumentar la eficiencia y aprovechar el potencial creativo de los
agentes que se desenvuelven en el “sector” informal. Seguidamente, debe reducirse la
presión fiscal que genera que los costos del cumplimiento de la ley sobrepasen los
beneficios y, por lo tanto, que las actividades económicas se vuelvan informales. La
teoría dual marca una característica de transitoriedad: al eliminar la burocracia y
disminuir la presión fiscal sobre las actividades productivas, gradualmente, se va a dar
un proceso de transición donde se abandona la condición de informal, yendo hacia el
sector formal de la economía.
Desde una perspectiva crítica ya no son las decisiones individuales las que priman
en la composición de la economía informal sino las características del funcionamiento
del sistema. Algunos autores señalan la existencia de dos sectores, ya no moderno y
atrasado (como plantea OIT) sino capitalista y no capitalista, es decir, se hace foco en
el modo de producción (Brenan 1976, Bienefeld 1975). No obstante la distribución
entre sectores, el enfoque pone el énfasis en las características sistémicas de la
economía informal e intenta buscar los puntos de conexión, los lazos funcionales de las
unidades económicas que se desenvuelven en la economía informal con aquellas que
lo hacen en la economía formal. Brenan (1976) sostiene que “las partes componentes
se influencian y gradualmente pierden su independencia e identidad individual, por lo
que nos encontramos con un todo coherente, un sistema con sus propia característica
y dinámica” (pág. 1975, traducción propia). Por otra parte, la precarización de la fuerza
de trabajo es vista como parte del funcionamiento normal del modo de acumulación
del sistema capitalista (Giosa Zuazúa, 2005).
Esta corriente sostiene que el atraso en las actividades informales es una
precondición para el desarrollo y progreso de aquellas que se encuentran en la
formalidad, dado que existe una relación de subordinación de las primeras con
respecto a las últimas. En este sentido, diversos autores muestran que la reducida
escala o la ineficiente administración, no son las causas principales de la pobreza, por
ejemplo, en los dueños de talleres de Dakar (Gerry, 1974) o en los empleados en
pequeñas industrias de Calcuta (Bose, 1974), sino la transferencia de excedente hacia
arriba en la cadena de producción. De esta manera, las grandes empresas obligan a las
pequeñas empresas del sector informal a operar en un mercado diferente, donde los
precios de los insumos son elevados y los precios de venta bajos; de manera que los
principales beneficios del diferencial de precios son apropiados por las grandes
empresas (Bose, 1974).
En líneas generales, podemos resaltar que las pequeñas empresas se encuentran
subordinadas principalmente a través de las relaciones comerciales. Son centrales las
relaciones que estas empresas establecen tanto hacia arriba como hacia abajo (es
decir en la compra de insumos y en la venta de sus productos). La transferencia de
valor opera a través del sistema de precios, desde las pequeñas empresas (donde la
composición orgánica del capital es baja) hacia las grandes empresas (donde es
elevada).
4
Sin embargo, esta no es la única forma existente de transferencia de ganancias. La
producción de gran parte de los bienes y servicios, de consumo en el mercado interno,
es responsabilidad de los pequeños capitales, ya que las grandes empresas orientan su
producción hacia la exportación para el consumo o transformación en los países
centrales 6 . Estas últimas se benefician de la producción de mercancías baratas de una
doble manera. En forma directa, les permite reducir los costos de producción, e
indirectamente, abaratar el costo de reproducción de la fuerza de trabajo 7 (Gerry,
1987).
En lo que se refiere a América Latina, diversos autores (Souza 1981, Cacciamali
1983) sostenían la existencia de una relación de subordinación de formas “no
típicamente capitalistas” (sector informal) y el núcleo capitalista. Cacciamali (op. cit.)
hace hincapié en el flujo de renta que se transfiere del sector informal hacia el formal,
a partir de las relaciones de subcontratación (periferización de actividades), de venta
de mercancías y de prestación de servicios. Luego, autores como Portes (1995) y
Portes y Benton (1987) retoman varios aspectos de este enfoque pero consideran a las
actividades incluidas en el sector informal como actividades típicamente capitalistas,
caracterizadas principalmente por la ausencia de regulación estatal y relaciones
salariales encubiertas (subcontratación).
De acuerdo a Portes, la informalidad -es decir, el sector informal urbano (SIU)-
puede entenderse como una forma de vinculación entre el capital y el trabajo que es
consecuencia de la reestructuración del sistema capitalista a escala global (Portes,
1995). La necesidad de recomponer las tasas de ganancia y competir en la economía
mundial impone bajar costos, lo que se realiza a través de los trabajadores informales.
Según Gallart (2007), las nuevas tecnologías permiten fraccionar procesos productivos
que antes se realizaban en una única sede, por lo que se tercerizan tareas hacia
empresas chicas que escapan al control legal.
En definitiva, se sostiene que las características en las que el concepto standart de
informalidad está basado (bajos ingresos y productividades), no son la pre-condición
sino el resultado de la dominación de los grandes capitales (directrices del proceso de
acumulación) por sobre los pequeños. Bajo esta concepción, el incremento de los
niveles de informalidad de las últimas décadas, no ha hecho más que expandir la
transferencia de valor desde los trabajadores informales y los pequeños capitales hacia
los grandes capitales. Así, la transitoriedad de las condiciones de informalidad, junto
con el “progreso” de buena parte de los pequeños capitales, se vuelve una mera
ilusión ya que se inserta en el marco de una lógica sistémica que es la que guía el
proceso de acumulación en la periferia 8 .
6 Los sectores sociales favorecidos de los países atrasados también participan del consumo de aquellos productos.
7
Es decir, disminuye el valor de la canasta de bienes y servicios que necesita un trabajador (y su familia) para
garantizar su reproducción.
8
Para más información sobre las los condicionamientos estructurales del proceso de acumulación en la economía
argentina, ver Barrera y López (2010).
5
III.Elección del espacio analítico del estudio. Utilización de cuadros de
relaciones intersectoriales.
6
constituyendo conjuntos relativamente autónomos, lo que implica un estudio adicional
a los enfoques por rama de actividad y los realizados a nivel global. Los bloques
sectoriales constituyen, por lo tanto, un espacio para el análisis económico que logra
complementariedad entre un espacio más micro -al que contiene- y el espacio global -
en el que está contenido-. (Lifschitz, 1992) Asimismo, sostiene que los bloques
sectoriales pueden visualizarse a partir de […] las actividades económicas (que)
tienden a relacionarse de acuerdo con sus especificidades, manteniendo con las
restantes vinculaciones más genéricas; consecuentemente, éstas pueden considerarse
agrupadas en bloques, constituyendo a partir de un enfoque global, mapas de cuasi
islotes comunicados entre sí. (Lifschitz, 2004: 2)
El autor construye una metodología para encontrar bloques sectoriales a partir de la
utilización de tablas de insumo-producto 9 . Los mismos están compuestos por
actividades productoras de bienes, servicios y de comercialización, las cuales son
reunidas por sus relaciones específicas 10 principales. Los agrupamientos se forman a
instancias de determinadas actividades que pueden considerarse como sus principales
organizadores en función de la atracción que ejercen sobre otras actividades. En su
ausencia, el conjunto se subdividiría, se integraría a otro bloque, o las mismas podrían
quedar como actividades aisladas; por lo tanto, las actividades consideradas principales
organizadores son considerados como verdaderos núcleos o sectores clave,
organizadores del conjunto.
A los efectos del presente trabajo, si bien se entiende que la utilización de matrices
para el análisis de la economía argentina, implica necesariamente un defasaje temporal
-al ser la última publicación oficial del año 1997-, las mismas permiten, como ya se dijo
anteriormente, complementar el análisis económico sectorial tradicional y observar
relaciones que en otros niveles de análisis no sería posible. Comprobar la existencia de
bloques con elevada independencia relativa, nos permitirá aproximarnos al espacio de
análisis necesario para verificar la existencia de una relación funcional de los procesos
de precarización del trabajo en ramas o sectores de actividad subordinados a las
dinámicas de acumulación de los grandes capitales 11 . Asimismo, en los bloques
elegidos, cuyo desarrollo se encuentra a continuación, diversos estudios sectoriales 12
permiten observar que la morfología de los mercados y las condiciones de empleo se
9
Para identificar los bloques sectoriales parte de un algoritmo de formación de Bloques aplicado a una MIP. En los
trabajos asociados a la elaboración del método de identificación de bloques, se demuestra que el algoritmo de
emblocamiento aplicado encuentra bloques que, dadas las condiciones iniciales -principalmente, el tamaño de la matriz-
, presentan la máxima autonomía posible y exhaustividad en cuanto a la cantidad de ramas de actividad emblocadas.
Dicho algoritmo ha sido aplicado, en diferentes trabajos, a matrices de la Argentina para el año 1984 y 1997. Una
explicación detallada puede verse en el sitio desarr-
territorial.gov.ar/htms/nortegrande/nortegrande_bloquesproduct.html. “Bloques sectoriales en Argentina” y “Método
para la identificación de sectores clave dentro de los bloques sectoriales.”
10
Para encontrar bloques constituidos por cadenas de valor entre las transacciones intermedias de una matriz,
diferencia las transacciones en: específicas y no específicas. Las primeras corresponden a las actividades que están
intrínsecamente vinculadas entre si; constituyendo los componentes en el interior de un bloque. En tanto, las segundas
comprenden relaciones genéricas o difundidas, constituyendo las vinculaciones entre bloques. Finalmente, se reconocen
algunas transacciones entre bloques como específicas (intersecciones); esto ocurre cuando se producen en un bloque y
se destinan a otro en particular.
11
Reconocemos que los encadenamientos no necesariamente empiezan y terminan en el espacio de valor nacional que
da origen al estudio, sino que traspasan las fronteras abarcando normalmente espacios de orden global. De igual
manera, la utilización de matrices, no permite identificar otros vínculos relevantes no asociados a transacciones de
compra y venta.
12
Véase, por ejemplo, Castillo y otros (2007), MTEySS (2006) Campos (2008), CEP (2007), Galliart (2006), Libchaver y
Pogliaghi (2008), CEP (2004) y Narodowsky (2008).
7
asemejan a los resultados obtenidos en la MIP97, reforzando la existencia de una
problemática estructural como la planteada en el presente artículo.
En relación a la precarización del trabajo, el mismo es un fenómeno que presenta
numerosas aristas: comúnmente, se lo describe por medio de los trabajadores que no
realizan aportes jubilatorios, lo que se denomina como la definición “legal” de la
informalidad. Sin embargo, esto registra tan sólo una parte de la problemática ya que
se excluyen los trabajadores aportantes al sistema jubilatorio con contratos a plazo, los
porcentuales salariales no remunerativos (pagos en negro), ni las horas extras
impagas, entre otras.
A pesar de ello y reconociendo las limitaciones propias para su definición y
medición, para su tratamiento consideraremos como trabajadores informales a los
trabajadores que no se les realizan aportes a la seguridad social (comúnmente
llamados “en negro”). De esta manera, la consideración de trabajo precario no
depende de la formalidad o tamaño de las empresas, sino de la forma de contratación
de los trabajadores -quedan incluidos en la definición de informalidad aquellos
trabajadores contratados, incluso, por empresas formales-. Asimismo, la medida suele
ser la utilizada en gran parte de los estudios sobre el tema y, por lo tanto, se vuelve
comparable.
En términos prácticos, a partir de la información brindada por la MIP97, se estima el
porcentaje de trabajadores no registrados en relación al total de asalariados en cada
rama de actividad.
8
identificación de la actividad Construcción como un sector clave del bloque, en donde
los niveles de informalidad alcanzan al 58% de los trabajadores asalariados.
Metal-Mecánico 18 0
Construcción 56 58
En particular, para el análisis empírico se eligieron los estudios de caso tomados por
Pérez, Chena y Barrera (2010), el Bloque Textil, el Sub-bloque Automotriz
(perteneciente al Bloque Metalmecánico) y la cadena del Caucho y Plástico
perteneciente al Bloque Químico; y se amplió la cantidad de sectores involucrados en
cada uno de ellos. El conjunto de los tres bloques representa el 46% del VAB y el 48%
de la mano de obra ocupada del total de bloques de bienes.
Para el estudio se han identificado las relaciones principales entre las distintas
ramas de actividad a partir de reconocer las principales compras y ventas entre las
mismas. De esta manera, es posible observar como se expresan los niveles de
informalidad en los bloques, en relación con las relaciones comerciales intersectoriales.
Por otro lado, entendemos que los grandes capitales -aquellos con poder de
comando al interior de los bloques- tienden a ubicarse en los sectores clave, es decir,
en los núcleos de los bloques sectoriales. Desde esa ubicación estratégica, tienen la
capacidad de modelar las condiciones estructurales y los comportamientos del resto de
9
las ramas de actividad, que supeditan su desenvolvimiento a las condiciones que se
imponen desde las ramas líderes.
Caso 1: Textil
La elección del Bloque Textil permite trabajar con ramas con una fuerte absorción
de mano de obra y que, por lo tanto, emplean una gran cantidad de trabajadores.
Según datos del CNE04, las ramas textiles registran el 9% del empleo asalariado de la
industria manufacturera y el 4,6% del valor agregado total industrial 13 . Asimismo, la
misma muestra en la MIP97 elevados multiplicadores de empleo 14 (por ejemplo, en la
rama Fibras, hilados y tejeduría de producto textiles, con un valor de 4,6). Es decir,
induce -a partir de los fuertes encadenamientos productivos que posee- altos niveles
de empleo en las actividades proveedoras de insumos.
El bloque presenta una gran atomización de la producción y altos índices de
flexibilización del trabajo. Las empresas de indumentaria se caracterizan por la
tercerización (total o parcial) de la confección de prendas, dando lugar a una cadena
de subcontratistas de actores cada vez más pequeños (CEP, 2007: 64). Y es en los
talleres de confección donde se concentran los niveles más altos de trabajo no
registrado y las empresas de menor tamaño (Campos, 2008; Gallart, 2006; Libchaver y
Pogliaghi, 2008).
La figura 1 muestra los vínculos al interior del bloque y la distribución del empleo no
registrado. Puede observarse que los menores índices de informalidad se encuentran
en los sectores clave del bloque: Fibras, hilados y tejeduría de producto textiles y
Fibras Sintéticas, con un 13% y un 8,8% de no registro, respectivamente. Estas ramas
concentran las tasas más altas de empleo formal y es donde han sobrevivido, a pesar
de la crisis del sector, algunas grandes empresas (Gallart, 2006).
13
INDEC, Censo Nacional Económico, 2004/2005.
14
Número de puestos de trabajo total (directos + indirectos) generado por cada puesto de trabajo directo.
10
Figura 1: Textiles
Principales ví
vínculos intersectoriales y distribució
distribución del empleo no registrado.
ACABADO DE
PRODUCTOS
TEXTILES
18% (V)
9% (C)
FABRICACION DE
FIBRAS, HILADOS PRODUCTOS
CULTIVOS 18% (C)
29% (V) Y TEJEDURIA DE TEXTILES
INDUSTRIALES PRODUCTOS
TEXTILES 45,3% (no reg.)
62,9% (no reg.)
13% (no reg.)
13% (V)
18% (C)
40% (C)
24% (V)
TEJIDOS DE PUNTO
PRENDAS DE VESTIR,
TERMINACION Y TEÑIDO
DE PIELES
11
tejeduría de productos textiles y, a modo de ejemplo, los salarios representan un 82%
en Fabricación de productos textiles, un 55% en Prendas de vestir y un 40% en
Cultivos industriales. Como generalidad, se puede observar una relación inversa entre
los niveles de no registro y los salarios pagados en cada rama del bloque.
Fibras, hilados y
tejeduría de productos 27.768 1,00 4.132 0,50 1,00 1,00
textiles
Fibras sintéticas
3.031 2,01 291 1,25 2,08 2,10
manufacturadas
Acabado de productos
5.226 0,91 1.142 0,45 0,88 1,08
textiles
Fabricación de productos
12.553 1,00 10.376 0,49 0,82 0,87
textiles
Prendas de vestir,
terminación y teñido de 39.105 0,71 47.370 0,35 0,55 0,78
pieles
12
Caso 2: Automotriz
Figura 2: Automotriz
Principales ví
vínculos intersectoriales y distribució
distribución del empleo no registrado.
AUTOPARTES
CARROCERIAS Y
REMOLQUES 49% (V) VEHICULOS
METALICAS BASICAS
AUTOMOTORES
27% (C) 53,4% (no reg.)
0% (no reg.)
0% (no reg.)
9% (V)
ACUMULADORES
y PILAS
16% (V)
PRODUCTOS
TEXTILES
C: principales compras.
Elaboración en base a MIP97 (INDEC)
Los resultados obtenidos de la MIP son consistentes con las conclusiones de Castillo
y otros (2006) para los últimos años, tanto en términos de la cantidad como del
tamaño de las empresas en las diferentes ramas de la cadena. Mientras que en las
terminales existían en ese año, sólo 10 empresas que concentraban cerca de 20.000
15
La misma forma parte del Bloque Metalmecánico y Construcción. Completan el Bloque la cadena de la Construcción y
Otros Productos Metalmecánicos. A efectos de facilitar la comprensión y distinguir con mayor claridad los vínculos
intersectoriales específicos, la industria automotriz será trabajada de forma independiente.
16
INDEC, Censo Nacional Económico, 2004/2005.
13
trabajadores, en el sector autopartistas la concentración era mucho menos elevada,
teniendo las empresas un promedio de 100 trabajadores.
Los mismos dan cuenta de la morfología de las distintas ramas, mientras que las
terminales automotrices se han caracterizado históricamente como un típico ejemplo
de oligopolio concentrado, las industrias de piezas se caracterizan por la presencia de
una gran cantidad de empresas, algunas de ellas grandes, que mantiene una relación
de dependencia respecto de las empresas terminales. Debido al tipo de especialización,
las empresas de autopartes tienen, generalmente, un único o un reducido número de
compradores y, por lo tanto, las decisiones de precios -e incluso de planes de
producción- quedan subordinados a las terminales. Estas últimas tienen, por lo tanto,
facilidad para apropiarse de parte del excedente de la industria de piezas y partes.
Asimismo, las empresas localizadas en las ramas intermedias de la cadena
demandan parte importante de sus insumos a ramas, también, altamente
concentradas, como es el caso de las Industrias metálicas básicas (acero).
Similares conclusiones se extraen del análisis de las escalas salariales y del EBE por
trabajador. Es decir, en las ramas núcleo, donde se ubica la mayor concentración de
capital, los salarios son notablemente superiores al resto de los sectores. Tanto los de
sus trabajadores registrados como los de los no registrados. (Cuadro 3)
14
Los valores presentados anteriormente dan cuenta de un fenómeno recurrente:
recurrir a la informalización de la fuerza de trabajo permite reducciones de costos
sustanciales para la reproducción de las distintas ramas de actividad. En el conjunto de
la cadena automotriz, los salarios medios de los trabajadores no registrados
representan un 65% del salario de los trabajadores registrados. Este valor es similar a
los valores medios de la economía argentina donde los salarios de los trabajadores
informales representan un 60% del salario de un trabajador en blanco.
Asimismo, se puede observar en el cuadro, que en aquellas ramas de alta
concentración se extraen las tasas más altas de excedente bruto por trabajador.
Siendo en la rama Vehículos automotores alrededor del doble del valor de las ramas
intermedias de la cadena.
17
Al igual que en el caso de la industria automotriz tomamos sólo una de las cadenas del bloque. El conjunto del bloque
se compone de dos grandes cadenas, la Química Orgánica y la Química Inorgánica. Las industrias de Plástico y Caucho
son parte sustancial de la primera de ellas.
18
INDEC, Censo Nacional Económico, 2004/2005.
15
Figura 3: Plá
Plástico y caucho
Principales ví
vínculos intersectoriales y distribució
distribución del empleo no registrado.
PRODUCTOS DE
CAUCHO
13% (C)
MATERIAS PRIMAS 38,7% (no reg.)
PLASTICAS Y CAUHCO
QUIMICA BASICA 14% (V)
SINTETICO
60% (V)
36% (C)
PRODUCTOS DE
PLASTICO
V: principales ventas.
C: principales compras. Elaboración en base a MIP97 (INDEC)
16
Cuadro 4. Plástico y Caucho. Participación del empleo no registrado, desigualdades
salariales y excedente bruto de explotación por trabajador.
Trabajadores Trabajadores No
Registrados registrados Escala de
Escala de
salario
Ramas de actividad Puestos Escala Puestos Escala EBE por
medio
de de de de trabajador
ponderado
trabajo salarios trabajo salarios
Particularmente, resaltan estas relaciones en las dos ramas con vínculos más fuertes
que se presentan en el diagrama. Es decir, los que se registran entre Materias Primas
plásticas y caucho sintético y Productos de plástico, en donde las discrepancias en
términos de informalidad y de salarios son sustanciales, dando cuenta de las
estrategias de los capitales de una y otra rama para su reproducción. Dicha
característica, asume una relevancia aun mayor al observar la magnitud del trabajo
empleado en una rama y en otra: Productos de Plástico es el eslabón donde se
concentra más del 70% de los trabajadores de la cadena.
V. Síntesis y Conclusiones
17
condiciones de compra-venta, reflejando su capacidad diferencial de apropiación de
excedentes al controlar las condiciones de acumulación de otras. La desigual
apropiación de los excedentes no es más que el reflejo de la lógica inmanente al
sistema. El excedente se dirige desde la parte fragmentada hacia la parte concentrada
del capital, dando lugar a un proceso de acumulación diferencial.
La precarización del trabajo aparece, en este sentido, como una estrategia
necesaria de determinados capitales subordinados para su supervivencia. Ir de las
visiones dualistas a la preeminencia de las intersecciones, nos permite mostrar
circuitos que no están desconectados entre si. Los mismos, muchas veces separados
para su clasificación y análisis, se unen para revelar como la propia condición y
estrategia de cada uno de ellos se define a partir de las relaciones que los vinculan.
VI. Bibliografía
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