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El proyecto de recuperación de la laguna de La Nava:

una iniciativa de éxito.1


La riqueza ornítica de una de las tres lagunas interiores más importantes de España, La Nava, hizo posible que
llegaran los fondos necesarios para que en 1990 las aguas de un río volviesen de nuevo a inundar 60 ha de ella. Las
obras realizadas en esta primera intervención trataron de anular los desagües de la red de canales y acequias
existentes. Posteriormente, las acciones contempladas en un proyecto de la UE incluyeron la compra y arrendamiento
de terrenos, trabajos de restauración dentro y fuera del vaso lagunar, actividades de gestión y uso público. El
proyecto de recuperación de la Nava ha conseguido regenerar 300 ha de la antigua laguna y está generando unos
interesantes recursos económicos directos e indirectos, derivados principalmente del turismo. La actual crisis que
está sufriendo el sector agrario, especialmente notoria en la comarca de Tierra de Campos, nos enseña ahora que
decisiones políticas tan arriesgadas como la destrucción de un enclave natural tan importante como la Nava deben
contar con informes serios y rigurosos sobre cuales son las perspectivas de futuro.

La antigua laguna de la Nava


Los viajeros que llegaron a la comarca de Tierra de Campos palentina hasta mediados del siglo
XX y escudriñaron desde los páramos de Autilla la vasta extensión cerealista pudieron conocer el
"Mar de Campos", nombre muy descriptivo con el que los habitantes de esta comarca conocían a la
laguna de La Nava Sus terrenos pertenecían a cinco pueblos: Grijota, Villaumbrales, Becerril de
Campos, Villamartín de Campos y Mazariegos, con otra zona situada al noroeste de este cuerpo
lagunar conocida como "Cabritones" y perteneciente a Fuentes de Nava. Esta segunda laguna se
unía a los terrenos de las cinco villas en los años con abundantes precipitaciones. La Nava se
encuentra situada en el fondo de una somera depresión, dentro de una cuenca endorreica de 864
km2 de superficie.
Este humedal ha sido considerado como una laguna esteparia, debido principalmente a la
impermeabilidad del suelo arcilloso, la relativa debilidad hidrográfica y la intensidad de la
evaporación. Su profundidad máxima no excedía de 1,8 m. La superficie del humedal en el
momento de su desecación era de 2.200 ha, unos 8,3 km

de largo por 3-5 km de ancho, aunque en años de abundantes precipitaciones su superficie podía
alcanzar las 5.000 ha.
Una rápida pero concisa descripción de este humedal lo encontramos en el Diccionario
Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz
(1852) quien escribió sobre la Nava: "...ocupando 2.800 obradas de terreno, las cuales forman una
laguna de gran consideración...". "En los inviernos muy lluviosos la laguna tiene sobre 6 pies de agua
de profundidad; así como en los que son poco cargados de lluvias se ve generalmente enjuto el
suelo, y cubierto de yerba". "La Nava produce ricos y abundantes pastos donde se mantienen todos
los años más de 20.000 cabezas de ganado lanar, vacuno, mular y caballar...". "Sirve de asilo, y
particularmente en invierno, a infinidad de especies de aves acuáticas y de formas variadas, entre
las que se ven gansos de tres clases, patos de otras tantas, zarcetas, búhos cuyo graznido se
parece al mugido de los toros, vencejos de agua, zarapicos y otras aves sumamente vistosas y
desconocidas en los demás del país".
Los intentos de desecación de este humedal para dedicarlo a tierras agrícolas han sido muy
numerosos, remontándose los primeros a los tiempos de los Reyes Católicos, aunque las obras
definitivas concluyeron en el año 1961.

1Fernando Jubete Tazo. Fundación Global Nature. C/ Corro Postigo, 1. 34337 Fuentes de Nava (Palencia).
Revista Ecosistemas mayo-agosto 2004 (http://www.revistaecosistemas.net/)
El proyecto de recuperación
Aunque la mayor superficie de la antigua laguna de la Nava fue dedicada a cultivos agrícolas, una
zona, la de "Cabritones", perteneciente al ayuntamiento de Fuentes de Nava y de unas 500 has de
extensión en su origen, ha permanecido como pastizales que regularmente son inundados para
favorecer la aparición de nuevos pastos y su posterior aprovechamiento por el ganado ovino.
Durante los cortos periodos en los que permanecía el agua se generaba un interesante hábitat de
aguas someras que era utilizado por numerosas aves acuáticas. Estas concentraciones de aves
llamaron también la atención del ornitólogo que escribe estas líneas, quien contactó con un grupo
de personas que, pese a no haber conocido ni visitado nunca La Nava, se vieron seducidos por el
sueño de recuperar una de las tres lagunas interiores -junto con la Janda y Antela- más
importantes de España. Así, la dedicación y esfuerzos desinteresados de personas como José Luis
González, Juan Carlos del Olmo, Magdalena Bernues, José Jiménez, Luis Mariano González,
Bárbara Sotolargo, Antonio Troya y Cosme Morillo, consiguieron allegar los fondos necesarios para
que el 15 de marzo de 1990 las aguas del río Retortillo volviesen de nuevo a inundar 60 ha de La
Nava. Las obras realizadas en esta primera intervención fueron bastante sencillas, y básicamente
trataron de anular los desagües de la red de canales y acequias existentes, precisamente con el fin
contrario de evacuar el agua e impedir la excesiva inundación de los pastos. A los pocos días de
contar con agua La Nava se llenó de aves. Grupos de ánsares procedentes de Doñana volvieron a
recalar aquí en su migración prenupcial, junto a otras especies viajeras como agujas, archibebes,
correlimos y fumareles, entre otras. Para celebrar este evento una pareja de agujas colinegras
(Limosa limosa) decidió sacar adelante su pollada, siendo esta la tercera cita conocida para la
Península Ibérica.
El éxito de esta primera actuación animó a la redacción de un proyecto más ambicioso. Así, en
diciembre de 1990 se entregó a la recién creada Consejería de Medio Ambiente el proyecto
titulado Restauración del humedal de la laguna de la Nava (Mar de Campos), Palencia para ser
presentado a la convocatoria de Ayudas Comunitarias para el Medio Ambiente. El proyecto, con un
importe de 547.000 euros, fue aprobado en 1991 por la Unión Europea, quien asumió el 50% del
presupuesto presentado. Las acciones contempladas en el proyecto fueron las siguientes:
• Compra y arrendamiento de terrenos.
• Trabajos de restauración dentro y fuera del vaso lagunar.
• Actividades de gestión (gestión del agua, control de la actividad cinegética, régimen de
pastoreo, vigilancia y seguimiento).
• Uso público (plan de interpretación, régimen de visitas, infraestructuras de uso público,
material informativo, campaña divulgativa).
Desde ese momento, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León asumió la
gestión de la recuperación, redactando varios proyectos y encargándose de la realización de los
distintos trabajos. De estas actuaciones, sin duda las más importantes han sido las que afectan a
la regeneración hídrica del vaso lagunar. Ello garantiza un caudal de agua hasta la cubeta, y fueron
necesarios la realización de diferentes obras y trabajos de gestión que permitiesen la entrada de
agua a la laguna proveniente del Canal de Castilla y del río Retortillo.
Las obras en el interior del vaso lagunar afectaron exclusivamente a la zona a inundar y
consistieron en el cierre de zanjas de drenaje con la excepción de las necesarias para la gestión
del agua, y la construcción de un muro para la retención del agua dentro de los límites previstos. El
muro de tierra construido tiene una sección trapezoidal, con aproximadamente 7 m de base, 1 m de
altura y 1.000 m de longitud. La excavación o extracción de la tierra se llevó a cabo con una pala
cargadora, que realizó varias decenas de sacatierras en forma de pequeñas lagunas de 15-50 cm de
profundidad en el interior de la superficie de actuación. El aporte de taludes se realizó con un
motoniveladora. la compactación se originó con el paso de la maquinaria que, con la diferencia de
peso en cada eje, crea una compactación suficiente. La planta del muro es irregular hacia el
interior de forma que presenta la máxima interfase agua/tierra. Estas actuaciones permitieron la
recuperación e inundación de 150 ha que han funcionado hasta la actualidad como una laguna. A
esta superficie se unen otras 150 ha que son inundadas temporalmente para favorecer el
crecimiento de pastos y su posterior aprovechamiento por los ganaderos de Fuentes de Nava,
compatibilizando de esta manera las actuaciones de restauración con las del mantenimiento de una
importante actividad económica en el municipio.
Se ha pretendido conseguir para la zona restaurada, dentro de lo posible, el régimen hídrico que
poseía en condiciones naturales, es decir, con alternancia de periodos de inundación y sequía de
intensidad y duración variables. De acuerdo con este objetivo, las entradas a la laguna han tenido
lugar durante el periodo invierno-primavera, dejándola secar a principios de verano y
permaneciendo en tal estado hasta la llegada de las lluvias otoñales. Con el fin de potenciar la
regeneración de la vegetación acuática se ha mantenido inundado el vaso lagunar durante el
máximo periodo de menor demanda de agua para otros fines, con lo que el proyecto no entra en
conflicto con otros intereses.
El volumen de agua necesario para mantener el régimen hídrico propuesto se estimó en 0’5
Hm3/año. Con el fin de asegurar que en ningún caso el agua sobrepase los límites previstos, la
descarga no se realiza en una sola vez, sino de forma paulatina. En su forma más simplificada, las
entradas de agua a la laguna tienen lugar en dos momentos del año. La primera se hace coincidir
con el comienzo del otoño meteorológico, para facilitar la migración de las aves y asegurar el
encharcamiento invernal necesario para las especies invernantes. La segunda se realiza a finales
del invierno, coincidiendo con la migración invernal hacia el norte y el comienzo de la nidificación.
La fecha y volumen de esta segunda entrada se hace en función de las precipitaciones registradas
cada año.

Valores biológicos del humedal


Los humedales son uno de los ecosistemas más productivos, y a ello no es ajena la laguna de La
Nava. Hasta la fecha han sido inventariadas más de 250 especies de vertebrados, de las cuales
220 son aves. Destaca especialmente la invernada de ánsares comunes (Anser anser), con casi
16.000 aves en enero de 2004. Esta cifra, unida a los 17.000 ejemplares invernantes en el también
recuperado humedal de Boada, han convertido a estas zonas húmedas como las terceras en
importancia para la invernada de esta especie en España.
Los valores botánicos del humedal han sido estudiados y descritos por Santos Cirujano, del Real
Jardín Botánico de Madrid (C.S.I.C.). La Nava cuenta con las típicas praderas de vegetación
subacuática de estos humedales donde habitan especies del género Chara, Zanichellia o
Rannunculus. No obstante, las formaciones de ciperáceas y juncos ocupan la mayor superficie del
humedal, representadas principalmente por especies como Carex divisa o Juncus gerardii que, con
el paso de los años están siendo sustituidas en muchas zonas por Eleocharis palustris y Scirpus
maritimus. Son precisamente estas comunidades de vegetación helofítica las que conforman el
hábitat de otra de las especies orníticas más interesantes de la laguna: el carricerín cejudo
(Acrocephalus paludicola). Este pequeño paseriforme de apenas 12 gramos de peso es un
especialista de la vegetación helofítica de porte bajo. Sus poblaciones reproductoras se
encuentran concentradas, casi con exclusividad, en tres países del Este de Europa: Bielorrusia,
Ucrania y Polonia, pero la especie recala todos los años en la Nava durante la migración postnupcial,
hasta el punto de que este humedal se ha convertido en el enclave europeo más importante
durante el paso postnupcial para esta especie considerada como Globalmente Amenazada. La
presencia de este sílvido ha servido para que la Unión Europea concediese a la Consejería de Medio
Ambiente de la Junta de Castilla y León un proyecto Life Naturaleza destinado a mejorar el
hábitat de esta especie en la Nava, acometiéndose diversas actuaciones como la compra de
terrenos, mejora de los sistemas de inundación del humedal, trabajos de manejo de la vegetación,
seguimiento científico de las comunidades vegetales y del carricerín cejudo, además de
actuaciones de difusión y educación ambiental.
Otro proyecto Life Medio Ambiente afecta a este humedal y está siendo coordinado por el
Global Nature Fund de Alemania. Las actuaciones de este Life son principalmente demostrativas, y
están abordando aspectos comunes a la problemática de casi todos los humedales como la mejora
de la calidad del agua o la contaminación difusa derivada de las actividades agrarias.
El proyecto de recuperación de la Nava bien puede ser considerado como un éxito. Ha conseguido
regenerar 300 ha de la antigua laguna de La Nava, está generando unos interesantes recursos
económicos directos (guardería, técnicos de centros de interpretación, creación de nuevas
infraestructuras de uso público, actuaciones de mejora del medio) e indirectos, derivados
principalmente del turismo. La actual crisis que está sufriendo el sector agrario, especialmente
notoria en la comarca de Tierra de Campos, nos enseña ahora que decisiones políticas tan
arriesgadas como la destrucción de un enclave natural tan importante como la Nava deben contar
con informes serios y rigurosos sobre cuales son las perspectivas de futuro. ¿Se imaginan ustedes
cuál podría ser la situación socioeconómica de las cinco villas si contasen ahora con un Parque
Nacional que se llamase Laguna de la Nava?

El CENTRO DE ESTUDIOS AMBIENTALES "TIERRA DE CAMPOS" de Fuentes de Nava (Palencia) es una de


las instalaciones gestionadas por la Fundación Global Nature.
Realiza un activo trabajo que ofrece desde albergue para turismo rural familiar o de grupo, cursos de formación
ambiental básica pero también muy especializada, voluntariado de campo de trabajo y campamentos ambientales de
verano2

2 http://www.fundacionglobalnature.org/ Pág 4
Los humedales más importantes de España deberán estar en buen
estado de conservación en 2015

Con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales, SEO/BirdLife ha presentado hoy la
Campaña Alas sobre agua para mejorar la conservación de los humedales más importantes para las
aves y la biodiversidad. El objetivo es que los humedales protegidos se encuentren en buen estado
antes de diciembre 2015, según el nuevo marco directivo para la gestión del agua. 02.02.2009
“España es el país con mayor diversidad de tipos ecológicos de humedales de la Unión Europea”, ha
declarado Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) en la
inauguración de la Jornada “Gestión de cuencas y conservación de humedales en España”,
celebrada en el Ministerio. Los humedales son “de los ecosistemas más complejos, productivos y
dinámicos del planeta, pero también de los más frágiles”, ha añadido Espinosa.
Según Miguel Aymerich, subdirector de Biodiversidad del MARM, “se calcula que en la primera
mitad del siglo XX, el 60% de los humedales españoles desapareció o sufrió una pérdida de calidad
importante”. En ese momento, el uso más habitual de los humedales era secarlos.
En 1991, la Dirección General de Obras Hidráulicas estimó que la mayor parte de la superficie
original de humedales en España ya había desaparecido: se había perdido el 80% de las llanuras de
inundación, el 68% de las lagunas de agua y el 59% de los humedales costeros. No obstante, ahora
“no sólo se está intentando conservar los humedales en buen estado sino que en algunos casos
hemos sido capaces de restaurarlos o al menos parcialmente”, ha señalado Aymerich.
Proteger y conservar los humedales
Al Convenio Ramsar de 1971 para la protección y conservación de los humedales importantes para
las aves acuáticas se une la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que establece
2010 como fecha límite para la aprobación de planes de recuperación de las especies más amenazas
y planes de gestión de los espacios protegidos de la Red Natura 2000.
De las 1.828 zonas húmedas en España, “en la actualidad hay 63 Humedales de Importancia
Internacional (HII) incluidas en la lista del Convenio Ramsar (que este año discurre bajo el lema:
“aguas arriba-aguas abajo: los humedales nos conectan a todos”). Se está tramitando la inclusión
de ocho humedales más: cinco en Andalucía, dos en Murcia y uno en Asturias”, ha subrayado la
ministra.
La nueva campaña de conservación de humedales ofrece “una oportunidad de oro” para aprovechar
el nuevo panorama normativo que prima la protección de estos ecosistemas.
A finales de 2009, el MARM publicará los planes de cuenca “basados en diagnósticos ambientales y
económicos y con participación pública” para gestionar las aguas superficiales y subterráneas,
según la Directiva Marco del Agua, aprobada en 2000. Para ello, la campaña de SEO/BirdLife tiene
como objetivo “establecer y reforzar los vínculos entre la Política de Conservación de Humedales y
la de Gestión de agua, sobre todo, en esta nueva etapa de planificación”, ha apuntado David Howell,
coordinador de Políticas Ambientales de SEO/BirdLife.
Según Howell, “a veces parece mentira que este país tenga la riqueza biológica, física y química
más importante de la Unión Europea en humedales”. La cooperación entre las Administraciones es
esencial para que los humedales cumplan su función, ya que son importantes para la biodiversidad y
como fuente de agua doméstica, como protección ante la contaminación, como garantía de agua, y
ayuda en la gestión de inundación, entre otros.
Los humedales comprenden los ríos de montaña, los altos lagos glaciales, las ramblas
mediterráneas, las lagunas endorreicas y salobres, las albuferas y marismas costeras y tienen “un
gran valor social, económico y ambiental”, según Espinosa, quien recalcó “su importante papel en la
recarga de acuíferos, como sumideros de CO2, en el control de inundaciones y para el
mantenimiento de la biodiversidad”.

Fuentepelayo trasvasa agua a Navalmanzano para rebajar la contaminación


por arsénico. 07-08-2008 El Mundo

Las localidades segovianas de Fuentepelayo y Navalmanzano, situadas a cinco kilómetros de


distancia entre sí, han estrenado el primer trasvase provincial de agua que se realiza en Segovia.
Una tubería de cuatro kilómetros y medio, noventa centímetros de diámetro y sección de 10
atmósferas de presión, trata de solucionar los problemas de agua potable que padece el municipio
de Navalmanzano.
El pueblo segoviano con 1.170 habitantes empadronados, suma cerca de dos mil residentes en
verano y el mayor consumo de agua modifica los niveles de contaminación por arsénico. Es decir, su
captación de aguas, a 125 metros de profundidad, en terrenos arenosos y muy permeables, a mayor
consumo, evidencia mayor concentración de arsénico.
Navalmanzano es uno de los tres municipios segovianos -junto a Pinarejos y Sanchonuño- cuyo agua
no es potable por la contaminación del terreno y sus acuíferos derivada de los purines.
Las analíticas periódicas que realizan las autoridades sanitarias determinaron, el pasado 8 de julio,
que los niveles de arsénico por litro de agua superaban los diez microgramos, cantidad que hace no
potable el agua, según la normativa europea que rige desde el 1 de enero de 2004. Hasta esa fecha
los niveles permitidos se situaban en 50 microgramos por litro.
La cercana localidad de Fuentepelayo cuenta con una captación de agua, «totalmente equipada, con
bomba y con cantidad suficiente», que se utilizaba exclusivamente para el riego de zonas verdes y
de cuya existencia sabía el Diputado provincial de Desarrollo Rural, José Martín Sancho, que puso
en contacto a ambos alcaldes.
La Diputación provincial mandó analizar el agua de esa captación para comprobar su potabilidad y
tras confirmarse que era apta para el consumo, se encargó la obra de canalización a la empresa
Tragsa que en una semana resolvió el trazado.
20.000 euros de presupuesto han servido para realizar un trasvase que última estos días la
«receta» satisfactoria del agua potable.Se trata de que el agua del trasvase se mezcle con el agua
de Navalmanzano y rebaje así los niveles de arsénico. Los dos primeros análisis efectuados por la
autoridad sanitaria no habían dado resultados positivos. «Se espera un tercer análisis que dará
resultados positivos porque ya los ha dado la analítica del Consorcio», señalaba ayer Martín
Sancho.

Brindar con agua


Las fiestas patronales en honor de San Roque comenzarán el jueves y, según señala el alcalde de
Navalmanzano, Miguel Angel Olmos, «nada gustaría más en el pueblo que poder celebrar las fiestas
con agua potable y poder abandonar el reparto del agua mineral embotellada», afirma.
De momento el Consistorio sigue repartiendo 1,5 litros de agua diarios por habitante.
Un presupuesto que ha obligado a la Comisión de la Sequía -integrada por la Junta de Castilla y
León y la Diputación provincial- ha invertir en dos semanas 6.400 euros para garantizar la 'bebida'
a los habitantes de Navalmanzano.
Tanto el alcalde como el responsable de Desarrollo Rural reconocen las «facilidades» del terreno
en el que se ha dispuesto el «trazado semienterrado» de 4,5 kilómetros de tubería que discurre
por algunos terrenos municipales y en algunos tramos toma el margen de la carretera.

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