Professional Documents
Culture Documents
En este sentido, la mayoría de los clientes suponen una preparación teórica del
profesional contratado, pero mucho más les importa la solución a su problema de
una forma que sea: rápida, con calidad y al menor costo posible. Esta postura
pragmática presente en el mundo a lo largo ya de mucho años, exacerbada además
por la influencia perniciosa que los marcos socio-económicos neo-liberales han
impreso a la dinámica de la sociedad en general, ha creado condiciones desastrosas
para esa misma sociedad. En este horizonte, las universidades no se han podido
abstraer del fenómeno por la simple razón de ser, dentro del mismo escenario,
instituciones que compiten en el mercado privado de la educación superior o en el
mercado público de los presupuestos gubernamentales. Ellas también, en tanto
2
Este escenario que hemos rápidamente esbozado aquí en apenas unos párrafos, a
propósito de cómo vemos las profesiones y el mundo en lo general, se vuelve un
escenario todavía peor para el caso de México como lugar histórico-geográfico, y
para la Arquitectura mexicana como praxis generadora del espacio público y privado.
Escenario fundamental para nosotros, en tanto que es éste y no otro el que debe
3
fundar y acoger nuestro propio modo de “habitar” como individuos, como familias,
como grupos y como sociedad. Este escenario, y no otro, es el motivo de nuestra
preocupación académica y profesional, y de ahí nuestro interés en presentarnos
ahora, en este VI Foro de Historia y Crítica de la Arquitectura. Nuestro propósito es
noble aunque -lo sabemos bien y lo asumimos cabalmente- no deja de ser un
propósito existencialmente ingenuo, académicamente marginal, profesionalmente
inútil, e institucionalmente incorrecto y torpe. Pero es nuestro mejor propósito y no lo
abandonaremos hoy a pesar las presiones, como no lo hemos hecho desde que
comenzamos a señalar estas cuestiones en Mayo del 2004, porque la arquitectura
mexicana se merece, que, aunque seamos unos cuantos soñadores, alguien se
interese y se comprometa en resucitar, a través de los medios que estén al alcance
y aprovechando todas las oportunidades, la semilla de una nueva forma de abordar
su Historia y de desarrollar su propia investigación teórica; campos del conocimiento
ambos, que para la arquitectura deberán, tarde o temprano, reubicar y enriquecer lo
expresado en sus orígenes por aquellos primeros y por desgracia últimos teóricos
mexicanos que hoy día seguimos revisando en las escuelas de arquitectura. Por lo
menos en aquellas que todavía conservan algunos espacios para la reflexión
conceptual –porque otras ya de plano se deshicieron de ellos-, y cuyo pensamiento
no ha sido aún superado, porque no ha habido desde Villagrán prácticamente
desarrollo alguno que nos permita referirnos a un cuerpo de reflexiones históricas y
teóricas vigentes a propósito de la arquitectura mexicana, no se diga ya de un
cuerpo mínimo de fundamentación epistemológica de su campo de conocimiento, de
su ejercicio profesional o, incluso aún, de su labor educativa. Excepción honrosísima
a esta afirmación –creemos- es la del Arq. Rafael López Rangel, aunque también
hay que decir que, debido a su propio interés personal, su trabajo teórico –sobre
todo hoy día- se ubica mucho más en los aspectos urbano-arquitectónicos que en
los puramente arquitectónicos.
de ahí pasar a analizar y reflexionar los hallazgos dando cuenta de donde estamos
actualmente como disciplina y como campo de conocimiento en el plano de la teoría.
Por nuestra parte, Alejandro Mendo y un servidor, hemos venido abordando desde el
2004, aún a pesar de las muchas dificultades y críticas, trabajos de investigación y
foros de análisis sobre los fundamentos epistemológicos del proyecto arquitectónico,
del discurso teórico de la arquitectura y de cómo se pretende actualmente construir
su conocimiento histórico. En esta empresa, hemos venido estableciendo relaciones
con aquellos investigadores igualmente interesados en el tema que constituyen
también pequeñísimas células de trabajo académico-profesional en esta línea. Tales
académicos los ubicamos por el momento en México en la UDG y la UAM; en
Argentina en la Universidad de Buenos Aires; y en España en la Universidad de
Cataluña. Esperemos que esta insipiente promesa prospere con los años y podamos
seguir avanzando en nuestro sueño presentando de vez en cuando productos
concretos como lo hacemos ahora en este VI Foro de Historia y crítica de la
arquitectura.
Este objetivo lo hemos asumido desde su misma definición, desde una postura
epistemológico hermenéutico-interpretativa, ubicados en el nuevo paradigma de la
metodología cualitativa, usando para ello el método hermenéutico, en tanto que
hicimos análisis e interpretación de textos escritos y de textos espacio-temporales
(obras de arquitectura en su sentido semiótico), poniendo ambos en sus propios
con-textos e interrelacionando aquellos elementos de significado que nos
permitieron la construcción de sentido, y por tanto, la construcción de una estructura
que explicara en alguna medida suficiente la realidad explorada a propósito de la
enseñanza de la arquitectura. Los resultados de este esfuerzo, fueron finalmente
agrupados, como ya dijimos, en cinco ejes de reflexión. Las técnicas usadas en esta
búsqueda, fueron el análisis documental de nuevos textos así como de los
producidos en nuestras anteriores investigaciones, la observación directa de
espacios arquitectónicos recientes y la recuperación de nuestra propia práctica
docente en el ámbito del Diseño y la Arquitectura.
1
“Se ha desarrollado desde la década de los sesenta, una nueva manera de hacer la historia no muy
nueva realmente si se miran sus desarrollos en Europa, pero que representa una indiscutible ruptura
con la historiografía tradicional, simultáneamente con el afianzamiento de la sociología, la
antropología y los virajes de la economía en el mismo período. (…)Los paradigmas teóricos que
dieron sustento a buena parte de la historiografía del siglo XX han cedido el paso, desde la década de
los años cincuenta a una historia más popular, con una propuesta metodológica encaminada a
rastrear la vida cotidiana con el del estudio de una calle, de una casa o de un barrio.”. Meneses
Linares, Javier (2000), De la nueva historia y del nuevo papel del historiador… algunas reflexiones
sobre el arte de narrar; www.
7
2
Meneses Linares, Javier (Obra citada).
8
3
Boudón, Filippe (S/A), Acerca del espacio arquitectónico, UAM, México, p. 4
9
Perrenoud, uno de los teóricos más relevantes del constructivismo cognitivo actual,
define la competencia como la “capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo
definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero que no se
reduce a ellos”.4 Las competencias pues, para él, “utilizan, integran, movilizan
conocimiento”, 5 pero, durante el proceso de resolver situaciones y problemas reales,
también moviliza otras estructuras afectivo-cognitivas.
4
Perrenoud, Philipe (2002), Construir competencias desde la escuela, Dolmen ediciones, Santiago de
Chile, Chile, p. 7
5
Idem, p. 8
11
En los grupos aborígenes del pasado o en lo que aún hoy día se encuentran muy
apartados de la civilización, la inclusión de un nuevo miembro al grupo de los adultos
supone un rito de iniciación. Estos ritos, antropológicamente hablando, tienen, en
todas las culturas, el profundo sentido de aportar al grupo la convicción de que un
nuevo miembro es solvente para enfrentar las realidades a las que los adultos de la
tribu en cuestión se tienen que enfrentar todos los días.
Sabemos que este proceso de iniciación no sucede sólo en la arquitectura. Gil Antón
nos habla de este fenómeno académico-universitario de forma generalizada cuando
habla del carácter iniciático y tribal de las disciplinas y las profesiones,6 sin embargo,
por la estructura curricular que muestran los planes de estudio en las distintas
escuelas de arquitectura del país, y por la gran importancia y cantidad de tiempo
dedicadas a esta forma de transmisión tribal, estamos ciertos que tales ritos de
iniciación son más fuertes en arquitectura de lo que son en otras disciplinas.
Para nosotros fue muy desconcertante en aquel tiempo, observar, durante nuestra
búsqueda documental y bibliográfica, que hay una enorme cantidad de libros de
arquitectura que sólo muestran, mediante fotografías, el resultado final de las obras;
no habiendo en estos documentos conceptualización alguna respecto de lo ahí
presentado. Son a lo mucho buenos catálogos. Constatamos también, a lo largo de
nuestra investigación, que no existían revistas especializadas de arquitectura cuyo
contenido –más allá de las fotografías expuestas- diera cuenta en alguna medida de
aspectos epistemológicos, metodológicos, o incluso técnicos, a propósito del
análisis, la reflexión y la síntesis teórico-empírica que supondría un artículo que
aborda el campo de conocimiento de la arquitectura mediante la exposición de obras
arquitectónicas concluidas. Ni soñar siquiera con encontrar libros, artículos, reportes,
etc., de investigación cualitativa en los que se abordaran preguntas y objetos de
estudio propios de la disciplina como sucede de forma generalizada ya en otros
campos del conocimiento como la Educación, la Psicología, la Antropología, la
Arqueología, la Sociología, etc. La formación de arquitectos, en su mayor carga de
contenidos disciplinares y profesionales es transmitida de forma iniciática de
generación en generación por arquitectos más viejos sin involucrar prácticamente de
ningún modo la Historia y la teoría de la arquitectura. Respecto de la
epistemología… quizá se pregunten de vez en cuando con cierto desdén: ¿¡qué es
eso?!
7
Vargas Beal, Xavier (2004), Arquitectura: epistemología, teoría y praxis, Iteso, Guadalajara, Jalisco,
México, www.arquepisteme.iteso.mx/Documentos%previos.htm
14
Philippe Boudón, en línea con estas mismas ideas, encuentra que la Arquitectura se
ha quedado a la zaga de otras disciplinas en lo que respecta a la construcción de su
propio objeto de estudio. “Mientras que otras disciplinas –afirma él- han
conceptualizado poco a poco un espacio de referencia destinado a ayudarles a
comprender su parte de la realidad, la parte que concierne a la arquitectura siendo
en mayor parte el espacio concreto, casi no ha abstraído de él un espacio
conceptual que le permita conocer y medir su propia acción. Aun más, -sigue
diciendo- parece que el arquitecto quiere que la arquitectura sea un misterio”.8
8
Boudón, Filippe (S/A), Acerca del espacio arquitectónico, UAM, México, p. 4
15
“El modelo profesionalizante en los estudios de licenciatura del sistema (de educación
superior en México) es marcado. De acuerdo con este modelo, todo programa
académico debe capacitar al egresado exclusivamente para el ejercicio profesional. Son
raros los programas de licenciatura, cuyo objetivo fundamental sea el de proporcionar
conocimientos y habilidades generales para la autoformación, para elevar la cultura
general del estudiante o para prepararlo hacia una formación especializada en el
posgrado”.10
9
Guevara Niebla, Gilberto; Muñoz Izquierdo, Carlos; Arizmendi, Robnerto; y Romo, Alejandra (1992)
“Un diagnóstico global”, en la Catástrofe silenciosa, Gilberto Guvara Nievla (Compilador), FCE,
México, pp 29-96, p. 74
10
Hanel del Valle, Jorge & Taborga Torrico, Huácar (1993), Elementos analíticos de la evaluación del
sistema de educación superior en México, ANUIES, México, p.32
16
Y sin embargo, hoy, apenas 7 años después de que el Iteso hubiera desarrollado a
nivel latinoamericano y con gran éxito aquella VIII Semana de Arquitectura donde se
redactaron estas dos únicas recomendaciones, -lo decimos con pena por ser parte
del cuerpo académico aludido- en nuestro currículo del plan de estudios de
arquitectura no existe una sola materia de Historia de la arquitectura, ni una sola de
Teoría de la arquitectura, y sólo contamos con una materia que aborda tres de los
paradigmas epistemológicos actuales.
Nos parece pues que, a la luz de estas consideraciones, nos urge encontrar
espacios y estrategias para que nuestras universidades vuelvan a centrarse en una
crítica que además de ser comercial, sea culta y rigurosa. Necesitamos un nuevo
renacimiento que reconsidere los daños de la modernidad y el neoliberalismo salvaje
sin radicalismos ingenuos, buscando integrar a la enseñanza de la arquitectura, de
su Historia, de su Teoría y del dominio de unos planteamientos epistemológico-
metodológicos propios.
11
García Martín, Roberto (2001) Coordinador de la VIII Semana de Arquitectura-Iteso Re-visiones,
Minuta de la mesa “Taller de Coordinadores”.
17
Lo primero que podemos expresar a manera de síntesis general, una vez que hemos
concluido nuestro análisis de los cinco ejes, es que a partir de la síntesis que
logramos estructurar, nos aparecen cuatro formas de mirar la arquitectura, su
Historia y su Teoría, cuya naturaleza nos conducen a afirmar, en definitiva, que la
Arquitectura, su Historia y su Teoría, como campos del conocimiento y como objeto
de enseñanza, no podrán escapar de su necedad tautológica, si no dejan de
construir su objeto de estudio y su objeto socio-profesional a partir única y
exclusivamente de la obra arquitectónica en sí misma. Estamos convencidos que a
la arquitectura le ha llegado el momento de mudar su objeto de estudio: de la obra
en sí que se diseña y se construye para unos clientes casi ausentes o ajenos, a la
relación del objeto arquitectónico con el ser humano que se produce durante los
procesos de diseño, construcción y uso cotidiano, no únicamente de aquellos que
habrán de habitar tal espacio, sino de aquellos que establecerán también relaciones
humanas y sociales desde el entorno de ese mismo espacio.
Las cuatro formas de mirar que se nos han develado son las siguientes:
“He ahí, pues, señores, lo que es, en esencia, la Constitución de un país: la suma de los
factores del poder que rigen en ese país. (…)Se toman estos factores reales de poder,
se extienden en una hoja de papel, se les da expresión escrita, y a partir de este
momento, incorporados a un papel, ya no son simples factores reales de poder sino que
se han erigido en derecho, en instituciones jurídicas, y quién atente contra ellos atenta
contra la ley, y es castigado”.12
Guardadas las proporciones, dado que este conocimiento nos viene de un campo
muy distinto al de la arquitectura, lo que podemos extraer para nuestros fines es
que, la constitución factual de unos ideales que opera en un espacio social
determinado, es decir, lo que de hecho sucede en una realidad determinada, es
producto en última instancia no de los ideales expresados utópicamente, sino de lo
que los factores del poder que operan en esa misma realidad quieren y eligen como
norma social. Expresado de esta manera, podemos llegar fácilmente a la idea de
que lo que sucede en la arquitectura como disciplina, ha sido consecuencia de unos
ciertos factores de poder operando en ella desde distintos ángulos para que la
profesión se desenvuelva de una determinada manera que ya hemos analizado
suficientemente. La construcción y el enriquecimiento continuo de los campos del
conocimiento en sus ámbitos históricos, teóricos y epistemológicos, no parece ser
del interés de estos factores del poder que operan la realidad de la arquitectura. Son
aspectos que consideran sofisticados e innecesarios tanto profesionalmente
hablando como en los términos de su enseñanza.
12
Ferdinand, Lassalle, Conferencia pronunciada en Berlin durante abril de 1862,
www.antorcha.net/biblioteca_virtual/derecho/lassalle/1.html
19
La pregunta entonces que tendríamos que hacernos para intentar revertir los
hechos, es ¿Cuáles son esos factores del poder que en el ámbito de la arquitectura
han llegado a postrarla como hoy la vemos y de que manera podemos influir en
ellos? Nosotros encontramos por lo menos cuatro que nos parecen evidentes y
suficientemente fuertes como para que constituyan ya de por sí un enorme reto:
a) El mercado
b) El gremio de arquitectos
c) Los profesores de las escuelas de arquitectura
d) Las autoridades universitarias
13
Smith, Adam (1999), Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, FCE,
México, p. 17
14
Ibidem
20
En este renglón, los arquitectos que ejercen y mantienen el control de las cosas en
el mundo socio-profesional, tienen que tomar conciencia de lo que aquí hemos
analizado y expresado. Tienen que darse cuenta que la simple reproducción de
formas arquitectónicas provenientes del exterior de forma acrítica, sin teoría y sin
consideraciones históricas, pero sobre todo, construidas sin ningún fundamento
epistemológico, por más creativas e interesantes que puedan ser, siguen siendo –a
lo mucho- copias mejoradas: ¿Cómo llegar a ellos de una forma que les interese una
revisión inteligente de estos y otros conceptos relacionados?
crítica, misma que acabaría por hacerles pensar que tienen razón en sus posturas
pragmáticas acabando más alejados de lo que ya están de por sí del tema en
cuestión.
17 Octubre 2008
23
BIBLIOGRAFÍA