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¿Qué es constitución?

Es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo. La
constitución fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado (poderes que, en los países
occidentales modernos, se definen como poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de éstos con sus
ciudadanos, estableciendo así las bases para su gobierno y para la organización de las instituciones en
que tales poderes se asientan. Este documento busca garantizar al pueblo sus derechos y libertades.

¿Qué es soberanía?
La soberanía es un concepto que se define en torno al poder y se comprende como aquella facultad que
posee cada estado de ejercer el poder sobre su sistema de gobierno, su territorio y su población. Lo
anterior hace que, en materia interna, un estado, junto a la autoridad en ejercicio, sean los que se
encuentran por sobre cualquier otra entidad.

La soberanía se puede considerar en dos aspectos diferentes, uno interno y otro externo. En su modo
interno, la soberanía hace alusión al poder definido anteriormente, el que se relaciona con el poder de un
determinado Estado sobre su territorio y su población. Por otra parte, el carácter externo hace referencia
a la independencia que tiene un Estado del poder que ejerce otro, en un territorio y población diferentes,
en otras palabras, un Estado en particular es soberano mientras no dependa de otro Estado.

Por otra parte, la soberanía se puede comprender desde dos perspectivas, una jurídica y una política. La
soberanía jurídica es aquella a través de la cual un Estado puede tomar contacto con el mundo, con lo
internacional, a través de su participación en diferentes organizaciones internacionales, tratados, pactos y
compromisos diplomáticos, entre otros.

La soberanía política es aquella que hace alusión a poder del Estado de imponer todo aquello que le
parezca necesario. Aunque se piense que cada Estado ejerce su soberanía jurídica y política, no es así en
todas las naciones. Existen casos en los que el Estado puede tener la soberanía jurídica, sin embargo, su
soberanía política depende de los dictámenes de otras naciones en cuanto a su desarrollo social, político y
económico.

Participación Ciudadana
El proceso de reforma del estado venezolano en la década del noventa tuvo como llave maestra una
descentralización de corte tecnocrático, orientado a la eficiencia, sin transitar a la construcción de una
nueva democracia. A partir de la Constitución Nacional (1999), se establece formalmente el
“protagonismo del pueblo” como elemento central de la democracia y se promulgan leyes que establecen
“una ciudadanía jurídica de amplio espectro”. Las recientes políticas gubernamentales han establecido
mecanismos de participación para la planificación, diseño y ejecución de la política pública acompañados
de un intenso proceso de re-centralización administrativa y re-estatización, creando una tensión que
atrapa al ciudadano entre la cooptación y la polarización. Ello se opone a la promoción de una democracia
participativa fundada en la repolitización (autónoma) de la ciudadanía y el tránsito de una ciudadanía
jurídica a una ciudadanía política y empoderadora.

La participación ciudadana en Venezuela es uno de los grandes retos que tiene nuestro país, y aunque no
se encuentre la Ley de Participación Ciudadana aprobada, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV) le brinda toda la legitimidad para su ejercicio.

Es de considerar que la participación ciudadana, protagónica y revolucionaria está basada en valores


democráticos, humanísticos con horizonte ético-político, en búsqueda de un Estado de derecho y de
justicia social, para el respeto a la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
responsabilidad social, los derechos humanos, el pluralismo, la dignidad, el reconocimiento del otro como
ser humano, comprendiendo que el otro o la otra no es más que su propio espejo, es un estado constante
de proyección. Por lo tanto, la participación ciudadana al ejercerse responsablemente a través del
ejercicio de la contraloría social, jamás dirá algo de lo que no tenga prueba, dado que está sujeta al
Estado de Derecho, sus valores individuales son sustituidos concientemente por los valores del colectivo.
Protagonismo del pueblo como ejercicio de su soberanía

La Constitución aprobada en 1999 no sólo declara, en forma nominal, la Democracia venezolana como
Participativa, sino que también da los mecanismos para que la misma sea una realidad. A continuación se
muestra una cita del artículo 70:

"Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la


elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas
legislativas, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas
cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las instancias de
atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de
carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por
los valores de la mutua cooperación y la solidaridad. La ley establecerá las condiciones para el efectivo
funcionamiento de los medios de participación previstos en este artículo",

Se podría proponer de la forma siguiente:

Artículo 70:
Son medios de participación y protagonismo del pueblo, en ejercicio directo de su soberanía y para la
construcción del socialismo: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación
del mandato, las iniciativas legislativas, constitucional y constituyente, el cabildo abierto, la asamblea de
ciudadanos y ciudadanas, siendo las decisiones de esta última de carácter vinculante, los Consejos del
Poder Popular (consejos comunales, consejos obreros, consejos estudiantiles, consejos campesinos, entre
otros), la gestión democrática de los trabajadores y trabajadoras de cualquier empresa de propiedad
social directa o indirecta, la autogestión comunal, las organizaciones financieras y microfinancieras
comunales, las cooperativas de propiedad comunal, las cajas de ahorro comunales, las redes de
productores libres asociados, el trabajo voluntario, las empresas comunitarias y demás formas asociativas
constituidas para desarrollar los valores de la mutua cooperación y la solidaridad socialista. La ley
establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en
este artículo.

La participación ciudadana y popular es un concepto desarrollado en la Constitución y mejorado por la


propuesta de reforma y tiene que ver con el deseo del poder constituyente originario, el Poder Popular de
que la democracia se ejerza de una manera más directa y cotidiana que el simple sufragio o el referendo
mismo, formas que se ejercen muy de vez en cuando y bajo ciertos supuestos de hecho contemplados en
la Constitución y en el resto del ordenamiento jurídico vigente. Es el criterio de los que redactaron esta
Constitución de 1999 que si el pueblo es soberano, esta soberanía se manifieste de manera participativa y
directa y no sólo eligiendo a los representantes. Pero para ello, no sólo bastará que se dicte una ley o se
adecuen las ya existentes y reflejar este sentir, sino que también que el pueblo debe prepararse, de be
concientizarse, debe ideologizarse y politizarse en el buen sentido de la palabra, y sobre todo organizarse,
ya que tampoco se trata esto de caer en el anarquismo porque sino pudiera venir el caos, para poder
ejercer el poder de una manera eficiente, eficaz, libre y sobre todo que pueda conducir a nuestro pueblo a
la mayor suma de felicidad, de estabilidad política y de seguridad social como lo expresó Simón Bolívar en
su extraordinario Discurso de Angostura un 15 de febrero de 1819.

La reforma del artículo 70 se traduce en más poder y en más participación de las comunidades y del
pueblo. Por eso, es vital la aprobación de esta reforma constitucional.

SUS DECISIONES SON DE CARÁCTER VINCULANTE

La elección de cargos públicos,


El referéndum,
La consulta popular,
La revocatoria de mandato,
La iniciativa legislativa, constitucional y constituyente,
El cabildo abierto,
La Asamblea de Ciudadanos (as).

Protagonismo del pueblo como Ejercicio de su soberanía


En la Democracia Participativa el pueblo nombra voceros quienes llevan adelante sus planteamientos,
pero cuando la gestión del vocero deja de ser expresión del pueblo, entonces éste tiene la posibilidad de
revocar dicha vocería. Esa es la esencia de los referendos revocatorios: una profundización de la
Democracia. La concepción del vocero como expresión de las organizaciones de base, se contrapone a la
del representante quien se adueña del poder de decisión del pueblo y lo ejerce en su nombre. El vocero
expresa las discusiones y las posiciones de los colectivos. El representante, asumiendo su
"representatividad", expresa sus ideas y posiciones en "nombre" de sus representados. Un vocero, como
expresión de un colectivo, no es el dueño del poder, es sólo un instrumento y lo ejerce en tanto sea
voluntad del colectivo. El representante ejerce y se adueña del poder para sí y lo ejerce hasta que se le
termine el periodo. Por lo tanto, el referendo revocatorio es un proceso que sólo se puede aplicar a los
voceros y no a los representantes, ya que devuelve al pueblo, el poder originario de decisión.
A medida que la Democracia Participativa se afianza en el pueblo venezolano, ésta se va transformando
en un modelo en donde el pueblo ejerce su autogobierno sin intermediarios, sin representantes e incluso,
sin voceros. Con el ejercicio de la participación y el protagonismo del pueblo, la Democracia ira dejando
de ser sólo Participativa y se transformará en Democracia Directa. En Venezuela, la revolución avanza
hacia el máximo concepto de participación: la Democracia Directa, aquella en donde la Democracia es
expresión de un Mundo Horizontal, un mundo de iguales, un mundo sin representantes, un mundo sin
relaciones de dominación.

Concepto de la tutela judicial efectiva


“Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e intereses, e incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con
prontitud la decisión correspondiente…” (CRBV, 1999: art. 26).

Por su parte, Pico I Junoy (1997) argumenta que el derecho a la tutela judicial efectiva comprende
-palabras del Tribunal Constitucional Español- un contenido complejo que incluye los siguientes aspectos:
el derecho de acceso a los tribunales; el derecho a obtener una sentencia fundada en derecho
congruente; el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales; y el derecho al recurso legalmente
previsto.

En el mismo orden de ideas, Carroca (1998) expresa que la tutela judicial efectiva garantiza: la
posibilidad de acceder a los órganos jurisdiccionales iniciando un proceso; la obtención de una sentencia
motivada que declare el derecho de cada una de las partes; la posibilidad de las partes de poder
interponer los recursos que la ley provea; y la posibilidad de obtener el cumplimiento efectivo de la
sentencia.

Por otra parte, se tiene una segunda corriente que plantea que la tutela judicial efectiva está conformada
por los artículos 26 y 49 de la CRBV, lo cual convierte a la tutela judicial efectiva en un amplio derecho
protector del ciudadano.

Garantías que integran el derecho a la tutela judicial efectiva


La definición de la tutela judicial efectiva dentro de la cual se enmarca esta investigación presenta un
conjunto de derechos que desde un enfoque sistémico conforman esta institución jurídica de carácter
universal. Tales derechos son los siguientes: derecho de acceso a los órganos jurisdiccionales, derecho al
debido proceso; decisión ajustada a derecho; derecho a recurrir de la decisión y derecho a ejecutar la
decisión.
a) Derecho de acceso a los órganos jurisdiccionales
En síntesis, el derecho de acceso a la justicia confiere a todos los ciudadanos, la posibilidad de presentar
sus conflictos a los tribunales competentes, y desde ese momento se comienza a ejercer el derecho a la
tutela judicial efectiva.
b) Derecho al debido proceso
En resumen puede definirse el derecho al debido proceso como un derecho individual de carácter
fundamental integrado por un conjunto de garantías constitucionales procesales mínimas que permiten un
proceso justo, razonable y confiable.
c) Decisión ajustada a derecho
Es así como el operador de justicia debe enmarcar su decisión, sobre los hechos que han sido alegados en
la demanda y contradichos en la contestación correspondiente, es decir, que debe pronunciarse, sólo
sobre aquellos hechos que han sido debatidos o controvertidos por las partes en el proceso, y sobre los
cuales ha recaído la actividad probatoria de éstos, pues si se pronuncia sobre algún hecho no expuesto
por las partes en la fase alegatoria de proceso, se configura el vicio de incongruencia positiva; en tanto
que si deja de pronunciarse sobre algún hecho controvertido en la litis, se produce el vicio de
incongruencia negativa. El juez debe resolver sólo lo pedido y todo lo pedido.
d) Derecho a recurrir de la decisión
Como se ha venido señalando, ese conjunto de actos procesales realizados ante el órgano jurisdiccional,
culmina con la decisión que dictará el operador. En esta decisión como es lógico, habrá un ganador y un
perdedor, y precisamente aquel sujeto que resulte perjudicado con el fallo dictado, no con los motivos de
hecho y de derecho que sostienen el dispositivo del mismo, sino con el propio dispositivo,
constitucionalmente tiene el derecho de impugnar la decisión por la vía de los recursos legales que regula
la Ley.

Es así como salvo los casos excepcionales señalados en la Ley y que se verán más adelante, todo sujeto
perjudicado con la decisión judicial tiene el derecho a recurrir de la misma, activándose de esta manera el
derecho o garantía constitucional del doble grado de jurisdicción a que se refiere el artículo 49.1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que constituye igualmente una manifestación de la
garantía a la tutela judicial efectiva a que se refiere el artículo 26 ejusdem de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

e) Derecho a ejecutar la decisión


En síntesis el derecho a la tutela judicial efectiva exige el cabal cumplimiento del mandato contenido en la
sentencia, por lo que la ejecución de la sentencia es uno de los atributos esenciales del derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva.
Conclusiones

La tutela judicial efectiva es un derecho amplio, que garantiza el indiscutido carácter universal de la
justicia y como institución jurídica constitucional engloba una serie de derechos a saber: el acceso a los
órganos de administración de justicia; una decisión ajustada a derecho; el derecho a recurrir de la
decisión; el derecho a ejecutar la decisión y el derecho al debido proceso; por tanto, al verse vulnerados
uno de estos derechos se afecta insoslayablemente la tutela judicial efectiva contemplada en los artículos
26 y 49 de la CRBV.

En tal sentido, resulta evidente que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra el
derecho de la tutela judicial efectiva como resultado final de la existencia de un proceso judicial, el cual se
da sólo posteriormente a la noción de un debido proceso, toda vez que la afirmación de la efectividad de
la protección jurisdiccional sólo se puede concretar después del desarrollo de un proceso adecuado, cuyo
acto esencial y final pueda producir el vencedor en juicio, eficaces resultados, en el sentido de que como
señala la doctrina la tutela judicial no será efectiva si el órgano jurisdiccional no reúne ciertas condiciones
y antes de dictar una sentencia sigue un proceso investido de los derechos que hagan posible la defensa
de las partes.

De ahí que la tutela judicial efectiva presupone un debido proceso pero sin negar con ello que ambas se
hayan íntimamente relacionadas entre sí, formando parte de un todo.

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