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UNIVERSIDAD ALEJANDRO DE HUMBOLDT

ESCUELA DE CONTADURÍA PÚBLICA Y ECONOMÍA


CÁTEDRA: LEGISLACIÓN TRIBUTARÍA
PROFESOR: YOLANDA REYES
SECCIÓN: 0833

RELACIONES COMERCIALES
COLOMBIA – VENEZUELA

Integrante:
Freddy Hernández C.I.
16.454.664
Ruth González C.I.
15.487.922
Moncayo R. Oswaldo A. C.I.
12.617.986
Jueves, 20 de enero de 2011

ANTECEDENTES

La inestabilidad política presente y futura entre Colombia y Venezuela, se


deriva más de una creciente baja en el nivel de interdependencia comercial
entre los dos países y de visiones integracionistas disímiles, antes que de
posiciones políticas divergentes. Así se piense lo contrario, el incremento del
intercambio comercial entre los dos países, está muy lejos de ser el óptimo, y
comparado con las exportaciones de estos a terceros países, en el caso de
Colombia no se ha ganado terreno, y en el caso de Venezuela, ha disminuido
en 50%.

Es urgente profundizar en el nivel de diálogo político y comercial de modo


que se generen alianzas productivas y consecuentemente, mayor
estabilidad. Las capitales de Colombia y Venezuela están a poco más de una
hora de viaje en avión y parece que en ambos casos Miami estuviera más
cerca, ¿por qué? La desconfianza ha sido una característica marcada entre
los dos países a lo largo de su historia. Los roces diplomáticos entre los
presidentes Uribe y Chávez no son nuevos – de hecho tampoco son los más
graves por los que hemos pasado –. Pues si bien es cierto que las
posiciones ideológicas pueden influir en las relaciones entre los dos países,
lo más importante es que más que gobiernos de turno, existen Estados que
han generado a lo largo de los últimos 170 años serios problemas
estructurales que hacen que las relaciones entre los dos países estén
basadas inconscientemente en la suspicacia.

El presente documento busca analizar las relaciones entre los dos países
desde una perspectiva histórica y comercial, tratando de demostrar que si
bien desde la década de los ochenta se ha avanzado mucho en materia de

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integración, son todavía muchos los retos que hay que enfrentar, en especial
en lo que se refiere a cooperación. Colombia fue, y en muchos sentidos
sigue siendo, un país excesivamente centralista que no reconoce el valor de
la provincia. Esto se puede observar en el comportamiento de los
negociadores colombianos en el caso del Tratado Pombo - Michelena, y
marca un precedente que por muchos años ha acompañado a los
fundamentos de la política exterior colombiana: La dirigencia colombiana
prefiere mirar a Europa y a Estados Unidos antes que a sus vecinos, y este
persistente alejamiento ha sido un factor determinante en la relación con los
países del área, en especial con Venezuela.

ALGUNOS ELEMENTOS HISTÓRICOS

El Tratado Pombo Michelena, firmado el 1° de agosto de 1833, fue el


primer acuerdo entre los dos países luego de su independencia. Su objetivo
fue el
de fijar las fronteras y reglamentar el comercio. El llamado “Tratado de
Amistad, Alianza, Comercio, Navegación y Límites” fue firmado en Bogotá
entre el ministro plenipotenciario de Venezuela, Santos Michelena y el
secretario de relaciones exteriores de la Nueva Granada, Lino de Pombo. En
este tratado, que por suerte no fue aprobado por el Congreso venezolano, el
gobierno colombiano por poco cedió a Venezuela gran parte de su territorio
(casi la totalidad de la Guajira y una parte de la ribera izquierda del Orinoco),
lo que equivalió a casi conceder una tercera parte del actual territorio
colombiano a Venezuela.

Los enfrentamientos que se dieron a raíz del no reconocimiento de


Colombia de este tratado, son en muchos sentidos el precedente que marca
las relaciones entre los dos países; y si bien Colombia – como se observó en
posteriores arbitrajes–, actuó en derecho al no reconocer este tratado, las
consecuencias políticas que se derivaron fueron sin duda perjudiciales para
la integración.

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Ante este hecho, tratados como el Romero Pombo – Tratado de Amistad,
Comercio y Navegación–, firmado en 1842 y derivado de nuevas
negociaciones respecto del Tratado Pombo Michelena, se convirtieron en el
antecedente más representativo de las relaciones comerciales entre
Venezuela y Colombia. Con este tratado se adoptaron ventajas de país más
favorecido además de una zona de libre comercio buscando con eso
reencausar las relaciones binacionales. Sin embargo, se falló en su objetivo.
Las razones de este fracaso son tanto políticas como económicas: por un
lado, el desarrollo económico de los países y el nivel de complementariedad
eran tan pobres, que para que en términos comerciales se pudiera dar algún
nivel de integración, era necesario que además de este tratado se
impulsaran otro tipo de políticas públicas que permitiera su puesta en
marcha.

Políticas que por lo menos, desde la perspectiva colombiana, implicaban


un total replanteamiento de la razón de ser del estado, pasando de un
sistema centralista a uno descentralizado que permitiera el desarrollo de las
regiones y, a través de él, el intercambio con los países vecinos. En otras
palabras, más que acuerdos, lo que por muchos años se necesitó fue
vocación para la cooperación, en especial por parte del Estado colombiano,
que en vez de integración por más de un siglo se dedicó al aislamiento. No
es claro si este aislamiento fue la respuesta a un proceso de integración
nacional o en efecto era la reacción de una élite reacia al cambio. Lo cierto
es que con esta situación, la integración entre Colombia y Venezuela se
demoró casi cien años más de lo que se debió haber tardado.
Por otra parte, en el momento en que los intereses políticos pasan a un
segundo plano y las relaciones comerciales adquieren mayor protagonismo,
es cuando en términos diplomáticos las relaciones son las mejores.
Así nos lo demuestra el análisis del comportamiento del intercambio
comercial durante el período de delimitación de fronteras, que va desde 1830
a 1941 y el del momento posterior a 1958.

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Previo a 1941, la incertidumbre jurídica derivada de la falta de acuerdo
respecto a las fronteras, generó al interior de Colombia y Venezuela sistemas
excluyentes, en materia de integración binacional y dependientes, al mismo
tiempo, de otras naciones consideradas como aliadas, especialmente los
Estados Unidos y algunos países europeos. En consecuencia, y debido en
gran medida a la economía de enclave, donde la
producción industrial y agrícola de ambos países en lugar de generar
complementariedades contribuyó a aislar aún más las economías, el
intercambio fue muy pobre. Sólo hasta 1958, cuando en ambos países se
suscribieron pactos por la democracia –Pacto de Sitges en Colombia y Pacto
de Punto Fijo en Venezuela– se pasó a una segunda etapa en materia
de integración.
Durante los años siguientes la cooperación fue la constante. Dejando
atrás los problemas en la frontera, se enfatizó en las relaciones comerciales
con diversas iniciativas de ambos gobiernos, en especial el interés por
pertenecer a un mercado común entre los países latinoamericanos. Lo que
en una primera etapa se tradujo en la creación de la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) fundada en 1960 y a la cual
tanto Colombia como Venezuela se suscribieron en 1961 y 1966
respectivamente.
Posteriormente, este proceso de profundización en materia comercial
continuó con la Declaración de Bogotá (1966), en la cual se estableció un
marco general en materia de integración comercial y el Acuerdo de
Cartagena (1968-69), donde se creó el Pacto Andino conformado por
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, al cual Venezuela se suscribió en
1973 (y se retiró en 2006) y sobre el que se fundamenta toda la
jurisprudencia que ambos países tienen sobre integración comercial.
Durante la década de los años setenta, las bonanzas petrolera de Venezuela
y cafetera en Colombia, sumadas al fortalecimiento de las monedas, fueron
un incentivo para el consumo. El boom petrolero de Venezuela atrajo 55,3%
de las exportaciones intrarregionales de Colombia. Las exportaciones a

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Venezuela pasaron de US$4 millones a US$366 millones, multiplicándose
por más de US$90 millones, lo que equivalió en su momento al 12% de
las exportaciones totales de Colombia. De igual forma, la diversificación de
los productos fue significativa: las exportaciones no tradicionales de
Colombia a Venezuela representaron 95% de las ventas totales a ese país,
mientras Colombia importaba principalmente minerales y químicos en menor
cantidad (Lanzetta y García, 1999).
Los años ochenta fueron un clara muestra de la famosa “década perdida”
para América Latina; la balanza comercial con Colombia fue superávitaria
para Venezuela, siendo, dentro de la CAN, el intercambio más alto el de
estos dos países. La crisis económica en Venezuela, con la que la deuda
externa totalizó US$22 millones y que trajo consigo la devaluación y una
crisis de confianza así como serias consecuencias en la estabilidad política,
provocó el deterioro del comercio binacional. Sólo hasta 1990 se pudo
recuperar el mismo nivel de intercambio que se tenía en 1982. Este
deterioro económico trajo consigo el renacimiento de las tensiones políticas
entre los dos países, específicamente derivados de la falta de claridad en la
delimitación fronteriza. El resurgimiento de las tensiones políticas no es
coincidencia y de hecho nos muestra una estrategia política muy arraigada
en la historia: la guerra o la amenaza de ella es una de las mejores formas
de distraer a la opinión pública y lograr un mayor margen de maniobra al
interior de los países, en especial durante crisis económicas. Venezuela y
Colombia no fueron ajenos a este discurso político y sólo en el momento en
que se logró avanzar de una manera más constructiva con la firma del
Convenio Básico de Cooperación Técnica y Científica, la creación de la
Comisión de Integración Fronteriza Colombo Venezolana (Combifron) ambas
en 1989 y el Acta de San Pedro Alejandrino (1990), se inició una nueva
etapa en las relaciones binacionales.
A partir de ese momento las relaciones entre los dos países contaron con
un “amortiguador” en términos políticos y, en consecuencia, las relaciones
comerciales pudieron comenzar a ser más fluidas. Las relaciones bilaterales

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tuvieron un soporte jurídico específico, en el marco de los diferentes asuntos
a tratar, los cuales se reglamentarían de acuerdo al derecho internacional
público. En 1992 casi la totalidad del comercio se desgravó entre Colombia y
Venezuela, antes de la entrada en vigencia del Arancel Externo Común
suscrito por los países andinos (1995).
La crisis financiera de 1994 en Venezuela tuvo graves consecuencias
macroeconómicas, afectando el comercio binacional y, más aún, la visión
compartida que sobre integración habían venido construyendo ambos países
desde la década de los años sesenta.

Comercio e ideología
Desde 1996, Colombia ha mantenido su participación en el mercado
venezolano. 1998 y 2006 son, en los últimos diez años, los periodos de
mayor participación del mercado colombiano en este país (11%). Sin
embargo, mientras que el mercado venezolano se estanca, las exportaciones
totales se multiplicaron más del doble en el mismo período (US$10.648
millones en 1996 vs US$24.391 millones en 2006), esto significa que la
estrategia de diversificación de exportaciones de Colombia, sumado a los
diferenciales de cambio entre los dos países, están a su vez estancando la
penetración comercial en Venezuela. Si bien esta situación es de alguna
manera normal, entre dos economías, lo cierto es que en términos políticos,
puede comenzar a generar inconvenientes. Igual sucede con las
exportaciones de Venezuela a Colombia. Mientras que en 1996 Venezuela
exportó US$23.065 millones, en 2006 exportó US$59.378 millones, un
incremento de más del 100%. Sin embargo, para el caso de las
exportaciones a Colombia, hubo una reducción del 50% en la participación
de las exportaciones. Mientras que en 1996 Colombia representó el 5.4% de
participación de las exportaciones venezolanas, en 2006 fue el 2.5%, lo que
marca una tendencia mucho más acentuada que la colombiana en términos
de penetración en los mercados y muestra que Colombia se está
independizando en términos comerciales de Venezuela, con mayor rapidez
que los venezolanos.

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A diferencia de la década de los años ochenta, cuando el bajo
intercambio, estuvo fundamentado en razones económicas. Los últimos
años, aunque marcan un aumento en el nivel de exportaciones de ambos
países, están muy lejos de alcanzar su verdadero potencial y esto se debe a
que no existe una sintonía política entre los dos gobiernos, pues mientras
Venezuela propende por un modelo de integración regional basado en
aspectos más políticos que comerciales, Colombia con una aproximación
más pragmática, hace lo contrario. El peso específico que cada país tiene en
la economía del otro, se ha venido reduciendo paulatinamente, en especial el
de Venezuela en Colombia. Las repercusiones de la disminución del nivel de
interdependencia económica tienen serias consecuencias políticas, pues de
acuerdo al análisis histórico, es de esperar que en la medida que la
dependencia disminuya, la inestabilidad política aumente. En consecuencia,
si se confirma la tendencia de los últimos diez años, los dos países se van a
enfrentar a mayores y más fuertes periodos de turbulencia política a futuro.
La inestabilidad que experimentan ambos países en materia de comercio no
está directamente relacionada con la ideología, más sí con la actitud
“integradora”. No hay evidencia, ni para el caso colombiano ni para el
venezolano, de que las posiciones políticas ideológicas esgrimidas por
ambos presidentes afecten el comercio a corto plazo. Sin embargo, el
análisis histórico muestra que posiciones políticas divergentes afectan la
visión conjunta y complementaria de los dos países, lo que a largo plazo
significa menor interdependencia y mayor inestabilidad política. En
consecuencia, más que gobiernos de derecha o izquierda, lo que en términos
políticos afecta la relación bilateral es el proyecto (o la visión) que haya sobre
integración al interior de los dos gobiernos.

DESARROLLO ECONÓMICO
El primer acuerdo entre Venezuela y Colombia, es el Tratado Pombo
Michelena, firmado el 1 de agosto de 1833, luego de su independencia. Su
objetivo fue el de fijar las fronteras y reglamentar el comercio, llamándose así
“Tratado de Amistad, Alianza, Comercio, Navegación y Límites”. Pero

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posteriormente Colombia no reconoció este tratado, puesto que su gobierno
cedió a Venezuela gran parte de su territorio (casi la totalidad de la Guajira y
una parte de la ribera izquierda del Orinoco), esto derivo políticas
perjudiciales para la integración. A partir de esto la integración entre
Colombia y Venezuela se demoró casi cien años más de lo que se debió
haber tardado, esto a causa de problemas políticos dentro de cada país o
entre ellos mismo.

En el momento en que los intereses políticos pasaron a un segundo


plano y las relaciones comerciales adquirieron mayor protagonismo, las
relaciones mejoraron. Así lo demuestra el análisis del comportamiento del
intercambio comercial durante el período de delimitación de fronteras, que va
desde 1830 a 1941(aunque el intercambio fue muy pobre) y el del momento
posterior a 1958, cuando en ambos países se suscribieron pactos por la
democracia (Pacto de Sitges en Colombia y Pacto de Punto Fijo en
Venezuela) se pasó a una segunda etapa en materia de integración.

Durante los años siguientes la cooperación fue la constante, se


enfatizó en las relaciones comerciales con diversas iniciativas de ambos
gobiernos, en especial el interés por pertenecer a un mercado común entre
los países latinoamericanos. Lo que en una primera etapa se tradujo en la
creación de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC)
fundada en 1960 y a la cual tanto Colombia como Venezuela se suscribieron
en 1961 y 1966 respectivamente. Posteriormente, este proceso de
profundización en materia comercial continuó con el Acuerdo de Cartagena
(1968-69), donde se creó el Pacto Andino conformado por Colombia,
Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, al cual Venezuela se suscribió en 1973 y se
retiró en 2006; porque Colombia y Perú firmaron tratados de libre comercio
con Estados Unidos; sobre este pacto se fundamenta toda la jurisprudencia
que ambos países tienen sobre integración comercial.

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Durante la década de los años setenta, las bonanzas petrolera de
Venezuela y cafetera en Colombia, sumadas al fortalecimiento de las
monedas, fueron un incentivo para el consumo. Las importaciones desde
Colombia equivalían en su momento al 12% de las exportaciones totales de
Colombia; la balanza comercial con Colombia fue superavitaria para
Venezuela, siendo, dentro de la CAN, el intercambio más alto el de estos dos
países. La crisis económica en Venezuela, con la que la deuda externa
totalizó US$22 millones y que trajo consigo la devaluación y una crisis de
confianza así como serias consecuencias en la estabilidad política, provocó
el deterioro del comercio binacional. Sólo hasta 1990 se pudo recuperar el
mismo nivel de intercambio que se tenía en 1982. Previo a esto en 1989 se
firmo del Convenio Básico de Cooperación Técnica y Científica, la creación
de la Comisión de Integración Fronteriza Colombo Venezolana (Combifron),
Acuerdo de Interconexión Eléctrica y el Acta de San Pedro Alejandrino en
1990. Iniciando así una nueva etapa en las relaciones binacionales.

La crisis financiera de 1994 en Venezuela tuvo graves consecuencias


macroeconómicas, afectando el comercio binacional y, más aún, la visión
compartida que sobre integración habían venido construyendo ambos países
desde la década de los años sesenta. Sin embargo, el 13 de junio de 1994,
se creó el grupo de los tres (G-3) conformado por Colombia, México y
Venezuela el cual entro en vigor el 1° de enero de 1995.

De nuevo la política a partir del año 2004 aproximadamente, ha


provocado de nuevo el deterioro del comercio binacional. Y en el 2006 se
intensificó con los acuerdos bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, al
cual el Gobierno Venezolano no estuvo de acuerdo. Esto seguirá sucediendo
porque no existe una sintonía política entre los dos gobiernos, pues mientras
Venezuela desarrolla un modelo de integración regional basado en aspectos
más políticos que comerciales, Colombia con hace lo contrario

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En los últimos años Colombia y Venezuela han mantenido su intercambio
comercial, si analizamos los años 2007 al 2009 (ver cuadro anexo 1) podemos
observar que se han mantenido un intercambio en importaciones y exportaciones.
Donde la exportación de Venezuela hacia Colombia suele ser productos de sus
industrias básicas: fundición de hierro y acero, aluminio y sus derivados, químicos
orgánicos e industriales y combustibles. Y se importa desde Colombia, carnes,
textiles, pieles y cueros, automóviles y tractores, calderas y aparatos mecánicos,
plásticos y gas.

Sin embargo, las exportaciones son mucho menor que las importaciones,
ocasionando esto que la balanza de pagos sea favorable para Colombia, esto
aumenta la deuda externa y como consecuencia la contracción de la economía
venezolana. Las exportaciones partiendo desde el 2007 para el 2009 han
disminuido un 64%, mientras que las importaciones se han mantenido, aunque en el
2008 tuvieron un alza del 19% y en el 2009 un disminución del 5% con respecto al
2007.

Uno de los problemas a los que se le puede atribuir la disminución en las


exportaciones es control cambiario que existe en Venezuela, el valor oficial del dólar
estancado en 2,15 bolívares (con un mercado paralelo que lo triplica) no permite
competencia para el exportador venezolano en el mercado foráneo y, por otra parte,
hay liquidaciones de divisas a tasa oficial pendientes por honrar a los exportadores
colombianos.

Otro de los problemas son atribuidos a la política de gobierno, por ejemplo


en julio de 2009, el presidente Chávez anunció congelar las relaciones con
Colombia, esto afecto la frontera y por ende las exportaciones que ya con el dólar
habían comenzado a caer, podríamos pensar que en el 2009 esta fue una de las
causas principales de la diminución tan brusca en el las exportaciones hacia este
país.

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Con respecto a las importaciones, que aunque estemos analizando los años
2007-2009; podemos comentar que comenzó un aumento significativo de la misma
desde el año 2004, lo podríamos atribuir al deterioro económico que ha presentado
Venezuela en los últimos años. La producción nacional ha caído grandemente, y lo
cual hace imposible el realizar exportaciones y se hace necesario realizar
importaciones para cubrir el consumo nacional. Mientras la producción nacional siga
disminuyendo, las importaciones serán mayores para cubrir las necesidades de la
nación.

La crisis política del 2009, comenzó a afectar las importaciones, cesando


parte de las misma, las cuales no son cubierta por producción nacional, sin embargo
para cubrirlas el gobierno ha suscrito convenios, más que todo en el rubro de los
alimentos, con otros países como Argentina, Ecuador, Brasil, Nicaragua. La carne
que es uno de los principales productos importados de Colombia, va hacer
sustituido con el incremento en las importaciones realizadas desde Argentina y
Brasil. Otro acuerdo que se hizo con Argentina es el importar arroz y textil,
quitándole así importación a Colombia.

Mientras el gobierno venezolano siga enfocando el comercio entre


ambos países con la política, seguirá deteriorando el comercio binacional. Y
mientras Venezuela no aumente la producción nacional, en los rubros que se
pueda realizar, nuestra cartera de pagos se verá afectada y no será nada
favorable para el país. El control seguirá siendo otro de los problemas que
afecte las exportaciones.

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ANEXO 1

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ANEXO 2

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Comercio Internacional: es el intercambio de bienes económicos que se
efectúa entre los habitantes de dos o más naciones, de tal manera, que se
dé origen a salidas de mercancía de un país (exportaciones) entradas de
mercancías (importaciones) procedentes de otros países.

Origen del Comercio Internacional: se encuentra en el intercambio de


riquezas o productos de países tropicales por productos de zonas templadas
o frías. Conforme se fueron sucediendo las mejoras en el sistema de
transporte y los efectos del industrialismo fueron mayores, el comercio
internacional fue cada vez mayor debido al incremento de las corrientes de
capital y servicios en las zonas más atrasadas en su desarrollo.

Patrones de la Historia del Comercio: (quien vende a quien) hay algunos


patrones como el clima y los recursos que explican claramente porque un
país intercambia un producto con otro, sin embargo, existen varias teorías
que aun están siendo debatidas en cuanto a la fijación del patrón del
comercio.

Ventajas Del Comercio Internacional: permite una mayor movilidad de los


factores de producción entre países, dejando como consecuencia las
siguientes ventajas:
- Cada país se especializa en aquellos productos donde tienen una
mayor eficiencia lo cual le permite utilizar mejor sus recursos
productivos y elevar el nivel de vida de sus trabajadores.
- Los precios tienden a ser más estables.
- Hace posible que un país importe aquellos bienes cuya producción
interna no es suficiente y no sean producidos.
- Hace posible la oferta de productos que exceden el consumo a otros
países, en otros mercados. ( Exportaciones)
- Equilibrio entre la escasez y el exceso.
- Los movimientos de entrada y salida de mercancías dan paso a la
balanza en el mercado internacional.

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- Por medio de la balanza de pago se informa que tipos de
transacciones internacionales han llevado a cabo los residentes de
una nación en un período dado.

Especialización: cuando los individuos y los países concentran sus


esfuerzos en una determinada serie de tareas; permite a cada persona y a
cada país aprovechar al máximo sus cualificaciones y recursos específicos.

Los Efectos del Comercio Internacional: se deben a la expansión rápida y


masiva del comercio internacional después de la Segunda Guerra Mundial,
impulsado por la liberalización del intercambio y la disminución de los costos
de transporte. El volumen del comercio mundial se multiplicó por 27 entre
1950 y 2006, mientras que el PBI mundial no se ha multiplicado más que por
ocho. La participación del comercio internacional en el PBI mundial pasó de
5,5% a 20,5%. Sus efectos han sido objeto de nuevas investigaciones a
partir de los años 1990, tras las objeciones medioambientales a la creación
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Beneficios del Comercio Internacional: permite importar bienes que se


producen con abundancia en el país e importar bienes que son relativamente
escasos en el país; también ayuda la especialización en la producción de
gamas mas reducidas de productos, permitiéndole obtener mayor eficiencia
con la producción a gran escala; posibilita el intercambio de trabajo por
bienes y servicios mediante la migración internacional,

El proteccionismo: es el desarrollo de una política económica en la que, para


proteger los productos del propio país, se imponen limitaciones a la entrada de
similares o iguales productos extranjeros mediante la imposición de aranceles e
impuestos a la importación que encarezcan el producto de tal suerte que no sea
rentable.

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Teoría política proteccionista: implantación de instrumentos de protección
exterior: Defensa de la producción nacional con medidas que limiten las
importaciones. La suma de estas dos políticas dieron origen al mercantilismo pues
a través del superávit se consiguió elevar el ingreso de divisas al país y con la
política proteccionista, los productos internos adquirieron mayor valor de venta que
los importados, haciendo posible que se cumpla la primera teoría (mayor
exportación que importación). Y es así que, en esta época nace el capitalismo
acompañado de un férreo control del comercio exterior, justamente por el elevado
flujo de mercaderías que circulaban entre los países.

Importaciones: es el transporte legítimo de bienes y servicios nacionales


exportados por un país, pretendidos para el uso o consumo interno de otro país. Las
importaciones pueden ser cualquier producto o servicio recibido dentro de la frontera
de un Estado con propósitos comerciales. Las importaciones son generalmente
llevadas a cabo bajo condiciones específicas. Estas permiten a los ciudadanos
adquirir productos que en su país no se producen, o más baratos o de mayor
calidad, beneficiándolos como consumidores. Al realizarse importaciones de
productos más económicos, automáticamente se está librando dinero para que los
ciudadanos ahorren, inviertan o gasten en nuevos productos, aumentando las
herramientas para la producción y la riqueza de la población.

Exportaciones: es cualquier bien o servicio enviado a otra parte del mundo, con
propósitos comerciales. La exportación es el tráfico legítimo de bienes y/o servicios
nacionales de un país pretendidos para su uso o consumo en el extranjero. Las
exportaciones pueden ser cualquier producto enviado fuera de la frontera de un
Estado. Las exportaciones son generalmente llevadas a cabo bajo condiciones
específicas.

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ANEXO 3

19
Colombia, Venezuela restablecer las relaciones diplomáticas

POST-PRESS MEET: Hugo Chavez, left, and Juan Manuel Santos, second
from left, leave after a joint press conference in Santa Marta. DESPUÉS DE
CONOCER LA PRENSA: Hugo Chávez, izquierda, y Juan Manuel Santos, el
segundo desde la izquierda, después de salir de una conferencia de prensa
en Santa Marta. Photo: AO. Foto: AO. P P
Los líderes de Colombia y Venezuela mantienen relaciones diplomáticas
restablecidas, diciendo que están empezando a reparar la confianza
debilitada por años de recriminaciones entre los dos países.
El anuncio se produjo después de una reunión de cuatro horas el martes
entre el presidente venezolano Hugo Chávez y el nuevo líder de Colombia,
Juan Manuel Santos, la restauración de los vínculos que el Sr. Chávez,
rompió el mes pasado en respuesta a las acusaciones de que Venezuela se
ha convertido en un refugio para los rebeldes colombianos.

Colombia y Venezuela: La tensión y las relaciones comerciales

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Un camión espera para
cruzar la frontera Colombia-
Venezuela. (AP Photo) (Foto
AP)
Las relaciones bilaterales entre Caracas y Bogotá tuvo otra paliza esta
semana. El presidente venezolano, Hugo Chávez respondió a las
acusaciones colombianas de que las armas de Venezuela cayó en manos de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el anuncio
de que " estamos rompiendo relaciones con Colombia ... vamos a congelar
las relaciones económicas ". También expresó su preocupación ante la
perspectiva de una presencia militar de EE.UU. en Colombia.
Refrigeradas las relaciones bilaterales podría significar repercusiones
económicas.

En los últimos años, Chávez rompió relaciones , congeló las


relaciones , expulsó a los embajadores de Colombia, y amenazado de
guerra. VivirLatino blog titulado su cobertura sobre las últimas tensiones
como "Hugo Chávez contra Colombia: Ronda 1 millón y 3 . "Una serie de
acontecimientos han provocado bravatas venezolano. En marzo de 2008, los
militares colombianos asaltaron un campamento de las FARC en Ecuador.
More recently, Más recientemente, el gobierno de Chávez expresó su
oposición a una propuesta de plan que permitiría a militares de EE.UU. que
operan desde bases colombianas, reemplazando el cierre base de EE.UU.
En los últimos días, el gobierno de Uribe anunció que los números de serie
de lanzacohetes recuperado de un campamento de las FARC muestran las
armas una vez perteneció a los militares venezolanos.
Chávez retiró al embajador venezolano, diciendo que su gobierno tratará de
reemplazar Bogotá con otros socios comerciales y que los activos
colombianos en su país sería revisado. El vicepresidente venezolano, Ramón
Carrizalez, dijo que " por ahora "no se había emitido orden de cerrar la
frontera al comercio. Sin embargo, incluso la amenaza demostrado tener un

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impacto: Colombia vio el valor de su moneda caída tanto como un 3,4 por
ciento en los talones de el anuncio de Chávez, informa Bloomberg.
El comercio bilateral ascendió a más de $ 7 millones el año pasado, con
Venezuela recibe el 17,5 por ciento de las exportaciones de Colombia, que
representaron el 12,5 por ciento de las importaciones de Venezuela. Algunos
empresarios colombianos temen que la tensión podría resultar en una
disminución de las exportaciones de más del 10 por ciento.

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ANEXO 4

23
PRINCIPALES PRODUCTOS IMPORTADOS DE COLOMBIA

C A R N E D E A N IM
C O R T E S F IN O S
LAS D EM AS PAR
LO S D M S CO RTE
CM AE ZM CI SL AOSN DE SE IYS
GL OA SL L DO SM SY GF RA ILJLO
HM UA EDVEORSA DME OALVDE
PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS A COLOMBIA

24
ALAM BRE D E A
PA R T E S D E E JE
LO S D M S TU BO
C O P O L IM E R O S
LO S D M S PRO D
M ECHAS DE AC
N E U M A T IC O S (L
G ALLO S Y G AL
Conclusiones

CABLES- TR EN Z
LAS D EM AS M A
25
En muchos sentidos, la estabilidad de la región depende en gran medida
de unas buenas relaciones políticas entre Colombia y Venezuela, y esta
relación, aunque se pueda pensar lo contrario, no depende de la ideología,
depende del proyecto integracionista y de la complementariedad económica
de cada uno de los dos países y de la capacidad de reactivar los
mecanismos de “amortiguación” política que se crearon a finales de la
década de los ochenta y que sirvieron para absorber y diluir en el tiempo
muchas de las tensiones generadas en la época.
En consecuencia, es de vital importancia despolitizar la agenda entre los
dos países, darle mayor perfil a las comisiones de integración y crear “mesas
de diálogo” a alto nivel, encargadas de generar consenso respecto a la
integración y de garantizar que ni la política exterior de Colombia frente a
terceros países, ni la venezolana sobre el mismo asunto, puedan poner en
peligro la integración binacional.

Por otro lado, el pragmatismo y la confianza son dos de los términos más
importantes que deben comenzar a hacer parte del léxico común. Por un
lado, ambos gobiernos deben asumir una actitud más pragmática respecto al
comportamiento de la contraparte, de modo que los discursos políticos de
ambos lados no amenacen las relaciones bilaterales, más aún en materia
comercial. Pues como lo vimos anteriormente, la estabilidad política está
directamente relacionada con el nivel de intercambio e interdependencia de
ambos países. Usar estructuras ya consolidadas como mediadores en caso
de conflicto, tales como las cámaras de comercio de ambos países, puede
contribuir a mejorar el nivel de interdependencia económica y el clima de
integración.
La confianza se crea con el tiempo. Colombia y Venezuela tienen desde
su independencia casi 200 años de historia común, sin embargo sus
relaciones comerciales comenzaron a ser significativas hace no más de 40
años. Por lo tanto, ambos gobiernos deben alentar un diálogo comercial más
fluido que permita fortalecer los lazos de confianza, tanto en el sector privado

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(Cámaras de Comercio) como al interior de los ministerios encargados del
tema.
Por último, es necesario llevar el diálogo político a niveles más profundos.
De la misma manera que el gobierno colombiano dialoga sin interferencia, no
sólo con el gobierno de los Estados Unidos sino también con sus
congresistas, ONG y diferentes Estados de la Unión, es necesario iniciar
también con Venezuela un proceso similar. No significa esto intervenir en
política interna, por el contrario, lo que se necesita es despolitizar el diálogo,
proveyendo información sobre cada uno de los países en niveles sensibles
del proceso de toma de decisiones. Esto, a largo plazo, contribuirá a
fortalecer la estabilidad de la región.

RECURSOS BIBLIOGRAFICOS

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HTTP://WWW.MRE.GOV.VE/TEMAS/TEMA2.HTML

HTTP://WWW.ALDEAEDUCATIVA.COM

HTTP:// WWW.BANCOEX.GOV.VE - BANCO DE COMERCIO EXTERIOR

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