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PARQUE DE ALDERDI-EDER (SAN SEBASTIÁN, GUIPÚZCOA)

Cronología-Fases de Construcción:
Este magnífico parque donostiarra se creó hacia 1880, cuando se suprimió
el campo de maniobras militares que allí había y en su lugar el jardinero
francés Pierre Ducasse proyectó este jardín. Poco después, en 1887, se
inauguró en un extremo del parque de Alderdi-Eder el Gran Casino de San
Sebastián, obra de los arquitectos Luis Aladren y Adolfo Morales de los
Ríos. Desde entonces este edificio preside los jardines del Parque de
Alderdi- Eder. En 1947, sin sufrir modificaciones arquitectónicas, se
convirtió en sede del Ayuntamiento donostiarra.

Descripción artística:
El parque de Alderdi-Eder, que en euskera significa «lugar hermoso», está
situado casi a la orilla del mar, separado de éste por el paseo y la playa
donostiarra de la Concha. Está formado por diversos parterres rectangulares
que contienen flores de temporada y se sitúan en torno a pequeñas fuentes
o esculturas. Sin embargo el carácter peculiar de este jardín reside en que
está poblado por más de un centenar de tamarindos, que ofrecen así
numerosos lugares sombreados. El tamarindo es un árbol de tronco grueso y
copa amplia que sobrepasa los dos metros de altura. Es muy apreciado
debido a que ofrece una amplia zona de sombra sin reducir el campo de
visión. El edificio del Gran Casino que preside los jardines del parque de
Alderdi-Eder casi desde su creación fue construido con piedra caliza de
Motrico, arenisca de las canteras de Ulía y azulejos de la Cartuja de Sevilla.
Para el interior se utilizó roble y mármol. Se trata de un sólido edificio de
armoniosas proporciones que confiere al parque una elegancia especial.

Evolución Histórica:
La construcción del parque de Alderdi-Eder debe contemplarse en el
contexto más amplio de la expansión urbanística que experimentó San
Sebastián a raíz del derribo de sus murallas en 1863. Los jardines se
realizaron hacia 1880, sobre los terrenos que ocupaba un campo de
maniobras militares. En un principio el parque fue creado como un lugar de
atracciones para el numeroso turismo que recibía San Sebastián en esas
fechas. Por eso se instaló en él un circo, un teatro de guiñol y un
velódromo. Con posterioridad se convirtió exclusivamente en un parque
público para disfrute de los donostiarras. Un auténtico pulmón vegetal de la
ciudad easotarra, situado muy cerca del mar. En 1882 el Ayuntamiento de
San Sebastián cedió unos terrenos en el extremo del parque de Alderdi-
Eder para la construcción del Gran Casino, con la condición de que
transcurridos 60 años los terrenos y el edificio pasaran a pertenecer a la
corporación municipal. Se encargó el proyecto a los arquitectos Luis
Aladren y Adolfo Morales de los Ríos, que se inspiraron para realizar la
obra en los famosos casinos de Biarritz y Montecarlo. En 1887 fue
inaugurado el Gran Casino. Funcionó como tal hasta 1924, fecha en la que
se cerró como consecuencia de la prohibición del juego en España. Durante
unos meses sus grandiosas instalaciones se convirtieron en Hospital de la
Cruz Roja. A partir de 1925 el edificio fue utilizado para fiestas, bailes y
reuniones sociales. Cinco años después se cierra definitivamente. En 1938
pasa de nuevo a pertenecer al Ayuntamiento. Y en 1947 se convierte en la
sede de la Casa Consistorial, función que sigue cumpliendo en la actualidad.

Personajes Históricos:
- Pierre Ducasse: Jardinero francés que trabajó en San Sebastián en el último
cuarto del siglo XIX, después de que el derribo de las murallas en 1863
posibilitara la expansión urbanística de la ciudad. Sus obras más importantes
en San Sebastián las realizó en la época de esplendor de la ciudad
donostiarra, cuando la corte y la alta sociedad española la eligieron como
lugar de veraneo. Entre ellas cabe reseñar el parque de Alderdi-Eder, el
parque de Cristina-Enea y los jardines del palacio de Miramar, que,
realizados para la reina María Cristina de Habsburgo, se convirtieron en el
marco apropiado para el veraneo de la familia real española.

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EL PAZO DE SANTA CRUZ DE RIVADULLA (VEDRA, LA
CORUÑA)

Cronología-Fases de Construcción:
Es probable que el creador del parque fuera Juan Ibáñez de Mondragón,
cardenal de la curia romana y hombre influyente en la ciudad papal. Entre la
segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVII se trazó el primitivo jardín en
forma de cruz doble, inspirado en una antigua villa romana, con el centenario
paseo de olivos, único en el Norte de España. No obstante, el interés por
la botánica se introduce en el siglo XVII con Juan Ignacio Armada
Mondragón, gran aficionado a las especies vegetales, que se encargó de
plantar numerosos árboles en torno al pazo. Durante la primera mitad del
siglo XIX, el interés familiar por la botánica se mantuvo hasta el punto de
que se importaron de América numerosas plantas, entre las que destacaban
las sequoias y las «magnolias grandiflora», que forman todavía una
impresionante avenida. Pero fue sobre todo Iván Armada y Fernández de
Córdoba, durante el último cuarto del siglo XIX, el auténtico artífice de la
consolidación de este jardín, realizando grandes reformas e introduciendo
especies como el eucalipto, la camelia y otras plantas exóticas. De su obra
sobresale especialmente la colección de camelias, que reúne 300 variedades
diferentes de esta especie. Además plantó palmeras alrededor de un
estanque circular y levantó un invernadero. En el presente siglo sus
propietarios han conservado el espíritu de sus antecesores y su dedicación a
la botánica, manteniendo el jardín con exquisito gusto.

Descripción artística:
El pazo de Santa Cruz de Rivadulla, también conocido como pazo de
Ortigueira, debe su actual nombre a la parroquia en la que encuentra,
perteneciente a la comarca regada por el río Ulla. En el jardín pueden
distinguirse claramente dos zonas. La primera está integrada por el primitivo
jardín en forma de cruz doble, inspirado en una antigua villa romana, con el
centenario paseo de olivos, único en el Norte de España. El resto del
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extenso parque está configurado por un jardín romántico característico del
siglo XIX. En esta zona destaca una cascada naturalista, tal vez de origen
más antiguo, que embalsa y recoge el agua del arroyo que atraviesa la finca y
que después desemboca en el río Ulla. Se conserva en el lugar un bosque
denso y elevado de bojes centenarios, que constituye un ejemplo
excepcional debido a su situación abrigada. Por otra parte, la riqueza del
suelo y la humedad constante han formado en este pazo un jardín
semitropical que permite el florecimiento natural de especies como la
gardenia. Destacan también el estanque circular y un curioso reloj de sol
construido en piedra.

Evolución Histórica:
Los orígenes de este lugar se remontan al siglo XVI, cuando era propiedad
de la familia compostelana de los Abraldes. A mediados de esa centuria
esta familia se unió con el linaje vasco de Mondragón. Uno de los
descendientes de esa unión, Andrés Ibáñez de Mondragón, regidor
perpetuo de la ciudad compostelana y caballero de la Orden de Santiago,
fue nombrado en 1683 marqués de Santa Cruz de Rivadulla. Al morir sin
descendencia directa, heredó la propiedad una sobrina suya, Ana de
Mondragón, que casó con Pedro Manuel Armada, de origen orensano. En
la actualidad el pazo todavía pertenece a la familia Armada, que ha
convertido el lugar en un vivero especializado en acebos, hortensias y
camelias, orientadas fundamentalmente a la exportación hacia Francia, Bélgica
e Inglaterra.

Personajes Históricos:
- Gaspar Melchor de Jovellanos. Político y escritor nacido en Gijón en
1744 y muerto en Vega en 1811. Fue ministro de Gracia y Justicia con
Carlos IV y miembro de la Junta Central durante la guerra de la
Independencia. Amigo y probablemente pariente de la mujer de Juan
Armada e Ibáñez de Mondragón, propietario del pazo de Santa Cruz de
Rivadulla, visitó el lugar en varias ocasiones. Se dice que en un banco y una
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mesa de piedra del jardín acostumbraba a escribir y al parecer fue
precisamente en ellos donde probablemente firmó, poco antes de morir, sus
«Apéndices a la Memoria en defensa de la Junta Central», publicados en
La Coruña en 1811.

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JARDÍN DE SAN CARLOS (LA CORUÑA)

Cronología-Fases de Construcción:
El jardín fue levantado en 1840 por orden del gobernador Francisco
Mazarredo sobre las ruinas del fuerte que protegía la ciudad hasta mediados
del siglo XVII. Durante la segunda mitad del siglo XIX el jardín de San
Carlos se convirtió en jardín botánico, con lo que se incorporaron a su
trazado una importante variedad de árboles exóticos y plantas de notable
rareza. Esta circunstancia, junto los diferentes añadidos realizados a lo largo
del siglo XX, permitió que se fuera complicando paulatinamente el sencillo
trazado original. No obstante, en la actualidad conserva el gusto romántico-
paisajista original.

Descripción artística:
Entre la ciudad vieja de La Coruña y el Paseo Marítimo Parrote, en un
privilegiado emplazamiento cerca del mar, se encuentra el jardín de San
Carlos. Se trata de un ejemplo de jardín romántico-paisajista, de forma
elíptica, en cuyo centro se sitúa la tumba del general británico Moore, héroe
del ejército de Wellington en la guerra de la Independencia, que murió en la
batalla de Elviña el 19 de enero de 1809. Se trata de un sencillo
monumento funerario que contiene un sepulcro de granito y una urna de
mármol con los restos del citado general. No obstante, es posible que su
cuerpo fuera posteriormente sacado de allí por el Marqués de la Romana.
En el extremo del jardín se abre un balcón, que ofrece espléndidas vistas de
la ciudad. Presidiendo la entrada del jardín aparecen grabadas en mármol
dos poesías sobre la muerte de Moore: una en inglés, obra de Charles
Wolfe, y la otra en gallego, escrita por Rosalía de Castro. En el jardín está
ubicado también el edificio que alberga el Archivo del Reino de Galicia.
Debido a su pasado como jardín botánico cuenta con numerosas y variadas
especies de flores, plantas y árboles, algunas de ellas de origen exótico.

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Evolución Histórica:
El lugar que hoy ocupa el jardín coruñés de San Carlos fue hasta su voladura
en 1658 un fuerte que protegía la ciudad con sus gruesos muros y su
puente levadizo. Sobre las ruinas de esta fortificación en 1840 el
gobernador Francisco Mazarredo mandó levantar el jardín. Poco después se
convirtió en un jardín botánico y comenzó a acoger numerosas especies
exóticas. Por Decreto de 9 de octubre de 1944 fue declarado jardín
histórico-artístico. En la actualidad es uno de los rincones más románticos de
La Coruña, desde el cual se contemplan las mejores vistas de la ciudad.

Personajes Históricos:
- Sir John Moore. Fue uno de los mejores generales ingleses de su época,
interviniendo en la guerra de la Independencia española frente a los
franceses. En los últimos días de octubre de 1808 salió de Portugal con un
ejército pequeño y consiguió tomar Salamanca. Desde allí intentó internarse
en Castilla la Vieja para cortar las comunicaciones entre el ejército de
Napoleón y Francia. Pero el emperador reaccionó rápidamente y con un
ejército de 50.000 soldados se fue al encuentro de Moore, para aislarle
del resto de las tropas inglesas. Enterado de la noticia, Moore emprendió a
marchas forzadas la retirada hacia La Coruña. Sin embargo, ante el peligro
de una nueva conflagración europea, Napoleón abandonó la persecución y,
dejando al mariscal Soult encargado de consumar su plan, tomó el camino de
Francia. Cuando las tropas francesas sitiaron La Coruña, Moore, con el
apoyo de los gallegos, se defendió heroicamente esperando la llegada de la
escuadra del almirante Hope. El 19 de enero de 1809 el valiente general
inglés fue herido mortalmente, pero su sacrificio permitió el embarque de su
ejército. En agradecimiento, los coruñeses le levantaron un sencillo
monumento funerario, que hoy se encuentra entre los atractivos del
romántico jardín de San Carlos. En un primer momento sus restos mortales
estaban depositados en este jardín, pero es posible que posteriormente
fueran sacados de allí por el marqués de la Romana.

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JARDINES DEL PALACIO REAL (ARANJUEZ, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
En 1544, bajo la dirección del entonces Príncipe Felipe, se inician las obras
para convertir a Aranjuez en residencia campestre para la familia real. Hasta
1559 se realizaron importantes trabajos de infraestructura hidráulica que
convirtieron la huerta en un vergel. A partir 1560 se emprendió el proyecto
definitivo de villa-palacio, bajo la dirección del arquitecto regio Juan
Bautista de Toledo, con la organización de los jardines del Rey y de la
Reina al Norte y al Sur del patio central del edificio. Sólo se llevaría a cabo
el proyecto del jardín del Rey. A la muerte del arquitecto real le sustituyó
en la dirección de las obras Juan de Herrera. Los trabajos se prolongaron
durante la segunda mitad del siglo XVI y en ellos intervinieron también los
jardineros Jerónimo de Algora y Juan de Hobolque. Entre 1577 y 1582
se culmina la obra del jardín con el cerramiento de los muros, la realización
de los cuadros que había diseñado Herrera y la colocación de la espléndida
fuente de jaspe verde, obra del italiano Roque Solario. Casi medio siglo
después, entre 1623 y 1624, Felipe IV ordenó colocar en este jardín
numerosas estatuas. En esta misma época se realizan las obras para recubrir el
suelo del jardín de un empedrado que se convertirá en una de sus señas de
identidad. En el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones al trono
español, se introducen en Aranjuez las ideas racionalistas del jardín francés,
materializadas en la creación del «Jardín Nuevo de Palacio» o jardín del
parterre. Fue construido, a partir de 1727, junto al jardín del Rey,
siguiendo el diseño de los ingenieros militares Esteban Marchand y Leandro
Bachalieu. Entonces se derriba el muro herreriano del jardín del Rey, uniendo
así los dos jardines. De la plantación del jardín, que comenzó en 1746, se
encargó el jardinero Esteban Boutelou. Más de un siglo después, en 1872,
se transformó el parterre barroco en un jardín paisajista, que en líneas
generales ha permanecido hasta la actualidad. En el jardín del Rey se traslada
entonces la fuente de jaspe verde a la cercana casa de Caballeros y es
probablemente en ese momento cuando se recubre el empedrado del siglo
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XVII con una capa de tierra. No obstante, una reciente restauración ha
permitido dejar al descubierto el empedrado original.

Descripción artística:
Los jardines del Palacio de Aranjuez están situados en la parte más oriental
del edificio. Desde el punto de vista de su concepción histórica puede
considerarse que se trata de tres jardines diferentes: el jardín del Rey,
construido durante el reinado de Felipe II en el extremo septentrional; el
jardín de la Reina, proyectado en el reinado del mencionado monarca
paralelo al del Rey pero cuyo trazado no llegó a realizarse; y el jardín del
parterre, levantado entre 1728 y 1735 como prolongación del cuerpo
central del palacio. El jardín del Rey ha recuperado recientemente su suelo
empedrado del siglo XVII y mantiene alguna de las estatuas originales. Pero
no conserva su carácter cerrado e íntimo que permitió a sus contemporáneos
calificarlo como «jardín secreto». Por su parte, el jardín del parterre se
conserva según la transformación paisajista realizada en 1872, que destruyó
el original trazado barroco del siglo XVIII. Actualmente todavía se
encuentran en el jardín tres de las fuentes más importantes que tuvo en el
pasado: la de las Nereidas, la de Hércules y Anteo y la de Ceres, diosa de
la Agricultura.

Evolución Histórica:
Los orígenes de los jardines de Aranjuez se remontan al siglo XIV, cuando
el lugar era propiedad de los maestres de la Orden de Santiago. Entonces
se construyó un palacio de cantería rodeado de huertas y jardines. En
1544, después de haber pasado a la jurisdicción real en época de los
Reyes Católicos, Carlos I ordenó la transformación del lugar para convertirlo
en residencia campestre, empresa que llevo a cabo su hijo el Príncipe Felipe.
Fue ya durante el reinado de Felipe II cuando se construyó el jardín del Rey.
Desde sus habitaciones el monarca disfrutaba del jardín contemplándolo a
través de las ventanas. Su nieto Felipe IV (1621-1665) también tuvo
gran predilección por este jardín y fue el encargado de rematar la obra de su
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abuelo con la colocación de numerosas estatuas y la construcción de un
suelo empedrado. Con la llegada de los Borbones al trono español el jardín
queda unido a otro de reciente construcción y de inspiración francesa. El
último cambio tuvo lugar durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874),
cuando el lugar se transformó en un jardín paisajista siguiendo el gusto
imperante en la época. En 1931, con el final de la monarquía y la
proclamación de la República, los jardines de del palacio de Aranjuez son
declarados de interés histórico-artístico (decreto del 3 de junio de 1931) y
abiertos al público. Hoy en día pueden visitarse con normalidad gracias a su
pertenencia al Patrimonio Nacional, institución que se encarga de su
adecuada conservación.

Personajes Históricos:
- Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey de Castilla y
Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de Portugal
(1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero el
mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y debilitar
sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de su
política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la flota
turca en Lepanto. Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en
1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la
hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico
mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los
jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de
ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial
y Aranjuez. En este último lugar se realizaron las obras más destacadas,
materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los
que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento. -
Juan de Hobolque. Jardinero flamenco, que llegó a España en 1560 para
hacerse cargo de las obras del jardín de la Isla en Aranjuez. Intervino
también en el jardín del Rey, realizado en la misma localidad madrileña. Fue
nombrado por Felipe II primer jardinero mayor, con título de
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superintendente de los jardines, destilador de aguas, aceites, flores y
hierbas. Le sucedió en el cargo su hermano Franz de Hobolque.- Juan
Bautista de Toledo. Arquitecto real de Felipe II. Se desconoce la fecha de
su nacimiento en Madrid, ciudad en la que murió en 1567. Fue el
encargado de iniciar las obras del monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
que a su muerte concluyó su discípulo Juan de Herrera. En su calidad de
arquitecto regio intervino en el diseño de las principales obras
arquitectónicas y de los trazados de jardines del reinado de Felipe II, entre
los que sobresalen los de Aranjuez, la Casa de Campo y El Pardo. Esteban
Boutelou. Jardinero francés, que formó parte del grupo de artistas venidos a
España durante el reinado de Felipe V (1700-1746). En 1716 fue
nombrado jardinero mayor de Aranjuez. En agosto de 1722, al morir René
Carlier, tomó la dirección de los jardines de La Granja. Fue el primero de
una larga dinastía de jardineros que sirvieron a la familia real española,
interviniendo en los jardines de Aranjuez, del Buen Retiro y del Alcázar de
Sevilla hasta el reinado de Isabel II.

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JARDÍN DE LA ISLA (ARANJUEZ, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Es probable que Isabel la Católica mandara realizar alguna obra en la isla
que formaban, a la altura de Aranjuez, el Tajo y el canal que iba a los
molinos. Sin embargo fue Felipe II (1556-1598) el verdadero creador del
jardín de la Isla. Por orden suya se creó en el lugar un jardín de carácter
intimista. Así, el arquitecto real Juan Bautista de Toledo realizó el proyecto
de ordenar en rectángulos esta isla. En el jardín trabajaron desde 1560
jardineros franceses, pero sobre todo flamencos, como Juan de Hobolque,
que dejaron la impronta del estilo característico de su país, aunque sin
olvidarse de introducir algunos elementos italianos, como las fuentes, y
dejándose seducir por la rica tradición hispana del jardín andalusí. En los dos
primeros tercios del siglo XVII, durante los reinados de Felipe III y Felipe
IV, se acometió la tarea de arreglar, sustituir y construir fuentes y estatuas
destinadas al jardín de la Isla. En 1660, el arquitecto Sebastián Herrera
Barnuevo, por orden del monarca, cambia la distribución de las fuentes y
estatuas hasta dejarlas, en líneas generales, tal y como las conocemos en la
actualidad. El puente que conecta la isla con el resto de los jardines del
palacio de Aranjuez fue construido en 1744. Durante la segunda mitad del
siglo XVIII, el infante don Antonio, hijo de Carlos III, mandó plantar
donde antes estaba el Sotillo de la Garcera, un jardín emparrado que
contenía garzas y faisanes, una huerta con árboles frutales, flores, fresas y
hortalizas para el abastecimiento del palacio. En 1846 fue desmontada la
fuente de los Tritones, que finalmente acabó situada en el Campo del
Moro, donde se encuentra actualmente. Por último, durante la regencia de
María Cristina de Habsburgo (1886-1902) se instaló una estufa para criar
flores destinadas a adornar el Palacio Real de Madrid.

Descripción artística:
El jardín se adapta a la superficie de la isla sobre la que se asienta. Se
accede a él mediante un puente que conduce en primer término a una de las
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fuentes más destacadas, la de Hércules y la Hidra, labrada por el escultor
Martino Regio en 1661. Desde allí arranca un eje que atraviesa el jardín
hasta el extremo opuesto. En torno a este eje se ordenan los parterres de
setos de boj y árboles de hoja caduca. Este eje es conocido como la
avenida de las Fuentes por la importancia y el número de las que en él
estaban colocadas. Se trata de fuentes de inspiración italiana rematadas
generalmente por esculturas mitológicas de la Antigüedad clásica. Así, al
atravesar este paseo, el visitante se puede encontrar con la fuente de Apolo
o Triptolemo, la del Reloj o fuente de las Horas, la del Niño de la Espina,
la de Venus y la de Baco. Al final del paseo se llega hasta la plaza de
Neptuno, coronada por la otrora espléndida fuente del mismo nombre, de
la que hoy sólo se conservan cuatro pedestales de piedra. En el jardín de la
Isla estuvo situada también la fuente de los Tritones, actualmente emplazada
en los jardines del Campo del Moro.

Evolución Histórica:
Probablemente la existencia del jardín de la Isla se remonta a la época de los
Reyes Católicos, cuando el lugar donde actualmente se asienta el jardín se
conocía como la isla de la Reina, en recuerdo de Isabel la Católica, a la que
gustaba mucho la frescura de este sitio. Sin embargo, la creación de un
completo jardín en esta isla próxima al palacio se debe a la iniciativa de
Felipe II, gran amante de la naturaleza y las plantas, al igual que su mujer
Isabel de Valois. El monarca situó en Aranjuez un pequeño jardín botánico
para el cultivo de plantas medicinales. Su hijo Felipe III se ocupó de colocar
en el jardín 27 estatuas de bronce y mármol y de construir algunas de las
fuentes que todavía permanecen en la actualidad. Pero fue sobre todo su
nieto Felipe IV quien se encargó de otorgar al jardín su fisonomía actual, con
la construcción de nuevas fuentes, la incorporación de música a alguna de
ellas y la construcción de un ingenioso laberinto. En la segunda mitad del
siglo XVIII, el infante don Antonio, hijo de Carlos III, mandó plantar una
huerta para asegurar el abastecimiento de frutas y hortalizas al cercano
palacio. En 1806 un huracán causa importantes daños en el jardín de la
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Isla, destrozando la fuente de la Espina. Poco después, los jardines, las
fuentes y las estatuas son destruidas por las tropas francesas. Con el retorno
de Fernando VII al trono en 1813, el monarca decide mantener únicamente
para su recreo en Aranjuez los jardines de la Isla y del Príncipe. A finales
del siglo XIX, cuando el Real Sitio ya no era residencia habitual de la corte,
se instaló una estufa en el jardín de la Isla para criar flores que adornaran el
Palacio Real de Madrid. Con la llegada de la II República, el jardín de la
Isla, como el resto de los jardines y el palacio de Aranjuez, fueron
definitivamente abiertos al público. Por decreto de 3 de junio de 1931 fue
declarado jardín histórico-artístico. En la actualidad su pertenencia al
Patrimonio Nacional permite un estado de conservación excelente.

Personajes Históricos:
- Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey de Castilla y
Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de Portugal
(1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero el
mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y debilitar
sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de su
política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la flota
turca en Lepanto. Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en
1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la
hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico
mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los
jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de
ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial
y Aranjuez. En este último lugar se realizaron las obras más destacadas,
materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los
que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento.-
Juan de Hobolque. Jardinero flamenco, que llegó a España en 1560 para
hacerse cargo de las obras del jardín de la Isla en Aranjuez. Intervino
también en el jardín del Rey, realizado en la misma localidad madrileña. Fue
nombrado por Felipe II primer jardinero mayor, con título de
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superintendente de los jardines, destilador de aguas, aceites, flores y
hierbas. Le sucedió en el cargo su hermano Franz de Hobolque.- Juan
Bautista de Toledo. Arquitecto real de Felipe II. Se desconoce la fecha de
su nacimiento en Madrid, ciudad en la que murió en 1567. Fue el
encargado de iniciar las obras del monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
que a su muerte concluyó su discípulo Juan de Herrera. En su calidad de
arquitecto regio intervino en el diseño de las principales obras
arquitectónicas y de los trazados de jardines del reinado de Felipe II, entre
los que sobresalen los de Aranjuez, la Casa de Campo y El Pardo.

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JARDÍN DEL PRÍNCIPE (ARANJUEZ, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
El precedente inmediato de la construcción del jardín del Príncipe es la
creación de la «huerta de la Primavera», realizada durante el reinado de
Fernando VI (1746-1759) para el cultivo de frutales, hortalizas, fresas y
espárragos. A ellos se añadieron el antiguo «jardín de los Negros» y el
embarcadero. En 1772, el entonces Príncipe de Asturias, el futuro Carlos
IV, ordenó la creación de un nuevo jardín que englobara los trazados
anteriores existentes en la zona meridional del Tajo. La primera fase de las
obras, la que afectaba al sector del jardín más próximo al palacio real, ya
estaba concluida en 1784. En esta fase se nota sobre todo la intervención
del jardinero Pablo Boutelou, que realiza la plantación de un jardín con
influencias del paisajismo pero sin perder nunca la característica española del
lugar donde se asienta. A partir de 1784, cuando se acometen las obras
del sector oriental del jardín, se detecta una intervención más directa en las
mismas del arquitecto Juan de Villanueva, que traza una síntesis entre los
elementos propios de la jardinería española, la influencia clásica y la nueva
jardinería paisajista. Entre 1789 y 1801 se realizan las esculturas y fuentes
dispersas por el jardín, obra de los escultores Adán, Silici, Michel, Arali,
Joaquín Dumandré, Agreda e Isidro González Velázquez. En 1804
pueden darse por terminadas las obras con la construcción en el extremo
Este de la Casita del Labrador, obra del propio Isidro González Velázquez,
y sus jardines circundantes.

Descripción artística:
El jardín del Príncipe, conocido con este nombre en honor a su creador, el
entonces Príncipe de Asturias y futuro rey Carlos IV, ocupa una extensión
aproximada de 140 hectáreas, entre el sinuoso trazado del río Tajo y la
calle de la Reina de Aranjuez. En el conjunto del jardín predominan el
plátano de sombra, el chopo y el tilo, aunque conviven con otras especies
vegetales muy variadas como los mirtos. En su límite con el Tajo el jardín
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queda protegido por un fuerte pretil de piedra, mientras que el resto de su
recorrido está cercado por una verja alta de hierro, situada sobre un zócalo
de fábrica y piedra, con cuatro interesantes puertas, obra de Juan de
Villanueva. El jardín, con una tupida vegetación, está vertebrado por
grandes avenidas que desembocan en plazoletas rematadas por
impresionantes fuentes, entre las que destacan las del Cisne, Apolo, Narciso
y Neptuno. Entre los elementos más característicos del jardín se encuentra el
llamado estanque de Los Chinescos, con un pabellón chinesco enfrentado a
un templete circular de estilo neoclásico, obra de Juan de Villanueva. El
jardín cuenta también con una pequeña isla artificial hecha con rocas y una
montaña cercana, también artificial.

Evolución Histórica:
Los orígenes del jardín del Príncipe se remontan al reinado de Fernando VI
(1746- 1759), con la creación de un huerta para el cultivo de frutales y
hortalizas. El mismo monarca mandó construir un embarcadero y cuatro
pabellones en la zona más próxima al Tajo, conocida como el Sotillo. Las
fiestas naúticas organizadas en este jardín con la presencia de Fernando VI y
su esposa Bárbara de Braganza fueron las más suntuosas de la Europa del
momento. Se ofrecían también conciertos, donde intervenían los más
destacados músicos del momento, entre los que sobresalía el famoso
castrado italiano Farinelli, que cantaba en exclusividad para los reyes
españoles. En 1772 se inició la construcción del proyecto del jardín del
Príncipe por iniciativa del primogénito de Carlos III, el príncipe don Carlos.
Se trataba de realizar un jardín de recreo con la combinación de elementos
propios del paisajismo inglés con otros característicos del clasicismo, el
barroco y la tradición autóctona. El jardín se concluyó en 1804, con la
plantación de un laberinto que circundaba la Casita del Labrador. Durante la
guerra de la Independencia (1808-1813), y tras los desastres ocasionados
por los ejércitos franceses en los jardines de Aranjuez, Fernando VII decide
conservar únicamente para su recreo los jardines del Príncipe y de la Isla,
cuyo cuidado especial encarga a Casimiro Bonavia. En el jardín del Príncipe
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continuó la moda de plantar especies exóticas, especialmente en la zona
conocida como «Islas Americanas». En 1849 se taló y plantó de nuevo el
laberinto de la Casita del Labrador, que actualmente ha desaparecido.
Desde la segunda mitad del siglo XIX, el palacio y los jardines del Real Sitio
de Aranjuez dejan de ser residencia estacional de la familia real española y
se convierten en lugar de recreo eventual para un día, debido a la reducción
del tiempo de traslado desde la capital. Así siguieron hasta la proclamación
de la II República en 1931, cuando se abren al público. En la actualidad
se encuentran en excelente estado de conservación gracias a los cuidados del
Patrimonio Nacional.

Personajes Históricos:
- Carlos IV. Nacido en Nápoles en 1748, vino a España en 1759
cuando sus padres Carlos III y María Amalia de Sajonia ocuparon el trono.
Fue un gran amante de las artes y un excelente dibujante. En 1772, siendo
todavía príncipe de Asturias, promovió la realización del jardín del Príncipe
en Aranjuez, de cuyas obras se encargaron el arquitecto Juan de Villanueva
y el jardinero Pablo Boutelou. Tras la muerte de su padre Carlos III en
1788, ocupó el trono de España y bajo su reinado continuaron las obras
del jardín del Príncipe, que pudo ver concluido en 1804. Cuatro años
después se vio obligado a abdicar la Corona primero en favor de su hijo
Fernando VII y poco después en la persona de Napoleón. A partir de ese
momento Carlos IV vivió desterrado en Francia y en Italia, donde finalmente
moriría en 1819.- Juan de Villanueva. Arquitecto español (1731-1811)
nacido en Madrid y máximo representante del neoclasicismo en nuestro país.
Estuvo pensionado en Italia por espacio de siete años. En 1769, dos años
después de su vuelta a España, Carlos III le nombró arquitecto del príncipe
de Asturias y de los infantes. Desde ese cargo se ocupó de la realización
del jardín del Príncipe de Aranjuez, sobre todo a partir de 1784. Por otra
parte, desarrolló una importante labor arquitectónica, en el marco del plan
de ordenación urbanística de Madrid impulsado por Carlos III, en la que
sobresalen los edificios de la denominada Colina de las Ciencias: el
18
Observatorio Astronómico, el actual Museo del Prado y el propio Real
Jardín Botánico.

19
JARDINES DEL BUEN RETIRO (MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras de construcción de los jardines del Buen Retiro se iniciaron hacia
1630, paralelamente a la construcción del palacio. La dirección de las
obras recae en el arquitecto italiano Giovanni Battista Crescenzi, que cuenta
con la colaboración del español Alonso de Carbonel. De la realización de
las fuentes y juegos de agua se encargó el especialista italiano Cosme Lotti.
Sabemos que en 1633 ya se había construido un jardín con su estanque.
Pero el desarrollo fundamental de los jardines tiene lugar entre 1634 y
1640, cuando se adquieren para tal fin los solares situados en la zona
septentrional. Se trata de una yuxtaposición de diferentes jardines que no
forman nunca un proyecto unitario. En 1642 se sitúa en el llamado jardín
de la Reina la estatua ecuestre de Felipe IV, obra del escultor italiano Pietro
Tacca, que en la actualidad se encuentra en la madrileña Plaza de Oriente.
En el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones al trono español, se
introducen en el Retiro las ideas racionalistas de la jardinería francesa a través
de un seguidor de Le Nôtre, René Carlier, que construye frente al Casón
una broderie rematada en hemiciclo, con varias modificaciones ha llegado
hasta nuestros días. Durante el reinado de Carlos III, en el contexto del
impulso industrial y el desarrollo científico promovidos por este monarca, se
construyen en la zona meridional del Buen Retiro varios edificios de interés
como la Real Fábrica de Porcelana, el Gabinete de Historia Natural, el
Jardín Botánico y el Observatorio Astronómico. Durante la guerra de la
Independencia (1808-1813) el Retiro se convirtió en cuartel general de
las tropas francesas, que causaron graves daños a los jardines.
Posteriormente, Fernando VII (1813-1833) decide restaurar solamente lo
que quedó en pie: la casa palacio de San Juan, la pajarera y el
embarcadero. Al mismo tiempo emprende la construcción de otras
edificaciones como la Casa del Pobre, la Casita del Pescador y la Casa de
Fieras, obras de Isidro González Velázquez. Con la llegada de la I
República (1874) se abren nuevas calles, se transforman los jardines y se
20
aprueba la construcción del paseo de Coches o Carruajes. En la década de
1870 se construyen el palacio de Velázquez y el palacio de Cristal, obras
del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. En 1914 el Ayuntamiento
dispuso crear la actual rosaleda, obra del jardinero municipal Cecilio
Rodríguez, que rediseñó el trazado alrededor de la Casa de Fieras,
otorgándole un aire andaluz al estilo de Forestier. Ocho años después fue
inaugurado el monumento a Alfonso XII en el estanque sobre proyecto de
José Grases, rematado con la escultura del monarca, obra de Mariano
Benlliure. En 1925 se instala el quiosco de música en el lugar donde se
encuentra todavía, la plaza del Maestro Villa. Después de la guerra civil se
realizaron los jardines dedicados a Cecilio Rodríguez, de trazado rígido y
simétrico. Finalmente, en 1968 se procedió a realizar nuevas reformas, muy
cuestionadas, en el parterre situado frente al Casón del Buen Retiro.

Descripción artística:
El actual parque del Retiro, situado en el corazón del casco urbano de
Madrid, es más reducido que el jardín original, que llegaba hasta el paseo
del Prado. Se trata de un jardín que, desde sus orígenes, fue concebido
como la yuxtaposición de diversas unidades en función de las necesidades
de cada momento y sin responder nunca a un proyecto unitario previamente
trazado. El recinto está rodeado en gran parte de su recorrido por una verja
de hierro sobre un zócalo de piedra, que cuenta con varias puertas, entre las
que destaca la puerta de «la Coronela», construida en 1690 para
conmemorar la entrada en Madrid de Mariana de Neoburgo, segunda mujer
de Carlos II. Esta puerta es la que flanquea el acceso al parterre construido
en el siglo XVIII. Si iniciamos el recorrido por la puerta principal del parque
(puerta de España) llegamos al paseo de Argentina, que está flanqueado
por estatuas de los Reyes de España procedentes del Palacio Real de
Madrid. Este paseo desemboca en el amplio estanque rectangular, en cuyo
extremo se sitúa el monumento a Alfonso XII. Al Norte del mismo se
encuentra la plaza del Maestro Villa, presidida por el quiosco de música. En
el extremo nororiental del parque están la Montaña Artificial, la Casa del
21
Pescador y la Casa del Contrabandista (actualmente convertida en sala de
fiestas), además de los restos de la iglesia románica de San Pelayo de Avila.
Al Sur del estanque se encuentra el palacio de Velázquez y muy próximo a
éste el palacio de Cristal, precedido por un pequeño lago. Al Oeste de
este palacio se sitúa La Chopera y en el lado opuesto los jardines de Cecilio
Rodríguez y la zona que ocupaba la antigua Casa de Fieras. En el extremo
meridional del parque destacan la rosaleda, los Viveros Municipales y la
estatua del Angel Caído, del escultor Ricardo Bellver, considerada como la
primera escultura dedicada al diablo en una ciudad europea.

Evolución Histórica:
La historia de los jardines del Buen Retiro se inicia hacia 1630, cuando el
Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV, cedió al monarca una finca
que tenía junto al monasterio de los Jerónimos, que se unió así al Cuarto
Real, o lugar reservado para el retiro espiritual de los miembros de la familia
real en el citado cenobio. La función de esta última dependencia daría
nombre a todo el real sitio. Al parecer el objetivo del poderoso valido era
ofrecer al monarca un lugar cercano al viejo Alcázar real dedicado a albergar
fiestas y diversiones con las que alejar así al rey de las responsabilidades de
gobierno. Las obras del palacio y los jardines se llevaron a cabo con
rapidez, a pesar de contar con una fuerte oposición del pueblo, que estaba
ya muy agobiado con la carga de impuestos que tenía que soportar. Desde
1633, fecha en la que se celebró la primera gran fiesta, con toros, el lugar
fue escenario de frecuentes acontecimientos festivos. En 1639 se inauguró
en el Buen Retiro un gran coliseo, donde estrenaron sus obras algunos de los
dramaturgos más importantes de la época como Lope de Vega o Tirso de
Molina. Sin embargo, con la muerte de Felipe IV en 1665, el Retiro inició
una lenta decadencia. A principios del siglo XVIII, con la llegada del primer
Borbón se encarga un proyecto de construcción de un nuevo palacio con sus
jardines, según el gusto francés. El elevado coste de las obras impide la
realización del proyecto. En 1734, tras el incendio del Alcázar, el palacio
del Retiro se convierte en la residencia habitual de Felipe V (1700-
22
1746). Con su hijo Fernando VI (1746-1759) se acondiciona el gran
coliseo para las representaciones de ópera, donde actuó numerosas veces el
famoso castrado Farinelli. Carlos III (1759-1788) abandona el Retiro
como residencia habitual para trasladarse al ya finalizado Palacio Real. Una
parte de los jardines del Real Sitio se abren al público y otra zona se dedica
a la construcción de edificios de interés científico o industrial como la Real
Fábrica de Porcelana o el Observatorio Astronómico. Durante la guerra de
la Independencia el palacio y los jardines del Buen Retiro se convierten en
cuartel general de las tropas francesas, que arrasan los jardines para instalar
fortificaciones y piezas de artillería. Cuando en 1812 los ejércitos ingleses
entran en Madrid destruyen las fortificaciones del Retiro y la Fábrica de
Porcelana. Finalizada la guerra, con la vuelta al trono de Fernando VII, la
mayor parte de los jardines se abren al público, quedando un reservado
delimitado por tapias para el disfrute del monarca, donde por orden suya se
realizaron pequeñas construcciones de carácter pintoresco, además de
colocarse diversas fuentes y esculturas. En 1865 Isabel II vendió al Estado
toda la zona del parque comprendida entre el paseo del Prado y la actual
calle de Alfonso XII, que pronto se urbanizaría, convirtiéndose en uno de
los barrios más elegantes de la ciudad. Con el estallido de la revolución de
1868 el Retiro es cedido al Ayuntamiento de Madrid con la condición de
respetar sus límites y dedicarlo al recreo de sus vecinos. En 1883 tiene
lugar la Exposición de Minería en el palacio de Velázquez y cuatro años
después se celebra la Exposición de Filipinas en el palacio de Cristal. Ya en
el siglo XX se instalan en el parque un gran número de esculturas dedicadas
a destacadas personalidades de la cultura española. Por orden del 8 de
noviembre de 1935 el parque del Retiro fue declarado jardín de interés
histórico-artístico. En la actualidad el Retiro se encuentra ubicado en el
corazón de la ciudad y constituye el auténtico pulmón verde de la misma. Es
visitado diariamente por miles de ciudadanos y en su recinto se celebra
anualmente la Feria del Libro.

23
Personajes Históricos:
- René Carlier. Arquitecto francés, discípulo de Robert de Cotte. Fue
enviado por éste a España para llevar a cabo la obra del parterre del palacio
del Buen Retiro. Después de su llegada a España fue nombrado primer
arquitecto de Felipe V. En el Retiro introduce los principios racionalistas de
Le Nôtre, el jardinero que había diseñado los jardines de Versalles para Luis
XIV. Además Carlier fue el responsable de organizar el diseño de los
jardines de La Granja. Sin embargo, murió en agosto de 1722 sin ver
finalizada esta obra, aunque ya se habían concluido los estanques, el parterre
de palacio y los bosquetes.- Cecilio Rodríguez. Nació en Valladolid en
1865. A los ocho años entró como aprendiz de jardinero en el
Ayuntamiento de Madrid, para el que trabajó en el paseo de Recoletos y
en la Sección de Viveros. En 1914 es elegido jardinero mayor del Retiro,
cargo desde el cual acometió la realización de la rosaleda, una de sus obras
más relevantes. Posteriormente fue nombrado Director del Departamento de
Parques y Jardines del Ayuntamiento madrileño. Tras el paréntesis de la
guerra civil, Cecilio Rodríguez volvió a ocupar la jefatura de los jardines
municipales, desde la cual se encargó de la restauración de las zonas verdes
de la capital, entre las cuales ocupó un lugar destacado el Retiro.

24
JARDÍN DEL MONASTERIO DE EL ESCORIAL (SAN
LORENZO DE EL ESCORIAL, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Como es conocido, el monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue una
iniciativa personal de Felipe II para conmemorar la victoria en la batalla de
San Quintín. Las obras del monasterio duraron 21 años bajo la dirección
primero del arquitecto Juan Bautista de Toledo y después de su muerte de
Juan de Herrera. Entonces se levantó en el interior del edificio el patio
ajardinado de los Evangelistas. Este original trazado desapareció tras el
incendio de 1671, siendo sustituido en 1717 por el diseño actual. Los
jardines exteriores (denominados de los Frailes, del Rey y del Prior), que se
disponen a lo largo de las fachadas oriental y meridional del monasterio
fueron trazados por el padre Cardona. No obstante, los que vemos ahora
son también producto de una reforma realizada en la primera mitad del siglo
XVIII.

Descripción artística:
En el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que cuenta en conjunto con
88 fuentes, hay dos zonas ajardinadas: el patio de los Evangelistas y los
jardines exteriores que se disponen en los flancos oriental y meridional del
monasterio. En este último ámbito se suceden tres jardines: el jardín de los
Frailes, el jardín del Rey y el jardín del Prior. Se trata de unos jardines
trazados según la típica tridimensionalidad característica del Renacimiento
italiano. Se extienden en escuadra a lo largo de los flancos Sur y este del
monasterio, en torno a un total de 12 fuentes que los centralizan a tramos,
formando pequeños grupos limitados por los dobles juegos de escaleras de
bajada a la huerta. Los jardines del Rey y del Prior, situados frente a los
apartamentos de la familia real, tienen un carácter más íntimo y cuentan
además con dos terrazas ubicadas en un nivel inferior. En la actualidad, y
fruto de la reforma emprendida en el siglo XVIII, los jardines están
sembrados de boj, pero originalmente constituían auténticas alfombras
25
vegetales compuestas de flores de muy diversos colores. Formando escuadra
con la proyección longitudinal del jardín de los Frailes se sitúa una alberca o
estanque de agua para el riego de la huerta. En cambio, el patio de los
Evangelistas está situado en el interior del edificio. Se trata de un jardín
renacentista organizado en 16 cuadros, de los que los cuatro centrales están
llenos de agua, a modo de pequeños estanques. En el centro se dispone el
templete octogonal diseñado por Juan de Herrera.

Evolución Histórica:
Desde sus orígenes en el reinado de Felipe II (1556-1598) el monasterio
de San Lorenzo de El Escorial fue concebido para realizar una triple función:
panteón real, cenobio para una comunidad de la Orden jerónima y
residencia palaciega. En consecuencia, sus jardines fueron utilizados
fundamentalmente por los monjes que habitaban el monasterio y por la
familia real y su corte. Tanto para unos como para otros los jardines eran
fundamentalmente un lugar para el retiro, la meditación y el disfrute de los
sentidos. Con esta orientación continuaron, con escasas interrupciones, hasta
la proclamación de la II República en 1931. Precisamente por decreto de 3
de junio de este mismo año los jardines fueron declarados histórico-artísticos.
En la actualidad los jardines, como todo el monasterio, pertenecen al
Patrimonio Nacional, que se encarga de su conservación.

Personajes Históricos:
- Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey de Castilla y
Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de Portugal
(1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero el
mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y debilitar
sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de su
política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la flota
turca en Lepanto. Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en
1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la
hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico
26
mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los
jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de
ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial
y Aranjuez. En este último lugar se realizaron las obras más destacadas,
materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los
que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento.

27
JARDÍN DEL CAMPO DEL MORO (MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Desde el reinado de Felipe V, y especialmente con el inicio de la
construcción del Palacio Real, se tenía la idea de trazar unos jardines en la
zona conocida como el Campo del Moro. Así, durante el siglo XVIII, lo
intentaron sucesivamente Juan Bautista Sacchetti, Esteban Boutelou, Ventura
Rodríguez y Francisco Sabatini. Pero ninguno consiguió hacer realidad su
proyecto debido a la escasez de agua y a las necesidades económicas.
Hacia 1810 Juan de Villanueva emprendió unas obras para facilitar la
conexión entre el palacio y la Casa de Campo, de las que hoy se conserva
una gruta ornamentada con rocalla en 1891. Fue a partir de 1844 cuando
se inicia la definitiva fase de construcción de los jardines por iniciativa de
Agustín Argüelles y de Martín de los Heros. El proyecto es encargado al
arquitecto mayor de palacio, Narciso Pascual y Colomer. El fue el
encargado de subrayar el eje principal del jardín con la idea de la colocación
de las dos fuentes que actualmente se conservan. Sin embargo, hasta 1890
el ajardinamiento del Campo del Moro no recibió el impulso definitivo,
gracias al proyecto del jardinero catalán Ramón Oliva. No obstante, la
desafortunada ejecución del proyecto propició la existencia de posteriores
restauraciones que han acentuado sus defectos. En 1898 se incluyeron
dentro del jardín varias casas góticas de madera de estilo suizo o tirolés,
obra del arquitecto Repullés. Durante la guerra civil de 1936-1939 los
jardines sufrieron cuantiosos daños. Fueron restaurados en la década de los
40, aprovechando entonces la oportunidad para construir un nuevo edificio
que alberga el Museo de Carruajes.

Descripción artística:
Los jardines del Campo del Moro están emplazados entre la fachada
occidental del Palacio Real de Madrid y el paseo de la Virgen del Puerto.
Precisamente bajo este paseo se encuentra la gruta que construyó Villanueva.
De ella parten tres caminos que se adentran en el Campo del Moro. El de
28
la derecha lleva hasta el Museo de Carruajes, que está precedido por un
jardín romántico con un estanque y su puente. Los otros dos suben hasta el
palacio mediante un trazado sinuoso salpicado de plátanos, castaños, álamos
y pinos. En el eje principal del jardín, que centra la perspectiva del palacio,
sobresalen las fuentes de los Tritones y de las Conchas. La primera fue traída
de Aranjuez, donde estaba colocada desde 1657 por mandato de Felipe
IV. La segunda procede del palacio de Boadilla del Monte y fue cedida
por Fernando VII a su esposa María Cristina de Borbón, tras recibirla de los
duques de San Fernando. Destacan también las casas góticas de madera de
estilo suizo o tirolés, que desde hace un siglo se confunden entre la
vegetación del parque. El conjunto no responde a unas características
homogéneas, ya que debido a sus diferentes fases constructivas nos
encontramos ante un jardín de tipo mixto con un eje principal que se
relaciona con modelos formalistas, rodeado por un diseño naturalista y
romántico.

Evolución Histórica:
Los orígenes de este lugar se remontan a la fundación de un alcázar por los
musulmanes. Su vinculación primitiva propició que en época cristiana los
terrenos adyacentes fueran conocidos como Campo del Moro. El alcázar
cristiano tenía un emplazamiento característico de una fortificación militar. En
consecuencia el fuerte desnivel de la fachada occidental dificultaba
considerablemente la plantación de jardines. Fue Felipe II el primer monarca
que encargó un proyecto para salvar el desnivel existente entre el alcázar y la
Casa de Campo. Con la llegada de los Borbones y la sustitución del alcázar
por el nuevo Palacio Real los proyectos se multiplican. Sin embargo, las
dificultades del terreno, el elevado coste de las obras y la escasez de agua
impiden su materialización exitosa. Habrá que esperar al reinado de Isabel II
(1833-1868) para que se inicie el ajardinamiento del Campo del Moro.
La traída de las aguas del Lozoya a través del Canal de Isabel II resultó
fundamental para el levantamiento del jardín. Para salvar los considerables
desniveles se utilizó como material de relleno los escombros y materiales de
29
derribo extraídos durante la ampliación de la Puerta del Sol. Con la
revolución de 1868 y el fin de la monarquía isabelina el jardín volvió a caer
en el abandono. Habría que esperar a 1890, durante la regencia de María
Cristina de Habsburgo, para ver su impulso definitivo, con la plantación de
más de 9.000 árboles de diferentes especies, 8.800 arbustos, 12.000
rosales y 400 palmeras, entre otras especies. Por Decreto de 3 de junio de
1931 estos jardines fueron declarados de interés histórico-artístico. Durante
la guerra civil sufrieron graves daños, siendo restaurados en la década de
1940. En la actualidad los jardines del Campo del Moro pertenecen al
Patrimonio Nacional, que se encarga de su adecuada conservación.

Personajes Históricos:
- Esteban Boutelou. Jardinero francés, que formó parte del grupo de artistas
venidos a España durante el reinado de Felipe V (1700-1746). En
1716 fue nombrado jardinero mayor de Aranjuez. En agosto de 1722, al
morir René Carlier, tomó la dirección de los jardines de La Granja. Como
jardinero al servicio de los reyes se le encargó la realización de un proyecto
para el ajardinamiento del Campo del Moro. Esteban Boutelou realizó dos
proyectos diferentes en 1746 y 1747, con un trazado clásico pero una
escasa adaptación a las características topográficas del terreno, razón por la
cual no fueron finalmente ejecutados. Esteban fue el primero de una larga
dinastía de jardineros que sirvieron a la familia real española, interviniendo en
los jardines de Aranjuez, del Buen Retiro y del Alcázar de Sevilla hasta el
reinado de Isabel II.- Juan de Villanueva. Arquitecto español (1731-
1811) nacido en Madrid y máximo representante del neoclasicismo en
nuestro país. Estuvo pensionado en Italia por espacio de siete años. A su
vuelta a España desarrolló una importante labor arquitectónica, en el marco
del plan de ordenación urbanística de Madrid impulsado por Carlos III, en
la que sobresalen los edificios de la denominada Colina de las Ciencias: el
Observatorio Astronómico, el actual Museo del Prado y el Real Jardín
Botánico. Al final de su vida, hacia 1810, José Bonaparte le encarga el
proyecto de las obras para facilitar el acceso desde el Palacio Real a la Casa
30
de Campo. De estas obras se conserva todavía un túnel bajo el camino de
Castilla. En 1891 la entrada al túnel fue ornamentada por Repullés con
rocalla de piedra.

31
REAL JARDÍN BOTÁNICO (MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
En 1774 Carlos III decidió trasladar el Jardín Botánico de Migas
Calientes, situado en el camino de El Pardo, al nuevo Paseo del Prado. El
primer proyecto para el nuevo jardín fue encargado al arquitecto Francisco
Sabatini, que hacia 1778 presentó una solución tardobarroca, rechazada
por su elevado coste y por su alejamiento de las características propias de un
jardín con funciones docentes y científicas. Sin embargo, el arquitecto
italiano fue el responsable de los límites hexagonales que conforman el jardín,
su distribución en tres niveles diferentes y la realización de una parte del
cerramiento, en el que destaca la puerta principal del Paseo del Prado. El
proyecto definitivo fue realizado en la década de 1780 por Juan de
Villanueva, que transformó el barroquismo del trazado de Sabatini en un
diseño más racional de clara inspiración clásica. Una organización del jardín
que se adaptaba mucho mejor a las funciones que éste debía cumplir. Se
construyeron las tres terrazas escalonadas y el diseño de las mismas se
adaptó a la ordenación racional de las plantas según el método de Linneo.
A mediados del siglo XIX se cambió el trazado del nivel superior del jardín,
colocando un estanque en el centro al que acompañaba un busto de Linneo.
La apertura de la calle de Granada obligó a la construcción de una alta tapia
de ladrillo para aislar el jardín. A finales del siglo XIX el jardín perdió una
parte importante de terreno, concretamente la que ocupan actualmente el
Ministerio de Agricultura y la calle de Claudio Moyano, aproximadamente
dos hectáreas, quedando reducida su superficie a las ocho hectáreas
actuales. A partir de 1978 se realizó una restauración del jardín que
consiguió devolverle su estructura original, articulada en función de los tres
niveles con los que había sido concebido en el siglo XVIII.

Descripción artística:
El jardín se encuentra situado en el madrileño Paseo del Prado. Desde sus
orígenes, fue estructurado en tres niveles diferentes. Tras una reforma
32
realizada a mediados del siglo XIX perdió su estructura original, que ha
recuperado actualmente con la restauración iniciada en 1978. En el nivel
inferior o Terraza de los Cuadros se cultivan, alrededor de los fontines,
bulbosas, plantas silvestres endémicas, plantas medicinales, plantas
aromáticas, plantas industriales, plantas de rocalla y flores de temporada,
entre las que destacan las colecciones de dalias y rosas. Al fondo del paseo
central se encuentra la rocalla. En la divisoria entre esta terraza y el nivel
intermedio se encuentran colocadas las estatuas de los botánicos Quer,
Clemente, Lagasca y Cavanilles, realizadas a mediados del siglo XIX. En el
nivel intermedio o Terraza de las Escuelas se encuentran las escuelas
botánicas, organizadas en 1981 siguiendo el orden filogénetico evolutivo
de G.L. Sttebius alrededor de 12 fontines. Se trata de un recorrido por el
reino vegetal desde las plantas más primitivas a las más evolucionadas. En el
centro de esta terraza se colocó en 1981, con motivo del bicentenario de
la inauguración del jardín, la estatua de Carlos III patrocinada por la
Fundación Juan March. El nivel superior o Terraza del Plano de la Flor está
presidido por el pabellón de Villanueva, frente al que se sitúa una
espléndida palmera datilera y el estanque oval presidido por la estatua de
Linneo. Esta parte está integrada por una variada gama de árboles y arbustos
distribuidos en figuras rodeadas de setos de durillo. En los flancos, aparece
una espléndida pérgola de hierro forjado, levantada en 1786 y adornada
con una colección de vides españolas. Entre las edificaciones más
importantes que alberga la terraza superior destacan, aparte del ya citado
pabellón de Villanueva, La estufa de Graells o de Las Palmas, el edificio de
investigación y el moderno invernadero, inaugurado en 1993 y que
contiene una espléndida colección de plantas. El jardín está rematado por
dos magníficas puertas monumentales. La principal, denominada puerta Real,
que da acceso desde el paseo del Prado, fue realizada siguiendo los planos
de Sabatini. Se trata de una puerta de inspiración clásica, con un arco
central de medio punto y dos vanos laterales adintelados. La segunda, a la
que se accede desde la plaza de Murillo, fue inaugurada en 1789 y es
obra de Juan de Villanueva.
33
Evolución Histórica:
Los intentos de la monarquía hispánica por crear un Real Jardín Botánico se
remontan al reinado de Felipe II (1556-1598), quien mandó establecer
un jardín botánico en Aranjuez. Su hijo y sucesor, Felipe III (1598-
1621), creó nada más subir al poder un jardín de plantas medicinales en la
Huerta de la Priora, cerca del antiguo alcázar madrileño. Fue Fernando VI
(1746-1759), quien mandó trasladar las plantas de esta huerta a un
nuevo jardín, que, a instancias del boticario José Ortega, había establecido
en la llamada Huerta de Migas Calientes, en el Soto de la Florida. Este fue
realmente el primer Real Jardín Botánico establecido con criterios científicos.
Finalmente, en 1774 Carlos III (1759-1788), siguiendo la sugerencia del
catedrático de botánica Casimiro Gómez Ortega, trasladó el Real Jardín
Botánico a su emplazamiento actual, en el paseo del Prado, donde fue
inaugurado en 1781. Se situaba entonces en un proyecto urbanístico más
amplio, denominado la Colina de las Ciencias, en el que se incluían además
el Museo de Ciencias Naturales (posteriormente transformado en el Museo
del Prado) y el Observatorio Astronómico y Geodésico. En los primeros
tiempos el jardín estuvo dirigido por Casimiro Gómez Ortega, que introdujo
la clasificación botánica de Linneo, abandonado el método más tradicional
de Tournefort. En esta etapa se continuó también la labor iniciada en Migas
Calientes con el envío de expediciones botánicas al Nuevo Mundo, entre
las que destacó la patrocinada por Carlos IV y dirigida por Malaspina entre
1789 y 1795, que regresó a España con 10.000 plantas diferentes. En
el siglo XIX estas expediciones tuvieron continuación particularmente en
Filipinas. Una parte importante del material y el trabajo desarrollado por
todas estas importantes expediciones está depositado actualmente en el
Jardín Botánico. Paralelamente, el jardín se convirtió enseguida en un centro
fundamental para la investigación y la enseñanza de la botánica en España.
En él se formaron los principales botánicos españoles y a semejanza suya se
fueron creando los restantes jardines botánicos de España e Hispanoamérica.
En la segunda mitad del siglo XIX, siendo director del jardín Mariano de la
34
Paz Graells, se construyó el invernadero que lleva su nombre, se remodeló la
terraza superior y se instaló un zoológico, que posteriormente, siendo ya
director Miguel Colmeiro, se trasladó al jardín del Retiro. En 1882, el
jardín pierde definitivamente los terrenos donde se sitúa actualmente el
Ministerio de Agricultura. Cuatro años después un ciclón derribó más de
medio millar de árboles de gran valor que estaban en el recinto del jardín.
Con la llegada del siglo XX el jardín continuó su labor científica, ampliando
sus especies vegetales y su biblioteca, al tiempo que se progresaba en las
investigaciones relacionadas con la micología y la micromicetología. Al
finalizar la guerra civil, pasa a integrarse en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. En 1942 es declarado oficialmente Jardín
Artístico. Pero debido a la escasez de recursos económicos va entrando
paulatinamente en una fase de decadencia que culminará con su cierre en
1974. En 1978 se puso en marcha un proyecto de restauración para
devolver al jardín su estructura original. En 1981, coincidiendo con el
bicentenario de su apertura, fueron inauguradas las reformas por los actuales
Reyes de España. En la actualidad el jardín es un moderno y activo centro
de investigación, que continúa enriqueciendo sus herbarios, promoviendo
publicaciones científicas, aumentando los trabajos de biotaxonomía y
ecología, incrementando su biblioteca y acrecentando su labor didáctica con
las visitas públicas.

Personajes Históricos:
- Carlos III. Rey de España nacido en Madrid en 1716. Tercer hijo de los
Reyes Felipe V e Isabel de Farnesio. Ante sus escasas probabilidades de
ocupar el trono español gobernó primero sobre los ducados de Parma,
Piacenza y Toscana, y en 1734 fue coronado como Rey de Nápoles y
Sicilia. Al morir su hermanastro Fernando VI en 1759, se convirtió en Rey
de España. Se rodeó de excelentes ministros ilustrados que impulsaron un
notable número de reformas internas, propiciando el desarollo de la
agricultura, la industria, el comercio, las ciencias, las artes y las letras. En este
contexto se enmarca el traslado del Real Jardín Botánico a la denominada
35
Colina de las Ciencias, junto con el Observatorio Astronómico y el Museo
de Ciencias Naturales. Carlos III murió en 1788 en la ciudad que la había
visto nacer, justo un año antes de que se inaugurara la puerta de Murillo
realizada por Villanueva en el Real Jardín Botánico.- Francisco Sabatini.
Arquitecto nacido en Sicilia en 1721 y muerto en Madrid en 1797.
Desde el punto de vista estilístico representa el tránsito del barroco al
neoclasicismo en España. Contribuyó notablemente al plan de ordenación
urbana de Madrid promovido por Carlos III. En el contexto más amplio de
esta contribución debemos situar su intervención en el diseño del Real Jardín
Botánico. Entre sus obras principales destacan las realizadas en la capital de
España: la Puerta de Alcalá y el Ministerio de Hacienda.- Juan de
Villanueva. Arquitecto español (1731-1811) nacido en Madrid y
máximo representante del neoclasicismo en nuestro país. Estuvo pensionado
en Italia por espacio de siete años. En 1769, dos años después de su
vuelta a España, Carlos III le nombró arquitecto del Príncipe de Asturias y
de los infantes. Posteriormente desarrolló una importante labor
arquitectónica, en el marco del plan de ordenación urbanística de Madrid
impulsado por Carlos III, en la que sobresalen los edificios de la
denominada Colina de las Ciencias: el Observatorio Astronómico, el actual
Museo del Prado y el propio Real Jardín Botánico.

36
EL CAPRICHO (ALAMEDA DE OSUNA, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
En el lugar donde se sitúa actualmente El Capricho había una finca que tenía
anejo un jardín desde al menos el siglo XVI, en la zona donde hoy se
encuentra el jardín bajo. Pero fue después de 1783, con la compra de la
posesión por parte de los duques de Osuna, cuando se inicia la
construcción del jardín que hoy contemplamos. El jardín y el palacio fueron
la obra personal de María Josefa de Pimentel (1752-1834), condesa-
duquesa de Benavente y, por matrimonio, duquesa de Osuna. Fue ella la
que encargó un primer proyecto para el jardín a Pablo Boutelou, miembro
de una conocida familia de jardineros reales. Sin embargo, parece que el
trabajo de Boutelou no llegó a convencer a la duquesa y sólo debió
ejecutarse una parte del proyecto. En 1787 doña María Josefa contrató a
un jardinero francés, Jean Baptiste Mulot, que había trabajado en el Petit
Trianon de Versalles. De esta fase datan la fuente de las Ranas y el templete
de Baco. Por su parte, Angel María Tadey, maestro teatrista italiano, se
encargó de realizar una serie de escenografías pintorescas en el jardín,
siguiendo el gusto imperante en la época. En 1795 la duquesa contrata a
un nuevo jardinero francés, Pedro Provost, para que prosiguiera las obras.
Estas se interrumpen en 1810, cuando las tropas francesas ocupan la finca y
asesinan al propio jardinero. Tras la retirada de los ejércitos galos, las obras
se reanudan, primero bajo la supervisión de la duquesa y después bajo la de
su nieto y heredero Pedro de Alcántara. En 1882 se extingue el linaje de
los Osuna y la finca es comprada en pública subasta por la familia Bauer,
que se encarga de su cuidado y mantenimiento. Durante la guerra civil, el
jardín sufre un gran deterioro. Entre 1943 y 1952 el Patronato de
Jardines encarga la restauración de El Capricho a Xabier de Winthuysen,
que traza un parterre a continuación de la plaza de los Emperadores. Este
parterre todavía sufrirá transformaciones posteriores.

37
Descripción artística:
El Capricho, en la Alameda de Osuna, está situado en la zona noreste del
término municipal de Madrid, en las inmediaciones de la antigua carretera de
Aragón, ya rebasada la M-40. El jardín cuenta en la actualidad con una
extensión de 14 hectáreas y se articula en tres niveles diferentes. El eje
principal está situado a partir de la fachada posterior del palacio. Junto a
este se encuentran las antiguas dependencias de servicios y caballerizas. Al
Norte de las edificaciones se localiza el jardín paisajista de trazado libre e
irregular, que en su día supuso la introducción en España de este estilo de
jardinería, más libre que el racionalismo y la regularidad imperantes con
anterioridad. El jardín imita a la naturaleza salvaje para contrarrestar la
intervención artificial de la mano humana. Al Sur de los edificios se localizan
el jardín de las Ranas, el laberinto y los invernaderos. Una ría recorre toda la
parte Norte del jardín y en ella se sitúan dos pequeñas islas. Además, tres
son las plazas que destacan en el conjunto del jardín: la de los Cipreses, la
de Osuna con su obelisco y la de los Emperadores, con la famosa Exedra,
donde antiguamente estaba colocado el busto de la duquesa de Osuna.
Finalmente, entre los edificios que sobresalen en este espléndido jardín cabe
reseñar el Casino, o antiguo salón de baile, el Abejero, el templete de Baco
y la casa de la Vieja.

Evolución Histórica:
El lugar donde hoy se levanta El Capricho era una antigua propiedad del
conde de Barajas, que después pasó a manos de los condes de Priego. En
1783 la duquesa de Osuna, María Josefa de Pimentel, les compró la finca
con el objetivo de utilizarla como villa de descanso. En ella edificó un
elegante palacio y unos espléndidos jardines paisajistas, denominando a la
finca como «Mi Capricho». El lugar se convirtió pronto en la referencia
obligada para los ilustrados españoles, que contaban con el apoyo decidido
de la duquesa. En 1810 la finca de la Alameda de Osuna fue invadida por
las tropas francesas. Doña María Josefa, junto con sus hijos, se vio obligada
a refugiarse en Cádiz. Después de la retirada de los ejércitos invasores, la
38
duquesa regresará a El Capricho, continuando las obras en los jardines. Tras
su muerte en 1834, heredará la finca su nieto Pedro Alcántara, que realizó
en ella obras de mejora. Un año después tuvo lugar en la Alameda la
primera carrera de caballos con una prueba de gentlemen, al estilo inglés. En
1841 don Pedro y su hermano Mariano fundan la Sociedad de Fomento
de la Cría Caballar en España. A la muerte de Pedro será precisamente su
hermano Mariano quien herede los títulos del linaje y la inmensa fortuna
familiar, que conseguirá dilapidar en poco tiempo. Con su muerte en 1882
se extingue el linaje de los Osuna y El Capricho es comprado en pública
subasta por la familia de los Bauer, que, tras conservarla durante algún
tiempo, la volvieron a vender. Durante la guerra civil española fue la sede
del cuartel general del Frente de Defensa de Madrid, bajo las órdenes del
general Miaja. Después de la guerra es ocupada por el Parque de
Automovilismo hasta la década de 1940. Por Decreto de 14 de octubre
de 1942 El Capricho es declarado jardín histórico-artístico. Finalmente, y
tras pasar por varios propietarios, la finca es adquirida por el Ayuntamiento
de Madrid, que comienza su restauración y se encarga actualmente de su
conservación.

Personajes Históricos:
- María Josefa de Pimentel (1752-1834), condesa-duquesa de
Benavente, duquesa de Béjar, de Arcos, de Gandía, princesa de Anglona y
de Esquilache, entre otros títulos, que nos remiten a uno de los linajes más
ilustres de la nobleza española. Por la muerte de su padre y el prematuro
fallecimiento de sus hermanos queda como la única heredera de todos los
títulos y propiedades de la familia. Decide casarse con Pedro Alcántara
Téllez Girón, segundo hijo del duque de Osuna, pero al morir su hermano
mayor unos días antes de la boda don Pedro heredará todos los títulos y
propiedades de la Casa de Osuna. De este modo, al consumarse el
matrimonio entre doña María Josefa y don Pedro, se unen dos de las
familias de más rancio abolengo de la nobleza española, acumulando al
tiempo una inmensa fortuna. Desde ese momento la joven pareja se convierte
39
en un referente imprescindible en la corte madrileña. La duquesa es culta e
inteligente, interesada por todas las novedades. Por eso su casa se convirtió
en el lugar preferido de la minoría ilustrada. Pronto doña María Josefa siente
deseos de tener una villa de recreo, cercana a la corte, que le permitiera
descansar de los ajetreos de la gran urbe. Con esa intención compra en
1783 la casa de campo que los condes de Priego tenían en Canillejas. En
este casa de campo la duquesa manda construir un palacio y encarga
personalmente el diseño de los jardines, primero a Pablo Boutelou y después
a los jardineros franceses Mulot y Provost, a los que obligara a trabajar en
exclusiva para la finca que habían denominado «Mi Capricho». Se introduce
así la tendencia paisajista en España. El palacio será frecuentado por los más
destacados personajes del momento, entre ellos el propio Goya, que pintó
numerosos cuadros para los duques. En 1810 las tropas francesas ocupan la
finca y las obras de ajardinamiento se interrumpen. La duquesa se refugia en
Cádiz con sus hijos, aunque tras la retirada de los ejércitos galos, doña
María Josefa vuelve y las obras se reanudan. Después de su muerte,
acaecida en 1834, su labor la continuará su nieto y heredero Pedro de
Alcántara.- Xabier de Winthuysen. Pintor, jardinero, escritor y publicista
español, nacido en Sevilla en 1874 y muerto en Barcelona en 1956.
Destacó sobre todo como restaurador de jardines y como conferenciante y
divulgador de los jardines españoles. Fruto de este empeño es su obra
Jardines clásicos de España, publicada en 1930. Entre 1943 y 1952, se
encarga de la restauración de los jardines de El Capricho, trazando un
parterre a continuación de la plaza de los Emperadores.

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JARDÍN DE LA QUINTA DEL BERRO (MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Las primeras plantaciones realizadas en la Quinta del Berro se remontan a
principios del siglo XVII, con una huerta que acompañaba a una casa de
campo. En aquella época la huerta destacaba por la abundancia de agua lo
que permitía el adecuado desarrollo de los cultivos. A finales del siglo XVIII
la finca aparece por primera vez en la cartografía con un terreno organizado
en bancales que bajaban hasta el arroyo del Abroñigal. Parece que durante
buena parte del siglo XIX la Quinta del Berro conservó su carácter de finca
de labor. No obstante, es probable que se hubiese iniciado ya una
organización interna más próxima al jardín que a la huerta. A finales del siglo
XIX unos promotores deciden construir en el lugar unos "Campos Elíseos", al
modo de los parques de atracciones que por aquella época se habían puesto
de modo en toda Europa. Para 1897 ya se había construido el acceso al
parque, los edificios de administración, el invernadero y el restaurante. Las
obras de los jardines paisajistas también se habían iniciado, con paseos,
puentes rústicos, lago y cascada. Pero no llegaron a terminarse porque en
1902 los terrenos se subastan. La finca pasa de nuevo a convertirse en un
jardín privado, que integra las obras realizadas. Durante el primer tercio del
siglo XX se acometen nuevas obras entre las que destacan dos rías, un
parterre andaluz y un jardín Rústico, tal vez realizadas por los jardineros Gras
y Cecilio Rodríguez. En 1948, tras ser adquirida la finca por el
Ayuntamiento de Madrid, se realizan obras en los jardines. Una veintena de
años después, en 1968, se une a los jardines de la Quinta del Berro el
parque Sancho Dávila, como consecuencia de la construcción de la M-30.
Esta circunstancia obliga a que el cerramiento oriental del jardín se refuerce
con pantallas acústicas, ajenas a la estética vegetal predominante.

Descripción artística:
El jardín de la Quinta o la Fuente del Berro se encuentra situado en la zona
oriental del casco urbano de Madrid, entre el final de la calle Jorge Juan, la
41
calle O'Donnell y la M- 30. El acceso principal al parque se realiza por una
entrada de inspiración mudéjar, flanqueada por dos pabellones del mismo
estilo. En esta zona se encuentra el palacete, que alberga el Museo
Arqueológico Municipal. Próximo a él se encuentran dos fuentes circulares,
y el antiguo parterre andaluz, que ahora tiene un carácter más naturalista y
desde 1980 alberga la estatua del escritor ruso Alexander Pushkin. Entre el
palacete y la M-30 se encuentra la zona más romántica del jardín, con
rocalla, estanque, ría y cascada, que permiten la realización de juegos de
agua. Diseminados por todo el parque encontramos estatuas, vegetación rara
y exuberante, un palomar, quioscos, casitas y pabellones.

Evolución Histórica:
A principios del siglo XVII la Quinta del Berro era una casa de campo con
huerta, propiedad del duque de Frías. En 1631 Felipe IV compró la
propiedad. La finca destacaba por la abundancia de agua procedente de la
fuente del Berro y del limítrofe arroyo de Abroñigal, que recorría lo que
actualmente es la M-30. En 1640 Felipe IV dona la Quinta del Berro a
los monjes castellanos que habían sido expulsados del monasterio de
Monserrat, con la condición de que la casa real pueda utilizar el agua que
necesite. La calidad del agua de la fuente del Berro era bien conocida en la
época. En 1686 la reina María Luisa de Orleans, mujer de Carlos II,
ordena que todo el agua que se le sirva proceda de esta fuente. Casi un
siglo después, Carlos III mandó que la fuente se cerrara con una casilla y que
el agua se transportara hasta el Buen Retiro, el Palacio Real, Aranjuez, El
Pardo, El Escorial y La Granja. La fuente dispone de otros dos caños. Uno
para aprovechamiento de la Quinta y otro de uso público. Con
anterioridad, en 1703, la finca había pasado a manos de María de Trimiño,
que realiza en ella obras de mejora. A su muerte dispone que se dedique a
la obra pía de los Mercedarios Descalzos. Con esta orientación permanecerá
hasta 1798, cuando un Real Decreto ordena la venta de los bienes
pertenecientes a obras pías. La finca es comprada por Martín Estenoz. En
manos de esta familia figura la finca durante la primera mitad del siglo XIX.
42
Rebasado el ecuador del siglo, la propiedad había pasado ya a manos del
brigadier Manuel Ramírez. A finales de la pasada centuria, la Quinta del
Berro conoció un proyecto para convertirse en parque de atracciones, en
unos "Campos Elíseos", que no llegó a terminarse ya que en 1902 se
subastan los terrenos que ocupaba. Tras pasar la finca por varios
propietarios, alcanza su esplendor en la década de 1920, bajo la
propiedad del señor Van Eeghen, que organiza fiestas y reuniones a las que
acuden la familia real y la alta sociedad madrileña. Por Decreto de 1 de
enero de 1946 el jardín de la Quinta del Berro es declarado de interés
histórico-artístico. Dos años después el Ayuntamiento de Madrid adquiere
la finca y se realizan obras con el propósito de instalar en ella el Museo
Arqueológico Municipal. Esta circunstancia retrasa la apertura del parque al
público hasta 1954. En la actualidad el palacete que alberga el Museo
sigue cerrado al público.

Personajes Históricos:
- Cecilio Rodríguez. Nació en Valladolid en 1865. A los ocho años entró
como aprendiz de jardinero en el Ayuntamiento de Madrid, para el que
trabajó en el paseo de Recoletos y en la Sección de Viveros. Es probable
que, durante el primer tercio del siglo XIX y en colaboración con Gras,
realizara los jardines de la Quinta de El Berro. Al parecer construyeron en
ellos estufas y plantaron diversas especies vegetales poco conocidas. En
1914 Cecilio Rodríguez es elegido jardinero mayor del Retiro, cargo desde
el cual acometió la realización de la rosaleda, una de sus obras más
relevantes. Posteriormente fue nombrado Director del Departamento de
Parques y Jardines del Ayuntamiento madrileño. Tras el paréntesis de la
guerra civil, Cecilio Rodríguez volvió a ocupar la jefatura de los jardines
municipales, cargo desde el cual dirigió la restauración de las zonas verdes
de la capital.

43
LA CASA DE CAMPO (MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Desde 1553, Felipe II tenía pensado formar un gran bosque desde la orilla
izquierda del río Manzanares hasta el Real Sitio de El Pardo. El proyecto se
inició casi una década después, en 1562, bajo la dirección del arquitecto
real Juan Bautista de Toledo, que fue secundado por el jardinero Jerónimo
de Algora. En esta primera fase se reacondicionó como palacete la villa de
los Vargas y se trazó a su alrededor un jardín renacentista de estilo italiano,
con elementos musulmanes y flamencos. Se construyen cinco estanques
artificiales, dotados previamente con la necesaria infraestructura hidráulica,
conectados entre sí y navegables con embarcaciones ligeras. El jardín,
dividido en geométricos parterres, contaba con numerosas flores de
temporada y gran variedad de especies arbóreas, entre las que se
encontraban naranjos, limoneros, membrillos, álamos y sauces. Se construyó
también una Leonera para albergar animales salvajes y una Casa de Vacas. A
principios del siglo XVII, se colocó en él la estatua ecuestre de Felipe III,
obra del escultor italiano Tacca, que actualmente se encuentra en la Plaza
Mayor de Madrid. Con la llegada de los Borbones al trono español se
introduce la moda francesa en la Casa de Campo. Así, en 1720 Felipe V
ordena la sustitución del clásico parterre español diseñado por Algora por
una broderie de inspiración francesa. Es entonces cuando desaparece
también la división existente entre el bosque, las huertas y los jardines. Su
hijo Fernando VI (1746-1759), realiza algunas obras de embellecimiento
en el lugar y manda construir la fuente del Príncipe. Durante el reinado de
Carlos III (1759-1788), con la intervención de Sabatini y Ballina, se
construyen la ermita de Rodajos y la iglesia de la Torrecilla, se renueva el
palacete para adaptarlo al gusto de la época, se mejora la red viaria, se
construyen seis puentes sobre el arroyo Meaques, se finaliza la cerca de la
totalidad del perímetro del Real Sitio y se inician programas experimentales
de explotación agropecuaria para los que se levantan casas de labor,
palomares, gallineros y establos. Ya a principios del siglo XIX, José
44
Bonaparte encarga a Villanueva la construcción de un paseo abovedado que
conecte el Campo del Moro con la Casa de Campo. La obra será
completada por Isidro Velázquez, que durante el reinado de Fernando VII
(1813-1833) realiza el puente sobre el río Manzanares. Durante el
reinado de Isabel II (1833-1868) se construye un hipódromo y una nueva
Casa de Vacas, al tiempo que el jardín se modifica para adaptarse al gusto
paisajista imperante en la época. Se conecta el arroyo Meaques con los
estanques y se levantan acueductos y depósitos hidráulicos. Con Alfonso
XII (1874-1886) se restauran el hipódromo y la Casa de Vacas, además
de procederse a la suelta de gran número de animales salvajes. Su hijo
Alfonso XIII (1886-1931) manda construir dos campos de tiro y realiza
concesiones para la instalación de la Sociedad de Tiro de Pichón de Madrid
y la Sociedad Hípica Española Club de Campo. Tras los graves destrozos
ocasionados por la guerra civil, que afectan a todas las obras realizadas con
anterioridad, en la Casa de Campo se construirán los edificios para albergar
la Feria Nacional del Campo, las infraestructuras del IFEMA (Instituto de
Recintos Feriales de Madrid), el Teleférico, el Zoológico y el Parque de
Atracciones. Se produce además un extraordinario desarrollo del trazado
viario que atraviesa el jardín.

Descripción artística:
La Casa de Campo forma un polígono irregular de más de 1740 hectáreas
con siete puertas de hierro para acceder a ella. Está situada en el extremo
occidental del término municipal de Madrid, bordeada en su límite oriental
por el río Manzanares. Se trata de un gran espacio verde integrado por una
vegetación característica del monte bajo castellano con numerosos encinares y
pinares. Entre las restantes especies vegetales merecen reseñarse las
siguientes: robles, romero, tomillo, hinojo, setas, espárragos, berros y las no
hace mucho tiempo famosas lilas. Este amplio espacio vegetal cuenta
necesariamente con una variada fauna integrada por liebres, conejos, ardillas,
palomas, codornices, lagartos y culebras. Toda esta riqueza natural ha
experimentado un fuerte retroceso en la segunda mitad del siglo XX debido
45
fundamentalmente a la instalación de distintos servicios, el aumento del
tráfico rodado y la masiva afluencia de público. La mayoría de las nuevas
instalaciones se sitúan en el extremo meridional del recinto. Comenzando el
recorrido por el Oeste, las principales son el Parque Zoológico, el Parque
de Atracciones, la Estación Terminal del Teleférico, las instalaciones de la
Feria del Campo y el IFEMA, la Piscina Municipal, las Pistas de Tenis, el
lago y los viveros. En cambio en el extremo septentrional destaca sobre todo
la Sociedad Hípica Española Club de Campo.

Evolución Histórica:
A mediados del siglo XVI lo que actualmente conocemos como Casa de
Campo era una villa con huertas perteneciente a la familia de los Vargas,
además de un conjunto muy diverso de terrenos bajo el dominio de otros
propietarios. En 1562 Felipe II consigue hacerse con la casa de los Vargas,
culminando así la política de adquisición de terrenos entre el Alcázar y el
monte de El Pardo iniciada con su ascensión al trono. El objetivo principal
del monarca era dedicar estos terrenos a un coto de caza, con una situación
privilegiada por estar tan próximo a la residencia habitual de los monarcas en
Madrid. Pero además el poderoso monarca transforma la casa de campo de
los Vargas en una villa de recreo, donde por primera vez en España se
aplican los criterios de coordinación espacial de la huerta y el jardín
característicos de las villas del Renacimiento italiano. Esta concepción de la
Casa de Campo se mantendrá con sus sucesores de la Casa de Austria. En
el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones al trono de España, se
produce una explotación más racional de la finca real, que aumenta su
extensión con la adquisición de nuevas propiedades. Los ingresos de la Casa
de Campo se incrementan gracias al arrendamiento de huertas, la caza y la
venta de leña y hielo de los estanques. Tanto es así que la nómina de
empleados es superior incluso a la del palacio de El Pardo. Con Carlos III la
Casa de Campo mantiene estas actividades económicas y conserva su
carácter lúdico, pero al mismo tiempo es utilizada como escenario de
programas experimentales de explotación agropecuaria. El 2 de mayo de
46
1808, la Casa de Campo fue escenario, junto con La Moncloa, de los
fusilamientos de madrileños a manos de las tropas francesas. A mediados del
siglo XIX el lugar contaba con 15 jardines, 45 huertas, 46 fuentes, tres
lagos y cinco viveros. Poco después se instala allí una escuela de Jardineros
Horticultores. Tras la Revolución de 1868 el recinto de la Casa de Campo
se abre al público, que puede entrar en él a cambio del pago de una
entrada. Esta circunstancia provoca el abandono del jardín y su progresivo
deterioro. Con la restauración monárquica de 1874 se procede a la
renovación de las infraestructuras y se potencia la caza, a la que Alfonso XII
era gran aficionado, con la suelta de faisanes, ciervos y gacelas. Esta
actividad continúa en aumento durante el reinado de su hijo Alfonso XIII,
gran aficionado también a la hípica. Eso explica que durante el primer tercio
del siglo XX se construyan dos campos de polo y se permita la instalación
de la Sociedad Hípica Española Club de Campo. Con la proclamación de
la II República en 1931 el lugar es declarado jardín histórico-artístico y
cedido al Ayuntamiento de Madrid. Poco más de un lustro después estalla
la guerra civil. El frente de Madrid se establece en la Casa de Campo, que
se convierte así en permanente campo de batalla. Tras finalizar la guerra, la
otrora floreciente finca real ha quedado completamente destrozada. Se
procede entonces a una sistemática limpieza y retirada de los restos bélicos.
De esta manera, en 1946 la Casa de Campo se abre de nuevo al público.
Su propiedad ha pasado a pertenecer al Estado, pero su usufructo es
cedido a perpetuidad al Ayuntamiento de Madrid, que entregará
concesiones para la instalación de diversas actividades como el Teleférico, el
Parque de Atracciones y el Zoológico. Esta circunstancia, unida al desarrollo
urbano de las zonas circundantes, propició el aumento de la densidad del
tráfico rodado en el interior de los jardines. La consecuencia, agravada por
la masiva afluencia de ciudadanos los días festivos, ha sido el paulatino
deterioro del conjunto. En la actualidad se intenta remediar esta situación.
La Casa de Campo está bajo la responsabilidad del Servicio de Parques y
Jardines (Area de Medio Ambiente) del Ayuntamiento de Madrid, que la
ha declarado zona verde protegida. En 1992 se intentó poner en marcha
47
un proyecto de recuperación de los primitivos jardines de Felipe II, pero
debido a su elevado coste económico no ha sido todavía realizado.

Personajes Históricos:
- Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey de Castilla y
Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de Portugal
(1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero el
mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y debilitar
sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de su
política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la flota
turca en Lepanto. Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en
1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la
hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico
mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los
jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de
ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial
y Aranjuez. En este último lugar se realizaron las obras más destacadas,
materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los
que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento.-
Juan Bautista de Toledo. Arquitecto real de Felipe II. Se desconoce la
fecha de su nacimiento en Madrid, ciudad en la que murió en 1567. Fue el
encargado de iniciar las obras del monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
que a su muerte concluyó su discípulo Juan de Herrera. En su calidad de
arquitecto regio intervino en el diseño de las principales obras
arquitectónicas y de los trazados de jardines del reinado de Felipe II, entre
los que sobresalen los de Aranjuez, la Casa de Campo y El Pardo.-
Francisco Sabatini. Arquitecto nacido en Sicilia en 1721 y muerto en
Madrid en 1797. Desde el punto de vista estilístico representa el tránsito
del barroco al neoclasicismo en España. Contribuyó notablemente al plan de
ordenación urbana de Madrid promovido por Carlos III. Entre sus obras
principales destacan las realizadas en la capital de España: la Puerta de
Alcalá y el Ministerio de Hacienda. Como arquitecto que trabajaba para
48
Carlos III tuvo un protagonismo importante en las numerosas obras de
remodelación de la Casa de Campo que se realizaron durante el reinado de
este monarca, entre las que destacan la construcción de la ermita de Rodajos
y la iglesia de la Torrecilla y la renovación del palacete de recreo.

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JARDINES DEL PALACIO (EL PARDO, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
En el monte de El Pardo existía un primer edificio real desde el reinado de
Enrique III en 1405. Sin embargo, fue Felipe II, al terminar la obra de
sustitución del primitivo edificio por una nueva residencia regia, el que
decidió que se hiciera el trazado de unos jardines con sus respectivas
fuentes. Uno de estos jardines ocupa el foso que rodea el edificio y se ha
atribuido a Juan Bautista de Toledo. Este jardín resultó gravemente dañado
en el incendio de 1604, que también afectó al palacio. Felipe III se
apresuró a reparar los daños ocasionados. Al margen del jardín del foso, no
ha llegado hasta nosotros ningún testimonio documental que se refiera a otro
jardín externo. Sin embargo, un óleo anónimo del siglo XVII, conservado
actualmente en el Museo Arqueológico de Burgos, muestra la existencia de
unas jardines exteriores al palacio realizados según el gusto renacentista. Un
siglo después, ya en el reinado de Carlos III (1759-1788), Sabatini
amplia el palacio. En 1814, durante el reinado de Fernando VII, se repara
el jardín del foso. En 1828 se realizan unos nuevos jardines de inspiración
neoclásica, con abundancia de fuentes y frutales. En 1865, a finales del
reinado de Isabel II, estos jardines sufren algunas modificaciones para
acomodarlos al gusto romántico de la época. En 1941, cuando es elegido
el palacio como residencia de Francisco Franco, los jardines vuelven a
remodelarse. Nuevas reformas del espacio ajardinado tendrán lugar en 1967
y, finalmente, en 1988, cuando el lugar se habilita para las visitas oficiales
de personalidades extranjeras.

Descripción artística:
Los jardines se emplazan alrededor del regio palacio de la localidad
madrileña de El Pardo, situada a escasos kilometros al noroeste de la capital.
Debido a las numerosas reformas que se realizaron en los jardines del palacio
de El Pardo a lo largo de los siglos, en la actualidad no queda nada de su
trazado original. El conjunto general que observamos hoy recuerda al estilo
50
neoclásico, con avenidas y glorietas. Los modernos jardines se disponen
frente a la fachada principal del palacio. Las zonas ajardinadas se vertebran
en función del camino principal que discurre entre la cancela de entrada al
recinto y la fachada principal del palacio. A ambos lados del camino se
extienden parterres de flores. En los extremos se encuentran bosquetes
enmarcados por setos recortados de boj, entre los que discurren caminos,
que remiten a trazados de inspiración naturalista. En el jardín del foso que
rodea al palacio se han plantado fundamentalmente árboles frutales,
renunciando así a las plantaciones florales.

Evolución Histórica:
En 1405 Enrique III de Castilla mandó construir la primera edificación en el
monte de El Pardo. Se trataba de un pabellón de caza para que los
monarcas practicaran su deporte favorito. En 1543 se derriba este edificio
para construir un alcázar, sería terminado en época de Felipe II (1556-
1598), que dotó al lugar de zonas ajardinadas con fuentes. Tras un
incendio, fue su hijo Felipe III el encargado de reconstruirlo. Felipe IV sintió
gran predilección por el lugar y en general por toda la zona del corredor del
Manzanares, donde se ubica el palacio. Los Borbones continuaron
prestando atención al conjunto de El Pardo, en especial Fernando VI y su
hermanastro Carlos III (gran amante de la caza), que delimitaron y
acrecentaron las posesiones regias en la zona. Durante el siglo XIX El Pardo
fue frecuentado especialmente por Fernando VII, Isabel II y Alfonso XII,
que murió en este palacio en 1885 como consecuencia de la tuberculosis.
Por decreto de 3 de junio de 1931 los jardines del palacio de El Pardo
fueron declarados de interés histórico-artístico. Tras la guerra civil, en 1941,
fue elegido como residencia del jefe de Estado, Francisco Franco
Bahamonde. Con la llegada de la democracia, el lugar se ha habilitado para
acoger visitas oficiales de personalidades extranjeras.

51
Personajes Históricos:
- Juan Bautista de Toledo. Arquitecto real de Felipe II. Se desconoce la
fecha de su nacimiento en Madrid, donde murió en 1567. Fue el
encargado de iniciar las obras del monasterio de San Lorenzo de El Escorial,
que a su muerte concluyó su discípulo Juan de Herrera. En su calidad de
arquitecto regio intervino en el diseño de las principales obras
arquitectónicas y de los trazados de jardines del reinado de Felipe II, entre
los que sobresalen los de Aranjuez y la Casa de Campo. En el palacio de El
Pardo fue el encargado de trazar el jardín situado en el foso que rodeaba el
perímetro del palacio, con fuentes en los mascarones de las esquinas y una
especie de pajarera. De este jardín existen referencias documentales desde
1568, debidas a la pluma de Gaspar de la Vega. A su existencia y sus
características también se refirieron, entre otros, López de Hoyos en 1572,
Argote de Molina en 1582, Jean L'Hermite en 1602 y Juan Gómez de
la Mora en 1626. - Felipe II (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598). Rey
de Castilla y Aragón (1556- 1598) y, con el nombre de Felipe I, de
Portugal (1580-1598). Fue el monarca más poderoso de su época, pero
el mantenimiento de la hegemonía le costó librar numerosas guerras y
debilitar sensiblemente las arcas de la hacienda regia. El punto culminante de
su política exterior tuvo lugar en 1571, con la aplastante victoria sobre la
flota turca en Lepanto. Sin embargo, el desastre de la Armada Invencible en
1588 anunciaba los problemas de la monarquía hispánica para mantener la
hegemonía continental. En el ámbito cultural, Felipe II fue un auténtico
mecenas de las artes, amante de la arquitectura, la escultura, la pintura y los
jardines. En este contexto, desarrolló un ambicioso programa de
ajardinamiento de los Reales Sitios: la Casa de Campo, El Pardo, El Escorial
y Aranjuez. En este último lugar se realizaron las obras más destacadas,
materializadas en los trazados de los jardines del Rey y de la Isla, para los
que trabajaron los más importantes arquitectos y jardineros del momento.

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JARDINES DE LA QUINTA (EL PARDO, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
La construcción de la Quinta de El Pardo y sus jardines se sitúa entre
1717, fecha en la que el duque de Arco compró la finca de Valrodrigo, y
1737, cuando el duque muere. No se sabe sin embargo quién pudo ser el
artífice de los jardines, pero por el acierto y la elegancia del diseño sólo
puede tratarse de un gran arquitecto. Debido a la estrecha relación entre el
duque de Arco y los reyes es probable que el responsable fuera uno de los
arquitectos reales. La hipótesis más verosímil relaciona la obra con
Marchand, experto trazador de jardines que trabajó en La Granja y
Aranjuez. Otros autores se inclinan por un proyecto encargado a un
extranjero, debido a la unidad que presenta el conjunto, pero al mismo
tiempo su desconexión respecto a la villa como consecuencia de las
dificultades que presenta el terreno. En 1745 la finca es donada a los reyes
de España y poco después es necesario reparar las fuentes y escaleras del
jardín debido al mal estado en que se encuentran. Los trabajos de
reparación y las nuevas plantaciones no cesan a lo largo de los siglos XVIII y
XIX. Durante el reinado de Amadeo I (1870-1873) se plantan las
espléndidas wellingtonias, que todavía pueden contemplarse. Tras la guerra
civil de 1936-1939, la Quinta sufrió graves daños. La restauración se
inicia en 1941. Un incendio propicia el inicio de una nueva restauración en
1969. Los jardines que contemplamos actualmente son producto de una
restauración parcial que nos permite hacernos una idea bastante buena de
cual debía ser su aspecto original.

Descripción artística:
En las proximidades de la ciudad de Madrid, al sureste del monte de El
Pardo, se encuentra la Quinta que mandó construir el duque del Arco en el
siglo XVIII. Se trata de una casa de campo con huerta, casa de labor y
jardín, que se asienta sobre una pequeña colina y está rodeada por viñas,
olivos y moreras. La combinación entre el jardín y la explotación agrícola está
53
sabiamente conseguida. Lo primero que sorprende en sus jardines es el
hecho de que no mantengan ninguna conexión espacial con la arquitectura
de la villa. Los jardines de estilo francés, pero de claras reminiscencias
italianas, se articulaban en cuatro niveles diferentes, que se suceden a lo
largo de un único eje. En un primer nivel se dispone un estanque, que
embalsa el agua para el riego de todo el jardín. El estanque está cerrado en
semicírculo por muros de contención en los que existen 12 hornacinas, que
originalmente albergaban otras tantas estatuas. Las restantes terrazas estaban
organizadas en cuadros de boj adornados con flores y ordenados en función
de las fuentes. En la actualidad, la plantación de las grandes wellingtonias,
dos de las cuales se alinean con el eje principal de los jardines, interrumpen
la perspectiva del eje visual. En el segundo nivel destaca una cascada de
inspiración francesa y realizada con piedra blanca de Colmenar, que incluía
un interesante programa escultórico, actualmente desaparecido.

Evolución Histórica:
En 1717 el duque de Arco, Alonso Fernández Manrique, compró la finca
de Valrodrigo, situada en el monte de El Pardo. Sobre ella edificó una
quinta con sus respectivos jardines. Poco después de la muerte del duque,
acaecida en mayo de 1737, su viuda cedió la finca a los reyes de España,
aunque la donación no se hizo efectiva hasta julio de 1745. Entonces el
jardín contaba con 926 frutales y 116 naranjos, además de escaleras,
balaustradas, jarrones, fuentes y cascadas. Durante los siglos XVIII y XIX los
trabajos de restauración del edificio y las nuevas plantaciones en el jardín no
cesan, lo que demuestra el interés que tuvieron los diferentes monarcas por
mantener en buen estado el recinto de la Quinta. Entre 1920 y 1930 fue
la residencia del entonces príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón.
Con la proclamación de la II República, por Decreto de 3 de junio de
1931, los jardines de la Quinta de El Pardo fueron declarados de interés
histórico-artístico. Durante la guerra civil el lugar sufre grandes destrozos. En
1941 se inician los primeros trabajos de restauración para instalar en la
Quinta la Academia Nacional de Mandos de la Sección Femenina. Entre
54
1969 y 1971, tras sufrir un incendio, la Quinta fue restaurada de nuevo
para servir de lugar de recepciones al entonces príncipe de España don Juan
Carlos. En la actualidad se ha convertido en un museo gestionado por el
Patrimonio Nacional.

Personajes Históricos:
- Alonso Fernández Manrique. Duque de Arco y montero mayor de Felipe
V (1700- 1746). Desempeñó también, por designación real, el cargo de
alcaide de El Pardo, la Zarzuela y la Torre de la Parada. Los reyes de
España le tenían en gran estima. Motivos no les faltaban. Se cuenta que en
una cacería salvó la vida a Felipe V al dar muerte a un jabalí herido que se
dirigía a embestir al monarca. En otra cacería, la reina Isabel de Farnesio se
cayó cuando iba al galope, siendo arrastrada por el caballo con el pie sujeto
por el estribo. Gracias a la rápida ayuda del duque de Arco la reina pudo
liberarse de la presión del estribo. En 1717 don Alonso compró la finca de
Valrodrigo, en el monte de El Pardo, a la que fue añadiendo sucesivamente
terrenos. En ella levantó una quinta rodeada de elegantes jardines de estilo
italiano. El duque murió en mayo de 1737 y poco después su viuda donó
toda la finca a los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio.

55
JARDINES DE LA CASITA DEL PRÍNCIPE (SAN LORENZO DE
EL ESCORIAL, MADRID)

Cronología-Fases de Construcción:
Los jardines de la Casita del Príncipe se construyeron en dos fases sucesivas.
En la primera, desarrollada entre 1771 y 1775, se realiza el jardín que
antecede a la fachada principal del edificio. En la segunda fase, que discurre
entre 1781 y 1784, se desarrollan las jardines situados en la parte
posterior del edificio. En 1771, el príncipe de Asturias, el futuro Carlos
IV, decidió construir un palomar en un robledal situado en «El Escorial de
Abajo». Poco después esta construcción fue trasformada por Juan de
Villanueva y se convirtió en la denominada Casita del Príncipe o de Abajo,
un edificio destinado a coleccionar objetos de arte, que según la moda
imperante en la Europa del momento se rodeó posteriormente de jardines.
En la realización de los jardines colaboraron con Villanueva el jardinero Luis
Lemmi y los escultores Francisco Ortiz y Antonio Primo. Probablemente,
durante el reinado de Amadeo I (1870-1873) se plantaron las
wellingtonias y coníferas, que actualmente presentan una altura muy notable.

Descripción artística:
Al pie de la sierra de Guadarrama, en el municipio madrileño de San
Lorenzo de El Escorial, se encuentran enclavados estos jardines, diseñados
por Juan de Villanueva. Los jardines aparecen divididos en dos zonas por la
Casita o palacete. Los situados delante de la fachada principal se organizan
en función de un eje central que transcurre entre la entrada del recinto y el
pórtico del edificio. En el centro se sitúa una plazoleta con una sencilla
fuente, desde la que parten ocho caminos radiales. La vegetación en esta
zona está integrada por setos de boj, enmarcados en cuadrantes,
wellingtonias y coníferas. La disposición de los setos remite a esquemas
barrocos. La parte posterior del jardín, algo mayor que la anterior, está
articulada en tres niveles. El nivel inferior se organiza en torno a un eje y otro
transversal por una fuente circular. Se repiten aquí los cuadrantes enmarcados
56
con setos de boj, donde aparecen plantados rosales, árboles frutales y
alguna conífera. El tránsito hacia el nivel intermedio se realiza a través de un
gran arco formado por dos cipreses situado en el eje central. Se accede así a
una broderie con setos de boj, que está flanqueada por dos grandes rampas
de acceso al nivel superior, lo que provoca el estrechamiento del jardín. Al
fondo aparece una fuente rústica. El último nivel está integrado por un gran
estanque cuadrado, donde se almacena el agua necesaria para regar todo el
jardín. El estanque aparece rematado por un hemiciclo terminal en el que
cuadrantes enmarcados por setos de boj contienen rosales. Este hemiciclo
terminal, que forman el nivel intermedio y el superior al estrecharse, responde
a modelos clásicos y por su morfología puede vincularse al «hipódromo»
descrito por Plinio en sus "Cartas". Por otra parte, el conjunto ha sido
relacionado con modelos palladianos.

Evolución Histórica:
El jardín fue encargado en 1771 por el príncipe de Asturias, el futuro
Carlos IV, a Juan de Villanueva, que desde dos años antes había sido
nombrado por Carlos III arquitecto del príncipe y de los infantes. Los
jardines se concibieron desde el principio como el entorno adecuado para el
palacete. El edificio había sido construido con el objeto de albergar objetos
artísticos relevantes, siguiendo la moda francesa del coleccionismo que se
había plasmado en Trianón y Bagatelle. La costumbre exigía también que los
edificios se situaran en entornos ajardinados, donde se celebraban reuniones
con músicos, pintores y poetas. No extraña, por tanto, que el príncipe
Carlos, excelente dibujante, encargara a Villanueva la realización de una
obra de estas características, muy próxima además a un lugar tan emblemático
como el monasterio de El Escorial. Con posterioridad, el lugar fue utilizado
por diversos miembros de la familia real española. En la actualidad, los
jardines pertenecen al Patrimonio Nacional. Gracias a ello presentan un
magnífico estado de conservación.

57
Personajes Históricos:
- Carlos IV. Nacido en Nápoles en 1748, vino a España en 1759
cuando sus padres Carlos III y María Amalia de Sajonia ocuparon el trono.
En consecuencia, era todavía príncipe de Asturias en 1771, cuando
encargó la obra de la Casita de Abajo a Juan de Villanueva, destinada a
albergar objetos artísticos. Fue un gran amante de las artes y un excelente
dibujante. Posteriormente, y tras la muerte de su padre Carlos III en 1788,
ocupó el trono de España hasta que en 1808 se vio obligado a abdicar de
manera humillante en la persona de Napoleón. A partir de ese momento
Carlos IV vivió desterrado en Francia y en Italia, donde finalmente moriría en
1819. - Juan de Villanueva. Arquitecto español (1731-1811) nacido
en Madrid y máximo representante del neoclasicismo en nuestro país. Estuvo
pensionado en Italia por espacio de siete años. En 1769, dos años
después de su vuelta a España, Carlos III le nombró arquitecto del príncipe
de Asturias y de los infantes. Desde este puesto se encargó de construir las
Casitas de Arriba y Abajo en El Escorial, obras destinadas al infante don
Gabriel y al príncipe Carlos respectivamente. Posteriormente desarrolló una
importante labor arquitectónica, en la que sobresalen el Observatorio
Astronómico, el Ministerio de Hacienda y el actual Museo del Prado,
todos ellos edificios situados en Madrid.- Antonio Primo. Escultor nacido
en Andújar en 1735. Fue uno de los primeros discípulos de la Academia
de San Fernando. Estuvo pensionado en Roma y a su vuelta fue nombrado
académico de mérito de San Fernando. Poco después fue el encargado de
realizar las figuras de una de las fuentes que aparecen en los jardines de la
Casita del Príncipe. Entre sus obras destacan también los bajorelieves que
están sobre la tribuna de la iglesia del convento de la Encarnación de
Madrid.

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EL RETIRO (CHURRIANA, MÁLAGA)

Cronología-Fases de Construcción:
El primero de los jardines de El Retiro es el huerto mandado plantar por fray
Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga, en el último tercio del siglo
XVII. Un siglo después, Juan Felipe Longinos, séptimo conde de
Villalcázar, fue el responsable del diseño de la mayor parte de los jardines,
donde participó también el arquitecto José Martín de Aldehuela, aunque
no sabemos en qué medida intervino cada uno. A partir de 1780 se
organizó el jardín-patio, alrededor de la casa. Entre 1790 y 1795 se
construyó el jardín-cortesano que, inspirado en modelos italianos,
prolongaba el eje del jardín-huerto del siglo XVII. Ya en el siglo XIX, y en
la parte más elevada del jardín, se realizó el laberinto de cipreses.

Descripción artística:
En la localidad malagueña de Churriana, a la altura del kilometro 88 de la
carretera comarcal que va de Málaga a Coín, se encuentra enclavado este
magnífico ejemplo de la jardinería española. Los jardines de El Retiro se
dividen en tres zonas claramente diferenciadas, que corresponden a otras
tantas fases cronológicas de construcción: el jardín- huerto, el jardín-patio y
el jardín-cortesano. El primero, situado en la zona meridional de la finca
ocupa la misma superficie que los otros jardines juntos, fue el jardín realizado
en el último tercio del siglo XVII y configurado como una huerta de frutales
y reminiscencias placenteras para el retiro del entonces obispo de Málaga.
En él sobresale especialmente el estanque cuadrado, rodeado por cipreses y
con un islote central plantado de adelfas, que contienen una silla y una mesa
en piedra. En la parte superior de este jardín-huerto se sitúa el laberinto
realizado en el siglo XIX. El jardín-patio, realizado en la década de 1780,
está concebido para ser contemplado desde la vivienda. El espacio se
estructura como un jardín a la francesa, con cuatro cuadros delimitados por
setos de boj y una fuente central. Destacan también las numerosas esculturas
mitológicas diseminadas por el jardín. El jardín-cortesano, diseñado en la
59
década de 1790, está compuesto por terrazas en distintos niveles que se
organizan sobre un eje, en realidad la prolongación del jardín-huerto del
siglo XVII. En su diseño este jardín sigue modelos franceses, pero su
decoración escultórica y arquitectónica, así como la utilización del agua como
elemento de jardinería, es de clara inspiración italiana, recordando el estilo
grutesco, con no pocas incrustaciones de conchas y rocallas.

Evolución Histórica:
En el siglo XVII existía en este lugar una antigua casa fuerte, que hacia
1669 fue comprada por el entonces obispo de Málaga fray Alonso de
Santo Tomás. El obispo amplió la finca y la rodeó de un huerto-jardín,
donde se retiraba a descansar. Esta circunstancia propició que la finca fuera
conocida por el nombre de El Retiro. A su muerte pasó a poder del
convento de Santo Domingo de Málaga, que la vendió al primer conde de
Buenavista. Posteriormente, y por herencia, la finca llegó a manos de los
condes de Villalcázar. El séptimo conde de este nombre, Juan Felipe
Longinos, que disfrutó de la propiedad durante la segunda mitad del siglo
XVIII, agrandó la finca y construyó nuevos jardines. En la centuria siguiente
los jardines todavía se ampliaron con un laberinto. En 1928 estuvo en la
finca la reina Victoria Eugenia de Batemberg. Más de medio siglo después,
por Real Decreto de 8 de febrero de 1984, El Retiro fue declarado jardín
histórico-artístico. En la actualidad, este incomparable lugar está
experimentando un cambio importante, ya que, además de la restauración de
los jardines, se pretende crear en él un centro pedagógico y un parque con
especies botánicas de los cinco continentes.

Personajes Históricos:
- Fray Alonso de Santo Tomás. Dominico y obispo de Málaga entre 1664
y 1692. Es probable que fuera hijo natural de Felipe IV. Hacia 1669
compró una casa fuerte en Churriana. En los años sucesivos amplió la
propiedad y la rodeó de un huerto con jardín, donde se retiraba a
descansar. Esta circunstancia propició que el lugar fuera conocido bajo la
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denominación de Santo Tomás del Monte, posteriormente cambiaría el
nombre por el de Retiro de Santo Tomás. Al morir el obispo cedió la finca
al convento de Santo Domingo de Málaga, habitado por monjes de la
misma Orden dominica a la que pertenecía fray Alonso de Santo Tomás.

61
JARDINES DE LA CONCEPCIÓN (MÁLAGA)

Cronología-Fases de Construcción:
El exuberante jardín malagueño de La Concepción fue creado a mediados
del siglo XIX por los marqueses de Casa Loring, Jorge Loring Oyarzábal y
Amalia Heredia, como parte fundamental de una quinta situada a cinco
kilómetros de la capital. Desde sus orígenes fue un jardín con cierto aire
entre exótico y romántico, en el que se realizaron plantaciones de árboles,
plantas y semillas de origen subtropical. Se construyó también un templete
dórico donde podían admirarse valiosos restos arqueológicos encontrados
por un cuñado de los dueños en la provincia de Málaga. En los años
sucesivos los herederos de la familia mantuvieron el jardín según la idea
original de sus propietarios.

Descripción artística:
Los jardines de La Concepción están situados en la finca del mismo nombre,
a cinco kilómetros de la ciudad de Málaga. Están conformados por una
variada y exuberante vegetación, que sorprende por su exotismo y
abundancia gracias a las excepcionales condiciones climáticas de la costa
malagueña. Esta circunstancia permite la conservación en el lugar de las
especies subtropicales más raras del continente europeo, que llegan a
alcanzar tamaños impresionantes. Por lo que se refiere al trazado de los
jardines da la sensación de que no sigue ningún plan preconcebido, sino que
se adapta a los desniveles del terreno, aprovechados para construir diversas
alamedas, senderos, estanques, cascadas y grutas. Se configura así un jardín
de estilo romántico. Destaca además un mirador, desde el que se contempla
una vista de Málaga y el mar, con una cúpula de media naranja recubierta
por azulejos de colores, que recuerda a algunos modelos islámicos.

Evolución Histórica:
La Quinta de La Concepción fue construida a mediados del siglo XIX por
iniciativa de Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia, marqueses de Casa
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Loring. Pronto se convirtió en el punto de encuentro de las más importantes
personalidades malagueñas, entre las que destacaban científicos, escritores y
poetas. Su jardín causaba también admiración por su exuberancia vegetal
que fue creciendo gracias al propicio clima de la zona. El jardín se mantuvo
bien conservado en manos de la familia de los fundadores. Por Decreto de
27 de septiembre de 1943 fue declarado jardín histórico-artístico.
Finalmente en 1990 pasó a propiedad del Ayuntamiento de Málaga, que
lo gestiona a través del Patronato Botánico de La Concepción.

Personajes Históricos:
- Jorge Loring Oyarzábal. Empresario malagueño del siglo XIX, hijo del
norteamericano Jorge Loring James, que recibió el título de marqués de
Casa Loring. Construyó el ferrocarril Málaga-Córdoba. Fundó el Banco de
Málaga junto a Martín Larios (propietario de industrias textiles y
alcoholeras, además de explotaciones hortícolas y vinícolas) y Manuel
Agustín Heredia (que poseía una importante fundición y una gran flota de
buques). Jorge se casó además con la hija de este último, Amalia. El
matrimonio construyó a mediados del siglo XIX la quinta de La Concepción,
plantando en ella un exótico y romántico jardín con las especies vegetales
que traían de todos los lugares del mundo los barcos de la familia Heredia.

63
JARDINES DEL SEÑORÍO DE BÉRTIZ (NAVARRA)

Cronología-Fases de Construcción:
En 1889 el abogado Pedro Ciga y Mayo adquirió el Señorío de Bértiz y
creó en su parte baja un exótico jardín botánico con más de 120 especies
diferentes de árboles y arbustos. En el recinto del jardín se acondicionó el
caserío baztanés y se levantó una capilla modernista. Además, en el punto
más alto del señorío construyó un palacio, desde el que se divisa
perfectamente toda la finca. En 1949, tras pasar el Señorío de Bértiz a la
Excelentísima Diputación Foral de Navarra por cesión testamentaria de
Pedro Ciga, el jardín no varió su fisonomía inicial, ya que su propietario lo
había cedido con la condición de que no se modificaran sus características.
En las disposiciones testamentarias se prohibía la tala de árboles en el lugar,
pues en caso contrario pasaría a manos del Estado, que habría de destinarlo
a parque natural. Recientemente, se han habilitado parte de las edificaciones
del caserío baztanés para instalar un «Centro de Interpretación»,
perteneciente al Departamento de Ordenación del Territorio y Medio
Ambiente del Gobierno de Navarra.

Descripción artística:
El jardín, ubicado a 45 kilómetros de Pamplona, está situado en el extremo
meridional del Parque Natural de Bértiz, una reserva con más de 2.000
hectáreas de hayas, robles y castaños, que cuenta con una variada fauna.
Los jardines propiamente dichos están delimitados por el río Bidasoa. Se
trata de un espacio rectangular en el que se disponen de forma irregular más
de un centenar de especies de árboles y arbustos, algunas tan exóticas como
el ciprés calvo, el cedro de Japón, o las camelias, probablemente únicos
ejemplares de las mismas existentes en Navarra. En el centro de los jardines
se construyeron dos lagos artificiales, uno pequeño y el otro mucho mayor,
de irregular morfología longitudinal, ambientado con alguna cascada. En el
jardín habitan patos y pavos reales. En el extremo oriental se ubican las
casas, con la capilla y el torreón modernista. En las inmediaciones se dispone
64
una pérgola. Justo enfrente del decimonónico caserón baztanés se sitúa una
fuente circular rematada por un niño desnudo de cuyas manos sale el
surtidor.

Evolución Histórica:
Los orígenes del Señorío se remontan a la Edad Media cuando el lugar
pertenecía a la antigua familia navarra de los Bértiz, que terminó por otorgar
su nombre al lugar. Entre los miembros de esta familia destaca Miguel de
Bértiz, a quien en 1421 Carlos III el Noble de Navarra dio el actual
escudo del Señorío en agradecimiento por la labor diplomática que había
desempeñado en favor de su reino. Posteriormente, el lugar pasó por las
manos de diversos propietarios hasta que en 1889 el abogado Pedro Ciga
y Mayo, gran viajero y destacado políglota, adquirió el Señorío de Bértiz y
creó en su parte inferior un exótico jardín con gran variedad de especies. El
abogado acondicionó el caserón baztanés, situado en el jardín, y mandó
construir también una capilla modernista al borde del río Bidasoa. En 1949
Pedro Ciga y Mayo donó en testamento a Navarra, y en su nombre a la
Diputación Foral, el Señorío de Bértiz, con la condición de que el usufructo
del mismo lo tuviera una fundación de sacerdotes retirados. El 29 de marzo
de 1984 se firmó la escritura de cesión onerosa por parte del Arzobispado
de Pamplona del usufructo que disfrutaba. Conseguida ya la propiedad sin
condiciones el Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra declaró el lugar
Parque Natural. En la actualidad está administrado por el Departamento de
Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Este organismo ha instalado
en el jardín un moderno y didáctico «Centro de Interpretación» del Parque
Natural.

Personajes Históricos:
- Pedro Ciga y Mayo. Nació en Pamplona en la segunda mitad del siglo
XIX y siendo todavía estudiante de leyes se casó con Dorotea Fernández,
mujer que tenía una gran fortuna con propiedades en México, Argentina,
Cuba y Filipinas. Con esta base económica y sus propios negocios en la
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zona del Ryf, Pedro Ciga consiguió adquirir un gran capital. Esto le permitió
en 1889 adquirir el señorío de Bértiz a cambio de 650.000 pesetas
pagadas en oro. A partir de entonces el potentado navarro se preocuparía
de traer de sus viajes por todo el mundo una gran variedad de especies
vegetales, recorriendo para ello los más importantes viveros de plantas. Se
constituyó con ello un verdadero jardín botánico de unas tres hectáreas de
extensión. En el punto más alto de la finca Pedro Ciga mandó construir un
palacio denominado Aizkolegui, desde el que se divisa perfectamente toda
la finca y, en los días claros, la localidad francesa de Biarritz. Todo un lujo,
para una residencia que sólo se utilizaba en verano y algún fin de semana. Al
morir en 1949, Pedro Ciga donó la finca a la Diputación Foral de Navarra,
con la condición de que no se talaran árboles y se mantuvieran intactas sus
características.

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PARQUE DE ISABEL LA CATÓLICA (GIJÓN, OVIEDO)

Cronología-Fases de Construcción:
El Parque de Isabel la Católica se construyó en la primera mitad de la
década de 1940 bajo la dirección del segundo jardinero del Ayuntamiento
de Madrid, Ramón Ortiz, que había sido recomendado a requerimiento del
municipio gijonés por el prestigioso jardinero madrileño Cecilio Rodríguez. El
lugar sobre el que se ubicaría el jardín era la denominada «Charca de Piles».
Una vez convertida la charca en un bonito jardín, en los años sucesivos se
colocaron las estatuas que lo adornan en la actualidad, obra en su mayoría
del escultor ovetense Manuel Alvarez Laviada. Se construyeron también los
palomares, que todavía hoy en día dan cobijo a numerosas palomas.

Descripción artística:
El parque de Isabel la Católica está situado al borde del mar, entre el final
de la playa gijonesa de San Lorenzo y el estadio municipal «El Molinón».
Se trata de un jardín estructurado en torno a un eje central dividido por
parterres, que están delimitados por setos de boj y contienen flores de
temporada. Debe reseñarse también la presencia de una pérgola que discurre
paralela al eje central. En el extremo oriental del parque se disponen dos
estanques de tamaño diferente y morfología irregular. En los dos estanques y
sus alrededores habitan cisnes, patos, ocas, perdices, codornices, canarios,
jilgueros y pavos reales. Las palomas cuentan con palomares construidos en
el interior del parque. Por último, destaca el conjunto de estatuas que
adornan los jardines de este parque gijonés. Entre ellas cabe reseñar el busto
dedicado al pintor gijonés Evaristo Valle en 1951 y el monumento erigido
en memoria del premio Nobel de medicina Alexander Fleming, descubridor
de la penicilina, que se tiene por la primera obra que una ciudad dedicó a
tan ilustre personaje. La mayor parte del conjunto escultórico del parque es
obra del escultor ovetense Manuel Laviada. Dos de sus trabajos más
premiados y conocidos, Las Driadas y Diana Cazadora, pueden
contemplarse en la actualidad en estos jardines.
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Evolución Histórica:
Antes de la construcción del parque de Isabel la Católica en el lugar había
un extenso pantano de aguas estancadas, que estaba plagado de mosquitos
y era conocido por el nombre de la «Charca de Piles». En 1941 el
Ayuntamiento de Gijón y los propietarios de la «Charca de Piles» llegaron a
un acuerdo para la construcción de un parque público en este lugar. Se
inició entonces la construcción del parque, que estaba ya finalizado a
mediados de la década de 1940. Con posterioridad el parque fue
adornado con un buen número de estatuas. Además se introdujeron
diferentes especies de aves. En la actualidad el parque de Isabel la Católica,
el más importante de los existentes en la ciudad de Gijón, continúa
cumpliendo la función de parque público para la que fue creado.

Personajes Históricos:
- Ramón Ortiz Ferré. Jardinero español que ejerció su actividad en las
décadas centrales del siglo XX. Después de la guerra civil ocupó el puesto
de segundo jardinero del Ayuntamiento de Madrid. A principios de la
década de 1940 realizó el Parque de Isabel la Católica en Gijón, obra
para la que fue recomendado por el Jardinero mayor de los parques de
Madrid, Cecilio Rodríguez que había sido requerido por el ayuntamiento
gijonés. Posteriormente, Ramón Ortiz sucedió al propio Cecilio Rodríguez
en el cargo de Jardinero mayor del Ayuntamiento madrileño. Desde ese
puesto se encargó de finalizar los jardines que llevan el nombre de su
antecesor en el madrileño parque de El Retiro. Además, en la década de
1950 realizó otros tres jardines en Madrid: la rosaleda del Parque del
Oeste (inaugurada en la primavera de 1956), el jardín de Boccherini y el
jardín de Azorín, estos dos últimos construidos en la Cuesta de la Vega a
modo de terrazas sucesivas.

68
SON BERGA (ESTABLIMENTS, PALMA DE MALLORCA)

Cronología-Fases de Construcción:
El primitivo jardín de Son Berga fue trazado hacia 1766. En su diseño
intervino probablemente Cecilia Zaforteza i de Berga, miembro de la familia
Quint Zaforteza, que había comprado la finca. Pero estos jardines barrocos
se perdieron en su mayor parte durante la primera mitad del siglo XX. En
ellos sobresalía una gran fuente labrada, que estaba situada debajo de la
loggia, y en cuya pila había plantada una palmera. En la actualidad, se ha
situado en el lugar otra palmera rodeada de césped. La parte fundamental
de los jardines actuales también corresponde a la actual centuria.

Descripción artística:
Son Berga está situado en el municipio de Establiments, al Norte de la
ciudad de Palma de Mallorca. El jardín de Son Berga se concibe como una
transición entre la casa y las tierras de labor. Como es característico en la
jardinería de los sones mallorquines, se percibe la influencia de la herencia
musulmana, la fuerte impronta italiana y la presencia de elementos barrocos.
El diseño del jardín puede dividirse en dos zonas. La zona inferior está
formada por cuidados jardines, donde destacan las extensiones de viñedos,
los impresionantes paseos flanqueados por palmeras, las plantaciones de
naranjos y un jardín de estilo barroco. En cambio, en la zona superior el
trazado es más libre, con un bosquete, paseos y no pocos miradores desde
los que contemplar la campiña circundante y la propia ciudad de Palma de
Mallorca. De la casa destaca la espléndida loggia italiana que posibilita una
magnífica relación visual entre los jardines, el entorno y el edificio
arquitectónico.

Evolución Histórica:
El origen de Son Berga tiene lugar a principios del siglo XVIII cuando la
antigua Son Gual fue dividida en cinco fincas debido a su extensión. Una
de esta fincas era Son Berga, que fue convertida en una típica casa solariega
69
mediterránea. Poco después fue comprada por la familia Quint Zaforteza,
que fue la encargada de la construcción de la magnífica loggia de estilo
italiano en la fachada de la casa, fechada en 1766. Por esa época se
iniciaron también los jardines barrocos. En el transcurso del siglo XX los
jardines originales fueron reemplazados por los que encontramos en la
actualidad. Por resolución de 30 de octubre de 1980 Son Berga fue
incluido dentro de la categoría de jardines histórico-artísticos.

Personajes Históricos:
- Cecilia Zaforteza i de Berga. Propietaria de Son Berga durante la segunda
mitad del siglo XVIII, todo apunta a que el diseño de la casa y el jardín es
obra suya. Debía conocer bien la arquitectura y los jardines de las villas
italianas. Esa influencia italiana quedó reflejada en la espléndida loggia que
lleva una inscripción con la fecha de 1766. Los jardines diseñados
probablemente por Cecilia Zaforteza eran de trazado barroco, pero en el
siglo XX fueron reemplazados por los que vemos en la actualidad.

70
RAXA (BUNYOLA, PALMA DE MALLORCA)

Cronología-Fases de Construcción:
Los jardines de Raxa, con precedentes musulmanes, fueron concebidos en
realidad en el siglo XVIII por el cardenal Antonio Despuig y Dameto, que
recreó en esta finca su afición por los jardines italianos después de sus
prolongadas estancias en Roma y otras ciudades de la península itálica.
Utilizó para ello las estatuas y otros restos arqueológicos de época romana
que había encontrado en sus excavaciones de Ariccia (Italia), creando así en
Mallorca un jardín de recreo italiano, que aprovechó la tradición islámica y
la abundancia de agua de la zona, una de las más ricas en el líquido
elemento de toda la isla de Mallorca. En el siglo XIX se construyó en la
finca de Raxa un pequeño jardín paisajista al estilo romántico. En la
actualidad, aunque los jardines han sufrido las modificaciones que impone el
paso del tiempo, conservan todavía la impronta italiana que quiso otorgarles
su fundador.

Descripción artística:
La finca de Raxa se encuentra enclavada en el término municipal de Bunyola,
a medio camino entre Palma de Mallorca y Sóller. Los jardines de la finca
de Raxa destacan por su estructura aterrazada, característica de la agricultura
islámica, la profusión de elementos italianos y el protagonismo del agua. Se
trata, por tanto, de unos jardines que constituyen una síntesis entre la
herencia musulmana y el estilo italiano. En Raxa podemos constatar la
existencia de varios jardines. El jardín principal, se sitúa frente a la fachada
meridional de la casa, con la característica loggia italiana que permite
contemplar vistas privilegiadas de los jardines y su entorno. El jardín, de
gusto también italiano, está estructurado en suaves bancales y presidido por
una pérgola central formada por cuatro cipreses. En cambio, en la fachada
septentrional de la vivienda, las terrazas en las que se estructura otro de los
jardines tienen un fuerte desnivel, cuya pendiente es salvada por una gran
escalinata, rematada en su cúspide por una exedra con la estatua del dios
71
Apolo. Desde la escalinata parten varios caminos, que conducen a miradores
o estanques, entre los que destaca el gran estanque que surte de agua a la
finca. Desde aquí un camino nos lleva hasta el jardín paisajista, que contiene
una gruta, una ermita y un pabellón clásico.

Evolución Histórica:
El origen de esta finca se remonta a la época de dominación musulmana de
la isla de Mallorca. Después de la conquista cristiana capitaneada por Jaime
I (1229-1230), el monarca donó la posesión al conde de Ampurias, que
a su vez la cedió al sacristán de Gerona. Pasó luego a manos de las familias
San Martí y Zaforteza Tagament. En 1660 la finca de Raxa fue adquirida
por el primer conde de Montenegro. En el siglo siguiente un sucesor suyo,
el cardenal Antonio Despuig y Dameto, mecenas de las artes y erudito, fue
el responsable de la creación de los jardines. Raxa perteneció a los condes
de Montenegro hasta principios de del siglo XX, cuando uno de los últimos
condes se arruinó y vendió la finca a Antoni Jaume, a cuyos herederos
pertenece en la actualidad. Por resolución de 30 de octubre de 1980 los
jardines de Raxa fueron considerados de interés histórico-artístico.

Personajes Históricos:
- Antonio Despuig y Dameto. Nació en Palma de Mallorca en 1745. Muy
pronto se decantó por la carrera eclesiástica y se trasladó a Roma, donde
vivió largo tiempo. Durante su estancia en Italia compró al pintor escocés
Hamilton los terrenos de Ariccia, una antigua ciudad romana enclavada en
los montes Albanos, donde realizó importantes excavaciones. Gran parte de
los restos arqueológicos sacados de esta ciudad italiana fueron enviados en
barcos con destino a Mallorca. Allí se utilizaron para adornar el jardín de la
propiedad familiar de Raxa, que don Antonio había concebido según el
gusto italiano. Despuig fue un hombre culto y refinado, que poseía una
magnífica biblioteca, e impulsó el desarrollo de las letras y las artes en
Mallorca. En 1797 Antonio Despuig fue enviado a Roma para socorrer al
Papa Pío VI frente a la amenaza de Napoleón, en agradecimiento, poco
72
antes de morir, el pontífice le nombró Patriarca de Antioquía. Después del
fallecimiento de Pío VI Despuig regresó a España, pero debió partir de
nuevo hacia Venecia para asistir el cónclave que eligió al Papa Pío VII,
quien le nombró cardenal en 1803. A partir de ese momento el cardenal
Despuig acompañó al pontífice como uno de sus más fieles colaboradores,
siguiéndole al destierro tras la excomunión de Napoleón. Despuig ya no
regresaría más a su tierra natal y en 1813 murió en Lucca.

73
PAZO DE OCA (LA ESTRADA, PONTEVEDRA)

Cronología-Fases de Construcción:
En 1743 se inician los trabajos para plantar el primer jardín del pazo de
Oca, por iniciativa de su propietario Fernando Gayoso. Los huertos y los
emparrados del pazo se transforman en un jardín barroco, decorado con
estanques, fuentes y estatuas. Probablemente a finales del siglo XVIII se
realizan en el jardín plantaciones de camelias. En el siglo XIX la única huerta
que quedaba en el pazo se transforma en un jardín paisajista y romántico,
según la costumbre de la época. Finalmente, en 1920 Ignacio Fernández de
Henestrosa restauró los jardines siguiendo un criterio historicista y
devolviéndoles su carácter barroco.

Descripción artística:
El pazo de Oca está enclavado en el término municipal de La Estrada
(Pontevedra). El conjunto del pazo, constituido por el palacio, la capilla,
los jardines, el hórreo, los huertos y los prados forma un todo, integrado
perfectamente en el entorno natural circundante. Se aprovecha la
climatología gallega para formar un jardín de vegetación típicamente atlántica,
con algunas especies exóticas, y la inclusión de elementos arquitectónicos y
escultóricos, en los que se percibe la fuerte influencia del barroco gallego. El
agua es el elemento protagonista del jardín tal y como puede comprobarse
en su zona más emblemática: los dos estanques, separados por un puente
cubierto por un emparrado, que salva el desnivel existente entre ambos. En
el estanque inferior se encuentra la barca de piedra, que en sus extremos
contiene las figuras en piedra de un marinero y un grumete vestidos a la
usanza del siglo XVIII. De la zona de los estanques parte el paseo de los
tilos, una impresionante avenida de 150 metros de largo que atraviesa una
gran pradera y finaliza en la puerta Sur del recinto amurallado. La zona del
jardín más próxima al palacio está integrada por seis grandes cuarteles
delimitados por setos de boj, que contienen una variada vegetación, donde

74
destacan las camelias y las magnolias. El resultado final es la yuxtaposición
de jardines característica de los pazos gallegos.

Evolución Histórica:
En el siglo XII, los primeros señores de Oca construyeron en el lugar una
torre fortificada. A mediados del siglo XV se transformó en casa-fuerte. Y a
finales de esta centuria el arzobispo de Santiago ataca la propiedad, que a
partir de ese momento pasa a poder de la Iglesia compostelana. En ese
estado permanece hasta que en 1574 Felipe II ordena vender las tierras
pertenecientes al señorío compostelano. El pazo de Oca es comprado por
doña María Neira. En los dos siglos siguientes sus sucesores emprenden
numerosas obras, con la reconstrucción de la torre almenada y la edificación
en piedra del cuerpo principal del palacio. Paulatinamente, la casa agrícola
se transforma en residencia palaciega. En la década de 1740, el entonces
propietario Fernando Gayoso, inicia el trazado de los jardines, levanta la
capilla y construye los dormitorios y la cocina. En el siglo XIX se acaba la
galería y la escalera principal. Finalmente, en la década de 1920 se abre el
patio interior. Tras pasar por sucesivos herederos de diferentes linajes
nobiliarios, el actual propietario del pazo es el duque de Segorbe, que ha
iniciado una importante restauración del lugar.

Personajes Históricos:
- Fernando Gayoso Ozores. Hijo de Andrés Gayoso Ozores, regidor
perpetuo de Santiago de Compostela, y de su mujer Constanza Arias Ulloa,
dama de la reina Isabel de Farnesio, a quien Felipe V concedió el
marquesado de San Miguel das Penas. Hacia 1733 el matrimonio reedificó
la torre almenada y construyó en el cuerpo principal del palacio un edificio
en piedra de planta rectangular. Hacia 1740 Fernando heredó el pazo de
Oca de sus padres y fue el responsable de la creación de sus jardines a
mediados del siglo XVIII. No sabemos quiénes fueron los artistas que
participaron en su trazado, pero todo apunta a que la intervención de
Fernando Gayoso fue decisiva al crear un conjunto original y cohesionado,
75
donde la piedra se integra perfectamente en el entorno natural circundante,
formando un jardín único en España, que por el protagonismo del agua ha
sido definido como el "Generalife del Norte".

76
PARQUE DE QUIÑONES DE LEÓN (VIGO, PONTEVEDRA)

Cronología-Fases de Construcción:
El pazo de Valladares, actualmente situado en el Parque Quiñones de
León, perteneció desde el siglo XVI a la familia de los Marqueses de
Valladares, de los que recibió el nombre. La casa se reconstruyó en el siglo
XVII, mientras que la restauración de los jardines se realizó una centuria más
tarde. Pero el edificio tal y como lo vemos en la actualidad, con el estilo de
las casas campestres inglesas, se restauró a principios del siglo XX por
iniciativa de su último propietario particular, Fernando Quiñones de León,
Marqués de Mos y Valladares. Este, que había sido diplomático en
Londres, también imprimió cierto carácter inglés al conjunto del pazo, pero
encargó, sin embargo, unos jardines de diseño francés. No obstante, una
parte del trazado del jardín conserva todavía algunos árboles centenarios y
los setos de boj al estilo del siglo XVIII.

Descripción artística:
El parque municipal Quiñones de León, conocido también con los nombres
de pazo de Valladares, pazo de Castrelos o pazo de Lavandeira, está
enclavado en la ciudad de Vigo y ocupa una extensión de 20 hectáreas
recorridas por el río Lagares. Frente a la fachada principal del pazo se sitúa
un jardín de acceso. Sin embargo, el jardín más importante es el que se
dispone frente a la fachada meridional del pazo de Valladares, realizado en
las dos últimas décadas del siglo pasado. Es de estilo francés y está
compuesto por setos de boj. El jardín conserva todavía importantes árboles
centenarios como el liriodendron tulipifera, considerado el más viejo de
Europa, algunos camelios y un espléndido ejemplar de magnolio
Soulangiana, que se cuenta entre los mayores de Galicia de esta especie. Se
trata de un tipo de árbol procedente de China que durante la primavera se
cubre de flores color marfil y rosa pálido. Separado del jardín francés por un
muro de contención se encuentra la denominada Pradera del Té. Un jardín

77
de inspiración inglesa y de sencillo trazado rectangular, que está presidido
por un estanque con patos.

Evolución Histórica:
Los orígenes de este pazo gallego se remontan al siglo XVI, cuando ya
pertenecía a la familia de los marqueses de Valladares. En el siglo XVII se
reconstruyó el palacio. Y una centuria después se realizó el trazado de los
jardines sobre los ya existentes. En 1805 el pazo fue incautado por la
Junta de Sanidad con el objeto de atender a los heridos producidos tras
una batalla naval con la escuadra británica en Finisterre. Posteriormente
volvió a pertenecer a la familia de los marqueses de Valladares. En 1925,
tras la muerte de su último propietario, Fernando Quiñones de León, sus
herederos ceden el pazo a la ciudad de Vigo. Algo más de una década
después, en 1937, se convirtió en Museo Municipal para albergar la
importante donación artística realizada por Policarpio Sanz. Por un Decreto
del 5 de febrero de 1955 fue declarado jardín histórico-artístico. En la
actualidad, el Ayuntamiento de Vigo se encarga de conservar el jardín en
perfecto estado y ha instalado en él un teatro al aire libre, utilizado para
representaciones teatrales o musicales. Se ha convertido así en uno de los
pazos mejor conservados de toda Galicia.

Personajes Históricos:
- Fernando Quiñones de León (Marqués de Mos y Valladares).
Diplomático español, que desarrolló su actividad a principios del siglo XX.
Fue destinado a la Embajada española en Londres, donde se casó con
Mariana de White. Tras su regreso al pazo familiar, trajo consigo numeroso
personal británico, que imprimió al lugar el estilo de su país de origen,
apreciable en el interior del pazo y en los jardines. Precisamente los jardines
del nivel inferior se trazaron siguiendo el gusto inglés y reciben la
denominación de Pradera del Té, ya que era el lugar elegido por los
propietarios para tomar esta infusión. Fernando Quiñones de León murió en
1918, dejando como herederos a su padre y a su mujer. En 1925, en la
78
Embajada española de París, se realizó la cesión del pazo al Ayuntamiento
de Vigo. Donación que se confirmaría definitivamente en 1934.

79
EL HUERTO DEL CURA (ELCHE, ALICANTE)

Cronología-Fases de Construcción:
El Huerto del Cura se crea en el tercer cuarto del siglo XIX siguiendo la
tradición islámica, muy arraigada en la franja levantina, de integrar la palmera
como una especie más de los huertos, que crea con su sombra un microclima
especial para la reproducción de otras especies. En el transcurso del siglo
XX el Huerto del Cura se enriquece con nuevas especies, un estanque y
varias estatuas. En los últimos años se ha incorporado una espléndida
colección de cactus, que se adaptan perfectamente al benigno clima
mediterráneo, al tiempo que se ha procedido a la rehabilitación de algunas
plantaciones y paseos, a la reconstrucción del porche y la vegetación que
rodea la casa y al saneamiento del estanque.

Descripción artística:
El Huerto del Cura está concebido como un jardín de placer de una casa
campestre, pero sin perder su carácter de huerto mediterráneo. Rodeado por
numerosas huertas, está situado en una zona extraordinariamente fértil del
suroeste de la provincia de Alicante, regada por el río Vinalopó. El jardín
cuenta con una extensión próxima a los 15.000 metros cuadrados. La base
fundamental del jardín es el conjunto de palmeras, cercano al millar, que se
disponen en alineaciones paralelas. El espacio existente entre ellas es
aprovechado para la plantación de otros cultivos, que pueden crecer así al
abrigo de la sombra que proporcionan las hojas de las palmeras,
conservando mejor la humedad frente a los rigores del sol mediterráneo.
Entre todas las palmeras destaca la llamada palmera imperial, en recuerdo de
la emperatriz Isabel de Austria, que la visitó en 1884. Se trata de una
palmera de más de 150 años de antigüedad, de cuyo tronco brotaron siete
hijos que alcanzan una altura de 1,80 metros. Para soportar el peso de esta
centenaria y rara especie ha sido necesaria la colocación de un soporte
metálico. El jardín cuenta también con varias fuentes y un estanque
rectangular poblado de nenúfares, rodeado de flores de temporada y
80
rematado en un extremo por una reproducción de la Dama de Elche.
Finalmente, cabe reseñar la presencia de una importante colección de cactus,
gran variedad de flores de temporada y otras plantaciones características de
la vegetación mediterránea (limoneros, naranjos, plataneras).

Evolución Histórica:
La existencia del palmeral de Elche se remonta a la Antigüedad clásica,
según el testimonio de Plinio. Se trata del más antiguo conjunto de palmeras
de Europa, cuya semilla es probable que llevaran hasta allí los mercaderes
fenicios. Lo que conocemos propiamente como el Huerto del Cura fue
creado en el tercer cuarto del siglo XIX por los propietarios del palmeral, la
familia Castaño, y debe su nombre a un hijo de esta familia, que se convirtió
en sacerdote y dedicó especiales cuidados al jardín. En 1873 tuvo lugar en
el Huerto un raro fenómeno botánico, al brotar del tronco de la después
denominada palmera imperial siete hijos diferentes. A partir de ese momento
el jardín alcanzó fama internacional, siendo visitado por botánicos y curiosos
de todo el mundo, entre los que se contó en 1884 la emperatriz Isabel de
Austria. En 1918, a la muerte del cura Castaño, el palmeral fue comprado
por el cronista local y académico de Bellas Artes, Juan Orts, a cuya familia
continúa perteneciendo en la actualidad. Por Decreto de 27 de julio de
1943 fue declarado jardín histórico- artístico. Tres años después, Xabier de
Winthuysen, en su calidad de inspector del Patronato de Parques y Jardines
Históricos, emitió un informe en el que resaltaba el progresivo deterioro de
las palmeras. Afortunadamente, durante la segunda mitad del siglo XX la
situación se ha remediado. En la actualidad, la familia Orts prosigue la
tradición familiar, cuidando convenientemente el jardín, preservando su
carácter de huerta de placer y ampliándolo con nuevas especies, entre las
que destaca la magnífica colección de cactus.

Personajes Históricos:
- Isabel de Austria. Nació en 1837. Era hija de Maximiliano, duque de
Baviera, y nieta del Rey Maximiliano I. En 1854 se convirtió en Emperatriz
81
de Austria al casarse con el Emperador Francisco José. Fue mujer de gran
cultura y espíritu romántico. Las desavenencias con su suegra y los disgustos
conyugales le empujaron a realizar continuos viajes. En este contexto se
enmarca el viaje realizado a Elche en 1884 para contemplar la rareza
botánica de la palmera de la que brotaban siete hijos. En recuerdo de esa
visita el ejemplar fue conocido a partir de entonces como la palmera
imperial. La Emperatriz fue asesinada en Ginebra el 10 de septiembre de
1898 por el anarquista Lucchesi.- Xabier de Winthuysen. Pintor, jardinero,
escritor y publicista español, nacido en Sevilla en 1874 y muerto en
Barcelona en 1956. Destacó sobre todo como restaurador de jardines y
como conferenciante y divulgador de los jardines españoles. Fruto de este
empeño es su obra «Jardines clásicos de España», publicada en 1930. En
1946, en su calidad de inspector del Patronato de Parques y Jardines
Históricos, después de visitar el Huerto del Cura, emitió un informe
subrayando la degradación que estaban sufriendo sus palmeras.

82
EL PARQUE GÜELL (BARCELONA)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras de este parque comenzaron en 1900 por encargo del empresario
Eusebio Güell al arquitecto Antonio Gaudí para realizar un proyecto
urbanístico de ordenación de 70 parcelas. En poco más de dos años, y con
tan sólo 14 albañiles, Gaudí había construido ya los pabellones de entrada,
el vallado de la calle Olot, la escalinata principal con sus esculturas, la gruta
para coches, los cuatro viaductos y varios pasadizos. En 1907 había en los
terrenos del Park tres edificios. El primero era la casa que se había hecho
construir a finales del siglo XIX el anterior propietario Antonio Larrard y que
Güell había encargado a Gaudí que remodelara. La segunda era la casa de
muestra de la urbanización que, tras su infructuosa venta, fue comparada por
el propio Gaudí a instancias de Güell. Finalmente, se encontraba la casa
que había mandado construir Martín Trias, la única persona que había
comprado una de las parcelas del Park. De manera que solamente tres
familias, las de Güell y Gaudí, además de la del único comprador, vivieron
en el Park durante el primer cuarto del siglo XX. En 1909 todas las obras
habían finalizado, ya que se consideraba que el proyecto inmobiliario de
venta de parcelas para la construcción de casas había fracasado.
Posteriormente, hacia 1913-1914, Gaudí y su discípulo José María Jujol
realizaron la última obra del Park, el banco corrido situado en el Teatro
Griego, sobre la sala de las Cien Columnas. Por lo que se refiere a la
vegetación se respetaron las especies naturales y con excepciones, la mayoría
de las plantas y árboles introducidos en el parque eran los característicos de
la región mediterránea.

Descripción artística:
El conjunto barcelonés del Park Güell, proyecto inacabado de ciudad-
jardín, ocupa unas 15 hectáreas, rodeadas por un muro de piedra, que está
rematado por un artístico friso de cerámica troceada. A ambos lados de la
entrada del parque, construidos contra el muro, se sitúan los pabellones que
83
debían servir para la administración (rematado por una cruz griega) y la
portería. Posteriormente el visitante se encuentra con la gran escalera, que,
dividida en dos ramales, salva el desnivel natural del terreno y permite el
acceso a la sala de las Cien Columnas. En la divisoria de los dos ramales de
la escalera aparecen diversas esculturas recubiertas de cerámica troceada,
entre las que destaca la figura del dragón, de cuya boca sale el agua
proveniente de la cisterna oculta bajo la sala de las Cien Columnas. Esta
sala, también denominada Hipóstila, que cuenta realmente con 86
columnas, es un homenaje a los antiguos templos dóricos griegos. En su
parte inferior estaba destinada a servir de mercado a los habitantes de la
urbanización, mientras que en su parte superior se sitúa el denominado
Teatro Griego o Teatro de la Naturaleza, parte de cuya superficie se asienta
también sobre el propio terreno natural. Este teatro, al fracasar el proyecto
inicial, fue utilizado por la familia Güell para organizar fiestas. Al mismo
tiempo, la plaza cumplía una función técnica, ya que, el no estar su
superficie pavimentada, recogía y filtraba la lluvia a través de un conducto
hueco existente en el centro de las columnas de la sala Hipóstila, que se
dirigía a una gran cisterna, proyectada como reserva de agua para los
habitantes de la urbanización. El Teatro de la Naturaleza está delimitado por
un sinuoso banco corrido recubierto también por cerámicas troceadas. En
una zona más apartada del parque se sitúa el llamado Calvario de las Tres
Cruces, construido por Gaudí tras saber que no haría falta levantar la capilla
para la urbanización. Se trata de tres cruces, levantadas sobre una gran
plataforma rocosa y con un extraordinario contenido simbólico. Todo el
conjunto del Park, integrado mayoritariamente por vegetación típicamente
mediterránea, estaba conectado por una compleja red de avenidas,
senderos, viaductos y escaleras.

Evolución Histórica:
El origen de este parque se remonta a 1899, cuando el empresario Eusebio
Güell compra la finca con la casa que había pertenecido a Antonio Larrard
en la llamada montaña Pelada, a las afueras de Barcelona. En sus orígenes el
84
Park Güell fue concebido como una urbanización ajardinada de 70 parcelas
estructurada en torno a un núcleo central de servicios comunes. Se ha
discutido mucho si la idea inicial de Gaudí y Güell era crear una ciudad-
jardín de estilo inglés (de aquí derivaría su denominación de park en lugar
del catalán parc o del castellano parque) o el modelo de una ciudad
mercantilista de tradición mediterránea. En cualquier caso, Gaudí quiso crear
un jardín mediterráneo, con la integración de la arquitectura y la escultura en
la vegetación autóctona y el homenaje a la arquitectura de la Antigüedad
clásica, bien visible en la sala de las Cien Columnas. Todo el conjunto
estaba también impregnado del fuerte sentimiento religioso del arquitecto
catalán. Lo importante es que el proyecto urbanístico inicial fue un auténtico
fracaso, ya que sólo se consiguió vender una parcela, comprada por Martín
Trias, quien en 1906 mandó construir en ella una casa, obra del arquitecto
Julio Batllevell Arús, que habitó el propio Trias con su familia. El mecenas
Eusebio Güell residió con su familia en la antigua casa de Larrard, que había
sido remozada por Gaudí, hasta el día de su muerte, acaecida el 9 de julio
de 1918. Por su parte, el arquitecto modernista habitó en la casa de
muestra del proyecto, que había comprado a instancias de Güell, junto a su
padre y una sobrina, hasta la muerte de su progenitor en 1925, fecha en la
que se trasladó a la Sagrada Familia, obra a la que dedicaba por entonces
todo su tiempo. De este modo, durante el primer cuarto del siglo XX, el
Park fue el jardín privado de estas tres familias. Esta situación finalizó en
1923, cuando los herederos de Güell vendieron al Ayuntamiento de
Barcelona el Park por tres millones de pesetas, convirtiéndose a partir de
entonces en un jardín público. La casa de Gaudí, tal y como figuraba en su
testamento, fue vendida después de su muerte en 1926 y el dinero
obtenido de la venta se destinó a sufragar la continuación de las obras de la
Sagrada Familia. La casa fue comprada por un matrimonio italiano que
posteriormente la vendió a los Amigos de Gaudí. Esta asociación instaló en
ella la Casa Museo Gaudí, que fue inaugurada en 1963.

85
Personajes Históricos:
- Antonio Gaudí y Cornet. (Reus, 1852-Barcelona, 1926). Arquitecto
español, considerado como uno de los máximos representantes del
modernismo y el creador de una auténtica arquitectura escultórica. Al margen
del algunas obras puntuales, entre las que destacan el Palacio Episcopal de
Astorga y la Casa de los Botines en León, la mayoría de sus trabajos se
localizan en la ciudad de Barcelona. Su obra cumbre inacabada es el templo
de la Sagrada Familia, pero destacan también por su originalidad la Pedrera
y las casas Milá y Batlló. En su carrera fue muy importante su estrecha
colaboración con el empresario Eusebio Güell (1846-1918), para el que
realizó algunas de sus obras más importantes, entre las que destaca este Park
Güell, prodigio de atrevimiento y originalidad en el tratamiento de los
materiales, la disposición de los edificios y la relación que se establece entre
éstos y el paisaje circundante.

86
EL PARQUE DE LA CIUDADELA (BARCELONA)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras iniciales de este jardín barcelonés comenzaron en 1872, cuando
se procedió al derribo de la ciudadela y el Ayuntamiento, a quien
pertenecía el lugar desde tres años antes, convocó un concurso público para
su reconversión en parque. El concurso fue ganado por Josep Fontserè i
Mestre, que proyectó un jardín inspirado en los de las villas italianas del
Renacimiento. Contaba con una notable variedad de especies vegetales, que
con su diversidad de tamaños, colores y formas debían presentar nuevas
impresiones visuales a cada paso que recorría el visitante. El encargado de
materializar este planteamiento fue el botánico y jardinero catalán Oliva. En
1881 Fontserè construyó el gigantesco grupo escultórico de la cascada que
representa el nacimiento de la diosa del amor. No obstante, en la década
de 1880 las obras del proyecto inicial se modificaron sustancialmente con el
objetivo de adaptarlas para la celebración de la Exposición Universal de
1888. De tal manera que algunos edificios ya iniciados fueron destinados a
otros usos, mientras que se levantaron otros edificios que desaparecieron tras
la finalización de la mencionada exposición. Otras obras construidas con
motivo de la muestra universal, como el arco de triunfo de Josep Vilaseca o
el actual Museo de Zoología de Domènech, se convirtieron rápidamente en
símbolos estrechamente ligados al conjunto del parque. Con la llegada del
siglo XX continuaron las obras. En 1917, el jardinero francés Jean Claude
Nicolas Forestier diseñó la plaza de Armas. Una década después Rubió i
Tudirí prolongó su eje longitudinal. Finalmente, en las décadas de 1940 y
1950, se produjo la última modificación sustancial sobre el proyecto inicial
al adaptar casi la mitad de la superficie del parque para albergar el
Zoológico de Barcelona.

Descripción artística:
El parque de la Ciudadela está situado en pleno corazón del casco urbano
barcelonés, muy próximo al mar Mediterráneo. El jardín, que cuenta con 30
87
hectáreas de extensión, tiene una morfología casi rectangular, cerrado en la
zona oriental, la más próxima al mar, por una circunvalación. En el lado
opuesto a ésta, ya fuera del parque propiamente dicho, se sitúa el Arco de
Triunfo de la Exposición Universal de 1888, que sirve de pórtico de
entrada al jardín a través del paseo de Lluís Companys. Este paseo se
prolonga dentro del parque en el denominado paseo de los Tilos, de
inspiración clásica con parterres enmarcados por filas de tilos, castaños de
Indias y adelfas. A la entrada del parque y al sur de este paseo se sitúa el
Castell dels Tres Dragons, actual Museo de Zoología, que Domènech i
Montaner construyó como café-restaurante de la Exposición Universal. En
esta misma zona, pero más al Este, se dispone, entre naranjos y palmeras, el
Museo de Geología, flanqueado por el Hivernáculo y el umbráculo, que
albergan especies vegetales especialmente sensibles al clima exterior. El
paseo de los Tilos, dispuesto en dirección Oeste-Este, llega a conectar con
el paseo Militar, que en el proyecto inicial atravesaba el parque de Norte a
Sur, pero actualmente, y debido a la extensión del Zoológico, finaliza en el
centro del parque, con una bifurcación que conduce hasta la plaza de Armas
y otra que lleva hasta la puerta del propio Zoológico. La plaza de Armas se
sitúa casi en el centro del jardín y está formada por líneas de setos y cipreses
recortados con un estanque elíptico en el punto central, donde se sitúa la
estatua del «Desconsol», obra de Josep Llimona. Al Norte de la plaza se
encuentran el Parlamento de Cataluña y el Museo de Arte Moderno,
ubicados en el antiguo arsenal de la ciudadela. En el lado opuesto de la
plaza de Armas se sitúan la capilla de la que fuera ciudadela y la antigua
vaquería suiza, actual Instituto Verdaguer. La plaza se conecta con el jardín
de estilo romántico, que incluye un gran lago y una cascada, por la
prolongación de su eje en dirección occidental. La cascada está rematada
por un descomunal grupo escultórico, realizado por Fontserè en 1881, que
representa el nacimiento de la diosa del amor. A sus pies se extiende una
gran plaza, utilizada para muy diversas actividades.

88
Evolución Histórica:
Tras la toma de Barcelona en 1710 por las tropas de Felipe V en el
transcurso de la guerra de Sucesión española, el primero de los Borbones
españoles decidió construir una ciudadela militar, una gran fortificación que
dominara toda la ciudad. Para ello mandó derribar el barrio barcelonés de
Rivera, ubicado en el lugar donde se sitúa el actual parque. Posteriormente
la ciudadela se convirtió en prisión. En enero de 1869, el general Prim,
presidente del Gobierno español, cedió los terrenos que ocupaba la
Ciudadela al Ayuntamiento de Barcelona con la condición de que se
dedicarán para el ensanche de la vía pública y para construir parques y
jardines que sirvieran de esparcimiento para sus vecinos. Tres años después
se derriba la mayor parte de la fortaleza y se convoca un concurso público
para su reconversión en parque, ganado por Josep Fontserè i Mestre. Se
inicia entonces la realización de una gran conjunto jardinístico, cuyo proyecto
original se verá alterado por no pocas circunstancias. En 1882 se abrió en
el parque de la Ciudadela el Museo de Geología, el más antiguo de
Barcelona. Seis años después se celebró en el mismo parque la Exposición
Universal, que fue visitada por casi dos millones y medio de personas que
contemplaron 12.000 expositores de 19 países. Se construyeron entonces
importantes edificios en el parque, algunos de los cuales, como la gran
pajarera, desaparecieron poco después. En 1892 el Ayuntamiento
barcelonés adquirió la importante colección de animales de Lluis Martí
Codolar, instalándola en el parque y creando así el primer zoológico de la
ciudad condal. En 1937 el edificio que Lluis Domènech i Montaner había
construido como restaurante de la Exposición Universal pasó a albergar el
Museo de Zoología. Finalmente, en 1956 fue inaugurado el nuevo
Zoológico barcelonés, con un moderno diseño que permitía separar a los
animales por medio de fosos en lugar de barrotes.

Personajes Históricos:
- Lluis Domènech i Muntaner. (Barcelona, 1850-Barcelona, 1923).
Arquitecto español, considerado junto con Gaudí el máximo representante
89
de la arquitectura modernista catalana. Sus obras principales se encuentran
en la ciudad de Barcelona y entre ellas destaca el formidable Palacio de La
Música, el Hospital de San Pablo y el actual Museo de Zoología, en el
Parque de la Ciudadela, construido originalmente como café-restaurante de
la Exposición Universal de 1888.- Jean Claude Nicolas Forestier (1861-
1930). Jardinero francés, conservador de los paseos y parques de París
durante 44 años. Su obra más destacada en Francia fue la reforma del
parque de Bagatelle en 1905. Creó también el concurso internacional de
rosas. Su fama internacional le permitió realizar trabajos en Portugal,
Marruecos, Argentina, Cuba y, sobre todo, España. En nuestro país, realizó
jardines para los condes de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), la Casa del Rey
Moro (Ronda, Málaga) y el palacio de Liria (Madrid). Pero es
fundamentalmente en Sevilla (Parque de María Luisa) y en Barcelona donde
realiza sus obras más importantes, con intervenciones en el Parque de la
Ciudadela (donde diseña la plaza de Armas en 1917), los jardines del
Palacio Real de Pedralbes y, sobre todo, el Parque de Montjuïc para la
Exposición Universal de Barcelona de 1929, que pasa por ser su obra
maestra. Destacó también como teórico del arte de la jardinería con la
publicación de varias obras. En el trazado de sus jardines predomina un
estilo ecléctico, con influencias clasicistas, orientales y paisajísticas. En su
obra es fundamental la presencia del agua y elementos como las pérgolas, las
terrazas y las escaleras. Al conceder gran importancia al terreno donde se
asienta el jardín y a la tradición histórica, en sus jardines españoles
predominan las influencias islámicas y mediterráneas.

90
JARDINES DE MONTJUÏC (BARCELONA)

Cronología-Fases de Construcción:
A partir de 1915, con la llegada a Barcelona del jardinero francés Jean
Claude Nicolas Forestier, se inician los proyectos para el ajardinamiento de
la montaña de Montjuïc. En 1916 proyecta el parque Laribal. Al año
siguiente diseña el jardín de la Font del Gat. En 1918 realiza la rosaleda.
Un año después comienzan las obras de la plaza de la Mecánica y los
jardines de la explanada de Miramar, que no concluirán hasta 1923. Por
último, en 1920 se ejecutan los jardines Amorgós y el teatro Griego. A
partir de 1923, debido a las prolongadas ausencias de Forestier por sus
múltiples trabajos, las obras de los jardines de Montjuïc continúan bajo la
supervisión del que hasta entonces había sido su ayudante, el arquitecto y
jardinero Nicolás María Rubió i Tudurí. Esta primera fase del ajardinamiento
de la emblemática montaña barcelonesa culminaría en 1929, con ocasión de
la celebración en el lugar de la Exposición Universal. Tras un amplio
paréntesis, en 1960 el Ayuntamiento de la ciudad, que había conseguido
la cesión del castillo de Montjuïc, se encarga de ajardinar su entorno.
Posteriormente, el Servicio Municipal de Parques y Jardines del
Ayuntamiento realizaría, siguiendo el diseño de Casamor, los tres jardines
dedicados a tres grandes poetas catalanes: Costa y Llobera, Joan Maragall
y Mossen Cinto Verdaguer, que estaban ya finalizados en 1970.
Finalmente, de cara a los Juegos Olímpicos de 1992, cuyo centro
neurálgico estuvo situado precisamente en la montaña de Montjuïc, se
realizaron los jardines de Migdia, además de las obras necesarias para el
acondicionamiento de las sedes deportivas.

Descripción artística:
La montaña barcelonesa de Montjuïc está formada por un conjunto variado
de jardines, realizados en épocas diversas y con características propias, sobre
una extensión aproximada de 200 hectáreas. Podemos reseñar la existencia
de ocho jardines diferentes, que son, por orden cronológico de
91
construcción: jardines Laribal, jardines Amorgós y teatro Griego, jardines de
Miramar, jardines del Castillo, jardines Costa y Llobera, jardines de Joan
Maragall, jardines de Mossen Cinto Verdaguer y jardines de Migdia. El
grupo de los tres primeros jardines, los de mayor interés histórico-artístico,
corresponde a los diseñados por Forestier entre 1915 y 1923, y
continuados por su ayudante Rubió i Tudurí de cara a la Exposición
Universal de 1929. Estos jardines son una síntesis de elementos propios del
naturalismo inglés y el racionalismo francés combinados con el concepto de
jardín mediterráneo-catalán, con algunos toques de la herencia
hispanomusulmana. En este sentido, Forestier respeta la vegetación existente
y se adapta a los fuertes desniveles que ofrece la topografía, al tiempo que
introduce nuevas especies. El genial jardinero francés trazó también el
proyecto de ajardinamiento de la avenida principal de la Exposición que
podemos contemplar en la actualidad.

Evolución Histórica:
En 1640 se levantó en la montaña de Montjuïc un castillo para proteger a
la ciudad. Pero no fue hasta en 1880 cuando el arquitecto barcelonés
Amargós plantea por primera vez la urbanización de los terrenos circundantes
a la fortaleza. Sin embargo, estos proyectos no cristalizarían hasta principios
del siglo XX, cuando en el contexto de un plan general de urbanismo, se
recomienda la creación de un parque en Montjuïc. Para integrar
definitivamente a la montaña en el proyecto de urbanización de la ciudad el
Ayuntamiento la elige como el lugar idóneo para celebrar dos exposiciones
simultáneas: la Exposición General Española y la Internacional de Industrias
Eléctricas, que tendrán lugar en 1917. El Ayuntamiento inicia la compra de
terrenos. No obstante, el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914
aplaza el proyecto. Al finalizar la contienda bélica, el proyecto se pospone
a la celebración de una Exposición Universal en 1929. Se encarga entonces
a Forestier la tarea de diseñar los jardines que sirvan de marco al conjunto
arquitectónico de la exposición. En 1923 las obras están ya muy avanzadas
y, a modo de ensayo general, Montjuïc alberga la Exposición Internacional
92
de Mueble y la Decoración Interior. En 1929 se celebró de manera exitosa
la tan esperada exposición, a la que asistieron los reyes de España, Alfonso
XIII y Victoria Eugenia. Durante su estancia los monarcas se alojaron en el
palacete real (actual palacio Albéniz), que había sido construido a tal
efecto en la montaña barcelonesa. Después de la guerra civil, el castillo fue
utilizado como cárcel y en ella fue ejecutado el presidente de la Generalitat
Lluís Companys en 1940. Dos décadas después el castillo fue cedido al
Ayuntamiento, que aprovechó la ocasión para ajardinar sus inmediaciones.
En 1970, el que fuera jefe del Estado, Francisco Franco, inauguró tres
jardines más dedicados a los poetas catalanes Costa y Llobera, Maragall y
Verdaguer. En 1980 el Comité Internacional de Jardines y Monumentos
Históricos inscribió los jardines diseñados por Forestier en Montjuïc en la
lista de jardines de interés nacional. En esa misma década se iniciaron las
obras de acondicionamiento, incluidos los jardines, para albergar los Juegos
Olímpicos de 1992, que tendrían en Montjuïc sus puntos de referencia
fundamentales: el estadio Olímpico y el Palacio Sant Jordi. Los Juegos se
saldaron con un gran éxito de organización tanto en lo estrictamente
deportivo como en el resto de las facetas y consiguieron proyectar la imagen
de Montjuïc y sus jardines al mundo entero. Por otra parte, en la actualidad
la montaña de Montjuïc con el marco incomparable de sus jardines
constituye un conjunto cultural de primer orden, en el que sobresalen el
Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo Arqueológico y la
Fundación Joan Miró.

Personajes Históricos:
- Jean Claude Nicolas Forestier (1861-1930). Jardinero francés,
conservador de los paseos y parques de París durante 44 años. Su obra más
destacada en Francia fue la reforma del parque de Bagatelle en 1905. Creó
también el concurso internacional de rosas. Su fama internacional le permitió
realizar trabajos en Portugal, Marruecos, Argentina, Cuba y, sobre todo,
España. En nuestro país, realizó jardines para los condes de Castilleja de la
Cuesta (Sevilla), la Casa del Rey Moro (Ronda, Málaga) y el palacio de
93
Liria (Madrid). Pero es fundamentalmente en Sevilla (Parque de María
Luisa) y en Barcelona donde realiza sus obras más importantes, con
intervenciones en el Parque de la Ciudadela (donde diseña la plaza de
Armas en 1917), los jardines del Palacio Real de Pedralbes y, sobre todo,
el Parque de Montjuïc para la Exposición Universal de Barcelona de 1929,
que pasa por ser su obra maestra. Destacó también como teórico del arte de
la jardinería con la publicación de varias obras. En el trazado de sus jardines
predomina un estilo ecléctico, con influencias clasicistas, orientales y
paisajísticas. En su obra es fundamental la presencia del agua y elementos
como las pérgolas, las terrazas y las escaleras. Al conceder gran importancia
al terreno donde se asienta el jardín y a la tradición histórica, en sus jardines
españoles predominan las influencias islámicas y mediterráneas.

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EL LABERINTO DE HORTA (BARCELONA)

Cronología-Fases de Construcción:
Estos jardines comenzaron a construirse en la última década del sigo XVIII,
alrededor de una antigua torre medieval. El marqués de Llupiá, propietario
de la finca, encargó los jardines al arquitecto italiano Domenico Bagutti,
quien diseñó los templetes, las balaustradas y el laberinto que da hoy
nombre al lugar. El jardinero francés Joseph Delvalet fue el encargado de
trazar y realizar las plantaciones. En 1808 el núcleo esencial del jardín, de
estilo italiano clásico, ya estaba terminado. Tras el paréntesis de la guerra de
la Independencia, prosiguieron los trabajos en el jardín. Durante el siglo XIX
se acometen importantes reformas, que siguen el gusto romántico imperante
en la época y afectan principalmente a la construcción de un nuevo palacio
que sustituye a la vieja residencia adosada a la torre medieval. En 1969,
tras convertirse el jardín en parque municipal, sufre importantes destrozos.
Como consecuencia de ello, en los dos años siguientes el Ayuntamiento
barcelonés realiza una profunda restauración del jardín para reparar todos los
desperfectos ocasionados, realizar nuevas plantaciones y limpiar las minas de
agua.

Descripción artística:
Los jardines del Laberinto fueron construidos originalmente en la localidad
de Horta, que actualmente constituye un barrio del mismo nombre integrado
en el casco urbano de Barcelona. Los jardines propiamente dichos ocupan
una superficie aproximada de tres hectáreas y están incluidos en un parque
forestal de 50 hectáreas, donde además hay dos viveros de plantas. La
entrada principal del jardín está flanqueada por dos leones esculpidos en
piedra. Por ella se accede a la plaza de las Ocho Columnas, que, mediante
cinco caminos delimitados por setos recortados y embellecidos por esculturas
y jarrones, permite el acceso a las diferentes zonas del jardín. Los jardines se
disponen en varias terrazas, aprovechando el acusado desnivel del terreno.
Esto posibilita también la proliferación de escalinatas, balaustradas, grutas
95
con fuentes, templos y diversos pabellones. El núcleo principal del jardín lo
constituye el laberinto, realizado con pequeñas calles de apretados y
recortados cipreses. En el centro del laberinto se sitúa una plazoleta formada
con cipreses recortados en forma de arco y presidida por una estatua de
Eros. En el extremo del laberinto aparece otra plazoleta centrada en un
estanque circular con surtidor. En este laberinto se rinde homenaje a
Ariadna, a su amado Teseo y al Minotauro, enlazando así con la tradición
griega y renacentista. Por eso en la entrada del laberinto una estela de
mármol representa a Teseo y Ariadna. Rodeando el laberinto se sitúan un
buen número de encinas y algunos pinos, formando otro trazado casi
laberíntico. En el muro del laberinto unas amplias escalinatas conducen a una
terraza con dos templetes en los que figuran las estatuas de Elisa y Artemisa.
En el mismo nivel existe una canal navegable con una pequeña isleta en el
centro. Al otro lado del canal nace una escalinata adornada por bustos y
jarrones que culmina en un templete palladiano.

Evolución Histórica:
Desde la Edad Media, existía en este bosque de Horta la torre de
Subirana. Pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando Antonio Desvalls,
Marqués de Llupiá, encargó la construcción de este original jardín,
organizado en torno al núcleo de la torre. En 1802 el jardín recibió la visita
de los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, que quedaron muy
impresionados por la belleza del lugar. A partir de entonces, el Laberinto de
Horta se convierte en un salón social muy frecuentado y en un marco
adecuado para las representaciones teatrales. La fama de los jardines se
extendió por todo el país y en 1828 fueron visitados por Fernando VII.
Casi un siglo después, en 1908, Alfonso XIII asistió en ellos a una
representación del «Sueño de una noche de verano» de William
Shakespeare. Por esas mismas fechas, el pintor Santiago Rusiñol, tan
aficionado a reproducir jardines, reflejó en un lienzo la belleza y el universo
evocador que encerraban los jardines de Horta, todavía alejados del casco
urbano de Barcelona. Durante el siglo XX, al compás del desarrollo
96
urbanístico de la ciudad condal, la localidad de Horta y sus jardines se
convirtieron en un barrio más de Barcelona. Finalmente, en 1969 el
Laberinto de Horta fue adquirido por el Ayuntamiento de la ciudad,
convirtiéndose así en parque público. Los destrozos ocasionados a partir de
ese momento obligan a la corporación municipal a realizar una profunda
restauración. Tras la cual, en mayo de 1971, el Laberinto de Horta abre
sus puertas al público. En la actualidad los jardines se conservan en
excelente estado gracias a los cuidados del Ayuntamiento.

Personajes Históricos:
- Antonio Desvalls. Sexto marqués de Llupiá y marqués consorte de Alfarrás
(1740-1820). Fue un personaje culto y erudito, aficionado a las
matemáticas y a la física experimental. En 1764 se convirtió en miembro
fundador de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, de la que
posteriormente sería nombrado vicepresidente. Su gusto por los jardines
italianos, que había conocido directamente, le llevó, a finales del siglo
XVIII, a promover la realización de uno propio en torno a la torre familiar
de Subirana, en el actual barrio barcelonés de Horta, que contara con todos
los elementos típicos de este tipo de jardines: esculturas, balaustradas,
grandes escalinatas, laberintos y juegos de agua. Para ello encargó la obra al
arquitecto italiano Domenico Bagutti, que el propio marqués había conocido
en su visita a la Academia de Florencia. Para principios del siglo XIX la
parte fundamental del jardín estaba ya finalizada. Tras su muerte en 1820,
las obras del jardín fueron continuadas por su hijo.

97
JARDINES DEL PALACIO REAL DE PEDRALBES
(BARCELONA)

Cronología-Fases de Construcción:
El jardín remonta su existencia al menos hasta el siglo XIX, cuando el lugar
era la zona arbolada de una masía. El jardín actual fue proyectado por el
arquitecto de jardines francés Jean Claude Nicolás Forestier, siguiendo un
modelo clásico que nos remite al eclecticismo característico de la obra de
este singular artista. Sin embargo, la construcción definitiva fue realizada en
la década de 1920 por su discípulo catalán Nicolau María Rubió i Tudirí.
Gracias a una suscripción pública, entre 1920 y 1924 se realizaron las
obras del palacio, destinado a albergar a los reyes cuando visitaran la ciudad
condal.

Descripción artística:
Los jardines, diseñados por Forestier, responden a un trazado clásico y
geométrico, con pequeños estanques y senderos. Desde la puerta de
entrada se dispone el eje principal que lleva hasta el palacio. Frente al
edificio se sitúa una plazoleta presidida por un estanque ovalado. Rodeando
esta zona aparecen colocados una serie de bustos clásicos, que nos
recuerdan a los jardines italianos. Detrás de los jardines se encuentra la
entrada a la primitiva finca propiedad de los Güell, que está delimitada por
una original verja de hierro forjado, obra de Antonio Gaudí.

Evolución Histórica:
A principios del siglo XX el lugar era propiedad de Antonio Güell, que lo
cedió para que albergara las estancias de la familia real española en la ciudad
condal. En 1924 fue inaugurado como palacio real. El edificio fue rodeado
por los cuidados jardines clásicos diseñados por Forestier. Después de ser
utilizado por Reyes y Jefes de Estado, el palacio y los jardines fueron
abiertos al público en 1960. En la actualidad el edificio alberga un
interesante Museo de Cerámica. En octubre de 1997, los jardines de
98
Pedralbes sirvieron de espléndido marco vegetal para el banquete que se
celebró en el palacio para conmemorar la boda de la infanta Cristina de
Borbón y Grecia, segunda hija de los Reyes de España, e Iñaki Urdangarín.

Personajes Históricos:
- Jean Claude Nicolas Forestier (1861-1930). Jardinero francés,
conservador de los paseos y parques de París durante 44 años. Su obra más
destacada en Francia fue la reforma del parque de Bagatelle en 1905. Creó
también el concurso internacional de rosas. Su fama internacional le permitió
realizar trabajos en Portugal, Marruecos, Argentina, Cuba y, sobre todo,
España. En nuestro país, realizó jardines para los condes de Castilleja de la
Cuesta (Sevilla), la Casa del Rey Moro (Ronda, Málaga) y el palacio de
Liria (Madrid). Pero es fundamentalmente en Sevilla (Parque de María
Luisa) y en Barcelona donde realiza sus obras más importantes, con
intervenciones en el Parque de la Ciudadela (donde diseña la plaza de
Armas en 1917), los jardines del Palacio Real de Pedralbes y, sobre todo,
el Parque de Montjuïc para la Exposición Universal de Barcelona de 1929,
que pasa por ser su obra maestra. Destacó también como teórico del arte de
la jardinería con la publicación de varias obras. En el trazado de sus jardines
predomina un estilo ecléctico, con influencias clasicistas, orientales y
paisajísticas. En su obra es fundamental la presencia del agua y elementos
como las pérgolas, las terrazas y las escaleras. Al conceder gran importancia
al terreno donde se asienta el jardín y a la tradición histórica, en sus jardines
españoles predominan las influencias islámicas y mediterráneas.

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JARDINES DEL MONASTERIO DE YUSTE (CUACOS DE YUSTE,
CÁCERES)

Cronología-Fases de Construcción:
La construcción del primer jardín del monasterio, el perteneciente al claustro
gótico, se realizó en el siglo XV, coincidiendo con la elevación de las
primeras dependencias monacales con el apoyo del conde de Oropesa. A
mediados del siglo XVI se levantó un segundo claustro, con su
correspondiente jardín central. Por las mismas fechas, concretamente en
1554, comenzó la construcción del palacio de Carlos V, junto al
monasterio de Yuste, siguiendo las trazas de fray Antonio Villacastín. Frente
a la casa que habitaría el Emperador se organizaron los jardines con un
estanque central, según el diseño realizado por fray Marcos Cardona. El
monasterio fue incendiado y destruido por las tropas napoleónicas en el
transcurso de la guerra de la Independencia (1809). La desamortización
eclesiástica afectó mucho a la fábrica del edificio, poniendo en peligro su
supervivencia. La situación de abandono y ruina se prolongó hasta 1949,
cuando fue cedido por sus propietarios, los duques de Montellano, al
Estado, que procedió a una restauración del edificio y a la reconstrucción de
los jardines.

Descripción artística:
El conjunto monástico de Yuste cuenta en realidad con tres jardines
diferentes. Dos de ellos pertenecen a los claustros del monasterio y
presentan la clásica división en cuatro parterres con una fuente circular en el
centro. El tercero, el más interesante, es el jardín construido frente a la
fachada meridional del palacio, donde estaba la terraza desde la que el
Emperador Carlos V se sentaba para contemplarlo. El jardín es de
morfología rectangular y en él se encuentra el estanque natural, donde según
la tradición el citado monarca pescaba truchas y tencas. Actualmente el
trazado ha sido perfilado por arizónicas, una especie poco apropiada para el
mantenimiento de la arquitectura jardinística original. En el centro del jardín
100
había una fuente central, actualmente desaparecida, tal vez sea la que se
sitúa en el claustro «plateresco» del monasterio. El jardín estaba cubierto de
flores de temporada, hierbas y árboles aromáticos como el cidro, el limonero
y el naranjo. De Túnez trajo el Emperador los mejores laureles y la florecilla
llamada clavel indio, que desde España se propagó a toda Europa. El jardín
del palacio está separado del monasterio por un alto paredón. En una
esquina del pórtico de la casa el Emperador mandó colocar una fuente de
piedra granítica, parecida al mármol, octogonal al exterior y circular en su
interior. La fuente debía estar cubierta de macetas y rodeada por naranjos y
flores. Allí se colocó también el reloj solar construido por Juanelo Turriano.

Evolución Histórica:
Los orígenes del monasterio de Yuste, situado dos kilómetros al Norte de la
localidad cacereña de Cuacos de Yuste, se remontan a principios del siglo
XV, cuando un grupo de hombres se instaló en el lugar para vivir la vida
contemplativa en el seno de la Orden de San Jerónimo. La iglesia y el
claustro gótico con el jardín se construyeron durante el siglo XV. En la
centuria siguiente se realizaron reformas y se añadió un nuevo claustro
«plateresco» con su correspondiente jardín. A partir de 1554 se inició la
construcción de un palacio austero con un jardín propio con el objeto de
servir de lugar de retiro al Emperador Carlos V. El monarca habitaría el lugar
entre febrero de 1557 y la fecha de su muerte, acaecida el 21 de
septiembre de 1558. Durante esos dos años estuvo acompañado por
medio centenar de cortesanos. Desde entonces y hasta el siglo XIX el
conjunto siguió funcionando como un monasterio jerónimo más. La guerra de
la Independencia y la posterior desamortización eclesiástica dejaron el lugar
en un estado de ruina y deterioro progresivo hasta que en 1949 pasó a
manos del Estado. Entonces comenzó la reconstrucción del conjunto de
edificaciones y jardines para devolverles su aspecto original. Actualmente el
monasterio está habitado por una comunidad de frailes franciscanos.

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Personajes Históricos:
- Carlos I. Rey de Castilla, Aragón y Nápoles (1517-1556) y
Emperador de Alemania con el nombre de Carlos V. Nació en la ciudad
flamenca de Gante en 1500, fruto del matrimonio habido entre Felipe el
Hermoso y Juana la Loca. En 1517 llegó a España para hacerse cargo de
la herencia materna. Dos años después, al fallecer su abuelo paterno
Maximiliano I, recibía la herencia habsburguesa y borgoñona. Se convertía
así en el soberano más poderoso de Europa. Su reinado significó una
continua lucha por imponer su hegemonía en el continente frente a la que se
opusieron el rey de Francia y los príncipes alemanes. En 1556, cansado de
las innumerables guerras, abdicó la herencia castellana, aragonesa y
borgoñona en su hijo Felipe II, mientras dejaba el legado de los Habsburgo
y el título imperial en manos de su hermano Fernando. Entonces se retiró al
pequeño palacio que había hecho construir en el monasterio de Yuste,
viviendo allí hasta el día de su muerte, el 21 de septiembre de 1558, con
una pequeña corte de medio centenar de personas. El Emperador mandó
colocar una fuente de una sola pieza en el pórtico de su residencia, único
lugar del que bebía agua. Gran amante de las flores, ordenó que le trajeran
para su jardín particular laureles y claveles de Túnez.

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JARDINES DEL MONASTERIO DE GUADALUPE
(GUADALUPE, CÁCERES)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras del Real monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe se iniciaron
a mediados del siglo XIV y se prolongaron hasta finales del siglo XVII. No
obstante, la parte fundamental de la iglesia y el claustro se realizó entre
1389 y 1412, durante el mandato del primer prior del monasterio, fray
Fernando Yáñez. Entonces debió construirse el primitivo jardín del cenobio,
situado en el claustro monacal. Sabemos que el espléndido templete central,
de estilo mudéjar, fue levantado por Juan de Sevilla entre 1405 y 1406.
Con el paso de los siglos el jardín monacal sufrió profundas transformaciones.
Por ese motivo, entre 1988 y 1991 se procedió a una completa
restauración de los jardines, impulsada por el World Monument Fund y
dirigida por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales
y la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura.

Descripción artística:
El monasterio de Santa María de Guadalupe se encuentra enclavado al pie
de la sierra de Guadalupe, en la zona oriental de la provincia de Cáceres.
En el centro del claustro monacal se dispone el jardín. Formalmente se trata
de un jardín de clara influencia hispano-musulmana, pero conceptualmente es
un jardín espiritual, dedicado a alabar a la Virgen María, patrona del
monasterio. Por eso, aludiendo a un simbolismo mariano, encontramos lirios,
rosas y azucenas entre las flores del jardín. El jardín, como es característico
en los claustros monacales y en los patios andalusíes, tiene una división
cuatripartita. Cuatro caminos pavimentados de barro cocido salen del
templete central, quedando las cuatro partes del jardín en un nivel
ligeramente inferior, según era costumbre habitual entre los musulmanes. La
presencia de naranjos y granados nos trae también el recuerdo de los
perfumados jardines islámicos. La división cuatripartita evoca los cuatro ríos
del jardín del Edén y alude también a las cuatro virtudes cardinales y a los
103
cuatro fuentes de vida espiritual que suponen para el cristiano los
Evangelistas.

Evolución Histórica:
Los orígenes del monasterio de Guadalupe se remontan a la primera mitad
del siglo XIV, cuando se erigió un pequeño santuario para adorar la imagen
de la Virgen. A partir de 1389 con la donación del lugar a la Orden de
San Jerónimo, se convirtió en el quinto monasterio que los jerónimos
establecieron en el reino de Castilla. El cenobio se transformó pronto en un
importante centro de peregrinación y un gran núcleo de referencia para la
ganadería trashumante. Esto propició que aumentara sustancialmente la
riqueza económica del monasterio, que conoció su época de esplendor entre
los siglos XV y XVIII. Tras la desamortización del siglo XIX, el monasterio
fue reinstaurado en 1909 con franciscanos, que han permanecido hasta la
actualidad. Hoy en día el lugar es propiedad del Estado, que ha
contribuido de manera decisiva a su restauración y buena conservación. El
monasterio cuenta con una acogedora hospedería, instalada en el claustro
gótico y regentada por los propios franciscanos.

Personajes Históricos:
- Fray Juan de Sevilla. Monje jerónimo del monasterio de Santa María de
Guadalupe que, a principios del siglo XV, bajo el mandato del primer prior
del monasterio Fray Juan Fernando Yáñez, se encargó de levantar el original
claustro mudéjar, cuyo jardín está presidido por el magnífico templete
gótico-mudéjar, ejemplar único en su estilo. Todo parece indicar que, por
las características de la obra, intervinieron en su ejecución artífices toledanos,
incluso podría tratarse de alarifes musulmanes.

104
JARDÍN DE ABADÍA (CÁCERES)

Cronología-Fases de Construcción:
Este jardín fue creado a mediados del siglo XVI por iniciativa de Fernando
Alvarez de Pimentel, tercer Duque de Alba. En ese momento ya existía en
el lugar una casa y una huerta, que se enriquecieron considerablemente con
el trazado del espléndido jardín de inspiración italiana. No obstante, sólo
conocemos un dato cronológico puntual, ya que los archivos de la Casa
Ducal de Alba relativos a Abadía se quemaron durante la guerra civil
española. El dato se refiere al año 1555, cuando el escultor florentino
Francisco Camiliani realizó la monumental fuente de Baco, situada en el
centro de la plaza de Nápoles. Los jardines mantuvieron su esplendor hasta
el siglo XVIII, cuando iniciaron una lenta decadencia que culminó en el
grave deterioro experimentado en los dos últimos tercios del siglo XX.

Descripción artística:
Los jardines de Abadía representan la introducción del jardín italiano del
Renacimiento en la Extremadura del siglo XVI y la adopción de este modelo
por parte de la nobleza castellana. El jardín, se articula en varios niveles,
salvados por rampas y escaleras, con el agua como protagonista refinada de
todo el conjunto. El palacio está en la parte más elevada, desde donde el
duque de Alba podía contemplar una extraordinaria vista del jardín, en el
que mediante un programa iconográfico, alegórico y simbólico se realiza una
exaltación de su creador. El jardín está dividido en tres zonas: jardín alto,
jardín bajo y plaza de Nápoles. Las tres zonas contaban con fuentes
monumentales y esculturas de tema mitológico, dedicadas a exaltar las
cualidades humanísticas del duque. Sobresalían las fuentes de Baco,
Hércules, Pegaso y Neptuno. Por lo demás, estaban diseminados por todo
el jardín arbustos tallados representando personajes y animales. El muro que
separa el jardín del río Ambroz contaba con seis puertas, que seguían
modelos arquitectónicos del Bajo Renacimiento. Actualmente todavía se
conservan restos de estas puertas.
105
Evolución Histórica:
Probablemente los orígenes del palacio y los jardines de la localidad
cacereña de Abadía estuviera en una torre o fortaleza islámica. Según la
tradición, con el dominio cristiano el lugar se convirtió en una abadía
cisterciense, de donde derivaría su topónimo actual. Desde mediados del
siglo XV la aldea y el palacio pertenecieron a la casa de Alba. Fue una
centuria después cuando se creó el hermoso jardín italiano que dio fama al
lugar. En él se celebró una Academia Literaria a la que asistió Garcilaso de
la Vega. A finales del siglo XVI, Lope de Vega dejó testimonio del
atractivo del lugar en unas hermosas Rimas. En 1772, el infatigable viajero
Antonio Ponz contempló el jardín ya en su decadencia, pero nos dejó un
valioso testimonio de la extraordinaria belleza del lugar. En 1931 el jardín,
junto con el palacio, fue declarado Monumento Nacional. A pesar de esta
circunstancia, su deterioro fue progresivo. En la actualidad se conserva en
pie el palacio, cuyo patio ha sido objeto de una reciente restauración, pero
el jardín está en situación de abandono. Sin embargo, hay quien piensa que
las ruinas actuales le confieren al jardín un notable ambiente romántico.

Personajes Históricos:
- Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel. Político y militar español y tercer
duque de Alba (Piedrahíta, 1507-Lisboa, 1582). Fue una de las figuras
más importantes del siglo XVI. Tomó parte en la expedición a Túnez
(1535) y se distinguió en la batalla de Mühlberg (1547). Fue nombrado
sucesivamente gobernador de Milán, virrey de Nápoles y gobernador de los
Países Bajos. La intervención del duque de Alba fue decisiva para que en
1580 Felipe II anexionara Portugal a la Corona hispánica. Su contribución a
la historia de la jardinería hispánica es decisiva al introducir en su palacio de
Sotofermoso los modelos del jardín del Renacimiento italiano. En el diseño
de estos jardines intervinieron artistas italianos, entre los que conocemos el
nombre de Francisco Camilani.

106
JARDINES DEL ALCÁZAR (CÓRDOBA)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras de realización de estos jardines se iniciaron probablemente durante
el emirato de Abd al-Rahmán II (822-852), coincidiendo con la
construcción de un gran acueducto que traía las aguas a la ciudad desde el
arroyo Bejarrano y llegaba hasta el Alcázar mediante una ramal. En la primera
mitad del siglo X, con el traslado de la residencia de Abd al-Rahmán III a
Medina-Azahara, los jardines fueron abandonados hasta la llegada de los
almorávides. En el siglo XIV, tras la conquista de la ciudad por los
castellano-leoneses, se construyó lo que actualmente conocemos como
Alcázar de los Reyes Cristianos y se añadieron nuevos jardines. Los
monarcas de la dinastía Trastamara ampliaron los jardines y les añadieron
fuentes, albercas y baños. Lo que se conserva en la actualidad de éstos
parece datar en lo fundamental de la reforma emprendida por los Reyes
Católicos, que reaprovechó elementos de la jardinería islámica y no borró la
peculiar fisonomía andalusí. En el siglo XVII se construyeron dos barandillas
de hierro para rodear las dos albercas gemelas de la parte alta del jardín.
Con posterioridad, ya en nuestro siglo, donde estaban las antiguas huertas,
se crearon jardines modernos con estanques rectangulares.

Descripción artística:
Estos jardines, ubicados en pleno casco urbano cordobés, se sitúan al
borde del Guadalquivir y están parcialmente delimitados por las antiguas
murallas de la ciudad. Los jardines de este alcázar cristiano evocan en su
trazado la herencia islámica, con la mezcla de plazoletas, caminillos, fuentes,
albercas, árboles y flores. La morfología de los jardines, situados a partir del
Alcázar, es longitudinal. Destacando en ellos el eje irregular que parte del
Alcázar y está compuesto por cuatro estanques rectangulares situados a
diferentes niveles, con surtidores de agua enfrentados. De este modo, el
agua se presenta como el elemento fundamental del jardín. Tal y como
puede comprobarse también en el Paseo de los Cipreses, articulado en
107
torno a un canal central con no pocos surtidores enfrentados, que está
flanqueado por cipreses y estatuas de personajes reales. Evocadores rincones
se suceden bajo la sombra de los naranjos, el murmullo del agua y el perfume
de las plantas mediterráneas. En definitiva, el actual es un jardín realizado
por cristianos pero de indiscutible inspiración musulmana.

Evolución Histórica:
Probablemente, durante el emirato de Abd al-Rahmán II (822-852), con
la construcción de un nuevo alcázar para los emires cordobeses, se inició
también en la parte occidental del edificio, en la zona más próxima a los
baños, el trazado de unos jardines y una huerta para completar el espacio
destinado a las mujeres del harén real. Con el traslado de la corte cordobesa
a Medina-Azahara, a principios del siglo X, los jardines fueron
abandonados hasta la caída del califato de Córdoba. Tras la conquista
cristiana de la ciudad, el lugar experimentó un fuerte impulso durante el
reinado de Alfonso XI (1312-1350), que ordenó la construcción del
Alcázar de los Reyes Cristianos. Sus sucesores de la dinastía de los
Trastamara enriquecieron y ampliaron los jardines con nuevos elementos.
Pero fueron los Reyes Católicos los que lo reformaron para habitarlo mientras
dirigían las últimas operaciones militares de la guerra de Granada.
Precisamente, después de la conquista de Granada en 1492, en este
Alcázar estuvo prisionero Boabdil, el último emir nazarí de Granada. En esta
residencia cordobesa los Reyes Católicos recibieron también a Cristóbal
Colón antes de iniciar el viaje que le llevaría a descubrir el Nuevo Mundo.
Desde 1490 y hasta 1821 el edificio del alcázar fue sede de la
Inquisición. Posteriormente se destinó a prisión provincial. Finalmente, en
1951 el Alcázar, junto con los jardines, fue recuperado por el municipio,
que restauró el conjunto, devolviéndole su original carácter medieval. En la
actualidad su estado de conservación es excelente.

108
Personajes Históricos:
- Abd al-Rahmán II (Toledo, 792-Córdoba, 852). En el 822 sucedió a
su padre al-Hakam I como emir de Córdoba, cargo que ocupó hasta su
muerte en el 852. Su emirato se caracterizó por una intensa actividad militar
para reprimir las revueltas internas y no pocas expediciones externas frente a
los cristianos del Norte. Abd al-Rahmán II fue un gran protector de las
letras y de las artes, introduciéndose entonces la influencia abasí. En este
contexto se enmarcan sus obras en la mezquita cordobesa y la construcción
de un nuevo alcázar emiral, que probablemente fue rodeado con unos
primitivos jardines.

109
LAS REJAS DE DON GOME (CÓRDOBA)

Cronología-Fases de Construcción:
Los orígenes del jardín y los patios del palacio se remontan a la Edad
Media. A finales del siglo XIV se tiene constancia de la existencia de una
huerta que necesitaba gran cantidad de agua. Dos siglos después continuaba
existiendo la huerta, a la que se había añadido ya un jardín. Poco después,
en 1624, se levantó el patio de las Rejas, que durante mucho tiempo dio
nombre al palacio, merced a un encargo del entonces propietario Luis
Gómez de Figueroa al alarife linarense Bartolomé de los Reyes y Cueto. Un
siglo después se construyó el patio barroco del Archivo. Finalmente, a
comienzos del presente siglo, el lugar fue completamente restaurado por su
propietario José Saavedra Salamanca, marqués de Viana, que completó la
decoración de los patios con restos arqueológicos romanos.

Descripción artística:
El conjunto de las Rejas de Don Gome, situado en el centro de Córdoba,
está integrado por un palacio, un jardín y 12 patios. Se trata de una fusión
de elementos romanos, musulmanes, cristianos, renacentistas y barrocos. El
nombre de cada uno de los patios responde al protagonismo que tiene o
tuvo en él un elemento o a su proximidad a alguna habitación del palacio:
Recibo, Archivo, Capilla, Cancela, Jardineros, Pozo, Alberca o
Invernadero, Madama, Columnas, Rejas, naranjos y Gatos. El jardín es un
espacio de 1.200 metros cuadrados de extensión, dividido en 16
cuadrados formados por setos de boj. En su interior predominan los rosales,
que alternan con limoneros, naranjos, mandarinos, adelfas y palmeras. En el
centro del jardín se levanta una sencilla fuente circular con un pequeño
surtidor central, que permite escuchar el constante murmullo del agua, tan
frecuente en los jardines islámicos.

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Evolución Histórica:
El primer propietario documentado de este palacio es Miguel Ruiz, tesorero
mayor de Andalucía y Murcia a finales del siglo XIV. En 1421 el lugar es
comprado por doña Teresa Carrillo. A finales del siglo siguiente el palacio
estaba en poder de Luis Gómez de Figueroa, que acometió las obras del
patio de las Rejas en el primer tercio del siglo XVII, desde donde era
costumbre que los propietarios del palacio contemplaran el paso de la
Virgen de las Angustias en las procesiones de Semana Santa. A principios
del siglo XIX perteneció a un ilustrado, el marqués de Vilaseca. Un siglo
después estaba en poder del marqués de Viana, a cuya familia perteneció
hasta que en 1980 fue adquirido por la Caja Provincial de Ahorros de
Córdoba para dedicarlo a museo. Un año después fue declarado
monumento histórico artístico. Finalmente, por Real Decreto de 13 de abril
de 1983, las Rejas de Don Gome es declarado jardín histórico artístico.

Personajes Históricos:
- Luis Gómez de Figueroa. Caballero y visitador general de la Orden de
Calatrava. Fue propietario del palacio de Viana entre finales del siglo XVI y
el primer tercio del siglo XVII. En 1624 contrató al alarife linarense
Bartolomé de los Reyes y Cueto para que construyera el patio de las Rejas,
el más famoso del palacio. Del apellido de este caballero calatravo (don
Gome, por la dificultad andaluza para pronunciar sin aspiración la «z» final)
y de la denominación de este patio deriva el nombre con el que se ha
conocido este lugar desde entonces: las Rejas de Don Gome. El apellido de
este noble ha quedado también reflejado en una calle y una plaza limítrofes
con el palacio.- José Saavedra Salamanca, segundo marqués de Viana.
Nieto del marqués de Salamanca, del que heredó su gusto por el arte, el
coleccionismo y la Antigüedad clásica. Amigo y montero mayor de Alfonso
XIII. Propietario de las Rejas de Don Gome durante el primer tercio del
siglo XX. De su título nobiliario tomó el nombre el edificio: palacio de
Viana. Acometió importantes obras de restauración del conjunto del palacio
y sus patios, en los que introdujo columnas, mosaicos, estatuas y ánforas,
111
traídos de sus posesiones de Moratalla, en la localidad cordobesa de
Hornachuelos. En este último lugar encargó al jardinero francés Forestier el
diseño de un parque.

112
PATIO DE LOS NARANJOS (CÓRDOBA)

Cronología-Fases de Construcción:
El patio original se remonta a la primera fase de la construcción de la
mezquita durante el emirato de Abd al-Rahmán I (756-788). El patio se
modificó con las obras acometidas en la mezquita por Abd al-Rahmán II
(822-852). Durante el siglo X fue ampliado por Abd al-Rahmán III, Al-
Hakem II y Almanzor, alcanzando entonces las dimensiones con las que se
ha mantenido hasta hoy. Fue también Almanzor el responsable de la
construcción de los aljibes en el subsuelo de la mezquita, que proporcionan
agua para regar los árboles. El patio actual es producto de una remodelación
total llevada a cabo en las primeras décadas del siglo XVI por el arquitecto
Hernán Ruiz, siguiendo el mandato del obispo Martín Fernández de
Angulo. Ya desde el siglo VIII se tienen noticias sobre la existencia de
naranjos. Un milenio después, a finales del siglo XVIII había 117 árboles en
el patio, entre los que se contaban, además de los naranjos, palmeras,
cipreses y algún olivo.

Descripción artística:
El patio actual forma parte de la mezquita catedral de Córdoba. Las
dimensiones del patio corresponden a las obras efectuadas por Almanzor en
la última ampliación de la mezquita cordobesa. El patio está dividido en tres
rectángulos de diverso tamaño, de los cuales el central es el mayor. En un
extremo del rectángulo central se encuentra una fuente mixtilínea de cuatro
caños y factura barroca. En el centro de los rectángulos laterales hay dos
pequeñas fuentes circulares. En el interior de cada rectángulo se disponen las
ordenadas hileras de naranjos, que antes de que se cerrasen los arcos que
daban acceso a las naves de la mezquita, coincidían con las columnas del
interior. Con carácter más desordenado encontramos también en el patio
algunas palmeras y cipreses, que completan la singular imagen evocadora de
este primitivo jardín andalusí.

113
Evolución Histórica:
El patio de los Naranjos es probablemente el jardín más antiguo de los que
se conservan en España, ya que puede fecharse hacia el año 776. No
obstante se concibió como el patio de la mezquita cordobesa y no como un
jardín propiamente dicho. De hecho la tradición islámica no contemplaba
plantaciones en las mezquitas. Sin embargo, en la mezquita de Córdoba los
primeros naranjos fueron plantados ya en el siglo VIII, probablemente para
paliar con su sombra la dureza del clima. De tal manera que en los años
siguientes las canalizaciones de agua y los aljibes, imprescindibles para las
abluciones de los fieles, sirvieron también para el adecuado riego de los
árboles del patio. Con la conquista cristiana y la posterior construcción de la
catedral en el siglo XVI el patio de los Naranjos mantuvo su finalidad, que
ha permanecido hasta la actualidad.

Personajes Históricos:
- Abd al-Rahmán I (731-788). Fue uno de los pocos omeyas que pudo
salvarse de la matanza que tuvo lugar a la caída de la dinastía. Entró en
contacto con los partidarios de los omeyas en al- Andalus, que en 756 le
ayudaron a tomar el poder y fundar un emirato independiente del califa de
Damasco. No obstante, durante la primera parte de su gobierno debió
ocuparse de sofocar las rebeliones internas. En el terreno cultural el emir se
destacó como un buen poeta y un orador elocuente. Durante su emirato la
ciudad de Córdoba comenzó a engrandecerse con nuevos edificios. El más
importante de éstos fue la mezquita, con su patio de los Naranjos, edificada
sobre la catedral visigoda de San Vicente.

114
LA ALHAMBRA (GRANADA)

Cronología-Fases de Construcción:
Los orígenes de los jardines de la Alhambra se remontan a la primera mitad
del siglo XIII, cuando el primer emir de la dinastía nazarí, Muhammad I,
tomó la ciudad y estableció allí su residencia. Fue precisamente este emir
granadino quien ordenó construir la acequia Real, que toma el agua del río
Darro y la lleva hasta el Generalife y la Alhambra. Gracias a esta acequia
surgieron los espléndidos jardines hispanomulsumanes. Fueron Muhammad I
(1232-1273) y su hijo Muhammad II (1273-1302) los artífices de las
primeras construcciones residenciales en el recinto de la Alhambra, pero
estos edificios fueron probablemente sustituidos por los palacios de Yusuf I
(1333-1354) y Muhammad V (1354-1359 y 1362-1391), que
albergan la parte fundamental de los jardines andalusíes que hoy
contemplamos. Tras la conquista cristiana del lugar en 1492, los sucesivos
monarcas ampliaron o modificaron el impresionante conjunto de jardines. Los
Reyes Católicos establecieron el convento de San Francisco, con el
característico patio claustral español, sobre un antiguo palacio musulmán. Del
reinado de Carlos I (1517-1556), además del magnífico palacio
renacentista, conservamos los patios de la Reja y de Lindaraja. En los siglos
sucesivos se hicieron numerosas reformas que fueron modificando la fisonomía
original. Sobresalen por su relevancia las obras que se emprendieron, ya en
el siglo XX, para levantar los jardines del Partal y de Secano.

Descripción artística:
La Alhambra es un amplio conjunto integrado por la alcazaba, varios
palacios y sus correspondientes jardines, además de otros edificios, como el
convento de San Francisco, actual Parador de Turismo. Del conjunto
sobresalen las denominadas Casas Reales Viejas, integradas por los palacios
y jardines de Yusuf I y Muhammad V, sultanes nazaríes del siglo XIV. Esta
zona estaba compuesta básicamente por cuatro patios-jardín: Adarve (del
que sólo quedan los cimientos), Machuca (que conserva la arquería norte y
115
una torre con mirador), Comares y los Leones. Estos jardines constituyen el
paradigma de la jardinería andalusí, cuyo objetivo es lograr la intimidad y
recrear la belleza para disfrute de los cinco sentidos. El agua es la gran
protagonista del jardín y constituye su expresión estética más acabada. Su
función es doble, ya que es un elemento de diseño artístico imprescindible y
al mismo tiempo tiene un carácter utilitario para el consumo humano y el
riego. A estos jardines hay que añadir otros cuatro que, a pesar de estar
construidos en distintos momentos de la etapa cristiana, guardan un estrecho
parentesco con la jardinería hispanomusulmana. Se trata de los patios de la
Reja y la Lindaraja, al norte del patio de los Leones; los jardines del Partal,
situados frente al palacete del mismo nombre; y los jardines de Secano, al
sur del antiguo convento de San Francisco.

Evolución Histórica:
Entre 1239 (fecha en la que se inicia su construcción) y 1492 (conquista
cristiana de Granada) los palacios y jardines de la Alhambra fueron la sede
del emirato nazarí y residencia de sus sultanes, alcanzando en ese periodo su
máximo esplendor. Los Reyes Católicos, primeros monarcas cristianos que
dominaron sobre la Alhambra, se preocuparon especialmente de la buena
conservación del lugar. Poco después, Carlos I, tras su boda en Sevilla con
Isabel de Portugal residió una temporada en la Alhambra, quedando
encantado por la belleza del conjunto. Sus sucesores de la dinastía de los
Austria se preocuparon en mayor o menor medida de la conservación del
lugar. Sin embargo, en 1590 un incendio causó considerables destrozos. En
1730 acudió a la Alhambra Felipe V con su mujer Isabel de Farnesio y
para la ocasión se realizaron algunas obras. No obstante, durante el reinado
de los Borbones la Alhambra estuvo bastante desatendida y se convirtió
incluso en recinto para el alojamiento de tropas. Con la invasión francesa de
1808, se convierte en un auténtico cuartel militar. Cuatro años después, los
franceses vuelan algunas torres de la fortaleza antes de retirarse. En 1829 se
instala en la zona palaciega musulmana el escritor Washington Irving. El sería,
junto a los viajeros románticos, el responsable del redescubrimiento de esta
116
joya del arte andalusí. Durante la segunda mitad del siglo XIX se emprende
una ingente labor de restauración del conjunto monumental. En 1870 es
declarado Monumento Nacional. En la presente centuria se continúa con la
labor de consolidación, restauración y recuperación, a través de excavaciones
arqueológicas. Por Decreto de 27 de julio de 1943 fue nombrado jardín
histórico-artístico. Finalmente, fruto de esta labor de revalorización cultural,
en 1984 la Alhambra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.

Personajes Históricos:
- Muhammad V. Emir nazarí de Granada, subió al poder en 1354, pero
fue destronado en 1359. Se sucedieron entonces los breves emiratos de
Ismail II y Muhammad VI. Pero en 1362 Muhammad V consiguió
recuperar el poder que detentó hasta su muerte en 1391. La etapa de su
segundo mandato está considerada como la de mayor esplendor del emirato
granadino. Gracias a las relaciones pacíficas con Castilla, estos años fueron
de notable desarrollo cultural y artístico. En este contexto se enmarca la
construcción en la Alhambra del palacio que lleva su nombre, en el que
destaca el patio-jardín de los Leones, auténtica obra maestra del arte nazarí.

117
EL GENERALIFE (GRANADA)

Cronología-Fases de Construcción:
El Generalife es un palacio-jardín que comenzó a construirse a finales del
siglo XIII o principios del siglo XIV. Su fundación, envuelta en la leyenda,
se atribuye, entre otros, a un visir que antes fue carpintero. Durante el
mandato de Ismail I (1314-1325) se construyó la torre-mirador. En
cualquier caso, para la época del emirato de Yusuf I (1333-1354) el
Generalife ya era un palacio de descanso de los gobernantes nazaríes, con
los espléndidos jardines hispanomusulmanes. Después de la conquista
cristiana se realizaron algunas adiciones, entre ellas sobresalen las que
llevaron a cabo sus propietarios italianos en el siglo XVII, introduciendo
influencias de su país de origen. En la segunda mitad del siglo XIX se
construyó la avenida flanqueada por cipreses que conectaba el Generalife
con la Alhambra. Finalmente, a mediados del siglo XX, Francisco Prieto
Moreno creó unos jardines, de inspiración musulmana, atravesados por una
ría y con un teatro al aire libre, con el fin de que sirviera de escenario para el
Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

Descripción artística:
El Generalife es un palacio-jardín de descanso y recreo, cuyo nombre ha
sido interpretado con diversos significados: jardín del alto paraíso, jardín del
arquitecto o excelso huerto. Está situado en el lado norte de la Alhambra, a
la que está unida por una avenida de cipreses. El Generalife está presidido
por el magnífico patio de la Acequia, un jardín andalusí vertebrado en torno
a un prolongado y estrecho canal central. Los surtidores que manan a ambos
lados del mismo dibujan una imaginaria arquería. En los extremos del patio se
sitúan los dos pabellones principales del palacio. Entre los restantes jardines
cabe destacar la escalera del Agua, que bordea los denominados jardines
Altos, y el patio de la Sultana, donde según la leyenda Zoraya, la esposa
de Boabdil, se veía en secreto con su amante, el jefe de los abencerrajes.

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Evolución Histórica:
Dejando al margen sus oscuros y legendarios orígenes, el Generalife fue
desde los primeros tiempos un palacio de descanso de los emires nazaríes.
Era uno de los varios que poseían en la zona. Su importancia extraordinaria
reside en que es el único que conservamos en la actualidad. Con la
conquista cristiana de Granada en 1492, el Generalife pasó a ser
propiedad de Ibn Hud, un musulmán convertido al cristianismo que cambió
su nombre por el de Granada Venegas. A la familia de este converso
perteneció hasta que pasó a manos de la familia genovesa Grimaldi
Palavicini. En poder de italianos estuvo hasta 1921, cuando la última
propietaria de la finca, Matilde Giustiniani y Giustiniani cedió la posesión al
Estado, después de que Alfonso XIII le concediera el título de marquesa
del Generalife. Por Decreto de 27 de julio de 1943 el Generalife fue
declarado jardín histórico-artístico. En la actualidad constituye el espléndido
y original marco del Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

Personajes Históricos:
- Yusuf I. Emir nazarí de Granada entre 1333 y 1354. En política exterior
el periodo de su mandato estuvo marcado por la derrota frente a Castilla en
la lucha por el control del estrecho de Gibraltar, con la victoria cristiana del
Salado (1340) y la toma de Algeciras (1344). En cambio, desde el
punto de vista artístico, su emirato destaca por la construcción en la
Alhambra del palacio que lleva su nombre, donde sobresale el patio-jardín
de los Arrayanes. Por otra parte, conservamos el testimonio de una carta de
Omar de Málaga, que relata el traslado de Yusuf I desde la Alhambra al
Generalife para refugiarse de un brote de peste. Se subraya en el mismo
relato la abundancia de rosas en el jardín, la claridad de sus aguas corrientes
y el fresco soplo de los vientos perfumados.

119
CARMEN DE LOS MÁRTIRES (GRANADA)

Cronología-Fases de Construcción:
A mediados del siglo XIX el general Carlos Calderón mandó levantar sobre
los terrenos donde hoy se asienta el carmen de los Mártires una casa de
recreo con jardines y huerta. Probablemente existían vestigios anteriores en el
lugar de jardines que se remontaban a la época islámica. Por otra parte,
cuenta la leyenda que el cedro que hoy destaca en el jardín fue plantado
por San Juan de la Cruz, que fue prior, entre 1582 y 1588, de un
convento de carmelitas descalzos que había en el lugar donde hoy se levanta
el jardín de este carmen granadino. En cualquier caso, el jardín actual tiene
su origen en el de mediados del siglo XIX, que tras ser adquirido por el
Ayuntamiento de Granada en 1987, ha sido convertido en un parque
público. Una escuela-taller que tiene su sede en el carmen es la responsable
de la restauración efectuada en gran parte del conjunto.

Descripción artística:
El jardín de los Mártires sigue el esquema típico de terrazas escalonadas para
salvar el desnivel de la colina donde está emplazado. Un tercio del jardín
está organizado en zonas aterrazadas, que facilitan la distribución del agua y
la creación de diversos ambientes íntimos. Las dos terceras partes restantes
están formadas por bosque. El agua es la gran protagonista de este jardín en
las fuentes, acequias, canales, estanques y arroyos diseminados por su
superficie, que incluye además un lago artificial. En la zona aterrazada las
formaciones vegetales están enmarcadas por grandes setos, que ordenan así
las plantaciones. Pero en la zona más romántica se impone la vegetación
profusa y aparentemente desorganizada. En definitiva, no pueden estos
jardines adscribirse a un estilo concreto, ya que en ellos encontramos una
fusión de elementos hispanomusulmanes, italianos y románticos, que crean un
conjunto con identidad propia. Por otra parte, el emplazamiento único en el
Albaicín, frente la Alhambra, subraya la belleza singular de este jardín y

120
permite establecer una relación visual privilegiada con el más emblemático de
los monumentos granadinos.

Evolución Histórica:
Los jardines de los Mártires se levantan sobre una colina, utilizada por los
musulmanes para excavar mazmorras rupestres en las que eran encerrados los
prisioneros cristianos. Tras la conquista cristiana de Granada, el lugar fue
bautizado como Campo de los Mártires como homenaje a los prisioneros
cristianos que allí fueron martirizados. La reina Isabel la Católica mandó erigir
allí una ermita en honor a tres de estos mártires: el obispo jiennense Pedro
Nicolás Pascual y dos frailes franciscanos. Casi un siglo después, en 1573,
el conde de Tendilla mandó edificar en el lugar un convento de carmelitas
descalzos, del que sería prior San Juan de la Cruz. Andando el tiempo, en
1845, estos terrenos fueron comprados por un particular. Posteriormente
pasaron a manos del general Carlos Calderón, artífice del levantamiento de
un carmen, con su jardín y su huerta. Después, el carmen de los Mártires fue
adquirido primero por el belga Huberto Meersmans y después por el Duque
del Infantado. Por Decreto de 27 de septiembre de 1943 fue declarado
jardín histórico-artístico y considerado como «la mejor y la más bella finca de
recreo de la provincia de Granada». Finalmente, en 1987 fue adquirido
por el Ayuntamiento de Granada, que lo convirtió en parque público y en
la sede de una escuela-taller de empedrado y jardinería.

Personajes Históricos:
- San Juan de la Cruz. Místico español (Fontiveros, 1542-Ubeda,
1591). Ingresó en la Orden carmelita, en cuya reforma colaboró con Santa
Teresa de Jesús. Su obra poética es breve, pero, junto con la de Teresa,
constituye el punto culminante de la mística española. Usó preferentemente
la lira como en "Noche oscura del alma" y en el "Cántico espiritual". En
prosa escribió "Subida al Monte Carmelo". Entre 1582 y 1588, San Juan
de la Cruz fue prior del convento carmelita que se levantaba donde hoy está
el Carmen de los Mártires. Cuenta la leyenda que fue el propio santo quien
121
plantó el cedro que todavía puede verse en el jardín de este espléndido
carmen granadino.

122
JARDÍN DE LA REAL FÁBRICA DE PAÑOS (BRIHUEGA,
GUADALAJARA)

Cronología-Fases de Construcción:
Según algunos autores la fábrica de tapices fue fundada por Fernando VI
(1746-1759), aunque el edificio de la Real Fábrica de Paños fue
construido durante el reinado de Carlos III (1759-1788) por el arquitecto
Manuel de Villegas. No obstante, cuenta con reformas posteriores de
Ventura Padierne. Entre 1783 y 1787 finalizó la construcción del edificio
que albergó a la fábrica. La puerta barroca de entrada lleva la fecha de
1810. Los espléndidos jardines, de corte francés, que acompañan a esta
interesante construcción debieron plantarse por las mismas fechas, ordenados
de manera muy racional en glorietas y avenidas.

Descripción artística:
Los jardines están situados en un promontorio que domina la villa de
Brihuega y el valle del Tajuña. El espacio dedicado al jardín se dispone al
sur del edificio de la Real Fábrica de Paños en una terraza circular plantada
al gusto de la época, con perfiles de boj recortado. En la parte más elevada
se sitúa una acequia, que sirve para surtir de agua a las dos fuentes del jardín
y que originalmente caía sobre otro jardín inferior, actualmente desaparecido.
La originalidad de este jardín reside en la disposición de los arcos de
cipreses que disimulan su estrecha superficie, al tiempo que le proporcionan
perspectiva y un ambiente recoleto. Esta última circunstancia y la disposición
de la acequia remiten a la tradición islámica. El jardín tiene un ancho mirador
desde el que se contempla un paisaje singular, con magníficas vistas sobre el
caserío y el valle del Tajuña.

Evolución Histórica:
Los jardines fueron concebidos desde sus orígenes como complemento de la
Real Fábrica de Paños, finalizada durante el reinado de Carlos III (1759-
1788), aunque es posible que la idea del proyecto hubiera surgido ya en
123
la época de Fernando VI (1746-1759). Esta fábrica proporcionó un gran
impulso económico a la Brihuega dieciochesca. Se instalaron en el lugar 84
telares. Sin embargo, la fábrica nunca se utilizó para lavar las lanas y abatanar
los paños, ya que estas tareas se realizaban en un batán situado en el río
Tajuña. En la actualidad, el edificio y sus jardines constituyen uno de los
mayores atractivos turísticos de esta villa alcarreña.

Personajes Históricos:
- Carlos III. Rey de España entre 1759 y 1788. Su reinado se caracteriza
por una política reformista de inspiración ilustrada y por el impulso del tejido
económico del país. En este contexto se inscribe el proyecto, auspiciado por
el marqués de la Ensenada, de construcción de la Real Fábrica de Paños en
Brihuega, que hizo posible el resurgimiento demográfico y económico de la
villa, después de la crisis económica y el despoblamiento experimentado tras
la guerra de Sucesión de principios del siglo XVIII.

124
EL BOSQUE (BÉJAR, SALAMANCA)

Cronología-Fases de Construcción:
En la década de 1560 debió levantarse el trazado original del jardín de El
Bosque, en la localidad salmantina de Béjar, con dos vergeles a diferentes
niveles, varias fuentes y un gran estanque artificial. En esa época se
construyó el primitivo jardín renacentista, con clara influencia italiana, y el
palacete de descanso por iniciativa de Francisco de Zúñiga y Sotomayor,
segundo duque de Béjar. A principios el siglo XIX, estando la propiedad
en manos de María Josefa de Pimentel, duquesa de Béjar, además de otros
muchos títulos, se inició la remodelación del jardín con criterios propios del
romanticismo: trazado irregular y sinuoso, influencia inglesa y oriental,
cenadores y juegos de agua. En el siglo XIX se plantaron también varias
wellingtonias.

Descripción artística:
El Bosque está situado a un kilómetro escaso de la población de Béjar, en la
vertiente norte de la sierra de la Candelaria, circunstancia de la que proviene
su abundancia de agua. El trazado original corresponde a uno de los más
antiguos jardines del renacimiento italiano que quedan en España. Debe su
trazado primitivo a la disposición natural del terreno, rodeado de laderas. En
él se diferencian cuatro partes: la parte central, más cercana al palacete
renacentista, que está integrada por los jardines de trazado más cuidado;
dos zonas de prados y bosquetes denominadas el prado Alto y el prado
Bajo y situadas en los extremos orientales y occidentales de la finca; y,
finalmente, el bosque natural que da nombre a la finca y que se localiza en
su límite meridional. Sobre este trazado original hoy contemplamos las
numerosas modificaciones realizadas en el siglo XIX, siguiendo el gusto del
jardín paisajista. Entre los elementos que sobresalen en el jardín cabe
mencionar el gran estanque presidido por el cenador de hierro fundido del
siglo XIX, la fuente de los Ocho Caños y la monumental fuente de la
Sábana.
125
Evolución Histórica:
Los orígenes de la finca de El Bosque se remontan a finales del siglo XV,
cuando los Reyes Católicos otorgan el ducado de Béjar a don Alvaro de
Zúñiga, dotándolo de los terrenos que ocupa actualmente el jardín. Su
primer propietario utiliza la finca exclusivamente como coto de caza. En la
segunda mitad del siglo XVI, tras un pleito con el concejo de Béjar, los
duques se aseguran definitivamente la propiedad de los terrenos. Es por esas
mismas fechas cuando el duque Francisco de Zúñiga y Sotomayor decide
construirse en el lugar un palacete de descanso con su jardín. En manos de
los duques de Béjar permanece la finca hasta el siglo XIX. En 1869, el
entonces duque, Mariano Téllez Girón, que reunía en su persona varios de
los títulos de los linajes de más rancio abolengo de la nobleza española,
acuciado por las necesidades económicas, vendió la finca de El Bosque a
Cipriano Rodríguez-Arias. Con posterioridad el lugar fue adquirido por
Vicente Oliva, a cuya familia pertenece todavía. Por Decreto de 11 de
enero de 1946 El Bosque fue declarado jardín histórico-artístico.

Personajes Históricos:
- Francisco de Zúñiga y Sotomayor. Segundo duque de Béjar, heredó el
título de su padre Alvaro de Zúñiga, a quien se lo habían entregado los
Reyes Católicos a finales del siglo XV. Entró al servicio de Carlos I como
embajador en Inglaterra con el objetivo principal de negociar el matrimonio
entre el futuro Felipe II y María Tudor. En 1552 el concejo de Béjar inicia
un pleito contra el duque por los terrenos que a un kilómetro de la
población habían cedido a su padre los Reyes Católicos. La larga disputa se
resuelve definitivamente en 1577 a favor de don Francisco, que puede así
añadir la finca bejarana al patrimonio de la familia ducal. No obstante, una
década antes el duque de Béjar, al parecer seguro de que el pleito se iba a
resolver favorablemente para sus intereses, decide construir en la finca un
palacete de descanso, rodeándolo de jardines renacentistas de estilo italiano
y manteniendo una parte del bosque para el ejercicio de la caza. La parte
126
fundamental de la obra debía estar ya acabada en el año 1567, según una
inscripción que se conserva en el palacio. Con la construcción de estos
jardines, el duque de Béjar se sumaba a la moda del jardín italiano en los
palacetes campestres, que ya habían ensayado con éxito los duques de Alba
en el jardín de la Abadía.

127
JARDINES DEL PALACIO DE LA MAGDALENA
(SANTANDER)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras de construcción del palacio de la Magdalena, a medio camino
entre el estilo francés y el estilo escocés, se iniciaron en 1908 y se
concluyeron en 1912. El palacio y los jardines que le rodeaban, asentados
sobre un antiguo encinar, fueron cedidos a Alfonso XIII, que los utilizó
como lugar de veraneo entre 1913 y 1931. En 1977 el palacio de la
Magdalena fue devuelto al Ayuntamiento de Santander, que convirtió la
privilegiada península en un parque público, introduciendo mejoras en el
embellecimiento de los jardines.

Descripción artística:
Los jardines del santanderino palacio de la Magdalena están enclavados en
una pequeña península, de casi 30 hectáreas, que se adentra en el mar
Cantábrico, configurando así un emplazamiento espectacular. La vegetación
del lugar, que se asienta sobre un antiguo encinar, es muy abundante.
Destacan especialmente los plátanos de sombra que se disponen desde la
entrada principal hasta las antiguas caballerizas, hoy convertidas en residencia
de estudiantes. Además cabe reseñar entre las especies arbóreas varios
ejemplares de olmos y pinos. Mención aparte merecen los pequeños
parterres ajardinados con abundantes hortensias, que se emplazan junto al
palacio. El parque público, propiedad del Ayuntamiento de Santander,
cuenta además con un pequeño zoo y un recinto hípico.

Evolución Histórica:
El palacio y los jardines de la Magdalena fueron un regalo del pueblo de
Santander a Alfonso XIII, que los eligió como lugar de veraneo. Entre
1913 y 1931 la privilegiada península de la Magdalena recibió la visita de
la familia real española y su séquito acompañante. En 1932, poco después
de la proclamación de la II República, el palacio se convirtió en la sede de
128
la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, un centro universitario
promovido por la Institución Libre de Enseñanza, con el fin de promover el
intercambio cultural internacional a través de seminarios y cursos de
especialización. La universidad continúa funcionando en la actualidad y la
parte más importante de sus actividades tiene lugar durante la época estival.
Para adaptarse a las nuevas necesidades académicas, las antiguas caballerizas
del palacio se convirtieron en residencia de estudiantes. En 1977, el
palacio y los jardines fueron devueltos al Ayuntamiento de Santander, que
convirtió la península donde se asientan en un parque público. El conjunto
de la Magdalena fue declarado monumento histórico-artístico mediante Real
Decreto de 12 de febrero de 1982.

Personajes Históricos:
- Alfonso XIII. Rey de España desde el mismo día de su nacimiento en
1886, razón por la cual ejerció la regencia su madre María Cristina de
Habsburgo. Su gobierno efectivo se inició en 1902 al jurar la constitución.
En abril de 1931 al ganar los republicanos las elecciones municipales, el
monarca, que no contaba ya con el apoyo del ejército ni de la oligarquía
decide abandonar el país, dando paso así a la proclamación de la II
República. Ya no volvería a pisar tierra española, ya que moriría en Roma en
1941. Entre 1913 y 1931 pasó sus vacaciones veraniegas, junto a la
familia real, en el palacio de la Magdalena, que previamente le había cedido
para este fin el pueblo de Santander.

129
JARDÍN DEL PALACIO DE LA GRANJA (SAN ILDEFONSO,
SEGOVIA)

Cronología-Fases de Construcción:
Las obras de los jardines de La Granja se inician paralelamente a las del
palacio en 1721. Se ha discutido mucho sobre la personalidad del
responsable del proyecto original de los jardines. Actualmente la hipótesis
más admitida es que su autor fue el arquitecto francés René Carlier, con la
colaboración del jardinero real Esteban Boutelou. Sin embargo, otros autores
se inclinan por atribuir la traza original al ingeniero militar Esteban Marchand.
Al morir Carlier en agosto de 1722, el diseño general de los jardines, los
estanques, el parterre de palacio y los bosquetes inmediatos ya estaban
concluidos. Le sucedieron en la dirección de las obras Boutelou y
Marchand, con la colaboración de los jardineros florentinos Basani y
Salvador Lemmi. En 1723 comenzaron a plantarse los primeros tilos y
castaños de Indias. Poco después Felipe V adquirió nuevos terrenos para
proseguir los jardines a la Junta de Linajes de la ciudad de Segovia, que
donó al monarca el gran embalse del Mar. El caudal de agua que éste
proporcionaba permitió la creación de la segunda gran perspectiva frente a la
fachada posterior del palacio, que contaba con gran número de fuentes. En
1735 Felipe V compró los terrenos que rodeaban el embalse del Mar y los
del camino de Valsaín. En 1743, dos años antes de la muerte del monarca,
pueden darse por concluidos los jardines con la parte principal de sus
fuentes y estatuas. Sin embargo, la configuración definitiva del Real Sitio no
tiene lugar hasta el reinado de Carlos III (1759-1788), que compra
nuevos terrenos y finaliza las obras de decoración. La colocación de algunas
fuentes y estatuas se prolongaría todavía hasta 1839.

Descripción artística:
Los jardines de La Granja significan la adopción plena, por primera vez en
España, de los principios de la jardinería francesa del barroco. Sin embargo,
no se produce una mera imitación de los modelos versallescos de Le Nôtre,
130
sino que los jardines se adaptan a las características agrestes del terreno. Esta
circunstancia confiere a los jardines de La Granja una gran originalidad, ya
que el parterre asciende por la falda de la montaña en lugar de descender
ligeramente como en los jardines franceses. En este contexto, no existe un
trazado unitario en los jardines, producto de las sucesivas yuxtaposiciones de
diversos artistas, ni tampoco existe una perspectiva abierta al infinito según el
modelo de Le Nôtre. Por otra parte, en La Granja no existe un tema
mitológico único para las fuentes y estatuas, como sí ocurre en Versalles con
el mito de Apolo, sino que predominan las referencias a Neptuno, Anfítrite
y Diana. Sólo la fuente de la Fama alude directamente al poder y la gloria
de la monarquía española. El plano de los jardines presenta una división
bipartita entre la zona septentrional de jardines realizados frente la fachada
del palacio y la zona meridional de la «Plazuela de las Ocho Calles», que
incluye el parterre de la Fama. En la zona oriental se sitúa la zona de
bosque, con el embalse del Mar. El conjunto cuenta con 26 fuentes de
plomo, 54 estatuas de mármol blanco, 67 bancos de mármol, 50 jarrones y
alrededor de 40 grupos con un total de 148 esculturas. La gran
abundancia de agua y el pronunciado desnivel del terreno permitió crear
notables juegos de agua y espléndidos surtidores.

Evolución Histórica:
La relación de la monarquía con este Real Sitio se remonta al reinado de
Enrique III, que mandó construir un pequeño albergue en el lugar. Más de
medio siglo después, Enrique IV dedica una ermita a San Ildefonso. En
1477 los Reyes Católicos donaron al monasterio segoviano del Parral estos
dos edificios. La comunidad edificó allí una granja, surgiendo así la
denominación de La Granja de San Ildefonso. Casi dos siglos y medio
después, en 1720, Felipe V quedó fascinado por la belleza del lugar e
inmediatamente se lo compró a los monjes. Al año siguiente comenzaron las
obras del palacio y los jardines, concebidos en un primer momento como
una residencia íntima para un Rey retirado de las tareas de gobierno. En
1723 el monarca ya se había instalado en el palacio. Un año después
131
abdicó la Corona en su hijo Luis I, pero la prematura muerte del mismo le
obligó de nuevo a asumir el trono. Entonces se produjo una transformación
fundamental en los jardines y el palacio de La Granja, que pasan de ser una
residencia privada para el retiro de un monarca a convertirse en residencia de
la Corte. Desde entonces el Real Sitio fue escenario de importantes
acontecimientos de la historia de España y de la familia real: la boda de
Carlos IV, el nacimiento de varios infantes, la firma del tratado entre Francia
y España de 1769, la sublevación de la guarnición de San Ildefonso contra
Isabel II. En 1918 tuvo lugar un gran incendio que destruyó parte del
palacio y la Colegiata. Poco después, por la Real Orden de 11 de agosto
de 1925, los jardines de La Granja son declarados de interés histórico-
artístico. En la actualidad los jardines pertenecen al Patrimonio Nacional y
permanecen abiertos al público.

Personajes Históricos:
- René Carlier. Arquitecto francés, discípulo de Robert de Cotte. Fue
enviado por éste a España para llevar a cabo la obra del parterre del palacio
del Buen Retiro. Después de su llegada a España fue nombrado primer
arquitecto de Felipe V. Desde esa privilegiada posición fue el responsable
de organizar el diseño de los jardines de La Granja. Sin embargo, murió en
agosto de 1722 sin ver finalizada su obra, aunque ya se habían concluido
los estanques, el parterre de palacio y los bosquetes.- Esteban Boutelou.
Jardinero francés, que formó parte del grupo de artistas venidos a España
durante el reinado de Felipe V (1700-1746). En 1746 fue nombrado
jardinero mayor de Aranjuez. En agosto de 1722, al morir René Carlier,
tomó la dirección de los jardines de La Granja. Fue el primero de una larga
dinastía de jardineros que sirvieron a la familia real española, interviniendo en
los jardines de Aranjuez, Buen Retiro y el Alcázar de Sevilla hasta el
reinado de Isabel II.

132
JARDINES DE LOS REALES ALCÁZARES (SEVILLA)

Cronología-Fases de Construcción:
Los primitivos jardines se remontan a la época de dominio islámico de la
ciudad, especialmente al periodo de esplendor almohade en el siglo XII,
donde se diferenciaba la zona de patios-jardines íntimos, las huertas
interiores y la zona exterior de huerta. Sin embargo, la parte fundamental de
los jardines que hoy contemplamos data de los siglos XVI y XVII, donde
los jardineros, siguiendo las directrices de los monarcas de la dinastía de los
Austria, sintetizaron la herencia islámica y las nuevas corrientes renacentistas
procedentes de la jardinería italiana. Durante el reinado de Felipe V
(1700-1746), se levantó el jardín de la Alcubilla, con rejas y cancelas
que se pusieron cuando la corte del primer Borbón se estableció en el
Alcázar sevillano. Finalmente, a principios del siglo XX, se construyeron en
las primitivas huertas exteriores del Alcázar tres modernos jardines: el jardín
Inglés, el jardín de los Poetas y el jardín del Marqués de la Vega Inclán.

Descripción artística:
Los jardines del Real Alcázar de Sevilla son una yuxtaposición de más de
una docena de jardines trazados fundamentalmente en los siglos XVI y XVII,
en los que se muestra una síntesis entre los elementos andalusíes y los
principios estéticos de los jardines del renacimiento y el manierismo italiano.
De este periodo se conservan actualmente los siguientes jardines: Estanque
de Mercurio, Danzas, Crucero o Baños de Doña María Padilla, Troya,
Galera, Flores, Príncipe, Damas, Cruz y Cenador de la Alcoba o Pabellón
de Carlos V. A ellos hay que unir el jardín de la Alcoba, de la primera
mitad del siglo XVIII, y los construidos a principios de este siglo, el Inglés
(que recibe el nombre por el predominio de este estilo), el de los Poetas
(de inspiración romántica) y el del Marqués de la Vega Inclán (que sintetiza
elementos renacentistas con otros propios de la jardinería andalusí). Entre los
elementos que sobresalen en estos jardines merecen reseñarse el estanque de

133
Mercurio, la galería del Grutesco, la Gruta grande, la fuente de Neptuno,
el cenador de Carlos V y el cenador del León.

Evolución Histórica:
La zona donde se ubica el Real Alcázar tenía ya importancia desde época
romana, cuando se construyó un foro portuario y mercantil. A principios del
siglo V se levanta en el lugar una basílica paleocristiana. Sobre ella se
edificará el primitivo alcázar islámico a partir del siglo X. Durante la época
de dominación almohade (1147-1237), Sevilla se convierte en la capital
de al-Andalus. Se construye un nuevo palacio para que sirviera de residencia
de los sultanes almohades. En 1248 la ciudad de Sevilla es conquistada
por Fernando III y el Alcázar se convierte en residencia de los reyes
castellanos. Su hijo Alfonso X construyó un palacio gótico reaprovechando
restos almohades. Pero es Pedro I el que ordena la construcción del núcleo
principal del actual Alcázar, el conocido como palacio de Don Pedro, en
estilo mudéjar. Junto a este palacio se construye otro en la planta alta desde
la época de los Reyes Católicos, que completarían sus sucesores de la
dinastía de los Austria. Se desarrolló así la tipología casa de verano baja-
casa de invierno alta. En los siglos XVI y XVII continúan las obras de
reforma y ampliación de las estancias regias, pero, sobre todo, se levantan
los impresionantes jardines, síntesis entre la herencia andalusí y el manierismo
italiano. Casi todos los reyes Habsburgo, desde Carlos I, sintieron gran
predilección por este lugar. Con Felipe V la corte se instala en el Alcázar
sevillano entre 1729 y 1733. En 1755 afecta a las construcciones el
terremoto de Lisboa. A partir de entonces se realizan sobre todo obras de
restauración de los edificios, las últimas de las cuales datan de la década de
1990. Desde el 24 de abril de 1931 la titularidad del conjunto la ostenta
el Ayuntamiento de Sevilla. En diciembre de 1987 fue declarado por la
UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Muy recientemente, en marzo de
1995, el Alcázar fue el escenario de los festejos de la boda de la infanta
Elena de Borbón con Jaime de Marichalar.

134
Personajes Históricos:
- Carlos I. Rey de Castilla, Aragón y Nápoles (1517-1556) y
Emperador de Alemania con el nombre de Carlos V. Nació en la ciudad
flamenca de Gante en 1500, fruto del matrimonio habido entre Felipe el
Hermoso y Juana la Loca. En 1517 llegó a España para hacerse cargo de
la herencia materna. Dos años después, al fallecer su abuelo paterno
Maximiliano I, recibía la herencia habsburguesa y borgoñona. Se convertía
así en el soberano más poderoso de Europa. Su reinado significó una
continua lucha por imponer su hegemonía en el continente frente a la que se
opusieron el rey de Francia y los príncipes alemanes. Carlos I sintió gran
predilección por el Alcázar de Sevilla. Al principio de su reinado se hicieron
reformas en el piso alto de la residencia regia con motivo de su boda con
Isabel de Portugal. durante su reinado comenzaron a construirse los
magníficos jardines que contemplamos hoy en día como síntesis genial de la
jardinería andalusí y la influencia italiana. El propio emperador dejó su
nombre asociado al cenador de Carlos V, que en 1540 construyó Juan
Hernández en uno de los jardines del Real Alcázar de Sevilla.

135
EL PARQUE DE MARÍA LUISA (SEVILLA)

Cronología-Fases de Construcción:
Los primeros jardines de este lugar sevillano se remontan al siglo XVIII,
cuando estaban anejos al palacio del Colegio Seminario de San Telmo. En la
segunda mitad del siglo XIX, cuando el palacio era propiedad de los
duques de Montpensier, los jardines originales fueron ampliados por la
compra de nuevas fincas colindantes. El trazado de los nuevos jardines fue
encargado al jardinero francés Lecolant, que diseñó un recargado jardín de
estilo paisajista, con montañas, fuentes, rías, pajareras y quioscos. Tras la
donación de gran parte de estos jardines al Ayuntamiento de Sevilla en
1893, se abre una calle que separa los terrenos públicos de los privados.
La primera década del siglo XX es de abandono, pero a partir de 1910,
cuando se elige el lugar para el proyecto de una Exposición
Hispanoamericana, los trabajos de ampliación y remodelación del Parque
experimentan un impulso definitivo. El encargado de realizar este proyecto
fue el jardinero francés Jean Claude Nicolas Forestier. El 18 de abril de
1914, coincidiendo con la Feria de Abril, se abre al público el parque.
Pero continúan los trabajos de conexión entre el Parque y los terrenos en los
que se celebrará la Exposición Iberoamericana de 1929. En 1915,
Forestier se encargará personalmente de realizar la conexión. Tras la
celebración de la Exposición el Parque y las plantaciones experimentan un
deterioro generalizado. En 1956 se inicia la labor de restauración, que
continúa todavía, y se construyen nuevas glorietas en los jardines.

Descripción artística:
El Parque María Luisa es un jardín de trazado original y ecléctico, que
responde fielmente a las características de su autor, Jean Claude Nicolas
Forestier. En él se pueden encontrar elementos islámicos, románticos e
historicistas. La herencia de la jardinería hispanomusulmana, en especial de la
granadina, puede contemplarse en los estanques de los Lotos, los Patos y
las Ranas y en la fuente de los Leones. El carácter romántico sobresale
136
especialmente en las glorietas de Bécquer y de la Infanta María Luisa. Los
elementos historicistas se reflejan perfectamente en las construcciones
levantadas por el arquitecto Aníbal González, especialmente las plazas de
España y América. En el conjunto del Parque destaca la frondosidad de la
vegetación, la utilización de azulejería y cerámica de tradición hispánica y la
estatuaria. De esta última sobresalen particularmente las obras de Lorenzo
Collault Valera, Manuel Delgado Blackembury y Pedro Carbonell.

Evolución Histórica:
Los antecedentes históricos del Parque de María Luisa se remontan a finales
del siglo XVII, cuando se inició la construcción del palacio del Colegio
Seminario San Telmo, que concluyó en 1775. En 1849 compran el
edificio y sus jardines los duques de Montpensier, que han tenido que huir
de Francia después de que el padre del duque, el último rey francés Luis
Felipe de Orleans, fuera derrocado por la revolución de 1848.
Precisamente sería en estos jardines donde se fraguó el noviazgo entre
Alfonso XII y su prima María de las Mercedes de Orleans, hija de los
duques. El duque muere el 19 de junio de 1893 y su viuda, la infanta
María Luisa, hermana de Isabel II, decide donar la mayor parte de los
jardines al Ayuntamiento de Sevilla. En recuerdo de este gesto el Parque
sería bautizado con su nombre. A partir de 1910 tienen lugar las obras
principales, bajo la dirección de Forestier, para adaptar la zona al proyecto
de Exposición Hispanomericana a celebrar en 1914, que posteriormente, y
al incorporarse también Portugal, se convertiría en la Exposición
Iberoamericana de 1929. Después de esta fecha el Parque experimenta un
gran abandono que se prolonga hasta 1956, cuando comienzan los
primeros trabajos de restauración. Por Real Decreto de 1 de junio de 1983
el Parque fue declarado jardín histórico-artístico. En la actualidad el Parque
de María Luisa continúa perteneciendo al Ayuntamiento de Sevilla, que lo
gestiona a través del Servicio Municipal de Parques y Jardines.

137
Personajes Históricos:
- Jean Claude Nicolas Forestier (1861-1930). Jardinero francés,
conservador de los paseos y parques de París durante 44 años. Su obra más
destacada en Francia fue la reforma del parque de Bagatelle en 1905. Creó
también el concurso internacional de rosas. Su fama internacional le permitió
realizar trabajos en Potugal, Marruecos, Argentina, Cuba y, sobre todo,
España. En nuestro país, además del Parque de María Luisa, realizó jardines
para los condes de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), la Casa del Rey Moro
(Ronda, Málaga) y el palacio de Liria (Madrid). Pero es, además de
Sevilla, en la ciudad de Barcelona donde realiza sus obras más importantes,
con intervenciones en el Parque de la Ciudadela, los jardines del Palacio
Real de Pedralbes y, sobre todo, el Parque de Montjuïc para la Exposición
Universal de Barcelona de 1929. Destacó también como teórico del arte
de la jardinería con la publicación de varias obras. En el trazado de sus
jardines predomina un estilo ecléctico, con influencias clasicistas, orientales y
paisajísticas. En su obra es fundamental la presencia del agua y elementos
como las pérgolas, las terrazas y las escaleras. Al conceder gran importancia
al terreno donde se asienta el jardín y a la tradición histórica, en su obra
española predominan las influencias islámicas y mediterráneas.

138
EL JARDÍN DE ACLIMATACIÓN DE LA OROTAVA (PUERTO
DE LA CRUZ, TENERIFE)

Cronología-Fases de Construcción:
En agosto de 1788 se encargó al marqués de Villanueva del Prado que
buscará un lugar adecuado en la isla de Tenerife para instalar un jardín
botánico de aclimatación de plantas tropicales. El 24 de enero de 1791
Carlos IV aprobó el emplazamiento elegido en el Puerto de la Orotava,
actual Puerto de la Cruz. Se empieza entonces a levantar el jardín sobre los
fértiles terrenos cedidos por Francisco de Lugo y Saavedra, bajo la dirección
del arquitecto Le Gross y el especialista Ledru. Se realiza el cerramiento del
jardín, la canalización del agua desde la ciudad de la Orotava y su
almacenamiento en varios estanques. Todo ello a pesar de los numerosos
problemas económicos, lo que provocó la pérdida de muchas especies
vegetales. Durante la primera mitad del siglo XIX el jardín estuvo
semiabandonado. La lenta y costosa restauración se inicia en 1856,
atendiendo especialmente a la infraestructura del jardín (canalizaciones,
acueducto y estanques) y a la adquisición de nuevas plantas. A partir de
1906 se emprenden nuevos trabajos de restauración y remodelación: se
reforman las antiguas conducciones, se instala el riego a presión y se sustituye
la verja de madera por una de hierro forjado. Después de la guerra civil, con
la pertenencia al Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, el jardín
vuelve a adquirir su carácter de lugar de aclimatación, con el que se mantiene
en la actualidad.

Descripción artística:
El Jardín de Aclimatación de la Orotava se encuentra situado en la actual
población tinerfeña del Puerto de la Cruz, que era conocida en el siglo
XVIII, cuando se fundó el jardín, como el Puerto de la Orotava, de donde
proviene su denominación. Se trata de un jardín botánico concebido en
origen como estación intermedia de aclimatación de las especies tropicales.
El jardín se extiende sobre una superficie rectangular de dos hectáreas, que
139
actualmente está en ampliación. La fisonomía del jardín está marcada por dos
ejes que lo dividen en cuatro partes. En el centro se sitúa un gran estanque.
La vegetación conservada es exuberante, con predominio de plantas exóticas
y especies de gran colorido. En total se conservan alrededor de 3.000
especies botánicas procedentes de los cinco continentes. Entre ellas,
sobresale por su valor científico la colección de palmeras. El jardín cuenta
también con invernaderos y viveros, que permiten la reproducción de las
especies más delicadas. Por último, cabe reseñar la presencia de una pajarera
que cobija tórtolas, palomas y aves endémicas de las islas Canarias.

Evolución Histórica:
En el contexto de promoción de las investigaciones botánicas, que
caracteriza la segunda mitad del siglo XVIII en España, surge la necesidad
de crear un jardín de aclimatación de especies tropicales, como estación
intermedia entre Europa y el Nuevo Mundo. En 1788 se encarga al
marqués de Villanueva del Prado la labor de elegir un lugar adecuado en la
isla de Tenerife. En 1791 Carlos IV aprueba el establecimiento del jardín
en su actual ubicación, en el Puerto de la Cruz. Su primer director fue el
citado marqués de Villanueva del Prado, Alonso de Nava Grimón, que
ocuparía el puesto hasta su muerte en 1832. Durante su mandato, las
guerras a las que se enfrenta España, las dificultades económicas y el olvido
de la corte ponen en peligro la propia existencia del jardín. Entre 1832 y
1851 se hace cargo del jardín la Real Sociedad de Amigos del País, que
intenta conservarlo con el menor gasto posible. La situación cambia cuando
las competencias sobre el jardín pasan a la Junta Agronómica de la Provincia
de Canarias, que primero encarga un informe sobre el estado del jardín y
después, en 1856, nombra director del mismo a Bernardo Benítez de
Lugo. No obstante, quien verdaderamente comienza la restauración es el
jardinero Germán Wildpret. Este último, emprende además la labor de
catalogación de más de 2.000 especies vegetales. Tras la mala gestión
realizada a finales del siglo XIX, en 1906 se hace cargo del jardín la
Cámara Agraria de la Orotava, que asigna para su mantenimiento 12.000
140
pesetas anuales. Hasta el final de la guerra civil se suceden los cambios de
dirección y administración. En 1941 pasa a controlarlo el Instituto Nacional
de Investigaciones Agronómicas, que devuelve al jardín su carácter de
aclimatación para especies tropicales, al tiempo que promueve la labor de
investigación científica. Finalmente, desde 1983, el jardín ha pasado a
depender de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Personajes Históricos:
- Alonso de Nava Grimón. Marqués de Villanueva del Prado y primer
director del Jardín de Aclimatación de la Orotava. El 17 de agosto de
1788, se encargó al marqués que buscara en la isla de Tenerife un
emplazamiento adecuado para instalar un jardín de aclimatación de especies
tropicales. En enero de 1791 Carlos IV aprobó el actual emplazamiento en
el Puerto de la Cruz. Se iniciaron los trabajos y don Alonso de Nava fue
nombrado directo del jardín. El marqués ocupó el cargo de director hasta su
muerte en 1832, momento en el que se hizo cargo de la dirección la Real
Sociedad de Amigos del País. Durante el largo periodo de la dirección de
don Alonso de Nava el jardín pasó por serias dificultades, por la
indiferencia de la corte madrileña y la inexistencia de un verdadero profesor
de botánica, según las quejas expresadas por el mismo director. El propio
marqués debió poner dinero de su bolsillo para hacer frente a los gastos del
jardín. Estas circunstancias pusieron en peligro la propia continuidad de las
plantaciones.

141
MONFORTE (VALENCIA)

Cronología-Fases de Construcción:
Sobre una antigua huerta, se levantó a mediados del siglo XIX este bello
jardín, que sigue el modelo neoclásico, pero también contiene zonas
naturalistas. El propietario de la finca, Juan Bautista Romero, probablemente
encargó el proyecto al arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés,
que sería así el autor del palacete isabelino con los jardines circundantes. En
1942 comienzan las obras de rehabilitación bajo la dirección del arquitecto
Alejandro Ferrant y el jardinero Xabier de Winthuysen. Se levanta un plano
del jardín y se restauran el parterre Viejo, el patio de los Leones, la galería
de Trepadoras, el parterre Nuevo, la rosaleda, el patio de Surtidores y el
bosque. La fase final de las obras se inicia a partir de 1971, cuando el
jardín es adquirido por el Ayuntamiento de Valencia, que quiere convertirlo
en parque público. Para ello se realizan obras de ampliación sobre nuevos
terrenos, respetando el diseño primitivo, con la persistencia de las partes
geométrica y naturalista.

Descripción artística:
En la actualidad los jardines de Monforte se encuentran emplazados en el
corazón del casco urbano de Valencia, muy próximos al antiguo cauce del
río Turia. En estos jardines encontramos dos zonas perfectamente
diferenciadas por el predominio de otros tantos estilos: el neoclásico y el
naturalista. El jardín más próximo a la casa sigue fielmente los modelos
neoclásicos reflejados en el equilibrio y la armonía que predominan en todo
el conjunto. Desde el palacete, de estilo isabelino y con influencias del
rococó francés, el acceso al jardín se puede realizar a través de dos entradas.
El acceso por la fachada suroeste nos lleva hasta la glorieta de los Arcos, un
pequeño recinto rectangular cerrado por altos cipreses, que contiene
numerosas estatuas y fuentes coronadas por grupos escultóricos. Todo en
este rincón del jardín, probablemente el que reúne un mayor encanto, remite
al equilibrio armonioso del clasicismo. Sólo en la barandilla de hierro forjado
142
que rodea el pequeño estanque circular se detecta el estilo isabelino
dominante en la época de construcción del jardín. El otro acceso al jardín
desde la casa se realiza por la fachada principal, que está orientada al
Norte. Este acceso da paso al jardín a través del patio de los Leones. A
continuación se encuentra situado el denominado parterre Viejo, formado
por seis cuadros de setos de mirtos y evónimos y salpicado por varias
estatuas y fuentes clásicas. En uno de los laterales de este parterre se
dispone el túnel de Trepadoras, que actualmente está cubierto de
bouganvillas. Entre el parterre Viejo y el Nuevo se abre un paseo
compuesto por una empalizada de cipreses. El parterre Nuevo está
integrado por cuatro cuadros formados con setos de ciprés y mirto,
presididos por un alto naranjo amargo. Al final del parterre se alcanza el
patio de los Surtidores, con la estatua de Flora. En la parte oriental del
primitivo jardín, actualmente prolongada, se localiza la rosaleda. Al final del
jardín clásico comienza el jardín naturalista, compuesto por un bosque de
árboles inmensos, trazados sinuosos, desniveles de terreno, puentes rústicos,
grutas y hasta una montaña artificial.

Evolución Histórica:
Los orígenes del lugar donde se asienta Monforte nos remiten a una antigua
huerta, propiedad de los barones de Llaurí. José Vich, el último de los
barones propietarios del terreno edificó a partir de 1844 una casa de
recreo con huerto. Sin embargo, sólo cinco años más tarde la vendió a Juan
Bautista Romero, que, desde un origen modesto, llegó a alcanzar la más alta
posición social. Al parecer era un hombre que tenía sensibilidad artística.
Sobre la antigua propiedad, mandó edificar un palacete rodeado de unos
elegantes jardines neoclásicos. Al morir sin sucesión directa en 1872, la
propiedad fue heredada por una sobrina, que se casó con Joaquín
Monforte Parrés. De esta manera, el que era conocido hasta entonces como
jardín de Romero pasó a denominarse jardín de Monforte. En manos de los
herederos de esta familia permaneció hasta 1971, cuando lo adquirió el
Ayuntamiento de Valencia. No obstante, desde su declaración como Jardín
143
Artístico Nacional, por Decreto de 30 de mayo de 1941, el lugar había
pasado a la tutela del Estado, que delega en el Ayuntamiento valenciano la
labor de atender a su restauración y conservación. A partir de 1971,
Monforte es ampliado y convertido en jardín público bajo la supervisión de
la Fundación Pública Municipal de Parques y Jardines Singulares del
Excelentísimo Ayuntamiento de Valencia.

Personajes Históricos:
- Juan Bautista Romero. Hombre de origen modesto, que llegó a alcanzar la
más alta posición social, al convertirse en diputado en Cortes y senador
vitalicio del Reino de Valencia. Fue promotor del asilo de huérfanos de San
Juan Bautista y como recompensa por esta labor le fue otorgado el título de
marqués de San Juan. Era un personaje inquieto y dinámico, que al parecer
tenía sensibilidad artística. En 1849 compró a José Vich, barón de Llaurí,
una casa de recreo con huerto en Valencia. Sobre la antigua propiedad,
mandó edificar un palacete rodeado de unos elegantes jardines neoclásicos.
Juan Bautista Romero murió en 1872 sin herederos directos. Los jardines
de Romero fueron a parar a manos de una sobrina suya que se casó con
Joaquín Monforte Parrés. Al permanecer el lugar en propiedad de esta
familia, comenzó a conocerse como jardín de Monforte.- Sebastián Monleón
Estellés (1815-1878). Arquitecto que adquirió cierta fama por los
trabajos realizados en la ciudad de Valencia durante el tercer cuarto del siglo
XIX. Entre sus obras destaca la estufa o invernadero tropical del Jardín
Botánico de la ciudad del Turia, obra maestra de la arquitectura del hierro y
el cristal en España, realizada entre 1860 y 1862. Por otra parte, existen
numerosos indicios para suponer que fue Sebastián Monleón el encargado
de realizar el proyecto para el palacete y los jardines de la finca de Juan
Bautista Romero, aunque no existe constatación documental de este hecho.

144
JARDÍN BOTÁNICO (VALENCIA)

Cronología-Fases de Construcción:
El Jardín Botánico de Valencia se funda en 1802. Once años después,
durante la guerra de la Independencia, el jardín queda seriamente dañado.
A partir de 1829 el jardín es reconstruido por iniciativa de su director José
Pizcueta, destacado botánico que puso todo su empeño y entusiasmo en
esta obra. Entre 1860 y 1862 se construye la estufa o invernadero
tropical, pieza maestra de la arquitectura del hierro y el cristal en España. Su
autor es el arquitecto valenciano Sebastián Monleón, mientras que de la
cerrajería se encarga el también valenciano Francisco Seytre. Finalmente, en
1897 se construye el umbráculo o sombrario, obra del arquitecto Arturo
Melida, que recuerda a las numerosas estaciones de ferrocarril que se están
levantando entonces en España.

Descripción artística:
El jardín aparece dividido en dos secciones: la escuela botánica y el jardín
de aclimatación. En él se cultivan más de 6.000 especies de plantas,
algunas de ellas muy raras y exóticas. Arboles centenarios bajo cuya sombra
se cobijan helechos, hiedras, rosales, plantas enanas y rastreras. En sus
viveros se encuentran desde pinos y abetos hasta aguacates y palmeras,
pasando por naranjos, magnolios y acacias. En los invernaderos sobresalen
los cactus -también presentes en los jardines externos- y abundan los
helechos, begonias, orquídeas, entre otras especies delicadas. Las cactáceas
y piteras, traídas originalmente del Nuevo Mundo, se adaptan
extraordinariamente bien al clima mediterráneo y eso explica su rápida
incorporación al paisaje levantino. En definitiva, estamos ante un conjunto
jardinístico que reúne todos los elementos de un jardín botánico ideal: zonas
de plantaciones, bosque, escuela botánica, estufa y umbráculo.

145
Evolución Histórica:
El Jardín Botánico de Valencia se fundó en 1802, pero fue destruido una
década después en el transcurso de la guerra de la Independencia. A partir
de 1829, bajo la dirección de José Pizcueta, se inició su restauración. A
principios de la década de 1860 se construyó su espléndida estufa para
plantas tropicales, que a finales de esa centuria se vio completada por un
original umbrario. Estas instalaciones, unidas a las características del clima
mediterráneo, templado y soleado, de las que disfruta Valencia, propiciaron
que este jardín botánico acogiera muchas de las plantas que llegaban de
todo el planeta. Tal circunstancia ha permitido que el Jardín Botánico de
Valencia se cuente actualmente entre los mejores jardines botánicos de
Europa al ofrecer una de las más notables colecciones vegetales de los cinco
continentes, en la que sobresalen algunos árboles por su antigüedad y su
rareza. De este modo, puede cumplir hoy en día una triple función: la
adecuada conservación de las especies vegetales, la investigación botánica y
la labor de divulgación de la misma al resto de la sociedad, que se constata
en los abundantes carteles de catalogación que figuran al pie de cada
especie vegetal.

Personajes Históricos:
- Sebastián Monleón Estellés (1815-1878). Arquitecto que adquirió
cierta fama por los trabajos realizados en la ciudad de Valencia durante el
tercer cuarto del siglo XIX. Entre sus obras destaca la estufa o invernadero
tropical del Jardín Botánico de la ciudad del Turia, obra maestra de la
arquitectura del hierro y el cristal en España, realizada entre 1860 y 1862.
Por otra parte, existen numerosos indicios para suponer que fue Sebastián
Monleón el encargado de realizar el proyecto para el palacete y los jardines
de la finca de Juan Bautista Romero, aunque no existe constatación
documental de este hecho.- José Pizcueta. Destacado botánico español de
la primera mitad del siglo XIX que, a partir de 1829 y desde la dirección
del jardín botánico de Valencia, promovió su restauración y su desarrollo.

146
JARDINES DEL CAMPO GRANDE (VALLADOLID)

Cronología-Fases de Construcción:
La primera noticia sobre estos jardines se remonta al siglo XVI. En esta
centuria y en la siguiente el espacio verde fue respetado y a su alrededor se
fueron levantando diversos edificios. A finales del siglo XVIII se organizó
por primera vez el jardín siguiendo criterios racionalistas. Un siglo más tarde,
en el último cuarto del XIX, por iniciativa del alcalde vallisoletano Miguel
Iscar, se construyó el parque que conocemos en la actualidad, respondiendo
a la moda romántica de la época. Durante el siglo XX se han introducido en
el jardín diversos bustos escultóricos que homenajean a destacados
personajes de la ciudad, como el propio Miguel Iscar y el poeta Núñez de
Arce. Por otra parte, el Ayuntamiento de Valladolid ha incorporado
también unas pequeñas embarcaciones en el estanque que permiten a sus
visitantes recorrerlo.

Descripción artística:
Los jardines del Campo Grande, con una extensión de 90.000 metros
cuadrados, se sitúan en el centro urbano de Valladolid, entre las plazas de
Colón y Zorrilla y el paseo de este mismo nombre. De morfología triangular,
están atravesados en su parte central por el denominado paseo del Campo
Grande. A un lado del paseo se sitúa un plaza presidida por la fuente del
Cisne y en lado opuesto se dispone la fuente de la Fama, en la que se
realiza una representación alegórica de ésta a través de una mujer alada que,
mirando hacia el cielo, hace sonar una trompeta. En el extremo meridional
del jardín, paralelo al paseo de Filipinas, aparece el estanque longitudinal,
con una gruta de la que brota una cascada de agua. Entre las especies
arbóreas más abundantes en los jardines destacan el cedro, el plátano y el
castaño de Indias. En los parterres se disponen flores de temporada
(sobresalen las celindas y los rosales) formando diversos diseños entre los
que figuran el escudo de la ciudad y un reloj. Próximos al estanque pasean
por el parque varios pavos reales. Finalmente, en algunos rincones se
147
disponen bustos escultóricos de destacados vallisoletanos, como el dedicado
al alcalde Miguel Iscar, el promotor del parque actual, y al poeta Núñez de
Arce.

Evolución Histórica:
El origen de estos jardines parece situarse en la centuria del 1500, cuando
el lugar era una de las entradas de la ciudad. A lo largo de los siglos XVI y
XVII el espacio ajardinado fue delimitado por diversos edificios que se
levantaron a su alrededor. A finales del siglo XVIII comenzó a organizarse el
lugar como un jardín de estructura racionalista, pero seguía situado todavía
en la periferia de la ciudad. En el último cuarto del siglo XIX, en el contexto
de la remodelación urbanística de la ciudad emprendida por el alcalde
Miguel Iscar, se construyó el parque actual, conocido entonces bajo la
denominación de Campo de la Verdad y Campo de Marte. Se inició así su
andadura como parque público y enseguida se convirtió en el lugar
preferente para el paseo de los vallisoletanos de la época. A lo largo del
siglo XX, y al compás del crecimiento urbano de la ciudad, el jardín se ha
ido situando en el centro del casco urbano. Lugar de referencia obligada
para la expansión, el ocio y el divertimento de los vallisoletanos, se ha
convertido en el auténtico pulmón verde de la capital castellana y en el
jardín más emblemático de la misma.

Personajes Históricos:
- Miguel Iscar. Este personaje accedió a la alcadía de Valladolid en 1877,
en un contexto general de recuperación económica y estabilidad política.
Durante su mandato emprendió un plan de renovación urbanística de la
ciudad en el que se incluyeron la finalización del cerramiento del ramal norte
del río Esgueva y el matadero, el empedrado y embaldosado de las
principales calles, la construcción de tres mercados, el abastecimiento de
agua a diversos barrios, el ajardinamiento de la plaza de Tenerías y la reforma
de los jardines del Campo Grande, que, siguiendo la moda romántica
imperante en la época, adquirieron su actual morfología.
148
MONASTERIO DE PIEDRA (NUÉVALOS, ZARAGOZA)

Cronología-Fases de Construcción:
El monasterio cisterciense de Piedra fue fundado por Alfonso II de Aragón
en 1195. El cenobio estaba enclavado en medio de un excepcional paraje
natural, en el que, sin embargo, ha tenido que intervenir la mano del hombre
para proporcionar el acceso a los lugares más inexpugnables. Fueron los
monjes cistercienses los primeros que cuidaron y adaptaron para la vida
humana este auténtico vergel, que se alimenta del extraordinario caudal que
proporciona el río Piedra. Una de las ramas del río se utilizó para fertilizar la
huerta y el jardín del cenobio cisterciense. Del siglo XII data la torre del
homenaje del castillo existente antes de la fundación del monasterio. En el
siglo XIII se levantaron las dependencias fundamentales del cenobio: la
hospedería, los claustros, la iglesia, la cocina, el refectorio y la sala capitular.
En el siglo XV se construyó el techo de la magnífica escalera principal. El
monasterio sufrió daños en el siglo XIX, pero fue posteriormente restaurado.

Descripción artística:
Este parque natural-artificial está situado en el cauce del río Piedra, tres
kilómetros al sur de la población zaragozana de Nuévalos. El monasterio de
Piedra es un paraje natural en el que ha intervenido la mano del hombre.
Gracias al caudal del río Piedra, que antes de entrar en el parque se
subdivide en dos brazos, se ha formado este extraordinario vergel. Las
características del terreno propician la existencia de numerosas grutas,
cascadas, torrentes y lagos. Algunas de las cataratas reciben nombres
singulares como "La Caprichosa", "Iris", "El Baño de Diana" y "Los Fresnos".
Todas éstas y algunas más reúnen sus aguas en el torrente de los Mirlos. De
allí surge la espectacular catarata conocida como "La Cola de Caballo", que
salva un desnivel de 50 metros. En el centro del parque natural se encuentra
un pequeño lago conocido como el lago del Espejo, debido a la limpieza de
sus aguas, en las que se refleja la frondosa vegetación circundante. Se
conservan algunas de las dependencias monacales como la sala capitular, el
149
refectorio y el hospicio, que datan del siglo XIII. El conjunto puede hoy
visitarse a través de puentes rústicos y sinuosos paseos que se adaptan al
entorno natural.

Evolución Histórica:
Los orígenes del monasterio se remontan a 1195, cuando Alfonso II de
Aragón donó el lugar a la Orden del Cister y 13 monjes procedentes del
monasterio de Poblet se trasladaron para fundar el nuevo cenobio. El
monasterio se funda junto a un castillo, del que todavía se conserva la torre
del homenaje, obra del siglo XII. En las húmedas bodegas del monasterio los
monjes cistercienses destilaron los fuertes licores de hierbas. Se dice también
que fue en la cocina del cenobio donde se preparó por primera vez en
Europa el chocolate, que habían traído de México los conquistadores
españoles. Tras la restauración de los desperfectos ocasionados en el siglo
XIX, el paraje se fue adaptando para su visita. En 1945 apareció en el
Boletín Oficial del Estado la calificación del monasterio de Piedra como
"paraje pintoresco". Actualmente, en las antiguas dependencias monacales se
encuentra un hotel.

Personajes Históricos:
- Alfonso II de Aragón. Rey de la Corona de Aragón, el primero que
gobernó sobre el reino de Aragón y el condado de Barcelona, al unir en
1162, siendo todavía un niño, la herencia de su madre Petronila de
Aragón y de su padre Ramón Berenguer IV de Barcelona. No fue
proclamado mayor de edad hasta 1173. Más allá de los Pirineos, volvió a
recuperar para la Casa de Barcelona los dominios provenzales. En la
Península continuó la reconquista del Bajo Aragón, culminada con la
incorporación de la comarca de Teruel en 1170. En el interior del reino
potenció la repoblación y la consolidación económica del territorio, con la
protección de mercados y el desarrollo de vías de comunicación.
Precisamente en este contexto de impulso del tejido socioeconómico del

150
reino se encuadra la instalación de los cistercienses en el cauce del río Piedra
en 1195. Un año después, Alfonso II moriría en la ciudad de Perpiñán.

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PARQUE MIGUEL PRIMO DE RIVERA (ZARAGOZA)

Cronología-Fases de Construcción:
El parque Miguel Primo de Rivera fue construido después de la guerra civil,
en la década de 1940, al compás del desarrollo urbanístico que iba
experimentando la ciudad de Zaragoza. Los jardines fueron concebidos a
partir de una combinación de estilos clásicos y paisajistas, con inclusión de
fuentes, jarrones y esculturas. En 1946 se trasladó a una de las glorietas del
parque la fuente de la Princesa, también conocida como fuente de
Neptuno, cuya escultura fue tallada por Llovet. Un año después, también se
trasladó al parque el monumento conmemorativo de la Exposición Hispano-
Francesa, compuesto por esculturas de los hermanos catalanes Oslé. Para
embellecer los jardines y dotarlos de mayor elegancia fue instalado en uno
de sus paseos el quiosco de música modernista realizado por Martínez
Ubando en 1908. En la actualidad, estos jardines aparecen en perfecto
estado de conservación bajo el cuidado del Excelentísimo Ayuntamiento de
Zaragoza.

Descripción artística:
El parque de Miguel Primo de Rivera se encuentra situado en la zona
moderna de la ciudad de Zaragoza, en la parte meridional, próximo al
estadio de la Romareda. Circunda una parte del perímetro del parque el río
Huerva, que un poco más al Norte vierte sus aguas en el Ebro. Los jardines
son una combinación del estilo clásico y geométrico y el paisajismo
naturalista. Al primero pertenecen los parterres rectangulares cuidadosamente
recortados y plantados de rosales y otras especies vegetales, que alternan
con otros con plantaciones de árboles y jarrones de inspiración clásica. El
estilo paisajista se reconoce en los caminos sinuosos y los grandes árboles
que forman un conjunto más anárquico. Entre estos últimos cabe destacar
pinos y palmeras, además de especies de hoja caduca. Se encuentran
distribuidos por el parque numerosos monumentos, esculturas, fuentes y
algún estanque. La mayoría están dedicadas a las figuras de aragoneses
152
ilustres, al margen de la estatua dedicada al general Primo de Rivera, que da
nombre al parque. Del conjunto sobresalen la fuente de Neptuno, una
escalera de agua que termina en una fuente de múltiples caños y el
monumento conmemorativo a la Exposición Hispano-Francesa, coronado por
la alegoría de la ciudad, representada por la figura de un león de bronce
llevado por niños que simbolizan la victoria y el comercio. Por último, cabe
reseñar el quiosco de música modernista, con una estructura en forma de
baldaquino, está montado sobre una plataforma octogonal de piedra

Evolución Histórica:
Desde sus orígenes en la década de 1940 el parque Miguel Primo de
Rivera fue concebido como un amplio lugar de esparcimiento para los
zaragozanos, donde poder disfrutar de la naturaleza y el frescor que
proporciona el agua. Actualmente sigue cumpliendo la misma función para la
que fue creado y, bajo el cuidado del Ayuntamiento de Zaragoza, todavía
sigue siendo el parque más amplio de la ciudad. Durante los primeros
tiempos el parque fue enriquecido con determinados monumentos que
originalmente estaban emplazados en otras zonas de la capital aragonesa.
Entre ellos destaca la fuente de Neptuno, enclavada primitivamente en la
plaza de San Francisco. Se trata de una fuente construida entre 1833 y
1845 para celebrar el juramento como princesa de Asturias de la futura
Isabel II. La escultura de Neptuno es anterior, fue tallada por Llovet entre
1811 y 1812 con destino a una de las fuentes proyectadas durante la
ocupación napoleónica. Hoy en día tiene el privilegio de ser la fuente más
antigua de cuantas existen en la ciudad. También fue trasladado desde su
antiguo emplazamiento en la plaza del Paraíso, el conjunto monumental
conmemorativo de la Exposición Hispano-Francesa, inaugurado en 1910.
Lo mismo cabe decir del quiosco modernista, que fue construido en 1908
para la plaza de los Sitios y se utilizó como pabellón en la Exposición del
Centenario de los Sitios.

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Personajes Históricos:
- Miguel Primo de Rivera (marqués de Estella). Militar español nacido en
Jerez en 1870. Intervino en las campañas militares de Melilla, Cuba,
Filipinas y Marruecos. En 1920 ascendió al rango de capitán general de
Valencia, cargo que ostentó después en Madrid y en Cataluña. En 1923,
siendo capitán general de esta última región militar, lanzó un manifiesto que
produjo la caída del gobierno. Encargado entonces por Alfonso XIII de la
jefatura del gobierno, estableció una dictadura militar, con el objetivo de
renovar la vida política del país, restablecer el orden social y terminar con el
problema de Marruecos. Su mandato se prolongó hasta enero de 1930,
cuando, carente del apoyo del ejército, se vio obligado a dimitir. Se exilió a
París, donde murió el 17 de marzo de ese mismo año. Durante la dictadura
del general Francisco Franco, su figura fue revalorizada, al constituir el
precedente más inmediato de ese tipo de gobierno. En este contexto se
enmarca la práctica de bautizar con su nombre calles, plazas o jardines de las
principales poblaciones españolas, como es el caso de este extenso parque
zaragozano que nos ocupa.

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