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La unicidad

cristiana
reconsiderada
El mito de una teología
de las religiones
pluralista
Gavin D'Costa (Ed.)

-10-
T EOR I A

DESC LEE
LA UNICIDAD CRISTIANA
RECONSIDERADA
El m i t o de una t e o l o g í a pluralista de las religiones

G A V I N D' C O S T A (editor)

D e s c l é e De B r o u w e r
Título de la edición original:
Christian Uniqueness Reconsidered: The Myth of a Pluralistic Theology of
Religions,
© Orbis Books, Maryknoll, Nueva York, 1990

Traducción española: María Gracia Roca Rodríguez

© Desclée De Brouwer, S.A., 2000


Henao, 6 - 48009 Bilbao
www.desclee.com
info@desclee.com

Printed in Spain
ISBN: 84-330-1546-X
Despósito Legal: BI-2884/00
Impreso: RGM, S.A. - Bilbao
N O T A SOBRE LA O R T O G R A F Í A

El problema de traducir sistemas de escritura no occidentales al alfabeto lati-


noromano para el inglés y otras lenguas modernas es notoriamente difícil. Al igual
que muchos editores no incluyen los signos diacríticos en palabras tales como el
sánscrito Sunyata, también este libro los omite.
Los estudiosos y otros que conocen lenguas como sánscrito, pali, árabe o japo-
nés no necesitan estos signos para identificar las palabras en su forma escrita ori-
ginal. Y a aquellos que no conocen estas lenguas no les va a suponer ninguna ven-
taja que se incluyan los signos. Reconocemos que las lenguas que usan diferentes
sistemas ortográficos tienen una riqueza y unas características que son en parte ex-
presadas mediante la ortografía de los signos diacríticos. Y aunque no queremos
contribuir a uniformar los contornos de nuestro mundo lingüísticamente plural, el
alto coste de asegurar la exactitud en el uso de los signos diacríticos no justifica re-
producirlos aquí.
PROLOGO

i inevitablemente parte del paisaje, tanto


en oriente como en occidente, tanto en
La cuestión de la actitud y la relación ciudades del llamado Tercer Mundo,
del cristianismo con las religiones del como del Primero.
m u n d o no desaparecerá - n i debe hacer- En Yorkshire, Inglaterra, hay u n
lo. Este tema ha estado siempre en la monumento al gran explorador, el capi-
Iglesia católica desde sus primeros tán Cook. Fue erigido en 1827 y procla-
tiempos de autodefinición hasta la era ma "que mientras sea considerado el
moderna, pero más recientemente de honor de una nación cristiana extender
una manera sin precedentes. En occi- la civilización y la bendición de la fe
dente hubo un tiempo en que las reli- cristiana entre las tribus salvajes, el
giones orientales eran accesibles sólo a nombre del capitán C o o k destacará en-
aquellos que podían leer el sánscrito y el tre los más admirados y celebrados be-
pali y habían trabajado en lejanos conti- nefactores de la raza humana". Seme-
nentes. H o y la mayoría de las bibliote- jante confianza se ha disuelto con dos
cas públicas poseen traducciones del guerras mundiales y la salvaje destruc-
hindú Bhagavad Gita o la colección ción de casi un tercio del m u n d o judío
de enseñanzas budistas, Dhammapada. en el Holocausto/Shoah. La civilización
Para conocer hindúes u n o no necesita occidental también ha traído consigo la
viajar a las orillas del río sagrado, el herencia del hongo atómico que amena-
Ganges; bastan el Támesis, el Rhin o za la creación y la contaminación indus-
el Mississipi. El pluralismo religioso es trial que envuelve al planeta. La expío-
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tacíón económica y política marcan el 'liberal' inclusivista, que reconoce la


paisaje global. En el curso de esta trau- riqueza salvífica de otras religiones pe-
mática historia, la confianza cristiana se ro, entonces, ve esta riqueza como
ha tambaleado. Las "tribus salvajes" del resultado de la labor redentora de Cris-
pasado han sido redescubiertas, a me- to y teniendo en él su plenitud" (p.viii).
nudo como portadoras de profundas y Aunque estas descripciones son inade-
sabias enseñanzas y modos de vida. Es cuadas, Knitter, apoyado por sus once
difícil relegar las religiones del mundo y co-autores, continúa definiendo el cam-
las no-religiones al cubo de la basura de bio de paradigma sugerido al que él de-
la oscuridad, el pecado y el error. nomina la poslciónpluralista: "un aleja-
Un número creciente de teólogos miento de la insistencia en la superiori-
cristianos han pedido un cambio de pa- dad o finalidad de Cristo y el cristianis-
radigma en las actitudes cristianas hacia mo, hacia un reconocimiento de la vali-
las religiones del mundo ( y las no-reli- dez independiente de otras vías. Tal
giones). La colección de ensayos titula- movimiento fue descrito por los parti-
da The Myth of Christian Uniqueness: cipantes en nuestro proyecto como el
Toward a Pluralistic Theology of Reli- paso de un Rubicón teológico" (p. viii).
gions [El Mito de la Unicidad Cristiana: Es desde luego irónico que tal movi-
hacia una teología pluralista de las reli- miento fuera llamado el paso de un
giones] presenta ese reto1. Paul Knitter "Rubicón teológico", cuando el paso de
en su introducción al libro, describe la ese mismo río por Cesar en el año 49
mayor parte de la historia cristiana do- a.C. fue un enérgico intento de adaptar
minada por dos enfoques básicos: "el al "otro" a su propio esquema. Es tam-
enfoque 'conservador' exclusivista, que bién irónico que algunas de las pro-
encuentra la salvación sólo en Cristo y puestas presentadas sean tan triunfalis-
ve poco valor, si es que acaso hay algu- tas e imperialistas como las viejas solu-
no, en cualquier otro lugar; y la actitud ciones que se critican. Por ejemplo, en

I. John Hick y Paul Knitter, eds. The Myth of Christian Uniqueness (Maryknoll, NY, Orbis Books, London
SCM, 1987).

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el intento de afirmar la "validez inde- H a y que destacar dos puntos impor-


pendiente de otras vías", parece que tantes sobre The Myth of Christian
muchos de los que lo hacen, necesaria- Uniqueness. E n primer lugar, los enfo-
mente usan criterios implícitos o explí- ques y conclusiones de muchos de los
citos para lo que es considerado "váli- colaboradores son "ricamente diversos"
do", por ello sustituyendo la particula- (p. ix). H a y una orientación general que
ridad de los criterios cristianos por la une a los autores, más que una única te-
particularidad de otros criterios. N o es- ología. Esto es también cierto de aque-
tá claro por qué la sustitución de un llas teologías que pasan p o r "pluralis-
grupo de criterios por otro, cada u n o tas" en la vasta literatura de la teología
con su propio tipo de exclusividad p r o - de las religiones 2 . En segundo lugar, el
blemática, fue considerada menos teo- libro se diseñó para plantear el pluralis-
lógicamente imperialista. Es más, para mo y exponerlo a "otros teólogos y a
muchos de nosotros presentes en la toda la comunidad cristiana en general"
conferencia en la que se originó el libro, de modo que "pudieran evaluar mejor
el "sistema" del pluralismo a menudo sus contenidos y coherencia, y juzgar
nos parecía operar de un modo curiosa- en qué grado se adecúa a la experiencia
mente absolutista, proponiendo incor- humana" (p. viii). Es a esta cuestión a la
porar las religiones a los propios tér- que se dedica el presente libro.
minos del sistema más que a términos Los temas propuestos p o r los plura-
que tuvieran que ver con la autocom- listas se dirigen al corazón de la teología
prensión de las religiones (el ensayo de y la práctica cristianas. La doctrina de
Panikkar es la excepción). Estas críticas Dios, tan centralmente localizada en la
se desarrollan en la tercera sección del encarnación se pone en cuestión de mu-
presente libro. chas formas diferentes. Por esto es por

2.Ver, por ejemplo, la variedades de pluralismo que se encuentran en las clasificaciones que se dan en
A. Race, Christians and Religious Pluralism (Maryknoll, NY: Orbis Books, London SCM, 1983); P. Knitter,
No Other Ñame? A Critical Study of Christian Attitudes Towards the World Reíigions (Maryknoli. NY: Orbis
Books, London, SCM, 1985); y G. D'Acosta, Theology and Religious Pluralism (Oxford y NY. Basil
Blackwell, 1986). La de Knitter es, sin duda, la guía más amplia.
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lo que la presente colección empieza gunas de las cuales he mencionado an-


con tres ensayos sobre la Trinidad co- teriormente. La presente colección in-
mo punto de partida apropiado para tenta tratar tales cuestiones mostrando
una correcta reflexión cristiana sobre la que el pluralismo tal como se define en
diversidad religiosa. La segunda sección The Myth of Christian Uniqueness no
de este libro trata de otro grupo de te- es la única opción posible para el cris-
mas diferente y relacionado, que está en tianismo en la era moderna.
el centro del debate: el papel y estatus Este libro representa un diálogo se-
de Cristo en un mundo religiosamente rio dentro de la comunidad cristiana so-
plural. El título, El Mito de la Unicidad bre el controvertido problema de la te-
Cristiana, no sin intención, se hace eco ología de las religiones. Los autores
de un libro anterior editado también proceden de ambientes cristianos varia-
por John Hick, The Myth of God dos, de diferentes partes del mundo y
Incarnate [El Mito de Dios Encarna- tienen una gama de habilidades y expe-
do], en el que la doctrina tradicional de riencias diferentes. Son filósofos, teólo-
la encarnación fue puesta en cuestión gos, indólogos, sociólogos y especialis-
por razones tanto buenas como malas3. tas en hermenéutica, unidos por distin-
Los cinco ensayos de la segunda sec- tos grados de insatisfacción con el pro-
ción tratan temas cristológicos, que su- yecto pluralista según se define en The
gieren de varias formas que la significa- Myth of Christian Uniqueness. Algunos
ción definitiva de Cristo no puede ser están descontentos incluso con los tér-
pasada por alto o rechazada y, de hecho, minos del debate como exclusivismo,
una orientación cristo lógica a la cues- inclusivismo y pluralismo, mientras
tión de las otras religiones abre impor- otros se identifican con ellos. Nos unía
tantes y creativos caminos. El tercer además la pretensión de afirmar la im-
grupo de ensayos trata alguna de las portancia y significación de la unicidad
cuestiones hermenéuticas y epistemoló- cristiana. En cierto sentido todas las re-
gicas propuestas por los pluralistas, al- ligiones son únicas en aquello en que

3. John Hick, The Myth of God Incarnate (London: I, 1877).

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son diferentes unas de otras, cada una el contexto de la Buena Noticia al mun-
con su propia historia particular, sus do que se ha encargado a los cristianos?
textos religiosos, prácticas, creencias, Con diferentes matices, los autores de
etc. La unicidad a este nivel es induda- este libro responderían de m o d o afir-
ble e indiscutible. Sin embargo, a nivel mativo a estas cuestiones. Los lectores
teológico es donde surgen las dificulta- tendrán conocimiento de las muchas
des cuando se reivindica, por ejemplo, maneras en las que tales pretensiones
la definitividad y normatividad de la re- pueden ser sostenidas e interpretadas y
velación de Dios en Cristo. Estos pro- el modo en que iluminan el encuentro
blemas tienen que ver con temas in- cristiano con las religiones del mundo.
tra-cristianos sobre la naturaleza de la D e ahí el título de este libro: La
relatividad histórica, el testimonio del Unicidad Cristiana reconsiderada.
N u e v o Testamento, la coherencia de Una palabra sobre el subtítulo del li-
Calcedonia, la naturaleza de Dios y mu- bro: El Mito de una teología pluralista
chos otros temas relacionados. Tales de las religiones. Obviamente se hace
problemas también tienen que ver con eco del título completo de The Myth of
temas interreligiosos cuando otras reli- Christian Uniqueness: Toward a Plu-
giones realizan similares, y a veces con- ralistic Theology of Religions [El Mito
flictivas, reivindicaciones de unicidad. de la Unicidad Cristiana: hacia una teo-
Además algunas de las implicaciones de logía pluralista de las religiones]. N o se
estas pretensiones de unicidad son con- puede negar el hecho de la pluralidad
sideradas inaceptables en sus conse- religiosa. Sin embargo, lo que es cues-
cuencias sobre la actitud cristiana hacia tionable es la "teología pluralista" p r o -
otras religiones. ¿Las pretensiones cris- puesta p o r muchos de los que escriben
tianas sobre su unicidad son coherentes en The Myth of Christian Uniqueness
y sostenibles o incluso iluminadoras pa- que trata de dar cuenta de estos hechos.
ra comprender la pluralidad religiosa? Es contra estas explicaciones problemá-
¿Podrían realizarse mientras se piden ticas contra las que se dirige nuestro tí-
una escucha real y aprendizaje de otras tulo. Queremos proponer preguntas
religiones? ¿Tales pretensiones forman como si la "teología pluralista" es una

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interpretación apropiada o incluso ade- nos de las iglesias y los estudiosos que
cuada de la pluralidad religiosa. El uso quieran explorar el plurifacético debate
de la palabra "mito" aquí es polémico y de la teología cristiana en lo relativo a la
se hace eco del uso de Knitter en su significación de otras religiones.
prólogo, donde implica la necesidad de
una nueva interpretación de temas que
II
han sido entendidos de u n m o d o literal
(p. vii). Dado que irónicamente "teolo-
Los primeros tres ensayos tratan la
gía pluralista" a menudo parece dificul-
tar más que ayudar a un reconocimien- cuestión de la pluralidad religiosa desde
to apropiado de la pluralidad religiosa, la perspectiva de la doctrina trinitaria de
a pesar de su intención literal, parece Dios, tan central en la corriente princi-
apropiado considerarlo mítico. Pero pal del cristianismo. Rowan Williams
también intentamos ofrecer reflexiones escribe un ensayo agradecido aunque
alternativas sobre la dificultad y retos no acrítico sobre la contribución trini-
de la diversidad religiosa. taria de Panikkar al debate. Sugiere que
La unidad de esta colección no des- sólo Panikkar entre todos los co-auto-
cansa, por tanto, en una insatisfacción res de The Myth of Christian Unique-
negativa y crítica, sino en un intento de ness "proporciona pautas para una au-
proponer a la comunidad cristiana una téntica teología de encuentro inter-reli-
vía alternativa para acercarse a las cues- gioso". Lo hace mediante su idea de que
tiones planteadas. Para esto, el lector no el misterio de la Trinidad proporciona
necesita estar familiarizado con The los fundamentos últimos para el plura-
Myth of Christian Uniqueness; estos lismo, puesto que el logos y el espíritu,
ensayos se entienden por sí mismos. Sin lo concreto y lo universal, permanecen
embargo, también se espera que este li- en tensión hasta el ésjaton. Así, la "ple-
bro pueda servir como texto comple- nitud de Cristo está siempre por descu-
mentario a The Myth of Christian brir, nunca ya ahí como u n modelo
Uniqueness para aquellos que estén in- conceptual que explica y predice todo".
teresados en el debate y para los cristia- Por tanto, hasta el final de la historia no

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P R O L O G O

podemos decir con precisión todo lo sabilidad crítica del testimonio cristia-
que hay que decir sobre el logos. no... hacia las tradiciones con las que se
Aplaude la desaprobación de Panikkar encuentra". Tras una matizada discu-
de un pluralismo liberal precisamente sión concluye que el "objetivo cristiano
p o r q u e la forma de pluralismo de en el encuentro interreligioso es invitar
Panikkar se basa en el centro de la teo- al mundo de las religiones a encontrar
logía y la práctica cristiana, más que en aquí, en la narrativa y la práctica de
cimientos fuera y más allá de cualquier Jesús y su comunidad eso que ancla v
comunidad particular de fe. conecta sus esperanzas humanas - n o
Williams realiza dos tareas principa- necesariamente en la forma de 'colmar
les. En primer lugar, desarrolla sugeren- sus aspiraciones' o 'llevar a la perfec-
cias que están implícitas en las propues- ción sus más altos ideales', sino como
tas de Panikkar, Y en segundo lugar, al algo que podría unificar una gran diver-
hacer esto también comenta críticamen- sidad de esfuerzos por conseguir la in-
te algunos de los puntos flacos de tegridad humana sin negar o 'colonizar'
Panikkar y propone su particular apro- la propia historia y expresión de esos
piación de las orientaciones trinitarias intentos". Además, este encuentro per-
de este autor. Williams muestra la im- mitirá también profundas críticas del
portancia de prestar atención al proceso cristianismo de las que los cristianos
histórico de cómo el lenguaje trinitario tienen mucho que aprender. Williams
"llegó a ser", relacionado como estaba afirma que el testimonio cristiano y su
con las diferencias materiales y tempo- autocompresión no pueden tener lugar
rales entre personas y su unidad entor- fuera del contexto de la conversación
no al centro único de Jesucristo. Sin es- con aquellos que están fuera de la
ta perspectiva histórica, "el equilibrio Iglesia - y aquí el diálogo interreligioso
unidad-pluralidad tan crucial para es central a la existencia cristiana.
Panikkar estaría en peligro de derrum- Gavin D'Costa propone cinco tesis
barse". Williams también explora la ló- en las que explora diversas vías por las
gica del diálogo dentro de este marco. que la doctrina de la Trinidad puede ilu-
Panikkar quizás no destaca la "respon- minar y justificar u n camino entre plu-

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LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ralismo y exclusivismo. En su primera estructurales como personales. Aquí,


tesis D'Costa afirma que la Trinidad dice, subyace la pobreza de algunas de
nos protege del exclusivismo y del plu- las estrategias liberadoras propuestas
ralismo al reconciliar satisfactoriamente por los pluralistas porque ¿cómo se
la particularidad de Cristo y la univer- puede "hablar siquiera del 'reino' y su
salidad de la gracia de Dios. El exclusi- 'justicia' dentro del cristianismo, sin ha-
vismo tiende a parar en seco en el pri- cer referencia a Cristo, Dios y el
mero y el pluralismo, de diferentes mo- Espíritu Santo?". El camino de la praxis
dos, apoya al último pero no puede jus- no puede obviar la relación dialéctica
tificarlo adecuadamente o basarlo en con la doctrina y su importancia.
ninguna revelación particular porque La tesis final de D'Costa es que si la
sería un privilegio injusto. D'Costa Iglesia se encuentra bajo el juicio del
afirma luego que el Espíritu Santo Espíritu Santo, y si el Espíritu está acti-
siempre ha sido entendido en la co- vo en las religiones del mundo (en for-
rriente principal de la tradición cristia- mas que no pueden ser especificadas a
na de forma activa mediante la creación priori), entonces las religiones del mun-
y la historia, y a través de las actividades do son vitales para la fidelidad cristiana.
del Espíritu llegamos a una compren- Al desarrollar este punto, D'Costa in-
sión mucho más profunda de Dios en siste en que sea preservada la "alteri-
Cristo. Cuando las religiones son vistas dad" de los no-cristianos, creando lo
como parte de la historia de la humani- que él llama una genuino "espacio na-
dad en proceso, esta doctrina tiene im- rrativo". Escribe que la "doctrina del
plicaciones significativas. D'Costa de- Espíritu... proporciona el espacio narra-
sarrolla su argumentación para mostrar tivo en el que los testimonios de las
que la normatividad de Cristo (y la de gentes de las religiones del mundo, en
una Trinidad relaciona!) nos lleva a un sus propias palabras y vidas, pueden de-
modo de vida normativo conformado senmascarar las falsas ideologías y las
según la autodonación crucificada, el prácticas narrativas distorsionadas den-
servicio y el amor comunitario. Esta tro de las comunidades cristianas".
forma de vida tiene implicaciones tanto También en este proceso se aprende de

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P R O L O G O

la santidad y la opresión que tienen lu- preliminar". Schwóbel afirma entonces


gar dentro de otras tradiciones lo mis- que la fe cristiana se basa en la particu-
mo que en el cristianismo. Las conse- laridad de Dios revelado en las contin-
cuencias de los diferentes encuentros gencias de la historia de Jesucristo, au-
no puede ser especificada, pero el reto y tentificadas por el Espíritu. El desarro-
la promesa de las religiones del mundo llo de la teología trinitaria busca afirmar
no pueden ser ignorados por los cristia- que "Dios es realmente el agente de re-
nos trinitarios. conciliación y salvación en el aconteci-
En el tercer ensayo de esta sección miento-Cristo, y el Espíritu dador de
Christoph Schwóbel presenta una cui- vida que es la fuente de toda vida y ver-
dada investigación sobre la teología tri- dad en la creación es igualmente Dios".
nitaria cristiana como medio de salva- La consecuencia que Schwóbel extrae
guardar los aspectos particulares y uni- de esto es que, en diálogo, la teología
versales del cristianismo. Los tres escri- cristiana debe buscar preservar tanto la
tores reflejan este tema fundamental. particularidad de su propia esencia reve-
Schwóbel empieza caracterizando los latoria, como la de otras religiones, si
problemas que existen tanto con el plu- quiere ser fiel a sí misma.
ralismo como con el exclusivismo. "La Sin embargo, Schwóbel también
postura exclusivista puede dar una ex- quiere afirmar la universalidad de la ac-
presión fuerte a la particularidad y lo ca- ción de Dios que representan las for-
racterístico de la fe cristiana aunque po- mulaciones trinitarias. Las "religiones
niendo en tela de juicio la universalidad por tanto deben ser vistas como res-
de la acción de Dios que proclama". Por puestas humanas a la presencia y la ac-
otra parte, el enfoque pluralista "parece tividad envolvente de Dios en las que
tender a desarrollar una imagen del foco Dios está activo como en todas las de-
noumenico universal y último de todas más formas de realidades creadas como
las religiones en la que éste trasciende fundamento de ser y significado y co-
las religiones particulares concretas" mo la fuente y el fin de su cumplimien-
permitiendo "que su particularidad dis- to". Schwóbel a continuación trata la
tintiva sea sólo un estado penúltimo y cuestión de lo "absoluto" tan central en

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LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

el debate. H a y un sentido en el que el to punto en The Myth of Christian


cristianismo no puede pretender ser la Uniqueness. Su propia aportación es su-
religión absoluta, porque "lo absoluto gerir que se puede dar cuenta mejor de
sólo puede ser considerado un atributo los problemas del pluralismo en el con-
divino que expresa lo que la teología texto de la India cuando se toma a
clásica llamó la aseitas Dei". D e hecho, Cristo como base desde la cual analizar
Schwóbel afirma que cuando lo absolu- el pluralismo, en vez de abandonar esta
to se reclama para cualquier realidad particularidad problemática.
creada y finita, institución o principio Sugiere que, históricamente, el papel
lo "demoniaco invade la vida religiosa". del cristianismo, aunque no exento de
En la última parte de su ensayo, ambigüedad, fue central en el renaci-
Schwóbel expone importantes reglas miento del hiduísmo. Es tarea de los
para el diálogo que surgen de sus refle- cristianos indios contribuir al desarro-
xiones trinitarias y que se aplican sólo a llo de la nueva India en términos de ar-
la parte cristiana en diálogo. ticular una visión de Cristo como el
Los ensayos de la sección segunda se creador de la "Nueva Humanidad",
enfrentan al reto de las otras religiones una humanidad en la que el sufrimien-
desde la perspectiva cristológica, aun- to, la historia y el mal son tomados ab-
que también plantean muchas cuestio- solutamente en serio y transformados
nes relacionadas. M. M. Thomas entra en Dios. A este respecto Thomas sim-
en el debate a la luz de sus muchos años patiza con la petición de Knitter de una
de experiencia en India. Thomas inten- base liberacionista para el pluralismo
ta formular una via media entre la agre- religioso, pero añade críticamente que
sividad colonial cristiana tan claramen- "el cristocentrismo es lo que relacionó
te experimentada en su propio contexto entre sí a Dios, la Iglesia y el Reino y
indio y la de un pluralismo basado en lo mantiene esta relación inviolable".
que él denomina una "espiritualidad a- Thomas también toma en serio las vo-
histórica estancada", que encuentra en ces de otras tradiciones, tanto religiosas
las tradiciones de ciertas comunidades como seculares, y el modo en que pue-
cristianas históricas indias y hasta cier- den apropiarse a Cristo para orientar su

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P R O L O G O

propia formación. Una fe cristocéntrica Srivaisnavite Tiruvaymoli, proporciona


puede encontrarse fuera de las iglesias la oportunidad de la "actividad dialécti-
cristianas en aquellos que siguen siendo ca de lectura y relectura de la Biblia y
hindúes u otros, todavía fieles a la "ulti- otros textos cristianos en el nuevo con-
midad de Jesucristo". Tal fue el caso de texto de los textos no-cristianos". En
O . Kandasamy C h e t t y y Manual este proceso tanto la lectura de la Biblia
Parekh. La visión de Thomas del cris- como del Tiruvaymoli, se transforman.
tianismo obtiene su vitalidad de su sen- La opinión de Clooney es que el resul-
tido universal, sin el cual el cristianismo tado de esta actividad no puede ser sis-
se vuelve social y teológicamente impo- tematizado antes del proceso real de
tente. También nos recuerda que inclu- lectura, y en su ilustrativo ejemplo
sivismo, exclusivismo y pluralismo muestra las numerosas vías nuevas que
pueden todos operar correctamente tal enfoque facilita. Así, temas de com-
dentro de una única postura con u n paración - c o m o , ¿es el Tiruvaymoli tan
centro cristocéntrico que excluye y re- bueno como Gálatas} - s o n reemplaza-
siste ciertas formas de mal e incluye y das por ¿qué diferencias se encuentran
afirma otras formas de vida que pueden en Gálatas cuando se lee después de ha-
no incluirse en el nombre de cristiano ber leído Tiruvaymoli} Clooney aporta
pero que, sin embargo, requiere lentes al debate la especificidad de u n orienta-
cristocéntricas para ser reconocidas. lista y la sensibilidad exegética. Pero su
Francis Clooney, indólogo y teólo- argumento finalmente nos lleva a una
go, sugiere que el punto de partida bá- discusión teológica. Este proceso her-
sico de la iniciativa pluralista es inco- menéutico se entiende mejor en térmi-
rrecto e insatisfactorio. Su argumento nos inclusivistas, porque explica sufi-
es que la teología cristiana es bíblica, es- cientemente la orientación de los teólo-
to es, la Biblia proporciona el marco in- gos comparativos en su tarea: inscribir
terpretativo en el que los creyentes bus- el mundo en el texto bíblico.
can vivir sus vidas y comprender la rea- Todo el enfoque de Clooney puede
lidad. En este contexto, el encuentro verse como un serio desafío al modo en
con textos religiosos clásicos como el el que se tratan los textos bíblicos en

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LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

The Myth of Christian Uniqueness, que menudo se presenta como la otra alter-
invierte la perspectiva que Clooney p r o - nativa, un relativismo conceptual. La
pone. Sugiere que esta inversión tam- importancia de su ensayo es la sugeren-
bién genera una falta de rigor en la aten- cia de u n camino más allá de este calle-
ción a las pretensiones de otros textos jón sin salida.
religiosos y la "reducción del lenguaje C o b b propone que si las diferentes
teológico y la razón frente al Misterio religiones intentan enfrentarse a la plu-
(que es diferente de la contemplación)". ralidad, no pueden abandonar sus p r o -
La inculturación textual de Clooney tie- pias normas, pero, la cuestión es cómo
ne algo en común con la forma de incul- pueden sus normas "ser ampliadas y ex-
turación espiritual de Cobb. tendidas con franqueza al pensamiento
John C o b b ha tomado parte en el normativo de otros". Examina breve-
diálogo cristiano-budista durante mu- mente las tradiciones indias del budis-
chos años, y se basa en esta experiencia mo y el hinduísmo resaltando "una li-
para sugerir una importante alternativa mitación en las formas de apertura que
a lo que él llama la forma "esencialista" caracterizan a las tradiciones religiosas
de pluralismo defendida por los edito- indias", ya que finalmente n o parecen
res de The Myth of Christian Unique- abiertas a las pretensiones últimas de las
ness. Implica el supuesto históricamen- tradiciones abrahámicas sobre la fe en
te cuestionable de una esencia común, a Dios. A las tradiciones abrahámicas his-
la que cada tradición da cuerpo de una tóricamente no les va mucho mejor, pe-
u otra manera. C o b b insiste en que el ro C o b b ve una apertura radical en una
diálogo sólo puede desarrollarse con el forma de cristocentrismo. Este enfoque
reconocimiento de que cada tradición a cuenta con la orientación futura hacia el
su modo es única y, en muchos casos, reino encarnada en Jesús, p o r lo que es-
tiene objetivos diferentes. Cualquier tamos abiertos a las muchas posibilida-
idea de una norma única (la esencia co- des del reino hecho presente en el mun-
mún) por la cual las religiones pueden do y a través de otras religiones. Pero el
ser juzgadas debe abandonarse. Del presente (como opuesto al futuro) sen-
mismo modo, C o b b rechaza lo que a tido de la realidad del reino en Cristo

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P R O L O G O

también plantea la cuestión de la forma bate sobre la actitud cristiana hacia


de Cristo en el mundo hoy. C o b b su- otras religiones. Destaca el trabajo de
giere que de modo análogo al atrevido John Hick, que es justamente conside-
intento de Agustín de incorporar la sa- rado como u n o de los "más articulados
biduría del Neoplatonismo, los cristia- protagonistas de la aceptación del plu-
nos de hoy tienen el reto de incorporar ralismo religioso como una postura sis-
la sabiduría del Hinduísmo, Budismo... temática en la teología cristiana al igual
Esta inculturación es testimonio de la que en la filosofía de la religión".
riqueza espiritual de las religiones del Pannenberg examina convenientemente
mundo. El enfoque de C o b b es impor- alguno de los temas propuestos por
tante al sugerir que no es necesaria una Hick en The Myth of Christian Uni-
solución global a la existencia de plura- queness y en obras posteriores, ya que
lidad y que a menudo pretensiones de la postura de Hick descansa sobre "la
verdad aparentemente conñictivas son destrucción previa de la tradicional
comprendidas correctamente en la ac- doctrina de la encarnación". Destaca
tual situación de diálogo. Su orienta- que la postura de Hick y gran parte de
ción básica consiste en sondear las p r o - la discusión generada posteriormente
fundidades del cristianismo para descu- siguen los bien surcados cauces del de-
brir la fuente de una apertura radical al bate de la teología liberal alemana con
mundo, la encuentra en Cristo. Su m o - Harnack y otros. En esto, los comenta-
vimiento hacia un pluralismo más am- rios de Pannenberg destacan el lamen-
plio que el ofrecido por algunos de los table m o d o en que se escribe la teología
autores de The Myth of Christian anglosajona aislada de la teología de la
Uniqueness es significativo. Muchos de Europa continental. Espero que el pre-
los autores de esta colección buscan u n sente libro ayudará en parte a remediar
reconocimiento más genuino y radical esta situación.
del pluralismo que el acordado en The
El argumento presentado por
Myth of Christian Uniqueness.
Pannenberg es que la pretensión de uni-
Wolfhart Pannenberg aisla el tema cidad del cristianismo descansa, no en
de la cristología como el centro del de- recientes pretensiones de cristianos im-

21
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

puestas a la persona de Jesús, sino obte- cristiana están en su base y las diferen-
nidas de la "finalidad escatológica recla- cias con otras religiones, finalmente, se
mada por el propio Jesús". Aquí mues- derivan de conflictos entre las preten-
tra que el intento de Hick de fundar su siones de verdad".
teología pluralista en la igualdad de la Pannenberg concluye su ensayo co-
experiencia religiosa malinterpreta se- mo lo comenzó, sugiriendo que una te-
riamente la base de la pretensión cristia- ología inclusivista de las religiones es
na de unicidad. Esto nos alerta sobre el mucho más apropiada en un mundo de
hecho de que el lenguaje sobre Dios es- pluralismo religioso que un enfoque
tá enraizado en Jesús en la tradición pluralista o inclusivista. También desta-
cristiana y, en el intento de Hick de evi- ca que la cuestión de la salvación de
tar esta particularidad, muestra otra aquellos de otras religiones debe ser
forma de particularidad. Esto se ve por inevitablemente una cuestión imposible
ejemplo en la definición de salvación de de ser respondida, pero que n o debería
Hick, que implica el juicio escatológico. detener a los cristianos en su aprendiza-
Pannenberg también es crítico con la je y crecimiento a través de su contacto
manera en que Hick construye este jui- con gentes de otra fe. El diálogo sin ma-
cio de un modo tan estrechamente jurí- las interpretaciones, en un espíritu de
dico. Una de las preocupaciones princi- esperanza, es la nota que Pannenberg
pales de Pannenberg es el modo en que quiere para nuestra sociedad religiosa-
las propuestas de Hick minan y degra- mente plural.
dan la cuestión de las pretensiones Monika Hellwing presta atención a
(conflictivas) de verdad, que son la base algunas de las cuestiones cristológicas
del evangelio cristiano. Así, una de las presentadas p o r escritores como
conclusiones de Pannenberg es que el Stanley Samartha, Aloysius Pieris, John
"carácter específico de la fe cristiana, en Hick y G o r d o n Kaufmann. En el cora-
cuanto que basada en un pasado histó- zón del debate ve el problema de recon-
rico y relacionada con una salvación fu- ciliar la idea de que la verdad última no
tura escatológica" es tal que "las preten- puede ser poseída absolutamente en un
siones de verdad de la proclamación medio culturalmente limitado, como es

22
P R Ó L O G O

un idioma particular o una experiencia terios existencialistas y afirma que, so-


histórica, con la comprensión igual- bre esa base, las religiones pueden ser
mente fuerte de que las pretensiones de auto-validadas. Hellwig opta finalmen-
verdad última son un componente ne- te por desarrollar un método fenome-
cesario de la fe religiosa y que no hay nológico, que presta una cercana aten-
otra forma de expresar tales pretensio- ción a la "persona, vida, hechos y desti-
nes más que en un medio culturalmente no de Jesús de Nazaret" y a la influen-
limitado. La cristología, por tanto, se cia que ha tenido y sigue teniendo sobre
encuentra en una encrucijada. Si los la gente, así como al por qué se eligen
cristianos quieren reclamar pretensio- marcos particulares para expresar esta
nes sobre la definitiva, normativa y úni- influencia (Hellwig encuentra este mé-
ca naturaleza de Jesús, tanto ontológica todo adoptado con buenos resultados
como funcionalmente, estas pretensio- en el reciente trabajo cristológico de
nes deben ser adecuada y creiblemente Edward Schillebeeckx). Este enfoque
sustentadas. Hellwig cree que tal estra- también tiene en cuenta la praxis de la
tegia es posible en una sociedad ecumé- Iglesia, como guía hacia la verdad y co-
nicamente amplia de diferentes religio- mo indicadora de intereses prácticos a
nes e ideologías. D e hecho, sugiere que que se sirve por el uso de ciertas formu-
"es ecuménicamente inútil abandonar" laciones doctrinales. El centro de su ar-
tales pretensiones "porque entonces no gumento es que es fundamental para el
tendríamos nada coherente que aportar cristianismo la pretensión funcional
al diálogo ecuménico". (que tiene implicaciones ontológicas)
Hellwig explora varios caminos de que Jesús supone una diferencia de-
abiertos a los cristianos. Muestra algu- finitiva en el m o d o de vida propio. La
nos de los problemas con un enfoque conclusión de Hellwig es que los cris-
histórico-social, que juzga a las religio- tianos pueden, p o r tanto, "afirmar la di-
nes por sus beneficios morales y huma- vinidad de Jesús y su centralidad en el
nitarios. Pertinentemente pregunta por proyecto humano, en la historia y en el
los criterios por los que tales beneficios destino humano trascendiendo la histo-
son juzgados. También examina los cri- ria con una certidumbre construida so-

23
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

bre nuestra experiencia acumulada in- una situación en la que el diálogo real, el
terna y externa, y afirmamos esto como debate y el intercambio puedan tener
una apuesta amistosa contra todo el que lugar, estos autores corren el riesgo de
diga otra cosa, sin negar el papel salvífi- presentar un sistema que relativiza pre-
co actual o potencial de otras figuras tensiones normativas y universalistas
salvíficas". Su ensayo indica que las y minimiza los objetivos últimos pro-
cuestiones propuestas por otras religio- puestos y encomendados por la mayo-
nes están también estrechamente rela- ría de las religiones, haciendo agnósticas
cionadas con la cuestión de la justifica- a la mayoría de las doctrinas religiosas.
ción de las pretensiones cristianas en un DiNoia basa su argumento en un
mundo en el que compiten filosofías, modelo de religión que intenta tomar
ideologías y modos de vida. en serio la unidad de doctrina y prácti-
El tercer grupo de ensayos trata de ca, y el modo en que los objetivos últi-
varías cuestiones hermenéuticas y epis- mos suponen formas de vida particula-
temológicas. Joe DiNoia presenta una res y habilidades de sus fieles, que les
cuidadosa consideración filosófica de prepara para un disfrute apropiado de
algunos de los actuales caminos a través esos objetivos, ya sea aquí y/o en el fu-
del Rubicón. Comparte los intereses turo. Por tanto, "puede considerarse
básicos de los pluralistas en querer afir- que cada una de las comunidades reli-
mar que la salvación puede ser posible giosas del mundo tiene encomendado
más allá de los confines de la comuni- un objetivo global en la vida y una pau-
dad cristiana. Sin embargo, su argumen- ta adecuada para su consecución". Hace
to es, que lo que se plantea como una te- notar que esta similitud de estructura se
ología pluralista de las religiones (por transmuta en la teología pluralista a una
escritores como Hick, Gilkey y similitud de objetivos. Para sostener es-
Samartha) sin querer ahoga el reconoci- ta maniobra, todos los predicados rela-
miento de la verdadera pluralidad entre cionados con este objetivo han de ser
las religiones del mundo. Más que pre- relativizados como parciales y en últi-
sentar un marco en el que la verdadera mo caso no pueden pretender ninguna
pluralidad pueda ser reconocida, y así fuerza definitiva. Así, lo "Real" pro-

24
K K Ü L O G O

puesto por Hick, o el "Misterio" pro- la unicidad y particularidad del cristia-


puesto por Samartha como el objetivo nismo, así como de otras religiones.
de las religiones, se hace progresivamen- Lesslie Newbigin sugiere una tesis
te vago, incapaz de especificar una for- interesante. Afirma que la emergencia
ma de vida y las habilidades requeridas de la postura pluralista es también un
para relacionarse con "ello" - o para es- indicador de una crisis en la cultura.
pecificar formas de vida y habilidades Esboza las raíces intelectuales socio-
que entorpezcan la relación (o cualquier históricas de algunos de los pluralistas,
cosa) con "ello". A este respecto, tales haciendo notar la fuerte orientación se-
teologías pluralistas "modifican, más cular que subyace a sus presupuestos.
que realmente abarcan, las particulari- Esto se sitúa en el contexto de "La era
dades existentes de la afirmación reli- de la Razón", en la que la religión fué
giosa". Lo que se ha impuesto al paisaje paulatinamente relegada a la esfera de la
opción privada, y se convirtió así en
irremediablemente diverso, es una valo-
una cuestión de preferencia. El arbitro
ración religiosa de que el "Misterio"
públicamente reconocido de las deci-
subyace detrás y más allá del Nirvana,
siones fue la razón, y la religión fue só-
Dios o Brahaman... Así, lo que se pro-
lo tolerable dentro de los límites de la
pone como una "interpretación" de lo
razón. Sin embargo, tras el periodo mo-
que las comunidades religiosas son,
derno con dos guerras mundiales, la
constituye, lógicamente hablando, una
confianza en la razón se vino abajo dan-
propuesta religiosa independiente".
do lugar a un vacío, a una crisis cultural.
Este enfoque es por tanto incapaz de Newbigin tiene la confianza de que
abordar la posibilidad de conflictos rea- Cristo es capaz de proporcionar la
les y ni siquiera las contradicciones, y lo orientación correcta en esta situación de
que es más importante, de mostrar a las crisis. Considera la postura pluralista
comunidades como se presentan a sí como una simple capitulación ante la
mismas. DiNoia sugiere que lo que se crisis. Para demostrarlo, selecciona y
necesita es una propuesta más pluralis- critica cuidadosamente una gama de
ta, que de cuenta de modo apropiado de presupuestos epistemológicos presente

25
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

en algunos de los autores del The Myth dica que los problemas de la teología de
of Christian Uniqueness. las religiones descansan en problemas
El motivo de su crítica a Kaufman, básicos que tienen que ver con la for-
Hick y Gilkey es que, epistemológica- mulación de teologías sistemáticas y
mente, siguen el giro kantiano en el que fundamentales. También muestra sobre
el sujeto de conocimiento se convierte qué bases tan estrechas y problemáticas
en el único foco de atención, oscure- algunos de los escritores del mito lan-
ciendo y, finalmente, eliminando el ob- zan sus críticas. Muchas de sus cuestio-
jeto de conocimiento, en este caso, Dios. nes epistemológicas son compartidas
Así, tanto las cuestiones de verdad co- por Jürgen Moltmann.
mo el criterio por el que la verdad y la Jürgen Moltmann trata dos cuestio-
realidad son reveladas, son obviados. nes que surgen de The Myth of Chris-
También realiza un interesante comen- tian Uniqueness. La primera es si el diá-
tario sobre la vuelta a la praxis, defendi- logo es la única relación razonable y p o -
da por muchos de los autores de The sible entre las religiones hoy. La segun-
Myth of Christian Uniqueness. Este én- da es si la ideología del pluralismo es
fasis es un intento de proporcionar "re- una base razonable para el diálogo. A
fugio a un relativismo desorientado", ambas cuestiones responde de modo
pero sucumbe ante el problema de la negativo. Primero muestra histórica-
justificación de las acciones. Newbigin mente las muchas posibilidades de rela-
en lugar de esto quiere situar en el cora- ción interreligiosa y la pluralidad de
zón de cada acción al crucificado, de modos de diálogo. Critica especialmen-
quien procede una drástica relativiza- te el giro subjetivista del m u n d o moder-
ción cristiana, cuestionando (con Barth) no, que privatiza la religión y ve el com-
cualquier pretensión de encarnar toda promiso con ella como cuestión de pre-
la verdad de Dios en un sistema intelec- ferencia. Citando a Herbert Marcuse,
tual o de dar cuerpo a la perfecta justi- Moltmann señala la "tolerancia represi-
cia de Dios en un orden político. va" de esta actitud que "es tolerante en
El intento de Newbigin de luchar cuanto que permite todo como una p o -
contra la dificultad epistemológica, in- sibilidad subjetiva, pero represiva res-

26
P R O L O G O

pecto a la realidad objetiva de las reli- te de su trabajo, Moltmann identifica


giones". C o m o Newbigin, Moltmann dos clases principales de pluralismo en
destaca la ironía de que esta forma de The Myth of Christian Uniqueness. La
pluralismo "actúa curiosamente con la primera es la "conocida postura liberal
misma pretensión de totalidad que la re- de la relativización histórico-crítica de
ligión cristiana en el imperio cristiano". todas las religiones y todas las pre-
Está claro que no hay lugar para el diá- tensiones de verdad". La segunda, suge-
logo en esta forma de pluralismo. rida en los escritos de Knitter, es la de
Moltmann pasa entonces a basarse una ontología pluralista con "el univer-
en su propia experiencia de diálogo en so pluriforme y el divino misterio poli-
la arena cristiano-marxista, afirmando teísta". La primera ya ha sido vista co-
que en su experiencia "uno no pierde su mo problemática, y la segunda, dice
propia identidad en el diálogo, sino que, Moltmann, establece los asuntos a tra-
más bien, consigue una comprensión tar de un modo inaceptable para la ma-
más profunda de la misma". Del mismo yoría de los participantes en el diálogo
modo, uno "ya no se ve a sí mismo con religioso. Moltmann termina con un
la ilusoria imagen de sus propios ojos, apasionado alegato defendiendo que las
sino que aprende a verse con los ojos condiciones para el diálogo (esto es, una
críticos de los demás". Más importante amenaza global para la humanidad) es-
aún, destaca que la "teoría metadialógi- tán presentes, y que la pretensión de los
ca" más que tratar los asuntos espino- cristianos de la unicidad de Cristo debe
sos, los evade. Concluye esta sección estar en primer plano en los encuentros
sugiriendo que el diálogo es vital y au- interreligiosos.
téntico cuando hay una situación co- Paul Griffiths defiende la unicidad
mún de amenaza de la vida. Esta sec- de la doctrina cristiana contra lo que él
ción personal es importante al destacar ve como el enfoque casi totalmente fun-
algunos de los terrenos comunes com- cioanalista de pluralistas como John
partidos por las religiones y las no-reli- Hick. Presenta su argumento en tres
giones, esto es, las amenazas nucleares y partes. En primer lugar, muestra cómo
ambientales. En la tercera y última par-
Hick, como típico pluralista, ve las doc-

27
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

trinas como funcionales, y sólo en rela- mites de la comunidad. Dan forma a y


ción a su compatibilidad con su hipó- son conformadas por las experiencias
tesis pluralista. La maniobra de Hick espirituales de las comunidades que las
convierte a la mayoría de las doctrinas profesan. Las doctrinas religiosas tam-
en "salvíficamente irrelevantes" y vací- bién funcionan como instrumentos pa-
as de contenido congnitivo, un resulta- ra la formación de miembros de las co-
do que lleva a una "visión irremediable- munidades religiosas, de modo que la
mente empobrecida de la doctrina reli- doctrina es integrante de la evangeliza-
giosa". Tal enfoque, también termina, ción y la catequesis. Por último, las
como consecuencia, en que "ciertas doctrinas son vistas como afirmaciones
doctrinas clave de comunidades religio- sobre la naturaleza del ser humano y el
sas importantes son claramente falsas" mundo en el que vive, además de hacer
y lo hace "sin considerarla en sus pro- recomendaciones sobre qué tipo de ac-
pios términos, sin discutir sus méritos ciones son deseables.
cognitivos o la respetabilidad epistémi- Griffiths termina sugiriendo que
ca de aquellos que las profesan". cualquier consideración que se haga de
En su segunda sección Griffiths ex- la relación entre religiones que anule es-
pone lo que él considera que son las tas dimensiones, no hace justicia a la in-
cinco dimensiones más importantes de tegridad de las religiones y el pluralis-
la doctrina religiosa, ilustrando sus tesis mo fracasa en estos criterios. Abando-
tanto con ejemplos budistas como cris- nar este punto de vista de la unicidad de
tianos. Reconoce su deuda con el traba- la doctrina (cristiana o budista) requeri-
jo de William Christian y en menor me- ría una crítica mucho más sustancial
dida con el de George Lindbeck. Las que la de un bien intencionado pragma-
doctrinas religiosas funcionan como re- tismo, que sustituye un tipo de imperia-
glas que gobiernan la vida de las comu- lismo por otro. El valor del ensayo de
nidades que las profesan. También ex- Griffiths está en la clarificación de la
cluyen lo que es inaceptable para la co- naturaleza de la doctrina, tanto en el
munidad, rechazan la herejía y así defi- budismo como en el cristianismo, y en
nen, conceptual y prácticamente, los lí- mostrar cómo las doctrinas deben ser

28
P R O L O G O

tomadas mucho más en serio p o r aque- compartido de modo universal, "es una
llos que se ocupan de la relación entre presentación hasta cierto p u n t o ideoló-
las religiones. Sus inquietudes se en- gica de esta circunstancia de la moder-
cuentran recogidas también en muchos nidad" y también "lleva a los autores a
de los otros ensayos, especialmente en desvirtuar, e incluso a negar, el hecho
los de DiNoia y C o b b . obvio de que las religiones han variado
El ensayo de John Milbank contiene a través de la práctica política y social
una dura crítica del giro hacia un punto tanto como todo lo demás". El aparen-
de encuentro ético y político propuesto te consenso sobre la justicia y la libera-
por algunos pluralistas (denominado el ción es admitido entre la intelectualidad
"puente ético-práctico" en The Myth of liberal occidental. Puede que tengamos
Christian Uniqueness). Lo hace en tres que volvernos a "una atenta lectura de
partes. En primer lugar identifica cua- textos 'muertos' anteriores a la intru-
tro supuestos cuestionables que subya- sión occidental" pertenecientes a las
cen a la mayoría de los ensayos pluralis- religiones orientales, para recobrar las
tas. Tienen que ver con la idea de que la diferencias a menudo ocultas en este
religión es una categoría genuina, que el acuerdo aparente.
diálogo proporciona un modo privile- En su tercera sección, Milbank afir-
giado de acceso a la verdad, que la uni- ma que las buenas causas del "socialis-
cidad es, en último término, cuestión de mo, feminismo, antiracismo y ecología"
adhesión cultural, y que el imperialismo son reprimidas y confinadas al ser liga-
es la arrogancia de unlversalizar lo lo- das al pruralismo "porque el discurso
cal. Todos estos supuestos conspiran del pluralismo ejerce un arrastre retóri-
para sugerir, después de la Ilustración, co en una dirección 'liberal', que asume
que las razones éticas y prácticas son las la propiedad de la nación-estado y la
normas universales más apropiadas. economía capitalista de inspiración oc-
Milbank sospecha profundamente de cidental". A este respecto, el ensayo de
esta pretensión y se dispone a contes- Milbank tiene mucho en común con el
tarla. Afirma que este énfasis en la justi- de Kenneth Surin. Sin embargo.
cia y la liberación, que es aparentemente Milbank, en su cuarta y última parte.

29
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

hace la atrevida afirmación de que las buenas "teorías y doctrinas". Además,


metas de justicia, paz y reconciliación la imposición de identidad en teologías
"sólo pueden, de hecho, ser una postu- pluralstas como las de Hick y Smith, y
ra cristiana (o posiblemente judía)". también de m o d o diferente en el inclu-
Aquí, su argumento se dirige contra el sivismo de Rahner, demuestra la natu-
ensayo de Panikkar y también trata im- raleza ideológica de tales teologías.
plícitamente alguno de los temas que Estos enfoques se consideran inadecua-
Surin propone. También se basa en una dos en su falta de atención a las "com-
controvertida pero interesante lectura plejidades y laberintos de las configura-
del hinduísmo. El análisis de Milbank ciones políticas y culturales que cir-
cuestiona seriamente muchos de los su- cunscriben" tales teologizaciones. El
puestos de tipo liberacionista dentro de enfoque de la "buena teología" inevita-
ciertos pluralistas, a la vez que muestra blemente ignora estos factores.
un profundo interés en los de justicia, Surin propone constructivamente un
paz y reconciliación. modelo de discurso alternativo, que tie-
El ensayo de Kenneth Surin reta los ne en cuenta precisamente los factores
términos en que ha tenido lugar el de- marginados sistemáticamente p o r los
bate con otras religiones. Sugiere un re- modelos de discurso dominantes impli-
planteamiento radical de la agenda de cados en las categorías de pluralismo,
una teología de las religiones, poniendo inclusivismo y exclusivismo. Recurre al
en cuestión, n o sólo el pluralismo de es- análisis lingüístico y cultural de V. N .
critores como Hick y Cantwell Smith, Voloshinov para mostrar los nuevos
sino también las categorías tradiciona- puntos de interés que surgen de este en-
les de inclusivismo y exclusivismo p r o - foque alternativo, como la contextuali-
puestas por teólogos como Karl Rahner zación de significado y la inevitable re-
y Hendrik Kraemer respectivamente. lación dialógica comprendida en todo
Surin afirma que todas estas posturas discurso que se pronuncia. Desde esta
son profundamente problemáticas, en perspectiva histórica y política, Surin
su supuesto de que las relaciones entre puede destacar la disonancia que existe
las religiones son cuestión de conseguir entre las religiones, que está oscurecida

30
P R Ó L O G O

en las teologías de las religiones. En la último, es testimonio de que la última


parte final de su ensayo, Surin busca palabra ciertamente no se ha dicho aún
descubrir la genealogía de los modelos en el debate sobre el cristianismo y las
dominantes y sugiere que sería más religiones del mundo. Que este ensayo
provechoso emplear el tiempo en estu- sea incluido en esta colección, testimo-
diar "a modo de una 'genealogía' tipo nia también la pluralidad genuina de op-
Foucault, las fuerzas históricas y políti- ciones que hay en el debate. Un objetivo
cas" que dieron lugar a estos modelos y de este libro es ayudar a mostrar que el
mostrar, como él ha empezado a hacer, Rubicón es un río más profundo y en-
porqué los modelos dominantes no sólo gañoso de lo que en un principio pare-
son inadecuados para esta tarea, sino que cía. También hemos querido indicar que
de hecho ocultan las auténticas tareas. hay muchas otras maneras creativas,
El ensayo de Surin pide un cambio imaginativas y socialmente sensibles en
radical de paradigma que cuestiona mu- que la teología cristiana puede proceder
chos de los ensayos de esta colección, y en su diálogo con las religiones del mun-
también de los de The Myth of Chris- do. Dejamos a juicio del lector valorar si
tian Uniqueness. Que este ensayo sea el estos objetivos se han cumplido.

Gavin D'Costa (Editor)

31
PRIMERA PARTE
LA T R I N I D A D Y EL PLURALISMO RELIGIOSO
T R I N I D A D Y PLURALISMO
Rowan WWWams

"El misterio de la Trinidad es el fun- tantemente siendo realizada en el flujo


damento último del pluralismo" 1 . El de la vida activa, que igualmente florece
ensayo de Raimundo Panikkar sobre de la fuente de todo. Entre forma, "lo-
"El Jordán, el Tiber y el Ganges" es gos", y vida "espíritu", hay una interac-
esencialmente un estudio de teología ción incesante. La fuente de todo no se
trinitaria, el tipo de teología trinitaria acaba y no puede agotarse simplemente
elaborado en su destacado libro sobre en producir forma y estructura; tam-
The Trinity and the Religious Expe- bién produce eso que disuelve y re-for-
rience ofMan; como tal representa una ma todas las estructuras en un movi-
variedad de pluralismo religioso bas- miento infinito e indeterminado, de
tante diferente del que se muestra en el modo que la propia forma no es abso-
resto del libro en el que el ensayo apa- lutizada sino que siempre vuelve a la
rece. Para Panikkar, la estructura trini- realidad original de la fuente.
taria es la de una fuente inagotable y Este es un resumen m u y poco ade-
siempre generadora, de la que surgen cuado del libro de Panikkar, una de las
forma y determinación, el "ser" en el mejores y menos leídas meditaciones
sentido de lo que puede ser concreta- sobre la Trinidad de nuestro siglo. Afir-
mente percibido; esa forma nunca se ma que Dios, como fundamento de la
acaba, no está limitada por tal o cual re- realidad como tal y de la historia, no
alización específica, sino que está cons- puede ser pensado más que en esos tér-

I. Raimundo Panikkar, "The Jordán, the Tiber and the Ganges; Three Kairological Moments of Christic
Self-Conciousness" en Hick-Knitter, pp. 89-1 16,esp. I 10.

35
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

minos. Está el Dios de quien no se pue- reducirse simplemente a una única for-
de decir nada en absoluto, excepto que ma subyacente a sus diferencias, o que
es aquello de cuya naturaleza comienza sólo una rama es válida o auténtica, ne-
el proceso de toda la realidad. Está el cesitamos que Dios los fundamente en
Dios que, como fundamento de las rela- su pluralidad y demuestre así su unidad
ciones ordenadas del mundo, es el fun- y diversidad. La Trinidad entonces apa-
damento de toda inteligibilidad. Entre rece como un modelo global que da
estos términos, hay una relación en la sentido a la espiritualidad humana. Sólo
que sólo podemos pensar de modo me- esta doctrina "pluralista" de Dios pue-
tafórico como comparable al autocono- de permitir la validez de encontrar a
cimiento —porque no hay diferencia Dios como el fundamento esencial e in-
sustantiva entre fuente y forma, no son descriptible de todo, como interlocutor
dos cosas, sino dos momentos de un en el diálogo personal, y como la ener-
mismo acto 2 . Y está el Dios que anima gía de lo más profundo de la propia in-
un mundo de relaciones cambiantes-or- dividualidad - y sólo esta doctrina pue-
denadas en u n movimiento caleidoscó- de presentar estos elementos unidos en-
pico, por el que constantemente cam- tre sí, necesitándose mutuamente para
bian y se ajustan en el marco continuo tener sentido.
de algún tipo de armonía. Dios como Sobre esta base es sobre la que avan-
contexto del m u n d o que experimenta- za Panikkar en su trabajo más reciente.
mos requiere esta estructura, y, afirma Es particularmente importante la rela-
Panikkar, esto se hace aún más claro si ción entre el segundo y el tercer térmi-
intentamos comprender el modelo de la no del modelo Trinitario: "Siendo así...
experiencia religiosa. Si queremos evitar no necesita ser reducido a conciencia...
la conclusión de que estos modelos son El Espíritu es libertad, la libertad del
simplemente inconexos, o que deberían Ser de ser lo que es. Y esto es, a priori

2. Raimundo Panikkar, The Trinity and the Religious Experience of Man: Icon-Person-Mystery (Londres-NY,
I973),pp. 47-48.Vale la pena compararlo con la discusión de los diferentes roles del Verbo y el Espíritu
sugeridos en la teología del escritor ortodoxo ruso Vladimir Lossky.VerVIadimir Lossky, The Mysttcal
Theology ofthe Eastern Church (Londres, 1957), cap. 7 y 8.

36
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

digamos, imprevisible por el Logos. El sas están tan condicionadas por su con-
Logos acompaña al Ser; no lo precede; texto que son igualmente válidas e invá-
no predice lo que el Ser es. Sólo dice lo lidas. Eso sería posicionarse fuera de to-
que el Ser es. Pero el ser del Ser es li- do punto de vista histórico y tradición
bre" 3 . El Logos, en otras palabras, es- real, y Panikkar, en efecto, niega que es-
tructura inteligible, no es algo que con- to pueda hacerse. Él mismo está total-
tenga o sobrepase la vida concreta; la mente comprometido con ciertas creen-
realidad de la existencia no se define por cias sobre el modo como la realidad es
la comprensión que se puede dominar - o sea, está comprometido con una on-
captando estructuras. El Logos está ahí tología. Y el corazón de esta ontología
por la vida, no al contrario 4 . Y si el podría resumirse diciendo que las dife-
Logos no agota el ser, una teoría de la rencias importan. La variedad de las for-
religión unificada no va a ser posible; mas del mundo como la experimenta la
no pueden defenderse ni el tradicional mente humana no oculta una absoluta
exclusivismo cristiano ni la variedad unidad para la que la diferencia percep-
normal de pluralismo liberal. La plura- tible sea completamente irrelevante. Si
lidad actual de la vida religiosa puede hay una estructura unificante, no existe
comprenderse mediante ciertos temas o y no puede verse independientemente
imágenes unificadoras, pero no consti- de movimiento real y el desarrollo de la
tuyen teorías de la esencia de la religión diferenciación, la historia de las formas
o definiciones de una única forma inte- de vida desarrollándose y cambiando.
ligible a la que aspiren todas las religio- En términos humanos, esto es decir
nes históricas sin saberlo. que, desde el p u n t o de vista de la histo-
Afirmar la pluralidad de las religio- ria, no podemos articular en una teoría
nes del modo que lo hace Panikkar es, el significado o estructura de la historia.
en realidad, lo opuesto a ser relativista y D e ahí la petición de Panikkar de
mantener que todas las posturas religio- una reflexión que sea "concreta y uni-

3. Panikkar, "The Jordán the Tiber, and the Ganges", pp. 109-1 10.
4. Ibid.p. 103.

37
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

versal" más que "particular y general" 5 . jo de una interacción universal. N o p o -


Cada realidad concreta, en cierto modo, demos señalar todas las relaciones en
representa la totalidad y es indispensa- que ésta se basa, y por tanto, aunque
ble que represente la totalidad de esta podemos responder fielmente o con ve-
manera, y no de otra; lo universal es el racidad, también podemos ser sorpren-
campo total de la realidad concreta, en didos por ella y equivocarnos. El pensa-
la medida en que se centra en un único miento y la cosa son momentos de un
punto que no puede ser abstraído o re- proceso, pero hay una tensión necesaria
presentado. En contraste, el tipo de entre ellos si realmente queremos ser
pensamiento representado por lo "par- veraces; esto es, ver cada momento con-
ticular" y "general" recurre, por una creto engarzado en un esquema global
parte, a fenómenos aislados y por otra, que llega a este punto particular de
a estructuras reducidas, abstractas. complejidad aquí6. La situación o reali-
Parafraseando a Panikkar, podríamos dad individual es como un único acorde
decir que una realidad concreta es una sacado de una sinfonía: se le puede con-
forma que toma un proceso universal siderar en sí mismo, pero sólo con re-
de realidad, acción, o energía, una for- sultados bastante aburridos, dado que
ma lo suficientemente estable para edi- lo que es ahí y entonces está determina-
ficar esa resonancia que llamamos reco- do por la sinfonía. Lo que es, es la sin-
nocimiento y conocimiento, una forma fonía en esta coyuntura.
cuyo carácter específico no puede, sin Por tanto, no hay perspectiva fuera
embargo, ser reducido a un patrón últi- de la pluralidad, pero tampoco hay legi-
mo y cerrado que podemos registrar y timidad en quedarse con una pluralidad
archivar, dado que es lo que es, sólo en desorganizada. En y desde nuestra si-
virtud de la totalidad, aún en movi- tuación concreta debemos luchar por
miento, y por tanto no cognoscible, flu- entender, por ver, el movimiento del

5. Ibid. p. 107.
6. Comparar el punto de vista propuesto en el destacable trabajo del físico David Bohm, Wholeness and
the Implícate Order (Londres, 1980) esp. cap. 3. Este trabajo proporciona un tipo diferente de apunta-
lamiento teórico para la clase de explicación que Panikkar quiere dar de un universo relacional.

38
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

cual nuestra situación es un momento. Este tercer tipo de comprensión cristia-


Esto no significa abandonar nuestra si- na, que Panikkar denomina "Cristiani-
tuación, sino mirar penetrantemente a dad", como opuesto a Cristianismo o
su historia, definir relaciones, ver si p o - Cristiandad, es en el que estamos desti-
demos vislumbrar una imagen más am- nados a trabajar en nuestras circunstan-
plia. Panikkar afirma que el lenguaje y cias presentes, cuando se ha forzado so-
la percepción cristianas -vistos desde la bre nosotros una particular conciencia
postura específicamente cristiana- per- global; esta no niega completamente las
ciben la unidad de las cosas en términos otras dos dimensiones. Lo que significa,
de "visión crística universal" 7 o del "he- más bien, es que ser cristiano ahora va a
cho crístico" 8 . Los diferentes fenóme- ser más una cuestión de vivir u n testi-
nos y perspectivas de la historia cristia- monio distintivo de la posibilidad de la
na giran todos en torno a esto: los comunidad humana, que de "preocupa-
Cristianos, por variadas razones histó- ción por la propia identidad" a nivel
ricas, entienden su vocación como fe, público y corporativo' 0 . El cristiano no
compromiso y conversión a lo que el se pregunta cómo sabe que la religión
acontecimiento -Jesús concretamente cristiana es exclusiva y universalmente
representa; o pueden ver su llamada co- verdadera; simplemente trabaja sobre la
mo creencia, compromiso con una insti- base de la visión "crística" para el bien
tución y su cosmología mítica; o pueden humano, comprometiéndose con cre-
relacionarse con la confianza en el futu- yentes de otras tradiciones sin inquietud
ro humano general como capaz de des- ni proselitismo, ni una actitud defensi-
plegar lo que se muestra en Cristo, con- va, sin reclamar una perspectiva "exclu-
fianza en que "el cristianismo simple- sivista" que invalide a otras, ni una ab-
mente encarna las tradiciones primor- sorción "inclusivista" de otras perspec-
diales y originales de la humanidad" 9 . tivas en la suya propia; ni siquiera una

7. Panikkar, "The Jordán, theTiber.and the Ganges", p.92.


8. Ibid. pp. 97-98.
9. Ibid. p. 102.
10.Ibid.

39
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

metateoría "pluralista", situando a to- de culturas nativas y cosmovisiones no


das las tradiciones en un único mapa y occidentales. De hecho, el interés ame-
relativizando sus vidas concretas. ricano actual por la noción de "final de
Panikkar es claramente un aliado in- la historia", -el triunfo del capitalismo
cómodo para el pluralismo más común. de consumo como la última fuerza de-
N o le interesa la esencia de la religión terminante en el destino de las comuni-
como algo que pudiera, en principio, ser dades nacionales-simplemente refleja la
localizado y aislado, ni tampoco se con- culminación de un tipo particular de
forma con una mutua tolerancia amisto- pensamiento histórico: hay sólo una
sa. El modelo que propone, sin embar- historia humana decisiva y nada más
go, es difícil de captar y parece, a prime- que una, la historia de los mercados de
ra vista, dudosamente coherente. Creo Europa y del Atlántico N o r t e . Y es fá-
que posee, de hecho, una consistencia y cil reconocer aquí una versión secular
plausibilidad reales, pero necesita algu- de la historia de la salvación, la idea de
nas clarificaciones específicas precisa- un hilo unificador a través del tiempo,
mente en el área de su orientación que lleva a un momento de significado
Trinitaria fundamental. Y en la medida decisivo y de presencia real. Al criticar
en que la comprensión que Panikkar un esquema religioso dominado por la
tiene de la Trinidad actúa como un fre- historia, Panikkar está criticando este
no a ciertos tipos de teorías ambiciosas, modelo opresivo de entender el mundo,
tiene mucho que decir a la empresa de la en nombre de un pluralismo cultural
propia teología sistemática. radical.
Panikkar deja claro, aquí y en otros Pero, dada la necesidad de tal crítica,
sitios, que la preocupación cristiana por ¿se puede todavía usar la cuestión his-
la historia es, en su opinión, un tema tórica de otro modo? C o m p r e n d e r
muy ambiguo. U n a teología cristiana cualquier sistema religioso debería im-
de la historia se ha aliado con demasia- plicar entender como llegó a ser, el p r o -
da frecuencia en siglos recientes con ceso de su "producción". El tener algu-
una doctrina occidental del progreso li- na noción sobre esto no nos proporcio-
neal, que ha funcionado como enemiga na una explicación completa de cómo

40
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

opera el sistema, pero nos muestra có- de una persona específica. El aconteci-
mo las palabras adquieren su uso y sig- miento de la vida, muerte y resurrec-
nificado. Panikkar se inclina en todos ción de Jesús no es (o no sólo) u n mo-
sus escrito a dar por supuesta la estruc- delo externo a imitar. Lo importante es
tura desarrollada de la teología Trini- que ha creado un tipo diferente de co-
taria, sin demasiadas consideraciones munidad humana; profesar la fe en
directas de cómo este esquema para ha- Jesús como Señor nos conecta, no sólo
blar de Dios llegó de hecho a ser (la for- con Jesús sino entre nosotros, de un
ma en que trata el tema en The Trinity modo nuevo. Esta conexión supone,
and the Religious Experience of Man específicamente, construirnos unos a
está muy marcada por formulaciones otros en la libertad y poder propios de
agustinianas y escoláticas, incompletas un hijo de Dios, la libertad que actuaba
en cuanto a los orígenes). Quisiera su- de modo supremo y coherente en Jesús.
gerir que un examen de esto podría p o - Así, cada creyente va, a través de la me-
tenciar la coherencia global del argu- diación de otros creyentes, creciendo
mento de Panikkar y podría, de hecho, hacia un "futuro informado en Cristo",
llenar de contenido su tercera categoría en el sentido de que sus posibilidades se
de existencia cristiana, Cristianidad, de definen en referencia a Jesús. Podemos
un modo que la muestre no sólo como tener la misma libertad, la misma inti-
una contradicción de las otras dos. Esto midad directa con Dios, el mismo en-
implica preguntarse exactamente cómo cargo de curar y restaurar. Debemos ser
la relación de logos y espíritu se explica la presencia tangible de Cristo en la tie-
en los acontecimientos de los orígenes rra - u n "cuerpo" que como otros cuer-
cristianos. pos es un sistema de movimiento coo-
perativo entre subsistemas. Por tanto,
El lenguaje de los primeros teólogos
las diferencias de dones, temperamen-
cristianos, Pablo y Juan sobre todo,
tos y un sentido de las propias posibili-
asume que Cristo es una palabra que ha
dades, son indispensables para el funcio-
llegado a marcar la forma del futuro p o -
namiento de la comunidad como una; la
tencial de todos los seres humanos, a la
totalidad de la presencia de Cristo es, en
vez que se mantiene como designación

41
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

la historia, el ensamblaje total de las his- junto, necesariamente inacabado, de his-


torias cristianas. torias humanas ensambladas e informa-
Esto no es más que parafrasear I C o r das en relación con Jesús. Esto significa
12. Lo importante para nuestros p r o p ó - que el significado concreto del logos en
sitos ahora es que la realidad social del el mundo, el modelo decisiva y trans-
cristianismo primero -al menos como formadoramente encarnado en Jesús,
lo idealiza P a b l o - fue de un proceso co- sólo podría ser visto a través de todo el
laborativo total, encaminado a crear proceso de la historia a que el evento
"análogos" de Jesús, personas cuyos es- Jesús da lugar, con toda su fluidez e im-
quemas de vida pudieran ser entendidos predictibilidad. Hablar en este contexto
como vinculados entre sí, porque todos de historia como teológicamente im-
están relacionados con el sentido de portante es, precisamente, no pensar en
oración y el sentido de una misión de un movimiento unitario en la historia
restauración y re-creación para el pue- que pueda ser reducido a u n esquema
blo de Dios, asociada a la historia de conceptual.
Jesús. El climax de esa historia -el "sa- Así la relación entre Jesús y los cre-
crificio de la alianza" de la cruz y la re- yentes cristianos es la base sobre la que
construcción mediante la resurrección se edifica una particular visión de la na-
de los discípulos- sirve como base para turaleza y de la acción de Dios. H a y
la existencia de un nuevo pueblo de la una única forma autoritativa de prospe-
alianza (un pueblo que existe por la ridad humana, libertad ante Dios y res-
promesa de Dios de ser su aliado), una puesta plena a Dios, el logos hecho car-
nueva unidad en la que el proceso de ne en Jesús; hablamos de la existencia de
creación compartida de personas libres, Jesús como un acto divino del principio
adultos hijos de Dios, pueda ir adelan- hasta el fin, porque se reconoce que tie-
te. La acción creadora de Dios en todo ne el potencial de unir a todo el mundo
esto sólo puede articularse en función que conocemos en una nueva unidad e
de dos momentos irreductibles: el esta- inteligibilidad. Este potencial se realiza
blecimiento en la vida de Jesús de un de un modo que siempre es histórica-
punto de referencia unificante, y el con- mente incompleto - d e m o d o que la

42
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

unidad y la inteligibilidad nunca pue- logos y espíritu. La convicción de que


den ser medidas como un objeto único "Ser... no necesita ser reducido a con-
para una única mente. Sólo se puede es- ciencia" puede expresarse de modo me-
perar en ello y trabajarlo, porque las vi- nos abstracto al hablar de la impredeci-
das son tocadas y cambian, entrando ble e interminable imitación de Jesús de
bajo la forma de la libertad de Jesús an- Nazaret en las historias de los seres hu-
te Dios, y ese movimiento de cambio manos. Es parte del genio considerable
múltiple, la infinita variedad de imita- de Panikkar tomar el doble modelo lo-
ciones de Cristo, es donde reconoce- gos-espíritu así establecido y verlo co-
mos la acción divina como espíritu -la mo una legitimación de la interacción
misma acción divina que establece la creativa entre tradiciones de fe a las que
forma del logos encarnado, pero ac- quiere tener en cuenta. Mi intención
tuando ahora para realizar esa forma en hasta ahora ha sido simplemente desta-
una diversidad tan amplia como es la di- car que esta relación logos-espíritu to-
versidad de la propia raza humana. Por ma forma en un proceso histórico parti-
tanto, en términos teológicos, la histo- cular y una práctica social; sin esta refe-
ria humana es la historia del descubri- rencia a la importancia de las diferencias
miento de Jesucristo en las caras de t o - materiales y temporales entre personas,
dos los hombres y mujeres. La plenitud y el diferente enfoque histórico de los
de Cristo siempre está por descubrir, sucesos de la historia de Jesús, el equili-
nunca está ahí ya en un esquema con- brio unidad-pluralidad, tan crucial para
ceptual que explica y predice todo; es la Panikkar, estaría en peligro de venirse
plenitud de Cristo lo que hay que des- abajo. Podríamos tener una pluralidad
cubrir, una unidad que mantiene unida que existiera sólo en la superficialidad
esta única historia 11 . de las cosas, un conjunto de variaciones
Esto es, creo, lo que Panikkar asume arbitrarias e intrínsecamente insignifi-
implícitamente en su distinción entre cantes sobre un único tema que perfec-

11. Comparar con R. Williams, "The Unity of Chriistian Truth", New Blackfriars, vol. 70, n. 824 (1989), pp.
85-95.

43
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

tamente podría ser bien afirmado sin de libertad humana y madurez ante
cualquiera de ellos. Podríamos, por otra Dios que se concreta en Jesús. Para de-
parte, tener una unidad que fuera pura- cirlo de modo ligeramente diferente, y
mente teórica, que existiera sólo a nivel quizás de forma más tradicional, el ob-
de la conciencia sintetizadora. En rela- jetivo cristiano al relacionarse con otras
ción con el encuentro interreligioso, se- religiones, es la formación de hijos de
gún Panikkar lo entiende, podríamos Dios a semejanza de Cristo. Para
tener bien una pretensión cristiana im- Panikkar, esta formación puede ya estar
perialista de finalidad teorética, que p r o - oculta en otras tradiciones; si pregunta-
porcione un conjunto invariable de ex- mos entonces qué es lo importante del
plicaciones, situando cada fenómeno en testimonio específicamente cristiano, la
un único mapa, o bien un pluralismo respuesta bien podría ser que la cristia-
meramente tolerante, con diferentes tra- nidad explícita, para usar el término fa-
diciones que cooperan a la deriva sobre vorito de Panikkar, es un catalizador
la base de una vaga convicción de que para unir estos procesos de formación
todas están, más o menos, en lo mismo. de un modo autoconsciente, crítico y
El ideal de Panikkar de un pluralismo activamente interesado en sostener la
genuinamente interactivo es resultado acción humana común. El testimonio
de una opción particular en lo que res- del "hecho crístico" como una realidad
pecta a Dios, que excluye estas alterna- integradora, propone al m u n d o de las
tivas. religiones la posibilidad de un tipo de
Por tanto, el objetivo de cualquier norma humana crítica que pueda usarse
momento específico de encuentro inte- en la lucha contra lo que limita u opri-
rreligioso es, presumiblemente, encon- me a la humanidad.
trar un modo de trabajar juntos por un Esto es poner en boca de Panikkar
modo de cooperación humana, reto más de lo que él ha dicho. Pero creo que
mutuo y mutua educación, que no su- es un desarrollo necesario de sus ideas.
pone el triunfo de una teoría, institu- El pluralismo de Panikkar no es ilimita-
ción o cultura, sino que está de algún do (¿hay algún pluralismo que lo sea?).
modo unificada en relación a esa forma Supone resistencia a la homogenización

44
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

de los seres humanos: resistencia cultu- tradiciones trae así interrogantes ade-
ral, en otras palabras, y resistencia polí- más de afirmaciones, interrogantes de-
tica, a las fuerzas de nuestro mundo que terminados por la convicción de que la
contribuyen a la reducción de las perso- categoría de la totalidad de Cristo es la
nas y comunidades a unidades a gran que define el más amplio futuro para la
escala, procesos determinados, resisten- humanidad; originadas también por la
cia al poder del mercado universal o del forma de su historia básica, que trata
estado omnipotente' 2 . Tal resistencia, del conflicto entre Dios y el m o d o par-
como hemos visto, está basada para los ticular de politización de fe corrupta de
cristianos en una visión de la necesaria e los religiosamente poderosos 13 . La igle-
irreductible reciprocidad entre logos y sia cristiana debería poner su lenguaje y
espíritu, y por tanto basada en un m o - su práctica bajo una profunda sospecha
delo de la relación entre Cristo y su de las alianzas entre jerarquías en co-
Cuerpo. A causa de esta base específica, munidades religiosas y jerarquías en ad-
que es comprendida de este modo par- ministraciones políticas absolutistas
ticular e histórico, el cristiano argumen- -Caifas y Pilato, y sus análogos mucho
tará naturalmente que esto saca a la luz más recientes. Apenas hace falta decir
lo que de otra forma no es reconocido o que la iglesia ha descuidado esto de m o -
"tematizado" en otros contextos, (esto do llamativo; con todo, al continuar ce-
es, no formulado y explorado por dere- lebrando la resurrección de un conde-
cho propio, no articulado como un o b - nado -algo que no aparece tan clara-
jetivo). El cara a cara cristiano con otras mente en lo que dice Panikkar 1 4 - pre-

12. La alianza entre los intereses del mercado y el estado es una cuestión discutida por los "pluralistas"
políticos; ver especialmente Paul Hirst,"Associational Socialism in a Pluralist State",Journal ofLaw and
Soáety, vol. 15, n. I (1988) 139-150, esp. 140-141.
13. El reciente conocimiento del Nuevo Testamento ha enfatizado frecuentemente la significación en es-
ta conexión del conflicto de Jesús con las autoridades del Templo de Jerusalén como representantes
de la fusión del poder opresivo de la religión la política y el poder económico.
14. Ver, por ejemplo, el tratamiento algo superficial de las razones de la muerte de Jesús en Panikkar. The
Trinity and tht Religious Expehence of Man, p. 20.

45
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

serva al menos algún fundamento claro penetrantes inquietudes de la espiritua-


en el que esta sospecha pueda seguir en- lidad humana, toma su significado con-
raizándose. creto de un particular proceso de
Así que puede ser correcto decir, co- aprendizaje en comunidad. El objetivo
mo hace Panikkar 15 , que la cristianidad cristiano en el diálogo interreligioso es
contemporáneo, que ha ido más allá invitar al mundo de las religiones a en-
tanto del cristianismo como de la cris- contrar aquí, en la narrativa y la prácti-
tiandad, se siente más cómoda con el ca de Jesús y su comunidad, eso que an-
descubrimiento de que las doctrinas que cla y conecta sus esperanzas humanas
se suponen específicamente cristianas, - n o necesariamente en la forma de "sa-
"son bienes comunes de la humanidad tisfacer sus aspiraciones " o "perfeccio-
y que el cristianismo simplemente en- nar sus más altos ideales", sino como
carna las tradiciones primordiales y ori- algo que puede unificar todo u n rango
ginales de la humanidad"; pero si esto diverso de intentos de integridad huma-
ha de ser más que un recurso sentimen- na sin negar, o "colonizar", su propia
tal a la religión natural, más allá de las historia y expresión. Todo esto no es
coacciones y corrupciones de la tradi- tan fácil de expresar teóricamente,
ción humana, debe implicar la capaci- aunque el trabajo de otros autores con
dad de desafiar a versiones actuales, se- conexiones en India y Sri Lanka ha p r o -
culares y religiosas, del "bien común de porcionado una buena cantidad de en-
la humanidad" en nombre de su propia foques sobre cómo el proceso avanza
idea Trinitaria central e históricamente de modo práctico. El difunto obispo
distintiva. Enfatizar aquí la historicidad Laksham Wickremesinghe, en u n traba-
es sólo para destacar que, incluso si el jo del año 197816, escribió sobre una
esquema trinitario puede mostrarse ca- "reciprocidad con otras religiones cen-
paz de hacer frente y cimentar las más trada en Cristo", en la que esa tradición

15. Panikkar, "The Jordán, the Tiber and the Ganges", p. 102.
16. Laksham Wickremesinghe, "Christianity in a Context of Other Faiths", en Today's Church and Today's
World (artículos preparatorios para la Conferencia de lambeth de 1978), Londres (1977), pp. 79-87,
esp. 82-84.

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T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

cristiana actúa como un catalizador cusión sobre cómo alcanzar mejor un


interpretativo, que extrae o subraya lo objetivo que está definido de modo in-
que hay en otras tradiciones que es aná- dependiente, ni sobre cómo colaborar
logo a su propio objetivo de trabajo en una actividad evidentemente buena y
común por el reino en el Cuerpo de constructiva. Ciertamente, el proceso
Cristo. de encuentro cambiará a los participan-
Esto significa, por supuesto, que un tes: al verlas como análogas a un tema
budista en relación con otras tradicio- inicialmente "ajeno", cristianos y bu-
nes religiosas tendría objetivos compa- distas por igual aprenderán algo de sus
rables a ellas: él o ella querría proponer propias herencias, que de otro modo
un modelo de unidad y cooperación quedaría oculto. También se pueden co-
centrado en la Via de O c h o Senderos y nocer las patologías características del
buscaría puntos de analogía en el len- lenguaje y la práctica religiosa en tal en-
guaje de los interlocutores. El pluralis- cuentro, y así volver a nuestra tradición
mo de Panikkar implica que no puede nativa con nuevos ojos críticos.
haber un único objetivo para el diálogo Pero, suponiendo que un participan-
interreligioso. Tan pronto como se co- te en la conversación decida que su
mienza a dar expresión a un ideal así, punto de partida particular es esencial-
estamos saliéndonos de la perspectiva mente una variante simbólica de la pos-
de un participante real en el diálogo tura de otro interlocutor, o que ambas
que, como tal, tiene un punto de vista son variantes de algo más fundamental;
específico. Si Panikkar lleva razón, el carácter del encuentro habría cambia-
aquellos implicados en el diálogo ten- do, y las propias razones para seguir
drán objetivos apropiados a sus propias adelante con él serían radicalmente di-
tradiciones como punto de partida. Más ferentes. Ya no se basarían en cualquie-
aún, será un aspecto de sus propias tra- ra que fuera el rasgo de la tradición na-
diciones que valide la propia noción de tiva que había estimulado inicialmente
diálogo o cooperación y determine la el encuentro, sea cual fuera el rasgo que
dirección en la que quiere que éste vaya. había justificado la esperanza de que las
El diálogo interreligioso no es una dis- posturas de un extraño pudieran con-

47
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

vertirse en familiares después de todo. cristiana, pero su vida no es idéntica a la


En términos de Panikkar, el diálogo ya realidad institucional de la iglesia. En
no descansaría en la convicción de que palabras de Rahner, "el cristianismo co-
la propia realidad estuviera basada en mo tal no demanda un futuro concreto
una fuente absoluta que actúa tanto de particular"" -aunque esta es una expre-
logos como de espíritu; dejaría de ser sión desafortunadamente ambigua. El
pluralista en el sentido que Panikkar cristianismo como tal no impone un
quiere dar a esa palabra, y, abstrayéndo- único proyecto institucional o un futu-
se a alguna estructura subyacente sepa- ro en su encuentro con otras religiones,
rable de la particularidad histórica, la sino que su futuro concreto debe ser
imaginería y las prácticas de este grupo concebido en términos de humanidad
social, corre el riesgo precisamente del cristificada, humanidad liberada de la
intelectualismo que Panikkar quiere sumisión esclava a u n poder divino ex-
evitar a toda costa. traño y participante así en la actividad
Si Panikkar lleva razón al ver el cris- creadora de Dios. Se compromete en el
tianismo trinitario como el fundamento diálogo para descubrirse a sí misma de
adecuado para un diálogo interreligioso modo más veraz, para proponer a otras
que no sea ni vacío ni imperialista, las tradiciones la pregunta que surge de su
doctrinas del credo ortodoxo cristiano propia historia fundacional, y para pro-
no son, como se suele suponer, obstácu- poner un enfoque para la esperanza y la
los insuperables para el diálogo; la en- acción humana común. N o podemos ir
carnación del logos no es la afirmación más allá de eso, en lo que respecta a
última de privilegio y exclusividad, sino Panikkar. C o m o cristianos, no plantea-
el centro de esa red de relaciones (im- mos el objetivo de incluir a toda la raza
plícitas y explícitas) en la que va a ser humana en una única institución reli-
creada una nueva humanidad. Esta red giosa, ni pretendemos tener todas las
tiene su forma simbólica en la iglesia ideas religiosas auténticas —"la totalidad

17. Citado por Gavin D'Costa,"Karl's Rahner Anoi mous Christjan - a Reappraisal", Modern Theo/ogy, vol.
l.n. 2(1985), pp. 131-148, esp. p. 145.

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T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

de significado", tomando una frase usa- de lo que unifica la realidad, y una op-
da con polémicos efectos por Jacques ción clara sobre la naturaleza de Dios,
Pohier18. Y esto es un problema sólo si pero cuanto más profundizamos en esa
esperamos -como cristianos, como gen- visión, más podemos verla como base
te religiosa de otras tradiciones, como para un diálogo no exclusivo con otros
filósofos- ser capaces de aportar un puntos de vista. Panikkar llega muy le-
programa y explicaciones teóricas para jos para mostrar su pretensión de que
la unificación de los seres humanos. Si ofrece algo distinto tanto al clásico "in-
es posible tal unificación —como creen clusivismo" como al pluralismo liberal
los cristianos entre otros- sólo se alcan- convencional, y creo que es casi el úni-
zará en la variedad e impredictibilidad co entre los autores de The Myth of
del encuentro humano específico, y eso Cbristian Uniqueness, que proporciona
ahora sólo puede ser cuestión de espe- pistas para una auténtica teología del
ranza; aunque sea una esperanza abriga- encuentro interreligioso. Las dos reser-
da por la convicción de que la historia vas en las que me gustaría entrar tienen
de Jesús y de la iglesia, del logos y el es- que ver con la necesidad de no perder
píritu manifestado en el mundo, nos de vista el proceso específico de descu-
proporciona una visión veraz -no ex- brimiento por el que la Trinidad, el es-
haustiva, no exclusiva, pero sí veraz-, quema logos-espíritu es sacado a la luz,
de cómo Dios es. Y el dinamismo prác- y con la responsabilidad crítica del tes-
tico de esta veracidad es su ser funda- timonio cristiano (incluso en la forma
mento de un pluralismo esperanzado y estructurada de "Cristianidad") hacia
creativo, su afirmación de la importan- las tradiciones con las que se encuentra.
cia irreductible de la historia, de la dife- Doy por supuesto que tal responsabili-
rencia y la reciprocidad humana. dad crítica debería ser mutua en cual-
La postura de Panikkar es, a prime- quier diálogo auténtico. Y la naturaleza
ra vista, paradójica. Supone un claro paradójica de este enfoque puede ser
compromiso con una visión distintiva más aparente que real. Si el objeto de

18.Ver Jacques Pohier, God: in Fragments (Londres I

49
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

diálogo es el descubrimiento de cómo el paz de ser imaginada, sino que sabemos


cristiano puede unirse de modo inteligi- que la forma histórica de Jesús, en el
ble y constructivo con el budista o el que vemos a la creación girando en su
musulmán en la construcción de la co- pivote, no agota lo divino. Sabemos
munidad de los hijos de Dios, más que que la unificación de todas las cosas en
llegar a un acuerdo en las afirmaciones, Cristo no es cuestión de un simple es-
a una meta-teoría religiosa, o (en el pe- quema explicativo, sino de la variedad
or de los casos) a una única institución de las vidas humanas llevadas a la rela-
con una única jerarquía administrativa, ción creadora y salvífica con lo divino y
no hay contradicción en un "pluralismo entre sí. Sabemos que lo divino no es
trinitario". simplemente la incitación de la "inte-
Y es quizás aquí donde Panikkar ha- rioridad", la sensibilidad religiosa, en
ce su contribución más sustancial a la nosotros, sino que es requerida por la
propia empresa. La teología trinitaria se memoria crítica y la presencia de la
convierte, no tanto en un intento de de- identidad humana de Jesús. En cada
cir la última palabra sobre la naturaleza punto, somos urgidos a salir de lo que
divina, como en una prohibición contra parece una clara afirmación positiva y
posibles consideraciones finales de la única.
naturaleza y acción divina. Dado que la Esto es magníficamente expresado
relación del espíritu al logos está aún por Nicholas Lash en su sugerencia de
siendo realizada en nuestra historia, no que la doctrina trinitaria es la gramática,
podemos, mientras dure la historia, de- la estructura, de la "escuela del discipu-
cir con precisión todo lo que hay que lado"' 9 cristiano. Instruye sobre cómo
decir sobre el logos. Lo que sabemos, si Dios es conocido. Puede encontrársele
nos llamamos cristianos, es más que na- como pura creatividad, el poder genera-
da un conjunto de negaciones. Sabemos tivo que hay en las cosas, pero esta per-
que lo divino no es simplemente una cepción debe ser probada y en cierto
penetrante fuente y fundamento, inca- modo rechazada por la conciencia de

19. Nicholas Lash,"Consider¡ng theTrinity", Modern Theobgy, vol. 2, n. 3 (1986), pp. 183-196.

50
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

desperdicio, crueldad y desorden en el cristiana que "marca una diferencia" 21 ,


contexto inmediato del universo. Sin que proporciona una parábola de cómo
embargo, esa negación es puesta en la historia humana puede ser vivida en
cuestión por la novedad creativa de oposición a lo que parecen ser las ten-
Cristo, la Palabra pronunciada en me- dencias poderosas y vencedoras en la
dio de la crueldad y el desorden para historia del mundo, de modo que al p o -
reunir una comunidad que viva en la es- der y el éxito no se les permita seguir sin
peranza compartida. Una vez más, sin ser cuestionados. La idea trinitaria es,
embargo, hay que hacer frente a otra como mínimo, parte de aquello que evi-
prueba: podemos fijar nuestra atención ta que el testimonio cristiano se convier-
en la lograda forma de Cristo como al- ta, finalmente y de m o d o irreversible, en
go esencialmente del pasado y concebir la imagen especular del imperio monolí-
nuestro compromiso de fe primaria- tico del " m u n d o " . El cristianismo ha si-
mente como lealtad a este pasado. do a menudo totalitario o casi totalitario
Debemos ser enseñados a encontrar a en su historia, pero nunca se ha asenta-
Dios en la tensión presente entre tradi- do en este modelo de un modo definiti-
ción y posibilidades imprevistas. Por vo; sino que, dentro de su lenguaje fun-
tanto, la doctrina de la trinidad propor- damental, permanece una fuerza obsti-
ciona "un esquema de autocorrección nadamente móvil y cuestionante.
para cada uno de los tres modos princi- Lash y Panikkar sugieren que el
pales de nuestra propensión a congelar compromiso con el credo trinitario (y,
la forma de relación en un objeto o des- quisiera añadir, una comprensión de có-
cripción poseída de la naturaleza de mo ese credo llegó a ser afirmado) es
Dios" 20 . Es más, este movimiento auto- condición previa para hacer lo que los
correctivo interminable es fácilmente cristianos deberían hacer, aportando lo
compatible con una visión de la misión que sólo ellos pueden aportar al mundo

20. Nícholas Lash, Easter ¡n Ordinary: Reflections on Human Experience and tfie Knowledge of God
(Charlottesville.V.A.: Unicersity ofVirginia Press; Londres 1988), p. 271.
21. Ibid. p. 284.

51
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de las religiones y al mundo en general. Esta es la forma de ser humano por el


Ser cristiano significa involucrarse en el que trabajamos, y del que la iglesia es
compromiso de ser testigo de y trabajar signo y centro. Lo que finalmente será
por una comunidad humana total, p o r no es algo que nos dirá la teoría, sino al-
lo que ha sucedido a seres humanos es- go que sólo puede descubrirse en los
pecíficos y a sus relaciones en conexión círculos expansivos del encuentro con
con el ministerio, cruz y resurrección lo que no es la Iglesia". Esto no sólo po-
de Jesús -esos hechos que han tenido sibilita sino que impulsa el diálogo, y, lo
lugar para que aceptemos la visión re- que es más significativo, el trabajo prác-
construida de Dios como fuente y logos tico; también reconoce la inevitabilidad
y espíritu (icono, persona y misterio, en del conflicto, incluso del juicio, cuando
los términos que Panikkar emplea en hay percepciones diferentes de la uni-
The Trinity and the Religious Expe- dad humana en el trabajo. En Gran
rience of Man). Si ser cristiano significa Bretaña hemos visto aparecer tales con-
actuar para lograr estos objetivos y por flictos por el tema de Salman Rushdie
estas razones, es creer que la doctrina en el pasado año, un episodio que ha
de la trinidad es verdadera, y lo es en obligado a muchos cristianos y profa-
una manera que transforma y cura al nos a pensar mucho más seriamente so-
mundo. Esto no supone pedir una tota- bre los fundamentos positivos, y los lí-
lidad de la verdad sobre Dios o sobre el mites, del pluralismo en la sociedad. El
mundo, ni siquiera un monopolio de interés trinitario de Panikkar y su cen-
los medios de obtener la absolución di- tralidad en la Cristianidad como la cate-
vina o la gracia para los hombres y mu- goría más significativa en el contexto
jeres. El cristiano dice, "nuestra historia presente, permite una consideración
religiosa nos muestra que Dios es así: auto-crítica completa del testimonio e
un Dios que sólo puede ser conocido y incluso de la misión, y dar prioridad a la
testimoniado globalmente en una forma "socialidad redimida" como el corazón
de vida humana, en la que logos y espí- de esto (aunque su propia considera-
ritu se mantienen en equilibrio entre sí. ción de la Cristianidad no está de nin-

52
T R I N I D A D Y P L U R A L I S M O

guna manera libre del peligro de una condicionalmente fiel al evangelio, y al


"privatización de la identidad cristia- advertirnos del ansia de la Gran Teoría
na"22 y necesita, creo, una crítica mucho religiosa, Panikkar hace un excepcional
más severa que la que él ofrece del sta- servicio al auténtico encuentro entre
tus privilegiado de la "experiencia pro- tradiciones en sus particularidades, de
funda"). Al mostrar como un cierto ti- una forma que no se encuentra entre los
po de pluralismo práctico puede ser in- relativistas programáticos.

22. Panikkar, "The Jordán, the Tiber and the Ganges", p. 107. La expresión "socialidad redimida" se la de-
bo a Daniel W. Hardy, "Created and Redeemed Sociality", en On Being the Church: Essays on the
Christian Community, ed. Daniel W. Hardy y Colin F. Gunton (Edimburgo 1989), pp. 21-47.

53
CRISTO, LA T R I N I D A D
Y EL PLURALISMO RELIGIOSO
Gavin D'Costo
INTRODUCCIÓN sa y facilita los criterios teológicos apro-
piados para dar sentido a tanta diversi-
En este trabajo sostengo que las in- dad. De hecho, sugiero que en el cora-
quietudes de los defensores pluralistas
zón de una doctrina trinitaria de Dios,
de El mito de la unicidad cristiana son
la multiplicidad de religiones adquieren
más abordables mediante una doctrina
una especial significación teológica que
apropiada de la Trinidad, que mediante
no puede ser ignorada por los cristianos
las diferentes estrategias que éstos em-
que adoran a un Dios Trinitario.
plean, en las que, ignoran, abandonan o
infrautilizan esta doctrina cristiana tan Los pluralistas presentan tres facto-
fundamental 1 . Creo que en la doctrina res que sugieren un replanteamiento de
de la Trinidad se encuentran los intere- los acercamientos cristianos tradiciona-
ses de los tres puentes establecidos por les a otras religiones: relatividad, miste-
los que cruzaron el Rubicon, pero su- rio y justicia. Tomar estos puntos pre-
giero una estrategia bastante diferente tendidamente en serio, nos lleva a una
en respuesta a los problemas planteados. teología de las religiones pluralista que
Podemos llamar a mi estrategia inclusi- afirma en general la paridad de todas las
vista. Este enfoque permite un genuino revelaciones. Yo quiero plantear que es-
reconocimiento de la pluralidad religio- to no es así. Los tres grupos de proble-

I. Sólo tres autores tratan de manera explícita el tema de la Trinidad: Hick, que parece sugerir un acer-
camiento unitario (pp. 32ss.); Samartha, que niega la importancia ontológica de la doctrina (pg. 76); y
Pannikar, que lo usa para respaldar una pluralidad radical, bastante diferente del tipo de pluralismo de-
fendido por la mayoría de los autores.

55
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

mas pueden ser vistos de modo diferen- moción de la justicia, el reino de Dios,
te desde una perspectiva trinitaria. La no puede obviar las reflexiones teológi-
cuestión de la reconciliación del parti- cas que dan base a tal enfoque. Así,
cular histórico con el universal, la cues- cualquier teología de la liberación de las
tión de la relatividad, es iluminada por religiones requiere un Trinitarianismo
la acción universal de Dios, basada en la Cristocéntrico que justifique este enfo-
particularidad de la revelación de Dios que en los posibles puntos nuevos de
en Cristo. El cristianismo no puede, por encuentro entre las religiones. En lo que
tanto, pretender que su propia revela- sigue, intentaré demostrar y justificar
ción particular sea la única importante, estas opiniones. No adoptaré, sin em-
más bien, si la particularidad de Cristo bargo, los puntos a tratar establecidos
revela a Dios, esto debe estar sujeto a la por los pluralistas, sino que mostraré
normatividad (no exclusividad) de su como éstos se estudian desde este pun-
propia revelación particular, mante- to de partida absolutamente diferente.
niendo de ese modo sus pretensiones Creo que la doctrina trinitaria de
universales. Un reconocimiento de la Dios facilita una respuesta auténtica-
acción universal de Dios no puede tener mente cristiana a las religiones del mun-
lugar sin una Cristología normativa. En do porque toma totalmente en serio las
segundo lugar, la cuestión del misterio particularidades de la historia. Esto es
de Dios y de su trascendencia sobre así porque la doctrina busca afirmar que
cualquier articulación particular es ilu- Dios se ha revelado en las contingencias
minada por la noción del Espíritu y particularidad del hombre Jesús. Pero
Santo, que constantemente profundiza la Trinidad también afirma, mediante
y ensancha la comprensión cristiana de las otras dos personas, que Dios se está
Dios, el misterio insondable. Por tanto, revelando constantemente en la historia
los cristianos, para estar abiertos total- mediante el Espíritu Santo. El Espíritu,
mente a Dios, deben estar abiertos a la en esta actividad, se ocupa de profundi-
acción del Espíritu en el mundo, de una zar y universalizar nuestra compren-
manera que no puede ser especificada a sión de Dios en Cristo, proceso que no
priori. Por último, la cuestión de la pro- estará nunca completo hasta la parusía.

56
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

El Padre, por tanto, nunca es total y ex- ritu no puede quedar confinada al
haustivamente conocido "cara a cara" Cristianismo. Esto nos libra de las ten-
hasta el final de los tiempos, en lo que dencias a priori de pluralismo y exclusi-
algunos cristianos conocen como la vi- vismo: los a prioris de la afirmación y la
sión beatífica. Sin embargo, el Padre es negación respectivamente. Este enfoque
conocido por mediación de Cristo y el Trinitario requiere que los cristianos es-
Espíritu, y sólo en base a esta peculiari- cuchen y aprendan realmente de las re-
dad somos capaces de afirmar la acción ligiones del mundo y, en este proceso,
de la actividad redentora de Dios, dado estén abiertos al juicio de Dios sobre la
que el Dios que redime es siempre y en comunidad cristiana.
todo lugar el Dios Trino revelado en Por supuesto, se plantean muchos
Cristo2. En consecuencia, es a través de problemas a una teología Trinitaria con-
Cristo como encontramos al Dios temporánea, y es imposible exponer
Trinidad que se da a conocer como es: una defensa completa de las observacio-
como un absoluto misterio de miseri- nes que siguen. Lo más que puedo ha-
cordia (Dios Padre3), en el Verbo encar- cer es desarrollar una teología trinitaria
nado (el Hijo) y en la íntima presencia tentativa en relación al tema que estoy
santificante y profética de Dios (el Es- tratando. Este procedimiento indica
píritu). Tal Trinitarismo Cristocéntrico también mi convicción de que la teolo-
facilita la apertura a las religiones del gía cristiana contemporánea debe arti-
mundo, dado que la actividad del Espí- cularse dentro del horizonte de sus pro-

2. Esto es contrario a la pretensión de Hick de que es "arbitrario y no realista" poner una "etiqueta cris-
tiana a la salvación" en las religiones del mundo (p.22), porque ¿en base a qué otra cosa puede un cris-
tiano pretender saber que la salvación está teniendo lugar si no es mediante la gracia salvífica de Dios?
Ruether relega este problema al del "chauvinismo religioso" sin justificar sus propias pretensiones chau-
vinistas de que "el Ser Divino... es el padre y madre de todas las personas sin discriminación" (p. 141).
3. Uso "Padre" no en sentido patriarcal, sino exclusivamente en relación a la filiación de Jesús - ver J.
Moltmann, TheTrinity and the Kingdom ofGod (London SCM, I98l),pp. I62ss. (N.T: Hay traducción cas-
tellana de Manuel Olasagasti, La Trinidad y el Reino de Dios, Salamanca 1983). Sigue a Barth. Este uso es
también en respuesta a los puntos válidos sobre el lenguaje de Dios realizados por Samartha, Ruether
y Suchocki en The Mith ofChristian Uniqueness.

57
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

pias historias e Historia (que siempre ma5. Resumiré mis ideas proponiendo
ha sido una interacción con otras histo- cinco tesis a considerar.
rias e Historias) y las historias e
Historias contemporáneas de las socie- TESIS PRIMERA: UNA CRISTOLOGÍA
dades dentro de las cuales se encuentra 4 . TRINITARIA NOS PROTEGE DEL
EXCLUSIVISMO Y DEL PLURALISMO
Uso la expresión "historias e Historia"
RELACIONANDO DIALÉCTICAMENTE
para identificar las teologías, filosofías,
LO UNIVERSAL Y LO PARTICULAR
mitologías, liturgias, rituales, prácticas,
y toda la compleja estructura que con- La Trinidad nos libra tanto de un
forma a una persona religiosa. La iden- particularismo exclusivista (Cristomo-
tidad de la persona religiosa es moldea- nismo) como de un universalismo plu-
da por esta estructura narrativa a través ralista (teocentrismo) al insistir en con-
de la cual, el mundo, el yo, la comuni- tra de una identificación exclusiva de
dad, y Dios (cualquiera que sea la forma Dios y Jesús, así como de una no-iden-
que se de al Significado Ultimo), se tificación de Dios y Jesús 6 . Lindbeck, si-
construyen. A este respecto, en contra guiendo a Lonergan, indica correcta-
de lo que sugiere Wilfred Cantwell mente que la interpretación de Atanasio
Smith, la fe de una persona no puede ser de la consustancialidad, ejemplifica la
idealizada o materializada fuera de la regla "cualquier cosa que se diga del
realidad socio-histórica que le da for- Padre, se dice del Hijo, excepto que el

4. John Henrry Newman, An Essay on the Development ofChritian Doctrine (London: Longmans.Green and
Co. 1906) atestigua esta dialéctica a través de la historia Cristiana. Ver también R. Schreiter,
Constructing Local Theologies (London: SCM, 1985) para un interesante estudio de las cuestiones her-
menéuticas implicadas en este proceso.
5. Encuentro inútil el término de Cantwell Smith "tradiciones cumulativas" en contrarse con el término
"fe". Sin referencia al objeto de la fe, la fe de Smith es heurísticamente impotente en relación a la
cuestión de las pretensiones de verdad. Ver Cantwell Smith, The Meaning and End of Religión, 2' ed.
(London: Sheldon, 1978). Para una crítica adicional, ver también Gavin D'Acosta, Theology and Religious
Pluralism, pp.41 -42.
6. Identificaría a Hick, Kaufman, Samartha, Smith y Ruether como pluralistas teocéntricos. Para una ma-
yor justificación y análisis al respecto, ver Gavin D'Acosta,"An examination of the Pluralist Paradigm
in the Christian Theology of Religion's", Scottish Journal of Theology 39 (1968) 21 1-224.

58
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

Hijo no es el Padre" 7 . Por tanto, aunque llegamos a conocer quien es Dios, y es-
llegamos a conocer al Padre a través de ta es la razón por la que la liturgia se si-
Jesús, no podemos convertir a Jesús en túa en el corazón de la comunidad cris-
un ídolo y afirmar que el Padre es cono- tiana. N o podemos separar nuestra
cido a través de él exclusivamente 8 . Es a comprensión de Dios, de la historia de
través del Espíritu y del Hijo como Dios Jesús y disociar lo universal y particu-
se revela. Por tanto, cualquier intento de lar. Sin embargo, como veremos en bre-
limitar o monopolizar a Dios en función ve, la lectura y representación de la his-
solamente del Hijo se convierte en un toria de Jesús es transformada y estimu-
binatariarismo o unitariarismo, que no lada a la luz de las religiones del mundo.
consigue dar cuenta de toda la riqueza Tanto la distinción como la unidad,
de la auto-revelación de Dios. de Padre, Hijo y Espíritu quedan pre-
En contra de un teocentrismo plura- servadas en la Trinidad, afirmando así
lista, también hay que afirmar que adecuadamente que el misterio de Dios
"cualquier cosa que se diga del Padre se no es conocido de manera exhaustiva a
dice del Hijo". N o podemos, como través del Hijo. Jesús es llamado totus
cristianos, hablar del Padre sin la histo- Deus, nunca totum Dei; totalmente
ria de Jesús. N o se puede evocar al Dios, pero nunca todo Dios. Es por
Padre mediante especulaciones o abs- tanto legítimo afirmar que Cristo es
tracciones, sino que éste se revela en las normativo, no exclusivo ni absoluto en
particularidades de la Historia, en la la revelación de Dios. N o podemos ha-
historia del Hijo, entendida e interpre- blar de Dios sin Jesús, pero eso que se
tada mediante la luz del Espíritu. Es dice nunca se agota completamente en
atendiendo constantemente a las parti- la Historia, porque el Espíritu constan-
cularidades de la historia de Jesús como temente y de maneras sorprendentes

7. G. Lindbeck, The Nature of Doctrine: Religión ond Theology in a Postliberai Age (London: SPCK;
Philadelph¡a:Westminster, 1984). G. Wainwright critica acertadamente las limitaciones innecesarias y
no históricas de Lindbeck sobre el contenido sustantivo de este lenguaje, en "Ecumenical Dimensions
of George Lindbeck's The Nature of Doctrine", Modern Theology 4 (1988) 121-133, esp. 125-126.
8 A este respecto, puedo estar de acuerdo con la aportación de Smith.pero sólo en este aspecto limitado.

59
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

nos llama a un conocimiento más p r o - no nos debe cerrar a la posible realidad


fundo de Dios en Cristo. D e esta mane- de la actividad creadora, profética y sal-
ra, la Trinidad ancla la auto-revelación vífica de Dios en otros ámbitos. (Esto,
de Dios en las particularidades de la sin embargo, no desmerece la relación
Historia, principalmente enfocadas en teológica e histórica única del Cristia-
Jesucristo, sin limitar a Dios a esta par- nismo con el Judaismo). N o hay razo-
ticularidad mediante la universalidad nes teológicas de peso que sugieran que
del Espíritu. A esta universalidad es a la la actividad de Dios ha cesado, sino más
que voy a referirme ahora. bien, dado el designio salvífico univer-
sal del Padre revelado en Cristo, pode-
TESIS SEGUNDA: LA PNEUMATOLOGlA mos creer que la acción de Dios en la
PERMITE QUE LA PARTICULARIDAD DE Historia continúa y, desde luego, no se
CRISTO SEA RELACIONADA C O N LA
limita históricamente al Cristianismo.
ACTIVIDAD UNIVERSAL DE DIOS EN LA
El punto lógico sobre el que quiero lla-
HISTORIA DE LA H U M A N I D A D
mar la atención es este: Toda la
La doctrina del Espíritu Santo nos Historia, tanto pasada como futura, es
permite relacionar teológicamente la potencialmente una particularidad por
particularidad del acontecimiento de la que puede mediarse la auto-revela-
Cristo con toda la historia de la huma- ción de Dios. N o puede haber limita-
nidad. Se puede observar el testimonio ciones cronológicas ni geográficas a es-
bíblico de la acción creadora, profética, to: "El Espíritu sopla donde quiere".
y salvífica de la Palabra y el Espíritu Eclesiológicamente esto se afirma en la
desde la Creación. El hecho de que este condenación de las doctrinas jansenis-
testimonio esté primariamente relacio- tas según la cual "fuera de la Iglesia no
nado con la tradición Judeo-Cristiana, se otorga ninguna gracia" 9 .

9. DS l379.Antes de la condena de Clemente, ver PioV (DS 1025) e Inocencio XI (DS 1295). He cues-
tionado la extendida interpretación errónea del extra ecdesiam nulla salus en "Extra Ecclesiam Nulla
Salus - Revisited" en "Religious Pluralism and Unbelief: Studies Chtícal and Comparativa" ed. I. Hamnett
(London/ New York: Routledge, 1990).

60
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

Así, cuando y dondequiera que Dios cuentro. Este tema es prerrogativa úni-
se manifieste, de una forma a menudo ca del interlocutor no-cristiano.
no reconocida o malinterpretada por
los cristianos, es el mismo Dios que se TESIS TERCERA: UN TRINITARIANISMO
revela en Cristo. Los cristianos, por CRISTOCÉNTRICO REVELA LA
tanto, necesitan conocer con más p r o - RELACIÓN DE AMOR C O M O EL
fundidad a Dios a partir de su auto-re- M O D O APROPIADO DE SER.
velación donde quiera que haya tenido AS(, EL AMOR AL PRÓJIMO

lugar. El problema de entender e identi- (QUE INCLUYE HINDÚES, BUDISTAS,


Y OTROS) ES UN IMPERATIVO PARA
ficar la "revelación" en una religión dis-
TODOS LOS CRISTIANOS.
tinta de la propia es, por supuesto, in-
mensamente complejo. Lo importante
La autorevelación de Dios en Cristo
es que este reconocimiento de la acción
muestra que el m o d o adecuado de vivir
salvífica de Dios fuera de la Iglesia re-
es en comunión de amor, ejemplificada
quiere que los no-cristianos tengan un
en el amor entre el Padre y el Hijo, y de
espacio narrativo, dentro de la teología
modo correlativo en el amor entre las
y la práctica cristianas, de manera que
tres personas de la Trinidad. Los cris-
sus Historias e historias puedan ser es-
cuchadas sin distorsiones. N u e s t r a tianos están llamados a reflejar esta rea-
atención a estas narrativas es, o debería lidad, p o r la que son conformados, en
ser, una apertura a Dios y al mismo su comunión con otros, en sus comuni-
tiempo, a nuestro prójimo. N o s ocupa- dades cristianas y de modo más amplio.
remos de la provisión de este espacio Biblicamente, esto es así por nuestra
narrativo en las tesis cuarta y quinta. adopción como hijos e hijas de Dios
N o puedo estipular lo que los no-cris- mediante nuestra participación en la
tianos deben o no deben enseñar, filiación de Cristo por el poder del
aprender y compartir en cualquier en- Espíritu Santo' 0 . Nuestra manera de

10. Esto está sintetizado cuidadosamente en el anallisis de E. Schillebeeckx sobre la gracia en el NT en


Christ (New York: Seabury; London: SCM, 1980) pp.468ss. La Adopción es, por supuesto, un término
esencialmente paulino.
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

participar en la filiación de Cristo es vi- y estructural, es un imperativo para


viendo según el ejemplo de su amor de todos los cristianos. La cuestión de las
autodonación crucificado y siendo ha- otras religiones no está reservada sólo
bilitados y guiados por el Espíritu para a misioneros en tierras exóticas, a orien-
concretar este modelo en nuestros dis- talistas expertos es Sánscrito o Pali, o
tintos contextos socio-históricos. Es a a estudiosos relacionados con congre-
través de esta modalidad de amor como sos dedicados al diálogo. En propor-
somos llamados a la comunión con ción a nuestra sensibilidad hacia la inte-
Dios. Por tanto, el amor al prójimo es rrelación de todas las Historias e histo-
co-esencial con el amor a Dios. rias, estamos llamados a un diálogo de
amor.
Mi prójimo son todas y cada una de
las personas con las que me encuentro y Pero, ¿qué significa el amor al próji-
relaciono, personal y estructuralmente. mo? La pregunta se responde en parte
Personalmente, el referente está más lo- con la respuesta de Jesús a la cuestión,
¿Quién es mi prójimo? Esto me lleva a
calizado. Estructuralmente, mi prójimo
mi cuarta tesis.
es la persona que difícilmente veo pero
de la que dependo y / o a la que exploto,
o por la que soy explotado de un m o d o TESIS CUARTA: L.A NORMATIVIDAD DE
CRISTO IMPLICA LA NORMATIVIDAD
u otro. Prójimos pueden ser los trabaja-
DEL AMOR DE A U T O D O N A C I Ó N
dores de las plantas químicas de la India
CRUCIFICADO. PRAXIS Y D I Á L O G O
o refugiados de guerras apoyadas p o r
mi gobierno. En nuestras sociedades "¿Y quién es mi prójimo?". La res-
local y pluralmente religiosas, el próji- puesta de Jesús a esta pregunta en Le
mo incluye a las personas de otras reli- 10,29-37 arroja luz sobre un importan-
giones. La llamada a amar a nuestro te aspecto de la normatividad de Cristo.
prójimo no se expresa exclusivamente Jesús usa la parábola del Buen Sama-
en una modalidad personal, sino tam- ritano para contestar a esta pregunta.
bién en un modo estructural. Así, el U n hombre desnudo, que ha sido gol-
diálogo interreligioso, a nivel personal peado y abandonado para morir, es

62
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

atendido por un Samaritano movido a nuestro prójimo. La frase "amar a nues-


compasión. El samaritano venda sus tro prójimo" está llena de ambigüedad.
heridas y lo lleva a salvo en su propia La pista más importante hacia e. sig-
montura. En la posada paga la manu- nificado del amor en nuestra historia
tención y el cuidado del hombre hasta cristiana, que actúa también como críti-
su total recuperación. El auténtico pró- ca a nuestro estar fuera de esa historia,
jimo es "el que practicó la misericor- es la mediada por la vida de Jesús, que
dia" con el hombre herido. Y la narra- acaba en la cruz. La cruz ofrece un
ción termina haciendo énfasis en la pra- modelo de autodonación y amor su-
xis: "Ve y haz tú lo mismo". friente, donde importa más la vulnera-
Si mi tercera tesis proporciona el bilidad que la fuerza y el éxito de este
contexto para el imperativo de las bue- mundo; donde el servicio sufriente es
nas relaciones entre vecinos y la relacio- más importante que la manipulación y
nes de amor con los no-cristianos, esta la coacción, y donde importa la fideli-
cuarta tesis especifica la prioridad de la dad a la voluntad de Dios a cualquier
autodonación y la acción sufriente en precio. Jesús concreta en su vida estos
nombre de nuestro prójimo, como lo aspectos. Si queremos evitar el peligro
que constituye el amor al prójimo. Esto de permitir que el amor al prójimo se
requiere, como bien indica la parábola, convierta en distintas formas de poder,
ser sensible a las necesidades reales de manipulación y coacción sobre él, ne-
estos, especialmente en su marginación, cesitamos el modelo y la práctica del
sufrimiento, pobreza y vulnerabilidad. amor sufriente de autodonación". Es
Reflexionando sobre esto podemos d o - un modelo y una práctica cifrada en las
lorosamente descubrir nuestra propia lecturas litúrgicas de la iglesia. Me-
complicidad en las cadenas que atan a diante la historia de Jesús somos confi-

11 .Ver Moltmann (The Trinity), que sugiere un modo de desarrollar los aspectyos trinitarios de estas re-
flexiones. Argumenta que un monoteísmo no-cristiano puede llevar al patriarcalismo y autoritarismo.
También afirma que la mutualidad interpersonal de la Trinidad permite las bases desde las que criti-
car varias formas de dominación: política, sexual y eclesiástica.

63
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

gurados normativamente según las veces en contra, de no-cristianos. La


pautas de servicio y amor cifradas en su normatividad de Cristo sugiere correc-
vida y muerte, que son constantemente tamente que es un modo adecuado de
vueltas a cifrar, hasta el extremo de diálogo interreligioso para los cristia-
nuestra participación en estos modelos, nos trabajar juntos con hombres y mu-
por la fuerza del Espíritu. Somos llama- jeres de otras religiones para la libera-
dos a una forma de vida orientada hacia ción de la opresión y el sufrimiento en
la liberación de la humanidad de los p o - sus muchas formas y, a través de esta
deres del demonio, proclamando la mutualidad, descubrir las muchas mo-
Buena Noticia a los pobres, la libertad dalidades en las que esta opresión y su-
a los cautivos, la vista a los ciegos, y la frimiento tienen lugar.
liberación a los oprimidos; acciones t o - El énfasis en la liberación se sostiene
das ellas mesiánicas que anuncian el rei- por tanto correctamente, en el Cristo-
no de Dios mediante el amor sufriente centrismo (Cristo como modelo) teo-
de autodonación y el servicio, más que centrismo (por el reino de Dios) y
a través del poder, la coacción y la ma- pneumatología (fomentado mediante el
nipulación del mundo. poder del Espíritu). Es por esta razón
En este sentido, la normatividad de por la que tengo reservas hacia las es-
Cristo es importante para los cristianos trategias "liberacionistas" propuestas
en sus relaciones con otras religiones. en The Myth of Christian Uniqueness12.
Esto implica una forma de discipulado Por ejemplo, encuentro problemática la
que debe buscar activamente la p r o m o - afirmación de Paul Knitter sobre las
ción y el anuncio del reino de Dios, y bases soteriocéntricas del diálogo inte-
esto requerirá trabajar junto con, y a rreligioso: "El absoluto, al cual todo lo

12. S. Hauerwas critica enérgicamente el vago uso del término liberación y muestra los complejos pro-
blemas que subyacen a las nociones generalizadas o amplias de liberación dentro del propio
Cristianismo (sin contar otras religiones). Ver S. Hauerwas, "Some Theological Reflections on
Gutierrez's Use of'Liberation' as a Theological Concept", Modern Theology 3 (1986) 67-76; y también,
The Peaceable Kingdom (London: SCM, 1984), esp. 50-71.

64
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

demás debe servir y clarificar, no es ni justicia, la paz, el amor y la caridad), los


la Iglesia ni Cristo, si siquiera Dios, si- cristianos son cuestionados radical-
no más bien, el reino y su justicia" mente en relación a su propia compren-
(p.190). ¿Cómo se puede servir a este sión, posiblemente restringida de lo
absoluto, o ni siquiera hablar del reino que es el reino, y también en lo relacio-
y su justicia en el cristianismo, sin refe- nado con su reconocimiento de los di-
rencia a Cristo, Dios y el Espíritu san- ferentes caminos por los que Dios ac-
to? Hans Küng responde acertadamen- túa mediante los creyentes de otras re-
te a la afirmación de Knitter señalando ligiones.
que "la práctica no debería convertirse La vida de Gandhi es un buen ejem-
en la norma de la teoría de modo no plo del modo en que algunos cristianos
dialéctico, y las cuestiones sociales no fueron forzados a reconocer las fuentes
deberían exponerse como base y centro morales y espirituales del hinduísmo y,
de la teología de las religiones"13. En la en consecuencia, cuestionarse la manera
cuña que Knitter introduce entre teoría en que habían entendido su propio cris-
y práctica pierde una oportunidad real, tianismo. La amistad de C. F. Andrews
no sólo de justificar adecuadamente su con Gandhi refleja esta transformación
enfoque soteriocéntrico, sino también en un cristiano'4. Andrews escribió de
de convertirlo en una cuestión teológi- Gandhi, "ha traducido a través de sus
ca radical para el Cristianismo. Porque, acciones, mucho de lo que yo he inten-
en la medida que tiene lugar la promo- tado escribir... Porque de formas fre-
ción del "reino" por gentes de otras re- cuentemente difíciles de comprender,
ligiones (por ejemplo al fomentar la pero asombrosas en su supremo sacrifi-

13. H. Küng y J. Moltmann, eds., Chritianity Among theWorld Religions, Concilium 183 (1986) 123.Ver las pá-
ginas 97-107 para el trabajo de Knitter y las I 19-125 para el de Küng.Ver también mi detenido aná-
lisis de Knitter en Gavin D'Acosta, "A Response to Cardinal Tomko:The Kingdom and the Trinitarian
Ecclesiology", Christion Mission and Interreligious Dialugue, ed. por Leonard Swidler y Paul Mojzes
(Edwin Mellen Press: Lewiston, N.Y., 1991).
14. El propio Gandhi es un ejemplo del proceso en su uso de fuentes Jainlstasy cristianas para su creati-
va interpretación del Hinduísmo.

65
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ció, me ha mostrado el significado del TESIS Q U I N T A : LA IGLESIA

"amor más grande" del que Cristo ha- SE ENCUENTRA BAJO EL JUICIO DE
ESPÍRITU SANTO, Y SI EL ESPÍRITU
bla, cuando un hombre da la vida por
SANTO ESTÁ ACTIVO EN LAS
sus amigos" 15 . Los cristianos pueden,
RELIGIONES DEL M U N D O , ENTONCES
por tanto, llegar a una comprensión LAS RELIGIONES DEL M U N D O SON
más profunda de lo que es el reino, tan- VITALES PARA LA FIDELIDAD
to es sus propios modos de praxis y ar- CRISTIANA

ticulación teológica, como en una más


profunda apreciación de las religiones y Cito un c o n m o v e d o r pasaje del
modos de vida no cristianos. El aspecto evangelio de Juan para desarrollar mi
negativo de esta dialéctica es la auto-crí- quinta tesis. En el discurso de despedi-
tica que tiene que acompañar a una da, Jesús habla del Espíritu Santo en re-
lación a sí mismo y al Padre: "Mucho
comprensión más profunda del " o t r o "
tengo todavía que deciros, pero ahora
y, cuando sea pertinente, al cuestiona-
no podéis con ello. Cuando venga él, el
miento respetuoso de nuestro interlo-
Espíritu de la verdad, os guiará hasta la
cutor. Es precisamente porque otras re-
verdad completa; pues no hablará por
ligiones pueden y tienen los medios pa-
su cuenta, sino que hablará lo que oiga,
ra cultivar y promover lo que San Pablo
y os anunciará lo que ha de venir. Él me
llamó los dones del Espíritu, por lo que
dará gloria, porque recibirá de lo mío y
los cristianos están llamados a prestar
os lo anunciará a vosotros. Todo lo que
atención a las Historias e historias no-
tiene el Padre es mío. Por eso he dicho:
cristianas, para poder así escuchar más
recibirá de lo mío y os lo anunciará a
claramente la voz de Dios. Esta no es vosotros" (Jn 16, 12-15).
una afirmación paternalista, sino el de- Toda la riqueza y profundidad de
seo de ser radicalmente juzgados y Dios están todavía por descubrir, aun-
cuestionados por el otro, lo cual nos lle- que en el cristianismo se afirme que
va a mi quinta tesis. Dios se ha revelado definitivamente en

15. C. F. Andrews, Christ in the Silence (London: y Stoughton, 1932), prefacio.

66
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

Cristo. "Aún tengo muchas cosas que versal es transmitido y unlversalizado


deciros" es indicativo de este reconoci- de modo más completo. En este senti-
miento, que plantea también la siguien- do, Jesús es el criterio normativo para
te pregunta: ¿Cómo tendrá lugar este Dios, aunque sin excluir la autorrevela-
proceso de profundización de la revela- ción de Dios en marcha en la Historia,
ción? Se responde que mediante la ac- mediante el Espíritu. La característica
ción del Espíritu, que "guiará" y más importante de este círculo herme-
"anunciará". Lo interesante de este pa- néutico es la manera en que Cristo es la
saje es el progresivo círculo hermenéu- norma para entender a Dios y sin em-
tico que apuntala la teología Trinitaria bargo no es una norma estática, sino
de Juan. El proceso de guía y anuncio, que está siendo constantemente trans-
o lo que podríamos llamar el desvela- formada y enriquecida a través de la
miento progresivo de la totalidad de la función del Espíritu como guía/anun-
revelación, es permitido y medido p o r cio/juicio 16 . También hay que destacar
su conformidad con Cristo ("El me da- que esta tensión dialéctica entre el Hijo
rá gloria porque recibirá de lo mío y os y el Espíritu, debe permanecer necesa-
lo anunciará a vosotros"). Esta confor- riamente sin resolver hasta el ésjaton,
midad con Cristo sólo es posible por su ya que sólo entonces Dios será verda-
relación con el Padre ("Todo lo que tie- deramente conocido, cara a cara, por
ne el Padre es mío"). Las riquezas del así decirlo. En base a estos y otros pa-
misterio de Dios son reveladas por el sajes bíblicos, se ha desarrollado la en-
Espíritu y se miden y disciernen por su señanza de que la Iglesia se encuentra
conformidad a Cristo, y según su ilu- bajo el juicio constante del Espíritu
minación de El. Puesto que estas rique- Santo y de Cristo si quiere mantenerse
zas son reveladas, Cristo, el Logos uni- en la verdad.

16. Así, en la teología Católica Romana se mantiene que la revelación se "cerró" con la muerte del últi-
mo apóstol, no en el sentido de que Dios ya no hable más, sino en el de que la revelación de Cristo
es definitiva. Ver K. Rahner, "The development of Dogma", Theological Investigations, vol. I (London:
Darton, Longman-Todd, 1961), 39-77; E. Schillebeeckx, Revelation and Theology, vol. I, (London: Sheed-
Ward, 1967), 66ss. (Hay traducción al castellano de Alfonso Ortíz García, en Salamanca 1968).

67
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

La importancia de esta teología tri- monio, los cristianos dejan de ser fieles
nitaria es que, si tenemos buenas razo- a su propia vocación como cristianos, al
nes para creer que el Espíritu y el Verbo no estar atentos a Dios.
están presente y activos en las religiones El papel de este espacio narrativo es
del mundo (en modos que no pueden al menos cuádruple, estando cada as-
ser especificados a priori), entonces es pecto interrelacionado. Primero y más
intrínseco a la vocación de la Iglesia es- importante, es que requiere una aten-
tar atenta a las religiones del mundo. D e ción a Dios a través de una atención a
otro modo, se cierra deliberadamente a nuestro prójimo. Diana Eck escribe,
la verdad del Espíritu, que requiere "para la afirmación del hinduísmo y el
mantenerse fiel a la verdad y ser guiada islam como revelación de Dios, debo
más profundamente hacia su interior. escuchar los testimonios del hinduísmo
La doctrina del Espíritu proporciona y el islam e intentar comprender lo que
así el espacio narrativo en el que los tes- tienen que decir" 17 .
timonios de los creyentes de las religio- La auto-representación es de capital
nes del mundo, en sus propias palabras importancia. Estar atento a la revela-
y vidas, pueden desenmascarar las falsas ción de Dios está también relacionado,
ideologías y prácticas narrativas defor- por supuesto, con las tradiciones no te-
madas dentro de las comunidades cris- ístas, porque no hay ninguna razón a
tianas. Al mismo tiempo, permite a los priori para excluir al trabajo del Espí-
cristianos ser conscientes de la autore- ritu en ninguna tradición.
velación de Dios en las religiones del Aquí, hay que tener en cuenta el
mundo, y mediante este proceso de contexto ideológico tanto del que habla
aprendizaje, enriquecer su propio auto- como de su posible auditorio, y la ma-
conocimiento. Sin escuchar este testi- nera en que este contexto afectará al

17. D. Eck, "The Religions andTambaram; 1938 y 1988", International Review ofMission 307 (1988) 382. Esto
está también de acuerdo con la estipulación de Panikkar que da la bienvenida a otros "sin asfixiarles"
(p. 102); y la advertencia de Gilkey contra la de destruir al otro a nuestra propia imagen,"porque cada
uno, mirando al otro con sus ojos, nunca puede oir lo que el otro tiene que decir" (p. 142). Kauffman
también aspira a "permitir a otras tradiciones religiosa su total integridad y significado" (p. 8).

68
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

diálogo. Por ejemplo, la interacción en- pentimiento, reforma y transformación.


tre un musulmán y un cristiano cuando Este juicio puede verse (en ciertas cir-
hablan de sus religiones puede ser bas- cunstancias) como el juicio de Espíritu
tante diferente si: (a) uno pertenece a Santo. Este ejemplo viene de las voces
Hezbolá y el otro al IRA, (b) ambos judías que atestiguan la manera en que
pertenecen a universidades americanas una Cristología de sustitución ha lleva-
no confesionales y están dirigiendo un do al antisemitismo cristiano. Semejan-
diálogo en un Simposio en Harvard, (c) te crítica ha hecho que algunos cristia-
ambos pertenecen a la universidad de nos vuelvan de nuevo a valorar las cris-
Bethlehem y hablan en el West Bank. tologías tradicionales y a relativizar a
De la misma manera que estos testimo- menudo las pretensiones de la cristolo-
nios están contextualizados y no son gía18. Estas narrativas de opresión pue-
neutrales, también lo será su recepción. den tocar todos los aspectos del pensa-
El hecho de escuchar y hablar, requiere miento y la práctica cristiana, como
una conciencia crítica de los puntos que puede verse más claramente en el diálo-
tratamos. Sería presuntuoso por mi par- go del cristianismo con el feminismo y
te ocuparme de los del interlocutor n o - el marxismo. Es imposible juzgar el re-
cristiano, de m o d o que aquí nos centra- sultado de estas críticas, pero si el testi-
remos en otros tres aspectos de la agen- monio de Juan (citado arriba) es correc-
da cristiana en relación con este espacio to, podemos al menos esperar que me-
narrativo. diante estas críticas podamos ser llama-
U n a aspecto tiene que ver con la na- dos a una fidelidad más profunda a
rrativa de la opresión que percibimos a Cristo, y también aprender de nuestra
través de los testimonios no-cristianos, infidelidad a él. Nuestras teologías se
narrativas que realizan juicios sobre los empobrecerán hasta el extremo de olvi-
cristianos, a menudo exigiendo arre- dar los horizontes del mundo contem-

18.Ver R. Ruether, Foith and Fratricide (New York: Seabury, 1974) esp. p.250; y su trabajo en The Myth c'
Christian Uniqness. Algunas de mis reservas sobre las propuestas de Ruether se señalan en "One
Covenant or many Covenants? Towards a Theology of Jewish-Christian Relations", Journal c'
Ecuménica! Studies, de próxima publicación.

69
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

poráneo en el que los cristianos se en- debamos dedicarnos al "doblaje" de las


cuentran; y uno de esos horizonte es afirmaciones de las 'revelaciones' o 'no
claramente el de las religiones del mun- revelaciones' de nuestros vecinos Shri
do. Las teologías, al ser contextúales, Vaisnava o Shaiva Siddhantin, y que el
tendrán por supuesto relación con los cristianismo no puede hacer afirmacio-
horizontes a que se enfrentan las comu- nes sobre lo que Dios no ha hecho". 19
nidades específicas en sus circunstan- Ella cree que hay que permitir al testi-
cias particulares. monio del otro que hable por sí mismo
O t r o aspecto de esta escucha, rela- y en sus propios términos. C o n esto es-
cionado con lo anterior, es la transfor- toy completamente de acuerdo. Sin em-
mación mediante narrativas de santi- bargo, no estoy de acuerdo con ella si
dad. Cité antes a Diana Eck para resal-
quiere decir que los cristianos pueden
tar la importancia del descubrimiento a
escapar a la obligación posterior de
través de la escucha- y esto no es pura-
afirmar tentativa, alegre y sensiblemen-
mente verbal sino que tiene lugar tam-
te su discernimiento de la acción de
bién mediante la representación artísti-
Dios en la vida religiosa de la humani-
ca, la praxis etc. Sin embargo, puede
dad. Así mismo, los cristianos están
que difiera de Eck aquí, si la entiendo
obligados a oponerse al mal, la injusti-
correctamente, porque después de es-
cia, la codicia, y el odio, a todos esos
cuchar (tarea compleja y que dura toda
poderes que resisten al reino- y no hay
la vida), está la tara hermenéutica de
duda de que se encontrarán dentro del
comprender: el trabajo de interpreta-
ción y apropiación. Eck, parece no cristianismo y también fuera de él.
ofrecer ningún criterio para la discrimi- Lesslie Newbigin cuestiona el aparente
nación entre la pretensión de verdad de privilegio hermenéutico del hablante en
una persona y mi aceptación de esa pre- Eck afirmando la verdad en su réplica:
tensión como verdadera. Dice, "no "Hitler, estaba seguro de que tenía una
creo que yo, ni cualquiera de nosotros, misión divina; ¿creemos en su palabra?

19. Eck, 382.

70
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

Si no, ¿en base a qué negamos su testi- aceptar verdades, aún no conocidas ex-
20
monio?" . Newbigin aplica de la mis- plícitamente por esta tradición 21 . Estas
ma forma y correctamente esta crítica al reglas, creo, se basan en la relación del
cristianismo. Espíritu a Cristo, para discernir la con-
A u n q u e debemos conceder priori- tinua auto-revelación del Padre.
dad a la auto-definición, no podemos A este respecto el comentario de Eck
evitar la cuestión de la interpretación y sobre Shiva Siddhanta parece restringir
la valoración. La narración de santidad innecesariamente la legítima tarea del
tiene también su contrapartida en la na- discernimiento crítico. Si se habla de
rraciones de opresión y represión. "revelación" en Shiva Siddhanta, o de
Además, los maestros de la sospecha, "no revelación" en el nazismo, sin duda
Freud y Marx, deberían alertarnos so- es un lenguaje adecuado para los cristia-
bre las formas en que nuestro propio nos en su discernimiento (abierto a la
discurso y el de otros puede distorsio- corrección) de la autorevelación de
narse y cargarse de subtextos, de los Dios. En su fidelidad a Cristo, los cris-
que somos conscientes sólo en parte. tianos están obligados a reconocer la ac-
N o niego la autoridad de la auto-repre- tividad del Espíritu en el mundo, y pro-
sentación, pero sólo esa auto-definición fundizar así su comprensión de Cristo.
es evaluación y afirmación. Lo que me Las narraciones de santidad, por
interesa son las bases para la evaluación, tanto, también llaman a la profundiza-
las reglas de la tradición cristiana para ción y el enriquecimiento de las histo-

20. L. Newbigin, "Religious Pluralism and the Uniqueness of Christ", International Bulletin of Missionary
Research 13 (1989) 52. La misma pregunta puede hacerse a la afirmación incondicional de Ruether so-
bre la significación equivalente de todas y cada una de las particularidades (p. 142), y la regla de
Samartha de que "no tiene garantías la crítica de una religión basada en criterios derivados de otra"
(p.74). Esta estrechez de miras hace impotente cualquier justicia social demandada por una religión.
Gilkey trata más sutilmente la noción de la paridad de las particularidades revelatorias.
21. Para un instructivo estudio de estas reglas y de cómo difieren dentro y entre comunidades religiosas,
ver W. Christian, Doctrines of Religious Communities (New Haven/London:Yale University Press, 1987)
cap 7 y 8.

71
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

rías e Historia del cristianismo porque, la Iglesia en evolución22. En este proce-


si Dios ha hablado fuera del cristianis- so de inculturación, aquellos elementos
mo, éste sólo consigue empobrecerse en valorados correctamente en otras tradi-
su autocomprensión al no tener en ciones, son afirmados y empleados den-
cuenta estos testimonios. El proceso de tro de una nueva estructura narrativa
inculturación es el cuarto aspecto de la que habla de un Dios Trinitario. Si re-
escucha. Debería añadir inmediatamen- cordamos las palabras de San Juan, to-
te que este proceso es un tema pura- do lo que es declarado por el Espíritu
mente intra-eclesial y de ninguna mane- glorificará a Cristo, y de esa forma al
ra choca con la integridad o la autoridad Padre. Esta es la clave del proceso de in-
de la autocomprensión del no-cristiano culturación.
que nos habla del Espíritu (de modo in- En otro lugar he indicado las formas
tencionado o no). La inculturación es en que los cristianos indios han inten-
imperialista sólo cuando se pide a los tado incorporar su herencia india e hin-
no-cristianos afirmar y autorizar este dú a su teología, culto y práctica. De la
proceso, y hacerse así cristianos. misma forma que Aquino usó a Aris-
Debido a la forma narrativa y para- tóteles para articular la profundidad de
digmática del cristianismo, es inevitable la autorevelación de Dios, algunos cris-
que en el proceso de inculturación se tianos indios se han basado en Sankara
adopten elementos de otra tradición y Ramanuja. Estas transformaciones
por el cristianismo según su propia es- han afectado a todos los aspectos de la
tructura narrativa y según sus propias vida cristiana. Si la cristología ha sido
reglas paradigmáticas y procedimien- repensada a través de categorías hin-
tos. Esto es lo que ocurre con el uso de dúes, también lo han sido la forma de
la Biblia hebrea en el canon cristiano, y vestir y las posturas en la Iglesia- por
con los "vestiduras sacerdotales, la ton- citar dos ejemplos litúrgicos. En lugar
sura, el anillo de matrimonio... el Kyrie de vestir ropa de paisano de final del
Eleison" y muchos aspectos dentro de Imperio romano, algunos cristianos

22.Ver Newman, 373.

72
C R I S T O , LA T R I N I D A D Y EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O

indios han adoptado el Kavi del hom- CONCLUSIÓN


bre religioso indio. Del mismo modo,
en vez de la genuflexión, que deriva Mediante estas cinco tesis he intenta-
del reconocimiento civil de la autoridad do esbozar una posible dirección para
de los oficiales imperiales, algunos cris- una teología cristiana de las religiones
tianos indios practican el panchanga inclusivista. La Cristología Trinitaria
pranam (postura arrodillada con la propuesta tiene la virtud, según yo lo
veo, de reconciliar tanto el énfasis exclu-
frente y ambas palmas en el suelo) al en-
sivista en la particularidad de Cristo, co-
trar en el recinto sagrado de la Iglesia-
mo el énfasis pluralista en la actividad
ashram23.
universal de Dios en la Historia. Recon-
La lista es interminable, como lo son
ciliando esta polaridad, tal enfoque tiene
los peligros que acompañan a los bene-
a su favor su confiada apertura respecto
ficios de un cristianismo auténticamen-
a las religiones del mundo. Es confiada
te católico y un Cristo universal. Sólo a
en su fidelidad al Dios Trinitario, en el
través de esta escucha atenta, el cristia- que se basan la esperanza, el culto y la
nismo se realiza en su profundización práctica cristiana. Es confiada en la me-
del conocimiento de Cristo y de los ca- dida en que los pensamientos, palabras y
minos del Espíritu Santo. Esto es con- acciones de la comunidad cristiana testi-
trario a la noción de realización a me- fican esta esperanza que está en ellos y
nudo empleada, según la cual el cristia- están abiertos al enriquecimiento de la
nismo se ve como completando otras comprensión y la práctica de esta espe-
religiones, implicando su total autosufi- ranza, que se ve ahora como "en un es-
ciencia. La tarea inacabada de la incul- pejo, en enigma" (lCor 13,12).
turación es testimonio de lo incompleto Una Cristología Trinitaria está abier-
del cristianismo y su propia necesidad ta a las religiones del mundo en su re-
de realización. chazo a hacer a priori, tanto juicios crí-

23.Ver la parte tercera de Gavin D'Acosta,"Karl Rahner's Anonymous Christians-A Reappraisal",A1odern


Theology, I (1985) 13 1-148; e Ídem "A Hindú Christianity", TheTablet, 10 de Diciembre de 1983,1203-
1204.

73
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ticos como afirmaciones positivas, y su- proceso de inculturación es requerido


gerir más bien la orientación y las reglas en fidelidad a la totalidad de Cristo y la
por las que estas importantes tareas pue- catolicidad de la Iglesia. Puesto que tales
den emprenderse en los contextos espe- testimonios pueden revelar un modo de
cíficos de diálogo. N o trata de amoldar vida engañoso o esclavizante contrario a
a las otras religiones, a-históricamente, la Buena Noticia, puede que los cristia-
en una esquematización globalizadora nos tengan que cuestionarse y confron-
en términos de caracterizarlas como tarse con las religiones del mundo. Por
"anticipaciones parciales", "caminos lo tanto, en el diálogo, hay variedad de
iguales hacia Dios", "sistemas humanos tareas ínter e intra-religiosas, específicas
pecaminosos" etc. También está abierta aunque relacionadas. El pluralismo teo-
en que reconoce plenamente y desea es- lógico, según sugieren los autores de El
cuchar la voz de Dios, a través del mito de la especificidad cristiana, no pa-
Espíritu, en los testimonios de gentes de rece adecuado a estas tareas por las ra-
otras religiones. Tales testimonios pue- zones esbozadas más arriba.
den, y de hecho, abren los ojos de los En un mundo de pluralidad religiosa
cristianos a las muchas y diferentes for- el lugar de un Cristocentrismo Trini-
mas en las que Dios actúa en la historia. tario es de la mayor importancia si el
Tales testimonios pueden ser también cristianismo conserva su único rol váli-
vehículos de juicio a la teología y la do: servir a Dios y al prójimo procla-
práctica cristianas- y en estos dos senti- mando y viviendo la Buena Noticia que
dos los cristianos deben estar atentos a se le ha dado. Creo que esta Buena
otras religiones para ser fieles a su p r o - Noticia requiere una apertura real a las
pia religión. Puesto que tales testimo- religiones del mundo de las formas que
nios atestiguan a Dios, el enriquecedor
he indicado 24 .

24. Estoy muy agradecido a Gerard Loughlin, Christopher Seville y Christoph Schwobel por sus útiles co-
mentarios críticos de un primer esquema de este trabajo. También estoy agradecido a Rosemary
Ruether.Wesley Ariarajah.Anantand Rambachan yjon Levinson por su acogida a una versión de este
trabajo que repartí en el Jeroma Hall Dialogue Lecture en el Divinity School de la Universidad de
Harvard en 1989.

74
III
PARTICULARIDAD, UNIVERSALIDAD
Y RELIGIONES. HACIA UNA TEOLOGÍA
CRISTIANA DE LAS RELIGIONES
Christoph Schwóbel

LA FE CRISTIANA ENTRE EL militares y guerras civiles o pobreza y


EXCLUSIVISMO Y EL PLURALISMO privación, han contribuido al surgi-
miento de sociedades multiculturales y
H o y se reconoce ampliamente que
multireligiosas que presentan tremen-
la relación entre las religiones ha entra-
dos retos a sus miembros —tanto en lo
do en una nueva fase. La interacción
relativo a los posibles conflictos inhe-
global de la economía, la interdepen-
rentes a esas situaciones, como a las
dencia mundial de sistemas políticos y
posibilidades de enriquecimiento que
acontecimientos, y la expansión de los
ofrecen.
sistemas de comunicación electrónica
Muchas de las respuestas teológicas a
mis allá de fronteras nacionales y cul-
turales, ha creado una situación en la esta nueva situación todavía atestiguan
que las diferentes culturas y sus tradi- las consecuencias de décadas de aban-
ciones religiosas se han encontrado en- dono de una teología de las religiones o
tre sí como nunca antes lo habían he- su exclusivo tratamiento en una teolo-
cho. Esto se experimenta en muchos gía de la misión. Los riesgos de crisis de
países y especialmente en las grandes organización y precipitada improvisa-
ciudades, donde los movimientos de ción teórica no siempre pudieron evi-
población que siguieron al derrumba- tarse. U n libro como The Myth oT
miento de la era colonial y el flujo de Christian Uniqueness parece sintomáti-
refugiados desde países con conflictos co de esta clase de situación: documer.-

75
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ta la sensación de urgencia de las nuevas contraste con la cual todas las demás re-
tareas teológicas con las que estamos ligiones aparecen como formas de paga-
confrontados y subraya correctamente nismo. Aunque hay que admitir que es-
su importancia, pero algunas veces tam- te enfoque conserva un fuerte sentido
bién refleja la tendencia a reducir la de la fe cristiana como misionera, que
complejidad de estas tareas con dema- parece un rasgo característico de la
siada rapidez a propuestas programáti- identidad cristiana a través de los siglos,
cas que restringen, más que abren, las uno se siente obligado a preguntar si la
posibilidades creativas de la reflexión forma en que el testimonio cristiano es
teológica y del diálogo interreligioso. presentado no cuestiona implícitamente
Una de las características del recono- su contenido: el mensaje de Dios como
cimiento tardío de la relación entre las amor abarcante, creador, perdón y re-
religiones como un tema teológico de dentor. La cuestión que se plantea cuan-
primera magnitud es el peligro de una do Dios es presentado como activo sólo
creciente polarización entre los teólogos en el cristianismo, es si no se reduce la
en su respuesta a la nueva situación del universalidad de Dios de tal modo que
encuentro interreligioso. Por una parte, se hace aparecer a Dios como la deidad
hay grupos, muchos de los cuales se tribal de una forma bastante imperialis-
describen a sí mismos como evangélicos ta de cristianismo occidental.
conservadores, para quienes la nueva si- El enfoque opuesto a esta forma de
tuación de contacto entre las religiones entender el cristianismo y su relación
representa un reto para la renovación con otras religiones, es la que se presen-
del celo misionero por convertir a los ta programáticamente en The Myth of
miembros de otras religiones al cristia- Christian Uniqueness: la propuesta del
nismo. Para algunos de ellos, la Gran pluralismo religioso como el nuevo pa-
Misión (Mt 28,19-20) es la primera y úl- radigma de reflexión en la relación entre
tima palabra que puede decirse sobre las las religiones. Se presenta a sí mismo
religiones. El cristianismo parece pre- como "un alejamiento de la insistencia
sentarse como una fe exclusivista en en la superioridad de Cristo y el cristia-

76
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

nismo, hacia un reconocimiento de la igualmente válidas, es un tema en el que


validez independiente de otras vías"'. las concepciones de los autores de The
Esta actitud negativa hacia la noción de Myth of Christian Uniqueness empie-
un absolutismo y exclusivismo cristia- zan a divergen La concepción de John
no presentado por algunas corrientes de Hick en un extremo del espectro, plan-
la autointerpretación evangélica conser- tea la cuestión de si su pretensión de
vadora del cristianismo y el uso progra- presentar una concepción pluralista
mático del término pluralismo parece, puede, de hecho, estar justificada. Para
sin embargo, casi lo único que los auto- Hick, la pluralidad de las diferentes
res tienen en común. Lo que constituye religiones "como diferentes modos de
el cimiento común para ellos es que el relación de los seres humanos con el
cristianismo ya no puede pretender es- Eterno" 3 , parecer reflejar percepciones
tar en una posición privilegiada para parciales, preliminares, penúltimas y
exigir exclusividad, absolutidad y finali- culturalmente condicionadas de la
dad; más bien, ha de ser visto "en un Realidad última, cuya relación con lo
contexto pluralista, como una de las Ultimo está construida en analogía con
grandes religiones del mundo, una de la distinción kantiana entre lo descono-
las corrientes de vida religiosa a través cido y lo incognoscible, Ding and sich,
de la cual los seres humanos pueden re- y las apariencias de los fenómenos de
lacionarse salvíficamente con esa experiencia 4 . Se podría, en consecuen-
Realidad última, que los cristianos co- cia, preguntar si tal concepción, basada
nocen como el Padre celestial" 2 . en la noción de que "el n o ú m e n o divi-
Sin embargo, cómo se traduce la no es un postulado necesario de la vida
pluralidad de formas de salvación religiosa pluralista de la humanidad" 5 ,

1. Paul F. Knitter, Prefacio en Hick y Knitter, p. viii.


2. JohnHick.'The Non-Absoluteness of Christianity", en Hick y Knitter, p. 22.
3. Ibid. p. 30.
4. Cf.John Hick, An Interpretation of Religión: Human Responses to theTranscendent (Basingstoke/Londres
Macmillan, 1989).
5. Ibid. p. 249.

77
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

no es más bien expresión de una con- Aquí, los lazos entre las diferentes par-
cepción monista de teísmo filosófico, ticularidades se desarrollan en función
que subyace y explica la experiencia fe- de una "visión teantropocósmica" glo-
noménica de la pluralidad de religiones bal, que "sugiere un tipo de dinamismo
- y en este sentido, la concepción de trinitario en el que todo está implicado
Hick es criticada por sus compañeros en todo (cada persona representa a la
ensayistas 6 . Además de heredar la apo- comunidad y cada tradición refleja, co-
rta fundamental de la epistemología de rrige, complementa y cuestiona a la
Kant, que un siglo de filosofía post- otra)" 8 . Esta es la base para una reinter-
Kantiana ha tratado de resolver (y, co- pretación de las dinámicas de las dife-
mo dirían muchos, no completamente rentes tradiciones religiosas, para ha-
sin éxito), esta concepción parece tener cerlas compatibles con el esquema inte-
el peligro de minar lo que pretende pre- grador de la visión teantropocósmica.
servar, esto es, la pluralidad de las reli- Aunque es comprensible el deseo de
giones basada en sus particularidades preservar lo concreto y lo particular, no
distintas y concretas. se puede evitar preguntar si esta inte-
En el otro extremo de la escala, en- gración reinterpretativa, desarrollada
contramos una concepción como la de por el, a veces interesante, a veces enga-
Raimundo Panikkar, que niega explíci- ñoso, abuso de la metáfora de los tres
tamente que pueda haber una reduc- ríos, no lleva a una construcción perso-
ción última de la pluralidad fenoménica nal de la historia de las religiones y de
a una nueva sistematización abarcante, las actitudes religiosas que muy pocos
y afirma que la "inconmensurabilidad de los que participan en ellas reconoce-
de los sistemas últimos es insalvable " 7 . rían como propias.

6. Cf. Gordon D. Kaufman, "Religious Diversity, Historical Consciousness and Chritian Theology", en
Hick y Knitter, p.5; Langdom Gilkey, "Plurality and Its Theological Implications", en Hick y Knicter, p.
41; cf. también la concepción alternativa de Panikkar en la "Revolución Copernicana" en "The Jordán,
theTiber and the Ganges", p. 109.
7. Panikkar,"The Jordán, theTiber and the Ganges", p. 110.
8. Ibid. p. 109.

78
P A R T I C U L A R I D A D , UNIVER A L I D A D Y LAS RELIGIONES

En la actual situación, la aparente rentes versiones, parecen tener dificul-


plausibilidad de ambas concepciones, la tades en proporcionar una base adecua-
exclusivista y la pluralista, para sus res- da para el diálogo interreligioso. Para
pectivos adeptos depende mucho de la los exclusivistas el diálogo es, cuando
debilidad de sus respectivos oponentes. no expresamente rechazado, un medio
Aquellos que defienden una posición para el proselitismo. El enfoque plura-
exclusivista no tienen dificultad en reu- lista, que se asocia a sí mismo progra-
nir apoyo contra lo que ven como la máticamente con el diálogo interreli-
"papilla relativista" 9 , a la que, desde su gioso, parece ver la posibilidad de tal
punto de vista, se reduce la concepción diálogo sólo poniendo entre paréntesis,
pluralista. Los pluralistas pueden fácil- reinterpretando o relativizando, las pre-
mente defender su postura mediante tensiones particulares de verdad de las
una estrategia de apologética negativa, distintas tradiciones religiosas particu-
apuntando a la debilidad de lo que se lares. Esto inmediatamente conlleva el
considera la actitud imperialista del ab- peligro de que un diálogo que deja en
solutismo exclusivista. Esta polariza- suspenso las pretensiones de verdad re-
ción no sólo tiene el efecto de disuadir a ligiosas, no puede ni siquiera fomentar
muchos teólogos de diversas denomina- un diálogo de religiones, sino convertir-
ciones, que se sienten incapaces de iden- se en un diálogo de tradiciones cultura-
tificarse con ninguno de los dos extre- les basado en principios tales como la
mos, de participar en la reflexión de una tolerancia y el respeto universales, cuyo
teología de las religiones, sino que tam- fundamento muy a menudo no se ve en
bién oculta las dificultades tanto del en- las propias religiones, sino en una críti-
foque exclusivista como del pluralista al ca humanista de todas las religiones. U n
tratar temas centrales de la actual situa- diálogo que es percibido según estas
ción del encuentro interreligioso. líneas puede, con demasiada facilidad,
convertirse en un nuevo tipo de impe-
A m b o s enfoques, el exclusivista
rialismo occidental en el que aceptar los
conservador y el pluralistas en sus dife-

9. Paul F. Knitter.'Toward a Liberation Theology Religions", en Hick y Knitter, p. 181.

79
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

principios de la Ilustración se convierte sión exclusivista puede dar fuerte expre-


en un requisito previo para participar sión a la particularidad y distintividad
en el diálogo. de la fe cristiana, poniendo en cuestión
Una dificultad similar se presenta la universalidad de la actividad de Dios
cuando se considera que ambos enfo- que proclama. El enfoque pluralista,
ques podrían contribuir a la lucha por la contrario a sus intenciones admitidas,
justicia y la paz como el objetivo común parece tender a desarrollar una imagen
de la humanidad. El enfoque exclusivis- del foco nouménico universal y último
ta tiende a interpretar justicia y paz des- de todas las religiones, que trascende las
de una perspectiva teológica exclusivista, religiones particulares concretas o con
que no incluye a las religiones no cristia- una constante antropológica común
nas. El enfoque pluralista tiene el peligro subyacente a todas las expresiones reli-
de abstenerse de cualquier justificación giosas particulares, que permite su parti-
particular religiosa o teológica del es- cularidad distintiva sólo como un estado
fuerzo común de trabajar por la justicia penúltimo y preliminar. Esto no signifi-
y la paz, y tiende a sustituir el funda- ca sólo que las pretensiones particulares
mento que falta, con un compromiso de la fe cristiana hayan de estar sujetas a
con los valores seculares de una ética au- una reinterpretación reduccionista para
tónoma, que, aparte de sus dificultades hacerlas compatibles con el universal
intrínsecas, n o ha conseguido ganar abstracto, sino que significa también
aceptación en muchas de las más impor- que todas las demás religiones pierden
tantes tradiciones religiosas del mundo. su particularidad distintiva y se convier-
Estas dificultades pueden rastrearse ten en ejemplos de una noción abstracta
hasta un problema común que ambos general de religión o concreciones de
enfoques comparten: la no aceptación una metafísica religiosa general.
de la compleja relación entre particulari- Las siguientes observaciones no pre-
dad y universalidad en las religiones, y tender ser una "descripción filosófica
especialmente en el cristianismo. La vi- general de la situación cristiana actual"' 0 ,

lo. Panikkar,"The Jordán, theTiber and the Ganges' ', p. 89.

80
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

sino un intento de tratar el problema racterística para la interpretación de la


de la particularidad y la universalidad realidad12. En su autointerpretación, la
desde la perspectiva de la fe cristiana, fe cristiana como la relación existencial
haciendo algunas sugerencias para una de confianza absoluta e incondicional
teología de las religiones desarrollada en Dios -Padre, Hijo y Espíritu-, se
desde esta perspectiva. ¿Es posible una considera basada en la auto-revelación
teología cristiana de las religiones que de Dios en Jesucristo, que es autentifi-
evite la alternativa entre un exclusivismo cada para el creyente por Dios Espíritu.
que implícitamente niega la universali- La teología cristiana, que se interpreta a
dad de Dios, y un pluralismo que pone sí misma como auto-explicación de fe,
en peligro la peculiaridad de la com- puede entonces entenderse como una
prensión cristiana de Dios y la peculiari- teología de la revelación que considera
dad de las tradiciones religiosas, inclu-
todo lo que los seres humanos pueden
yendo la del cristianismo?.
afirmar con certeza y exactitud sobre
Dios y la relación de Dios con la reali-
LA FE CRISTIANA Y LA dad, basada en la autorevelación de
PARTICULARIDAD DE DIOS
Dios como condición de posibilidad de
la fe. En la era moderna, la comprensión
Una teología cristiana de las religio-
de la revelación ha sido interpretada en
nes, como toda teología cristiana, está
muchas corrientes de la teología cristia-
basada en la autoexplicación de la fe
cristiana como la reconstrucción racio- na como auto-revelación; Dios no reve-
nal de la visión de la realidad afirmada, la nada sobre Dios, más que a Dios mis-
presupuesta e implícita en la fe cristia- mo. El autor y el contenido de la reve-
na". La teología cristiana presenta, por lación son idénticos. De esto se deduce
tanto, una perspectiva particular y ca- que la revelación no se entienda como

11. Para esta concepción de la teología cristiana y sus Implicaciones para la teología sistemática. : ;
Christoph Schwobel, "Doing Systematic Theology", King's Theotogical Review 10 (1987), pp. 51-57.
12. Esta comprensión de la fe cristiana como una perspectiva distintiva sobre la realidad está desar-; i-
da en I. U. Dalferth, Theology and Philosophy (Oxford: Blackwell, 1988), pp. 35-66.

81
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

un aspecto específico de la acción divi- Dios se identifica con la humanidad.


na, que pudiera separarse de algún m o - Esta particularidad no es un aspecto
do de otros aspectos de la actividad de transitorio y accidental de la respuesta a
Dios. Más bien, dado que es auto-reve- la auto-revelación de Dios, sino un ele-
lación divina, ha de ser entendida en mento esencial de la comprensión cris-
función de la unidad, aunque no unifor- tiana de cómo Dios interactúa con la
midad, de la acción divina. En la revela- creación en el orden espacio-temporal.
ción de Dios, la acción creadora, recon- Es en los hechos específicos de la histo-
ciliadora y salvadora de Dios es mostra- ria de Jesús donde Dios identifica el ser
da p o r El como base de la posibilidad y la voluntad divina, y de este modo, es-
de la respuesta humana de fe". ta historia particular sirve como para-
En todos sus aspectos, esta compre- digma para las afirmaciones de la fe
sión de la auto-revelación de Dios co- cristiana. Esta particularidad da cuenta
mo la condición para la posibilidad de del lugar de la escritura en la fe cristiana
la fe que hemos resumido en esta forma como el testimonio paradigmático de la
bastante dogmática, es desconcertante- acción auto-identificadora de Dios en
mente particular, y también lo es el Cristo. Además, es la particularidad de
Dios que se revela de esta forma. Esta la auto-revelación de Dios en Cristo lo
particularidad no es más aparente en que da al culto cristiano su carácter dis-
ningún otro sitio que en el paradigma tintivo; centrado en la memoria del
cristológico que modela la compren- acontecimiento de Cristo, que es vuelto
sión cristiana del ser de Dios y su rela- a narrar como la promesa de la futura
ción con el mundo. La iglesia cristiana consumación de la relación de Dios con
desde el principio ha mantenido la his- la creación, pero nunca repetida en ac-
toria y el destino del particular judío del ciones cúlticas o rituales de modo que la
siglo primero, Jesús de Nazaret, como eterna intemporal presencia de la
el acontecimiento fundacional en el que Divinidad pudiera reaparecer.

13. La concepción de la acción divina empleada aquí se explora con más detalle en Christoph Schwóbel,
"Divine Agency and Providence", Modern Theology 3 (1987), pp. 225-244.

82
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

Este fuerte énfasis en la particulari- de particularidad y universalidad en


dad de Dios no sólo caracteriza al para- una teología cristiana de las religiones.
digma cristológico de la auto-revela- Allí donde el evangelio de Cristo y, con
ción de Dios en Cristo, sino que en es- él, la revelación del Dios de Israel como
te paradigma cristológico también se el Dios de todo el mundo, es autentifi-
determina la compresión de Dios de u n cado por el Espíritu en la certeza que
m o d o muy específico. El Dios al que constituye la condición de posibilidad
Jesús llamaba Padre es el Dios particu- de la fe, este mensaje es reivindicado
lar de Israel, que es experimentado precisamente en el modo en que su con-
como el que elige al pueblo de la alian- tenido se hace evidente como la prome-
za en libertad soberana y permanece sa de salvación para la vida de la perso-
fiel a la voluntad divina de gracia a pe- na concreta. Esta capacidad para la par-
sar de la rebelión y alejamiento de Dios ticularización personal en lo concreto
de este pueblo. Y es esta alianza especí- de la experiencia de la gente en contex-
fica la que se abre en Cristo para incluir tos culturales y sociales muy diferentes,
a todos los que son justificados por la es una de las características de la fe cris-
fe. Las experiencias a través de las cua- tiana que ayuda a explicar su sorpren-
les Israel identificó e interpretó a Dios dente migración desde su patria palesti-
forman así la trama interpretativa para na a entornos socio-culturalmente muy
la experiencia de la auto-revelación de diversos. Se enraiza en el carácter de la
Dios en Cristo Jesús. Desde la perspec- fe cristiana en cuanto que basada en la
tiva cristiana, la particularidad de Dios certeza personal sobre la verdad de la
atestiguada en las escrituras hebreas auto-revelación de Dios como es apro-
permanece como el fondo fundamental piado en el Espíritu.
para la comprensión del evangelio cris- Sólo se puede apreciar totalmente la
tiano. importancia de este énfasis en la parti-
H a y un tercer aspecto de la particu- cularidad de Dios y en la implicación de
laridad que es constitutivo para la pers- Dios en las particularidades del orden
pectiva cristiana de fe y que es relevan- espacio-temporal de la creación para la
te para la reconsideración de la relación fe cristiana, si se reconocen los enormes

83
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

presiones ejercidas sobre la teología las criaturas humanas. Sus preocupacio-


cristiana para que deje este desconcer- nes principales son las afirmaciones de
tante interés en la particularidad de que Dios realmente es el agente de re-
Dios. Desde su encuentro con la teolo- conciliación y salvación en el aconteci-
gía filosófica del helenismo y los nume- miento-Cristo, y que el Espíritu dador
rosos movimientos religiosos influen- de vida, que es la fuente de toda vida y
ciados por ella, el cristianismo, una y verdad en la creación, es igualmente
otra vez, se ha enfrentado con la tenta- Dios. De esta forma, la teología trinita-
ción de hacer la comprensión cristiana ria describe las relaciones particulares
de Dios conforme a la imagen de una de Dios con la creación, como la libre
Realidad universal última intemporal y expresión del ser relacional de Dios co-
no espacial. Esto casi parece ser el deno- mo Padre, Hijo y Espíritu. La particu-
minador común de desafíos tan diversos laridad de la interacción de Dios con la
como el gnosticismo, Neo-platonismo, creación está, por tanto, enraizada en la
modalismo, arrianismo e incluso el particularidad personal del Dios Trino,
Socinianismo y el Deísmo en la era m o - en la comunión de las hipóstasis perso-
derna reciente. D e modos muy diferen- nales de Padre, Hijo y Espíritu. La teo-
tes, estos movimientos pedían revisio- logía trinitaria ortodoxa está construida
nes que negaran la particularidad de sobre la afirmación de que las relacio-
Dios, reduciéndola bien a modos transi- nes entre el Padre y el Hijo y Dios y
torios y contingentes de apariencia, o
Jesús y el Espíritu no son relaciones ex-
bien, a formas de interpretación imagi-
ternas no constitutivas del ser de Dios,
nativa de la realidad intemporal de Dios.
sino relaciones internas que constitu-
El desarrollo de la teología trinitaria
yen el ser de Dios. La particularidad
representa el esfuerzo concertado de
personal de Dios -Padre, Hijo y Espí-
parte de las iglesia cristianas para man-
ritu- no es vista, por tanto, como algo
tener la particularidad de Dios y el én-
que pudiera ser trascendido o suprimi-
fasis en la interacción de Dios con el or-
do para captar la unidad indiferenciada
den espacio-temporal de la creación y
de la realidad última. El dinamismo de
en la interacción personal de Dios con
la teología trinitaria de que Dios no de-

84
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

be ser concebido ni como tres sustan- ción general que mina su particularidad.
cias últimas, ni como tres accidentes, ni La conciencia de la particularidad de la
como formas de presentación de la úni- perspectiva de fe característica de la te-
ca sustancia divina, presupone una con- ología cristiana, debería crear una apre-
cepción dinámica de la relación del U n o ciación genuina de la particularidad de
y los Muchos que excluye, tanto la n o - las religiones que repudie tanto el re-
ción de Dios como un U n o último abs- chazo sumario de las religiones tachán-
tracto que aparece en muchas formas dolas "paganismo", como la considera-
penúltimas, como la noción de una se- ción abstracta de tradiciones religiosas
paración última de los Muchos que ex- particulares y distintas como ejemplos
cluye la comunión. de un fenómeno general de "religión".
La particularidad de su propia pers- Parecería, por tanto, que una teología
pectiva de fe en la auto-comprensión cristiana de las religiones basada en la
cristiana, que está enraizada en la parti- perspectiva particular de la fe cristiana,
cularidad de este Dios específico según tiene buenas razones teológicas para
está conceptualizado en la doctrina de la aceptrar la idea fundamental de que la
Trinidad, presenta un importante desa- religión sólo existe en religiones especí-
fío para una teología cristiana de las re- ficas14. Este reconocimiento de la distin-
ligiones. Este desafío consiste en la ne- tividad de las religiones, parece ser un
cesidad teológica de superar una com- correlato necesario de la insistencia en
prensión de las religiones que subsume la distintividad de la perspectiva de la
las religiones particulares bajo una n o - fe cristiana, basada en la auto-revelación

14. La tesis de que una teología cristiana de las religiones no puede ser extraída de la particularidad con-
creta de las distintas tradiciones religiosas subyace a la teología de las religiones de Horst Bürkle.Ver
Horst Bürkle, Einfúhrung in die Theologie der Reíigionen (Darmstadt: Wissenchaftliche Buchgesellschaft.
1977). La necesidad de enfocar el "problema de la religión" no desde la perspectiva de un concpto es-
peculativo de la religión, sino desde las particularidades concretas de las distintas religiones es una de las
demandas centrales que ha expresado Cari Heinz Ratschow en muchos escritos. Para un resumen de s.
búsqueda de una teología cristiana de las religiones, ver cari Heinz Ratschow, Die Reíigionen: Handb.z-
SystematischerTheology.voL 16 (Gütersloh: GütersIoherVerlagshaus Gerd Mohn),esp. pp. 89-128.

85
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

particular y distintiva del Dios Trino. fe misionera. La base de su pretensión


La teología cristiana sólo puede protes- universal puede expresarse en la afirma-
tar con credibilidad contra las concep- ción de que este Dios particular, que es
ciones reduccionistas y reinterpretati- revelado en Jesucristo mediante el
vas de la fe cristiana, que amenazan Espíritu, es el fundamento de todos los
comprometer su particularidad, si adop- seres, de todo significado y salvación.
ta la misma actitud hacia otras religio- La universalidad de esta pretensión
nes. Desde este p u n t o de vista, incluso fundamental caracteriza todos los as-
hablar de religiones no cristianas puede pectos de la narrativa fundacional de la
no ser más que un asunto de convenien- fe cristiana y su explicación doctrinal en
cia ligüística. Si el encuentro de las reli- todas sus dimensiones. En este sentido
giones es abordado desde esta perspec- la doctrina de la creación establece que
tiva, la tarea con que se enfrenta la teo- Dios es el fundamento de la existencia
logía cristiana parece consistir en una de todo lo que existe, el fundamento
teología de las religiones basada en la universal de toda posibilidad y necesi-
perspectiva distintiva de la fe cristiana y dad, de modo que donde hay ser, existe
que así se compromete con las religio- en virtud de la creatividad de Dios.
nes en la particularidad distintiva en la Especialmente donde la creación es in-
que existen como religiones específicas. terpretada como un triple acto, de m o -
do que la acción creadora de Dios no es
solo concebida como el fundamento de
LA UNIVERSALIDAD DE DIOS
todo ser (Padre), sino también como el
Y LA FE CRISTIANA
principio del orden racional de la crea-
La particularidad desconcertante de ción (Logos) y como el dador de su vi-
la fe cristiana sería más fácil de aceptar da (Espíritu), la fuente de su capacidad
si no estuviera combinada con preten- de responder a su creador, está claro
que la creación no debe ser entendida
siones de ofensiva universalidad. Este
sólo como un acto inicial de dar exis-
universalismo ha conformado la fe cris-
tencia a algo que antes no la tenía. En la
tiana desde sus comienzos y ha deter-
comprensión cristiana es mucho más
minado su carácter específico como una

86
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

que eso: la acción creadora de Dios es la ción humana a su autodestrucción, sino


fuente de la existencia, del orden y el di- que muestra su fidelidad entrando en
namismo de la creación y la condición alianza con Israel para hacer posible que
de posibilidad de todo conocimiento el pueblo de la alianza responda a la lla-
verdadero de la creación. Creaturidad mada del creador y entre así en comuni-
significa, por tanto, no sólo existencia dad con Dios. Además, el punto esencial
contingente, sino también tener el des- del evangelio cristiano es que Dios ha
tino creado de encontrar la plenitud en restablecido su relación con las criaturas
la comunidad de Dios con su creación. humanas en Jesucristo y ha abierto la
Según la comprensión cristiana de lo relación de alianza con Israel a todas las
que significa ser humano,el distintivo gentes. Según las convicciones de la fe
específico de los seres humanos es ser cristiana, la reconciliación entre Dios y
imagen de Dios, responder en libertad su creación humana alejada no es una
finita al deseo de Dios, el creador. restauración parcial y restringida de la
También es parte de la comprensión relación entre Dios y la humanidad, si-
cristiana de la condición humana que no la forma en la que Dios realiza su de-
los seres humanos abusan de su libertad seo creativo y salvífico de dar plenitud y
finita al contradecir su destino creado y liberación a toda su creación. Por tanto,
al aspirar asumir el papel de Dios crea- la particular auto-revelación de Dios en
dor, que es la máxima bondad hacia la Jesucristo, tiene como contenido la co-
creación. Esta actitud contraria al plan munidad universal de Dios con su crea-
de Dios lleva a una situación en la que ción en el reino de Dios.
los seres humanos son apartados de su
La ofensiva universalidad de las pre-
creador y se trastorna la estructura rela-
tensiones de verdad de la fe cristiana se
cional de la creación, quedando aban-
fundamenta en la especial auto-revela-
donados a la autodestrucción en la ex-
ción de este particular Dios, Padre,
plotación mutua y del orden creado. Es
Hijo y Espíritu, en la particularidad es-
idea central de las narraciones bíblicas
pacio-temporal del acontecimiento-
de la interacción de Dios con su crea-
Cristo en el que Dios es revelado como
ción, que Dios no abandona a su crea-
la fuente universal de creación, reconci-

87
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

liación y plenitud para la creación. Esto toda la realidad es vista como determi-
da un particular contenido a la com- nada por la acción creadora, reconcilia-
prensión de la universalidad de Dios. dora y salvadora de Dios, de modo que
La teología cristiana ha expresado esta la acción de Dios es la condición de po-
particular comprensión de la universali- sibilidad para todos los procesos natu-
dad de Dios interpretando el amor co- rales y para toda actividad humana. Por
mo el resumen completo de la com- tanto, ninguna parte de la realidad pue-
prensión cristiana de Dios, que expresa de ser excluida de la esfera de la activi-
la unidad del deseo, la acción y el ser de dad y presencia de Dios, y toda forma
Dios. Los atributos en los que la uni- de conocimiento se apoya en Dios co-
versalidad de Dios se expresa en la teo- mo fundamento de su posibilidad y co-
logía cristiana, han de ser por tanto in- mo fuente de su verdad.
terpretados desde la perspectiva de la La universalidad de la acción y pre-
comprensión de Dios como amor crea- sencia de Dios ha de ser tomada en se-
dor, reconciliador y salvífico. rio como base teológica para una ade-
Esta comprensión de la universali- cuada comprensión cristiana de las reli-
dad de Dios, que se fundamenta en la giones. Con este presupuesto, no puede
particularidad de la auto-revelación de ser adecuada ninguna comprensión teo-
Dios en Cristo, mediante el Espíritu, y lógica de las religiones que, implícita o
que es la fundamentación última de la explícitamente, niegue la presencia abar-
universalidad de las pretensiones de cante de Dios en su creación o que pon-
verdad de la fe cristiana, no puede ni ser ga en cuestión la universalidad del de-
restringida a aspectos particulares de la signio de amor de Dios por ella. Ade-
realidad, ni reducida a una construcción más, desde este punto de vista, debe ser
imaginativa de la "realidad". La caracte- considerada insuficiente toda concep-
rística específica de la fe cristiana es que ción teológica de comprensión de las
combina la desconcertante particulari- religiones que restringa a una particular
dad de la perspectiva de fe con preten- esfera de realidad, el poder de Dios
siones universales de verdad sobre la para superar el alejamiento de la huma-
universalidad de Dios. Esto supone que nidad del fundamento divino de su ser

88
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

y significado. La base para una com- versalidad de Dios, revelado en Cristo,


prensión teológica de las religiones es, sino en alguna constante antropológica
por tanto, la universalidad de la acción supuestamente universal, como una
y la presencia de Dios en el mundo. Las pretendida "religiosidad a priori". Y se
religiones han de ser vistas como res- convierte en contradictoria si presenta
puestas humanas a la presencia y activi- la comprensión de las religiones con la
dad de Dios, en las que El está activo alternativa de un enfoque "teocéntrico"
en todas las formas de seres creados, co- o "Cristocéntrico", porque su convic-
mo fundamento de ser y significado, y ción de la universalidad del cuidado de
como la fuente y el fin de su plenitud. Dios p o r toda su creación se basa en la
La hostilidad cristiana hacia otras reli- revelación particular de esta universali-
giones corre el riesgo de despreciar la dad en el acontecimiento- Cristo, y tie-
acción universal creadora, mantenedora ne como particular contenido la convic-
y perfeccionadora de Dios y de intentar ción de la particularidad del amor crea-
restringir la presencia de Dios a formas tivo, reconciliador y salvífico sólo en
humanas particulares de responder a es- base a este particular fundamento.
ta presencia divina. Desde la perspectiva de la fe cristia-
Sin embargo, hay que enfatizar que na, no hay escapatoria a la universalidad
esta comprensión de la universalidad de de la presencia de Dios en la particula-
la presencia de Dios en su creación, la ridad de las religiones. La particular
universalidad del amor reconciliador y constitución de esta convicción, sin em-
salvífico de Dios por ella, nunca es in- bargo, excluye la posibilidad teológica
dependiente para la teología cristiana de de hablar de una pluralidad de revela-
la auto-revelación de Dios en la parti- ciones en las religiones. Revelación es
cularidad del acontecimiento-Cristo una "palabra conquistada", y en teolo-
como el particular Dios Trinitario gía cristiana hace referencia, precisa-
-Padre, Hijo y Espíritu. Una teología mente, a la certeza personal que se cons-
cristiana de la religión pierde su identi- tituye donde la verdad de la auto-reve-
dad particular si intenta basar su com- lación de Dios en Cristo es autentifica-
prensión de las religiones, no en la uni- da por el Espíritu, como orientación

i 89
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

fundamental para la vida de un creyen- cristiano como algo que ha de ser espe-
te particular. D o n d e se habla de revela- rado en el esjaton, pero esto no quita
ciones en otras religiones, ha habido u n nada a la universalidad de la presencia y
traslado desde la perspectiva del que la acción de Dios en todo lo que existe.
participa de la fe cristiana a la perspecti- Esta comprensión de la revelación no
va del observador de la fenomenología tiene por qué ser perjudicial para la ta-
de las religiones, que es, p o r supuesto, rea de un diálogo interreligioso, porque
perfectamente correcto si uno no se de- implica que los adeptos de diferentes
dica a hacer teología cristiana, sino fe- religiones se pueden encontrar sobre la
nomenología de la religión. La reserva base de las perspectivas de los respecti-
teológica a hablar sobre revelaciones de vos participantes, que están determina-
Dios en otras religiones no está, sin em- das por lo que consideran en sus dife-
bargo, fundamentada en una actitud de rentes tradiciones religiosas como la
superioridad, sino que respeta la inacce- presentación de la verdad última en su
sibilidad de las deidades y medios de particularidad, que es constitutiva para
salvación de otras religiones, rechazan- la fe religiosa.
do interpretarlas encajándolas en una
comprensión cristiana de la revelación
LO ABSOLUTO Y LO DEMONIACO
o reduciéndolas a responder a una par-
ticular teoría general de las religiones. La cuestión de lo absoluto del cris-
Reconocer la revelación de otra deidad tianismo o de cualquier otra religión, se
o la iluminación de otro camino de sal- ha convertido en los últimos años en
vación, significa que esta revelación uno de los principales puntos de debate
particular ahora determina la certeza sobre las implicaciones de la nueva si-
personal de mi ser-en-el-mundo, y esto tuación del encuentro y diálogo inte-
implica conversión. La universalidad de rreligioso. Los "pluralistas" acusan a
la revelación de Dios como accesibi- los representantes de lo que ven como
lidad pública de la acción creativa, re- "exclusivismo", de defender una con-
conciliadora y perfeccionadora de Dios cepción insostenible de la absolutidad
para toda la creación, permanece para el del cristianismo, y proponen - c o m o en

90
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

la contribución de Jonh Hick en The mento incondicional de todo ser y sen-


Myth of Christian Uniqueness- una tido, no está condicionado por ningún
concepción programática de "la no-ab- acto o causa externa. Pero en la teología
solutidad del cristianismo" 15 . Los "ex- cristiana esta absolutidad ha de ser
clusivistas", por su parte, acusan a los siempre entendida como la incondicio-
"pluralistas" de presentar u n relativis- nalidad de Dios - e l Padre, el Hijo y el
mo inaceptable; y los "inclusivistas" Espíritu- que ha elegido libremente ser
parecen estar atrapados en un fuego el creador, redentor y salvador, la con-
cruzado, acusados por los "pluralistas" dición para la existencia de u n m u n d o
de ofrecer una engañosa, pero sobre to- finito y su salvación y plenitud. Es, por
do, peligrosa versión del absolutismo tanto, la absolutidad del Dios particular
cristiano, y p o r los "exclusivistas", de que se revela como el creador y el salva-
comprometer dogmas básicos de la fe dor del mundo en el particular judío
cristiana16. Jesús de Nazaret.
Desde la perspectiva de la fe cristia- D o n d e quiera que se reclame lo ab-
na, lo absoluto sólo puede ser conside- soluto para cualquier ser creado y fini-
rado un atributo divino que expresa lo to, para cualquier persona, institución o
que la teología clásica llamó la aseitas incluso para cualquier canon humano
Dei, el hecho de que Dios, el funda- de verdades supuestamente divinas, lo

15.Ver Hick y Knitter, pp. 16-36.


16. Podría resultar útil recordar que el concepto de lo absoluto tiene un lugar muy específico en los de-
bates de la filosofía de la religión en el s.XIX y a comienzos del XX; la cuestión ha sido si cualquier
religión particular podría considerarse como la concreción completa de un concepto general de re-
ligión. Esto presupone que la diversidad de religiones o la historia de las religiones, puede enfocarse
desde la pregunta de hasta qué punto el concepto general de religión es ejemplificado y realizado en
cualquier religión dada. Una teología cristiana de las religiones que, porque considera la particulari-
dad de la perspectiva de fe por estar basada en la particularidad de Dios como esencial, puede acep-
tar el principio del estudio de las religiones de que la religión existe sólo en las religiones, tiene bue-
nas razones teológicas para mantenerse escéptica sobre la posiblidad de un concepto filosófico ge-
neral de la religión y su concreción en la historia. Para un informe breve y conciso de los debates so-
bre lo absoluto del cristianismo en el s.XIX y en la primera década del XX.verWolfhart Pannenberg.
Systematische Theologie, vol. I (Vandenhoeck & Ruprecht, 1988), pp. 143-150.
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

demoniaco invade la vida religiosa17. tizaba en respuesta a esta distorsión


Sus características fundamentales son demoniaca, tanto la particularidad del
su imitación de lo divino, la asunción acontecimiento-Cristo como la absolu-
de atributos divinos, la demanda de au- tez de Dios18. Es en este contexto en el
toridad divina, la oferta de salvación di- que ha de ser entendida la tesis de Paul
vina y la negación de la particularidad Tillich, a quien debemos el más extenso
de Dios. Uno de los ejemplos más terri- análisis de lo demoníaco, de que "el
bles de esta combinación de la negación dogma trinitario y cristológico es el
de la particularidad de Dios y de la ab- poderoso testimonio de la victoriosa
solutización de particularidad finita, lucha antidemoniaca del cristianismo
son las formas distorsionadas de cristia- primero".19
nismo representadas, por ejemplo, por En cuanto a la relación de lo absolu-
el Deutsche Glaubensbewegung, desa- to y lo demoníaco, quizás es útil para
rrollado en conexión con el surgimien- una teología cristiana de las religiones
to del nacional-socialismo en Alemania. recordar la distinción entre la acción de
Ahí, la negación del ser judío de Jesús Dios y la acción humana, que es central
como la particularidad histórica con- a la teología de la Reforma y que hoy
creta del acontecimiento-Cristo, estaba pertenece a la herencia ecuménica co-
en conexión con la absolutización de mún. Según los Reformadores, la ac-
una específica misión "divina" de la na- ción divina y humana han de ser radi-
ción germana. Hay que destacar que la calmente distinguidas para poder ver su
Declaración Teológica de Barmen enfa- auténtica relación; la acción de Dios en

17.Ver Ratschow, p. I26ss.


18. Cf. Los iluminadores comentarios de Langdom Gllkey sobre la significación de Barmen en este con-
texto. Gilkey, "Plurality and Its Theological Implications", p. 45.
19. Paul Tillich, Das Dáminische: Ein Beitrog zur Sinndeutung der Ceschichte, publicado por primera vez en la
serie Sammíung gemeinverstándlicher Vortráge und Schriften aus dem Cebiet der Theologie und
Religionsgeschichte 179 (Tubinga: Mohr, 1926). Citado aquí de Tillich-Auswahl, Bd 3, p. I 15: "Das christo-
logische und trinitarische Dogma est das gewaltige Zeugnis des siegreichen anti-dámonischen
Kampfes der ersten Christenheit".

92
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

la creación, reconciliación y salvación guna manera establece la necesidad de


debe ser vista, por tanto, como la con- pertenecer a la iglesia cristiana o aceptar
dición absoluta de posibilidad de toda la doctrina cristiana para la salvación,
existencia creada y de toda acción hu- sino que simplemente afirma que, don-
mana. Esta distinción se aplica también de quiera que tenga lugar la salvación,
a la fe cristiana como fundamento de como acción divina, ocurre a través de
una teología cristiana de las religiones. Cristo. Cuando entonces preguntamos
Aunque la revelación como condición lo que significa este "a través de
de posibilidad de la fe es una acción di- Cristo", encontramos que las fórmulas
vina y, por tanto, impone al creyente de sola gratia y solafide expresan preci-
una pretensión absoluta, ninguna forma samente este contenido. Comprender la
humana de expresión de fe, ninguna resurrección de alguien que fue crucifi-
institución eclesial, ni ninguna forma de cado como fundamento de salvación,
acción sacramental o de doctrina, puede implica que la salvación es sólo p o r la
reclamar ser absoluta. La acción huma- gracia de Dios, sin posibilidad de nin-
na sólo puede atestiguar lo absoluto de guna acción humana, sea religiosa, m o -
la acción de Dios como el fundamento ral o intelectual, que contribuya a ella.
incondicional de posibilidad de toda Por tanto, es sólo la aceptación de la
existencia y significado creados. 20 gracia de Dios sola fide, lo que se re-
Esta distinción entre opus Dei y opus quiere para la salvación, la absoluta
hominum es el fondo de las "exclusi- confianza en que somos salvados por la
vas" pretensiones de la teología Refor- gracia de Dios y no por ningún mérito
mada, que se han convertido en un foco humano. Lo que es definitivo sobre
de debate en las relaciones interreligio- Cristo es la universalidad de la salva-
sas. La pretensión de que la salvación ción como acción de Dios, que no está
ocurre únicamente 50/0 Cristo, de nin- restringida a ninguna cualificación so-

20. Esta distinción se desarrolla con más detalle en sus aplicaciones a la eclesiología en Christoph
Schwóbel, "The Creature of the Word. Recovering the Ecclesiology of the Reformers", en Gunton y
Hardy, On Being the Church. Essays on the Christian Comnwnity (Edimburgo:T&T Clark, 1989), pp. 110-155

93
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

bre la base de acciones humanas. Y es na p u r a - ya sea el dogma de la iglesia o


precisamente este contenido el que for- el dogma de la autonomía humana. El
ma el corazón del evangelio cristiano antídoto a esta tentación demoníaca no
garantizado por la fórmula de la sola es la huida hacia un relativismo univer-
scriptura. sal que, por su parte, se convierta en
U n o de los elementos trágicos de la candidato para una absolutidad fuera de
historia de la iglesia cristiana es que la lugar. Más bien, sería una actitud de
universalidad de la salvación en Cristo, arrepentimiento entre los cristianos que
que no está restringida por la necesidad se orienta desde la exclusiva absoluti-
de ninguna acción religiosa, moral o in- dad de Dios y su revelación, y encuen-
telectual, porque es exclusivamente ac- tra su expresión en el arte de distinguir
ción de Dios, ha sido una y otra vez entre la acción de Dios y la humana. Si
convertida en un exclusivismo que im- está enraizada en esta actitud, la tesis del
plícitamente niega el contenido del "carácter no absoluto del cristianismo"
evangelio. El ejemplo más triste de esta puede convertirse en una forma genui-
distorsión del mensaje cristiano es na de testimoniar la verdad del evange-
transformar el mensaje de que en Cristo, lio cristiano.
la alianza de Dios con Israel como su
pueblo elegido ha sido abierta para to-
DIÁLOGO Y ACCIÓN RECTA
dos, de modo que excluya a Israel de la
salvación. Este no es el único ejemplo En nuestra situación actual, caracte-
en el que lo demoníaco se ha infiltrado rizada por una nueva intensidad de en-
en la proclamación del evangelio cris- cuentro interreligioso con todo su p o -
tiano. Las pretensiones de absolutidad tencial constructivo y destructivo, no se
para las instituciones humanas de la puede reflexionar sobre un posible en-
iglesia o para las falibles expresiones de foque de la teología cristiana de las reli-
fe humanas, es un rasgo penetrante de la giones sin preguntar de qué m o d o tal
historia cristiana -desde las pretensio- enfoque podría fomentar el diálogo en-
nes de la absoluta autoridad del minis- tre las mismas. Por otra parte, parece
tro, hasta la absolutización de la doctri- necesario enfatizar que el diálogo inte-

94
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

rreligioso requiere un fundamento en la posturas respectivas. Es precisamente


teología de las religiones - y eso incluye esta condición, la que se pone en cues-
a la teología de la fe cristiana tanto co- tión cuando las respectivas posturas de
mo a la teología y la reflexión religiosa los participantes en el diálogo se redu-
de otras religiones. Actualmente, se tie- cen a expresiones diferentes de una uni-
ne a veces la impresión de que algunos dad subyacente, o se interpretan desde
intentos de proporcionar un marco pa- el punto de vista de una teoría de las re-
ra el encuentro de las religiones en diá- ligiones integradora. En contraste, una
logo, tratan de paliar la falta de funda- teología cristiana de las religiones que
mento teológico suscribiendo princi- se base en la particularidad de la auto-
pios generales de tolerancia y benevo- revelación del Dios Trinitario, parece
lencia mutua enraizados en conceptos ser más capaz de preservar la indepen-
seculares de tolerancia de la Ilustración dencia y la particularaidad distintiva de
Europea. Tales movimientos corren el los participantes en el diálogo. Al basar-
riesgo de sustituir un grupo de actitu- se en las perspectivas de fe distintivas y
des de superioridad culturalmente con- particulares fundadas en la auto-comu-
dicionadas por otro igualmente cultu- nicación contingente de Dios, puede
ralmente condicionado, que están ca- respetar tanto diferentes como iguales
racterizados, al menos implícitamente, perspectivas particulares y distintivas
por parecidos supuestos de superiori- de orientación fundamental de las reli-
dad y, por tanto, "potencialmente" tan giones. En este sentido, la fidelidad a
imperalistas como las actitudes a las que sus propias perspectivas de fe capacita a
intentan reemplazar. los creyentes para aceptar las conviccio-
Parece haber dos requisitos funda- nes religiosas de otros, como igualmen-
mentales para que el diálogo entre las te fundamentales para su visión de la re-
religiones sea fructífero. La primera es alidad y como la orientación básica pa-
la independencia de los participantes en ra sus creencias y acciones.
el diálogo, que requiere el reconoci- La independencia de los interlocuto-
miento de la particularidad genuina y res sólo funciona como condición para
distintiva y de la individualidad de sus un intercambio fructífero, si se da junto

95
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

con la otra condición necesaria para el Dios es la base para la independencia de


diálogo: la interdependencia de los par- las diferentes perspectivas distintivas de
ticipantes en el diálogo. De la misma los participantes en el diálogo, así como
forma que la particularidad distintiva, para su interdependencia. Tanto la de-
desde la perspectiva de la teología cris- pendencia como la interdependencia de
tiana, se considera basada en la particu- los interlocutores se construirá de mo-
laridad de la auto-revelación de Dios, do diferente desde otras perspectivas
así la interdependencia de los interlo- religiosas, y sus motivaciones para par-
cultores debe ser entendida como una ticipar en el diálogo interreligioso serán
consecuencia de la universalidad de distintas, porque están enraizadas en
Dios. Es la universalidad de Dios como sus particulares perspectivas religiosas.
base de todo ser y sentido, lo que hace Hacer del asentimiento a una ideología
necesario para la teología cristiana reco- específica de diálogo una condición pa-
nocer a todas las religiones, como a la ra participar en el mismo, sería restrin-
religión cristiana, como respuestas hu- gir el intercamio dialógico desde el co-
manas a la acción univeral creadora y mienzo.
redentora de Dios. Una actitud de aisla- D a d o que puede enraizarse en la
miento por parte de la teología cristiana perspectiva particular de la fe cristiana,
es una negación implícita de la acción la hermenéutica del diálogo interreli-
universal de Dios, de la misma manera gioso no debería concebirse a la manera
que una actitud hostil hacia otras reli- de una hermenéutica de la sospecha 21 .
giones es un rechazo del amor abarcan- La sospecha rara vez es auto-dirigida, y
te, creativo, redentor y salvador de
basar el diálogo en un principio así p o -
Dios por toda la creación, que es el con-
dría, contrariamente a lo que se preten-
tenido de la revelación particular de
de, llevar fácilmente a la sospecha de
Dios en Cristo. Desde la perspectiva de
otros como los que impiden que el diá-
la fe cristiana, la relación específica de la
logo sea provechoso. Más bien, sugeri-
particularidad y la universalidad de
ría, que desde la perspectiva de la fe

21.Ver Knitter, "Toward a Liberation Theology of ligions", p. I82ss.

96
P A R T I C U L A R I D A D , U N I V E R S A L I D A D Y LAS RELIGIONES

cristiana, la hermenéutica del diálogo quiera que aparezca y cuando quiera


debería ser concebida en función del que sea reconocida. La fe en Dios
arrepentimiento y la confianza. El arre- Espíritu como fuente de toda verdad y
pentimiento se requiere en la conciencia como la condición de todo conocimien-
de que los cristianos demasiado a me- to es para los cristianos la base de la ac-
nudo han absolutizado sus formas de titud de confianza, que consiste en la
respuesta a la auto-revelación de Dios y, seguridad de que las verdades que pue-
de esta manera, han abierto la puerta a den encontrar en el diálogo interreligio-
la distorsión demoníaca de la absoluti- so también están fundadas en el
dad de Dios y de la particularidad de su Espíritu de verdad y, por tanto, n o son
auto-revelación en Cristo. Si se enfoca en última instancia incompatibles con
de esta forma, el diálogo interreligioso las verdades que sostienen los cristianos,
podría proporcionar una oportunidad como expresiones de la respuesta de fe a
para que la fe cristiana ganara credibili- la auto-revelación de Dios en Cristo.
dad y autenticidad, incluso donde ha si- Se podría sostener que el diálogo entre
do puesta en peligro por la implicación personas es siempre un fin en sí mismo,
cristiana en una historia de explotación porque refleja la constitución dialógica
y desprecio. de los seres humanos-en-relación. En
El segundo elemento de la herme- nuestra situación actual en la que dife-
néutica del diálogo interreligioso debe- rentes comunidades religiosas, cultura-
ría ser descrito, en mi opinión, como les y políticas han venido a reconocer la
confianza. Confianza como actitud dia- interdependencia de las posibilidades
lógica, puede considerarse desde la pers- de supervivencia y prosperidad en el
pectiva de fe cristiana como basada en la planeta al ser confrontadas con las ame-
convicción de la universalidad de Dios nazas globales de la crisis ecológica, la
como fundamento universal de todo ser guerra nuclear y la pobreza, es de espe-
y sentido. Su fundamento específico es rar que el diálogo interreligioso pueda
la afirmación de que el Espíritu dador ayudar a preparar el terreno para una
de vida es también el Espíritu de ver- cooperación entre las diferentes religio-
dad, la fuente de toda verdad, donde nes que mejore la calidad de vida para

97
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

todos los miembros de la raza humana. de sus respectivas comunidades religio-


Desde un punto de vista ético, parece sas, sino también a los que están fuera
que todas las grandes religiones compar- de sus respectivos grupos. Esta acción
ten, desde sus perspectivas particulares, humana, la praxis de la acción justa, no
convicciones similares en cuanto a que la obra divina de soteria, que siempre
la plenitud de la vida humana depende será vista en la irreductible particulari-
de una fuente de sentido trascendente, y dad de cada perspectiva religiosa, p o -
que donde los seres humanos son apar- dría proporcionar la base común para la
tados de ella se libera el poder auto-des- cooperación en la responsabilidad com-
tructivo de la humandad. Además, ex- partida del florecimiento de la creación.
presan la convicción, cada uno en su Las condiciones de posibilidad de la ac-
particularidad distintiva, de que esta ción recta se entenderán de m o d o muy
fuente de sentido trascendente es la ba- diferente desde las distintas perspecti-
se de la posibilidad de acciones rectas vas religiosas, y sus respectivas justifi-
que traigan justicia, paz y plenitud para caciones teóricas llevarán a menudo a
la humanidad. Todas las religiones están expresiones doctrinales distintas e in-
juntas en su rechazo del absolutismo cluso conflictivas. La posibilidad de co-
arrogante de la autonomía humana au- operación práctica de miembros de di-
to-creada, que está en la raíz de muchas ferentes tradiciones religiosas no de-
de las amenazas a la humanidad. Lo que pende, sin embargo, de un consenso de
las religiones comparten es la creencia justificaciones religiosas compartidas.
en que la soteria, que experimentan co- Por el contrario, las posibilidades de
mo regalo de la fuente trascendete de cooperación se incrementarán si no só-
sentido, o como la obra de Dios, capa-
lo se permite a ambas partes, sino que se
cita y compromete a los seres humanos
les anima, a buscar la justificación de su
a usar su libertad finita y dependiente
participación en acciones justas, com-
para la realización de la justicia y el bie-
partidas desde sus perspectivas particu-
nestar para la humanidad, y las grandes
lares y distintivas, que se basan en la
tradiciones religiosas extienden este
particular revelación de la verdad cons-
compromiso, no sólo a los miembros
titutiva de cada perspectiva.

98
S E G U N D A PARTE
CRISTO Y LAS RELIGIONES
IV
UN ACERCAMIENTO HUMANISTA A LAS
OTRAS RELIGIONES CENTRADO EN CRISTO.
EN EL CONTEXTO PLURALISTA DE LA INDIA
/VI./VI. Thomas

Debo comenzar admitiendo que ba casi en fracaso. Mi propia postura


comparto la inquietud de los autores puede ser mejor explicada en relación a
del libro The Myth of Christian algunos ensayos del libro. Por supuesto,
Uniqueness. LLegaría lejos con el pro- mis principales ejemplos están sacados
ceso de razonamiento histórico y teoló- del contexto del pluralismo indio.
gico representado ahí, y aceptando mu-
chas de sus conclusiones en cuanto al I
acercamiento cristiano a otras religio-
nes e ideologías. Sin embargo, aunque Tom Driver, en su ensayo "The Case
cuestionaría la idolización de cualquier for Pluralism" argumenta que los temas
expresión tradicional o moderna en el que el libro se propone tratar son cier-
lenguaje de fe mítico, metafísico, sim- tamente occidentales (p.206), en el sen-
bólico o científico de la iglesia cristiana tido de que es un intento de corregir la
en la unicidad y la universalidad de mentalidad colonial en la religión que
Cristo Jesús, estoy persuadido de que acompañó a las políticas coloniales oc-
esta misma fe es básica para una apre- cidentales durante los tres últimos si-
ciación correcta de la pluralidad religio- glos. De hecho, esa mentalidad se ex-
sa. De hecho, según leo los artículos del presa en una implacable cruzada del
libro no puedo evitar sentir que la bús- cristianismo occidental. Cuando las re-
queda honesta de los autores de otro ligiones locales no pudieron ser someti-
fundamento para su postura liberal aca- das bajo la bandera cristiana, fueron

101
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

"erradicadas no infrecuentemente me- como suficiente para la salvación de sus


diante la quema de libros, destrucción fieles. El Dr. Mathias Mundadan, CMI,
de símbolos y la tortura y matanza de conocido historiador de la iglesia india,
los "infieles" (p. 207). Esta cruzada recientemente ha tratado este tema en
continúa hoy, pero está actualmente una de sus monografías, Emergence of
"centrada sobre todo en el 'comunismo tbe Catholic Theological Consciousness
impío'" (p. 208). John Hick señala co- in India. El Acta III, Decreto 4 del
mo "el complejo de superioridad cris- Sínodo (Diamper 1599)condenó la tra-
tiano sostuvo y santificó la explotación dicional actitud de que "cada uno puede
imperialista occidental de lo que hoy salvarse en su propia ley (religión); todas
llamamos el Tercer Mundo" (p. 18) las leyes (religiones) son justas" en los
Como alguien que pertenece a una siguientes términos: "Es completamente
tradición oriental del cristianismo en el erróneo y una herejía de los más vergon-
sur de la India, puedo mencionar que in- zosa. No hay ley en la que podamos
cluso la comunidad cristiana de Sto. salvarnos, excepto la ley de Cristo nues-
Tomás sufrió aquí esta agresividad ex- tro Salvador". La nota a pie de página,
pansionista del cristianismo occidental. añadía que la idea de la suficiencia salví-
Cuando los portugueses estuvieron en el fica de todos los dharmas es un "dogma
poder, el arzobispo Menezes trató de so- perverso", que inculca la tolerancia e
meter al cristianismo local a Roma. indiferencia que hará a los cristianos
Forzó a los líderes del sínodo de Diam- "vagar muy lejos de la verdad". Y
per a abjurar de sus creencias orientales Mundadan comenta: "Hoy a la luz de
y confesar la fe católica romana, y que- los acercamientos teológicos modernos
mó sus libros religiosos. Es significativo a las religiones no-cristianas, uno debe
que una de las creencias que debieron admitir que la visión de los cristianos in-
repudiar fue la actitud tradicional de la dios era mucho más ilustrada que la de
comunidad de aceptar cualquier religión sus contemporáneos europeos"1.

I. Mathias Mundadan, CMI, Emergence ofthe Catholic Theological Consciousness, documento n° 7 (Always:
St.Thomas Academy for Research, 1985), pp. 5-6.

102
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

Las misiones protestantes occiden- lograda entre cristianismo e hinduismo


tales que vinieron al sur de la India a (en Kerala) no tenía un nivel m u y eleva-
principios del siglo XIX bajo el patro- do o espiritual. Ninguna de las dos reli-
nato imperial británico, no fueron tan giones estuvo muy viva y activa duran-
agresivas como las misiones católicas te su larga asociación. Así, los miembros
del siglo XVI. Pero no fueron menos de la comunidad cristiana de Kerala tu-
militantes en propagar una actitud ne- vieron que conformarse con instalarse
gativa hacia las religiones no cristianas. casi como otra casta dentro de la socie-
Todas las misiones cristianas de la India dad hindú alrededor de ellos, aunque
quisieron reemplazar al hinduísmo por realizando el culto en sus propias igle-
el cristianismo, con el establecimiento sias". George quería una relación inte-
de la Cristiandad como objetivo. rreligiosa más dinámica al "más alto ni-
Por tanto, el esfuerzo de los teólo- vel de conciencia", en contraste con lo
gos por descolonizar la mentalidad tra- que se consiguió en la tradición de Sto.
dicional del cristianismo occidental ha- Tomás anterior a los portugueses 2 .
cia otras religiones es más que bienveni- Esa tradición no tenía sentido de mi-
do. Pero ¿queremos volver a la actitud sión histórica, ni evangelizadora ni so-
que existía en el cristianismo indio antes cial. Se conformaba con una pluralidad
de la llegada de los portugueses? Casi que significaba la co-existencia de va-
ningún líder cristiano ha abogado por rias comunidades religiosas que profe-
esto. Incluso S. K. George, profesor de saban y practicaban sus religiones en un
teología que, renunciando a su puesto aislamiento espiritual entre sí, dentro de
en el colegio arzobispal de Calcuta, pa- un sociedad rígidamente estructurada
ra unirse al movimiento de Gandhi ya en castas. A los cristianos se les dio un
no pudo confesar más a Cristo como estatus de casta media, que aceptaron y
Señor, y lo aceptó sólo como líder, era practicaron, incluso la intocabilidad.
de la opinión de que "la reconciliación Mientras la estructura social (sama-

2. S. K. George, "Christianity ¡n Independent India" en The Witness of S. K. George, ed. T. K. T K : - = ;


(Bangalore: CISRS, 1970), p. 75.

103
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

dharma) no fuera alterada, el Hinduis- El misionero británico C. F. An-


mo daba a cada comunidad el derecho drews creía y practicaba un acercamien-
de continuar con su culto (sadhana to interreligioso diferente tanto del es-
dharma) libremente. Esto estaba tam- tancamiento tradicional, como de los
bién en conformidad con la idea hindú enfoque misioneros agresivos. Dejó el
de la tolerancia. Se basaba en la fe en sacerdocio anglicano en protesta p o r el
que, dado que lo último en la espiritua- anatema en el credo de Atanasio recita-
lidad era la experiencia mística de la do ocasionalmente por la comunión an-
identidad con el Espíritu Informe, una glicana y entró en u n profundo diálogo
pluralidad de religiones con nombres y espiritual con el poeta Rabindranath
formas {ñama y rupa) podría ser tolera- Tagore y el político Mahatma Gandhi;
da como adecuada a gente menos avan- Andrews participó en los movimientos
zada espiritualmente. que lideraron por la independencia na-
El cristianismo occidental, católico y cional y el renacimiento cultural.
protestante, hizo ver al cristianismo in- Ningún otro representante del cristia-
dio, así como a la religión hindú, la idea nismo occidental ha sido tan completa-
de que una misión histórica divina de mente aceptado por los líderes políticos
propagación de la fe y de la transforma- y religiosos indios, que lo vieron como
ción social, es inherente a la profesión alguien que había vencido la actitud im-
religiosa. Produjo un fermento espiri- perial en todas las áreas de la vida y las
tual, que llevó a un dinamismo históri- relaciones. Criticó el compromiso que
co y a un renacimiento cultural, sin du- los cristianos sirios de Kerala y otras
da con males asociados. Pero la cues- iglesias habían hecho con el sistema de
tión es cómo mantenemos el dinamis- castas, viéndolo como la causa de su es-
mo y el espíritu de renacimiento sin ca- tancamiento espiritual y de la parálisis
er, ni en la antigua espiritualidad ahistó- en la vida y misión de la iglesia en la
rica estancada y la estructura de castas India. Estaba convencido de que la fra-
por una parte, ni en las actitudes agresi- ternidad de la iglesia trascendiendo cas-
vas asociadas al periodo de la misión ta, clase, raza y otras divisiones, y la
colonial por otra. participación cristiana con otras religio-

104
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

nes e ideologías seculares en la lucha tralidad de Cristo, sino que le lleva a una
por una sociedad sin castas ni clases, era fe más profunda en "Cristo la Palabra
el mejor testimonio de la promesa y el Eterna, la vida y luz de millones que
poder de Cristo de humanizar la vida. aún no le han conocido conscientemen-
Andrews enfatizaba la prioridad del te; Cristo el Hijo de Hombre sufriendo
amor agápico revelado por Cristo por en cada indignidad ofrecida a los más
encima de las doctrinas sobre Cristo en humildes de sus hermanos, Cristo el
las relaciones entre las religiones. En un Dador de vida más abundante a las al-
artículo con el que contribuyó a la mas nobles y ambiciosas, Cristo la
InternationalReview ofMissions (1939) Cabeza Divina de la humanidad en
sobre la visión hindú de Cristo, destaca- quien todas las razas humanas son reu-
ba, basándose en la parábola de Jesús nidas en una"4.
del Juicio Final (Mt 25), que el único En su autobiografía, escrita en su ve-
criterio de juicio espiritual y ético es "el jez, escribió: "Después de treinta años
amor activo que se debe a los más hu- de vida pasada en Oriente, ciertos datos
mildes de aquellos que El llama sus her- importantes de mi propio pensamiento
manos", y no "cualquier profesión ex- religioso sobresalen en primer plano.
terna de un credo"3. Esto está en línea Con mucho, el más grande es éste: que
con lo que Langdon Gilkey describe Cristo no se ha convertido en menos
en The Myth of Christian Uniqueness central y universal, en menos divino pa-
como "la inclinación en la balanza entre ra mí sino en más, porque es más um-
cómo Dios ve los requisitos de fe y versalmente humano. Lo veo como el
amor" (p. 38). modelo de todo lo mejor tanto de Asia
Sin embargo, esta afirmación de la como de Europa"5.
centralidad del amor agápico no parece, La vida y el pensamiento de An-
en el caso de Andrews, alejarle de la cen- drews muestran que el cambio desde k

3. C. F.Andrews.'The HindúView of Christ", International Review ofMissions (London, 1939). pp. 259-26-1
4. C. F. Andrews, The Renaissance of India (London: U.C.M.E., 1912), p. 174.
5. C.F. Andrews, What I Owe to Christ (London: Hodder-Stoughton, 1932), p. 132.

105
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

misión colonial a una verdadera misión, cierne a la historia del Renacimiento in-
capaz de dialogar en profundidad en la dio producido por el impacto del occi-
relación del cristianismo con otras reli- dente m o d e r n o , la contribución de
giones, se encuentra en el camino, no de Cristo y del cristianismo no es de nin-
la negación, sino de la redefinición de la guna manera pequeña ni marginal. Esto
centrahdad de Jesucristo. es así especialmente porque el cristia-
nismo tuvo una influencia directa en los
movimientos de renovación de la reli-
II
gión y la cultura hindú desde el tiempo
del Renacimiento bengalí.
G o r d o n Kaufman habla de la "con-
N o hay duda de que en India tam-
ciencia histórica" y las perspectivas his-
bién el impacto del secularismo occi-
tóricas como un producto del moderno dental jugó un papel no pequeño en
pensamiento occidental (p.14). J o h n abrir los ojos a la gente hacia el objetivo
Hick ve a la modernidad, con su indus- de una comunidad humana de justicia y
trialismo e individualismo racional, pri- amor, y a un nuevo concepto de partici-
mariamente como resultado del "rena- pación en ella. Pero junto a esto, el
cimiento en el Renacimiento europeo y amor agápico enseñado por Jesús en el
luego, en la Ilustración del espíritu grie- Sermón del Monte y manifestado en su
go de libre pesquisa" (p. 25). D u d o si su vida y muerte, fue una influencia cen-
conexión con el cristianismo es, como tral en el renacimiento del hinduismo.
Hick sostiene, solo cuestión de "unici- La interpretación de la persona y la
dad histórica", al ser la primera entre las vida de Jesús como revelación de Dios
religiones afectadas por este renaci- en relación con el mundo, o de identifi-
miento (p. 28). Sospecho que recibió cación de Dios con la humanidad su-
una contribución espiritual única del friente y como modelo de verdadera
humanismo cristiano, especialmente en humanidad, había sido un fermento
su comprensión de la historia como in- espiritual dominante en los movimien-
tencional y en su pasión por la justicia. tos de reforma y renacimiento hindú
Si esto es verdad o no, en lo que con- de los siglos XIX y XX. Incluso los

106
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

movimientos hindúes de defensa del nanda la Jivanmukta autorealizada que


hinduismo tradicional contra la refor- sigue en el mundo para servir a la hu-
ma tuvieron, en alguna medida, que manidad. Tagore lo vio como el Hijo
contar con este fermento. A través de del H o m b r e que busca al perdido, al úl-
todo esto, la significación espiritual de timo, al que es menos, y para Gandhi,
la persona humana y de la acción histó- Jesús fue "Príncipe entre satyagrahis".
rica por la justicia igualitaria, fueron Para ellos, la renovación significaba
asimiladas en el concepto hindú de sal- ahondar en la tradición hindú para sacar
vación. Esto transformó la metafísica y lo que era semejante a Jesús y transfor-
la ética hindúes, abriéndolas a una ac- mar esa tradición a la luz de Jesús. En
ción liberadora y orientada al futuro. este proceso, el sufrimiento humano ha
En otros lugares he analizado la his-
sido reconocido, no sólo como un dia-
toria del encuentro creativo con la per-
blo metafísico, sino también moral, y el
sona de Jesús y el significado de la cruz
ahimsa reinterpretado y transformado
para los movimientos neo-hinduístas 6 .
por el ágape para crear satyagraba en la
Empezando con Raja Rammohan Roy y
lucha por la justicia.
Kashub Chander Sen del Brahma Samaj,
pasando por Sree Ramakrishna y Swami El propio Gandhi ha explicado có-
Vivekananda del Movimiento Rama- mo el sermón del Monte y la imagen de
krishna, ese encuentro dejó su huella en Jesús crucificado han sido elementos
la vida y obra de Rabindra-nath Tagore, esenciales, casi fundacionales, en su vida
el poeta, Sarvepalli Rad-hakrishnan, el y pensamiento 7 . Rabindranath Tagore
filósofo, y Mahatma Gandhi, el sabio habla de la nueva espiritualidad que en-
político. Jesús fue para Rammohan Roy tró en la India a través de Jesús, simbo-
el "guía supremo hacia la felicidad hu- lizando "la Merced Celestial que hace
mana", para Kashub Chander Sed fue la propios todos los sufrimientos huma-
"Humanidad Divina", y para Viveka- nos", y añadiendo el sufrimiento por

6. M. M.Thomas, Acknowledged Christ in the IndianRenaissance (London: SCM, 1969).


7. M. K. Gandhi, The Message of Jesús Christ (Borní
>ay: Navajivan), p. 79.

107
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

otros en la espiritualidad tradicional 8 . El lider socialista Ram Manohar


Su poema "Hijo del H o m b r e " describe Lohia escribió una vez que, aunque no
la cruz como identificación de amor con era creyente en Dios ni en la religión,
la agonía y el abandono de Dios, de una "la imaginería de Cristo en la cruz y to-
humanidad esclavizada por las fuerzas do lo que ha significado para billones y
de la muerte. La pintura de Nandalal trillones de cristianos" le han fascinado.
Bose de Cristo llevando la cruz ilustra Añadió, "Cristo es sin duda la figura de
amor y sufrimiento más noble de toda la
este poema. Siguiendo a este primer ti-
historia. Buda y Sócrates son probable-
po de pintura en India, toda una escue-
mente mayores en sabiduría, o incluso
la de artistas de Bengal tomaron la cru-
en la sutileza de sus sentimientos. Pero,
cifixión como su tema de pintura. A al-
¿son mayores en amor? El Dios cristia-
gunos de los artistas, la cruz les sugiere
no es, indudablemente, capaz de actuar
la identificación de Dios con la humani-
como símbolo de unidad de amor para
dad sufriente y para otros, es el símbolo toda la humanidad torturada" 11 .
de la agonía de la humanidad que cues-
O t r o socialista, Ashoka Mehta, cuan-
tiona radicalmente a la humanidad su-
do era Ministro de Planificación de la
friente, ya sin resignación, comprome- India, dijo a una delegación cristiana in-
tida con la transformación del mundo 9 . dia que se reunió con él a discutir temas
Es significativo destacar que algunas de participación cristiana en el desarro-
ideologías seculares en India también llo: "Debemos reivindicar a 900 millones
tienen las marcas de la influencia del de personas en el mundo que están hoy
cristianismo y del ágape de la cruz de en una situación de depresión lamenta-
Jesús, y lo que significa para la humani- ble ... Si los cristianos pretenden que, in-
dad sufriente. Por todas partes he reco- cluso hasta este día, sienten la agonía de
nocido la magnitud de esta influencia10. Cristo en la cruz dondequiera que la hu-

8. Rabindranath Tagore, Towards Universal Man (New Delhi:Asia, 1961),pp. 167-172.


9. Richard W.Taylor, Jesús in Indian Paintings (Bangalore: CISRS, 1975).
10. M.M.Thomas, Secular Ideologies of India and the Secular Meaning ofChrist (Bangalore: CISRS, 1965).
I I. R. M. Lohia, Marx, Gandhi and Socialism (Hyderabad: Samath Vidyala Nyas, 1970), p. 173.

108
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

manidad sufra, debe ser probado en la En este contexto el cristianismo in-


acción, no en ninguna afirmación"12. dio, que numéricamente representa só-
Por tanto, la vida, muerte y enseñan- lo el tres por ciento de la población in-
zas de Jesucristo han sido u n elemento dia, tiene una aportación continua que
importante en el fermento cultural y es- hacer a esta búsqueda que se está lle-
piritual de la India moderna. La figura vando a cabo, una contribución despro-
de Cristo y el principio de amor agápi- porcionada a su fuerza numérica. Puede
co que la cruz representa, y las ideas de hacer esta contribución sólo si es capaz
la comunidad humana simbolizadas p o r de entrar en diálogo con otras religio-
la fraternidad cristiana, han jugado un nes e ideologías seculares, que son más
papel en la toma de conciencia que lle- influyentes, de una forma desafiante-
vó a la India independiente a compro- mente relevante. El Instituto Cristiano
meterse con los nuevos ideales encarna- para el Estudio de la Religión y la
dos en la Constitución formulada por la Sociedad (CISRS) fue fundado en India
Asamblea Constituyente: los derechos en 1956 bajo el liderazgo de Paul
fundamentales de la persona; justicia Devanandan, poniendo el énfasis en un
para los intocables, tribus, mujeres, tra- doble propósito, a saber, facilitar la par-
bajadores y otros sectores débiles; y ticipación cristiana en la construcción
fraternidad que reconoce y trasciende nacional y promoviendo el diálogo con
identidades religiosas y étnicas. Esto fieles de otras religiones, así como con
también ha puesto en marcha la bús- ideologías relacionadas con la construc-
queda nacional de un nuevo concepto ción de lo que Devanandan llamaba
de lo que significa ser humano. La bús- "una nueva antropología", abierta a vi-
queda es de un nuevo humanismo ca- siones ideológicas religiosas y seculares.
paz de servir como inspiración espiri- En este diálogo el Instituto vio que el
tual y como criterio de consolidación y cristianismo podía reforzar el descubri-
juicio de cuestiones relacionadas con el miento renacentista hindú del significa-
compromiso nacional. do espiritual de la persona y la historia.

l2.Ashoka Mehta, Guardian (Madras, 1967), p. 167.

109
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

sólo si se adhería a la fe en la centralidad ceptos del destino último de los seres


de Cristo y clarificaba su importancia. humanos y su relación con la historia,
De modo similar, el Instituto vio que la no pueden ser sistematizadas demasia-
fe era importante para clarificar a las do netamente. La afirmación de
ideologías liberal, científica o marxista Raimundo Panikkar de que el pluralis-
la necesidad de luchar contra la dimen- mo no puede ser sistematizado (p. 110),
sión trágica de la cruzada farisaica y pa- es verdad incluso para la antropología
ra desarrollar una base antropológica en una situación pluralista. Pero el
adecuada para la política de justicia so- cuerpo no sistemático de ideas debería
cial. Se vio claro que quitar énfasis a la ser adecuado para la acción sociopolíti-
centralidad de Cristo sería traicionar el ca común para la liberación humana. La
elemento cristiano más importante que esperanza es que estas luchas comunes
ha estado presente en el Renacimiento de personas de diferentes compromisos
indio y que todavía tiene poder para de fe también ayudarán a desarrollar los
rescatarlo en el futuro. elementos de una cultura nacional com-
Este enfoque del diálogo entre reli- puesta por la pluralidad de culturas.
giones es producto del reconocimiento En este proceso el cristianismo tam-
cristiano de que todas las religiones e bién se enraizará en la India de una ma-
ideologías tienen sus diferentes misio- nera nueva. Se puede visualizar un cris-
nes en la situación histórica humana, y tianismo indio con su propio credo y
deben ser expresadas en relación con la cultura asimilando un buen número de
construcción de un cuerpo de visiones espiritualidades, formas de pensar, y
comunes de la relación entre el poder, la simbolismos de otras religiones e ideo-
justicia y el amor, que conduzca a una logías seculares para expresar la fe ecu-
acción común para el desarrollo de la ménica en Jesucristo como el portador
comunidad humana en una sociedad y sostenedor de una nueva historia de la
pluralista. D a d o que estas ideas serán humanidad.
sostenidas por personas de diferentes Lo que quiero señalar, es que cual-
compromisos de fe con sus propias ca- quier enfoque cristiano que se tome en
pacidades, fruto de su respectivos con- serio la misión común de todas las reli-

110
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

giones e ideologías en una renovación segundo capítulo de la carta a los


cultural y una humanización de las es- Efesios, en el encuentro en Ghana del
tructuras corporativas de la vida en el Concilio Misionero Internacional,
moderno escenario histórico indio, no Devanandan intentó desarrollar el sig-
puede minimizar la centralidad de nificado de las relaciones interreligio-
Jesucristo y la implicación de esa fe pa- sas. La cruz de Jesús y el amor perdo-
ra un humanismo realista. nador del que es mediación, destruye la
enemistad entre judíos y gentiles abo-
liendo la ley, que les había separado,
III
creando en su persona y pasión "una
nueva humanidad en lugar de las dos".
H a y varios aspectos de la centrali-
La cruz no debería ser hoy predicada en
dad de Cristo que el CISRS aprendió a
la convicción de que como Cristo resu-
través de su experiencia de diálogo inte-
citó, "la religión, que es el reino de la
rreligioso sobre la renovación humana
ley que divide la humanidad, es abolida
en el contexto del pluralismo religioso e
creando una nueva koinonía en Cristo
ideológico de la India.
que trasciende la división entre cristia-
El aspecto más importante es, en
nos y fieles de otras religiones y no-re-
primer lugar, la idea de que hay que dis-
ligiones" 13 . Lo importante aquí está en
tinguir la fe en Cristo de todas sus ex-
el "una nueva humanidad" creada por
presiones históricas en la religión y la
la cruz como fuente de la universalidad
cultura y hay que considerarla trascen-
de la solidaridad humana y de apertura,
diéndolas. Esta trascendencia es la base
no sólo a las religiones, sino también a
de su continua re-formación a través de
las ideologías ateas.
su apertura a otras religiones y culturas.
Dos ideas de la teología de Paul En segundo lugar, la centralidad de
Devanandan sobre el diálogo interreli- Cristo no significa la absolutización de
gioso son relevantes con respecto a es- ninguna doctrina cristológica. Devanan-
to. En primer lugar, en su exégesis del dan dice:

13. P. D. Devanandan, IWill Lift Up Mine Eyes to the (Bangalore: CISRS, 1962), p. 126.

III
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Cualquier distinción fácil que se levante como O. Kandasamy Chetty de Tamil-


entre el creyente y el no creyente muy fre- nadu, e individuos bautizados, como
cuentemente se rompe. Porque el creyente es Manual Parekh de Maharashtra, que
siempre consciente en lo más profundo de su
permanecieron en la tradición religiosa
ser de la extraña persistencia del increyente...
hindú con su fe en Cristo; también he-
La distinción real entre el creyente y el no cre-
mos tenido a la Iglesia del Nuevo
yente, no surge tanto por reivindicaciones de
doctrinas diversas, como por contenidos del
Designio de Kashub Chander Sen y P.
credo que dan cuenta de la diferencia en la fe. C. Mazoomdar, en Bengal, y el movi-
Es cierto, no podemos minimizar la doctrina. miento entorno a Subba Rao en Andhra
Pero el daño insidioso está en olvidar que las Pradesh, y otros movimientos religiosos
doctrina son también, en cierto sentido, sim- hindúes comprometidos con la ultimi-
bólicas. Hablan de una realidad que no siem- dad de Jesucristo para la vida espiritual15.
pre representan en su totalidad, ni agotan
completamente. Por tanto, reducir la distin- Hablando de Jesús, Gandhi una vez dijo:
ción entre un creyente y un no creyente al rí- Las vidas de todos, en un grado importan-
gido esquema de un credo o lo externo de un te, han cambiado por su presencia, su acción y
acto ritual, es caer en el mismo error que per- la palabra hablada por su voz divina... Y por-
siste en distinguir judíos de gentiles en la igle- que la vida de Jesús ha tenido el significado y
la trascendencia a las que he aludido, creo que
sia primitiva14.
pertenece, no sólo al cristianismo, sino a todo
Si la fe en Cristo trasciende la reli- el mundo, a todas las razas y pueblos; impor-
gión cristiana y los credos cristológicos ta poco bajo qué bandera, nombre o doctrina
trabajen, profesen una fe o den un culto a
tradicionales, una implicación ineludi-
Dios heredado de sus antepasados".
ble es que es posible mantener esa fe en
el marco de otras religiones e ideologías Un segundo aspecto en la centralidad
seculares. De hecho, en India hemos te- de Cristo en la postura cristiana ante la
nido no sólo individuos no bautizados, relación interreligiosa, es que proporcio-

14. P. D. Devanandan, Preparation for Dialogue (Bangalore: CISRS, 1963), p. 141.


15. M. M.Thomas.Adcnow/edge Christ ofthe Indian Renaissance, pp. 56-98; Kaj Baago, The Movement Around
Subba Rao (Bangalore: CISRS, 1968).
16. M. K. Gandhi, Modern Rev/ew (October 1941).

112
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

na un principio de discernimiento espi- es aún imperialista, es admitida por


ritual. El enfoque pluralista representa- Knitter como bastante convincente (p.
do por The Myth of Christian Unique- 184). Algunas de estas categorías pare-
ness parece, en general, abogar por la cen dejar a los compromisos de fe secu-
aceptación de todas las religiones en sus lares totalmente fuera de la foto.
propios términos, sin discriminar entre G o r d o n Kaufman dice que el enfo-
el espíritu en ellos. Esto se hace sobre la que histórico "nos capacita para encon-
base de que se considera que todo crite- trarnos con otras religiones y tradicio-
rio derivado de, o asociado con, la reli- nes seculares significativas en sus pro-
gión cristiana o la cultura occidental, tie- pios términos, en vez de definidos por
ne la agresividad de un particularismo nuestras categorías" (p. 14). Knitter
ajeno sobre otras religiones. Esta agresi- asume que la soteriología, definida co-
vidad parece soslayarse sometiendo a las mo liberación de la opresión social, p o -
religiones a universales últimos como dría ser un suelo común, que capacite a
Dios o Realidad, Religión Universal o las diferentes religiones para expresarse
Fe, el Misterio Trascendente, el Espíritu, en sus propios términos, sin ser presio-
el Reino, o sus equivalentes metafísicos nadas por un espíritu extraño (p. 188).
o históricos como Ser y Justicia. Sin em- Sin embargo, estas categorías derivan
bargo, ha sido destacado al menos por del occidente moderno o del cristianis-
Langdon Gilkey, Tom Driver y Paul mo, cuyo círculo espiritual es extraño a
Knitter, que los contenidos de estas cate- los motivos místicos de las religiones de
gorías universales expresan los particula- orígenes hindúes y primitivos.
rismos cristianos occidentales y no son Recuerdo haber encontrado este
realmente pluralistas. Drivers dice que el problema en Gurukul, Madras, donde
propio libro pertenece a la "pensamien- Devanandan y yo organizamos un diá-
to religioso liberal occidental del mo- logo sobre enfoques cristianos e hindú-
mento actual" (p. 206). La crítica de es del fin de la creación y la historia.
Cobb de que el modelo teocéntrico que Invitamos a un estudioso hindú a pre-
propone "a Dios en vez de a la Iglesia o sentar el punto de vista hindú. Su reac-
Cristo como la base común del diálogo" ción fue que el tópico del diálogo esta-

113
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ba ya estructurado en términos teológi- Uniqueness de un criterio universal pa-


cos cristianos, extraños al centro de la ra evaluar críticamente la civilización
religión hindú, que ve a la religión y a la occidental y la religión cristiana, que ha
historia como males metafísicos que de- producido nuestra situación trágica ac-
ben ser vencidos. tual. Pero no hay forma de que los hu-
H a y que reconocer que es imposible manos escapen a sus religiones y cultu-
poner en diálogo religiones e ideologías ras. Por tanto, los criterios propuestos
en sus términos espirituales tradiciona- siguen siendo expresión del particula-
les no afectados p o r la presión de la m o - rismo occidental y no son, ni mucho
dernidad. El mero intento de realizar el menos, universales. Pueden ser acepta-
encuentro interreligioso es tomar en se- bles para las religiones liberales occi-
rio la responsabilidad común hacia la dentalizadas no cristianas. Pero se sien-
situación histórica creada por el occi- ten más agresivas en carácter que la ca-
dente moderno, en el que el cristianis- tegoría de Jesucristo p o r aquellos que
mo ha jugado un papel integral, positi- oponen la cultura moderna y el cristia-
vo o negativo. Paul Tillich dijo una vez nismo occidental. Porque, en Jesucristo,
que los cristianos occidentales n o podí- ven una fuente de crítica de occidente
an participar en las religiones asiáticas que pueden hacer suya. Por ejemplo,
hasta los tiempos modernos, porque las Gandhiji usó la visión de Cristo de
preguntas que esas antiguas religiones Tolstoy y Ruskin para su crítica radical
tradicionalmente se hacían no eran las a la civilización moderna y el cristianis-
que se hacía el cristianismo; pero des- mo. Descubrió que esa crítica podía ser
pués de que la modernidad hubiera for- integrada con la suya a la luz de su fe
zado a las religiones de Asia a reformu- hindú. Por tanto, y o sostengo que
lar sus preguntas, la participación cris- Cristo es un universal último más tras-
tiana y la comunicación se hicieron p o - cendente que los propuestos por el li-
sibles. bro. Algunos de ellos, sin embargo,
Simpatizo con la búsqueda de los pueden ser útiles para mediar el princi-
autores de The Myth of Christian pio Cristo, si son redefinidos a la luz de

I 14
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

Cristo, especialmente la idea del ecume- nimiento de espíritus debe llevar inevi-
nismo interreligioso sobre la base de la tablemente a un enfoque que sería una
búsqueda común de todas las religiones mezcla de exclusivismo, inclusivismo y
de una praxis liberadora en nuestra si- pluralismo. Por tanto, no puede haber
tuación histórica. una clasificación de posiciones cristia-
En tercer lugar, Cristo como criterio nas como solamente exclusivistas, in-
de evaluación espiritual de todas las re- clusivistas o pluralistas. Dicho todo es-
ligiones, incluyendo al cristianismo, to entre paréntesis.
permite u n discernimiento de espíritus Lo que quiero destacar aquí, es que
en ellas. Esto llevará a actitudes exclusi- una evaluación de espíritus centrada en
vas, inclusivas y pluralistas dependien- Cristo excluirá como idolátricas a, espi-
do de las espiritualidades que se en- ritualidades docetistas que son indife-
cuentran en una misma religión. rentes a la historia y espiritualidades
En el Nuevo Testamento a los cris- que son dadas a cruzadas y conquistas.
tianos se les aconseja "probar los espíri- C o m o dice Devanandan, esta genera-
tus para ver si son de D i o s " a la luz de ción en India tiene la doble tarea de "re-
Jesucristo (ljn 4, 1-2). El evangelio de dimir todas las religiones de la preocu-
Juan distingue entre luz y oscuridad en pación por el otro mundo del pietismo
el mundo, y afirma la universalidad de por una parte, y de la introversión cen-
"la verdadera luz que ilumina" a la hu- trada en sí misma del comunalismo por
manidad en la luz del Verbo Divino, en- otra" 17 , definiendo comunalismo como
carnado en Jesucristo (Jn 1, 1-14). Creo una búsqueda de poder de una comuni-
que, dado que todas las religiones e ide- dad religiosa sectaria, que es una nega-
ologías tienen en ellas espiritualidades ción de la auténtica comunidad. Por su-
que no son de Dios, descritas en la puesto, todas las religiones e ideologías
Biblia como fuerzas de la oscuridad, de tienen estas espiritualidades arraigadas
la idolatría o del anti-Cristo, el discer- en ellas. El cristianismo las tiene en gran

17. P. D. Devenandan, Christian Concern ¡n Hinduismlangalore, CISRS, 1961), p. 8.

15
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

medida. Esto pide una autocrítica cris- En cuarto lugar, quiero discutir el
tiana constante. N o hay duda de que reto de la "pluralidad como paridad"
históricamente la pretensión cristiana que propone Gilkey (p. 40). Este ha si-
de unicidad ha sido un instrumento del do un tema de considerable debate na-
espíritu idolátrico de la cruzada y la cional en la India. Se discutió también
conquista, c o m o señala Wilfred C. en la Asamblea Constituyente de la
Smith (p. 59), y necesita ser criticada a India Independiente, cuando la cuestión
la luz de Cristo, que es el crucificado y práctica de si el derecho fundamental de
no el mesías conquistador. Pero uno no los ciudadanos a la libertad religiosa de-
puede confinar la crítica a su propia re- bería incluir, además de la libertad de
ligión. Esto llevaría a privar de la mi- profesar y practicar, la libertad también
sión cristiana a toda la nación. de difundir la religión. Al derecho de
En India, hay muchas expresiones de propagar la religión se oponían muchos
comunalismo religioso que han tomado sobre la base de que iba contra el prin-
formas organizadas de forma peligrosa. cipio de Sarva-dharma-samabhavana,
Por ejemplo, el nacionalismo hindú de esto es, el principio de igualdad de las
Rashtriya Swayam Sevak Sangh (RSS), religiones. Estos debates llevaron al
que fue responsable del asesinato de consenso de que la igualdad real en una
Gandhi, quiere establecer un Estado sociedad pluralista no se basa, ni en la
hindú en la India, relegando a otras co- idea religiosa de igualdad de las religio-
munidades a ciudadanos de segunda nes, ni en la idea de respeto igualitario
clase. También hay expresiones militan- para todas las religiones, sino en la
tes de comunalismo entre los musulma- igualdad de las personas, esto es, el igual
nes, cristianos y sikhs, a las que se debe reconocimiento y veneración p o r las
resistir en el nombre de la comunidad persona, en la integridad de sus com-
nacional y de la humanidad. La adver- promisos de fe ideológicos, religiosos o
tencia del peligro de que el pluralismo seculares. En efecto, esta es la base so-
se convierta en inclusivo de tales males bre la que mejor puede ser promocio-
(p. 44-45) debería tomarse en serio. nado el diálogo interreligioso y el es-

I 16
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

fuerzo común por reconstruir la socie- hecho conscientes de su dignidad como


dad en la India pluralista. seres humanos y están pidiendo apasio-
nadamente, y de modo articulado, una
vida totalmente humana. Están buscan-
IV
do medios y modos de humanizar, tan-
to las sociedades tradicionales, como las
Finalmente, una palabra sobre la
modernas. Paul Knitter destaca acerta-
búsqueda de una cristología india. La
damente que en ese mundo, la identidad
ultimidad espiritual de la persona de cristiana debería expresarse, no tanto
Jesús o del camino de Jesús, encontraría articulando el conocimiento real en lo
expresión en diferentes doctrinas de relativo a la naturaleza de Dios o inclu-
Jesús en diferentes posiciones cultura- so del propio Jesús, como clarificando
les, como muestran las cristologías del lo que significa Dios-en-Cristo para
Nuevo Testamento. Las cristologías una praxis liberadora, a la luz del reino
cambian según se interprete el significa- porvenir (p. 195).
do de la vida, la muerte y la resurrec- Pero el mundo de la metafísica es un
ción de Jesús en el nuevo entorno reli- mundo dominante en India; influye en
gioso e ideológico de la India moderna. la dirección de la vida a todos los nive-
Y debemos esperar el surgimiento de les. Por tanto, tiene que haber una lucha
nuevas cristologías mediante la búsque- con ese mundo y su discusión de la na-
da teológica en la posición e historia in- turaleza de Dios, la humanidad, y la na-
dia, tanto en la Iglesia como fuera de turaleza para defender la "agenda divi-
ella. En efecto, las cristologías indias se na en la historia" como de un interés
están elaborando mediante el diálogo más que marginal, en los ciclos intermi-
sobre la persona de Cristo y el camino nables de venir al ser y dejar de ser cós-
entre el cristianismo, otras religiones e micos. La cristología india puede ser
ideologías seculares. vista también como una lucha metafísi-
En India, como en otros lugares del ca para afirmar la significación espiri-
mundo, estamos en un momento histó- tual del proceso creativo e histórico y
rico en el que hombres y mujeres se han de la acción humana liberadora por la

117
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

justicia, la paz y la integridad de la cre- zos de la iglesia cristiana por formular la


ación. John Arapura lleva razón al pedir fe con la que vive y lucha por el futuro.
que se repiense a Cristo y al cristianis- Por tanto, cualquiera que sea la forma
mo en el contexto de las filosofías y las que tome la doctrina cristológica india,
religiones indias18. Esta misma preocu- debe tener continuidad espiritual e his-
pación, presumo, es la que subyace a los tórica con el testimonio apostólico que
ensayos de Stanley Samarme, Raimun- ve al "cordero degollado" (Jesús cruci-
do Panikkar y Aloysius Pieris en The ficado) como clave para la interpreta-
Mytb of Christian Uniqueness. ción de la creación y la historia humana.
N o soy experto en metafísica, Paul Knitter trata este aspecto de la
Vedantica o Budista. Pero no puedo doctrina como integral a la confesión de
evitar sentir que si el cristianismo quie- la iglesia (p. 193) y la necesidad de man-
re contribuir a la transformación de la tener "el contenido central del mensaje
soteriología gnóstica {juana nirvana) original" sin absolutizar los lenguajes y
para hacer sitio a una soteriología histó- símbolos en los que se expresan (p.
rica (liberación del pobre y el oprimido 196). Sin embargo, no estoy seguro de si
en la sociedad), de una forma significa- la sugerencia de Kintter de que la evo-
tiva en última instancia, no debería aga- lución de las actitudes cristianas hacia
rrarse sólo a su concepto de historia se- otras religiones, que va del eclesiocen-
cular como el reino del plan divino no trismo al cristocentrismo al teocentris-
desplegado, con el único acontecimien- mo y al reinocentrismo, es la progresión
to-Cristo dado como su clave, sino adecuada (p. 187). Estoy persuadido de
también aprender a hablar de esto, tan- que el cristocentrismo es lo que relacio-
to en categorías humanistas seculares, na a Dios, la iglesia y el reino entre sí y
como metafísicas. mantiene esa relación inviolable.
En efecto, las cristologías han sido y Permítanme terminar este ensayo re-
siguen siendo el resultado de los esfuer- pitiendo lo que he dicho en otros luga-

18. John Arapura, "Rethinking Christianity ¡n the Context of Iridian Philosophy and Religions", Christian
Study Centre (CSC) Bulletin, n° 2 (Trivandrum: University of Kerala, 1989).

118
UN A C E R C A M I E N T O H U M A N I S T A . . .

res sobre los tres niveles de koinonia- segundo lugar, una koinonía más grande
en-Cristo en nuestra situación pluralis- de diálogo entre gentes de diferentes
ta. Está claro que si la nueva humanidad credos renovados por dentro por su re-
en Cristo trasciende al cristianismo, y a conocimiento de la ultimidad del mode-
otras religiones e ideologías ateas, debe lo del siervo sufriente como ejemplifica-
transformarlas a todas desde dentro, de do en Jesús crucificado; en tercer lugar,
modo que puede tomar nuevas formas una koinonía aún mayor de los implica-
diversas en ellas. Así, la unidad en Cristo dos en la lucha política y de poder, por
debe ser vista como resultado de una re- nuevas sociedades y una comunidad
forma más profunda y debería acomo- mundial basada en antropologías secula-
dar la diversidad. También parece con- res informadas por el ágape de la cruz.
cebir tres niveles de koinonía en Cristo La tensión espiritual entre estos tres ni-
-primero, la koinonía de la comunidad veles parece ser esencial para la salud de
eucarística de la iglesia, ella misma una todos ellos, y para el desarrollo de una
unidad de gentes diversas que reconocen cristología más adecuada y relevante pa-
a la persona de Jesús como el Mesías; en ra nuestra era pluralista.

119
V
LEER EL M U N D O EN CRISTO.
DE LA C O M P A R A C I Ó N AL I N C L U S I V I S M O
Francis X. Clooney, S.J.
Han pasado cuarenta años desde que Aunque he vivido tanto en India co-
Raymond Schwab nos demostró como, mo en Nepal y he sido afectado por esas
desde el siglo diecisiete en adelante, el experiencias, es la lectura de textos in-
Este gradualmente se fue abriendo paso dios lo que más me ha influido. Más que
en la conciencia de Europa. Su obra por una reflexión de base filosófica so-
La Renaissance oriéntale1 nos mostró bre el "otro", o por el "yo-tu" de diálo-
en detalle el curso de esta afluencia, los go enraizado en el trabajo misionero, mi
motivos subyacentes de la entusiasta encuentro se ha desarrollado a través del
adopción de cosas indias, chinas, etcéte- aprendizaje de varias lenguas indias
ra, y la manera en que afectó al modo en (sánscrito y tamil), su gramática y voca-
que los europeos iban desde entonces a bulario, sus esquemas de pensamiento y,
hablar, estudiar y escribir. Schwab des- por último, el contenido y modo de ex-
taca la proliferación de diferentes teorí- presión de los distintos textos religio-
as (la mayoría de las cuales no han sido sos. Específicamente, durante los últi-
capaces de pasar el examen del tiempo) mos diez años, he identificado, trazado
sobre el significado de la adopción, pe- y comenzado a completar en detalle un
ro insisten en que la verdad primaría y particular linaje de pensamientos orto-
duradera subyace en la propia adop- doxos hindúes en tres direcciones: en
ción, que cambió tanto el "texto" como primer lugar, la exégesis y el análisis del
el "contexto" de la literatura europea. ritual Purva Mimamsa; en segundo lu-

. Raymond Schwab, La Renaissance oriéntale (París: Editions Payot, 1950). Traducido al inglés por G.
Patterson-Black y V. Reinking como The Oriental Renaissance: Europe's Discovery of India and the Easi
1680-1880 (NY: Columbla University Press, 1984).

121
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

gar los Vedanta (Uttara Mimamsa) es- una afirmación teológica explícita de la
cuelas de interpretación de las upanis- fenomenología. En segundo lugar, mos-
hads, que en parte surgieron de los traré cómo una teología inclusivista de la
Mimamsa; en tercer lugar, la tradición religión puede generarse a partir de la
tamil-sánscrita de Srivaisbnavism, que teología comparativa y como, en efecto,
se considera heredera, tanto del Vedanta esta es la postura más apropiada a seguir
sánscrito como de las canciones devo- para una comparación de la clase que yo
cionales de los Alvar en lengua tamil, tengo en mente. Son necesarias algunas
santos que cantan en alabanza de palabras de introducción y algunos an-
Vishnu (especialmente como Rama y tecendentes para situar el propio ejem-
Krishna). Leer y releer estos textos ha plo, y estas dos ideas que serán expues-
cambiado el modo en que pienso y es- tas en relación con él.
cribo teológicamente; es aquí donde ha Recientemente he tenido ocasión de
ocurrido el modesto "renacimiento estudiar el Tiruvaymoli de Nammalvar,
oriental" teológico de mi pensamiento. uno de los más importantes trabajos de
A lo largo de este ensayo pondré un los Alvar, en particular la sexta canción
único ejemplo del tercero de esos movi- del quinto libro (a la que en lo sucesivo
mientos, la tradición Srivaishnava tamil- nos referiremos como TVM 5.6)2.
sánscrito, para ilustrar dos ideas. En pri- Representa a una joven enamorada de
mer lugar, describiré la práctica de la te- Krishna; en su (aparente) prolongada
ología comparativa como la actividad ausencia, ella habla como si fuera él y
dialéctica de leer y releer la Biblia y reclama para ella sus grandes obras. Las
otros textos cristianos en un nuevo con- mujeres de la vecindad están natural-
texto formado por textos no-cristianos; mente perplejas y piensa que está loca
sostendré que esta actividad provoca un por amor. Pero su madre se da cuenta
cambio significativo en mi teología cris- de que ha alcanzado un estado de con-
tiana, incluso antes de que tenga lugar ciencia en el que su propio "yo" ha

2. Francis X. Clooney, S.J., " 'I Created Land and Sea': a Tamil case of God-Consciousness adn Its
Srivaishnava Interpretaron", Numen 35 (1988), p i. 138-159.

122
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

emergido con el de Vishnu/Krishna y ¿Ha venido el Señor de todo el saber y ha


retoma las palabras de su hija para los entrado en ella?
Pero, ¿qué puedo decir de estas cosas a vo-
perplejos vecinos como modo de cues-
sotros gentes de todo saber,
tionarles a ellos; ella insinúa que estas
sobre las cosas que ella enseña, sobre mi
palabras nos recuerdan todo lo que hija de todo saber?3.
Krishna ha hecho y puede hacer, y al
mismo tiempo, muestra qué poco ha La canción es en primer lugar una
imaginado la mujer toda la gama de p o - transformación de materiales anterio-
sibilidades de la acción divina. H e aquí res. Pertenece al género de la poesía
los primeros dos versos de los diez, amorosa de la primera literatura Tamil4,
cantados por la madre: en la que se analizan los estados de áni-
mo de una chica enamorada y (normal-
Ella dice, "yo hice el mar y la tierra, me mente) lejos de su amado. Las cancio-
convertí en mar y tierra,
nes indican los sutiles cambios de sus
sostuve mar y tierra, atravesé mar y tierra,
sentimientos amorosos y su compren-
comí mar y tierra".
sión de ellos, y dirigiéndose a o por su
¿Ha venido el señor del mar y la tierra y ha
entrado en ella? madre, amiga y vecinos, la canción pre-
Pero, ¿qué puedo decir de estas cosas a vo- senta variados matices de sus estados de
sotros gentes del mar y la tierra, ánimo y su recepción por otros. A este
sobre las cosas que ella enseña, sobre mi nivel, las canciones son clásicas, pode-
hija de mar y tierra? rosas y bonitas exploraciones de la con-
dición humana.
Ella dice, "no tengo límite a mi aprendiza-
je, me convierto en todo el saber. Pero en Nammalvar y otros Alvar el
Yo hago todo el saber, yo termino todo el modelo clásico se sitúa en un nuevo con-
saber, yo soy la esencia de todo saber. texto, resignificado para expresar direc-

3. Los versos que faltan de la canción siguen el mismo modelo de cita, pregunta y reprimenda implícita.
4. Para los antecedentes de esta poesía Tamil y su uso por los Alvar, ver el epilogo (pp. 103-169) a >i :-;-
ducción de A. K. Ramanujan de versos seleccionados de Nammalvar, Hymns for the Dr:.----¡
(Princeton: Princeton University Press, 1981) y, más extensamente, la obra de Norman Cutler S:-_—
of Experience:The Poetics afTamil Devotion (Bloomingrton: Indiana University Press, 1987).

123
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

tamente sentimientos religiosos. Aquí, el Tiruvaymoli', matizan esa canción


amor de la chica es Dios, y sus declara- cuando son escuchadas o leídas, con
ciones evocan los famosos mitos sobre ella; en algunas, los sentimientos depri-
los grandes hechos e intervenciones de midos y exaltados de la mujer son na-
Vishnu-Krishna en el mundo. El recuer- rrados en momentos cumbre, conforme
do alaba estos hechos y a Dios, y a la ella se va transformando gradualmente
yuxtaposición de ellos con su sorpren- y preparándose para la unión con
dente nuevo tipo de presencia, donde Vishna.
aquí "y°" interpela a los oyentes -los Finalmente, los comentaristas Srivai-
vecinos, el "lector"-para creer en Vishna shnava de los siglos doce a catorce, iden-
aquí y ahora, no sólo como le represen- tifican el estado de la chica con el de
tan sus grandes y pasadas acciones. Nammalvar, aunque esto no está esta-
Posteriores estratos de interpreta- blecido en las canciones; en sus comen-
ción dan a la canción un contexto aún tarios a TVM 5.6 exploran el significado
más rico. En primer lugar, el verso un- del estado más elevado de conciencia de
décimo de la canción, probablemente Dios de ella/Nammalvar. En resumen,
una adición posterior, alaba a Nammal- dan cuatro pasos interpretativos. En
var y los versos que acaba de cantar. primer lugar, sitúan la canción sobre el
Promete que aquellos que conozcan la fondo conocido de los juegos de amor
canción "serán capaces de dar culto a los de Krishna y las chicas vaqueras (gopis)
devotos de Mal (Vishnu) que tienen y sugieren que, al igual que las mujeres
gran riqueza en este mundo"; es decir, si, que bailaban con Krishna alcanzaba es-
como Nammalvar, todos los devotos tados de éxtasis de conciencia de Krish-
tienen a Vuishnu como su "yo", enton- na, también aquí la chica ha alcanzado
ces Vishna puede ser venerado en ellos. este estado de modo perfecto. En se-
Las otras nueve canciones que, con gundo iugar, recuerdan el capítulo diez
TVM 5.6, forman el Quinto Libro de del Bhagavad Gita en el que Krishna

5. Cada uno de los diez libros de Tiruvaymoli se compone de diez canciones, cada una de las cuales se
compone de once versos, el número once es una palabra en alabanza de los diez versos anteriores.

124
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

proclama su omnipresencia en una lar- ción teológica hindú. Pero eso no es su-
ga serie de afirmaciones en primera per- ficiente si estamos interesados en la teo-
sona. Perfectamente identificado con logía, y el resto de este ensayo trata
Vishnu-Krishna, Nammalvar mediante sobre la siguiente pregunta: ¿Y qué sig-
su canción, canta ese "yo" divino como nifica, si es que pudiera significar algo,
su propia identidad, yendo así más allá la canción teológicamente para el cris-
del estado de las gopis. En tercer lugar, tiano?.
criban la tradición buscando otros tex- Personalmente, la lectura de este ti-
tos en los que el narrador reivindicara la po de textos hindúes poco a poco se ha
conciencia de "yo divino", y comparan ido abriendo camino en mi visión teo-
el estado de Nammalvar con estos, co- lógica del mundo, en mi conjunto de
mo su culminación. Finalmente, usando fuentes teológicas y en el aparato de mi
citas ya empleadas por el teólogo escritura teológica. Incluso antes de mi
Vedanta Ramanuja varios siglos antes relativamente recientes esfuerzos por
en su comentario sánscrito del Uttara formular posiciones sobre el hinduís-
Mimamsa Sutras, exploran las bases mo, los textos hindúes como TVM 5.6
ontológicas de la conciencia divina en ya se habían convertido en parte del
la naturaleza real del yo eterno (atman), contexto en el que elaboro mi pensa-
y sugieren que en Nammalvar esa ver- miento; se me ocurre toda una gama de
dad ontológica se revela de modo más similitudes y diferencias cuando leo,
perfecto. Desde su punto de vista, la tanto este texto tamil como un texto
experiencia de Dios de Nammalvar cristiano que sea de alguna manera
sobrepasa a todas las demás, y todos comparable, ya sea en sí mismo o en
los textos anteriores son englobados su uso teológico. Las opiniones de
y reinterpretados como "marginales" a Nammalvar y de sus comentaristas so-
este. bre su canción se han ido gradualmente
Hasta aquí, bien. El lector puede ad- "entretejiendo" en la estructura de mi
mitir que tenemos una canción impre- reflexión cristiana, según sus palabras
sionante y una interesante interpreta- están en armonía o entran en colisión

125
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

con las palabras de la reflexión teológi- transición desde la teología textual/


ca cristiana. Sus explicaciones teológi- comparativa a una teología de las reli-
cas compiten por un lugar con las de la giones. Por otra parte, quiero defender
tradición cristiana; en mi vocabulario se que si se mantiene la secuencia, este con-
han introducido "préstamos lingüísti- texto radicalmente cambiado no invita a
cos" que debo decidir si usar o no, si una postura pluralista. Esto es así parti-
traducir o no; textos del sánscrito y del cularmente si, como The Myth of
tamil y sus modelos de explicación, han Christian Uniqueness parece sugerir, la
afectado mi modo de pensar sobre te- postura pluralista se basa en lo que
mas teológicos y sobre la vida. H e Lindbeck ha llamado en The Nature of
"aprendido" a ser incapaz de leer nada Doctrine6 el modelo "experiencial-ex-
como lo había leído antes de que me en- presivo" de religión, y es (en el mejor de
contrara con los textos de la India. los casos) ambivalente sobre el lugar y el
En general, si u n o empieza su propia valor de los textos en la religión contem-
lectura inscribiéndose así en un texto poránea. En lugar de esto,según discuti-
no-cristiano (y todo lo que esto impli- ré, el punto de partida comparativo, tex-
ca), como contexto más amplio para la tual, concluye mejor en la postura inclu-
teología, ésta se transforma incluso an- sivista. En las siguientes secciones de es-
tes de que uno decida elaborar una pos- te ensayo tomaré estos puntos en orden:
tura de "teología de las religiones". en primer lugar, cómo la teología cristia-
Quiero resaltar desde el principio que na es bíblica, y cómo la ampliación del
la secuencia es importante, y que para contexto afecta a la lectura de la Biblia;
algunos de nosotros, al menos, la teolo- en segundo lugar, cómo se puede trazar
gía de las religiones viene sólo después, el camino desde una teología comparati-
a partir de la experiencia de leer prime- va al inclusivismo; en tercer lugar, cómo
ro los textos de otros. Entonces, después el pluralismo resulta inadecuado desde
de la lectura comparativa, se hace una la perspectiva textual-comparativa.

6. Lindbeck. pp. 16,31-32.

126
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

LA T E O L O G Í A CRISTIANA, sus vidas y comprender la realidad...


LA BIBLIA, Y LA A M P L I A C I Ó N Los procedimientos exegéticos tradicio-
DEL C O N T E X T O 7 nales ... asumen que la Escritura crea su
propio campo de significado y que la la-
La relación de las religiones del
bor interpretativa es extenderlo a toda la
mundo con la teología es inseparable de realidad" (p. 117). Lindbeck aboga a lo
la actitud ante la propia teología, y en largo de todo el libro por una compren-
particular ante la relación de la teología sión de la teología coherente, como reto
con la Biblia. Desde mi punto de vista que toma en serio el lenguaje renun-
- y este punto es muy importante- una ciando a conceder prioridad a un mun-
característica necesaria de la teología do de experiencia ideal, pre-verbal. En
cristiana es que es una teología bíblica, lugar del modelo "expresivo-experi-
una teología que se mueve en los már- mental", que ve la religión como expre-
genes establecidos por la Biblia, articu- sión de experiencias que preceden y so-
lando el mundo como un mundo cons- brepasan al lenguaje, y que son luego
tituido por la Biblia. The Nature of verbalizadas de modos variados por
Doctrine, de George Lindbeck, presta gentes diferentes y en distintas culturas
una considerable atención a esta idea, y (p. 31), Lindbeck aboga por un modelo
expone el punto fundamental de modo "cultural-lingüístico", según el cual "el
sucinto: "Para aquellos que están empa- énfasis se ponga en aquellos aspectos en
pados en [escritos canónicos, escritu- los que las religiones se parecen a len-
ras], ningún mundo es más real que el guajes con sus correspondientes formas
que ellas crean. U n mundo escriturístico de vida y así, son similares a las culturas
es, por tanto, capaz de absorber al uni- (en la medida en que estas son com-
verso. Proporciona la trama interpreta- prendidas semióticamente como siste-
tiva en la que los creyentes buscan vivir mas de valor y realidad -esto es, como

7. La siguiente discusión no introduce el complejo tema de cómo la tradición afecta, tanto a nuestra lec-
tura de la Biblia como a nuestra valoración del mundo contemporáneo; sin embargo, las afirmaciones
de Lindbeck y Kelsey sobre la "comunidad" interpretativa, sirven como base para un tratamiento mis
completo de cómo la tradición de la comunidad (incluso la "Tradición") afecta a su lectura.

127
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

expresiones para la construcción de la tan todos sus significados particulares.


realidad y la vivencia de la vida)... el mo- Pero esto no es para determinar por
delo lingüístico-cultural es parte de una adelantado lo que esas religiones signi-
perspectiva que pone la fuerza en el gra- fican, y esto no favorece la pregunta,
do en que la experiencia humana es for- ¿deberíamos prestar atención a esas re-
jada, modelada, y, en cierto sentido, ligiones? Porque si nos centramos en el
constituida por formas ligüísticas y cul- aspecto textual del tema, y si recorda-
turales" (pp. 17-18, 34). mos que la Biblia define el mundo en el
La perspectiva textual de Lindbeck que estos otros textos son escritos, oí-
destaca una particular forma de la para- dos y leídos, entonces debemos leer es-
doja cristiana, que la teología debe tas religiones en el contexto de la Biblia,
mantener cuidadosamente: la totalidad y releer la Biblia con estas religiones y
del mundo es el lugar de la historia de la sus textos, como parte de su contexto.
acción salvadora universal de Dios, y De hecho, este punto de partida bíblico
aún así, el canon de textos conocido co- descarta la idea de que existe algo "fue-
mo Biblia es el lenguaje privilegiado, ra" del cristianismo. Si la Biblia consti-
particular, de esta salvación e interpre- tuye el mundo, este es un mundo que
tación. Aunque nuestra fe se refiera a no tiene un exterior, que no tiene un lu-
una realidad que no es "meramente" un gar más allá de él. Desde el principio,
producto del lenguaje, sin embargo, los no-cristianos están ya dentro del
para el cristiano está constitutivamente mundo bíblico, cristiano; los cristianos
modelada por la Biblia. tienen que "leer" a los no-cristianos
Abogar por esta extensión universal dentro del horizonte cristiano.
del horizonte bíblico es un importante Esta lectura es un complejo proceso
paso que hay que dar; desde el comien- imaginativo y creativo. David Kelsey
zo, y en fe, se engloba otras religiones, nos ha mostrado en The Uses of
se alteran sus referencias, y se las inscri- Scripture in Recent Theology* que la
be en el contexto cristiano, y así se afec- lectura de la Biblia, fuente de la teolo-

8. David Kelsey, The Uses of Scñpture ¡n Recent (Philadelphia: Fortress, 1975).

128
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

gía, es una actividad compleja. Incluso a su vez, guía la lectura posterior de la


si se acepta que la teología debe basarse Biblia (p. 205). Así, las construcciones
en la Biblia, lo que esto significa no es- teológicas y comunitarias de teología
tá de ninguna manera claro. N o hay una basada en la Biblia son esencialmente
única forma, infalible y decisiva, en la creativas, incluso aunque sean perma-
que todos los teólogos puedan compro- nentemente actos de lectura. La Escri-
meterse con un tipo de teología bíblica; tura sirve para establece límites - p e r o lí-
es más, hay razones de peso por las que mites dentro de los cuales la naturaleza
la diversidad debe siempre caracterizar de Dios y el mundo puede ser construi-
la situación. da de formas irreductiblemente plurales
Porque la teología no se deduce de la (p. 196). Así, la adhesión a la Biblia co-
Biblia, como si estuviera ya "allí" de una mo punto de partida n o exime de la ne-
forma latente. Más bien, es un proceso cesidad real de leerla; ni es simplemente
interpretativo circular, en el que una co- un punto desde el que partimos; ni la in-
munidad cristiana forma sus valores de sistencia en que el mundo ha de ser en-
acuerdo con una lectura creyente de la tendido según la Biblia nos exime de la
Biblia, mientras al mismo tiempo apren- necesidad de "leer el mundo".
de, tanto a identificar en la Biblia los pa- Es dentro de este círculo hermenéu-
sajes clave que hay que leer, como a lle- tico creativo de actos de lectura, nunca
gar a un consenso sobre lo que esos pa- totalmente determinado, donde se ins-
sajes significan para esa comunidad 9 . La criben los textos de otras religiones, por
lectura selectiva de la Biblia proporcio- un proceso igualmente imaginativo y
na una gama de imágenes que lleva a la necesariamente indeterminado, que a su
construcción de la metáfora radical, que vez, afecta a la lectura de la Biblia y a las

9. La comunidad por tanto establece lo que Kesley, que lo toma prestado de Robert C. Johnson, I lar— =
más técnicamente un discrimen:"una configuración de criterios que están de algún modo relacionases
orgánicamente entre sí como coeficientes recíprocos" (p. 160), mediante los cuales la comunidad ta _ -
to justifica como critica su situación actual (p. 159-160). Este discrimen es identificado por una co~_-
nidad por su juicio imaginativo sobre "cómo caracterizar el modo en el que Dios está presente e---í
los creyentes" (p. 160).

129
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

opciones teológicas que se hacen en re- En primer lugar, podemos recordar


lación a ella y a las religiones. Así, la to- la advertencia de Schwab de que nues-
ma de conciencia de que se deben incluir tra cultura ha sido influenciada ya y de
estos otros textos en el propio mundo modo irreversible por las realidades
bíblico, nunca resulta en una postura fi- orientales. Nuestra tradición está sien-
nal sobre cómo usar esos textos, o sobre do leída ahora de modo diferente, y los
lo que éstos o las religiones de las que textos nuevos están siendo escritos de
surgen, significan definitivamente. modo diferente. La misma configura-
Este acto de lectura circular ocurre ción de nuestras disciplinas modernas,
con anterioridad e independientemente incluyendo la teología, se debe en parte
de la demanda, (a veces confusa), de que a esta recontextualización en este mun-
los textos de otras religiones merecen do más amplio; p o r tanto, el significado
ser leídos porque son revelatorios. N o de la creencia de que la Biblia informa el
quiero polemizar aquí a favor o en con- mundo, conlleva otros matices de signi-
tra de esta pretensión, ni siquiera hacer ficados distintos de los que era posible
conjeturas sobre lo que podría signifi- considerar antes de que el Sánscrito y
car. Más bien, sugiero simplemente que otras lenguas llegaran a Occidente. Es
no necesitamos hacer una afirmación simplemente demasiado tarde, varios
tan espectacular para poder reconocer siglos, para intentar leer la Biblia aparte
que estos otros textos son el contexto de las religiones del mundo y sus textos.
más amplio de la Biblia y, por tanto, ser En segundo lugar, la noción de lo
capaces de cambiar el modo en que se clásico10 de David Tracy nos ayuda a en-
lee la propia Biblia. H a y otras razones tender cómo grandes textos, incluyen-
más modestas que la demanda de múlti- do los de las religiones del mundo, pue-
ples revelaciones, que podemos p r o p o - den influirnos profundamente - p o r q u e
ner para esta contextualización; quiero son clásicos, "textos, hechos, imágenes,
sugerir ahora, como ejemplo, tres de es- personas, rituales y símbolos que son
tas razones. asumidos para revelar posibilidades de

10. David Tracy, The Analogical Imagination (NY: Ci road, 1981).

130
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

significado y verdad permanentes" (p. Dios, dioses y diosas, la realidad última,


68). Los datos de la lectura nos dicen que la creación del mundo, la muerte, el pe-
podemos identificar correctamente tex- cado y la salvación, etcétera. Sus formas
tos escriturístos y teológicos hindúes, específicas provocan interesantes com-
como el Tiruvaymoli, como verdaderos paraciones literarias; su uso es también
clásicos, y que podemos hacerlo sin interesante, dado que, como la Biblia,
mucho riesgo teológico; el efecto está son usados en el culto, el canto, la vene-
ahí incluso antes de que sepamos cómo ración; los creyentes viven y mueren
explicarlo. Leer estas obras en Sánscrito con esos textos, y los teólogos constru-
y Tamil con sus grandes comentarios, yen teorías sobre su inspiración y auto-
nos exige y nos revela nuevas posibili- ridad. N o soy de la opinión de que estas
dades, cuyo alcance no disminuye con aparentes similitudes son hechos segu-
la relectura. Leer estos textos con men- ros que debemos aceptar sin análisis
te abierta influye en el modo en que más profundos; cualquiera de estos
leemos nuestros propios clásicos, inclu- puntos comparables, revelarán con un
yendo la Biblia; una vez que leemos análisis más detenido multitud de dife-
tales textos, se hace difícil evitar que rencias y complicaciones que alteran y
influyan todo nuestro pensamiento teo- modifican la aparente comparación pri-
lógico. Pero aquí especialmente, la mera, y en ocasiones hace difícil incluso
comprobación está en la lectura. N o es recordar lo que se estaba comparando
posible resumir el provecho que se o b - en primer lugar. Pero las invitaciones a
tiene al leer el Tiruvaymoli; que hay la comparación están ahí, y pueden ser
mucho que ganar simplemente debe evaluadas sólo considerándolas caso por
afirmarse. caso y texto por texto. Para hacer esto,
se deben leer y releer los textos bíblicos
En tercer lugar, cuando leemos los
comparados de m o d o provisional.
textos encontramos razones adicionales
para seguirse ocupando de ellos; contie- Antes de que se construya una teo-
nen muchas invitaciones a lecturas logía de las religiones sobre la base de
comparativas, al tratar de u n abanico de tal lectura comparativa, necesitamos
importantes tópicos teológicos como preguntar lo que realmente ocurre en .1
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

lectura comparativa. Sugiero, una vez Wheelwright12 ha descrito la metáfora


más, que podemos responder a esto con como un acto de "lenguaje en tensión"
un mínimo de fuegos artificiales teoló- por el cual "el hombre avanza a tientas
gicos, simplemente resaltando lo que para expresar su compleja naturaleza y
ocurre cuando textos de cualquier tipo su sentido del complejo mundo... busca
son leídos y releídos juntos, como con- y crea formas figurativas... que darán al-
texto unos de otros. guna pista, siempre insuficiente en últi-
Contextualizar, leer el Texto propio" mo término, de los turbulentos estados
paralelamente con otros textos es crear de ánimo que hay dentro de él y el tur-
nuevos significados. Los significados bulento mundo de cualidades y fuerzas,
establecidos, simples o complejos, se ex- promesas y amenazas, que hay fuera"
tienden a través de yuxtaposiciones no (p. 46). Wheelwright presta especial
buscadas previamente. Algo puede cam- atención al acto de yuxtaposición inten-
biar del significado primero indepen- cional y creativo: "Lo que realmente
diente del Texto propio, incluso distor- importa en una metáfora, es la profun-
sionarse o perderse, mientras que nue- didad física en la que las cosas del mun-
vos significados, no pretendidos por el do, reales o imaginarías, son transmu-
autor, suceden al lector. A la inversa, los tadas por la imaginación. El proceso
propios elementos del contexto nuevo transmutativo que supone, puede ser
más amplio, experimentan un ajuste si- descrito como movimiento semántico;
milar en su significado, y comienzan cuya idea está implícita en la propia pa-
también a tener un significado diferente. labra 'metáfora', ya que el movimiento
Un enfoque útil de esta transforma- (phora) que el mundo connota es una
ción es afirmar que por la relectura en noción semántica -el doble acto imagi-
un nuevo contexto, se extiende, se trans- nativo de alcanzar y asociar que esen-
forma la "metáfora" cristiana. Philip cialmente marca el proceso metafórico"

I I. Ocasionalmente usaré Texto en mayúscula para indicar el texto central, para el que los otros son con-
texto.
12. Philip Wheelwright, Metaphor and Reality (Bloomington: Indiana University Press, 1962).

132
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

(pp. 71-72). Esta transmutación sucede Estoy crucificado con Cristo;


p o r "epiphora" y "diaphora", "el uno y ya no vivo yo,
referido al alcance y la extensión de sig- es Cristo quien vive en mí;
y la vida terrena de ahora
nificado por la comparación, el otro a la
la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que
creación de un nuevo significado por
me amó y se entregó por mí.
yuxtaposición y síntesis" (p. 72).
La dinámica de este proceso metafó- La yuxtaposición es hasta cierto
rico nos ayuda a comprender mejor el punto predecible, porque ambos textos
proceso de teología comparativa como hablan de la transformación de la iden-
un original esfuerzo, a propósito arbi- tidad, la "sustitución" del " y o " humano
trario, que es, no obstante, realmente por el divino. En ambos textos Dios
creativo de resultados teológicos per- viene, y la transformación resultante es
durables. P o r ejemplo, supongamos total, aunque no necesariamente accesi-
que elegimos comparar la descripción ble o inteligible a los que no tienen fe.
de la chica de Nammalvar en el estado En ambos casos se considera que las pa-
de conciencia de Dios, con la descrip- labras de la persona transformada reco-
ción de San Pablo de la transformación gen la experiencia y la hacen asequible
de la propia identidad en Cristo: para nosotros.
Pero la yuxtaposición es todavía ar-
TVM 5.61
bitraria; para algunos, es sin duda dis-
El dice,
Yo hice el mar y la tierra,
corde. El especialista paulino puede pa-
me convertí en mar y tierra, sar inmediatamente a excluir cualquier
yo sostuve mar y tierra, forma de panteísmo o divinización lite-
yo atravesé mar y tierra, ral en el texto de Pablo, y es probable
comí mar y tierra, que destaque la raíz histórica de la ex-
l Ha venido el Señor de mar y tierra periencia de Pablo en la muerte y resu-
y ha entrado en ella?
rrección de Cristo. La teología indolo-
Gal 2, 19-20 gista o srivaishnava puede apresurarse i
Por la ley he muerto para la Ley señalar que la afirmación sobre la trans-
para poder vivir para Dios. formación de Nammalvar es mediad i

133
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

por un género literario diferente y bas- do en la muerte y resurrección de


tante más complejo, y que la afirmación Cristo; obliga a una reconsideración de
teológica realizada es mayor que la de los otros tipos de transformación que
Pablo, más cercana a afirmaciones reali- los comentaristas han explorado. Si el
zadas sobre la identidad divina de texto de Gálatas introduce un tipo de
Cristo.' 3 La crítica literaria puede repa- posesión de Dios que no se encuentra
rar primariamente en los diferentes esti- en la tradición hindú hasta ahora, en-
los de los textos y cuestionar la adecua- tonces el juicio teológico del y o (atman)
ción estética de su yuxtaposición. hecho por Ramanuja, también requiere
Tales objeciones (y hay más) necesi- una nueva evaluación para ver si puede
tan ser reconocidas, dado que no hay dar cuenta de la nueva realidad.
razón para ocultarlas; en efecto, sólo si D e igual modo, TVM 5.6 constituye
los dos textos no están diciendo la mis- un nuevo contexto en el que el texto de
ma cosa del mismo modo, puede ser Pablo puede ser releído y repensado.
comparados de alguna manera. Pero si Proporciona otro ejemplo de u n huma-
las similitudes o diferencias son enfati- no que declara algún tipo de identidad
zadas, la tensión creada por la lectura con Dios, aunque de un modo que es
simultánea de los textos intensifica el tanto estilísticamente, como en lo que se
significado de ambos textos y crea posi- refiere al contenido, bastante diferente.
bilidades teológicas hasta ahora impen- Explora, a través de la reacción implíci-
sables. Por ejemplo, la comparación ta de las vecinas, las posibles respuestas
añade a la tradición de TVM 5.6 un nue- del lector a la persona transformada en
vo tipo de transformación del " y o " no unión con Dios, y la pregunta pueden
explorada previamente por los comen- entonces dirigirse a los propios gálatas,
taristas; surge la cuestión de la historia y y a posteriores lectores de la carta. Del
la posibilidad de otro tipo de transfor- mismo modo, surgen temas de funda-
mación, como un acontecimiento basa- mentos metafísicos, y el lector de

13.Ver Francis X. Clooney, S.J., "Divine Word, t-Ujman Word in Nammalvar", In Spirit and ¡n Truth, ed.
Ignatius Viyagappa (Madras: Aikiya Alayam, n.d.), pp. 155-168.

134
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

Gálatas es cuestionado sobre su punto vas fuentes para la relectura de la tradi-


de vista filosófico en relación al yo a que ción Cristiana, incluso antes de que se
se puede pensar que se refiere Pablo. elabore cualquier teología explícita de
Otras dos cuestiones deben perma- las religiones.
necer sin respuesta. En primer lugar, ¿a Sin embargo, es posible trazar un ca-
qué conclusiones llegará el lector de los mino desde la teología comparativa a la
textos yuxtapuestos? Aunque la lectura teología de las religiones, y, aunque el
no es arbitraria, y la responsabilidad ha- camino hacia la teología de las religio-
cia los textos como fueron escritos es nes también puede tener fuentes filosó-
real, los contornos precisos de cual- ficas o misionero-dialógicas, limito aquí
quier lectura adecuada provisional sólo mi atención a una descripción provisio-
pueden identificarse después de la lec- nal de la teología de las religiones como
tura, por el teólogo que lee. En segundo surge de la teología comparativa discu-
lugar, ¿qué ocurrirá a este lector mien- tida hasta aquí.
tras los textos son espiritualmente asi- Semejante teología de las religiones
milados, mientras se interioriza la com- sigue reproduciendo la actividad dialéc-
paración? Aunque no sea completa- tica de la lectura, por la cual lo "nuevo"
mente subjetivo, el acercamiento con- es leído en, y dentro, del contexto de
templativo debe permanecer más allá de nuestro Texto original, la Biblia, y se-
los límites de este ensayo. gún las reglas p o r las que construimos y
leemos un mundo en términos de la
DE LA T E O L O G Í A COMPARATIVA Biblia. Sigue conservando la distinción
AL INCLUSIVISMO entre este Texto y su nuevo contexto (o
contextos), entre el mundo como bíbli-
Hasta aquí he sostenido que la lectu- camente inscrito y los textos de otras
ra comparativa es necesaria si se acepta religiones como se leen ahora en ese
la idea de que no hay nada fuera del mundo y junto con ese Texto. C o m o
" m u n d o " bíblicamente constituido, y otros actos de yuxtaposición metafóri-
que TVM 5.6 e innumerables textos co- ca, esta lectura crea un nuevo nivel ce
mo él pueden convertirse en producti- significación para los textos no crism-

135
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

nos, y puede haber por esa razón dis- es puramente una construcción basada
torsiones, así como amplificaciones de en los esfuerzos interpretativos de un
sus significados originales. Del mismo lector particular.
modo, los significados nuevos estarán La teología de las religiones así des-
formados por la Biblia y los sistemas te- crita, se aproxima mucho a la postura
ológicos escritos desde ella, significados inclusivista que, como D'Costa ha des-
que surgen sólo debido a la yuxtaposi- crito resumidamente, "afirma la presen-
ción con los textos no cristianos. Como cia salvífica de Dios en las religiones no
otros actos de lectura totalmente com- cristianas, manteniendo a la vez que
prometida, esta teología omite sólo lo Cristo es la definitiva y autorizada reve-
ilegible y lo indescifrable, e incluso esto lación de Dios"14. La insistencia inclusi-
es preservado para el día en que pueda vista de que la salvación es en Cristo só-
ser entendido. Nunca está completa y lo, y sin embargo es umversalmente ase-
nunca destilada en una sola expresión, quible, es una doble afirmación confusa
porque sus textos y contextos están do- que, si simplemente se afirma, puede su-
tados de una inagotable abundancia de gerir incoherencia. Con todo, en el con-
significados, y porque, como sugiere texto de la dialéctica de la lectura y la
Kelsey, la lectura teológica de textos sa- significación extendida, esta compleji-
grados siempre será una actividad ima- dad aparece como parte de su vitalidad.
ginativa y creativa. Por último, excluye Esto ni abandona su punto de partida
todas las posturas y propuestas que hi- en la fe y en una visión de la totalidad
cieran imposible esta relectura, esta del mundo en Cristo, ni imagina a ese
nueva significación y esta creatividad; mundo en una forma estrecha, que en la
por ejemplo, rechaza la posición de que práctica escindiría el Texto del contexto
los textos pueden ser sustituidos, sin de- que crea. Los inclusivistas insisten tanto
jar resto, por una fórmula doctrinal de en la salvación en Cristo sólo, como en
sus significados, y también la postura la verdadera universalidad de la salva-
según la cual el significado de un texto ción, del mismo modo que los teólogos

14. Gavin D'Costa, Theology and Religious Pluralism ':Basil Blackwell, 1986), p. 80.

136
LEER EL M U N D O EN CRISTO

comparativos insisten en leer de un lado sivismo, que no empieza con afirmacio-


a otro, del Texto al contexto, en el acto nes sobre otras religiones, la visión de
de amplificación creativa de lo que ya se los de dentro sobre los de fuera. N o se
ha "escrito" desde el principio. preguntan inmediatamente preguntas
Una apropiación inclusivista de como "¿Realmente TVM 5.6 dice algo
TVM 5.6 comienza, por supuesto, con importante que yo no habría aprendido
la lectura del texto; presta atención al ri- de la tradición cristiana?, ¿Es tan bueno
co grupo de contenidos y a los estratos como Gálatas?, ¿es revelatorio?" Mas
de significación descritos antes -la chi- bien, el inclusivista pregunta primero,
ca, las chicas vaqueras, el Yo eterno, el "¿Qué es diferente en Gálatas después
décimo capítulo de la Gita, Nammalvar,
de que uno ha leído TVM 5.6} Y, si he-
y la respuesta ideal de la comunidad cre-
mos leído la Biblia antes, y antes hemos
yente. Es decir, el lector inclusivista no
aprendido a escribir como cristianos,
reemplaza este texto por una abstrac-
¿qué efecto tiene esto entonces en mi
ción como "los textos sagrados del
lectura de TVM}". Al ir leyendo de un
mundo" o "la experiencia hindú de lo
eterno", ni analiza el texto en fragmen- texto a otro, los significados se amplifi-
tos manejables como la chica o el Yo o el can de formas nuevas que no habrían si-
diálogo con los vecinos. Más bien, el do posibles en una primera o segunda
texto, sus múltiples riquezas literarias y lectura comparativa. Gradualmente, el
sus posibilidades teológicas, están ahora texto no cristiano es "transcrito" den-
todas incluidas en el conjunto de los re- tro del lector, que lo incluye en una ar-
cursos teológicos cristianos. Sin embar- ticulación nueva y transformada de su
go, el inclusivista no confunde la can- identidad básica cristiana.
ción de Nammalvar con la Biblia, que Este inclusivismo incluye un acto
sigue siendo el Texto que forma el pen- evaluativo decisivo que no hay que des-
samiento inclusivista y el mundo en el preciar. La aceptación inclusivista del
que el o ella vive y lee. papel de la Biblia en la construcción del
La distribución del tiempo es, por mundo, indica con bastante claridad
tanto, importante en este tipo de inclu- que él o ella no va a adoptar un punto

137
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de vista hindú - e n el análisis final no va la aprobación, incluso de aquellos que


a ver el mundo como articulado por un no aceptan la autoridad de las escrituras,
texto hindú, no va a hacer a un texto pueden algunas veces ser defectuosos,
como el TVM 5.6 central y a la Biblia pobremente razonados o pobremente
periférica. El inclusivista admite todo expresados. Tales errores no se corrigen
esto, y reconoce que los hidúes y otros simplemente apelando a la autenticidad
leen el mundo a través de sus textos y de la mayor profundidad de las expe-
riencias religiosas propias, o mediante
que no estarían de acuerdo con esta am-
un lamento sobre las limitaciones del
plia postura inclusiva, porque su ampli-
lenguaje; si hay errores deben ser reco-
tud es específicamente, literariamente
nocidos y designados como tales. Pero,
inclusiva-en-Cristo. El inclusivista sim-
dado que ocurren tanto dentro como
plemente está en desacuerdo con el hin-
fuera de la tradición cristiana, su exis-
dú en este aspecto. Si esto es funcional-
tencia no favorece ni daña decisivamen-
mente el equivalente a denegar a textos te la postura inclusivista. Y en todo caso,
como Tiruvaymoli el estatus de revela- tales valoraciones de error dependen de
ción y obstruir así las posibilidades de una análisis que procede texto por texto
sus significados originales, es, sin embar- y no puede ser adivinado previamente.
go, una negativa que sólo descansa en el
Las demandas de la chica de TVM
hecho de que uno ya ha "leído el mundo
5.6 no son directamente falsificables,
bíblicamente", y no en un juicio de que dada la naturaleza intrincada y literaria
Tiruvaymoli sea inmoral, menos bello de su proceso comunicativo y el tipo de
que los textos bíblicos, menos razonado, discurso indirecto implicado. Dado el
menos éticamente matizado, etcétera. tipo de expansión mediante comenta-
Pero el inclusivista reconoce que son rios intra comunitaria y en fe, incluso la
posibles adicionales, afirmaciones eva- elegantemente razonada elaboración
luativas o pretensiones de verdad parti- del comentarista de cómo Vishnu está
culares, y que las creencias religiosas, en el yo y cómo la experiencia de
cuando se formalizan como argumen- Nammalvar sobrepasa todos los ejem-
tos razonados encaminados a imponer plos anteriores de "conciencia divina",

138
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

no ha de ser considerada falsa. Puesto do 16 , no es tarea fácil explicar la natura-


que los comentaristas no transponen las leza y función de las afirmaciones doc-
poderosas afirmaciones de Nammalvar trinales de las comunidades religiosas, y
y las suyas propias a la prosa del dog- hay que realizar un trabajo previo antes
ma -esto es, respecto a TVM 5.6 no de que podamos ni siquiera estar segu-
hacen afirmaciones del tipo "Vishnu es ros de que existe u n conflicto entre las
el creador de la tierra y el mar", o doctrinas de dos comunidades. En mu-
"Vishnu habita en N a m m a l v a r " - no se chos casos, una actitud más general de
puede ir mucho más lejos en juzgar la que todo existe en Cristo y de que no
verdad de sus posturas en relación a es- todo lo que la gente religiosa dice es
ta canción. verdad, bastará como lo más que nece-
Pero si hubieran ido más lejos, el in- sita decir el lector crítico inclusivista.
clusivista estaría obligado a rechazar
una afirmación que apunta a un "fuera" PLURALISMO, LENGUAJE
del mundo bíblicamente inscrito. N o Y RELIGIONES
hay lugar en el contexto cristiano para
Vishnu como hacedor del mar y la tie- Ahora es posible, por fin, comentar
rra, ni para la experiencia de ser inspira- The Myth of Christian Uniqueness y la
do por Vishnu como un dios que es di- defensa del pluralismo ofrecida en él17.
ferente al Dios cristiano 15 . Incluso así, Debemos agradecer el repetido recor-
uno todavía querría ser muy cauto a la datorio del libro de que la cuestión de la
hora de hacer tales juicios dado que, co- pluralidad de las religiones es una de las
mo William Christian nos ha mostra- más importantes a la que se enfrentan

15. Presentar el caso inclusivista en su forma más difícil. Evito aquí, por supuesto, las obvias estrategias
de ecuación por las que uno puede ver a Vishnu como "realmente" Cristo, etcétera. Estas estrategias
son seguidas en el hinduismo como en el cristianismo.
16. Christian, Doctrines of Religious Communities.
17. Para mi anterior tentativa de juicio global de la postura pluralista y para varios comentarios sobre
The Myth of Christian Uniqueness, ver Francis X. Clooney, S.J., "Christian and World Religions: Religión,
Reason and Pluralism", Religious Studies Review 15.3 (Julio 1898), pp. 197-204.

139
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

los cristianos y no cristianos hoy, y que un tránsito demasiado rápido desde el


esta cuestión no es separable de otras hecho del pluralismo religioso hoy a la
preguntas básicas relacionadas con el lu- adopción de u n punto de vista teológi-
gar y el papel del cristiano en el mundo co pluralista, como si ése fuera la res-
de hoy. Ciertamente, no debemos ni puesta razonable después de que uno se
perpetuar ni tolerar actitudes de supe- da cuenta de que hay muchos no cris-
rioridad religiosa tales como haber san- tianos en el mundo. Me parece que hay
cionado los males del colonialismo, la una variedad de caminos para tratar la
opresión y la condescendencia. Aplaudo situación pluralista con seriedad, inclu-
también la amplia e imaginativa visión yendo (espero) el enfoque que he ofre-
del libro y su sentido de que están te- cido aquí. El "alejamiento pluralista de
niendo lugar desarrollos verdaderamen- la insistencia en la superioridad o finali-
te nuevos en la auto-compresión de la dad de Cristo, hacia un reconocimiento
iglesia; comparto la idea de que la teolo- de la validez independiente de otros ca-
gía cristiana requiere una reescritura ex- minos" (p. viii) es uno de los más discu-
tensa para inscribir en ella una lectura tibles, sensacionales e innecesariamente
permanente, seria y transformativa de tajante de estos caminos.
los textos no cristianos. Quisiera, sin embargo, ir desde ese
Mi problema con el libro sucede a descontento general a otro más básico
dos niveles. El primer lugar, parece asu- que apunta a una sutil actitud generali-
mir una serie de datos que requieren de- zadora en estos ensayos, a saber, la am-
mostración. Por ejemplo, no creo que bivalencia pluralista sobre el valor del
los autores hayan mostrado que el in- lenguaje y, en consecuencia, sobre la
clusivismo está intrínsecamente ligado función de los textos en general y de la
con actitudes y prácticas de domina- Biblia en particular. Los ensayos dan la
ción, o que el pluralismo es una conse- impresión de que el lenguaje es secun-
cuencia necesaria de tomar en serio las dario en relación al mundo y a la expe-
religiones y los problemas contemporá- riencia humana. Su horizonte depende
neos de justicia. Así también, y a pesar de una relación "lenguaje-mundo" que
de su extensión y variedad, el libro hace considera el lenguaje como un fenóme-

140
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

no en el mundo, un fenómeno que, nes, especialmente la verbal. Tirr_: .tr. -.


cuando se le da demasiada importancia, lenguaje sobre Dios. En la partí 1 i.
más divide que contribuye a la solidari- puente teológico-místico) el arrumen::
dad humana. El libro, por tanto, invier- pluralista es que nuestro lenguaje sobre
te la perspectiva "lenguaje-mundo", "Dios", aunque no es reductible a expe-
"Biblia-mundo" que he esbozado. riencias dentro de la historia, es siempre
El motivo de los tres puentes (histó- un esfuerzo sólo provisional, siempre
rico-cultural, teológico-místico y ético- inadecuado, por articular nuestra expe-
práctico) usado para estructurar la obra, riencia de un Misterio más grande, ine-
dibuja un mundo que está constituido fable, al que diversos individuos y co-
por las experiencias de varias culturas y munidades han buscado a tientas por di-
los individuos de esas culturas. Las par- ferentes medios y palabras (Ver mi co-
tes 2 y 3 (histórico-cultural y ético- mentario sobre el ensayo de Samartha,
práctica) indican que la particularidad más abajo). Las palabras, incluyendo las
de las religiones es, en gran parte, pro- sagradas, contribuyen en nuestra vida a
ducto de sus historias como parte de ex- comprender el mundo, pero no lo cons-
periencias comunitarias y personales; tituyen; no hay lugar aquí para el papel
las teorías de la unicidad son extrapola- constitutivo del mundo que, según lo
ciones inadecuadas de anteriores descu- apuntado por Lindbeck, tiene la Biblia.
brimientos de identidad tribales. A la Obviamente, la postura pluralista
inversa, el reconocimiento hoy de la implica quitar énfasis al papel de los tex-
triste historia de los conflictos de esas tos en el encuentro entre las religiones.
experiencias compitiendo entre sí por la Aunque muchos de estos autores son
supremacía, se ha combinado con una cualificados exegetas e instruidos en más
conciencia más aguda de los problemas de una tradición, su articulación de la
globales, y esta combinación constituye postura pluralista, aquí al menos, tiene
una nueva fuente de experiencias huma- lugar sobre la base de los problemas del
nas compartidas, que demanda priori- mundo y la experiencia mística, y estos
dad sobre antiguas fronteras y divisio- considerados como bastantes diferentes

141
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de la lectura de los textos. La Biblia es sión expresivo-experimental de la reli-


citada por muchos autores, pero en la gión. Aquí, sin embargo, quiero expre-
mayoría de los casos (siendo Yagi la ex- sar, mediante dos comentarios más li-
cepción) sirve en gran medida como mitados, mis dudas sobre la ambivalen-
apoyo para razonamientos hechos por cia del modelo pluralista hacia el len-
otros motivos. Gordon Kauffman ex- guaje y el texto.
plica este punto mediante su aparente 18 En primer lugar, la postura pluralista,
descripción de revelación en relación con sus aserciones bastante definitivas
principalmente con las garantías y auto- sobre cómo ninguna religión es absoluta
ridad de los propios argumentos (desa- y cómo hay un Rubicón que cruzar, me
rrollados de otro modo) (p. 12). Ningún resulta necesariamente incómoda con las
texto no cristiano es tratado en profun- ambigüedades creativas que acompañan
didad por ninguno de los autores. Esto la lectura de grandes textos. Ilustraré
no es debido, parece, simplemente a los este punto haciendo referencia al artícu-
límites necesarios de espacio en un libro lo de Stanley Samartha, "The Cross and
de este tipo, sino más bien al marco ex- the Rainbow" [la cruz el Arco Iris (pp.
perimental y filosófico de los autores de 69-88), porque estoy más familiarizado
la cuestión pluralista como teoría sobre con el contexto indio que con otros, y
un "otro" (abstracto) o sobre el "otro", porque Samartha es particularmente
al que se acercan en un encuentro " y o - claro e insistente en su argumento de la
tu" en último término (y, en la actuali- importancia del Misterio y las limitacio-
dad) inefable. nes de la razón y el lenguaje.
Más arriba en este ensayo, he indica- El centro de su argumento, en las pá-
do mi preferencia por una postura más ginas 75 a 78, puede resumirse de la si-
cercana al modelo cultural-lingüístico guiente forma: en encuentro con el
propuesto por Lindbeck, y comparto Misterio es el corazón de toda religión;
sus dudas sobre la idoneidad de la vi- el Misterio va más allá de la mera razón

18. Aunque no lo hace explícito, sin embargo, se asume que la caracterización general del cuarto punto
de Kaufman del "esquema categórico" cristiano, (p. 10) es bíblicamente derivado.

142
LEER EL M U N D O EN C R I S T O

y, "el racional no es el único camino mos el valor del lenguaje y la razón.


para hacer teología" (p. 75); las religio- Aunque también desapruebo que es
nes son las respuestas de diferentes pue- "lancen" textos-prueba, la resuelta (in-
blos y culturas al Misterio; esas res- cluso asombrosa) afirmación de
puestas son necesariamente locales, li- Samantha de que la pluralidad de escri-
mitadas; "la naturaleza del Misterio es turas es un hecho ni siquiera sujeto a
tal que cualquier pretensión de parte de discusión puede, de hecho, fomentar
una comunidad religiosa de tener cono- ese tipo de competición de "Olimpia-
cimiento exclusivo, único o final, se ha- das escriturísticas". En cuanto a la no-
ce inadmisible" (p. 77); las escrituras no ción de una participación en la palabra
pueden usarse para demostrar la supe- sagrada que no sea "a través del enten-
rioridad, y los textos no deberían usar- dimiento", puede haber o haber habido
se para "lanzárselos" unos a otros; en ritualistas que actúen así, pero encuen-
efecto, "la pluralidad de escrituras es un tro imposible conectar u n p u n t o de vis-
hecho que hay que aceptar, no una n o - ta tan curioso con las tradiciones teoló-
ción a discutir" (p. 78); en cualquier ca- gicas de Mimamsa, Vedanta y Srivaish-
so, los hindúes y los budistas, que dan navism que estudio. Me pregunto (en
mucha más prioridad a lo oral que a lo voz alta) si Samantha no está hablando
escrito, participan de la palabra sagrada sobre el neo-hinduísmo, las reformula-
"no mediante su comprensión, sino re- ciones del budismo de los siglos dieci-
citándola y escuchándola" (p. 78). nueve y veinte, que descansan sobre el
C o m o ya he indicado, no me con- mismo dinamismo experiencial que
vence este tipo de pretensión de la dis- sostiene a los cristianos pluralistas. En
minución del lenguaje y la razón teoló- todo caso, no veo la conexión entre la
gica y religiosa frente al Misterio, en preferencia hindú y budista por lo oral,
parte porque no estoy seguro de qué le que es cierta con mucho, y la pretendi-
queda a la teología como actividad (dis- da devaluación del entendimiento; in-
tinta de la contemplación), o qué senti- cluso el anciano Brhadaranyaka Upa-
d o tiene escribir libros como The Myth nishad insistía, después de todo, (en
of Christian Uniqueness si así degrada- 2.4.5) en que la escucha del shravana

143
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

debe seguirse de la reflexión sobre lo arduo proceso de teología comparativa,


que se ha escuchado (mañana). en el ocupado mundo de hoy y en me-
Pero para ser más prácticos, supon- dio del trabajo apremiante que tenemos
gamos que a un pluralista que sigue las por delante. La mala voluntad /desgana
directrices de Samartha se le da una co- pluralista de imponer nuestra Biblia a
pia de TVM 5.6. Es evidente que este otros, se acompaña de una autoprotec-
pluralista podría fácilmente admitir que ción implícita contra las imposiciones
el Tiruvaymoli es un texto religioso im- que sus íextos podrían hacernos. En ge-
portante, y podría encontrarlo impor- neral, el enfoque pluralista del Misterio
tante como una poderosa expresión sirve como una protección extrañamen-
de la más profunda experiencia de te efectiva contra el poder de los textos,
Nammalvar - a u n q u e la canción es un la lectura, la metáfora y todo el conjun-
discurso complejo, indirecto, que ocul- to de modos en los que la resignifica-
ta a la vez que revela la propia voz de ción tiene lugar.
Nammalvar. N o me queda claro, sin Para decirlo de otro modo, TVM
embargo, qué motivo tendría realmente 5.6, más la poderosa relectura de textos
este pluralista para leer realmente el tex- tamiles y (probablemente) sánscritos
to - a menos que él o ella fuera u n antiguos que hay detrás de su composi-
Srivaishnava o pretendiera llegar a serlo ción, mas la interpretación teológica
(uno culto). Aunque la canción resulta- global que Srivaishnaav hace de éste,
ra ser una vía directa a la experiencia de hacen más que apuntar (débilmente) a
Nammalvar, el esfuerzo pluralista por un Misterio por encima y más allá del
considerar la experiencia de otra gente hinduísmo. Si es leída (o escuchada), es-
como "suya" y diferente de la "nues- ta canción sagrada y sus comentarios
tra" parece, probablemente de modo no deberían estimular al lector a releer la
intencionado, querer decir que sus tex- tradición hindú en una forma similar,
tos deben seguir siendo suyos, y los releer textos bíblicos comparables con
nuestros nuestros, mientras "llegamos ojos nuevos y, entonces, tomar decisio-
ahí" por nosotros mismos; o, al menos, nes sobre lo que es compatible, qué tex-
que no merece la pena es esfuerzo del tos son abarcados y cuales son abarcan-

144
LEER EL M U N D O EN CRISTO

tes, qué requiere posteriores relecturas, pero sin una deconstrucción completa
o qué, de lo que aún no ha sido leído, del Texto cristiano.
necesita leerse.Me parece que los plura- La postura pluralista está en desa-
listas Samarthianistas, al menos como se cuerdo no sólo con lo lejos que puede ir
nos presentan en este único ensayo, res- el cristiano; empieza en un lugar signifi-
petarían la canción a distancia, sin invo- cativamente diferente, caracterizado por
lucrarse en el incómodo y no fácil pro- la prioridad de la experiencia sobre el
ceso de leer un texto especial e intenso. lenguaje, del mundo sobre el texto. Las
Y en consecuencia, me temo, el mismo diferencias entre el pluralismo y el in-
pluralista puede acabar encontrando la clusivismo son, por tanto, ampliamente
propia Biblia como un conjunto cada teológicas e incluyen diferencias en acti-
vez más empobrecido de "meras pala- tudes fundamentales hacia el papel de la
bras", precisamente porque ella o él lo Biblia en la vida cristiana y la teología.
ha escindido de su contexto comparati- Tales diferencias necesitan (aún) ser dis-
vo vital. cutidas a muchos niveles. Pero si basa-
Para concluir, en este ensayo he bus- mos nuestros juicios, al menos en parte,
cado situar de modo diferente el debate en cómo de bien las dos posturas fun-
inclusivista-pluralista, apuntando a la cionan en tomar otras religiones en se-
dinámica de la lectura comparativa co- rio, el inclusivismo aparece como la pos-
mo una fuente plausible para la postura tura de más éxito, al menos para aque-
inclusivista. Al presentar al TVM 5.6 llos, como los teólogos, que leen textos.
como un ejemplo, no he pretendido Nammalvar es relativamente un re-
ofrecer conclusiones definitivas sobre cién llegado a la escena teológica cristia-
él, sino más bien afirmar que cuando un na, pero una llegada con permanencia.
cristiano lee la canción, la lectura siem- Su canción de la chica en éxtasis ahora se
pre tiene lugar dentro de un mundo bí- convierte, para aquellos que leen, en una
blicamente inscrito y de acuerdo con la parte importante del contexto cristiano,
dinámica impredecible y creativa de la quizás de los Gálatas; su Tiruvaymoli se
lectura contextual; todos los significa- escuchará cada vez más en los circule 5
dos son, por esa razón, transformados, teológicos cristianos por parte de le i

145
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

teólogos que leen; los teólogos Srivaish- aprender a re-escribir la teología para
nava serán vistos como colegas por los asegurar que estas nuevas llegadas no
teólogos que reconocen la teología sean, ni abandonadas, ni descritas mera-
cuando la leen. Esta misma serie de lle- mente como habiendo estado siempre
gadas, especialmente cuando se multi- "entre líneas" en nuestros textos; nece-
plica en numerosos ejemplos proceden- sitamos encontrar modos efectivos de
tes de la India y otros lugares, reorgani- inscribirlos e incluirlos en la teología
zan la labor teológica. Porque debemos cristiana.

146
VI
MÁS A L L Á DEL " P L U R A L I S M O "
John B. Cobb, Jr.

I portantes son, a efectos prácticos, cami-


nos igualmente válidos para encarnar lo
¡Qué extraño me resulta escribir pa- que la religión significa. La unicidad
ra una colección de ensayos de crítica a que se rechaza es cualquier pretensión
teologías que defienden el pluralismo de que el Cristianismo alcance algo fun-
religioso! Con todo, he aceptado hacer- damentalmente diferente de las otras
lo a causa del modo tan estrecho -cier- religiones. Desde mi punto de vista, los
tamente erróneo, creo- en que se ha de- supuestos que subyacen a estas formu-
finido el pluralismo. Por esa definición laciones son erróneos y han descamina-
de pluralismo, estoy en contra del plu- do a los que los han aceptado.
ralismo. Pero estoy en contra del plura- Probablemente el supuesto más bá-
lismo en bien de un pluralismo más sico es que hay una esencia de la reli-
completo y genuino. Permitan que me gión. Esta esencia se considera tanto
explique. una característica común de todas las
Rehusé escribir para la conferencia "religiones" como su rasgo central y
que llevó a la publicación del libro, The normativo. Así, una vez que se decide
Myth of Christian Uniqueness, porque que el Budismo, el Confucionismo o el
no compartía el consenso que se supo- Cristianismo son una religión, ya se sa-
nía que la conferencia compartía y de- be todo lo que son y cómo han de ser
fendía. En las mentes de los organiza- evaluadas. El siguiente paso es entonces
dores, ese consenso iba a estar en torno el relativo a cómo llegar a un consenso.
a la idea de que las religiones más im- Dada la esencia común reconozcamos

147
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

que se realiza y expresa más o menos virtuosa, que se manifiesta en institu-


igual de bien en todas las grandes reli- ciones tales como templos y monaste-
giones. Se espera de este modo acabar rios en los que hay observancias ritua-
de una vez por todas con la arrogancia les, etcétera. La coincidencia de caracte-
cristiana y sus ofensivos esfuerzos pro- rísticas es suficiente para la mayoría de
selitistas. Los cristianos podrían enton- la gente, de manera que el Budismo se
ces contribuir a esa paz entre las religio- incluye casi siempre entre las religiones
nes que es parte indispensable de la paz del mundo.
que el mundo tanto necesita. Si estudiamos el Confucionismo en-
Si, como en mi caso, se rechaza esta contramos un grupo diferente de coin-
visión total de las religiones, entonces cidencias con los presupuestos Abrahá-
es muy difícil tomar parte en la discu- micos sobre la religión, así como un
sión así planteada. Creo que hay una fa- grupo diferente de semejanzas. Por una
milia de rasgos o características que guí- cierta extensión de términos se puede
an el uso del término religión para la encontrar en él una adoración a un Ser
mayoría de la gente. Pero el término se Supremo, pero el papel que juega es
usa incluso cuando sólo algunos, no to- mucho menos central que en el
dos, los rasgos están presentes. Por Judaismo, el Cristianismo y el Islam.
ejemplo, la mayoría de la gente en la es- Hay una gran preocupación por el jus-
fera de dominación de la fe Abrahámica to ordenamiento del comportamiento
piensa en la adoración a un Ser humano, pero mucho menos interés en
Supremo como un rasgo religioso. Aún transformar la calidad y el carácter de la
así, cuando encuentran esto ausente en experiencia. Por tanto, ¿es el Confucio-
la mayoría de las tradiciones budistas, nismo una religión? Esta cuestión divi-
no niegan automáticamente que el bu- dió a los jesuitas y a sus oponentes en el
dismo sea una religión. Reconocen que siglo XVII, y la vacilación de Roma evi-
está penetrada por un espíritu de pro- tó lo que podría haber sido la conver-
funda reverencia o piedad, que apunta a sión de la corte china al catolicismo.
transformar la calidad y el carácter de la En el siglo XX el tema más canden-
experiencia en una dirección que parece te es si el comunismo es una religión.

148
MÁS A L L Á DEL " P L U R A L I S M O "

Aquellos que siguen las normas de la fe con la que se debe conformar el uso del
Abrahámica notan en seguida la nega- término. El término significa lo que ha
ción de Dios, pero tal negación n o ex- llegado a significar a través de su uso en
cluye al Budismo. Destacan también el diferentes contextos. Cada usuario de-
fervor evangélico, la dedicación desin- bería esforzarse para clarificar su uso.
teresada, las afirmaciones absolutas, el Pero discutir sobre lo que la religión re-
interés en la transformación del ser hu- almente es no tiene sentido. N o existe
mano, la confianza en la llegada de una eso que llamamos religión. Sólo hay
nueva era. Y en todo esto ven caracte- tradiciones, movimientos, comunida-
rísticas religiosas. Se podría pensar que des, gente, creencias y prácticas que tie-
el comunismo realmente se parece al nen características que son asociadas
Cristianismo, al menos en su forma por muchos con lo que quieren decir
Protestante, más que el Budismo, sin con la palabra religión.
embargo las características que omite o U n significado de religión derivado
rechaza parecen los aspectos más "reli- de su raíz latina merece especial aten-
giosos" del Cristianismo. U n a solución ción aquí. Religión puede significar
popular es llamar al comunismo una "una ligazón"; puede ser considerada
quasi-religion, sea lo que sea lo que es- como u n modo de ordenar la totalidad
to quiera decir. de la vida. Todas las grandes tradiciones
Se podría redactar una larga lista con son, o pueden ser, religiones en este sen-
las características que distintas personas tido. También el comunismo. Todas
asocian con la palabra religión. Una lis- son, o pueden ser, modos de ser en el
ta confeccionada por un budista podría mundo. En la mayoría de los casos se
coincidir, pero diferir de una lista ela- designan a sí mismas, o son fácilmente
borada por un musulmán. ¿Significa designadas como Caminos. Si esto fue-
eso que una lista sería más correcta que ra todo lo que quieren decir al llamarse
la otra? Eso implicaría que existe algu- religiones, no tendría ninguna objeción
na realidad objetiva con la que las listas a llamarlas así. Pero tendríamos que re-
se corresponden más o menos. Pero no conocer que este uso no abarca todos
hay ninguna idea platónica "Religión" los significados de la religión que son

149
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

importantes para la gente. De hecho, no surgir en el sentido de si todas las gran-


dejamos de pensar en estas tradiciones des tradiciones son aproximadamente
como religiones cuando no funcionan del mismo valor y validez. Pero el enfo-
como los modos de vida totalizadores que necesario para una respuesta a esta
para la gente que se identifica con ellas. pregunta es entonces mucho más com-
En el caso del Budismo en China, la plejo que para aquellos que asumen que
mayoría de la gente que se identificaba todas estas religiones tienen una esencia
como Budista se identificaba también o propósito común sólo por ser religio-
como Confucionista. Ninguno consti- nes. El tema, desde mi punto de vista,
tuía una forma inclusiva de ser en el no es si cumplen el mismo objetivo
mundo. Para mucha gente, ser chino igualmente bien -sea como sea como
proporcionaba la unidad global de sen- definamos el objetivo. Es, ante todo, si
tido, el modo de ser básico, en cuyo sus diversos objetivos son igualmente
contexto podían adoptar al Budismo bien realizados.
para ciertos propósitos y al Confucio- Consideremos el caso del Budismo
nismo para otros. Cuando se toma la y el Confucionismo en China. ¿Qué
religión para significa el modo funda- hay de su valor relativo y validez?
mental de ser en el mundo, entonces, Coexistieron ahí durante muchos si-
ser chino es la religión de la mayoría del glos, no primariamente como rutas al-
pueblo chino. Este sentido de la reli- ternativas para el mismo objetivo, sino
gión necesita ser tenido en cuenta junto como complementarias. En una burda
con otros, pero en la mayoría del dis- simplificación, el Confucionismo se
curso funciona más como una de las ca- ocupó de los asuntos públicos mientras
racterísticas que puede estar o no pre- que el Budismo se encargó de la vida
sente, que como la base decisiva para el privada. Quizás se podría continuar di-
uso del término. ciendo que eran casi igualmente eficaces
Si se ve la situación de este modo, en cumplir sus respectivos papeles, pe-
como yo lo hago, la cuestión, tan im- ro esa afirmación podría ser difícil de
portante para los editores de The Myth mantener y no parece especialmente re-
of Christian Uniqueness, puede todavía levante.

150
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

Pueden hacerse todas las preguntas mo se realiza el fin de todas las religio-
sobre el valor relativo de las grandes nes, sino para afirmar un pluralismo
tradiciones religiosas, y pueden ser pre- mucho más fundamental. El Confucio-
guntadas menos confusamente, si no se nismo, el Budismo, el Hinduismo, el
emplea la categoría "religión". Tanto el Islam, el Judaismo y el Cristianismo,
Budismo como el Confucionismo son entre otras, son tradiciones religiosas,
tradiciones que están correctamente ca- pero son también muchas otras cosas.
racterizadas en una variedad de formas.
Es más, del conjunto de características
Para la mayoría de las definiciones de
sugeridas por "religioso", no todos en-
"religioso", aunque no para todas, am-
carnan las mismas.
bas pueden ser caracterizadas como re-
Pocos de los partidarios tanto del
ligiosas. Pero ir del hecho de que son,
"pluralismo" como del "anti-pluralis-
entre otras cosas, "religiosas" a llamar-
m o " niegan el hecho de la diversidad.
las religiones es andar desencaminado y
ha desviado, de hecho, la mayoría del Nuestra diferencia es que ellos distin-
debate. Es p o r esta razón p o r lo que me guen dentro y tras la diversidad algunos
estoy extendiendo en lo que me parece elementos idénticos, quizás un a priori,
un punto absolutamente evidente. N o que llaman religión. Es esto lo que les
es un esfuerzo inútil. Es un presupues- interesa y funciona normativamente pa-
to que está presente en los editores de ra ellos. El tema entre los cristianos que
The Myth of Christian Uniqueness y es adoptan esta idea es si los cristianos de-
tan fuerte que, hasta donde he podido berían reclamar una superioridad.
descubrir, no se da ningún argumento Lo que sorprende al observador de
que lo apoye, y argumentos contra él esta discusión es que entre aquellos que
como el mío, son sistemáticamente ig- asumen que la religión tiene una esencia
norados en vez de debatidos. no hay consenso en lo que la esencia
Me opongo al "pluralismo" de los pueda ser. Incluso estudiosos individua-
editores (y algunos de los autores) de les a veces cambian de idea. La variaciór.
The Myth of Christian Uniqueness, no es aún más grande cuando los estudio-
para reclamar que sólo en el cristianis- sos representan diversas tradiciones re-

151
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ligiosas. Aún así, entre muchos de ellos estable, entonces podemos preguntar
el presupuesto de que hay una esencia si, cuando sus preceptos han sido segui-
continúa invariable en medio de la in- dos fielmente, el resultado ha sido un
certidumbre de lo que esa esencia es. orden social justo, pacífico y estable. Si
N o veo ninguna razón a priori para una tradición religiosa reclama un m o -
asumir que la religión tenga una esencia do de obtener la serenidad personal y la
o que las grandes tradiciones religiosas compasión hacia todos, podemos pre-
son bien entendidas como religiones, guntar si, cuando se han seguido fiel-
mente sus preceptos, el resultado ha si-
esto es, como tradiciones para las que
do la serenidad personal y la compasión
ser religioso es el objetivo central.
hacia todos.
Ciertamente, no veo ninguna evidencia
empírica a favor de este punto de vista. Estas evaluaciones no son fáciles,
Veo sólo el hábito de los estudiosos y el pero pueden realizarse con alguna justi-
ficación razonable. P o r otra parte,
poder del lenguaje para confundir.
cuando se establecen los objetivos de
Abogo por un pluralismo que permita a
modos menos fácticos, la evaluación se
cada tradición religiosa definir su propia
hace más difícil o incluso imposible.
naturaleza y propósitos, y el papel de
Por ejemplo, si se afirmaba que ocurri-
los elementos religiosos que hay en ella.
rían cambios históricos espectaculares
si por un día todos los miembros de una
II comunidad observaran perfectamente
todos los preceptos, y si esa perfecta
Si dejamos la noción de una esencia observancia nunca ha sucedido y es
de la religión, quedan dos modos de altamente improbable que alguna vez
evaluación de las tradiciones religiosas ocurra, la evaluación no puede ser em-
individuales: uno interno y otro exter- pírica. Incluso más claramente, cuando
no. Los consideraré en ese orden. los resultados de seguir los preceptos se
Si una tradición religiosa pretende localizan en otro mundo y otra vida, no
proporcionar un modo de vida que lle- es posible ninguna evaluación. N o obs-
ve a un orden social, justo, pacífico y tante, la mayoría de las tradiciones reli-

152
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

giosas hacen algunas afirmaciones que nidades a las que obligan. ¿Hay algún
son evaluables de modo realista. modo de que una norma pueda preten-
Mi propia opinión es que ninguna der tener validez de tipo universal?.
tradición religiosa sobreviviría mucho Es aquí donde la visión esencialista
tiempo si no lleva a cabo en el curso de es tan útil, y puede ser una razón a la
la historia y de las vidas personales al- que aferrarse con tanta persistencia. Si la
guna medición de su objetivo. Por tan- religión tiene una esencia, y si encarnar
to, en general, a las tradiciones religio- bien esa esencia es el objetivo primario
sas les va relativamente bien basándose de toda tradición religiosa, entonces se
las normas a las que ellas mismas están convierte en objetivamente lleno de
sujetas. Generalmente, según sus pro- sentido evaluar a todas las religiones se-
pias normas, cada una tiene más éxito gún esta esencia normativa. Dado que
de lo que lo hace cualquiera de las otras. he rechazado esto, no tengo acceso dis-
No hay duda de que algunas lo hacen ponible a ninguna norma universal.
mejor que otras incluso medidas por Parece que los pluralistas de mi estilo
sus propias normas, y dentro de todas están condenados a un pluralismo de
hay grandes fallos a la vez que éxitos. normas según el cual, cada tradición es
Es difícil decir si la igualdad es una ge- mejor según su propia norma y no exis-
neralización útil, pero cuando gentes de te crítica normativa de las normas. Esta
diferentes tradiciones se encuentran, es es la doctrina del relativismo concep-
un buen supuesto con el que empezar. tual. Parece hacer justicia a cada tradi-
La segunda forma de evaluación es ción, pero de hecho vicia las pretensio-
externa. Estos juicios externos pueden nes de todas, dado que todas pretenden
basarse en las normas de otras tradicio- algunos elementos de universalidad.
nes religiosas o comunidades seculares. ¿Estamos obligados a elegir entre
De aquí, por supuesto, se sigue el caos. una visión esencialista de la religión,
Cada uno lo hace bien según unas nor- por una parte, y el relativismo concep-
mas y mal según otras. La cuestión más tual por otra? Creo que no. El curso ac-
importante es si cualquiera de estas tual del diálogo no apoya ninguna de
normas tiene validez fuera de las comu- las dos teorías. Se entra en diálogo co-

153
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

mo un creyente convencido de las pre- que vienen los participantes, en el diálo-


tensiones de una religión y como un ser go, sino como una oportunidad para el
humano abierto a la posibilidad de te- enriquecimiento e incluso para la trans-
ner algo que aprender de los represen- formación positiva.
tantes de otra tradición religiosa. Es El problema con el relativismo con-
más, esta dualidad de actitudes está a ceptual no es que vea una circularidad
menudo unida. En muchos casos, preci- entre las creencias y las normas por las
samente como creyente uno está abierto cuales son juzgadas. Esta es la condi-
a aprender de otros, creyendo que la ción humana. La debilidad está en que
plenitud de la sabiduría va más allá de lo lo dibuja como u n sistema estático, ce-
que ninguna tradición ya posee. rrado sobre sí mismo, mientras que las
La creencia en que hay más que cre- grandes tradiciones religiosas pueden
er y más sabiduría que la que la propia ser abiertas y dinámicas. Esto no justifi-
tradición ha alcanzado hasta ahora es la ca que alguien pretenda colocarse por
base para superar las alternativas del encima de todas las posiciones relativas
esencialismo y el relativismo concep- y ser capaz de establecer una norma ob-
tual. Implica la creencia en que mientras jetiva, neutral sobre todas. Sino que sig-
la tradición propia ha captado impor- nifica que el pensamiento normativo
tantes aspectos de la realidad, la reali- dentro de cada tradición puede expan-
dad en su totalidad es siempre más. dirse y extenderse mediante la apertura
Esto significa también que la auténtica al pensamiento normativo de los otros.
norma última para la vida, y por tanto Por ejemplo, en el diálogo con los
también para las tradiciones religiosas, Budistas, los cristianos pueden llegar a
está más allá de cualquier formulación apreciar el valor normativo de la conse-
existente. A medida que avanza el diá- cución del Vacío y pueden ampliar el
logo, destellos de aspectos de la realidad modo en que han pensado el objetivo y
que hasta ahora habían pasado desaper- el significado de la vida. La norma por
cibidos son concedidos a los participan- la que entonces juzgan tanto a los
tes. Esto no se percibe como una ame- Cristianos como a los Budistas, se ex-
naza a las tradiciones religiosas de las pande de esta forma. De m o d o similar,

154
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O "

en el diálogo con los Cristianos, los En primer lugar, todas las grandes
Budistas pueden llegar a apreciar el va- tradiciones religiosas tienen alguna pre-
lor normativo de ciertas formas de con- tensión de valor universal de sus ideas
ciencia histórica, y la norma resultante y afirmaciones particulares. Esto hace
por la cual juzgan tanto al Budismo co- inaceptable un relativismo conceptual
mo al Cristianismo cambia. puro.
Por supuesto, las normas ampliadas En segundo lugar, la mayoría de las
de los Cristianos y los Budistas que grandes tradiciones religiosas enseñan
resultan de este diálogo no son univer- una cierta humildad en relación con la
sales y objetivas. Cuando un budista comprensión humana de la realidad y
que ha sacado algún provecho del diá- su profundidad y totalidad. Por tanto,
logo con los cristianos entra en diálogo no fomentan la tendencia, presente en
con Hindúes, surgen temas bastantes todos, de identificar las ideas que se tie-
diferentes. Si el diálogo tiene éxito, ha- nen y se controlan ahora con expresio-
brá una expansión mayor en la apre- nes finales de la verdad.
hensión de normas. Pero de nuevo, tal En tercer lugar, conforme las grandes
expansión, no importa lo lejos que lle- tradiciones se van haciendo más cons-
gue, no se desprende de sus condicio- cientes unas de otras, hay una tendencia
nes históricas. Se hace más inclusiva y a desarrollar entre ellas cierto aprecio
más apropiada para usarse en un marco mutuo. Reconocen que aprenden algo
más amplio. N o se convierte en última del contacto mutuo. Pueden afirmar que
y absoluta. lo que aprenden es a valorar aspectos
H a y una norma relativamente obje- descuidados de sus propias tradiciones,
tiva que puede abstraerse de este proce- porque de este modo pueden mantener
so. Es relativamente objetiva en que la tendencia a reclamar la perfección de
se sigue de rasgos que caracterizan a sus propias fuentes sagradas. Pero, de
todas las tradiciones, hasta el punto de hecho, la comprensión que surge no es
que reconocen la situación pluralista en la que se obtiene cuando uno estudia só-
la que todos están hoy sumergidos. lo su propia tradición. Algunos creyen-
Resumiré esto. tes están dispuestos a reconocer esto.

155
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

En cuarto lugar, como de hecho son Lo que implica este resumen sobre
transformados por la interacción, las lo que ocurre en el diálogo es, entonces,
normas por las que se juzgan tanto a sí que una norma que puede aplicarse con
mismos como a otros resultan amplia- relativa objetividad a las grandes tradi-
das. La relevancia universal de sus pro- ciones religiosas tiene que ver con su
pias ideas es reivindicada cuando otras capacidad, en fidelidad a su tradición,
tradiciones reconocen su valor. El al- de ampliar su comprensión de la reali-
cance y la adecuación humana de sus dad y sus implicaciones normativas.
tradiciones se ensanchan conforme van Una tradición que no pueda hacer esto
asimilando las ideas de otros. se desgarra entre distintas opciones in-
Es importante volver a insistir en los satisfactorias en este mundo pluralista.
puntos anteriores que se extraen de la Una opción es pretender que, a pesar de
actual experiencia de diálogo. No carac- todas las apariencias, ya posee la totali-
terizan aquellas partes de cada una de dad de la verdad de modo que todo el
las tradiciones que no quieren de nin- que no esté de acuerdo o piense de mo-
gún modo entrar en el diálogo. La situa- do diferente está simplemente equivo-
ción pluralista puede llevar al auto aisla- cado. Una segunda opción es aceptar su
miento fundamentalista en todas las tra- propia relativización bajo la forma de
diciones. Lo que estoy buscando en es- un relativismo conceptual, afirmando
te trabajo es un camino de pensamiento que su mensaje es verdad para sus cre-
sobre la situación apropiado para aque- yentes pero irrelevante para otros. Una
llos que están comprometidos en el diá- tercera opción es separarse de su propia
logo. Afortunadamente, hay muchos en herencia en parte, reconociendo que es-
todas las tradiciones, y es entre ellos ta tradición se absolutiza a sí misma de
donde pueden surgir nuevos modos de una manera que no es aceptable en un
comprender las relaciones entre las tra- mundo pluralista, y entonces operar a
diciones. Es a este al que los editores de dos niveles -uno, de aceptación de la
The Myth of Christian Uniqueness tradición, el otro de relativización de la
quieren contribuir. Mi intención es misma. La aversión que la mayoría de
ofrecer una propuesta diferente. los que entran en diálogo sienten por

156
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O "

estas tres opciones es la base para pedir ciendo. La cuestión de si lo hacer. :^-'~-
una relativa objetividad para las normas mente bien es algo que hay que aii;_"_r
propuestas. y examinar más que dejar a u n lado por
Puede ser que juzgadas por esta nor- falsa cortesía.
ma, todas las grandes tradiciones reli-
giosas sean iguales. Por otra parte, pue-
III
de que algunas estén situadas más favo-
rablemente que otras para beneficiarse En la primera sección expuse mi idea
de la situación radicalmente pluralista de que hay un pluralismo radical de tra-
en la que estamos inmersos. Ciertamen- diciones religiosas. En la segunda sec-
te, la disposición para el diálogo y el ción afirmé que esto no debe llevar al
aprendizaje depende en todas las gran- relativismo, porque la mayoría de las
des tradiciones religiosas de las sub-tra- tradiciones están abiertas a ser influen-
diciones en las que la gente se apoya. ciadas por la verdad y la sabiduría con-
Todas las tradiciones tienen sub-tradi- tenida en otras. En esta tercera sección
ciones fundamentalistas que rechazan consideraré primero algunas formas en
todo nuevo aprendizaje, insistiendo en las que tradiciones religiosas chinas y
la total adecuación y exactitud de lo que japonesas se abren a otras. Describiré
ha sido recibido del pasado. Incluso los después el modo en que las tradiciones
participantes de esas otras sub-tradicio- Abrahámicas enfocan este tema y abo-
nes que están más dispuestos y ansiosos gan por la peculiar capacidad del Cris-
de aprovechar la nueva situación plura- tianismo para ir haciéndose cada vez
lista no están abiertos de igual modo a más inclusivo en su comprensión.
todo. La comprensión tradicional que
En las secciones previas destaqué co-
tienen presente, tiene un gran efecto en
mo en China diferentes tradiciones reli-
lo que ellos pueden recibir a través de la
giosas podían funcionar de un modo
interacción. H a y profundas diferencias
complementario, en un contexto que
en el modo en que distintas tradiciones
está determinado por un horizonte más
preparan a sus participantes para escu-
inclusivo, el de ser Chino. Esta es una
char lo que otros están realmente di-
estrategia para ocuparse del pluralismo

157
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

religioso. El hecho de ser Chino posibi- muchos caminos subiendo la misma


lita el aprendizaje de cualquier cosa que montaña expresa el modo en el que los
pueda ser incorporada a esa cultura y Hindúes de muchas sub-tradiciones han
modo de ser en el mundo. El Confu- sido capaces de aceptarse y afirmarse
cionismo nace en esa cultura y el ensam- mutuamente con u n extraordinario gra-
blaje es excelente. El Budismo fue im- do de tolerancia. Conforme los Hindúes
portado y se adaptó de modo que tam- se han ido encontrando con otras tradi-
bién pudiera jugar un importante papel, ciones religiosas, han estado típicamente
pero un papel subordinado al ethos chi- preparados para extender esta misma ac-
no. Por supuesto, su presencia también titud de aceptación hacia ellas. Están
cambió ese ethos. Los credos Abrahá- dispuestos a escuchar y aprender de
micos han sido mucho más difíciles de otros caminos que suben a la montaña.
asimilar dentro de un ethos fundamen- Hindúes como los Radhakrishnan,
talmente chino. que han reflexionado sobre las religio-
El método de las tradiciones religio- nes del mundo, están convencidos de
sas indias es algo diferente. El Hinduís- que el Hinduísmo ya tiene la visión
mo es poco más que las religiones tradi- abarcante que se necesita para que todas
cionales de los indios, pero sugiere un las religiones convivan y aprendan unas
modo de hacer posible la coexistencia de otras. Desafortunadamente, este en-
entre esta multiplicidad de credos y ac- foque no ha funcionado bien en rela-
titudes. Todas se ven como modos en ción a los credos Abrahámicos. Los hin-
los que la gente responde a la realidad dúes están preparados para aceptarlos si
última de Brahmán. Los Hindúes en ge- se entienden a sí mismos como caminos
neral celebran la diversidad de acerca- que suben la montaña ya bien conocida
mientos a Brahmán, con algunas sub- para los hindúes. Pero en general, los re-
tradiciones que adoran varias deidades presentantes de los credos Abrahámicos
consideradas como manifestaciones de no pueden entenderse a sí mismos de
Brahmán y otras que buscan llegar a la esta manera. A menudo expresan su re-
unión con Brahmán mediante enérgicas chazo en términos exclusivistas, argu-
disciplinas espirituales. La imagen de mentando que sólo ellos tienen el cami-

158
MAS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

no de salvación, de m o d o que el como la "posición sin posición" 1 . Desde


Hiduísmo es un guía falso. Pero incluso esta perspectiva se puede estar abierto a
aquellos representantes del Islam y el cualquier verdad y sabiduría que pueda
Cristianismo que no son tan arrogante- descubrirse en toda tradición. Por tan-
mente exclusivistas, se resisten a ser to, hay una completa apertura al apren-
considerados sólo como oferta de otra dizaje a través del diálogo con otros. En
vía hacia el objetivo ya realizado com- cualquier nivel, excepto en el último,
pletamente por los más profundos san- hay deseo de cambiar o ser transforma-
tos y místicos Hindúes. Esto parece im- do a través del diálogo. Pero todo esto
plicar el considerar al Dios de Abraham, debe ser para conseguir una Ilumina-
Isaac y Jacob sólo como una entre mu- ción que relativice todo lo demás.
chas manifestaciones de esa única reali- Es porque relativiza al propio Bu-
dad absoluta conocida mucho más ple- dismo por lo que el Budismo puede ser
na y adecuadamente por los Hindúes. tan libre. La cuestión es si otros pueden
Los Budistas también pueden pensar aceptar esta relativización de sus postu-
en muchos caminos que suben la misma ras y sabiduría. En el caso de las religio-
montaña, pero otra imagen puede ser nes Abrahámicas, no parece que esto
más iluminadora para ellos. El Budismo sea posible. Pueden aceptar la relativi-
tiene sólo un cometido, a saber, la Ilu- zación de cada formulación específica.
minación. La iluminación puede ocurrir Pero su fe en Dios no puede estar su-
en varias tradiciones de diferentes for- bordinada a nada más sin abandonar la
mas. U n o no necesita ser budista para tradición.
ser iluminado. En efecto, la iluminación Lo que pretendo con lo anterior es
libera de cualquier identificación con simplemente destacar una limitación en
movimientos históricos o culturales. las formas de apertura que caracterizan
Estos son todos superficiales. Masao a las tradiciones religiosas indias. Pue-
Abe caracteriza la perspectiva iluminada den estar abiertas a mucho, pero no pa-

I.J. Hick - H.Askari, eds., The Experience of Religious Diversity (Vermont: Gower Publishing Co., 1985'.
p. 172.

159
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

rece que puedan estar abiertas a las pre- Aún así, hay características de esta
tensiones últimas de las tradiciones creencia en Dios que también han lleva-
Abrahámicas sobre la fe en Dios. La do a la apertura al aprendizaje de otros.
cuestión ahora es si la apertura que es Se cree, en general, que el Dios que se
posible de parte de los credos Abrahá- revela en modos bastante específicos
micos puede entenderse algo mejor con también ha estado presente y activo en
la sabiduría de India. el mundo siempre y en todas partes. El
Si repasamos rápidamente la historia creyente puede esperar ver algunos sig-
de estas tradiciones, la respuesta parece nos de esa actividad en toda la creación
ser que su historial es mucho peor que y, especialmente, entre los seres huma-
el de las tradiciones indias. La creencia nos. Cuando los miembros de las reli-
en un Dios y en la única revelación de giones Abrahámicas han encontrado lo
ese Dios ha llevado a estas tradiciones que parecía bueno y verdadero en otras
al exclusivismo y la intolerancia. De las tradiciones, típicamente han sostenido
tres, el judaismo ha sido el más dis- que esto, también, era obra de Dios. Por
puesto a vivir y dejar vivir, pero su en- ejemplo, las tres tradiciones tomaron
señanza nuclear no es de suyo tan tole- prestados ampliamente elementos de la
rante. La tolerancia viene de su preocu- filosofía griega. Especialmente en el ca-
pación por el pueblo de Israel, de m o - so del Cristianismo y el Islam, este prés-
do que el destino de otros es de menor tamo supuso, para bien o para mal, una
interés. Cuando, como ocurre tanto en profunda transformación. En el caso del
el Cristianismo como en el Islam, la en- Cristianismo se puede afirmar que su
señanza central sobre Dios que se reve- victoria última sobre el Neo-platonis-
la en modos históricos específicos y lla- mo, por el compromiso de la intelectua-
ma a la obediencia a esa revelación, se lidad del tardío Imperio Romano fue
separa de las características etnocéntri- debida a su habilidad de asimilar la sabi-
cas del judaismo, el celo por llevar a duría del Neo-platonismo, mientras que
todos el mensaje ha llevado tanto al sa- los filósofos neo-platónicos no tuvieron
crificio heroico, como a la brutal into-
la misma habilidad en asimilar la sabidu-
lerancia.
ría de las escrituras hebreas y cristianas.

160
-
MAS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

Un modo de ver la ventaja cristiana tá en tensión con afirmaciones sor re .z


en este caso es que los cristianos creían totalidad de la revelación que ya ha s:;o
en un Dios que actuaba en la historia. dada en Jesucristo. El centrarse en Jesús
Por esta razón podían creer que los o en Cristo a menudo funciona como
nuevos desarrollos expresaban la inten- una forma de cierre, como una insisten-
ción y el propósito de Dios. Es más di- cia en que no se necesita aprender nada
fícil dar significado religioso a sucesos más. Los cristianos a veces han querido
cuando lo último es concebido como purificar la iglesia de todo lo que fue
relacionado de un modo único e inva- asimilado de los Griegos y los Roma-
riable con todos los sucesos del mundo. nos para ser más puramente bíblicos. La
Entonces la verdad es estática y el mo- cuestión de fondo es si centrarnos en
do de llegar a esa verdad no es a través Jesús o en Cristo realmente tiene este
del cambiante curso de los aconteci- efecto de cierre o si esto mismo es una
mientos, sino a través del puro pensa- mala interpretación del significado del
miento o experiencia religiosa. Cristocentrismo.
La apertura a ser llevados a nuevas Estoy convencido de que el Cristo-
verdades en el curso de los sucesos se centrismo proporciona la razón más
acentúa en las tradiciones Abrahámicas, profunda y total para la apertura a los
y especialmente en el Cristianismo, por otros. He propuesto esa tesis con cierta
el enfoque en el futuro. Los cristianos extensión en otro lugar2, y no sería
saben que ahora ven de modo confu- apropiado repetir el argumento aquí.
so,que la plenitud de la luz está aún por Sólo destacaré algunos puntos. Es difí-
venir. La verdad es lo que será conoci- cil ver como se puede estar realmente
do, no lo que ya se ha comprendido. centrado en el Jesús histórico si no se
Por supuesto, incluso en el cristianis- comparte su esperanza en la llegada del
mo, esta orientación futura siempre es- reino de Dios. Pretender estar centra-

2. John B. Cobbjr., Christ in o PluralisticAge (Ph¡ladelph¡a:Westminster 1975).Ver también, ¡dem.'Toward


a Christocentric Catholic Theology", en L. Swidler, ed., Toword a Universal Theology of Religión
(Maryknoll, NY: Orbis Books, 1987), pp. 86-100.

161
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

dos en Cristo sin compartir su orienta- mundo hoy. N o es difícil pensar en esa
ción hacia el futuro es, cuanto menos, acción como recuerdo de nuestra fini-
paradójico. Esto no significa que igno- tud y rompiendo nuestra tendencia a
remos todo sobre Jesús salvo su orien- pensar que nuestras propias opiniones
tación hacia el futuro. En su propio mi- son definitivas y apropiadas. Es fácil
nisterio la llegada del reino se manifies- pensar en esa acción como llamada a la
ta ya. Por lo tanto, sabemos algo del ca- escucha de la verdad y la sabiduría de
rácter del futuro que esperamos, y or- otros. Muchos cristianos se sienten
denamos nuestras vidas ahora para ha- ciertamente más fieles cuando escuchan
cer realidad ese carácter lo mejor que con amor y respeto lo que otros tienen
podamos. Ese carácter es sobre todo que decir, que cuando insisten sólo en
amor, no sólo por aquellos que son co- repetir las ideas que traen del pasado.
mo nosotros, sino también p o r aquellos Aprender de otros cualquier verdad
a los que nos inclinamos a considerar que tengan que ofrecer e integrarla con
oponentes. Seguramente eso incluye las ideas y la sabiduría que hemos
amor por los adeptos a otras tradiciones aprendido de nuestra herencia cristiana,
religiosas, y seguramente también ese parece ser fiel a Cristo.
amor se expresa tanto en el compartir la La prueba es si, de hecho, se puede
Buena Noticia que se nos ha confiado, integrar la sabiduría de tradiciones ex-
como en la escucha sensible a lo que tie- trañas en la propia visión cristiana. Esto
nen que decir. no es fácil y no existe ninguna receta
Si cambiamos nuestro enfoque a sencilla. El cristianismo neo-platónico
Cristo, entendido como la realidad di- de San Agustín fue un gran logro inte-
vina encarnada, primero en Jesús, pero lectual que requirió genio personal y
también en alguna medida en la iglesia y trabajo disciplinado. Hacerlo igual de
el mundo, entonces el enfoque en el bien hoy en las relaciones con la sabidu-
curso actual de los acontecimientos his- ría Hindú y el Budista requerirá el mis-
tóricos y la presencia de Cristo en esos mo esfuerzo osado y sostenido. N o afir-
eventos parecen necesarios. La cuestión mo que sea fácil. Sólo digo que es fiel a
es entonces si Cristo está actuando en el Cristo y tiene antecedentes en nuestra

162
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

historia. H e intentado contribuir de al- a todos. H e afirmado que la situac:cr.


gún modo a describir lo que puede ser contemporánea de pluralismo genera
un Cristia-nismo más profundamente esa norma para aquellos que están com-
informado por el Budismo 3 . Otros están prometidos en el diálogo - n o r m a que
trabajando en este proyecto. Estoy con- en esta situación tiene relativa objetivi-
vencido de que es una labor cuyo mo- dad. Es la capacidad de una tradición,
mento ha llegado y de que la fe cristiana en fidelidad a su pasado, de ser enrique-
nos ofrece una motivación única y unos cida y transformada en su interacción
recursos únicos para llevarla a cabo. con las otras tradiciones.
H e matizado mi afirmación sobre es-
IV ta norma diciendo que es relevante sólo
para aquellos que están comprometidos
Entonces, ¿estoy afirmando la unici- en el diálogo. Pero he dado a entender
dad cristiana? ¡Ciertamente y de modo que el interés por el diálogo es caracte-
enfático lo hago! Pero estoy afirmando rístico de importantes segmentos de to-
también la unicidad del Confucio- das las grandes tradiciones religiosas
nismo, el Budismo, el Hinduísmo, el hoy. En efecto, en mi opinión, las sub-
Islam y el Judaismo. C o n el postulado tradiciones dinámicas en el mundo reli-
del pluralismo radical, no se puede ha- gioso hoy están encontrando cada vez
cer otra cosa. Es más, la unicidad de ca- más dificultades para mantener una pos-
da una incluye una superioridad única, tura de indiferencia hacia la presencia de
a saber, la capacidad de conseguir lo que otras tradiciones religiosas o, incluso,
según sus propias normas históricas es una de mera oposición. Por tanto, en-
más importante. cuentro fácil moverme desde una norma
La cuestión es si hay algunas normas relevante para aquellos implicados en el
que trasciendan esta diversidad, normas diálogo a una con implicaciones amplias
que sean aplicables de m o d o apropiado para el mundo religioso de hoy.

3.John B. Cobb, Jr., Beyond Dialogue: Toward a Mutual Transformaron of Christianity and Buddhism
(Philadelphia: Fortress, 1982).

163
LA U N I C I D A D C R I S T I A N A R E C O N S I D E R A D A

Puede que pida demasiado. Algunas versalidad que creo deseable. N o he di-
tradiciones pueden entender su tarea cho lo suficiente para establecer que
primaria como mantenimiento de la se- ninguna otra tradición esté igualmente
paración de su gente de otros o el man- bien equipada para esta tarea. La argu-
tenimiento de su sabiduría heredada in- mentación negativa de este tipo es un
tacta. Para ellos, la capacidad de ser en- trabajo desagradable. Espero que otras
riquecido y transformado no es en ab- tradiciones compitan vigorosamente
soluto una norma. Sólo en la medida en con el cristianismo. Mientras mucha de
que una tradición pretende relevancia la pasada competencia entre las tradicio-
universal su exclusión de las ideas de nes ha sido mutuamente destructiva, la
otros es problemática en términos de competición en aprender unos de otros
sus propias normas. Por supuesto, la y ser transformados por lo que se apren-
pretensión de validez universal puede de se mostrará constructiva. Espero que
seguir siendo reclamada mientras se ig- la ventaja cristiana es esta competición
noren las pretensiones similares de sea menos de lo que he supuesto.
otros. Pero de esta forma permanece Estoy afirmando la superioridad
como una mera pretensión. Demostrar cristiana. No es una pretensión de que
la validez de la pretensión requiere que los cristianos sean mejores personas que
las pretensiones de otros sean también otros, o de que la historia cristiana haya
entendidas y se explique la relación en- hecho una contribución mucho más po-
tre ellas. La capacidad, en fidelidad a la sitiva al planeta que otras tradiciones, o
propia herencia, de desplegar la rele- que las instituciones cristianas sean me-
vancia universal de la sabiduría de todas jores. Afirmo, simplemente, que una
las tradiciones de un modo coherente, tradición en la que Jesucristo es el centro
tiene una cierta ventaja relativa una vez no tiene en principio necesidad de fron-
que el propósito de relevancia universal
teras exclusivas, que puede estar abierta
se piensa en un contexto pluralista.
a la transformación por lo que aprende
El argumento de la sección previa es de otros, que puede ir hacia delante pa-
que el cristianismo está bien equipado ra convertirse en una comunidad de fe
para avanzar hacia la más completa uni- que esté informada por la totalidad de la

164
M A S A L L Á D E L " P L U R A L I S M O

historia humana, que su teología puede con aquellos en oposición a los cui.cs
convertirse realmente en global. escribo esto. Ellos, también, buscan ir
H e evitado en lo anteriormente di- más allá de lo que se dice hacia algo más
cho el tema de las conflictivas preten- profundo. Diferimos sólo en que lo que
siones de verdad. H a sido así porque no ellos encuentran es algo común a todas
encuentro que este sea el enfoque más las tradiciones, mientras que y o creo
productivo. Por supuesto, existen tales que lo que encontramos es diverso. Mi
conflictos. H a y puntos de vista conflic- objetivo es transformas afirmaciones
tivos sobre el mundo, la naturaleza hu- contradictorias en otras diferentes pero
mana y Dios. N o es posible que todo lo no contradictorias. Mi presupuesto es
que se ha dicho sobre esos temas co- que lo que positivamente quieren decir
rresponda a la realidad, y por esta razón aquellos que han vivido, pensado y sen-
muchos pensadores consideran crucial tido profundamente es probablemente
para el pensamiento religioso apartarse cierto, mientras que sus formulaciones
de esas pretensiones y juicios. probablemente excluyen otras verdades
Mi opinión es que no es probable que no deberían ser excluidas.
que ninguna de las pretensiones centra- Ilustraré lo que quiero decir con las
les hechas por cualquiera de las tradi- afirmaciones claramente contradicto-
ciones sea literal y exactamente correc- rias: "Dios existe" y " N o existe ningún
tas. En efecto, en muchas tradiciones Dios". Si miramos estas afirmaciones
hay un énfasis interno en la dificultad, con el presupuesto de que las palabras
si no en la imposibilidad, de aprehender Dios y existe tienen significados claros y
la verdad y expresar su lenguaje. Estu- exactos que son idénticos en las dos
diar las doctrinas conflictivas y desarro- afirmaciones, n o tenemos más elección
llar los argumentos a favor y en contra que decir que al menos una de ellas es
de cada una es una preocupación cues- falsa. Pero, seguramente, hemos pasado
tionable. En vez de eso, es mejor escu- por alto este p u n t o en nuestras reflexio-
char los intereses profundos, incluso úl- nes sobre el discurso religioso. Tene-
timos, que se expresan en estas diversas mos que preguntar quién habla y qué
afirmaciones. Aquí estoy de acuerdo intereses está expresando. C u a n d o u n

165
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

budista dice que no existe ningún Dios, N o es verdad que la tierra sea plana. N o
el punto central es que no hay nada en tiene sentido buscar un sentido más
la realidad a lo que uno debería ligarse. profundo en tales afirmaciones, dado
Cuando un cristiano dice que Dios que sabemos cómo surgen de una lectu-
existe, el significado puede ser que exis- ra literal de ciertos pasajes de la
te algo en realidad que merece confian- Escritura. Existen ideas similares en t o -
za y veneración. Si esas traducciones das las tradiciones. H a y también ideas
son correctas, al menos en un ejemplo mucho más dañinas, como las misógi-
particular, entonces no es imposible que nas, en la mayoría de las tradiciones re-
ambos sean correctos. Por supuesto, es ligiosas. Estas, también, han de ser con-
probable que el budista crea que el cris- denadas como falsas. Pero yo parto de
tiano está equivocado, y el cristiano que, junto con todos los errores y dis-
probablemente no vea ningún proble- torsiones que se pueden encontrar en
ma en la vinculación con Dios. todas nuestras tradiciones religiosas,
Entonces hay desacuerdos reales entre hay modos de aprehender diversos as-
ellos. Pero el budista podría en princi- pectos de la totalidad de la realidad. Son
pio reconocer la realidad de algo que ciertos, y su verdad puede hacerse más
merezca confianza y veneración, sin aparente y ser mejor formulada si se re-
abandonar la idea central de que la vin- lacionan positivamente unos con otros.
culación bloquea el camino a la ilumi- Queda por ver si los pensadores
nación. Y el cristiano podría llegar a ver cristianos, como un todo, se abrirán a
que la verdadera confianza no es vincu- aprender de otros de esta manera. La fe
lación en el sentido budista. Ambos por en Jesucristo a menudo, quizás normal-
tanto, podrían haber aprendido lo que mente, se expresa en formas idolátricas,
es más importante para el otro sin aban- como cuando se absolutiza lo relativo o
donar sus intereses centrales. lo parcial es tratado como u n todo. En
el nombre de Jesucristo la gente con-
Por supuesto, hay muchas afirma-
vierte sus propias creencias en normati-
ciones totalmente erróneas que han si-
vas para todos y se cierran a la crítica y
do realizadas con gran seriedad por fie-
a nuevos puntos de vista. En el nombre
les de las grandes tradiciones religiosas.

166
MÁS ALLÁ DEL " P L U R A L I S M O

de Jesucristo la gente ha ido a la guerra han apropiado muchos de los ~ é : : c ; f


contra los "infieles", exterminado judí- de meditación orientales, y la exper-.er.-
os y torturado a cristianos cuya opinión cia generada por esos métodos no pue-
era diferente. N o hay seguridad de que de sino ser transformadora. Tanto cató-
todo esto haya acabado. Los cristianos licos como protestantes se esfuerza por
saben que el poder del pecado se mani- llegar a nuevas ideas y modos de pensar.
fiesta de modo peculiar en la expresión El cristianismo que surja será diferente
de nobles ideales y compromisos. de lo que hayamos conocido hasta aho-
Mi afirmación es, simplemente, que ra, pero eso no significa que será menos
todo esto no es verdaderamente fiel a cristiano. Por el contrario, será un paso
Jesucristo, y que el significado verdade- adelante hacia esa plenitud que repre-
ro de la fe se ha expresado, imperfecta- senta la llegada del Reino de Dios.
mente pero de modo auténtico, en otros El cristianismo, como todas las tra-
rasgos de nuestra historia pasada. Creo diciones, es único. Su papel en la histo-
que se expresa actualmente en movi- ria ha sido único para bien y para mal.
mientos de liberación y también en es- Su respuesta a nuestra situación plura-
fuerzos entusiastas por encontrarse con lista es única. Su potencial para hacerse
otras tradiciones religiosas a un nivel más inclusivo en único. Celebremos la
profundo. Los católicos romanos se unicidad cristiana.

167
Vil
PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES
DE V E R D A D ENFRENTADAS
Wolfhart Pannenberg

La situación de pluralismo religioso forme. Lo mismo se puede decir de las


no es nueva. Se ha afirmado con razón sociedades islámicas de ese periodo con
que cada una de las religiones del mun- la excepción de España. El desafío con-
do, de las que conocemos en el presen- temporáneo a la tradición cristiana en
te, emergió de una situación de plurali- occidente planteado por un nuevo plu-
dad religiosa y de controversia'. Lo que ralismo religioso, ha de ser considerado
es nuevo en la situación contemporánea en el contexto del proceso histórico de
hasta cierto punto es que, como resulta- la ruptura de la unidad cristiana en oc-
do de la moderna comunicación, el in- cidente después de la Reforma y de la
tercambio cultural y movilidad, la plu- consiguiente relativización de las dife-
ralidad de religiones y culturas se ha rencias confesionales dentro del cristia-
convertido en "una experiencia real pa- nismo bajo el impacto de la Ilustración.
ra todo el mundo" 2 . En este sentido, Ya en el siglo XVII, la tendencia a rela-
por supuesto, ocurrieron situaciones si- tivizar diferencias de creencias religio-
milares en el pasado, por ejemplo, en las sas se extendió hasta incluir a otras tra-
culturas helenista y romana, aunque en diciones religiosas además del cristia-
otros periodos, como en la sociedad nismo, en el caso de Voltaire en Francia
medieval occidental, prevaleció una si- o de Lessing en Alemania. Así pues, in-
tuación religiosa más compacta y uni- cluso el intento de convertir el hecho

1. H. Coward, Pluralism: Challenge to World religions (1985).


2. M. Seckler.'Theologie der Religionen mit Fragezeichen", Theologlsche Quartalsschrifi 166 (1986),p. 168

169
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

del pluralismo religioso en una situa- El protagonista que de modo más ar-
ción de tratar con la diversidad religio- ticulado ha aceptado el pluralismo reli-
sa no es completamente nuevo. gioso como una postura sistemática en
Lo que es nuevo, es que esta situa- la teología cristiana y en la filosofía de la
ción se tome en serio dentro de las dis- religión ha sido John Hick 3 . En 1972
cusiones de la teología cristiana y se Hick abogaba p o r una "revolución
sienta por muchos teólogos como un Copernicana en la teología" en lo relati-
reto para lo que han sido los fundamen- vo al lugar del cristianismo entre las re-
tos de la doctrina cristiana a través de ligiones del mundo 4 . Mientras describía
los siglos. U n observador imparcial p o - como "ptolomaica" la tradicional pos-
dría estar tentado a considerar este fe- tura cristiana, que él mismo compartió
nómeno como indicativo de u n proceso una vez, de que "la salvación es por
de erosión de la confianza de los teólo- Cristo sólo", porque ahí el cristiano
gos en la verdad de la fe cristiana. Hasta asume su propia postura o la de su igle-
cierto punto, tal diagnóstico es proba- sia como verdad absoluta (como en el
blemente correcto, y hasta ese punto la sistema ptolomaico la posición de la tie-
discusión actual sobre una teología plu- rra), pedía una visión en la que las dife-
ralista de las religiones del mundo pue- rentes religiones fueran consideradas
de tomarse como un síntoma de crisis también como planetas girando alrede-
dentro de la mentalidad cristiana m o - dor de la única verdad absoluta 5 . La "ne-
derna, especialmente en occidente. Pero cesaria revolución copernicana en teolo-
no entraría a identificar y comentar los gía... supone un cambio del dogma de
temas sustantivos que surgieron en el que el cristianismo está en el centro, la
proceso de esta discusión. comprensión de que el Dios el que está

3.Ver Hick y Knitter. The Myth of Chñstion Uniqueness señala el punto hasta el que un número de im-
portantes teólogos cristianos han sugerido un cambio de paradigma similar en la teología cristiana de
las religiones.
4. John Hick, "Copernican Revolutlon of Theology", en Cod and the Universe of Faiths: Essays in the
Philosophy of Religión (1973), pp. 120-132.
5. Ibid.pp. 121, I24ss.

170
EL PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES

en el centro, y que todas las religiones de con este mismo Dios, incluso aunque le
la humanidad, incluyendo la nuestra, es- adoren bajo nombres diferentes? La tra-
tán a su servicio y giran alrededor de dición de la teología filosófica, por su-
él"G. Resulta una imagen piadosa, la puesto, ha reclamado un acceso inde-
cuestión es simplemente cómo llegamos pendiente a la verdad de la realidad de
a conocer al Dios que está situado en el Dios, al margen de la autoridad de cual-
centro, sin la fe cristiana o alguna otra quier tradición religiosa. Desde los
perspectiva religiosa. La tradición cris- tiempos del helenismo, los filósofos mi-
tiana afirma que es precisamente me- raron a los diferentes lenguajes religio-
diante el testimonio y, definitivamente, a sos sobre la realidad divina como modos
través de Cristo como este Dios nos es míticos y metafóricos de hablar de la
conocido. Esto no niega que haya algún única realidad divina, cuya naturaleza
conocimiento oscuro y provisional de real es conocida para los filósofos. Hay
Dios en toda la humanidad. Pero inclu- algunas similitudes llamativas en la pos-
so el hecho de que sea este Dios el que es tura de Hick con esta tradición de la te-
también conocido de otro modo provi- ología natural y su pretensión de supe-
sionalmente, sólo puede afirmarse sobre rioridad sobre las diversas formas de re-
la base de su revelación en Cristo. ligión positiva. En su caso, y quizás
¿Cómo si no podríamos conocer que los también en la obra de Wilfred Cantwell
fieles de otras religiones se relacionan Smith7 o de Paul Knitter8, la pretensión

6. Ibid. p. 131.
7.Ver, por ejemplo, W. C. Smith, Towards a World Theology (1981). En este libro no está siempre claro si
el propio Smith es consciente de empezar (no sólo personal sino metodológicamente) por el cono-
cimiento cristiano de Dios y llegar a una conciencia del mismo Dios en toda la historia humana de la
religión -"viendo el rostro de Cristo en todos los seres humanos" (W. C. Smith,"Theology and the
World's Religious Hlstory", en Towards a Universal Theology of Religión, ed. L. Swidler [1987], p. 66)- o
si pide un conocimiento de la "realidad trascendente" (p. 62), independiente de las diferentes tradi-
ciones. Su afirmación de que "al principio" comienza a interpretar otras culturas desde su perspecti-
va occidental cristiana, pero "no tanto al final" (p. 63), sigue siendo ambigua en cuanto a si el estudio
comparativo de las religiones acaba por proporcionar una prueba completamente independiente de
la unidad e identidad de la "realidad trascendente" a la que apuntan o si, meramente, confirman que

171
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

cristiana de superioridad parece reem- tringido p u n t o de vista10, parece llevar


plazada por alguna otra forma de cono- razón en su última observación de que
cimiento de Dios o del absoluto con "el exclusivismo cristiano ya se ha des-
quien los diferentes modos de religión vanecido ampliamente de las iglesias
humana se relacionan. 'principales', pero es aún poderoso en
C o n todo, Hick afirma que realiza muchas de las sectas 'marginales' fun-
sus razonamientos sobre la base de la damentalistas"". Lo que es más impor-
propia teología cristiana. Es sobre esta tante, sin embargo, es que Hick ofrece
base sobre la que rechaza la auto-cen- un argumento convincente contra este
tralidad "ptolomaica" de lo que más re- estrecho exclusivismo. En vista del he-
cientemente llama "exclusivismo" cris- cho de que "la gran mayoría de la raza
tiano, pero también supera la visión humana que ha vivido y ha muerto has-
más amplia del "inclusivismo" cristiano ta el momento presente o ha vivido an-
para abrazar la postura del "pluralis- tes de Cristo fuera de las fronteras del
mo" 9 . Si sus críticas se dirigieran sólo cristianismo", plantea la pregunta si-
contra el punto de vista exclusivista de guiente: "¿Podemos entonces aceptar la
que no hay salvación fuera de la iglesia conclusión de que el Dios de amor que
cristiana, sería más fácil llegar a un quiere que toda la humanidad se salve
acuerdo. Aunque el propio Hick reco- ha ordenado, sin embargo, que los
noce haber sido educado en este res- hombres han de salvarse de tal forma

el Dios de la Biblia es también reconocible en otras formas de "fe".Con lo segundo podría simpati-
zar, mientras lo primero parece ilusorio, incluso si postulamos una "auto-conciencia universal, colec-
tiva, crítica" de seres humanos a través de las barreras de las diferencias culturales (Towards a World
Theology, p. 60).
8. Knitter, No Other Ñame?. Knitter presenta y apoya la postura de Hick y otros como un modelo "teo-
céntrico" (p. I45ss) en contra de los modelos eclesiocéntricos o cristocéntricos de la tradición (esp.
pp. I66ss).
9.J. Hick, Problems of Religious Pluralism (1985), pp. 3 I ss. Unos pocos años antes Race usó la misma ti-
pología de posturas.Ver Race, Christians and Religious Pluralism.
10. Hick, Cod and the Universe ofFaiths, pp. 121 ss.
11. Hick, Problems of Religious Pluralism, p. 32.

172
EL P L U R A L I S M O RELIGI SO Y P R E T E N S I O N E S . . .

que sólo una pequeña minoría puede, dos los seres humanos tendrán que
de hecho, recibir esta salvación?"12. Está afrontar el juicio escatológico. Y ésta es
claro que no. Está igualmente claro, por la situación presupuesta en la parábola.
otra parte, que la proclamación de Jesús La parábola del Juicio final también
como se nos transmite en la tradición implica, sin embargo, que Jesús y su
evangélica no apoya un eclesiocentris- proclamación son la norma última para
mo tan estrecho. Jesús prometió que decidir si una persona será admitida o
gentes de todas las naciones formarán excluida de la comunión del Reino. Él
parte del futuro Reino de Dios. Porque es la norma, incluso para aquellos que
él dijo: "Y vendrán de oriente y occi- nunca le conocieron mientras vivieron.
dente, del norte y del sur, y se pondrán La conclusión es que muchos pertene-
a la mesa en el Reino de Dios" (Le cen de hecho a Jesús y al Reino que
13,29). Y la versión de Mateo añade que proclamó, aunque no fueron miembros
al mismo tiempo "los hijos del reino", del pueblo elegido de Israel o de la igle-
esto es, los miembros del pueblo elegi- sia cristiana. Pero es la afinidad de sus
do de Dios, serán excluidos de la parti- vidas a la misión y la proclamación de
cipación. Igualmente universal es la Jesús lo que resultará decisivo para su
perspectiva en la parábola del Juicio fi- salvación eterna. Por tanto, Jesús sigue
nal, cuando se dice que muchos serán siendo el criterio final para todos los se-
admitidos al reino por sus obras aunque res humanos, aunque sólo los miem-
no conozcan a Jesús (Mt 25,40). Esta bros de su iglesia conocen este criterio y
parábola ha sido interpretada con fre- pueden estar seguros de su salvación
cuencia referida a los creyentes que no siempre que vivan de acuerdo con su fe.
reconocieron que era Cristo al que be- Esta es la línea del inclusivismo cris-
neficiaban en sus obras de caridad. Pero tiano, que, sin embargo, no satisface a
no hay base en el texto para justificar John Hick y a otros defensores de una
una exégesis tan restrictiva. Por el con- postura pluralista, porque quieren con-
trario, la expectativa general es que to- siderar a todas las religiones del mundo

12. Hick, God and the UmVerse of Faiths, p. 122.

173
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

como instrumentos igualmente válidos les que una vez fueron diseñados para
para la salvación. Es en esta cuestión mejorar la consonancia de la astrono-
donde surgen el verdadero punto de de- mía ptolomaica con los hechos observa-
bate. ¿Cuáles son las razones para con- dos, antes de que el sistema copernica-
siderar inadecuada la postura del inclu- no ofreciera una descripción más sim-
sivismo cristiano? La razón ya no pue- ple y consistente. Es la adición de hipó-
de ser el argumento de que a la mayoría tesis subsidiarias para salvar una teoría
de los seres humanos no se les da nin- débil del veredicto de haber sido falsifi-
guna oportunidad de participar en la cada por la experiencia. Pero, ¿se puede
salvación. Según la postura inclusivista, aplicar esta imagen al inclusivismo cris-
los seres humanos de todas las culturas tiano en lo relativo a la participación de
pueden estar espintualmente cercanos gente de otras culturas en la salvación?
al Reino que Jesús proclamó sin ni si- N o veo que se pueda. La "teoría" inclu-
quiera conocer a Jesús. Debe haber sivista no es complicada artificialmente
otras razones, entonces, para considerar cuando se le compara con el principio
inadecuada la postura inclusivista. exclusivista de "fuera de la Iglesia no
Según John Hick, la interpretación hay salvación", ni fue una invención
más inclusivista del absolutismo cristo- posterior con el propósito de reparar
céntrico de la teología cristiana tradi- defectos específicos de ese principio. La
cional "sólo equivale a epiciclos añadi- concepción inclusivista fue establecida
dos a una estructura teórica fundamen- teológicamente en el siglo segundo por
talmente absolutista, para oscurecer su la idea de Justino de que "semillas" del
incompatibilidad con los hechos obser- Logos divino han sido diseminadas por
vados" 13 . La imagen de los epiciclos tie- todas partes en la historia humana, aun-
ne la connotación de intentos artificia- que el Logos total aparecía sólo en

13. Hick, Problems ofReligious Pluralism.p. 52.Ver la anterior y más extensa discusión de este tema en Hick,
Cod and the Universe ofFoiths, pp. l23ss.Aquí el lector entiende más fácilmente cómo Hick llega a es-
ta opinión, porque ahí su argumento se relaciona primariamente con las revisiones modernas
Romanas Católicas del viejo principio del extra ecclesiam nulla salus.

174
EL PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES...

Jesucristo. Al mismo tiempo, el teolo- ron a Jesús no tienen oportunidad de


gúmeno de Cristo descendiendo a la es- participar en el Reino. Dice que la sal-
fera de los muertos' 4 después de su p r o - vación es accesible a través de Jesús
pia muerte en la cruz, se relacionó con el ahora como nunca antes, y supone que,
rescate de Adán, que no sólo era consi- en caso de encuentro personal con ese
derado el primer ser humano, sino tam- mensaje, la oportunidad de salvarse está
bién la encarnación de toda la raza hu- en juego. Tomado aisladamente, podría
mana. El tema se iba a convertir en un ser fácilmente interpretado más tarde
tema prominente en la iconografía cris- en el sentido de "fuera de la iglesia no
tiana. Pero el principio del inclusivismo hay salvación", pero si eso fuera lo que
cristiano vuelve a la enseñanza del p r o - la frase quiere decir, Lucas en Hechos se
pio Jesús, como indiqué antes. Por lo estaría contradiciendo cuando deja que
tanto, el exclusivismo de "fuera de la Pablo proclame en Atenas: "Dios, pa-
Iglesia no hay salvación" parece más sando por alto los tiempos de ignoran-
bien una constricción tardía impuesta a cia..." (Hch 17,30). Se puede dar una in-
una actitud originariamente más amplia. terpretación inclusiva a la afirmación de
Esta actitud original aún no había si- que no hay otro nombre por el que de-
do estrechada en la famosa frase de los bamos salvarnos: incluso en el caso de
Hechos atribuida a Pedro, de que "no aquellos que participarán en el Reino de
hay bajo el cielo otro nombre dado a los Dios sin haberse encontrado con Jesús
hombres por el que nosotros debamos en su vida terrena, Jesús será su salva-
salvarnos" (Hch 4,12). Esta frase no di- dor, no importa qué tipo de religión es-
ce que las personas que nunca conocie- tuvieran siguiendo.

14. Hick (en God and the Universe of Faiths, p. 129) cita mis comentarios sobre este tema (Wolfhart
Pannenberg, jesus-God and Man (1967), p. 272) entre sus pruebas de un "epiciclo protestante". Como
quiera que se entienda I Pe 4,6 mis propias observaciones sobre el tema no apoyan la idea de "una
segunda oportunidad" de conversión después de la muerte (Hick, God and the Universe of Faiths, p
130), sino la de una "participación inconsciente" de los seres humanos de generaciones anteriores e-
la salvación traída por Jesucristo. En esencia, la idea es cercana a lo que dije aquí en referencia a L:
13,29 y Mt 25,40.

175
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

El verdadero problema que Hick previa de la doctrina tradicional de la


tiene con el inclusivismo cristiano, y es encarnación.
el único que lo trata, es el problema de En este punto, la propuesta de Hick
la Cristología. N o se menciona en co- del pluralismo religioso como una op-
nexión con la crítica de la postura in- ción de la teología cristiana está estre-
clusivista, sino después, en términos de chamente relacionada con su implica-
una consecuencia resultante de la alter- ción en el debate de The Myth of God
nativa pluralista: hay que "repensar la Incurríate (Cristo-sin-mito). A u n q u e
doctrina de la Encarnación" y de un no es posible en este contexto comentar
modo especial que "ya no suponga ne- ese debate extensamente, puedo decir
cesariamente la pretensión de la única que estoy de acuerdo con Hick en su
superioridad del cristianismo, que con- observación de que este debate trajo "el
llevaba la comprensión más tradicio- azote de la crítica histórica" a las discu-
nal" 15 . Hick asume que tal replantea- siones británicas sobre cristología 16 . En
miento de la encarnación ha tenido lu- Alemania esto se había realizado mu-
gar, de hecho, en recientes trabajos de cho antes, y el modo en que los defen-
Cristología. Pero al aducir pruebas pa- sores de la idea de que el lenguaje en-
ra esa afirmación, tiene que ser muy se- carnatorio era "mítico" oponían ese
lectivo en sus referencias a la literatura lenguaje al Jesús histórico, recuerda
cristológica. Por supuesto, si Jesús ha mucho a un lector alemán la vieja teo-
de ser entendido como el Hijo de Dios logía liberal de Harnack y otros que,
encarnado, entonces la pretensión de claramente, han opuesto Pablo a Jesús
unicidad cristiana es inevitable. Por lo para optar por la propia fe de Jesús en
tanto, la propuesta de Hick del plu- el Padre sólo en contraste con la fe de
ralismo religioso como una opción de Pablo en el Hijo. La búsqueda del hilo
teología auténticamente cristiana, gira conductor que, no obstante, lleva de
sobre la condición de una demolición Jesús a la proclamación apostólica de

15. Hick, Problems ofReligious Pluralism, pp. 53, 62.


16. Ibid. p. 13.

176
EL PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES...

Cristo, aún no ha sido examinada por nalidad escatológica reclamada por el


los defensores de la concepción de propio Jesús.
Cristo-sin-M'ito"'. Pero esta es la cues- Subrayando la bifurcación entre la
tión que ocupó la discusión exegética y propia actividad de Jesús y la primera
teológica desde Bultmann. De hecho, el experiencia de él de parte de sus discí-
énfasis de Jesús en la presencia anticipa- pulos por una parte, y el lenguaje cris-
toria del Reino de Dios en su propia tológico por otra, está la distinción de
actividad (Le 11,20), implicaba a su per- Hick entre interpretación de primer y
sona de un modo que, esencialmente, se segundo orden en su descripción de la
recoge en lo que más tarde fue explica- experiencia religiosa19. Aunque no hay
do en lenguaje encarna torio y mediante experiencia sin interpretación ("visto-
títulos como el de Hijo de Dios18. Pero como"), la interpretación de segundo
entonces, la unicidad atribuida a Jesús orden, a nivel de la reflexión teológica,
por la teología encarnatoria de la iglesia es otro tema. Según Hick, hubo una ex-
era ya característica de su propio men- periencia religiosa de primer orden de
saje escatológico y actividad. Dado que la "presencia de Dios" en Jesús. En otro
el inminente futuro de Dios se estaba lugar lo llama "el acontecimiento
haciendo presente en él, no hay lugar Cristo"20, que fue el punto de partida de
para otros enfoques de la salvación ade- las interpretaciones cristológicas de la
más de él. Aquellos que relegan la pre- iglesia, pero que no debe ser confundi-
tensión de unicidad a la "deificación" do con ninguna de ellas. Sin embargo,
de Jesús en la interpretación cristiana en este punto es necesaria una nota crí-
más reciente, no toman en serio la fi- tica: la presencia de Dios en Jesús no fue

17. Incluso un teólogo que simpatiza tanto con la propuesta de Hick como Paul F. Knitter expresó sus re-
servas en este punto. Ver Knitter, No Other Ñame?, p. 174.
18. Esta continuidad entre Jesús y la primera Cristología es un tema central en Pannenberg,Jesus-God and
Man.
19. Hick, Problems of Religious Pluralism, pp. 23 ss; ver también Hick, An Interpretation of Religión (London:
Macmillan, 1989), pp. I72ss, 372ss.
20. Hick, God and the Universe of Faiths, pp. I I Iss.

177
en primer lugar una cuestión de expe- centrado en uno mismo a centrarse en
riencia cristiana, sino una afirmación del
k Reá¿¿¿"21, entonces no ky rmn
propio Cristo y que implicaba una fina-
para negar que tal transformación tiene
lidad escatológica. Es esta afirmación lo lugar en m u c h a s c u l t u r a s y e n m u c h a s
que subyace en las raíces de la cristolo- formas de auténtica experiencia religio-
gía encarnatoria que se desarrolló en la sa. Pero este no es el concepto de salva-
iglesia. La pretensión cristiana de unici- ción del N u e v o Testamento. Es fácil
dad no se basa en ninguna experiencia comprobar que ahí "salvación" se en-
cristiana. Si fuera así, sería justo argu- tendió en referencia al juicio escatológi-
mentar que hay otras experiencias de co de Dios y a la participación en la co-
unicidad en las religiones del mundo. munión de su Reino. Esto es así en la
Pero la pretensión de unicidad relativa a tradición de Jesús (Me 8,35; 10,26; Le
la persona de Jesús está estrechamente 13,23) así como en la de Pablo 22 . La idea
relacionada con su propio mensaje esca- no necesita ser restringida a un acto ju-
tológico, especialmente con la finalidad rídico en el sentido descrito por Hick
escatológica del reino de Dios que se como alternativa a su propio postura,
hace presente en su actividad. sino que pertenece a la dimensión de la
Esto nos lleva a otra nota crítica, es- creencia escatológica más que a la expe-
ta vez en relación con el uso que Hick riencia presente. C o m o tal está estre-
hace del término salvación. En su inter- chamente relacionada con la verdad de
pretación, este término está relacionado la pretensión de Jesús de finalidad esca-
con la experiencia cristiana como puede tológica (ver Le 12,8 y paralelos).
ser adquirida en la presente situación Hick ha sido criticado por descuidar
del cristiano. Si la salvación se toma pa- la cuestión de la verdad en su propues-
ra referirse a una "transformación con- ta de una teología del pluralismo reli-
creta de la vida humana desde el estar gioso, y especialmente por quitar im-

21. Hick, Problems of Religious Pluralism, p. 32; cf. Hick, An Interpetation of Religión, pp. 301 ss.
22.Ver el artículo de W. Forrester en Theologisches Wórterbuch zum Neuen Testament 7, ed. G. Friedrich
(1964), pp. 981-1022, esp. 991 ss.

178
EL P L U R A L I S M O R E L I G I O S O Y P R E T E N S I O N E S . . .

portancia al hecho de que diferentes re- el presente. Según Hick, "las doctrinas
ligiones tienen pretensiones de verdad son secundarias, y sin embargo esencia-
contrapuestas 23 . Respondió que esto es les, para la cuestión vital de recibir la
una caricatura de su postura. Pero de salvación, del mismo m o d o que empa-
hecho, su respuesta tiende a confirmar quetar y etiquetar son secundarios y sin
la esencia de esa crítica. Aunque no nie- embargo esenciales para transmitir los
ga que hay desacuerdos a varios niveles contenidos de un paquete" 25 . Todo esto,
entre gentes de diferentes religiones, en por supuesto, significa que las cuestio-
relación a temas de creencia histórica así nes sobre la verdad se relativizan: "no
como en relación a doctrinas como la son de gran importancia... religiosa".
de la encarnación y, finalmente, tam- Lo único importante parece ser la expe-
bién sobre modos diferentes de conce- riencia de salvación en el encuentro con
bir y experimentar la realidad última la realidad absoluta. Si se concede esto,
como personal o no personal, él, no entonces por supuesto Hick está en lo
obstante, sostiene que los temas en los cierto: " C u a n d o me encuentro con un
que surgen "las pretensiones de verdad devoto judío, musulmán, sikh, hindú o
contrapuestas de las diferentes tradicio- budista en quien los frutos de la apertu-
nes... no son de gran importancia reli- ra a la realidad divina son espléndida-
giosa i.e. soteriológica" aunque admite mente evidentes, no puedo de modo re-
su importancia metafísica24. La identifi- alista considerar la experiencia cristiana
cación de importancia religiosa y sote- de lo divino como auténtica y sus expe-
riológica, sin embargo, nos devuelve a riencias no cristianas como inauténti-
la idea de la salvación como una expe- cas"26. Si todo se reduce a experiencias
riencia de transformación asequible en humanas, entonces la conclusión obvia

23. P. Griffiths y D. Lewis, "On Granding Religions, Seeking Truth, and Being Nice to People", Religions
Studies 19 (1983), pp. 75-80. Hick respondió en su artículo "On Conflicting Religious Truth-Claims".
ahora en Hick, Problems of Religious Pluralism, pp. 88-95.
24. Hick, Problems of Religious Pluralism, pp. 93ss; cf. Hick, An Interpretation of Religión, pp. 362-376.
25. Ibid. p.46.
26. Ibid, p. 91.

179
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA

es tratarlas a todas al mismo nivel de reivindicación de Dios de la pretensión


tantas "respuestas humanas diferentes a implicada en la actividad de Jesús, una
una Realidad divina trascendente"27. reivindicación que los discípulos perci-
Pero, por desgracia, la noción de salva- bieron en las apariciones pascuales de
ción como asequible en el presente en su Señor, que, sin embargo, sigue de-
términos de transformación experien- pendiente del futuro último de Dios.
cial, no cuadra con los datos bíblicos. Teniendo en cuenta el carácter espe-
No tiene base en el uso del término en cífico de la fe cristiana que se basa en un
el Nuevo Testamento. Cuando Jesús pasado histórico y se relaciona con un
afirmó la presencia del Reino en sus futuro escatológico de salvación, las
exorcismos (Le 11,20), lo importante pretensiones de verdad de la predica-
no era tanto la acción del exorcismo co- ción cristiana están en su base, y las di-
mo tal, ya que había otros exorcistas ferencias con otras religiones finalmen-
además de él. Lo importante es que el te se derivan de pretensiones de verdad
exorcismo se relacionaba con su mensa- contrapuestas. Una teología de las reli-
je de la inminencia del Reino y de su giones del mundo que quiera ser fiel a la
prioridad sobre todos los demás temas, situación empírica del modo en que las
así como con la aceptación fiel de ese tradiciones religiosas se confrontan en-
mensaje. Este afirma que Dios no es tre sí, no debe evadir o quitar importan-
una realidad trascendente que los seres cia al conflicto de las pretensiones de
humanos pueden experimentar y a verdad. Si miramos la historia de las re-
quien pueden responder de diversas ligiones en el pasado, siempre hubo
maneras. Más bien, la afirmación es que competencia y lucha por la superioridad
el Dios trascendente está presente en la en base a diferentes pretensiones de ver-
acción de Jesús y que la única respuesta dad. Aunque pretensiones de esta am-
apropiada es la fe. Es la verdad de este plitud no pueden ser juzgadas fácilmen-
mensaje lo que es decisivo "soteriológi- te, admiten sin embargo un juicio provi-
camente". Y esa verdad depende de la sional en cuanto a si una tradición reli-

27. Ibid.p.92.

180
EL PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES...

giosa sigue iluminando la vida de sus porar a la propia fe todo lo que uno ha-
fieles en el contexto de su mundo. Esto ya reconocido como elemento de ver-
se refiere, en el caso de enfrentamiento dad en otras tradiciones. Pero nunca
o confrontación entre diferentes cultu- puede significar dejar las pretensiones
ras religiosas (o a veces entre diferentes de verdad específicas de la tradición
ramas religiosas dentro de una misma propia. Si eso ocurre, precipitaría el fi-
cultura), a si una tradición particular re- nal de esa tradición religiosa. Por lo tan-
sulta superior en iluminar las experien- to, el consejo de algunos partidarios de
cias de la gente sobre su vida y su mun- una teología de las religiones pluralista
do. Los grandes cambios en la historia de relativizar y quitar importancia a las
de las religiones pueden ser ampliamen- pretensiones de verdad cristianas podría
te entendidos de este modo28. Es la con- resultar desastroso. Para establecer un
frontación de pretensiones de verdad diálogo interreligioso genuino, el cris-
contrarias lo que desafía a cada tradi- tianismo debería tratar la situación de
ción religiosa a reafirmarse haciendo pluralismo religioso de un modo dife-
frente a esos retos. Eso significa incor- rente. Debe estar abierto y dispuesto a

28. Repetidamente propuse esta idea como clave para un enfoque metodológico a la interpretación teo-
lógica de la historia de las religiones. Ver Wolfhart Pannenberg, T/ieo/ogy and the Philosophy of Science
(1976), pp. 3IOss; idem., Systematische Theologie I (1988), pp. 167-188; e ¡dem, "Die Religionen ais
Thema der Theologie", Theologische Quartalsschrift 169 (1989), pp. 99-1 10, esp. pp. I04ss). En muchas
formas el procedimiento en el que pienso se corresponde con el proyecto deW. C. Smith de una te-
ología de la religión. Estoy de acuerdo con él en que la historia de las religiones tiene que ser un te-
ma de tal estudio.También coincido con él en que la cuestión de la revelación es una cuestión histó-
rica, una "cuestión de historla-de-la-religión" (ver Smith,"Idolatry", p. 59) y que la prueba de la acción
de Dios ha de buscarse en la historia, de modo que la dicotomía entre historia y trascendencia sea
superada. Más importante aun, estoy de acuerdo con Smith en que la tarea de la teología en tal es-
tudio de la historia de las religiones, es determinar el contenido real inherente a las afirmaciones re-
ligiosas. Pero debo insistir en que, en lo referente a todas las tradiciones religiosas, incluyendo a la
cristiana, tal investigación debe proceder por la vía de la reflexión crítica sobre las interrelación en-
tre afirmaciones religiosas y el modo en que éstas son confirmadas en relación con su interpretación
de la realidad generalmente accesible, con especial referencia a situaciones de pretensiones de ver-
dad contrapuestas.
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

aceptar cualquier verdad que el cristiano ambigua. Cuando un hindú o un sikh


pueda y aprender de otras tradiciones reza a Dios, ¿cómo podemos saber que
religiosas para incorporar aquellos ele- en su intención es el mismo Dios al que
mentos de verdad en nuestra propia nosotros alabamos? Incluso en el caso
comprensión de Dios y de su revelación. de un musulmán piadoso, esto no es tan
Pero eso no supone relativizar las pre- claro, porque su modo de dirigirse a
tensiones de la fe cristiana de finalidad Dios está informado por su creencia en
escatológica. Más bien, esta pretensión Mahoma, aunque en parte comparti-
debería producir conciencia del carácter mos las misma "tradición acumulativa".
provisional de nuestra experiencia y co- ¿Es, no obstante, el mismo Dios? Esta
nocimiento presentes al efecto de hacer es una cuestión que ha de ser decidida
capaz al cristiano de reconocer su nece- por Dios, no por nosotros. Lo mismo se
sidad de una penetración más profunda, puede decir con relación a la vida reli-
sobre todo en una situación de encuen- giosa de los seguidores de esos otros ca-
tro con otras tradiciones religiosas. minos. C o m o cristianos podemos reco-
En diálogo con gentes de otras tradi- nocer con profundo respeto, que mu-
ciones religiosas así como en su propia chos de ellos toman en serio las exigen-
teología, el cristiano puede reconocer el cias de su propia tradición; más en serio
rostro de Cristo en alguna de las perso- que muchos cristianos. Pero la transfor-
nas que siguen otros modos de religión. mación religiosa de sus vidas ¿corres-
El cristiano puede también reconocer la ponde positivamente con lo que el cris-
acción de la providencia de Dios en sus tianismo espera como transformación
vidas y en los desarrollos de su propia escatológica de nuestros cuerpos por
tradición. Esto no supone necesaria- participación en la gloria de Dios?
mente que esas otras personas sean ca- Puede haber muchas formas de trans-
paces de reconocer eso a su vez. Si lo hi- formación religiosa, y algunas pueden
cieran podrían ser bautizados. Dado resultar más parecidas a lo que espera-
que eso no ocurre, la situación del diá- mos. Las experiencias humanas de sal-
logo religioso, vista desde la perspectiva vación son tan ambiguas como todas las
cristiana, sigue siendo en cierto modo experiencias humanas. Todo depende

182
EL PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES

de si hay comunicación con Dios, el la vida espiritual que los cristianos expe-
Dios de Israel y de Jesús. Tal comunión rimentan entre ellos es ambigua, ¿cómo
es prometida a los cristianos, siempre podría ser menos ambigua en el caso de
que no abandonen su fe. Pero al mismo los no-cristianos? Podemos esperar que
tiempo que mantienen la fe, están segu- Dios les mirará con misericordia, como
ros de esa comunión en Cristo en quien esperamos para nosotros mismos. Pero
confían, no por sus propias fuerzas, en sigue habiendo una diferencia: los cris-
abstracción de Cristo. Cuando se trata tianos tienen la promesa de Dios en
del fundamento de nuestra confianza Cristo. Las otras tradiciones religiosas
cristiana en nuestra salvación futura, si no proporcionan esa promesa concreta.

83
VIII
CRISTOLOGÍA EN EL ECUMENISMO AMPLIO
Moni ka Hellwig

The Myth of Christian Uniqueness co matizadas, más que el amplio rango


formula amplia y explícitamente un re- de actitudes posibles. Lo que se dice
to con el que todos los creyentes con- aquí de las postura exclusivista describe
temporáneos se enfrentan. Debemos una caricatura que bien puede haber
dar razón de nuestra propia fe, recono- ocurrido en la predicación y la catcque-
ciendo la realidad de otras tradiciones sis, pero que está en contradicción con
de fe y otras filosofías de vida. Pero los textos explícitos del Nuevo Testamen-
autores que colaboraron en el libro en to, como Mt 25, con defensores serios
cuestión también ofrecen respuestas al de la fe de la primera iglesia, como
reto que, aunque con diferencias entre Justino el Mártir, con la posterior no-
sí en aspectos importantes, comparten ción de bautismo de deseo, y con mu-
la idea común de que las actitudes cris- cho más en la historia de la fe cristiana
tianas hasta ahora han sido o exclusivis- y su práctica. Lo que se dice de la pos-
tas o inclusivistas, que ambas actitudes tura inclusivista parece tener más justi-
son o paternalistas o imperialistas, y ficación, pero de hecho abarca todo un
que debemos ir más allá de ambas a una conjunto de posibilidades. No está de
postura pluralista. El principal punto a ninguna manera claro que todas estas
debate en la postura pluralista parece posibilidades sean paternalistas u hosti-
ser la renuncia a pretensiones de finali- les al ecumenismo. La compleja y mati-
dad, verdad definitiva o absoluta, o de zada postura de Heinz Schlette, por
universalidad. ejemplo, parece encajar con la descrip-
Las tres categorías mencionadas pa- ción de lo exclusivo como lo usan los
recen describir posturas extremas y po- autores del libro en discusión, con to-
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

do, esa postura da validez de modo t o - propio conocimiento y de nuestro p o -


tal y respetuoso a las otras tradiciones der para definir totalmente; las afirma-
religiosas como vías ordinarias de salva- ciones de la divinidad y la salvación uni-
ción y de comunión con lo trascenden- versal de Jesús son una confesión de fe
te, mientras que mantiene que el cristia- que viene del interior de la experiencia
nismo es un modo extraordinario de de la comunidad cristiana; la cuestión a
validez definitiva 1 . reflexionar no es si Jesús es único, sino
El quid de todo el debate está en el más bien de qué maneras lo es, y del
papel y la identidad de Jesús de mismo modo, no si es divino, sino lo
Nazaret. Por tanto, Stanley Samartha, que queremos decir al llamarle divino; y
en su capítulo "The Cross and the finalmente, que puede haber mucho por
Rainbow", rechaza la vacilación por aprender para nosotros los cristianos de
parte de los cristianos "a reexaminar la la veneración de otros por Jesús, como
base de sus pretensiones exclusivas en en el caso de los escritores hindúes y
nombre de Cristo" 2 . Partiendo de ahí, él sikhs y los artistas de la India que han
hace varias afirmaciones muy interesan- encontrado profunda inspiración y sa-
tes: la experiencia contemporánea de- biduría en la figura de Jesús.
manda que hagamos varias preguntas Algunas de las exigencias de una te-
sobre la relación de Jesús con el Dios ología contemporánea se ilustran en la
trascendente a partir de las preguntas comparación hecha por Aloysius Pieris
propuestas en los grandes debates clási- entre Gautama como el Buda y Jesús
cos y concilios de la antigüedad cristia- como el Cristo 3 . Lo que queda amplia-
na; la categoría de misterio proporciona mente demostrado en ese ensayo es que
una base para la tolerancia, porque la re- no es convincente ni ayuda h o y apelar
verencia de un misterio es el reconoci- a formulaciones del pasado como fun-
miento de las limitaciones de nuestro damento dogmático; es necesario mos-

1. Heinz Schlette, Towards aTheology of Religions (NY: Herder, 1964).


2. Stanley Samartha, "The Cross and the Rainbow", en Hick y Knitter, pp. 69-88.
3. Aloysius Pieris,"The Buddha and the Crist: Mediators of Liberation", en Hick y Knitter, pp. 162-177.

186
C R I S T O L O G Í A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

trar formas que recurran a la experien- como símbolos interpretativos: Dios,


cia contemporánea sobre los modos en mundo, humanidad, y Cristo'.
que Jesús salva y libera a los seres hu- El reto presentado en todo el libro es
manos de la miseria y el sufrimiento en una afirmación más específica y explíci-
comparación con el efecto liberador y ta de temas que preocupan a muchos
salvífico, por ejemplo, del Buda. U n re- creyentes hoy, y no sólo aquellos que
to similar es presentado en términos son teológicamente sofisticados. Está
más abstractos por John Hick en el claro que hay una cierta simplicidad in-
capítulo " T h e N o n - A b s o l u t n e s s of genua en la aceptación de una fe tradi-
Christianity", que presenta un impera- cional como se ha transmitido en imáge-
tivo crítico basado en la emergencia de nes, historia, rituales y formulaciones de
la conciencia histórica y la conciencia fe, que cada vez para más cristianos ya
de la relatividad cultural de todo pensa- no es una opción auténtica. La diferen-
miento, expresión y conocimiento hu- cia entre el campesino piadoso y el fun-
manos 4 . Sobre esta base, G o r d o n damentalista es que el primero sostiene
Kaufman afirma en su capítulo que de- una cosmovisión formidablemente inte-
bemos encontrarnos con las afirmacio- grada y resistente, porque las cuestiones
nes de otras tradiciones religiosas en críticas nunca han surgido, mientras que
una base de igualdad, reconociendo el segundo se aferra a un dogmatismo
que ninguno de nosotros puede nunca esencialmente frágil, mantenido sólo
trascender su propia relatividad cultu- por un rechazo determinado a recono-
ral saliéndose, p o r así decirlo, fuera de cer la fuerza de las preguntas que le vie-
ella a un territorio neutral, de modo nen por todas partes. N o muchos de
que la fe cristiana, como otras, es una nosotros tenemos hoy la oportunidad
cosmivisión que surge en una experien- de ser campesinos piadosos.
cia cultural particular, en la que han N o hay posibilidad en nuestro tiem-
emergido cuatro categorías básicas po de evadir las cuestiones suscitadas

4. Hick, "The Non-Absolutness of Christianity", pp. 16-36.


5. Kaufman, "Religious Diversity, Historical Consciousness, and Christian Theology", pp. 3-15.

187
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

por Stanley Samartha, Aloysius Pieris, La cristología está en el corazón de la


John Hick y Gordon Kaufman. Son fe, del culto y de la vida cristiana. La
preguntas reales e importantes, aunque afirmación de Cristo como Verbo en-
parece posible responderlas con bastan- carnado y salvador no es sólo ontológi-
te sinceridad y honestidad de modos di- ca sino funcional. La fe cristiana mantie-
ferentes a los propuestos por estos au- ne que el acontecimiento histórico de
tores. Me refiero específicamente al Cristo en el mundo ha supuesto, y su-
campo de la cristología. Es verdad que pone, una diferencia definitiva en las p o -
el ecumenismo amplio, como lo experi- sibilidades de los individuos y en la his-
mentamos hoy casi umversalmente, nos toria humana como un todo. Esta fe,
confronta con la búsqueda de nuevas por tanto.liga lo último o absoluto a una
cuestiones en el área de la cristología. El persona, tiempo, lugar y cultura parti-
punto que atrae nuestra atención ha cular, con el cosmos y la historia. Por
cambiado desde la paradoja de otra parte, no hay lugar para dudar de
Calcedonia, el problema de reconciliar que esta confesión de fe no es sólo una
afirmaciones sobre Jesús como verdade- expresión de lealtad o de lazos afectivos,
ro Dios y verdadero hombre, a un nue- sino que tiene pretensiones de certeza.
vo tipo de paradoja post-ilustrada. C o n La lógica del evangelio y la cosmovisión
lo que nos enfrentamos ahora es con el cristiana es tal, que esta pretensión de
problema de reconciliar la conciencia de verdad particular mantiene la unidad de
que la verdad última no puede ser pose- todo, y la fe cristiana se viene abajo si se
ída absolutamente en u n medio cultu- niega la afirmación definitiva de Jesu-
ralmente determinado como un lengua- cristo. Esto se puede decir precisamente
je particular o una experiencia histórica, del aspecto fundacional de la afirma-
con la creencia igualmente fuerte de que
ción; ha habido cristianos, que se han
las pretensiones de verdad última son
llamado así y han vivido acorde con es-
un componente necesario de la vida hu-
to, que han reducido o negado la afir-
mana y de la fe religiosa, y que no hay
mación divina ontológicamente, pero
otra manera de expresarlas más que en
ninguno que haya negado que Jesucristo
u n medio culturalmente determinado.
como salvador es la diferencia definitiva.

188
C R I S T O L O G Í A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

La cuestión importante que se plan- en el modo en que enfocamos la cues-


tea a los creyentes en el evangelio cris- tión ahora es que hemos ampliado y
tiano en nuestro tiempo, es la de la base matizado las categorías de verificación.
o fundamento de nuestra fe en Jesús co- Ha sido significativo para el pensa-
mo salvador. Si las bases son sólo de oí- miento religioso la conciencia post-
das, a saber, que la Iglesia así lo enseña, Kantiana de que la distinción de la
o que nos ha llegado de modo fiable Ilustración entre lo que podemos cono-
desde el testimonio apostólico, o que cer con seguridad mediante el uso de la
está atestiguado en la escritura, sólo razón y lo que depende peligrosamente
hemos dado un paso atrás ante la pre- de testimonios misteriosos, no está tan
gunta. No la hemos respondido. Aque- clara ni es tan evidente como se había
llos que nos dan su testimonio deben, pretendido y supuesto generalmente en
después de todo, tener ellos mismos ese optimista siglo de la razón. Nuestras
motivos para aceptar este mensaje que afirmaciones ordinarias sobre el conoci-
pasan a otros como verdadero, y noso- miento del mundo que nos rodea de-
tros que, aceptamos su testimonio, de- pende mucho más de conjeturas y cons-
bemos tener algo en qué basarnos para tructos intelectuales de lo que normal-
juzgar si es cierto. Nos enfrentamos, mente reconocemos. En nuestra propia
en primer lugar, a la cuestión de la época, los que practican la más exacta de
Ilustración de si una persona racional las ciencias, la física, han tenido que re-
puede ser creyente en una fe religiosa, o conocer que cuanto más se progresa en
si tal persona debe pedir algún tipo de la investigación científica, menos se pue-
verificación que traslade el tema de la de afirmar objetividad pura en la for-
creencia al conocimiento seguro. Los mulación de lo que se conoce, y se des-
intelectuales de la era de la Ilustración cubre. Lo que ha ocurrido, por tanto, es
tendían a reducir las categorías de veri- que las pretensiones religiosas de certe-
ficación a necesidad lógica, demostra- za han perdido ese aura de irrealidad
ción empírica, o a una combinación de que la era de la razón había proyectado
ambas en pasos que eran claramente de- sobre ellas. La otra cara de este desarro-
fendibles de modo lógico. La diferencia llo es que las pretensiones religiosas ce

189
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

certeza se convierten en temas de inves- mismo y enérgica preocupación por


tigación mediante algunos de los mis- otros y por el bien común. Muchos
mos criterios que otras pretensiones de cristianos hoy todavía suponen que la
verdad, o mediante algunos criterios riqueza, la democracia y la relativa esta-
que podrían reconocerse como análo- bilidad de la mayoría de las sociedades
gos a aquellos usados en otros campos. cristianas, son argumentos convincen-
El primero de éstos usado en con- tes para la verdad de la fe cristiana en
textos apologéticos fue histórico: ¿El contra de las pretensiones de verdad del
desarrollo histórico del cristianismo y budismo, el hinduísmo o el islam. En
las sociedades cristianas tienden a justi- contra de esta postura, por supuesto,
ficar la afirmación de que el camino de puede elaborarse una lista enorme de
Jesús es universalmente salvífico de m o - contra-argumentos: son las culturas
do que Jesús, más que las figuras salví- cristianas las que se han enriquecido sa-
ficas significativas de otras tradiciones, queando los recursos del resto del mun-
se puede considerar el salvador del do y sojuzgando a otros pueblos me-
mundo? A favor se podría aducir la di- diante la conquista militar; el materia-
seminación del cristianismo por todo el lismo y el hedonismo imperan en las
mundo, el progreso económico y técni- naciones predominantemente cristia-
co en los países predominantemente nas; las naciones cristianas han sido y
cristianos, el desarrollo efectivo de so- son racistas en modos que no son tole-
ciedades democráticas, la existencia de rados en el Islam, por ejemplo, etcétera.
educación y atención sanitaria univer-
Pero quizás el contra-argumento más
sales, etcétera. Lo que cualquiera de es-
importante es la pregunta, ¿en base a
tos factores muestra no es, por supues-
qué criterios se están juzgando los be-
to, la verdad de las afirmaciones sobre
neficios morales y humanitarios?.
cuestiones tales como la vida después
O t r o modo en el que se ha expandi-
de la muerte, sino la credibilidad de la
do la valoración de las pretensiones de
fe cristiana en cuanto a alejar a la gente
verdad es, por así decir, hacia dentro de
de la desesperación y el centramiento
las dimensiones subjetivas de la expe-
en sí mismos, hacia actitudes de opti-
riencia humana. El movimiento Exis-

190
C R I S T O L O G Í A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

tencialista en filosofía ha tenido un p r o - dogma, sino que debe ser respondida en


fundo efecto en el pensamiento cristia- términos de nuestra propia experiencia
no, tanto en la discusión teológica for- humana como el criterio de inteligibili-
mal como en la más difusa conciencia dad y credibilidad de las afirmaciones.
religiosa del pueblo cristiano. N o s he- Está claro que alguien que siga las ense-
mos dado cuenta de que la verdad de las ñanzas de Jesús adquiere mediante una
afirmaciones religiosas no puede ser tra- actitud contemplativa de la naturaleza y
tada de forma aislada de cuestiones de de la gente, un sentido del horizonte úl-
inteligibilidad, y que estas últimas son timo de la realidad como benigno, aco-
un tema no sólo de coherencia lógica o gedor y poderos y dador abundante de
sistemática sino también de consonan- vida. Además, esta persona también ad-
cia con las experiencias del ser humano. quiere mediante la acción en la socie-
En cristología eso ha supuesto una vuel- dad, un discernimiento de lo que es
ta decisiva al Jesús humano e histórico, bueno, saludable y plenificante en las
y en soteriología ha significado una re- relaciones humanas, en el comporta-
flexión más exigente sobre los modos en miento y en las estructuras sociales, y de
los que una persona puede afectar a lo que es deformado, destructivo, "pe-
otros y ser salvífico para ellos6. Por su- caminoso", y con ese discernimiento
puesto, esto ha suscitado cuestiones viene también una cierta visión y una
muy significativas en el contexto del experiencia parcial del proceso de rein-
ecumenismo amplio. ¿Cómo, por ejem- tegración y reconciliación. Es sobre es-
plo, comparamos a Jesús de Nazaret ta base como los creyentes cristianos
con Siddhartha Gautama, el Buda? En pueden decir "Jesús salva", y afirmar
el contexto de un enfoque existencialis- que la salvación de Jesús es potencial-
ta a la realidad, la cuestión no puede ser mente o, en principio, universal. La
dejado de lado por la autoridad o el cues-tión que surge entonces, es si eso

6. Esto es notablemente así en el influyente trabajo de Karl Rahner resumido hacia el final de su vida en
Foundations ofChñstian Faith (NY: Seabury, 1978). Un replanteamiento similar de la cristologia en tér-
minos existencialistas lo encontramos en Paul Tillich, Systematic Theology, vol. 2 (Chicago: University
of Chicago Press, 1957).

191
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

excluye a Buda, por ejemplo, como p o - más bien si las analogías usadas llevan a
tencial salvador universal. Aplicando el los creyentes a apostar sus vidas en lo
mismo enfoque existencialista, seguido- que resulta ser seguro, digno de con-
res sinceros de Buda llegan por caminos fianza, cumplimiento de promesas.
similares a una conclusión parecida: el Aunque para muchos creyentes moder-
camino de Buda es existencialmente vá- nos esto puede parecer en principio un
lido en sí mismo y, en principio, umver- sentido menor de verdad y, en conse-
salmente aplicable. El enfoque, por tan- cuencia, una pérdida de certeza, es un
to, no es adecuado a la elección de un ca- sentido de la verdad que está más cerca-
mino como más cercano a la verdad que no a la visión bíblica, y más fácilmente
el otro. Permite a los cristianos decir que defendible en términos de experiencia
están existencialmente seguros de su humana. Es, después de todo, el sentido
propia postura, pero no les da ninguna que pretendemos cuando hablamos de
razón para negar la verdad del otro. amantes que son fieles el u n o al otro,
Lo que permite este tipo de reflexión devotos que son fieles a una causa, o
es una apuesta amigable con aquellos de promesas que resultan ser ciertas. En
otras tradiciones religiosas, de que Jesús otras palabras, es el sentido de verdad
está efectivamente en el corazón del cuando tratamos de situaciones huma-
misterio de la existencia y el destino, nas, personas y relaciones, y no del mo-
con un vínculo directo con la fuente de vimiento de objetos en el m u n d o . En
todo el ser que nos justifica en referen- este tipo de situación, lo que se tiene de-
cia a él como la Palabra encarnada o recho a presentar es una fuerte preten-
personificada del Dios trascendente, sión de certeza por la postura que se de-
Hijo único de la Fuente creadora de t o - fiende, que no es lo mismo que decidir
das las cosas. El lenguaje es clara y ne- la verdad o falsedad de otras posturas
cesariamente poético y metafórico. N o excepto donde estas están en conflicto
estamos, por tanto, tratando la cuestión directo funcionalmente. Tal conflicto
de si la filiación divina o la encarnación sucede con ciertos cultos que surgen de
divina puede mostrarse como verdade- vez en cuando, pidiendo sacrificios hu-
ra o falsa en sentido ontológico, sino manos, racismo, etcétera, pero es digno

192
C R I S T O L O G Í A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

de mención que los seguidores de Jesús con la afirmación previa de que Jesús
que intentan comprender a las grandes era personalmente la segunda "perso-
religiones del mundo en sus corrientes na" del Dios Trino, y describimos la
más puras y mejor acreditadas son raras función de Jesús como fluyendo y co-
veces capaces de encontrar un conflicto rrespondiendo a estas determinaciones
directo en lo que se enseña sobre un previas de su persona y "naturalezas".
camino de sabiduría, salvación, bondad Está claro que las percepciones moder-
o liberación. nas de las demandas de honestidad ri-
Otro gran movimiento en el pensa- gurosa en el discurso se ven ofendidas
miento contemporáneo que ha influido por semejante enfoque, porque se con-
en gran medida en la teología cristiana funde lo que se sabe por su encuentro
en general y en la cristología en particu- con la experiencia humana o la concien-
lar, es el de la fenomenología7. La peti- cia,con lo que es construido subjetiva-
ción de ver la realidad no en términos mente por la imaginación o el intelecto
de nuestros constructos sino en térmi- especulativo. Aquellos que son hostiles
nos de lo que realmente es dado a la ex- a la fe religiosa han respondido a tal
periencia, se presentó como un reto confusión sugiriendo que la verdad no
muy fuerte para la cristología. Lo que la está en discusión cuando la gente habla
doctrina cristiana ha dicho sobre Jesús sobre su fe; están expresando actitudes,
de Nazaret desde el siglo quinto ha ten- inclinaciones, afecciones. La respuesta
dido ha moverse, no desde lo conocido teológica adecuada, tanto a la confusión
hacia lo desconocido, sino en la direc- como a la explicación anti-religiosa de
ción opuesta. Procediendo de la "natu- esto, es ponerse a trabajar en una cristo-
raleza" divina y las "personas" como si logía que sea defendible según los crite-
cualquiera pudiera realmente saber lo rios del pensamiento fenomenológico.
que eso significaba, definimos la huma- Esta cristología8 necesariamente des-
nidad de Jesús de manera que cuadre cribe lo que conocemos sobre la perso-

7. Esto es particularmente evidente en Edward Schillebeeckx, Jesús: An Experiment in Christology (NY:


Seabury, 1979), y Christ (NY: Crossroads, 1981
8 Por ejemplo, Schillebeeckx.jesus, passim.

193
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

na, vida, hechos y destino de Jesús de en ese contexto, no si se toma como una
Nazaret, lo que podemos ver en la his- formulación de contenido ontológico
toria del impacto que él ha tenido, tanto intemporal y definitivo, sino más bien si
en sus seguidores, como en las estructu- se toma contextualizada en relación con
ras de la sociedad y la forma de la cultu- las cuestiones que se debatieron en los
ra humana (sobre todo la occidental) y siglos cuarto y quinto, y el lenguaje y
el lenguaje, y lo que puede conocerse de estructuras de pensamiento disponibles
la interacción de las influencias de Jesús entonces para responder a esas pregun-
en el mundo con aquellos de otras figu- tas. Por tanto, el enfoque que es genui-
ras religiosas, otros hombres sabios, li- namente útil es el que considera cuida-
beradores, etc. Esto ha significado que dosamente, tanto en la investigación co-
la cristología de nuestro tiempo es nece- mo en la reflexión sobre su sentido, lo
sariamente practicada dentro de un am- que realmente sabemos sobre Jesús de
plio ecumenismo y difícilmente puede Nazaret y su efecto en el mundo, y lo
justificarse cuando se hace aisladamente que podemos encontrar en los testimo-
de las afirmaciones e historias de otras nios de sus seguidores a lo largo de los
tradiciones religiosas y aquellos a quie- siglos para hacer el tipo de afirmaciones
nes veneran como maestros de sabidu- sobre Jesús que finalmente resultaron.
ría pioneros, ejemplares y sabios. En es- C o n las exigencias que el pensamiento
te contexto una cristología funcional fenomenológico nos ha impuesto, el
ocupa el centro de la imagen, porque lo proceso histórico de la formulación de
que puede observarse es lo que Jesús ha la cristología se convierte en más im-
hecho y cómo ha influido y sigue influ- portante que las fórmulas oficiales defi-
yendo en la gente. Lo que se diga des- nitivas, que son la consecuencia.
pués sobre quién y qué sea, ya no puede C o n esos criterios en mente, creyen-
ser más que extrapolación de la obser- tes cristianos contemporáneos serios no
vación de hechos y relaciones. La fe de tienen dificultad en aceptar pretensio-
Calcedonia puede ciertamente conver- nes de unicidad para Jesús que tienen
tirse tanto en inteligible como en creíble que ver con su impacto en el m u n d o en

194
C R I S T O L O G Í A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

primer lugar y, por tanto, el modo en espada de doble filo. Por una parte, des-
que ha de ser visto en relación con el mitifica afirmaciones dogmáticas auto-
horizonte último del ser, el fundamento ritarias, pero por otra hace posibles
o fuente de todo ser. N o sólo reflexio- otras bases sobre las que hacer afirma-
namos sobre nuestra propia experiencia ciones con pretensión de verdad. La
humana como informada por la fe cris- praxis es acción heurística en y sobre el
tiana, sino que también construimos mundo y la sociedad, que provoca una
puentes de empatia hacia las experien- respuesta que favorece la sensibilidad y
la comprensión. Vivir en fe debe, por
cias de otros a través de los siglos, guia-
supuesto, hasta cierto punto ser la pues-
dos por sus testimonios y los logros
ta en práctica de valores y objetivos
que dejaron tras de sí. Lo que encontra-
previamente formados, pero los evan-
mos, por supuesto, no es unívocamente
gelios con su tema del seguimiento de
edificante. H a y que aplicar el discerni-
Cristo, dondequiera que pueda llevar,
miento crítico y distinguir entre lo que
enfatizan más bien el otro aspecto: el
está verdaderamente en el espíritu del seguimiento de una persona es heurísti-
seguimiento de Jesús buscando su p r o - co, reconoce la primacía de la praxis, de
yecto y lo que es discordante con él un modo en el que el seguimiento de
aunque pretenda ser cristiano. Este dis- una ley o código o directorio no lo es y
cernimiento sólo puede venir realmente no da primacía a la praxis.
de un compromiso perseverante en la
Esta es la razón por la que la teolo-
búsqueda de este proyecto en la propia
gía cristiana contemporánea se ha con-
vida y comunidad, porque es el vivir el
vertido en más abierta al reto que viene
compromiso hasta el final lo que lleva a del pensamiento deconstruccionista, en
la experiencia de la verdad como lo que un sentido muy amplio de ese término.
es dado, más que lo que es proyectado. Desentrañar el proceso de cómo llega-
Esta idea originariamente marxista de la mos a nuestras posturas y convicciones
primacía de la praxis sobre la teoría, que tiene interés no sólo histórico, sino
se ha convertido en un tópico para las práctico. Es posible llevar este proceso
ciencias sociales, es, por así decir, una a tales extremos que las palabras ya no

195
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

tengan sentido, es decir, que ya no se todas nuestras afirmaciones religiosas


considere que tienen un referente en la sobre el papel e identidad de Jesús han
realidad. Esto no sirve para comprender surgido de una experiencia que los se-
las afirmaciones de fe religiosas. Pero es guidores de Jesús reconocieron como
igualmente posible reconocer alguna reconciliadora, integradora, dadora de
justificación en el desafío, hasta el pun- sentido y finalidad a la vida humana,
to de que te hace muy cauto a la hora de entonces las pretensiones son tan de-
la sencilla suposición de entidades exis- fendibles como la experiencia. En nues-
tentes que se corresponden con nues-
tro tiempo se ha hecho mucho más evi-
tros nombres abstractos y derivativos.
dente que somos compleja y universal-
Resulta particularmente útil, por ejem-
mente interdependientes, y que las po-
plo, volver a transformar muchos nom-
sibilidades de cada persona y cada vida
bres en verbos o adjetivos, reconocien-
están mucho más a merced de todos los
do la fuente en nuestra experiencia para
las abstracciones y las deducciones. Lo demás -no sólo a merced de individuos
que es útil en esto es que aumenta la que tienen contacto personal, sino tam-
conciencia de la distinción entre lo que bién a merced de las pautas sociales de
hemos experimentado y lo que hemos valores, expectativas y estructuras so-
inferido de nuestra experiencia, y de es- ciales, que dan forma a las posibilidades
te modo, todo el proceso de reflexión para cada persona. Esta comprensión
establece una base mejor para preten- encuentra validación inmediata en las
siones de verdad. afirmaciones evangélicas de Jesús, para
En el contexto, sin embargo, de un quien la relación esencial de la criatura
matizado enfoque contemporáneo del con la fuente del ser es intrínsecamente
pensamiento religioso, esta cuestión del inseparable de un compromiso no ex-
vínculo entre la liberación humana en la clusivo con el bienestar común y el bien
historia y las pretensiones de que Jesús de todas las demás personas.
es el salvador, junto con las líneas indi- Sobre esta base se puede afirmar al
cadas arriba en respuesta a los diversos menos esto: nosotros, como cristianos,
tipos de retos, es una cuestión crucial. Si vemos la posibilidad de encontrar la

196
C R I S T O L O G I A EN EL E C U M E N I S M O A M P L I O

evidente necesidad humana de reden- En base a estos testimonios exter-


ción del egoísmo, la intimidación, la nos, incluyendo el progreso en el cui-
discriminación y la exclusión, en y a dado del débil, el abandonado y el ex-
través de la persona de Jesucristo a cau- tranjero, combinado con testimonios
sa del comienzo que él ha realizado y internos de paz, determinación y gozo
los posteriores desarrollos entre sus en el compromiso con Cristo y su ca-
más consagrados seguidores. Sabemos mino, tenemos derecho a reclamar que
por nuestra experiencia acumulada que se exprese realmente en nombres que
donde la gente pone en práctica las po- sean verbos y adjetivos. Que la formu-
sibilidades que él abrió, hay crecimien- lación de las afirmaciones haya tomado
to hacia una vida más plena, esperanza, una forma clásica, no la invalida como
comunidad y felicidad. Conocemos por una afirmación que pretende ser verda-
nuestra limitada experiencia la expan- dera, aunque significa que hay necesi-
sión potencial a los universal. Por tanto, dad de una exégesis y una hermenéuti-
la afirmación de Jesús como salvador ca contextual. Nuestra afirmación clá-
universal es tan significativa cuando es sica está formulada en términos del pa-
realizada por los escritores del Nuevo pel de Jesús en la historia y la creación
Testamento que no vieron la actual ex- y la identidad de Jesús en relación a
pansión del camino de Cristo entre las Dios como la fuente. Este se ha conver-
naciones, como cuando es realizada por tido en el corazón y el centro de nues-
escritores medievales para los que el tra fe, vida, acción en el mundo y culto.
mundo conocido era más o menos co- No podemos abandonarla sin abando-
extensivo con la "Cristiandad", o cuan- nar nuestra fe y tradición, y no es ecu-
do es realizada por cristianos contem- ménicamente útil abandonarla, porque
poráneos que saben que, a nivel mun- entonces no tendríamos nada coheren-
dial, el Islam está creciendo más rápido te que llevar al encuentro ecuménico.
en número que el cristianismo, mientras Dado, pues, el tipo de base experiencial
que el Budismo es también fuerte y es- sobre la que nuestras pretensiones de
tá en crecimiento. verdad descansan inevitablemente, pa-

197
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

recería que la postura ecuménicamente bre nuestra experiencia acumulada in-


más válida es la siguiente. Afirmamos la terna y externa, y afirmamos esto como
divinidad de Jesús y su centralidad en una apuesta amistosa ante todo el que
el proyecto humano, en la historia y en diga otra cosa, sin negar el papel salví-
el destino humano, que trasciende la fico actual o potencial de otras figuras
historia con una certeza construida so- salvíficas.

198
TERCERA PARTE
HERMENÉUTICA, EPISTEMOLOGÍA
Y PLURALISMO RELIGIOSO
I

X
T E O L O G Í A PLURALISTA DE LAS RELIGIONES
¿PLURALISTA O N O PLURALISTA?
J.A. DiNoia, O.P.

I mundial como Denis Lingwood. Des-


pués de estudiar variadas formas de fi-
En su influyente obra, A Survey of losofía india y viajar por la India duran-
Buddhism, el estudioso Mahayana bu- te varios años como un anagarika (va-
dista Sangharakshita escribe: "El gabundo), Lingwood en 1950 tomó el
Dharma enseñado por el Buda es califi- hábito como bhikshu (monje) de la es-
cado como santana, eterno, y akalika, cuela Mahayana y fue conocido desde
intemporal, no porque tenga poco a su entonces como Sthavira Sangharakshi-
favor más que su edad, sino porque es la ta. Se convirtió en la cabeza de la Orden
formulación en este periodo de Buda de de los Amigos de los Budistas Occi-
principios que son verdad en todos los dentales y, en 1957, escribió un influ-
tiempos y lugares". Según Sangharak- yente estudio sobre el Budismo que está
shita, eternidad o intemporalidad desig- ahora en su quinta edición.
nan la "aplicabilidad universal" de esta N o hay nada de etnocentrismo o de
enseñanza1. temporalmente determinado en la insis-
Los detalles de la vida de Sangha- tencia del inglés Sangharakshita en que
rakshita ofrecen un testimonio notable el papel de Buda en el redescubrimien-
del interés universal y la relevancia de la to del Dharma es único. El budista se
enseñanza budista. Vino a la India des- refugia precisamente en "Gautama el
de Inglaterra durante la segunda guerra Buda, el redescubridor del Camino del

I. Bhikshu Sangharakshita (Maha Sthavira), A Survey of Buddhism, 5' ed. (Boulder, CO: Shambh¿;
Publications, 1980), p. 42.

201
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Nirvana, [y es] obligado a considerar el pide, aunque matiza, la posibilidad de


Dharma como un fenómeno histórico que la verdad pueda ser encontrada en
único, no afiliado a ninguna enseñanza otras enseñanzas. En relación con esto,
contemporánea por la que el Buda pu- Sri K. Dhammananda señala que "el
diera haber sido influenciado, sino sólo Buda insistía en que ningún maestro re-
al Dharma eterno predicado por sus ligioso puede revelar todas las manifes-
predecesores, los Budas anteriores"2. La taciones importantes de la verdad para
idea de Sangharakshhita es confirmada la humanidad. La mayoría de los líderes
por otros autores budistas. Advirtiendo religiosos del mundo han revelado cier-
de los peligros de "fundirse con otros tos aspectos de la verdad según las cir-
credos", Phra Khantim-palo afirma que cunstancias que imperaban en su tiem-
"las enseñanzas de Buda no pueden ser po. El Buda explicó que él había desta-
diluidas con otras que tienen diferentes cado sólo los aspectos más importantes
objetivos, o se corromperán y su valor de la religión y la verdad"5. El descubri-
será destruido"3. Dado que "el budismo miento total de esa verdad, a pesar de su
es único", según el maestro japonés de extrema rareza, es en principio accesible
Zen del s. XIII, Dogen, "la frase 'la a cualquiera. Porque, como afirma
identidad de las tres religiones' [Bu- Sangharakshita, "el Dharma declara
dismo, Confucionismo, Taoismo] es in- con precisión y claridad... aquellas leyes
ferior al balbuceo de los bebés. Los universales de acuerdo con las cuales la
que la usan son los destructores del bu- consecución de la Iluminación por un
dismo"4. ser humano tiene lugar, y... las condicio-
Una insistencia en la unicidad histó- nes de las cuales depende y los medios
rica del papel de Buda en el descubri- por los que debe lograrse"6. Se sigue en-
miento del camino del Nirvana no im- tonces, según Khantimpalo, que "todas

2. Ibid.p.43.
3. Phra Khantinpalo, Tokrance:A Study from Buddhist Sources (London: Rider & Company, 1964), p. 37.
4. Dogen Shobo-Cenzo, citado en Khantinpalo, p. 36.
5. Sri K. Dhammananda, Why Religious Tolerance? (Kuala Lumpur: Buddhist Missionary Society, 1974), p. 8.
6. Sangharakshita, p. 37.

202
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

las otras religiones pueden ser conteni- vida. Así, lo que se enseña y recomien-
das dentro del budismo de un modo da en las doctrinas de otras comunida-
apropiado". Sigue diciendo que se pue- des religiosas puede ser valorado sobre
den "trazar con precisión los varios ni- las bases del Dharma. C o m o insiste
veles a los cuales llegan el Hinduísmo, Sangharakshita, el Dharma no es "sólo
el Cristianismo y el Islam dentro del un camino más para el Nirvana, sino el
pensamiento totalizador del Iluminado. principio subyacente, lo rationale, de
N o es posible encajar al budismo en la todos los caminos... [que presenta] en
esfera de pensamiento de otros, sin dis- su aspecto más universal y, por tanto,
torsiones, recortes, abusos o persecu- más individual, aquellas enseñanzas que
cion . en otras religiones son encontradas con
Tales pasajes son representativos de más frecuencia en formas fragmentarias
muchos que podrían ser citados de la li- y distorsionadas" 8 .
teratura canónica y de comentario de la Aunque extraídas en este caso de los
comunidad budista. Hacen explícito lo escritos de autores budistas representa-
que parece ser una asunción básica de tivos, tales afirmaciones no quedan sin
esta literatura. El Dharma que se enseña análogos en las literaturas de otras co-
en la comunidad budista - a saber, la munidades religiosas. En efecto, análisis
verdad sobre el camino del N i r v a n a - filosóficos del discurso característico de
constituye una enseñanza con alcance y las comunidades de las religiones del
aplicabilidad universal. La comunidad mundo, sugiere que cada una propone
budista recomienda a sus miembros y a lo que podría llamarse una pretensión
los de fuera la búsqueda del verdadero particularista de universalidad para sus
sentido de la vida, de las condiciones re- respectivas enseñanzas. Así, como en el
levantes de la existencia humana, y el caso de la comunidad budista, cada co-
estilo de vida que asegura la obtención munidad religiosa parece combinar una
y el disfrute del verdadero sentido de la pretensión de la aplicabilidad universal

7. Khantinpalo, pp. 36-37.


8. Sangharakshita, pp. 37-38.

203
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de sus enseñanzas con una insistencia discurso de las comunidades religiosas,


en su encarnación única y privilegiada entonces las propuestas realizadas en
en las tradiciones auténticas de la comu- este libro y en otros lugares, resultarían
nidad. ser pluralistas en un cierto sentido ate-
Es significativo, a este respecto, que nuado. Una teología de las religiones
las colaboraciones de The Myth of pluralista total -desarrollada en una co-
Christian Uniqueness están en su ma- munidad religiosa para expresar su va-
yoría dirigidas a la tarea de persuadir a loración de otras comunidades y ense-
la comunidad cristiana de atenuar o re- ñanzas religiosas— necesitaría probable-
tirar sus versiones de esta pretensión. mente abarcar las particularidades de
En palabras de uno de los autores del facto de las diferentes creencias y prác-
libro, el objetivo del mismo es criticar el ticas dentro de su esfera de conocimien-
"sentido mítico" de "unicidad" encar- to y encuentro. Pero las propuestas en
nado en afirmaciones de la "única defi- consideración aquí más que dar cuenta
nitividad, absolutidad, normatividad, del variado mundo religioso que obser-
superioridad del cristianismo en com- van, sugieren algunos cambios impor-
paración con las otras religiones del tantes en él. Pueden leerse como invi-
mundo"9. Esta crítica de las pretensio- tando en efecto a la comunidad cristia-
nes particularistas de universalidad de na y, por implicación, a otras comuni-
la comunidad cristiana, se entiende co- dades religiosas también, a recibir y
mo fundamental en el desarrollo de una adoptar ciertas revisiones de sus doctri-
teología pluralista de las religiones -un nas al menos a este respecto.
propósito común que define, tanto los Consideremos la siguiente observa-
esfuerzos constructivos de los autores, ción de Langdom Gilkey. Su contribu-
como una amplia gama de propuestas ción al libro muestra una fina sensibili-
en desarrollo en la comunidad cristiana. dad hacia una peculiaridad de la lógica
Pero si pretensiones particularistas de las pretensiones particularistas de
de universalidad son características del universalidad (aunque él expresa el te-

9. Paul Knitter, Prefacio, en Hick-Knitter, p. vil.

204
T E O L O G Í A P L U R A L I S A DE LAS R E L I G I O N E S

ma en términos diferentes). Refirién- El tono de la observación de Gilkey


dose el gran reto que tales pretensiones sugiere que reconoce la considerable
plantean para la reflexión filosófica y dificultad que su recomendación plan-
teológica, destaca que "en vista de la pa- tea para sí mismo y para otras personas
ridad de religiones es casi imposible por religiosas serias. Es de suponer lo que
el momento formular una resolución Phra Khantimpalo haría con ello. El ci-
teológica de los dilemas doctrinales y ta a Buda diciendo: "De todos los cami-
contradicciones implicadas. La interac- nos el Camino de Ocho Vías es el me-
ción de absoluto y relativo -de ser cris- jor; de todas las verdades las Cuatro
tiano, judío o budista, afirmando esa Nobles Verdades son lo mejor;... éste es
postura, y al mismo tiempo relativizan- el Único Camino; no hay otro para (lo-
do ese modo de existencia- atrofia y si- grar) la pureza de ideas". Khantinpalo
lencia la mente, al menos la mía"10. Está sigue comentando que otras enseñanzas
claro, a partir de esta observación y del llevan a sus fieles "o bien en dirección
tenor del resto de su ensayo, que opuesta el Nirvana (materialismo,
Gilkey está recomendado a miembros Comunismo), o, como mucho, sólo a
de las comunidades cristiana, judía, bu- los cielos inferiores ganados por las
dista y otras que adopten una concep- buenas obras (y abiertos por tanto a la
ción revisada del alcance de sus doctri- gente sencilla de todas las religiones) o a
nas. Según esta nueva concepción, estas los más elevados estados de beatitud
comunidades podrían mantener los ele- (que consiguen los santos de, por ejem-
mentos particularistas de su compren- plo, el cristianismo, el budismo y el is-
sión del alcance de sus doctrinas (en tér- lam)". Claramente, la comprensión que
minos de Gilkey, afirmando su carácter Khantinpalo tiene de Buda parecería
absoluto) pero tendrían que abandonar excluir la noción de la paridad de reli-
el elemento universal (porque deben re- giones que Gilkey propone. Khantim-
conocer, en términos de Gilkey, la pari- palo insiste en que "sólo en Buddha-
dad relativa de las religiones). dharma se enseña esa sabiduría que li-

10. Gilkey,"Plurality and Its Theological Implkations'", p. 47.

205
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA

bera completamente del círculo de las una oportunidad de disfrutar el verda-


reencarnaciones". Las actitudes budis- dero sentido de la vida en algún mo-
tas de tolerancia religiosa que Khantin- mento en el futuro, la vida presente de-
palo tiene interés en recomendar se ha- be apuntar en la dirección correcta. La
cen eco, sin embargo, de las enseñanzas comunidad budista, en primer lugar,
del Buda que era crítico sin intolerancia enseña a sus miembros que el Nirvana
de otros maestros que "no teniendo el es aquello a lo que deberían apuntar. Se
método correcto... para hacer efectiva la puede mostrar que concepciones alter-
liberación... se encaminaron mal y así nativas del verdadero sentido de la vida
vinieron a tener muchos y diversos ob- son parciales o incorrectas, como
jetivos . Khantinpalo sugiere más arriba. Según
los maestros budistas, "visiones erró-
neas" sobre tales temas deben producir
II "visiones correctas" si uno quiere hacer
progresos reales en el camino de la ilu-
Aunque hay desacuerdos entre las minación. Además,las enseñanzas bu-
principales comunidades religiosas del distas proporcionan un informe enor-
mundo sobre lo que constituye el ver- memente detallado -"visiones correc-
dadero sentido de la vida, parecen estar tas" adicionales-relativo a las condicio-
de acuerdo en recomendar a sus miem- nes de la existencia humana que atrapan
bros y a los de fuera objetivos globales a la gente en el círculo de las reencarna-
característicos para la vida y modos de ción. Quizás, lo más importante de to-
vida apropiados a su búsqueda, disfrute do, las doctrinas prácticas budistas pre-
y consecución. En la comunidad budis- sentan el método -descrito hábilmente
ta, por ejemplo, la posibilidad de llegar como el Excelente Camino de Ocho
al Nirvana, o liberación del círculo de la Vías- mediante el cual estas condicio-
reencarnación, comienza aspirando a nes pueden ser trascendidas y obtenido
ella. Es decir, al menos en orden a tener el Nirvana con toda seguridad.

II.Khantinpalo. p. I 14-1 15.

206
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

Analogías de búsquedas no religio- permiten la experiencia adiciona^ ce .o~


sas arrojan algo de luz sobre la estruc- gros creativos y satisfacciones. -
tura de las doctrinas sobre el sentido de Las conexiones entre los objetivos
la vida y los estilos de vida que se debe- de vida religiosos y los modelos que
rían adoptar a la luz de los mismos. El ellos suscitan son similares. Nirvana
objetivo de tocar la "Suite para solo de no designa una recompensa extrínseca
Violonchelo" de Bach, por ejemplo, de- concedida a alguien que sigue con éxito
termina el desarrollo de las capacidades el Excelente Camino de O c h o Vías,
físicas, intelectuales y afectivas del vio- sino a un logro cuyo disfrute hacen p o -
lonchelista hacia tipos particulares de sible los pasos del Excelente Caminos
disposiciones que le hacen capaz de al- de las O c h o Vías. Comprometiéndose a
canzar y disfrutar este objetivo. Ese ob- buscar el Nirvana y tener las propias ca-
jetivo es intrínseco a la actividad de to- pacidades y disposiciones determinadas
car el violonchelo y sirve para definirlo por la forma de vida recomendada por
en un modo que no es el de los p r o p ó - la comunidad budista, uno se convierte
sitos más extrínsecos de ganarse el en el tipo de persona que puede obtener
aplauso de un auditorio o ganarse el y, lo que es más importante, disfrutar lo
sustento. Las largas horas de prácticas que el Nirvana implica. Esta conexión
que el violonchelista necesita para al intrínseca entre objetivos de vida y mo-
menos mantener, si no sobrepasar, un dos de vida es también evidente en las
cierto nivel de interpretación, transfor- enseñanzas de otras también comunida-
man sus capacidades de un modo más o des religiosas. Comunión con la Santísi-
menos estable. Habiéndose propuesto ma Trinidad, la santidad de la Torah,el
como objetivo la interpretación con jardín de las delicias -estas son algunos
éxito de obras como las "Suites para so- de los términos mediante los cuales las
lo de Violonchelo", se convierte en cier- comunidades cristiana, judía y musul-
to tipo de persona que posee un rango mana, respectivamente, definen el ver-
de habilidades y disposiciones que le dadero sentido de la vida. En estas cc-

12.Ver Sto.Tomás de Aquino, Summa Theologiae l-ll

207
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

munidades se entiende que la posibili- respondió que podrían en la medida en


dad de obtener y disfrutar tales objeti- que fueran capaces de discernir y seguir
vos en el futuro depende de la forma los elementos necesarios del Camino de
que toma la vida en el presente. Por Ocho Vías13.
esta razón, las comunidades religiosas Las pretensiones particularistas de
ponen gran énfasis en sus doctrinas universalidad que las comunidades reli-
prácticas, en la adquisición y desarrollo giosas hacen para sus doctrinas, espe-
de disposiciones apropiadas para dis- cialmente aquellas sobre el verdadero
frutar del verdadero sentido de la vida. sentido de la vida, comunican tanto ur-
Para disfrutar el Nirvana uno tiene gencia como precaución en sus afirma-
que convertirse en cierto tipo de perso- ciones sobre la accesibilidad a este obje-
na. ¿Significa esto que si uno ha busca- tivo permitida a los que no son miem-
do la unión con la Trinidad o la santi- bros, mediante las enseñanzas de otras
dad de la Torah, entonces la obtención comunidades religiosas. El tema se sien-
y el disfrute del Nirvana es imposible? te de modo más agudo cuando una co-
Esta es una pregunta tan compleja para munidad llega a estimar las enseñanzas
la comunidad budista como lo son sus de otras comunidades y las vidas nobles
análogas para otras comunidades. La de sus miembros.
seriedad con la que el verdadero sentido La comunidad cristiana no se en-
de la vida se considera en cada comuni- frenta sola a este tipo de problema. En
dad, genera una cierta ansiedad sobre parte, las contribuciones de The Myth
las posibilidades que los de fuera tienen of Christian Uniqueness pueden leerse
de conseguirlo. Hablando en general, como propuestas teológicas referidas al
las respuestas de otras comunidades se tema de la accesibilidad de la salvación a
hacen eco de la de la comunidad budis- personas que no son miembros de una
ta. Cuando se le preguntó si los no bu- comunidad cristiana. Si la comunidad
distas podrían llegar al Nirvana, el Buda cristiana puede ser persuadida para reti-

13. Ver Mahaparintbbanasuttay, 23-30, en Dialoguesofthe Buddha, Parte 2,trad.T.W. Rhys Davids (London:
Pali Text Society, 1910), pp. 164-169.

208
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

rar o atenuar su pretensión particularis- explícita es necesaria para la salvación),


ta de universalidad -algo que estos au- sino también del inclusivismo (la idea
tores piden con insistencia- entonces el de que la Redención de Cristo es nece-
tema está en camino de encontrar una saria para la salvación de todos, incluso
solución. El hecho de que se pueda o b - de aquellos que no le reconocen), para
servar que cada una de las comunidades abrazar el pluralismo. Desde su punto
religiosas del m u n d o recomiendan un de vista, "la tradición cristiana es vista
sentido global de vida y un estilo de vi- ahora como una tradición de pluralidad
da adecuado a la búsqueda, ha llevado a de contextos de salvación". Al servicio
estos teólogos a sugerir que todas las re- de esta transición al pluralismo, Hick
ligiones poseen lo que se llama una es- distingue bajo "los hechos observables"
tructura soteriológica. Se deduce enton- de diversidad religiosa, formas de
ces que todas las comunidades religio- "transformación individual y social".
sas pueden ser interpretadas como Afirma que "si entendemos por santo
apuntando a la salvación bajo descrip- una persona que está mucho más avan-
ciones diferentes, y que cada comuni- zada que la mayoría de nosotros en la
dad, incluyendo a la cristiana, propor- transformación del auto-centramiento
cionan acceso a ella a través de distintos al centramiento en la Realidad, enton-
modos de vida a los que las condiciones ces... cada una de las grandes tradicio-
culturales y sociales reinantes han dado nes religiosas parece que, hasta donde
lugar. podemos decir, promueven esta trans-
En su contribución a este libro y de formación, de una u otra forma, más o
modo más extenso en sus otros traba- menos hasta el mismo p u n t o " . Las tra-
jos, John Hick afirma que la comunidad diciones religiosas como el cristianismo
cristiana debe abandonar su pretensión han de ser valoradas entonces, no sobre
de permitir un acceso privilegiado a la la base de sus pretensiones de propor-
salvación. La teología de las religiones cionar un acceso seguro a la salvación,
cristiana debe ir, no sólo más allá del ex- sino sobre la evidencia de su éxito o fra-
clusivismo (la idea de que la fe cristiana caso en promover la transformación i r -

209
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

dividual y social del auto-centramiento giosas, articulan una estructura y teolo-


al centramiento en la Realidad. 14 gía uniformemente soteriológicas.
"El centramiento en la Realidad" se En su interpretación soteriológica
toma, por tanto, para designar el objeti- de las variedades de objetivos religio-
vo último hacia el cual el Nirvana, la sos, la teología pluralista de las religio-
unión con la Trinidad, la santidad de la nes avanzada en este libro implica que
Torah, el jardín de las delicias, y otros los objetivos característicos de vida re-
objetivos religiosos característicos de comendados por comunidades religio-
hecho apuntan a budistas, cristianos, sas, designan parcialmente algo que só-
musulmanes, judíos y otros. Según la lo puede ser descrito por un conjunto
teología pluralista de las religiones de expresiones religiosas complementa-
avanzada en este libro, la recomenda- rias. Pero ese algo -tanto si se le llama
ción de la comunidad budista de buscar Realidad, Trascendencia o Misterio- en
el Nirvana sobre todo, y la recomenda- sí mismo nunca funciona como un ob-
ción de la comunidad cristiana de bus- jetivo. Nunca puede en sí mismo espe-
car la unión con la Santísima Trinidad cificar la formación de un particular
pueden interpretarse como teniendo la modo de vida, apropiado para obtener-
estructura subyacente de una recomen- lo y disfrutarlo, excepto en el sentido
dación de superar el auto-centramiento amplio generalizado de que el buscarlo
en favor del centramiento en la requiere evitar el auto-centramiento.
Realidad. Se deduce que, a pesar de las N o es posible ninguna respuesta reli-
diferencias entre las doctrinas budista y giosamente detallada a la pregunta, ¿en
cristiana sobre el objetivo de la vida y qué clase de persona tiene uno que con-
los modos de vida apropiados para su vertirse para disfrutar del centramiento
búsqueda, se puede entender que ambas en la Realidad? Esto es así porque la re-
comunidades buscan la salvación. Los
alidad nunca aparece en sí misma, sino
objetivos de vida expresados de modo
sólo en las manifestaciones que adopta
plural en diferentes comunidades reli-
o en las expresiones por las que es co-

14. Hick, "The Non-Absoluteness of Christianity", i. 22-23.

210
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

nocida en diferentes tradiciones doctri- de las fronteras de la comunidad cristia-


nales. En las propuestas que están en na, da lugar a una modificación adicio-
consideración aquí, la conexión intrín- nal en el sentido de que la teología de
seca entre sentidos de vida y modos de las religiones propuesta puede enten-
vida, que parecen ser fundamentales pa- derse como pluralista. Bajo la diversi-
ra los programas prácticos de las comu- dad real de sus enseñanzas sobre el ob-
nidades religiosas existentes, se pierde. jetivo y modo de vida, se postula una
Tiene que ceder la palabra a una idea ge- estructura soteriológica Según la pro-
neralizada y ampliamente no pluralista puesta de Hick y en otras propuestas
de las doctrinas religiosas particulares semejantes, la cristiana y otras comuni-
que exhorta a la concepción correcta dades religiosas en el mundo pueden ser
del objetivo de la vida, el método co-
vistas, podría decirse, como pluralista-
rrecto de buscarlo y las disposiciones
mente soteriocéntricas en sus doctrinas
apropiadas para obtenerlo y disfrutarlo.
sobre lo que constituye el verdadero
La fuerza de las observaciones de
sentido de la vida.
Hick es por tanto la de introducir una
posterior restricción a la teología plura-
lista de las religiones propuesta en este III
libro. Vimos más arriba que los autores
están de acuerdo en recomendar que la El uso de términos como Realidad o
comunidad cristiana, y por implicación Misterio para designar eso en lo cual la
otras comunidades, revisen sus preten- búsqueda religiosa se centra, conlleva
siones de universalidad particularistas una restricción adicional importante del
aceptando la noción de la paridad de re- sentido en el que a las propuestas teoló-
ligiones. La teología pluralista de las gicas en consideración aquí se les puede
religiones vista aquí más que realmente llamar pluralistas. Consideremos las si-
abarcar, modificaría de hecho, las parti- guientes observaciones extraídas del ca-
cularidades de afirmación religiosa exis-
pítulo de Stanley J. Samartha en The
tentes. Ahora, la necesidad de justificar
Myth of Christian Uniqueness. C o m o
la accesibilidad de la salvación más allá
otros autores, el está interesado en evi-

211
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

tar el exclusivismo y recomendar la t o - Samartha, de "las dos afirmaciones...


lerancia para otras gentes religiosas. que 'Brahmán es sat-citananda [verdad-
Desde su punto de vista, "el Misterio conciencia-beatitud] y 'Dios es trino,
proporciona la base ontológica para la Padre, Hijo y Espíritu Santo...'. En el
tolerancia, que de otra forma correría el mejor de los casos, las dos formulacio-
riesgo de convertirse en simpatía acríti- nes pueden ser sólo simbólicas, tenden-
ca". Lo que Samartha quiere decir con tes al misterio, afirmando el sentido re-
"Misterio" está claro cuando afirma velado, pero conservando una profun-
que es el "Centro trascendente que per- didad residual" 15 .
manece siempre más allá y mayor que La suposición aquí es que la lista de
las aprehensiones de él o, incluso, la su- términos religiosos doctrinalmente es-
ma total de esas aprehensiones". Esto es pecíficos que apuntan al Misterio p o -
tan cierto que "el Misterio se sitúa más dría extenderse más allá de Braham y el
allá del debate teísta/no-teísta". Para Dios Trino para incluir al Alá de los
Samartha el concepto proporciona la musulmanes, el Señor Dios de los judí-
base para la comprensión de objetos os y el Nirvana de los budistas. Es una
centrales de culto religioso y búsqueda característica común de las propuestas
en las comunidades religiosas. Así, en el teológicas de tendencia pluralista cons-
hinduísmo y el cristianismo respectiva- truir los objetivos centrales de las co-
mente, "los términos 'Brahmán' y munidades religiosas de este m o d o .
'Dios' están culturalmente condiciona- Términos como Misterio, Realidad, o
dos. Se podría también usar el término
Ultimidad funcionan como equivalen-
Misterio, que puede ser más aceptable".
tes lógicos en lo que parece ser una teo-
Las doctrinas características budistas y
ría general de las religiones subyacente
cristianas sobre Brahmán y Dios pue-
a la lista pluralista de valoraciones ca-
den entenderse como diversas "res-
racterísticas básicas.
puestas al mismo Misterio en dos esce-
El esquema de doctrinas de una co-
narios culturales". Esto es cierto, según
munidad religiosa puede construirse te-

IS. Samartha, "The Cross and the Rainbow", pp. 75 76.

212
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

niendo una doctrina que exprese sus va- y en el ámbito religioso en general, se
loraciones básicas16. En esta doctrina, esperaría que una teoría general de la re-
una comunidad religiosa atribuye al o b - ligión propusiera algún valor para tan-
jeto (por ejemplo, el Dios Trino) o esta- tos predicados como pudieran aducirse.
do de existencia (por ejemplo, Nirvana) Las valoraciones básicas son dife-
en el cual su modo de vida se centra, al- rentes de las teorías generales de un m o -
gunos predicados de primer orden que do notable. Las doctrinas religiosas que
no admiten restricción (como lo más expresan valoraciones básicas siempre
santo, lo perfecto en el ser, el objetivo asignan valores tanto a los sujetos como
supremo de la vida). Así, la valoración a los predicados en expresiones de la
básica del esquema cristiano puede ser forma "m es P", donde m significa ese
expresada en una afirmación como esta: existente o estado de vida en el que los
la Santísima Trinidad es lo más santo, y modos de vida de una comunidad reli-
la valoración básica del esquema budis- giosa se centran, y P se refiere a los atri-
ta puede expresarse, entre otros, de este butos que posee. Pero las teorías gene-
modo: el Nirvana es el objetivo supre- rales de la religión proponen valores só-
mo de la vida. lo para los predicados. Una teoría de la
Una teoría general de la religión pro- religión no sería una teoría general si
curaría, entre otras cosas, informar de asignara algún valor a m en tales expre-
las valoraciones básicas de las comuni- siones. En tal caso sería más bien como
dades religiosas mediante el desarrollo una doctrina religiosa que expresara
de algún valor ampliamente aplicable una valoración básica a la que podrían
para los predicados en doctrinas que proponerse valoraciones alternativas,
proponen valoraciones básicas. Dado más que como una teoría general que
que hay una gran variedad de predica- busca explicar algo de la diversidad de
dos posible en el discurso característico valoraciones religiosas básicas entre las
de comunidades religiosas particulares comunidades religiosas existentes.

16. Ver Wílliam A. Chrístian, Meaning andTruth ¡n Religión (Princeton: Princeton Uníversity Press, 1964),
pp. (56-163.

213
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Para determinar la fuerza lógica de la tidas en búsquedas o discusiones reli-


afirmación de Samartha, experimente- giosas a formular términos comunes
mos con una expresión que podría ser- mediante los cuales las valoraciones re-
vir como un valor para P en una teoría ligiosas básicas podrían compararse y
general de la religión. Por tanto, diga- contrastarse, o simplemente estudiarse
mos que "Misterio" es equivalente a como muestras de la rica variedad de
"aquello que debería comprometer in~ discursos en el ámbito religioso.
condicionalmente a los seres humanos". Podemos observar en los comenta-
Usando este valor predicado en una rios de Samartha que el término
teoría general de la religión, podríamos Misterio funciona principalmente, no
decir que sería un signo de que alguna como equivalente de un valor predica-
expresión en el discurso de una comu- do, como "aquello que debería com-
nidad religiosa particular expresa sus prometer incondicionalmente a los se-
valoraciones básicas, si fuera plausible res humanos", sino como un sustituto
sustituir la frase "eso que debería com- para términos en lugar de m en valora-
prometer incondicionalmente a los se- ciones religiosas básicas. En efecto, so-
res humanos" por términos-predicados bre la base de las afirmaciones de
como "santo" o "perfecto en el ser", et- Samartha y similares, se podría decir
cétera, que aparecían en esta expresión. que Misterio o Realidad es aquello que
Así, en términos de esta teoría general debería incondicionalmente compro-
de las religiones, sería posible volver a meter a los seres humanos. Misterio es
plantear las valoraciones básicas de las aquello a lo que las valoraciones religio-
comunidades cristiana y budista de la si- sas básicas se refieren cuando hablan de
guiente manera: el Dios Trino es aquello los objetos centrales de culto y buscan
que debería comprometer incondicio- aquello sobre lo que la vida debería cen-
nalmente a los seres humanos; Nirvana trarse. Más allá de estos existentes o es-
es aquello que debería comprometer in- tados, subyace algo que finalmente elu-
condicionalmente a los seres humanos. de referencia. Términos como Misterio
Por tanto, una teoría general de las reli- o Realidad, apoyados por teólogos plu-
giones ayudaría a personas comprome- ralistas de la religión, funcionan como

214
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

el sujeto subyacente a los diferentes ta como de impersonal o no-teística-


predicados de primacía no restringible mente se conciba y describa- sino a un
asignados por las comunidades religio- estado de ser aún por realizar. Sugirien-
sas a Dios, Brahmán, Nirvana, etcétera. do que el Misterio parece conservar de
En función del análisis precedente, la modo inexpugnable, características exis-
teología pluralista de las religiones pare- tenciales que se oponen a descripciones
ce, en efecto, implicar una valoración budistas del Nirvana. Sugiriendo que el
religiosa básica bajo la apariencia de una Misterio se sitúa más allá o tras el
teoría general de la religión. En una te- Nirvana, Dios, Brahmán y similares, la
oría general, la valoración básica del es- teología pluralista de las religiones in-
quema budista podría construirse con la conscientemente se sitúa en la posición
afirmación que el Nirvana es aquello de parecer avanzar en la única valora-
con lo que los seres humanos deberían ción religiosa básica auto-consistente.
estar comprometidos incondicional- Esta consecuencia presumiblemente
mente. Pero la teología pluralista de las inintencionada surge porque la teología
religiones sugiere, lógicamente hablan- pluralista de las religiones introduce
do, que hay algo más allá del Nirvana una nueva valoración religiosa básica en
que el término Nirvana sólo parcial- la conversación junto con aquellas
mente capta, pero que realmente com- aportadas por las comunidades cristia-
promete a los seres humanos incondi- nas, judías, musulmanas, budistas e hin-
cionalmente. Tal afirmación es "teísta" dúes. Los pluralistas sustituyen los con-
en un sentido muy amplio, o al menos ceptos religiosamente indeterminados
monista, en tanto que postula la existen- como Realidad o Misterio, p o r otros
cia de alguna entidad, llamada Misterio, objetos religiosos concebidos de modo
con la que algún compromiso, incluso la característico (ya sea entidades existen-
más vaga experiencia, es posible. Pero el tes en el presente o aún por realizar).
Nirvana, según la lógica de las doctrinas Los pluralistas afirman que los diferen-
budistas, no podría tomarse en referen- tes focos de culto y búsqueda en u>
cia a ningún objeto existente - n o impor- grandes comunidades religiosas sore-

215
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

riológicamente orientadas, representan IV


un foco que finalmente las trasciende a
todas. En efecto, esta "interpretación" Hemos señalado más arriba que una
de doctrinas religiosas constituye, lógi- justificación para la introducción por
camente hablando, una propuesta reli- parte de Samartha del concepto Mis-
giosa independiente. terio, era que el "Centro trascendente...
Tomada como una lectura de las ca- permanece siempre más allá y mayor
racterísticas particulares del paisaje reli- que las aprehensiones de él o incluso la
gioso, la afirmación pluralista analiza suma total de tales aprehensiones"17. Es
diferencias religiosas sobre la naturale- típico de comentarios pluralistas de
za de los objetos de culto y las búsque- afirmaciones religiosas hacer énfasis en
das como finalmente resueltas en una la inefabilidad del reino trascendente y,
mayor síntesis que trasciende el alcance además, afirmar que doctrinas que di-
de las doctrinas de todas las comunida- fieren en los puntos centrales de pre-
des religiosas existentes. Desde esta gunta o culto religioso en las más im-
perspectiva, las conversaciones interre- portantes tradiciones, de modos varia-
ligiosas ocasionarían principalmente, dos designan algo que es absolutamente
no un debate sobre alternativas religio- indescriptible. Detrás del Dios Trino
sas serias, sino el descubrimiento de si- cristiano, del Señor Dios judío, del Alá
milares estructuras soteriológicas de las de los musulmanes, del Brahma de los
comunidades religiosas participantes. hindúes y del Nirvana budista, se es-
Este análisis parece implicar una pun- conde una inefable "X"-identificada de
tualización adicional del carácter plura- variadas formas por los pluralistas co-
lista, de la teología de las religiones plu- mo "Ultimidad", "Realidad" o "Miste-
ralista según se presenta en el trabajo de rio"- que nunca aparece ella misma
los autores de The Myth of Christian excepto en estas manifestaciones espe-
Uniqueness. cíficas.

17. Samartha, "The Cross and the Rainbow", p. 75.

216
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

Atribuciones de inefabilidad por el Nirvana supone y cómo es la natura-


parte de las comunidades religiosas a leza de Dios. Combinar inefabilidad
los objetos de veneración o búsqueda con otros predicados de primer orden
en los que se centran sus modos de vida sin restricción como el más santo, o
tienen variadas funciones. Naturalmen- perfectamente bueno, u objetivo supre-
te, tienen la función obvia de afirmar mo de la vida, es reconocer las limita-
que ningún concepto o expresión pue- ciones de todo discurso que busque ha-
den conseguir abarcar eso que sobrepa- blar sobre eso que trasciende el conoci-
sa completamente la experiencia ordi- miento y el lenguaje humanos. Pero de
naria, la percepción de los sentidos y el la inefabilidad del reino trascendente no
conocimiento. Pero tales atribuciones se deduce, ni para budistas ni para cris-
también funcionan como predicados de tianos, que ciertas formas de predicados
primer orden sin restricción. Lo que es sobre ella no sean más apropiadas que
describible y comprensible es también otras, o que formas particulares de pre-
accesible y, por tanto, similar a otras en- dicados no sean excluidos, o que, de al-
tidades de nuestra experiencia. Pero no gún modo, estas formas autorizadas
se piensa normalmente que el objeto de por las comunidades de hablar del
veneración o búsqueda sea un dato más Nirvana o de Dios no se refieran a la
de nuestra experiencia sino, o bien una verdad del tema. En otras palabras,
fuente trascendente de todo lo que exis- doctrinas que expresan predicados po-
te (como en la mayoría de las tradicio- seen alguna fuerza proposicional.
nes teístas), o bien la meta más allá de Por esta razón, los miembros de es-
todo lo que existe (como en algunas tra- tas comunidades generalmente creen
diciones no teistas). Una indicación de que existen algunos desacuerdos reales
esta función es que en las literaturas de entre ellos. Los budistas, por ejemplo,
las comunidades budista y cristiana res- han desarrollado justificaciones alta-
pectivamente, por ejemplo, las afirma- mente sofisticadas del predominio de
ciones de la total inefabilidad del creencias teístas. Una relación de afir-
Nirvana o del Dios Trino se yuxtapo- maciones religiosas que admite su fuer-
nen a extensas descripciones de lo que za proposicional, aunque no niega sus

217
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

limitaciones, es básica para el diálogo afirmaciones religiosas que admite su


interreligioso. Hablando en general, las fuerza proposicional, puede leerse co-
principales comunidades religiosas del mo una defensa de la posibilidad y se-
mundo coinciden en reclamar afirma- riedad de los desacuerdos interreligio-
ciones objetivas como contexto de sus sos y la conversación sobre ellos.
enseñanzas sobre Dios (si tienen algu- En sus versiones más conocidas, la
na), el verdadero sentido de la vida, las teología pluralista de las religiones pa-
condiciones de la existencia humana en rece sostener un punto de vista de las
el mundo, etcétera. Esta convicción da afirmaciones religiosas que claramente
lugar a argumentos que buscan asegurar limita su fuerza proposicional. La lógi-
la pretensión particularista de universa- ca de las afirmaciones pluralistas parece
lidad de cada comunidad. Una relación implicar que nunca se podría decir que
de afirmaciones religiosas que admite su ninguna doctrina de una comunidad re-
fuerza proposicional (sin negar sus fun- ligiosa encarna descripciones referidas a
ciones negativas, normativas, simbóli- la naturaleza real del inefable "X", hasta
cas o metafóricas) se da por supuesta si el punto de chocar o excluir afirmacio-
se quieren tomar en serio los desacuer- nes expresadas en las doctrinas de otras
dos entre las comunidades religiosas. comunidades religiosas. Además, la
En particular, hay desacuerdos signifi- función principal (lógicamente hablan-
cativos entre las comunidades musul- do) de argumentos doctrinalmente es-
mana y cristiana sobre si la unidad de pecíficos para las afirmaciones prima-
Dios excluye o permite relaciones en él, rias, por las que las comunidades reli-
y entre la comunidad budista y la cris- giosas identifican sus objetos de culto o
tiana sobre si el estado último implica o de búsqueda, convergirían y apuntarían
niega la identidad personal y las interre- al Misterio que los elude a todos.
laciones. Estas diferencias no son va- Los informes pluralistas sobre afir-
cuas, aunque es un tema de diálogo y maciones religiosas son reminiscencias
debate entre las comunidades implica- de explicaciones modalistas de la doc-
das si representan desacuerdos reales. trina de la Trinidad. Se recordará que
En efecto, una relación de la lógica de la los modalistas sostenían una versión de

218
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

la idea de que Padre, Hijo y Espíritu u n ocultamiento más que, como se en-
Santo designan papeles o personas tendía que proclamaba el evangelio, una
adoptadas por Dios al llevar a cabo eta- total revelación de la identidad y los de-
pas diversas de la economía de salva- seos de Dios.
ción. La corriente principal de la histo- Las posiciones pluralistas son igual-
ria rechazó esta idea afirmando que la mente modalistas en su afirmación so-
realidad de las distintas relaciones en bre la lógica de las afirmaciones religio-
Dios están garantizadas por el testimo- sas. En el actual "neo-modalismo" de la
nio escriturístico de las procesiones re- teología pluralista de las religiones, las
ales del Hijo y del Espíritu. En efecto, diversas doctrinas por las que cada co-
al rechazar las explicaciones modalistas munidad religiosa designa al, de otro
de la doctrina de la Trinidad, la comuni- modo inefable, " X " (Nirvana, la San-
dad cristiana t o m ó al Padre, al Hijo y al tísima Trinidad, Alá, etcétera) encarna
Espíritu como la sustancia de una auto- de modo sólo parcial y probable, des-
ídentificación divina. Menos que eso se cripciones complementarias de algo que
consideró como una regresión a las so- finalmente las elude a todas.
fisticadas interpretaciones teológicas Supongamos que un investigador
del politeísmo pagano, según el cual los bien informado pero no afiliado, es
dioses eran vistos como manifestacio- bienvenido como observador al diálogo
nes diversas de un único espíritu divino con miembros de las comunidades ju-
trascendente. Si Padre, Hijo y Espíritu día, cristiana, musulmana y budista. Se
Santo representan sólo modos del com- le permite una intervención, y en el
promiso de Dios con la humanidad, en-
transcurso de la misma anuncia que ni el
tonces se deduciría que Dios, en sí mis-
cristianismo, ni el budismo ni ninguna
mo, es desconocido. Su verdadera iden-
otra religión son verdaderas. Su argu-
tidad está escondida de la vista humana
mento para esta discutible afirmación
detrás de las personas que El muestra
no está falto de interés. Toma como
con propósitos soteriológicos o de otro
punto de partida la importancia de la
tipo. Para el modalismo, Padre, Hijo y
identidad personal y las relaciones in-
Espíritu Santo constituyen finalmente
terpersonales entre los seres humanos.

219
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Las doctrinas cristianas, como él las en- En la postura pluralista sobre afir-
tiende, afirman la centralidad de estas maciones religiosas, es difícil ver cómo
relaciones hasta el punto de que "perso- las respuestas de los participantes reli-
na" y "relación" son atribuidos incluso giosos en tal conversación podrían ex-
al propio Dios. Eso que es lo más im- plicar algo a favor o en contra de esta
portante para los seres humanos -su re- compleja interpretación de sus doctri-
alización en el contexto de las relaciones nas. Si las doctrinas religiosas son, en
íntimas con otras personas- se convier- principio, construidas de modo que son
te también en lo más importante en el incapaces de decir nada definitivo sobre
reino trascendente. Según él lo interpre- eso que es trascendente, entonces no
ta, la doctrina de la Trinidad hace posi- tiene sentido debatir la verdad de doc-
ble que todos los seres humanos puedan trinas religiosas que expresan afirma-
relacionarse íntimamente con Dios de ciones contradictorias o incluso simple-
un modo verdaderamente interperso- mente diferentes. Además, no hay fun-
nal. El entiende que esta posibilidad se damentos razonables, si todo sigue
excluye en la fe teísta no Trinitaria, que igual, en base a los cuales preferir los
permite sólo la reverencia o sumisión a modos de vida de una comunidad reli-
Dios. Las doctrinas budistas, por otra giosa a los de otra. La pregunta sobre
parte, le parecen afirmar la naturaleza tales temas pierde interés, y las conver-
ilusoria de la identidad personal y la saciones interreligiosas resultan final-
inestabilidad de las relaciones interper- mente inútiles. Tal afirmación va en
sonales. Por tanto, concluye, que dado contra de las más profundas conviccio-
que las doctrinas budista y cristiana tie- nes con las que las comunidades religio-
nen en cuenta características centrales sas recomiendan sus doctrinas y los es-
observables de los estados objetivos de
tilos de vida que promueven. Hablando
la existencia humana en el mundo, y ha-
en general, las posturas pluralistas sobre
ce afirmaciones sobre lo que de Ultimo
afirmaciones religiosas parecen atenuar
se refleja en estas características, tienen
la significación de las diferencias reli-
un potencial de verdad mayor que las
giosas en el intento de dar cuenta de
doctrinas religiosas que no lo hacen.
ellas.
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

V credo católico de la comunidad cristia-


na parece excluir el desarrollo de una
Dada la diversidad de doctrinas reli- teología pluralista de las religiones.
giosas sobre el sentido de la vida y otros Pero análisis filosóficos sugieren
temas importantes, sería deseable para que, en puntos cruciales, las propuestas
una comunidad religiosa individual de- en consideración aquí adoptan lo que
sarrollar una evaluación ampliamente parecen ser lecturas no pluralistas de los
pluralista de otras comunidades y ense- hechos de la diversidad religiosa. A u n -
ñanzas. Tal evaluación tendría la ventaja que hemos sido capaces de considerar
de estar más cercana a la verdad obser- con cierto detalle sólo tres de las apor-
vable de las cosas que una que menos- taciones de The Myth of Christian
preciara o minimizara las diferencias re- Uniqueness, el estudio de los otros en-
ligiosas. Si el esquema doctrinal de una sayos del libro y de otros escritos en es-
comunidad religiosa particular permite ta línea tienden a confirmar esta opi-
tales desarrollos, es, por supuesto, u n nión. Las propuestas pluralistas consi-
tema a determinar por sus estudiosos y deradas aquí parecen ser, explícita o im-
maestros. U n filósofo, de la religión qua plícitamente, no pluralistas en sus estra-
filósofo sólo podría ofrecer consejos tegias para enfrentarse con característi-
amigables y proponer algunas sugeren- cas específicas del panorama religioso.
cias para desarrollos que parecen plausi- Por tanto, primero, se inclinan hacia
bles y permisibles dentro del marco de una interpretación relativista de las afir-
un cuerpo doctrinal particular. maciones particularistas de universali-
Las propuestas teológicas cristianas dad de la comunidad cristiana y de
en la línea pluralista han establecido sus otras. Al defender un soteriocentrismo
miras en lo que parece ser un objetivo generalizado, tienden a minimizar la va-
válido. Buscan desarrollar una teología riedad de sentidos últimos que las co-
de las religiones en la comunidad cris- munidades religiosas buscan y reco-
tiana que tome en serio las diferencias miendan. Avanzan una interpretación.
religiosas. Ciertamente, ninguna doctri- al menos implícitamente monista, de re-
na primaria en la corriente principal del ferencias religiosas a los objetos ceñir:

221
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA

de veneración o búsqueda, mientras fa- H a y razones para pensar que esta tipo-
vorecen una afirmación ampliamente logía define la agenda de la teología de
agnóstica de doctrinas religiosas, que las religiones demasiado estrechamente.
asigna predicados de primer orden sin Pero ese es un tema que queda para otro
restricción a tales objetos. momento 18 . Incluso si la fuerza de las
Estas propuestas de pretensión de- propuestas pluralistas se concibe en es-
clarada de pluralismo descansan princi- tos términos, sin embargo, los análisis
palmente en su afirmación de la dispo- precedentes sugieren que estas p r o -
nibilidad de la salvación más allá de los puestas adoptan un pluralismo limita-
confines de la comunidad cristiana. Las do. C o m o hemos visto, avanzan una
propuestas actuales en teología de las variada relación de distintos objetivos
religiones se clasifican según la tipolo- buscados por las comunidades religio-
gía dominante exclusivista-inclusivista- sas no pluralista, ampliamente soterio-
pluralista, en gran parte sobre la base de céntrica.
las posturas que adoptan para tratar es- N o obstante, parece haber buenas
te importante tema. El estudio de estas perspectivas para una teología de las re-
posturas sugiere que la tipología puede ligiones más perfectamente pluralista
entenderse mejor si se visualiza, no co- que la avanzada en The Myth of Chris-
mo un continuum, sino como una tra- tian Uniqueness. Tal teología de las reli-
yectoria lejos del exclusivismo. A esa giones podría respetar las pretensiones
luz, en la medida en que las propuestas particularistas de universalidad que se
en consideración aquí proponen la idea encuentran en los esquemas doctrinales
de que hay muchos caminos para la sal- de la mayoría de las comunidades reli-
vación además del seguido y recomen- giosa existentes. Habría lugar para el
dado por la comunidad cristiana, pare- optimismo sobre las esperanzas eternas
cen merecer la etiqueta de pluralista. de los no cristianos, sin pasar por alto

18.Ver J. A. DiNoia, "Varieties of Religious Aims: Beyond Exclusivism, Inclusivsm and Pluralism", en
Theology and Dialogue, ed. Bruce Marshall (NotreDame, IN: University of Notre Dame Press, de pró-
xima aparición).

222
T E O L O G Í A P L U R A L I S T A DE LAS R E L I G I O N E S

las notables diferencias entre los senti- religión. Ciertamente, los análisis filo-
dos de la vida recomendados por sus sóficos sugieren que la aceptación de tal
comunidades y los recomendados por consejo por la comunidad cristiana no
la comunidad cristiana. Además una te- es una condición previa para el desarro-
ología pluralista de las religiones estaría llo de una teología pluralista de las reli-
preparada para desarrollar argumentos giones. N o parece haber ninguna razón,
útiles para referencias y afirmaciones en principio, por la que los teólogos
cristianas del Dios Trino y considerar cristianos (y sus colegas de otras comu-
contra-argumentos para las doctrinas de nidades) no puedan desarrollar p r o -
otras comunidades sobre aquello en lo puestas en este campo que abarcaran,
que la vida humana debería centrarse. sin revisión, pretensiones particularistas
Puede ser que budistas como San- de universalidad cristianas y de otros.
gharakshita y Khantinpalo se unieran a Tales propuestas tendrían la ventaja de
los miembros de comunidades cristiana, ser genuinamente pluralistas, en con-
judía y musulmana para prestar aten- traste con las posturas avanzadas en el li-
ción al consejo de Gilkey y otros auto- bro que estamos considerando. Más que
res de este libro. Quizás las comunida- sugerir alteraciones importantes en el
des religiosas deberían revisar sus con- paisaje de las religiones del mundo, tales
cepciones del alcance universal y la apli- propuestas atenderían a sus característi-
cabilidad de sus doctrinas. Pero esto no cas específicas y procurarían dar cuenta
corresponde decirlo a los filósofos de la de ellas en toda su insoluble diversidad.

223
X
RELIGIÓN PARA EL MERCADO
Lesslie Newbigin

Los autores de The Myth of Chris- mera es el simple rechazo y la creación


tian Uniqueness nos invitan a reconocer de cercas alrededor del terreno propio.
el carácter culturalmente condicionado Una segunda es rendirse al invasor. Una
de todas las pretensiones humanas de tercera es luchar por reformar la estruc-
conocer a Dios, o a la Realidad. Lo que tura de plausibilidad existente de mane-
es obvio para el lector, naturalmente, es ra que pueda tener en cuenta las nuevas
el carácter culturalmente condicionado ideas traídas por el invasor. La cuarta es
de sus propias afirmaciones. Aunque el pluralismo: lo que es verdad para no-
quiero resistirme al relativismo cultural sotros puede no serlo para ellos. La ter-
que este libro adopta, creo que los so- cera de estas opciones es la que una cul-
ciólogos del conocimiento nos pueden tura viva elegirá; la cuarta, sugiero, es
proporcionar un punto de partida útil señal de muerte cercana.
para un examen crítico de sus tesis. Los pueblos de Europa occidental
Peter Berger nos ha enseñado a hablar vivieron durante muchos siglos en una
de la "estructura de plausibilidad", el estructura de plausibilidad bastante co-
conjunto de presupuestos y prácticas herente, que ha sido ahora invadida.
que, en cualquier sociedad, determina Esta invasión es resultado de la penetra-
qué creencias son posibles en esa socie- ción previa de ideas occidentales dentro
dad y cuáles no. Cuando una sociedad del mundo no Europeo. Las ideas polí-
entra en contacto con otra que tiene una ticas, la ciencia y la tecnología, y -en
estructura de plausibilidad diferente, menor grado- las creencias religiosas ce
hay cuatro respuestas posibles. La pri- las gentes de Europa han penetrado ás-

225
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

rante doscientos años las vidas de gen- to y las prácticas seculares europeas me-
tes de todos los demás continentes, p r o - diante sus escuelas, hospitales, y pro-
vocando un cambio revolucionario e gramas de "desarrollo".
impulsando un impacto contrario sobre Los europeos ya se había convertido
Europa, no sólo mediante la comunica- en pluralistas en su actitud hacia la reli-
ción de ideas sino también a través de gión; sólo una minoría de los comer-
las idas y venidas de la gente. La situa- ciantes, administradores y educadores
ción se complica por el hecho de que, que fueron desde Europa al resto del
durante el mismo periodo, la tradicio- m u n d o en el s.XIX eran cristianos.
nal estructura de creencias en Europa se C o m o es bien conocido, la Compañía
estaban rompiendo. El desarrollo de la de las Indias Orientales realizó grandes
ciencia desde el s. XVII, y los desarro- esfuerzos para proteger a la India del
llos intelectuales y políticos del XVIII contagio del cristianismo, que podría
estaba provocando un dualismo en el tener un efecto perjudicial en el comer-
pensamiento europeo entre el mundo cio. Hasta hace muy poco, pocos euro-
público de lo que (en el s. XVII) vino a peos tenían dudas en recomendar los
llamarse hechos, y el m u n d o privado métodos científicos "modernos" y sus
de lo que (en el s. XIX) se dio en llamar implicaciones técnicas, al resto del
valores, que se consideraban temas de mundo. Hacer esto era visto como be-
opción personal. En este último área el nevolencia, no como imperialismo. Y la
pluralismo ya se estaba convirtiendo en "modernización" es la ambición domi-
la regla; en el primero no. La explosión nante de la mayoría de los líderes inte-
del poder europeo en el resto del m u n -
lectuales y políticos de las naciones no
do durante el s. X I X fue mucho más
europeas. Algunas, como Japón, ya han
una cuestión de exportación de ideas
dejado atrás a las naciones europeas a
políticas y científicas de Europa y la
este respecto. Culturalmente hablando,
tecnología basada en esa ciencia, que de
el Tercer M u n d o es una entidad en re-
sus creencias religiosas, e incluso los
troceso.
misioneros cristianos estuvieron muy
Ese periodo en la historia europea al
involucrados en exportar el pensamien-
que aquellos que vivieron en él llama-

226
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

ron el Siglo de la Razón era categórica- tenía necesidad. Después de un intento


mente no pluralista en lo que se refiere fracasado de suprimir su práctica (al
a lo que se considera su gran logro. Su menos en Francia), se convirtió en una
idea era la de una racionalidad universal opinión privada tolerada. Europa se
aplicable a todos los seres humanos de instaló en un compromiso en el que las
cualquier raza o nación, una racionali- creencias religiosas eran toleradas como
dad que liberaría a todas las gentes de cuestión de opinión personal, pero los
los grilletes de la antigua tradición y del asuntos públicos estaban gobernados
dogma, una luz pura en la que todo se por ía nueva fe. Respecto a la "reli-
vería como es en realidad y en la que la gión", Europa se hizo pluralista; res-
razón humana pondría a toda la natura- pecto a la "razón" no. Y la religión era
leza bajo control racional para los p r o - sólo tolerable "dentro de los límites de
pósitos humanos. Fue con el impulso la razón". El método científico desarro-
de esta idea como los ejércitos revolu- llado en Europa, y sus frutos en tecno-
cionarios de Francia arrasaron la mayo- logía, eran de validez universal. Eran re-
ría de Europa, y como los comercian- galos para ser compartidos con todos
tes, colonos, administradores y profe- los seres humanos.
sores fueron desde Europa al resto del La desintegración de Europa en dos
mundo. Esta nueva fe tuvo, desde lue- catastróficas guerras destruyó esa con-
go, raíces cristianas. Había nacido en fianza. Europa ya no está segura de que
una cultura cristiana, una cultura domi- su cultura tenga validez universal e in-
nada por la idea de que todo ser huma- cluso Norteamérica está empezando a
no tiene una dignidad suprema por ser perder su confianza. El método científi-
imagen de Dios, y que los seres huma- co está en cuestión, aunque sus frutos
nos no son meramente parte de un or- técnicos sean ávidamente aprovecha-
den cósmico, sino agentes responsables dos. La creciente crisis ecológica pone a
en una historia llena de sentido. Pero la la cultura occidental en el banquillo de
nueva fe de la Ilustración vio al cristia- los acusados en el juicio sobre el asesi-
nismo meramente como una de las tra- nato del medio ambiente. Occidente
diciones supervivientes de la que ya no tiene poco que decir en el foro mundial

227
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

excepto: "Nostra culpa; riostra máxima dárselas de inocente entre sus arrogan-
culpa ". En esta situación, cualquier afir- tes rivales. Por esto es, como dice
mación convencida de la verdad es sos- Knitter, por lo que sus defensores tie-
pechosa. La presión del pluralismo se nen que encontrar formas de "transmi-
hace casi inaguantable. Y no es sorpren- tir la nueva postura no absolutista a la
dente que los cristianos sean llevados iglesia"2. No será fácil. La iglesia inclu-
por la corriente. La pretensión de que ye a algunos que son ya capaces de ejer-
sólo Jesús es Señor y Salvador del mun- citar la "hermenéutica de la sospecha" y
do se ve como una arrogancia inadmisi- son propensos a reconocer las propues-
ble. Incluso si esta afirmación se inter- tas de los "mitógrafos" como simple
preta generosamente para permitir que evidencia de un colapso más de la fe, el
los no cristianos se salven por Cristo, síntoma de una cultura en profunda cri-
esto es aun más ofensivo -añadiendo sis.
condescendencia a la arrogancia. Con La cuestión básica es epistemológica.
todo, es difícil ver cómo puede sobrevi- ¿Puede conocerse la Realidad? La
vir el cristianismo a la negación de lo Salvación, si tal cosa existe, no puede ser
que, desde el principio, ha sido su afir- asequible fuera de una revelación ade-
mación central. ¿Cómo puede reco- cuada de la realidad. Pero la controver-
mendarse el pluralismo a la mente cris- sia central del libro es que la realidad no
tiana? Este es el problema "pastoral"' al es cognoscible. En cierto modo, nos en-
que los autores de The Myth of contramos aquí en terreno conocido. La
Christian Unique-ness tienen que en- sección central ("The Theological
frentarse. El propio pluralismo es una Mystical Birdge") desarrolla temas que
postura entre otras posibles. También son familiares para cualquiera que haya
tiene pretensiones de verdad que deben vivido en la India. Pero hay una dife-
ser establecidas contra pretensiones ri- rencia. Aunque India es casi infinita-
vales que han de ser negadas. N o puede mente acogedora a todas las formas de

1. Knitter,"Toward a Liberation Theology of Religions", p. 195.


2. Ibid.

228
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

religión, siempre hay el inmensamente Realidad que representa. "Para los cris-
fuerte tirón de la estricta enseñanza de tianos pensar que el cristianismo es ver-
los Vedanta; a saber, que aunque la dad, o final, o salvífico, es una forma de
Realidad no es cognoscible como un idolatría" 4 . Lo que se debe afirmar, por
objeto de conocimiento del sujeto, hay otra parte, es que Dios ha inspirado a
-incluso en esta vida- una posibilidad los cristianos para desarrollar su reli-
humana de una unión tal con la realidad gión de la misma forma que ha hecho
última, que la dualidad de sujeto y obje- con los musulmanes y los hindúes.
to desaparece, y esta fe proporciona un Smith no afirma que todos esos intentos
centro de coherencia para la multiplici- de Dios hayan tenido el mismo éxito,
dad de la religión india. Pero para los pero no propone ningún criterio me-
autores de The Myth of Christian diante el cual podamos juzgar cual de
Uniqueness parece que todas las formas ellos corresponde a la intención de
de religión son igualmente válidas. Casi Dios. Se nos deja a merced de nuestras
desde el principio de su ensayo, Wilfred preferencia subjetivas. A u n q u e esta
Cantwell Smith cita como "una percep- postura, como la de otros autores de es-
ción brillante e inmensamente ilumina- ta sección, debe mucho al concepto hin-
dora" el verso del Yogavasisha que dice: dú de ishta devata, el dios de la propia
"Tú, arte sin forma. Tu forma única es elección, no hay mucha duda de que es
nuestro conocimiento de Tí" 3 . El polo atractivo para los habitantes contempo-
subjetivo de conocimiento es el único, ráneos del opulento Norte, porque co-
el objetivo ha desaparecido. Se deduce rresponde exactamente al ethos de la so-
que no puede haber idolatría en sentido ciedad de consumo donde la elección
peyorativo, dado que todos los concep- del individuo es libre y soberana. Cada
tos de Dios son "ídolos" -constructos uno de nosotros es libre de elegir la ima-
humanos. Lo que se debe condenar es la gen de Dios que considere conveniente.
identificación de la imagen con la N o hay realidad objetiva que ponga en

3. Smith, "Idolatry" en Hick-Knkter, p. 55.


4. Ibld., p. 59.

229
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

cuestión nuestra soberanía, ningún p o - este área también personas diferentes


der "fuera" que nos desafíe. N o se nece- hacen preguntas diferentes y alcanzan
sita una "hermenéutica de la sospecha" respuestas diferentes. Pero porque se
muy desarrollada para reconocer los piensa que el tema en cuestión concier-
orígenes culturales de esta teoría de las ne al mundo real y no sólo a la expe-
religiones. Pertenece al mundo del su- riencias psicológicas subjetivas del cien-
permercado donde el individuo es el rey. tífico, uno no se queda conforme con
C o n más sensibilidad a las realidades respuestas contradictorias entre sí. Es en
religiosas que Smith, Samartha habla de efecto cierto que el ser de Dios está más
las diferentes religiones como diferentes allá de la posibilidad de comprensión de
respuestas al Único Misterio y dice que, la mente humana. Pero esto no significa
aunque cada una puede hacer afirmacio- que estemos libres de hacer nuestras
nes normativas sobre sus propios fieles, propias imágenes de Dios. N i garantiza
no puede hacerlas sobre otros. Las dife- el negar que Dios pudo haber actuado
rentes formulaciones "sólo pueden ser para darse a conocer. Tanto la luminosi-
simbólicas, apuntar hacia el Misterio, dad como la profundidad del misterio
afirmar el sentido revelado, pero mante- divino se nos presentan en la encarna-
niendo la profundidad residual" 5 . ción, el hecho total de Cristo. En Cristo
Personas diferentes hacen preguntas di- encontramos tanto una santidad que de-
ferentes sobre la situación humana y be consumir todo lo que no es santo,
por tanto recibe diferentes respuestas, y como una misericordia y compasión
es "presuntuoso si no increíble" sugerir que llega al límite supremo de acoger lo
que hay una respuesta para todos 6 . Pero impío. Ninguna mente humana puede
no adoptamos esta actitud en otras are- captar la profundidad de ese misterio.
as de nuestra búsqueda de la verdad. El Pero habiendo sido alcanzado por él,
científico natural es también un busca- ningún ser humano puede pensar en
dor, que intenta conocer la realidad. En él como meramente uno entre muchos

5. Samartha, "The Cross and the Raimbow", p. 76.


6. Ibid. p. 77.

230
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

símbolos de una realidad no cognosci- tanto, prestar una mayor atención al


ble. Afirmar que esto es verdad, no me- primero y al tercero de los tres "puen-
ramente verdad para mí sino para todos, tes" propuestos para cruzar el Rubicon,
no es arrogancia. Es simplemente com- a los argumentos a favor del pluralismo
portamiento humano responsable. religioso que surgen de la reflexión so-
Pero es también más que eso. Es un bre la relatividad de las creencias histó-
reconocimiento del hecho de que el ricamente desarrolladas, la diversidad
verdadero centro no soy yo y mi nece- de culturas humanas, y la prioridad de
sidad de salvación, sino Dios y su glo- la lucha por la justicia. El ensayo de
ria. Centrar toda la discusión en la ne- G o r d o n Kaufman comienza con la ur-
cesidad humana de salvación es cerrarse gencia de la necesidad de unidad huma-
a una visión de la verdad. Eso es lo que na, una urgencia que nadie puede dudar.
algunos de estos autores han hecho. Si El problema surge porque tiene que ha-
Dios ha hecho en efecto lo que el evan- ber algún centro, alguna idea de lo que
gelio afirma, entonces la pregunta es el ser humano, que pueda mantener
¿Cómo seré salvado? ya no está en el unida a la diversidad de los deseos hu-
centro. En los ensayos que componen manos. La Ilustración tenía esta visión
The Myth of Christian Uniqueness está y esperaba unir a toda la humanidad
en el centro. Pero el verdadero centro con su fuerza. La razón liberada capaci-
es, y sólo puede ser, Dios y su gloria. taría a todo el mundo para llegar a un
Eso es lo que se pierde totalmente aquí. acuerdo sobre la realidad. La historia
Sólo hay, en el fondo, la figura oscura humana podría, en efecto, ser escrita
de la Realidad, como quiera que esta como la historia de los sucesivos inten-
sea. Firmemente en el centro está el yo tos de unir líneas cada vez más amplias
y la búsqueda de la salvación personal. de la raza humana en una comunidad.
Y el yo queda, al final, sólo en un m u n - El nombre usual para estos intentos es
do desconocido e incognoscible. el de imperialismo. Alguien o algo debe
unir los deseos contradictorios de los
Este "Puente teológico-místico" es-
seres humanos. Y por tanto, como ha
tá muy trillado y ha sido examinado
dicho André Dumas, toda propuesta
por muchos críticos. Propongo, por

231
£_ / ^ Ü N Í C f D A O C fí í 5 F f rV/<\ R C C O f V í f D f R ñ C 7 r t

para la unidad humana que no especifi- vida es para todos nosotros"7. Ahora es
que el centro tiene al yo como su centro obvio que "la conciencia histórica mo-
(no reconocido). El evangelio cristiano derna" es ella misma un producto cul-
es la Buena Noticia de que se ha pro- tural y no puede pretender ningún pri-
porcionado un centro en torno al cual vilegio epistemológico- un hecho que
es posible para los seres humanos ha- Kaufman más tarde reconoce. N o se da
cerse uno, porque sus pecados están ninguna razón para preferir este ejem-
perdonados y sus deseos contrapuestos plo particular de creatividad humana a
están limpios de egoísmo y dirigidos ha- aquellos desarrollados en las grandes
cia su verdadero objetivo. Ninguno de religiones. Se recomienda eliminar las
los autores discute esta propuesta de pretensiones absolutas de las tradicio-
unidad humana. nes religiosas particulares, sin destruir
Kaufman busca una solución al pro- estas tradiciones.
blema de la unidad llamando la aten- El problema es que todas estas tradi-
ción sobre el carácter históricamente ciones, aunque son indudablemente
condicionado del evangelio cristiano. productos de la creatividad imaginativa
"La conciencia histórica moderna", di- humana, también tienen pretensiones
ce, nos capacita para reconocer el carác- de verdad. En este sentido son de la
ter culturalmente condicionado de la fe misma clase que la tradición científica.
cristiana. La fe cristiana proporciona Los grandes logros intelectuales de la
una serie de símbolos mediante los cua- ciencia moderna son (como es ahora
les la gente en circunstancias particula- ampliamente reconocido) también pro-
res ha intentado comprender el mundo. ductos de la imaginación creativa y la
"Desde nuestra ventajosa posición his- intuición. Pero pretenden dar una com-
tórica moderna" las religiones del mun- prensión verdadera de una realidad fue-
do "parecen entenderse mejor como ra de la mente creativa del científico.
producto de la creatividad imaginativa No son meramente estados psicológi-
humana frente al gran misterio que la cos. No reclaman verdad absoluta en el

7. Kaufman, "Religious Diversity, Historical Conscii and Christian Theology", p. 8.

232
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

sentido de pretender que no hay nada miento requiere de nosotros afirmar que
más por descubrir. Sino que pretenden creencias previas, como la creencia en la
dar una información veraz de lo que es existencia del flogisto, son falsas.
la realidad, en el sentido de que(l) afir- Kaufman lleva razón, p o r supuesto,
maciones que contradicenlos hallazgos al decir que todas las religiones son p r o -
en cuestión pueden ser descritos con se- ductos de la creatividad imaginativa en
guridad como falsos, y (2) que descu- diferentes culturas y en tiempos dife-
brimientos posteriores ampliarán o rentes. Pero al sugerir que tienen por
profundizarán, pero no negarán los ha- tanto igual validez y que ninguna de
llazgos en cuestión. Usando un ejemplo ellas puede considerarse como normati-
de Harold Turner, el descubrimiento de va respecto a las otras, el está aceptando
la clasificación adecuada de los elemen- que lo que está en el centro de todas
tos según la tabla atómica fue un verda- ellas es la preocupación de saber la ver-
dero avance en la comprensión del dad. A este respecto, él y sus colegas en
mundo físico. H a abierto el camino a esta empresa son víctimas del dualismo
descubrimientos posteriores sobre la de la cultura occidental al que me he re-
estructura del propio átomo. Estos nue- ferido. Desde que la invención del teles-
vos descubrimientos van más allá del copio conmocionó a los pensadores eu-
trabajo de Dalton, pero no lo invalidan. ropeos al darse cuenta de que las cosas
Construyen sobre él y su veracidad es pueden ser diferentes de lo que parecen,
confirmada por el hecho de que ha y desde que Descartes ofreció abrir un
abierto el camino a posteriores avances camino a un tipo de conocimiento que
en el conocimiento. N o hay pretensión
sería indudable y sin incertidumbre, ex-
de absoluto si eso significa que no hay
presado en las fórmulas exactas de las
nada más por descubrir. Pero hay una
matemáticas, se ha abierto un dualismo
pretensión de veracidad en el sentido de
entre una falsa objetividad y una falsa
vigencia y carácter indispensable como
subjetividad, entre un m u n d o de "he-
camino hacia adelante en la exploración
chos", que se supone que nos son im-
del mundo real. Y hay una afirmación
puestos independientemente de zs: -
de que la veracidad de este descubri-
quier interés o compromiso n ú e s : : : .

233
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

un mundo de "creencias", que se supo- Tales poderes de conocimiento se


ne que son una cuestión de disposición desarrollan dentro de comunidades hu-
personal de cada creyente. La verdad es manas específicas, con sus lenguajes es-
que todo conocimiento es la actividad pecíficos y signos tradicionales y con-
de un sujeto pensante, y que la creativi- ceptos. No hay otro tipo de conoci-
dad, el poder de la imaginación, y la miento. Cuando Kaufman nos dice que
captación intuitiva de modelos de signi- debemos distanciarnos de nuestra pro-
ficado hasta entonces ocultos de parte pia tradición "dejando nuestro com-
del sujeto cognoscente, están implica- promiso incondicional hacia ella"8, es
dos en todos nuestros esfuerzos por pe- como si nos pidiera bajarnos del mun-
netrar el mundo que nos rodea. Pero do, a menos que fuera evidente que, de
afirmar este polo subjetivo en todo hecho, nos está pidiendo que acepte-
nuestro conocimiento no significa ha- mos otra tradición. Todo conocimien-
cerlo meramente subjetivo. Lo que des- to, todo razonamiento, y todos los mo-
cubrimos en esta empresa es una reali- dos de conceptualización del mundo
dad trans-subjetiva, un mundo real que que nos rodea son producto de comu-
compartimos con todos los demás seres nidades humanas específicas. La idea de
humanos. Por tanto lo divulgamos, lo que podría haber un punto de vista, un
recomendamos a otros, y lo comproba- tipo de racionalidad, que esté exento de
mos frente a todas las nuevas situacio- esta particularidad y pudiera "des-ab-
nes y todas las demás creencias. Es sub- solutizarlas" a todas, es una ilusión.
jetivo en el sentido de que estoy perso- Como ha afirmado Maclntyre9, es el tí-
nalmente comprometido con él. Pero pico producto de una cultura cosmopo-
reclama contactar con realidades más lita que imagina que todas las verdades
allá del yo, y esta pretensión está siem- pueden ser traducidas a lenguas europe-
pre sujeta al test de adecuación para as. Nuestras tradiciones de creencia re-
"dar sentido" a la experiencia total. ligiosa no son algo de lo que podamos

8. Ibld.p. 9.
9.AI¡sdair Maclntyre, Whose Justice.Which •? (Univerity of Notre Damme Press, 1988).

234
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

desentendernos. Son como lentes de Realidad que pudiera proporcionar un


contacto en nuestros ojos, a través de criterio para formular juicios sobre las
las cuales conseguimos una cierta clari- diferentes concepciones de ella, encar-
dad y coherencia en la comprensión del nadas en las diferentes tradiciones reli-
mundo. Sólo las abandonamos cuando giosas y tradiciones seculares.
dejan de darnos claridad y coherencia Me parece que son pertinentes cinco
en nuestros esfuerzos por comprender comentarios sobre esta postura:
y hacer frente al mundo que nos rodea,
(a) Parece ser lógicamente contra-
o cuando alguien es capaz de ofrecernos
producente. ¿Cómo se sabe que existe
un tipo de lentes mejores.
una Realidad que es desconocida? Hay,
John Hick, sin embargo, cree que las después de todo, afirmaciones de segu-
religiones no tratan sobre "lo que es la ridad de musulmanes, marxistas, cris-
realidad". N o son "cosmovisiones"; son tianos y budistas sobre lo que la reali-
caminos alternativos para la salvación. dad es. ¿En base a qué conocimiento
C o m o no existe un punto de vista desde anterior se puede negar que cualquiera
el que se pueda hacer un juicio válido de esas pretensiones es verdad? Si algo
sobre el éxito o no de las distintas reli- es realmente desconocido, entonces no
giones, y como todos los documentos hay nada que decir.
son ambiguos, no es posible afirmar que (b) A Hick no le falta un punto de
una religión es más eficazmente salvífi- vista. Juzga varios aspectos de las tradi-
ca que otras. Todas son caminos hacia la ciones religiosas, y particularmente los
salvación, y la salvación viene de pasar males de los que el cristianismo es res-
del auto-centramiento al centramiento ponsable. Afirma que no existe acuerdo
en la Realidad. Una vez más, por su- en una definición de la santidad; pero
puesto, no hay ninguna afirmación no tiene dificultades en reconocer su
aceptada sobre la Realidad. Ello, él o ausencia cuando la ve. ¿Dónde está e¿
ella, se concibe de modos diferentes en fundamento ontológico de esos juicios '•
las diferentes tradiciones. N o hay nin- Es más que la cosmovisión generalmen-
guna prueba determinante disponible te aceptada de un occidental liberal ¿ í
para nosotros sobre la naturaleza de la finales del s.XX, y si es así, ¿cuáles scr

235
LA U N I C I D A D CRIST ANA RECONSIDERADA

los fundamentos para pensar que esta el original. Jesús, conforme leo el
cosmovisión se corresponde con la Nuevo Testamento, se me presenta co-
Realidad?. mo una persona real cuyas palabras y
(c) Hick ahora extiende su conocida acciones plantean preguntas radicales a
revolución Copernicana. Pide que va- mí y a mis propios ideales. Hay una re-
yamos de una cosmovisión cristocéntri- alidad objetiva que pone en cuestión
ca, no ya a una teocéntrica, sino a una vi- mis propias creencias, ideales y prácti-
sión "Realidad-céntrica"'0. La Realidad cas. La Iglesia ha considerado esta reali-
Última puede ser impersonal11. No de- dad dada como el centro de su com-
bemos excluir al ateo de la salvación. prensión del mundo. Hick ofrece, co-
Paul Knitter en su ensayo habla de un mo alternativa a esto, la "Realidad".
enfoque soteriocéntrico; la base para la ¿Pero como voy a concebir la "Rea-
unidad humana es la búsqueda común lidad"? Tengo que formar mi propio
de la salvación, comoquiera que se diri- concepto de ella en base a alguna clave.
ja12. Consideremos lo que supone este Si se excluyen todas las claves particula-
cambio. Un enfoque crístocéntrico to- res y específicas, ,; cómo voy a concebir
ma como clave a la persona de Jesu- la "Realidad"? Cualquier concepto que
cristo, una persona sobre la que hay da- me forme, es mi propia creación. N o
tos disponibles para el examen. Admi- me puede cuestionar. Soy yo quien está
tido que los cristianos a través de los si- en el centro. La revolución Hickiana es
glos constantemente han intentado des- exactamente lo opuesto a la Coper-
cribir a Jesús a su propia imagen, o co- nicana. Es un movimiento desde un
mo a un representante de lo que conci- punto de vista centrado en la realidad
ben como el ser humano ideal; sin em- objetiva del hombre Cristo Jesús, a una
bargo, tales descripciones pueden siem- centrada en mi propia concepción sub-
pre ser contrastadas y corregidas según jetiva de la realidad última.

10. Hick, "The Non-Absolutness of Christianity", p,


l l . l b i d . p.34.
12. Knitter, "Toward a Liberation Theology of Religii ;",p. 187.

236
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

(d) Ciertamente, todos los seres hu- adecuada a ese mundo real. Y es posible
manos buscan la salvación -en algún tener razón o equivocase en nuestro
sentido de la palabra. Buscan la felici- modo de comprender qué tipo de mun-
dad, la seguridad, la liberación de la do es. Separar la búsqueda de la salva-
opresión. La buscan de formas muy di- ción del esfuerzo por comprender lo
versas. La buscan mediante la religión, que es la verdad sobre el cosmos, podría
el sexo, el dinero, el poder. Apenas exis- parecer una receta para el desastre.
te ningún límite en los caminos de "sal- (e) Finalmente, no es posible evadir
vación". Son nuestros enfrentamientos la cuestión de la verdad y el error. Hacer
por la salvación los que destruyen el eso sería seguramente signo de muerte.
mundo. La demanda universal humana Todas las criaturas vivientes parecen es-
de salvación no es de ningún modo una tar, en diferente medida, dotadas de la
clave para la unidad humana. La discu- necesidad de averiguar lo que es verda-
sión de Hick tiene su punto de partida deramente la realidad, explorar el mun-
en el viejo slogan "extra ecclesiam nulla do y descubrir como son las cosas real-
salus"" y se centra en las afirmaciones mente. Por esto es por lo que tienen
que las religiones hacen para ofrecer ca- ojos, oídos, nariz y sentido del tacto.
minos de salvación. Pero las religiones Que su comprensión del mundo depen-
pueden hacer estas afirmaciones sólo da del desarrollo de estos órganos de los
porque tienen pretensiones de verdad, sentidos no cambia el hecho de que sea
afirmaciones sobre lo que es la realidad, el mundo externo a ellos lo que buscan
y estas son en muchos casos mutuamen- explorar. Y pueden estar equivocados.
te irreconciliables. Si hay en algún senti- Puede confundir una trampa con un lu-
do un mundo real, un cosmos real, y no gar seguro, y una planta venenosa con
simplemente una multitud de mundos comida. En esa parte de nuestra cultura
separados creados por la imaginación de dividida que es aún vigorosa y está en
los seres humanos, entonces la salvación desarrollo, la mitad científica, domina la
sólo puede ser fruto de una relación misma curiosidad, la misma pasión de

13. Hick,"The Non-Absolutness of Christianity", p. 16.

237
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

averiguar cómo son las cosas realmente. único camino para alcanzar la verdad.
Los científicos están cada vez más dis- Su éxito depende del vigor de la comu-
puestos a reconocer el papel jugado por nidad científica y de su disposición pa~
la intuición y la imaginación en su tra- aceptar la disciplina de una tradicio;.
bajo. Pero no aceptarán la idea de que científica establecida. En la otra mitad
su trabajo es simplemente un producto de nuestra cultura, la que tiene que ver
de su imaginación creativa. Es bien co- con "creencias" y "valores", este vigor y
nocido que, por ejemplo, que Einstein esta disciplina faltan. Parecería que una
afirmaba apasionadamente que las teo- propuesta que separe la búsqueda de la
rías especial y general de la relatividad "salvación" del esfuerzo de distinguir la
son una afirmación verdadera de cómo verdad del error, es un signo de muerte
son las cosas realmente. Esa confianza inminente de una cultura. Lo que es
fue confirmada muchos años después cierto es que este tipo de pluralismo
cuando se encontró que las aplicaciones simplemente se derrumbará en presen-
técnicas de sus teorías eran trascenden- cia de una afirmación confiada y vigo-
tales. La parte científica de nuestra cul- rosa de conocer la verdad - u n a preten-
tura sigue floreciendo porque no acepta sión como la que el Islam está haciendo
el pluralismo. No asume "la igualdad de actualmente, cada vez con más fuerza,
todas las opiniones científicas". N o pre- en el mundo contemporáneo.
tende la verdad absoluta, pero insiste en Este es el tema que sólo Langdon
que es posible llegar a una aprehensión Gilkey, entre los autores de The Myth
de la verdad cada vez más completa y of Christian Uniqueness, intenta afron-
que esto sólo puede hacerse identifican- tar. ¿Qué hace un pluralista -se pregun-
do y eliminando errores. Esto no se con- t a - frente a un hecho como el surgi-
dena como "imperialista", a menos que miento del poder Nazi en Alemania en
los científicos (o más frecuentemente sus los años 30? Habiendo afirmado que te-
divulgadores) empiecen a reclamar que nemos que aceptar la "ruda paridad" de
los métodos de la ciencia natural son el todas las culturas y religiones 14 , Gilkey

14. Gilkey, "Plurality and Its Theological Implications", p. 39.

238
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

a continuación, muy acertadamente, se- opciones forzadas, situaciones en las


ñala que hay posturas religiosas que son que un dilema intelectualmente no re-
"intolerables". Reconoce que frente a suelto se soluciona por el hecho de que
Hitler, lo absoluto de la Declaración de tenemos que actuar de un modo u otro.
Barmen era la única postura adecuada. "Si somos seres personales y sociales, v
Frente a los elementos "demoníacos" 15 lo que es más, si debemos tener un pa-
de la religión tenemos que afirmar el pel en la acción liberadora, debemos
compromiso absoluto con ciertos va- apoyarnos en algo y actuar desde algu-
lores, y estos valores no pueden ser sos- na base". Esa es la obligación absoluta.
tenidos sin una cierta cosmovisión. Pero, para que esta base, este punto de
"Paradójicamente, la pluralidad, preci- vista, no se convierta en la fuente de un
samente por su propia ambigüedad, im- absolutismo opresor, tenemos que re-
plica tanto lo relativo como lo absoluto, conocer la relatividad de nuestro punto
una yuxtaposición o síntesis de ambos de vista. "Una absolutidad relativa es
que es intelectualmente frustrante y, una postura esencial para la práctica pú-
sin embargo, necesaria en la práctica" 16 . blica y política", y también es esencial
La salida de esta frustración intelec- para el diálogo interreligioso auténtico.
tual propuesta por Gilkey es sutil, y la La yuxtaposición de relativo y absoluto
encuentro difícil de seguir. N o s aconse- está "congelada en la teoría reflexiva.
ja seguir, "la venerable, tradición Ame- Por tanto la reflexión no debe, porque
ricana práctica" como la ejemplifican no puede, preceder a la praxis; al con-
John Dewey y William James. El pri- trario, debe comenzar sobre la base de
mero nos informa de que un puzzle que la praxis" 17 .
no puede ser resuelto por la reflexión
Espero haber interpretado fielmente
puede serlo por la "inteligencia prácti-
el argumento de Gilkey. Me sugiere las
ca", y el segundo nos enseñó que hay
siguientes reflexiones. La primera se re-

15. Ibid. p.44.


16. Ibid.pp. 44-45.
17. Ibid. pp. 46-47.

239
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

riere a la "opinión forzada". Si nos en- las raíces del fenómeno de Hitler y su
frentamos, como les ocurrió a los cris- movimiento. En reacción contra las
tianos en Alemania, con la pretensión pretensiones de razón imperialistas, co-
de una ideología absolutista respaldada mo se expresan en la obra de los filóso-
por el poder de un estado despiadado, fos franceses y políticamente encarna-
entonces es una situación como la que das en la Revolución Francesa y en sus
William James describe como una opi- imperialistas consecuencias, los pensa-
nión forzada. O uno mantiene la cabe- dores alemanes afirmaron la prioridad
za agachada, o protesta y se enfrenta a del Volksgeist, la pretensión del espíritu
la cárcel, la tortura y la muerte. N o hay de un pueblo para determinar lo que es
una postura neutral. Este dilema se re- bueno, verdadero y bello para ellos. El
suelve en la práctica, de una forma u camino de esto a la apoteosis de "sangre
otra. Pero, ¿por qué camino? Si, como y tierra" es bien conocido. Si la acción
Gilkey, se ha sido educado durante ge- precede a la reflexión, entonces la ac-
neraciones en una fe que enseña que la ción es dictada por algo que no ha sido
realidad última está de parte de la justi- claramente analizado. Es dictada por
cia y la libertad, y si esto determina lo los impulsos que sean dominantes en la
que significa ser "verdaderos seres per- sociedad a la que se pertenece. En un
sonales y sociales", y si hay un com- espíritu generoso como el de Gilkey,
promiso absoluto con esa creencia, en- educado en una tradición cristiana, es
tonces se protesta y se paga el precio dictada por un amor de libertad y justi-
necesario. Sin esto, parecería que la "in- cia. Pero esa tradición perdura, y
teligencia práctica" significaría quedar- Gilkey puede recurrir a ella, sólo por-
se callado. que se ha luchado por ella y ha sido de-
El segundo punto es sobre la rela- fendida por aquellos que creyeron que
ción de la reflexión con la acción. tenía autoridad absoluta porque su vali-
Gilkey repite la opinión, tan de moda, dez descansaba la revelación de Dios de
de que la praxis precede a la reflexión. sí mismo en Jesucristo. Es, para Gilkey,
Este es precisamente el tipo de pensa- axiomático que "ninguna revelación es,
miento que subyace profundamente en o puede ser, el criterio universal para to-

240
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

dos los demás"18. No se da ningún fun- dad de Dios en ningún sistema intelec-
damento para esa afirmación excepto tual o encarnar la perfecta justicia de
que "así lo estamos viendo ahora". Es Dios en ningún orden político. Pero es-
meramente rendirse a una moda con- ta es una clase de relativización radical-
temporánea de pensamiento en un pe- mente diferente de la que Gilkey pro-
queño círculo de intelectuales. Es, por pone. Toda pretensión específica, inte-
supuesto, una negación de la afirmación lectual o políticamente, expresada por
central de la fe cristiana. No tiene futu- la iglesia cristiana es relativizada no in-
ro. Mi tercer comentario es sobre la
vocando la "ruda igualdad de las reli-
afirmación de Gilkey de que cualquier
giones"; esa invocación es una mera ab-
pretensión de verdad absoluta puede
dicación del pensamiento responsable.
llevar a la opresión. Esto es verdad.
Se relativiza invocando el nombre de
Nadie puede ser más tirano que el "li-
Jesús. Todo se sostiene sub specie crucis.
berador" cuando ha conseguido el po-
der. El s. XX está lleno de tristes ejem- La iglesia cristiana ha parecido a veces
plos de esta verdad. Pero aquí llegamos reclamar la posesión de toda la verdad,
al corazón del tema. El único carácter y a veces ha intentado conseguir el po-
del evangelio cristiano, una unicidad der supremo. Cuando lo ha hecho así,
que los "mitógrafos" quisieran negar, es ha falseado sus títulos de propiedad. Lo
que afirma que la pretensión soberana y que la iglesia hace y siempre debe hacer
absoluta del Creador se presenta en la es apuntar al hecho total de la encarna-
forma de un hombre crucificado. La re- ción -Jesús en su nacimiento, ministe-
velación de la verdad es una contradic- rio, muerte y resurrección- como el
ción de todos los imperialismos. punto en el que el Absoluto se ha hecho
Es el hecho de que la cruz sea el cen- presente en medio de la relatividad de la
tro de la predicación cristiana lo que historia. Cuando fielmente lo hace así,
drásticamente relativiza toda preten- hace tres cosas: (a) Confronta a todos
sión cristiana de encarnar toda la ver- los seres humanos con la pretensión ab-

18. Ibid., p. 48.

241
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

soluta de su Creador sobre ellos para ortodoxia. Si la iglesia es seducida por


vivir una vida comunitaria y personal esta llamada, su pretensión de ser testi-
que corresponda con lo que se ha ex- go de la verdad absoluta se convertiría
puesto en los hechos del evangelio, (b) efectivamente en causa de opresión. Si
Sitúa toda respuesta humana a esta pre- las afirmaciones absolutas se hacen con
tensión a la luz del evangelio, donde se un propósito específico para la prácti-
encuentra tanto el juicio como el per- ca, (se le llame liberación o de otra for-
dón, (c) Ofrece una comunidad en la ma) se abre el camino para la domina-
que los seres humanos pueden suminis- ción. Pero la iglesia está obligada a ha-
trarse mutuamente tanto ese juicio co- cer una afirmación absoluta respecto a
mo ese perdón, de manera que puedan la doxa, de quien ha de ser adorado,
seguir actuando con una confianza que glorificado y obedecido. En eso la igle-
está limpia de arrogancia. Lo absoluto sia no puede llegar a un arreglo. El jui-
de lo que Dios ha hecho en Cristo es lo cio sobre su praxis, como sobre la de
que relativiza nuestras formulaciones y todos los seres humanos, está reservado
programas particulares. a un tribunal más alto y una última au-
La afirmación cristiana de que la diencia.
verdad es revelada en Jesús no cierra la C o m o muestra nuestra discusión
puerta a búsquedas posteriores sino que con Gilkey, los autores de The Myth of
la abre. La pretensión de verdad tiene Christian Uniqueness son conscientes
implicaciones tanto positivas como ne- del problema suscitado por el relativis-
gativas; implica que su aceptación lleva- mo total. En lo que se refiere a cualquier
rá a una mayor penetración en la ver- pretensión de conocer la verdad son re-
dad; implica que su negación no llevará lativistas. Todas las pretensiones de co-
a más verdad. nocer la verdad son condenadas como
Es a la luz de esta revelación donde imperialistas. Pero creen (y esto es lo ra-
debemos resistir la llamada tan de m o - cional del tercer puente "ético-prácti-
da a situar a la acción delante de la re- co") que existen un escape del relativis-
flexión, y exaltar la ortopraxis sobre la mo por la vía de la práctica. H a y una

242
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

obligación absoluta de buscar la justicia de la definición de Aloysius Pieri de re-


y la liberación. Esto les proporciona el ligión verdadera como "una urgencia
punto de vista necesario, un refugio a revolucionaria, u n impulso psico-so-
un relativismo desorientado. Es imposi- cial de generar una nueva humanidad" : i
ble hacer afirmaciones absolutas sobre mientras su querida Sri Lanka está
Jesús o cualquier otro nombre particu- siendo destrozada por pretensiones ri-
lar en la historia de las religiones. Pero vales de "justicia" y "liberación". El
es posible y necesario reclamar absoluta propio Pieris, en su ensayo, muestra
validez para la práctica de la justicia y la una conciencia mucho más profunda
liberación. ¿Qué conlleva la sustitución de la centralidad de la cruz como el lu-
del nombre de una persona real por es- gar en el que la verdadera justicia de
tos nombres abstractos?. Dios se establece. Cuando absolutiza-
En primer lugar, significa que el yo mos palabras como justicia y libera-
está al mando. Si no hay ningún Juez ción, nos quedamos encerrados en
a cuya autoridad me debo someter, en- nuestras propias definiciones de lo que
tonces soy yo quien decide lo que es estas palabras significan. N o hay nada
justo. Por volver u n momento a Hitler que se interponga en el camino de
y su movimiento, lo racional era recla- nuestras pretensiones imperialistas.
mar justicia para los alemanes bajo Cuando ponemos en el centro la cruz
una ley extranjera. La razón por la que del que es Señor y Juez, entonces es-
necesitamos tribunales de justicia es tamos en el camino de la realización
porque ninguno de nosotros, ni siquie- de una justicia y libertad que son real-
ra el más santo, puede ser juez en su mente regalos de Dios, y liberación de
propia causa. Todos queremos justicia, nuestras propias pretensiones imperia-
y son estas luchas apasionadas lo que listas.
destroza al m u n d o . H a y una trágica Los autores de The Myth of Chm-
ironía en la cita que Paul Knitter hace tian Uniqueness comparten un com-

19. Knitter, "Toward a Liberation Theology of Relign ;", p. 186.

243
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

promiso común con la justicia y la li- es. Los autores parecen haber abando-
bertad como bienes supremos. Pero nado cualquier pretensión de saber lo
destruyen la única base sobre la que que la Realidad es. En la medida en que
pueden apoyan este compromiso. Su sus palabras son atendidas, sólo pue-
empresa es un flaco favor a la causa en den tener el efecto de destruir la posi-
la que creen. El mundo "desarrollado" bilidad de resistencia donde ésta es re-
de momento está totalmente volcado querida. Se dejará -como en ocasiones
en lo que se llama crecimiento econó- anteriores- a aquellos que confiesan un
mico y está cada vez más comprometi- compromiso absoluto con el Señor
do (implícita y a veces explícitamente) crucificado y resucitado- pagar el pre-
con un tipo de Darwinismo social que cio de la resistencia.
ve la vida en términos de competencia El ensayo de Tom Driver es una
y eliminación del inútil. Esto, o algo conclusión apropiada para el libro. Lo
parecido, es la doctrina pública. En es- que está implícito en el resto del libro
ta cosmovisión no hay ciertamente se hace explícito en sus palabras. El es
"opción por el pobre". Los pobres son un politeísta a la antigua usanza, que
los incapaces de sobrevivir. Pueden ser cree que "puesto que Dios tiene dife-
objeto de una caridad privada, que per- rentes historias, entonces tiene diferen-
manece como el último fruto de un vie- tes 'naturalezas'" 20. Toda creencia en la
jo sistema de creencias. Pero esta "cari- coherencia última de las cosas ha sido
dad" no tiene fundamento ontológico. abandonada. El caos ha vuelto y no
Esta doctrina pública es una forma de quedará nada excepto el deseo de po-
paganismo que rinde la autoridad últi- der de los proyectos humanos opues-
ma al "mercado" -una forma moderna tos. El libro, por supuesto, será bienve-
de la antigua diosa Fortuna. Sólo se le nido por parte de aquellos a los que les
puede hacer frente en base a otra creen- resulta más fácil dejarse llevar por la
cia sobre la Realidad, sobre lo que ésta corriente del relativismo que hacer una

20.Tom Driver.'The Case for Pluralism", en Hick-K nitter, p. 212.

244
R E L I G I Ó N PARA EL M E R C A D O

convencida afirmación de fe en la ver- la Iglesia también tiene bastantes cris-


dad revelada. En ese sentido puede ser tianos serios, vigilantes, que están lo su-
útil la "herramienta pastoral para trans- ficientemente familiarizados con la in-
mitir las nuevas cristologías no-absolu- creencia como para reconocerla cuando
tistas a la ecclesia"21. Pero sospecho que la ven.

21. Knitter, "Toward a Liberation Theology of Religions", p. 195.

245
XI
¿ES LA " T E O L O G Í A PLURALISTA" ÚTIL PARA EL
D I Á L O G O DE LAS RELIGIONES DEL M U N D O ?
Jürgen Moltmann

A la luz de la abundancia de pers- diversas tradiciones religiosas y cosmo-


pectivas de The Myth of Christian Uni- visiones se han encontrado. U n o de
queness y la imposibilidad de referirme ellos está representado por las guerras
a todas, o incluso una buena parte de europeas de religión que siguieron a la
ellas, me limitaré a discutir dos cuestio- Reforma Protestante. Esas guerras tu-
nes. ¿El "diálogo" de las religiones del vieron su origen en una absoluta conde-
mundo, como se entiende aquí, es la na de otras interpretaciones del cristia-
única forma de comunicación razona- nismo como idolatría, superstición e in-
ble entre las religiones del mundo que cluso culto al demonio. A u n q u e apa-
cada vez más se encuentran entre sí en el rentemente tienen lugar entre cristianos,
mundo contemporáneo? En segundo y no entre miembros de tradiciones re-
lugar, ¿es la teología del "pluralismo" ligiosas totalmente diferentes, como es
presentada en ese libro la única base p o - cada vez más el caso de los contactos in-
sible y razonable para el diálogo?. terreligiosos hoy, esos hechos son ilus-
trativos.
D I Á L O G O - SÓLO U N A
En su interacción no hubo diálogo
POSIBILIDAD EN EL ENCUENTRO real de discurso, sino asesinato, anathe-
ENTRE LAS RELIGIONES ma y damnamus. Llevaron a la excomu-
nión y a la exclusión de disidentes, zs:
A través de la historia, ha habido como a su persecución y a veces a 5"_ ex-
muy diferentes niveles a los que las per- terminación. Las guerras de rs.:£.:z
sonas y comunidades pertenecientes a dentro de una comunidad : t

247
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

han librado con especial severidad y coexistir las dos en el futuro. Todo t
brutalidad en el Cristianismo y en el proceso dependía de que los represer-
Islam, porque los enemigos son acusa- tantes de las partes opuestas reconocí;
dos de blasfemar contra Dios y no se ran al rey, al concejo, o la gente reuru;
puede hablar con blasfemos. Más bien, en la polémica como cuerpo decisor.
deben ser ejecutados en nombre de legítimo.
Dios. Desde otra perspectiva, los márti- La situación del llamado status ce
res producidos en estos conflictos tie- fessionis está estrechamente relaciona:
nen un poder especialmente persuasivo con estas formas de encuentro. En
para los miembros de la comunidad per- tuaciones extremas, los conflictos en:
seguida. Un antiguo adagio cristiano ex- diferentes partes religiosas o entre -
presa bien esta sabiduría: "La sangre de rios grupos de una iglesia llevaba a la di-
los mártires es la semilla de la Iglesia". visión. La necesidad de un momento
En el contexto europeo, entonces, decisivo o status confesionalis en nues-
podemos considerar intentos de conse- tro tiempo se puso de manifiesto por
guir una primera fase de coexistencia las los problemas presentados a la "Iglesia
controversias públicas entre los sacer- Confesante" en la Alemania de Hitler,
dotes, misioneros y teólogos de las dife- por el mesianismo político del Tercer
rentes comunidades religiosas post- Reich y el estado oficialmente sancio-
Reforma. nado de "Cristianos Alemanes". La
Estas disputas se sostuvieron gene- Declaración de Barmen después de
ralmente ante la corte de un rey o en un 1934 fue la ocasión y la causa de la ne-
ayuntamiento. Después de que se hu- cesidad de adoptar una actitud firme, y
bieran presentado todos los argumen- a partir de ahí se empezó a funcionar.
tos a favor de la propia fe y en contra de En tiempos aún más recientes, en los
la del otro, y viceversa, el rey o el con- años 70, el tema del sistema de disua-
cejo municipal decidía qué religión se- sión nuclear con su amenaza de aniqui-
ría válida y cual no, quién podía que- lación mundial se convirtió en un nue-
darse y quién tenía que ser desterrado, vo status confessionis de las iglesias
y algunas veces también, cómo iban a Reformadas de Holanda y Alemania.

248
¿ES LA " T E O L O G Í A P L U R A L I S T A " Ú T I L . . . ?

Declaraciones relativas a estos temas ralismo "empírico" de las religiones de


hablan decisivamente, pero en contras- Asia y África. La distinción es especial-
te con las anteriores, aquellos que pien- mente importante para la Iglesia cristia-
san diferente no son condenados sino na, porque la herencia del cristianismo
invitados a cambiar de opinión. Desde post-Constantiniano desde el s.IV, ha
1976 y 1977, la Federación Luterana hecho al cristianismo occidental p r o -
Mundial y la Alianza Mundial de penso a caer en hacer demandas absolu-
Iglesias Reformadas han considerado el tistas para el reconocimiento de las pre-
racismo y el sistema de apartheid de tensiones cristianas. El cristianismo en
Suráfrica como herejías ideológicas y Europa después de la revocación de
estructurales, que después de décadas Constantino de la religión oficial tradi-
de diálogo ineficaz han llevado a la ex- cional romana, vino a comprenderse a sí
comunión. Cada vez más, las iglesias mismo como la única religión válida en
cristianas cuestionan si el orden econó- u n imperio "cristiano" y para una era
mico mundial injusto, que cada año de- "cristiana". C o m o resultado la Iglesia
manda un enorme número de víctimas parece a menudo haberse considerado
en el llamado Tercer M u n d o y destruye "el alma de la nación" incluso más que
los recursos naturales, no es también como el "cuerpo de Cristo".
base suficiente para proclamar un nue- En Asia y África, sin embargo, está
vo status confessionis. surgiendo un grupo de creyentes cris-
También conocemos, por la vía del tianos que no hacen afirmaciones cons-
contraste, la coexistencia amistosa de tantinianas y que n o consideran tal ab-
diferentes comunidades religiosas sin solutismo como consecuencia necesaria
guerra, sin conflicto, sin disputas y sin de las doctrinas cristianas. El testimo-
diálogo. Se debe distinguir entonces en- nio misionero de estos cristianos en
tre el pluralismo de las comunidades re- medio de situaciones pluralistas es una
ligiosas que fomenta la libertad religio- misión no violenta para convencer a la
sa de cada individuo como resultado de gente de su fe. Es un testimonio bastan-
reconocimiento "formal" de derechos te diferente de la subyugación violenta
humanos universales, y el evidente plu- de las naciones no cristianas p o r la es-

249
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

pada y la Biblia que ocurrió en el tiem- "iglesias-domésticas". El "pluralismc


po del imperio cristiano. Los métodos en tales casos no es una teoría generaj
misioneros modernos usados por los meta-religiosa de la interrelación de tra-
occidentales desde el s. XIX en adelan- diciones religiosas, sino la aceptación
te, también han conocido el diálogo con patente de la realidad de las otras comu-
los representantes de otras comunida- nidades religiosas, de la coexistencia con
des religiosas y, generalmente, han in- ellas, y de llevar adelante la labor misio-
tentado convencer a la gente mediante nera de la comunidad cristiana con mé-
el testimonio vivo de la fe más de lo que todos adaptados a las circunstancias.
lo hicieron sus antepasados misioneros El pluralismo de religiones en el
en la Iglesia post-Constantiniana. m u n d o occidental, el hogar de una igle-
La Iglesia Ortodoxa de la Unión sia cristiana decadente pero aun persis-
Soviética representa otro modelo de tente, parece haberse desarrollado de
contacto con el mundo no cristiano. modo diferente. Desde el comienzo de
Nunca, hasta donde yo se, esa Iglesia la era moderna, la creencia se ha trasla-
entró en diálogo con representantes del dado a una arena reservada a la creencia
marxismo-leninismo. En 1967, de he- subjetiva. Tal creencia fue declarada,
cho, la Iglesia Ortodoxa incluso recha- paradójicamente, "esencial", pero tam-
zó una invitación a un coloquio bién " n o disputable públicamente".
Cristiano marxista en Checoslovaquia. Desde entonces, la libertad religiosa ha
C o n todo, la Ortodoxia Rusa ha segui- venido a significar según la bien conoci-
do siendo un testigo eficaz por el hecho da frase, "la libertad de culto en la igle-
de continuar existiendo y por el testi- sia de tu elección"... o de no practicar en
monio silencioso que irradiaba. La absoluto. Los individuos deciden por sí
Iglesia cristiana en China, a saber, la mismos. H a y beneficios en esa toleran-
nueva Iglesia Protestante también ha cia, por supuesto, pero la religión ine-
crecido, no por el diálogo sino, al me- xorablemente pierde su carácter social y
nos en parte, p o r el martirio que sufrió se convierte en p u r a m e n t e privada.
durante la Revolución Cultural.
Diferentes tradiciones religiosas pier-
También floreció sobreviviendo en
den su capacidad de ser los elementos

250
¿ES LA " T E O L O G Í A P L U R A L I S T A " Ú T I L . . . ?

de unión de las sociedades y, en lugar de en cuanto que permite todo como posi-
eso, se convierten en meras opciones bilidad subjetiva; represiva respecto al
para que los consumidores religiosos escepticismo sobre la posibilidad de
seleccionen según sus motivos priva- que los símbolos religiosos medien una
dos, motivos que no son discutidos. realidad objetiva. Es interesante obser-
Así, "democratizadas", las religiones en- var que tal consumismo demanda ser
tran en el mercado como objetos de universalmente aceptado del mismo
elección subjetiva, del mismo modo que modo que lo fue la fe cristiana en el au-
las marcas de pasta de dientes o deter- ge del imperio cristiano, con la única di-
gentes para lavadora: "la Religión es ferencia de que actúa para perpetuar la
ahora un producto de consumo para una tolerancia y el pluralismo en todo el
nación de contempladores de escapara- mundo, mientras condena todas las pre-
tes espirituales", dice Martin Marty.1
tensiones absolutas de las tradiciones re-
C o m o objetos de consumo, las tra-
ligiosas y las cosmovisiones filosóficas.
diciones religiosas son despojadas de
Surge una pregunta: ¿son aún las tra-
sus antiguas pretensiones para ser sim-
diciones religiosas, saneadas de este
ples arbitros de lo absoluto, y el ancla de
modo por la "tolerancia" subjetiva para
las certezas que la fe ofrecía se disuelve
el mercado religioso de la sociedad oc-
en una atmósfera corrosiva de escepti-
cismo general. La gente puede creer en cidental, lo que eran originariamente?
todo lo que quiera, pero ya no se puede ¿Puede haber un cristianismo sin cruz?,
afirmar que las creencias son mediado- ¿un Islam sin Shariah?, ¿un judaismo
ras de una verdad absoluta. U n o puede sin Tierra? ¿Pueden estas formas trun-
decir lo que quiera, pero lo que diga ya cadas de identidad religiosa pluralista
no tiene ningún estatus público vincu- ser, no el principio, sino el fin de todo
lante. Herbert Marcuse ha llamado a es- auténtico diálogo?.
to la "tolerancia represiva" de la socie- Las tres religiones del libro, Judais-
dad de consumo occidental. Tolerante mo, Islam y Cristianismo, parecen aún

I. Martin E. Marty, Introducción al libro deWilliam lames, TheVarieties ofReligious Experience (NY: Penguin
Classics, 1985), p. xx.

251
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

presuponer que un individuo puede "Parábola de los Anillos" de Lessing,


elegir sólo una religión, la elección de por ejemplo, por una parte alaba la tole-
una fe existencialmente excluyendo rancia religiosa, por otra la parábola de-
cualquier otra. Sin embargo, se puede riva de la tolerancia irreligiosa de la an-
resolver el problema del pluralismo de tigua "Historia de los tres Tramposos"2
modo diferente. Los Japoneses puede
hacer uso de tres tradiciones religiosas LECCIONES DEL D I Á L O G O CRISTIANO-
diferentes al mismo tiempo, eligiendo MARXISTA EN EUROPA
de modo pragmático cuál manejar en
cada situación. En Taiwan uno puede Dado el hecho de que el "diálogo"
unirse al movimiento de las "Cinco no es la única forma que debe tener la
Religiones" para protegerse de los ca- relación entre religiones, nos pregunta-
prichos del destino. La gente puede mos ahora sobre los requisitos para el
también preferir distintas religiones de diálogo, sobre la necesidad del diálogo,
modo seriado en el curso de las etapas sobre las habilidades de la gente que en-
de la vida. Pero llegados al punto de que tra en diálogo y sobre la dignidad con-
todas las religiones se convierten en cedida al diálogo entre las religiones del
igualmente válidas, también pueden mundo.
convertirse en una cuestión de indife- Quiero decir al comenzar que creo
rencia para mucha gente. El pluralismo que es necesario un kairos especial para
puede, por tanto, tomar una forma de el diálogo fructífero. Creo que el diálo-
pío excepticismo en el que la gente to- go, en otras palabras, no es universal-
ma lo mejor entre lo que se le ofrece, mente posible entre todos los pueblos y
pero lo hacen confusamente; también comunidades; y que apenas hay méto-
puede tomar una forma irreligiosa dos umversalmente aplicables para fo-
cuando la gente renuncia a todas las op- mentar un diálogo fructífero. Cierto es
ciones religiosas porque descubren que que mis propias experiencias son limi-
pueden vivir igual de bien sin ellas. La tadas, y proceden principalmente de los

2. El cuento se ha transmitido como De tribus /mi y ha sido datado al menos en 1598.

252
¿ES LA " T E O L O G Í A P L U R A L I S T A " Ú T I L . . . ?

diálogos cristiano-marxistas que tuvie- Agustín, Pascal y Claudel, si el sentido


ron lugar en Salzburgo en 1965, en cristiano de la trascendencia y el amor
Herrenchiemsee en 1966 y en Miarien- nos fueran ajenos".
bad en 19673. Su kairos fue el mundo En el diálogo cristiano-marxista y en
dividido de la Guerra Fría; la excomu- los hechos que sucedieron después,
nión de todos los comunistas por el pa- aprendí que uno debe tomar en serio
pa; la pretensión del marxismo de tener los puntos fuertes de su interlocutor y
una respuesta total para todos los pro- abstenerse de letanías de crítica sobre
blemas de la humanidad; la Primavera sus defecto o errores. Aprendí que uno
de Praga que llevó en Checoslovaquia a no pierde su identidad en el diálogo, si-
las iniciativas de Alexander Dubcek de no que obtiene una comprensión más
crear el "Socialismo de rostro humano" profunda de esa identidad. Tras el diálo-
y la reforma del Catolicismo comenza- go honesto, uno ya no puede verse con
da en el Concilio Vaticano II. imágenes románticas, sino con los ojos
Nuestros diálogos comenzaron en críticos de los otros. Llegué por último
Praga con la invitación por parte de fi- a entender que en el diálogo serio no
lósofos marxistas al teólogo protestan- puede haber ninguna evasión válida de
te Joseph Hromádka para una discu- cuestiones difíciles, mediante el recurso
sión. Se preparó para hablar sobre la a una autoridad más elevada no abierta
justicia y la paz en el mundo, pero los a inspección crítica por otros. Además,
marxistas prefirieron que les explicara la naturaleza del diálogo no era nuestro
el significado de la oración cristiana. tema; discutimos seriamente el cristia-
Roger Garaudt, entonces todavía el je- nismo y el marxismo; no tuvimos un
fe ideólogo del Partido Comunista de diálogo sobre el diálogo. Sólo después
Francia, dijo, en palabras que resumen nos dimos cuenta de que los verdaderos
el espíritu de esos diálogos, "el Mar- problemas no surgieron entre cristianos
xismo sería muy pobre si Pablo y y marxistas de mentalidad abierta, sinc

humanem Gesellschaft (Viena: Marienbader P'c:r • : Í


3. E. Kellner, ed., Schopfertum und Freiheit in einer
1967).

253
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de marxistas y cristianos que no toma- nuestras conversaciones, alguien dijo:


ron parte en el diálogo. "Si no habJamos entre nosotros ahora,
La invasión de Checoslovaquia por nos mataremos más tarde".
las tropas del Pacto de Varsovia en el • Todos los participantes deben com-
otoño de 1968 terminaron con nuestro prometerse en el diálogo desde dentro
diálogo, al mismo tiempo que acababa del contexto de su propia fe o cos-
con los intentos de establecer el socia- mosvisión. U n diálogo que no gira
lismo humano en Checoslovaquia. Casi entorno a la cuestión de la verdad es
todos nuestros interlocutores checoslo- irrelevante.
vacos perdieron sus puestos y fueron • Todos los participantes deben ser
suspendidos por el Partido. En la parte conscientes de aquellos por los que
cristiana, Julio Girardi perdió su cáte- ellos y sus interlocutores hablan. Si la
dra en Roma y el resto de nosotros fui- gente se desvía demasiado de sus raí-
mos públicamente acusados de ser sim- ces como para ser considerados por-
patizantes comunistas en el Oeste y, al tavoces representativos de sus comu-
mismo tiempo, fuimos llamados "agen- nidades, nunca serán respetados
tes subversivos del capitalismo" en el cuando vuelvan a esas comunidades y
Este. Por un tiempo intentamos mante- finalmente acabarán siendo aislados,
ner la recién formada Internationale representando sólo sus propias opi-
Dialog Zeitschrift (fundada en 1968), niones.
pero se fue haciendo cada vez más cos- • N o debería celebrarse "el diálogo por
toso conforme pasó el tiempo hasta que el diálogo". Mas bien, su motivación
debería ser cambiar las condiciones
fue suspendida después de diez años.
que amenazan la vida, en otras pala-
Mi experiencia del kairos del diálogo
bras, dirigirse hacia consecuencias
cristiano-marxista en Europa es que se
prácticas. Garaudy describió el movi-
pueden aprender ciertas lecciones:
miento como desplazamiento del ana-
• Debe existir un conflicto que amenace tema al diálogo, del diálogo a la coe-
la vida, una solución a la que un diálo- xistencia, y de la coexistencia a la co-
go ofrezca esperanza. En el tiempo de operación.

254
¡ES LA " T E O L O G Í A P L U R A L I S T A " Ú T I L . . . ?

LA " T E O L O G Í A PLURALISTA" de todas las pretensiones de verdad reli-


Y EL D I Á L O G O ENTRE LAS giosas, enunciada por Ernst Troeltsch
RELIGIONES en su trabajo sobre los efectos de cono-
cimiento crítico histórico en la dogmá-
C o m o dice Paul Knitter en el prefa- tica cristiana. Esa relativización, según
cio de The Myth of Christian Unique- Troeltsch, lleva al escepticismo moder-
ness, los autores de ese libro buscaban no sobre todas las pretensiones de ver-
modos de promover la conciencia de dad religiosas. En el libro del Myth,
pluralismo religioso articulando una vi- John Hick parece representar a una "re-
sión llamada "teología pluralista de las lativismo absoluto", mientras que
religiones". Buscaban también reem- Langdon Gilkey representa la "relativa
plazar la pretensión del cristiano de ab- absolutidad". Para dar a este pluralismo
solutidad (tanto si es formulada exclusi- más fundamentación filosófica, el p r o -
va como inclusivamente) por el diálogo pio Knitter discute contra la "unidad
abierto. Para hacer al cristianismo cru- del universo", y al hacerlo, discute el
zar el Rubicon hacia esta teología plu- propio "universo". Según él, la propia
ralista de las religiones, Knitter dijo que verdad es pluralista, el universo pluri-
articularía sus ideas en tres "puentes" forme, y el misterio divino politeísta 4 .
hacia el pluralismo: el puente "históri- Ya en 1901 William James había intenta-
co-cultural" que lleva el nombre de "re- do basar su Varieties of Religious
latividad"; el "teológico-místico" que Experience en la diversidad en vez de en
lleva el nombre de "misterio"; y el "éti- la unidad, aunque no lo hizo dogmática
co-práctico" que lleva el nombre de sino pragmáticamente y, por tanto, sólo
justicia . de modo tentativo. Knitter, por otra
Tengo la impresión de que en este li- parte, parece reclamar la habilidad de
bro se encuentran varias concepciones describir adecuadamente el marco plu-
de pluralismo. Entre ellos está la cono- ralista como el único fundamento válido
cida postura liberal de la relativización para el diálogo entre las tradiciones reli-

4. Paul Knitter,"Pluralistische Theologie der Relij ien", Evangelische Theologie 49 (1989), H. 6.

255
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

giosas. Para un cristiano, me parece que periencias en el diálogo cristiano-mar-


cede puntos esenciales de su propia xista en Europa, veo como único cami-
identidad sin razonar realmente el fun- no hacia un diálogo significativo entre
damento de estas concesiones. las religiones del mundo y sus comuni-
U n a teología pluralista de las religio- dades, el identificado en el Myth como
nes puede ser por lo menos tan impe- el "puente ético-práctico", dado que se
rialista como la teología de las religio- ocupa de la amenaza de muerte a la que
nes cristiana que Knitter quiere superar. todos los seres humanos están expues-
La naturaleza verbal del proceso de tos en el m u n d o contemporáneo.
"diálogo", por ejemplo, ya da a las lla- Nuestro peligro común debería forzar a
madas "religiones del libro" una venta- las religiones del mundo al diálogo: la
ja importante. Una teología relativista amenaza nuclear, la crisis ecológica, y la
de la religión puede ser necesaria para situación económica mundial. La vieja
los Estados Unidos, dada su diversidad. teología del pluralismo liberal, me te-
Q u e el pluralismo americano sea o no mo, se basa en el optimismo de una
un modelo adecuado para la relación mundo pre-Hiroshima. Hoy, conseguir
que deberían mantener las religiones del la unidad del m u n d o no es una cuestión
mundo, debería ser tema de debate más metafísica sino política para toda la hu-
que algo asumido como verdadero. manidad.
Además, ¿ sólo las comunidades re- Hans Küng ha dicho acertadamente
ligiosas que aceptan las condiciones del que no habrá paz para nuestro mundo a
diálogo que sugiere la "teología plura- menos que haya paz entre las religiones,
lista" son dignas del diálogo? Se podría pero esta paz será posible sólo cuando
afirmar con justicia que una religión las propias religiones del m u n d o dejen
que ha dejado de reclamar unicidad, no de ser factores que promuevan la des-
tiene especial interés. C o m o marxista o trucción y comiencen a promover las
como musulmán, creo que tendría poco condiciones de vida necesarias para so-
interés en un cristianismo que hace brevivir en la tierra. N o es casualidad
concesiones vitales antes de empezar a que la mayor parte del diálogo que tie-
conversar conmigo. A la luz de las ex- ne lugar entre las religiones del mundo

256
¿ES LA " T E O L O G Í A P L U R A L I S T A " Ú T I L . . . »

suceda en conferencias de paz. Eso sólo cubrirán por sí mismos. Hoy existen
puede ser un comienzo, porque no son al menos las siguientes tres condiciones
sólo, las diferentes interpretaciones de necesarias para el kairos adecuado para
las religiones de la paz y la justicia lo el diálogo:
que necesita discusión, sino también las
• Existe en todo el mundo un conflicto
propias religiones, incluyendo su esen-
que amenaza la vida.
cia y su función. Si sólo aquellas reli-
• Está en juego la propia verdad que
giones que afirman el mundo y no lo
sirve a la vida.
niegan, y por tanto respetan las condi-
• Hay necesidad de un cambio real en
ciones de supervivencia de la humani-
las condiciones de vida sobre la tierra,
dad y de la tierra pueden ser llamadas
condiciones que son determinadas
religiones "del mundo", entonces el
por las comunidades religiosas y que
diálogo debe aspirar al descubrimiento
supondrán cambios en las diferentes
de lo que en estas religiones apoya la
comunidades religiosas; sin tales cam-
vida y, al destierro de lo que es hostil
bios, puede que la humanidad y la tie-
para ella. Sospecho, por ejemplo que,
rra no sobrevivan.
para el judaismo, el cristianismo y el
islam, esto significa el redescubrimiento El diálogo que surja de estos temas
de la sabiduría en el trato con la natura- no requiere dar los drásticos pasos que
leza y con otros seres vivos, y con la su- piden los defensores de la teología plu-
peración de actitudes que llevan a la ralista de las religiones de The Myth of
destrucción de la naturaleza. Sobre lo Christian Uniqueness, sino que estos
que esto puede significar para las reli- puntos hacen posible el intercambio
giones orientales y las tradiciones ani- honesto sobre cuestiones de vital im-
mistas no voy a especular, ellos lo des- portancia.

257
XII
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D
DE LA DOCTRINA CRISTIANA
Paul J. Ghffiths

PROLEGÓMENOS logia debe ser repensada, y que mucha


doctrina cristiana (especialmente cris-
U n o de los supuestos compartidos tológica y trinitaria) debe ser recons-
por muchos de los autores del reciente truida casi desde su base. Entre otras
libro titulado The Myth of Christian muchas cosas, hay que rechazar toda
Uniqueness es que ciertas doctrinas afirmación de la superioridad norma-
particularistas, exclusivistas y absolutis- tiva de las doctrinas cristianas sobre las
tas, que han sido de gran importancia elaboradas y profesadas p o r comunida-
para el cristianismo, no pueden ser ver- des religiosas no cristianas 1 . Tal rechazo
dad en al menos alguno de los modos es el p u n t o de partida de cualquier in-
en que los que las formulan, proponen tento de construir una teología de las
y enseñan a menudo las han tenido por religiones pluralista (cristiana), y ese in-
ciertas. Se deduce que deben abando- tento es, a su vez, la agenda central de
narse muchas actitudes tradicionales los autores de The Myth of Christian
hacia los no cristianos, que la misiono- Uniqueness.

I. Paul Knitter, por ejemplo, lo explica claramente en el prólogo de The Myth ofChristian Uniqueness: "En
buena parte del discurso cristiano,'la unicidad del cristianismo' ha adquirido un importante significa-
do mítico. Ha venido a significar la única normatividad, absolutidad, superioridad y carácter definitivo
del cristianismo en comparación con otras religiones del mundo. Es este sentido mítico de la frase,
con todo lo que conlleva, lo que criticamos en este libro" (p. vii). Cf. Hick.'The Non-Absoluteness of
Christianity", pp. 16-17; Gilkey,"Plurality and Its Theological Implications", p. 37; Smith.'Theology anc
theWorld's Religious History", pp. 53-54; etc.

259
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

De igual forma -y, aunque este es vas a la ineficacia salvífica de la doctriru


un punto mencionado por uno o dos de y la práctica hindú -y, por extensión, át
los autores de The Myth of Christian todas las doctrinas y prácticas no budis-
Uniqueness, no es suficientemente re- tas; y en la tradicional oración de la ma-
saltado por ninguno de ellos- la doctri- ñana judía, que incluye una sentida ac-
nas, autocomprensión y actitudes de ción de gracias a Dios por no haber na-
muchas comunidades religiosas no cris- cido no-judío.
tianas requerirán una revisión igual- Un requisito previo para un diálogo
mente drástica si el pluralismo ha de lle- interreligioso adecuado, si los pluralis-
gar a ser una realidad. Los cristianos no tas están en lo cierto, es por tanto el de-
son los únicos que han desarrollado sarrollo de interpretaciones radicalmen-
doctrinas que son, al menos prima facie, te nuevas de sus propias tradiciones por
particularistas y exclusivistas; no son parte de todos los participantes en él.
los únicos que se han dedicado a una No es difícil ver en esto al imperialismo
extensa actividad misionera, actividad a tradicional cristiano con una nueva pe-
menudo predicada sobre el supuesto de culiaridad: dado que algunos teólogos
la posesión de alguna verdad salvífica cristianos se sienten llamados a rechazar
relevante no poseída por aquellos a los o reinterpretar el tradicional exclusivis-
que evangelizaban; y no son, por tanto, mo y condescendencia hacia los que no
los únicos que han considerado que, son miembros manifiesta en su propia
tanto su comunidad como sus doctri- comunidad, requieren de sus compañe-
nas, son únicas en el sentido más fuerte ros de diálogo el mismo rechazo e idén-
rechazado por los autores de The Myth tica reinterpretación. Los cristianos si-
of Christian Uniqueness. Tales conside- guen aún, como casi siempre, estable-
raciones y actitudes son evidentes, por ciendo tanto la agenda como los térmi-
ejemplo, en la postura islámica típica nos del diálogo interreligioso. Están en-
sobre el status revelatorio del Corán cantados de hablar pero no tanto de es-
frente a otros libros sagrados; en las cuchar, incluso cuando sus propias in-
afirmaciones budistas habituales relati- clinaciones pluralistas sugieren que po-

260
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

drían tener algo que aprender2. Esto su- mente en su falta de sensibilidad al am-
giere, por no decir más, una falta signi- plio rango de funciones que las doctri-
ficativa de coherencia interna en una nas realizan a las comunidades religio-
postura estrictamente pluralista. sas. En la segunda parte de este trabajo
Puede ser, por supuesto, que el plu- esbozaré y criticaré brevemente, la
ralismo defendido por los autores del comprensión de la doctrina patente en
Myth sea tanto cierto como inevitable, la obra de John Hick3. En la tercera
y que las revisiones drásticas de las parte ofreceré lo que considero un aná-
doctrinas, actitudes y prácticas de todas lisis más apropiado y cabal de lo que es
las grandes comunidades religiosas sean la doctrina religiosa, tanto formal como
inevitables. Pero si esto es así, los auto- funcionalmente, y al hacerlo sugeriré
res del libro en discusión ciertamente que una comprensión adecuada de su
no lo han demostrado. Entre otras co- naturaleza hace efectivamente imposi-
sas, la interpretación de la naturaleza y ble la adhesión al tipo de pluralismo a
funciones de la doctrina religiosa pre- priori adoptado por Hick y otros. Este
supuesta y compartida por muchos de análisis será reforzado con ejemplos
ellos está falta de sustancia, especial- tanto del cristianismo como del budis-

2. Langdon Gilkey es explícito sobre la imposibilidad de diálogo interreligioso adecuado en presencia de


convicciones como la de la "eficacia única o incluso la superioridad" de una tradición religiosa sobre
otras (ver Gilkey, "Plurality and Its Theological Implications", p. 37).Y Paul Knitter es totalmente fran-
co sobre su imperialismo: el diálogo interreligioso auténtico sólo puede tener lugar cuando la opción
preferencial por los pobres es su centro ; cualquier otra cosa es "diálogo entre religiones inauténti-
cas" (Knitter, "Toward a Liberation Theology of Religions", p. 180).
3.Al hacerlo recurriré principalmente al ensayo de Hick en The Myth ofChristian Uniqueness ("The Non-
Absoluteness of Christianity", pp. 16-36) y a su recientemente publicado: An Interpreta-tion of Religión:
Human Responses to theTranscendent (New I-laven y Londres:Yale University Press, 1989).
4.También es cierto, aunque no lo defenderé en este trabajo, que el desarrollo de una mejor interpre-
tación de la doctrina religiosa que la exhibida por los pluralistas, abre posibilidades para el diálogo in-
terreligioso que no son asequibles desde dentro de los límites de la postura pluralista. Esto es evi-
dente, sobre todo, en las posiblidades que ofrece para el compromiso en la apologética, bien enten-
dida. Para un tratamiento más detallado de este tema, ver Paul J. Griffiths, "An Apology for
Apologetics", faith and Philosophy 5/4 (1988), pp. 399-420.

261
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

mo 4 . Por último, en la breve sección LA POSTURA DE J O H N HICK SOBRE

conclusiva manifestaré y defenderé mi LA NATURALEZA DE LA D O C T R I N A 5

convicción de que los malentendidos y


La afirmación del pluralismo reli-
las comprensiones parciales pluralistas
gioso como un valor, más que simple-
de lo que es la doctrina religiosa, signi-
mente como un hecho observado, tiene
fica que éstas también malinterpretan
implicaciones para la comprensión de
drásticamente y hacen mal uso de la
mucho más que la doctrina religiosa.
tradición cristiana. Es decir, afirmaré
Pero aquí discutiré sólo la visión de la
que hay un sentido en el que la doctri-
doctrina religiosa que está normalmen-
na cristiana es única, un sentido cerca-
te implícita en el pluralismo. Brevemen-
no al rechazado por los autores de The
te, los pluralistas tienden a tener una vi-
Myth, y que se requiere reconocer esto sión considerablemente funcionalista
para una apropiación adecuada de la de la doctrina cristiana 6 , y prestar una
tradición, una comprensión adecuada atención significativa solamente a una
de su sintaxis y semántica. Tal recono- función: los efectos transformativos de
cimiento es la base y el requisito previo profesar cualquier doctrina religiosa
para un compromiso realmente cristia- dada (o un conjunto de ellas) sobre el
no en el diálogo interreligioso, del mis- individuo o comunidad que la profesa.
mo modo que su análogo budista es la Las doctrinas religiosas son entonces
base y requisito previo para un com- evaluadas (y aceptadas o rechazadas)
promiso realmente budista. por los pluralistas, dependiendo en gran

5. La frase "la naturaleza de la doctrina" se toma, con el conveniente homenaje y aprecio, de George
Lindbeck (ver Lindbeck, The Nature of Doctrine). Para una discusión del trabajo de Lindbeck, ver
Griffiths, "An Apology", pp. 406-412.
6. La mayor parte de lo que he dicho en este párrafo y el siguiente se refiere directament a John Hick.
También, con distintos grados de adecuación, a otros pensadores pluralistas, pero soy consciente de
los problemas de generalizar en un grupo tan amplio y variado, y por tanto, pido que la generaliza-
ción realizada aqui sea tomada como se deberían tomar todas las generalizaciones -como de valor
heurístico más que como una descripción adecuada de cada miembro de la clase a la que se supone
que se refiere.

262
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

medida de si fomentan un tipo de trans- Hick no pretende, entonces, que las


formación personal o comunitaria que frases que expresan las doctrinas que
el pluralista que realiza la evaluación incluyen una cristología de inspiración
cree deseable. sean ciertas, o que el asentimiento a
C o m o ejemplo consideremos el bre- ellas sea epistemológicamente preferi-
ve análisis del desarrollo de la doctrina ble al asentimiento a la fórmula calce-
cristológica ofrecido por Hick en su donia; más bien, apoya las primeras
aportación a The Myth. Comienza con porque son funcionalmente preferibles.
la observación de que las doctrinas ela- De modo más explícito, el asentimiento
boradas (Calcedonias), doctrinas de la a las frases que expresan una cristología
iglesia sobre la persona de Cristo y la de inspiración hacen posible el logro de
objetivos teológicos y prácticos que
economía divina, son sustancialmente
Hick aprueba en base a otros funda-
diferentes de lo que puede ser recons-
mentos, y dado que estos objetivos son
truido del propio pensamiento de Jesús
realizados con menos facilidad - y qui-
y su auto-conciencia. El pensamiento
zás obstaculizados positivamente- por
del propio Jesús sobre sí mismo es " p o -
el asentimiento a las fórmulas calcedo-
esía" y "metáfora viva", mientras las
nias, el asentimiento a las primeras es
doctrinas encarnatorias del siglo cuarto
preferible al asentimiento a las últimas
son "dogma rígido y literal". 7 Esta frase-
(sólo en base a eso). Los objetivos que
ología deja poca duda de las preferencias
en los que Hick está interesado son, re-
del propio Hick. Él se inclina hacia una sumidamente: la supresión del tradicio-
"cristologia de inspiración" según la nal antisemitismo cristiano, del patriar-
cual Jesucristo era u n instrumento de los calismo cristiano, de las tradicionales
propósitos divinos, pero no necesaria- actitudes cristianas sobre las misiones v
mente el único. Hick adopta esta postu- el estatus inferior de los potenciales
ra porque es "compatible con el pluralis- conversos, y, finalmente, la supresión
mo religioso defendido en este libro" 8 . de las tradicionales conexiones entre el

7. Hick, "The Non-Absoluteness of Christinity", p. 31.


8. Ibid.p.32.

263
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

cristianismo y el capitalismo expansio- que son lo que son independientemente


nista occidental9. La profesión de una de los efectos transformativos que pro-
cristología de inspiración es eficaz en fesarlas pudieran tener11, y que este he-
ayudar a eliminar estas cosas; la profe- cho histórico indiscutible plantea cier-
sión de la ortodoxia calcedonia no. Por tas dificultades para una lectura pura-
tanto, la última ha de ser rechazada. mente funcionalista de las doctrinas re-
Este resumen no es, creo, una carica- ligiosas. La dificultad principal, por su-
tura. Hick realmente parece pensar que puesto, es que tomar en serio el conte-
las conexiones contingentes entre la nido cognitivo prima facie de (al menos
profesión de ciertas doctrinas y el desa- algunas) doctrinas religiosas, hace difícil
rrollo de ciertas actitudes y tipos de defender evaluaciones sobre la conve-
conducta, son razón suficiente para re- niencia de profesar cualquier conjunto
chazar las doctrinas en cuestión10. Sin particular de ellas, solamente basándose
embargo, no ignora totalmente el hecho en los fundamentos funcionalistas esbo-
de que las doctrinas religiosas a menudo zados en los párrafos anteriores. Para
-quizás normalmente- han sido consi- decirlo de otra forma, las tendencias
deradas por aquellos que las elaboran y funcionalistas de Hick suponen que es
por aquellos que las profesan, capaces difícil para él prestar la atención adecua-
de expresar algunas verdades sobre el da al contenido sustantivo de las doctri-
modo en que las cosas son, verdades nas religiosas que examina. Sobre esto,

9. Ibid.pp. 20-21.
10. Hick tiene bastante claro (ibid. p. 17) que las conexiones son contingentes, que es tanto lógica como
prácticamente posible adherirse a la ortodoxia calcedonia y abjurar del racismo, del sexismo, la ex-
pansión colonialistas, y lo demás. Pero piensa que son tales el peso de la historia y la debilidad de la
naturaleza humana, que esto es extremadamente difícil y es mejor no intentarlo.
11. Por ejemplo, Hick dice: "Ahora aunque no podemos mirar dentro de las mentes de las figuras reli-
giosas del pasado, o del conjunto de creyentes a lo largo de los siglos en las grandes tradiciones, sin
embargo me parece absolutamente evidente que normalmente han comprendido la propia esencia de
su lenguaje y el de los demás de modo realista... La esencia del lenguaje religioso ha sido entendida
normalmente y aún hoy lo es, tanto por los creyentes como por los no creyentes, como básicamen-
te cognitlva" (Hick,^n Interpretation of Religión, pp. 176-177; cf. p. 188).

264
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

son muy oportunas las sensatas palabras gan lugar en aquellos que profesan las
de Owen Chadwick (Chadwick habla palabras. Y esto ayuda mucho a explicar
de los intelectuales cristianos de finales por qué a Hick le parece bien sugerir,
del siglo XVII a mediados del XIX, pe- como frecuentemente hace, que la in-
ro este punto podría ser generalizado de compatibilidad prima facie entre las
modo mucho más amplio): sentencias que expresan (muchas) doc-
Es un axioma compartido por todos en es-
trinas budistas y aquellas que expresan
te libro que las palabras pueden expresar ver- (muchas) doctrinas cristianas son salví-
dades sobre Dios y el alma. Esas palabras ficamente irrelevantes y religiosamente
siempre expresarán mal la verdad, en el senti- insignificantes.
do de incompletamente, inadecuadamente. La Afirmando, entonces, que Hick
verdad sobre Dios es más grande de lo que las aprueba la necesidad de reconocer que
palabras podrían nunca abarcar. Pero el axio-
sus profesores generalmente piensan
ma común es que las palabras, hasta donde lle-
que las doctrinas religiosas tienen conte-
gan, son capaces de expresar verdad. La gente
que cree que la verdad sobre Dios sólo puede nido cognitivo, ¿por qué es tan arrogan-
ser conocida confrontándose con Él sin pala- te en lo relativo a la importancia religio-
bras (sea lo que sea lo que eso signifique) no sa y salvífica de las numerosas y llamati-
necesita este libro. Porque... entonces puedes vas incompatibilidades entre las doctri-
cambiar las palabras tan a menudo como quie- nas profesadas por diferentes comuni-
ras, con tal de que te ayuden a experimentar lo dades religiosas? Su estrategia aquí es di-
numinoso. 12
vidir las incompatibilidades en "asuntos
Los análisis puramente funcionalis- trans-históricos" -asuntos tales como la
tas de las doctrinas religiosas a menudo existencia y naturaleza de Dios y del al-
fomentan la tendencia a "cambiar las ma humana, o la naturaleza de la exis-
palabras tan a menudo como quieras" tencia tras la muerte- en dos clases13. En
con tal de que las transformaciones ten- primer lugar, hay incompatibilidades

12. Owen Chadwick, From Bossuet to Newman, 2' ed. (Cambridge: Cambridge University Press, 1987), pp.
xviü-xix.
13. Hick, An Interpretaron of Religión, pp. 362ss. No considero aquí la discusión de Hick de la incompati-
bilidad entre las doctrinas religiosas que tienen que ver primariamente con temas históricos, más c e
trans-históricos.

265
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

que son genuinas y profundas, desacuer- portancia para los propósitos de este
dos que parecen ser a primera vista de trabajo es que Hick no permite la posi-
gran importancia y estar indiscutible- bilidad de que haya incompatibilidades
mente relacionados con temas para los genuinas, profundas, cognitivamente
que hay alguna respuesta correcta. Hick significativas entre las doctrinas abraza-
cree (acertadamente) que existen mu- das por las comunidades religiosas so-
chos de este tipo. Entre los más llamati- bre temas trans-históricos, que son
vos está la concepción india típica sobre considerados por las comunidades en
la naturaleza de la existencia después de cuestión como salvíficamente muy sig-
la muerte -la idea de la reencarnación nificativos, y realmente lo son. Su pre-
múltiple-, contrastada con la visión clá- supuesto es que cualquier desacuerdo
sica judeo-cristiana-islámica de una úni- que parezca ser de este tipo (es decir,
ca vida después de la muerte. Pero tam- desacuerdos entre cristianos y musul-
bién piensa que todos los desacuerdos manes sobre la naturaleza y la impor-
de este tipo sólo puede resolverse esca- tancia salvífica de la persona de Cristo,
tológicamente (y algunos quizás ni si- o aquellos entre cristianos y budistas
quiera entonces), y que no pueden, por sobre la naturaleza de la persona huma-
tanto, tener una significación salvífica na y el significado salvífico de profesar
importante. En segundo lugar, hay in- las creencias correctas en este tema), de-
compatibilidades que no son ni genui- ben basarse en una mala interpretación
nas ni profundas, y por tanto ni cong- de sus propias tradiciones por parte de
nitiva ni salvíficamente significativas. aquellos que las profesan -esto es muy
Ejemplos de esto incluirían las aparentes claro por ejemplo, en su discusión, bre-
incompatibilidades entre los mitos cos- ve e inquietantes tal y como están las
mogónicos abrazados por diferentes co- cosas, de "[creencias] que una tradición
munidades religiosas. particular proclama como las únicas
Esta afirmación no está exenta de di- soteriológicamente efectivas"14. Estas
ficultades. Pero el punto de central im- son las únicas creencias de las que Hick

14. Ibid. p. 371.

266
EN DEFENSA DE LA U I C I D A D C R I S T I A N A

está dispuesto a decir, de modo inequí- de los que profesan creer en sus doctri-
voco, que deben ser literal y objetiva- nas clave también han defendido y apo-
mente falsas; lo sabe a priori en base a yado un orden social anti-iguahtario y
los criterios funcionalistas a los que ya sexista, basado en la conveniencia de \i
he aludido, y el ejemplo que toma es el existencia de una gran clase no produc-
15
del dogma tradicional cristiano . tiva de monjes célibes.
La fuerza de las convicciones plura- Se podría tener alguna simpatía por
listas de Hick se hace aquí evidente. esta postura (porque es ciertamente
Estas convicciones le permiten hacer, bien intencionada) si se pudiera estar de
con aparente sangre fría, lo que sólo el acuerdo con la idea de que la función
más seguro de los apologistas tradicio- principal de las doctrinas religiosas, para
nalmente exclusivistas es capaz de ha- aquellos que las profesan, es la transfor-
cer; a saber, juzgar que ciertas doctrinas mativa advertida por Hick, y que su
claves de las grandes comunidades reli- contenido cognitivo, cuando tienen al-
giosas son claramente falsas, y hacer guno, no es salvíficamente significativo.
esto sin introducirlas en sus propios Pero hay razones que obligan a pensar
términos, sin discutir sus méritos cog- que esto sea una idea absolutamente
nitivos o la respetabilidad epistemoló- empobrecida de la doctrina religiosa,
gica de aquellos que las profesan, sino tanto funcional como sustantivamente,
rechazándolas sólo por apuntar a una y por tanto no una razón de peso para
conexión contingente, y en muchos ca- estar de acuerdo con el rechazo de la or-
sos débil, entre su profesión y ciertos todoxia calcedonia sólo en base a lo
modos de conducta y actitudes que afirmado por Hick. Porque si su análi-
Hick encuentra reprensibles. Es como sis de lo que la doctrina religiosa es y
si hubiera que rechazar la totalidad de la hace es parcial e incompleto, no es
metafísica budista porque, histórica- probable que su fácil rechazo pragmáti-
mente y de modo contingente, muchos co de todas las doctrinas particularista;

15. Ibid.pp. 371-372.

267
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

y exclusivistas se sostenga. ¿Cuál po- be ser comprendido principalmente co-


dría ser entonces una análisis más com- mo una herramienta heurística. Tres de
pleto y más defendible de la doctrina estos aspectos están completamente au-
cristiana?. sentes en el análisis de Hick; los otros
dos están presentes pero, como ya he
sugerido, se les ha dado un énfasis ina-
LA NATURALEZA DE LA
propiado. Lo mismo podemos afirmar
DOCTRINA RECONSIDERADA:
de lo que muchos de los otros autores
ALGUNAS PERSPECTIVAS
de The Myth tienen que decir sobre el
BUDISTAS Y CRISTIANAS
tema. Al esbozar estas cinco dimensio-
Ofreceré aquí una breve caracteriza- nes de doctrina mencionaré tanto ejem-
plos budistas como cristianos de las
ción de lo que considero que son las
mismas; estos ejemplos serán posterior-
cinco dimensiones más importantes de
mente aprovechados para los comenta-
la doctrina religiosa, dimensiones que
rios normativos realizados en la breve
deben ser tenidas en cuenta en cual-
sección conclusiva.
quier análisis responsable de la catego-
ría16. Estos cinco aspectos se superpo-
nen hasta cierto punto y no pueden ser LAS D O C T R I N A S RELIGIOSAS COMO
REGLAS COMUNITARIAS
estrictamente separados entre sí; mu-
chas doctrinas específicas pueden y de- En primer lugar, las doctrinas reli-
ben ser comprendidas dentro de más de giosas funcionan como reglas que go-
uno de los cinco. Así, como cualquier biernan la vida de las comunidades que
esquema categorial, el ofrecido aquí de- las profesan. Entre otras cosas, delinean

16. Al ofrecer este análisis recurriré al trabajo deWilliam Christian, especialmente Opposotions ofReligious
Doct/nes (Londres y NY: Macmillan, 1972) y Doctrines of Religious commun/t/es.También estoy en deu-
da, aunque tengo significativos desacuerdos con él, con The nature of Doctrine de Lindbeck. Sobre
Christian, ver Paul J. Griffith,"Religious Diversity", The Thomist 52 (1988), pp.319-327. Sería muy inte-
resante, aunque no hay espacio para hacerlo aquí, contrastar el análisis que estoy a punto de ofrecer
con el ofrecido por Karl Rahner en "What is a Dogmatic Statement?" en Rahner, Theoíogical
Investigations, vol. 5 (London: Darton, Longman y Todd, 1966), pp. 42-66.

268
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

los tipos de conducta que son apropia- las relaciones entre las comunidades
dos y requeridos a los miembros; pro- monásticas y laicas en la mayoría de
porciona rúbricas para los actos rituales formas de budismo, se aprecia en la im-
de la comunidad; categorías conceptua- portante doctrina de que el Sangha es
les para ser usadas por los miembros un gran campo de mérito. A la vista de
para pensar sobre sus vidas religiosas y esto parece una afirmación sencilla-
analizarlas; y, por lo general, estructu- mente descriptiva sobre una propiedad
ran y ordenan la vida intelectual, afecti- de la comunidad monástica, como un
va y práctica de la comunidad. Esta di- "gran campo de mérito". Y así, en cier-
mensión de las doctrinas religiosas es to modo, lo es, pero su función más im-
quizás la más básica de todas; de ella portante para los budistas, es claramen-
surgen las otras, como trataré de mos- te el establecimiento de actividades re-
trar. gladas hacia las que apunta. Tomándolo
Un ejemplo: hay todo un complejo en serio resulta en un compromiso rico
de doctrinas en el budismo sobre la y complejo de comportamientos reli-
consecución de méritos. Ciertos actos giosos.
son considerados por la comunidad co- Tomemos un ejemplo conceptual
mo especialmente productores de méri- más abstracto: los budistas Yogacara tí-
to religioso y, por tanto, como portado- picamente afirman que todos los exis-
res de efectos beneficiosos sobre aque- tentes son hechos mentales, un sentencia
llos que se ocupan en ellos, sobre todo, doctrinal que tiene muchas y complejas
para los budistas laicos, la donación de implicaciones metafísicas17. Claramente
dinero, comida y otros bienes materia- pretende ser para quienes lo formula-
les al Sangha, la comunidad monástica. ron, lo que William Christian llamaría
El complejo de reglas que gobiernan una doctrina "sobre el escenario de la

17. Para una exposición clásica de la doctrina de vijnaptimatrata, ver Vasubandhu, Twenty Verses (Vimsatika),
trad.Thomas P. Kochumuttom, A Buddhist Doctrine ofExperience.A NewTranslation and Interpretation of
the Works ofVasubandhu theYogacarin (Delhi: Motilal Banarsidass, 1982), pp. 164-196; esta es estudiada
por Matthew Kapstein, "Mereological Considerations ¡n Vasubandhu's 'Proof of Idealism'", Idealistics
Studies 18/1 (1988), pp. 32-S4.

269
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

vida humana"'*, es decir, una afirmación octavo de los treinta y nueve artículos
con contenido cognitivo sobre el modo de religión que informan la vida de los
como las cosas son realmente. Pero cristianos de la comunión anglicana:
también, e igualmente importante, es También han de ser condenados los que se
una regla que gobierna la vida intelec- atreven a decir que todo hombre se salvará
tual de la comunidad que la profesa, una por la Ley o Secta que profesa, siempre que
regla que dice a los miembros de esa co- sea diligente en conformar su vida con esa Ley
y la luz de la Naturaleza. Porque la Sagrada
munidad qué clases de categorías con-
Escritura nos enseña sólo el N o m b r e de
ceptuales son apropiadas para discutir Jesucristo, por medio del cual los hombres de-
lo que existe y cómo existe. La sentencia ben salvarse.20
doctrinal citada más arriba, entonces,
Las dos frases doctrinales dadas en
funciona para su comunidad tanto sin-
este artículo regulan lo que la comuni-
tácticamente (como una regla que pro-
dad puede decir sobre la salvación; re-
porciona una categoría para ser em-
chazan, en términos muy claros, la apli-
pleada en el discurso metafísico), como cación de la categoría "salvación" a
semánticamente (como una afirmación aquellos que están fuera de la comuni-
sustantiva con contenido cognitivo) 19 . dad, y al hacerlo, dicen a la comunidad
Es fácil encontrar ejemplos de sen- que la categoría sólo puede ser aplicada
tencias doctrinales cristianas que fun- a los de dentro. Esta es la función sin-
cionan regulativamente de este modo. táctica de la doctrina; proporciona a la
Consideremos, por ejemplo, el décimo comunidad reglas para el uso de una

18. Christian, Doctrines or Religious Communities, p. I passim.


19. Ver, sobre este tema, la discusión de Lindbeck sobre lo que significa para un sistema conceptual reli-
gioso ser "categóricamente verdad": Lindbeck, The Nature of Doctrine, p. 50. Lindbeck va demasiado le-
jos, creo, al decir que la función regulativa, la señalización de categorías apropiadas para el uso de la
comunidad, es la única labor que realizan las doctrinas (p. 19), pero esta es ciertamtne una función
que tienen las sentencias doctrinales que estamos discutiendo.
20. El Libro de la Oración Común y la Administración de los Sacramentos y otros ritos y ceremonias de la igle-
sia, junto con los Salmos de David, según el uso de la iglesia Episcopaliana (NY: Church Hymnal
Corporation, 1979), p. 871.

270
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A

categoría conceptual. El artículo tam- comunidad, rechazan la herejía y así de-


bién, por supuesto, hace una clara afir- finen, conceptual y prácticamente, los
mación sustantiva, y así funciona se- límites de la comunidad23. N o hay duda
mánticamente además de sintáctica- de que para la mayoría de las comuni-
mente21, pero mi interés está en la fun- dades religiosas la mayor parte de las
ción regulativa más que el contenido de frases doctrinales han tomado forma
precisamente como resultado del deseo
las doct:nnas^
de aquellas comunidades de excluir lo
que llegaron a considerar como falso,
LAS D O C T R I N A S RELIGIOSAS
C O M O DEFINICIONES DE
inadecuado o engañoso.
LAS FRONTERAS COMUNITARIAS Consideremos un ejemplo budista:
hay pocas dudas de que una de las in-
La segunda dimensión de las doctri- fluencias en el desarrollo del pensa-
nas religiosas, que también se centra en miento doctrinal escolástico entre los
una de sus funciones para las comuni- bu-distas Yogacara en India desde el s.
dades religiosas, es que muchas de ellas IV de la Era cristiana, fue el deseo de
excluyen lo que es inaceptable para la los intelectuales Yogacara de rechazar,

21. Soy consciente, por supuesto, de que la afirmación sustantiva que hacen estas frases cuando funcio-
nan semánticamente es exactamente del tipo que Hick rechazaría como necesariamente falso. Ver
Hick, An Interpretation of Religión, pp. 371-372. Las escojo, en parte, por esta razón.
22. Podría decirse mucho más sobre las funciones regulativas de la sentencias doctrinales.Aquí sólo pue-
do referirme a la obra de William Christian.ya mencionada, y destacar especialmente su sensible e in-
teresante discusión de las funciones reguladoras de las doctrinas sobre las doctrinas, "normas", como
él dice,"para gobernar la formulación y desarrollo del cuerpo doctrinal [de la comunidad]" (Christian,
Doctrines of Reíigious Communities, p.2). Estas, las doctrinas que gobiernan una comunidad, son usadas
por esa comunidad principalmente como herramientas heurísticas para determinar si una doctrina-
candidadta específica puede considerarse apropiada como doctrina de la comunidad; también se usan
para clasificar y ordenar las doctrinas de la comunidad, para mostrar su importancia relativa y su ran-
go de aplicabilidad.Todas las comunidades religiosas tienen estas doctrinas reguladoras, y puede dar-
se el caso de que estas doctrinas sean, en la práctica, a menudo las más importantes.
23. Hay significativas analogías aquí con lo que Rahner llama la dimensión eclesiológíca de las afirmacio-
nes dogmáticas (Rahner,"What is a dogmatic Statement?" pp. 51-58).

271
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

o ai menos modificar, lo que habían lie- salvííico26. Una función significativa de


gado a considerar como la excesiva ne- la doctrinas de los tres modos para los
gatividad de la deconstrucción dialécti- budistas Yogacara, por tanto, es precisa-
ca de Nagarjuna (¿segunda centuria mente rechazar una compresión excesi-
D.C.?) de todo el pensamiento teórico. vamente apofática de la doctrina budista
La afirmación (doctrinal) de que todas básica del vacío (snnyata).
las afirmaciones doctrinales son engaño- Los ejemplos cristianos son igual-
sas- que es un modo de entender lo que mente fáciles de encontrar. La mayor
Nagarjuna y sus seguidores intentaban parte de la doctrina cristológica se for-
mostrar24-, los intelectuales Yogacara lo mó, al menos en parte, como resultado
sintieron como excesivamente depri- de la necesidad de excluir lo que la co-
mente y, por tanto, no conducente a la munidad llegó a sentir como descripcio-
obtención del Nirvana25. Tenía que ser, nes de la persona y la obra de Jesucristo
por tanto, rechazada y reemplazada por parciales, equivocadas, o simplemente
un análisis complejo y detallado de los inapropiadas. Y lo mismo se puede de-
funcionamientos de la conciencia, un cir del desarrollo de la doctrina Trini-
análisis centrado en la idea doctrinal taria. Las fórmulas calcedonias, sea cual
Yogacara clave de los "tres modos" (tris- sea la opinión que se tenga sobre sus
vabhava)de conciencia y su significado méritos sustantivos, fueron histórica-

24. Ver por ejemplo el análisis de Frederick Streng de la obra fundamental de Nagarjuna, Mulamadhyama-
kakarikah, en Emptiness:A Study of Religious Meaning (Nashville y Londres: Abingdon Press, 1967). El
/ocys dassicus textual para la negación de Nagarjuna de la eficacia de las afirmaciones doctrinales (pra-
tijna) es su obra The Removal of Disputation (Vigrahavyavanani). Ver Kamaleswar Bhattacharya, The
Dialeaical Method of Nagarjuna (Delhi: Motilal Banarsidass, 1978).
25. Esto se sugiere en el Ratnagotravibhaga, un texto escrito (quizás) en el s.lV (D.C.).VerTakasaki Jikido,
A Study on the Ratnagotravibhaga (Uttaratantra): Being a Treatise on the Tathagatagarbha Theory of
Mahayana Buddhism (Roma: Instituto Italiano per ¡I Medio ed Estremo Oriente, 1966), pp. 305-306.
26. Sobre los tres modos ver Nagao Gadjin.'The BuddhistWorld-View as Elucidated in theThree-Nature
Theory and Its Símiles", Eastern Buddhidt 16/2 (1983), pp. I-18. Y para una discusión detallada sobre
los puntos tratados en este párrafo, ver Paul J. Griffiths, Noriaki Hakamaya, John P. Keenan y Paul L.
Swanson, The Realm of Awakening: A Translation and Study ofthe Tenth Chapter ofthe Mahayanasangraha
(NY: Oxford Unlversity Press, 1989), pp. 3-45.

272
EN DEFENSA DE LA U I C I D A D C R I S T I A N A . . .

mente producto de la controversia. Y forma a, la experiencia espiritual de las


como último ejemplo, está muy claro comunidades que las profesan. En la te-
que muchos de los treinta y nueve artí- ología cristiana este hecho se resume en
culos de la iglesia Anglicana fueron pri- la frase lex orandi, lex credendi. Decir
mariamente diseñaron explícitamente que lo que se cree está gobernado o con-
para excluir posturas que la comunidad trolado por el modo como se ora es sin
consideraba como falsas o engañosas. duda demasiado rotundo; hay muchas
Consideremos el artículo número vein- otras influencias que son operativas.
tidós, sobre el purgatorio y temas rela-
Pero esta frase de todos modos expresa
cionados, que es un ejemplo extremo
una verdad importante; y es claro, si se
dado que no propone nada positivo, y
necesita un ejemplo específico, que la
afirma sólo que una cierta doctrina per-
formación de doctrinas sobre la Virgen
teneciente a otra comunidad no debe ser
María (hasta la doctrina de la Inmacu-
aceptada por los miembros de ésta:
lada Concepción incluida) fue influen-
La doctrina romana concerniente al Pur- ciada por los hábitos orantes de la Na-
gatorio, las Indulgencias, el culto y la Adora- vidad, y que las doctrinas, una vez for-
ción, así como a las Imágenes tales como
madas, tuvieron un efecto sifnificativo
Reliquias, y también a la Invocación de los
Santos, es algo fervoroso, vanamente inventa-
sobre aquellos hábitos orantes y sobre
do, y sin base en ninguna garantía de Escritu- la fenomenología de la experiencia vivi-
ra, sino más bien incompatible con el Verbo.27 da por los cristianos durante la oración.
Se pueden destacar los mismos pun-
tos, mutatis mutandis, del budismo.
LAS D O C T R I N A S RELIGIOSAS
Una estricta doctrina sobre la momen-
Y LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL
taneidad llegó a ser definida por los in-
DE LAS C O M U N I D A D E S
telectuales budistas en India, doctrina
En tercer lugar, las tradiciones reli- que afirma en sus formas más drásticas
giosas están modelas por, y a su vez dan que todo lo que existe es momentá-

27. The Book of Common Prayer, p.872.

273
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

neo28. Está claro que esta doctrina ex- les momentáneos, clasificaciones que
presó y dio forma a la experiencia de la pretendían ser ( y fueron) aprendidas
meditación budista. Los intelectuales por meditadores y empleadas por ellos
budistas han mantenido siempre que la como herramientas para dar forma a sus
aparente continuidad y solidez de la ex- experiencias meditativas. Hay por tanto
periencia humana ordinaria -la expe- una compleja simbiosis entre las doctri-
riencia de la continuidad sustantiva de nas de los budistas escolásticos Yogaca-
la propia identidad, la experiencia de la ra y su espiritualidad30. La doctrina de la
identidad constante de los objetos físi- momentaneidad radical es sólo un
cos de tamaño medio, etc— es engañosa ejemplo de esto.
en un grado significativo, perjudicial
DOCTRINAS RELIGIOSAS
para la salvación, y el resultado de ma-
-CATEQUESIS Y E V A N G E L I Z A C I Ó N
los hábitos cognitivos y perceptivos29.
La práctica meditativa fue diseñada en
En cuarto lugar, las doctrinas reli-
parte para debilitar esta solidez experi-
giosas funcionan como instrumentos
mentada y sustituirla por una continui-
para la formación de los miembros de
dad (samtana) de hechos mentales espe-
las comunidades religiosas. Hay dos
cíficos intencionales, cada uno de los
modelos en los que esto se realiza, cu-
cuales no dura más que un instante. Los yos términos cristianos tradicionales
metafísicos budistas (abbidharmikas) son catcquesis y evangelización. El tér-
desarrollaron un compejo conjunto de mino doctrina en inglés, como también
clasificaciones para estos hechos menta- doctrina en latín, significa tanto "el acto

28. Definidos clásicamente en Ratnakirti (s. XI D.C.) en el Ksanabhongasiddhi: yat sat tat ksonikom. Ver A.
C. Senape McDermott, An Eleven Century Buddhist Logic of'Exists' (Dordrecht: Reidel, 1970). Pero esta
doctrina fue ampliamente sostenida mucho antes del s.XI, incluso aunque no fuera defendida de mo-
do tan sistemático y preciso hasta entonces.
29. He explorado estos puntos con cierto detalle en Paul J.Griffiths, On Beíng Mindless:Buddhist Meditation
and the Mind-Body Problem (LaSalle, IL: Open Court, 1986).
30. El término Yogacara significa de en realidad "practicante de Yoga", y así indica que esa práctica espiri-
tual era de una importancia fundamental para la escuela.

274
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A .

de enseñar" como "el contenido de lo prefiere "enseñanza" y sus derivados 3 '-


que se enseña", y por tanto se solapa de claramente incluye tanto al acto como
modo significativo con los términos ca- al objeto.
tcquesis y catecismo. Doctrina se usó en La catequesis en el sentido más ple-
la Vulgata para traducir la palabra grie- no y rico posible —la formación de fieles
ga didaskalia y didacbe, completamen- cristianos mediante la exposición p r o -
te típico es el uso de didaskalia y térmi- funda y detallada de las narraciones, en-
nos afírnes en lTim 4. El autor de esta señanzas, prácticas etc. de una comuni-
carta pide a Timoteo que tenga cuidado dad cristiana- obviamente incluye, por
con las "doctrinas diabólicas" (didaska- tanto, un importante elemento doctri-
liais daimonion; 4,1), y preste atención a nal, como ya es sugerido por la etimo-
las "buenas doctrinas" (kales didaska- logía y el uso de la palabra. Los cristia-
lias; 4,6), "enseñando" (didaske; 4,11) a nos necesitan saber (idealmente), com-
otros con ellas y centrando su propia prender las afirmaciones doctrinales
práctica espiritual en la lectura pública que se contienen en sus credos y se ma-
de la escritura, la exhortación y la "doc- nifiestan en sus liturgias, e histórica-
trina" (didaskalia; 4,13) y, finalmente, mente esto ha sido asegurado por diver-
vigilarse a sí mismo y a su "doctrina" sas formas de aprendizaje rutinario,
(didaskalia; 4,16). El término -si es tra- normalmente en forma de preguntas y
ducido por "doctrina" y sus derivados, respuestas. La inculturación en una co-
siguiendo al latín "doctrina", o si se munidad religiosa, cristiana o no, no

31. Es interesante rastrear la progresiva aversión al término doctrina en sucesivas traducciones inglesas
de la Biblia. La KingJamesVersion usa "doctrina" en cuatro de los cinco casos mencionados antes, pres-
cindiendo de él sólo en el v.I I, donde se usa una forma verbal en el griego; esta excepción se hizo
probablemente porque en inglés no existe un verbo derivado del nombre doctrina (excepto indoctri-
ñor, verbo que no era de uso común cuando se hizo la KJV- el Oxford English Dictionary da cuenta
de su primera aparición en 1606). La revised Standard Versión usa "doctrina" sólo en los v. I y 6. susti-
tuyendo "enseñanza" y derivados en los otros versos. Y la New English Bible prescinde de "doctrina"
completamente,excepto en el v.I,donde los traductores,presumiblemente,pretendían un sentido pe-
yorativo; aparentemente demonios son (las) doctrinas permitidas, pero los fieles cristianos sólo tie-
nen "enseñanzas", "instrucciones" o "preceptos".

275
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

puede darse sin la catequesis en este da con propósitos memorísticos (ne-


sentido, y por tanto tampoco puede motécnicos), y el desarrollo de textos
ocurrir sin doctrina32. abhidharma canónicos estuvo muy es-
Hay muchos análogos budistas de la trechamente ligado a la elaboración de
función catequética de la doctrina en el estas listas, una elaboración que ocurrió
cristianismo. El más notable, quizás, es de muchos modos diferentes.
el desarrollo del método catequético Hay referencias en los discursos,
evidente en los textos escoláticos indios textos tempranos generalmente anterio-
que empezaron a componerse poco res a las catequesis sistemáticas de los
después antes del comienzo de la Era abhidharma, a monjes versados en estas
cristiana, textos clasificados como ah- listas doctrinales. Tales afirmaciones es-
hidharma por la tradición. El término tán normalmente en conexión con otras
abhidarma deriva del término más bási- al efecto de interrogar y cuestionar a los
co dharma, que, como doctrina, incluye monjes, de modo que ellos entonces di-
tanto el hecho como el contenido de la siparan sus dudas sobre temas doctrina-
enseñanza budista (y mucho más). Los les controvertidos y desvelaran el signi-
primeros usos del término abhidharma ficado de la doctrina mediante sus res-
están ligados a debates y exposiciones puestas33. Incluso en esta etapa tan tem-
doctrinales, y a menudo, a listas numé- prana, el uso de un método de pregun-
ricas específicas de términos doctrina- ta-respuesta para comunicar normas
les. Al budismo le han gustado estas lis- doctrinales es evidente en la tradición
tas numéricas desde los primeros tiem- budista. Históricamente parece bastante
pos (las cuatro verdades, el camino de claro que en un periodo muy temprano
ocho vías, la cadena de doce eslabones de la historia del pensamiento budista
de origen subordinado), en gran medi- (ciertamente en el siglo de la muerte de

32. Sobre todo esto, aunque con un énfasis significativamente diferente, ver Lindbeck, The Nature of
Doctrine, pp. 131-132.
33.VerT.W. Rhys Davids y J. E. Carpenter, eds. Digha-Nikaya, 3 vols. (Londres: Pali Text Society, 1889, 1903,
1910), vol. 2, p. 125; V. Trenckner, R. Chalmers, C. A. F. Rhys Davids, eds. Majjhima-Nikaya, 4 vols.
(Londres: Pali Text Society, 1885-1910), vol. I, p. I 17; vol. 3, p. 179; vol. 3, p.361.

276
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

Buda, y en algunos casos probablemen- mación de miembros, el que normal-


te antes), las listas numéricas de puntos mente los cristianos conocen como
de doctrina se desarrollaron y formali- evangelización. Tanto el budismo como
zaron como ayudas nemotécnicas y co- el cristianismo tienen, como parte esen-
menzaron a ser usadas como herra- cial de su propia auto-definición, que la
mientas catequéticas. En estas formas conversión de los no-budistas o no-
estandarizadas tenemos los núcleos de cristianos es deseable; y tal conversión,
los textos abhidharma canónicos. La cuando ocurre, a menudo lo hace como
extensión de esos núcleos a los textos resultado de la convicción de estos que
como están ahora llevó tiempo, y en los están fuera de que ciertos puntos de
textos tal y como ahora los tenemos hay doctrina, hasta ahora desconocidos o
una clara evidencia de intereses intelec- rechazados son, en realidad, verdaderos
tuales mucho más extensos que el desa- y deseables. Cuando la evangelización
rrollo de reglas nemotécnicas34. Pero lo ha hecho efecto, la catequesis puede
más importante para este estudio es que comenzar. Y la doctrina integrante de
los budistas siempre han sido conscien- ambos procesos.
tes de la importancia de la catequesis
como modo de usar la doctrina para la D O C T R I N A S Y SALVACIÓN
formación de miembros, y que esta
conciencia es también claramente evi- En quinto y último lugar, casi todas
dente en la mayoría de las escuelas las comunidades religiosas consideran
Mahayana. que la mayoría de sus doctrinas, al me-
Poco más necesita decirse sobre el nos aquellas que hacen afirmaciones
otro aspecto del uso de la doctrina por prima facie sobre la naturaleza de los
las comunidades religiosas para la for- seres humanos y el mundo en que vi-

34. Podría decirse mucho más sobre abhidharma como un tipo de discurso. He emprendido parte de es-
ta tarea en otro estudio. Ver Paul J. Griffiths, "Denaturalizing Discourse: Abhidharmikas, Propositio-
nalists, and the Comparative Philisophy of Religión" de próxima aparición en Myth and Philisophy:
Toward a Cross-Cultural Philosophy of Religión, ed. Frank E. Reynolds y David Tracy (Albany, NY: State
University of New York Press, 1990).

277
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA
|

ven, así como aquellas que hacen reco- la validez y deseabilidad de seguirlos en
mendaciones sobre que tipo de acciones la clase de pluralismo que recomien-
deseables, tienen contenido congnitivo dan? En primer lugar, debería ser evi-
y expresan verdades salvíficamente sig- dente que las doctrinas centrales de
nificativas. H e mostrado más arriba que cualquier comunidad religiosa no pue-
Hick reconoce esto; y muchos de los den ser fácilmente abandonadas por esa
ejemplos dados en mi propio análisis comunidad, y ciertamente no por la cla-
de lo que son las doctrinas religiosas y se de razones pragmáticas superficiales
cómo funcionan, son también adopta- sugeridas por Hick y otros. Las doctri-
das por las comunidades que los profe- nas centrales de cualquier comunidad
san. Consideremos el décimo octavo de casi siempre tendrán un papel catequé-
los treinta y nueve artículos de religión, tico clave para los miembros de esa co-
citados más arriba, o la afirmación bu- munidad; casi siempre tendrán profun-
dista de la estricta momentaneidad. Las das raíces históricas en la tradición, ha-
dos no son sólo reglas que gobiernan la biéndose formado a través de repetidos
vida de la comunidad e instrumentos intentos por parte de la comunidad de
que excluyen lo que la comunidad con- excluir lo que consideran doctrinal-
sidera inaceptable, sino también afirma- mente inaceptable; y casi siempre esta-
ciones complejas e interesantes sobre la rán íntimamente, simbióticamente, re-
realidad, afirmaciones cuya verdad las lacionados con la espiritualidad y la
comunidades que las profesan conside- práctica ritual de la comunidad que los
ra como de significación salvífica fun- profesa. Y por último, por supuesto, las
damental. comunidades religiosas (o al menos sus
Asumamos por el momento que el representantes intelectuales) casi siem-
análisis de la doctrina religiosa esboza- pre considerarán sus doctrinas, incluso
do aquí es preferible al implícito (y a las aparentemente más exclusivistas, co-
veces explícito) en la obra de John Hick mo simplemente ciertas.
y muchos de los otros autores del The Para los budistas, renunciar a la idea
Myth. ¿Qué se sugiere entonces sobre de que el buddhadharma es la suprema
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A . . .

expresión de verdad, que Buda es supe- LA U N I C I D A D DE LA DOCTRINA

rior a los dioses y a los hombres, y que CRISTIANA

todas las demás comunidades religiosas


H a y un sentido trivial en el que ia
(cuando no son simplemente abomina-
doctrina cristiana es única y un sentido,
ciones) son reflejos parciales y prepara-
igualmente trivial, en el que no lo es. Su
ciones para la verdad real (que es el bu-
unicidad trivial radica simplemente en
dismo), significa mucho más que sim-
su particularidad histórica, una particu-
plemente jugar con el sistema estable-
laridad no compartida por ningún otro
cido. Significa un abandono de casi t o -
sistema doctrinal; pero cualquier siste-
do lo que ha sido una clave importante
ma doctrinal es, por definición, único en
para la espiritualidad budista, la vida in- este sentido formal. De aquí también el
telectual, la práctica ritual y ética, y todo sentido trivial en el que la doctrina cris-
lo demás. Es parecido a pedir a un nati- tiana no es única: compartía la caracte-
vo de lengua inglesa que intente hablar rística formal de ser única en su particu-
sin nombres, dado que tenemos razo- laridad histórica con todo sistema doc-
nes para creer que usarlos lleva a una vi- trinal. Cualquier unicidad interesante
sión cosificada, inapropiada, del mundo. que la doctrina cristiana pueda tener,
Se necesitan razones vitales y acuciantes por tanto, debe radicar no en el nivel
para tales cambios, dado que casi siem- formal sino en el sustantivo. Y cual-
pre significarán, para aquellos que los quier intento de delinear y dar forma a
hacen, la muerte - o una transformación lo que es esta unicidad sustantiva, debe
tan radical que en lo nuevo ya no se re- a su vez descansar sobre un intento par-
conoce lo anterior. Y los pluralistas, y ticular de construir un referente para el
aquí Hick es totalmente típico, no nos término doctrina cristiana. Pero dado
dan esas razones de peso, de hecho no que todos estos intentos son parciales y
da nada más que un argumento prag- tendenciosos, porque ellos mismos son
mático débil, basado en una compren- todos realizados en circunstancias his-
sión empobrecida de lo que es la doctri- tóricas únicas, por individuos o comu-
na y cómo funciona. nidades con un interés particular y un

279
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Tendez particular, ningún intento de anglicana) la lectura del himno cristoló-


hacer esto encontrará una aprobación gico de Colosenses 1,11-20, un himno
universal. que concluye con estas palabras:
No he intentado, por tanto, cons-
Pues Dios tuvo a bien hacer residir en él
truir ese referente en la sección prece- toda la plenitud, y reconciliar por él y para él
dente de este estudio. Tampoco lo in- todas las cosas, pacificando, mediante la san-
tentaré aquí más que a modo de suge- gre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los
rencia. Hacerlo totalmente llevaría toda cielos35.
una vida de trabajo, y siempre quedaría
incompleto. Simplemente haré algunas Se hace aquí una fuerte e interesante
sugerencias, inevitablemente de modo afirmación doctrinal, sobre la singulari-
confesional —porque ser confesional es dad y centralidad salvífica de un evento
simplemente estar abierto a la propia lo- histórico particular. Es una afirmación
calización histórica y religiosa, a la pro- que funciona en casi todas las formas
pia especificidad, una apertura que es distinguidas en el análisis de la doctrina
esencial para el trabajo teológico serio y, religiosa hecho más arriba: es una nor-
de hecho, para cualquier trabajo intelec- ma que regula lo que puede ser afirma-
tual serio que no es esclavo del mito del do por las comunidades para las que es-
intelecto erudito desencarnado e ilocali- te texto es autoritativo; excluye, si se to-
zado-, y trataré de relacionarlos con lo ma en serio, otras alternativas concep-
que he dicho antes sobre a naturaleza y tuales menos atrevidas y universalistas
funciones de la doctrina religiosa. de comprender la obra de Jesucristo
Escribo estas palabras unos pocos que la comunidad ha considerado, y aún
días después de la fiesta de Cristo Rey, considera, ampliamente inaceptables; y
una fiesta en la que el reinado de Cristo es usada catequéticamente, además de
y su crucifixión son celebradas juntas manifestada y reforzada litúrgicamente,
por la iglesia. Parte de la celebración li- en formas que la sitúan en el mismo co-
túrgica de esa fiesta es (en la comunión razón de la espiritualidad cristiana. Esta

35. Col 1,19-20 (N d T: tomado de la Biblia de Jeru: lén, Bilbao, 1976)..

280
EN DEFENSA DE LA U N I C I D A D C R I S T I A N A

afirmación y otras similares, tiene pro- Aquí radica la unicidad de la doctri-


fundas raíces y mucho peso sobre el es- na cristiana, y también el "problema"
píritu, el intelecto y la imaginación de que los pluralistas tratan de disolver.
las comunidades cristianas, y es aquí, en Las afirmaciones universalistas y apa-
las doctrinas relacionadas de la signifi- rentemente exclusivistas hechas aquí y a
cación universal de la encarnación y la lo largo de la tradición pueden, por su-
expiación, donde yo comenzaría mi puesto, resultar ser falsos, haber sido
construcción del referente del término concebidas erróneamente y puede ser
doctrina cristiana. Es también a partir necesario abandonarlas; pero tal valora-
de aquí donde empezaría mi compro- ción ha de ser realizada con plena con-
miso, serio y en profundidad como ciencia de lo que conlleva y de cómo
espero y pretendo que sea, con los bu- funcionan tales afirmaciones para los
distas y sus afirmaciones doctrinales cristianos, de cómo están enraizadas y
(aunque muy diferentes) universalistas son definitivas en sus comunidades. Los
y exclusivistas. Estos temas deben estar pluralistas no muestran esta conciencia.
abiertamente en la agenda del diálo- Mi intento de esbozar los rasgos de tal
go interreligioso, si pretende ser algo conciencia en este estudio ha pretendi-
más que un ejercicio inútil de intercam- do sugerir que un cierto tipo de unici-
bio de tópicos éticos. Como ha dicho dad, una unicidad que incluya tanto al
Rowan Williams: universalismo como al inclusivismo,
El problema era, es y siempre será la acti- forma parte tanto de la sintaxis como de
tud cristiana hacia el orden histórico, el pasado la semántica de la vida cristiana. Tam-
humano. Afirmando que todo "significado" bién quiero sugerir que merece la pena
toda afirmación sobre la significación de la vi- preservar esta sintaxis y esta semántica
da y la realidad, debe ser juzgado en referencia
en ausencia de razones de peso y deta-
a una breve sucesión de eventos contingentes
lladas para abandonarlas, y que los plu-
en Palestina, el cristianismo -casi sin darse
cuenta- cerró el camino a la "verdad eterna".' 6
ralistas no han ofrecido tales razones.

36. Rowan Williams, Christian SpiritualutyA Theological History from the NewTestament to Luther and Stjohn of
the Cross (Atlanta: John Knox Press, 1979; publicado en Inglaterra como TheWound ofKnowlwdge),p.\.

281
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Preservarlas significará que la vida cris- tianos por parte de los cristianos, y la
tiana seguirá estando estructurada por, esperanza de este ensayo es que un re-
y seguirá tomando sentido de, un cierto conocimiento franco de la dimensión
tipo de universalismo y exclusivismo, y universalista y exclusivista de la sintaxis
esto debe por tanto ser también un fac- y la semántica cristianas de parte de los
tor constitutivo en el compromiso cris- cristianos comprometidos con el diálo-
tiano con los no-cristianos. Es evidente go interreligioso, llevará a cruzar nue-
que mantener este universalismo y ex- vas fronteras en el diálogo interreligio-
clusivismo no tiene que llevar a la opre- so, fronteras inaccesibles desde dentro
sión militar o económica de los no cris- del paradigma pluralista.

282
XIII
EL FINAL DEL D I A L O G O
John Milbank

Es un poco sorprendente que todos pectos "únicos" de las religiones parti-


los autores de The Myth of Christian culares al estatus de vestiduras míticas,
Uniqueness accedieran a escribir bajo históricamente condicionadas, de expe-
esta rúbrica. Porque en varios momen- riencias intemporales de "centramiento
tos en el libro, una agenda alternativa en la realidad" (Hick) o de "misterio"
más legítima que podría titularse "el último (Samatha).
Mito del universalismo occidental" está Sin embargo, a pesar de las aparen-
luchando por emerger. Varios de los en- tes desaprobaciones, ninguno de los au-
sayos niegan que haya un punto arqui- tores de este libro se ha distanciado
medino de razón teórica desde el que se completamente del "pluralismo" y su
puedan objetivamente examinar todas confianza básica en un logos intempo-
las tradiciones religiosas, o que las reli- ral que disfruta de encuentros más allá
giones traten "sobre" una realidad últi- del tiempo con una realidad invariable.
ma especificable independientemente Es sólo este pluralismo residual, afir-
de sus modos tradicionales de discurso 1 . maré, lo que lleva a muchos de ellos a
Esto sitúa a sus autores a una cierta dis- creer que la razón práctica (ética o p o -
tancia de la postura "pluralista" de John lítica) puede proporcionar un p u n t o de
Hick, Wilfred Cantwell Smith, et al., partida común para el diálogo interreli-
que está también representada en este gioso, que la razón teórica no puede
libro, y en efecto busca degradar los as- proporcionar 2 . Esta "solución" (en ade-

1. Hick y Knitter.Ver los ensayos de Kaufman, Gilkey, Panikkar y Knitter.


2. Ver los ensayos de Gilkey, Ruether, Suchocki, Knitter y Driver.

283
LA U N I D A D CRISTIANA R E C O N S I D E R A D A

Jante "la solución de la praxis") no logra ras políticas que perpetúan estos valo-
comprender que el "proyecto de la res, un reconocimiento que tiende a so-
Ilustración" que desde Descartes ha cavar sus pretensiones de relevancia
buscado superar los supuestos prejui- universal.
cios y limitaciones de los razonamien- El mismo reconocimiento pone a la
tos "locales", y situar a la razón sobre vista una paradoja: los términos del dis-
un fundamento seguro y universal, es al curso que proporcionan las categorías
menos tan fuertemente manifiesta en la preferidas para el encuentro con otras
práctica política, y en la teoría social y religiones -diálogo, pluralismo y simila-
ética, como en el razonamiento episte- res-, junto con los criterios para los lí-
mológico. Este proyecto ha tendido a mites aceptables del enfoque pluralista
ocultar dos hechos importantes: en pri- -justicia social, liberación, etc-, están
mer lugar, que los valores "liberales" ellos mismos incluidos en un discurso
característicos del Occidente moderno occidental más amplio globalmente do-
están relacionados de modos específi- minante. Y la implicación de esta para-
cos aunque complejos, con su herencia doja es evidente: el momento de reco-
helénica-romana-cristiana-judía; en se- nocimiento contemporáneo de otras
gundo lugar, que también están relacio- culturas y religiones, celebrado de mo-
nados con ciertas necesidades pragmá- do optimista por este libro, es él mismo
ticas y reconfiguraciones de poder, que -como muestra la retórica de su celebra-
se siguieron de la desintegración del ción -nada menos que el momento de
Cristianismo. Tom Driver, en su epílo- total eliminación de otras culturas me-
5
go , confiesa que las bases propuestas diante normas y categorías occidentales,
para el diálogo en razón práctica con- con su carga de influencia cristiana.
llevan una atribución de valores libera- Casi siempre evadiendo esta parado-
les modernos occidentales, pero no re- ja y sus implicaciones, ninguno de los
conoce las tradicionales y subestructu- autores de The Myth va tan lejos como

3. Driver, p. 207.

284
EL F I N A L D EL D I Á L O G O

para ser sospechoso de las propias cate- hecho de ligar las buenas causas del so-
gorías de encuentro -diálogo, plura- cialismo, feminismo, anti-racismo y
lismo, etc. Sin embargo, Raimundo ecologísmo a la preocupación del plura-
Panikkar sí parece rechazar que el diá- lismo, realmente lleva a reprimirlos y
logo sea limitado por normas occiden- confinarlos, porque el discurso del plu-
tales de razón práctica4. Panikkar ofrece ralismo ejerce un arrastre retórico en
una alternativa a la solución de la praxis una dirección llamada liberal, que asume
al rechazar todos los modos de media- los cánones de la nación-estado y la eco-
ción universal y, en lugar de ellos, de- nomía capitalista de inspiración occi-
fender una afirmación plural de la pro- dental. Esto no es, sin embargo, para su-
pia realidad última. Sin embargo, diré gerir que estas causas pueden encontrar
más adelante que el deseo insensato de su plena justificación cuando se las libe-
fundir el pluralismo neo-Vedantico con ra de sus amarras occidentales; por el
el Trinitarismo cristiano demuestra un contrario, defenderé que otro efecto ne-
deseo residual de afirmar esta ontología gativo del pluralismo es disfrazar la ver-
pluralista independientemente de cual- dad de que incluso las nociones occiden-
quier tradición o cualquier punto ven- tales más radicales de justicia y libertad
tajoso determinado por el tiempo. sólo pueden tener sentido y ser articula-
En las secciones que siguen quiero, das más allá de los confines de una pers-
en primer lugar, poner en evidencia cier- pectiva liberal, post-ilustrada, si son re-
tos supuestos que refuerzan el ethos situadas dentro del contexto de las tradi-
pluralista, y que no son puestos en ciones religiosas occidentales. Esto es
cuestión en The Myth. Quiero después particularmente cierto, según diré, de la
mostrar, en segundo lugar, como son noción del reconocimiento del "Otro",
sólo estas falsas asunciones las que ha- que es tan importante e imperativa para
cen parecer viable la solución de la pra- el diálogo. Por tanto, en cuarto lugar, me
xis. En tercer lugar expondré cómo el opondré a Panikkar argumentando que

4. Panikkar, "The Jordán, the Tiber and the Ganges'", pp. 89-116.

285
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

una postura postmoderna que respete la gioso, del cual las distintas tradiciones
otreidad y la. localidad, y sin embargo al son especies. Tal asunción, en contraste,
mismo tiempo aún busque los objetivos ciertamente apoya el más reciente m o -
de justicia, paz, y reconciliación sólo do de encuentro como diálogo, pero se-
puede, de hecho, ser una postura cristia- ría un error imaginar que surge simultá-
na (o posiblemente judía). neamente entre todos los participantes
como el reconocimiento de una verdad
evidente. Por el contrario, está claro
LA RELIGIÓN N O ES UN GÉNERO
que las otras religiones fueron conside-
Paul Knitter protesta de que si las radas por los pensadores cristianos co-
religiones son tan distintas como las mo especies del género "religión", por-
manzanas y las naranjas (quiere decir que estos pensadores sistemáticamente
manzanas y aspiradoras), es imposible subsumen fenómenos culturales extra-
comprender porqué han de buscar el ños bajo categorías que comprenden
diálogo 5 . Esto es seguramente ingenuo; nociones occidentales de lo que consti-
en el curso de la historia, las grandes tuye el pensamiento y la práctica reli-
tradiciones religiosas han entrado oca- giosa. Estas falsas categorizaciones a
sionalmente en un debate polémico, a menudo han sido aceptadas por los
veces incluso incluyendo un "juicio" de propios representantes de las otras reli-
sus respectivas pretensiones, pero esto giones educados al modo occidental,
normalmente ha sido ocasionado por que no son capaces de resistirse a la
exigencias inmediatas de cohabitación, fuerza retórica políticamente imbuida
y sólo ha asumido una base local co- del discurso occidental. Tomemos algu-
mún entre tradiciones adyacentes co- nos ejemplos: John Hick puede hablar
mo, por ejemplo, un monoteísmo co- de "muchos caminos de salvación", sin
mún entre cristianismo y judaismo. N o embargo está claro que las religiones
estaba necesariamente implicado aquí orientales, en general, no buscan la libe-
ninguna asunción sobre un género reli- ración de una condición pecadora o

5. Knitter, "Toward a Liberation Theology of Religi ;", p. 185.

286
EL F I N A L DEL D I Á L O G O

meramente natural 6 mediante la gracia zaciones encubiertas, y de hecho, nin-


divina; la práctica hindú de bhakti se re- gún intento de definir ese género (o in-
presenta frecuentemente como un cluso, quizás, delinear un campo analó-
ejemplo de adoración, cuando de hecho gico de "semejanzas de familia") tendrá
está principalmente relacionada con un éxito, porque no se pueden encontrar
apaciguamiento sistemático y la bús- características comunes propuestas, en
queda del favor de las distintas deida- función de creencia o práctica (dioses,
des7; la ahimsa hindú-budista se traduce el sobrenatural, adoración, una comu-
a menudo como "no-violencia" cuando, nidad sagrada, división sagrado/secular,
etc.) que no tengan excepción. Lo más
en realidad, significa algo como "pre-
viable, dado que la mayoría de las defi-
sión coercitiva selectiva mediante el re-
niciones generales ("lo que mantiene a
chazo" 8 ; las religiones orientales son
una sociedad unida", etc.) resultan ser
vistas a menudo como de carácter alta-
tan abarcante como para coincidir con
mente místico y espiritual; sin embargo,
la definición de cultura como tal es re-
las prácticas mal asignadas a estas cate-
currir a ese término. Cualquier concep-
gorías exclusivamente cristianas, no es- ción de religión que designe un reino
tán relacionadas con una búsqueda de la dentro de la cultura de, p o r ejemplo, ex-
beatitud o de la unión con la divinidad, periencia espiritual, poder carismático,
sino con la consecución de poder y li- o legitimación ideológica, tenderá me-
beración de/desde el yo con sus limita- ramente a reflejar la construcción de la
ciones y responsabilidades 9 . religión dentro de la modernidad occi-
La interpretación de religión como dental. Sin embargo, de lo que a menu-
un género, p o r tanto, encarna cristiani- do hablamos cuando hablamos de lo re-

6. Hick, "The Non-Absolutness of Christianity", pp. 22-23; Kenneth Surin, "Revelation, Salvation, the
Uniqueness of Christ and Other Religions", en The Turnings of Darkness and Light (Cambridge:
Cambridge University Press, 1989), pp. 136-159.
7. Nirad C. Chaudhuri, Hinduism (Londres: Chatto andWindus, 1979), pp. 90-95.
8. Chaudhuri, pp. 326-328.
9. Chaudhuri, pp. 313-329; Karl H. Potter, Presuppositions of India's Philosophies (Westport, CT:
Greenwood Press, 1963), pp. 3-15.

287
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ligíoso, son las categorías básicas orga- mos descubierto que puede haber otros
nizativas de toda una cultura: las imáge- caminos para nuestros objetivos defini-
nes, las palabras, y prácticas que especi- tivamente religiosos, entonces estamos
fican "lo que hay" para una sociedad bajo una ilusión profundamente etno-
particular. Lo común a las diferentes re- céntrica. Toda la noción de diálogo está
ligiones, no es, por tanto, lo común de estrechamente ligada a tal ilusión, y se
un género, o de un modo de existencia sitúa junto a la idea de religión compa-
humana particular especificado; más rativa. El hecho del diálogo, desde sus
bien, es los común del Ser, o el hecho de
comienzos socráticos, asume una tema
la propia existencia cultural -como
comunmente reconocido y ciertas ver-
opuesta a natural. Y no hay nada nece-
dades con las que ambos participantes
sariamente analógico en esta comuni-
(o todos) pueden estar de acuerdo sobre
dad de Ser cultural; sino que el Ser -tan-
este tema. A causa de este enfoque ini-
to cultural como natural- o "lo que es",
puede ser construido de modos com- cial común, se espera que un interlocu-
pletamente diferentes e inconmensura- tor pueda progresar hacia una com-
bles por las religiones. prensión favorable de la perspectiva del
Se deduce que la religión comparati- otro: incluso, según Rosemary Radford
va debería dar paso al contraste de cul- Ruether, que pueda desarrollar la capa-
turas (aunque la a-historicidad y la ig- cidad de "entrar profundamente en dos
norancia de raíces compartidas que im- o tres" de tales perspectivas10.La idea de
plica y las infracciones y superposicio- que el diálogo es un camino para llegar
nes deben, por su parte, ser tenidas en a la verdad, que tiene una relación pri-
cuenta). Desde esta perspectiva toda la vilegiada con el Ser, implica que muchas
agenda relativa al "problema", o "al re- voces están fundidas alrededor de un
to de otras religiones" simplemente se solo objeto conocido, que es indepen-
evapora. Porque si pensamos que he- diente de nuestro proceso biográfico o

lo. Rosemary Radford Ruether/'Feminism and Jewisl i-Christian Dialogue: Particularism and Universalism
in the Search for Religious Truth", en Hick y Knii ter, p. 142.

288
EL F I N A L DEL D I Á L O G O

transbiográfico de llegar a conocer. Se demos hacer que sea como nosotros


deduce entonces que las diferentes bio- mismos. En relación con esto, es útil le-
grafías (experiencias) y tradiciones pue- er los comentarios de Nirad Chaudhuri
den ser apropiadas por todos, como as- sobre cómo algunas veces los misione-
pectos de la verdad; que son ellos mis- ros eran más fieles observadores del hin-
mos radiaciones de la verdad. duísmo que filósofos, buscadores de "la
Con todo, como es imposible espe- sabiduría oriental", o más tarde cristia-
cificar neutralmente tal realidad inde- nos que ya no buscaban convertir, pre-
pendientemente de la biografía -el "es- cisamente a causa de su hostilidad. Ellos
crito de la vida"-, el diálogo oscurece la observaron correctamente que el hin-
verdad-de-la-diferencia. Sólo se puede duísmo tiene esencialmente preocupa-
considerar a los interlocutores de diálo- ciones de este mundo, que es de carác-
go como iguales, independientemente ter preferentemente mágico, que final-
de la propia valoración de lo que dicen, mente subordina la práctica ética a la
si ya se les está tratando a ellos y a la búsqueda del poder independiente, y
cultura que representan, como valora- que no necesariamente ve el ascetismo
bles sobre todo en términos de su pose- como incompatible con los placeres del
sión abstracta de una libertad de pers- mundo y el éxito. Por supuesto, los mi-
pectiva espiritual autónoma y un com- sioneros expresaron estas tres cosas con
promiso abierto con la verdad. En otras términos peyorativos (y traducidos a
palabras, si se les toma como liberales, lenguas occidentales están condenados a
sujetos occidentales, imágenes de uno sonar deplorables), y no entendieron,
mismo11. como Schopenhauer y Nietszche, cómo
Aquí la simpatía resulta ser un modo la religión india podría realmente desa-
de traición. Se debería tener cuidado fiar la "naturalidad" de la orientación
con la simpatía, porque demasiado a occidental hacia la bondad y la verdad
menudo simpatizamos con lo que po- inalterable y la posible incertidumbre

I I.Ver Kenneth Sur¡n,"A 'Politics of Speech'" en el presente libro, pp. 192-212.

289
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

de afirmar la supremacía del amor sin occidental y de prácticas relativamente


conceder una supremacía incluso ma- incontaminadas por Ja influencia de
4
yor a la búsqueda del poder y la liber- occidente' .
tad' 2 . Sin embargo, la hostilidad misio- C o m o he dicho, la práctica del diá-
nera dio cuenta de una diferencia a me- logo incorpora la suposición de que la
nudo invisible para la mirada de la per- religión es un área de interés humano
sona bien intencionada. universal que p o d e m o s considerar,
Si h o y queremos experimentar de contemplar, y de la que podemos ha-
nuevo esa diferencia, tenemos que com- blar. D a d o que este área es a menudo
prender que no es algo que nos será especificada en términos de creencia
"confesado" de viva voz por un interlo- supraracional y experiencia personal, se
cutor, cuya buena voluntad para hablar tiende a asumir que la diversidad de re-
probablemente mostrará una alienación ligiones siguen siendo originalmente
de la sucesión narrativa continua de una asequibles, sean cuales sean los capri-
tradición que nunca sintió la necesidad chos de los procesos políticos y socia-
de la auto-justificación dialógica, pero les. Sin embargo, las religiones están su-
cuyas palabras y acciones siguen siendo jetas a una sutil extinción, dado que,
válidas en su repetición de roles y se- como la lógica fundamental de una cul-
cuencias previas' 3 . Más bien, somos n o - tura, sus modos de razonamiento están
sotros mismos quienes tenemos que tan inscritos en el modo habitual de ac-
evocar esta diferencia, no mediante la tuar de un pueblo y en el m o d o de or-
escucha de lo más articulado de lo vivo, ganización social, como en sus pensa-
sino por una lectura alternativa de tex- mientos reflexivos. Si la religión tiene
tos "muertos" anteriores a la intrusión que ver con "lo que hay", entonces es

12. Chaudhuri, pp. 104-118; Friederich Nietzsche, Thus Spoke Zorathustra, Parte l , " O f the Bestowing
Virtue".
I3.J-F. Lyotard, The Differend, trad. Georges van den Abbeele (Manchester: Manchester University Press,
I988),pp. 152-156.
l4.W¡lhelm Halbfass, Iridien und Europa (Basel: Schwabe, 1981), pp. 433-438.

290
EL F I N A L DEL D I Á L O G O

evidente que la relación de una persona es particularmente evidente en la asun-


con tal ontología será en su mayor par- ción que impregna la mayoría de estos
te práctica y no reflexiva. Se deduce que ensayos (y hace del libro un sucesor de
cualquier descripción adecuada de una The Myth of God Incarnate), según la
religión debe tener en cuenta la prác- cual la unicidad cristiana reside esencial-
tica, al menos tanto como a la teoría. mente en sus afirmaciones cristocéntri-
C o n todo, cuando uno se centra en la cas. H a y dos cosas equivocadas aquí. En
práctica, toda la gama de la divergencia primer lugar, es evidente que al menos
religiosa tiende a sobresalir más clara- un lugar de la unicidad tan importante
mente: la comunidad religiosa puede a como este, es el propio proyecto ecle-
veces coincidir con la comunidad polí- sial; ninguna otra comunidad religiosa
tica (Islam); puede ser relativamente in- se comprende a sí misma (en teoría) co-
dependiente de asociaciones políticas y mo una sociedad internacional, inde-
de regulaciones sociales particulares pendiente de regímenes políticos y códi-
y divisiones de clases (Cristianismo, gos legales, incluyendo como miembros
Budismo); puede no ser ni siquiera una iguales (en cierto sentido) hombres, mu-
comunidad esencialmente unificada en jeres y niños, sin prestar atención a la
términos de creencia o práctica (Hin- clase social y comprometida con la rea-
duismo). Estos contrastes implican lización, en esta sociedad, de la mutua
proyectos sociales inconmensurables, aceptación perfecta y la interacción coo-
cuyas diferencias sólo son mitigadas perativa. Incluso aunque esto sólo sea
una vez que estos proyectos -y, por aplicable en teoría, la gran fuerza teórica
tanto, toda la realidad original de las de este proyecto ha tenido, histórica-
propias religiones- son subordinados al mente, un inmenso efecto "desterrito-
poder universal del estado liberal y el rializante" en términos de trastornar las
mercado capitalista. barreras políticas, sociales y legales exis-
tentes, y está claro que por mucho que
Se presta muy poca atención en The
los autores de The Myth quieran suavi-
Myth a la idea de que las religiones pue-
zar su cristología, aún demuestran cier-
den considerarse como proyectos socia-
to grado de compromiso con la singula-
les además de como cosmovisiones. Esto

291
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

ridad del proyecto cristiano, en térmi- universal modo de vida, por lo que Jesús
nos de su deseo de llevar adelante ese fue considerado por la primera iglesia
proceso "deterntonalizante" l5. como idéntico con el Logos divino, no
La segunda cosa falsa de la fijación porque se hubiera convertido en el ob-
cristocéntrica es que implica que las jeto casual de una adhesión cúltica. Si
afirmaciones cristológicas sólo tienen esto no fuera así, sería difícil compren-
que ver con la fetichización de lo parti- der como la proclamación de la divini-
cular, más que con la auténtica constitu- dad de Jesús en Juan y Pablo se acom-
ción del modo cristiano de universali- paña del extremo de la supresión de los
dad y el proyecto social cristiano. Con aspectos cúlticos y legales de la religión
todo, los evangelios no están tan rela- judía. Se insiste en esta particularidad de
cionados con Jesús como individuo, si- Jesús sólo para definir un nuevo marco
no más bien lo presentan como ejempli- de relevancia más que local16.
ficando la humanidad perfecta, la filia- En contraste, la mayoría de los auto-
ción perfecta, y mediante esta ejemplifi- res de The Mytb suponen que su propia
cación hacen posible una posterior re- devoción a Jesús es esencialmente un te-
petición de esta filiación en la iglesia. ma de adhesión cúltica o quizás simple-
Este nuevo y universal modelo de hu- mente la fuerza de la costumbre.
manidad nos es, sin embargo, presenta- Cuando se convierte en su impulso su-
do no sólo en términos de conceptos, si- perior, este nivel de devoción es tras-
no también en términos de narraciones cendido y reconocido como la mera
(muy parcas) y metáforas (realmente vestidura externa de un compromiso
bastante abstractas). Es, en efecto, por- humano más puro y esencial. Se insinú-
que las narraciones y las metáforas son an similares interpretaciones erróneas
fundamentales para definir el nuevo y del lugar de Buda en el budismo, el

15. Sobre la "deterritorialización", ver Gilges Deleuze y Félix Guattari, A Thousand Plateaus, trad. Brian
Massumi (Londres: Athlone, 1987), esp. pp. 351 -474.
16.Ver John Milbank, "The Ñame of Jesús: Incarnation, Atonement and Ecclesiology", Modern Tbeology,
1990 de próxima aparición.

292
EL F I N A L DEL D I Á L O G O

Corán en el islam, e incluso el Dharma mente por lo que son tan susceptibles
en el hinduismo. En todos estos casos, de conversión por, o de acomodación,
aspectos cruciales de las grandes reli- dentro de los términos de una gran reli-
giones son presentados erróneamente gión, que es en parte resultado de tal
como devociones locales, cuando de confrontación. Las grandes religiones
hecho son elementos básicos de una notoriamente no son tan susceptibles a
gramática cuyo propósito es sobrepo- la conversión o la acomodación, preci-
nerse, plenificar o regular tales devocio- samente porque ya encarnan un marco
nes en el curso de la definición de las re- cultural más abstracto, universal y des-
glas para una articulación cultural u m - territorializado, aunque normalmente
versalmente relevante. no sucumben a la tentación de intentar
Porque todas las grandes religiones encontrar esta universalidad en una ra-
son ya el resultados de una confronta- zón independiente de toda memoria
ción del hecho de las diferencias religio- particularizada. Justo p o r estas aspi-
sas y un intento de subsumir tales dife- raciones universalizadoras, su marcos
rencias (aunque los propios modos y conceptuales no pueden ser fácilmente
grados de construir la "universalidad" disueltos mediante el diálogo, cuyo úni-
varían enormemente; por ejemplo, en co resultado posible debe ser, o bien dis-
forma de una decodificación de la mito- frazar la conversión mediante el discur-
logía y la práctica ritual - H i n d u i s m o - , so retoricamente fuerte (Cristianismo),
o en la concentración en un Dios crea- o bien mediante una nueva hibridación,
dor supremo más que en un panteón produciendo una nueva, y por supuesto
completo —Judaismo). En comparación, sólo como particular, religión de élite
las religiones genuinamente locales (y para los propios partidarios del diálogo.
por supuesto el aislamiento relativo no Los autores de The Myth no mues-
implica que sean primitivas), apenas se tran ningún signo de tener en cuenta es-
ha tenido que enfrentar con la cuestión ta diferencia de carácter entre religiones
de si sus creencias y prácticas son rele- locales y grandes religiones, y sus im-
vantes más allá de los confines de su plicaciones negativas para la empresa
propia sociedad; esto es presumible- del diálogo. En vez de eso, constante-

293
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

mente confunden elementos de gramá- más Marxista que The Myth aquí), la
tica de universalidad con mera particu- mayoría de los imperios son ambiguos
laridad cultica. Este error, por tanto, más que totalmente deplorables. Redu-
consiste en la asociación de imperialis- cen el número de conflictos mortales,
mo religioso-político simplemente con interrumpen las continuas narrativas de
la imposición global de un punto de vis- tiranías locales incuestionables, y esta-
ta local: el del occidente cristiano. Pero blecen nuevas cortes centrales de apela-
desde una perspectiva histórica mundial ción, de legalidad constituida y razón
(el nivel al que nos animan a aspirar) to- abstracta. Sin embargo, al mismo tiempo
das las grandes religiones se asocian de tienden a ejercer un tipo de tiranía más
una u otra forma con las empresas n ó - estable y efectiva pretendiendo conser-
madas "imperiales" de los pueblos var el poder, no tanto basándose en la
Indo-europeos, y esta expansión nunca fuerza, como que en el orden natural o
ha significado la mera exportación de en principios. En la capacidad de los
ideas locales, sino siempre el intento de principios para migrar puede esconderse
reinventar o expandir estas ideas en tér- la verdadera fuerza de la migración.
minos universales. Así,celebrar el uni- En esta sección he identificado cua-
versalismo, el racionalismo y el huma- tro supuestos que sostienen al pluralis-
nismo por una parte, y desaprobar el mo y que nadie en The Myth repudia o
imperialismo por otra (como hacen los justifica suficientemente. Estos son:
autores de The Myth), es contradicto- 1. La religión es una categoría genuina.
rio. Porque ambos fenómenos son des- 2. El diálogo proporciona u n modo pri-
territorializaciones, de modo que el hu- vilegiado de acceso a la verdad.
manismo universal está constituido por 3. La unicidad de las grandes religiones
el poder del (moderno, occidental) im- está dada en sus adhesiones cúlticas,
perio, mientras que, a la inversa, el im- más que en sus formaciones sociales.
perio es obra de un impulso hacia la 4. El imperialismo es simplemente la
"comprensión" racional. Según mi opi- arrogancia de la localidad, especial-
nión (y creo que estoy siendo mucho mente de la occidental.

294
EL FINAL DEL DIÁLOGO

En la siguiente sección quiero mos- cursos. La idea expuesta p o r Knitter,


trar como, poniendo en cuestión las tres Gilkey, Ruether, Suchocki y Driver en
primeras asunciones, también se socava The Myth, de que es un discurso políti-
la solución de la praxis. co-legal sobre la justicia y la liberación
que todas las tradiciones religiosas pue-
L A PRÁCTICA N O ES U N den ahora compartir en común, es una
FUNDAMENTO presentación algo ideológica de esta cir-
cunstancia de la modernidad, que busca
En primer lugar, está claro que la (como el propio Weber) dar a una cons-
idea de la religión como una área cate- trucción contingente de realidad el esta-
gorial de la vida humana favorece la idea tus de u n logos emergente universal-
de que su alcance es siempre distinto del mente válido.
de la ética, la estética y la política. Esta El enfoque acrítico de las modernas
pluralización de discursos/prácticas, y normas de política y legalidad lleva a los
la negación de su intra-convertibilidad autores a desvirtuar, e incluso a tratar de
como afirma la tradición cristiana (de negar, el hecho obvio de que las religio-
modo que la estética puede ahora dar nes han cambiado con la práctica social
validez a lo no ético, la religión a lo no y política tanto como cualquier otra co-
estético, la política a lo no religioso etc.) sa. Su nuevo consenso en este área, don-
es, por supuesto,una característica clave de existe, no procede de una convergen-
de la modernidad occidental, notable- cia inmanente, como supone The Myth,
mente descrita por Max Weber17. Weber sino de su aceptación general de la se-
también se dio cuenta de que si hay un cularización política y social con sus
discurso universal en la modernidad, es valores liberales acompañantes. Incluso
el de la ley y la política constitucional, Raimundo Panikkar, que es con mucho
que intenta vigilar y mantener en sus lí- el más cercano en el libro a emancipar-
mites adecuados a todos los demás dis- se de presupuestos pluralistas, habla de

17. Max Weber, "Politics as aVocation" en From MaxWeber, trad. H. H. Gerth y C.Wright Mills (Londres:
RKP, 1948), pp. 77-128; ¡dem,"Science as aVocation" en Gerth y Mills, pp. 143-145.

295
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

una nueva vuelta de las religiones al de la praxis, sus defensores no hacen


reino político, como si este reino estu- frente a esto e inventan un extraordina-
viera ya presente en esencia, anterior a, rio truco. Paul Knitter, por ejemplo, su-
e independiente de las propias religio- giere que las religiones nunca han esta-
nes18. Al mismo tiempo, Panikkar pien- do tan separadas en sus soteriorologías
sa que una "politización" de la religión como en sus teologías (esto, por supues-
se acompañada hoy de una "personali- to, ignora el hecho de que estas catego-
zación" igual de la religión, que signifi- rías son realmente extrañas a la mayoría
ca que los verdaderos brotes de la reli- de las religiones). Tal afirmación sólo
giosidad se descubren en la experiencia puede implicar que un reino secular co-
religiosa, inspirada por un movimiento mún de aspiraciones humanas, relativa-
en cierto modo libre, no guiado por la mente libres de elaboraciones míticas y
comunidad, comprometida con una metafísicas, siempre ha estado latente
tradición religiosa particular. Aquí en las tradiciones religiosas, y que la
Panikkar revela algo que comparte con distinción moderna de la categoría polí-
los otros autores, y que es sorprenden- tica siempre ha estado de algún modo
temente característica de la teología de presente, aunque a menudo oscurecida.
la liberación en general: las propias reli- Con todo, si esto es así, el acuerdo po-
giones no se conciben en términos polí- lítico y social sólo surge en la medida en
ticos como proyectos sociales; una y que la política se separa de la religión, o
otra vez, la religión es confinada a la es- al menos de sus aspectos más particula-
fera de la inspiración privada del acti- res. Incluso aunque esto se concediera
vista individual19. quedaría una duda: ¿cómo es posible
Aunque una unión de legalidad y que un consenso sobre la justicia social,
política secular moderna es la clave real que es relativamente independiente de
de lo que está sucediendo en la solución la religión, pueda servir de intermedia-

18. Panikkar, "The Jordán, the Tiber and the Ganges", pp. 101 -105.
19.Ver John Milbank, Beyond Secular Reason:Theology and Social Theory (Oxford: Blackwell, 1990), cap. 8,
"Founding the Supernatural: Political and Liberation Theology ¡n the Context of Modern Catholic
Thought".

296
EL F I N A L DEL D I Á L O G O

rio en las diferencias entre las religio- errónea de la teología de la liberación)


nes? Las religiones pueden estar de parecería ser que el punto de vista de los
acuerdo en acciones comunes, pero es- opresores en América Latina se ha im-
to ni ayudará ni entorpecerá un proce- puesto sobre el punto de vista de los
so de diálogo. oprimidos, una impresión confirmada
En segundo lugar, la idea del diálogo por la posterior afirmación de Suchocki
como modo privilegiado de acceso a la de que "cuando la justicia se define des-
verdad, tiene su equivalente práctico de la perspectiva del oprimido, se si-
político en la idea esencialmente liberal guen ciertas consecuencias"21. Pero el
(y ciertamente no socialista o feminista- punto de vista del oprimido (como
radical) de que el solo principio de jus- oprimido) sólo se constituye mediante
ticia es otorgar a todo el mundo los de- su opresión; el objetivo de justicia y li-
rechos de libertad de acción y expre- beración debería ser por tanto eliminar
sión, sea cual sea su estatus natural-so- este punto de vista. Por supuesto, el
cial. El carácter de este estatus, y su mo- oprimido puede de tal modo trascender
do de constitución social, es aquí esen- su opresión que imagine tal liberación,
cialmente irrelevante. Así, mientras pue- pero ahí de nuevo, pueden simplemente
de parecer que Marjorie Suchocki hace estar en connivencia con su opresión. El
de la justicia social un punto de referen- criterio para la justicia no puede ser, por
cia normativo para el diálogo, de hecho tanto, la ocupación de una posición ven-
define la justicia en términos de diálogo: tajosa desde la que la opresión se descu-
"la teología de la liberación ha señalado brirá en toda su obviedad; no existe tal
los odiosos efectos que se siguen cuan- posición ventajosa, tal obviedad.
do un tipo de humanidad es hecho nor- El diálogo, por tanto, no es relevan-
mativo para otros"20. La implicación de te para el pobre y el desposeído, porque
esta afirmación (que es una descripción la justicia hacia ellos no es primaria-

20. Marjorie Hewitt Suchocki, "In Search of Justice: Religious Pluralism From a Feminist Perspective", en
Hick y Knitter.p. 149.
21. Ibid.,p. 154.

297
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

mente cuestión cíe escucharles, sino de sa,? es un chauvinismo religioso escan-


construir para ellos y con ellos las con- daloso y absurdo"22, afirma con fuerza
diciones que les posibiliten asistir a mu- Ruether, desde un Sinaí post-patriarcal,
chas conversaciones, ya no como el po- que está aun lejos del Jordán postmo-
bre. Curiosamente, tanto Suchoscki co- derno. La metáfora económica la trai-
mo Ruether, ignorando las "distintas ciona: "la verdad religiosa" no puede
clases de diferencia" y equiparando al ser monopolizada, porque es una "co-
pobre, la mujer, los negros y las religio- modidad" que esté en libre circulación,
nes como "voces" que tienen el derecho producible y consumible en cualquier
de ser escuchadas, parece casi desear punto del globo. Al cristianismo sólo se
que el pobre esté siempre con nosotros, le permite aportar variantes culturales
como una categoría tan natural como la inocuas en este proceso, del mismo mo-
de la raza (biológica) y el género (bioló- do que se supone que mujeres y hom-
gico). Por supuesto esto no es lo que bres, negros y blancos, experimentan
quieren decir, pero la adopción de un una sola realidad humana en modos di-
lenguaje inadecuado liberal para el pro- versos. Parece que la religión realmente
yecto de la justicia y la liberación en el no es más que aquello con lo que uno
Tercer Mundo, proyecta dudas sobre si ha nacido, como el género o el color de
desean algún resultado realmente pos- la piel -aunque tratar incluso a la raza y
tliberal. Y un aparente naturalismo si- el género como perspectivas básica-
milar, tendente a socavar su retórica ra- mente naturales es ignorar que tales
dical, aparece en conexión con el hecho perspectivas son, en su mayor parte,
de hacer a la diferencia religiosa equiva- producción cultural. Si las religiones son
lente a las diferencias de género y a las manifestaciones naturales y diversas de
raciales. "La idea de que el cristianismo, una humanidad esencial, como los dos
o incluso las religiones bíblicas, tienen géneros y la multitud de razas, las carac-
un monopolio sobre la verdad religio- terísticas culturalmente inventadas están

22. Ruether, "Feminism and jewish Christian Dialogue", p. 141.

298
EL F I N A L DEL D I A L O G O

siendo atribuidas al carácter permanen- esencial que pudiera expresarse en tér-


te de diversas poblaciones humanas di- minos culturales no occidentales, es
ferentes. Y eso, por supuesto, sugiere simplemente absurda.
racismo. Así, la propia equiparación de En tercer lugar, si la unicidad de las
afirmaciones de superioridad religiosa grandes religiones reside tanto en sus
con un chauvinismo racial o sexual se formaciones sociales y proyectos como
puede tachar de afirmación racista. es sus adhesiones culturales, está claro
Dado que una religión no es una ma- que las cuestiones de justicia no propor-
nifestación natural de la diversidad de cionarán la puerta al consenso. Sólo al-
especies, sino que encarna en sus prácti- terando significativamente su actitud
cas y creencias una lectura continua del tradicional de ley sagrada y, por tanto,
mundo, no hay nada que objetar en su carácter total recibido como un pro-
principio, como Ruther dice, a afirmar ducto social, puede el Islam, por ejem-
que una cultura particular está equivo- plo, alinear su trato a las mujeres con el
cada en algún punto, incluso aunque es- de los presupuestos del occidente mo-
ta afirmación sólo pueda realizarse des- derno, sin tener en cuenta los feministas
de la perspectiva de otra lectura cultural (aunque yo no estoy de acuerdo con que
no neutralmente justificable. En efecto, todas las actitudes tradicionales islámi-
si se aceptara que todas las culturas (re- cas están necesariamente más lejos de
ligiones) tienen igual acceso a la verdad objetivos feministas que algunas postu-
(religiosa), entonces toda crítica, inclu- ras occidentales modernas). O también,
yendo la de racismo y sexismo, se haría el abandono de sentimientos anteriores
imposible. Y dado que las religiones pro-aristocráticos y la tradicional sacra-
son estas lecturas, profundamente en- lización india del ilimitado poder real
raizadas en actitudes y prácticas habi- por los hinduistas modernos, han ido
tuales, está claro que la idea de una reli- siempre acompañados de una significa-
gión universal libre de adhesiones cul- tiva "eticización" de su filosofía recibida
turales, o incluso de un cristianismo bajo la influencia islámica y cristiana2*.

23. Chaudhuri, pp. 95-98; Potter, p. 3.

299
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

El acuerdo en la esfera socio-política diversidad de creencias y prácticas re_


casi siempre anuncia el triunfo de las ac- giosas (siempre y cuando esto signihq_
titudes occidentales y una dilución ge- meramente práctica de ritos) asume una
neral de la fuerza de las creencias reli- secularización concomitante de la ley, la
giosas tradicionales. Donde, en contras- política, el conocimiento y en su mayor
te, como en el caso del llamado funda- parte la educación, que a menudo hace
mentalismo islámico (en la medida en imposible una completa moderna mani-
que éste es genuinamente un resurgi- festación de las religiones en su aparien-
miento del islam tradicional y no una cia de proyectos sociales. La práctica,
invención reactiva de un islam más se- por lo tanto, resulta ser un lugar de en-
guro de lo que la tradición podría haber cuentro no neutral, sino más bien el lu-
estado frente a incursiones extrañas y gar donde las otras religiones e incluso
críticas), se exige la máxima "diferencia" el propio cristianismo hasta cierto pun-
de una concepción religiosa, entonces to, han sido más anuladas por la domi-
no sólo surgen conflictos teóricos con nación de normas seculares.
las ideas occidentales de las relaciones Con todo, aunque es verdad que el
económicas, sociales y de género, sino moderno consenso tiende a disfrazar las
que la reclamación de un espacio para el diferencias entre proyectos sociales tra-
total ejercicio de la práctica islámica po- dicionales, es también cierto que algu-
ne a prueba los límites - y quizás revela nas coincidencias en puntos de vista en-
el carácter espúreo- del compromiso tre estos proyectos, que juntos contras-
occidental crucial con la tolerancia reli- tan con el moderno, pueden ser relativa-
giosa (con todo, de modo inverso, la re- mente ignorados. Un buen ejemplo se-
clamación islámica para tal espacio, más ría la oposición general a la usura dentro
que la mera contienda militar por él, de las diferentes tradiciones. En ciertas
manifiesta la influencia liberal occiden- circunstancias, y en el contexto de una
tal en relación a la conceptualización de búsqueda de modos de existencia cultu-
las relaciones externas del Islam, incluso ral libres del patrocinio del capitalismo
en el caso de los fundamentalistas). liberal, y más respetuoso con las religio-
Porque la tolerancia occidental de una nes como proyectos sociales de lo que el

300
EL F I N A L DEL D I A L O G O

estado liberal soberano puede atreverse intentando encontrar desviaciones ge-


a ser, esas coincidencias podrían cierta- nealógicas de una raíz común. En el ca-
mente proporcionar a las religiones algo so de un contraste entre las tradiciones
útil de lo que hablar. Sin embargo, este hindúes-budistas, y las tradiciones grie-
tipo de cosas no es lo que parece ser go-romano-cristianas (complicada por
pensado por la solución de la praxis. la influencia semítica) se puede obser-
La cooperación en las causas del so- var, con la ayuda del trabajo de Georges
cialismo, los derechos humanos, el anti- Dumézil, como divergen en ofrecer so-
racismo y la ecología, por lo tanto no fa- luciones religioso-políticas completa-
vorecerá el diálogo religioso. Por otra mente diferentes a una problemática
parte, como hemos visto con relación a Indo-europea originalmente más o me-
Ruether en Suchocki, el modelo del diá- nos simple. La inconmesurabilidad de
logo puede de hecho ocultar el carácter estas soluciones ayuda a reconfirmar la
y el propósito de estas causas. En la pró- inutilidad del "diálogo".
xima sección quiero reforzar esta opi- Lo que Oriente y Occidente real-
nión afirmando que tienen una relación mente tienen en común, en la raíz, es
indeleble con la cultura específicamente una triple estructura (cuádruple si se in-
occidental. Aquí recurriré a mi rechazo cluye a los parias), que incluye gober-
de la cuarta asunción del pluralismo -a nantes (subdivididos en reales y sacer-
saber, que el imperialismo es simple- dotales), guerreros y campesinos o tra-
mente la arrogancia de la localidad. bajadores24. Esta clasificación triple o
cuádruple se repite a veces en el grupo
EL PLURALISMO N O SIRVE
genérico de los dioses y en la descrip-
A LA JUSTICIA ción de las divisiones del alma humana.
La problemática que plantea esta clasi-
Si el "contraste de culturas", por no ficación es la siguiente: ¿cómo puede el
hablar de "la comparación de religio- soberano, dominante "sabiduría", que
nes" ha de ser superado, podría hacerse está en lo más alto de la jerarquía tanto

24. Georges Dumézil, Mitra-Varuna (París: Gallimard, l948);Chaudhur¡, pp.82-83.

301
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

en el terreno social como en el psicoló- dentemente divino y canalizador de una


gico, obligar a los poderes militares o fuerza sagrada. De modo similar, como
energéticos sin ninguna fuerza propia? deja claro el Bhagavad-Gita, el objetivo
¿Debería el poder soberano implicarse supremo de la acción individual es lle-
en ese esfuerzo? Otro aspecto de la mis- gar a un modo de acción divina (los gu-
ma problemática tiene que ver con có- rús indios han sido siempre tratados co-
mo el poder soberano puede tratar con mo reyes)25 totalmente exenta de las
las luchas familiares de los poderes mi- consecuencias normales de la acción, li-
litares o con los dinamismos psicológi- mitada por las convenciones que go-
cos, y hacer frente a las las tendencias biernan los "cuatro estadios de vida"
rebeldes de los campesinos y de nues- (que corresponde a las divisiones del al-
tros deseos incontrolados. ma, las divisiones de casta, etc.)26. La pe-
La solución oriental es la siguiente: lea familiar en el Gita no es superada
cada clase está fuertemente condiciona- mediante la retirada de la batalla, ni por
da por regulaciones rituales y éticas que un acuerdo legal, sino por un perfecto
comprenden cuádruple Dharma, pero sumergirse en esta acción agonista que,
el Dharma está a la vez protegido y su- sin embargo, deja a uno indiferente en
jeto a alteración por el sagrado rey, que cuanto a sus consecuencias.
es como una especie de significante flo- En contraste, esta es la solución oc-
tante, a quien ninguna casta da ordenes, cidental: en lugar del rey y el "modo de
y está situado por encima de todas las producción asiático", la clase soberana
castas, incluyendo la de los sacerdotes- aristocrática se une y ejercitan entre
jueces brahamanes. La ley religiosa, co- ellos una autoridad republicana en
mo la propia tierra, es "poseída" por el nombre de una justicia duradera, que se
rey, y su autoridad funciona porque su supone que refleja un orden cósmico
poder total e ilimitado se considera evi- estable, de modo que el Dharma nunca

25. Chaudhuri, pp. 303-306.


26. The Bhogavad-Gita, trad. R. C. Zaehner (Oxford:Oxford University Press, 1979); I. C. Sharma, Ethical
Philosophies of India (Londres: G. Alien and Unwi
n, 1965), pp. 79ss.

302
EL F I N A L DEL D I A L O G O

se concibe como haciéndose. Las dispu- rar, por ejemplo, los Vedas como p r o -
tas familiares (ver el final de la trilogía pedeúticos hacia el cristianismo en el
de Aeschylus Oresteian) 27 terminan ba- mismo grado que ha considerado al
jo los auspicios de la ley de la polis, y las Platonismo). Simplemente, en Oriente
clases militares refrenadas por la forma- había reyes absolutos y no ciudades, y
ción educativa en normas éticas y lega- esto significaba también que no había
les, que según la República de Platón "Bien", justicia última, sino poder tras-
son finalmente aseguradas por la visión cendental o libertad, y no acción signi-
conseguida por los sabios (y parcial- ficativamente "ética", sino más bien el
mente por otros) de la estable forma del modo de acción libre de consecuencias.
Bien28. El soberano "buena persona" no (Habría que notar aquí que como
va simplemente a abandonar a las clases Oriente no contrapone lo sacral y lo
indisciplinadas, ni simplemente ignorar motivado por el poder del mismo modo
sus indisciplinados deseos más profun- que Occidente, toda la forma de la occi-
dos, pero tampoco va a conformarse dental sospecha de la religión es redun-
con su reproducción intemperada sin dante en términos orientales).
fin, como Arjuna bajo el consejo de La afirmación anterior proporciona
Krishna. Más bien, hay que hacer parti- un contraste esquemático entre los res-
cipar a las clases "bajas", poderes y de- pectivos imperialismos de Oriente y
seos todo lo posible en la supra-reali- Occidente. Tampoco es una verdad evi-
dad de "el Bien". dente, y cada una puede sospechar de la
Así el contraste entre Oriente y otra. Sin embargo, es evidente que
Occidente se extiende a lo que nosotros, Oriente no tiene recursos en sí mismo
en Occidente, consideramos más básico para contestar como un tema de justicia,
y valioso (y se puede resaltar aquí tam- las incursiones imperialistas occidenta-
bién qué absurda resulta la sugerencia les en su terreno. Por el contrario, la
de que el Cristianismo podría conside- propia justicia y el Bien son los vehícu-

27. Aeschylus, The Eumenides, 752-1047.


28. Platón, The Republk, Books 6 y 7.

303
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

los del imperialismo occidental, y aun- tal en el poder le deja relativamente in-
que esto significa que algunas veces pue- capaz de resistir (ver Japón) la magia
den, o incluso siempre, ser contestados más exitosa de occidente. La compatibi-
como las máscaras del poder dominante, lidad del pensamiento con una filosofía
su supuesto excendete de poder significa post-Darwiniana es demasiado a menu-
que siempre pueden ser invocados con- do señalada por los generalmente ansio-
tra lo que se expone, como no teniendo sos, y esencialmente irreflexivos, teólo-
más base legitimadora que su propia ar- gos anglosajones.
bitrariedad. Así, si Occidente es el gran Por estas razones debe ser totalmen-
veneno moderno, es también la única te ilusorio asociar evidentemente preo-
cura posible; casi todas las revoluciones cupaciones occidentales de justicia so-
contra occidente han sido en nombre de cial, igualdad social y la libertad del
occidente -incluso la revolución islámi- Otro (siendo las dos últimas reforzadas
ca encuentra difícil evitar esto, y el Islam más allá de los griegos por las tradicio-
es, en todo caso, estrictamente hablan- nes judía y cristiana) con un pluralismo
do, Occidental. Y si esta consideración tradición-trascendente. Pero es más que
se aplica a Oriente, entonces se aplica de ilusorio; es peligroso, por dos razones.
modo aun más fuerte a sociedades loca- En primer lugar, esta asociación implica
les, que tienen aún menos recursos in- que se puede encontrar la justicia y la li-
ternos para alcanzar normas relativas a bertad en la razón humana universal. La
las relaciones entre las culturas. conciencia ahora general de los eruditos
También es notable que mientras los de que esto es imposible, tenderá a tra-
enfoques de poder orientales "mágicos" er desilusión y desesperación en su tren,
tienden a situar muchas limitaciones sa- a menos que se vuelvan la justicia y la li-
crales sobre el poder, y la desacraliza- bertad a sus contextos míticos de imagi-
ción cristiana del poder ha llevado inin- nería religiosa en la visión platónica del
tencionadamente a su manipulación pu- Bien, la visión judía de Dios y la visión
ramente secular, dando lugar a un in- cristiana de la Trinidad (aunque esto
contenido cientifismo y tecnologismo, normalmente implicará un nuevo traba-
no es cierto que la concentración orien- jo no fundacional de tales mythoi y on-

304
EL F I N A L DEL D I A L O G O

tologías, librándolos, por ejemplo, de que el imperialismo occidental ha bus-


ideas de original encuentro "teórico" cado negar y ocultar "al Otro", con to-
con Dios/ el Bien fuera de todos los do, esto no significa que las otras cultu-
procesos de formación cultural). ras sean por ello las fuentes inocentes de
En segundo lugar, el intento plura- un discurso que valide la otreidad, o de
lista de fundar la justicia y la libertad ambiciones menos "totalizadoras", que
tenderá a osificarlos en sus versiones li- las aspiraciones totalizadoras más afor-
berales imperialistas, que se derivan de tunadas del fundamentalismo occiden-
la Ilustración. En contraste, el proyecto tal. Por el contrario, aquí también occi-
social cristiano (como Hegel lo trató de dente tiene que suministrar su propio
articular) proyecta no sólo libertad e antídoto, porque el modo de imperialis-
igualdad, sino también reconciliación mo socio-intelectual platónico-judío-
perfecta en y mediante la libertad. Esto cristiano contiene él mismo protocolos
significa que se busca un acuerdo más para respetar la otreidad del Otro. Y es-
allá de la mera tolerancia mutua, pero to no significa meramente, como para el
un acuerdo constituido mediante la modo de diálogo liberal, respeto por la
combinación de diferencias, que dejan libertad del otro como abstractamene
así de ser opuestas. Como afirma idéntico a la libertad propia, sino respe-
Emmanuel Levinas, la tradición bíblica to por el contenido de esta otreidad y su
se une al reconocimiento de un Bien contribución única al Ser.
trascendental, la idea de que lo que de-
ber ser respetado como lo siempre-más-
D I F E R E N C I A T R I N I T A R I A N O ES D I F E -
allá, es la cara del Otro-, aunque él po-
RENCIA NEO-VENDÁNTICA
co comprende que ese encuentro sólo
puede ser vía pacífica de construcción Esta reflexión me lleva a una consi-
de un espacio común de prácticas que deración final de la alternativa a la solu-
se entrecruzan y solapan.29 Es verdad ción de la praxis como la articula en The

29. Emmanuel Levinas, Ottíerwise Than Be/'ng, Or Essence, trad.Alphonso Lingis (The Hague:Martinus
Nijhoff, 1981), p. I I .

305
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

Myth Raimundo Panikkar. Para Pani- interpretado (especialmente en su ver-


kkar no hay ningún punto neutral de sión agustiniana, teniendo en mente
convergencia entre las religiones, ni teó- aquí tanto la teoría de la "relación sus-
rico ni práctico. Con todo, aún reclama tantiva" como el análisis psicológico)
una situación ventajosa supra-tradicio- como efectivamente una reelaboración
naJ proponiendo que Ja propia reaJidad de Ja estructura tripJe Indo-europea que
es "plural", y que esta circunstancia es la des-jerarquiza y temporaliza. Para
ella misma "el mito primordial", preser- esta reelaboración, la soberanía sólo es-
vado de un modo en las doctrinas cris- tá presente en y mediante sus asistentes
tológicas y trinitarias del cristianismo, y del " segundo término" (el poder mili-
de otros modos en otros lugares30. tar-energético, ahora totalmente pacifi-
El pluralismo ontológico propuesto cado como Verbum), que por tanto ya
por Panikkar es, de hecho, al mismo no es una "amenaza" potencial, y este
tiempo neo-vendántico y Trinitario. Sin segundo término de razón auxiliar es
embargo, mi contraste esquemático de realizado sólo mediante las incitaciones
Oriente y Occidente sugiere que esta es del "tercer término" de deseo, que aho-
una unión imposible: el pluralismo ra lejos de requerir una "disciplina" mi-
neo-vedántico, en la medida en que no litar o psíquica, es él mismo el principio
se ha vuelto evidentemente penetrado de dirección adecuada a lo correcto, pe-
por el cristianismo, propondrá una pre- ro ahora un objetivo infinito32.
sencia "unívoca" o "indiferente" de po- Como bien indica Panikkar, la no-
der trascendental en las muy diversas y subordinación del deseo, o el Espíritu,
a menudo contrarias formaciones de re- sugiere una "diferencia" en el Ser que
alidad temporal31. El pluralismo Trinta- nunca se contiene en una operación to-
rio, en contraste, permanece en la línea talizadora del Logos de una vez por
"ética" de Occidente y quizás puede ser todas. Con todo, al mismo tiempo, las

30. Panikkar,"The Jordán, theTiber and the Ganges", p. 102.


31 .Ver Gilíes Deleuze, Logique du Sens (Paris: Editions du Minuit, 1969), pp. 208-212.
32. Es el momento para una reinterpretación del De Trinitate de Agustín.Un esfuerzo es este sentido re-
alizado Rowan Williams et al. aparecerá en breve.

306
EL F I N A L DEL D I A L O G O

teorías agustinianas de relación sustan- puestas postmodernas de que la resis-


tiva, y de la diferencia del Espíritu co- tencia a la modernidad liberal debería
mo la infinita comunicabilidad (como tomar la forma de múltiples luchas lo-
comunidad) del amor que liga el Padre cales incoordinadas. La doble dificultad
al Hijo, indica que las series trinitarias, de esto es que las propias localidades no
en las que la vida cristiana participa, son pueden nunca, en base meramente a su
una serie ética, pacífica que constante- localización, hacer frente a un dominio
mente repite y reinventa un consenso imperial, y que las inconmensurables
no violento. Esto es incompatibles con diferencias entre localidades -que nece-
el pluralismo "agónico" del neo-hin- sariamente se entrecruzan y superpo-
duísmo (que es quizás congruente con nen-sólo pueden ser mediadas por la
un nihilismo postmoderno). Con todo, neutralidad instrumental del mercado y
tal agonismo parece reflejado en la afir- la burocracia. La pretensión pluralista
mación de Panikkar de que "el pluralis- neo-Vedántica de que todas las diferen-
mo permite una co-existencia plural y cias locales representan algún aspecto
capaz de tensión entre actitudes huma- de una realidad plural última, tenderá a
nas últimas, las cosmologías y las reli- reforzar ideológicamente el pluralismo
giones. No elimina ni absolutiza el mal de la sociedad liberal, porque una igual-
o el error"33. dad teóricamente afirmada esconderá
I Qué significa en la práctica co-exis- las grandes desigualdades globales que
tencia tensa? ¿Qué, sino infinita resig- resultan de un mercado cuya tensión
nación a la guerra (como opuesta a una equilibrada sólo registra las disposicio-
aceptación temporal del necesario con- nes relativas de coerción económica y
flicto y debate), o en otras palabras, al política.
conflicto regulado de los procedimien- Estos problemas teóricos y prácticos
tos del mercado y la burocracia? El de la postura ontológicamente pluralis-
problema de la postura de Panikkar es tas muestran que, aunque las religiones
similar al que surge de muchas pro- pueden ser inconmensurables, esto no

33. Panikkar,"The Jordán, theTiber and the Ganges ", p. 110.

307
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA

significa que puedan ser concebidas co- se puede respetar al otro totalmente
mo yaciendo juntas pacíficamentes, sin completar y asegurar esta otreidad com
interferencias mutuas. Porque aunque pura diferencia de buena vecindac
no proporcionan informaciones diver- Entonces, por fin, se establece una con-
sas de ninguna "cosa" o aspecto de Ser, versación, que es en sí el objetivo del
son diferentes informes del propio Ser o verdadero deseo, y no un debate sobre la
de "lo que hay". C o m o tal informe, ca- verdad, en la forma de "diálogo". Pero
da religión tiene que reclasificar otros por supuesto el encuentro cristiano con
informes inconmensurable cuando se el O t r o no puede comenzar como con-
encuentra con ellos, según su propia versación. Primero, la teología cristiana
perspectiva. Incluso una filosofía que debe buscar derrocar otros discursos en
respete las diferencias no puede evitar tal el punto de su negación de la otreidad,
informe, y tales reclasificaciones impe- buscando tensiones internas y lacunae
rialistas, precisamente en el punto donde que le permitan interpelar anticipaciones
tiene que decidir si la diferencia debe im- "tipológicas" del Logos cristiano, y ori-
plicar conflicto o puede significar recon- ginar una respuesta espiritual "diferen-
ciliación. La primera opción reconoce te" que, con todo, debe ser específica-
las diferencias como realidades que van a mente cristocéntrica. (Por ejemplo, en el
ser encontradas constantemente, supe- caso del Budismo, se puede intentar
radas y mantenidas a raya; eso no lleva a mostrar cómo el compromiso budista
una valoración del O t r o , y esta no es una con la compasión y la no violencia in-
faceta tradicional de la cultura oriental consistentemente excede los objetivos
(como afirma Wilhelm Halbfass, el plu- orientales de poder y libertad).
ralismo hindú tiene poco que ver con la Permítanme concluir este ensayo
tolerancia34). C o n un grado extremo de con una doble propuesta. En relación
paradoja, se debe afirmar que sólo me- con el fomento general de la compren-
diante la insistencia en la finalidad de la sión crítica de los discursos (el mínimo
lectura cristiana de "lo que es", es como que las religiones pueden sinceramente

34. Halbfass, p. 430.

308
EL F I N A L DEL D I A L O G O

compartir en común) será mejor reem- cos de diálogo alrededor de un tema co-
plazar "diálogo" por "sospecha mu- mún neutral. En el curso de tal conver-
tua". En lo que respecta a la teología y sación, deberíamos en efecto esperar re-
práctica cristianas deberíamos simple- cibir constantemente a Cristo de nuevo,
mente profundizar el proyecto eclesial desde las respuestas espirituales únicas
de conseguir la armonía en la diferencia de otras culturas. Pero no pretendo que
y una conversación histórica continua, esta propuesta signifique nada más que
no limitada por los imperativos socráti- continuar el trabajo de conversión.

309
XIV
U N A " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O " .
PLURALISMO RELIGIOSO EN LA ERA DE LA
HAMBURGUESA M c D O N A L D
Kenneth Surin

... en 1977-78, celebrando el éxito sin pre- Hendrik Kraemer, Karl Rahner,
cedentes de los bares de hamburguesas, cafe- John Hick y Wilfred Cantwell Smith
terías, restaurantes de comida rápida, y "do-
son bien conocidos por sus intentos
nut bars" en Oriente, donde la multinacional
bastante diferentes de delinear -filosó-
McDonald's ha tenido un enorme éxito,
Bussines Week exclamaba: "La americaniza- fica y/o teológicamente— las formas de
ción de los japoneses, con toda rapidez desde relación que el cristianismo tienen con
la ocupación, ha alcanzado un nuevo pico. las otras grandes religiones2. Las formu-
Los restaurantes de comida rápida se están laciones, y los logros, de Kraemer,
convirtiendo en una forma de vida"; y Rahner, Hick y Cantwell Smith repre-
Advertising Age, "Es la comida de la genera-
sentan un significativo y complejo mo-
ción de los pantalones vaqueros, la nueva gen-
te que busca una cultura común. Los habitan-
do de producción cultural. Este modo,
tes del sudeste asiático de hace una generación como todas las formas de producción
crecieron con la 'Coca-Colanización'. Ahora histórica, está política, social e históri-
sus hijos están en medio del acontecimiento camente constituido, y uno de mis pro-
de la hamburguesa". pósitos primarios al escribir este ensayo
- Armand Mattelart' será construir una narrativa que identi-

I.Armand Mattelart, Transnationals and theThirdWorld:The Struggle for Culture, trad. David Buxton (South
Hadley, MA: Bergin y Garvey, 1983), p. 68.
2. Para un estudio general útil de estos paradigmas, ver G. D'Costa, Theology and Religious Phiratárr,
(Nueva York: Basil Blackwell, 1986).

311
LA U N I C I D A D CRISTI NA RECONSIDERADA

fique y sitúe las fuerzas históricas, polí- que aunque ha habido muchas teorías
ticas y sociales, las "contingencias" si se de la religión, estas teorías han sido in-
quiere, que proporcionan las siempre variablemente de dos tipos. Un tipo, di-
"materiales" condiciones y contextos ce Hick, pretende proporcionar un in-
de los sistemas de conocimiento produ- forme enteramente "naturalista" de la
cidos por los filósofos y teólogos esco- religión. El segundo tipo de teoría, aun-
gidos. No pretendo de ningún modo que puede parecer que proporciona una
directo hacer una valoración de la ver- visión "religiosa" de la religión, lo hace
dad o plausibilidad de sus afirmaciones sin embargo desde la perspectiva de una
sobre las relaciones entre las religiones. "confesión" particular, y así (según lo
Mi objetivo aquí es más bien intentar ve Hick) subordinando efectivamente
entender las comprensiones del cristia- otras tradiciones religiosas a esa confe-
nismo, budismo, judaismo, las "religio- sión. Hick encuentra problemáticos
nes del mundo", etc, que están produci- ambos tipos de teoría, y por tanto pro-
das y reproducidas en los textos de pone un análisis alternativo, uno que
Kraemer, Rahner, Hick y Cantwell sea religioso aunque al mismo tiempo
Smith. Este ensayo concluirá con una rechace privilegiar el punto de vista
propuesta para una comprensión algo confesional particular.3
diferente sobre lo que se revela, en prin-
Menciono la clasificación de Hick
cipio, cuando nosotros y otros com-
no porque la encuentre demostrativa
prometen significantes como cristianis-
(que no lo hago), sino porque me pare-
mo, judaismo, budismo, etc, en tipos
ce que hay un sentido en el que los es-
específicos de proximidad discursiva.
critos de gente como Kraemer, Rahner,
Cantwell Smith y Hick pueden verse
I provechosamente como respuestas dife-
rentes a un poderoso imperativo dirigi-
En la versión publicada de sus Gi- do a los "modernos" filósofos de la re-
fford Lectures 1986-87, John Hick dice ligión y/o teólogos, un imperativo (es-

3. Hick.An Interpretaron of Religión (Londres: lillan, 1989), p. I.

312
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

toy tentado a llamarlo una tentación) nes entre las religiones, es lo que vincu-
que proporciona la motivación subya- la a pensadores de opiniones tan apa-
cente a la clasificación de Hick, y que rentemente divergentes como Kraemer
llama a la persona que está enfrentándo- y Hick.
se con el tema de la relación entre las re- Pero, según estos pensadores, ¿por
ligiones, a tratar esta cuestión desde una qué se convirtió en urgente esta cues-
perspectiva rigurosa y explícitamente tión de lo confesional para aquellos que
"no confesional". Así, según los crite- se enfrentan a la cuestión de las relacio-
rios de Hick, él y Cantwell Smith (entre nes entre el cristianismo y las otras
otros) aprueban el examen, mientras que grandes religiones? La respuesta a esta
Rahner, por todos sus intentos de dis- pregunta se encuentra en una cierta na-
tanciarse de un exclusivismo cristiano rrativa histórica que tiene un atractivo
ignorante, no lo consigue, en último tér- bastante irresistible para Kraemer,
mino, a pesar de sus buenas intenciones Rahner, Hick y Cantwell Smith. Esta
porque no renuncia al axioma de que la narrativa es algo así: érase una vez,
Iglesia es el locus decisivo de la salvación cuando administraban imperios, los po-
humana. Kraemer, por supuesto, sus- deres europeos y sus gentes podían sos-
pende el examen desde el principio, por- tener la presunción ciega de que, como
que según Hick su postura es flagrante- su religión —el cristianismo- era incues-
mente, irremediablemente confesional4. tionablemente la religión suprema, nin-
Esta cuestión urgente de la delimitación, guno de sus rivales merecía realmente
incluso su mera posibilidad, de lo confe- nuestra atención seria y sin reservas.
sional en la comprensión de las relacio- Entonces el mundo cambió. Los pode-

4. Para Hick sobre Rahmer y el inclusivismo generalmente, ver "Preface to the 1988 Reissue", y "The
Copernican Revolution inTheology", en God and the Universe ofFaiths (Londres: MacMillan, 1988; pu-
blicado por primera vez en 1973), pp. vii y 127, respectivamente; y "Philosophy of Religious Pluralism",
en Problems of Religious Pluralism (Nueva York: St. Martins Press, 1985), p. 33. Sobre Kraemer, ver Hick.
"Christian Belief and Interfaith Dialogue", en God Has Many Ñames (Philadelphia:Westminster, 1982),
pp. 117-118.

313
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

res coloniales fueron cada vez más inca- ... en el pasado, la otra religión era en la
paces de mantener su dominación, y las práctica la religión de un ambiente cultural
completamente diferente... H o y las cosas han
tierras que controlaban se convirtieron
cambiado. Occidente ya no está cerrado en sí
en naciones independientes. Mientras
mismo; ya no puede considerarse a sí mismo
estaba teniendo lugar esta transforma- simplemente como el centro de la historia de
ción, se fue haciendo cada vez más difí- este mundo y como el centro de la cultura,
cil para los cristianos mantener, de mo- con una religión que, incluso desde este pun-
do irreflexivo, que las religiones de es- to de vista, (i.e. desde un punto de vista que
tas tierras estuvieran en relación de su- no tiene realmente nada que ver con una de-
cisión de fe, sino que simplemente tiene el pe-
bordinación automática al cristianismo.
so de algo bastante evidente) podría parecer
Kraemer llama a este cambio histórico
como la manera obvia, e incluso única, de
un "pequeño terremoto" para los cris- honrar a Dios. H o y todo el mundo es el veci-
tianos5. CantweII Smith, dando una no de la puerta de al lado y el vecino espiritual
descripción lúcida de este cambio y de de todos los demás habitantes del mundo. Y
su impacto sobre el cristianismo, evoca por eso, todo el mundo hoy está determinado
la manera en la que "la nueva genera- por la intercomunicación de todas aquellas
situaciones de la vida que afectan al mundo
ción de la Iglesia, a menos que se con-
entero 7 .
forme con un ghetto, vivirá en un am-
biente cosmopolita, que hará parecer De modo similar, John Hick mantie-
parroquial al trabajo incluso de un ne que "el cristianismo occidental hoy
Tillich"6. se encuentra en un nuevo medio históri-
Karl Rahner expresa sentimientos co en el que se está inevitablemente ha-
similares al apuntar que ciendo consciente de sí mismo, ya no

5.Ver Kraemer, Why Christians ofAII Religions?, trad. H. Hoskins (Philadelphia:Westminster Press, 1962).
p. 22.
6.Wilfred CantweII Smith, "The Christian in a Religiously Plural World", en su The Faith of Other Me-
(Nueva York: Mentor Books, 1965), pp. 109-1 12.
7. Karl Rahner, "Christianity and the Non-Christian Religions", en Karl Rahner, Theological Investigatiom
vol.5, trad. Karl-H. Kruger (Baltimore: Helicón Press, 1966), pp. 116-117.

314
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O "

como el único, sino como uno entre del cristianismo, el "inclusivismo" y el


muchos"8. "pluralismo", e incluso un "exclusivis-
Que estos sentimientos se expresa- mo liberal" y "diálogo"). Aunque sería
ran, y se sigan expresando sin apenas estúpido negar las profundas y prolon-
ninguna reserva real, durante una déca- gadas afiliaciones de un cristianismo eu-
da (los 60) que vio la guerra de Vietnam, ropeo blanco con las empresas imperia-
la guerra civil de Biafra, la guerra civil les de los poderes europeos durante lo
post-independencia en el Congo, la ma- que se puede llamar "la era de Europa"
sacre de Sharpeville, etc, es un tributo al (1400-1945), es igual de fácil, sin embar-
optimismo incurable e implacable que go, ver que la periodización y las corre-
une a estos pensadores, por otra parte laciones acompañantes apoyadas por
muy diferentes. N o es difícil ver que ca- Kraemer, Rahner, Cantwell Smith y
da uno de nuestros cuatro pensadores Hick son desesperadamente simplistas
suscribe una particular periodización y profundamente problemáticas9.
con ciertas líneas correlativas en una te- Esta periodización es demasiado
ología cristiana de las religiones: el pe- simplista, en primer lugar, porque hay
riodo de la expansión imperial y el go- una amplia evidencia que sugiere que la
bierno occidental (asociado por ellos muy aireada independencia de los anti-
con factores tales como la "absoluti- guos territorios coloniales, no ha sido
dad" del cristianismo, el "exclusivismo" acompañada finalmente, de hecho, por
cristiano y el "no-diálogo") versus el una transferencia real de poder econó-
periodo "post-colonial" (alineado con mico y político efectivo por parte del
factores tales como la "no-absolutidad" centro metropolitano, y que, por el

8. John Hick, "In Defense of Religious Pluralism", en Problems of Re/igioues Pluralism, p. 101.Ver también.
Ídem, "Introduction" en God and trie Universe of Faiths, p. xviii, e idem, "The Non-Absoluteness of
Christianity", pp. 16-36.
9. El magistral estudio en tres volúmenes de Fernand Braudel Ovllizatíon and Capitalism: I5th-I8th
Century, trad. Sián Reynolds (Nueva York: Harper & Row, 1981-84) toma 1400 como el punto de ini-
cio del ascenso de occidente. Immanual Wallerstein, The Modern World -System, 2 vol. (Nueva York:
Academic Press, 1974-1980) empieza su narración en 1450.

315
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

contrario, las burguesías nacionales cre- ternacional- siguen viviendo las mismas
adas en buena medida por el antiguo vidas de monótono trabajo duro y
poder colonial, han seguido mantenien- constante pobreza10.
do las estructuras y fuerzas explotado- Las periodizaciones de estos pensa-
ras creadas por este poder; en vez de la dores, por tanto, revelan una perspecti-
liberación después de la retirada del po- va totalmente eurocéntrica o de Primer
der imperial tenemos, por tanto, la re- Mundo: sólo alguien que no sea lo sufi-
plicación y perpetuación de estas viejas cientemente consciente de la siempre
estructuras y fuerzas por la nueva, ad- particular "localización" desde la que
mitidamente independiente, nación-es- teoriza, puede celebrar la nueva "aldea
tado. Por tanto, las iglesias en las nuevas global" y proponer una teología mun-
naciones experimentan la "indigeniza- dial o global de este modo aparente-
ción", creyentes cultos y de ideas libe- mente irreflexivo. A los empobrecidos
rales de sus recién fundadas universida- campesinos de Kedah en Malasia les re-
des nacionales, pueden ahora incorpo- sulta casi imposible aceptar que ellos y
rarse a los "diálogos" con los occiden- un adinerado terrateniente de su propia
tales como Kraemer en las conferencias aldea estén situados en la misma posi-
de la UNESCO, o viajar a lugares como ción social o moral, y sin embargo, nos
Harvard y Claremont para participar dicen Cantwell Smith y Co. que crea-
en coloquios con Cantwwell Smith y mos que estos campesinos malasios, su
Hick, pero aquellos que no pertenecen patrón e incluso el Duque de West-
a las élites dirigentes de estos paises minster o los hermanos Hunt viven en
emergentes -campesinos y miembros la misma aldea global o comparten una
del nuevo proletariado y clase baja in- historia humana común.

10. Para descripciones de este campo neo-colonial, ver Eqbal Ahmad,"From Potato Sack to Potato Mash:
The Contemporary Crisis of the Third World", Arab Studies Quarterly 2 (1980), pp. 223-234; Ídem,
"Post-colonial Systems of Power", Arab Studies Quarterly 2 (1980), pp. 350-363; e Ídem, "The Neo-
Fascist State; Notes on the Pathology of Power in the Third World", Arab Studies Quarterly 3 (1981),
pp. 170-180.

316
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

El espacio global de los discursos del una conciencia que ya había empezado
"pluralismo religioso" (Cantwell Smith) a surgir con la crisis del petróleo y la
"inclusivismo" (Rahner) y "exclusivis- recesión que ésta conllevó a comienzos
mo liberal" (el último Kraemer), efecti- de los 7Qn. Desde ese momento, la vi-
vamente incorpora, y disuelve así, los sión de occidente (que había suplantado
"espacios" localizados y de oposición a la mirada europea precedente) comen-
de gente como los campesinos de zó a ser subsumida en la mirada global:
Malasia. Vínculos locales, con sus siem- los Cantwell Smith y John Hick de este
pre específicas historias y políticas, son mundo ven las prácticas, convicciones,
desplazados y dispersados por una to- textos, tradiciones, etc.de Budistas,
pografía global y "globalizadora", Sikhs, Musulmanes y Cristianos en lo
mientras lo local queda subsumido bajo que sólo puede ser descrito como una
el régimen de lo universal". forma sin lugar ni cultura. (Volveré a es-
El proyecto que se ha llamado "el to dentro de un momento).
ascenso y dominación de occidente" ha No habiendo sido nunca por supues-
sufrido una metamorfosis, o ha sido to indios o egipcios o hidúes o musul-
"incluido" en un nuevo proyecto, el del manes, ellos ahora ya no son declarada o
"ascenso y dominación de lo global". reconocidamente el tipo de sujetos que
La era de Europa (1400-1945) ha dado en una coyuntura histórica previa hu-
paso a la era de América (1945-1972), bieran sido inmediatamente caracteriza-
pero la era de América no iba a durar dos por términos tales como Bri- tánico,
demasiado -los Estados Unidos, aun- canadiense o cristiano, o lo que sea. Los
que aún poderosos, ya no son hoy um- Cantwell Smith y John Hick de este
versalmente percibidos como un poder mundo son, por lo visto, un nuevo tipo
económica y militarmente dominante, de sujeto, un sujeto universal o global al

11 .Ver mi "Towards a Materialist Critique of Religious PluralismrA Polemical Examination of the Discurse
of John Hick and Wilfred Cantwell Smith" en Hamnett, ed., Religious Pluralism and Unbetief: Studies
Critica! and Comparativa (Nueva York y Londres: Routledgr, 1990, pp. I 14-129).
12. Aquí estoy en deuda con las reflexiones de Cornel West en "Black Culture and Postmodernism". en
Barbara Kruger y Phil Mariani, eds., Remaking History (Seattle: Bay Press, 1989), pp. 87-96.

317
LA UNICIDAD CRISTIANA RECONSIDERADA

estilo de la hamburguesa McDonald bolivianos invertir o repudiar esta mira-


que se ha convertido en la comunidad da. Enfrentados a ella, los campesinos o
universal o global. Kraemer había aco- los mineros pueden ser tan desautoriza-
gido los comienzos de esta inclusión dos, oficialmente o de otra forma, como
con, por así decir, un resignado encogi- lo han sido cuando sucedió el cambio
miento de hombros, y el consejo a los de los antepasados europeos u occiden-
cristianos de que tenían poca alternativa tales de este mirada. No hay nada in-
más que el conformismo (aunque como trínsecamente liberador en el proyecto
occidentales y cristianos de una orien- global: no se puede mantener ninguna
tación exclusivista). ecuación de liberación en este proyecto
Rahner fue más acogedor con este porque este proyecto sólo puede ser lo
cambio que Kraemer, pero su respuesta que es -una celebración de uniones y
parece positivamente tibia cuando se la comunidades (meramente) artificiales-,
sitúa junto con el entusiasmo inconte- por pasar por alto sistemáticamente, en-
nido mostrado por Cantwell Smith y tre otras cosas, las asimetrías de poder
Hick por el proyecto de lo global en su reales y persistentes que existen entre el
descripción de las relaciones entre las "Primer" y el "Tercer" mundo. La pe-
religiones. Para Cantwell Smith y Hick, riodización defendida por el "último"
que a veces se proyectan como misione- Kraemer, Rahner, Cantwell Smith y
ros del nuevo "look", la adquisición de Hick es problemática por otra razón:
la mirada global obviamente representa nunca reconoce que el papel jugado por
una profunda y poderosa liberación del el cristianismo en modelar las ideas que
constrictivo etnocentrismo de com- los europeos tenían de las gentes de
prensiones previas de las relaciones en- otros continentes era algo que cambiaba
tre religiones. El problema de esta mira- a lo largo del tiempo, que hubo varios
da global, sin embargo, es que sistemá- cambios radicales en la base de tales
ticamente pasa por alto relaciones reales comprensiones en el tiempo transcurri-
de dominación y subordinación que ha- do entre 1400 y los años 60 y 70 (de
cen imposible -políticamente- a los modo que el lugar del cristianismo en
campesinos malasios o a los mineros los reconocimientos característicamente

318
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

europeos u occidentales del "otro" n o - usado para articular las diferencias en-
europeo o no-occidental, llegó a ser ne- tre europeos/cristianos y no-europe-
cesariamente diferente con cada uno de os/no-cristianos, como dice MaGrane:
estos cambios, y tenía por tanto que ser "fue en relación a la Caída y a la in-
teorizado de nuevo con cada uno de es- fluencia del Pecado y Satán como el
tos ellos). Puede que una periodización O t r o tomó su significado específico
más satisfactoria de las relaciones que el históricamente" (ibid.). El " o t r o " era
cristianismo tenía con otras culturas y así porque, como manifestación de lo
religiones haya que buscarla en otras "inferna]", tales personas no podían
fuentes. nunca ser más que paganos, y por tanto,
Bernard McGrane, en una corta pe- habitaban un "espacio" que era necesa-
ro interesante monografía titulada riamente la inversión del único espacio
Beyond Anthropology", afirma que los real: el "espacio" cristiano, el "espacio"
europeos y "occidentales" han usado de la salvación divina. El cristianismo
cuatro "paradigmas generales" para era la única religión, y aquellos que no
"interpretar" y "explicar" las culturas y lo profesaban, simplemente, no tenían
los pueblos no-europeos. religión.
En primer lugar, hasta el s.XVI in- En segundo lugar, en la Ilustración el
cluido, la cosmografía dominante re- paradigma cristiano precedente fue en
presentaba al " o t r o " no-europeo en gran parte sustituido por uno que inter-
términos de un horizonte práctico e in- pretaba a la humanidad no-cristiana en
telectual típicamente cristiano. En lo términos de una epistemología. Catego-
que se refiere a este horizonte, dice rías tales como ignorancia, error, false-
McGrane, "fue el cristianismo lo que dad y superstición fueron usadas en
se interpuso entre el europeo y el O t r o este paradigma epistemológico para ar-
no-europeo" (p. ix). La Demonología ticular las diferencias entre el europeo
era el m o d o discursivo característico y el "otro". El "otro", era otro precisa-

13. Bernard McGrane, Beyond Antropology: Society and the Other (Nueva York: Columbia University Press,
1989). Las páginas que hacen referencia a este trabajo se darán en el cuerpo principal del texto.

319
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

mente porque pertenecía a una sociedad McGrane: "Pensamos bajo la hegemo-


que no estaba "iluminada". Aquellos nía de la respuesta etnológica a la enaje-
que pertenecían a este tipo de sociedad nación del Otro; estamos, hoy, conteni-
iban a ser típicamente considerados co- dos en un concepto antropológico del
mo "primitivos". Otro. La Antropología se ha converti-
En tercer lugar, en el s.XIX hubo do en nuestra forma moderna de ver al
otro cambio de paradigma a partir del Otro, fundamental y meramente, como
paradigma anterior de la Ilustración, culturalmente diferente" (p. x).
que tomó el tiempo para constituir la Menciono la "arqueología" de
diferencia fundamental entre el euro- McGrane (la más que evidente proce-
peo y el no-europeo. En palabras de dencia Foucaldiana de su obra es explí-
McGrane: "Hubo una enorme hemo- citamente reconocida por él) no porque
rragia en el tiempo: el tiempo geológi- la considere no problemática en absolu-
co, el tiempo del desarrollo se introdu- to, sino porque traza de modo muy pro-
jo entre el europeo y el Otro no-euro- ductivo la trayectoria histórica que cul-
peo" (p. x). La antropología, según la mina en el proyecto global de Cantwell
practicaba, por ejemplo, E. B. Tylor, se Smith y Hick. En efecto, no sería exa-
convirtió en la disciplina que "organi- gerado decir que el cuarto paradigma de
zaba y administraba la comparación en- McGrane es constitutivo del episteme
tre pasado y presente, entre diferentes (o fundamento de inteligibilidad) que
'estadios de desarrollo', entre el 'primi- subyace cualquier proyecto global de
tivo' prehistóricamente fosilizado y el este tipo.
avance evolutivo de la ciencia y la civi- En relación con este último "para-
lización occidental moderna". digma", McGrane dice que en el s.XX
Más recientemente, a comienzos del
la diferencia es ahora por primera vez, vis-
s.XX el paradigma dominante para re-
ta como diferencia cultural, como diversidad
presentar la diferencia entre el europeo cultural. La cultura explica la diferencia, más
y el no-europeo cambió de nuevo - que la "evolución", el "progreso", el desarro-
ahora fue la "cultura" la que daba cuen- llo evolutivo a través de etapas fijadas de civi-
ta de esta diferencia. Como lo expresa lización progresiva, como ocurría en el s.XIX;

320
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

más que las diferentes modalidades posibles tiples voces. Los otros no-europeos son
de "ignorancia" y "superstición" como en la aún diferentes, por supuesto, pero aho-
Ilustración; y más que lo demoníaco e infernal
ra son meramente diferentes14.
que aparecían con el Renacimiento (p. 113).
McGrane no hace ninguna mención
El resultado es que la "diferencia" se de Troeltsch, pero su delincación del
vuelve ahora "democratizada". El Otro cuarto paradigma muestra cómo inclu-
no-europeo ya no es sepultado en las ye los rasgos sobresalientes de la postu-
profundidades de un pasado petrifica- ra que Troeltsch adoptó en sus últimos
do, ya que con esta democratización escritos, especialmente en Der Historis-
radical de la diferencia él o ella se inser- mus und seine Probleme (1922) y en la
ta en el presente, nuestro presente, y conferencia que nunca llegó a pronun-
es, por tanto, ahora nuestro contempo- ciar, postumamente publicada, "The
ráneo. Place of Christianity among the World
La cultura de este siglo ha mostrado Religions"15. Para alguien como Cant-
que no hay sitio para panoramas Com- well Smith o Hick, Troeltsch nunca fue
teanos de una progresión humana ine- suficientemente capaz de entregarse a
xorable, ni para esquemas de evolución ser un genuino pluralista, dado que es-
Tylorianos o para historicismos Hege- taba demasiado aferrado a la idea de que
lianos. La cultura unitaria y totalizada el cristianismo había hecho a la civiliza-
de estas visiones ahora desacreditadas ción europea ser lo que era, y que, por
de la progresión humana, teorías evo- tanto, esta civilización había producido
lucionistas e historicismos, da paso a las ciertos frutos para los europeos que las
"culturas" pluralizadas, heterogéneas otras religiones, aunque puedan ser
y constitutivamente democráticas de "verdaderas" para sus propios fieles, no
nues-tro siglo "antropológico" de múl- eran realmente capaces de proporcio-

14. McGrane destaca una consecuencia de esta "democratización" de "diferencia":"... si todas las cultu-
ras son democráticamente relativas, entonces... a este respecto profundo, ninguna es diferente", ibid.,
p. 117.
15. Ver "The Place of Christianity Among the World-Religions", en Ernst Troeltsch, Christian Thought Its
History and Application, ed. F. von Hügel (Londres: University of London Press, 1923), pp. 3-35.

321
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

nar. En palabras de Trieltsch (que para nes, fenómenos culturalmente condicio-


los verdaderos pluralistas constituye nados y, por tanto, "específicos de cada
una apología irrecusable a favor del cris- cultura" que son una esquematización
tianismo, tan buena como cualquier o concreción de lo Real. El último epi-
otra): "La única religión que podemos ciclo de la hipótesis pluralista de Hick
tolerar es el cristianismo, porque el cris- se encuentra en Gifford Lectures:
tianismo ha crecido con nosotros y se
Cada una de estas dos categorías básicas,
ha convertido en parte de nuestro pro- Dios y lo Absoluto, es esquematizada o con-
pio Ser"16. Así, para este tipo de plura- cretada dentro de la experiencia religiosa real
lista se necesitaría alguien que llegara a como un rango de dioses o absolutos particu-
lo que había estado casi al alcance de la lares. Estos son, respectivamente, lo personae
mano de Troelstsch al final de su vida y lo impersonae en cuyos términos los Real es
(pero que él mismo no había sido capaz humanamente conocido. Y el factor particula-
de conseguir), a saber, la formulación de rizados.. es el conjunto de culturas humanas,
que actualizan aspectos diferentes, aunque so-
una versión resueltamente no-etnocén-
lapados, de nuestra potencialidad humana in-
trica de la "hipótesis pluralista".
mensamente compleja para el conocimiento
John Hick es por supuesto bien co- de lo trascendente. Es en relación a los dife-
nocido por haber intentado proporcio- rentes modos de ser humano, desarrolladas
nar una versión estrictamente no-etno- dentro de las civilizaciones y culturas de la tie-
céntrica de la hipótesis pluralista. rra, como lo Real, aprehendido mediante el
Quizás es también conocido que la pre- concepto de Dios, es experimentado específi-
camente como el Dios de Israel, o como la
sentación de esta hipótesis ha pasado
Santísima Trinidad, como Shiva, como Alá, o
por varios epiciclos. Todos los epiciclos
como Vishnu... Pero es en relación todavía a
de Hick, sin embargo, se basan en una otras formas de vida la forma en que lo Real,
distinción de tipo Kantiano, crucial pa- aprehendido mediante el concepto de lo
ra él, entre un centro noumenal trascen- Absoluto, es experimentado como Brahmán,
dente común a todas las religiones al o como Nirvana, o como Ser, o como
que Hick llama "lo Real", y las imáge- Sunyata... Según esto, nuestros distintos len-

l6.Troeltsch,"The Place of ChristianityAmong the l-Religions", p. 26.

322
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O "

guajes religiosos -budista, cristiano, musul- nuestra cultura es una entre muchas,
mán, hindú... se refieren cada uno a un fenó- que es por tanto inevitablemente relati-
meno divino o a la configuración de fenóme-
va, y que además este conocimiento es
nos divinos. Cuando hablamos de un Dios
incontestablemente "valioso" (p. 120).
personal, con atributos morales y deseos, o
cuando hablamos del Absoluto no-personal, Esta versión de la hipótesis pluralis-
Brahmán, o de Dharmacaya, estamos hablan- ta permite, incluso exhorta, al budista,
do de lo Real como se experimenta humana- al hindú, al sikh, etc, a hablar, a narrar
mente: a saber, como fenómeno". de un modo que no hicieron los viejos
exclusivismos cristianos. Pero cuando
Esta deber ser seguramente la ver-
los no-cristianos hablan, son informa-
sión más democrática de la hipótesis
dos por nuestros representantes plura-
pluralista que jamás se haya presentado.
listas de que lo que dicen es, en el resul-
Se recordará, de mi necesariamente
tado final, nada distinto de lo que cual-
selectivo informe del esquema de
McGrane del cuarto paradigma para quier persona devota profesa. Así, cant-
construir el otro en el s.XX, que la dife- well Smith sensatamente anuncia que
rencia es vista por primera vez como "la verdad de todos es parte de la ver-
{meramente) "diferencia cultural, como dad de cada uno" y Hick concluye sus
diversidad cultural" (p. 113). El lector Gifford Lectures (según se han publica-
que encuentre persuasivo el esquema de do) con la declaración de que "las gran-
McGrane estará dispuesto a considerar des tradiciones del mundo constituyen
la postura de Hick como una manifes- concepciones y percepciones diferentes
tación obligatoria del desarrollo cultu- de, y respuestas a, lo Real desde dentro
ral trazado por este paradigma. El "co- de las distintos modos culturales del ser
nocimiento" de Hick es, por tanto, un humano"18. Todos los fieles de las gran-
ejemplo particular de un conocimiento des tradiciones religiosas son tratados
más general en nuestra conciencia ac- democráticamente en el monólogo plu-
tual, a saber, el conocimiento de que ralista sobre la diferencia (que, por su-

17. Hick, An Interpretatian of Religión, pp. 245-246.


18. Cantwell Smith, Towards a World Theology, p. 79;ick, An Interpretaron of Religión, p. 376.

323
LA U N , C. D A D C R ,ST,ANA R EC O N S, D ERA D A

puesto, es enteramente relativizada por- quier excedente que no puede ser h o -


que la diferencia o la otreidad es, para el mogeneizado por estas estrategias fuer-
pluralista, sólo cultural). temente relativizantes. D o n d e un cierto
En este monólogo, el pluralista, co- barbarismo cristiano presupone su su-
mo el antropólogo McGrane, habla bien perioridad para justificar la eliminación
del otro pero nunca al otro, y en efecto, o la conquista del otro no-cristiano, el
no puede hacer otra cosa porque real- pluralismo monológico, sosegada pero
mente no hay ningún otro intratable implacablemente, domestica y asimila
para el pluralista. Las características al otro - a cualquier o t r o - en nombre
constitutivas de la postura pluralista del ecumenismo mundial y la realiza-
sirven para descomponer u ocultar esa ción de una "posibilidad ilimitadamen-
particularidad histórica radical que es te mejor" (para usar la fraseología de
constitutiva del otro auténtico. Pense- Hick en Gifford Lectures) 19 .
mos, por ejemplo: (1) en la afirmación En las Gifford Lectures, además, la
particularista de que dado que todos circunscripción de la ideología del plu-
participamos de un proceso soteriológi- ralismo se identifica explícitamente: se
co universal, (una afirmación que en sí nos dice que es entre "gente joven edu-
misma no es necesariamente problemá- cada" donde esta "perspectiva" ha mos-
tica) todas las pretensiones de particula- trado un "marcado crecimiento" 20 . El
ridad deben ser por tanto consideradas pluralista es, p o r tanto, alguien que sabe
como mitológicas; (2) en la relativiza- que todos los adoradores, sin tener en
ción continua de casi todo lo demás; (3) cuenta su afiliación religiosa explícita,
y en su hacer complementario de cual- responden del mismo modo a lo Real o

19. Edward Said alerta oportunamente contra un tipo de "fetichización e implacable celebración de la di-
ferencia y la otreidad que no tiene en cuenta el proceso del imperio". Ver Edward said,"Representing
the Colonized", pp. 213-214. Aquí se hace eco de las críticas de Jonathan Friedman, "Beyond
Otherness or:The Spectacularization of Anthropology", Telos 7 (1987), pp. 161 -170. He pretendido to-
mar esta advertencia en serio invocando la categoría del "otro" de un modo que intenta siempre
atento de las políticas e historias que produce y reproduce al "otro".
20. Hick, An Interpretaron of Religión, p. 377.

324
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

lo Trascendente, mientras que los repe- Smart, ambos ingleses, se hayan basado
lentes exclusivistas e inclusivistas (que ampliamente en los Estados Unidos),
en todo caso probablemente serán me- sino un único modo de vida global que
nos educados y quizás fundamentalistas se ha vuelto tan penetrante, que el mo-
religiosos o nacionalistas políticos a do de vida americano es hoy simple-
quienes dar una patada) son, como mu- mente su manifestación más prominen-
cho, sólo gente que responde de modo te y desarrollada: a saber, la vida de un
inconsciente a lo Real o lo Trascen- mundo administrado por medios glo-
dente. Parecería que, en lo que respecta bales de comunicación y redes de infor-
al pluralismo de Hick, todas las perso- mación, agencias internacionales y cor-
nas buenas y devotas se agrupan en tor- poraciones multinacionales. La ideolo-
no a manifestaciones de lo Real o lo gía dominante de esta nueva realidad
Trascendete, lo reconozcan o no. mundial proclama que las naciones,
La hamburguesa de McDonald es la culturas, religiones, etc., están simple-
primera comida universal, pero la gente mente obsoletas si se mantienen en sus
-sean de La Paz, Bombay, El Cairo o viejas formas como particularidades fi-
Brisbane- que come la hamburguesa jas e intratables. Es esta nueva realidad
McDonald también consume, con ella, mundial y sus implicaciones ideoló-
el estilo de vida americano21. Del mismo gicas (por ejemplo, la "mirada global")
modo, los defensores del ecumenismo lo que convierte a la hamburguesa
mundial sondeados por los pluralistas McDonald en una comida universal y
religiosos se alinean con un movimiento sostiene al ecumenismo mundial defen-
que es universal, pero también consu- dido por los exponentes del pluralismo
men un cierto modo de vida. N o exac- religioso. Crea la episteme o paradigma
tamente el modo de vida americano que produce ambos tipos de fenóme-
(aunque no es accidental que Cantwell nos inteligibles. Resistir la invasión cul-
Smith, un canadiense, y Hick y Ninian tural representada por la hamburguesa

21. Para una descripción sugerente de las políticas culturales que convierten a la hamburguesa McDonald
en la comida global, ver A. Sivanandan, "New Cir cuits of Imperialism", Roce and Class 30 (1989), pp. I -19.

325
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

McDonald,por tanto, implica resistir la casi solamente, cuestión de afirmar, cla-


depredación similar constituida por este rificar, defender y quizás deshechar
ecumenismo mundial 22 . Es intentar re- ciertas formulaciones filosóficas y teoló-
sistir la cosmovisión que hace posibles a gicas. P o r ejemplo, el intento de
ambas. La cuestión es: ¿Cómo teoriza- Kraemer de refinar su postura exclusi-
mos las relaciones entre hindúes, budis- vista en trabajos últimos como World
tas, sikhs, judíos, cristianos y musulma- Cultures and World Religions es notable
nes sin suscribir este episteme}, ¿Cómo por su esfuerzo para explicar y hacer in-
puede esta gente hablar entre sí sin res- telectualmente aceptable el cristianismo
paldar, aunque sólo sea de modo tácito, "Barthianizado" que Kraemer conside-
raba tan urgente. Una vez más, la teoría
las presunciones encarnadas en las for-
de Rahmer de los cristianos anónimos
mulaciones de los Kraemer, Rahner,
deriva su motivación inmediata de su
Cantwell Smith y Hick de este mundo?
percepción de una necesidad específica-
Lo que trato de sugerir que necesitamos
mente teológica de ampliar el alcance de
no puede, en última instancia, ser más
la máxima largamente sostenida extra
que la sustitución de todo un tipo de
ecclesiam nulla salus ("no hay salvación
discurso.
fuera de la Iglesia"). Además, el plura-
lismo defendido por Cantwell Smith y
II Hick necesita deshacerse y, en algunos
casos, modificar algunas de las afirma-
Es común a Kraemer, Rahner, Cant- ciones centrales de la fe cristiana en lo
well Smith y Hick la asunción de que la relativo a la persona de Cristo, la natu-
tarea de "teorizar las relaciones entre las raleza de Dios, y la forma y sustancia de
religiones" es predominantemente, o la salvación. También es significativo

22. El "cosmopolitamismo" promovido por este nuevo episteme se discute de un modo muy interesante
en Tim Brennan, "Cosmopolitans and Celebrities", race and Class 31 (1989), pp. 1-20. Ver también
Cornel West,"Minoritary Discourse and the Pitfalls of Canon Formation", TheYale Journal ofCritíósm
I (1987), pp. 193-201; y Chandra Talpade Mohanty, "Under Western Eyes: Feminist Scholarship and
Colonial Discourse", Boundary 2 12/13 (1984), pp. 333-358.

326
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

que la muy sugerente teoría de las reli- se centrara, no tanto en propuestas teo-
giones propuesta por George Lindbeck lógicas o doctrinales, como en las histo-
en The Nature of Doctrine dependa de rias particulares, las situaciones sociales
modo crucial en su adaptación de la tra- específicas, las los variados repertorios
dicional doctrina Protestante defides ex de prácticas, etc., de aquellos compro-
auditu ("la fe viene por la escucha"). La metidos en este diálogo". Esto no signi-
idea parece ser que la mayoría, si no to- fica que no haya sitio para esa formula-
das, las dificultades que se presentan pa- ción teológica. Lo hay, pero sólo en con-
ra una comprensión adecuada de las re- junción con una comprensión de esos
laciones entre las grandes tradiciones re- procesos y prácticas de significación
ligiosas, pueden ser superadas si somos que, precisamente, subyace a las carac-
capaces hacer que nuestras teorías y terizaciones siempre históricamente es-
doctrinas sean "correctas". El resultado pecíficas que un interlocutor/teólogo/
inevitable ha sido una total desatención filósofo/historiador hace de las tradicio-
por parte de estos pensadores a los labe- nes religiosas particulares.
rintos y complejidades de las configura- En Marxismo and the Philisophy of
ciones políticas y culturales que cir- Language, V. N. Voloshinov insisten en
cunscriben sus reflexiones. que el lenguaje es una actividad irreduc-
Quiero ahora resumir, aunque muy tiblemente social, y depende por tanto
brevemente y de modo aproximado, de las relaciones sociales (p. 12). Los in-
una teoría del discurso que mantiene terlocutores son, por tanto, siempre
que una comprensión menos adecuada partícipes activos de una cadena virtual-
del diálogo interreligioso sería una que mente interminable de comunicación,

23.Ver V. N. Voloshinov, Marxism and the Philosophy of Lantuage, trad. Ladislav Matejka y I. R. Titunik
(Cambridge, MA: Harvard University Press, 1986), p. 20.Todas las referencias posteriores a este tra-
bajo se darán entre paréntesis en el texto. Se cree que "V. N.Voloshinov" es uno de los pseudónimos
de Mikhail Bakhtin. Dado que no es mi intención intervenir en el debate sobre la autoría de las di-
versas obras atribuidas a la escuela de Bakhtin, consideraré a Voloshinov como el autor de aquellos
trabajos en que aparece su normbre y haré referencia a los escritos de otros miembros de la escue-
la donde sea necesario.

327
LA U N I C I D A D C R I S T I A N A R E C O N S I D E R A D A

un proceso social continuo y extendido to -captar el significado de u n discur-


en el que están insertos desde el naci- so— no sólo registramos el sentido
miento y que, en principio, les confor- apropiado de su contenido, sino que te-
ma tanto como ellos a él. N o todos los nemos también que captar los juicios
detalles de la sugerente teoría de la co- de valor que están indisolublemente li-
municación de Voloshinov tienen que gados a ese contenido.
resultarnos interesantes en este m o - Voloshinov cree que es necesario
mento. Dos de los puntos en que más
captar este elemento emotivo-evaluati-
insiste están relacionados la compren-
vo porque las formas lingüísticas existen
sión del diálogo interreligioso de que
para sus hablantes sólo en el contexto de
estamos tratando aquí. El primero es su
discursos específicos, y así, existen sólo
afirmación de que, dado que el signifi-
en un contexto ideológico específico. Se
cado es contextual, "hay tantos signifi-
sigue que "en realidad, nunca decimos u
cados de una palabra como contextos
de su u s o " (p. 79). La segunda es su oímos palabras, decimos y oímos lo que
opinión de que el discurso es inevita- es verdadero o falso, bueno o malo, im-
blemente dialógico, porque las palabras portante o no importante, agradable o
son siempre el producto de relaciones desagradable, etc. Las palabras están
específicas entre hablantes y oyentes, siempre llenas de contenido y significado
emisores y receptores. Estos dos én- tomado del comportamiento o la ideolo-
fasis se unen en la insistencia de gía" (p. 70. Subrayado como en el origi-
Voloshinov de que "comprender la pa- nal). El discurso, por tanto, es activa-
labra de otra persona significa orientar- mente recibido y, según Voloshinov, es
se respecto a ella, encontrar el lugar recibido de una doble forma: en primer
adecuado para ella en el contexto co- lugar, la palabra recibida "se enmarca
rrespondiente. Para cada palabra del dentro de un contexto de comentario
discurso que estamos en proceso de real", y en segundo lugar, el oyente pre-
comprender, establecemos, por así de- para una respuesta (p. 118). El hablante
cir, una serie de nuestras propias pala-
anticipa este "comentario/réplica" de
bras de respuesta" (p. 102). Al hacer es-
su oyente, y lo hace teniendo en cuenta

328
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O "

lo que Bakhtin llama el "historial per- participantes en tales diálogos. Estos


ceptivo" de la percepción que el oyente antecedentes podrían abarcar desde lo
hace de la palabra del hablante. Este enormemente diferente a lo extremada-
historial perceptivo incluye puntos ta- mente similar. Cada similitud o diferen-
les como la familiaridad del oyente con cia particular, y los modos particulares
la situación, el conocimiento del oyen- de tales similitudes y diferencias, ten-
te de las configuraciones culturales que drían mayores o menores repercusiones
circunscriben ese acto particular de co- para la forma y contenido del discurso
municación, las ideas y convicciones que tiene lugar entre personas pertene-
del oyente, sus prejuicios (como son cientes a diferentes religiones. Así, por
vistos por el hablante), sus gustos o an- citar meramente un ejemplo, no es sor-
tipatías. El significado es construido prendente que los pluralistas origina-
entre hablantes (que son siempre tam- rios de países del Tercer Mundo perte-
bién oyentes) y oyentes (que son siem- nezcan, invariablemente, a las élites
pre también hablantes): hablantes y educadas al modo occidental que cons-
oyentes como momentos oscilantes en tituyen la clase dominante de tales na-
un fluir continuo de discurso cultural- ciones. Como señala Arif Dirlik, los
mente (y por tanto materialmente) miembros de esas élites deben su poder
constituido. y posición social a sus fuertes afiliacio-
¿Cuáles son las implicaciones de es- nes con lo que Dirlik llama una "hege-
ta teoría del lenguaje para el filósofo o monía cultural occidental", y si la ideo-
teólogo de las religiones que está intere- logía del pluralismo es un componente
sado en la cuestión que tradicionalmen- de esta hegemonía (como he venido
te se han situado bajo la rúbrica del diá- afirmando), entonces el pluralismo será
logo interreligioso? Lo primero que lo invariablemente un componente de la
dicho sobre el lenguaje aconsejaría, es identidad ideológica de estos intelec-
atención al historial perceptivo de los tuales del Tercer Mundo24.

24.Ar¡f D¡rlik,"Cultural¡sm as Hegemonic Ideology and Liberating Practice", Cultural Critique 6 (1987), pp.
13-50.

329
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

I
Situarse en el mismo espacio social o El resultado de esta "traducción" c;
cultural que tus compañeros pluralistas un hinduismo y cristianismo, ya mate-
parece ser siempre una condición de rializados, al extremadamente abstrae::
funcionamiento del pluralismo. Así idioma y conceptualización del plura-
cuando, por ejemplo, el pluralista hin- lismo religioso, no es algo que sea sóle
dú y el pluralista cristiano entran en teóricamente problemático. También se
diálogo, ambos llevan un hinduismo y crea un importante problema práctico,
un cristianismo doblemente materiali- porque este pluralismo decreta, por
zados a esta conversación como parte adelantado y a priori por decirlo así,
de sus respectivos historiales percepti- que cualquier cosa que el hindú y el
vos. El hinduismo y el cristianismo, co- cristiano traigan a este diálogo (sobre
mo ha indicado Cantwell Smith, son ya todo, pero no exclusivamente, mediante
materializaciones abstractas del flujo de sus historiales perceptivos) tiene una
prácticas, convicciones, hechos, textos, equivalencia que se impone, por los me-
personajes, movimientos y tradiciones canismos del pluralismo, independien-
que forman la religión llamada hinduis- temente de sus lenguajes y formas de vi-
mo o cristianismo 25 . El pluralista agrava da, social y culturalmente determinados.
esta materialización sometiendo este En el esquema de Hick, por ejemplo, to-
flujo a una segunda, y más elevada, abs- das las desigualdades fenoménicas y las
tracción -la representada por su esque- no-equivalencias, son efectivamente pa-
ma global y homogeneizante que agru- sadas por alto por la inasequibilidad
pa, designándolas como míticas y espe- noumenica de lo Real. Por supuesto, es
cificas de la cultura, a todas las densas virtualmente axiomático para Hick que,
particularidades, las sutiles especifici- el devoto hindú lleva una vida más cen-
dades, o algo que ya haya sido hiposta- trada en la Realidad que el cristiano in-
tizado o materializado, en este caso las fiel, y en este sentido, hay para Hick
religiones llamadas Hinduismo o Cris- ciertas diferencias, establecidas a poste-
tianismo. riori y de nuevo en cada caso particular,

25. Smith, The Meaning and End of Religión.

330
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

que no pueden ser soslayadas por nin- al pluralismo. Q u e el pluralista, cuyas


gún esquema filosófico ni teológico. doctrinas rigen esta conversación entre
Pero como genéricamente hindú y co- nuestro hindú y cristiano, es invariable-
mo genéricamente cristiano, este hindú mente u n miembro de una sociedad oc-
particular, y este cristiano particular es- cidental (o un miembro de la clase d o -
tán para Hick en una posición estricta- minante en una antigua sociedad colo-
mente equivalente en lo que se refiere a nial), es también algo que típicamente
su relación con lo neuménico Real. no es tenido en cuenta por el pluralista.
Dado que sus dos posturas son subsu- Incluso si los participantes en este diá-
midas por la "estructura soteriológica logo están dispuestos a reproducir las
común" de Hick, ninguno está más cer- estructuras de sus respectivos discursos
ca o más lejos de lo Real que el otro. Lo en el lenguaje de otro, y p o r supuesto
que esto significa, al menos en lo que se en el idioma del pluralismo, las discre-
refiere a la delimitación que hace Hick pancias institucionalizadas que existen
de la relación entre este hindú del hin- entre sociedades occidentales y no-oc-
duismo y este cristiano del cristianismo, cidentales en el campo del poder que
es que las diferencias políticas, sociales y circunscribe a estas sociedades, asegura-
culturales significativas -diferencias que rán que el lenguaje de la (más débil) so-
nos introducen en los historiales per- ciedad no-occidental sea asimismo más
ceptivos de nuestros hablantes hindú y débil en relación al lenguaje de la (más
cristiano- tienen, necesariamente, que fuerte) sociedad occidental. Este punto
ser dejadas de lado o atenuadas. y sus implicaciones son bien indicadas
por Talal Asad en un análisis de los p r o -
Q u e , en general, el hindú expresará
blemas de traducción entre lenguajes
el hinduísmo característicamente como
desiguales (Asad tiene en mente el in-
alguien que habla el lenguaje de una so-
glés y el árabe):
ciedad del Tercer Mundo, mientras que
el cristiano lo hará típicamente como
Este empuje más allá de los límites de los
un miembro de una sociedad occiden- usos habituales, esta ruptura y reconstrucción
tal, es algo que se convierte en un dato del propio lenguaje a través del proceso de tra-
de poca importancia en lo que se refiere ducción, no es nunca una labor fácil, en parte

331
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

porque... depende de Ja disposición deJ len- Puede haber pocas ilustraciones más
guaje del traductor el sujetarse a este poder adecuadas de la afirmación de Asad que
transformante... Quiero enfatizar que el tema
el recurso de Hick a la epistemología de
es algo que, en gran parte, el traductor no pue-
Kant cuando necesitaba otro epiciclo
de determinar mediante la actividad individual
(poco más de lo que el hablante individual
para salvar su hipótesis: Hick, simple-
puede afectar la evolución de su lengua) -que mente, no plantea nunca la cuestión
está gobernada por relaciones de poder insti- de los posibles efectos distorsionadores
tucionalmente definidas entre los lenguajes/ que esta apropiación de Kant podría te-
modos de vida implicados. Para decirlo cruda- ner sobre aquellas religiones que tienen
mente: dado que las lenguas de las sociedades al árabe, urdu, hindi, panjabi, swahili o
del Tercer Mundo... son más débiles en rela-
thailandés como el idioma típico de sus
ción a las lenguas occidentales (y hoy, espe-
fieles. ¿Qué ocurre si las sociedades que
cialmente al inglés), es más probable que se so-
metan a una forzada transformación en el pro- despliegan estas lenguas particulares no
ceso de traducción que en el sentido contrario. son ellas mismas capaces de acomodar
La razón de esto es, en primer lugar, que en sus esta epistemología kantiana, o episte-
relaciones político-económicas con países del mología simpliciter (y esto porque cosas
Tercer Mundo, las naciones occidentales tie- como las epistemologías son introduci-
nen la gran habilidad de manipularlas. Y, en se- das y autorizadas por fuerzas institucio-
gundo, las lenguas occidentales producen y
nalizadas, que pueden estar o no presen-
despliegan el conocimiento deseado más fácil-
mente de lo que lo hacen las lenguas del Tercer
tes en una sociedad particular)?
Mundo. (El conocimiento que las lenguas del La teología del lenguaje propuesta
Tercer Mundo despliegan más fácilmente, no por Voloshinov/Bakhtin, en contraste,
es considerado por la sociedades occidentales permite a los teólogos y filósofos de la
de la misma forma, o por la misma razón)26. religión reconocer que nociones tan

26.Talal Asad, "The Concept of Cultural Translation ¡n Brltish Social Anthropology", en James Clifford y
George E. Marcus, eds. Writing CultureJhe Poetics and Politícs ofEthnography (Berkeley y Londres: University
of California Press, 1986), pp. 157-158. La afirmación de Abdul JanMohamed de que "la marginalidad es el
universal de la literatura minoritaria" puede por tanto generalizarse: esta marginalidad es el universal del
lenguaje de las sociedades no-occidentales. Ver Abdul JanMohamed, "Humanism and Minority Literature:
Toward a Definition of Counter-hegemonic Discourse", Boundary 2 12/13 (1984), p. 297.

332
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O

complejas como el hinduismo, el islam, dad el conocimiento de que aprender a


el cristianismo y la modernidad pueden hablar o escribir sobre el otro es necesa-
estar y están imbricadas en epistemes ra- riamente algo que tiene mucho que ver
dicalmente diferentes, y están, por tan- con aprender a vivir otra forma de vida,
to, registradas en modos muy diversos que la cuestión de llegar a alcanzar co-
y, quizás incluso inconmensurables, en nocimiento del otro está indisoluble-
los historiales perceptivos de aquellos mente ligada a la cuestión de los conoci-
implicados en el diálogo interreligioso. mientos que los otros producen y "nos"
No es difícil ver que los efectos de reproducen, y que, dado que nuestro
esta heterogenicidad inevitable de epis- mundo es un mundo social que incluye
temes será menos predecible y mucho al "otro" y a "nosotros", necesariamen-
más difícil de evaluar cuando nociones te tenemos que analizar estas dos figu-
más especializadas y propias de las cul- ras y su mundo social (y los puntos de
turas -por ejemplo, nirvana, samsara, vista desde los que tenemos acceso epis-
Trinidad, Torah o jihad- aparecen en temológico o hermenéutico a él) si espe-
ese diálogo. El espacio en el que tiene ramos comprender lo que ocurre cuan-
lugar este diálogo es vasto y complejo, do individuos o grupos que pertenecen
y las simplicidades del pluralismo reli- a diferentes tradiciones religiosas (y a
gioso simplemente no son adecuadas coyunturas históricas cambiantes y pro-
para la tarea de caracterizar las modali- lijas) se encuentran. Necesitamos, por
dades y formas de discurso típicamente tanto, una hermenéutica política o se-
implicadas en conversaciones entre per- miótica de los mitos del poder y del co-
sonas que pertenecen a diferentes tradi- nocimiento que subyacen a las repre-
ciones religiosas. sentaciones de nosotros y del otro. Este
En la época de la hamburguesa trabajo ya ha comenzado a ser realiza-
McDonald -el s.XX que efectivamente do. Charles Long, en una fascinante co-
comenzó en los 70, lo mismo que el lección de ensayos, ha explorado la lógi-
XIX lo hizo realmente en 1914- tene- ca discursiva que capacita para enunciar
mos que afirmar cada vez con más clari- lo religioso, realmente inventarlo, de

333
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

formas históricamente específicas, y el abordados por nuestros representantes


estudio pionero de Philip Almond de la pluralistas de u n modo particularmente
"invención" británica del budismo en el abstracto y tranquilo. Los enfrenta-
s.XIX proporcionan desde mi punto de mientos armados en Suráfrica, Angola y
vista un modelo para futuros trabajos en Mozambique, por ejemplo, no parecen
este campo 27 . Mi interés en este trabajo tener un lugar en sus condenas al racis-
se ha centrado en la política discursiva mo. Se condena el colonialismo euro-
de otro "invento", el del pluralismo re- peo, pero el neocolonialismo en el que
ligioso, y quiero concluir haciendo al- se ha transformado no es mencionado
gunas observaciones sobre esta política. en sus discursos. Por tanto, David
Livingstone y la East India Company
III serán adecuadamente criticadas, pero no
la United Fruit Company ni la Union
Cualquier intento de hacer una críti- Carbide Corporation, ni el F o n d o
ca política del pluralismo religioso se Monetario Internacional, ni el Banco
enfrenta con u n problema inmediato, Mundial, ni ninguna de las demás orga-
un problema planteado por el hecho de nizaciones transnacionales que se pre-
que los que defienden este pluralismo sentan como precursores de libertad
están en cierto sentido totalmente del económica en los lugares que solían ser
lado de los ángeles. El racismo, la opre- de dominio de Gran Bretaña, Francia,
sión de la mujer, la explotación perpe- Alemania, Bélgica, Holanda, España,
trada por el colonialismo y el imperia- Portugal e Italia. En lugar de eso, tene-
lismo occidental, y la desenfrenada des- mos un entusiasmo apenas oculto por
trucción de medio ambiente, son inva- "nuestros tiempos"; Livingstone y la
riablemente condenados en términos East India Company han sido condena-
rotundos. Y aún así estos temas son das, obviamente, porque pertenecían a

27.Ver Charles H. Long, Significations: Signs, Symbols and Images in the Interpretaron of Religión
(Philadelphia: Fortress, 1986); y Philip C. Almond, The British Discovery of Buddhism (Cambridge:
Cambridge University Press, 1988).

334
UNA "POLÍTICA DEL DISCURSO"

los malos (pasados) tiempos del exclusi- descriptiva de este término -"nosotros"
vismo y triunfalismo occidentales, pero somos todos los humanos, así que es
las cosas son diferentes ahora, de modo natural que todos deberíamos (¿todos?)
que (en palabras de Hick) compartir o estar implicados en las tra-
gedias que pertenecen a nuestra historia
ahora veremos las transformaciones de la
existencia humana avanzando en diferentes (humana).
formas y grados por todo el mundo y toda la El mismo efecto retórico es evidente
historia humana, más que sólo dentro de las en muchos lugares del ensayo de Hick
fronteras de nuestra propia tradición. Esto "The Non-Absoluteness of Christia-
significa que toda la historia humana, con to- nity". En él Hick intenta describir las
das sus luces y sombras, sus triunfos y sus fuerzas históricas y políticas que sostie-
tragedias, va a ser afirmada como buena en
nen la pretensión de absoluto que mu-
última instancia en el sentido de que es parte
de un proceso soteriológico universal. ...el
chos cristianos tienen sobre su religión,
optimismo cósmico de cada una de las gran- y, aunque hace un buen trabajo en reve-
des tradiciones es intensificado cuando las lar el absoluto racismo y la ignorante
vemos a todas como apuntando a la posibili- estupidez que motivaron estas afirma-
dad de una existencia ilimitadamente mejor y ciones, se despliega la misma estrategia
como afirmación de que el universo es tal que niveladora. Por ejemplo, en su intento
ésta ilimitadamente mejor posibilidad es real-
de deconstrucción (en términos de
mente asequible para nosotros y puede co-
Hick) de "la fotografía del relativamen-
menzar a ser realizada en cada momento pre-
sente28.
te opulento, justo, pacífico, ilustrado,
democrático hemisferio Norte, que de-
Hay por supuesto aquí una referen- be sus virtudes al cristianismo, en con-
cia a las tragedias (pero obviamente traste con el relativamente pobre, in-
"tragedia" es predicado de la historia justo, violento, atrasado y no democrá-
humana, como quiera que esta sea), y tico hemisferio Sur, reprimido por sus
el inevitable efecto retórico es una dis- credos no-cristianos", Hick dice lo si-
persión, una nivelación de la fuerza guiente:

28. Hick, An Interpretation of Religión, p. 380.

335
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

El Japón budista-shintoísta no es pobre ni mento de Hick, pero me limitaré a su


tecnológicamente atrasado, y otras varias na- descripción de India. Hay grupos ente-
ciones no-cristianas de la zona del Pacífico se ros en la sociedad india que, estructural-
están convirtiendo rápidamente en grandes
mente, no estarían en situación de expe-
potencias industriales. La musulmana Arabia
rimentar la verdad de la afirmación de
Saudí y los otros estados del Golfo están lejos
de la indigencia; y la India hindú, que recien- Hick de que India es la mayor demo-
temente ha producido muchos físicos de pri- cracia del mundo. Podemos estar bas-
mer orden, es también la más grande demo- tante seguros, por ejemplo, de que mu-
cracia del mundo. La injusticia social es, en chos Sikhs que viven en la vecindad de
efecto, endémica en varios grados en todos es- Amristar pondrían objeciones si se en-
tos países; pero es virtualmente endémica en cuentran con esta afirmación. También
todos los países del mundo, tanto ricos como aquellos que pertenecen a las cerca de
pobres, occidentales como orientales, cristia-
trescientas tribus indias que están con-
nos como no-cristianos 2 '.
signados a los más bajos niveles de la so-
Este pasaje pide a gritos su propia ciedad india y cuyas religiones no están
deconstrucción. El cuadro que Hick entre las religiones incluidas en el him-
propone deconstruir es propaganda, y no nacional indio (hinduísmo, budis-
podría haber sido echado por tierra in- mo, sikhismo, jainismo, zoroastrianis-
mediatamente recurriendo al tipo de mo, islam y cristianismo). Así pues,
critica política que Edward Said usa al ¿para quién está hablando Hick en este
exponer las incitaciones al discurso que texto? Dice explícitamente que su ensa-
generan caracterizaciones hostiles y ex- yo es una discusión "intra-cristiana",
cesivamente simplificadas del Islam en pero ¿por qué habla a los cristianos so-
los Estados Unidos (en particular)30. bre India (que en términos de su texto
Se podrían dedicar páginas a un aná- no es ciertamente su país) de una forma
lisis de la estructura retórica del argu- que, sistemáticamente, oculta la expe-

29. Hick, "The Non-Absoluteness of Christianity", p. 24.


30.Ver, por ejemplo, la obra de Said Coven'ng Islam: How the Media and the Experts Determine HowWe See
the Rest oftheWorld (Londres: Routledge & Kegan Paul, 1981). La frase "incitaciones al discurso" pue-
de encontrarse en la p. 148, y está tomada de Michael Foucault.

336
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O "

riencia de la gente que (a diferencia de primer orden puede ser reconocida y


los cristianos a los que él se dirige) real- aceptada como moneda discursiva, y
mente pertenece al país del que está ha- quienes están también dispuestos a eva-
blando?, ¿Por qué su propio país se pre- luar el prestigio de una nación en térmi-
senta como irreconocible para ellos en nos de su capacidad de ser democrática
su texto? ¿Por qué ellos mismo son pre- (de este modo) y producir buenos físi-
sentados como irreconocibles en él?. cos. En otras palabras, el espacio discur-
sivo de Hick es el espacio típico de un
¡La representación de la India de
occidental liberal culto.
Hick como el productor de muchos fí-
sicos de primer orden no es probable al- El ocupante de este espacio discursi-
go que impresione fácilmente a los mi- vo es alguien que - c o m o H i c k - conti-
llones de habitantes de los suburbios nuamente disuelve las densas particula-
que viven en ciudades como Bombay, ridades de cualquier lucha contra la do-
Calcuta y Delhi, para la mayoría de los minación y la injusticia, que no puede
cuales probablemente sea materialmen- permitir la colisión y la invasión de un
te irrelevante si los físicos indios son espacio político y social por otro, por-
considerados lo suficientemente buenos que está totalmente resuelto a mantener
como para ser contratados p o r el la abstracta equivalencia de todos estos
Instituto Tecnológico de Massachusetts, espacios. El resultado es una completa
o el Instituto Tecnológico de California obstrucción de las fuerzas siempre con-
o el Imperial College de Londres! La tingentes, "los poderes", que destru-
exclusión estratégica de estos grupos e yen, reconfiguran, y realinean estos es-
individuos subordinados del espacio pacios. U n a pluralidad expansiva de es-
discursivo de Hick debe impulsar la pacios sociales y políticos es, por su-
cuestión de quién está incluido en este puesto, afirmada por nuestro sujeto li-
espacio, y aquí la respuesta no es difícil beral occidental.
de encontrar: este espacio está ocupado Sí, hay tortura en Turquía y también
por aquellos para quienes nociones tales en Sri Lanka y... y... Sí, hay injusticia so-
como democracia (en el sentido liberal cial en Gran Bretaña y también en Zaire
occidental) y la producción de físicos de y... y... Y, bueno, ¡no sólo en estos luga-

337
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

res, porque después de todo hay tortu- importante de todo para los pluralistas
ra e injusticia social en todas partes! religiosos, hombres y mujeres devotos
Pero a causa de este deseo insaciable, en pueden encontrarse en cada rincón del
nombre del pluralismo, de afirmar la mundo 3 '.
equivalencia abstracta de todos estos A la luz de todo esto, creo conve-
espacios ("bien" aquí, pero también allí; niente que consideremos y quizás
"mal" aquí, pero también allí), el resul- adoptemos el tipo de postura esbozada
tado es la producción de lo que S. P. en este ensayo, una postura que estaría
Mohanty, en el transcurso de la realiza- dispuesto a llamar "post-pluralista".
ción de una crítica política de un cierto ¿Quién, sin embargo, es el "nosotros" a
tipo de relativismo, ha llamado "espa- quien me refiero? Brevemente, "noso-
cios debilitadoramente aislados". Estos tros", en el contexto de esta discusión,
sujetos liberales recorren el globo sólo es cualquiera que vea la necesidad de ir
para concluir que, aunque todo es dife- más allá de marchitos y marchitantes in-
rente en todas partes, al final quizás las telectuales modernistas, que se definen
cosas no son después de todo en absolu- a sí mismos en términos de las largas e
to tan diferentes. El Japón budista-shin- impresionantes narrativas que propor-
toista construye los mejores ordenado- cionan, narrativas que invocan nociones
res. El Taiwan taoista fabrica la mayoría tales como "la historia humana", "la
de los barcos. La India hindú produce verdad de 'todos nosotros'", o "la co-
buenos físicos. La Arabia Saudi mu- munidad mundial". Al contar tales his-
sulmana tiene jeques con más dinero torias este "intelectual tradicional" des-
que Donald Trump o Paul McCartney. piadadamente homogeniza, neutraliza y
Los cristianos británicos emplean la difumina la realidad circunstancial de
tortura en Irlanda del N o r t e y van a la oposiciones y controversias por la d o -
guerra en las Islas Malvinas. Y lo más minación y hegemonía (para usar las

31. Para la frase de Mohanthy, ver S. P. Mohanthy, "Us and Them: On the Philosophical Bases of Political
Criticism", TheYaleJournal of Critiásm, 2 (1989), pp. 14-15. Mohanthy usa esta frase cuando discute con
un tipo de relativismo que él llama "relativismo extremo".

338
UNA " P O L Í T I C A DEL D I S C U R S O "

palabras de Rajagopalan Radhakrish- globales y mundiales. Es m u y arriesga-


nan) 32 . Este intelectual tradicional ha si- do aventurar tales predicciones, pero
do desmitificado en otras disciplinas in- estoy convencido de que ha terminado
telectuales, pero no, ¡ay!, en la filosofía el tiempo de este intelectual modernista
y la teología de las religiones. Este inte- general, incluso en la filosofía y la teo-
lectual indica o cita luchas y antagonis- logía de las religiones.
mos, pero precisamente porque estos El trabajo que se está realizando
están dirigidos de un modo gestual o ahora en otros campos intelectuales
mediante citas, el resultado es una polí- -estudios Afro-americanos, estudios
tica implícita o explícita, que —de nuevo feministas, el estudio de las literaturas
en palabras de Radhakrishna- "resiste del Tercer M u n d o , teoría semiótica y
la identificación local, circunstancial e políticas culturales- me convencen de
histórica" (p. 212). que no pasará mucho tiempo antes de
Los intelectuales liberales tradicio- que aquellos que (como yo) se aventu-
nales se enorgullecen de reconocer la ran en el campo de la filosofía y la teo-
heterogenicidad y la pluralidad, pero logía de las religiones desde fuera, leerán
este reconocimiento está siempre fatal- sobre el exclusivismo, el inclusivismo y
mente comprometido por un desplie- el pluralismo sólo como parte de la his-
gue de lógica homogénea - u n a lógica toria de una cierto tipo de ideas. (Y en-
que suprime lo heterogéneo, precisa- tonces, por supuesto, lo que he escrito
mente subsumiéndolo bajo las categorí- aquí también tendrá que ser leído de ese
as de generales y totalizantes teologías, modo).

32. Ver R. Radhakrishna, Ethnic Identity and Post-Structuralist Difference", Cultural Critique 6 (1987), p. 206.

339
AUTORES

Francis X. Clooney, S.J., recibió su Gavin D'Costa es un católcio romano indio


Doctorado en Filosofía en la Universidad que ha estudiado en las universidades de
de Chicago en 1984, especializándose en Birmingham y Cambridge y es ahora in-
lenguas y civilizaciones del sur de Asia. vestigador en el West London Institute of
Enseñó en Nepal durante dos años y rea- Higher Education. Ha escrito en el área de
lizó investigaciones en Madras en 1982- la teología de las religiones: Theology and
1983 como becario Fullbright. Es Profesor Religious Pluralism y Jonhn Hick's Theo-
Asociado en el Boston College y ha publi- logy of Religions: A Critical Evaluation. Es
cado Thinking Ritually: Retrieving the miembro del British Council of Churches
Purva Mimsa of Jamini, Instituto Indo- Cometee for Relations with People of
logista de la Universidad de Viena. Other Faiths (asuntos teológicos) y miem-
John B. Cobb, Jn, es Profesor en la School of bro del Román Catholic Cometee for
Theology de Claremont y Profesor auxi- Other Faiths (Inglaterra y Gales).
liar de Religión en el Claremont Gradúate J. A. DiNoia, O.P., es profesor asociado de te-
School. Es también Director del Center ología sistemática y filosofía de la religión
for Process Studies. Con Masao Abe orga- en la Dominican House of Studies,
nizó el Encuentro Teológico Budista- Washington, D.C. y editor en jefe de The
Cristiano y fue el primer presidente de la Tomist. Nacido en la ciudad de Nueva
Sociedad para Estudios Budistas-Cristia- York, P. DiNoia recibió su Doctorado en
nos. Ha publicado numerosos libros y ar- Filosofía en Yale. Sus artículos han sido
tículos, incluyendo Christ in a Pluralistic publicados en Theological Studies and
Age y Beyond Dialogue: Toward a Mutual Religious Studies; y un libro suyo de pró-
Transformation of Christianity and Budd- xima aparición tratará sobre la diversidad
hism. de religiones desde la perspectiva cristiana.

341
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

Paul J. Griffiths nació en un suburbio de Oxford, Cambridge y Birmingham. Entre


Londres y estudió teología en el Trinity sus publicaciones se incluyen artículos so-
College de Oxford, antes de sus estudios bre teología sistemática y ética, y dos li-
de licenciatura y antes de estudiar Sáns- bros: Theology and Social Tbeory y Vico
crito y filosofía india allí. Se mudó a los and Philosophy.
Estados Unidos en 1980 y consiguió su Jürgen Moltmann nació en Hamburgo y es
Doctorado en Filosofía en estudios bu- miembro de la Iglesia Alemana Reforma-
distas en la Universidad de Wisconsin, en da. Estudió en la Universidad de Gottin-
Madison, en 1983. Ahora enseña en el gen, donde se licenció y llegó a ser profe-
University of Chicago Divinity School. El sor de teología. Ahora es profesor de teo-
profesor Griffith está especialmente inte- logía sistemática en la Universidad de
resado en los problemas conceptuales que Tubinga. Moltmann es presidente de la
implica pensar sobre una tradición religio- Society for Evangelical Theology y ha pu-
sa desde dentro de los confines del com- blicado mucho, con muchos de sus libros
promiso con otra. Recientemente publicó traducidos el inglés, incluyendo The
Christianity through Non-Christian Eyes Theology of Hope, The Crucified God,
en Orbis. The Church in the Power ofthe Spirit, The
Trinity and the Kingdom, God in the
Monika K. Hellwig, que tiene un título de
Creation y The Way of Jesús Christ.
Derecho y un Doctorado en Teología, es
profesora de teología en la Georgetown Leslie Newbegin trabajó como misionero en
University en Washington, D.C. Es una la India desde 1936 a 1974, con un lapso de
destacada figura, conocida internacional- seis años en que sirvió en el International
mente por sus interpretaciones de cuestio- Missionary Council y el World Council of
nes básicas en la vida cristiana, entre los Churches. Fue consagrado obispo de la
trabajos recientes de la profesora Iglesia del Sur de India en 1947. Desde
Hellwing se incluyen: Catholic Faith and 1974 ha dado clases de teología y fue mi-
Contemporary Questions, The Role oftbe nistro de la Iglesia Unida Reformada,
Theologian, y Gladness Their Escort: Winson Green, en Birmingham desde
Homiletic Refelections. 1980 a 1988. Sus recientes publicaciones
John Milbank es teólogo y filósofo, y da cla- incluyen Foolishness to the Greeks y The
se en el Departamento de Estudios Gospel in a Pluralist Society.
Religiosos de la Universidad de Lancaster. Wolfhart Pannenberg estudió filosofía y teo-
Ha estudiado en las universidades de logía en Berlín, Góttingen, Basel y Heidel-

342
A U T O R E S

berg. Profesor de teología sistemática en el Madathiparambil Mammen Thomas fue di-


Instituto Ecuménico de Munich, el profe- rector del Christian Institute for the Study
sor Pannenberg ha publicado ampliamen- of Religions and Society, en Bangalore,
te en cristología, antropología cristiana y desde 1962 a 1975. Ha trabajado en nume-
sobre los fundamentos teóricos de la teo- rosos comités del World Council of
logía. Especialmente conocido en el mun- Churches y ha presidido su asamblea en
do de habla inglesa, entre sus muchos es- 1975. Impartió seminarios teológicos en
critos están sus libros/esí<s -God and Man los Estados Unidos en Andover Newton,
y Theology and the Philosophy of Science. Princcton y Southern Methodist desde
Está actualmente trabajando en una teolo- 1980 hasta 1987. Algunas de sus publica-
ciones más importantes incluyen: Ack-
gía sistemática de tres volúmenes, de los
nowledged Christ ofthe Indian Renaissan-
cuales el primero fue publicado en 1988.
ce, Toward a Theology of Contemporary
Christoph Schwóbel es profesor de teología Ecumenism y Risking Christ for Christ's
sistemática en el King's College, Univer- Sake.
sity of London. Sus recientes publicacio-
Rowan Williams nació en Gales y estudió te-
nes incluyen artículos sobre el concepto
ología en Cambridge. Realizó investiga-
de Dios, eclesiología y las relaciones entre
ciones sobre filosofía rusa y teología en
teología dogmática y ética. Ha escrito am-
Oxford y ha enseñado en India, Surafrica
pliamente en alemán sobre el teólogo
y Estados Unidos. Profesor de teología en
Martin Rade y ha editado una edición de
Oxford y pastor anglicano, el profesor
sus obras en tres volúmenes.
Williams es miembro del International
Kenneth Surin vivió en Malasia durante die- Anglican Theological and Doctrinal Co-
ciocho años antes de completar su educa- mmission y trabaja en temas que tienen
ción en Inglaterra y Gales. El profesor que ver con la relación Cristo-cultura.
Surin está titulado en filosofía y teología Publicaciones recientes incluyen Arius:
y actualmente enseña religión y literatura Heresy and Tradition y la edición de The
en la Duke University, Durham, Carolina Making of Orthodoxy. De próxima apari-
del Norte. ción un estudio sobre Teresa de Avila.

343
ÍNDICE DE MATERIAS

Absolutismo: falta de en el cristianismo de Hinduismo y, 101-106; la historia de las


Asia y África, 249; lo demoníaco y, 90-94 relaciones entre otas religiones y, 311-314;
Acontecimiento-Cristo, el: relación con la en India, 109-111; influencia de la fenome-
historia, 60-61 nología sobre, 193; no-creyentes y, 209;
superioridad de, 164-165; uncidad de, 182-
Amor: esencia del, 62-64; al prójimo, 61-62
183; religiones del mundo y, 66-67
Andrews, C E , 104-106
Cristianismo Trinitario, el: expansionismo de,
Biblia, la: Cristianismo y, 127-129; otras reli- 101-106; como fundamento para el diálo-
giones y, 129; teología y, 129-131 go interreligioso, 48-50
Budismo: asunciones básicas del, 204-206; Cristo: normatividad de, 62-66; como revela-
doctrinas sobre el mérito, 269-270; rela- ción de amor al prójimo, 61-62
ción con otras religiones, 202- 204; verdad
Cristocentrismo: liberación y, 64-65
y, 279
Cristocentrismo: apertura al otro y, 161-162
Catequesis: significado de la, 274-277
Cristología, 81-86; la postura de Hick sobre,
Centralidad en Cristo: importancia para el
170-178; en India, 117-119; necesidad de,
diálogo con el Hinduismo, 111-117
56-57; pensamiento fenomenológico y,
Clooney, Francis: resumen del ensayo de, 193-195; papel en el diálogo, 292-293
19-20 Cristología contemporánea, la: exigencias de,
Cobb, John: sumario del ensayo de, 20-21 186-187
Contextualización, 132-134 Cristología Trinitaria, la: salvaguarda contra el
"Cristianidad": significado de (Panikkar), exclusivismo y el pluralismo, 58-60; aper-
38-41 tura a las religiones del mundo, 73-74
Cristianismo, el: absolutismo de, 90-94; entre "Cruz y el Arco iris, La" (Samartha): resu-
las religiones abrahámicas, 161-162; la men de, 142-145
cruz y, 241-242; la deformación de, 94; el Cruz: Cristianismo y, 241-242; significado
Movimiento Existencialista y, 191; el para el movimiento neo-Hindú, 106-111;

345
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

la autodonación y, 63-66; la verdad y, Encarnación, la: crítica histórica y, 176-178;


241-243 verdad y, 230-231
D'Costa, Gavin: respuestas al pluralismo, 55- Encuentro interreligioso: logros del, 44-46
56; resumen del ensayo de, 15-17 Era Global, 317-319
Devanandan, Paul: 111-112 Escritura: el lenguaje en la, 42-43
Diálogo, europeo cristiano-marxista: leccio- Espíritu: presencia en las religiones del mun-
nes del, 252-254 do, 68-70
Diálogo interreligioso, el; 68-70, 76-78, 94-98, Estructuras de plausibilidad: respuestas a las,
153-155, un acceso a la verdad, 297; dife- 225-227
rencias básicas y, 305-309; enfoque cristia- Evangélicos: opiniones, 76
no del, 182-183; centro del, 326-334; his- Exlusivismo: argumentos de Hick contra el,
toria del, 247-250; importancia del centra- 172; justicia, paz y, 79-80
miento en Cristo con el hinduismo, 1 l i - Fenomenología: Cristología y, 193-198; in-
l i 7; justicia y, 297-300; pluralismo y, 255- fluencia en la teología cristiana de la, 193
257; prerequisito pluralista para, 260; re-
Gandhi, Mahatma, 65-66, 112
quisitos para, 95-98; papel de la cristología
Gilkey, Langdom: crítica de las ideas de
en, 291-293; Cristianismo trinitario como
(Newbigin), 237-243; ideas de, 204-206
fundamento para, 48-49; influencia occi-
dental en, 285 Griffith, Paul: resumen del ensayo de, 27-29
Hellwig, Monika: resumen del ensayo de,
DiNoia, Joe: resumen del ensayo de, 24-26
22-24
Dios: acto creador de, 42-43; particularidad
Hick, John, 10,11, 78; clasificación de infor-
de, 81-86; Universalidad de, 86-90
mes sobre la religión, 312-313; crítica de
Doctrina cristiana, la: unicidad de, 279-282 las ideas de (Newbigin), 235-237; ideas
Doctrina cristológica, la: orígenes de, 271 pluralistas de, 170-173; opinión sobre la
Doctrinas: lenguaje y, 216-219 naturaleza de la doctrina (Griffith), 262-
268; ideas de, 209-211
Doctrinas religiosas: incompatibilidades bási-
cas entre, 266-267; catequesis, evangeliza- Hinduismo: cristianismo e, 101-106, 289-291
ción y, 274-277; como normas comunta- Historia: el acontecimiento Cristo y la, 60-61
rias, 268-271; como definiciones de los lí- Historia cristiana: enfoque exclusivista, 9-12;
mites comunitarios, 271-273; salvación y, enfoque inclusivista, 10-12; postura plura-
277-279; experiencia espiritual de las co- lista, 10-12
munidades y, 273-274 Ilustración, la: el cristianismo y, 226-228; ver-
Eck, Diana, 68-72 dad religiosa y, 189

346
Í N D I C E DE MATERIAS

Imperialismo: manifestaciones orientales y Movimiento neo-Hindú, el: significado de la


occidentales del, 301-305 cruz en, 106-111; significado de Jesús pa-
Inclusivismo: en la opinión de Clooney, 137- ra, 106-111
139; ecumenismo e, 185-187; historia del, Myth of Christian Uniqueness, The, 75-76;
168-170 agenda central del, 259-260; comentario de
Jesús: creyentes cristianos y, 43; como norma Clooney sobre, 139-146; relativismo cul-
final de salvación, 172-174; significado en tural en, 225; descripción de, 10-13; la opi-
el movimiento neo-Hindú, 106-111; papel nión de M.M. Thomas sobre, 111-114; el
e identidad de, 186; unicidad de, 195-196 pluralismo de, 228, 231; diversidad en el
pluralismo de los autores de, 283
Justicia: diálogo y, 297-299; ideas exclusivistas
Myth of God Incarnate, The: 12-13
y pluralistas de la, 79; papel en el relativis-
mo, 242-244; pluralismo y, 301-306 Nature of Doctrine, The (George Lindbeck),
127
Kaufman, Gordon: critica de las ideas de
Newbigin, Lesslie: resumen del ensayo de,
(Newbigin), 232-234
25-26
Knitter, Paul: 9-10
Occidente: crisis actual en, 227; invasión por
Lash, Nicholas: doctrina trinitaria en, 50-52
ideas no-europeas, 225-227; manifestacio-
Lenguaje: doctrinas y, 217-218; que expresan nes de imperialismo en, 301-305; significa-
doctrina, 268-271; en la Escritura, 42-43 do de "libertad religiosa" en, 251-252; per-
Liberación: cristocentrismo y, 64-65; reden- cepción de la religión en, 286-295
ción y, 195-197 Oriente: manifestaciones de imperialismo en,
"Libertad de Religión": significado en orien- 301-305
te, 251-252 Palabra: presencia en las religiones del mun-
Lindbeck, George: 127 do, 68-70
Lingwood, Denis (Sangharakshita), 201-202 Panikkar, Raimundo: logos-espíritu en, 43-44;
el significado de "cristianidad" en, 38-41;
Logos-espíritu: en Panikkar, 43-44
pluralidad de religiones en, 37-38; teología
Metáfora: definición de, 132 trinitaria de, 35-53
Milbank, John: resumen del ensayo de, 29-30 Pannenberg, Wolfhart: resumen del ensayo
Moltmann, Jürgen: resumen del ensayo de, de, 21-22
26-27 Paradigma: cambio de, 9-11, 319-323; cristo-
Movimiento existencialista, el: efecto sobre el lógico, 82-86
pensamiento cristiano, 191 Paz: idas exclusivistas y pluralistas sobre la,
Mito: significado de, 10-11 79-80

347
¿4 ¿/A//C/0A ¿> C/?/S r/4 A/A rf£C0A/S/£>£/?A£>A

Pluralismo, 76-78; crítica del, 218-223; en la Schwobel, Christoph: resumen del ensayo de,
historia, 166-167; diálogo interreligioso y, 17-18
255-257; la opinión de John B. Cobb, Jr Siglo de la Razón: visión del, 226-228
sobre el, 147-157; justicia, paz y, 79-80,
Surin, Kenneth: resumen del ensayo de, 30-31
301-306, 334-339; valoración religiosa y,
215; respustas al (D'Costa), 55-56; verdad Textos hindúes: importancia para el cristianis-
y, 178-182; influencia occidental en el, mo, 121-126
284-285 Textos religiosos: yuxtaposición de, 132-135
Política: religión y, 295-301 Teología: actitudes hacia la, 127
Redención: liberación humana y, 195-196 Teología de la historia: influencia occidental
Relativismo conceptual, 152-155, justicia y, en la, 41-42
243-245 Teología trinitaria: desarrollo de la, 83-84; de
Religión: características de la, 147-150; esencia Nicholas Lash, 50-52; de Raimundo
de la, 147-148; política y, 295-301; como Panikkar, 35-53
término (Cobb), 148; percepción occiden- Thomas, M. M.: resumen del ensayo de, 18-19
tal de la, 286-295 Tiruvaymoli (Nammalvar): estudio de, 122-
Religiones: Abrahámicas y Japonesas, 251- 125
252; pretensiones particularistas de las, Tradiciones religiosas: Abrahámicas, 158-160;
207-210; formulaciones filosóficas y teo-
características de las, 154-156; chinas,
lógicas y, 326; pluralidad de (en la opinión
157; indias, 157-158; internas y externas,
de Panikkar), 37-38
152-157; verdad y, 165-167; unicidad,
Religiones del mundo: objetivos y formas de 163-164
las, 206-210; cristianismo y, 311-312; nece-
Verdad: evaluación, 189-190; Budismo y, 279;
sidad para el cristianismo de, 66-67; pre-
la cruz y la, 240-243; el diálogo como ac-
sencia del Espíritu y del Verbo en las, 68-
ceso a la, 296-297; la Ilustración y la, 189;
70; cristología trinitaria y, 73-74
la encarnación y, 230-232; el pluralismo y,
Renacimiento: en India, 101-106 178-181; el poder de la, 237; tradiciones
Salvación: significado de la, 178; doctinas reli- religiosas y, 165-167
giosas y, 277-279 Voloshinov, V N.: 327-329
Samartha, Stanley J: ideas de, 212-215 William, Rowan: resumen del ensayo de,
Sangharakshita (Denis Lingwood), 201-202 14-15

348
ÍNDICE

N O T A SOBRE LA ORTOGRAFÍA 7

PRÓLOGO 9

I- LA TRINIDAD Y EL PLURALISMO RELIGIOSO 33


1. TRINIDAD Y PLURALISMO 35
ROWAN WILLIAMS

2. CRISTO, LA TRINIDAD Y EL PLURALISMO RELIGIOSO 55


GAVIN D'COSTA

3. PARTICULARIDAD, UNIVERSALIDAD Y RELIGIONES.


HACIA UNA TEOLOGÍA CRISTIANA DE LAS RELIGIONES 75
CHRISTOPH SCHWOBEL

II- CRISTO Y LAS RELIGIONES 99


4. U N ACERCAMIENTO HUMANISTA A LAS OTRAS RELIGIONES CENTRADA
EN CRISTO, EN EL CONTEXTO PLURALISTA DE LA INDIA 101
M. M. THOMAS

5. LEER EL MUNDO EN CRISTO.


D E LA COMPARACIÓN AL INCLUSIVISMO 121
FRANCIS X. CLOONEY, S.J.

6. MÁS ALLÁ DEL "PLURALISMO" 147


JOHN B. COBB.JR.
LA U N I C I D A D CRISTIANA RECONSIDERADA

7. PLURALISMO RELIGIOSO Y PRETENSIONES DE VERDAD ENFRENTADAS . . . 169


WOLFHAR T PANNENBER G

8. CRISTOLOGÍA EN EL ECUMENISMO AMPLIO 185


MONIKA K. HELLWIG

III- HERMENÉUTICA, EPISTEMOLOGÍA Y PLURALISMO


RELIGIOSO 199
9. TEOLOGÍA PLURALISTA DE LAS RELIGIONES 201
¿PLURALISTA O NO PLURALISTA?
J. A. DINOIA, O.P.

10. RELIGIÓN PARA EL MERCADO 225


LESSLIE NEWBIGIN

1 1 . ¿ES LA "TEOLOGÍA PLURALISTA" ÚTIL PARA EL DIÁLOGO


DE LAS RELIGIONES DEL MUNDO? 247
JÜRGEN MOLTMANN

12. E N DEFENSA DE LA UNICIDAD DE LA DOCTRINA CRISTIANA 259


PAULJ, GRIFFITHS

13. E L FIN DEL DIÁLOGO 283


JOHN MILBANK

14. U N A "POLÍTICA DEL DISCURSO". PLURALISMO RELIGIOSO EN LA ERA


DE LA HAMBURGUESA MCDONALD 311
KENNETH SURIN

AUTORES 341

ÍNDICE DE MATERIAS 345

350

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