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LIBERTAD DE OPINIÓN NUMERO: 24 AÑO: II SEMANA: III ENERO 2011

ENTRE EL DISCURSO Y LA REALIDAD

José Bolívar Castillo V.

Mas allá de los prejuicios derivados de maniqueos


encuartelamientos políticos que solo buscan llevar el
agua a su molino, cuando se han cumplido ya cuatro
años es decir un período, de la “revolución
ciudadana”, es indispensable que, desde diversos
puntos de vista, surja una evaluación objetiva de los
activos y pasivos de un Gobierno que nació por la
ilusión de cambio y equidad de un pueblo que vio en
Correa un líder “cero tolerancia” que podría jugárselas
enteras contra los grupos consolidados de poder que
habían privatizado al Estado para ponerlo a su
servicio. Este liderazgo anti etablissement,
innegablemente ha logrado mantener su aceptación
popular, no tanto por las dádivas y subsidios de la
abundancia petrolera, que ya absorben la tercera
parte del presupuesto del Estado como pregonan
ciertos mushpas, cuanto por su discurso
confrontacional frente al establecimiento estatal y
societario, acompañado de realizaciones innegables
y de ciertas medidas de efecto marketing político.
Como no quisiéramos poder decir “triunfamos” los
que nos jugamos, entero, sin reservas ni cálculos por
un proceso de cambio estructural en la línea de la
equidad. Queremos sinceramente , pensar en
positivo, afirmar, creer y de hecho constatamos
evidentes avances en muchos aspectos, como en la
infraestructura vial y social. De otro lado observamos
inmensas expectativas de la gente común que no
pierde la esperanza y que no le arredran las
frustraciones y exclusiones de todo tipo y pelambre.

Los “más papistas que el Papa” , que


sigan preocupándose de sacar su tajada, que sigan
en su exitoso empeño de autoengañarse y de
ocultar muy bien las razones por qué actúan de esa
forma. Allá ellos con el celoso y canino cuidado de
sus espacios políticos. Bien sabemos que
simplemente se trata del negocio de la política, es
decir un buen negocio de poder. Pero precisamente
son estas gentes las que más daño le están haciendo
al Régimen. Ahora se asustan y protestan por los
riesgos de una Constitución que la creían buena para
aplicarles “a los otros” a “los malos” a los de la otra
orilla de la farándula política , pero que como es
obvio suponer, se niegan desesperadamente a
tomar de su propia medicina aun a costa de
manipular sin rubor una vez más la recién estrenada
Constitución del Buen Vivir.

La interrogante inevitable que surge del sentido


común, es : ¿ Qué pasó, qué falló, para que en
menos de dos años de vigencia de una Carta
Fundamental tan avanzada e innovadora, ya se pida
su urgente recambio o nueva reforma para
poder camuflar su violación, a sabiendas de que
esta ya no cuenta solo con candados para impedir su
reforma sino con aldabones y un laberinto de
contradicciones ?.

¿Como podría explicarse el hecho de que con una


mayoría absoluta, haya podido salir de Montecristi
una Constitución con tantas contradicciones, repleta
de derechos y de nudos estructurales que impiden
ejercerlos? Recordemos que el Presidente Correa se
quejaba entonces de los infiltrados con agenda
propia, pero al parecer acabaron por imponerse.

Y ahora a más de cuatro años de la “Revolución


Ciudadana”: ¿ Cómo se explica que con una mayoría
absoluta en la Asamblea Nacional, integrada por una
generalidad de asambleístas elegidos por el arrastre
de la popularidad del Presidente, mas otritas y
otritos que aparentan ser de oposición, puedan salir
de la Función Legislativa, leyes como las que salen
aprobadas casi por unanimidad, que luego el Jefe de
Estado tiene que verse obligado a pasar por el apuro
y el riesgo de vetarlas ? Ahí esta el caso de la Ley de
Servicio Público de la que dimanó el famoso 30 S.
Esta Ley fue aprobada por 108 votos de 110
presentes, en radical contradicción al propósito
gubernamental tantas veces enunciado de establecer
un sistema único de remuneración del sector
público. Igual podemos decir de la Ley del Cootad
que es una resaca del centralismo precisamente para
impedir o anular todo intento de equidad territorial
mediante una regionalización desconcentrada o el
último caso de la Ley de Educación que con sus
“innovadores enunciados” en realidad resulta ser una
especie de contrato colectivo salarial donde la calidad
y equidad educativa brillan por su ausencia.

No cabe duda que ante este desolador panorama la


muerte cruzada ( Art 148 de la Const.) era y sigue
siendo la mejor salida para el Ec. Correa,
consecuente con el mandato de cambio que
recibió retome el liderazgo de los cambios por los
que votó la gran mayoría del pueblo ecuatoriano.

Se dice en ciertos círculos gubernamentales que


antes de la insubordinación sindical de la Policia , que
sin duda intentó aprovechar el síndrome criollo del
golpismo, se daba ya como un hecho indispensable la
Muerte Cruzada, pero que el 30 S fue el golpe de
timón que le hacía falta a cierto círculo para lograr en
la misma línea del “Gato Pardo” cambiar el rumbo de
las políticas de Estado, recurriendo al
reiterado artificio de las consultas, que en este caso,
es por demás evidente, que tuvo y tiene por principal
objetivo convertirse en el antídoto o la vacuna
mediática y campañera frente al recurso
constitucional de la “muerte cruzada”, las
revocatorias en trámite y el limbo legislativo que
neutraliza o corcha los cambios propuestos y
escamoteados por esa suerte de hibernación política
que da la apariencia de unanimidad.

A los expertos en “marketing político”, que según las


encuestas les está yendo muy bien, les conviene
evitar riesgos innecesarios y si bien era obvio, que la
salida constitucional al cuello de botella al que se ha
llegado, era y sigue siendo la aplicación del Art. 148
de la Constitución, es decir “la muerte cruzada”, las
reglas de juego de la vieja forma de hacer política
siguen en plena vigencia y entre ellas el “ no
contaban con mi astucia” y con los altos precios del
petróleo .

Tenemos entonces por delante una nueva consulta a


los cuatro años de iniciada la revolución ciudadana.
Sigue por tanto la “refundación de la república”. En el
un lado están los buenos, los incluidos e incorporados
y en el otro los malos , los excluidos, los herejes. El
pregonado cambio de época “va porque va” incluidas
las preguntas de la consulta, que siguen siendo un
secreto del marketing político, pero que estarán
alrededor de los temas de la seguridad y la justicia.
La asignatura de la reforma política sigue en
suspenso.

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